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Lingüística T4: Fonética y fonología

Introducción:

Cuando dos individuos se comunican, comprendiéndose entre sí, es porque existe algo común a
ellos. Se entienden porque existe la lengua, el modelo lingüístico común a los dos, el sistema que
establece ciertas reglas a las que se someten cuando hablan; y en el momento que expresan sus ideas
oralmente, están materializando la lengua, están practicando un acto de habla.

Según Ferdinand de Saussure, el lenguaje se compone de dos aspectos que son la lengua y el habla.
La lengua es el modelo general y constante que se encuentra en la conciencia de todos los
miembros de una comunidad lingüística. El habla, por otra parte, es la realización concreta de la
lengua en un momento y en un lugar determinados. La lengua es, por lo tanto, un fenómeno social,
mientras que el habla es individual.

Fonética:

La fonética es el estudio de los sonidos del habla utilizados con fines comunicativos en las lenguas
naturales. Tiene un carácter interdisciplinar (fisiología, acústica, procesamiento de señales,
informática, estadística, psicología, etc.), es esencialmente experimental, con teoría y metodología
propias. Gracias a ella se justifica disponer de un sistema de representación del habla, la
transcripción fonética (el cual permita superar las inadecuaciones de la ortografía).

Las lenguas son ante todo objetos orales. En la historia de la humanidad la lengua oral es anterior a
la lengua escrita y existen aún lenguas que carecen de una forma escrita fijada, sin que se den
lenguas naturales que no posean una manifestación oral. En el desarrollo del niño la lengua oral es
anterior a la escrita y se adquiere muy difícilmente pasada una determinada edad crítica, mientras
que la escritura puede aprenderse en cualquier momento.

La transliteración es la transcripción de las palabras escritas en un alfabeto, con letras de otro


alfabeto más familiar al lector. La transliteración se efectúa letra a letra, según la correspondencia de
los sonidos por ellas representados. Cuando dicha correspondencia no es exacta suelen emplearse
diacríticos auxiliares.

En cuanto a la transcripción fonética, es esencial distinguir entre la representación ortográfica y la


representación fonética de la lengua. Es necesario un sistema que nos permita reflejar sin ningún
tipo de ambigüedades la realidad de la lengua oral, con un alfabeto fonético. Se pueden dar muchas
opciones:
- A un sonido le corresponde un único grafema o representación y viceversa (el grafema <l>
corresponde a [l]).
- Un mismo grafema puede representar dos sonidos (el grafema <c> representa a los sonidos
[k] y [θ]).
- Un mismo sonido puede representarse mediante dos grafías distintas (el sonido [x] puede
representarse con los grafemas <j> y <g>).
- Dos grafías pueden representar un único sonido (<gu> como en guerra).
- Una grafía puede no representar ningún sonido (el caso del grafema <h> en castellano).

Existen tres tipos de fonética:

- Fonética articulatoria (emisor - producción): se ocupa del estudio de la producción de


los sonidos del habla, tanto de su clasificación en función de las diversas partes del aparato
fonador, como de la elaboración de modelos que expliquen la producción del habla como
conjunto de movimientos coordinados de los articuladores guiados por la necesidad de
emitir una señal que tenga de una determinada estructura lingüística.

El conjunto de los órganos implicados en la producción del habla suele denominarse


aparato fonador. En él no hay órganos específicamente dedicados a la producción del
habla, sino que consta del mismo conjunto de órganos que intervienen en la alimentación o
la respiración. Todo el proceso de producción está controlado por determinadas áreas del
cerebro.

La fonación es el proceso mediante el cual se produce la voz, aprovechando el aire que


procede de los pulmones. Tiene lugar en la laringe y en él destacan las cuerdas vocales. Los
órganos que intervienen en la fonación se clasifican en tres grupos:

- Órgano respiratorio o cavidades infraglóticas: están formadas por los órganos


propios de la respiración: pulmones, bronquios y tráquea. Los pulmones son los
que proveen la cantidad de aire suficiente para que el acto de la fonación se realice y
llevan a cabo constantemente dos movimientos: el de inspiración, absorbiendo aire,
y el de espiración, expulsándolo. Durante este segundo movimiento, se puede
producir el sonido articulado.

La articulación es el proceso por el cual se modifica esa corriente de aire


procedente de los pulmones y la laringe en las cavidades supraglóticas como
consecuencia de los cambios de volumen y forma de estas cavidades.
- Órgano fonador o cavidad laríngea: en esta cavidad se encuentran las cuerdas
vocales, que son como dos tendones o pliegues. Están situadas horizontalmente en
dirección anteroposterior. Por su parte anterior se encuentran unidas al interior del
tiroides, y por la posterior a los aritenoides. El paso o espacio que queda entre las
cuerdas vocales cuando están abiertas recibe el nombre de glotis. El
comportamiento de las cuerdas vocales produce la primera gran clasificación de los
sonidos articulados: si las cuerdas vocales vibran, los sonidos son sonoros; si no
vibran, los sonidos son sordos.

La voz humana es el resultado de la vibración de las moléculas de aire provocada


por el movimiento de las cuerdas vocales cuando la corriente de aire procedente de
los pulmones pasa a través de la glotis.

- Cavidades supraglóticas: están formadas por la cavidad de la faringe laríngea (o


laringofaringe), la faringe oral, la cavidad bucal y la nasal. Al pasar la corriente de
aire por la zona laríngea, entra en la cavidad de la faringe laríngea y luego en la
faringe oral, donde se va a producir otra gran división de los sonidos, según la
acción del velo del paladar. Si el velo del paladar está adherido a la pared faríngea, el
aire fonador sale por la cavidad bucal y se producen los sonidos articulados orales.
Si el velo del paladar desciende de la pared faríngea y en la cavidad bucal se produce
un cierre, se articulan los sonidos consonánticos nasales. Si están abiertas
simultáneamente la cavidad bucal y la cavidad nasal, se originan los sonidos
vocálicos nasales, o sonidos oronasales.

La parte superior de la cavidad bucal está constituida por el paladar, dividido en


dos zonas: la anterior, el paladar duro (dividido en prepaladar, medio paladar y
postpaladar), y la posterior, el paladar blando o velo del paladar (dividido en zona
prevelar y postvelar).

En la parte inferior de la boca, está la lengua, órgano activo por excelencia y el que
tiene mayor movilidad. Se divide en su dorso o cara superior, predorso, medio
dorso y postdorso. Su punta o extremo anterior, se llama ápice, opuesto a su raíz, en
el extremo posterior.

De acuerdo con el modo de articulación, los sonidos son:


- Vocales: que pueden ser altas, medias o bajas. Cada una de ellas, puede ser
cerrada o abierta.
- Consonantes: que se clasifican en:
- Oclusivas: cuando hay un cierre completo de los órganos
articulatorios.
- Fricativas: cuando el sonido se forma por medio de un
estrechamiento de los órganos articulatorios, sin que éstos lleguen
nunca a juntarse.
- Africadas: cuando al cierre completo de dos órganos articulatorios
sucede una pequeña abertura por donde se desliza el aire contenido
en el primer momento de cierre, percibiéndose claramente la
fricación.
- Nasales: cuando la cavidad bucal está cerrada y el pasaje nasal
abierto.
- Líquidas: forman un grupo especial que comprende laterales, en
cuya emisión el aire sale por un lado, o por los dos, de la cavidad
bucal; y vibrantes, cuya característica es una o varias oclusiones
brevísimas entre el ápice de la lengua y los alvéolos.

Finalmente, por el lugar de articulación podemos realizar la siguiente


clasificación:
- Vocales: pueden ser anteriores, centrales o posteriores.
- Consonantes: pueden ser bilabiales [p], labiodentales [f],
linguodentales o dentales [d], linguointerdentales o interdentales,
linguoalveolares o alveolares [s], linguopalatales o palatales y
linguovelares o velares [g].

- Fonética acústica (mensaje - transmisión): estudia las propiedades de la señal sonora


como portadora de información sobre las unidades lingüísticas que forman el mensaje.
Trata las propiedades físicas de los sonidos del habla, considerándolos ondas sonoras
transmisoras de un mensaje y relacionándolas con el modo en que se producen. El interés
por la fonética acústica se ha visto aumentado con el surgimiento de las técnicas de síntesis
y reconocimiento del habla.

La onda sonora es la transmisión de variaciones de presión en las moléculas de aire y


transporta toda la información necesaria para que el receptor pueda hacer una
interpretación del mensaje, recuperando en cierto modo las unidades lingüísticas que el
emisor ha codificado. Las ondas pueden ser simples o compuestas. La onda sonora simple
de frecuencia más baja entre todas las que forman una compuesta se denomina
fundamental y las demás se definen como armónicos.
La unidad de medida de la frecuencia es el Hercio (Hz). El tipo de representación utilizado
se conoce como representación temporal u oscilograma donde se observa la forma de la
onda sonora en su evolución a lo largo del tiempo.

La resonancia se produce en las cavidades supraglóticas. Consiste en la modificación de la


amplitud de los armónicos de un sonido complejo ejercida por la cavidad en la que se
produce la vibración de las moléculas de aire. Las cavidades pequeñas refuerzan la amplitud
de los armónicos de frecuencia alta, las cavidades grandes refuerzan la amplitud de los
armónicos de frecuencia baja.

Cada sonido se diferencia de otro por las zonas de frecuencia que se ven reforzadas por el
efecto del resonador y que le son particulares. Estas zonas de frecuencia reforzadas son
llamadas los formantes del sonido. Puede decirse que los formantes son aquellas zonas
reforzadas de las frecuencias que caracterizan el timbre de un sonido.

- Fonética perceptiva (receptor - percepción): tiene una doble vertiente: por una parte, se
ocupa del procesamiento auditivo de los sonidos del habla examinando cómo las ondas
sonoras llegan hasta el oído y se transforman allí en impulsos nerviosos que se transmiten al
cerebro, a esto se le conoce como fonética auditiva.

La audición es el mecanismo que tiene como finalidad la transformación de los cambios de


presión del aire en impulsos nerviosos que, al llegar al cerebro, se interpretan en términos
lingüísticos como unidades integrantes de un mensaje. El órgano que lleva a cabo esta
transformación es el oído.

El nervio auditivo recoge las terminaciones nerviosas y se encarga de hacer llegar a los dos
hemisferios cerebrales los estímulos procedentes de la cóclea para que sean tratados en el
córtex auditivo del cerebro. A partir de aquí empieza el proceso de percepción, por el cual
se interpretan lingüísticamente los estímulos recibidos.

Fonología:

La fonología es la parte de la lingüística que estudia los fonemas o descripciones teóricas de los
sonidos vocálicos y consonánticos que forman una lengua. Estudia los elementos fónicos de una
lengua desde el punto de vista de su función en el sistema de la comunicación lingüística.

El signo lingüístico es la unidad formada por un conjunto de fonemas que se asocian a objetos,
ideas o conceptos. El signo lingüístico está formado por el significante y el significado. Un signo
lingüístico, como mesa, está formado por un significante que sería: /m/+/é/+/s/+/a/, es decir, por
la suma de unos elementos fónicos y por un significado, que sería la idea o el concepto que nosotros
tenemos de lo que es una mesa.

Un fonema es la unidad lingüística más pequeña, desprovista de significado, formada por un haz
simultáneo de rasgos distintivos. Los rasgos distintivos son características que sirven para identificar
los distintos fonemas, que aparecen siempre combinados con otros. Por ejemplo el fonema /p/ es
consonántico, oclusivo, bilabial y sordo. Los fonemas se representan entre barras oblicuas.

Los alófonos son los sonidos propios de la pronunciación de un fonema, que pueden variar según
su posición en la palabra o en la sílaba y en relación con los sonidos vecinos, aunque sigue
considerándose el mismo fonema. Por ejemplo, el fonema /b/ en español tiene dos realizaciones: la
[b] oclusiva, como en la palabra “bomba”, y la [b] fricativa, como en la palabra “boba”. Los
alófonos se representan entre corchetes.

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