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CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS.

ILLARI KUSI, ANAHÍ ALANCAY Y LA ASOCIACIÓN “VETERANOS POR LA RAZA”.

VS.

MALBECLAND.

AGENTES DEL ESTADO.

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ÍNDICE.

1. BIBLIOGRAFÍA.................................................................................................................3

2. HECHOS.............................................................................................................................7

2.1. Síntesis del caso...........................................................................................................7

2.2. Trámite ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (en adelante,


Comisión o CIDH)................................................................................................................12

3. ANÁLISIS LEGAL...........................................................................................................13

3.1. COMPETENCIA.......................................................................................................13

3.1.1. Ratione personae...............................................................................................13

3.1.1.1. Falta de legitimación en la causa de los “Veteranos por la Raza”.................13

3.1.2. Ratione loci................................................................................................................15

3.1.3. Ratione temporis........................................................................................................15

3.1.4. Ratione materiae.........................................................................................................15

3.2. ADMISIBILIDAD.....................................................................................................16

3.3. EXCEPCIONES PRELIMINARES...........................................................................16

3.3.1 Falta de investigación por parte de la Comisión Interamericana de


Derechos Humanos que deviene en escenarios de manifestaciones infundadas........16

3.3.2. Cuarta instancia................................................................................................17

3.3.3. Violación al derecho de defensa del Estado de Malbecland......................................18

3.3.4. Sobre la comparecencia sin representación legal de la peticionaria Illari


Kussi en relación con la igualdad de armas procesales................................................19

3.3.5. Sobre la suspensión de garantías comunicada por el estado de Malbecland


al secretario general de la OEA el día 20 de diciembre de 2020..................................20

4. FONDO DEL ASUNTO....................................................................................................21

5. PETITORIO.......................................................................................................................36

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1. BIBLIOGRAFÍA.

Corte Interamericana de Derechos Humanos:

Casos:

- Corte IDH. Caso Fairén Garbi y Solís Corrales Vs. Honduras. Excepciones

Preliminares. Sentencia de 26 de junio de 1987. Serie C No. 2.

- Corte IDH. Caso de la “Panel Blanca” (Paniagua Morales y otros) vs. Guatemala.

Fondo. Sentencia del 8 de marzo de 1998.Excepciones Preliminares. Sentencia de 25

de enero de 1996. Serie C No. 23.

- Corte IDH. Caso Castillo Petruzzi vs. Perú. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia

de 30 de mayo de 1999.

- Corte IDH. Caso Cesti Hurtado vs. Perú. Fondo. Sentencia de 29 de septiembre de

1999.

- Corte IDH. Caso Baena Ricardo vs Panamá. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia

de 2 de febrero de 2001.

- Corte IDH. Caso Ivcher Bronstein vs. Perú. Reparaciones y Costas. Sentencia de 6 de

febrero de 2001.

- Corte IDH. Caso Maritza Urrutia vs. Guatemala. Fondo Reparaciones y Costas.

Sentencia de 27 de noviembre de 2003.

- Corte IDH. Caso Tibi vs. Ecuador. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y

Costas. Sentencia de 07 de septiembre de 2004.

- Corte IDH. Caso Gómez Palomino vs. Perú. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia

de 22 de noviembre de 2005.

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- Corte IDH. Caso López Álvarez vs. Honduras. Fondo, Reparaciones y Costas.

Sentencia de 1 de febrero de 2006.

- Corte IDH. Caso de las Masacres de Ituango vs. Colombia. Sentencia de 1 de julio de

2006.

- Corte IDH. Caso Claude Reyes y otros vs. Chile. Fondo, Reparaciones y Costas.

Sentencia de 19 de septiembre de 2006.

- Corte IDH. Caso Almonacid Arellano y otros vs. Chile. Excepciones Preliminares,

Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 26 de septiembre de 2006.

- Corte IDH. Caso Zambrano Vélez y otros vs. Ecuador. Fondo, Reparaciones y Costas.

Sentencia de 4 de julio de 2007.

- Corte IDH. Caso Salvador Chiriboga vs. Ecuador. Excepción preliminar y fondo.

Sentencia de 06 de mayo de 2008.

- Corte IDH. Caso Reverón Trujillo vs Venezuela. Excepción Preliminar, Fondo,

Reparaciones y Costas. Sentencia de 30 de junio de 2009.

- Corte IDH. Caso Atala Riffo y niñas Vs. Chile. Fondo, Reparaciones y Costas.

Sentencia de 24 de febrero de 2012.

- Corte IDH. Caso Granier y otros (Radio Caracas Televisión) vs. Venezuela.

Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 22 de junio de

2015.

- Corte IDH. Caso Ruano Torres y otros vs. El Salvador. Fondo, Reparaciones y Costas.

Sentencia de 5 de octubre de 2015

- Corte IDH. Caso Trabajadores de la Hacienda Brasil Verde vs. Brasil. Excepciones

Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 20 de octubre de 2016.

Serie C No. 318.

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- Corte IDH. Caso Valencia Hinojosa y otra Vs. Ecuador. Excepciones Preliminares,

Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 29 de noviembre de 2016. Serie C No.

327.

- Corte IDH. Caso Rosadio Villavicencio vs. Perú. Excepciones Preliminares, Fondo,

Reparaciones y Costas. Sentencia de 14 de octubre de 2019. Serie C No. 388

- Corte IDH. Caso Grijalva Bueno vs. Ecuador. Excepción preliminar, Fondo,

Reparaciones y Costas. Sentencia de 3 de junio de 2021

Opiniones consultivas:

- Corte IDH. Opinión Consultiva 22 del 26 de febrero de 2016.

- Corte IDH. Opinión Consultiva OC 8/87.

- Corte IDH. Opinión Consultiva OC-9/87 del 06 de octubre de 1987.

- Corte IDH. Opinión Consultiva OC-4/84, op. cit., voto separado de Rodolfo E. Piza,

párr. 10.

- Corte IDH. Opinión Consultiva OC-4/84, op. cit., párr. 55.

- Corte IDH – Caso Atala Riffo y niñas Vs. Chile, párr. 79.

Comisión Interamericana de Derechos Humanos.

- CIDH, Informe No. 64/14, Petición 806-06. Admisibilidad. Laureano Brizuela Wilde.

México. 25 de julio de 2014, párr. 43.

- CIDH. Informe No. 136/23. Petición 2041-13. Ubeny Escobar Pobre Y Familia.

Colombia.

- CIDH. Informe de fondo No. 90/05. Caso No. 12.142. Alejandra Marcela Matus

Acuña - Chile. 24 de octubre, párr. 35.

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- CIDH. Informe Nro. 38/97. Caso Nro. 10.548. Hugo Bustíos Saavedra - Perú. 16 de

octubre de 1997, párr. 72.

- CIDH, Acceso a la Justicia e Inclusión Social: El camino hacia el fortalecimiento de

la Democracia en Bolivia. Doc. OEA/Ser.L/V/II, Doc. 34, 28 de junio de 2007, párr.

231.

- CIDH, Segundo Informe sobre la Situación de los Derechos Humanos en el Perú.

Doc. OEA/Ser.L/V/II.106, Doc. 59 rev., 2 de junio de 2000, párr. 18.

Tribunal Europeo de Derechos Humanos.

- Case of Lawless v. Ireland. Sentencia 332/57 de 1961.

- TEDH. Caso Gündüz vs. Turquía.

Obras jurídicas.

- Sistema Interamericano de Derechos Humanos Parte-B. Academia de Derechos

Humanos y Derecho Internacional Humanitario.

- Competencia judicial internacional en controversias relativas a tokens no fungibles

(NFT). Ana Mercedes López Rodríguez.

- Cuadernillo de jurisprudencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos.

Excepciones preliminares.

- Courtis, C. “Dimensiones conceptuales de la protección legal contra la

discriminación”, en Revista Derecho del Estado, nro. 24, 2010, pág. 106.

- Marco jurídico Interamericano sobre el Derecho a la Libertad de Expresión – Relatoría

Especial para la Libertad de Expresión, 2010.

- Convención Americana sobre de Derechos Humanos – Comentario 2da. Edición.

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- Relatoría Especial para la Libertad de Expresión, en su publicación “Libertad de

Expresión e Internet”, 2014.

- La Responsabilidad Internacional del Estado por actos de particulares: análisis

jurisprudencial interamericano, Felipe Medina Ardila.

2. HECHOS.

2.1. Síntesis del caso.

1. La empresa KontraKorriente S.A, legalmente reconocida en Malbecland (en adelante, el

Estado), creó la red social Dixit, misma que se ha convertido en el medio digital con

mayor éxito en toda la región, alcanzando una cifra de 5 millones de usuarios, entre

particulares y diversos colectivos gubernamentales y no gubernamentales, en el período de

tiempo comprendido del 2021 y 2022. Presentemente, es la red social utilizada por gran

parte de los segmentos sociales y de edad en el país, motivo por el cual Estado ha creado

cuentas institucionales en las que realizan las campañas de información de los distintos

servicios públicos y sociales. En la interna del territorio del Estado de Malbecland,

específicamente en el pueblo Watsi, se ubica una comunidad indígena llamada Wawa,

conformada por 20 familias y unos 150 integrantes entre los que está su líder, Anahí

Alancay. Allí gozan de un régimen de gobierno autónomo consagrado en el plano

constitucional y se le concede la facultad de establecer su propio sistema de solución de

controversias intracomunitarias, menos las medidas de privación de libertad que están

reservadas al poder jurisdiccional del Estado.

2. Frente a las decisiones que se tomen en el marco de ese sistema, cabe tan sólo un recurso

extraordinario del cual es competente para resolver únicamente el presidente de la

República. Existe también una asociación denominada “Veteranos por la Raza” que se

encuentra conformada por militares en servicio activo, hijos y nietos de quienes

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protagonizaron el golpe de Estado que padeció Malbecland en 1979. Esta asociación ha

creado su propia cuenta institucional en la red social Dixit aparte de las usadas a nivel

individual por sus integrantes, con el objetivo de promover un espíritu que lleve la

consigna de “unidad e identidad nacional”.

3. El día 22 de agosto del año 2020, una joven de dieciséis años llamada Illari Kussi, quien

es perteneciente a la comunidad indígena Wawa, publicó en su cuenta personal de la red

social Dixit cuatro (4) imágenes creadas digitalmente en 3D mediante NFTs -por sus

siglas en inglés Non fungible tokens-, las cuales guardaban una relación secuencial y que

exhibían una idealización de un parto y que fueron realizadas a modo de reclamación de la

supervivencia de su etnia dentro del Estado de Malbecland. En dicha idealización, aquel

era identificado con la vagina y la criatura naciente hacía alusión a la perpetuación y

continuidad de la tribu. Esas pinturas digitales también fueron publicadas en una cuenta

institucional de la comunidad Wawa, desconociendo quién fue el que las divulgó en una

cuenta a la que Illari Kussi no tenía ningún tipo de acceso.

4. Al mes siguiente, específicamente el día 8 de septiembre del año 2020, a pesar de que

hubo dos semanas en las que se presentó una amplia difusión de las obras artísticas en la

red social Dixit, tuvo lugar una publicación realizada desde una cuenta de la asociación

denominada como “Veteranos por la raza”, en la que se les calificaba a las pinturas de

“basura visual” y de “atentar contra la honestidad”. Esta publicación recibió un masivo

apoyo por gran parte de la población de Malbecland, teniendo comentarios y otras

publicaciones a través de cuentas individuales y colectivas en las cuales se compartía esa

publicación de opinión. En escenarios ajenos a la publicación a la publicación de los

“Veteranos por la Raza”, se llegó a hablar de la “necesidad de ayudar a desaparecer a esa

comunidad de locas feminazis de la sierra, que no conocían la decencia ni respetaban el

orden establecido”; inclusive aparecieron formularios de inscripción para viajes de

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“acción y aventura” con el objetivo de “animar a las mujeres a un regreso civilizado al

orden natural de la sociedad democrática”.

5. En otras publicaciones se llegó a proponer una iniciativa basada en los jóvenes solteros

para llevar a cabo un emparejamiento con las “abundante y prolíficas jóvenes” de la

comunidad Wawa como medio de “integrarlas en la sociedad contemporánea” y como

demostración de “cómo continuar la estirpe étnica en una sociedad fruto de la mezcla y el

cruce racial”. Ante esta situación, el estado de Malbecland a través del Ministerio de la

Presidencia, como medida preventiva y dándole una valía enorme a las peticiones

remitidas por Anahí Alancay a las entidades estatales, el día 20 de diciembre de 2020

ejerció lo contemplado en el artículo 27 de la Convención Americana sobre Derechos

Humanos y declaró su decisión de suspender las garantías en el territorio de la comunidad

Wawa, de modo que se evitase cualquier agravio.

6. En épocas casi coetáneas, el Gobierno de la Nación, desde la cuenta institucional de la

Dirección General, en vista de las campañas emprendidas por la red social y relacionado

con la “Estrategia y Plan de Acción de las Naciones Unidas para luchar contra el discurso

de odio”, publicó en la red social Dixit llamados a la calma y automoderación en redes, de

modo que se evitasen comentarios que contribuyeran a la escalada de violencia. Además,

recordaba a los ciudadanos que el Observatorio contra el Odio, Racismo y la Xenofobia

recibía todo tipo de comunicaciones para su investigación.

7. El 1 de enero de 2021 se llevó a cabo una asamblea de ancianas y decidieron: 1) requerir a

la red Dixit la retirada de las publicaciones ofensivas; 2) solicitar del Estado de

Malbecland que exigiera de la red la adopción de medidas para evitar la repetición de esta

escalada de discurso de odio, mediante la implementación de filtros adecuados previos a

la difusión de contenidos; 3) convocar a Illari Kusi, ausente en esa reunión por encontrarse

en una feria de arte en Bassel, donde vendió uno de sus NFTS por medio millón de

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dólares, para abordar la restauración del equilibrio en la comunidad, sin dejar a un lado la

expresión de la identidad artística y política.

8. Dos días después, Anahí Alancay, en nombre de la comunidad Wawa, le trasladó al Estado

la petición de un mayor control sobre los contenidos publicados en Dixit y también le

solicitó a dicha red social que “fueran eliminadas las publicaciones que habían provocado

la escalada de desorden social y violencia”. La solicitud fue presentada en la sección de

“solicitudes, quejas y reclamaciones”, recibiendo una respuesta a los siguientes doce días

indicándosele que el asunto debía ser sometido al Consejo de Administración de la

empresa KontraKorriente, S. A., por lo que incluían la cuestión en el orden del día de la

siguiente sesión, prevista para el 15 de junio de 2021.

9. Por su lado, el Ministerio de Comunicación y Tecnología respondió el 25 de enero de

2021 a través de su Dirección General de Cultura y Sociedad Digital, donde se indicó la

aprobación de una Orden Ministerial de la misma fecha por la que se requería a todas las

redes sociales operando en Malbecland y/o al amparo de todas las leyes del país la

adopción de filtros preventivos, destinados a impedir el contenido xenófobo, racista,

discriminatorio, o que incitaran a la violencia o al odio, en particular cuando la afectación

se predicara de colectivos, cualquiera que fura su elemento identificador. La orden

mencionaba expresamente diversos colectivos, entre ellos los indígenas; fue publicada en

el Boletín Oficial de la República de Malbecland el 26 de enero de 2021, con entrada en

vigor inmediata. El 15 de junio de 2021 el Consejo de Administración de KontraKorriente

S.A. tomó la determinación que, de conformidad con el “código de conducta” y la Ley de

información, comunicación y expresión artística (LICEA), se ordenaba retirar de Dixit de

modo inmediato las obras de la artista las obras de la artista Illari Kusi, que dieron origen

a la escalada de violencia, según lo referido en su libelo. Ese mismo día fueron notificados

los gestores de contenido de Dixit. Todo fue notificado a Anahí Alancay.

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10. El 28 de febrero de 2023, mujeres de la Comunidad indígena Wawa y/o sus representantes

interpusieron denuncias penales contra miembros concretos de la asociación “Veteranos

por la Raza”, invocando diversos delitos consagrados en la legislación penal de

Malbecland por cuenta de lo que se llamó como “visitas educativas”. El Estado, después

de un trabajo plenamente exhaustivo y en el que las actividades investigativas fueron

titánicas y expeditas a efectos de resolver de forma rápida, diligente y eficiente, se

determinó en los 15 días posteriores que, conforme a las indagaciones realizadas y

otorgando un grado de prioridad preeminente a dichas denuncias, no se logró al menos

vislumbrar la identificación de los sujetos que presuntamente cometieron lo relatado en

precedencia. Las interesadas, dentro del plazo de 3 meses establecido por la legislación

procesal penal de Malbecland, recurrieron la decisión.

11. El Tribunal Superior de Malbecland, uniendo en un solo asunto las demandas de revisión,

las rechazó el 23 de abril de 2021 por no existir circunstancias sobrevinientes que

permitieran la reapertura de la investigación y ratificó la postura de la primera instancia,

en el entendido de que, concordando con el artículo 123 del Código Procesal Penal de

Malbecland, siguiendo y revisando la identificación de los presuntos victimarios, tras

investigaciones omnímodas, se devenía en la no existencia de indicios racionales que

hubiesen dado motivo a la formación de la causa. Desde los albores de marzo de 2021, se

produjo una reducción progresiva del número de publicaciones en la red Dixit en relación

con las pinturas de Illari Kusi. El 5 de marzo de 2021, el Ministerio de Defensa inició la

instrucción de numerosos expedientes en el orden administrativo militar por presuntas

contravenciones en sus participaciones en la red social Dixit.

12. Transcurrido el trámite con las respectivas garantías para tal procedimiento, la

administración militar emitió resoluciones entre junio y julio de 2021, en las que apartó

del servicio activo durante seis meses a los militares pertenecientes a la asociación

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“Veteranos por la raza”, a aquellos que hubiesen compartido la publicación de la

colectividad recién mencionada y a los que difundieran mensajes conectados o ligados.

Las decisiones adoptadas fueron recurridas, mediante un recurso colectivo ante la

jurisdicción militar el 3 de septiembre de 2021.

13. Anahí Alancay presentó un escrito de intervención, en nombre de la comunidad Wawa,

como terceros interesados, por la conexión entre las publicaciones de “Veteranos por la

Raza”. La demanda de intervención y el recurso fueron desestimados el 25 de septiembre

de 2021 por la Sala Militar del Tribunal Supremo de Malbecland, motivando la decisión

en que había carencia de jurisdicción, debido a que las acciones realizadas fueron como

conductas de particulares y no en calidad de representación o función del estamento

castrense. No hubo pronunciamientos sobre la legalidad o invalidez de las sanciones

administrativas, cuando quiera que la competente para ello es la del orden jurisdiccional

contencioso administrativo.

2.2. Trámite ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (en

adelante, Comisión o CIDH).

14. Illari Kusi, presentó una petición ante la Comisión el 1 de julio de 2021, sin asesoramiento

ni apoyo de algún profesional, alegó la violación por parte del Estado de Malbecland de

los artículos, 11, 13, 21, 24 y 25 de la Convención Americana, en relación con los

artículos 1 y 2 de la misma. La Comisión, luego de evaluar la admisibilidad de la petición,

evacuó su informe preliminar el día 20 de febrero de 2022, en el que estimaba la violación

de los artículos señalados por Kusi, exceptuando el 21, que versa sobre la propiedad

privada.

15. Anahí Alancay, presentó una petición ante la CIDH el 20 de octubre de 2021 en la cual

alegó la violación por parte del Estado de Malbecland los artículos 5, 8, 11, 21 y 25 de la

Convención Americana, en relación con el artículo 1 y 2 de la misma, en perjuicio de la

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comunidad Wawa y de sus miembros. Fue aceptada el día 3 de noviembre del 2021 por la

Comisión. Se evacuó el informe preliminar n°14/2022 el 21 de junio de 2022, con los

derechos 5, 11, 21 y 25.

16. La asociación “Veteranos por la Raza” presentó una petición, en la cual designó como

representante legal al asesor jurídico del cuerpo militar del Ministerio de Defensa, ante la

Comisión Interamericana de Derechos Humanos el día 6 de diciembre de 2021, en la cual

alegó la violación de los artículos 8, 13 y 25 por el Estado de Malbecland. La Comisión,

luego de evaluar la admisibilidad de la petición y de estudiar el argumento del Estado,

estimó en el informe preliminar N° 29/2022 la violación de los artículos 8 y 25 de la

Convención Americana sobre Derechos Humanos, considerando que el peticionario abusó

de su derecho a la libertad de expresión por lo que no cabía el amparo.

17. El 18 de octubre de 2022, la Comisión sometió el caso ante la Corte Interamericana de

Derechos Humanos (en adelante, Corte o Corte IDH) acumulando los tres asuntos previos.

Malbecland presentó un escrito de queja con fecha de 3 de diciembre de 2022, arguyendo

un quebrantamiento a la defensa del Estado.

3. ANÁLISIS LEGAL.

3.1. COMPETENCIA.

3.1.1. Ratione personae.

3.1.1.1. Falta de legitimación en la causa de los “Veteranos por la Raza”.

18. La Corte IDH no es competente para conocer del presente asunto por razón de la

persona, en relación con las alegaciones de los derechos presuntamente violados a la

asociación “Veteranos por la Raza”, en vista de que la misma está conformada por

militares, hijos y nietos de quienes protagonizaron el golpe de Estado el 1979 y la

posterior dictadura. En ese sentido, al ser tres (3) los derechos que se presentan como

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aparentemente trasgredidos1, no se halla justificación que le ilustre a esta eximia

corporación los motivos fácticos y jurídicos que permitan que converja la colectividad

como víctima en calidad de persona jurídica, habida cuenta de que no se ajusta en los

criterios que ha referido la Corte. En virtud de lo que ha instaurado la Corte IDH, las

personas jurídicas no son titulares de derechos ante el sistema interamericano 2, salvo

cuando se trate de comunidades indígenas, pueblos tribales, los sindicatos, federaciones

y confederaciones. Observando que la asociación “Veteranos por la Raza” no se

constituye como ninguna de las relacionadas en precedencia, adolece de legitimación en

la causa para acudir ante el trámite del Sistema Interamericano de Derechos Humanos.

19. De forma análoga y a efectos de demostrar ello, exponiendo el caso en el que la Corte

IDH decidió sobre el ejercicio del derecho a la libertad de expresión materializado a

través de una persona jurídica. Se trata del Caso Granier y otros (Radio Caracas

Televisión) vs. Venezuela. Grosso modo, lo que conllevó a que la “intérprete última de

la Convención Americana sobre Derechos Humanos” 3 resolviera el asunto fue: i) Radio

Caracas es un medio de comunicación que se reunió propiamente para ejercer su libertad

de expresión, ii) Se diseccionó el papel que cumplían las víctimas al interior del

respectivo medio de comunicación con la misión comunicacional del canal; y iii) La

Corte encontró una relación esencial y directa entre la persona natural que requería la

protección por el sistema interamericano y la persona jurídica a través de la cual se

produjo la violación4.

20. Arribándolo al examen del caso en concreto, resulta diáfano que en lo atinente a los

integrantes de “Veteranos por la Raza” sólo se acredita el vínculo entre las personas

1
Derecho a las garantías judiciales (artículo 8 CADH), derecho a la libertad de pensamiento y de
expresión (artículo 13 CADH) y derecho a la protección judicial (artículo 25 CADH)
2
Corte IDH. Opinión Consultiva 22 del 26 de febrero de 2016.
3
Corte IDH. Caso Almonacid Arellano y otros vs. Chile. Excepciones Preliminares, Fondo,
Reparaciones y Costas.
4
Corte IDH. Opinión Consultiva 22 del 26 de febrero de 2016.
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naturales y jurídicas, pero no se indica la relación sustancial con los derechos alegados

como vulnerados, en mérito de lo expuesto en la opinión consultiva aludida. He ahí el

inexorable deber de analizar que los actos que afectaron a una persona jurídica también

hayan tenido el efecto real de conculcar los derechos de la personas asociadas o

relacionadas con ella.

21. Conforme a ese punto, no se vislumbra conexión alguna entre los derechos alegados

sobre toda la asociación, sino que las actuaciones fueron meramente individuales y no se

emprendió en contra de los “Veteranos por la Raza”. Por tanto, el presente caso no se

debió haber sometido y no podrá ser conocido por la honorable Corte IDH.

22. Con respecto a Anahí Alancay, esta línea de defensa cuestiona el hecho de que la

precitada, a pesar de acudir en representación de la comunidad indígena Wawa, no sea

propiamente esta última la que esté en la controversia del litigio. Lo previamente dicho,

en el entendido de que se regresa a tiempos primigenios en los cuales eran declarados

como víctimas los miembros de las comunidades y no estas respectivamente5.

3.1.2. Ratione loci.

23. La Corte IDH es competente para conocer del presente asunto por razón del territorio,

toda vez que las presuntas violaciones alegadas acaecieron en el Estado de Malbecland.

3.1.3. Ratione temporis.

24. La Corte Interamericana de Derechos Humanos es competente para conocer del presente

caso, por cuanto Malbecland ha ratificado la Convención Americana sobre Derechos

Humanos desde el año 1990 y aceptó la facultad contenciosa de la Corte en ese mismo

acto.

5
Véase el Caso de la Comunidad Moiwana vs. Surinam, Caso de la Comunidad Mayagna (Sumo)
Awas Tingni vs. Nicaragua.
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3.1.4. Ratione materiae.

25. En virtud de que las violaciones que se alegan tienen su sustento en supuestos

quebrantos a la Convención Americana sobre Derechos Humanos, la Corte

Interamericana es competente por razón de la materia.

3.2. ADMISIBILIDAD.

Plazo de presentación de la petición.

26. Atendiendo a que el estado de Malbecland no propuso las excepciones preliminares

relacionadas con la admisibilidad en el trámite surtido ante la Comisión Interamericana

de Derechos Humanos, operó el fenómeno de la preclusión procesal.6

3.3. EXCEPCIONES PRELIMINARES.

27. Estando en la oportunidad pertinente para oponer las excepciones preliminares, al tenor

de lo imperado en los artículos 41.1 y 42.1 del Reglamento de la Corte IDH; esta

agencia procede a exponer las excepciones preliminares. Es dable hacer la salvedad

tendiente a indicar que se enunciarán unas con mayor hincapié unas que otras, habida

cuenta de que, conforme lo indicó la Corte IDH, en los alegatos se especificarán

problemas jurídicos en concreto.

3.3.1 Falta de investigación por parte de la Comisión Interamericana de

Derechos Humanos que deviene en escenarios de manifestaciones

infundadas.

28. Como bien lo ha establecido esta distinguida corporación, en las visitas in loco no son

imperativas y obligatorias7. Empero, atendiendo a las circunstancias fácticas que rodean

el caso y que se aprecian las alegaciones de presuntas violaciones que no ostentan

asidero fáctico y, como corolario, demostrativo, se torna inminente que para una

verificación de lo pregonado, la Comisión, en virtud de las facultades que se le


6
Corte IDH. Caso Petro Urrego vs. Colombia.
7
Corte IDH. Caso Fairén Garbi y Solís Corrales vs. Honduras. Excepciones Preliminares. Sentencia de
26 de junio de 1987. Serie C No. 2.
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conceden, hubiese emprendido una investigación correspondiente y verificable sobre los

hechos que fueron expuestos preliminarmente por las presuntas víctimas, y al momento

de someter el caso ante la Corte IDH.

29. Lo anterior, no comprende únicamente la facultad consagrada en el artículo 48.2 de la

Convención, sino que se extiende a los ámbitos que conciernan propiamente a que la

Comisión al menos logre verificar los hechos denunciados en este caso. Sin embargo,

irradia la ingente elusión y el sometimiento del caso se basó en manifestaciones que

ostentaría alguna factibilidad de ser infundadas, al menos en lo que atañe a lo alegado

por Anahí Alancay.

3.3.2. Cuarta instancia.

30. Ante la alegación de la violación al artículo 25 de la Convención en perjuicio de Anahí

Alancay, deja en claro esta agencia que lo que se pretende ante la Corte es que se entren

a debatir cuestiones que ya se decidieron en el estado de Malbecland, específicamente a

través de las autoridades policiales, judiciales y el Tribunal Superior de Malbecland 8,

razón por la que en el escenario hipotético de que las víctimas soliciten.

31. Deberá tenerse muy presente la dicotomía entre la solicitud de la revisión de decisiones

internas sobre la valoración de pruebas, hechos o aplicación del derecho interno con la

existencia de alguna violación a los derechos humanos 9. Por lo tanto, la jurisdicción

internacional al detentar un carácter complementario y coadyuvante 10, no desempeña

funciones como si fuese un tribunal de alzada. Así, teniendo estatuido que, inclusive, la

CIDH ha destacado su competencia para fallar sobre una sentencia judicial nacional

dictada al margen del debido proceso 11, en el presente litigio ha sido traslúcida la

8
Caso hipotético. Párrafo 29.
9
Corte IDH. Caso Rosadio Villavicencio vs. Perú. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y
Costas.
10
Caso Trabajadores de la Hacienda Brasil Verde vs. Brasil. Excepciones Preliminares, Fondo,
Reparaciones y Costas.
11
CIDH, Informe No. 64/14, Petición 806-06. Admisibilidad. Laureano Brizuela Wilde. México. 25 de
julio de 2014, párr. 43.
Página 17 de 37
jurisdicción de Malbecland en lo atinente a la garantía, satisfacción y observancia de

todo el debido proceso legal.

32. En conclusión, la excepción aquí esgrimida será absolutamente procedente si el

solicitante busca que la Corte IDH “revise el fallo de un tribunal interno en virtud de su

incorrecta apreciación de la prueba, los hechos o el derecho interno, sin que, a la vez,

se alegue que tal fallo incurrió en una violación de tratados internacionales respecto de

los que tenga competencia el Tribunal”12.

3.3.3. Violación al derecho de defensa del Estado de Malbecland.

3.3.3.1. Acumulación de asuntos en una demanda única.

33. La Comisión quebrantó el derecho a la defensa del Estado de Malbecland durante el

trámite que se surtió allí. Tal afirmación se justifica así:

34. (A) La CIDH cambió radicalmente las sin otorgarle el escenario respectivo al Estado, a

efectos de que se pudiese pronunciarse. Lo preliminarmente afirmado, a causa de que la

Comisión había emitido informes preliminares evacuando cada víctima. Empero, al

someter el caso ante la Corte IDH, incluyó en el mismo asunto a las tres presuntas

víctimas que aquí se predican, generándole un agravio al derecho de defensa del Estado

de conformidad con la equidad procesal y seguridad jurídica13.

35. (B) La acumulación de asuntos no se compagina con el Reglamento de la Comisión y

tampoco el de la Corte IDH. El primero, dado que no hay similitud en los hechos, no se

involucran a las mismas personas y no revelan el mismo patrón de conducta. El

segundo, en vista de que no existe identidad de partes, objeto y base normativa.

12
Corte IDH. Caso de los “Niños de la Calle” (Villagrán Morales y otros) vs. Guatemala. Fondo.
Sentencia de 19 de noviembre de 1999. Serie C No. 63, párr. 222, y Caso García Ibarra y otros, párrs.
19 y 20
13
Corte IDH. Caso Grande vs. Argentina. Excepciones Preliminares y Fondo. Sentencia de 31 de
agosto de 2011.
Página 18 de 37
36. Por los motivos enunciados y los demás que esta honorable Corte halle, se solicita

ejercer un control de legalidad14 sobre el trámite surtido ante la Comisión.

Especialmente, en consideración con la inobservancia en los plazos para presentar las

peticiones.

37. Asimismo, debe examinarse el hecho de que Illari Kusi al ser una joven Wawa 15, y en

vista de que Anahí Alancay también acude en representación de la comunidad indígena

Wawa, ¿Estaría la primera representada entre ese colectivo?

38. Finalmente, y como reflexión para esta distinguida Corte, haciendo alusión a lo

determinado por la misma Comisión, la presentación de casos contenciosos ante los

órganos del Sistema Interamericano de Derechos Humanos exige un cumplimiento de

requisitos y condiciones mínimas, así como un nivel de compromiso 16, de ahí que la

CIDH en el presente caso haya pretermitido la observancia de esas exigencias mínimas,

pero trascendentales en el desarrollo del proceso.

3.3.4. Sobre la comparecencia sin representación legal de la peticionaria Illari

Kussi en relación con la igualdad de armas procesales.

39. Esta agencia se permite indicar que, conforme a las facultades de la Comisión, existía

factibilidad de haber designado al menos un defensor interamericano de derechos

humanos, a efectos de que brindara el acompañamiento jurídico necesario. Esto

resplandeció por su ausencia en el trámite ante la Comisión y no se remitió al Acuerdo

de Entendimiento suscrito entre AIDEF y la CIDH. Empero, esto será objeto de

desarrollo en sede de alegatos.

14
Caso Valencia Hinojosa y otra Vs. Ecuador. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y
Costas. Sentencia de 29 de noviembre de 2016. Serie C No. 327.
15
Caso hipotético. Párrafo 21.
16
CIDH. Informe No. 136/23. Petición 2041-13. Ubeny Escobar Pobre Y Familia. Colombia.
Página 19 de 37
3.3.5. Sobre la suspensión de garantías comunicada por el estado de Malbecland

al secretario general de la OEA el día 20 de diciembre de 2020.

40. Contemplada en el artículo 27 de la Convención, la misma plantea que un Estado podrá

invocarla cuando esté ante eventualidades concernientes a guerras, peligro público u otra

emergencia que amenace la independencia o seguridad del estado parte. Escudriñando

en los mencionados aspectos, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos en el caso

Lawless vs. Ireland, concede la razón al Estado sobre la suspensión de las garantías del

Convenio Europeo de Derechos Humanos, estableciendo que una emergencia pública

alude a una situación excepcional de crisis o emergencia que afecta a la totalidad o un

conjunto de la población y constituye una amenaza a la vida organizada de la comunidad

sobre la que se fundamenta el Estado”. 17. Al tenor de ello, el Estado de Malbecland,

considerando las peticiones que elevó Anahí Alancay y otorgándole una preeminencia

en virtud del Convenio 169 de la OIT, adoptó la suspensión de garantías como medida

preventiva.

41. En lo que atañe a la razonabilidad de la medida, la Corte IDH estatuyó que la juridicidad

de estas al adoptarse para enfrentar cada una de las situaciones especiales, dependerá del

carácter, intensidad, profundidad y particular contexto de emergencia, así como de la

proporcionalidad y razonabilidad18. En esa línea, el Estado de Malbecland optando por

una protección prominente a la comunidad indígena Wawa y dándoles un amparo

preeminente en virtud del Convenio 169 de la OIT, la razonabilidad y proporcionalidad

encuentran su cimento fundamentado.

42. A su vez, el Estado para adoptar dicha medida se acompasó con lo enunciado por el

Comité Internacional de Derechos Humanos19, toda vez que, por conducto de la OEA,

17
Case of Lawless v. Ireland. Sentencia 332/57 de 1961.
18
Corte IDH. Opinión Consultiva OC 8/87.
19
Observación General N°29. Comité Internacional de Derechos Humanos.
Página 20 de 37
informó todo lo atinente a la suspensión, con el designio de que los demás Estados Parte

supieran a cabalidad lo que suscitaba esa determinación.

43. Como consecuencia, el Estado no utilizó esta figura jurídica con algún propósito de

omisión de obligaciones o restricción de derechos, sino que por las preocupaciones que

exteriorizaba Anahí Alancay en representación de la comunidad indígena Wawa, se

decidió acudir a la suspensión, con la finalidad de prevenir e instaurar que un ataque a la

antedicha colectividad sería proscrito e investigado conforme al ordenamiento jurídico

interno, pero con la aplicabilidad de aquellos derechos de los cuales se predique la

suspensión al tenor del artículo 27 de la Convención. Siendo ello así, se defenestra

cualquier postulado que indique tratos discriminatorios hacia el conglomerado indígena

Wawa, en vista de que la medida se erigió para salvaguardar la seguridad en el ámbito

territorial de la comunidad indígena, como una medida preventiva, en el entendido de

que el Estado no conocía sobre ningún hecho que tuviese alcance de delito.

44. En una perspectiva análoga, el Estado también da cumplimiento a lo que la Corte

determinó en el Caso Zambrano Vélez y otros vs. Ecuador, habida cuenta de que se

especificó el motivo que conllevó a la suspensión: medida preventiva en favor de la

comunidad indígena Wawa. Además, Malbecland satisfizo la motivación atinente a la

implementación de la medida en sí, el hecho motivador, la legalidad de la medida y

razonabilidad de la misma.20

4. FONDO DEL ASUNTO.

45. Sin perjuicio de lo esbozado hasta el presente acápite, de manera subsidiaria, cotejando

los debates que la Corte requiere tener especialmente en los alegatos, el Estado

considera oportuno referirse a los distintos aspectos tocantes al fondo del caso.

20
Ilustrado así en la obra “Convención Americana de Derechos y su protección en el Derecho
Argentino”..- 1 a ed. -Buenos Aires: La Ley; Departamento de Publicaciones de la Facultad de
Derecho, 2013.
Página 21 de 37
4.1. El Estado no vulneró el artículo 5 de la Convención en relación con las

obligaciones generales de los Estados conforme a los artículos 1 y 2 de la misma,

ya que se ha garantizado y protegido este derecho en pro de Illari Kusi y Anahí

Alancay.

46. Sabiendo que la violencia en contra de la mujer es plenamente proscrita por el Estado de

Malbecland, esta agencia efectúa esta alegación de vulneración abarcando propiamente

la violación endilgada al Estado, es pertinente mencionar que para que el acto de un

particular genere la responsabilidad internacional sobre el quebrantamiento al derecho a

la integridad personal, no se genera por el daño en sí mismo, sino por la falta de

diligencia para prevenirlo e impedirlo, siempre y cuando se hubiera tenido conocimiento

previo21. En ese sentido, el Estado de Malbecland al recién enterarse de lo ocurrido

mediante la denuncia presentada por Anahí Alancay, no deriva en el postulado de

generar una violación a este, toda vez que se desconocía la situación de un riesgo real e

inmediato, así como impredecibilidad22.

4.2. El Estado no vulneró el artículo 8 de la Convención en relación con las

obligaciones generales de los Estados conforme a los artículos 1 y 2 de la misma,

ya que se ha garantizado este derecho en pro-Anahí Alancay y la asociación

Veteranos por la Raza.

47. Estado de Malbecland ha dispuesto en todo su ordenamiento jurídico todas las

condiciones idóneas y necesarias que le garanticen a cualquier persona a que, dentro de

un plazo razonable, pueda manifestar libremente ante un operador jurisdiccional (Juez o

Tribunal competente) lo que consideren respecto a una acusación que se haga en su

contra o frente a todas las sanciones que sean interpuestas en su contra, bien sean

21
La Responsabilidad Internacional del Estado por actos de particulares: análisis jurisprudencial
interamericano, Felipe Medina Ardila.
22
Ibidem
Página 22 de 37
administrativas o penales23. Fueron creadas dichas condiciones garantistas en aras de que

todo individuo haga uso de ellas cuando bien las considere oportunas y pertinentes

frente a su caso en concreto, sin importar las particularidades del caso.

48. Esta Agencia considera oportuno acotar que debe haber una distinción entre el derecho a

las garantías judiciales y el derecho a la protección judicial, pues ya la Corte IDH ha

establecido, por ejemplo, en el caso Hilaire, Constantine y Benjamin y otros vs. Trinidad

y Tobago, que ambos derechos convencionales son de distinta naturaleza y su relación es

una substancia a forma “por cuanto el artículo 25 consagra el derecho a un recurso

judicial mientras que el artículo 8 establece la manera como este se tramita”, por tanto,

Por tanto, “[s]i se analiza el artículo 25 con los parámetros del artículo 8 […] se

desvirtúa el sentido del primero”.24

49. En lo que atañe a los miembros de la asociación “Veteranos por la Raza”, el derecho a

las garantías judiciales siempre se mantuvo incólume, en ninguna ocasión recibió una

vulneración, ni siquiera una inminente puesta en peligro. El recurso colectivo que

interpusieron ante la jurisdicción militar de Malbecland el día 3 de septiembre de 2021,

siempre estuvo apoyado en todo en el contenido del artículo octavo del Pacto de San

José ya que se le otorgó la posibilidad de que manifestarán todas las consideraciones

pertinentes frente a esas resoluciones y la respuesta que se le entregó, doce días después

a su impetración, estuvo enmarcada en un plazo razonable; no obstante, la misma fue

acertadamente desestimada por la Sala Militar del Tribunal Supremo de Malbecland

porque contaba con un yerro procesal en el ámbito de la competencia del órgano

jurisdiccional, al ser realizadas esas publicaciones como particulares y no como

miembros de las fuerzas militares del Estado. De haber sido omitido ese error, el Estado

23
Corte IDH. Caso Baena Ricardo vs Panamá, párr. 106.
24
Corte IDH. Caso Gómez Palomino vs. Perú. FRC. 2005.
Página 23 de 37
de Malbecland, en su aparato judicial, habría atentado contra lo consagrado en la ley

procesal y la decisión que se hubiere adoptado habría sido viciada.

50. No es resulta válida una afirmación tendiente a señalar el incorrecto proceder por parte

del Tribunal, toda vez que el mismo operó no sólo en el marco del derecho interno de

Malbecland, sino también en la jurisprudencia de la Corte IDH que ha establecido de

una manera perspicua que la jurisdicción militar debe estar estrictamente reservada a

miliares en servicio activo,25 de manera que debe estar soslayado del ámbito de la

jurisdicción militar el juzgamiento de civiles o de militares en retiro 26 para que se

mantenga ileso tanto el derecho a ser oído por un juez o tribunal competente artículo 8.1

de la Convención Americana) como el mismo debido proceso legal.

51. Por ello se deriva en que el estado de Malbecland, acompasado con la dictaminado por

esta corporación, no ha conculcado las garantías judiciales de la asociación “Veteranos

por la Raza”, puesto que durante los procesos que se surtieron en contra de los militares

activos que pertenecen a tal colectividad, se satisfizo todo aquello que abarca la

adecuada defensa de los derechos y obligaciones que están bajo consideración judicial 27.

52. De igual modo, el Estado de Malbecland no incurrió en ninguna conducta que pusiere en

un estado de violación las garantías judiciales de la comunidad Wawa. Todas las

solicitudes y peticiones realizadas por su líder, Anahí Alancay, fueron contestadas y

resueltas de manera oportuna por las autoridades estatales de Malbecland;

adicionalmente las actuaciones del Estado de Malbecland estuvieron revestidas de un

oportuno y diligente deber de investigar, pues los funcionarios estatales con base a todos

los procedimientos que contempla el derecho interno, atendiendo a motivos étnicos y a

una perspectiva de género por tratarse de una comunidad matriarcal, otorgaron medidas

25
Corte IDH. Caso Castillo Petruzzi y otros vs. Perú, párr. 128
26
Corte IDH. Caso Cesti Hurtado vs. Perú, párr. 151.
27
Corte IDH. Opinión Consultiva OC-9/87 del 06 de octubre de 1987.
Página 24 de 37
y respuestas céleres luego de analizar las particularidades de cada caso sobre los cuales

versaban las denuncias interpuestas.

4.3. El Estado no vulneró el artículo 11 de la Convención en relación con las

obligaciones generales de los Estados conforme a los artículos 1 y 2 de la misma,

ya que se ha garantizado este derecho en pro-Anahí Alancay y Illari Kussi.

53. Es menester indica que este derecho posee dos segmentos. El primero, relacionado con

el respeto a la honra que toda persona debe tener y la prohibición de todo ataque ilegal

contra la reputación de los individuos. El segundo guarda estrecha relación con el

derecho a la vida privada o intimidad, así como lo ha dictaminado el máximo órgano

jurisdiccional del sistema interamericano de derechos humanos, indicando que el ámbito

de la privacidad se caracteriza por quedar exento a las invasiones o agresiones abusivas

por parte de terceros o una autoridad pública28.

54. En el sentido de dichas diferenciaciones, Malbecland no es responsable, toda vez que,

como surge para determinar la responsabilidad internacional sobre los actos impetrados

por particulares, de las presuntas ocurrencias no se demostró un apoyo o tolerancia del

poder público en la infracción de los derechos reconocidos 29y esto es clave, en el

entendido de que la aquiescencia del Estado fue nula. Incluso, al momento de conocer

las circunstancias mediante las denuncias penales, emprendió un accionar investigativo

que trascendió ante las autoridades judiciales y policiales.

4.4. El Estado no violó el artículo 13 de la Convención en relación con las

obligaciones generales de los Estados conforme a los artículos 1 y 2 de la misma,

ya que se ha respetado este derecho en pro Illari Kusi y la asociación Veteranos

por la Raza.

28
Corte IDH. Caso de las Masacres de Ituango vs. Colombia. Sentencia de 1 de julio de 2006.
29
Corte IDH. Caso de la “Panel Blanca” (Paniagua Morales y otros) vs. Guatemala. Fondo
Página 25 de 37
55. El derecho a la Libetad de Pensamiento y de Expresión es considerado como uno de los

principales cimientos de una sociedad democrática que se enmarca en el modelo de

Estado de Derecho. Es una condición fundamental para el progreso y para el desarrollo

personal de cada individuo. Toda persona se constituye a partir de sentimientos,

pensamientos, ideas y pareceres los cuales se ven estimulados al pertenecer a una

sociedad y que para integrarlos al mundo exterior y difundirlos dentro del mismo debe

expresarlos por el medio más idóneo que considere. Paralelamente, también le asiste a

cada individuo el derecho a recibir, conocer y compartir las ideas e informaciones

difundidas por los demás30.

56. Cabe anotar que los Estados parte tiene prohibido por mandato de la Convención

Americana sobre Derechos Humanos censurar previamente el ejercicio de este derecho,

pues ello produce una suspensión radical de la libertad de expresión al impedirse la libre

circulación de información, ideas, opiniones o noticias y al momento constituiría una

violación severa tanto del derecho de cada persona a expresarse como del derecho de

todos a estar bien informados, de modo que se afecta una de las condiciones básicas de

una democracia desde el punto de vista social 31. En síntesis, no se permite ninguna

forma de censura previa, ni directa o indirecta, tal y como lo estableció la Corte IDH en

el caso Kimel vs Argentina (párr. 64).

57. En ningún momento se le violó el derecho a la Libertad de Pensamiento y de Expresión

a Illari Kussi, ya que no hubo censura previa y resulta razonable inferir que, a pesar de

que no ha acontecido, las pinturas que fueron publicadas en Dixit podrían estar

encajadas en el “Código de Conducta” como elementos objeto de retiro efectuado por el

30
Corte IDH. Caso Grijalva Bueno vs. Ecuador, párr. 152.
31
CIDH. Informe de fondo No. 90/05. Caso No. 12.142. Alejandra Marcela Matus Acuña - Chile. 24
de octubre, párr. 35.
Página 26 de 37
intermediario32 o gestor de contenido, por cuanto estas hacen alusión a un contenido

digital que muestra genitales.

58. Asimismo, los miembros de la asociación “Veteranos por la Raza” tampoco recibieron

violación a este valioso derecho. Atendiendo al tercer lineamiento emitido por el egregio

Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) 33 para distinguir a una expresión de

discurso de odio, las expresiones que tuvieron los miembros de “Veteranos por la Raza”

(“basura visual” y “atentado contra la honestidad”) en las publicaciones que realizaron

en la red social Dixit deben ser consideradas como causa probable indirecta de ocasión

del daño, en este caso el que recibieron los integrantes de la comunidad indígena Wawa.

No obstante, pese a que las publicaciones no tuvieron en esencia un contenido de

discurso de odio en sentido estricto o a la incitación a la violencia 34, contribuyeron de

manera significativa y potencial a la aparición de publicaciones que sí detentaban los

elementos constitutivos de ese tipo de discursos que conllevaron a esa serie de sucesos

que tuvieron lugar en el pueblo Watsi entre noviembre de 2020 y febrero de 2021.

4.5. El Estado no violó el artículo 21 de la Convención en relación con las

obligaciones generales de los Estados conforme a los artículos 1 y 2 de la misma,

ya que se ha garantizado y protegido este derecho en pro de Anahí Alancay.

59. La propiedad privada entendida como esa facultad de toda persona a tener el uso y goce

de sus bienes, que ninguna persona sea privada de sus bienes, salvo que medie un pago
32
Al respecto, la Relatoría Especial para la Libertad de Expresión, en su publicación “Libertad de
Expresión e Internet”, 2014, señaló lo siguiente: “El ejercicio del derecho a la libertad de expresión en
Internet depende, en gran medida, de un amplio espectro de actores, principalmente privados, que
actúan como intermediarios al brindar servicios como el acceso y la interconexión; la transmisión,
procesamiento y encaminamiento del tráfico; el alojamiento de material publicado por terceros y el
acceso a este, la referencia a contenidos o la búsqueda de materiales en la red; la realización de
transacciones financieras; y la conexión entre usuarios a través de plataformas de redes sociales, entre
otros. Existe una gran cantidad de intermediarios y distintas maneras de clasificarlos; entre los más
relevantes se incluyen a los proveedores de servicios de Internet (PSI), los proveedores de alojamiento
de sitios Web, las plataformas de redes sociales y los motores de búsqueda.”
33
TEDH. Caso Gündüz vs. Turquía.
34
Al respecto, la Comisión Americana de Derechos Humanos, ha señalado que debe ser entendida
como la incitación a la comisión de crímenes, a la ruptura del orden público o de la seguridad
nacional).
Página 27 de 37
por indemnización justa, razones de utilidad pública o de interés social y en los casos y

según las formas establecidas por la ley.35 La Corte IDH al respecto ha dictaminado que

“Consagra el derecho a la propiedad privada, y señala como atributos de la propiedad

el uso y goce del bien. Incluye a su vez una limitación a dichos atributos de la

propiedad en razón del interés social. Este Tribunal ha desarrollado en su

jurisprudencia un concepto amplio de propiedad47 que abarca, entre otros, el uso y

goce de los bienes, definidos como cosas materiales apropiables, así como todo derecho

que pueda formar parte del patrimonio de una persona. Dicho concepto comprende

todos los muebles e inmuebles, los elementos corporales e incorporales y cualquier otro

objeto inmaterial susceptible de valor. Asimismo, la Corte ha protegido a través del

artículo 21 convencional los derechos adquiridos, entendidos como derechos que se han

incorporado al patrimonio de las personas”.36

60. En lo atinente a las propiedades indígenas, se ha dicho que “Los derechos de propiedad

de los pueblos indígenas y tribales sobre sus territorios son jurídicamente equivalentes

a los derechos de propiedad privada no indígena”37, así como la pertenencia por su

ocupación ancestral38. Ligado con dicha exposición, es traslúcido que el derecho a la

propiedad privada en favor de los indígenas entra en conflicto cuando, verbigracia, se

afecta la seguridad efectiva y la estabilidad jurídica de las tierras, cuando la ley no

garantiza la inalienabilidad de las tierras comunales y permite a las comunidades su libre

disposición, el establecimiento de prendas o hipotecas u otros gravámenes, o el arriendo

de las mismas39. No obstante, frente a los hechos alegados, no es dable predicar una
35
Convención Americana de Derechos Humanos, artículo 21.
36
Corte IDH. Caso Salvador Chiriboga vs. Ecuador. Excepción preliminar y fondo. Sentencia del 06
de mayo de 2008.
37
Derechos de los Pueblos Indígenas y Tribales sobre sus Tierras Ancestrales y Recursos Naturales.
Normas y jurisprudencia del Sistema Interamericano de Derechos Humanos. Comisión Interamericana
de Derechos Humanos
38
CIDH, Acceso a la Justicia e Inclusión Social: El camino hacia el fortalecimiento de la Democracia
en Bolivia. Doc. OEA/Ser.L/V/II, Doc. 34, 28 de junio de 2007, párr. 231.
39
CIDH, Segundo Informe sobre la Situación de los Derechos Humanos en el Perú. Doc.
OEA/Ser.L/V/II.106, Doc. 59 rev., 2 de junio de 2000, párr. 18.
Página 28 de 37
vulneración por parte del Estado, habida cuenta de que ha garantizado estos territorios

sagrados.

4.6. El estado no violó el artículo 24 en relación con las obligaciones generales de los

Estados conforme a los artículos 1 y 2 de la misma, ya que se ha garantizado y

protegido este derecho en pro de Anahí Alancay.

61. Este derecho se deriva del principio de igualdad ante la ley y la no discriminación que

es, quizás, una de las disposiciones con mayor recurrencia de formulación en las normas

de carácter internacional de derechos humanos (DD. HH.), pues posee una especial

presencia en diversos tratados40 e incluso para muchos doctrinantes es la norma común a

la mayor parte de los tratados derechos humanos no sólo del sistema universal sino

también de los sistemas regionales41.

62. En la Convención Americana sobre Derechos Humanos se halla contenido en el artículo

24 del cual se desprenden dos componentes: el de la igualdad ante la ley en sentido

estricto y el de la protección igual de la ley sin discriminación. El primero se erige por la

noción de igualdad que pregona la aplicación de la ley de forma similar a todos los

individuos sin importar de sus características innatas. Mientras que por su lado el

segundo componente se debe en su esencia a la intención que se tuvo por ampliar una

cobertura de garantías de los derechos a determinados grupos de personas que

inicialmente no estaban dentro de ese velo de tutela, atendiendo a que esa protección

que tenía que entregar la ley debía operar sin tener en consideración atributos de género,

raciales, sociales, étnicos, religioso, culturales, políticos o de cualquier otra índole.

40
Entre ellos: Carta de la OEA (artículo 3.l.); CADH (artículos 1 y 24); DADDH (artículo II);
Protocolo de San Salvador (artículo 3); Convención de Belém do Pará (artículos 4.f, 6 y 8.b);
CIEFDPD (artículos I.2.a, II, III, IV y V); Carta de la ONU (artículo 1.3.); DUDH (artículos 2 y 7);
PIDESC (artículos 2.2. y 3); PIDCP (artículos 2.1. y 26); CIEFDR (artículo 2); Convención sobre los
Derechos del Niño (artículo 2).

Courtis, C. “Dimensiones conceptuales de la protección legal contra la discriminación”, en Revista


41

Derecho del Estado, nro. 24, 2010, pág. 106.


Página 29 de 37
63. Resulta entonces importante indicar que la igualdad debe ser entendida como la ausencia

de discriminación, por cuanto la igualdad jurídica es objeto de definición en el campo

del Derecho Internacional primordialmente mediante el concepto de no discriminación 42.

64. La Corte Interamericana de Derechos Humanos ha estipulado en sus pronunciamientos

que la noción de igualdad se desprende de manera directa de unidad de naturaleza del

género humano y es inseparable de la dignidad esencial de la persona, frente a la cual es

incompatible toda situación que, por considerar superior a un determinado grupo,

conduzca a tratarlo con privilegio; o que, a la inversa, por considerarlo inferior, lo trate

con hostilidad o de cualquier forma lo discrimine del goce de derechos que sí se

reconocen a quienes no se consideran incursos en tal situación de inferioridad.43

65. De igual manera, esta ilustre corporación del Sistema Interamericano de Derechos

Humanos ha establecido en el caso Comunidad Indígena Sawhoyamaxa Vs. Paraguay

que en cada Estado parte recae el deber de procurar los medios y condiciones jurídicas

en general, para que el derecho al reconocimiento de la personalidad jurídica pueda ser

ejercido por sus respectivos titulares, conectado a la obligación que posee de garantizar

a aquellas personas en situación de vulnerabilidad, marginalización y discriminación, las

condiciones jurídicas y administrativas que les aseguren el ejercicio de este derecho, en

atención al principio de igualdad ante la ley 44. Es decir, la igualdad debe permear toda y

cada una de las actuaciones, normatividad y demás elementos que disponga el Estado en

su derecho interno teniendo una especial prelación en aquellas en las que estén inmersas

personas y comunidades que se hallen en las situaciones ya antes enunciadas.

66. También, la misma Corte Interamericana de Derechos Humano ha señalado que por el

contenido del artículo 24 de la Convención Americana prohíbe la discriminación de


42
Corte IDH. Opinión Consultiva OC-4/84, op. cit., voto separado de Rodolfo E. Piza, párr. 10.
43
Corte IDH. Opinión Consultiva OC-4/84, op. cit., párr. 55. Corte IDH – Caso Atala Riffo y
niñas Vs. Chile, párr.
44
Corte IDH. Caso Comunidad Indígena Sawhoyamaxa Vs. Paraguay. Fondo, Reparaciones y Costas,
párr. 189.
Página 30 de 37
derecho o de hecho, tanto en los derechos consagrados en dicho instrumento jurídico

como en todas las leyes que el Estado parte apruebe y a su respectiva aplicación. Dicho

de otro modo, se refuerza la obligación que recae sobre el Estado en virtud del artículo

1.1. del mencionado tratado frente al respeto y la garantía que le debe atribuir sin

discriminación alguna no sólo a los derechos convencionales sino también al valioso

principio de igualdad y no discriminación en todo el compendio de derechos contenidos

en la legislación interna que sea aprobada45.

67. En el caso objeto de discernimiento encontramos que dentro del Estado de Malbecland,

las entidades estatales y demás particulares que de alguna u otra manera tenían la

facultad decisoria frente a derechos humanos jamás se evidenció un trato inequitativo o

desigual frente a las disposiciones legales ni mucho menos un acto que estuviese

encaminado a excluirla parcial o totalmente de manera discriminatoria por razones de

etnia, género, sexo, religión, cultura, entre otras, a una colectividad que siempre ha sido

para Malbecland de especial atención y protección como lo es la comunidad indígena

Wawa.

68. Illari Kusi, la misma en todo momento recibió por parte de las autoridades estatales un

trato igualitario ante la ley, sin ningún tipo de discriminación hacia algún atributo

innato, como por ejemplo el étnico. La presunta víctima alega una supuesta violación a

este artículo porque, en consideración de lo establecido propio de su comunidad

indígena Wawa ya había alcanzado la mayoría de edad con 16 años, cuando pretendió

actuar en nombre y representación propia ante las autoridades nacionales las cuales

estaban sujetas al imperio del derecho interno de Malbecland, no se le permitió tal

cometido al no ser mayor de edad según la legislación estatal que indica que la mayoría

de edad se alcanza a los 18.

45
Corte IDH. Caso Yatama vs. Nicaragua, párr. 186.
Página 31 de 37
69. Ese acontecimiento no constituye ningún trato discriminatorio por cuanto el proceder de

los funcionarios del Estado de Malbecland estuvo enmarcado en lo que la misma ley

preceptúa frente a la mayoría de edad, pues de haber permitido lo que pretendía Kussi

no sólo configuraría un acto ilegal sino también una desigualdad ante la ley en perjuicio

de las demás personas que habitan en Malbecland ya que habría un efecto

discriminatorio frente a ellos por el hecho de no ser miembros de una comunidad

indígena que en su derecho propio establezca la adquisición de la mayoría de edad a los

16 años. Esta aserción tiene su asidero jurisprudencial en un pronunciamiento que

realizó la ilustre Corte Interamericana de Derechos Humanos en el Caso López Álvarez

vs. Honduras, el cual estuvo tendiente a indicar que dada la existencia del principio de

derecho imperativo de protección igualitaria y efectiva de la ley y no discriminación los

Estados deben abstenerse de producir regulaciones discriminatorios o que tengan efectos

discriminatorios en los diferentes grupo de una población, sin importar su condición

étnica o cualquiera que fuere, al momento de ejercer sus derechos. Además, los Estados

deben luchar en contra de prácticas discriminatorias y adoptar las medidas necesarias

para asegurar una efectiva igualdad de todas las personas ante la ley.46

4.7. El Estado no vulneró el artículo 25 de la Convención en relación con las

obligaciones generales de los Estados conforme a los artículos 1 y 2 de la misma,

ya que se ha protegido este derecho en pro de Illari Kussi, Anahí Alancay y la

asociación “Veteranos por la Raza”.

70. Paralelo a la disposición que efectuó el Estado de Malbecland en su ordenamiento legal

frente a todas las condiciones idóneas y necesarias para que cualquier persona contase

con unas garantías judiciales sólidas en todo momento, también dispuso en aquél una

serie de recursos judiciales que, atendiendo a los lineamientos jurisprudenciales de la

46
Corte IDH. Caso López Álvarez vs Honduras, párr. 170.
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Corte IDH, están revestidos de componentes de idoneidad y eficacia 47, en pro de que se

contase con un instrumento jurídico-procesal que fuere de fácil accesibilidad para la

población cuando se produjeren circunstancias en las cuales hubiere actos que atentasen

contra derechos que tuviesen reconocimiento legal, convencional y constitucional 48; de

esa manera el Estado, mediante sus representantes del órgano jurisdiccional, y cualquier

otra autoridad que tomare decisiones frente a derechos, pueda amparar de una manera

célere y precisa todos los derechos que fueren vulnerados. Malbecland siempre ha

establecido múltiples recursos, tanto individuales como colectivos, para que cualquier

persona pueda hacer uso de ellos atendiendo a las exigencias procesales que imponga la

ley. Es este derecho uno de los puntos cardinales que posee la Convención Americana

sobre Derechos Humanos, pero principalmente, en el modelo de estado al cual se acoge

Malbecland como lo es el Estado de Derecho49.

71. Cotejando lo anterior con el presente caso, esta Agencia del Estado se permite señalar

vehementemente que Illari Kussi en ningún momento se apoyó en algún instrumento o

recurso de amparo que se hallan plasmados en el ordenamiento jurídico del Estado de

Malbecland, para pedir la tutela de los derechos que ella considerase como vulnerados

en cualquier situación. Estamos, entonces, frente a una posición estática de esta presunta

víctima que no ejerció su derecho a las Protecciones Judiciales, por lo cual carece de

fundamento lógico toda afirmación tendiente a alegar una violación estatal hacia ese

derecho consagrado en el artículo 25 del Pacto de San José.

72. Frente a Anahí Alancay, este derecho tampoco le fue violado. Siempre tuvo a su

disposición todos esos recursos del derecho interno de Malbecland, caracterizados por

su eficacia, idoneidad y sencilla accesibilidad 50, pues las autoridades estatales siempre

47
Corte IDH. Caso Ivcher Bronstein vs Perú, párr. 136.
48
Corte IDH. Caso Reverón Trujillo vs Venezuela, párr. 59.
49
Corte IDH. Caso Maritza Urrutia vs Guatamela, párr. 117.
50
Corte IDH. Caso Tibi vs. Ecuador. EPFRC. 2004, párr. 131
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entregaron respuestas oportunas que más que simple contestaciones a sus recursos, eran

pronunciamientos que contenían las razones legales del derecho interno sobre las cuales

se erigía dicha respuesta. Por ejemplo, en el momento en el cual ella solicitó la retirada

de las pinturas de la red social Dixit so pretexto de que su presencia estaba siendo

elemento de incitación a la violencia y al odio contra su comunidad, la Dirección

General de Cultura y Sociedad, en un plazo récord de 48 horas, le indicó que de

conformidad con la Ley 7/2019 la competencia de control era de esa red social en

aplicación de su “Código de conducta”. Adicionalmente, el Estado de Malbecland, por

conducto de una de sus “dependencias” como lo es la ya mencionada Dirección,

aprovechó esa actuación de Anahí Alancay para hacer un llamado a la calma y a la

automoderación en las redes, evitando comentarios que pudieran contribuir a la escalada

de violencia y la ola de odio contra individuos y/o comunidades pertenecientes a

pueblos a todos y los instrumentos de derechos humanos ratificados por Malbecland, y

recordó a todos los ciudadanos que el Observatorio contra el Odio, el Racismo y la

Xenofobia podía recibir comunicaciones para su investigación por la Defensoría del

Pueblo. Otro ejemplo claro de ello fue cuando ella requirió en nombre de la comunidad

Wawa, la protección de su comunidad indígena, a lo cual las autoridades provinciales y

el Ministerio del Interior en un actuar oportuno entregaron las respuestas con las

medidas adoptadas con base al análisis puntual del caso objeto de solicitud, pues incluso

dicho Ministerio accedió a una de sus pretensiones como fue la ampliación del operativo

local de los agentes de seguridad en el pueblo Watsi.

73. En lo que respecta a los miembros de la asociación “Veteranos por la Raza” este derecho

tampoco les fue violado por parte del Estado de Malbecland, toda vez que siempre

estuvo a su disposición todo el compendio de recursos internos que se hallan

consagrados en el derecho interno, del cual hicieron uso del “recurso colectivo” para

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controvertir la decisión tomada en la resolución por la administración militar entre junio

y julio del año 2021, pero de una forma incorrecta desde el punto de vista jurídico por

cuanto no fue dirigido ante el órgano jurisdiccional competente. Empero, el Tribunal al

cual se le presentó ese recurso equivocadamente indicó la razón por la cual no

ostentaban el atributo de competencia; esto tuvo que ser tomado en cuenta por parte de

las presuntas víctimas para corregir dicho yerro procesal y de ese modo poder darle el

correcto trámite legal que el derecho interno de Malbecland establece. Sin embargo, las

víctimas no cayeron en razón de ese error y no emprendieron ningún acto tendiente a

recurrir la decisión adoptada por la anteriormente mencionada administración militar.

Por otro lado, los miembros de “Veteranos por la Raza” contaban con otro recurso del

cual podían hacer uso ante la jurisdicción contencioso-administrativo, pues en virtud del

artículo segundo del Código Contencioso-Administrativo de Malbecland dicho orden

jurisdiccional está revestido de competencia para conocer las cuestiones atinentes a la

protección fundamentales en relación con los actos del Gobiernos y los actos

administrativos que impliquen el ejercicio de potestades de esta misma naturaleza.

74. Se desprende, en consecuencia, que el Estado de Malbecland en su rama judicial,

mediante la Sala Militar del Tribunal Supremo obró adecuadamente al desestimar el

recurso colectivo interpuesto en el entendido de que respetó, más que la misma ley

procesal, la Constitución ya que, en términos del jurista uruguayo Enrique Véscovi, es

esta norma suprema la fuente primaria del derecho procesal por establecer la

organización de los tribunales de un Estado con sus respectivas competencias 51. De igual

forma, dicho Tribunal mantuvo incólume el imperativo legal de la competencia por el

factor de especialización, toda vez que por esa misma razón no podían juzgar una

conducta que habían realizado particulares por fuera de su afiliación al gremio militar, lo

51
Enrique Véscovi: Teoría General del Proceso, Ed. Temis, pág. 13.
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cual se les argumentó en el momento en el que se les notificó la desestimación de ese

recurso.

5. PETITORIO.

En virtud de lo expuesto precedentemente, el Estado de Malbecland le solicita a la honorable

Corte Interamericana de Derechos Humanos:

PRIMERO: Acceder a todas las excepciones preliminar interpuestas y se ordene el archivo de

las actuaciones.

Subsidiariamente, de no prosperar esta primera solicitud, que se ordene lo siguiente:

SEGUNDO: Declarar que el Estado de Malbecland no violó el artículo 5 de la Convención

Americana sobre Derechos Humanos en perjuicio de Anahí Alancay.

TERCERO: Declarar que el Estado de Malbecland no violó el artículo 8 de la Convención

Americana sobre Derechos Humanos en perjuicio de Illari Kusi y la asociación “Veteranos

por la Raza”.

CUARTO: Declarar que el Estado de Malbecland no violó el artículo 11 de la Convención

Americana sobre Derechos Humanos en perjuicio de Illari Kusi y Anahí Alancay.

QUINTO: Declarar que el Estado de Malbecland no violó el artículo 13 de la Convención

Americana sobre Derechos Humanos en perjuicio de Illari Kusi y la asociación “Veteranos

por la Raza”.

SEXTO: Declarar que el Estado de Malbecland no violó el artículo 21 de la Convención

Americana sobre Derechos Humanos en perjuicio de Anahí Alancay.

SÉPTIMO: Declarar que el Estado de Malbecland no violó el artículo 24 de la Convención

Americana sobre Derechos Humanos en perjuicio de Illari Kussi.

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OCTAVO: Declarar que el Estado de Malbecland no violó el artículo 25 de la Convención

Americana sobre Derechos Humanos en perjuicio de Illari Kusi, Anahí Alancay y la

asociación “Veteranos por la Raza.

NOVENO: Rechazar las reparaciones exteriorizadas y solicitadas por las partes peticionarias.

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