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¿Te gustaría evitar más conflictos en el futuro? ¿Quisieras saber qué hacer
cuando surgen situaciones difíciles entre tú y las personas en tu vida?
Si sospechas que alguien está molesto contigo por alguna razón, siempre es
buena idea preguntar al respecto.
Una mala forma de hacerlo sería preguntar: "Has estado un poco distante
conmigo últimamente. ¿Estás enojado porque no fui a tu fiesta, verdad?"
Esta declaración afirma hechos sobre el comportamiento de Mario, etiqueta
sus emociones, lo acusa de estar enojado y lo relaciona con un evento
específico. Si Mario no se siente distante contigo, experimenta emociones
distintas a la ira o tiene preocupaciones distintas a tu ausencia en la fiesta,
es probable que se ponga a la defensiva y no participe en la conversación.
Si evita la pregunta, puedes seguir con otra declaración de "yo", pero más
específica: "De acuerdo. Supongo que me siento un poco culpable por no
haber ido a tu fiesta. ¿Cómo te sientes al respecto?"
Si significa mucho menos para ti que para la otra persona, o no ves ninguna
forma posible en la que pueda beneficiar tu relación sacar a relucir un
problema, puede ser mejor dejarlo en paz.
Seguimiento general:
Un seguimiento general es cuando hacemos una pregunta abierta para
obtener más información sobre lo que está sucediendo en la vida de la otra
persona. Algunos ejemplos podrían ser:
"Entonces, ¿Cómo va todo?"
Seguimiento específico:
Termina siendo uno contra el otro. El objetivo suele ser hacer que una
persona esté equivocada y la otra persona esté en lo correcto.
Dile a la otra persona que te gustaría encontrar una solución que funcione
para ambos. Pasa la mayoría de tu tiempo descubriendo una solución o un
compromiso. Y sigue hablando respetuosa y asertivamente entre ustedes.