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5° AÑO
2023
PROFESORES:
Ing. Agr. Carmen Minetti
Ing. Agr. Victor Silva
PRODUCCIÓN FRUTÍCOLA
2º Año
PRODUCCIÓN FRUTÍCOLA
1
Ing. Agr. Carmen Minetti Ing. Agr. Victor Silva
PRODUCCIÓN FRUTÍCOLA
2º Año
EJE N°1
Introducción a la
Fruticultura 2
Ing. Agr. Carmen Minetti Ing. Agr. Victor Silva
PRODUCCIÓN FRUTÍCOLA
5º Año
DEFINICIONES:
Cualidades nutricionales:
Los compuestos más importantes aportados por las frutas a la dieta se enumeran a
continuación:
Existen varios factores por los que la actividad frutícola adquiere connotaciones
particulares para el desarrollo económico de una región que se mencionan a
continuación:
1. Las actividades frutícolas demandan una elevada inversión de capital por unidad
de superficie. El capital requerido para el desarrollo de actividades frutícolas es
El cultivo de los árboles frutales es una actividad agrícola que requiere altas
inversiones iniciales por hectárea. Su aprovechamiento atraviesa primero un período
improductivo o de baja rentabilidad, cuya duración varía de 3 a 8 años según la especie,
cultivar y tecnología aplicada. Además, las inversiones iniciales son mayores cuanto
más avanzada sea la tecnología aplicada.
La Argentina posee una gran variedad de suelos y de climas. Ello hace posible
el cultivo de especies de clima templados o subtropicales, y también algunas especies
tropicales, y la exportación de importantes volúmenes. Además, permite disponer de
frutas frescas de distintas especies para el mercado interno durante todo el año.
EJE N°2
Requerimientos
ecofisiológicos de
los árboles frutales Ing. Agr. Carmen Minetti Ing. Agr. Victor Silva 9
PRODUCCIÓN FRUTÍCOLA
5º Año
INTRODUCCIÓN
RADIACIÓN
Este índice puede variar ampliamente ya que en los frutales no sólo importa la
cantidad de radiación absorbida, sino la distribución de la misma en el canopeo para
que no se generen zonas improductivas en la copa. En manzana, se estima que en
aquellas ramas cortas que no reciben una intensidad de radiación superior al 15% de la
radiación incidente sobre la copa, no se produce una adecuada inducción y
diferenciación floral, tornándose improductivas en los años sucesivos. Este umbral sería
similar en los frutales de carozo.
La radiación incidente sobre el fruto es esencial para el desarrollo del color rojo en
manzanas, duraznos y cerezos, entre otros, y mejora asimismo la coloración en la vid.
Sin embargo, la radiación solar incidente sobre el fruto, también puede tener efectos
negativos. Así, en momentos del año con alta temperatura ambiente, el fruto puede sufrir
daños directos por el exceso de radiación, originando el daño por golpe de sol o ciertas
clases de escaldadura de los frutos.
FOTOPERÍODO
TEMPERATURA
El manzano es una de las especies más exigentes en horas de frío para romper
la dormición.
Requerimiento de horas de frío para la ruptura de la dormición de distintas especies frutales caducifolias.
(HF)
Almendro 200–500
Arándano 150–1000
‘highbush’
Arándano 300–600
'rabbiteye'
Avellano 800–1600
Cerezo 500–1300
Damasco 250–900
Frambueso 600–1600
Guindo 600–1500
Kaki 100–500
Membrillero 50–500
Pecán 100–600
Peral 620–1800
El efecto de las bajas temperaturas sobre el cuaje de los frutos no sólo es directo,
sino que influye indirectamente sobre la actividad de los agentes polinizadores, ya que
las abejas no vuelan a temperaturas inferiores a los 10 °C. En general, las bajas
temperaturas, el viento y las lluvias o lloviznas durante la floración afectan la actividad
de los insectos, la polinización y el cuaje de los frutos.
Una vez que el fruto superó el período crítico del cuaje, su tolerancia a las bajas
temperaturas se incrementa nuevamente.
Color:
Para una misma variedad de olivo, la calidad del fruto y, en particular la calidad
del aceite, es variable entre años. En este caso, parece ser la lluvia y no la temperatura
el factor ambiental predominante que afecta la calidad del aceite
HUMEDAD RELATIVA
SALINIDAD
Almendro 1,5 19
Banano - - Sensible
Higuera - - Medianamente
tolerante
Manzano - - Sensible
Olivo - - Medianamente
tolerante
Palto - - Sensible
Papayo - - Medianamente
sensible
Peral - - Sensible
La salinidad puede ser provocada por sales diferentes al cloruro de sodio, como
ser los sulfatos de calcio y magnesio.
EL PH DEL SUELO
VIENTO
Por otra parte, los vientos fuertes pueden producir daños físicos sobre la planta,
como ser rotura de brotes tiernos, hojas, ramas, caída de frutos, inclinación de plantas,
pérdida de anclaje, etc.
GRANIZO
Otro método de lucha, muy difundido en los últimos años, es el uso de mallas
antigranizo montadas sobre estructuras fijas con postes y alambres. Estas coberturas
pueden ser totales, o parciales como el caso de la vid en Mendoza.
EJE N°3
Dormición en árboles
Frutales de hoja
caduca Ing. Agr. Carmen Minetti Ing. Agr. Victor Silva 20
PRODUCCIÓN FRUTÍCOLA
5º Año
Clases de dormición:
Acción hormonal:
Factores ambientales
EJE N°4
Propagación sexual y
asexual, de especies
frutales
PROPAGACIÓN SEXUAL
La propagación sexual o reproducción implica la unión de las gametas masculinas
y femeninas y la formación de semillas que darán origen a nuevo individuo, diferente en
genotipo y fenotipo de las plantas progenitoras.Esta característica es propia de la
propagación sexual.
En general, las plantas obtenidas de semillas son más vigorosas, tienen un sistema
radical bien desarrollado, fuerte y profundo, y son más longevas.
• Acortamiento del período juvenil. Las plantas que se cultivan a partir de semillas
pasan por un estado juvenil más o menos prolongado, según la especie, durante el
cual no ocurre la floración-fructificación. Este período improductivo puede
reducirse en algunos casos si se emplea la propagación vegetativa.
• Cuanto más joven es la planta madre, o cuanto más jóvenes son los tejidos, más
fácilmente enraízan.
• Las plantas madres con buena nutrición dan estacas que enraízan más fácilmente.
Tipos de estacas:
Según el órgano que les da origen, las estacas de especies frutales pueden
clasificarse en estacas de tallo o de raíz.
Estacas de tallo
Estacas leñosas o de madera dura: las estacas leñosas son trozos de tallo
lignificado que, según su tamaño, se clasifican en:
1. Comunes. Son aquellas que tienen una longitud de 20-30 cm con, por lo
menos, dos nudos. Según las características de la base de las estacas
comunes, éstas pueden ser:
2. De una yema: trozos de rama que contienen sólo un nudo con su respectiva
yema.
Estacas de raíz
Las estacas de raíz son trozos de raíces que se obtienen de plantas jóvenes
a mediados o fines del invierno, cuando termina la migración de reservas de la
parte aérea a la raíz y antes que las reservas comiencen su movimiento hacia la
parte aérea. En este tipo de estacas es muy escaso el material que se puede
conseguir para una propagación masiva sin destruir a la planta madre.
Las mejores ramas para estacas son las que tienen vigor moderado y los
hidratos de carbono de reserva necesarios para el proceso de enraizamiento y
posterior brotación. El contenido de hidrato de carbono está comúnmente indicado
por el grosor de la estaca (aproximadamente 1-2,5 cm de diámetro, según la
especie). La parte media y basal de la estaca se consideran mejores para hacer las
estacas.
Las plantas obtenidas por injerto son individuos formados por el patrón, pie o
portainjerto, que aporta el sistema radical, y por el injerto o copa, que constituye la parte
aérea o superior de la combinación.
De la unión del injerto con el portainjerto se obtiene una planta bimembre con un
comportamiento particular, ya que, si bien cada una de las partes mantiene su
individualidad genética, sin mezcla de contenidos celulares o cromosomas, hay una
influencia recíproca entre ambos componentes, afectada a su vez por el ambiente.
La técnica del injerto sólo tiene éxito cuando se provoca el estrecho contacto de
las zonas cambiales, pues por más que se pongan en contacto otros tejidos no hay unión.
Es importante enfatizar que no hay mezcla ni intercambio de contenido celulares, no se
produce hibridación y cada genotipo mantiene su individualidad: el injerto es sólo una
unión de tejidos.
• Compatibilidad o afinidad
• Especie
• Condiciones de temperatura, humedad y aireación
• Actividad del patrón
• Técnica del propagador
• Contaminación con virus u otras enfermedades y ataques de insectos
• Aplicación de sustancias del crecimiento en la zona del injerto
Compatibilidad o afinidad
Especie
El éxito del injerto depende de la rapidez con que se desarrolle el tejido cicatricial
o callo y con que se diferencien los tejidos de conducción.
El rango térmico en el cual se produce es amplio encontrándose el óptimo para la mayoría
de las especies entre 18-25°C; por encima de 32°C, la multiplicación se resiente
notablemente.
Para algunos métodos de injerto es necesario que la corteza del patrón se separe
fácilmente. Este requisito se cumple cuando el portainjerto está en crecimiento activo, es
decir, cuando el cambium está en división.
En contraste, en otros métodos no es necesario que la corteza del pie se levante, sino que
sólo requieren poner en contacto las zonas cambiales de ambas partes.
Los cuidados que el injertador tenga al realizar los injertos nunca son demasiados.
Existen numerosas plagas (insectos, hongos, bacterias, etc.) que atacan el tejido
de cicatrización anulando la unión. Se pueden utilizar sustancias protectoras y
desinfectantes en la zona del injerto, si es necesario.
Las auxinas y citocininas son sustancias que, en una relación adecuada, promueven la
multiplicación celular. Por ello, se hicieron ensayos con la aplicación de sustancias reguladoras
de crecimiento, principalmente auxina sola o en combinación con citocinina y ácido abscísico, en
la zona de herida, con resultados aleatorios respecto a la formación del callo en la zona de unión.
Incompatibilidad
El injerto, a nivel comercial es una operación que se limita a las plantas que tienen
una zona cambial contínua, como las dicotiledóneas, y muy raramente se extiende a otras
especies.
No se puede unir una planta con cualquier otra: algunas uniones son imposibles
de realizar, dadas sus diferencias fisiológicas o morfológicas extremas.
En general, cuanto más afines botánicamente son las especies a injertar, mayor
será la probabilidad de éxito; sin embargo, no siempre es así. La afinidad entre individuos
del mismo clon es total; en cambio, va decreciendo en la medida que los componentes de
la combinación pertenecen a distintos clones, distintas especies del mismo género,
diferentes géneros, familias, etc.
Esto significa que los individuos bimembres tienen características diferentes a las
que presentaría cada uno de los biontes si se desarrollaran como plantas individuales.
• Efecto sobre el vigor. La influencia del patrón sobre el vigor de las plantas
arbóreas es un aspecto muy importante en la fruticultura moderna. La posibilidad
de tener plantas de menor tamaño permitió aumentar la densidad de plantación,
acompañada del desarrollo de tecnologías de cultivos más eficientes en el uso
de recursos. Por ejemplo, en manzano es posible combinar un cultivar con varios
portainjertos que le aportan distinto vigor a la planta, lo que determina individuos
con diferente tamaño que pueden emplearse en planteos productivos disímiles.
• Efecto sobre la longevidad. Las plantas injertadas tienen corrientemente una vida
más corta que las no injertadas. LA unión del injerto dificulta de alguna manera
la correcta nutrición de la raíz, generando el envejecimiento precoz de este órgano,
y como consecuencia, de la planta en su totalidad.
Las influencias del injerto sobre el patrón se resumen en dos más importantes:
Las plantas combinadas por la técnica de injerto requieren un poco más de tiempo
para su producción, pues es necesario llevar a cabo dos pasos: obtener el portainjerto o
patrón y luego, sobre ese “soporte”, injertar el cultivar empleando alguna de las técnicas
de injerto.
Los patrones clonales son idénticos, de tal manera que injertándolos con el mismo
clon darán también plantas iguales, con comportamiento similar bajo las mismas
condiciones ambientales. Esta uniformidad tiene ventajas productivas, pero con ello altos
riesgos ante el ataque de plagas.
Tipos de injerto
Los injertos se pueden clasificar, según las características del trozo a injertar, en los
siguientes tipos:
• De yema. La parte a injertar está constituída por una yema acompañada por un
trozo de corteza.
• De púa. El fragmento a injertar es una pequeña rama o “púa” con 3 o más yemas.
Dentro de cada tipo hay distintas variantes o métodos de injerto; aquí sólo se desarrollan
los de uso generalizado señalados a continuación:
• De yema
• de escudete o en “T”
• de parche
• de anillo o canutillo
• de “chip” o astilla
• De púa
• De aproximación
• lateral
• terminal
Injertos de yema
• Las yemas vegetativas del cultivar a injertar deben estar totalmente formadas,
maduras, pero sin indicios de brotación. Las yemas tienen que haber completado
su ciclo de formación y no mostrar síntomas de brotación incipiente porque, si así
ocurriera, seguramente se deshidratación y morirían antes de establecer la
conexión vascular con el patrón.
Según el momento en que se realicen los injertos de yema se pueden clasificar en:
Injertos de púa
Injertos de aproximación
Los injertos de aproximación pueden ser ejecutados en cualquier época del año,
aunque resulta más conveniente la etapa de crecimiento activo, pues se favorece la
cicatrización del injerto.
EJE N°5
Poda de árboles
frutales
Introducción
La poda es una práctica cultural de uso corriente en los montes frutales, mediante
la cual se regula la capacidad vegetativa y reproductiva de la planta. Esa capacidad está
definida genéticamente (especie/portainjerto/variedad) y fuertemente influenciada por las
condiciones de clima, suelo y manejo del cultivo que incluye, además de la poda, otras
prácticas como el raleo de frutos, el riego, la fertilización y los tratamientos fitosanitarios.
duración de los mismos depende de la especie. Así, son de duración corta (dos a
cuatro años) en ciruelo japonés, almendro y damasco; de duración media (cinco a
seis años) en ciruelo europeo, y de duración larga (diez o más años) en cerezo.
• Dardos: son también braquiblastos, ubicados sobre madera de más de un año, que
presentan una sola yema terminal. Si esa yema es vegetativa (pequeña y
puntiaguda) corresponde a un dardo improductivo, En cambio, si termina en una
yema mixta, más grande y globosa, se denomina dardo reproductivo o
“lamburda”. Son propios de los frutales de pepita y su duración comercial varía
según las estaciones y variedades entre 3-5 y 8 años.
Objetivos de la poda
Los objetivos principales de la poda son:
Clasificación
Hay varios criterios para clasificar la poda, según la época, la finalidad, la forma, el tipo
de corte y la intensidad.
Según la época
Según la finalidad
Poda en vivero
Poda de plantación
Poda de formación
Poda de fructificación
Poda de rejuvenecimiento
Este tipo de poda tiene por finalidad inducir la formación de madera nueva y
renovar plantas debilitadas. Se pierde totalmente la producción y debe formarse la planta
nuevamente.
Poda manual
Con la poda manual, el hombre selecciona la madera y dirige los cortes de poda.
Es la de mayor costo, pero la de mejor calidad.
Poda mecánica
Poda química
La poda de raleo es aquella en la que se elimina una rama desde la base. Induce
crecimiento de vigor medio que desarrollan bien yemas de flor. La principal función es
mejorar la iluminación en el interior de la planta. Cuando se efectúa en verde se llama
desbrote.
Según la intensidad
Poda corta
Poda media
Poda larga
Torción
La torsión es una práctica que se realiza con el fin de interrumpir en forma temporaria
los haces vasculares y debilitar ramas vigorosas.
Incisiones y muescas
Las incisiones son cortes efectuados sobre una yema mediante navaja de injertar
o una sierra fina, para “retener” el flujo de savia y favorecer la brotación de dicha yema.
Puede hacerse una incisión o una muesca en forma de cuña (^), o de media luna, que se
denomina entalladura. Los cortes deben efectuarse 5-10 días antes de la brotación. Si se
hacen con demasiada anticipación, el tejido cicatriza sin lograr el objetivo.
Deshojado
Pueden eliminarse brotes completos u hojas en situaciones especiales, cuando se
quiere favorecer la insolación para asegurar fruta de calidad (color más extendido e
intenso).
Anillado
El grado de dominancia apical es genético por lo que hay especies y cultivares con
dominancia apical más marcada. el duraznero es la especie con dominancia apical menos
manifiesta; hay cultivares que casi no muestran dominancia apical. En cambio, el
manzano, el peral, el ciruelo europeo y el cerezo son marcadamente dominantes. Como
resultado de los de los diferentes grados de dominancia apical definidos genéticamente,
hay también varios modelos o hábitos de crecimiento: copas cerradas con ramas erguidas,
copas abiertas con ramas con buenos ángulos de inserción, determinando también
fructificaciones sobre madera de un año (brindillas) como en el duraznero, o sobre madera
de tres o más años (dardos) como en el manzano.
La falta de dominancia apical se manifiesta por la facilidad de formación de ramas
anticipadas y con buen ángulo de inserción. Ese aspecto es fundamental en la poda ya que
facilita la formación de la planta asegurando un sistema de conducción sólido y precoz.
tanto herbácea como leñosa se activa más, hay más hojas que elaboran fotoasimilados
que aseguran la calidad de la fruta de la temporada presente, y la inducción y
diferenciación floral de yemas vegetativas en florales para la campaña próxima.
El desequilibrio de una planta por una poda excesiva de acortamiento está
asociado:
1- Con una reducción en la producción de esa campaña debido a la disminución del
número de yemas de flor.
2- Con la inducción de un fuerte crecimiento de brotes, los que compiten con los frutos
recién cuajados, provocando una mayor caída de éstos.
Si esa competencia por producción extrema (poda larga) o por crecimientos vegetativos
exagerados (poda corta) no se controla mediante una poda equilibrada se presenta
alternancia de producción, conocida como vecería o añerismo.
La poda de raleo (remoción completa de una rama), al no modificar en demasía la
relación entre meristemas apicales y laterales, no induce crecimientos vigorosos y reduce
la producción solo por las yemas de flor que se eliminan. Los crecimientos nuevos de
vigor moderado desarrollan bien nuevas yemas de flor, garantizando la continuidad de las
cosechas. Otra función importante de la poda de raleo es mejorar la iluminación en el
interior del árbol al eliminar ramas vigorosas e improductivas.
Los árboles con forma paralelepípeda o cónica tienen una mayor relación S/V que
los árboles con forma globosa. Para una misma forma, el tamaño menor (plantas chicas)
ofrece una relación S/V mayor.
cerezos y de manzano, sobre todo aquellos injertados sobre pie franco, y con algunas
variedades de ciruelo japonés como “Larry Ann” y “Friar”. En muchas especies, la
posibilidad de controlar el vigor y la dominancia apical con portainjertos enanizantes
facilita su formación.
El clima
Algunos sistemas de conducción y poda dan por resultado plantas más
comprometidas o expuestas a ciertas adversidades: viento, heladas, granizo, etc. En
sistemas de poda larga, el viento aumenta el frotamiento de los frutos contra las ramas,
denominado “rameado” de los frutos.
El suelo y la densidad de plantación
La calidad del suelo está muy relacionada con la expresión del vigor que pueda
ofrecer una especie o cultivar y el portainjerto y, por lo tanto, tiene mayor influencia sobre
la densidad de la plantación que sobre el sistema de conducción. En los suelos fértiles, la
distancia entre plantas e hileras debe ser mayor para evitar problemas de falta de luz, es
decir, la densidad de plantación debe ser menor.
En la fruticultura moderna, la densidad de plantación se incrementó. Esto fue
posible por la disponibilidad de portainjertos enanizantes para algunas especies, como así
también la aplicación de técnicas especiales de poda en verde, inclinación de ramas, etc.,
tendientes a controlar el crecimiento vegetativo y a formar plantas fáciles de operar desde
el suelo o con escaleras de pocos peldaños. Junto al menor costo de producción que ello
significa, se valora la precocidad de producción por unidad de superficie, asegurando una
mejor rentabilidad empresarial.
La mano de obra
Los requerimientos de mano de obra tienen importancia, no solo por el costo sino
también por la necesidad de asegurar la disponibilidad y oportunidad de personal
capacitado. Muchos sistemas de conducción fracasan por no contar con mano de obra en
el momento oportuno. Por ejemplo, la poda en verde, inclinación de ramas, etc., exigen
efectuar intervenciones en momentos especiales y no pueden retrasarse ni suspenderse.
Los costos de inversión inicial y manejo
Debe considerarse el destino de la producción: consumo en fresco o industria. Una
alta inversión inicial en postes y alambres puede significar finalmente una economía al
facilitar otras labores culturales futuras, como por ejemplo el raleo de frutos, tratamientos
fitosanitarios o la cosecha.
Además, las plantas muy bajas pueden afectar los tratamientos de control
mecánico y químico de malezas por las dificultades para el desplazamiento de los
implementos agrícolas (rastras, pulverizadoras, etc.).
Vaso clásico
Es propio de las plantaciones en baja densidad, con plantas vigorosas. Asegura su
estructura sólida formada con suficiente poda de acortamiento, pero así también resulta
muy poco precoz. Por ello, es recomendable solo para especies como duraznero, almendro
o damasco.
La formación se inicia en la plantación, donde se debe controlar la calidad de la
planta: relación adecuada entre la parte aérea y la raíz, con raíces bien ramificadas y sanas.
Si la planta no trae ramas anticipadas o son de mala calidad, débiles y con yemas mal
formadas, se rebaja a la altura de tronco elegida y las ramas anticipadas a 1-2 yemas. Si
la planta es muy débil y no tiene suficiente altura se rebaja a 2 o 3 yemas por encima del
injerto y en primavera se elige un brote de buen vigor.
Algunas de las dificultades o limitaciones más grandes que tienen los sistemas en
eje central es la pérdida de equilibrio entre el eje y las ramas laterales, como así también
la marcada dominancia apical que puede presentarse, y que origina sombreado de la parte
central y baja de la planta.
Debe procurarse que el eje central mantenga su liderazgo mientras dure el cultivo,
por eso las diferencias diametrales entre el eje y la rama inserta sobre él, debe mantenerse
siempre en relación 3:1.
Cuando una rama de estructura supera el diámetro del eje central se desequilibra
completamente la planta. Esas diferencias deben controlarse con una mayor inclinación
de la rama para inducir una mayor fructificación, y por efecto de la carga, contrarrestar
vigor, evitando que el eje quede subordinado.
Los sistemas en eje central se han difundido principalmente en aquellas especies
(manzano, peral, cerezo) en las que se cuenta con portainjertos que controlan no solo el
crecimiento vegetativo sino también la dominancia apical, disponiendo de suficientes
ramas laterales con buen ángulo de inserción, restando solo pequeñas intervenciones para
ubicar esas ramas a 45-60° con la ayuda de cañas o tensores.
Poda de fructificación
La poda de fructificación es la que se efectúa cuando la planta ya está formada,
con el fin de definir la carga de frutos, regular el equilibrio vegetativo-reproductivo,
garantizar una distribución armónica y racional de la máxima producción de calidad,
manteniéndola constante en el tiempo.
Según la precocidad de la especie y el sistema de conducción, la poda de
fructificación se inicia más tempranamente (duraznero, ciruelo japonés, manzano “spur”,
o clones estándar injertados sobre pie enanizantes, etc.) o más tardíamente (ciruelo
europeo, cerezo, peral/franco, manzano sobre pie vigoroso, etc.). Si bien se trata de
anticipar la fructificación (precocidad), nunca debe comprometerse la formación de la
planta.
Solo los árboles ya formados y bien conducidos pueden responder a los principios
y objetivos de la poda de fructificación.
Objetivos
Los objetivos de la poda de fructificación son:
• definir la carga de frutos
• regular el equilibrio vegetativo/reproductivo
• promover y renovar las ramas de fructificación
• regular la distribución de la fruta en la planta
• regular la producción en el tiempo evitando la vecería
mercado o con poco potencial genético (Aniversario INTA, Spring belle) se puede
establecer con la poda una carga de 300 frutos por planta, ubicados en 300 brindillas de
20-30 cm, con 1-2 frutos por brindilla. En cambio, en cultivares de duraznero tardíos, con
buen potencial genético se puede determinar la misma carga en 100-150 brindillas largas,
de más de 30 cm, con 1-2 frutos por brindilla. También puede establecerse la carga
potencial según el número de yemas por unidad de longitud, que se convertirán en frutos.
En manzanos, cerezos o ciruelos se hace el cálculo distribuyendo los dardos o ramilletes
pr metro de rama, asegurando un fruto por dardo o 3-4 ciruelas o cerezas por ramillete.
Con la poda se fija no solo la cantidad sino también la ubicación de los elementos
reproductivos en la planta. Naturalmente la planta tiende a producir más frutos en la parte
superior y media de la copa con respecto a la sección inferior. Esa tendencia natural se
debe ordenar con la poda, asegurando siempre que las ramas fructíferas queden bien
expuestas a la luz para lograr fruta de calidad, en color y sabor.
En Mendoza, especies de floración temprana, como el almendro, y, por lo tanto,
muy expuestas a daños por heladas tardías, a pesar de tener elementos de fructificación
de duración corta (ramilletes), no son sometidas a podas tan intensas como el ciruelo
japonés, en parte para retrasar y prolongar la floración. Además, al ser una fruta cuyo
valor no está dado por el tamaño o color, ya que se comercializa la semilla o almendra,
no es tan imprescindible regular la producción con la poda de rebaje, asegurándose la
renovación de los elementos de fructificación con “luz” (poda de raleo) y con un manejo
apropiado de la fertilización.
Un razonamiento semejante puede plantearse en una explotación de damascos
destinados a industria, donde no importa demasiado el calibre de los frutos. La intensidad
de poda debe ser menor que en aquellas situaciones o variedades destinadas a fruta para
consumo en fresco.
Es necesario recordar que la poda es una práctica cultural más y, por lo tanto, debe
complementarse con otras como riego, fertilización, raleo de frutos, tratamientos
fitosanitarios, cosecha oportuna, etc.
Poda de raíces
Las raíces responden también a la poda y afectan marcadamente al crecimiento de
la parte aérea. La poda de raíces se realiza mediante una labor profunda, a fines de verano
o principio de otoño, cuando la planta reduce al mínimo la demanda de agua y nutrientes,
y en coincidencia con el período de mayor crecimiento de las raíces.
La poda de raíces no es una práctica común, debido a que es muy difícil localizar
la profundidad y distribución de las raíces para asegurar que esta técnica sea eficaz.
Resulta conveniente hacerla un año de cada lado de la planta, y dejar tres a cinco años sin
repetir la operación para evitar efectos negativos.
Poda de rejuvenecimiento
La poda de rejuvenecimiento es aquella que se efectúa cuando se busca recuperar
la productividad de una planta. Se trata de una práctica que tiene como finalidad remozar
la copa. El material nuevo sigue siendo adulto, no “juvenil”, por la cual se la puede llamar
poda de renovación.
Cuando por razones de mal manejo: exceso de producción, crecimiento pobre o
escasez de ramas largas, falta de luz, mala nutrición y riego, etc. Si el árbol frutal es
improductivo y se aleja del sistema de conducción original, puede recurrirse a la poda de
rejuvenecimiento. Deben evaluarse las causas que determinaron ese envejecimiento y si
el sistema radicular de la planta está sano y no hay síntomas de afecciones serias o
problemas de incompatibilidad de injerto entre otras causas, puede recomendarse dicha
poda. No todas las especies responden bien a esta poda. Por lo tanto, se debe acompañar
con un posterior manejo apropiado del cultivo, en lo que respecta a otras prácticas: riego,
fertilización (reposición de N), tratamientos fitosanitarios, poda de fructificación, raleo
de frutos, etc.
La poda de rejuvenecimiento consiste en un rebaje muy intenso, en invierno,
induciendo la brotación de yemas latentes cercanas a la zona de los cortes sobre madera
vieja. Puede ser conveniente proteger los cortes con una mezcla o pasta fungicida
cicatrizante. Durante la primavera/verano deben seleccionarse los brotes bien ubicados
para renovar las ramas de estructura y de producción. Por su intensidad, esta poda deja a
la planta sin producción durante uno o dos años según la especie, pero para lograr el
objetivo se deben “sacrificar” esas cosechas, persiguiendo sólo la obtención de madera
sobre la que se inducirán yemas de flor para las temporadas siguientes.
EJE N°6
Floración,
polinización y cuaje
Floración
En primavera se produce la apertura de las yemas de flor en la mayoría de las
especies arbóreas cultivadas, seguida por la antesis o apertura de las flores. El período de
floración es breve ya que la mayoría de las flores se marchita rápidamente. Sin embargo,
tiene gran trascendencia para la producción frutal, porque en él ocurren los procesos de
polinización, fecundación, formación de semillas y crecimiento inicial de los frutos.
Época de floración
Período de floración
La floración dura cómo término medio 15 días, aunque el período de floración varía con
la variedad cultivada, con la cantidad de flores y con las condiciones meteorológicas de
la estación.
Polinización de frutales
Definición
Importancia
Fecundación
Los granos de polen transportados por el viento o los insectos a los estigmas
germinan emitiendo un tubo polínico, que crece hacia el ovario. Cuando el tubo polínico
alcanza al óvulo se produce la “doble fecundación” en donde se forma un embrión y el
endosperma que sirve para la nutrición del embrión. A partir de ese momento inicia una
intensa multiplicación celular, y cuando el desarrollo del ovario el visible se considera al
fruto cuajado.
Partenocarpia
Tipos de polinización
La polinización es autógama cuando los estambres y el pistilo pertenecen a la
misma flor. En cambio, si los estambres y el pistilo pertenecen a flores distintas de un
Polinización anemófila
Polinización entomófila
Esterilidad
En este caso, las flores son morfológicamente normales y las anteras producen
polen vital y germinable, pero incapaz de fecundar las flores de la misma variedad
cultivada (autoincompatibilidad) o de otra no afín (Inter incompatibilidad).
La polinización cruzada
• Compatibilidad. Debe ser Inter compatible con la variedad cultivada a la que poliniza.
• Coincidencia de floración. Para alcanzar cosechas comerciales, la variedad principal
y su polinizadora deben florecer al mismo tiempo. La situación óptima se presenta
cuando la variedad polinizadora presenta un período de floración largo y se adelanta
ligeramente en su inicio de floración a la variedad principal. En muchos casos, la
coincidencia de floraciones solo es parcial y resulta conveniente emplear dos o tres
variedades polinizadoras para garantizar una polinización eficiente.
• Producción de polen abundante y con una elevada capacidad de germinación.
• Resistencia, tolerancia, o baja susceptibilidad a plagas y enfermedades.
• Valor comercial. Este atributo se debe considerar para decidir la proporción de plantas
polinizadoras.
Es conveniente marcar con pintura la rama injertada para evitar que el injerto sea
accidentalmente eliminado con la poda.
Cantidad de colmenas
Condiciones meteorológicas.
que el 20% de las flores estén abiertas, para evitar que las abejas se habitúen a flores más
atrayentes que pudiese haber en las cercanías.
Tratamientos fitosanitarios
Una vez finalizada la floración, deben retirarse las colmenas para permitir los
tratamientos fitosanitarios que sean necesarios.
Para lograr una buena eficiencia de polinización es necesario ubicar las colmenas
respetando algunas premisas, que se señalan a continuación:
Cuaje
El proceso que marca la transición del ovario de la flor a fruto desarrollado se
denomina cuaje y supone la iniciación de un crecimiento rápido de los tejidos del ovario.
Si el crecimiento no se inicia, o una vez iniciado cesa, el ovario se desprende y, por lo
tanto, no cuaja.
Evaluación de la polinización
Número de flores
en antesis
EJE N°7
Manejo integrado de
plagas y enfermedades en
frutales en frutales
Especie “ocasional” es aquella que, si buen está presente, puede conformar muy
esporádicamente poblaciones que configuren un problema para la producción.
Insectos: Lepidópteros: Tortrícidos
Gusano de la pera y la manzana, carpocapsa [Cydia pomonella]
Es el principal problema entomológico en casi la totalidad de las zonas
productoras de frutales de pepita en el mundo. Es imposible sostener una producción
viable sin efectuar algún tipo de control sobre esta plaga.
Identificación y biología
- Adultos: tienen 14 a 20 mm de expansión alar. Las alas anteriores son de color
gris claro, con líneas onduladas transversales más oscuras; en el ápice poseen una
mancha de reflejos bronceados, característica muy distintiva. Las alas del segundo
par son de color castaño uniforme.
Daños. En octubre y noviembre, cuando los frutos son aún pequeños, el gusano de la
pera y la manzana provoca la caída de la mayor parte de la fruta atacada, al alterar el
equilibrio hormonal vinculado con el proceso de absición. Los frutos atacados en estados
más avanzados del desarrollo son descartados en el empaque, bien porque terminarán
pudriéndose por las galerías que dejan las larvas o porque la simple “picadura”, aún
inconclusa, constituye un daño “cosmético” no aceptado en la comercialización.
Importancia económica. La importancia económica del gusano de la pera y la manzana
es primaria. Es plaga clave de los frutales de pepita.
Monitoreo de C. pomonella
Uso de feromonas y termoacumulación. Las hembras de carpocapsa
sexualmente maduras atraen machos de su misma especie mediante la liberación de
pequeñas cantidades de feromonas que son captadas por las “sensilias” ubicadas en las
antenas del macho. Los análisis químicos por cromatografía de gases permitieron
identificar esta hormona, cuyo componente principal es un alcohol denominado
“codlemone”. Este compuesto fue luego sintetizado y colocado en cápsulas de caucho o
plástico de liberación lenta que, ubicadas en trampas adhesivas, atraen a los machos tal
como si fueran hembras auténticas.
Estas trampas se convirtieron así en un componente importante del monitoreo de
carpocapsa que, junto con el sistema termoacumulativo, permite conocer el período de
mayor actividad de la especie y planificar las medidas de control en forma más precisa.
Además, la fijación de ciertos umbrales de daños posibilita la necesidad de aplicación de
los tratamientos en muchas situaciones.
Las trampas deben colocarse poco antes de la emergencia de los primeros adultos,
en coincidencia con el inicio de la floración del manzano, a inspeccionarse por lo menos
una vez por semana, registrando las capturas en cada oportunidad. Es conveniente
reemplazar las trampas antes de iniciar el vuelo de la 2da y 3ra generación, a 740°D y
1.300 °D, respectivamente.
Las trampas deben colocarse con una densidad de una cada 1-2 ha. Es necesario
ubicarlas en el tercio superior de la planta, orientadas hacia el NE y al resguardo de los
vientos predominantes, ya que la mayor actividad de carpocapsa se produce en la parte
más alta del cultivo.
Umbrales para el tratamiento. Durante la 1ra generación, la necesidad de aplicar
plaguicidas se basa en la acumulación de capturas en trampas desde su colocación hasta
los 250°D, momento a partir del cual es probable que se produzcan los primeros daños.
Se requerirán tratamientos posteriores si se registran capturas de 2 o más mariposas por
semana, con intervalos de 12 a 14 días hasta completar 3 aplicaciones para controlar la
primera generación.
Como es difícil diferenciar capturas de 2da y 3ra generación, ya que éstas se
superponen, la actividad del monitoreo de trampas debe continuar hasta la cosecha.
Problemas de la TCS
- No se recomienda su aplicación en lugares con vientos fuertes y sin reparos
Daño en fruto
Los virus constituyen una permanente amenaza para los frutales, ya que puede
aparecer una nueva variedad o portainjerto que resulte susceptible, desarrollando la
enfermedad.
Por otra parte, no existe hasta el momento una sustancia química capaz de eliminar
un virus sin afectar la célula vegetal, por lo que la única forma de lucha eficiente contra
las virosis es producir plantas sanas y tratar que no se infecten, para lo cual es
imprescindible conocer la forma de propagación de los virus. En los frutales de pepita, la
forma de transmisión de los agentes virales determinada hasta el momento es a través de
la propagación vegetativa (injerto, estaca). El método de lucha consiste en la plantación
de ejemplares libres de virus.
Plagas secundarias
Las plagas secundarias producen daños de importancia solo ocasionalmente, ya
sea por condiciones meteorológicas que las favorecen, o por el uso irracional de productos
químicos, en cuyo caso se debe intervenir. Son ejemplos de ellas:
- Cochinilla blanca
- Trips
- Pulgón verde del duraznero
- Arañuelas
- Taladrillos
Adulto
Daños. Las dos primeras generaciones atacan los brotes y las hojas terminales, que se
marchitan y secan. Los brotes seos presentan un aspecto de “brote quemado”, con exudado
gomoso que permanece hasta el invierno, reacción de la planta resultante del ataque de la plaga.
Las últimas generaciones pueden oviponer sobre los frutos produciendo un daño más
grave: al emerger, la larva recién nacida cava una galería a través de la pulpa hasta alcanzar el
carozo sin alimentarse de éste. La “perforación” correspondiente al lugar de entrada de la larva es
naturalmente seca y no se registra pudrición. Por ese mismo orificio, la larva expulsa los
excrementos al exterior, formándose un aserrín de color rojizo característico con exudación goosa.
Cuando el fruto es pequeño puede producir su caída. Los frutos atacados pierden valor comercial
y no son aptos para su conservación en frío.
Daños en brotes
Daño en frutos
Manejo integrado
Monitoreo
El monitoreo se realiza por medio de varias técnicas diferentes.
Uso de trampas con feromonas sexuales
Las trampas se colocan siempre en el tercio superior de las plantas, a unos 2 m de
altura, para monitorear machos adultos a mediados de agosto. Consisten en una pequeña
casilla de cartón con un techo a dos aguas, piso engomado y una cápsula de goma con
feromona de síntesis. Las trampas deben ubicarse en el centro de los cuadros y en la
sección sur-oeste de las plantas, es decir, en el sector más sombreado por tratarse de una
polilla de hábitos nocturnos. Se aconseja colocar una trampa por hectárea o hectárea y
media que deberán revisarse una vez por semana para las primeras dos generaciones y
dos o tres veces por semana para las siguientes generaciones.
Observación de daños en brotes y frutas
Se seleccionan diez plantas por hectárea como mínimo y, en cada una de las
plantas seleccionadas, se revisan 10 brotes o frutos en busca de brotes “quemados” o fruta
con signos de ataque reciente. Los daños se cuantofican a partir de septiembre, con
frecuencia semanal.
Registro de datos meteorológicos
Mediante el análisis de las temperaturas registradas, es posible estimar tanto la
duración del ciclo como la de cada estado de la plaga. El INTA posee un servicio de
alarma que informa al fruticultor acerca del momento óptimo del control. Grapholita
molesta requiere 535 °D para completar una generación, con un umbral térmico mínimo
de 7,2 °C y un umbral térmico máximo de 32°C. Si la alarma dada por el INTA coincide
con el porcentaje de caída de mariposas en el lote, el productor realizará la aplicación.
Control químico
La decisión de aplicar un producto químico dependerá de la cantidad de mariposas
caídas por trampa y por día y del servicio de alarma. Desde principios de septiembre hasta
fines de noviembre, se deben realizar controles químicos en variedades tempranas solo
en caso de recibir, para las dos primeras generaciones de Grapholita molesta, un aviso de
alarma y detectar caídas de polillas iguales o superiores a 10 adultos por trampa y por día.
En cambio en variedades intermedias y tardías, y considerando la segunda y tercera
generación, se deben aplicar tratamientos químicos ante un aviso de alarma acompañado
de la detección de 5 adultos por trampa por día, durante diciembre, enero y febrero.
El momento de control debe coincidir con la fecha de eclosión de los primeros
huevos, de manera que la larva entre en contacto con el producto antes de que aquella
se introduzca en el brote o en el fruto. Una vez que la larva ingresó al órgano atacado, el
insecticida no es efectivo.
Confusión sexual
“Picaduras” en frutos
Hospederos
Ambas especies son polífagas, atacando los frutos de una amplia variedad de
especies.
Daños
El fruto atacado se pierde por el daño directo ocasionados por las larvas, que se
alimentan de la pulpa, y por los agentes patógenos que penetran por la herida y provocan
la putrefacción.
Los frutos afectados suelen caer antes de su cosecha, pero en algunos casos el
problema se torna evidente recién después de la cosecha.
Manejo integrado
Los métodos de manejo usados para disminuir los niveles de población de moscas
de los frutos por debajo del daño económico son diversos. El manejo integrado incluye
controles biológicos, químicos, culturales, genéticos y de índole legal.
Monitoreo
A menudo, los enemigos naturales pueden controlar un porcentaje de la población
de mosca de los frutos, pero aún así continúa ocasionando daños importantes. Por lo tanto,
deben hacerse tratamientos químicos en el momento que se corrobore fehacientemente la
presencia de adultos en el campo. Para lograr este objetivo, se recomienda el uso de
“trampas” o “mosqueros” que permiten identificar no solo la presencia de as moscas de
los frutos antes de que produzcan daños, sino también su localización y la extensión del
ataque.
Para Ceratitis capitata se recomienda el uso de trampas secas, como las del tipo
“Jackson” o “Delta” que constan de un piso con pegamento, donde quedan adheridos los
insectos, y de atrayente conteniendo feromona sexual, que atrae a los machos.
El producto utilizado como atrayente (trimedlure) es un compuesto de síntesis que
semeja la feromona sexual del macho. Conviene utilizar 1 trampa cada 3 hectáreas
colocadas a partir de la segunda quincena de noviembre. Conviene revisar las trampas
una vez por semana, hasta la primer captura de moscas, y dos veces por semana a partir
de ese momento, continuando el monitoreo hasta cosechar la última variedad.
Para el monitoreo de Anastrepha fraterculus, se utilizan trampas líquidas o
mosqueros húmedos “Mc Phail” o “Portici”. Tienen un menor radio de atracción por lo
que se recomienda colocar dos o más por hectárea. Se utiliza como cebo un atrayente
alimenticio como la torula, vinagre o jugo en descomposición.
Simultáneamente y en forma complementaria, se recomienda realizar el monitoreo
de frutos en busca de larvas de las moscas.
Trampa Mc Phail
Control químico
El control químico se realiza sobre la base de cebos tóxicos, utilizando como
atrayente compuestos de tipo azucarados o proteico (melaza de caña de azucar o de maíz).
Los tratamientos con insecticida más cebo se aplican cuando se detecta en las trampas la
presencia de una mosca en dos recuentos sucesivos, o varias moscas en un solo recuento.
No es necesario pulverizar el monte completamente, sino solo el sector noroeste
de la planta, haciéndolo árbol por medio o fila por medio,salvo en las cortinas
rompevientos y árboles perimetrales, en los que se aplica en ambos lados.
Control cultural
Es de gran importancia no dejar fruta sin cosechar, ya que puede constituir un
lugar de infestación. Por la misma razón, es importante recoger la fruta caída y enterrarla,
previo encalado, a más de 50 cm de profundidad. El control también debe efectuarse en
frutales hospederos cercanos a las fincas.
Ing. Agr. Carmen Minetti Ing. Agr. Victor Silva 104
PRODUCCIÓN FRUTÍCOLA
5º Año
Lucha autocida
Consiste en la introducción de machos estériles, que compiten con los machos
fértiles por aparearse con las hembras, como resultado de lo cual disminuye la presión de
la plaga.
Control legal
Este tipo de control se realiza a través del establecimiento de barreras
fitosanitarias.
Daños en hojas
Etiología.
El torque es causado por el hongo Taphrina deformans.
Manejo.
El control con fungicidas alcanza niveles de eficiencia del 95-98%, siempre que
los tratamientos se hagan oportunamente. Se recomienda realizar una aplicación
preventiva en otoño, al final de la caída de las hojas, y otra después de la poda invernal.
En años muy húmedos y en variedades muy susceptibles se recomienda una tercera
pulverización, a fines de invierno, al hincharse las yemas.