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Filosofía política: una breve introducción

Capítulo 1: ¿Por qué necesitamos la filosofía política?


Filosofía política: Investigación acerca de la naturaleza, las causas y los efectos del buen
y el mal gobierno.
Tres ideas de la disciplina:
- El gobierno afecta de gran manera a la vida de las personas, por lo tanto, no
podemos dar la espalda a la vida política como si no nos influyera.
- Debemos elegir y vigilar la labor de nuestros gobernantes.
- Podemos saber lo que distingue al buen y al mal gobierno, al igual que podemos
terminar por saber cuál es la mejor forma de gobierno.
¿Puede el SH verdaderamente afectar al gobierno? Según el evolucionismo del S.XIX
no, pues se basa en el progreso histórico. Para Marx esto tampoco era así, el creía que la
historia terminaría llevando de una forma u otra al comunismo y caída del gobierno.
Incluso ahora en el S. XXI hubo un movimiento fatalista que aseguraba que ahora todos
los países estaban sometidos a una economía global donde si no eras democrático y
liberal quedabas excluido, sin embargo todas estas teorías quedaron desmentidas por el
propio avance del tiempo.
Los filósofos políticos (FP) no suelen tener demasiada influencia a corto plazo, esto se
debe al cuestionamiento de las ideas políticas convencionales que mantiene la mayoría
de tanto gente normal como políticos, sin embargo, algunas obras como “Leviatán” de
Hobbes o “El contrato social” de Rousseau mantienen una gran influencia a largo plazo,
a medida que la sociedad se calma y avanza.
El auge de la filosofía política se da cuando la sociedad se encuentra ante un problema
que no pueden resolver de manera convencional.
Ahora bien, ningún FP tiene acceso a una verdad universal y superior que nadie más
puede alcanzar, sino que la diferencia se da en que en vez de hacer como un político
corriente, es decir, dar una serie de objetivos que alcanzar, se cuestiona dichos
objetivos, teniendo en cuenta que tan importantes o beneficiosos son en verdad, las
razones detrás de los mismo y cuales habría que priorizar o no, dando así un punto de
vista diferente y más abierto a la crítica y al cambio.
Aun así la Filosofía política no ofrece respuestas universales, esto se debe a que gran
parte de las cuestiones y soluciones presentes en una época cambiarán con el desarrollo
de la propia sociedad, que irá tanto abriendo nuevos caminos como cerrando los viejos.

Capítulo 2: Autoridad política


¿Es necesario en absoluto estados o, en general, autoridad política?
Actualmente el estado tiene más influencia en nuestras vidas que en cualquier otro
momento histórico, desde protección legal hasta un rígido código de normas a seguir y
una gran serie de prestaciones sociales. Esto ha llevado al surgimiento del problema de
la autoridad política, es decir el cuestionamiento del poder y las razones de este de las
diferentes instituciones políticas/estado. Esta autoridad política se define por dos
conceptos que actúan conjuntamente: la autoridad propiamente dicha, es decir que la
gente le reconoce el derecho a obligarles a actuar de cierta forma y la fuerza, es decir la
amenaza de sanción o sanción que recae sobre aquellos que no cumplen dichas reglas.
Anarquistas- “¿Hace falta la autoridad política?
Sí, es necesaria pues sin ella no habría confianza, y sin confianza no se podría establecer
una sociedad funcional, acabando en una guerra civil (Hobbes)
No, la sociedad puede funcionar a base de la formación de pequeñas comunidades
donde el conocerse entre todos y la naturaleza social del SH consigan establecer un
orden, tras eso se pueden establecer diferentes tratos entre diferentes pequeñas
comunidades. (Anarquistas comunitaristas) Este argumento falla por dos razones: la
enorme cantidad de personas que habitan ahora el planeta y la facilidad de movimiento
existente y los tratos complejos que derivarían en una serie de cuestiones de resolución
difícil y basada en una confianza no presente entre estas comunidades.
No, un grupo diferente de anarquistas considera que el libre mercado podría sustituir
efectivamente al estado, esto se debe a que el mercado es capaz de conseguir fácilmente
el trabajo conjunto de muchas personas y ofrece la mayoría de bienes y servicios, a
estos se les llama anarco-liberalistas. Este sistema se basa en la contratación de de los
servicios del estado (protección personal sobre todo) y la creación de un mercado
secundario de arbitraje para controlar dichos servicios. Sin embargo el libre mercado
lleva a la competencia y de esta competencia sin control alguno sobre todos los
servicios termina saliendo una empresa capaz de controlar e imponerse sobre el resto, es
decir, algo prácticamente igual al estado. Además se presentan en este sistema una serie
de problemas como la regulación de acceso a bienes habituales como aire fresco o agua
limpia.
Por lo tanto, ninguno de los anarquismos principales puede sustituir a la autoridad
política, sin embargo resta una pregunta, ¿por qué YO (el individuo único) debería
respetar dicha autoridad?
Ante esta pregunta se dan 3 principales respuestas:
- Por el castigo que uno recibe si no la respeta. Esta respuesta no convence pues
suena a tiranía y no es una respuesta muy convincente.
- Consentimos el estado, por lo tanto, debemos respetarlo. Esta se divide en dos
partes que tratan de explicar cómo es que consentimos el estado, por un lado está
el consentimiento forzoso, es decir, consentimos el estado porque es mejor que
la muerte o el mundo sin estado (Hobbes), otros lo justifican asegurando que nos
beneficiamos del estado con cosas sin las cuales no podríamos vivir y, por lo
tanto, lo estamos consintiendo, con todo, estas visiones llevan el consentimiento
a un extremo muy alejado del propio “Libre” consentimiento.
La segunda visión es el consentimiento por votación, es decir, al votar, estamos
indirectamente aceptando un estado, sin embargo, no aceptamos TODO lo que
hace el estado quedándose así esta respuesta en la necesidad de la autoridad
política.
- La tercer es la justicia, uno se beneficia de las diferentes ventajas que ofrece el
estado, al mismo tiempo, dichas ventajas son posibles gracias al resto de
ciudadanos que contribuyen, por esto lo justo es que cada individuo haga su
parte si bien la sociedad no caerá aunque no la haga. Esto puede llevar a uno a
plantearse hasta qué punto todos se benefician del estado de manera igualitaria,
la respuesta es que no tiene porqué ser así, simplemente tiene que darse en el
balance final una superioridad de las ventajas aprovechadas sobre los
impedimentos impuestos.
Aún así se contempla la posibilidad de romper dicha autoridad de ser necesario, es
decir, de que se dé una desobediencia civil: una protesta ilegal no violenta que a veces
se consiente como respuesta a una ley considerada como injusta o tiránica.

Capítulo 3: Democracia.
Opciones de buen gobierno:
- Rey con poder total (Hobbes): Falla al ser muy arriesgado, es decir, dejar toda tu
seguridad en las manos de una única persona no despierta confianza.
- Aristocracia (gobierno de los mejores): ¿Cómo se decide quienes son los
mejores? ¿Cómo se evita que los mejores no se guíen por el interés personal?
- Democracia: La ahora forma predilecta de gobierno y la entendida como la
mejor, ¿por qué? Por la igualdad total que se da en un principio que solo se
rompe si se dan razones justificadas y porque de esta manera el pueblo tiene el
poder de la autoridad política, pues es el pueblo el que decide al gobernante.
Con todo, esta forma de gobierno despierta dudas como, por ejemplo, la
cantidad de poder de participación que debería tener el pueblo, y es que en la
actualidad participa poco, en votaciones eventuales para decidir la cabeza del
gobierno y tiene la capacidad de ejercer cierta presión sobre los gobernantes.
Esto se debe a que sería imposible que toda la gente participara en todas las
decisiones políticas tomadas, principalmente, por una falta de tiempo para tal.
Ante esto se argumenta que porque no se votan simplemente las decisiones
generales que regulan el camino tomado por el gobierno. La respuesta es simple,
incapacidad intelectual, la persona común no está capacitada para
verdaderamente formar una opinión racional sobre el rumbo que un país debe
tomar.
Elementos a la hora de realizar una decisión política:
- Información fáctica sobre las consecuencias de cualquier elección posible.
- Las preferencias reales de aquellos a quienes dicha decisión influye.
- La justicia moral.
Sin embargo, en ninguno de estos tres elementos se puede ver una clara superioridad
intelectual del político medio, de hecho, se ha probado que el ciudadano medio, en
posesión de los medios que tiene el político puede desarrollarse tan bien como él.
Entonces, ¿por qué se ve está falta de conocimiento general en el ciudadano medio?
Porque actualmente el ciudadano medio no tiene interés en aprender sobre política, esto
se debe a la falta de incentivos para tal, es decir, el ciudadano promedio participa de
manera tan pequeña en la política que no siente necesario conocerla verdaderamente.
Se pasa ahora a la cuestión de la mayoría y la minoría, en concreto a cuando se debe
poner a la minoría por encima de la mayoría. Esta situación se considera como “justa”
en dos casos:
- Cuándo a la mayoría le afecta en poca medida lo votado o son menos “intensos”
en cuanto a la defensa de su posición.
- Cuándo en un grupo hay una mayoría permanente.
Esto se puede solucionar parcialmente de dos maneras:
- Mediante una constitución que proteja a dichas minorías.
- Mediante la creación de circunscripciones (órganos internos que se centren en la
ayuda a dichas minorías).
Ante todo, estas son solo soluciones parciales, que verdaderamente no terminan de
solucionar los problemas, la verdadera para controlar estos problemas consiste en la
búsqueda del diálogo entre ambos grupos y el respeto de la mayoría por los intereses de
la minoría, pero por qué debería la mayoría hacer esto, de nuevo, hay dos razones
principales:
- Por simple respeto a la igualdad política inicial entre ambos.
- Por un posible futuro en el cual uno mismo pase a formar parte de una minoría y
quiera ser escuhcado.

Capítulo 4: Libertad
El comienzo de la libertad personal se da en el S. XVI cuando la iglesia pierde el
monopolio sobre la vida religiosa, poco a poco se va consiguiendo más libertad religiosa
lo que termina llevando a la búsqueda de una libertad mayor, la personal.
A finales del S. XVIII y principios del XIX se da un fuerte movimiento romántico que
termina de sentar la idea en la mayoría de gente de que cada persona es un individuo
único en sí mismo, esto termina llevando a una exaltación de la libertad individual.
Pero ¿Qué es la libertad? La libertad puede definirse por el Nº de opciones que uno
tiene disponibles y su capacidad de decidir por una de ellas, también importa la calidad
de las opciones.
Cuando hablamos de “la capacidad de decidir por una de ellas” nos referimos a una
verdadera capacidad de elección, es decir, hasta qué punto si bien estamos en nuestro
libre derecho de hacer algo podemos verdaderamente elegir hacerlo o elegir hacer otra
cosa. Ante esto también se plantea la cuestión de hasta qué punto es el coste de algo un
impedimento para esa libertad de elección, por ejemplo, entendemos que alguien que
NECESITA hacerse una operación para curarse de una enfermedad, que si bien no
mortal si es crónica y genera grandes molestias, pero que no puede hacerlo por lo
costosa que es si ve su libertad afectad. Sin embargo alguien que quiera irse de
vacaciones pero no pueda hacerlo por la misma razón no diremos que ve su libertad
restringida (por lo menos en un primer momento), pues lo que se le ve impedido es un
lujo y no una necesidad.
Entendemos por “libertad positiva” la capacidad de tomar auténticas decisiones de entre
las opciones que se nos presentan, contrapuesta a esta la “libertad negativa” se entiende
como la disponibilidad de opciones no bloqueadas por factores externos al igual que el
hecho de tener a disposición varias opciones. Estas dos, muchas veces entendidas como
contrarias, deberían ser entendidas como complementarias, pues ambas son necesarias.
Ahora vamos a ver cuando no se da la libertad positiva, siendo principalmente tres
grandes grupos:
- Los adictos a algo, sea alcoholismo o drogadicción, estas adicciones impiden a
uno tomar una decisión verdaderamente libre, sobre todo si alguna de ellas
forma parte de la decisión a tomar.
- Cuando la elección es tomada o marcada por una fuerza externa, es decir, si una
chica está completamente controlada por su madre esta no tomaría sus propias
decisiones, el mismo caso se da en una decisión que fue tomada por presión
social. Esta es la que entendemos por libertad externa, y es algo que el gobierno
podría ser capaz de garantizar en gran medida.
- Cuando el individuo está fuertemente marcado por una ideología política, social
o religiosa. Esta, en contraposición a la anterior, es la libertad interna, y
justamente por ese hecho es imposible de garantizar. Sin embargo puede
“aumentarse” si se educa a los individuos bajo una visión crítica sobre los
principios normalmente entendidos y se les abre un abanico diferente de
posibilidades.
Se pasa ahora a hablar de los límites de la libertad, se considera necesario establecer
alguno debido a dos factores:
- Garantizar a todos la misma libertad externa.
- Diferentes necesidades globales las cuales, para ser controladas, necesitan ser
reguladas, como el cambio climático.
Sin embargo ¿Hay esferas de la libertad individual que nunca deberían ser restringidas?
Para Mill sí las hay, estas serían aquellas que solo afectan al agente, es decir, cosas
como la ropa que se lleva puesta, la dieta o la sexualidad son cosas que solo afectan al
propio individuo, si bien podrían ofender a alguien más para Mill una ofensa no es un
perjuicio, la ofensa no ataca o amenaza a alguien.

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