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Democracia es una forma de organización de grupos de personas, cuya característica predominante es que la

titularidad del poder reside en la totalidad de sus miembros, haciendo que la toma de decisiones responda a la
voluntad colectiva de los miembros del grupo.

En sentido estricto la democracia es una forma de gobierno, de organización del Estado, en la cual las
decisiones colectivas son adoptadas por el pueblo mediante mecanismos de participación directa o indirecta que
le confieren legitimidad a los representantes. En sentido amplio, democracia es una forma de convivencia social
en la que los miembros son libres e iguales y las relaciones sociales se establecen de acuerdo a mecanismos
contractuales.

La democracia se define también a partir de la clásica clasificación de las formas de gobierno realizada por
Platón primero y Aristóteles después, en tres tipos básicos: monarquía (gobierno de uno), aristocracia (gobierno
"de los pocos" para Platón), democracia (gobierno de la multitud para Platón y "de los más", para Aristóteles).
[1]

Hay democracia directa cuando la decisión es adoptada directamente por los miembros del pueblo. Hay
democracia indirecta o representativa cuando la decisión es adoptada por personas reconocidas por el pueblo
como sus representantes. Por último, hay democracia participativa cuando se aplica un modelo político que
facilita a los ciudadanos su capacidad de asociarse y organizarse de tal modo que puedan ejercer una influencia
directa en las decisiones públicas o cuando se facilita a la ciudadanía amplios mecanismos plebiscitarios. Estas
tres formas no son excluyentes y suelen integrarse como mecanismos complementarios.

hay algo que pueda mostrarse como producto revolucionario, como resultado del proceso político que vive el país, es la
elevación del nivel político ideológico del pueblo; incluso puede añadirse el mismo hecho de que los sectores jóvenes de
la población opositora fijan posición ante las circunstancias, independientemente de su pertinencia, contenido y
convicción. Por eso ya la gente discute y analiza, no se “comen los discursos” sin saborearlos. La aseveración anterior es
determinante para poder responder la pregunta de este artículo.

A mi juicio, partiendo de lo anterior, existen 6 razones, básicamente subjetivas, para afirmar que no es tan sencillo
revocar a los revocables. Analicémoslas.

1. Quienes promueven los revocatorios, afectos y no afectos, carecen de un programa político reivindicativo alternativo.
La gente percibe el “quítate tu pa’ poneme yo”. El discurso del grupo promotor del revocatorio y su argumento se queda
en resaltar lo que percibe como un mal gobernante, asumiendo que lo mismo piensa el pueblo, o peor aún, que el grupo
es la voz de la mayoría. Pero no presenta una propuesta, ni siquiera elaborada por el grupo, que de ser así, es también
un error político, porque la gente está formándose para construir su propia historia desde su realidad. Se trata pues de
la vieja y derrotada concepción partidista y puntofijista que aún sobrevive en los viejos líderes políticos y que se ha
reproducido en algunos nuevos, lamentablemente.
2. No existe una organización. Lo obvio es que se juntan intenciones revocatorias, se unen quienes quieren sustituir a los
revocados, incluso con posiciones ideológicas que en nada se parecen; no hay unidad ideológica ni menos política. Se
crean frentes de intereses circunstanciales cuyo único objetivo es salir del “mal gobierno y de los malos gobernantes”. La
historia de esos frentes la conocemos lo suficiente para saber que desaparecen al mismo tiempo que desaparecen las
circunstancias que explican su génesis. La gente ya no cree en esos frentes.
3. Los funcionarios a quienes se intenta revocar tienen meritos y aceptación popular. Es decir, no suman todo lo
negativo necesario para facilitar un proceso revocatorio; tienen oposición, eso es cierto, pero no la suficiente. Y otra
cosa: no necesariamente la mala percepción del gobernante es la misma sobre el gobierno que dirige.
4. Los procedimientos administrativos establecidos en la ley y por el CNE. La forma como la ley y el CNE trata al
revocatorio hace cuesta arriba cumplir con la recolección de las firmas necesarias: pocos centros y tiempo, reubicación
de ciudadanas y ciudadanos, etc.
5. Los revocatorios no son promovidos como resultado de la evaluación de la gestión de gobierno. Un verdadero
revocatorio debería responder al resultado negativo de la evaluación de la gestión de gobierno por el colectivo, no de
individuos o grupos interesados. Si un Alcalde, Gobernador o Concejal han realizado acciones dolosas, quien posea las
pruebas debe utilizar la vía jurisdiccional y no la del revocatorio, así está condenado al fracaso.
6. El grupo promotor asume que el posible revocado no se defenderá. Finalmente, una razón que no debe descuidarse
es que los revocables, como respuesta natural y lógica, asumirán la defensa de su gestión, aspecto éste que consolidará
su fuerza aliada.

Bajo estas condiciones y circunstancias el resultado del proceso revocatorio, que casi con seguridad será favorable para
los funcionarios a quienes se intenta revocar su mandato, no significa un triunfo para nadie; el resultado no hará mejor
la gestión de gobierno ni tampoco anulará las razones objetivas que mueven a solicitarlo. Lo único seguro es que
representa una gran prueba para la democracia y para el proceso de transformaciones políticas del país.

Con estas reflexiones no se pretende negar la figura del revocatorio, al contrario, la idea es repensarla para hacerla
viable y democrática, para legitimarla. Nosotros, pueblo, tenemos el deber de iniciar un debate sobre este tema; pensar
en mecanismos más expeditos como la evaluación de la gestión de gobierno por los Consejos Comunales en donde los
revocables tengan la oportunidad de rendir cuentas y el pueblo a pedirla, ambos de forma directa; pensar también en la
integración de los Consejos Comunales, de sus unidades contraloras, a fin de que, mediante esas formas organizativas,
puedan tomarse decisiones que vayan desde el reconocimiento a una buena labor, pasando por la sanción de hechos
dolosos y corruptos hasta el revocatorio del mandato, de lo contrario el revocatorio, con el tiempo, no será más que una
figura decorativa e inútil.

Para que esto sea posible es determinante la formulación de planes estratégicos comunitarios cogestionados; sin ellos
no hay manera de evaluar la gestión de gobierno. En esos planes deben quedar claros los objetivos y metas, los
proyectos y las responsabilidades de la comunidad y de las instituciones. Con esos instrumentos la evaluación se haría
anual, y no sólo para el funcionario público de elección popular, sino también para los propios miembros de los consejos
comunales.

“Lo alternativo en política”

Entrecomillo el título, porque fue la última editorial de “El Baifo”, revista alternativa canaria que ojalá regrese. Afirmaba
que “la política revolucionaria ya no la protagoniza ningún partido ni sindicato”. Tanto el domesticado movimiento
obrero y sus cenáculos sindicales como los partidos y sus comités, han sido superados por los movimientos sociales y su
“cobertura participativa”que niegan los tradicionales modelos político-sociales, y el redescubrimiento de la “democracia
directa practicada de forma natural…para cambiar las cosas a partir de lo concreto y cercano, de lo cotidiano, que
importa más cara a una mayor calidad de vida”.

Pacifismo, ecologismo, feminismo, libertad sexual, nuevo vecinalismo, liberación de los pueblos, medios de
comunicación alternativos, identidades culturales y nacionales –no estatales-, autogestión. Tras analizar el riesgo a la co-
gestión con el poder, denunciaba– respecto a los movimientos sociales-, “el intento de tomar cuerpo como una supuesta
“alternativa” a los partidos tradicionales, pero paradójicamente., utilizando sus mismos métodos (elecciones,
instituciones,…) quedando atrapados por el Sistema y convertidos en apéndices del mismo”. Este pensamiento lo vemos
ejemplificado en la irrupción de listas electorales que se han subido a la ola de los movimientos ciudadanos. Aunque
estas “marcas”, ni siquiera son los movimientos, sino diseños a sus espaldas. El trabajo de aquellos, evolucionados con
mucho sudor y trabajo a partir de una acción sociopolítica de décadas, es suplantado y desarticulado, por más que,
racionalmente, se intenten deslindar los campos social y político. Cosa imposible, pues los nuevos movimientos sociales
son, como tales, una nueva forma de hacer política. Encima la óptica tradicional coloca los organismos burocráticos en la
cúspide de la participación ciudadana, desbaratando la lucha popular. Es plausible la rebelión por la falta de credibilidad
y desconfianza hacia muchos políticos de turno, pero aquella termina como una nueva victoria de estos y sus formas
establecidas.

Decía además:“se calcan los comportamientos de las organizaciones jerárquicas, haciendo aparecer la casta de quienes
saben y la de los que sólo pueden hacer lo que indican quienes controlan la información” para añadir que “no existe aquí
nada que realmente supere al Sistema, sino que lo perpetúa, pues sus bases autoritarias se reproducen a pesar de que la
actividad que se pretenda generar intente ir contra él”, afirmando que “los rancios métodos de los partidos (zancadillas,
trepas, traiciones, dirigismo, asambleas controladas, ocultamiento de información…) toman cuerpo en los llamados
grupos alternativos, desdiciéndolos de tal apelativo”.El petit comité siempre está presente para que la férrea ley de la
jerarquía siga su curso, aunque sea disfrazada con carátula asamblearia o falsa democracia participativa. Lo alternativo
en política –terminaba- “habría de asentarse sobre unas bases morales que estén también radicalmente enfrentadas a
las formas de entender la actividad política en el Sistema”.

Independientemente de la buena fe de unos -que la hay- o el maquiavelismo oportunista de otros, no hay relación entre
movimiento ciudadano y agrupación electoral. Y menos el que aquél -sin riendas y plural-, forme parte de una opción
electoral. Es falso. Es mentira. Es un fraude. Es una falta de respeto a miles de personas luchadoras. Un repaso a las
hemerotecas, deja a las claras que buena parte de los protagonistas-dirigentes de este uso electoral de los movimientos
sociales y ciudadanos, son los mismos que en años anteriores pujaban por llegar a las Instituciones desde partidos de la
izquierda y derecha clásicas. Todo el derecho a presentarse a elecciones. Ninguno a arrogarse la representatividad de los
nuevos movimientos sociales. Estos se representan a sí mismos. Urge pues que esas cabras guanilas que un día abrieron
caminos, lo sigan haciendo. Esas personas anónimas de quienes no hablará nunca nadie. Las que de verdad, cambian el
mundo.

La honestidad es una cualidad de calidad humana que consiste en comportarse y expresarse con coherencia y
sinceridad, y de acuerdo con los valores de verdad y justicia. Se trata de vivir de acuerdo a como se piensa y se
siente. En su sentido más evidente, la honestidad puede entenderse como el simple respeto a la verdad en
relación con el mundo, los hechos y las personas; en otros sentidos, la honestidad también implica la relación
entre el sujeto y los demás, y del sujeto consigo mismo.

Dado que las intenciones se relacionan estrechamente con la justicia y se relacionan con los conceptos de
"honestidad" y "deshonestidad", existe una confusión muy extendida acerca del verdadero sentido del término.
Así, no siempre somos concientes del grado de honestidad o deshonestidad de nuestros actos. El autoengaño
hace que perdamos la perspectiva con respecto a la honestidad de los propios actos, obviando todas aquellas
visiones que pudieran alterar nuestra decisión.

En la filosofía occidental, Sócrates fue quien dedicó mayor esfuerzo al análisis del significado de la honestidad.
Posteriormente, dicho concepto quedó incluido en la búsqueda de principios éticos generales que justificasen el
comportamiento moral, como el Imperativo categórico de Kant o la teoría del consenso de Jürgen Habermas.
La representación proporcional o escrutinio proporcional plurinominal es un sistema electoral en el que el
porcentaje de votos que reciben los partidos políticos determina el número de escaños que les son asignados en
las asambleas legislativas o parlamento. Este sistema de representación se distingue del sistema de
representación directa porque casi todos los partidos políticos son representados en el cuerpo legislativo, sin
importar que no obtengan mayoría relativa en ningún distrito electoral. Por lo tanto, también se llama sistema de
representación plena.

Existen diversas formas de representación proporcional, como la representación proporcional con listas de
candidatos, en que los votantes votan por partidos políticos; los partidos presentan una lista de candidatos a los
cuales se les asignan escaños de acuerdo al porcentaje de votos que obtengan. En algunos países a este sistema
de elección se le ha denominado como Sistema de Cocientes y Subcocientes y es muy utilizado para la elección
de miembros de cámaras legislativas en muchos países. Otro sistema es el cociente Hare o voto único
transferible, el cual no depende de la existencia de partidos políticos. Algunos estados, como los Países Bajos,
combinan los dos aspectos. La mayoría de los países con democracias parlamentarias utilizan sistemas de
representación proporcional, aunque la mayoría de los países angloparlantes utilicen sistemas de representación
directa (salvo Sudáfrica, Nueva Zelanda, Irlanda, Escocia, Gales, Sierra Leona, Guyana y Sri Lanka). La
mayoría de los sistemas presidencialistas utilizan la representación directa, aunque algunos países
latinoamericanos, como Argentina y México, han implementado una combinación de los dos sistemas.

Antes se votaba por colores por ser una población analfabeta", agregó, la rectora Janeth Hernández, al referir
que el elector votaba pero no elegía / Indicó que la Ley Orgánica del Sufragio era modificada a conveniencia por
las cúpulas partidistas, para favorecer sus intereses personales

(VTV)

La personalización del sufragio para cargos nominales y representación proporcional de cargos por lista beneficia a todo
el electorado venezolano, puesto que, de acuerdo con la rectora principal del Consejo Nacional Electoral, Janeth
Hernández, hay una vinculación entre el elector y el elegido, lo cual permite el surgimiento de los líderes locales, así
como la promoción de la contraloría social.

Lo contrario sucedía entre los años 1961 y 1984 cuando el Congreso decidía la forma eleccionaria con la que tenía que
votar la población, siendo catalogadas como listas cerradas y bloqueadas, apuntó la funcionaria, invitada al programa
Despertó Venezuela, que transmite Venezolana de Televisión.

"Antes se votaba por colores por ser una población analfabeta", agregó, al referir que el elector votaba pero no elegía.

Así también acotó que Acción democrática y COPEI, eran los únicos partidos que se postulaban para los procesos
electorales, señalando que los electores eran llevados como borregos

Relató la funcionaria que en el año 1984 se inició un movimiento de intelectuales para reformar el sistema electoral e
instaurar en Venezuela la comisión presidencial para transformar el Estado.
Como de hecho ocurrió cuando novedosos partidos impulsaron junto con organizaciones vecinales y organismos
educativos, la representación proporcional personalizada por nombre y apellido, apoyada por Acción Democrática.

De igual modo, refirió que en septiembre de 1989 fue la primera vezque se reformó la Ley Orgánica del Sufragio,
paradójicamente 3 meses antes de un proceso electoral.

Mientras que de 1989 a 1998 hubo 8 modificaciones de la Ley Orgánica del Sufragio, decidiéndose dichos cambios cada
vez que había un proceso electoral municipal, regional y nacional, poniéndolos al servicio de los intereses personales.

Ley Orgánica de los Procesos Electorales que actualmente es discutida en la Asamblea Nacional, a juicio de Wilfredo Feo
Krischke, Secretario de Profesionales y Técnicos de Copei, comprometería seriamente la transparencia de los comicios.

"Es realmente preocupante la modificación planteada en relación a la observación tanto de los testigos de los partidos
políticos como de los observadores internacionales. De aprobarse lo que contempla el articulo que regula este aspecto,
se estaría retrocediendo e impidiendo una mayor garantía de pulcritud del proceso".

Feo considera que esta nueva ley "debe ser ampliamente debatida por todos los venezolanos y no como se ha hecho
hasta ahora, porque en la AN nos están dando un madrugonazo".

Sostuvo que la Asamblea Nacional en los últimos meses se ha dedicado a aprobar leyes sin cumplir con su obligación de
debatirlas ampliamente con todos los sectores de la sociedad, según reseñó nota de prensa.

"Sólo obedecen a la línea partidista, a los designios del gran jefe. Además, la nueva Ley Orgánica de los Procesos
Electorales que sustituirá la Ley del Sufragio y Participación Política, es de gran trascendencia, por lo que amerita el
concurso de todos los venezolanos y no del partido oficialista que seguramente tiene bajo la manga alguna sorpresita",
apuntó.

Feo considera que se deben activar los partidos, grupos y organizaciones políticas, el sector universitario, los gremios,
los electores, en fin, toda la sociedad venezolana para impedir que sean vulnerados los derechos ciudadanos.

"No podemos permitir que nos metan gato por liebre. Es inconcebible que se paralicen los procesos electorales
pendientes, que se pretenda desmejorar la participación de los testigos tanto de los partidos como el rol de los
observadores internacionales, entre otros aspectos, que van en desmedro de la transparencia que exige el proceso
electoral. Eso constituye un retroceso".

A juicio del Secretario de Profesionales y Técnicos de Copei la Asamblea Nacional debería recordar "que son los
representantes del pueblo, de las regiones, de los venezolanos, por lo que todo lo que hagan en nombre del soberano
tiene consecuencias en la vida nacional",

Es por esto que están obligados a debatir los proyectos de leyes, a recoger las inquietudes de los ciudadanos, "no como
han hecho hasta ahora, mediante un falso parlamentarismo de calle, en el que solo los miembros del PSUV participan, lo
cual deja por fuera a más de la mitad del país que no es tomada en cuenta por los diputados, lo cual constituye un
condenable acto de exclusión".
En sesión especial, la Asamblea oficializó el decreto del presidente Chávez que llama al 27 de febrero el Día de
la
Participación Protagónica del Pueblo. El presidente Chávez ha elogiado las palabras del periodista Eleazar Díaz
Rangel, quien fue el orador de orden

La Asamblea Nacional ratificó su reconocimiento del 27 de febrero de 1989 como el Día de la Participación
Protagónica del Pueblo y el hecho histórico que da origen a la Revolución Bolivariana, encaminada hoy a su
consolidación, 20 años después de los sucesos del Caracazo, bajo el liderazgo de Hugo Chávez Frías y con el
respaldo mayoritario del pueblo venezolano.

Así consta en el pronunciamiento de la AN en conmemoración de los 20 años de los acontecimientos del 27 de


febrero de 1989, mejor conocido como el Caracazo o el sacudón.

Este pronunciamiento fue leído por la diputada a la AN Desirée Santos Amaral, este sábado, en la sesión
especial del parlamento, efectuada en El Valle, que recordaba los 20 años.

Mediante este pronunciamiento, la AN reitera su compromiso “con lo cambios profundos que reclama el pueblo
venezolano rumbo a un mundo mejor, justo, igualitario, en paz, hacia la patria socialista, único camino para
reivindicar la lucha y el sacrificio de miles de compatriotas que fueron víctimas de la mayor represión que
registra la historia del país durante aquellos días de febrero y marzo de 1989″.

“Fue aquella estremecedora reacción de los venezolanos lo que ha hecho posible, a lo largo de estos 20 años, la
toma de conciencia para transitar la vía que nos conducirá a la liberación definitiva y a la consagración del
sueño bolivariano de dar al pueblo la mayor suma de felicidad posible”, señala el pronunciamiento.

La AN reitera la exhortación al Ministerio Público, a la Defensoría del Pueblo y a los tribunales competentes a
que concluyan las investigaciones y se sancione a los responsables de la masacre cometida contra el pueblo, ese
27 de febrero.

Se habla mucho en los últimos tiempos de la “responsabilidad social” como de una dimensión ética que toda
organización o institución debería tener como visión y promover en su actividad diaria. Hace buen tiempo que
el mundo empresarial ha acogido y desarrollado la idea, pero la reflexión acerca de la responsabilidad social
recién empieza a darse en el ámbito universitario. Quisiéramos en lo que sigue aportar una contribución al
nuevo debate, definiendo el concepto de modo no reduccionista, y sin caer en la trampa de plagiar la
definición empresarial de Responsabilidad Social (la Universidad no es, ni debe ser una empresa). También
quisiéramos fijar el "horizonte de radicalidad" si se puede decir, hacia el cual debería caminar todo esfuerzo
académico e institucional, si pretendemos practicar la Responsabilidad Social Universitaria de modo
responsable, y no como mera receta cosmética.1
1
El autor es profesor de filosofía en la PUCP y la Universidad Ruiz de Montoya. Especializado en temas de ética aplicada al
desarrollo, liderazgo y gestión organizacional, es además consultor en temas de Responsabilidad Social Universitaria en la Iniciativa
Interamericana de Etica, Capital Social y Desarrollo (BID), dirigida por Bernardo Kliksberg. Ha participado recientemente en el Foro
Internacional : “La formación en Etica para el Desarrollo y la Responsabilidad Social Universitaria” organizado por el BID y la
Universidad Autónoma de Nuevo León, en la ciudad de Monterrey (México). Es autor de un curso virtual “¿Cómo enseñar Etica,
Capital Social y Desarrollo en la Universidad?” para capacitar a docentes universitarios en estos temas. Dicho curso es iniciativa del
BID y se dicta desde el portal de la OEA.
Rendicion de cuentas

Es el deber legal y ético, que tiene todo funcionario o persona de responder e informar por la administración, manejo y
rendimiento de fondos, bienes y/o recursos públicos asignados y los resultados en el cumplimiento del mandato que le ha
sido conferido.

En estos tiempos un tanto caldeados de revolución y de promoción de una supuesta


ideología “socialismo del siglo XXI” que ha pretendido trastocar todo por no decir alterar,
desde la política de admisión, el rol y misión de PDVSA, el currículo de nuestros
muchachos y muchachas, pasando por las Fuerzas Armadas y los poderes públicos,
surgen voces disonantes, críticas y autónomas frente al poder omnímodo del presidente
Chávez. Esas voces tienen nombre y apellido son la Universidad pública, democrática y
autónoma y la iglesia católica venezolana.

Las cifras que continuamente leemos, analizamos y tratamos de interpretar con el apoyo
de la economía y la estadística nos revelan lo errado en varios ámbitos y cursos de
acción en que está sumergido el gobierno, ese curso errado no es nuevo, viene siendo
recorrido hace años y el pueblo venezolano al unisonó le viene indicando y diciendo al
gobierno entre otras cosas que fomente la inversión y no expropie, cree condiciones
para la productividad y la generación de empleo y mano de obra calificada en aéreas
estratégicas (telecomunicaciones, ciencia y tecnología, agro, turismo, construcción,
etc.), no conculque las libertades y derechos, como el cierre de RCTV, mire menos hacia
afuera en ese delirio continental y dedíquese a gobernar y solventar los graves
problemas que nos aquejan de forma cotidiana (desempleo, inseguridad, deterioro de la
salud y educación, etc.).

Frente a este cuadro que es crítico y naturalmente alarmante, casi obsceno, si asumimos
que Venezuela es un país petrolero, que se emborracha diariamente con su renta
petrolera sin que la misma permita que los venezolanos verdaderamente podamos vivir
mejor, podamos acceder a una mejor salud, una justicia expedita, imparcial y rápida,
tengamos una seguridad en nuestras ciudades, en nuestros campos, avenidas y
recintos, logremos un genuino desarrollo endógeno del que tanto cacarea el gobierno
pero que la cifras dejan claro que importamos la mitad de nuestros alimentos y demás
rubros y no fabricamos prácticamente nada.

En ese esquema y rotulo nefasto por el deterioro de nuestros estándares de vida, en el


que prospera el oropel, campea la corrupción, el enriquecimiento de la boliburguesia
bolivariana y la ineficiencia del aparato estatal se alza el papel que viene desarrollando
la iglesia católica venezolana, esa que padece y se debe a los pobres y más necesitados,
esa que socorre, que asiste en salud y educación básica, que lleva el evangelio a los
caseríos y se erige en factor de fe, unión y esperanza.

La otra institución que ha cumplido un papel relevante, loable y digno es la Universidad


venezolana. Nuestras universidades son las que han permitido en pocas décadas
cambiarle el rostro de precariedad a la sociedad venezolana y hacerla profesional,
competitiva, incluyente y con valores humanos. De tal manera que el gobierno no sólo
ha herrado, salió raspado el 2D, fue reprobado en la forma abrupta de imponer el
currículo bolivariano o el propio mecanismo de ingreso a la educación superior. Es hora
de sumar y no de restar, es hora de rectificar, cuestión que implica no sólo gobernar y
corregir con hechos y acciones, sino darle el trato justo que instituciones como la iglesia
o la universidad tienen frente a los atropellos y tratos del gobierno tropel que hoy nos
gobierna. En fin apostamos a lo bueno y naturalmente a Venezuela.

Por iniciativa del Centro Consultivo de Estudios y Documentación de Beirut y en colaboración con el Encuentro
Nacional de Apoyo a la Resistencia en el Líbano, la Campaña Internacional contra la Ocupación Estadounidense y
Sionista (Conferencia de El Cairo), el Foro Internacional Anti-imperialista y de Solidaridad entre los Pueblos
(Conferencia de Calcuta, India), y la campaña “Stop the War” (Londres), con la participación de alrededor de 450
grupos internacionales y árabes, así como de movimientos y figuras sociales de 66 países, el “Foro Internacional
de Beirut para la Resistencia, el Anti-imperialismo, la Solidaridad entre los Pueblos y las Alternativas” tuvo lugar
en el Palais UNESCO los días 16, 17 y 18 de enero de 2009.
 
Este foro coincide con los ataques terroristas y criminales lanzados por Israel contra los Palestinos en Gaza, en un
período cuando el mundo está enfrentando una crisis financiera, económica y política debido, esencialmente, a las
políticas de guerra y hegemonía. El foro tiene por objetivo reafirmar la posibilidad de construir un mundo
alternativo, basado en principios de respeto a la humanidad en su conjunto y en la defensa de los débiles y
oprimidos del mundo.
 
Principios y Derechos:
 
El Foro reafirma la importancia de adoptar los derechos siguientes en la construcción de un mundo alternativo:
 
          El derecho de los pueblos a la resistencia como un principio inalienable, una elección y una
condición básica para la libertad de los pueblos, y el rechazo a la imposición de la política de un
orden mundial, constituyen las únicas maneras para proteger los logros sociales.
 
          La resistencia contra la ocupación es una parte integral del combate de los movimientos
revolucionarios y liberales del mundo contra el imperialismo y el neoliberalismo, las políticas de
hegemonía y la militarización y destrucción de los logros sociales alcanzados a lo largo de más de
doscientos años de justa lucha.
 
          Reafirmación del derecho de los pueblos a la soberanía sobre sus recursos naturales y al manejo de
sus propios asuntos, basado en el principio de solidaridad entre los pueblos y en la creación de
alternativas que les permitan enfrentar la dictadura de los mercados y las políticas violatorias de
derechos que han sido adoptadas por algunas organizaciones financieras internacionales.
 
          El derecho de los pueblos a la soberanía alimenticia, a la salud y a la educación; derechos que
deben prevalecer sobre toda consideración comercial, aplicando prácticas democráticas deben a las
relaciones económicas.
 
          El rechazo al estereotipo intelectual y cultural, y el reconocimiento del derecho a las diferencias
intelectuales y religiosas.
 
          El desarrollo y la difusión del combate contra la globalización neoliberal, y la lucha por un mundo
con más solidaridad y humanidad, lo cual requiere del rechazo a la hegemonía de los grandes países
industriales y la construcción de otro eje entre el norte y el sur (América del Sur, la región árabe
islámica, Asia y África) para alcanzar unas relaciones políticas y económicas equitativas.
 
Resoluciones y recomendaciones:
 
Los participantes del Foro afirman su apoyo a la resistencia palestina y a la valentía de los ciudadanos de Gaza,
condenan a “Israel” por su terrorismo continuo, sus horrendos crímenes y violaciones de las normas y valores
humanos, y formulan un llamado a lo siguiente:
 
1- Imponer sanciones estrictas contra “Israel” incluyendo la ruptura de relaciones diplomáticas, la abolición de
convenios y el embargo total a la venta de armas a esa entidad.
 
2- Pedir a la Unión Europea el cese de toda colaboración económica, política y cultural con “Israel”, así como la
anulación de los convenios firmados con ella.
 
3- Apoyo al Presidente venezolano Hugo Chávez y al Presidente de Bolivia Evo Morales en sus decisiones
fundamentales de apoyo al derecho de los pueblos a la resistencia.
 
4- Rehabilitar la resolución de las Naciones Unidas Nº 3379 que considera al sionismo como una forma de
racismo y expulsar a “Israel” de las Naciones Unidas.
 
5- Organizar una conferencia internacional para documentar los crímenes de guerra, contra la humanidad y
contra el medio ambiente cometidos por “Israel”, y entregar a la justicia a sus líderes colectiva e
individualmente, en particular por sus crímenes en Gaza y en el sur del Líbano.
 
6- Apoyar a la resistencia libanesa y palestina en su lucha contra la ocupación sionista, así como a la
resistencia iraquí en su lucha contra la ocupación estadounidense.
 
7- Hacer un seguimiento y activar la opinión del Tribunal Penal Internacional sobre el Muro de Separación
construido en los territorios palestinos. 
 
8- Insistir en un seguimiento al Tribunal Internacional de Ciudadanos para procesar penalmente a los
criminales de guerra israelíes en los países europeos.
 
9- Crear una liga parlamentaria global para defender los derechos de los pueblos a la resistencia, a la
autodeterminación y a la resistencia contra la agresión; activando y ampliando los marcos parlamentarios
existentes e invitando a la inscripción de miembros.
 
10-   Creación de una red mediática para la verdad que tenga por objetivo la difusión de todas las
informaciones relativas a “Israel” y a sus crímenes en todos los idiomas posibles.
 
11-   Procesar a los países y compañías que vendan armas a “Israel” y llevar a todos sus líderes a la justicia,
además de a aquellos países que faciliten el tránsito de esas armas.
 
12-   Lanzar una campaña internacional para la reconstrucción de Gaza, el levantamiento del asedio a Gaza y la
liberación de todos los prisioneros.  
 
Los participantes aprobaron lo siguiente:
 
1-      El rechazo de los acuerdos y las políticas internacionales que permiten a las grandes compañías controlar
el mercado de alimentos.
 
2-      Resaltaron el hecho de que la pobreza y el hambre son esencialmente un asunto político que no puede
ser resuelto a menos de que nuevos principios sean adoptados en la gestión de los recursos naturales,
basándose en valores sociales, culturales y religiosos que ajenos a las consideraciones del mercado.
 
3-      Reafirmar la importancia de un comercio equitativo y de una amplia cooperación entre los países del sur.
 
4-      Establecer un marco de coordinación global entre las autoridades locales para promover el desarrollo y
fortalecer el apoyo mutuo durante períodos de agresiones y crisis.
 
5-      Enfrentar las pretensiones estadounidenses y sionistas de desvirtuar el derecho público internacional y los
derechos humanos, especialmente con respecto a las causas de los pueblos y su derecho a la
autodeterminación; protegiendo y ayudando a los movimientos de resistencia y rechazando su
clasificación como terroristas.
 
6-      Apoyar el derecho de Irán a desarrollar un programa nuclear pacífico, según los estándares
internacionales.
 
7-      Rechazar la política estadounidense basada en las amenazas de guerra, especialmente contra Irán, y que
apunta militar y económicamente contra Siria y Sudán.
 
8-      Reafirmar nuestro apoyo al pueblo iraquí en su lucha contra la ocupación y sus esfuerzos por preservar la
unidad y la libertad del país y la liberación de todos los presos.
 
9-      Apoyar el derecho del pueblo afgano de combatir contra la NATO y la ocupación estadounidense, y su
derecho a la libertad y a la autodeterminación.
 
10-  Efectuar un llamado por el levantamiento del bloqueo a Cuba y la liberación de los cinco cubanos
detenidos en cárceles estadounidenses; y detener los ataques contra Venezuela y los movimientos de
liberación en América.
 
11-  Promover la mayor asistencia posible a la Segunda Conferencia de Durban II, que se efectuará en abril de
2009 en Ginebra, y a la Conferencia de El Cairo que se realizará a finales de marzo de 2009.
 
12-  Los participantes están comprometidos en convertir el Foro Internacional de Beirut en un evento
periódico.

SUMARIO: 1. Introducción: Igualdad en la ley e igualación social 2. Precisiones terminológicas 3. Normas de


fuente internacional. 4. Regulación en el ordenamiento jurídico interno: 4.1. Constitución de la República. 4.2.
Ley Orgánica del Trabajo. 4.3. Ley de Igualdad de Oportunidades de la Mujer. 4.4 Ley sobre la Violencia contra la
Mujer y la Familia; y 4.5. Reglamento de la Ley Orgánica del Trabajo. 5. Repercusiones en el ámbito de la relación
de trabajo. 6. Conclusiones.

1.    Introducción: Igualdad en la ley e igualación social.

Con el devenir del tiempo, los principios democráticos y las consecuenciales garantías ciudadanas -por todos,
la libertad de pensamiento y expresión, el derecho al resguardo de la intimidad, la prohibición de
discriminaciones, etc.- tienden a virtualizarse en todos los espacios de la sociedad, traspasando los límites del
ámbito privado de las relaciones jurídicas y, por tanto, integrándose en los contenidos de las interacciones
entre los particulares.

Esta tendencia expansiva de los derechos del ciudadano en una sociedad democrática, les garantiza vigencia
-igualmente- en la esfera de la empresa (ciudadanía en la empresa) (01), constituyéndose, en consecuencia,
en "límites infranqueables que al empresario no le es dable desconocer (a pesar de la subordinación a la cual
se encuentra sometido el trabajador) en uso de su poder de dirección" (02).

De este modo, resulta de particular interés -habida cuenta el tema objeto de análisis- lo relativo al principio de
igualdad y no discriminación -por razón de sexo, de modo específico- en la esfera de las relaciones de trabajo:
En el estadio actual de la conciencia jurídica universal, la igualdad entre los hombres es la regla y la
desigualdad, admisible sólo cuando se fundare en causa compatible con el concepto de dignidad de la
persona humana, la excepción (03). Ello justifica entonces las reglas jurídicas que prohiben dar relevancia a
ciertas diferencias naturales o culturales existentes entre los hombres, tales como la raza, el color, el sexo, la
lengua, la religión, etc. El enunciado es el principio de igualdad en la ley o no discriminación, definido pues
como "la exigencia de que en una norma o conjunto de normas jurídicas generales no hayan distinciones
fundadas en criterios de relevancia, cuya utilización está prohibida por normas constitucionales, legales,
reglamentarias, consuetudinarias, o bien, por principios jurídicos suprapositivos" (04).

Sin embargo, es de destacar que el principio de igualdad en la ley no resulta idóneo -en sí- para afrontar los
tratamientos peyorativos o discriminatorios que, de modo sistemático (05), afectan a ciertos grupos de la
sociedad y que, por contra, exigen de acciones orientadas a propiciar su igualación social, incluso mediante la
incorporación normativa de diferencias a favor de dichos grupos socialmente marginados.

Es -precisamente- en atención a lo expuesto, que la prohibición de discriminaciones fundadas en el sexo en el


ámbito de las relaciones de trabajo no se restringe -como pudiere apreciarse prima facie- a la mera
interdicción de diferencias entre los trabajadores por dicha razón sino que, por el contrario, debe ser
concebida "como una prohibición tendente a terminar con la histórica situación de inferioridad en que, en la
vida social y jurídica, se habría colocado a la población femenina, que en el aspecto laboral, se traduce en
dificultades específicas de la mujer para el acceso al trabajo y su promoción dentro del mismo. De ahí que las
medidas protectoras de aquellas categorías de trabajadores que están sometidos a condiciones
especialmente desventajosas para el acceso al trabajo y permanencia en el mismo, no podrán considerarse
opuestas al principio de igualdad, sino, al contrario, dirigidas a eliminar situaciones de discriminación
existentes" (06).

Como se observa, al lado del principio de igualdad y la prohibición de discriminaciones, que responden a dos
modos -en sentido positivo y negativo, respectivamente- de aludir a una misma idea, se encuentra el principio
de igualación social o de compensación de las desigualdades sociales. La igualdad -como quedó dicho- se
concretiza a través de la prohibición de las discriminaciones fundadas, básicamente, en la raza, el credo, la
condición social y el sexo, e involucra el rechazo de las diferencias o tratos peyorativos que se funden en
criterios de referencia incompatibles con el ordenamiento jurídico. Por su parte, el imperativo de igualación
social supone una actitud menos "neutral", implica la percepción de desigualdades efectivas, preexistentes o,
por lo menos, potenciales o latentes y, en consecuencia, impone una conducta activa -más que la inhibición u
omisión intrínseca del principio de igualdad: abstenerse de diferenciaciones indebidas-, tendente a facilitar la
progresiva "igualación" de los grupos sociales históricamente marginados. En otros términos, la igualación
social supone una discriminación inversa -por justa-, una "acción afirmativa", tendente a superar las
desventajas sociales que padecen individuos que integran determinados colectivos (07).

Lo expuesto resulta relevante en el contexto de nuestro ordenamiento jurídico, toda vez que en el Preámbulo
de la Constitución de la República (CRV) se establece como propósito específico "mantener la igualdad social
y jurídica, sin discriminaciones derivadas de raza, sexo, credo o condición social". Esta última norma es
reiterada luego en su artículo 61 ("no se permitirán discriminaciones fundadas en la raza, el sexo, el credo o la
condición social").

De otra parte, los referidos criterios en cuya atención se prohiben las discriminaciones (raza, sexo, credo y
condición social) revelan la convicción del constituyente de 1961 que las desigualdades existentes o
potenciales encontrarían, fundamentalmente, su origen en aquéllos (y no en otros). Ello no significa que
estamos ante un numerus clausus (08) sino que la acción legislativa y las medidas del Estado tendentes a la
"igualación" de los grupos sociales deben orientarse -en primer término- hacia aquellos que pudieren resultar
afectados, precisamente, por las razones expuestas. Son las mencionadas a texto expreso, en definitiva, las
que ora por reales o preexistentes, ora por repudiables al comprometer la dignidad humana, le merecieron
especial atención al constituyente y, por tanto, deben "encabezar" la agenda del Estado en su lucha por la
igualación social.

Finalmente, el principio de igualdad exige la supresión de aquellas normas jurídicas que, bajo una pretendida
tutela de la mujer, preservan su discriminación en el mercado de trabajo. Ello resulta especialmente complejo
entre nosotros a la luz de la directriz -de rango constitucional- que ordena la (hiper) tutela de la mujer
trabajadora, pues mereciendo la protección general de todo trabajador ("el trabajo será objeto de protección
especial...", Artículo 85 CRV), se le reconoce luego -en el propio texto constitucional- una más intensa
protección: "la mujer trabajadora (...será) objeto de protección especial" (Art. 93 CRV).

En este sentido, aquellas normas jurídicas que tiendan -por ejemplo- a reducir la jornada de trabajo de las
mujeres o proscribir -para éstas- la ejecución de determinadas actividades en el seno de la empresa, en lugar
de virtualizar el principio de igualación social, conducen a entronizar los valores sociales y las creencias
culturales que han sustentado la discriminación de la mujer en el mercado de trabajo, fundados en su
debilidad física, su hipertrofiada sensibilidad o las obligaciones familiares que le corresponde asumir.

Es en este contexto que el denominado acoso u hostigamiento sexual -término en boga en los últimos años-
se perfila -desde su origen (09)- como una expresión de la discriminación por razón de sexo (10).
Recientemente le ha merecido regulación a nuestro derecho positivo: primero, por parte de la Ley de Igualdad
de Oportunidades de la Mujer, luego, con mayor rigor técnico, en la Ley Sobre la Violencia Contra la Mujer y la
Familia y, por último, el Reglamento de la Ley Orgánica del Trabajo; lo cual -en sí mismo- evidencia el interés
y oportunidad que reviste el análisis del tema.

Por tal virtud, las próximas líneas estarán dirigidas a precisar el alcance y contenido de la noción acoso u
hostigamiento sexual, establecer sus precedentes internacionales, comentar brevemente el régimen jurídico
imperante en Venezuela y, por fin, sus principales efectos en la esfera de las relaciones de trabajo.

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