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Cómo recibir el perdón de Dios

Nos gusta pensar que somos buenos y justos, pero en nuestro interior
sabemos que cometemos errores e injusticias. Mentimos y causamos
dolor a otros por causa de nuestro egoísmo. La Biblia llama a
esto pecado, errar en el blanco, vivir separados de Dios. Sin embargo, él
ha provisto la manera de reconciliarnos para restaurar nuestra relación
con él. En la Biblia encontramos pasajes inspiradores que nos hablan del
perdón de Dios y nos dicen cómo recibirlo.

¿Cómo se recibe el perdón de Dios?


1. Confesar los pecados
Si confesamos nuestros pecados, Dios, que es fiel y justo, nos los perdonará y nos limpiará
de toda maldad.
(1 Juan 1:9)

Lo primero es expresar y reconocer las cosas malas que hemos hecho,


decirlas a Dios. Él conoce todo y ya lo sabe. Pero nosotros necesitamos
aceptar en humildad delante de él que le hemos fallado y que hemos
hecho cosas que van en contra de su deseo para nosotros. Este paso de
confesión abre la puerta para que su perdón fluya y nos alcance.

Dios nos limpia de toda maldad. No hay absolutamente nada que


podamos confesarle que él no pueda perdonar. Su amor y su perdón
alcanzan y cubren cada rincón de nuestro corazón.

2. Arrepentirse
El Señor no tarda en cumplir su promesa, según entienden algunos la tardanza. Más bien, él
tiene paciencia con ustedes, porque no quiere que nadie perezca, sino que todos se
arrepientan.
(2 Pedro 3:9)

No basta con confesar y reconocer las cosas malas que hemos hecho.
¡Necesitamos arrepentirnos! Cuando nos arrepentimos expresamos el
dolor que nos causa ver los errores que hemos cometido y eso nos
impulsa a hacer los cambios necesarios para comenzar a actuar como
Dios quiere.
Dios desea que todos nos arrepintamos, que reconozcamos que le
necesitamos en nuestra vida. Quiere que nos reconciliemos con él y le
recibamos como Señor y Salvador. Él no desea que ningún ser humano
pase la eternidad lejos de él. Por eso espera con paciencia nuestro
arrepentimiento.

3. Creer en Jesús

Luego debemos creer en Jesús porque solo en


él tenemos salvación. Necesitamos creer que
Jesús es Dios, que a través de su muerte en la
cruz y su resurrección somos salvos y
reconciliados con Dios.

Es importante expresar con nuestra boca la


certeza que hay en nuestro corazón. Debemos
confesar que Jesús es el Señor. Decidimos
pasar el señorío de nuestra vida a él. Ya no
hacemos más lo que queremos, no vivimos para
satisfacer nuestro ego. Él es el Señor y le
obedecemos porque nos ha transformado y ha dado sentido real a
nuestra vida.

El resultado del perdón de Dios


1. Salvación

No merecemos ser salvos y perdonados, rescatados


del poder del pecado. Pero Dios nos lo concede de
todas formas. No somos salvos por lo que hacemos.
Somos salvos por lo que Jesús ya hizo por nosotros.

2. Dicha
Dichoso aquel a quien se le perdonan sus transgresiones, a quien
se le borran sus pecados.
(Salmo 32:1)

¡Qué gozo más grande trae el perdón! Hay gran alegría y libertad en saber
que somos hijos de Dios. Nuestros pecados ya no cuentan, Dios los borró
para siempre.
3. Amor
Por esto te digo: si ella ha amado mucho, es que sus muchos pecados le han sido
perdonados. Pero a quien poco se le perdona, poco ama.
(Lucas 7:47)

El perdón de Dios llena nuestro corazón de gratitud y de amor hacia él.


Ese amor será evidente a los demás y se manifestará en acciones que
exalten a Dios y muestren que hemos sido transformados por él.

4. Nuevo comienzo
Tan lejos de nosotros echó nuestras transgresiones como lejos del oriente está el occidente.
(Salmo 103:12)

Cuando Dios nos perdona él decide no tomar en cuenta nuestros


pecados. Cristo llevó nuestros pecados en la cruz y nos concede la
oportunidad de un nuevo comienzo, una nueva vida guiada por él

¿Cómo recibo el perdón de Dios?


Hechos 13:38 declara, "Sabed, pues, esto, varones hermanos: que por medio de él se os
anuncia perdón de pecados."

¿Qué es el perdón y por qué lo necesito?

La palabra "perdonar" significa hacer borrón y cuenta nueva, absolver, cancelar una deuda.
Cuando le hacemos daño a alguien, buscamos su perdón a fin de restaurar la relación. El
perdón no es otorgado debido a que la persona merezca ser perdonada. Nadie merece ser
perdonado. El perdón es un acto de amor, misericordia y gracia. El perdón es una decisión
de no guardar rencor a otra persona, pese a lo que le haya hecho.

La biblia nos dice que todos necesitamos el perdón de Dios. Todos hemos cometido
pecado. Eclesiastés 7:20 declara, "Ciertamente no hay hombre justo en la tierra, que haga el
bien y nunca peque". 1 Juan 1:8 dice, "Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos
a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros". Todo pecado es a la larga un acto de
rebelión en contra de Dios (Salmos 51:4). Como resultado, necesitamos desesperadamente
el perdón de Dios. Si nuestros pecados no son perdonados, pasaremos la eternidad
sufriendo las consecuencias de nuestros pecados (Mateo 25:46; Juan 3:36).

Perdón – ¿Cómo lo obtengo?


Afortunadamente, Dios es tierno y compasivo. ¡Está ansioso de perdonar nuestros pecados!
2 Pedro 3:9 nos dice que Dios es, "...paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno
perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento". Dios desea perdonarnos, así que ha
hecho provisión para nuestro perdón.

El único castigo justo por nuestros pecados es la muerte. La primera parte de Romanos 6:23
declara, "Porque la paga del pecado es muerte...". La muerte eterna es lo que hemos
ganado por nuestros pecados. Dios, en Su plan perfecto, se hizo hombre en la persona de
Jesucristo (Juan 1:1, 14). Jesús murió en la cruz, llevando el castigo que merecíamos – la
muerte. 2 Corintios 5:21 nos enseña, "Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo
pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él". ¡Jesús murió en la cruz,
llevando el castigo que merecíamos! Siendo Dios, la muerte de Jesús proveyó el perdón por
los pecados del mundo entero. 1 Juan 2:2 proclama, "Él es la propiciación por nuestros
pecados; y no solamente por los nuestros, sino también por los de todo el mundo". Jesús
resucitó, proclamando Su victoria sobre el pecado y la muerte (1 Corintios 15:1-28). Gloria a
Dios que, a través de la muerte y resurrección de Jesucristo, la segunda parte de Romanos
6:23 es verdad, "...mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro".

¿Quiere que sus pecados sean perdonados? ¿Tiene un persistente sentido de culpa que no
parece desaparecer? El perdón de sus pecados está disponible si usted pone su fe en
Jesucristo como su Salvador. Efesios 1:7 dice, "En quien tenemos redención por su sangre, el
perdón de pecados según las riquezas de su gracia". Jesús pagó la deuda por nosotros para
que pudiéramos ser perdonados. Todo lo que usted tiene que hacer es pedirle a Dios que le
perdone a través de Jesús. Si usted cree que Jesús murió para pagar por su perdón
entonces ¡Él lo perdonará! Juan 3:16-17 contiene este maravilloso mensaje, "Porque de tal
manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en
él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para
condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él".

Perdón — ¿Es en realidad así de fácil?

¡Sí, es así de fácil! Usted no puede ganar el perdón de Dios. No puede pagarle a Dios por Su
perdón. Usted solo puede recibirlo por la fe, por medio de la gracia y misericordia de Dios.
Si usted desea aceptar a Jesucristo como su Salvador y recibir el perdón de Dios, aquí está
una oración que usted puede hacer. Hacer esta oración o cualquier otra, no va a salvarlo. Es
solamente el confiar en Jesucristo lo que le puede librar del pecado. Esta oración es
simplemente una manera de expresar a Dios su fe en Él, y agradecerle por proveerle Su
perdón. "Dios, sé que he pecado contra ti y merezco el castigo. Pero Jesucristo tomó el
castigo que yo merecía, de manera que a través de la fe en Él yo pueda ser perdonado.
Pongo mi confianza en Ti para la salvación. ¡Gracias por Tu maravillosa gracia y perdón!
¡Amén!".

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