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Sección: 1600
Universidad Nacional Autónoma de Honduras | CIUDAD UNIVERSITARIA | Tegucigalpa M.D.C. Honduras C.A
Análisis y Reflexión sobre la estructura subjetiva de la Norma
Proporcionar un concepto de norma es un tanto complejo, por lo que se darán a conocer
varias expresiones del tema, dadas por diversos autores, con el fi n de vincular el
conocimiento y significado de la palabra norma con los demás apartados del presente.
En el concepto vertido por García Máynez; la palabra norma suele usarse en dos sentidos:
uno amplio y otro estricto: lato sensu se aplica a toda regla de comportamiento, obligatoria
o no; stricto sensu corresponde a la que impone deberes o confiere derechos. A las que
tienen carácter obligatorio, o son atributivas de facultades, les damos el nombre de normas.
Estas imponen deberes o conceden derechos.
Por parte de Austin, toda norma es un mandato general, y que una persona está obligada si
es susceptible de ser sancionada en caso de desobedecerla.
Es un mandato concebido como la expresión del deseo o voluntad de un individuo de que
otro individuo haga o deje de hacer algo, expresión acompañada de la amenaza de un daño
o mal para el caso de que no se satisfaga el deseo expresado.
Para Kelsen, la norma es el sentido de un acto que se dirige intencionalmente a la conducta
de otro. Si a ese acto se le caracteriza como un acto de voluntad, puede designarse al deber
ser como el sentido del querer. El sentido de un querer que se dirige a la conducta de otro
solo puede ser descrito de la siguiente manera: el otro debe comportarse de cierto modo.
Por lo que la palabra deber, no solo ha de entenderse que al otro se le ordena cierto
comportamiento, sino que a él se le permite determinada conducta o que se le autoriza a
cierto comportamiento destinado a establecer normas, es decir, que le confi ere el poder de
realizar actos cuyo sentido son las normas.
ser la norma un deber ser, este se designa como su validez, la cual intuye que un individuo
debe comportarse de la manera que cita la norma, por lo que la validez de la norma
constituye su experiencia específica. Kelsen, a contrario sensu de Austin, el cual identifica la
norma como un mandato, nos dice que no puede identificarse con este, toda vez que el
mandato existe mientras pueda comprobarse la existencia de la voluntad correspondiente
ylas normas jurídicas son válidas aunque una voluntad no pueda determinarse como
existente o no.
En el caso de Herbert Lionel Hart, por su parte distingue la existencia de dos tipos de
normas: primarias y secundarias,siendo las primeras las que imponen obligaciones, mientras
que las secundarias confi eren potestades.
De esta clasifi cación se hablará más adelante en el apartado IV para Alf Ross, una norma es
una directiva que se encuentra en relación de correspondencia con ciertos hechos sociales.
Esta correspondencia se refi ere a cierto grado de efectividad. Continuando con dicho
autor,las normas jurídicas pueden ser divididas en dos grandes grupos, a saber: normas de
conducta y normas de competencia.
Dentro del primer grupo, se incluyen aquellas normas que prescriben una cierta línea de
acción, y el segundo grupo contiene aquellas normas que crean un poder, una autoridad.
Son directivas que disponen que las normas que se crean de conformidad con un modo
establecido de procedimiento serán consideradas normas de conducta.
Para Rafael De Pina, la norma jurídica es una regla dictada por legítimo poder para
determinar la conducta humana.
De los anteriores conceptos, es difícil quedarse con un significado de norma, ya que al analizar
a cada uno de los autores mencionados, se pueden apreciar elementos importantes en cada
definición, no obstante es dable señalar que la norma es una regla que condiciona la conducta
de los individuos, se establece de manera imperativa y, para que llegue a convertirse en
jurídica, se lleva a cabo a través de un sistema de adopción, que es la creación de leyes por el
órgano competente para su incorporación al sistema jurídico.
Es decir, existe un proceso para lograr su adopción e incorporación, así como la aceptación de
dicha norma en el sistema, a través de su linaje, el cual deviene de un órgano superior. En
conclusión, la norma es creada por el ser humano para verificar y delimitar la acción, así como
sujetar y establecer límites, fronteras, contornos, etc., con el fi n de lograr un equilibrio
dentro de la sociedad y un respeto entre los individuos como entes sociales.
1. Resúmenes y Vocabularios
En derecho del mundo de ser se integra con factores de tipo históricos, social,
psicológicos, políticos y moral que inciden en la creación, aplicación y extinción de
las normas jurídicas. Las denominadas fuentes reales del derecho, entendidas como
los factores y elementos que condicionan la existencia de las normas jurídicas, son
parte del mundo del ser del derecho. Si una vez que existen dichas normas jurídicas
las concebimos como “un sistema de reglas de la vida social que tienen validez
efectiva” también se considerará al derecho en su ser.
Desde el estricto punto de vista de la doctrina jurídica, el mundo del deber ser se
refiere al aspecto ideal de las normas, o sea, como deber ser, una norma es un
enunciado que prescribe aquello que debe ocurrir y no lo que efectivamente
reconocen los seres humanos como una norma, actualizada por sus conductas real.
Cómo deber ser, una norma es un juicio que confiere el carácter de actos jurídicos
(o antijurídicos) a ciertos hechos y es producida a su vez por otros jurídicos.
Cuando se afirma “se ha cometido un fraude, se ha casado una pareja o sea celebrar
un contrato” esto quiere decir que determinamos hechos sensibles han sido
revestidos de una significación jurídica, en virtud de que una proposición jurídica
referida a ellos se ha interpretado de tal modo que se atribuye al hecho cierta
cualidad jurídica. De esta manera, el deber ser jurídico no significa ahí otra cosa
que una categoría relativamente apriorística para el conocimiento del material
jurídico empíricamente dado. La proposición normativa, que funge como un ente
que data de significación jurídica a determinado hecho social, constituye el mundo
del deber ser, considerado con total independencia del hecho social mismo y de la
voluntad que lo genera.
El mundo del deber ser no es fenoménico como el del ser, sino espiritual e ideal;
como tal, es objeto no de un conocimiento explicativo como los hechos fácticos,
naturales o sociales, sino de un conocimiento.
Las normas de trato social tienden a regir las relaciones de los miembros de ciertos
grupos sociales, como los saludos entre los nobles, los festejos con motivos de
anotaciones de puntos entre los deportistas e incluso el uso de lenguaje diverso del
común de la sociedad. Lo aquí dicho no obsta para sostener que existen normas de
trato social generalizado, como los hábitos alimentarios o de vestido.
Las obligaciones derivadas de las normas de trato social se respetan como las de
cualquier otra norma, gracias a que el sujeto atribuye un valor a la conducta exigida,
valor que ha sido producto de la educación y sus diversos niveles juntos en caso de
incumplimiento a lo exigido por la norma, el sujeto infractor será objeto de una
sanción, no determinada previamente, como en el caso del derecho.
Hoy día la fuerza conformadora que revisten las normas de trato social en las
sociedades de tipo occidental es muy importante, aun cuando el objetivo del
derecho en un Estado de derecho de regular sin limitaciones toda la vida social.
Los diez mandamientos se dividen en los referentes al amor hacia Dios, que son los
tres primeros, y el amor hacia el prójimo, que son los siete restantes, cada
mandamiento alude a prácticas concretas de la vida cotidiana de las personas.
Uno de los mandamientos de Dios más relevantes hoy en día, pues se refiere a la
práctica diaria de los creyentes en sus relaciones familiares y personales. Los
progenitores son la base de la pirámide de la vida de un cristiano, pues son los
primeros en educarles con amor para seguir el buen camino de Dios, motivo por
el cual merecen todo el respeto y el amor.
5.- No matarás
El asesinato va contra los preceptos del buen comportamiento que ha dictado Dios,
por lo que este acto, así como otros actos de violencia, se consideran pecado. Cabe
recordar que para los cristianos la vida es el regalo más preciado de Dios a los
mortales, por lo que no está en nuestras manos arrebatársela a nadie.
Este mandamiento apela los actos sexuales de las personas fuera del matrimonio y
la deslealtad hacia el cónyuge. Ya que el matrimonio es un contrato en el cual se
involucran libre y voluntariamente dos individuos con el objetivo de formar un hogar
para cooperar en la producción e intercambio de bienes dentro del propio hogar,
con bienes adquiridos en el mercado y el tiempo de los miembros, buscando
maximizar el bienestar de la familia en su conjunto.
7.- No robarás
El robo está duramente condenado, ya que se parte de la idea de que el fiel que
comete robo no está tratando de forma justa a sus hermanos. Lo mismo sucede con
la palabra, ya que los cristianos consideran que prometer algo y no cumplirlo es
inadmisible a ojos de Dios.
8.- No mentirás
El octavo mandamiento alude a que debemos ser honrados y no mentir ni dar falso
testimonio para beneficiar nuestro interés propio y/o hacer daño a los demás.
“Teme a Dios y guarda sus mandamientos; porque esto es el todo del hombre”
Ejemplo:
Me gusta la carrera de Derecho, Algo bueno de ser abogado es que realizas una
función social, el Derecho no es únicamente el aspecto penal, el campo del Derecho
es muy amplio y tiene muchas ramas: Civil, Laboral, Administrativo, Fiscal,
Amparo,
Agrario, etc., además está en constante evolución conforme el saber humano
avanza. Por ejemplo, con lo de la pandemia COVID 19, esto nos adelantó a nuevas
tecnologías y así poder entender y comprender su aplicabilidad, esto origina que un
buen abogado se mantenga en constante estudio y actualización. En lo particular, lo
malo es que no siempre se entiende debidamente el papel del abogado y se tiende
a demostrarlo. Mucha gente tiene el concepto del abogado corrupto y ladrón, pero
cuando tiene un problema legal no dudan en buscar a un abogado. De igual
manera, la competencia profesional tiende a que se reduzca el monto de los
honorarios que se cobran por asunto, e incluso a que se proporcionen asesorías
gratuitas, lo que repercute en que no se valoren correctamente tus conocimientos ni
los esfuerzos que hiciste para adquirirlos. Para mí un abogado debe ser un buen
profesional, especialista, ser cercano al cliente y muy empático. No solo la
profesionalidad importa, también el factor humano, ya que normalmente el cliente
pasa por un momento delicado.