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La acción representa un fundamento de la facultad reconocida a los individuos para exigir la intervención
del Estado a través de sus órganos jurisdiccionales para solucionar sus conflictos jurídicos. La acción civil
es un derecho reconocido que opera como el medio de acceso con que cuenta una persona para iniciar un
trámite ante cualquier tribunal civil, esto es, iniciar un proceso judicial ante la jurisdicción civil a través de
la imposición de una demanda.
Personales. Cuando la pretensión es iniciada por una persona determinada, esto es, cuando la
acción se genera por la obligación que existe entre actor y demandado. Este tipo de acciones se
ejercitan solamente contra el deudor de la obligación, quien deberá dar cumplimiento a dicha
pretensión; se extinguen con el cumplimiento de la obligación y no imponen preferencias de ninguna
especie en cuanto al crédito o la obligación cuya satisfacción se persigue.
Reales. Tienen por objeto garantizar un derecho real, es decir, en las que el demandante ejercita
para reclamar o hacer valer un derecho caracterizado por representar un poder jurídico sobre algún
bien, con plena independencia de toda obligación personal por parte del demandado. A su vez, este
tipo de acciones pueden ser: reivindicatorias (que corresponden al propietario de una cosa, con el
objeto de hacer conocer su derecho de propiedad y obtener la restitución de la cosa); negatorias (el
que las ejercita debe probar su derecho a la posesión, mientras que el demandado deberá, en
cambio, hacer mérito, en su prueba, del derecho de servidumbre que invoca); y confesorias (nacen de
las servidumbres y tienden al reconocimiento y la confesión de las mismas).
ACCIONES
1. ACCIÓN REIVINDICATORIA: el propietario desposeído podía hacer valer contra todo detentador su
derecho de propiedad para obtener la restitución de la cosa que le fue quitada.
El demandante debía demostrar la propiedad de la cosa y que la había adquirido del verdadero
propietario. En caso de ser procedente la acción rei vindicatio, el juez debía declarar de parte de quién
estaba el derecho y después fijar la restitución de la cosa reclamada con todos sus accesorios.
Para Eduardo Pallares, la reivindicatoria es la acción real que compete al propietario contra quien
posee la cosa para obtener la entrega, sus frutos y acciones. Igualmente señala que el objeto de la
acción reivindicatoria puede ser cualquier cosa material, mueble o inmueble; el legitimado para
reivindicar es el propietario que no esté en posesión del bien. De esta forma, pueden ser demandados el
poseedor, el simple detentador, el poseedor que siéndolo lo niega y el que deja de poseer para evitar las
resultas el juicio, mientras que el reivindicante debe probar:
Que del demandado es poseedor o detentador de la cosa.
La identidad de la cosa demandada que posee, detenta o ha poseído el demandado.
Para el caso de prosperar la acción reivindicatoria, el demandado debe ser condenado a devolver la cosa
con sus frutos y accesiones, pero en caso de imposibilidad, debe pagar su precio.
Así, la reivindicatoria es una acción real, declarativa y de condena, porque protege la propiedad y su
efecto es declarar que el actor tiene dominio sobre el bien, al tiempo de obtener su devolución con sus
frutos y accesiones.