Está en la página 1de 12

UNIVERSIDAD NACIONAL DE LOJA

UNIDAD DE ESTUDIOS A DISTANCIA


CARRERA DE DERECHO

Acción Reinvindicatoria

AUTORA:
ZAMIRA ALEJANDRA VIZCARRA RENDON

DOCENTE:
Abg. ANA GABRIELA IDROBO PAREDES

ASIGNATURA:
DERECHO CIVIL II

QUEVEDO – ECUADOR
2022
INTRODUCCIÓN

La acción reivindicatoria existe en base al derecho de dominio, este al ser un derecho


real, permite que se ejerzan acciones reales; es por esto que esta acción lo que permite es que se
le reconozca este derecho a la persona que lo alega con el fin de que sea devuelta su propiedad
ante la presencia de alguien externo que haya interrumpido ese vínculo entre el verdadero dueño
y su bien. Pero, como toda acción, tiene sus reglas y características que la definen, las cuales
serán analizadas en el presente trabajo. Además, también se tomará en cuenta la acción
publiciana, la cual es diferente a la acción reivindicatoria debido a que esta no pretende proteger
el derecho de dominio en sí por el hecho de que quien la presenta no es el dueño del bien, lo que
se define como su “misión” es proteger la posesión regular que tiene el poseedor, y no es
cualquier poseedor, sino aquel que tenga mejor derecho sobre la cosa. El Código Civil
ecuatoriano nos otorga la existencia de estas dos instituciones destacadas en el ámbito del
derecho de propiedad, la acción reivindicatoria y la acción publiciana; siendo estas figuras de
cierta complejidad por la cual, con falta de esclarecimiento en la propia regulación de estas
instituciones, más la falta de una correcta jurisprudencia, no permite que la administración de
justicia en muchas ocasiones no resuelva conflictos de forma eficaz.
Naturaleza jurídica

Acción Reivindicatoria

La acción reivindicatoria es aplicable para la persona que quiere recuperar un derecho


real o un bien que ha sido arrebatado y se encuentra en uso de una tercera persona por lo que su
derecho a ejercer uso de ese bien se encuentra obstruido por dicha causa. La finalidad de esta
acción es que el bien sea restituido para que se le pueda reconocer su derecho de dominio.

Según tratadistas como Guillermo Cabanellas indica que la acción reivindicatoria


“constituye una acción real dirigida a recuperar una cosa de nuestra propiedad, que por cualquier
motivo está poseyendo otro, con sus frutos, productos o rentas. Es consecuencia esencial e
inmediata del dominio.”1 Es decir, esa persona goza tanto del bien como los frutos que este
produce y bien sean naturales y civiles.

En base a otra definición dada por Alexander Rioja Bermúdez indica que “la
reivindicación, es una acción real, pues nace de un derecho que tiene este carácter, el dominio, el
cual le permite exigir el reconocimiento de ese derecho, y consecuentemente la restitución de la
cosa por el tercero que la posea”.2 Es claro que para poder ejercerla se requiere un mantener la
titularidad de dominio sobre el bien que ha sido usurpado, por lo que solo así se puede convocar
la acción para que se le restituya el bien.

Al igual que Roberth J. Pothier al definir que “es una acción que nace del dominio que
cada uno tiene de los particulares por la cual el propietario que ha perdido de las mismas la
posesión, la reclama y la reivindica contra el que la tiene y hace que sea condenado a restituirla.”
Pues bien indica que esta acción es propia siempre de las personas que gozan del dominio de un
bien, por lo tanto, en cualquier caso, en el que se vea envuelta una tercera persona que goce de sus
bienes podrá hacer uso de esta acción para su devolución

De la misma forma Planiol y Ripert indican que “la reivindicación es la acción que
ejercita una persona reclamar la restitución de una cosa de la que pretende ser propietario. La
reivindicación se basa, por tanto, en la existencia del derecho de propiedad y tiene como
finalidad la obtención de la posesión.

Con base histórica podemos decir que la acción reivindicatoria proviene del Derecho de
Romano. Actio rei-vindicatio, las cuales provienen del latín que se traduce como “cosa” y
“reclamo” respectivamente, fue la denominación que le dieron al derecho real por la que un
propietario romano podía pedir la reivindicación frente a cualquiera que retenía su bien alegando
su posesión o bien sea por haberla adquirido de a sabiendas de que ya constaba de alguien su
dominio. Así como en la actualidad, el procedimiento viene siendo el mismo; la demostración de
quien tiene un verdadero derecho de dominio prevalecía para poder adjudicar que el bien le
pertenecía.

El juez al que el desposeído aplicaba el derecho quiritario el cual era aplicable a los
romanos como un derecho que mantenía exclusividad sobre sus bienes. Así mismo, si quien
accionó la rei-vindicatio fue el ganador del juicio, el juez ordenaba que se le restituya
inmediatamente el bien; en caso de que el mero poseedor no acceda a dicha petición de
devolución, el juez le permitía otorgar un pago del avalúo del que constaba el bien como
indemnización.4

Definición. –

En la legislación ecuatoriana se define la acción reivindicatoria en el artículo 933 que la


reivindicación o acción de dominio es la que tiene el dueño de una cosa singular, de que no está
en posesión, para que el poseedor de ella sea condenado a restituirla.5

Como bien lo define el Código, la acción de dominio se encarga precisamente de recalcar


el dominio que una persona tiene sobre un bien, en este caso el actor pretende la restitución de
dicho bien basado en la persecución de el en base a su derecho real.

En caso de que el bien no pueda ser restituido por distintos motivos como que haya
perecido, pues el juez será el encargado de igual manera de que su derecho valga y pueda
efectuarse una restitución pecuniaria del mismo valor del bien.

En consecuencia, la doctrina y jurisprudencia admite cuatro presupuestos básicos de la


acción reivindicatoria.

1. El derecho de propiedad o dominio del actor.


2. Que el demandado se encuentra en posesión de la cosa reivindicada y que posea
indebidamente.
3. Que el que se reputa propietario no le haya otorgado la posesión al poseedor por ningún
tipo de contrato, ni que en ninguna forma haya consentido en la posesión del tercero.
4. Que la cosa demandada es idéntica totalmente a la que señala el actor como de su
propiedad.

El tribunal Superior de Medellín afirmó que “para utilizar términos figurados podríamos
decir que la acción reivindicatoria es aritmética. Son cuatro sus elementos y esa es la suma
probatoria que el acervo debe arrojar en un proceso dado”.7

¿Quién la puede interponer según el código civil?

El Código Civil indica en los artículos 937 y 938 quienes pueden interponer la acción
reivindicatoria “…corresponde al que tiene la propiedad plena o nuda, absoluta o fiduciaria de la
cosa” (Código Civil).

Ahora, ellos se encargaron de diferenciar a cada uno de los que se han nombrado:

1. Propietario pleno: cuando confiere el goce actual de la cosa. Es decir, goza de las tres
facultades de dominio en sí; disposición, goce y uso.
2. Propietario nudo: es la que se encuentra desprovista del goce de la cosa consecuencia de
un derecho real impuesto sobre ella y que dicho goce tiene otra persona distinta del
dueño. Es decir, consta de una o dos facultades mencionadas anteriormente, debido a que
una persona externa consta de la facultad restante, pese a esto, igual es susceptible de
presentar la acción.
3. Propietario absoluto: es la que no está sujeto a eventos o condición alguna que le ponga
término. Es decir, no se encuentra bajo ningún gravamen para el ejercicio de su derecho
de dominio.
4. Propietario fiduciario: es la que está sujeto al gravamen de pasar a otra persona, por el
hecho de verificar el cumplimiento de la condición. Es decir, su derecho de dominio se
encuentra bajo alguna condición en la que se encuentra obligado a transferir el bien al
momento en que se cumpla. O, bien puede ser que en la situación en la que el propietario
fiduciario recibe bienes de una persona desaparecida.

Además del propietario, siendo este el actor ordinario para poder reivindicar, también puede
ejercer esta acción el poseedor regular. El artículo 938 del Código Civil indica “se concede la
misma acción, aunque no se pruebe dominio, al que ha perdido la posesión regular de la cosa, y
se hallaba en el caso de poderla ganar por prescripción.”

A esto lo denominamos como Acción Publiciana. Si bien la persona puede presentar una
acción posesoria sobre el bien, este tipo de reivindicación le permite al poseedor que se
encuentre en términos finales de tiempo para poder adquirir la prescripción del bien y se ha visto
interrumpido por terceros de forma violenta, sin tener derecho de hacerlo; no recae sobre otro
poseedor o contra el mismo propietario.

Este tipo de casos se dan principalmente cuando la persona que enajena cree tener un derecho
para poder hacerlo, como pasar por ser heredero del bien, y después demostrarse lo contrario; o
en casos en los que se dan origen asignaciones hereditarias nulas por falta de formalidades y dan

origen a que las asignaciones de bienes los enajenen y los adquieren terceros de buena fe 9. La
acción se puede presentar en estos casos por el ex poseedor para recuperar el bien cuando se han
visto despojados por terceros.

¿Contra quienes puede recaer según la doctrina y el Código Civil?

La acción reivindicatoria puede ser presentada ante el actual poseedor del bien en cuestión (art.
939) si el poseedor es una persona con algún tipo de incapacidad, la demanda será presentada
ante su representante o bien puede ser en contra del mandatario en función, si tuviere atribución
dada para contestar demandas y no estuviere el poseedor.10

Si el bien está en tenencia de un mero tenedor en nombre del poseedor, este debe indicar
de forma obligatoria la identificación y la ubicación del poseedor (art. 940) este es el caso del
arrendatario; si hace caso omiso o da información falsa, se entenderá que actuó de mala fe
haciéndolo responsable de todo perjuicio (art. 941).

En caso de que el poseedor haya enajenado el bien lo que resulte imposible perseguirlo;
la acción sigue presentándose ante el poseedor que vendió el bien, haciendo que este entregue el
dinero que le fue conferido por la compra del bien al dueño, el actor (art. 942). De igual modo,
deberá pagar la indemnización que le corresponde por el hecho de haber buscado la enajenación
del bien a sabiendas que no le pertenecía en realidad. O, podrá recuperar el bien presentando la
acción contra poseedor actual, así mismo se restaurará el bien.

En este caso bien puede dirigirse la acción contra el poseedor de mala fe o el de buena fe;
esta distinción de mala fe al que despojo del bien o actuó de tal modo al enajenar el bien, y el de
buena fe que es quien creyó haber adquirido el bien de forma legítima sin conocimiento
verdadero de que no lo era. De esta forma se diferencia distinta responsabilidad dependiendo de
a quien le recae la acción. Como se ha mencionado, al que adquirió de mala fe, no se exime la
restitución de la cosa, este responde por el valor pagado, además de la indemnización que
corresponde a los frutos naturales y civiles producidos durante el tiempo que obtuvo el bien en su
poder (art. 951). De igual manera, si se presenta ante el poseedor de buena fe, este está
encargado de restituir el bien al propietario, mas no responderá por daños y perjuicios. Es decir,
mientras haya actuado sin conocimiento de que el bien estaba en su poder de forma ilegítima, los
frutos producidos durante ese tiempo no serán indemnizados, puesto que no tenía conciencia de
que su actuar no correspondía conforme a derecho; la cosa es contraria cuando luego del
conocimiento de la demanda el sigue produciendo frutos, en este caso ya tiene conocimiento de
su actuar, por lo que los frutos producidos durante ese tiempo a partir del conocimiento de la
demanda, deben ser indemnizados.

Cuando una persona que ha actuado de mala fe adquiriendo un bien, y luego fallece, la
acción puede ejercerse de igual forma cumpliendo el mismo objetivo; esta será presentada ante
los herederos que estén en posesión del bien. De igual modo, los herederos también deben pagar
la indemnización correspondiente, puesto que la obligación también les sucede, también sea en
caso de pagar por el incremento del patrimonio a consecuencia de los frutos que el bien produjo
(art. 943).

¿Sobre qué bienes recae?

El Código Civil indica en el artículo 934 que la reivindicación puede darse sobre bienes
corporales, bienes inmuebles e inmuebles. Entre los bienes inmuebles se encuentran tanto bienes
raíces como edificaciones, fincas, terrenos, y lo que está adherido a él como cercas o
plantaciones. Con base a esto, todos los bienes tangibles de los cuales tenemos por sobre él el
título de dominio es objeto de reivindicación; desde que la reivindicación nace del derecho de
dominio, todo lo que es susceptible de dominio es susceptible por lo mismo de ser reivindicado.11

La ley exceptúa las cosas muebles que el poseedor haya adquirido en una feria, tienda,
almacén, u otro establecimiento industrial donde se vendan bienes de la misma clase, por lo
tanto, el poseedor no estará obligado a restituir el bien a menos que se lo reembolse por el precio
que haya pagado cuando lo compro en el establecimiento más lo que haya gastado en mejoras y
reparación. Esto se justifica por la buena fe por parte del poseedor al adquirir el bien, por lo que
otorga la calidad de justo título cuando realizo la compraventa, el problema surge de que el
dominio no pudo ser transferido por que la persona que se lo vendió no era el verdadero dueño
del él.
Además de esto, una cuata determinada proindiviso de una cosa singular también puede
ser objeto de esta acción (art. 936). Es en casos en los que el dueño no es el único que tiene título
sobre una cosa, sino que está en comunidad de esta, puede pedir la reivindicación de la cuota que
le pertenece, pero debe ser específico y esencial que el bien sea indiviso y determinado, porque si
no lo estuviese, el proceso no se daría igual y el juez no podría adjudicarlo.

Referente a los derechos reales, estos pueden ser objeto de reivindicación excepto el
derecho de herencia, puesto que es una universalidad jurídica y no se encuentra determinado,
además de que para este se debe recurrir a la petición de herencia (art. 935), los demás derechos
reales sí.

¿Prescribe la acción reivindicatoria?

El tiempo de prescripción de la acción reivindicatoria no es mencionado en el Código,


por lo que da a entender que esta es imprescriptible, aunque se alegue doctrinariamente que el
plazo general de prescripción es de treinta años. Pese a esto, sabemos que, si la acción no es
presentada a tiempo, el poseedor puede adquirir el dominio del bien por prescripción adquisitiva
de dominio extraordinaria por su modo irregular de haber adquirido el bien, lo cual da un plazo
de quince años. De este modo, se puede deducir que ese sería el plazo máximo de tiempo para
que se pueda recuperar el bien del cual fue despojado.

Aunque por diversos factores, la prescripción extraordinaria también puede verse


afectada para la adquisición del bien, ya ser por suspensión o interrupción, lo cual no permite que
el tiempo que transcurre durante esa excepción no cuentan para el requisito de tiempo que
necesita pese, obviamente, a que los años en la realidad sigan transcurriendo. Por lo que alarga el
tiempo de validez de la acción. Al igual que en los casos en los que el dueño se encuentra fuera
del país por lo que el plazo para la prescripción adquisitiva indica que es el doble, lo que justifica
la prescripción a los treinta años.

Sabemos que el dominio nunca se pierde así no esté ejerciendo con las facultades de uso,
goce y disposición; si el dueño fue despojado, esto no le quita la calidad de ser dueño de su la
propiedad que ostenta, pues el dominio no se pierde por el uso de este. Lo que la ley protege es

que el bien no se encuentre en abandono por parte del dueño puesto que es puede que no
prospere y se vuelva ciertamente irreivindicable.
Según la legislación española la prescripción de la acción reivindicatoria es un tema en
constante conflicto; se refiere a varias tesis en las que dudan si la reivindicación es
imprescriptible autónomamente o si se basa más de una consecuencia de la prescripción irregular
de modo que extingue el derecho de reivindicar. En sí, las dos tesis son correctas; Así, en materia
del derecho de propiedad, usucapión y prescripción extintiva tienen que coincidir
necesariamente. Solamente hay prescripción extintiva de la acción reivindicatoria cuando en el
lado contrario se ha consumado una prescripción extraordinaria13.

El Tribunal Supremo se pronunció al respecto al indicar que desde el momento en que el


poseedor se da a sí mismo la calidad de dueño, aunque sabiendo que no lo es, se empieza el
computo de la prescripción, tanto para adquirir el dominio por parte del poseedor, y la del
propietario para presentar la acción para que se le restituya el bien alegado. Así mismo, indica
que el dominio no deja de serlo por el no usarlo, de ahí nace el tiempo requerido para que el
dueño pueda recuperar el bien del cual fue despojado; si bien la falta de defensa por parte de él
para poder demandar a quien lo despojo es el comienzo para la prescripción de la reivindicación,
lo cual para el poseedor de mala fe también cuenta como comienzo para ejercer su derecho al
adquirir el dominio del bien; ambos derechos están correlacionados.

¿Qué son las prestaciones mutuas dentro de la acción reivindicatoria? Explique acerca de los
frutos, mejoras y gastos que ha realizado el poseedor vencido dentro del bien.

Toda cosa o todo bien del cual una persona esté a cargo dependiendo del título que tiene
producirá obligaciones y derechos por los cuales tendrá que responder. En tanto una persona que
es dueña de una propiedad, debe responder por las obligaciones que produce y producirá
mientras el bien este en su posesión; de igual manera, si una persona en calidad de poseedor sea

de buena o mala fe, tendrá en su disposición, uso y goce el bien del cual ya el dueño no cuenta. Por
lo tanto, este deberá responder por las obligaciones que devienen de dicha propiedad mientras lo
establezca la ley.
Entre los derechos y obligaciones que producen las facultades de dominio de un bien se
encuentran:

1. Los gastos de mantenimiento o expensas de conservación


2. Mejoras que introduce la persona que está poseyendo el bien, como el dueño, simple
tenedor o poseedor con ánimo de señor y dueño
3. Desmejoras que se introducen ya sea en el uso material, ya debido a la falta de atención o
cuidado, o en forma maliciosa
4. Se debe tener en cuenta de que contra quien se reivindica, si es de buena fe o mala fe; lo
cual es importante al momento del pago de los frutos
5. Además, se debe recordar que la reivindicación puede referirse a cosas muebles o
inmuebles

Las prestaciones mutuas conciernen a la restitución de la cosa desde le momento en que se ha


dado sentencia y calidad de cosa juzgada, dando lugar a la demanda para que el poseedor quede
vencido y obligado a restituir en el plazo que el juez indicare; y si la cosa fue secuestrada, pagará
al actor el secuestro, los gastos de custodia y conservación, y tendrá derecho para que el
poseedor de mala fe se los reembolse15.

La restitución de una cosa mueble se diferencia mucho a la de una cosa inmueble; la primera
es ciertamente más fácil y sencilla puesto que debe entregarse el bien de inmediato si está en el
poder del poseedor y pagar las indemnizaciones; en caso de bienes inmuebles, si tiene en ese
momento el bien, tiene que diferenciar y sacra las cosas personales que el llevó consigo a esa
propiedad, lo cual dificultaría un poco más el proceso-

Una vez que el demandado quede en calidad de poseedor vencido este deberá:

1. Restituir la cosa en el plazo que el juez señale. Si se ordenó el secuestro, como medida
preventiva, pagará además los gastos que demande el secuestro, los gastos de custodia y
conservación; esto es: honorarios del depositario, gastos de bodegaje o del comedero de
animales, si ese es el caso, y tendrá derecho para que el poseedor de mala fe se los
reembolse (art. 948).
2. Si el poseedor fue de buena fe, el demandante peticionario del secuestro sufragará de su
peculio los gastos de la medida precautoria (art. 948).

En este caso es muy importante diferenciar el poseedor de buena fe y el de mala fe; aquél
que actuó de mala fe prácticamente tiene que responder por todos los gastos que nazcas por
parte del proceso, además del pago de la indemnización y los frutos de los cuales se adueñó,
etc.; en cambio, el que actuó de buena fe se libra de la mayoría de los gastos que nacen, ya
que no sería lo correcto que todo corra a su cuenta cuando obviamente no ha actuado de
forma maliciosa.

3. Las prestaciones accesorias deberán ser reclamadas en la demanda y su devolución o


pago deben estar ordenados en la sentencia. Si se omite, el reclamo puede hacerse en otro
juicio (art. 949).
4. En la restitución de toda cosa, se entregarán los títulos (escrituras públicas) que
conciernen a su propiedad, si se encuentran en poder del demandado (art. 949).

En caso de que el bien presente deterioro, el poseedor vencido de mala fe (y únicamente este)
deberá pagar los deterioros causados por su culpa, es decir, por su descuido o dolo (art. 950.1).
mientras que el poseedor de buena fe solo responderá por las cosas que haya destruido para
provecho propio (art. 950).

En cuanto a los frutos también hay distinción entre el poseedor de buena fe y el de mala fe:

1. El poseedor de mala fe está obligado a pagar los frutos naturales y civiles percibidos,
además de los que el dueño pudo haber obtenido con mediana inteligencia y actividad
teniendo la cosa en su poder (art. 951).
2. El poseedor de buena fe no está obligado a pagar los frutos naturales y civiles que ha
percibido previo a la citación de la demanda interpuesta; los frutos de los que se
aproveche después del conocimiento de esto sí estará obligado a restituirlos.

En cuanto a las mejoras que se pudo introducir al bien se clasifican entre necesarias,
voluntarias o útiles.

• Las necesarias son aquellas imprescindibles para la sustentabilidad del bien y que no se
llegue a causar un perjuicio o deterioro sobre él. Como ejemplo: agregar tuberías más
resistentes para evitar filtraciones de agua.
• Las voluntarias son aquellas que pese a no se imprescindibles, son agregadas para prestar
un servicio mejor del bien. Como ejemplo: reforzar las compuertas de bodegas.
• Las útiles son las que agregan un valor por encima del que ya se consideraba del bien.
Como ejemplo: agregar cámaras de vigilancia a una finca para mayor precaución.

La restitución de las mejoras dependerá del poseedor. Si fue de buena fe, las mejoras que realizo
antes de la citación pueden ser abonadas a su nombre, por lo que el reivindicador deberá pagar el
avaluó de dichas mejoras. En cambio, si tiene calidad de mala fe, este solo tiene derecho a
llevarse los materiales, en caso de que los materiales al separarse pierdan algo de su avaluó, el
reivindicador no tendrá la obligación de pagar el precio restante.
CONCLUSIÓN.

Con lo estudiado al respecto de la acción reivindicatoria y la acción publiciana o posesoria


podemos concluir que son figuras utilizadas en casos de que, bien sea el dueño o el poseedor
respectivamente, se vean corrompidos de su legítimo uso sobre el bien disputado. Con la
reivindicación aquel que se repute dueño, y haya sido descuidado con su bien o haya sido
desalojada de forma abrupta, está en todo su derecho de poder reclamar lo que es de su
propiedad siempre y cuando no existan excepciones por las cuales podría verse afectado y no
poder recuperar su dominio, como es el caso de la prescripción que, como ya sabemos, se
podría decir coloquialmente que es una forma de castigo para aquel que no ha cuidado su bien.
Respecto al amparo posesorio, siendo muy diferente a la reivindicación por la falta del título
de propiedad, podemos decir que beneficia a aquel que ha gozado de la posesión de un bien de
forma que prende adquirir su dominio, por lo que sería algo “injusto” permitir que otra
persona se aproveche del hecho de que no pudiese reclamar algo que en un principio no le
pertenecía; es por eso que la ley reconoce que puede ejercer la acción quien tenga el mejor
derecho sobre el bien.

BIBLIOGRAFÍA. –

CABANELLAS DE TORRES, G. Diccionario jurídico elemental. 11ª ed. Buenos Aires:


Argentina. Editorial Heliasta S.R.L. 1993. ISBN: 9509065986.
RIOJA BERMÚDEZ, A. Derecho Procesal Civil. Teoría general, doctrina y jurisprudencia. 1ª
ed. Perú. Editorial Adrus. 2014. ISBN: 9786124200298.

VELÁSQUEZ JARAMILLO. L. G. BIENES. 12ª ed. Bogotá, Colombia: Editorial TEMIS S.A.
2014. ISBN: 9789583507786.

Código Civil. Ecuador, Registro Oficial Suplemento 46 del de 24-jun.-2005.

Prescripción extintiva de la acción reivindicatoria y adquisición del dominio por usucapión: ¿Dos
figuras en liza? Revista Para El Análisis Del Derecho. MARTÍNEZ VELENCOSO, L. M.
Universidad de Valencia Barcelona, España. 2013. Recuperado de:
https://www.raco.cat/index.php/InDret/article/viewFile/264200/351853

CLARO SOLAR. L. Explicaciones de Derecho Civil Chileno y Comparado - Tomo II. Chile:
Editorial Jurídica Chile. 1908.

Ecuador. Corte Nacional de Justicia (sala de lo civil, mercantil y familia) sentencia nº 0076-2010
de 20 de enero.
Ojeda M. C. Derecho Civil Ecuatoriano en preguntas y respuestas Tomo I y II. Babahoyo,
Ecuador: L y L. 2017.

También podría gustarte