Está en la página 1de 4

ABUSO INFANTIL

EXORDO:
¿Qué sabemos del abuso infantil?
Podemos entenderlo como un abuso sexual, maltrato emocional, abandono de
menores, trata de niños, violencia domestica entre otros.
Se puede entender cuando una persona de la misma edad o mayor obliga a un
menor a realizar alguna de las actividades antes mencionadas.
Debemos entender que, en la aplicación de los derechos humanos de las niñas,
niños y adolescentes, menores de 18 años, se debe luchar y concientizar para que
tengan una vida digna y sobre todo el libre desarrollo de su personalidad para
ellos.
En la perspectiva del marco jurídico y la aplicación de dichos derechos humanos
se debe eliminar patrones socioculturales, estereotipo en los sujetos a estudio, ya
que el abuso infantil es un problema grave que actualmente afecta a las
sociedades a nivel mundial, siendo actualmente considerado un problema público.
En referencia se tratará de explicar dentro del marco de la norma jurídica
mexicana, el delito de abuso sexual infantil, enfatizando las inexactitudes en
dichas normas y proponer medidas adecuadas para poder abatir y enfrentar el
delito.

DESARROLLO:
A) NARRACION DEL TEMA:
El abuso infantil es un tema de derechos humanos, así como el maltrato físico y
mental de este sector forma un factor determinante de abuso de poder de quienes
consideran a estos niños como objetos.
En la definición del autor Ricardo Ruiz Carbonell puntualiza que “el maltrato es un
problema de “primer orden” que ha sucedido siempre pero que se ha visibilizado
en mayor medida gracias a la conciencia social como hecho reciente en nuestra
sociedad”.
La OMS (organización internacional encargada de la salud en el mundo) define el
maltrato como:
…los abusos y la desatención de que son objetos los menores de 18 años, e
incluye todo tipo de maltrato físico o psicológico, abuso sexual, desatención
negligencia y explotación comercial o de otro tipo que causen o puedan causar un
daño a la salud, desarrollo o dignidad del niño, o poner en peligro su
supervivencia, en el contexto de una relación de responsabilidad, confianza o
poder.
A partir de la tipología del maltrato por acción u omisión se clasifica abuso sexual
infantil como una forma de maltrato visible activo y en el podemos encontrar
cualquier forma de contacto físico con o sin acceso carnal, con contacto y sin
contacto físico realizado sin violencia o intimidación y sin consentimiento. Puede
incluir: penetración vaginal, oral y anal, penetración digital, caricias o
proposiciones verbales explicitas.
Bien tomare un caso de un menor que ocurrió en la escuela primaria ubicada en
Altamira, Tamaulipas, de fecha enero del año 2023; de acuerdo con el testimonio
de luna madre de familia, en donde su hija fue abusada sexualmente por uno de
sus compañeros de clase, así mismo el agresor fue señalado por otros padres
debido a que supuestamente realizaba agresiones físicas y verbales en contra de
otros compañeros del mismo plantel.
Los niños cursaban en segundo grado, argumentando que el menor agresor toco a
la niña enfrente y atrás de sus partes sexuales, esto ocurrió en el baño de la
escuela.

B) CONFIRMACIÓN:
Derivado del caso anterior los padres exigen por medio de la Secretaria de
Educación Púbica para que se tomen las medidas jurídicas mediante investigación
y sanciones, ya que los padres de familia acusan al director y a la maestra de
encubrir tanto a la madre como al alumno, pero sobre todo a la maestra que es su
cuidadora en horario educacional, que sea destituida al permitir que entre los
estudiantes existan casos de agresión y bullying sin que haya tomado acciones
preventivas.
Según el INEGI en 2021 se registraron 22 mil 410 víctimas de violencia sexual
infantil, sin contar las cifras ocultas de casos que no denuncian en México, de
acuerdo con datos del censo nacional de Procuraduría de Justicia Estatal.
Los datos estadísticos del Censo arrojaron que, durante el año 2021, diariamente
se cometieron 61 delitos de violencia sexual contra niñas, niños y adolescentes,
de los cuales 6 fueron niñas y niños menores de cinco años.
El estudio señala, que no existe homologación de delitos sexuales en los Códigos
Penales estatales lo que provoca confusión en conductas sancionadas y se dan
interpretaciones jurídicas que llevan a la impunidad. Asimismo, hay poco acceso a
la justicia, mínima coordinación entre estados para proteger a las niñas, niños y
adolescentes y se carece de perspectiva de niñez.
Por otro lado, en el estudio también se analizaron los reportes de información
sobre lesiones y causas de violencia que se concentran en la Secretaría de
Salud, sobresalió que entre 2020 y 2021 la violencia contra niñas, niños y
adolescentes se incrementó en todas sus formas.
Mientras que en el país se ha dado mucha difusión y atención al problema de la
violencia de género, el tema de la violencia en contra de los menores al interior de
la familia ha sido soslayado o tratado de manera ambigua en la legislación vigente,
a pesar de que al parecer es igual o más grave que el de la violencia de género, y
de que ambas formas de violencia están íntimamente asociadas.
La Ley para la Protección de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes
vigente, sólo contiene un artículo (el artículo 21) sobre el tema, en el que se
señala que “Niñas, niños y adolescentes tienen el derecho a ser protegidos contra
actos u omisiones que puedan afectar su salud física o mental, su normal
desarrollo o su derecho a la educación en los términos establecidos en el artículo
3o. constitucional. Las normas establecerán las formas de prever y evitar estas
conductas. Enunciativamente, se les protegerá cuando se vean afectados por: A.
El descuido, la negligencia, el abandono, el abuso emocional, físico y sexual; B.
La explotación, el uso de drogas y enervantes, el secuestro y la trata; C. Conflictos
armados, desastres naturales, situaciones de refugio o desplazamiento, y
acciones de reclutamiento para que participen en conflictos armados”.
En ninguna parte de la citada Ley se menciona de manera directa y concisa el
problema de la violencia que se ejerce contra los menores al interior de la familia,
y tampoco se establece que ésta debe ser sancionada, pues la Ley, como ella
misma lo señala, sólo está orientada a procurar el respeto de los derechos de los
menores en general, más no a sancionar la violencia que se ejerce contra estos,
por lo que en los hechos no tiene ninguna repercusión en la disminución del
fenómeno del maltrato infantil.
Por otra parte, la Ley también es ambigua en lo que respecta a las instituciones
encargadas de defender los derechos de los menores, pues no les confiere
expresamente facultades de defensa, representación y protección de aquellos, lo
que explicaría –entre otros factores- porque sólo uno de cada cinco casos en que
se comprueba violencia contra los menores son denunciados ante el Ministerio
Público, con lo cual se agrega un segundo problema que es el de la
discrecionalidad a la hora de efectuar una denuncia, y el de la impunidad en que
permanecen la gran mayoría de quienes ejercen la violencia contra los menores.

C) REFUTACIÓN:
¿Cómo se castiga el abuso infantil en el país?
El artículo 260 del código Penal federal dicta: quien cometa este delito, se le
impondrá pena de seis a diez años de prisión y hasta doscientos días multa.
Para efectos de este artículo se entiende por actos sexuales los tocamientos o
manoseos corporales obscenos, o los que representen actos explícitamente
sexuales u obliguen a la víctima a representarlos.

Desafortunadamente el abuso sexual es una realizad que enfrentan las personas


desde su primera infancia hasta su adultez, por ello, es importante enseñarles a
niños y niñas el conocimiento, respeto y cuidado de su cuerpo, pero sobre todo
tengan seguridad emitida por sus padres de amar su cuerpo y que nadie puede
tocarlos.
Los padres, cuidadores y sociedad tenemos la tarea de enseñarlos a comprender
que cualquier persona, hasta un familiar, puede lastimarlos o hacerlos sentir mal
por lo que nadie puede tocar su cuerpo o hacerles caricias que los haga sentir
incomodos, aun siendo personas cercanas a ellos, pero sobre todo reconocer que
hay “secretos” que lastiman y no poder quedarse como secretos y principalmente
quitar las falsas creencias que acercan al abuso infantil, por ejemplo pensar que lo
intentan solo para llamar la atención, que confunden la realidad, asegurar que los
niños repiten patrones con otros, asegurar que solo los pedófilos violan, y lo más
común, decir que a mis hijas e hijos nunca les va a pasar.
Tener estas falsas creencias en torno al abuso sexual, puede hacer la diferencia
entre hacer caso omiso de todas las señales o estar atentos a los que nos dicen
puede ser la diferencia entre ser o no una víctima.
La sociedad debe aplicar la confianza en los niños para que hablen con libertar y
evitar regañarlos o acusarlos, pero sobre todo creerles y hacerlos sentir siempre
que dicen la verdad respecto al abuso y por ultimo tener una comunicación
asertiva y hacerlos entender que ellos no han tenido la culpa de lo sucedido y que
no se repetirá.
EPILOGO:

También podría gustarte