Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
CONSEJERÍA. El Roé A. Pérez y la Dra. I. Cáceres son los consejeros de nuestra kehilá, y el Moré
José Morales es el consejero de los jóvenes.
PARA TRANSFERENCIAS DE DIEZMOS: Las transferencias deben ser realizadas a la cuenta del
Rabino Pitter, cuyos datos se anexan.
Cuenta Corriente de Bancamiga: 0172 0301 1030 1516 6691
Titular: Williams Pitter
Cédula: 4.795.258
Correo: wpitter@gmail.com
Pago móvil: Celular: 0424 6466718 y Cédula: 4.795.258
2
SEFER SHEMOT
Parashá Vaerá (Ex 6:2-9:34)
PROMESAS DIVINAS Y EXPECTATIVAS HUMANAS
En tiempos de Egipto y en los tiempos finales
Y la explicación del porqué el Mesías aparece 4 días después
Rabbí Dr. Williams Pitter
Emuná y realidad
La parashá anterior termina narrando un fuerte reclamo a Moshé por parte de los
capataces hebreos a Moshé, quienes eran parte de los capataces que se encargaban
de supervisar el trabajo de los esclavos (Ex 5:14-21), Moshé no les responde y le
presenta su queja al Eterno (Ex 5:22); y le Él le da un promesa (Ex 5:23).
Dicho de otro modo, ellos se quejaron alegando: “antes de venir ustedes con su
mensaje de liberación estábamos mal, pero estábamos acostumbrados a estar mal,
pero ahora estamos peor, a nosotros los capataces nos quieren matar de un golpe
de espada, y al resto de los esclavos los están matando lentamente con el trabajo
adicional que ahora tienen que hacer”. Esta suele ser la actitud de los incrédulos.
No es difícil ver que Moshé se ve confrontado con la cruel realidad; en verdad las
cosas están muy mal. Los capataces no creen en la palabra de Moshé, y él mismo se
confunde y duda de la promesa en vista de la realidad que está a la vista de todos. Y
he aquí el dilema que enfrenta muchos creyentes, se ven a sí mismos en una
encrucijada: entre lo que viven en ese momento y lo que viene, según lo que ha
3
anunciado el Eterno, y que parece que no va a llegar, puesto que, con las señales
que ahora tienen perciben que es muy difícil que se llegue a cumplir lo prometido.
Se equivocaron, Moshé y los capataces. ¿Qué es emuná? “Es, pues, la emuná la
certeza de lo que se espera (que todo será para bien aunque todo se vea complicado,
la convicción de lo que no se ve (que todo viene del cielo, que Él interviene
constantemente a nuestro favor” (Hb 11:1).
Así somos nosotros a veces, o casi todo el tiempo, nos olvidamos de las instrucciones
y/o promesas del Eterno y nos dejamos llevar por lo que otros dicen y por nuestras
propias emociones, en virtud de lo que vemos y sentimos (“la realidad”) nada tiene
que ver con la emuná, que supuestamente tenemos.
2
Habló Dios a Moshé y le dijo: “Yo soy el Eterno… 5También Yo he oído el
clamor de los hijos de Israel, porque Egipto los esclaviza; y recordé mi pacto.
6
Por eso di a los hijos de Israel: Yo soy el Eterno, que sacaré a ustedes de
debajo de las cargas pesadas de Egipto; los salvaré de sus trabajos, los
redimiré con brazo extendido y grandes juicios; 7los tomaré para Mí por
pueblo, y Yo seré para ustedes por Dios. Entonces sabrán ustedes que Yo soy
el Eterno vuestro Dios, que los saca a ustedes de debajo de la carga de Egipto.
8
Y los traeré a la tierra, que alcé mi mano (jurando) para darla a Abraham,
Yitzjak y Yaacov. La entregaré a ustedes por heredad.
Las cinco promesas pueden ser resumidas así: (1) Sacarlos de la opresión psicológica
y espiritual, (2) salvarlos del trabajo físico, (3) redimirlos con grandes juicios (plagas),
(4) tomarlos como pueblo y ser el Dios de ellos, (5) llevarlos a la tierra de Canaán.
El cumplimiento de las tres primeras promesas llevó todo un año, pues ese fue el
tiempo de duración de las plagas, según lo indica la Mishná en el tratado Eduyot
4
2:10. Tome en cuenta que la última plaga, la del exterminio de los primogénitos
ocurrió a la medianoche del 15 de Nisán, mientras los hebreos, egipcios y gente de
otras naciones celebraban la cena de Pesaj (Ex 12:1-4, 18-31, 40). Nisán cae entre los
meses de marzo y abril del calendario secular.
Como pueden ver, en el tiempo que el Eterno consideró apropiado cada una de las
promesas fueron cumplidas. Pero los hebreos, o muchos de ellos, al igual que
muchos de nosotros, somos impacientes. Entiendo que puede haber ocasiones
apremiantes en donde uno, según el pensamiento humano, requiera del pronto
auxilio divino; y es frustrante y amargo cuando éste no llega; o nos parece que llega
tarde. Veamos esto para seguir educándonos en el tema de la Providencia Divina.
5
Cuando el Mesías se dirige a Betania, Lázaro tiene ya cuatro días de muerto; el
Mesías, a todas luces, según una perspectiva bien humana, ha llegado tarde (Jn
11:17-20). Y eso es lo que le dice precisamente Marta, hermana de Lázaro: “Señor,
si hubieses estado aquí mi hermano no habría muerto” (Jn 11:21). El Mesías, en el
tiempo que Él consideró apropiado, ¡cuatro días después de muerto!, opera la
maravilla de la resurrección de Lázaro, portento que sirvió para consolidar la emuná
de los dolientes, para que otros muchos judíos creyeran y, otros, en su falso celo
tomaran la decisión de matarlo (Jn 11:22-53). La tardanza divina, que implicó la
muerte de Lázaro y la aflicción de familiares y amigos, estaba diseñada para alcanzar
los propósitos específicos a fin de que el plan de la redención siguiera el designio ya
planeado.
El Eterno nos promete sanidad, prosperidad, etc., eso es verdad, pero tenemos que
asumir con paciencia nuestra emuná que eso será así, pero, en el tiempo que Él
estime pertinente. “Todo tiene su tiempo debajo del sol”.
El profeta Miqueas escribió acerca de una promesa del Eterno para aquellos que les
toque vivir en los tiempos finales: “Yo les mostraré maravillas como el día que
saliste de Egipto” (7:15). De acuerdo con esta profecía, los tiempos previos a la
aparición del Mesías serán similares a los que vivieron los egipcios: opresión y
persecución brutal sobre Su Pueblo. Y, en consecuencia, de todos los lugares del
mundo subirá un clamor al cielo pidiendo auxilio divino; y del mismo modo como
antes, el Eterno enviará, en medio de la conmoción reinante un mensaje de
liberación a todas las naciones; el cual despertará una recia oposición de la clase
gobernante mundial; lo que incrementará los sufrimientos y mártires entre el pueblo
del Eterno, como una muestra que la razón humana ha tocado fondo. Igual que en
el antiguo Egipto.
Esta es nuestra declaración de emuná: “Yo creo con emuná shelemá que el Mesías
viene por segunda vez, aunque se tarde en venir”; evento glorioso que esperamos
ocurra pronto y en nuestros días y digan: ¡Amén!