Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
GRADO Y GRUPO: 1. S.
Sócrates argumenta que como ciudadano natal de Atenas es su deber cumplir con esta orden,
ya que ha pasado toda su vida en ésta ciudad siendo así que ha aceptado los beneficios y
protecciones que se le proporcionó por derecho.
Aunado a esto, mantiene su postura en que desobedecer la ley sería injusto y perjudicial para la
sociedad en su conjunto. Tomando como última decisión enfrentarse a la pena de muerte, sin
evadirla, con la firme creencia de que es lo correcto y moralmente justo.
SOCRÁTES-CRITON
“¿Por qué has venido tan temprano, Criton? - Sócrates se dirigió a Criton, puesto que aún era de madrugada.
Sócrates se extraña al ver a su amigo -Critón- en la “cárcel” visitándole de mañana, siendo muy
temprano. El propósito de la visita inesperada de Critón se debía a que éste venía a tratar de
convencerle de buscar un motivo para escapar de la prisión, estando Sócrates si no, condenado
a muerte por los jueces de la ciudad que le vio crecer (Atenas) al encontrarle ser quién fuera el
responsable que corrompía a la juventud de la capital en vez de enseñarles a obtener lo
que era considerado éxito y fortuna por los demás sofistas, quienes, a diferencia del enjuiciado,
cobraban dinero por la enseñanza de dichos conocimientos. Recordando que, entre tanto, fue
más por fines sociopolíticos ésta acusación injusta.
Estando ya Critón en la celda junto a Sócrates, le menciona que tendría ya rato en el lugar, sin
embargo, no fue para levantarle ya que para él (Critón) sería inadecuado y hasta
espeluznante el que alguien más le hablase teniendo sentencia de muerte porque significaría
que no habría ya nada más que hacer. A esto Sócrates le dice que es un hombre mayor, por lo
cual no tiene sentido tenerle miedo a la muerte.
Sócrates le pregunta cuál es el propósito de su visita, Criton le avisa que pronto llegará un buque
el cual anunciará con su llegada la muerte inminente. A Sócrates esto no le molesta ni le
espanta, al contrario, le alegra que cuanto antes será su ejecución y explica que, aunque eso
sea así, afirma que no fallecerá el mismo día en que recibe la visita, en su lugar, será al día
siguiente; extrañado Criton le pregunta de dónde ha sacado tal idea, con lo cual Sócrates lo
justifica con un sueño que él ha tenido esa misma noche, antes de la llegada de su amigo.
“Me ha parecido ver cerca de mí una mujer hermosa y bien formada, vestida de blanco, que me
llamaba y me decía:
Por lo tanto, Sócrates le cuestiona de si en verdad es tan importante la opinión ajena (del
pueblo en este caso) delante de la suya. Llevando la conversación por un nuevo rumbo, orientado
a la mayéutica y el método deductivo que él mismo manejaba.
Estando de acuerdo con esto último, nuevamente Criton invita a Sócrates escapar de
Atenas, le dice de manera firme que no tenga miedo de que podrían sus amigos salir
perjudicados al ser quienes le ayuden a salir. Pues todos arriesgarían algo por la vida de él
(Sócrates).
Dándole así diversos motivos para no entregarse a la idea de morir pronto y menos por un juicio
en su contra el cual considera injusto, tales como los hijos que dejaría huérfanos y sin educación alguna
para brindarles. También así, en este mismo instante le dice que no solo son sus amigos quienes darían algo
de valor por él, sino que a donde fuere sería bien recibido, no le faltaría la vivienda ni le molestarían; que hay
muchos pueblos extranjeros que están dispuestos a dar la suma suficiente para sacarle de ahí o incluso
“silenciar” a quien se oponga o les amenace.
Pues Sócrates no era solo conocido en Atenas, sino también en los pueblos, ciudades y comunidades
aledañas a esta primera polis. Agrega Criton, con menuda vergüenza admitiendo que le causa pena
el hecho de que un hombre como él esté dispuesto a morir solo por un juicio impuesto por los jueces de aquella
ciudad.
Le aconseja salir ese mismo día durante la noche.
Después de decir esto, Sócrates contesta orientando a Criton a cuestionarse todo lo que ha dicho, puesto
que bajo su lógica está solamente estimando la opinión y las decisiones de unos cuantos, cosa que antes
criticó.