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¿Cuál es la diferencia entre los procesos de Sócrates y Antígona?

Proceso de Sócrates

En el proceso de Sócrates se vio obligado a preguntarse, en uno de los momentos

más críticos de su vida, sobre un tema crucial para la filosofía del derecho: ¿hay que

obedecer las leyes de Atenas, si estas fueran injustas? ¿Cuáles son los argumentos

específicos para justificar la conducta obediente que exige una ley injusta? Y, más allá de la

justicia o injusticia de la ley, Critón se manifiesta su preocupación por Sócrates porque, en

primer lugar, perdería un gran amigo. Segundo, porque se sentiría mal en no ayudar a un

amigo cuando podría haberlo hecho; sobre todo, cuando el dinero se interpone, pero Critón

estaba dispuesto a liberarlo.

Además, es difícil creer que el propio Sócrates se negara a aceptar ayuda. Sócrates

mencionó que uno no debe preocuparse por las opiniones de las personas, sino por las

opiniones de los que saben de estas cosas. Sócrates no dispuesto a renunciar a su

determinación, insistió en cumplir su condena. Criton dijo que muchas personas estaban de

acuerdo con su liberación y estaban dispuestas a dar cualquier cosa por su liberación.

Agregó además que, si continuaba con esta actitud, se quedaría huérfano y no podría

enseñarles nada. Sócrates vuelve con el mismo argumento que antes.

Después de las razones de Critón, los dos amigos se proponen analizar si huir de la

cárcel sería una acción justa. Ante todo, establecen:

- Nunca se debe cometer injusticia

- Nunca se debe devolver injusticia con injusticia

- Nunca es legítimo hacer mal a alguien


Sócrates confiesa a Critón siguió estos pasos toda su vida y todavía cree en ellos. Aquí dice

que fugarse de la cárcel es venganza por la injusticia. Sócrates nos describe lo que

sucedería si la República y la ley les permitieran escapar.

Proceso de Antígona

Antígona se niega a acatar la decisión de Creonte y decide sobreponer el deber y

amor familiar, ante el deber de estado y al orden político. Procura enterrar a su hermano

honrosamente sin la ayuda de Ismene que se negó a desafiar a Creonte . Creonte se entera

del desacato y ordena capturar a quienes estén involucrados.

Capturada y presentada como culpable ante Creonte, Antígona asegura estar firme

en sus actos. Acusa a Creonte de inmoral, pues sobrepuso las leyes de los mortales ante las

leyes divinas. Creonte acusa también a Ismene de cómplice, ella no lo niega y prefiere

dejarse condenar junto a su hermana. Creonte las condena a muerte, pero Antígona logra

que Ismene sea eximida. La condena es ser enterrada viva en una tumba excavada en roca.

Antígona defiende la divinidad, las leyes divinas, la fidelidad y amor familiar.

Creonte, por su parte, el hombre de Estado, comprometido con la política y las leyes

morales por encima de todo. La confrontación entre dos perspectivas de la justicia es el hilo

conductor para toda la trama.

Para Antígona, el amor filial, el respeto a las tradiciones y la vida después de la

muerte son más importantes que la vida mortal, por eso prefiere la muerte. Creonte, por su

parte, justifica sus decisiones en la idea de que la traición a las leyes humanas no debe ser

perdonada. Para Creonte, el orden político y moral, y la paz en última instancia, están por

encima de los compromisos familiares o divinos.


¿Cuáles son los principios procesales que se observaron y obviaron en cada uno de los

juicios?

Caso Antígona

En el caso Antigona se observa el derecho civil y del tema de la autocracia se

desprende el tema de la desobediencia civil. Y es que, el despotismo de Creonte fomenta

situaciones como la sublevación de Antígona ante su decisión. La obra de Antígona esta

llena de paradojas, por ende, nos hace preguntarnos ¿Es más importante el orden político de

una nación o las obligaciones naturales y familiares? ¿Qué tanto peso debería tener el

mandato político en la vida individual de cada ciudadano? ¿El orden social deberá

prevalecer como motivo fundamental de las decisiones de estado? Son todas cuestiones

planteadas por Sófocles y que Antígona parece no responder, pero si sembrar en el lector.

Creonte, en la figura del mandatario, decide deliberadamente irrespetar los derechos

y libertades individuales. Si bien no es un concepto desarrollado en Grecia, el respeto por

las decisiones individuales se perfilaba como preocupación filosófica. Sófocles, además,

vuelve aún más paradójica la situación al exponerla desde la figura de una mujer. Así

añadía un ítem más a las cuestiones a reflexionar para responder las interrogantes que nos

plantea la trama.

Caso Sócrates

Desde un punto de vista filosófico el Critón de Platón representa una deslumbrante

y apasionante discusión entre Sócrates y Critón acerca del alcance del deber (o la

obligación)1 del filósofo de obedecer el derecho ateniense. Sin duda este diálogo platónico

no sólo pone en evidencia cómo el problema de la obediencia al derecho aparece planteado


en la Atenas de principios del siglo IV a.C., sino que también proporciona argumentos

iusfilosóficos por los cuales los ciudadanos deben someterse a la autoridad de las leyes de

la polis. En efecto, Sócrates se vio obligado a preguntarse, en uno de los momentos más

críticos de su vida, sobre un tema crucial para la filosofía del derecho: ¿hay que obedecer

las leyes de Atenas, si estas fueran injustas? ¿Cuales son los argumentos específicos para

justificar la conducta obediente que exige una ley injusta? Y, más allá de la justicia o

injusticia de la ley,

También, Sócrates sería un mal agradecido, puesto que las leyes hicieron que su

padre lo educara, hicieron que sus padres se casaran y lo concibieran. De este modo, huir

sería cometer injusticia con las leyes. Leyes que han formado a Sócrates y lo han

convertido en lo que es ahora.

Todo lo expuesto hasta aquí revela que el argumento de las Leyes, analizado desde

el paradigma utilitarista, no es del todo concluyente para justificar por qué Sócrates y los

ciudadanos atenienses deben obedecer el derecho. Sin embargo, teniendo en cuenta algunos

pasajes del diálogo platónico creo que en el caso particular del Critón este argumento,

además de admitir una justificación utilitarista de la obediencia al derecho, también pone en

juego otros aspectos retóricos y jurídicos que complementan, refuerzan y permiten

comprender un poco mejor el significado de la argumentación.

Además, los amigos de Sócrates correrían gran peligro al ayudarlo a huir. Tanto

peligro como él mismo porque si se fuera a Tebas, Sócrates sería mirado como un

sospechoso y un quebrantador de leyes. Por otro lado, ¿cómo podría Sócrates hablar de

obedecer a las leyes y lograr la virtud si él también las rompe? En este caso, si Sócrates
muere, no sería por parte de las leyes, sería por parte de la injusticia y la injusticia solo

pueden ejercerla los hombres.

Finalmente, Critón no tiene nada que objetar y Sócrates lo convence de seguir el

destino que Vemos aquí un hombre que defiende sus ideales y las consecuencias que estos

traen. Podemos evidenciar lo aferrado que era de la verdad y lo aferrado que era a las leyes;

no las violaría, aunque de ello dependiera su vida. Siguió estableciendo igual que en la

Apología lo importante que es la opinión de los expertos y no la del vulgo, lo importante

que es no devolver injusticia con injusticia y que la justicia debe ser el bien, ante todo. Es

interesante notar la diferencia entre la biblia, ya que en el antiguo testamento la ley del

Talión se ve como algo ético, mientras aquí sería algo más bien ignominioso el dios le ha

dictado.

La ley como organismo que crea anarquía determina y define el comportamiento

socrático como desviado incluso en otras comunidades políticas. Sócrates es catalogado

como enemigo de la norma, y cada vez que intenta comunicarse con las ciudades-estado

cercanas, se ve sometido a reacciones sociales que lo lastiman.

Con tal designación, Sócrates aceptaría las consecuencias de sus acciones y sería

rechazado en cualquier otra sociedad respetuosa de la ley. Este argumento incluso se

fortaleció cuando la ley aconsejó a Sócrates que abandonara Atenas y se reuniera con los

amigos de Critón en la tierra bárbara de Tesalia, donde reinaba el caos y el libertinaje, y

ellos le escucharían. Regocijándose por la forma divertida en que escapó de la prisión.


Realizar una comparación con los juicios actuales y expresar a su cirterio la

importancia de la evolución del proceso. Definir cuál es el sistema procesal adecuado

para administrar justicia.

Si bien las evaluaciones actuales han cambiado drásticamente, una mejor educación

significa un proceso de evaluación que sigue el ritmo de la educación y el cambio. El eje de

la filosofía de los derechos humanos, porque es una virtud que orienta las demás virtudes

humanas hacia el bien común y no hacia el bien individual, y porque justicia significa

igualdad. el principio de objetividad y su relación con el debido proceso,

La conclusión es que el principio de imparcialidad constituye una protección real

del derecho a la defensa, sin el cual no se puede obtener un juicio justo conforme a la ley,

pues la violación del principio de imparcialidad conducirá a una violación total del debido

proceso por ende más concretamente, el derecho a la defensa.

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