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5 de septiembre de 2023

González Hernández María José

Sobre el lector

Daniel Cassany

Investigación

 “El autor toma decisiones retóricas sobre su escrito según el lector al


que imagina dirigirse” (Cassany, 2007, p.20).

Tener en cuenta al destinarlo a la hora de elaborar un texto es indispensable.


En ocasiones el autor realiza cálculos que presuponen cierta información del
lector. Supone que el lector conoce aspectos básicos de cierto campo científico
o área de estudio, lo cual entorpece la compresión de dicho tema.

Criterios generales

 “Así, las instrucciones para utilizar un inhalador bucal deberían valorar


que se dirigen a un colectivo amplio y heterogéneo de asmáticos”
(Cassany, 2007, p.22).

Las características del lector influyen en gran parte de la elaboración de textos.


Dado que, es la audiencia quien determina el contenido del escrito y como es
que se manejan algunas de las variables a la hora de producir.

Lectores especializados

 “En el siglo XX se identificaron los principales prototipos de lector


especializado que representan todas las situaciones posibles” (Cassany,
2007, p.22).

Cassany nos brinda dos clasificaciones del lector, siendo que ambas
comparten una división de 5 prototipos. Una vez que se tienen y conocen todos
los posibles prototipos se agiliza la producción del texto.

Categorizar lectores
 “hay lectores durante todo el proceso de confección del documento y a
lo largo de su ciclo comunicativo” (Cassany, 2007, p.24). Tal como
enuncia Cassany el texto posee primeros lectores y segundos lectores.

La primera categoría es la de producción, dónde se ubican los creadores,


correctores y superiores, una vez culminada la producción se da paso a la
recepción, lugar de los segundos lectores, a quienes se les distribuye el
material, quienes dependiendo de su papel pueden acceder, seleccionar,
conocer, distribuir u obstaculizar el caudal de la recepción.

Tomar en cuenta al lector y las variables que le acompañan es parte del


proceso de producción. No se puede dar a conocer un texto que altere su
compresión, el desentendimiento causa ruido y dolor, es por ello que, al
elaborar un texto se crea una responsabilidad con los lectores. La audiencia es
quien determina el destino del escrito.

Bibliografía

Cassany. D. (2007). Afilar el lapicero (trad. Óscar Morales y Daniel Cassany).


Barcelona: Anagrama.

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