Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
FICHA DE CATEDRA
El PARADIGMA DEL CURSO VITAL (LIFE-SPAN)
Baltes, 1983, 1987; Baltes P.B. & Baltes, M.M. 1990; Baltes, Linderberger & Staudinger,
1998, 2006.
El paradigma del curso vital (CV) no es sólo una teoría sino una perspectiva u orientación de abordar
el desarrollo humano a lo largo del curso de vida completo: desde la concepción hasta la muerte.
Es un marco de referencia de tipo contextual y dialéctico que destaca los parámetros históricos,
culturales, de la experiencia cotidiana por sobre cualquier clasificación del desarrollo que tome la edad
como criterio. Por tanto, se trata de un marco de referencia aplicable al estudio de todo el curso de
vida y a los diferentes periodos específicos, como así también a los diversos aspectos, dominios,
dimensiones del desarrollo (biológico, cognitivo, afectivo, psicológico, social, historico-cultural,
familiar, personalidad, etc) y sus interrelaciones mutuas. Comprendiendo al ser humano desde un
punto de vista holístico como un ser bio-psico-social-espiritual, es posible reconocer la diversidad de
aspectos, dominios, estilos de personalidad, capacidades y aptitudes, que muestran una sincrionia y
diacronia propia, una interrelación compleja y un potencial a realizar en cada momento del CV.
El elemento clave de este enfoque es el énfasis en la interdependencia y complejidad del desarrollo
dinámico de una persona en relación con su contexto a medida que construye su curso de vida.
Representa un intento de superar concepciones unidimensionales y estáticas del desarrollo que
plantean una dicotomía de crecimiento-declinación, reconociendo que cualquier momento de vida se
caracteriza por pérdidas y ganancias.
El reconocimiento creciente del valor del paradigma del curso vital, se evidencia en la copiosa
literatura científica sobre el tema, incluidas revistas y volúmenes especiales dedicados al estudio de
todas las fases del curso vital, que permite considerar al envejecimiento como un proceso dinámico y
desde una perspectiva multidisciplinar. La Revista Human Development ha publicado recientemente
varios números dedicados al curso vital, en particular sobre la adultez tardía y la vejez, reuniendo
trabajos de diversas líneas teóricas y metodológicas.
Origen histórico
El enfoque de CV surge -mejor dicho resurge- en la década de los ´70 cuando se despierta un creciente
interés y aparecen numerosas publicaciones en el tema (Baltes, 1983), si bien ya desde las décadas del
´30 al ´50 existían trabajos pioneros que abarcan el estudio de todo el CV incluyendo la vejez (Hall,
1922; Bhuler, 1933) y principalmente desde los ´70 (Riegel, 1977; Binen, 1961) cabe citar a Buehler
(1962), Erikson (1950), Levinson (1977) como antecedentes de este enfoque. En 1980 se incluye un
capítulo sobre la psicología del curso de vida en el Annual Review of Psychology, y cobra mayor auge
desde los años ´90 en adelante.
El portavoz principal de este enfoque es Paul B. Baltes y sus colegas Ursula Staudinger, Gilbert Brim,
Glen H. Elder, David Featherman, John R. Nesselroade, K. Warner Schaie. Entre los teóricos más
representativos del CV, podemos citar Riegel (1973), Lehr (1993, 1994), Neugarten (1977, 1996),
Thomae (1974, 1993, 2001), Birren (2000), Lavouvie-Vief (1990), Dulcey-Ruiz (2002) y otros
(citados en Baltes, 1983 y en Baltes, Linderberger & Staudinger, 2006).
1
El concepto de desarrollo humano
Una cuestión central de este enfoque de CV es la definición del concepto de desarrollo humano. Se
concibe que el proceso de desarrollo humano involucra relaciones interdependientes entre el desarrollo
individual y los múltiples niveles de cambio del contexto -incluyendo la cultura y la historia- donde se
desenvuelve la persona (Baltes, 1987; Dulcey Ruiz & Valdivieso, 2002; Elder, 1998; Labouvie-Vief &
Diehl, 1999).
Se trata de un marco de referencia relacional, dialéctico, dinámico, holístico, que destaca los procesos
de cambio en el desarrollo ontogenético, considerando los parámetros socio-históricos, culturales, la
experiencia de vida idiosincrática, por sobre cualquier clasificación del desarrollo basada
exclusivamente en la edad cronológica (Baltes, 1987; Baltes et al., 1998).
Esta perspectiva implica una reformulación del concepto tradicional del “desarrollo”. El desarrollo no
como crecimiento progresivo y lineal unidireccional. Desde el Paradigma del Curso Vital (CV) se
concibe al desarrollo humano como un “proceso ontogenético de adaptación transaccional”, un
“proceso de cambios en la capacidad adaptativa de las personas” (Baltes, Linderberger &
Staudinger, 2006, p. 626).
El desarrollo se define por el importante papel de la noción de cambio y transición. Uno de los temas
prioritarios de este enfoque se focaliza en los eventos de vida estresantes o de transición, como una
influencia principal en el desarrollo del adulto (Baltes, 1987; Schlossberg, 1981; Smyer, 1984). Cada
etapa vital implica cambios en todos los órdenes de la vida, más el impacto de los eventos de vida y
experiencias. El desarrollo se caracteriza por cambios en los diferentes aspectos de la vida del hombre
y considerando el impacto de los eventos de vida.
Estos eventos de vida plantean una disrupción definida como discontinuidad en la vida de una
persona. Estos cambios o eventos vitales críticos afectan la capacidad adaptativa, entonces el desarrollo
es entendido como los cambios en la capacidad adaptativa de la persona, en la capacidad para
mantener o maximizar el nivel de funcionamiento en función del interjuego entre ganancias y pérdidas
(entre metas deseables y metas no deseables) es decir, en el manejo y regulación de las limitaciones y
la vulnerabilidad (pérdidas) en cada momento de vida. Estas cuestiones: capacidad adaptativa,
regulación, afrontamiento, resiliencia, llegaron a ser de mayor interés a medida que crece el estudio
del contexto de la vida cotidiana de las personas y el impacto de los eventos de vida.
El desarrollo se concibe como cambios en la localización y uso de recursos personas y contextuales
hacia un creciente aumento cada vez mayor en el crecimiento, la capacidad adaptativa y regulación de
limitaciones.
Danish (1981) recientemente resumió los elementos básicos del paradigma del desarrollo del curso de
vida en relación al concepto de cambio:
- El cambio del desarrollo es un proceso continuo, no limitado a un único estado en la vida
- El cambio ocurre en varios dominios interrelacionados biológico-psicológico y social del desarrollo
humano, lo que supone una multideterminación.
- El cambio es secuencial y se necesita ubicar cualquier estadio de la vida dentro del contexto del
proceso de cambio del desarrollo.
- Los cambios en los individuos deben ser considerados dentro del contexto de las normas prevalecientes
hoy en día como dentro del tiempo histórico que le toca vivir.
2
- El interjuego entre factores biológicos y culturales
- La variabilidad intra e interindividual
3
considerarse los diferentes cambios en el desarrollo: cambios dentro de una persona singular y
diferencias entre grupos o cohortes (Smyer, 1984).
4
Figura 1. Proceso de interacción de las influencias de cambio en el curso vital (Baltes, Lindenberger &
Staudinger, 2006, p. 587).
INTERACCIÓN
BIO-AMBIENTAL Normativas relacionadas a la historia
TIEMPO
5
La perspectiva del desarrollo del CV se centra en el análisis de los efectos de estas transiciones en el
funcionamiento adaptativo de las personas. Es decir, vinculan la implicación de atravesar las
transiciones de vida críticas con las posibilidades de adaptación y afrontamiento.
Moos y Schaefer (1993) presentan una formulación de la crisis de vida y de cómo las personas
manejan las transiciones de vida y su impacto crítico sobre los patrones de funcionamiento personal y
social. Una transición de vida crítica es una situación que por su novedad o importancia excede los
recursos de la persona y las respuestas habituales son insuficientes, dando lugar a un estado de crisis o
desestabilización, que representa una oportunidad de crecimiento, progreso y madurez o de deterioro
y estancamiento. Se trata de una situación de crisis o perturbación en la interacción persona y medio,
que puede dar lugar a una adaptación saludable si promueve un crecimiento personal y se usan
estrategias de afrontamiento efectivas que puedan promover una integración cognitiva que ayude a
manejar los aspectos problemáticos de la situación.
Una situación estresante o crítica es aquella que conlleva una perturbación emocional, un malestar
psicológico o un deterioro físico, y por su intensidad, novedad e indeseabilidad requiere una respuesta
esforzada o de afrontamiento. Toda crisis supone una perturbación, pero a la vez, posibilita una
oportunidad de cambio y desarrollo personal, que mediante el uso de estrategias de afrontamiento
apropiadas permitiría alcanzar una adaptación satisfactoria (Lazarus & Folkman, 1986).
La cuestión de por qué algunas personas se desarrollan “mejor” o “más exitosamente” que otras,
continúa intrigando a los investigadores sin alcanzar aún una resolución o respuesta consensuada.
6
permanecen cuestiones en relación a los recursos y competencias que las personas necesitan
desarrollar para afrontar exitosamente con los cambios y las presiones del desarrollo.
De este modo, se ha vuelto de interés lograr una visión comprensiva de los cambios históricos y
culturales y cómo afectan los cursos de vida de las personas ancianas y sus contextos de desarrollo.
Las ciencias sociales y de la salud se interesan cada vez más en las interconexiones de los cambios
societales, los cambios de cohorte, los cambios en el medio ambiente próximo, los cambios
ocupacionales y los cambios individuales del desarrollo, considerando datos de las percepciones de las
personas, de los cambios y transiciones normativas relativas al paso del tiempo.
Referencias
Baltes, P.B. (1983) Psicología evolutiva del Ciclo Vital; Algunas observaciones convergentes sobre
historia y teoria. En A. Marchesi, M. Carretero, J. Palacios (Ed). Psicología Evolutiva I. teorías y
Métodos (pp. 247-260). Madrid: Alianza.
Baltes, P.B. (1987). Theoretical propositions of life-span developmental psychology: On the dynamics
between growth and decline. Developmental Psychology, 23, 611-626.
Baltes, P.B. Linderberger, U., & Staudinger, U.M. (1998). Life-span theory in developmental
psychology. En W. Damon (Ed.), Handbook of Developmental Psychology: Theoretical models of
human development (pp. 1029-1120). New York: Academic Press.
Baltes, P.B., Lindenberger, U., & Staudinger, U. M. (2006). Life span theory in developmental
psychology. En W. Damon y R. M. Lerner (Eds.), Handbook of child psychology: Vol. 1.
Theoretical models of human development (6th ed., pp. 569-664). New York: Wiley.
Bronfenbrenner, U. (1979). The ecology of human development. Cambridge, MA: Harvard University
Press.
Danish, S.J. (1981) Life-Span Human Development and Intervention: A Necessary Link. The
Counseling Psychologist, 9(2), 40-43.
Dulcey Ruiz, E; Valdivieso, C.U. (2002) Psicología del ciclo vital: Hacia una visión comprensiva de la
vida humana. Revista Latinoamericana de Psicología, 34(1-2), 17-27.
Elder, G.H. Jr. (1998). The life course as developmental theory. Child Development, 69, 1–12.
Erikson, E.H. (1959). Identity and the life cycle. New York: International University Press.
Grob, A., Krings, F. & Bangerter, A. (2001). Life markers in biographical narratives of people from
three cohorts: A life span perspective in its historical context. Human Development, 44, 171-190.
Kohli, M. (1986). Social organization and subjective construction of the life course. In A.B. Sprensen,
F.E. Weinert & L.R. Sherrod (Eds.), Human development and the life course: Multidisciplinary
perspectives (pp. 271–292). Hillsdale, NJ: Erlbaum.
Labouvie-Vief, G. & Diehl, M. (1999) Self and personality development. En J. C. Cavanaugh & S. K.
Whitbourne (Eds.) Gerontology: An interdisciplinary perspective. (pp. 238-268). New York:
Oxford University Press.
Lazarus, R. S., & Folkman, S. (1986). Estrés y procesos cognitivos. Barcelona: Martínez Roca
(Original: 1984).
Moos, R.H. & Schaefer, J. (1993). Coping resources and processes: Current concepts and measures.
En L Golberger & S. Breznitz (Eds.), Handbook of stress: Theoretical and clinical aspects.(2º ed.),
(pp. 234-257). Nueva York: Kree Press.
Neugarten, B. L. (1996) Los significados de la edad, Barcelona: Editorial Herder.
Neugarten, B. L. (1977). Personality and aging. En J. E Birren y K. W. Schaie (eds.), Handbook of
Psychology of Aging, Nueva York: Van Nostrand Reinhold, 626-649.
Reese, H. W., & Smyer, M. A. (1983) The dimensionalization of life events. En E. J. Callahan & K.
McClusky (Eds.), Life-span developmental psychology: Non-normative life events. New York:
Academic Press.
Schlossberg N. K. (1981). A Model for Analyzing Human Adaptation to Transition. Editor´s
Announcement: Majors contributions. The Counseling Psychologist, 9(2), 2-16.
Smyer, M.A. (1984). Life Transitions and Aging: Implications for Counseling Older Adults. The
Counseling Psychologist: 12(2), 17-28.
Wapner, S., & Craig-Bray, L. (1992). Person-in-environment transitions: theoretical and
methodological approaches, Environment and Behaviour, 24(2), 161-188.