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W. Heinemann & D.

Viehweger (1991) Einführung in die


Textlinguistik. Tübingen: Niemeyer.

Extractos del cap. 1.

1.1. Sobre la delimitación del objeto/objetivos y tareas de la


lingüística del texto

La ciencia del texto se ha desarrollado durante los primeros 20


de su existencia como un torbellino y condujo a visiones
esenciales en la estructuración de los textos y su inclusión en
contextos más amplios. Pero relacionado con ésto se dio también
la superación de los límites de lo estrictamente lingüístico,
una ampliación del terreno de la lingüística en direcciones
diferentes, de manera que los críticos le reprochan el haberse
desarrollado en la dirección de una "superciencia", que
obligatoriamente tendría que llevar a una creciente vaguedad
del aparato conceptual, de los procedimientos y por último
también de la fijación terminológica de las unidades.

Por ello es necesaria en forma urgente una nueva "reflexión


sobre la lingüística textual", sobre el campo y las tareas de
tal disciplina científica.

En esto hay que preguntarse en primer lugar por la relación de


la lingüística textual con las direcciones teóricas que se
resumen frecuentemente bajo el nombre "lingüística oracional" o
"lingüística sistemática". Los dos marcos teóricos se
consideran frecuentamente excluyentes; en ocasiones se afirma
que toda lingüística debe ser desde el comienzo y
fundamentalmente una lingüística del texto, dado que ella por
lo menos indirectamente debe referirse a textos.

A esto hay que replicar que la extensión del objeto de la


lingüística a los textos y su funcionamiento en la comunicación
de ningún modo pone en duda la necesidad y justificación de la
descripción exacta de unidades lingüísticas básicas aisladas -
el fonema, el morfema, el lexema, el sintagma y la oración;
antes bien, las investigaciones de ese tipo deben continuar
llevándose a cabo, incluso intensificarse, en tanto también
debiera desempeñar un papel el aspecto de su posible
funcionamiento en determinadas clases de textos y bajo
condiciones de comunicación determinadas.

Por otro lado, el hecho de que las unidades lingüísticas


básicas aisladas pueden ser usadas también en textos no puede
valer como argumento para la tesis de que todas las
descripciones lingüísticas eo epso sean descripciones
textuales. Porque en una investigación de fenómenos
particulares de tipo morfológico, sintáctico o léxico no se
dice nada sobre el ser de un texto.

Por ello la lingüística del texto y la lingüística oracional ni


están en una relación disyuntiva ni es sostenible una
identificación de ambas direcciones teóricas (en el sentido de
una inclusión de una en la otra). Partimos antes bien de una
relación complementaria entre lingüística de texto y
lingüística oracional, en donde las investigaciones de orden
oracional por una lado son vistas como la condición esencial
para las representaciones textuales, pero por otro lado pueden
ser "elevadas" en el marco más amplio de la lingüística
textual.

Por ello la lingüística del texto tiene su propio dominio, su


propio terreno que es la investigación de las variantes de
estructuración y formulación de las totalidades textuales, para
las que - más allá del conocido instrumentarium de métodos
oracionales - deben desarrollarse modelos de descripción.

Partiendo de la exigencia de que la LT como ciencia no es


caracterizada solamente por las estructuras textuales sino que
tambien debe caracterizarse por el funcionamiento comunicativo
de los textos, puede observarse ocasionalmente también la
tendencia a superar los límites en dirección a una ciencia de
la comunicación, es decir, la igualación de LT y ciencia de la
comunicación. Una LT así entendida tendría como objeto de
estudio la caracterización de todos los fenómenos y condiciones
del comunicar.

Tal extensión se entiende cuando el concepto de texto se


concibe de manera muy amplia como es el caso de Kallmeyer,
entre otros, 1980) (...) Consideramos necesaria una descripción
amplia de sucesos comunicativos en el marco de una ciencia de
la comunicación, sin embargo limitamos el concepto de texto
(también considerando la comprensión textual cotidiana) en
principio a la producción y recepción de señales lingüísticas
comunicativas. (...)

Un trazado de límites claro es también necesario para poder


delimitar las tareas de la sociología o sociolingüística de
aquellas de la LT. Los textos ocurren siempre sólo en
determinados contextos socioales, presuponen la colaboración y
son utilizados por los interlocutores para la realización de
objetivos sociales o individuales (...). Está fuera de todo
cuestionamiento que las condiciones comunicativas del
funcionamiento de los textos deben incluirse en las
descripciones textuales; por otro lado la lingüística no debe
pretender proveer (ermitteln las categorías y unidades del
contexto sociológico por medio de sus propias investigaciones,
porque una caracterización adecuada de esas unidades básicas
presuponen naturalmente otros recursos, distintos de los que
tiene a disposición una disciplina lingüística parcial.

Algo análogo es válido para la delimitación de la LT de la


psicología o de la psicolingüística. Las estructuras
lingüísticas son básicamente sólo el resultado de procesos
psíquicos, por decirlo de algún modo, son tomas momentáneas de
la exteriorización de resultados de procedimientos cognitivos
(...) Sin embargo no puede ser tarea de la lingüística (y de la
LT) comprender esos estados y operaciones psíquicas en detalle
(para ello faltan nuevamente las precondiciones
correspondientes); sin embargo consideramos adecuado y
necesario tomar algunos resultados (relacionables con textos)
de investigaciones psicológicas (especialmente los trabajos de
la psicología cognitiva) y ponerlos en relación con las
perspectivas lingüístico-textuales de la estructuración y la
formulación textual.

Surge así como resumen: la LT no puede comprenderse como una


superciencia, tampoco como "ciencia del texto" en el sentido de
Van Dijk (1980). Más bien la LT debe limitarse a la
investigación de estructura y formulaciones textuales, pero en
su inclusión en contextos comunicativos, en general
sociológicos y psicológicos.

Los textos deben pues seguir siendo el punto de partida y de


llegada de la investigación lingüístico textual. Si bien la
interdisciplinariedad del acercamiento a textos debe valer como
conditio sine qua non para un enfoque metodológico promisorio,
no por eso la amplitud desmedida del objeto de estudio. El
texto mismo constituye el objeto primario y originario de la
ciencia del texto, la tarea central de la LT. (...)

1.2. Modelos de descripción textual

En el centro de la parte introductoria debe estar la


caracterización de modelos que - desde distintas posiciones
teóricas - buscaron accesos para la determinación de los rasgos
esenciales de los textos y para la caracterización de fenómenos
textuales individuales. (...) Nuestro deseo es presentar los
modelos de descripción fundamentales que por lo menos
influyeron de manera dominante por un tiempo sobre el campo y
produjeron adelantos esenciales para el desarrollo posterior de
la ciencia del texto.

(...)

1.2.1. Enfoques para la caracterización de fenómenos textuales


en la retórica y la estilística

(...)

1.2.2. El giro pragmático y enfoques programáticos de una


disciplina LT autónoma

Algunos enfoques para una extensión de las gramáticas


oracionales (en el sentido de gramáticas transfrásticas ) se
encuentran ya largo tiempo antes del surgimiento de una
disciplina científica LT. No es casualidad que las primeras
declaraciones programáticas, en el sentido de que era necesario
analizar Totalidades Textuales y no solamente oraciones o
complejos de oraciones, coinciden con aquellos cambios
fundamentales en la lingüística (aprox. desde la mitad de los
años 60 hasta comienzos de los 70), que frecuentemente se han
resumido con el concepto abarcador de "giro comunicativo-
pragmático" (Helbig 1988). En general bajo esto se entiende el
cambio de paradigma de una ciencia lingüística casi
exclusivamente orientada hacia el sistema lingüístico (desde
Saussure a Chomsky) hacia una lingüística marcadamente
comunicativa y orientada funcionalmente. Desde entonces en
creciente medida se ubican en el centro del interés cuestiones
relativas a la aplicación práctica de signos lingüísticos en
eventos comunicativos concretos, se postula la inclusión de
expresiones lingüísticas en contextos complejos, más amplios de
la actividad comunicativa. (...)

De manera general puede decirse que hasta mitad de los años 60


exclusivamente la oración fue considerada la unidad básica de
la ciencia lingüística, la mayor explicación visible y de allí
lingüística. Con la mayor claridad se muestra esta posición
básica de una lingüística oracional en la definición de oración
referida estrictamente a la forma:

"A sentence is an independent linguistic form,


not included by virtue of any grammatical
construction in any larger linguistic form"
(Bloomfield (1955, 170)

Pero también todos los modelos no estructuralistas partían de


la base de la oración como la unidad lingüística mayor: aun
cuando se derivaban reglas para el encadenamiento de oraciones,
la oración precedente era considerada el contexto mínimo, con
la cual se conectaba la estructura gramatical de la siguiente
oración. Con ello se amplió el análisis de una única oración a
el análisis de pares de oraciones, pero en cuanto al axioma de
la oración como unidad lingüística superior, nada cambió.

Los primeros pasos hacia una ampliación de la comprensión de la


gramática partieron de la observación de que oraciones
individuales, correctas gramaticalmente de ningún modo podían
interpretarse como unidades comunicativas terminadas (...)
Algunos recursos gramaticales se han especializado en la
señalación de relaciones de remisión entre oraciones que
superan el marco oracional; de ahí que ellos no pueden ser
explicados con ejemplos de oraciones individuales aisladas (o
al menos no pueden explicarse de manera suficiente).

Desde la perspectiva de la limitación clara de los hasta


entonces modelos de descripción oracional se formuló la
necesidad de ampliar el dominio de la lingüística de la
lingüística sistemática limitada a la oración, de ampliar la
"lingüística oracional" tradicional hacia una "lingüística del
texto/ o lingüística transoracional" (Postulado de ampliación).
(...) Antececentes (Harris 1952)

Este postulado de ampliación general, fundamentado con


criterios internos al texto necesitaba, sin embargo, su
complementación con la inclusión de factores pragmático-
comunicativos extralingüísticos, si los textos se comprendían
en su esencia - y en clara delimitación de fenómenos
oracionales -. A ese respecto había que considerar en un primer
acercamiento: fenómenos situativos, interrogantes
psicolingüísticos y sobre todo la caracterización de la
producción y la recepción textual como actividades
comunicativas especiales. También este segundo postulado - se
podría hablar aquí de postulado pragmático o postulado
fundamental de la LT - fue tematizado relativamente temprano (a
mitad de los años 60). [Hartmann 1971, 1975) (...)
1.2.3. Textos como totalidades supraoracionales
1.2.3.1. Postulado de ampliación y enfoque gramatical

La superación de la descripción gramatical orientada


exclusivamente en la oración individual tuvo lugar al principio
en el sentido del "postulado de ampliación" en tanto los textos
fueron caracterizados como unidades más amplias que la oración
(..) Así se amplió sólo el dominio de la gramática pero no el
concepto teórico. Partiendo de la hipótesis de que los textos
en principio tienen los mismos rasgos que las oraciones se
describieron las totalidades textuales con los mismos métodos y
sobre la base de las mismas categorías que las oraciones
individuales. Una "gramática textual" (en aquellos años se
hablaba sólo excepcionalmente de una "lingüística textual") era
entendida por ello como una "gramática de varias oraciones". Y
dado que la superación de los límites de la oración (de la
"frase") fue considerada básica para la comprensión de la
textualidad, los textos fueron caracterizados como totalidades
transfrásticas ("transfrástico" porque ellas representadas
unidades más allá del límite de la "frase" /beyond the
sentence/).

Los argumentos para tal manera de proceder se refieren a la


hipótesis de la comunidad de las cualidades globales de
oraciones y textos:

- Tanto el número de oraciones como de los textos en las


lenguas naturales no puede puede establecerse como cantidad
finita

- Las oraciones como los textos representan cuadros de sucesos


y están marcados temporalmente,

- ambas unidades están estructuradas y se componen de elementos


relacionados entre sí,

- las oraciones y los textos pueden resumirse en clases sobre


la base de determindados esquemas. Esas clases funcionan como
modelos para la producción y recepción de las unidades
mencionadas.
Los primeros intentos de pasar del simple análisis oracional al
análisis de pares de oraciones y con ello relativizar el
concepto de oración axiomatizado en las gramáticas generativas
transformacionales se distinguen ya en la segunda mitad de los
años 60. Así K. Heidolph 1966 intentó derivar reglas para las
relaciones contextuales de oraciones en una gramática
generativa y H. Isenberg (1968) fue el primero en intentar
desarrollar una gramática textual abarcadora. Para ello se
antepuso una "regla textual" a las reglas generadoras de
oración en las gramáticas generativas para la producción de
oraciones, con cuya ayuda entonces se podían expandir las
oraciones individuales del texto a partir del símbolo inicial T
(= texto):
T

S1 S2 S3

NP VP NP VP NP VP

N V N V N V

Juan escribe Rogelio pinta Los dos trabajan

*El sistema de reglas de tal "gramática textual" se vería del


siguiente modo:

(i) T → (S1, S2, S3)


(ii) S → NP, VP
(iii) VP → V (NP), (NP)
(iv) NP → (Art), (adj), N

1.2.3.2. La hipótesis de la conexión oracional

Las concepciones gramático textuales parten de la hipótesis de


que los textos pueden determinarse básicamente como
combinaciones simples de oraciones, entre las cuales existen
relaciones coherentes1. Desde esta perspectiva normalmente se
atribuye a los textos las siguientes características (p.ej.
Isenberg 1974)

Características de los textos en las gramáticas textuales:

- sucesión lineal de oraciones


- limitadas a la izquierda y derecha
- relativo caracter cerrado/terminado
- coherencia dentro de las sucesiones oracionales
- relaciones semánticas entre los constituyentes de superficie

De estos rasgos extuales, la sucesión de oraciones fue


considerada la característica más importante (Isenberg 1974,
11) y de eso se sigue, que el problema de la conexión de
oraciones fue considerado el fundamente y la condición para la
explicación de los procesos de producción textual. La tarea de
una gramática textual así entendida debe ser por ello derivar
"reglas textuales" para la conexión aquí iniciada de oraciones,
que por su parte transmiten "informaciones semánticas y
sintácticas" y que pueden explicitar en "conjunto con los demás
componentes de la gramática el concepto de texto bien formado
en una lengua L" (Isenberg 1971, 169ff). Correspondientemente
el rasgo textual más amplio "bien formado" se define como una

1
Isenberg (1968) considera el texto como "una sucesión
coherente de oraciones, como se emplean en la comunicación
lingüística". Destaca que el término "sucesión" debe entenderse
en un sentido matemático (1970, 4).
sucesión lineal coherente de unidades lingüísticas conectadas
secuencialmente según principos determinados" (Isenberg 1976,
48).

Como explicación de los principios de constitución de textos


bien formados se propusieron desde distintas posición distintos
"tipos de textualización": entre otros, conexión causal,
temporal, contraste adversativo, correspondencia pregunta-
respuesta, especificación del contenido de la oración anterior,
corrección de manifestaciones previas. Se trata básicamente ya
de modelos semánticos básicos de la integración oracional, que
se definen en semejanza estrecha con la aparición de señales
superficiales correspondientes.

En el centro del interés de los trabajos gramático-textuales


está la pregunta acerca de qué aporte pueden realizar las
unidades gramaticales individuales a la constitución de los
tipos de textualización y con ello a la coherencia de los
textos. Fueron considerados elementos constitutivos de texto,
recursos de textualización:

Elementos individuales Características globales de


las oraciones

conjunciones entonación
pronombres acento oracional
artículos énfasis y contraste
proadverbios sucesión de miembros
oracionales
partículas de pregunta y partición tema-rema
respuesta
señales de estructuración elipsis
elementos deícticos de la
situación
formulas de tratamiento

morfemas verbales para


expresión de temporalidad y
modalidad
adverbios oracionales
El listado de los recursos de textualización hace claro que no
sólo se toman aquí unidades lingüísticas que conectan oraciones
vecinas sino sobre todo aquellos fenómenos gramaticales que
actúan sobre varias oraciones o sobre todo el texto y que
constituyen la conexión interna, la coherencia de los textos
correspondientes o de partes de texto (en conjunto con otros
recursos)

La hipótesis de la conexión oracional puede considerarse básica


para todas las investigaciones gramático textuales; representa
el marco para numerosas investigaciones de detalle (...)
1.2.3.3. Textos como cadenas pronominales

Como uno de las condiciones gramaticales y sintacticas básicas


de la coherencia de los textos es considerado - desde Harweg
1968 - el fenómeno de la pronominalización. La conexión de
oraciones no tiene lugar solamente por el hecho de que
distintos recursos lingüísticos (por ej. sustantivos, verbos,
que funcionan como "substituenda") son retomados en oraciones
siguentes por medio de otros signos con igual referencia. Esa
sustitución (pronominalización) garantiza según Harweg primero
la unidad del conjunto textual; según su tesis básica tales
cadenas pronominales son el recurso decisivo de la constitución
textual. De ahí que él defina el texto como " una sucesión de
unidades lingüísticas constituida por un encadenamiento
pronominal ininterrumpido" (1968, 148).

El comienzo de un texto se marca en su modelo por la ocurrencia


de "substituenda" sintagmáticos (expresiones de expresiones que
son comprensibles inmediatamente para el destinatario, por ej.
el gato y la ausencia de Substituentia (pronombres). Todas las
roaciones que están conectadas por medio de la cadena
pronominal iniciada (por ej. ella, su vestido amarillo, el
amante de lidia) forman un texto según Harweg; y allí donde
termina esa cadena pronominal o es sustituida por otra,
comienza un nuevo texto. De esto se sigue que todas las
oraciones que no estén unidas de esta forma, pertenecen para
Harweg por definición a distintos textos.

Sin duda con el principio del encadenamiento pronominal se


comprendió de manera sistemática y se describió
satisfactoriamente uno de los rasgos más importantes de las
relaciones de coherencia internas a los textos. Si bien la
pretensión de Harweg, de que este principio de la
pronominalización sería una conditio sine qua non para cada
formación textual no puede sostenerse en esa exclusividad, la
importancia científico-histórica para el desarrollo de la
lingüística del texto sigue siendo indiscutible.
1.2.3.4. La función comunicativa de los artículos y los
morfemas temporales

En el centro del modelo de descripción textual de H. Weinrich


está el problema del peso comunicativo con ayuda de recursos
gramaticales. Sobre todo las distintas formas del artículo y de
los morfemas temporales función según Weinrich como señales
para el apoyo de la recepción de totalidades textuales por
parte del oyente, entanto se le muestra al receptor de qué
manera debe percibir determinadas conexiones dentro de los
textos.
El artículo definido señala según este enfoque "informaciones
previas", mientras que el artículo indefinido funciona como
señal de "informaciones posteriores" (para unidades
lingüísticas que el hablante aun debe explicitar). Con
referencia a los conocidos ejemplos de los cuentos:

(3) Había una vez una jovencita...


= señal de una "información posterior" que será
especificada (el receptor espera, que se le
comuniquen más cosas acerca de esa jovencita)

La jovencita era hermosa y humilde...


= señal de una "información anterior" (el sustantivo
correspondiente tiene que haber sido ya mencionado
en la oración anterior)

De este modo por medio de la utilización intencionada de los


artículos se desencadenan en el receptor determinadas
operaciones de asignación - necesarias para el proceso de
comprensión textual -. Esta observación es sin duda importante;
sin embargo debe agregarse que la "información posterior" es
posible de definir sólo de manera muy vaga (puede consistir de
partes textuales muy amplias!). Sobre todo parece cuestionable,
si la postulada generalización acerca del artículo indefinido
puede mantenerse2.

En el sentido de la dirección comunicativa se asigna especial


importancia también a los morfemas temporales; según Weinrich
ellos facilitan la comprensión de todo el texto, porque
reflejan la unicidad de la construcción temporal de los
tiempos. Porque los "morfemas temporales no ocurren de manera
aislada sino que son parte de una estructura lingüística
mayor", de manera que el ordenamiento temporal de los sucesos
conectados permanece constante (1971, 10).

Weinrich distingue dos tipos básicos de construcción temporal


en los textos, que se caracterizan por la ocurrencia de
determinadas formas temporales: I. "tiempos comentativos"
(presente, perfecto, futuro I y futuro II) y II. "tiempos
narrativos" (pretérito, pluscuamperfecto, condicional I y II).

Dado que según la hipótesis de Weinrich es comprobable la


dominancia de un tipo básico en cada texto, junto con
determinadas formas temporales se transmiten al oyente señales
para la recepción textual: la actitud de "alerta" para I, de
"relajamiento" para II (1971, 33).
Este "psicologismo" ha sido criticado justamente. Sin embargo
el modelo tiene gran importancia para la construcción de una
ciencia del texto porque aquí, igual que en el caso de Harweg,
se intenta describir fenómenos gramaticales no de manera
aislada sino en su función para constituir y recibir textos.

1.2.3.5. Perspectiva funcional de la oración y progresión


temática

(...) Danes 1970

1.2.3.6. Resumen

Si se observan los principios de los enfoques esbozados aquí


2
Expresiones como "una mujer tan linda!" o "Ahí hay una
librería!" son más bien señales de que aquí se refiere a
información anterior.
para la caracterización de la unidad lingüística "Texto",
surgen las siguientes coincidencias:

1. Todos los enfoques de descripción están motivados


intragramaticalmente; parten de la suposición de que los textos
tienen la misma naturaleza que las oraciones, de que por lo
tanto una gramática textual debería representar el modelo para
una descripción de textos, de que las conocidas gramáticas de
estructura oracional deben reemplazarse o al menos completarse
con una gramática de estructura textual. La tarea de una
gramática de estructura textual de ese tipo por lo tanto se
vería en el sentido del postulado de ampliación, se trataría de
formular reglas gramático textuales, análogas a las reglas
oracionales, con cuya ayuda sería posible explicar la
producción y explicación de todos los textos potencialmente
formables de una lengua dada.

2. La base de la descripción es el modelo de la conexión


oracional, los textos se comprenden en este sentido como
sucesiones de oraciones. La pertenencia mutua de las oraciones
individuales en un texto resulta según principio básico
transfrástico por rasgos en común que apoyan la cohesión de la
estructura de superficie, especialmente por fenómenos
sintácticos individuales que se conciben como rasgos
constitutivos del texto y se describen con un grado
relativamente alto de exactitud.

3. Para el resumen de oraciones individuales en totalidades


textuales son válidas en el sentido del principio de
descripción transfrástico las siguienes condiciones
textualización:

- La unicidad del conjunto referencial, la referencia al mismo


objeto textual (Pronominalización, selección del artículo,
relaciones anafóricas y catafóricas);

- la unicidad de la lexicalización, el estar relacionadas entre


sí de unidades léxicas básicas de un texto por medio de la
simple repetición, la re- mención así como las variadas formas
de la variación léxica;

- la unicidad de la perspectiva comunicativa del mensaje, la


determinación de la partición tema-rema de las oraciones
individuales por el entorno textual;

- la unicidad de la construcción temporal, la relación del


ordenamiento temporal de los sucesos que subyacen al texto;

- la unicidad del punto de vista superior, GEI (marco de


integración global E.Lang), el hecho de que formalmente
oraciones no unidas entre sí, sin embargo pueden entenderse
como pertenecientes al mismo texto (supertema; Danes).

El enfoque de descripción transfrástico inaugura así accesos


descriptivos importantes al fenómeno "texto". Por otro lado, la
limitación del proceder gramático-textual no debe pasarse por
alto. Se muestra en principio en que los textos se consideran
unidades terminadas, estructuradas y estáticas. Las
dificultades surgen ya al caracterizar textos más amplios (el
diálogo quedó fuera del interés gramático-textual) y sobre todo
cuando los hechos pragmáticos - que no se indican en el texto -
deben tomarse para explicar "significados textuales". Dado que
los textos fueron descriptos separadamente de los participantes
del proceso comunicativo, especialmente el funcionamiento de
los textos no pudo explicarse.

De ahí que el alcance de este enfoque es muy corto: siempre


surge un cuadro o imagen de las formas de organización de los
textos y de los indicadores de textualidad, pero no de la
esencia del texto (Texthaftigkeit). El objetivo de desarrollar
una gramática que produjera textos pronto se reveló ilusorio,
porque los textos no son reducibles a fenómenos gramaticales y
además el explicandum "Texto" - por lo menos en algunos
enfoques - fue considerado el punto de partida de procesos de
derivación deductivos. (...)

Naturalmente debe suponerse en los representantes de este


enfoque básico la opinión de que los textos no sólo son
unidades gramaticales sino sobre todo unidades funcionales. La
praxis de los modelos transfrásticos que parece contradictoria
con esta opinión se basa en la suposición de que las
estructuras superficiales de los textos representan un reflejo
suficiente de significados y funciones textuales.

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