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LITERATURA HISPANOAMERICANA PARTE 2

CULTURAS INDÍGENAS
La cuestión indígena se remonta a los finales del siglo XV cuando los europeos llegaron al
continente Americano por primera vez, entrando en contacto con los autóctonos.
El trayecto de hibridación y de mezcla con los autóctonos impone a la literatura
hispanoamericana reflexionar sobre la naturaleza del momento de las formaciones de las
identidades, así que la literatura del siglo XX, a partir desde el indianismo hasta el neo-
indigenismo, es fisiológico que se ocupe de lo que son las culturas indígenas en el contexto
hispanoamericano y como estas culturas sobreviven todavía ahora tras muchísimos años de

dominación colonial.
Nosotros vamos a ocuparnos fundamentalmente de dos areas indígenas:
1. Área del actual México-Guatemala → en términos antropológicos se designa con el
nombre de Mesoamérica. Aquí se encontraban los Mayas (en la Peninusula de Yucatán) y
los Atzecas (en la valle de México);
2. Área Andina (Perú y Ecuador) → aquí residían los Incas
Es en estas dos areas que encontramos organizaciones humanas muy desarrolladas, mientras
que en todo el resto de Hispanoamérica los españoles se enfrentaron con una situación de
dispersión humana: esto significa que a lado de los tres grandes imperios, las otras
comunidades indígenas vivían muy aisladas y fragmentadas sin tener una relevancia político-
cultural en la zona a la que pertenecían.
Por lo tanto, los españoles encontraron mucha facilidad en derrotar a estas poblaciones muy
aisladas antes que tomar control de las grandes areas urbanas de los tres grandes imperios: esto
significa que el poder de los imperios fundamentales determinó también la supervivencia después
de la conquista, ya que tenían un nivel de control politico, social y religioso muy fuerte sobre todas
las area que componían el imperio.
Argentina y Uruguay actualmente se denominan “Países sin Indios” → estas comunidades eran
muy simple de destruir y, efectivamente, fueron destruidas; mientras que era imposible borrar la
existencia de los tres grandes imperios.
Hoy en día, en la zona de Mesoamérica y en la zona andina, encontramos el mayor porcentaje de
la presencia indígena de Hispanoamérica que determina también un mayor influjo cultural en la
formación de las identidades nacionales: esto se debe a la relevancia de las culturas indígenas
que residían allí antes de la llegada de los españoles y que intentaron resistir a la dominación
europea (resistencia que se prolongará a lo largo de los siglos).

Cronología de las culturas precolombinasen Mesoamérica


Los antropólogos se ocuparon de organizar una cronología de las culturas indígenas
mesoamericanas fundamentalmente en tres etapas (en los últimos estudios serían cuatro porque
estarían precedidas por lo que se llama periodo formativo de las culturas mesoamericanas que va
desde 3000 a 1500 años a.C.).
Las tres fases:
a) fase pre-clásica → constituida por comunidades agrícolas aisladas.
Estas comunidades agrícolas no tenían una organización social, económica y política
orgánica así que empezaron a reunirse en comunidades más grandes y organizadas en las
que aparecieron las primeras pirámides (1.500 a.C.- I siglo d.C.): esto comportó la
edificación de un centro religioso que se constituía como un centro de la vida cotidiana así
que los hombres empezaron a construir y a reunirse alrededor de un centro muy elevado.
Esa construcción implicaba el deseo del hombre de entrar en contacto con la divinidad y,
entonces, el recinto sagrado dio lugar a la aparición de una figura que se ocupaba del
culto. Además, alrededor del centro de culto se agrupaban diferentes
comunidades constituyendo lo que hoy se denomina ‘ciudades dispersas” (ciudades
esparcidas alrededor de esto núcleo común).

Olman: ‘la tierra del caucho’ (costa sur del golfo de México que hoy se divide entre los
estados de Veracruz y Tabasco) → aquí surgió una poderosa civilización que en un par
de siglos imprimió con su visión del mundo, desde los siglos XVI hasta V a.C., todo el
territorio de Mesoamérica.
Los arqueólogos reconocieron la existencia de este territorio sólo alrededor de
1940, cuando descubrieron enormes cabezas esculpidas.
La cultura de los Olmecas: cultura que se desarrolló en Olman, o sea la tierra del
caucho que surgió en la zona de los estados mexicanos de Veracruz y Tabasco.
Fue la primera civilización de relevancia en el contexto mesoamericano y con sus
costumbres religiosas y cosmológicas, tiene el mérito de haber hecho una marca
fundamental que se difundió a todas las culturas indígenas sucesivas.
Una muestra fundamental que nos permite reconocer a esta civilización en nuestros
tiempos ha sido el descubrimiento de 17 cabezas colosales (los Olmecas tenían un estilo
estético redondeado, al contrario de los Aztecas donde todo estaba perfectamente
organizado de acuerdo con la forma del triangulo y del cuadrado).
Una de las costumbres y ritualidades más importantes de los Olmecas es el Tlachtli, o sea
el juego sacro de la pelota: era il ritual religioso cultural central de toda la cultura olmeca →
estaban dos equipos que no podían tocar la pelota ni con las manos, ni con los pies,ya que
sólo. podían tocarla con los codos, las rodillas y los muslos con el objetivo
de hacerla caer en el campo adversario.
Hay una particularidad: al juego lo sustentaba una idea cosmológica → la pelota
era el Sol y el campo era la Madre Tierra = el movimiento del Sol implicaba toda una
concepcion cosmológica y de interacción entre el mismo Sol (representante de la parte
celeste) y la Madre Tierra (representante de la parte terrenal) que tenía como efecto la
reproducción de la vida. Esto significa que estamos frente a una visión dinámica del cosmo
donde la parte celeste y la terrenal no pueden separarse, sino que se sobreponen una con
la otra. Entonces entendemos que la puesta en escena de los equipos en juego de la
pelota, representaba de manera casi teatral la visión y el conocimiento que esta cultura
tenía del universo.

La cultura olmeca esconsiderada la cultura “madre”de todas las otras culturas


mesoamericanas , ya que se configura por ser la más antigua (1.500 a.C).
Con los olmecas aparecen:
- algunos animales totémicos, como el jaguar (=constituye uno de los primeros símbolos
religiosos en la cultura mesoamericana.
Las civilizaciones mesoamericanas naceieron sobre la base de un binomio → las
ciudades (lo dominable) y el reino de la selva (lo desconocido, lo peligroso, lo oscuro,
lo sensual, el calor, el cuerpo de la Madre Tierra).
En este ámbito se mueve el jaguar que, con su rugido, abre las tinieblas y las
sombras que simbolizan la Madre Tierra; el jaguar penetra la tierra).
- algunos dioses del panteón mesoamericano, como el dios del agua
más tarde llamado Tlaloc, Cocijo o Chac;
- el calendario de la ‘cuentalarga’ que comienza a partir de una fecha determinada:
3.114 años antes de Cristo.
b) fase clásica (I a.C. -IX siglo d.C) → asistimos a un desarrollo muy importante de las
ciudades dispersas que se habían reunido alrededor de las pirámides. Aquí encontramos
un aumento demográfico al que corresponde una adecuación social: se empezó a
diferenciar las clases sociales
(guerreros, sacerdotes, artesanos,campesinos) y las culturas locales. Los sacerdotes
representaban una casta potente y cerrada que conservaba las tradiciones y,
en buena parte, controlaba la vida cultural, económica y política; se encargaban también
de la transmisión de los conocimientos. En esta etapa florecieron diferentes horizontes
culturales, es decir comunidades que influenciaron zonas que no ocupaban directamente:
la de Teotihuacán, la de Oaxaca (zapotecas).
En la etapa clásica empezó su existencia la civilización maya → hay que destacar la
ciudad teotihuacana, o sea la ciudad de los toltecas (toltecas =
“maestros constructores”, “artéfices”).

TEOTIHUACAN → la “ciudad de los dioses”, llegó a tener casi 200.000 habitantes donde
convivían etnias organizadas según un sistema preciso, cuyo objetivo era lograr la máxima
integración de los habitantes y la máxima eficiencia profesional.
Estamos hablando de una ciudad enorme “donde habían sido hechos los dioses”, cuatro
veces construida y cuatro destruidas.
Esta ciudad se organizaba en dos pirámides: la ciudad del Sol y la ciudad de la Luna.

Renovación cosmológica: la aparición de Quetzacóatl


En el Valle de México se produjo una renovación cosmológica que reemplazaba el ‘pueblo
del Jaguar’ (como hemos visto antes con los Olmecas): este reemplazo se repitió a lo largo
de las cosmogónicas mesoamericanas por medio de una épica batalla con Quetzacóatl
→ dios que tenía muchísimas formas = serpiente emplumado, Estrella de la Mañana y del
Atardecer; fundador de la nueva era, el Quinto Sol. Se compone de dos palabras: quetzal
(=“pájaro”) y cóatl (= “serpiente”).

¿Que importancia tiene Quetzacóatl? Encarna el concepto de la dualidad y oposiciones


de lo existente → la serpiente y el pájaro representan los resúmenes idealizados de los
elementos terrenales y celestes, puesto que la serpiente está imposibilitada de
emanciparse de su condición física terrenal y el pájaro es la creatura por excelencia que
llega a mirar él sólo el mundo más cerca que nosotros comunes mortales.
El pájaro, por su capacidad de levarse hacia el cielo, corresponde a la historia spiritual
del cosmo; la serpiente corresponde a la vida física y material.
El surgimiento de la figura mitológica de Quetzacóatl impone el surgimiento de una nueva
cultura del movimiento, ya que él imprime movimiento en el mundo: este dios cambia el
mundo que antes estaba detenido proporcionándole movimiento y, entonces, la vida.
Él no se limita a mover cosas para producir vida sino que, de acuerdo con la leyenda,
quiere sacrificarse a sí mismo: el sacrificado y el sacrificador son las mismas personas. Su
sangre moja las cosas detenidas del mundo, permitiendo así la producción del tiempo y
del movimiento.
Entonces entendemos que todos los sacrificios humanos son la renovación de este acto. .

Papel de las guerras religiosas entre los indígenas en Mesoamérica: no se hacía la guerra
para conquistar territorios sino para razones rituales, o sea para capturar víctimas que
luego hubieran tenido que participar en la puesta en escena del sacrificio originario de
Quetzacoatl. Era nombrada “guerra florida” y que tenia una cadencia annual y los
guerreros participaban a estas expediciones exclusivamente para capturar prisioneros para
ser sacrificados. La guerra misma era una puesta en escena: el sacrificado es un
personaje de prestigio entr los aztecas.
Se luchaba a través de procedimientos que nosotros podemos definir mágicos, a través de
los cuales los hombres se mezclan con la naturaleza: los guerreros se transformaban en
jaguares, pájaros y serpientes (capacidad de fundirse con la naturaleza)

7/10/2021

LOS INCAS
Los Incas son uno de los muchos pueblos que ocupaba la zona de Cuzco (actual Perú).
Esta población fue capaz de crear uno de los más grandes imperios de la epoca precolombina en
America, es decir un imperio que duró bastate poco que pero logró cubrir una vasta zona del
subcontinente americano.
El imperio incaico se puede colocar entre el año 1450 y 1532 (= año en el cual se realizó la
primera expedición de españoles encabezada por Pizarro y que llegó a la zona andina,
empezando la actividad de conquista que llevará a la formación del reinado de Perú).
El territorio del imperio incaico se extiendía aproximadamente por 4 miles de kilómetros y
comprendía: Ecuador, toda la zona andina y todo el oeste de Bolivia hasta el norte de Chile.
El nombre quechua de este imperio era Tahuantinsuyo que significa “las cuatro regiones” (=
cuatro regiones en las que estaba organizado el imperio, ya que las regiones se llamaban “suyo”).
Los Incas empezaron a desarrollar una civilización muy organizada a partir de 1450 (estamos muy
cerca de la época moderna que empezó en 1472).

La razón por la cual los Incas llegaron a afirmar su poder hacia todos los otros pueblos autóctonos
por los que estaba rodeada era simplemente una razón militar:
→ era un pueblo de guerreros muy ágiles: esta capacidad les permitió subyugar a las otras
poblaciones.
La egemonia incaica empezó con la difusion y imposición de la lengua quechua (lengua del
imperio); ellos impusieron también una teoría cosmogónica (= leyenda sobre la creación del
universo) basada en dos divinades:
 un dios serpiente → Viracocha;
 Viracocha después se evolucionará dejando espacio a otra divinad → Inti, dios del Sol
que estaba relacionado al mundo agricolo.
Alrededor de esta teoría cosmogónica se establecieron una serie de leyendas fundamentales, a
través de las cuales se narran el origen mítico del mundo y del imperio mismo: un ejemplo es la
leyenda de Manco Capac
→ el antepasado fundador de toda la raza incaica: la leyenda narra que Manco Capac recibió
directamente del dios del Sol (Inti) la indicación de fundar la ciudad de Cuzco empezando, así, la
estirpe imperial de los Incas casándose con su hermana Mma Oqllo. Pero, tenemos que tener en
cuenta que la realidad histórica es diferente, o sea que un pequeño grupo de guerreros subyugó
con las armas las poblaciones alrededor.

Al lado del dios del Sol (divinidad central), la teoría cosmogónica incaica estaba rodeada por otras
dos figuras:
- Pachamama = Dios de la Tierra
- Pachamamac = Dios del Cielo
Estos dos dioses eran hermanos que se casaron que, una vez muertos, se transformaron en las
dos partes del cosmo
→ la cosmología incaica se basaba en el culto de los elementos naturales, porque se percibía una
naturaleza dual que reune los extremos de la vida y del mundo.
Del culto de estos dioses se hacía cargo la clase social de los amautas, o sea filósofos que tenían
el deber de conservar la sabiduría sobre los origines y transmitir el conocimiento (una de las
primeras revistas que en el siglo XX recupera la experiencia indígena se llama “Amauta”.
A estos dioses se dedicaban rituales en juacas (= lugares sagrados de cualquier tipo) y los cultos
religiosos se basaban simplemente en el ejercicio del sacrificio: casi siempre sacrificios animales y
muy raramente humanos y, en particular, de niños.

Estructura político social y las instituciones fundaméntales de los Incas


Además de la fuerte abilidad militar, lo que permitió una cierta estabilidad fue la capacidad de
obtener una capilar organización del territorio y una cultura impuesta a las comunidades
indígenas.
Una de las razones de este control tan eficaz fue la creación de vías de comunicación que
conectaban todas las 4 áreas, permitiendo también un control de las periferias.
Las vías de comunicación estaban recorridas por los chaskiq, “mensajeros del emperador”,
quienes constituyeron el primer organo de la organización de la vida politica (se trataba de
hombres seleccionados por las habilidades físicas).

Por lo que concierne la estructura social → el lugar más alto de la piramide estaba ocupado por
el Emperador, llamado “El Inca”:
 se consideraba como un semi-dios, quien llegaba a cumplir con su naturaleza divina solo
en la muerte;
 el cuerpo embalsamado de “El Inca” se conservaba en la Pirámide del Sol.
 detenía el poder politico, militar y religioso → visión y organización centralizada del poder
en una única figura;
 apoyado por dos figuras centrales: el sumocaredote (Vilca-oma) por cuestiones
religiosas; una serie de comandantes militares para las cuestiones bélicas, pero “El Inca”
era el jefe del ejercito imperial.
La sucesión del Emperador se basaba en el sistema ereditario familiar, ya que ellos mismos se
solían casar con las hermanas (estaba legalizada la poligamia para la nobleza, mientras que el
resto del régimen estaba obligado a la monogamia).

Entre los elementos culturales de los Incas, destacamos el quipo → modalidad de anotación que
se realizaba a través de hilos que se anotaban en puntos particulares. La posición de los nudos,
en el interior del hilo individual, permitían la registración de muchísimas informaciones y datos,
sobre todo de carácter numérico.
Esto llevó a la creación de una nueva clase social, es decir los quipucamayox (= sabios que
sabían escribir y leer quipos).

LITERATURAS INDÍGENAS PREHISPÁNICAS


La literatura hispanoamericana del siglo XX se inspira de manera muy profunda en los textos de
origen prehispánico y de tradición indigena.
Un crítico de la literatura hispanoamericana, José Oviedo, definió a las literaturas indígenas
prehispánicas como un prólogo obligado de la literatura hispanoamericana, es decir un punto sin
el cual sería imposible hablar de una tradición literaria hispanoamericana.

La pregunta es: ¿Cómo nos han llegado los textos de la tradición literaria prehispánica?
Hemos visto, por ejemplo, en el caso de los Incas, que las poblaciones indígenas comunicaban a
través de estrategias semióticas non alfabéticas, es decir que no escribían palabras.
El primer rasgo, que tenemos que enfatizar, es que estamos hablando de tradiciones orales,
transmitidas a través de estrategias mnemónicas
→ todos los textos que nos han llegado, son textos recopilados en epoca colonial sobre todo por
los misioneros, así qu la mediación europea (a través de la transcripción en el libro) es un
obstáculo para vislumbrar naturaleza de estas tradiciones.
Aunque los textos que tenemos, puedan considerarse originales, nunca podremos confiar en la
versión que estamos leyendo.

Para organizar una clasificación de las áreas literarias fundamentales, podemos dividir
Hispanoamérica en 4 áreas lingüísticas y literarias (antes de la llegada de los españoles):
1) Mesoamérica → tradición literaria maya; dos lenguas fundamentales = maya chaxciquel
en Yucatán y
2) Al norte → tradición literaria nahautl (imperio azteca)
3) Zona andina → tradición literaria inca; lengua quechua
4) Brasil, Uruguay y Paraguay → lengua tupí guaraní

Estas eran literaturas exclusivamente orales pero, después de la conquista española, empezaron
a adaptarse a los nuevos sistemas de la escritura alfabética occidental. Muchos autores, sobre
todo los de la zona andina y de la mesoamericana encargados de tramandar la tradición oral,
empezaron a escribir sus historias y narraciones: esto comportó un cambio fundamental en las
maneras de fijar la memoria y, sobre todo, estos textos originarios empezaron a acomodarse a las
formas estéticas europeas (recordamos que los autores de estos textos eran siempre indígenas).
Entonces las versiones originarias no existen, sino que han simplemente sufrido este proceso de
transformación impuesto por el contacto cultural con el Occidente.

Vamos a analizar las primeras tres tradiciones literarias:


1) Tradición maya: aquí n existían autores, es decir que se trataba de una literatura de
autoría colectiva → existía el libro que, tramandándose oralmente, integraba y expresaba
una identidad colectiva (el texto se ve como expresión directa de una identidad cultural
colectiva).
En esta tradición el texto fundamental, retomado en el siglo XX por parte de la escritora
feminista Rosarios Castellanos, es el Popul Vu (= texto de origen religioso, donde se
habían recopilado todos los mitos originarios de la cosmología maya).
Además del Popul Vu, encontramos los libros del Chilam Balam (= texto donde se
entremezclaba lo religioso con lo administrativo):
- era un libro sobre los origenes del mundo y del hombre;
- era una guía ritual y religiosa para apoyar el culto activo (y no simplemente la memoria
mitológica) entre los mayas;
- era un conjunto de textos míticos y proféticos, en los que encontramos también reflexiones
sobre la astronomía y una conexión entre el ciclo de los astros (por ejemplo todas las
festividades debían que celebrarse de acuerdo con los presupuestos teológicos del libro →
es aquí que vemos el mito de los calendarios mayas);
- el origen de este texto se asocia con un ipotético primer sacerdote de la religión maya, ya
que Chilam significa “boca” y Balam “brujo” → sacerdote profetico.

2) Tradición azteca, literatura en lengua nahuatl: aquí estamos frente a textos de autoría
individual. En la tradición nahautl existía un tipo de escritura, es decir que los aztecas no
se limitaban a tramandar oralmente sus textos literarios, sino que tenían una escritura de
anotación gráfica de las historias que se parece mucho a los jeroglíficos egipcios.
Tenemos muchísimos testimonios de este tipo de narración y anotación porque estos
jeroglíficos estaban fijados en materiales duraderos y, en particular existía la tradición de
fijar y ubicar estos textos en un papel particularmente resistente, o sea el “papel amate”
que se sacaba del maíz.
Fray Bernardino de Sahagún, un francescano que, a los inicios del siglo XVI, empezó
sistemáticamente con colaboradores indígenas instruidos a través de la cultura occidental,
a traducir en palabras los textos.
Muchas de la fuentes que tenemos sobre este tipo de literatura, están en el código
florentino (los Medicis lo adquiereron en el siglo XVII): el código florentino sigue una
estructura tetrapartida, o sea divida en cuatro partes → lo que che Bernardín hizo en este
código fue recuperar la imagen que caracterizaba los geroglificos de los códices; al lado de
las imágenes estaba una columna donde los ayudantes de Bernardino le dictaban un texto
en nahuatl (este es el primer pasaje: de la imagen a la escritura alfabetica); Bernardino
además hacía dos traducciones (una columna en español y la otra en latín).

3) Tradición inca, lengua quechua: Francisco de Ávila escuchó los textos a través de las
voces de algunos indígenas para traducirlos del quechua al castellano.
Aquí tenemos también la presencia del teatro como puesta en escena: tenia una función y
ritualidad religiosa con acompañamientos musicales y de baile. Aprovechando de la
conexión originaria entre teatro y religión, los españoles lo convertieron en teatro de
evangelización, es decir que los indígenas estaban invitados a participar como actores en
la puesta en escena de pasajes de los textos sagrados catolicos.

12/10/2021

AMERICA LATINA → es un concepto de carácter étnico-geográfico:


- geográfico porque se encarga de designar una parte del subcontinente americano
excluyendo Canada y Estados Unidos;
- étnico porque el adjetivo “latina” hace referencia a todos aquellos Países que tienen como
idioma un idioma de origen neolatino.
La delimitación precisa de la región es muy variable.
En todos los casos agrupa a: Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba,
Ecuador, El Salvador, Guatemala, Haití, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú,
República Dominicana, Uruguay y Venezuela.
Se debate la inclusión de Belice, la región francófona de Canadá, los estados y posesiones
hispanohablantes de Estados Unidos en especial Puerto Rico e Islas Vírgenes de los Estados
Unidos, y las posesiones francesas en América (Guadalupe, Guayana Francesa, Martinica, San
Bartolomé y San Martín).

IBEROAMÉRICA → estamos hablando de la zona de los ex imperios ibéricos en el continente


americano: incluye Brasil y los demás Países de hablas iberorrománicas, es decir, “perteneciente
o relativo al conjunto de variedades lingüísticas originadas del latín hablado en el antiguo
territorio de Iberia o Hispania” (Diccionario de la Real Academia Española).
Esto significa que todas las lenguas neolatinas y de origen ibérico definen esta area geografica.
Se excluyen a las pertenencias coloniales franceses (al contrario de America Latina) y, de acuerdo
con la definición de la RAE, pueden incluirse en la definición también España y Portugal (= la
colonización portuguesa fue diferente de la española, está claro que tenían vocaciones comunes,
pero por ejemplo el desarrollo socio-cultural y político del Brasil colonial ha sido bastante diferente
de lo que efectivamente había caracterizado las colonias españolas en America).

HISPANOAMÉRICA → son 20 Países los que cabrían en esta definición: Argentina, Belice,
Bolivia, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, México,
Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, Puerto Rico (U.S.), República Dominicana, Uruguay,
Venezuela.
La definición de la RAE: “todos aquellos Países en el continente americano donde la lengua
oficial es el español”.
Sin embrago, el término “Hispanoamérica” no es un término que podemos considerar totalmente
exacto y satisfactorio: si destacamos el ejemplo de Florida, vemos que el español no es la lengua
oficial pero es una de las lenguas mayoritarias que caracteriza gran parte del componente social-
cultural de esta parte de los Estados Unidos. Además podemos pensar en el éxito de la literatura
chicana en esta área (= los chicanos son latinos descendientes de segunda generación nacidos
en Estados Unidos que siguen manteniendo un nivel de sincretismo entre la cultura latina y la
estadounidense).

INDO-AMÉRICA
Definición de José Carlos Mariátegui (Perú): filosofo y critico hispanoamericano que rechaza
todas las tres definiciones de antes
Miguel Rojas Mix, Los cien nombres de América:
“José Carlos Mariátegui duda cuando trata de comprometerse con un término para designar América. En él es una
pregunta no resuelta y una búsqueda. Y, si la pregunta es sobre la identidad, la búsqueda es por comprender ésta a la
luz de las teorías marxistas. En diversos artículos se refiere indistintamente a Hispano-América, a Ibero-América, a
América indoespañola, a América indo-ibérica y, también, a Indo-América.
Afirma la unidad de América de una manera realista. Constata que, al igual que la unidad nacional, su fundamento
sólido es el indio, su fundamento y su condición: «El indio es el cimiento de nuestra nacionalidad en formación». Pero la
unidad es también expresión de un ideal criollo.
La unidad de América se apoya en la historia. Es consecuencia de la dialéctica de la colonización española, la cual, al
descubrir las culturas autóctonas, habría uniformado «la fisionomía étnica, política y moral de la América hispana». Lo
que formó los pueblos indo-españoles es, pues, producto del mestizaje de sangres y culturas. Esta historia común ha
creado una unidad [...].”

→ Aquí, Rojas Mix reflexiona sobre este rechazo de Mariátegui: lo que está diciendo Mariátegui
es que la masa política, cultural, social y históricas de las nuevas repúblicas indipendenties
hispanoamericanas pueden constituir una unidad porque en todos estos casos particulares, el
trayecto histórico de la formación de la identidad se basa en un proceso análogo que ya
conocemos muy bien, o sea el contacto entre la cultura europea con las culturas indígenas
locales.
El Indio es el origen de las identidades nacionales así que podemos pensar en una
Hispanoamérica omogenea pero, no tanto en las identidades, sino en el proceso de fundación de
aquellas identidades (= nunca se le había pasado en la mente de Mariategui decir que la cultura y
la identidad mexicana son lo mismo de cultura o identidad argentina por ejemplo; pero lo que el
nos quiere decir es que es igual el proyecto histórico, el recorrido social y politico que
imprime la colonización española para dar unidad a esa area geografica).

Esto lleva José Miguel Oviedo a ponerse una pregunta fundamental: ¿Qué es la literatura
hispanoamericana?
José Miguel Oviedo, Historia de la literatura hispanoamericana:
“El concepto Hispanoamérica es relativamente reciente: surge en los albores del proceso emancipador y se establece a
comienzos del siglo XIX, popularizado por el ideal integrador de Bolívar. Su uso está asociado al vocabulario político e
ideológico de ese momento, más que a una definición cultural; en esa época también nos llamábamos, con igual
orgullo, «la América española», para señalar a la vez la semejanza y la diferencia. Su extensión al campo literario
parece natural, pero no está exento de dificultades. Octavio Paz ha declarado que expresiones similares a ésta como
«poesía latinoamericana», provocan su duda: «Una y otra designan realidades heterogéneas y, a veces,
incompatibles». Nuestros ensayistas y pensadores siguen discutiendo qué es, en el fondo, Hispanoamérica; si ese
concepto es rebatible, ¿podremos acaso decir que literatura hispanoamericana señala una noción más precisa? Se
trata de una ecuación o incógnita que no ha sido del todo despejada ”.
Oviedo no dá una definición, sino dice exclusivamente lo único que se puede decir: reiterar la
presencia de un conjunto de heterogeneidades, de pluralidades, a veces incompatibles, en el
contexto de una historia que se presenta a partir del siglo XVI como una historia unitaria.
El problema que surge de esta falta de definiciones y de sta falta objetiva de definir univocamente
lo que es Hispanoamérica, las que son las identidades hispanoamericanas y lo que es la literatura
de esas áreas es como y, a través cuales herramientas conceptuales, teóricas y criticas podemos
reflexionar sobre esta dicotomía de unidad y heterogeneidad.
En realidad, el asunto de las pluralidades en un contexto homogéneo, se ha desarrollado a patir
de tres palabras claves fundamentales que nos dan cuenta de la negociación entre los diferentes
ámbitos culturales que se establecen en América:

 MESTIZAJE → la palabra viene de la terminología biológica (=proceso biológico) que


designa la mezcla resultante de la fusión de dos razas diferentes. Lo que hace la teoría
del mestizaje, aplicada a los contextos culturales, es reducir la cultura a una mezcla
exclusiva de rasgos físicos-biológicos.
La estructura del mestizaje es piramidal: el mestizaje presupone la presencia inicial de dos
individuos que se unen para producir un tercer individuo que se caracteriza por ser la
síntesis perfecta de los otros dos.

 TRANSCULTURACIÓN → Fernando Ortiz, Contrapunteo cubano del tabaco y el


azúcar, 1940
“Hemos escogido el vocablo transculturación para expresar los variadísimos fenómenos que se originan en
Cuba por las complejísimas transmutaciones de culturas que aquí se verifican, sin conocer las cuales es
imposible entender la evolución del pueblo cubano, así en lo económico como en lo institucional, jurídico, ético,
religioso, artístico, lingüístico, psicológico, sexual y en los demás aspectos de su vida. La verdadera historia de
Cuba es la historia de sus intrincadísimas transculturaciones. Primero la transculturación del indio paleolítico al
neolítico y la desaparición de éste por no acomodarse al impacto de la nueva cultura castellana. Después, la
transculturación de una corriente incesante de inmigrantes blancos. Españoles, pero de distintas culturas y ya
ellos mismos desgarrados, como entonces se decía, de las sociedades ibéricas peninsulares y transplantados
a un Nuevo Mundo, que para ellos fue todo nuevo de naturaleza y de humanidad, donde tenían a su vez que
reajustarse a un nuevo sincretismo de culturas. Al mismo tiempo, la transculturación de una continua chorrera
humana de negros africanos, de razas y culturas diversas, procedentes de todas las comarcas costeñas de
África, desde el Senegal, por Guinea, Congo y Angola en el Atlántico, hasta las de Mozambique en la
contracosta oriental de aquel continente. Todos ellos arrancados de sus núcleos sociales originarios y con sus
culturas destrozadas, oprimidas bajo el peso de las culturas aquí imperantes, como las cañas de azúcar son
molidas entre las masas de los trapiches. Y todavía más culturas inmigratorias, en oleadas esporádicas o en
manaderos continuos, siempre fluyentes e influyentes y de las más varias oriundeces: indios continentales,
judíos, lusitanos, anglosajones, franceses, norteamericanos y hasta amarillos mongoloides de Macao, Cantón
y otras regiones del que fue Celeste Imperio Y cada inmigrante como un desarraigado de su tierra nativa en
doble trance de desajuste y de reajuste, de desculturación o exculturación y de aculturación o inculturación, y
al fin, de síntesis de transculturación”.

Ortiz nos dá unas pistas para empezar otra reflexión: a las dos instancias primarias sobre
las cuales se basaba el proceso de mestizaje en su erosión biológica y cultural, Ortiz
sustituye un magma potencialmente infinito de actores que participan simultáneamente a
este proceso.
Esto significa que no se contempla una dualidad como punto de partida esencial (como en
el caso del mestizaje), sino que el proceso de transculturación se funda sobre una cantidad
potencialmente ilimitada de participantes iniciales en el proceso (indígenas, españoles,
esclavos que venían de una zona muy vasta de África y, por lo tanto representaban
culturas diferentes ya en el contexto del continente africano y todas estas diferencias están
puestas en el calderón representado por Cuba y empiezan a entrar en relación el uno con
el otro.
Habiendo perdido la conexión cotidiana con su entorno cultural precedente, empiezan a
interactuar produciendo lo que Ortiz define como identidad cubana):
Ese proceso se produce a través de 3 fases esenciales:
1. Deculturacion = fase a través de la cual cada uno de los actores en el proceso está
puesto en la condición de abandonar o perder algunos rasgos culturales que lo
caracterizaban originariamente. Por ejemplo, los españoles estaban acostumbrados a
comer carne de cerdo; cuando llegan a Cuba y se dan cuenta de que el cerdo no existe, se
ven caer todo un contexto de cultura culinaria que se había desarrollado a través de siglos,
tradiciones y costumbres, así que los españoles estén obligados a perder y abandonar
esta costumbre.
Por ejemplo, en México en 1540, los indígenas estaban acostumbrados a irse organizados
para las expediciones de la guerra florida para sacar esclavos para los sacrificios, después
la imposición del catolicismo, están obligados a renunciar a sus costumbres religiosas.
2. Aculturación = las pérdidas se compensan y los rasgos que habían sido abandonados se
sustituyen por elementos culturales que vienen de las culturas de los otros participantes en
el proceso..
3. Transculturacion = la dinámica de pérdidas y adquisiciones termina en una síntesis, en
la que lo que se logra es un espacio de estabilidad.
Esto significa que todas estas culturas están puestas en contacto de manera dinámica,
pero hay un momento en el que este dinamismo llega a un punto de estabilidad capaz de
afirmar toda esta heterogeneidad constitutiva que se intercambia elementos culturales en
una forma de síntesis armónica que Ortiz no duda en definir como IDENTIDAD CUBANA.
Entonces, se llega a un punto en el que las identidades se aglutinen de manera armónica.
Resumiendo: para empezar tenemos una pluralidad y, después, una unidad en la
conclusión del proceso. Este proceso se parece mucho a la dialéctica hegeliana (un
elemento, su opuesto y la síntesis entre estos dos elementos).

La transculturación en la literatura
Ángel Rama y la transculturación más allá de Ortiz
“El diseño [de la transculturación] no considera los criterios de selección y de invención que se deben
considerar en todos los casos de movimiento cultural, ya que ese estado da cuenta de la energía y la
creatividad de una comunidad cultural. Si está viva, cumplirá esa selectividad, sobre sí misma y sobre el aporte
exterior, y efectuará invenciones con un arte de combinación adecuado a la autonomía del propio sistema
cultural.
Podríamos decir, incluso, que el proceso de selección es una búsqueda de valores más fuertes, capaces de
enfrentar el impacto de las culturas, por lo cual se puede ver también como una tarea inventiva, como una
parte de la neoculturación de que habla Fernando Ortiz, trabajando simultáneamente con las dos fuentes
culturales puestas en contacto. Entonces, se puede decir que hay pérdidas, selecciones, redescubrimentos e
incorporaciones, y que estas operaciones se resuelven dentro de una reestructuración general del sistema
cultural, que es la función creadora más alta que puede cumplirse en un proceso intercultural ”.

 HETEROGENEIDAD → Antonio Cornejo Polar, “El indigenismo y las literaturas


heterogéneas”
“Lo que caracteriza las literatura heterogéneas es (al contrario de la transculturación) la duplicidad o pluralidad
de los signos socio-culturales: se trata, en suma, de un proceso que tiene por lo menos un elemento que no
coincide con el origen de los otros y que crea, necesariamente, una zona de ambigüedad y conflicto” .

Este crítico peruano nos dice que el problema de este proceso de transculturación no son
las dinámicas que describen Ortiz y Rama, no son los procesos de pérdida y adquisición;
sino que el problema fundamental es teorizar un punto conclusivo de este proceso.
Entonces la pregunta es “¿cómo imaginar otra versión de la transculturacion sin
conclusión armoniosa? A través del concepto de HETEROGENEIDAD, como dice lo
mismo Polar.
Aquí pasa que, a partir de la misma pluralidad de actores (los mismos de la
transculturación) siempre habrá algo que determinará una zona de conflicto y de oposición
con respecto a los otros elementos: es como si hubiera siempre algo que se opusiera a la
consolidación de la armonía.
Polar nos dice que este es un proceso adialectico, es decir que es un proceso que pone
en juego la dialéctica como movimiento de confrontación entre las partes pero solo para
rechazar la conclusión de este movimiento, entonces la parte de la síntesis nunca se
produce.

¿Una literatura heterogénea? Antonio Cornejo Polar, Escribir en el aire


“Me interesa reflexionar un momento sobre cómo y por qué la búsqueda de la identidad, que suele estar
asociada a la construcción de imágenes de espacios sólidos y coherentes, capaces de enhebrar vastas redes
sociales de pertenencia y legitimidad, dio lugar al desasosegado lamento o a la inquieta celebración de nuestra
configuración diversa y múltiplemente conflictiva. Tengo para mí que fue un proceso tan imprevisible como
inevitable, especialmente porque mientras más entrábamos en el examen de nuestra identidad tanto más se
hacía evidentes las disparidades e inclusive las contradicciones de las imágenes y de las realidades [...] que
identificamos como América Latina. Ciertamente ese proceso venía de lejos: así, en las primeras décadas de
este siglo [el siglo XX], la historiografía latinoamericana ejecutó la compleja operación de nacionalizar la
tradición literaria prehispánica, como en el XIX se hizo con la colonial, pero la armadura positivista de ese
pensamiento histórico, que interpreta los procesos como unilineales, perfectivos y cancelatorios, enclaustró tal
tradición en la profundidad de un tiempo que semejaba ser arqueológico, presuponiendo –además– que
aquellas literaturas habían dejado de producirse con la conquista. Sólo mucho después la insólita articulación
de los aportes de la filología amerindia con los de la antropología puso en evidencia la importancia de las
literaturas nativas coloniales y modernas y la consiguiente necesidad de incluirlas como parte de todo el
proceso histórico de la literatura latinoamericana [...]. Es claro que de esta manera variaba decisivamente el
corpus de nuestra literatura, ofreciendo además ocasión para que otras literaturas marginadas ingresaran en
él”.

14/10/2021

LA NOVELA HISPANOAMERICANA
En el siglo XX, la literatura hispanoamericana, y en particular el género de la novela, quiso
ocuparse de resolver los problemas relacionados a la cuestión de las identidades.
Se trata de un período en el que la literatura puede constituirse como una herramienta o un
instrumento capaz de dar respuestas sobre la pregunta fundamental: ¿qué es la identidad
hispanoamericana? Obviamente considerando todas las heterogeneidades y diferencias que
caracterizan esta identidad. Por lo tanto, como el género de la novela intenta usar las tre
categorías de mestizaje, transculturación y heterogeneidad.
Orígenes de la novela hispanoamericana
La novela aparece muy tarde en el panorama cultural hispanoamericano → la llegada de la
novela a Hispanoamericana fue en coincidencia con los movimientos independentistas en el
continente.
Las literaturas independentistas y los movimientos literarios postidependentistas se propusieron
intentar proponer una respuesta a la pregunta fundamental, o sea la relacionada al problema de la
identidad una vez obtenida la independencia. Entonces vemos que la novela hispanoamericana, a
partir del siglo XIX, se encargó de re-escribir la historia de Hispanoamérica, considerando dos
direcciones:
 Necesidad de re-escribir el mundo americano (naturaleza, hábitos culturales, filiaciones
políticas, modelos culturales, etc…) para dar forma a los ideales nacionales
independentistas.
 Revisión de las escrituras europeas de América (*Crónicas de Indias): revaluación en clave
identitaria de la naturaleza grandiosa americana, pero también se conservan rasgos
propios de las escrituras de la Conquista (*inferioridad cultural de los indígenas).

La primera obra que puede considerarse propiamente una novela es El Periquito


Sarniento (“Pappagallino rognoso” en la traducción italiana) del mexicano Fernández de
Lizardi (1776-1827), publicada en 1816: es una obra anacrónica, donde el romance picaresco
español se mezcla con las tendencias del romanticismo. Su objetivo es bosquejar los rasgos de
la sociedad mexicana pre-independentista (cf. *romanticismo hispanoamericano)
Otra novela fundamental del siglo XIX: María, del colombiano Jorge Isaac (1867): el objetivo era
representar la sociedad colombiana con su entorno natural. Aqui la influencia fundamental es el
romanticismo tardío que estaba inclinándose hacia la forma del realismo y naturalismo; María es
una novela romántica sentimental que se desarrolla en el ámbito de una naturaleza americana
idealizada e idílica.

La novela en el Modernismo
A los finales del siglo la novela casi desaparece como género literario durante el período
modernista (aproximadamente 1870-1920): es una etapa de gran desarrollo de la poesía y del
ensayo pero se escriben muy pocas novelas.
La novela desaparece porque irrumpe un nuevo movimiento estético, es decir el Modernismo que
se configuró como un movimiento que ponía el énfasis no tanto en lo narrativo, sino en el
desarrollo de nuevas formas poéticas. Así que la poesía se convirtió en el género por excelencia
de la literatura hispanoamericana.
Hay dos ejemplos de novelas modernistas:
- De sobremesa, del colombiano José Asunción Silva
- Amistad funesta, del cubano José Martí
La novela modernista se ve influenciada por el Decadentismo europeo, en particular por la novela
de artista del decadentismo europeo (Gabriele D’Annunzio, Il piacere, 1890; Joris Karl
Huysmans, À rebours, 1884)
*novelas de artistas → novelas que se situaban entre dos polos: la novela de formación y la
novela que permite reflexionar sobre el papel que el artista tenía en el contexto de la
modernización industrial de los finales del siglo XIX.

Los inicios del siglo XX: la “novela de tierra”


A los inicios del siglo XX se asiste a una vuelta de las tendencias realistas en la novela
hispanoamericana y, en particular, con una serie de éxitos que se proponen volver a reflexionar
sobre los temas que habían marcado la experiencia de la novela durante las independencias. Se
forma una tradición llamada “la novela de la tierra” → ya desde la independencia
(*Romanticismo), los territorios americanos van buscando en su literatura aquello que
representa la esencia de lo americano en el folclore y costumbres tradicionales. La novela
transita por la idea de dominar y representar la poderosísima Naturaleza americana.
Esta reflexión sobre la naturaleza se desarrolla a partir de una nueva búsqueda identitaria: se
recupera un antiguo debate (siglo XIX) que durante el romanticismo independentista
hispanoamericano había polarizado casi todo el debate literario en la dicotomía entre
civilización y barbarie que se deriva de un texto clave de 1845 del autor argentino Sarmiento,
quien intentó bosquejar los modelos culturales de la nueva nación argentina.
La propuesta identitaria de Sarmiento se inspiraba a la barbaria, o sea la naturaleza argentina que
rodeaba la ciudad de Buenos Aires: la naturaleza autóctona se convierte en el primer elemento de
identidad y es en este contexto de naturaleza tan peculiar que sería posible pensar en una
identidad propria hispanoamericana.

Tres novelas reflejan nítidamente este dualismo:


- La vorágine (1924) de José Eustasio Rivera
- Doña Bárbara (1929) de Rómulo Gallegos
- Don Segundo Sombra (1926) de Ricardo Güiraldes

En el trasfondo de esa dicotomía subyace el enfrentamiento entre la burguesía liberal y los


terratenientes rurales, así que, a los inicios del siglo XX se desarrolla otro tipo de novela: la
novela de compromiso político-social
→ las narraciones sirvieron también como correlato de la situación política en Hispanoamérica.
De entre todas ellas destacan las novelas que se centraron en la Revolución mexicana (1910-
1920). Este complejo fenómeno histórico inspiró numerosas novelas hasta bien entrados los años
50. Se inaugura este ciclo con Los de abajo (1915) de Mariano Azuela. La visión de los autores
sobre la Revolución van desde el entusiasmo hasta la desilusión.

>> Novelas proletarias aparecen en todos los países americanos a la vez que en Europa,
especialmente en los años 20 y 30, siendo de especial relevancia en Perú por el compromiso de
quienes publicaban en la revista Amauta (dirigida por Mariategui es uno de los primeros que
sintetiza el pensamiento marxista y la cuestión obrera con la cuestión indigena ya que en Peru se
asiste a un fenomeno de grande inmigración por part de los indígenas porque el proceso de
industrialización de la ciudad necesitaba manos de obra)
>>> El fenómeno de la literatura social posee, a diferencia de en Europa, un elemento peculiar en
América: la atención que se le presta al indio. Sus condiciones de vida junto con las del mestizo
son denunciadas en la llamada novela indigenista. Fundamentales en esta tendencia son el
ecuatoriano Jorge Icaza (Huairapamuchcas, 1948), con el mismo carácter reivindicativo aparecen
las narraciones del peruano Ciro Alegría (El mundo es ancho y ajeno, 1941).

Esta tendencia de la literatura hispanoamericana se evolve en algo completamente diferente, así


que asistimos a una renovación narrativa de mitad del siglo XX.
Esto porque personalidades literarias muy fuertes como Jorge Luis Borges o José Lezama Lima
rechazan la predominancia de las formas realistas para inclinarse más hacia temas y formas
pertenecientes a la metafísica, recibiendo los influjos europeros del Surrealismo.
Al lado de la narrativa metafisica se desarrolla también otra correinete narrativa: el Realismo
Mágico.
Los autores del Realismo Mágico sostienen esta tesis: la naturaleza americana es un
subcontinente donde la magia no es algo supernatural (como piensan los metafísicos
occidentales), sino es algo que se puede tocar concretamente con manos.
De aquí el nombre de esa corriente → si la realidad es intrinsecamente mágica y si la única
manera para representar este mundo es elaborar un tipo de visión fiel de la realidad, es necesario
tener en consideración este nuevo tipo de realidad que es característica fundamental de lo que es
hispanoamericano.

La visión magica de la naturaleza, la visión metafisica de lo real y la visión religiosa de los hechos
naturales es algo que en Hispanoamérica deriva directamente de las viejas cosmovisiones
indígenas y la presencia de estas en el presente sigue caracterizando la identidad nacional así
que vemos una circularidad del tiempo (= percepción circular de la realidad en la que viven los
hispanoamericanos).
*Realismo mágico: Aparecen elementos míticos, legendarios, fantásticos y mágicos en ruptura
con el realismo tradicional, manteniendo una trama verosímil. También se le ha llamado lo real
maravilloso. La realidad americana donde confluyen influencias africanas, indígenas y europeas
contiene aspectos de difícil racionalización. En esta característica se fundamenta esta nueva
tendencia narrativa. Con ella, además, se busca una identidad diferente a la del pasado
colonial.

Unos autores del Realismo Mágico:


>>> Jorge Luis Borges: supera el realismo en sus cuentos dando cabida a lo fantástico.
Abundan la mitología clásica, símbolos, referencias literarias, etc. El libro o la biblioteca son
metáforas del mundo. Según él no podemos conocer los secretos de la realidad: la muerte, el
mundo como laberinto, el tiempo, el espacio, la eternidad, el infinito, todo lo insondable.

>>> José Lezama Lima: no solo poeta, sino también narrador y ensayista. En su
novela Paradiso (1960) diseña su mundo literario. Especie de autobiografía, muestra las
inquietudes existenciales de su autor con una prosa magistral, barroca en la que vierte su vasta
cultura. Revisión de la cultura colonial hispanoamericana.
Miguel Ángel Asturias (Guatemala, 1899-1974)
Mezcla denuncia social, vanguardia y la América maravillosa. Comienza escribiendo novelas de
dictador(El Señor Presidente, 1946) y se inserta en el realismo mágico con Hombres de
maíz (1949). En sus obras suele criticar el imperialismo de las multinacionales norteamericanas,
así en Viento fuerte (1950), El Papa Verde (1954) y Los ojos de los enterrados (1960). Nobel de
Literatura en 1967.

>>>Alejo Carpentier (Cuba, 1904-1980): Vanguardista en ¡Ecué-Yamba-Ó!, dentro de la


corriente indigenista. Teórico de lo real maravilloso, intenta explicarlo en esta novela centrada en
Haití y las creencias de los esclavos negros. El mundo primitivo es un paraíso perdido frente a la
sociedad actual sin valores. Novela histórica es El siglo de las luces (1962); de dictador El recurso
del método (1974). Asimismo practica el cuento y novelas cortas.

>>>Julio Cortázar (Argentina, 1914-1984): Su realismo mágico es heredero de las vanguardias.


Destacan sus colecciones de cuentos: Bestiario (1951), Historias de cronopios y famas (1962). El
arte como acceso a un conocimiento superior se aprecia en su cuento El perseguidor. Renovación
formal aparece en Rayuela (1963), metáfora de un mundo caótico. También escribe literatura de
compromiso social como Libro de Manuel (1973) contra la barbarie de las dictaduras
sudamericanas de los 70.

>>>Juan Rulfo (México, 1918-1986): Su breve obra se considera la cúspide de narrativa


hispanoamericana del siglo XX. Solo escribe un libro de relatos El llano en llamas (1953), una
novela, Pedro Páramo (1955) y guiones cinematográficos. Los cuentos culminan la novela de la
Revolución mexicana; muestra un mundo hostil con personajes solitarios, agobiados por la culpa.
En la novela crea un lugar mítico, Comala, pueblo maldito donde solo se oyen las voces de los
muertos. Lo mágico se mezcla con lo real que no acaba siendo menos fantástico que lo
imaginario.

Última etapa fundamental de nuestro recorrido es lo que se ha llamado el “Boom


latinoamericano”: se trata de un fenómeno muy relevante porque, por primera vez, asistimos a la
masiva publicación en todo el mundo de una serie de autores hispanoame que,. hasta este
momento, estaban completamente desconocidos fuera del continente americano.
Es decir que ocurre que la novela se extiende internacionalmente: los nuevos novelistas (Vargas
Llosa, Carlos Fuentes, Roberto Bolaño, García Márquez, etc.) continúan la senda iniciada
por Borges, Cortázar, Asturias o Rulfo.
Esta nueva etapa influye notablemente en la narrativa mundial, no solo con los nuevos
escritores, sino que en este momento, los autores latinoamericanos consagrados escriben sus
obras maestras: Rayuela, de Cortázar, El astillero, de Onetti; Sobre héroes y tumbas, de
Sábato; El siglo de las luces de Carpentier; Paradiso, de Lezama Lima.

Los nuevos autores son deudores de las innovaciones narrativas del siglo (Joyce, Proust), de la
línea de sus antecesores, y de los clásicos españoles (especialmente Cervantes y los libros de
caballerías o autores del Barroco).

En esta etapa del Boom latinoamericano hay que considerar:


•Nuevo publico europeo → los lectores europeos estaban cansados de leer novelas de tipo
convencional, sobre todo novelas realistas, y el público empieza a interesarse a otras realidades
literarias;

•Revolución cubana (1959); invasión estadounidense en la Bahía de los Cochinos (1961) →


la Revolución castrista en Cuba polariza la atención global hacia la historia y la cultura
hispanoamericanas, es decir que a partir de la revolución cubana el globo se da cuenta de que
existe efectivamente este mundo.

•Editoriales españolas: las editoriales españolas, en particular Seix Barral, empiezan a publicar
masivamente obras hispanoamericanas, facilitando la difusión de las nuevas novelas.

Características y autores del Boom latinoamericano:


- no existe efectivamente un modelo estilístico de la narrativa del boom latinoamericano así
que no podamos darle una definición narrativa y literaria.

- Gabriel García Marquéz → este colombiano compagina desde sus inicios la escritura de
cuentos y la actividad periodística. Creador de Macondo, lugar mítico donde transcurren
buena parte de sus narraciones. Desde La hojarasca (1955) hasta Cien años de
soledad (1967), la novela que le proporciona fama internacional, pasando por El coronel
no tiene quien le escriba (1961), Macondo es el centro de sus relatos.
Cien años de soledad es una novela sobre el tiempo y la soledad. La idea de un tiempo
cíclico en el que parecen repetirse los acontecimientos una y otra vez. Por otra parte los
personajes viven sumidos en la soledad, fruto del ensimismamiento y la falta de amor. Se
ha querido ver en Macondo una imagen de la realidad de América Latina. Este lugar
imaginario es descrito desde sus orígenes en un pasado arcaico, para luego pasar a narrar
las diferentes etapas que atraviesa: feudal, colonización española, revoluciones, invasión
de las multinacionales norteamericanas que conducen a la irremediable destrucción de
Macondo. Después de esta novela, García Márquez sigue escribiendo novelas (El amor en
los tiempos del cólera, Del amor y otros demonios, El general en su laberinto) y cuentos.

- Carlos Fuentes (México, 1928-2012) → mexicano y heredero de la novela de


revolución de su país, es, sin embargo, un escritor cosmopolita y su profesión de
diplomático hace que se refleje en su literatura ese carácter universalista. Experimenta en
su primera novela, La región más transparente (1958). Contribuye a la renovación de la
novela hispanoamericana con una de sus mejores novelas, La muerte de Artemio
Cruz (1962), abriendo nuevos caminos temáticos y de técnica narrativa. Su investigación
del pasado mexicano y de sus mitos ancestrales culmina con la publicación de Zona
sagrada en 1967. La indagación en lo indígena es común a toda la literatura
hispanoamericana, pero Fuentes pretende darle un sentido global, por ello la mitología
universal está presente en sus obras: Terra nostra, La cabeza de la hidra, Gringo
viejo, Diana o la cazadora solitaria. También ha escrito ensayo: Cervantes o la crítica de la
lectura.

- Mario Vargas Llosa (Perú, 1936) → conoce el éxito literario siendo joven con Los
jefes (1958), libro de relatos. Su primera novela, La ciudad y los perros (1962) inaugura
el “boom” de los 60. No suele incluir elementos fantásticos en sus obras, si bien
domina la técnica y participa de la renovación formal de la narrativa americana. Muchas de
sus obras reflejan su Perú natal: Los cachorros (1967), Conversación en la
Catedral(1969), Pantaleón y las visitadoras (1973). Un cambio de simpatías políticas lo
lleva a escribir en un tono antirrevolucionario: La fiesta del Chivo, Elogio de la
madrastra, Lituma en los Ande

Enfoque en el Romanticismo hispanoamericano:


Es un Romanticismo de carácter diferente: llega muy tarde en Hispanoamérica y no tiene casi
nada
a que ver con lo que nosotros estamos acostumbrados a llamar “Romanticismo”. Esto se debe al
hecho de que, este movimiento, tiene que hacer frente a un contexto histórico-cultural totalmente
diferente.
En particular, tiene que adaptarse a las necesidades de búsqueda identitaria y a un nuevo
model
social que se va a inaugurar después de las indipendencias.
Si una función del Romanticimo es la de racionalmente pensar en las nuevas formas de la
identidad
nacional, podemos ver que en este período surgen obras híbridas que rescatarán unos temas
típicos
del Romanticismo europeo:
- es fundamental apoyarse a un recorrido histórico → la evocación del pasado lejano
será una reflexión del pasado colonial en Hispanoamérica (no se trata de describir la
historia del colonialismo, sino de inventarse a partir de la historia de la colonia, un pasado
originario mítico sobre el cual fundar una identidad)
- tener una tendencia descriptiva → es una consecuencia de la hibridación del
romanticismo con el realismo que se basa en un elemento en particular, o sea la
descripcion de un elemento exclusivamente proprio: la naturaleza local.
Pero, la evocación de la naturaleza y la tendencia extrema a describir el entorno natural
hispanoamericano es también algo que pertenece al viejo romanticismo europeo y, en
particular, la tendencia europea a interpretar la naturaleza en términos de sentimientos
sublimes
→ los hispanoamericanos recuperan este asunto para afirmar la grandeza de la naturaleza
propia en contraposición con la naturaleza europea (esto porque en las épocas de las
indipendencias hay que encontrar una identidad nueva respecto a la vieja).

En este marco fundamental se inserta la creación y publicación de novelas indianistas.


Vamos a tomar un ejemplo de novela indianista: la novela ecuatoriana de Juan León Mera,
“Cumandá”
→ la narración de la novela se desarrolla a través de evocaciones y descripciones muy
minuciosas
de la naturaleza ecuatoriana: se trata de una naturaleza incontaminada pero peligrosa, fascinante
pero también amenazadora (aquí el sentimiento del término sublime) en la que se desarrolla la
historia de amor entre una indígena y un blanco (esto permite el autor mismo retratar la condición
social de los indígenas en el contexto ecuatoriano de indipendencia).
Sin embargo, la historia de amor entre los dos protagonistas permite el autor resuscitar muchos de
los estereotipos sobre los indígenas que se habían inaugurado a partir del sigo XVIII en Europa.
En su obra Mera caracteriza el ámbito social de manera tripartida:
1) élites criollias que tienen el control social, económico y cultural de los lugares que
aparecen en la novela;
2) un grupo de indígenas convertidos al catolicismos y que están viviendo de acuerdo con los
modelos culturales de los colonizadores; en la narración aparecen como los buenos;
3) a las periferias vive otro grupo de indígenas que Mera describe como bárbaro, salvaje e
incivilizado.
Estamos frente a una dicotomía en el tratamiento de los indígenas → no existe una tipología de
indígenas, sino dos:
- existe el Indio que sabe evolucionarse y emanciparse de su condición de inferioridad
histórica-cultural y que, adoptando uno estilo de vida occidental y convirtiéndose al
cristianismo, puede entrar en contacto con los blancos;
- se destaca un sector de la población indígena que Mera percibe como imposible de
conducir en el territorio en lo que ya Sarmiento definía como civilización, entonces que es
imposible de salvar de esta condición de inferioridad.
Entonces podemos entender cual es la posición y visión de Mera: los indígenas pueden
rescatarse solo si abandonan su identidad originaria y adoptan integralmente las
costumbres de las élites criollas en los sectores blancos de la población.

Trama de la obra “Cumandá” → obra de indianismo romantico. los dos protagonistas deciden
que la única manera para que el amor pueda llegar a un final feliz es que la chica indigena,
Cumandá, se pinte la cara de blanco para emanciparse de aquello
origen salvaje, donde todavía otros componentes de la comunidad indígena están atrapados.
La chica sufre este proceso de blanqueamiento hasta que se repite la imposibilidad de este
amor:
se descubre que ella es la hermana de su enamorado porque el padre del chico blanco había
tenido
un hijo con una indigena.

Temas de la obra:
- tema del amor imposible (rasgo típico del romanticismo europeo);
- bipartición de los indígenas;
- proceso de progresivo blanqueamiento que refleja de manera directa lo que era el
pensamiento socio-cultural de esta época.
Entendemos que, lo que hace el Indianismo, es ofrecer este tipo de solución como medio a la
cuestión indigena en las indipendencias, es decir la completa adaptación de los indígenas al
sistema socio-cultural occidental
→ la solución es que los indígenas pueden entrar a formar parte de lo nacional y de la identidad,
solo a pacto que rindan a sus propias tradiciones y culturas para reconfundirse lo más
posible con lo que es el presente y el futurode las nuevas republicas nacionales (este es el
paradigma del Indianismo).

19/10/2021

INDIANISMO, INDIGENISMO, NEÓ-INDIGENISMO EN HISPANOAMÉRICA

¿Que es el indigenismo?
“El indigenismo en América Latina es, en primer lugar,
una corriente de opinión favorable a los indios. [...]
Esta corriente de inspiración humanista es antigua, permanente y difusa.
Sus orígines se remontan a loscontactos iniciales que los europeos establecieron con los habit
antes del Nuevo Mundo”.
(Henri Favre, El movimiento indigenista en AméricaLatina)

→ Favre define el indigenismo como una corriente de opinión muy general que, a lo largo de la
historia, ha tenido el hilo conductor de una opinión favorable a los indios.
Esta definición de ‘corriente de opinión favorable a los indios, es perfectamente aplicable a textos
como la Carta de Luis de Santangel de Cristóbal Colón: efectivamente Favre identifica como el
primer indigenista de la historia del almirante que descubrió el Nuevo Mundo, Cristóbal Colón.

[Colón realiza] una descripción idealizada [...] de la población con la que acababa de encontrarse
del otro lado del Atlántico”.
→ a partir de esta idealización de lo indigena determina en la historia no solo americana, sino
también occidental, el surgimiento de una serie opiniones en el mundo occidental que miran con
fascinación y positivamente las realidades indígenas del Nuevo Mundo.

LOS PRECURSORES COLONIALES DEL INDIGENISMO


Bartolomé de Las Casas: es el autor a través del cual conocemos muchos textos de C. Colón, ya
que fueron recopilados por este fraile donde se proponía esta visión idealizada de lo indígena.

Cabe mencionar unos autores mestizos a los finales del siglo XVI y comienzos del siglo XVII que
representan la tendencia mestiza:
- Inca Garcilaso De la Vega, Comentarios reales de los Incas (1609)
- Guaman Poma De Ayala, Primera Corónica y buen gobierno (1615)

Otra interpretación del indigenismo


El autor mexicano Luis Villoro en 1979 publicó “Los grandes momentos del Indigenismo en
México”.
“[El indigenismo es un] conjunto de concepciones teó́ ricas y de procesos concienciarles que, a
lo largo de las épocas, han manifestado a lo indígena”
→ Villoro, aquí, lee el indigenismo en un sentido histórico: el indigenismo no es algo igual así
mismo a través del proceso histórico, de las condiciones socio-políticas y de los lugares
geográficos, sino que el indigenismo y las formulaciones plurales del indigenismo dependen de los
diferentes contextos históricos en los cuales los discursos indigenistas han surgido y se han
elaborado.
Más que constituir, como decía Favre, una corriente de pensamiento favorable a los indios, el
indigenismo, según Villoro, se afirma como un proceso de toma de consciencia de los autores de
lo que es la realidad indigena.
La última parte de la frase de Villoro nos preanuncia lo que será el problema fundamental de esta
cuestión: un conjunto de concepciones que, a lo largo de la historia, han manifestado a lo
indígena
= toda esta elaboración de teorias y de discursos que han atravesado la historia del occidente, en
realidad han representado y dado una forma a lo indígena (notamos que lo indígena nunca es el
sujeto en el discurso sobre sí mismo, sino que es el complemento objeto) → lo que está
intencionalmente subrayando Villoro es que lo indígena siempre ha sido escrito, tratado y
conceptualizado por voces no indígenas y esto es el punto del indigenismo en America Latina.
Lo que podemos definir como indigenismo es que se ha constituido a partir de 1493 como un
trayecto histórico, conceptual y literario a través del cual Occidente ha intentado manifestar y
conceptualizar la dimensión indígena.

L’indigenismo è, per Villoro, “un processo storico nella coscienza, in cui l'indigeno è̀ compreso e giudicato (“rivelato”)
dal non indigeno (“l'istanza rilevante”). Tale processo è̀ la manifestazione di un altro processo che si verifica nella realtà
sociale, in cui l'indigeno è dominato e sfruttato dal non indigeno” (Luisa Pranzetti, Le mani sugli indios)

Aquí se entiende muy bien la transividad del discurso → un sujeto occidental o de orientación
cultural y politica con raíz en el humanismo occidental, habla transitivamente de una alteridad
describiéndola desde una exterioridad y desde una posición de no identificación entre el autor y
el objeto de la narración.
Así que se conectan dos dimensiones:
- la de la imaginación cultural de lo indígena;
- la cara de los equilibrios y de las jerarquías socio-políticas.
Es un proceso transitivo: el discurso del indigenismo es transitivo → un sujeto habla
transitivamente de un objeto que no tiene palabra propria y entonces un espacio discursivo donde
poner en acto su propria evocación. El indigenismo es la sucesión histórica de este tipo de
discurso transitivo sobre el objeto indígena.

EL PROBLEMA DE LA VOZ
¿QUIÉN HABLA EN LA LITERATURA INDIGENISTA?
“Largo camino ha sufrido la imagen del indio desde sus primeros tiempos, sobre él se han arrojado miradas que han

ido desde la idealización y el gritosocial hasta una visión histórica donde no se le trata sólo como sujeto de reivindicación social en

una sociedad que le margina, sino como sujeto de su propia redención. Indianismo, indigenismo y neoindigenismo han sido

términos que permiten, con relativa comodidad, delimitar visiones distintas a lo largo del tiempo.

El indio fue, desde la conquista, un sujeto extraño a los ojos europeos y un rico material en crónicas, cartas y relaciones. […]

La corriente de simpatía que identifica al indio con la bondad y la inocenciatendría su repercusión en Europa, Montaigne, Voltaire,

Rousseau, Marmontelson nombres que irán surgiendo en el tiempo para hablar o inspirarse en ese«hombre natural». Con

la independencia americana la suerte del indio no cambió.

Las nuevas constituciones abolieron la esclavitud y servidumbreindígena pero hacía falta algo más que la letra impresa

y lógicamente la situación se hace insostenible en aquellos países que contaban con un colectivo considerable, México, Guatemala y la

zona andina, preferentemente”

De hecho, desde la época colonial hasta nuestros días, la voz indígena


ha sido ocultada y reprimida, cultural y políticamente: entonces sigue siendo una herramienta para
evocar algo y no el sujeto de una serie de reivindicaciones que puedan polarizar el ámbito cultural
americano, así que sigue siendo un OBJETO.
Los que hablaron, escribieron y reflexionaron sobre la cuestión indígena, siempre fueron no-
indígenas – criollos, mestizos – y todos lo hicieron con finalidades muy diferentes la una de
la otra y hasta contradictorias.

Diferentes etapas del proceso de la escritura indigenista:

El indigenismo romántico (siglo XIX) → tenía la necesidad de volver a pensar la cuestión


indígena en el contexto de las nuevas realidades nacionales.
Su finalidad era doble:

1) Construir mitos culturales capaces de justificar las nuevas identidades nacionalista


(independentistas).
Reescrituras de la historia autóctona y exaltación de las peculiaridades americanas como
declaraciones de autonomía = lo indígena no puede formar parte del presente cultural,
es decir que se utiliza solo como origen; lo indígena es una raíz lejana (un pasado remoto)
así que es una fase histórica que ha terminado.
2) Reinterpretar al indígena a la luz del modelo de la modernización burguesa europea.
El indígena se evocaba como primitivo, pre-moderno, a través de
su incapacidad de adaptación a las nuevas realidades nacionales = el Indio vale solo como
origen y no puede hacer parte del presente; lo indigena es una raíz lejana y el protagonista
de una etapa de la historia hispanoamericana que, de acuerdo con los independentistas,
se ha terminado.

MÁS ALLÁ DEL INDIANISMO:


EL INDIGENISMO DEL SIGLO XX
Ya a finales del siglo XIX la reflexión sobre lo indígena en Hispanoamérica comienza a
emanciparse de las inclinaciones románticas del indianismo, optando por el abandono progresivo
de una visión idealizada, estereotipada y exotista de lo indígena que había propuesto la literatura
del siglo XIX
“Lo que caracteriza a la literatura indigenista es la intención social que contiene […]. Al tomar resueltamente el partido
de los indios, esta literatura comprometida se entrega a la crítica de la sociedad que los oprime y los explota. Pretende
ser históricamente verdadera, sociológicamente exacta, moralmente edificante y políticamente eficaz, con una
preocupación por la eficacia que en algunos autores priva sobre cualquier otra. Su género de predilección es la novela,
apartada por el indigenismo de la corriente romántica y convertida en un realismo que en ocasiones resbala hacia el
naturalismo” (Henri Favre, El indigenismo)
→a finales del siglo XIX, en la epoca del modernismo literario, la situación del indigenismo
narrativo y conceptual empieza a modificarse porque se asiste a un proceso de progresiva de
idealización del proceso de lo indígena..
A través de un impulso modernizador, la cuestión indigena va a perder esta vocación hacia la
idealizacion de lo indígena. Favre se da cuenta de este cambio fundamental: cambian las
coordenadas contextuales de fines de siglo (empiezan también las inversiones extranjeras en la
industria hispanoamericana) y, por lo tanto, se modifica la orientación de las obras que abandonan
el idealismo romántico para inclinarse hacia las formas de la descripción realista de la realidad
social que los indígenas comparten con los sectores privilegiados de la sociedad.

LA PRIMERA NOVELA INDIGENISTA: “Aves sin nido” de Clorinda Matto de Turner (Perú,
1852-1909) → este es el texto que marca el tránsito definitivo desde la vieja novela indianista
(“Cumandá”) hacia los nuevos modelos del indigenismo que caracterizarán la narrativa del siglo
XX.
La novela sigue presentando elementos temáticos que pertenecían al indianismo romántico: narra
la historia melodramática de dos niños abandonados por una pareja de indios tras ser asesinada
por pequeños notables locales, relatando del tierno y desdichado idilio que liga a una de las
huérfanas con un estudiante mestizo.

→ innovaciones temáticas en Aves sin nido: sin embargo, el tema central cambia.
El eje de toda la narración es el choque que se produce entre el pueblo andino de Killac, con su
gobernador, su cura, sus comerciantes y sus campesinos indígenas, y un ingeniero llegado de
Lima en compañía de su esposa con el propósito de hacer fructificar un yacimiento metalífero.
La autora, por boca de sus protagonistas limeños – quienes representan al progreso y que con
estupor e indignación descubren un sistema de explotación tan arcaico como despiadado cuya
existencia ni siquiera sospechaban –, denuncia con vehemencia las humillaciones, rapiñas y
sevicias de todo tipo de que son víctimas inocentes los indios del interior.

El punto es analizar y denunciar el proceso de explotación y des sufrimiento en el cual los


indígenas peruanos viven aún a los finales del siglo XIX: estas son situaciones determinadas por
acciones illiberales de los terratenientes criollos de las zonas periféricas andinas → así que se
revelan todas las incongruencias que conducen al proceso de modernización.

Unos de los puntos fundamentales, en esta visón realista, es intentar reconstruir lo más fielmente
posible los diferentes rasgos y características peculiares que determinan cada una de las
comunidades indígenas que so las protagonistas de estas obras → los novelistas del indigenismo
encuentran generalmente satisfacción en la narración de leyendas indígenas, en el relato de
hábitos ancestrales, en la descripción de ritos extraños que incorporan a la obra.
Un ejemplo es el texto del mexicano Miguel Ángel Menéndez (México, 1905-
1982), “Nayar” (1940):
el autor realiza una exploración casi sistemática, aunque superficial, de la cultura de los coras,
mediante dos bandidos con honor que buscan refugio en la sierra de Nayarit y que experimentan
como observadores participantes el ritmo de la vida colectiva de los habitantes de la región.
El objetivo consiste quizá menos en cautivar al lector por medio de una sucesión de evocaciones
pintorescas en que la trama de la novela acaba disolviéndose, que de convencerlo del íntimo
conocimiento del ambiente indígena por parte del autor.

La posición que estas novelas proponen es una posición legitima sobre lo indígena porque el autor
conoce muy bien lo que está escribiendo: este conocimiento, que a menudo parece superficial, se
demuestra a través de detalles y hechos. Esto permite subrayar el hecho de que el autor está
perfectamente capacitado de hablar en nombre de las comunidades indígenas que
protagonizan las novelas.

21/10/2021
EXTERIORIDAD Y CONOCIMIENTO ANTROPOLÓGICO
La representación minuciosa y detallada de las tradiciones indígenas que ponen en escena las obras
indigenistas sirve para declarar que el autor está perfectamente capacitado para hablar en nombre de
los indios, a fin de que aquél admita con mayor convicción la legitimidad de su crítica social.
Los novelistas indigenistas eran citadinos y trataban al indio desde una perspectiva urbana. En uno u
otro momento de su existencia, con frecuencia en la niñez, pudieron haber entrado en contacto con el
mundo indígena, pero la distancia insalvable que los separaba de este dada su procedencia etníca y
social les impidió definitivamente penetrar con profundidad en el punto de vista indígena. El problema
central de la literatura indigenista se deriva precisamente del hiato existente entre el mundo que la
produce y el mundo al que ella se refiere.
Es la tendencia narrativa a la acumulación de detalles que desemboca en una tendencia descriptiva
de la novela, que en primer lugar tiene la función de autorizar la voz autoridad y darle autoridad al
discurso que los autores indigenistas hacen sobre el objeto indigena. Asi que estamos frente a una e
strategia literaria que ya hemps definido como exterioridad del punto de vista del autor con respecto
al punto de vista que se trata en las novelas.
Pertenecer a una perspectiva y a un ámbito socio cultural que es el de la dimensión urbana, osea una
series de discursos literarios que se construyen y se publican el en contexto de las grandes metrópolis
hispanoamericanas a partir de personas (= los autores) que no comparten el espacio geográfico, social
y cultural de la gente indigena que protagoniza las novelas: es una cuestión de exterioridad no sólo
narrativa, sino también social.
El autor indigenista escribe sobre la periferia indígena desde un punto di vista externo, desde una
lejanía: muchas veces se trata de autores que no comparten el lugar vital donde históricamente se
desarrollan las experiencias indígenas en la modernidad en hispanoamérica. Se trata también de
autores que intentan sanar esta distancia socio-cultural que los aparta de los objetos de su narración,
son autores que aunque perteneciendo a la clase criolla urbana de comienzo del siglo XX en
Hispanoamérica, para escribir estas novelas intentan establecer un contacto geográfico con aquellas
comunidades indígenas de las que escribieron. Muchos de estos autores tendrán un contacto directo
con los indígenas.

El autor indigenista describe y cuenta todo desde una LEJANIA → lo indigena se ve desde lejos y todas
las novelas se organizaron para reducir, antes los ojos de los lectores, el espacio vacío que separa el
autor desde los protagonistas de su narración.
Para realizar esto se recurre a una serie de recursos narrativos que tienen la función de crear lo que
se define como “el efecto de realidad”
= este efecto de realidad se realiza a través de la reproducción en el contexto de discursos que están
escritos en castellano, de elementos lingüísticos que pertenecen a las comunidades indígenas que se
representan. Así que el efecto de realidad se basa en la reproducción mecánica de expresiones y
frases que reproduciendo las lenguas indígenas, dan al discurso el sentido de autoridad para hablar
de esta cuestión.
El más común consiste en saturar la narración de palabras tomadas de la lengua indígena y en
introducir en los diálogos formas sintácticas regionales o expresiones locales de esa manera se inventa
una habla con su propia pronunciación.
Esto, claramente, cambia la lengua estándar de la novela, mezclando el castellano con lo indigena.

En esta tradición del indigenismo surge una tendencia nueva en el contexto de la narrativa
hispanoamericana, que es la tendencia a traducir a través de un “diccionario mínimo” todas las
expresiones que los lectores no pueden entender porque derivadas de la lengua indigena.
El glosario que el autor coloca el fin de su obra ayuda a la comprensión lingüística del texto y tiende a
reforzar la ilusión de tener entre las manos un documento etnográfico.

El lector es alejado de las dimensiones indígenas que surgen en la novela: el autor y su lector ideal
son criollos, blancos y no indígenas. Así entendemos que el discurso se realiza afuera, en un contexto
donde lo indigena no tiene espacio.
Los cambios sociales se realizan solo en el contexto de la clase criolla, en cambio los indígenas
siguen siendo una exterioridad fundamental, una alteridad de la cual se puede hablar exclusivamente
como objeto (filosófico, de discusión política, de narración literaria).

La exterioridad del lector y del autor se repercute en otros niveles de la narración, en particular podemos
referirnos al nivel de los personajes en las novelas indigenistas.
Otro efecto de la exterioridad del autor con respecto al mundo narrado se nota en la creación de los
personajes de estas novelas.
→ todos los personajes que aparecen son fuertemente estilizados y estereotipados, es decir que son
personajes que no resaltan por su individualidad o profundidad psicológica (no existe una evolución
psicológica formativa del personaje indigena), pero cada uno de los personajes está allí para
representar un tipo social determinado.
Por ejemplo: el indigena cristianizado nunca se percibirá a lo largo de la novela como independiente,
sino como la representación singular de la colectividad a la que se refiere.
El personal novelesco se compone de tipos, de estereotipos, incluso de arquetipos fácilmente
identificables más que de personajes vívidamente individualizados.
Los protagonistas tienen una identidad social que los constituye como representantes de grupos
determinados, pero están desprovistos de todo espesor psicológico.
En el mejor de los casos se imponen más por las funciones que realizan y por las conductas que los
obligan a adoptar que por su misma presencia. En suma desempeñan papeles en un juegos de
sociedad cuyas reglas están estrictamente definidas.

Podemos referirnos a otros tipos de estilización y estereotipos: la omnipresencia del gran


propietario terriero que amenaza, explota al trabajo indigena, pero él también no tendrá
personalidad propia y será la representación estereotipada de este sector de explotación que
constituye la colectividad.
Hay entonces una despersonalización de los personajes.

Podemos hacer el ejemplo de una novela:


Gregorio López y Fuentes (1897-1966), “El indio” (1935)
= aquí todos los personagìjes novelescos se constituyen de estereotipos, es decir que no existen
individualidades. En este caso, este abandono de la construcción psicológica de los diferentes
personajes, se convierte en el abandono completo de la pretensión, por parte del autor, de darle a sus
personajes, una individualidad reconocible.
Todos los personajes están privados del nombre proprio que había podido definirlos.
El indigenismo solo se propone reflexionar a través de la literatura, sobre los grandes problemas
sociales que afligen por esa época las sociedades nacionales hispanoamericanas: para enfrentar
estos problemas la psicología de los personajes no era importante, sino que era importante tipificar
los grandes movimientos sociales en contraposición, a través de figuras estereotipadas que
pudieran comunicar, sin complicaciones psicológicas, la polarización de la sociedad
hispanoamericana.
Asumiendo concientemente esta incapacidad general de hacer vivir a personajes desde el interior, el
autor toma deliberadamente la opción de dejar a los suyos en el más absoluto anonimato.
En la novela no aparece en efecto un solo nombre propio y el autor expresa con grandes pinceladas los
movimientos evolutivos de una comunidad indígena durante sus relaciones cada vez más estrechas con
el mundo de blancos y mestizos que la circunda desde el siglo XIX y a través de las diferentes etapas
de la Revolución Mexicana.
Más que en las acciones individuales su interés se centra en el desarrollo de las fuerzas sociales de las
que el libro ofrece una ilustración que aspira a ser ejemplar en un lugar indeterminado de México
aunque en un tiempo señalado con toda precisión.
LOS PERSONAJES LITERARIOS
Todos los tipos de personajes que encontramos en estos tipos de novelas se pueden reunir en una
lista muy breve:
- El gran terrateniente que es por fuerza ambicioso arrogante y violento seguro de su superioridad
étnica y del poder que ésta le confiere sobre las cosas y sobre los hombres
- El administrador mestizo de la finca que es obligadamente oportunista, es decir que por parte
pertenece a la comunidad indígena, pero su oportunismo lo lleva siempre a acercarse a los
intereses del gran terrateniente.
- El alcalde (representación tipificada de la sociedad occidental en las metrópolis
hispanoamericanas) inevitablemente autoritario y duro con sus administrados indígenas
- El cura (representante de la tradición católica que establece relaciones de fuerza con los
indígenas)
- El comerciante
- El abogado
- Los indios forman casi siempre una masa indiferenciada de la que a veces se desprende la
figura de un viejo jefe siempre prudente y sabio. Los demás no son sino siluetas apenas
esbozadas. Se funden en la comunidad, que es un ser colectivo elevado a la categoría de
principal protagonista del relato.

La novela indigenista se construye sobre las bases de una serie de oposiciones contrastantes:
 indios Vs población no india → hay planteamiento de un contraste social derivado de las
nuevas dinámicas económicas entre la masa indígena y la comunidad no indigena. (este es el
conflicto básico de este tipo de novela)
 comunidad anti histórica que aún no ha parecido la agresión de los blancos Vs los mestizos y
la comunidad historiada por esa intervención exterior que provoca su descomposición y la
desdicha de sus miembros → es una contraposición entre dos tipos de comunidades indígenas.
La comunidad antihistórica representa toda la masa de indígenas que han rechazado la inclusión
el el conjunto de la civilización occidentalizada criolla (son los indígenas malos que reivindican
su posición de lejanía con respecto de la civilización occidental).
La comunidad historiada compuesta por los indios que han abandonado las barbarias, han
aceptado el catolicismo y han entrado voluntariamente en el contexto de la civilización méxico-
occidental.

Resumimos un poco el indigenismo ortodoxo:


hay dos diferencias → la exterioridad del discurso con respeto a su objeto (es una exterioridad del
circuito de escritura y lectura a través del cual, este discurso literario entra en circulación; autor y
lector son exteriores); la cuestión, más literaria, de la idealización extrema de las partes sociales en
contraposición (esto se repercute en la evolución de los personajes narrativos).

NUEVAS PERSPECTIVAS INDIGENISTAS


Pero surgen posiciones nuevas con respecto a la versión de la cuestión indigena que había propuesto
el indigenismo ortodoxo. En particular, hay que hacer referencia a un libro fundamental que sale en
Peru en 1928, o sea los “Siete ensayos de interpretación de la realidad peruana” de José Carlos
Mariategui.
→ lo que hace el autor es poner en discusión la cuestión de la exterioridad del problema indigena.
Sus bases teóricas son los ideales marxistas aplicados a la cuestión indigena americana: esta
coincidencia que Mariategui crea metodológicamente entre la cuestión obrera que la tradición
marxista había puesto de relieve y, por el otro lado, la cuestión indigena, es el lugar donde el principio
de exterioridad cesa de existir. Asignar el indio al proletariado significa para Mariategui, reconvertir la
cuestión indigena en una cuestión de interés colectivo y nacional, donde lo indígena y el criollo (el
blanco) están contribuyendo en una serie de enfrentamientos dialécticos a la constitución de la
colectividad.
Mariategui, haciendo esta invadencia entre indigena y proletariado, cambia esta relación de
exterioridad: ya no existe una sociedad fija y determinada como pensaban los indigenistas, sino que
existe un contexto caracterizado por un dinamismo donde cada una de las instancias contribuyen al
proyecto de formación de la identidad nacional: lo indigena es algo implícitamente interior.

Esto dará el paso al neo-indigenismo

UN MAPA CRONOLÓGICO DEL «INDIGENISMO»


1) El indianismo: donde se encuentra una visión exotista del indio, retratado desde fuera y de acuerdo
a estrategias narrativas propias del Romanticismo y presentes ya en la época colonial.
2) El indigenismo ortodoxo que implica la superación de la idealización romántica (buen salvaje) para
retratarlo dentro de las exigencias realistas del Regionalismo, y el sentimiento de reivindicación social
que pone en el centro de la cuestión indígena el factor económico (el problema de la tierra).
3) El neo-indigenismo plasmado por Arguedas en Los ríos profundos

JOSÉ MARÍA ARGUEDAS, “LOS RÍOS PROFUNDOS”


Notas biográficas
La infancia:
 Arguedas nace en un pueblo de la sierra de Perú en 1911 en una familia de rasgos étnicos
prevalentemente blancos (criollos), o sea nace en un contexto privilegiado con padres
comerciantes; pero, nonostante su condición, su vida va a estar poblada por una serie de
tragedias y episodios dramáticos y traumáticos que le van a proporcionar las primeras
herramientas para luego reflexionar sobre este entorno.
 Su madre muere cuando él tenía solo 3 años y, teniendo un padre abogado itinerante, él se
queda en una situación de horfandad y empieza a tener contactos con toda la servidumbre
indigena que trabajaba y vivía en la hacienda de familia → este constituye el primer contacto
con la dimensión indígena andina que seguirá progresivamente presentándose cuando en
1917 su padre vuelve a casarse con una mujer.
 A partir de esta nueva familia, la situación de Jose Maria cambiará: la vida con su madrastra y
su hermanastro Pablo será una experiencia marcada por la marginalidad y las violencias
físicas por parte del hermanastro. Este ambiente vital invivible facilitará el contacto que
buscaba con las comunidades indígenas que vivían como servidumbre en la nueva familia.
 En 1921 decide escaparse de la hacienda familiar y se va en la hacienda de Viseca de su tío
donde vive los momentos más felices de su vida y donde se concretiza lo que será el lazo vital
fundamental que caracteriza su producción literaria.
En Viseca puede vivir con los indios, abandonado los ejemplos criollos que había recibido y
empieza a solidarizarse con los indígenas y a sentirse, contradictoriamente, como una parte de
esa comunidad.
La comunidad indígena de Utek (la que rodeaba la hacienda) constituye el lugar de la
civilización perfecta: se organizaba a través de una inclusión radical de todos los miembros
que tienen un sentido comunitario y estaba organizada en una relación armoniosa y perfecta
entre las comunidades humanas y el entorno natural. Esta relación entre el contexto humano y
el contexto natural será lo que él reconocerá como “el lugar de salvación de la humanidad”.

 Cuando está obligado a partir de Viseca, escribirá que ese lugar se le pareció al paraíso
terrenal → la experiencia de Viseca, da lugar a las primeras muestras literarias sobre la
cuestión indigena que empezará elaborar en su trabajo literario.

1933: Arguedas escribe un cuento fundamental para la génesis de “Los ríos profundos”. Ese cuento,
Warma kuyay (en quechua: amor de niño), se publica en revista y luego se incluirá en el primer libro
que publica “Agua” de 1935. Recupera la experiencia biográfica en la hacienda Viseca, en contacto con
la comunidad de Utek.
El protagonista es Ernesto, un criollo que constituye el alter ego perfecto del autor que narra de su
experiencia en Viseca.
Arguedas define Viseca como una madre tierra que ama a sus hijos: el calor amoroso del sol
complementa este paisaje ideal, pacifico, protegido, seguro (el sol es la otra gran divinidad inca que
permite la vida). Así que la descripción naturalista de este ambiente se convierte también en la
descripción cultural.

Los otros dos cuentos son “Agua” y “Los Escoleros” donde el tema central es la oposición entre dos
clases de indios que actúan en la zona andina de Viseca:
1) los comuneros = indios libres, en plena comunión con la naturaleza, cuyo sistema social estaba
caracterizado por el trabajo en común
2) el sirviente = el indio al servicio de los hacenderos
Arguedas plantea la necesidad de que los sirvientes puedan reconvertirse en comuneros, rescatando
su identidad y realizando finalmente una verdadera revolución social en los Andes.
Arguedas le da la vuelta a la cuestión y dice que la verdadera revolución social, el verdadero cambio
en el punto de vista andino no se obtiene a través de la inclusión de lo bárbaro en lo civilizado, sino
que se obtiene a través de la liberación de los indios sirvientes y sus reconversión en comuneros.
Para Arguedas los sirvientes no son malos indios, son simplemente indios a los cuales le ha tocado
esta vida de explotación: es una cuestión de vida social lo que separa estas dos categorías.

Otros acontecimientos en la vida de Arguedas:


 En 1927 se muda a la ciudad costeña de Ica y con su hermano empieza a estudiar
interesándose en particular del estudio antropológico de las comunidades andinas.
 En 1928 empieza a estudiar en el colegio de Santa Isabel y sobre todo empiezan sus primeras
colaboraciones con revistas literarias y culturales, como la revista Inti, donde en 1928
Arguedas publica toda una proclama muy dura y polemica donde plantea su nueva visión del
indigenismo en el Perú.
 En 1931 ingresa a la universidad de San Marcos en Lima y aquí su objetivo será profundizar lo
más posible desde un punto de vista literario y antropologico la historia, las características de
las culturas indígenas andinas.
 En 1937 Mussolini envió a Perú un general suyo fascista, Camarotta. El ambiente intelectual
peruano organiza una protesta contra esta visita y Arguedas estará encarcelado por 8 meses.
Sale de la cárcel y en 1939 se casa con su primera esposa y en ese ano tiene la ocasión de
regresar a los Andes. En 1939 establecido en los Andes empieza a ejercitar la profesión de
profesor.
 En 1947 recibe un premio por su actividad de escritor y de rescate antropológico de las culturas
indigenas como conservador por el Ministerio de la Educación.
El reconectaba textos de las antiguas tradiciones indígenas que eran textos orales, y hacía las
transcripciones y traducciones de estos textos en castellano.
 En 1965 se divorcia de su primera mujer y comienza otra relación casándose otra vez en 1967.
 El 22 de noviembre 1969 está trabajando como profesor en la universidad de Lima se suicida
con un golpe a la cabeza y muere al hospital el 2 de diciembre.

Hay muchísimas teorías sobre el suicido de Arguedas: la primera es la de nunca haber logrado obtener
ese rescato de la dimensión indígena que se había puesto como prioridad en su carrera literaria; el
segundo es el hecho de nunca haber logrado integrarse completamente con la comunidad indigena.
Hay críticos que hablan de una doble marginalidad de Arguedas, marginalidad porque a menudo el
se sintió como un marginado de la cultura criolla, después de la muerte de su madre estuvo obligado
a refugiarse en la comunidad indígena por los maltratos de la madrastra, por el abandono de su
padre. Se habla entonces de una dualidad porque nunca logrará integrarse completamente a las
comunidades indígenas (que el percibía como su verdadera comunidad y casa).
28/10/2021
El centro fundamental de la vida de Arguedas es la experiencia en estrecho contacto con la comunidad
indígena andina y la experiencia en la hacienda de Viseca (experiencia considerada muy positiva por
parte del mismo autor).

De acuerdo con estos dos momentos fundamentales de su vida es importante reflexionar sobre el
ámbito lingüístico en el cual vive Arguedas desde su infancia: hemos dicho que el autor nace en el
contexto de una familia criolla, pero, a partir de la muerte de la madre, el contacto cultural y el espacio
de formación individual fundamental será el espacio cultural que se expresa a través del quechua.
Recordamos que el autor es criollo, pero su lengua materna es el quechua
→ es la lengua a través de la cual, naturalmente, el autor puede expresarse considerando el español
como lengua secundaria.
Esta es la razón por la cual este bilingüismo con predominancia del quechua en su formación, es la
razón fundamental que estará detrás de todo el proceso para crear una literatura nueva capaz de
expresar profundamente el ámbito andino
(cosa que el indigenismo ortodoxo no estaba en la condición de hacer).
Pero. esta posibilidad de un español transculturado (= el mismo Arguedas), es decir de un español que
se contamina por la influencia de la lengua materna del quechua, le deriva de su experiencia vital.

¿Cómo se realiza este lenguaje transculturado que tiene sus fundamentos en el bilingüismo natural de
Arguedas?
El mismo autor lo explica en un libro de 1939, donde argumenta su elección literaria para un idioma
mixto, dedicando a cada una de las dos lenguas un papel fundamental que tienen que desempeñar
dentro del gran idioma transculturado:

 al castellano, Arguedas se dirige para construir el sistema del léxico y de la morfología en su


lengua = el vocabulario, los términos y las palabras que convergen en este lenguaje
transculturado son todas palabras que se encuentran en el castellano estándar. El influjo del
quechua y la transculturación que el quechua impone al sistema morfológico y lexical castellano
se debe a la adopción del sistema sintáctico del quechua. Aquí también tenemos una diferencia
entre la lengua como convención cultural (sistema abstracto de palabras) y el lenguaje como
algo vital. Y, ¿qué es la sintacsis sino la puesta en vida de lo que es el sistema abstracto de la
lengua? La sintáctis el orden de las palabras: las palabras toman vida y se actualizan en la
realidad a traves e su sucesión sintáctica así que la parte vital, concreta y eficaz de este
lenguaje transculturado le debe casi todo al sistema sintáctico del quechua.

 a las tradiciones indígenas y al lenguaje quechua se le otorga el valor de vitalidad → todo lo que
está asociado al ámbito indígena tiene un valor lleno de vitalidad.

Esta búsqueda de una lengua transculturada basada en la vitalidad del quechua tiene también una
repercusión simbólica que va a oponer dos dimensiones vitales que Arguedas vive a lo largo de su
experiencia:
1) lo indígena con sus tradiciones, su tierra, su naturaleza y su lenguaje
2) (un poco más impersonal) toda la tradición occidental, criolla que se expresa en español.
Todo esto para encontrar un lenguaje mixto transculturado que, a partir del punto de vista de un
criollo, pueda acercarse lo más que sea posible a la verdad de las comunidades indígenas andinas en el
Perú → el idioma es la muestra de este acercamiento

EL INDIGENISMO DE ARGUEDAS
Arguedas como lector de Mariategui: Arguedas lee “los 7 ensayos de interpretación de la realidad
peruana” (1928) y de ahí toma conciencia de la diferencia sustancial entre culturas indígenas y
voluntades indigenistas → Mariategui en este texto nos pone una diferencia, es decir que una cosa es
lo indígena; otra cosa muy diferente es el indigenismo.
Estas 2 instancias se contraponen y encarnan visiones del mundo completamente opuestas, ya que
aquí esta en juego el intento, por parte del autor, de reflexionar sobre si mismo en el contexto de esta
oposición dual (indígena y indigenista) y, a partir de esta reflexión, intentar contextualizarse a si mismo
en esta lucha de oposiciones.
Vamos a ver que:
- el indigenismo es criollo, blanco y tiene sus origenes en los ilustrados del siglo XVIII en Francia;
- el indígena tiene su ambiente vital y sus tradiciones.

Vemos que Arguedas se pregunta donde se sitúa si mismo en esta relación opuesta entre indígena y
indigenismo para intentar hacer un indigenismo nuevo que pueda dar cuenta de la realidad andina.
Arguedas, entonces, se acercará a la cuestión indígena con la conciencia de ser un mestizo, es decir
alguien que está obligado a situarse entre estas dos istancias.
¿Por qué “obligado”? = Arguedas de nacimiento es un blanco, criollo, alguien que naturalmente tiene
que situarse en el bando de lo indigenista, pero espiritualmente y de vocación Arguedas siempre ha
querido ser indígena.
Su integración con el mundo indígena ha sido definida imposible por una cuestión etnica, así que el
punto de vista que tiene que asumir Arguedas, en esta tarea de renovar el indigenismo literario, es la
obligación de optar para un lugar intermedio que nos sea del todo criollo pero que no puede ser
necesariamente del todo indígena. Esto lleva a una aceptación de una parcial exterioridad de su
discurso = la elaboración del punto de vista indigenista de Arguedas se funda sobre una parcial
aceptación de la marginación con respecto de los pueblos indigenas de Peru.
Nunca el autor terminará convirtiéndose plenamente en el indígena que soñaba, intentará reducir la
exterioridad (proceso relacionado a una disminución de la lejanía

Distinguimos 3 etapas en el indigenismo de Arguedas:


1) primera etapa (Agua, 1935) → representa el mundo andino de las comunidades indígenas,
estructurando su discurso alrededor de la oposición entre hacenderos (= criollos que gobernaban la
zona de las haciendas andinas en el Perú ) e indígenas (trabajadores en estas haciendas). Esta primera
etapa representa la oposición que caracteriza la misma biografía de Arguedas
2) segunda etapa (Los ríos profundos, 1958) → representa ámbitos humanos más estratificados,
concentrándose además en la zona del Perú costeño, las capitales de los departamentos de Abancay,
Cuzco y Puquio. Aquí existe una realidad mucho más compleja que es la realidad urbana, de los
grandes centros humanos. Abarcan dinámicas que caracterizan la vida cotidiana de Peru y, entonces,
no es la lucha entre dos mundos diferentes.
3) tercera etapa → ampliación de perspectiva, a través de la oposición constante entre la nación
peruana, siempre vista desde su heterogeneidad socio-cultural y el imperialismo capitalista global

Características del neo-indigenismo de Arguedas que nos permiten reconocer una nueva narrativa
sobre lo indígena a partir de los Rios profundos:
- más allá del realismo indigenista → realismo mágico y real maravilloso
- intensificación del lirismo
- ampliación del problema indígena
- transformación del arsenal de los recursos narrativos

*Realismo indigenista → siempre puede distinguirse narrativamente el estrato de lo mágico


(perteneciente a las cosmovisiones indigenas que se describen), del estrato de la realidad, leída
racionalmente. Los indigenistas de comienzos del siglo XX se habían inspirado en la tradición de la
novela realista occidental en la intención de representar en la manera mas realista posible la condición
de los indígenas .

*Realismo mágico y neoindigenismo → el realismo mágico, en tanto forma literaria, implica la


aceptación de los presupuestos sugeridos por la teoría de lo real maravilloso. Es decir, de una vision del
mundo que afirma que lo mágico-mítico-religioso integra naturalmente la realidad racionalizada.
Mientras que el neoindigenismo de Arguedas intenta reducir la distancia entre lo metafísico indígena,
lo fantasioso y lo objetivo, lo verdadero.
Así que el sustrato mágico, mítico y religioso que siempre había caracterizado la vision indígena del
mundo, para los teóricos de lo real maravilloso es algo real, concreto, observable y tangible en la vida
de todos los días en Hispanoamérica.
Es una propuesta que se parece mucho a la de los surrealistas sobre la objetividad de la dimensión
onírica del sueño: el sueño no es algo fantástico, sino es algo que pertenece a la realidad concreta de
todos los días.
(por ejemplo, los cuadros de Salvador Dalí son representaciones real maravillosas en cierta medida):

También Asturias se acerca a la noción de lo real maravilloso, precisamente después de haber entrado
en contacto con los surrealistas y haber entendido que real y maravilloso son dos dimensiones que
conviven en la realidad de todos los días.
En Hispanoamérica eso permite a los neoindigenistas de representar la magia que caracteriza las
culturas indígenas andinas no como si fueran supersticiones (a la manera de los indigenistas
ortodoxos), sino como si fueran una realidad objetiva.

Entonces vemos una descripcion realista como si fuera la verdad de acontecimientos que
tradicionalmente nuestra cultura considera como súper naturales y imposibles, irracionales.

*La intensificación del lirismo → en Los ríos profundos la narración adquiere constantemente rasgos
poéticos hasta desembocar, muchas veces, en lo que puede definirse como novela poemática.
El lirismo caracteriza especialmente los puntos culminantes de las escenas narradas, haciendo hincapié
en enunciaciones poética o en evocaciones líricas, a menudo a través de la inclusión, en la narración en
prosa, de canciones.

= en el ejemplo notamos que la narración en prosa se interrumpe y el texto se centra en la


evocación poética del canto de las mujeres. Ese canto está reproducido en la página del libro en
una versión bilingüe: quechua y castellano.

Hay muchísimas partes de la narración donde asistimos a una interrupción de la prosa para
desembocar en la poesía lírica, muy a menudo refiriéndose a textos de la tradición oral que se
escriben directamente en la lengua originaria, es decir en quechua.
Así que vemos dos características fundamentales en la intensificación del lirismo:
1) relevancia de la cultura oral quechua → el autor quiere revitalizar la tradición oral a
través de la cual los incas tramandabn sus textos. Esta recuperación de la tradición oral
quechua tien también la función de revístelas la cuestión cultural que estaba detrás de esta
tradición lírica poética de forma oral.
2) la palabra no es vista exclusivamente como escritura, sino oída como música (= la
palabra es sonido). Además hay que tener en cuenta que, en una cultura con una visión
mítica como la andina, se percibe una armonía sonora y musical en el universo entero →
todos los seres poseen voz y emiten un canto en consonancia con el concierto entero de la
naturaleza.

= la música y el canto que el protagonista de la novela escucha pronunciada de ese pino (se trata
de una voz musical llena de sabiduría que puede decir la verdad sobre cualquier cosa).
Aquí la palabra corresponde directamente a la esencia de las cosas que están evocadas →
las palabras son las manifestaciones musicales del cosmos entero.
Entonces, hay:
- una parte de realismo mágico (un pino que canta),
- consecuencias de la intensificación del lirismo (revitalización de la vision del cosmos como
unidad armoniosa y de la palabra como signo arbitrario determinado por una esencia) y
todo esto contribuye a crear un espacio cultural muy diferente del espacio cultural de los
indigenistas ortodoxos.
Aquí realismo mágico y la intensificación del lirismo sirven para demonstrar que la dimensión que
se quedaba en la lejanía en la tradición indigenisation anterior, ahora pueda ingresar y
revitalizarse cuanto más posible en el lugar de la novela indigenista.

*Ampliación del tratamiento del problema indígena → la propuesta fundamental del neo-
indigenismo de Arguedas es la de superar el idealismo del Indianismo romántico y la
estilización social del realismo indigenista para proponer lecturas de la «cuestión» indígena
como elemento esencial para interpretar la heterogeneidad socio-cultural peruana
(Cfr. Mariátegui, Cornejo Polar) y, por lo tanto, convertiendo la cuestión indígena en un problema
nacional.
Aquí se siente la necesidad de ampliar el problema (eso es algo que proponen Marategui, Polar y
el mismo Arguedas.

*Transformación de los recursos técnicos de la narración


Empezamos por las diferencias entre la narrativa indigenista y el neo-indigenismo:
- narrativa indigenista → narrador en tercera persona, omnisciente (= conoce todo dela historia)
y extradiegético (= narrador que no participa en los acontecimientos narrados, es el narrador que
ve la historia que narra desde afuera) (como en el Realismo europeo)

- neo-indigenismo → en Los ríos profundos asistimos a un desdoblamiento de la instancia del


narrador:
1) narrador principal: en primera persona, intradiegético. Es el viejo Ernesto, el mismo
protagonista, quien narra su vida cuando era niño. Es el narrador principal y su figura se conecta
directamente a la cuestión del lirismo en Arguedas.
2) narrador secundario: en tercera persona, extradiegético. Es el narrador minoritario; desempeña
un papel muy marginal, resultado directo de la presencia de la tradición realista dieciochesca.
El apogeo sociocultural de la novela es posterior a la revolución industrial, iniciada en Inglaterra a
mediados del siglo XVIII (la revolución industrial también cambia las dinámicas de representación
literaria → ahora los autores escriben para recibir un compenso y entonces para ser pagados
porque lo de escribir se ha convertido en un trabajo):

Al lado de este cambio, tenemos una temática fundamental diferente en el género de la novela. Es
decir que la novela, y el discurso temático en general, empieza a modificar la substancia de la
narración para representar y comunicar lo que un filólogo y filosofo ruso del siglo XX ha llamado
“cronotopo” = cronos (tiempo) + topos (espacio, lugar): entonces se ve la novela como
expresión del cronotopo (contexto histórico-social) representado (Bachtín, Estética y novela). Se
subrayan las importantes relaciones existentes entre las formas novelescas y los respectivos
marcos histórico-culturales. Ahora estamos frente a una representación de contexto prescindiendo
de las adventures personales. Esto está conectado si duda con el debilitamiento de la forma oral.
El desarrollo de la novela se ha dado en estrecha conexión con el surgimiento de grandes
conglomerados humanos y el tránsito de una economía rural a una economía burguesa
(especialmente, del siglo XVIII en adelante); procesos acompañados o correlacionados con el
progresivo debilitamiento de la tradición oral como transmisora de los textos literarios, en beneficio
de la representación escrita y la transmisión libresca.

Entonces Arguedas decide de rehabilitar la tradición oral épica y erótica el contexto de la novela
moderna: decide dar un paso atrás en la historia del genero novelesco para volver a incluir lo oral
y épico en el lugar de la novela = la nueva novela aunque seguirá siendo novela se hibridara e
recibirá estímulos y características de toda aquella tradición que, a partir del siglo XVIII, había sido
excluida del ámbito del texto narrativo en forma de novela.
Así que asistimos a un ejemplo de transculturación narrativa, es decir transculturación que
pertenece exclusivamente a las técnicas de narración que utiliza el mismo Arguedas.

Eso de la recuperación de la épica y de la tradición oral como alma de la escritura novelesca


lleva a repercusiones ambien en el nivel temático de los textos y en particular en “Los Ríos
profundos”: lo que interesa a Arguedas es establecer, de acuerdo con los modelos de la épica, un
conflicto de tipo ético entre los personajes. Toda la historia de Los Rios Profundos es la historia de
una lucha entre polaridades opuestas, entre el bien y el mal.

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