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Heydi Alexandra Espino Villeda – 202142400

Antecedentes

En los comienzos de la vida jurídica, los hombres estipulaban verbalmente realizando el lenguaje

como elemento capital empleado a modo de texto, y el rito como forma de expresión litúrgica;

eran las únicas huellas que quedaban de las declaraciones de voluntad jurídica, puramente

verbales, que vinieron hacer medios de prueba poco consistentes. Pues se perdían en las sombras

del olvido.

Por esta razón, la oralidad se sustituyó por la prueba escrita, más eficaz por ofrecer menos fallas.

Pero los hombres no se conformaban con traducir y presentar en un escrito la voluntad creadora

de sus derechos, ya que el documento se podía extraviar. Entonces hubo necesidad de

materializar la prueba, de recurrir a la grabación gráfica sobre un elemento físico, de este modo

los hombres idearon que al emitirse la voluntad se hiciera entre solemnidades y quedara grabada

gráficamente sobre un objeto material impregnado de la voluntad creadora, a esa primera fuente

de la génesis del acto jurídico; llamaron PROTOCOLO.

El protocolo penetró en el derecho positivo y fue adoptado por la mayoría de las legislaciones y

superado por el proceso de transformación. La existencia del protocolo es necesaria para la

función notarial guatemalteca, e importante para la conservación del instrumento público.

Asegurando así los derechos de los otorgantes.


Por otra parte el protocolo tiene relevancia ya que en nuestro medio por el hecho que los actos y

negocios jurídicos que se consignan en el mismo, tienen cierta durabilidad que se prolonga con el

tiempo, por lo cual, en cualquier momento constituye prueba fehaciente sobre los derechos y

relaciones jurídicas incorporadas en tales documentos.

Etimología

Su origen se remota, según algunos, a la práctica de los tabelliones romanos de conservar copia

de los documentos que redactaban, y según otros, de la costumbre de los argentarios griegos que

desempeñaban funciones de procuración y gestión de negocios de sus clientes y notariales,

redactando contratos que escribían en libros que guardaban en su poder.

La palabra protocolo posee varios significados:

1) El instrumento notarial,

2) El libro anual formado con los instrumentos públicos autorizados por un Notario,

3) El formulario que contiene las reglas de etiqueta y diplomacia con que se taratan

recíprocamente los Gobiernos

4) El registro donde se inscriben las deliberaciones y acuerdos de los Congresos y negocios

diplomáticos

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