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Conclusiones

1. Se logra la convivencia escolar en el levantamiento de la encuesta, ya que


en muchas ocasiones no se presentan en las aulas educativas por medio
de los distintos tipos de discriminación o acoso por los integrantes de la
misma, la necesidad de conocer las opiniones de cada uno de los jóvenes
refleja la poca o mucha información sobre los derechos humanos en el aula,
olvidando las distintas leyes que amparan a las victimas logrando con ello
generar un ambiente de paz y justicia, logrando con esto dar a conocer

2. Dar a conocer a los estudiante los derechos humanos que la ley establece
no solo como personas sino como en la vida estudiantil que no deben de
ser violentados y que si en algún momento los desconocían se les presenta
y enumera donde pueden tener un respaldo, ya que en muchas ocasiones
en el establecimiento educativo queda un poco obsoleto la parte de esta
información. De tal manera se da a conocer sobre la violencia escolar que
se puede manifestar a través de castigos corporales, psicológicos, violencia
sexual, violencia de género o acoso entre los mismos compañeros de clase.
Es claro que estudiar la violencia escolar requiere tomar en cuenta a los
actores que se encuentran inmersos en la problemática, lo que implica
necesariamente su identificación, caracterización y el papel que se
encuentran desempeñando.
Recomendaciones

1. Capacitar a la comunidad educativa del Instituto Nacional de Educación


Básica “Calle Real del Lago” para promover la convivencia escolar sana,
promoviendo la cultura de paz, e informar las consecuencias del acoso
escolar, a corto, mediano y largo plazo, basados en los resultados ya que
existe cierto porcentaje de estudiantes que desconocen que entidad vela
por sus derechos y la aplicación de actividades que eviten la violencia no
son populares dentro de los salones de clases.

2. Asegurar un plan donde se promueva un clima de confianza en donde el


trabajo educativo tenga resultados, en base a la inclusión educativa
asegurando que cada docente pueda velar por los derechos y obligaciones
de los estudiantes más vulnerables.

3. Promover actividades (conferencias, capacitaciones, talleres, etc.), sobre la


gestión de comportamiento y que se promueva la valoración humana en
todos sus sentidos.

4. Fomentar la cultura de la denuncia ante cualquier vulneración de los


derechos humanos de los estudiantes para gestionar los conflictos llegando
a acuerdos y evitar la violencia dentro de los establecimientos.

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