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Omar Aldo Maldonado M

Carrera Derecho

1.- ¿QUE SIGNIFICA DÍA DOMINGO PARA LA VIDA CRISTIANA?


El día domingo tiene un significado especial en la vida cristiana, ya que es
considerado como el día del Señor. Este día conmemora la resurrección de Jesús,
un evento central en la fe cristiana. La resurrección de Jesús representa la victoria
sobre el pecado y la muerte, y es un recordatorio poderoso de la esperanza y la
promesa de vida eterna que los cristianos tienen en Cristo.
El domingo se convierte en un momento sagrado para los creyentes, un día
dedicado a adorar y honrar a Dios. Es una oportunidad para reunirse como
comunidad de fe, compartir la palabra de Dios, participar en la comunión y
fortalecer los lazos fraternales. Además, el domingo es un día de descanso y
reflexión espiritual, permitiendo a los cristianos apartarse del ritmo frenético de la
vida diaria y enfocarse en su relación con Dios.
Durante el domingo, los creyentes tienen la oportunidad de renovar su
compromiso con su fe y buscar una mayor cercanía con Dios. Es un momento
para meditar en las enseñanzas de Jesús, examinar sus propias vidas a la luz de
su ejemplo y buscar la guía divina para enfrentar los desafíos y decisiones que se
presentan.
En resumen, el día domingo tiene un profundo significado para la vida cristiana. Es
un recordatorio semanal de la resurrección de Jesús, una oportunidad para adorar
a Dios, fortalecer la comunidad de fe y buscar una mayor cercanía con nuestro
Creador. Es un día de descanso y reflexión espiritual, donde los creyentes pueden
renovar su fe y encontrar consuelo en la presencia divina.

2.- ¿CUÁL FUE EL PRIMER DISCÍPULO QUE LLEGÓ A LA TUMBA DESPUÉS


DE LA RESURRECCIÓN DE JESÚS?
Según el Evangelio de Juan, el primer discípulo que llegó a la tumba después de
la resurrección de Jesús fue María Magdalena. Ella fue al sepulcro temprano en la
mañana del primer día de la semana y encontró la piedra que cubría la entrada
removida. Al ver que el cuerpo de Jesús no estaba allí, corrió a avisar a Pedro y a
otro discípulo, a quienes les dijo: "Se han llevado del sepulcro al Señor, y no
sabemos dónde lo han puesto" (Juan 20:2).
Pedro y el otro discípulo corrieron hacia la tumba para verificar lo que María
Magdalena les había dicho. El otro discípulo llegó primero y vio las vendas en el
suelo, pero no entró. Pedro llegó poco después y entró en la tumba, donde vio las
vendas y el sudario que había estado sobre la cabeza de Jesús.
Después de que Pedro y el otro discípulo se fueron, María Magdalena se quedó
llorando afuera de la tumba. Fue entonces cuando vio a dos ángeles dentro del
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sepulcro, quienes le preguntaron por qué lloraba. María les dijo que habían
quitado el cuerpo de Jesús y no sabía dónde lo habían puesto. Fue entonces
cuando Jesús se le apareció a María Magdalena y le habló.
Cuando Jesús se le apareció a María Magdalena, le preguntó: "Mujer, ¿por qué
lloras? ¿A quién buscas?" (Juan 20:15). María, sin reconocerlo, pensó que era el
jardinero y le dijo que si él había llevado el cuerpo de Jesús, le dijera dónde lo
había puesto para que ella pudiera llevarlo.
Fue entonces cuando Jesús llamó a María por su nombre, y ella lo reconoció.
Jesús le dijo: "¡María!", y ella respondió: "¡Raboni!" (que significa "Maestro"). Jesús
le dijo que no lo tocara, ya que aún no había ascendido al Padre, pero le pidió que
fuera a contar a los otros discípulos que había resucitado.
María Magdalena fue la primera en tener un encuentro personal con Jesús
resucitado y se convirtió en mensajera de la buena noticia de la resurrección.

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