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RESTAURANDO AL CAÍDO

Gálatas 6:1-5

1Hermanos, si alguno fuere sorprendido en alguna falta, vosotros que sois espirituales, restauradle con
espíritu de mansedumbre, considerándote a ti mismo, no sea que tú también seas tentado.

2Sobrellevad los unos las cargas de los otros, y cumplid así la ley de Cristo.

3Porque el que se cree ser algo, no siendo nada, a sí mismo se engaña.

4Así que, cada uno someta a prueba su propia obra, y entonces tendrá motivo de gloriarse sólo respecto
de sí mismo, y no en otro;

5porque cada uno llevará su propia carga.

INTRODUCCIÓN

CONTEXTO

- Pablo le habla a la iglesia de Galacia y les da instrucciones de como actuar cuando un hermano
es sorprendido en un acto pecaminoso.
- Los consejos del apóstol Pablo vienen por el Espíritu de Dios, aún para aconsejar necesitamos el
Espíritu Santo.

V.1 Hermanos, si alguno fuere sorprendido en alguna falta, vosotros que sois espirituales,
restauradle con espíritu de mansedumbre, considerándote a ti mismo, no sea que tú también
seas tentado.
- Pablo está dando Consejos ante alguien que pudiese caer, Dijo Jesús a sus discípulos: Imposible
es que no vengan tropiezos; mas ¡ay de aquel por quien vienen! Lucas 17:1
- Los tropiezos o caídas son situaciones inevitables en la vida de los creyentes, alguien que
idealiza a la iglesia aún no conoce el evangelio de Jesús.
- Pablo hace un llamado a restaurar a aquellos hermanos que han caído, no a ignorarlos ni
juzgarlos.
- ¿Quiénes deben restaurar al caído?
- Los únicos que pueden restaurar a un caído son personas espirituales, porque Pablo considera
que las personas espirituales van a proceder espiritualmente.
- Se le debe de restaurar con espíritu de mansedumbre, no con orgullo sino con humildad
- El problema de hoy en día es que tenemos jueces y no hermanos
- Debemos pedirle a Dios que nos de espíritu de mansedumbre, manos que levanten a los caídos
y no que los señalen.
- Pablo nos da algunos consejos y pautas acerca de cómo restaurar a tu hermano
1. Con espíritu de mansedumbre (v. 1 a)
- El espíritu legalista y farisaico hace exactamente lo contrario, tiene espíritu de juez, lleno de
altivez y orgullo, como juez se siente más santo señalando los pecados ajenos, murmura, critica,
su comida de cada día es hablar lo mal que hizo su hermano o sus vecinos.
- Hay gente que cuando habla de la caída de su prójimo, no lo hace con espíritu de mansedumbre,
sino que parece que disfrutara, como si fuera su recompensa.

2. Considerándote a ti mismo (v. 1b)


- Por eso debes restaurar al caído con mansedumbre no vaya a ser que tú también caigas,
considérate a ti mismo. “el que de vosotros esté firme mire que no caiga” 1 Corintios 10:12
- No seamos jueces, sino siervos restauradores, ni aún Jesús vino como juez sino como abogado.
- Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no pequéis; y si alguno hubiere pecado, abogado
tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo. 1 Juan 2:1
- Jesús podía juzgarnos, pero decidió pasar más de 2000 años como nuestro abogado. Siendo Él la
justicia, no nos juzga, estando a la diestra del Padre no señala nuestro pecado, sino que
intercede por nosotros pidiendo que nuestros pecados sean perdonados por su sacrificio en la
cruz. “Padre perdónalos porque no saben lo que hacen”, “Padre no les tomes en cuenta sus
pecados”
- Debes ubicarte en el lugar de aquel que ha caído y tratarlo como a ti te gustaría ser tratado. La
regla de oro: “Y como queréis que hagan los hombres con vosotros, así también haced vosotros
con ellos.” Lucas 6:31
- Todo esto obviamente a quien quiere restaurarse, si alguien no desea ser restaurado, lo que nos
toca es orar por esta persona y dejar que Dios haga su obra.

3. Sobrellevar las cargas de otros (v.2)


- Dios nos manda sobrellevar las cargas de otros, sobrellevar sus debilidades, sobrellevar la
inmadurez de otros miembros. La palabra de Dios dice soportándonos unos a otros.
- Mucha gente dice yo lo amo, lo he perdonado, pero no lo soporto.
- Cumpliendo la ley de Cristo, Cristo en la cruz cargó tu pecado, sobrellevó tus transgresiones.
- “con toda humildad y mansedumbre, soportándoos con paciencia los unos a los otros en amor”
Efesios 4:2

4. No engañándote a ti mismo (v.3)


- Creer ser alguien o algo, en realidad, es una actitud del ego. Durante años cultivamos la esencia
del mundo, para querer o ser alguien en la vida, pero cuando llegamos a Cristo, en realidad nos
damos cuenta de la verdad, que conseguir fama, renombre en esta vida, no es nada.
- v.3 Porque el que se cree ser algo, no siendo nada, a sí mismo se engaña.
- Del polvo somos y al polvo volveremos
- Jesús dejó en claro que somo siervos inútiles, “Así también vosotros, cuando hayáis hecho todo
lo que os ha sido ordenado, decid: Siervos inútiles somos, pues lo que debíamos hacer, hicimos.”
Lucas 17:10
- El quiera ser grande entre vosotros será vuestro siervo, no anhelemos reconocimientos, ni
lugares o posiciones privilegiadas.

5. Enseñándoles a llevar su propia carga (v.4-5)


4Así que, cada uno someta a prueba su propia obra, y entonces tendrá motivo de gloriarse sólo
respecto de sí mismo, y no en otro;
5porque cada uno llevará su propia carga.
- Hay cargas que son personales, que cada quién debe llevarlas de una manera responsable.
- Jesús dijo cada uno tome su propia cruz cada día y sígame.

Jesús en muchos casos nos enseñó como restaurar a nuestro prójimo, el caso de la mujer adúltera es un
ejemplo claro:

- Jesús la trató con espíritu de mansedumbre


- Jesús hizo recapacitar y que la multitud con piedras en las manos se consideren a sí mismos a
ver si habían pecado
- Jesús sobrellevó las cargas de esta mujer, tomó su pecado y lo llevó a la cruz, perdonando sus
pecados.
- Jesús le enseñó a esta mujer a llevar su propia carga, vete y no peques más.
- Jesús es nuestro restaurador.

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