Intervención urbana y paisajística del Parque La Iguana del

río Cravo Sur como elemento transformador de Yopal.

La recuperación y adaptación del espacio público en una ciudad que vive

un intenso proceso de urbanización es un factor necesario para mejorar la
inclusión social, hacer amable la vida citadina y poner en sintonía la modernización
económica con la vida urbana de los yopaleños.

El entorno ambiental del Río Cravo Sur debe consolidarse como

protagonista de las intervenciones físicas de Yopal, a partir de propuestas que
conduzcan a que sus componentes ambientales y urbanos permeen otros
sectores de la ciudad y el Casanare. La intervención del Parque de la Iguana debe
ser el punto de partida y trascender a toda la ciudad a través de corredores verdes
que se conecten con el sistema de movilidad, los cuales deben permitir al mismo
tiempo la integración de zonas que requieren acciones de mejoramiento integral
con efectos transformadores en lo social y espacial. De esta forma se logrará
conformar una ciudad no sólo más eficiente funcionalmente, sino más incluyente
socialmente y respetuosa de su entorno natural.

La ribera del río Cravo Sur tiene el potencial de convertirse en un espacio

que integra múltiples usos, elementos urbanos, activos ambientales y barrios
aledaños. La recuperación de esos frentes y la creación de una red de espacio
público se entiende como un proceso esencial de transformación y dinamización
de Yopal y especialmente de sus barrios circundantes. Transformación que
generará un mejoramiento en la calidad espacial urbana integrando acciones que
tendrán impacto en el medio ambiente, el desarrollo económico, la integración
social, la renovación urbana, la movilidad y el turismo en la zona.

Este proyecto, además, tiene como objetivo que el río se constituya

verdaderamente en un elemento articulador entre la vocación agrícola del
Casanare y el potencial ecoturístico en la ciudad. Este parque busca generar
equipamientos en los cuales el sector turístico pueda contar con espacios
atractivos para los visitantes y que, a la vez, permitan fortalecer las capacidades
de generación de valor agregado del territorio.
 Se aspira, entonces, a volcar la ciudad hacia el río, dándole un frente
amable y aprovechando el potencial que este ofrece como red ambiental, de
movilidad y de tejido urbano y, a su vez, incorporar los elementos ambientales y
paisajísticos del mismo hacia otras zonas de la ciudad. Lo anterior con el fin de
mejorar la calidad de vida de las personas, a partir de las condiciones de
habitabilidad y movilidad y la reducción de la vulnerabilidad de los habitantes y
las infraestructuras.

En conclusión, la intervención del Parque La Iguana, busca definir así una

pieza verde de carácter lineal que aportará zonas libres ambientalmente valiosas,
las cuales son necesarias para la ciudad, y aumentaría la variedad y riqueza
ecológica del territorio y su diversidad paisajística.