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Descartes nació el 31 de marzo de 1596 en La Haye, en la Touraine francesa.

Estudiará, hasta los


dieciséis años, en el colegio de los jesuitas de La Flèche, y luego Derecho en la Universidad de Poitiers.
Según la propia confesión de Descartes, tanto en el Discurso del método como en las Meditaciones
metafísicas, las enseñanzas del colegio le decepcionaron debido a las numerosas lagunas que
presentaban los saberes recibidos, a excepción de las matemáticas, en donde veía la posibilidad de
encontrar un verdadero saber. Terminados sus estudios Descartes comienza un período de viajes,
apartándose de las aulas, convencido de no poder encontrar en ellas el verdadero saber. Viaja por
Holanda, Dinamarca, Alemania, París y, después de una temporada de 20 años en Holanda es invitado
a Estocolmo por la reina Cristina de Suecia para que ejerciera como profesor suyo. Cinco meses más
tarde, en febrero de 1649, muere a la edad de 53 años. Entre sus obras destacan: Reglas para la dirección
del espíritu, Discurso del método, Meditaciones metafísicas, Principios de filosofía…
Descartes inaugura el período de la Filosofía Moderna que transcurre durante los siglos XVII,
XVIII y principios del XIX. Durante esta etapa las principales corrientes filosóficas son el racionalismo
(Descartes, Spinoza, Malebranche, Leibniz); el empirismo ( Locke, Berkeley, Hume), y el idealismo
alemán (que comienza con Kant y culmina con Hegel).
Entre la Escolástica y Descartes hay un hecho cultural importante: el Renacimiento. El Renacimiento
es la antesala de la edad moderna, es una época de crisis, una época en que las convicciones de los
siglos anteriores se resquebrajan:
a) La destrucción de la unidad religiosa, las guerras de religión, el advenimiento al mundo del
protestantismo, las luchas entre los hombres por distintos credos religiosos, hacen tambalear la fe en
una verdad única que uniese a todos los participantes en la cristiandad. Se proclama la autonomía de la
razón, única fuente de conocimiento cierto, que no puede ser coartada ni limitada por ninguna fuerza
exterior a ella misma: ni por la tradición, ni por la fe.
b) El desarrollo de la ciencia moderna: La investigación de la naturaleza alcanzó su apogeo con
la revolución científica de Copérnico, Kepler y Galileo. Estos científicos provocaron la crisis del
geocentrismo aristotélico-ptolemaico y la consolidación del heliocentrismo. Este desarrollo científico
y los descubrimientos geográficos, náuticos y bélicos fueron posibles gracias a la matematización de
las ciencias.
c) Como consecuencia de lo anterior, el realismo aristotélico, que servía de base a ese conjunto de
convicciones, perece con ellas.
Por lo tanto filosofía moderna tiene detrás de sí la filosofía de Aristóteles, que ha sido creencia de
la humanidad durante tantos siglos y que ahora es fracaso. Por eso los filósofos del siglo XVI se vuelven
cautelosos, precavidos ante la posibilidad del error, y antes de plantearse el problema metafísico se
plantean otros problemas previos que constituyen la denominada "teoría del conocimiento": el
problema de cómo evitar el error, ¿cómo puedo estar seguro de que mi conocimiento es cierto? . el
problema del método, el problema de la capacidad que tenga el pensamiento humano para descubrir la
verdad, etc.
Inicialmente se propusieron dos respuestas a los interrogantes anteriores: el racionalismo y
el empirismo. El racionalismo (Descartes, Spinoza y Leibniz) que considera que la razón es la única
fuente válida de conocimiento y el empirismo de esta misma época (Locke, Berkeley y Hume), que
considera que la razón ha de trabajar siempre con datos de la experiencia.
Racionalismo y empirismo, a pesar de ser opuestos en muchos aspectos, poseen unos rasgos comunes
que podemos resumir así:
 Ambas corrientes comienzan sus reflexiones filosóficas por el análisis del conocimiento.
 Ambas mantienen una posición idealista frente el realismo aristotélico. Esta posición la
podemos resumir brevemente diciendo que nuestro entendimiento no conoce las cosas sino
ideas de las cosas. El conocimiento recae sobre las ideas, no sobre las cosas. (Otra cosa, y aquí
se diferencian ambas corrientes, será como se originan estas ideas).
Las diferencias entre ambas las resumimos así:
 En torno al origen del conocimiento, los filósofos racionalistas entienden que entre las ideas
algunas son elaboradas por la razón sin ayuda de los datos procedentes de los sentidos: ideas
innatas. Estas ideas innatas constituyen los primeros principios del conocimiento. Este será un
punto fundamental de discrepancia con los empiristas que consideran que los contenidos del
conocimiento se elaboran a partir de la experiencia, consideran que la conciencia o la mente
está vacía. Es una tabula rasa que se va llenando con los datos de la experiencia sensible.
 Para los racionalistas las matemáticas son la única ciencia que cumple con los presupuestos
racionalistas. Es decir, es una ciencia cuyos contenidos son elaborados por el entendimiento,
por lo que éste puede tener certeza acerca de ellos. Por esta razón los racionalistas toman el
método matemático como modelo del método óptimo en la búsqueda de las primeras verdades
absolutamente ciertas (axiomas, intuiciones) que pudieran servirle de apoyo en la
reconstrucción deductiva de la totalidad del edificio de la ciencia y de la filosofía. Valoran de
la intuición y las deducción. En cambio los empiristas optan por la la Física como modelo del
funcionamiento de la mente humana. Valoran de la inducción en este proceso.
 Aunque racionalistas y empiristas comparten la creencia de que el modo más rápido de conocer
es mediante la intuición, los racionalistas hablan de intuición intelectual; los empiristas, en
cambio, de intuición sensible.
 Es posible un conocimiento cierto y evidente de la realidad que conciben como sustancia. los
empiristas niegan la validez del concepto de substancia defendiendo que solo conocemos
impresiones sensibles. Defienden así un fenomenismo.

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