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P. 2725. XXXVIII.

R.O.
Petersen Thiele y Cruz S.A. y otro c/ Cámara
de Diputados de la Nación s/ contrato obra
pública.

Corte Suprema de Justicia de la Nación

Buenos Aires, 7 de octubre de 2003.


Vistos los autos: "Petersen Thiele y Cruz S.A. y otro c/
Cámara de Diputados de la Nación s/ contrato obra pública".
Considerando:

1°) Que contra la sentencia de la Sala V de la Cámara


Nacional de Apelaciones en lo Contencioso Administrativo
Federal (fs. 1065/1070), que confirmó el fallo de primera
instancia que había declarado procedente la exceptio non rite
adimpleti contractus interpuesta por la demandada (fs.
976/980), las actoras dedujeron el recurso ordinario de ape-
lación (fs. 1077/1078), que fue concedido (fs. 1109) y fundado
(fs. 1116/1132). La demandada contestó el memorial en el
escrito de fs. 1135/1142.

2°) Que el recurso es formalmente procedente toda vez


que se trata de una sentencia definitiva, recaída en una causa
en la que es parte el Estado, y el valor cuestionado supera el

mínimo que prevé el art. 24, inc. 6°, ap. a, del decreto-ley
1285/58 y la resolución 1360/91 del Tribunal.

3°) Que en la sentencia apelada se reseñó que las


actoras y la Cámara de Diputados de la Nación celebraron un
contrato de obra pública para la construcción de un anexo de
la última, en el inmueble situado en la Avda. Rivadavia en su
intersección con la calle Riobamba. El a quo destacó que,
cuando la obra se hallaba casi construida en su totalidad, se
firmó un acuerdo, el 2 de septiembre de 1986, en el cual se
convino Cen lo que interesaC que la parte contratista se com-
prometía a realizar los trabajos y observaciones pendientes
"que se detallan en el Anexo I dentro del plazo de sesenta
días a partir de la fecha". Se pactaba a renglón seguido que
"concluidos dichos trabajos y certificados por la >Dirección de
Obras', se procederá a la prosecución del trámite de pago del

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certificado final de obra...etc.". Según el a quo, "existe
acuerdo entre las partes y surge de las constancias del
expediente, que dichos trabajos no fueron cumplidos en momento
oportuno y, más aún, que tampoco se llevaron a cabo hasta el
presente" (fs. 1065 vta.), razón por la cual al momento de la
demanda las actoras no habían cumplido las obligaciones por
ellas asumidas en el acta del 2 de septiembre de 1986 y nada
les debía la comitente según ese convenio (fs. 1066).
Según la cámara, fue solo con posterioridad al mo-
mento indicado precedentemente Ces decir, cuando las actoras
ya estaban en moraC que nació una deuda a cargo de la comi-
tente, a la luz de la normativa de los decretos 1618/86,
1619/86 y 1620/86. El pago de dicha deuda se convino (acuerdo
del 28 de enero de 1988) en diez cuotas y las actoras han
cobrado la casi totalidad: falta sólo la 10a. y un saldo por
atraso en el pago de la 9a. (conf. fs. 1066).
Sobre la base fáctica indicada, el a quo estimó que
la excepción de incumplimiento parcial pudo ser opuesta por la
demandada pues las actoras habían caído previamente en mora
(el 2 de noviembre de 1986) respecto de las obligaciones
reconocidas en el convenio del 2 de septiembre de 1986 Cin-
cumplidas hasta la fechaC y esa mora, no purgada, las inhabi-
litaba para hacer valer la de la contraria (arts. 510 y 1201
del Código Civil).

4°) Que los agravios de las actoras no logran des-


virtuar los fundamentos del fallo apelado. El primero de
aquéllos aduce que para que la exceptio mencionada en el con-

siderando 1° pueda funcionar, debe haber prestaciones corre-


lativas. En el caso no las habría porque lo debido en función
del acuerdo (o transacción) celebrado en el marco de los de-
cretos 1618/86 y siguientes eran "daños y perjuicios" (atraso
en el pago de determinados períodos, mayor costo financiero,

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costos improductivos, etc.).


El agravio se refuta aun desde la misma perspectiva
de las demandantes. Los alegados "daños" son derivaciones de
las prestaciones contractuales nacidas del contrato de obra
pública y, como tales, funcionan como sucedáneo del objeto
obligacional. Es lo que entra en reemplazo de lo debido por el
contrato (Llambías, Jorge Joaquín "Tratado de Derecho Civil.

Obligaciones I", n° 96, Buenos Aires, Editorial Perrot, 1967).


No procede, entonces, el intento de convertir al acuerdo
citado en una especie de título ejecutivo escindido del
contrato de obra pública: es sólo a la luz de este último que
aquél puede ser entendido y es a las obligaciones con-
tractuales a las que se refiere.
Por ello es que el sistema de los decretos (de aco-
gimiento facultativo para las empresas) funcionaba cuando se
acreditaba la distorsión del sistema contractual pactado

(arts. 1°, 3° inc. e y 6° del decreto 1618/86; art. 7° del


decreto 1619/86).
Queda claro, entonces, que existe la correlatividad
que las recurrentes impugnan.

5°) Que el agravio que esgrime que las obras fal-


tantes a cargo de las recurrentes no serían de importancia.
Sucede, sin embargo, que el a quo ha ponderado lo que resta
pagar a las actoras (sólo el atraso en el pago de la cuota 9a.
y la cuota 10a.), con la entidad de la obra faltante a cargo
de las empresas, lo que le permitió concluir que no había
desproporción entre una y otra (fs. 1068). El agravio no se ha
hecho cargo de ese análisis y, por lo tanto, se revela
insuficiente.

6°) Que otra impugnación contenida en el memorial


apunta a que el contrato de obra pública se habría cumplido

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pues, de lo contrario, no se habría recibido la obra proviso-
riamente el 2 de septiembre de 1986. El agravio no explica,
empero, por qué el convenio habla expresamente de "trabajos y
observaciones pendientes que se detallan en el Anexo I", a
cuya realización se supedita, justamente, el cobro de lo fal-
tante (cláusula 2a.: "concluidos dichos trabajos [...] se
procederá a la prosecución del trámite de pago...etc."). Si
fueran accesorios o mínimos, como se pretende, la señalada
supeditación no tendría sentido.
Tampoco advierten las apelantes que el art. 43 de la
ley 13.064 faculta a suspender la recepción provisional "si
las obras no estuviesen ejecutadas con arreglo a las con-
diciones del contrato", pero no obliga a hacerlo. En conse-
cuencia, se puede recibir la obra provisionalmente y aclarar
que hay trabajos pendientes (como se hizo), sin que la mentada
recepción permita inferir Ccomo pretenden las recurrentesC la
escasa entidad de aquéllos.
Finalmente, que los trabajos no fueron hechos y que
se realizaron varias gestiones con resultado negativo, cons-
tituyen aserciones específicas del a quo (fs. 1065 vta.) que
no fueron adecuadamente contradichas en el memorial de la
parte actora.

7°) Que también se aduce que la demandada habría


manifestado en la contestación de la demanda que si no pagaba
era porque se lo impedía la ley de consolidación de deudas.
En rigor, lo que se dijo en dicha pieza es que nada
se debía, que se había pagado en demasía y que la obra pre-
sentaba serios defectos (fs. 438 y 440 vta.), pero que si "por
vía de hipótesis" se admitiera el reclamo, había que
encuadrarlo en el marco de la ley 23.982 y sus normas regla-
mentarias (fs. 439 vta.).

8°) Que, por fin, las apelantes se interrogan por qué

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la demandada suscribió el acuerdo del 28 de enero de 1988 y no


opuso en ese momento la exceptio, si fuera cierto Ccomo dice
el fallo apeladoC que las demandantes le debían las obras del
Anexo I.
En primer lugar, que el comitente cumpliera con las
obligaciones que nacieron el 28 de enero de 1988 no pudo tener
como efecto la purgatio morae de las otras obligaciones,
nacidas del convenio del 2 de septiembre de 1986, que recaían
sobre los contratistas.
Por otra parte, bien pudo la demandada interpretar
que, en un principio, no había adecuada proporción entre las
obras pendientes de las actoras (de morosidad no purgada) y
las obligaciones que a cargo de la primera ponía el acuerdo
del 28 de enero de 1988, celebrado en el marco de los decretos
a los que se acogieron las demandantes. Después, sin embargo,
cumplidas que fueron ("en su gran mayoría", como lo reconocen
las actoras a fs. 1123 vta.) las cuotas del convenio de 1988,
parece adecuado a la economía del contrato de obra pública que
se supedite lo que faltaría Cpor hipótesisC abonar a la
demandada, al previo cumplimiento por parte de las actoras de
lo que está a su cargo.
Por todo lo expuesto, se resuelve: A) Confirmar la sen-
tencia apelada; B) Imponer las costas de esta instancia a las
-//-
-//- actoras apelantes (art. 68 del Código Procesal Civil y
Comercial de la Nación). Notifíquese y devuélvase. CARLOS S.
FAYT - AUGUSTO CESAR BELLUSCIO - ENRIQUE SANTIAGO PETRACCHI -
ANTONIO BOGGIANO - GUILLERMO A. F. LOPEZ - ADOLFO ROBERTO
VAZQUEZ.
ES COPIA

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