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HISTORIA MUNDO CONTEMPORÁNEO

Tema 3
En el siglo XIX, se desencadenó una “doble revolución” con la Revolución Francesa,
centrada en cambios políticos y jurídicos, y la Revolución Industrial en Inglaterra,
impulsando la modernidad. La Revolución Francesa, con raíces ilustradas, surgió
debido al desprestigio de la monarquía y la nobleza.
En la fase constituyente (1789-1792), eventos como la toma de la Bastilla y la
formación de la Asamblea Nacional marcaron el panorama. Hubo tres movimientos
revolucionarios: uno burgués, otro popular y urbano, y uno campesino contra la
nobleza. Instituciones clave surgieron en esta fase, incluyendo la abolición de los
derechos feudales, la Declaración de los Derechos del Hombre y la Constitución Civil
del Clero.
La fase radical (1792-1794) bajo la Convención Montañesa incluyó el Terror liderado
por Robespierre, con ejecuciones masivas. La guerra exacerbó tensiones y provocó
revueltas en áreas rurales como la Vendée.
La fase de consolidación (1794-1799) rectificó excesos jacobinos, consolidando logros
sociales y económicos burgueses. El Directorio (1795-1799) estableció un régimen
bicameral y favoreció el ascenso de Napoleón, quien dio paso al Imperio Francés en
1799.
Napoleón mantuvo conquistas burguesas pero introdujo formas políticas antiguas. Su
caída condujo a la Restauración del absolutismo en Europa, marcada por legitimismo y
monarquía de derecho divino.

Tema 4
La Revolución Industrial, término acuñado en el siglo XVIII, marcó una intensa
transformación tecnológica, laboral, económica y social. Se inició entre 1760 y 1780,
Destacando en dos fases: la primera (1780-1840) con énfasis en textiles, siderurgia,
ferrocarriles y carbón; y la Segunda Revolución Industrial hacia 1870, con cambios en
sectores, energías y organización empresarial y laboral.
La interpretación inicial destacaba a Gran Bretaña como modelo canónico,
relacionándolo con la revolución agraria del siglo XVIII. Sin embargo, perspectivas más
recientes subrayan la regionalidad del fenómeno, señalando que no todos los países
experimentaron el mismo crecimiento.
Inglaterra, presentada en la Exposición Universal de 1851 como el “taller del mundo”,
tuvo condiciones óptimas para la industrialización. Factores como falta de barreras,
desarrollo tecnológico, comercio colonial, demanda interna y experiencia manufacturera
protoindustrial fueron clave. La revolución agrícola, junto con innovaciones
tecnológicas como la máquina de vapor, catalizaron el cambio hacia grandes fábricas y
una nueva cultura laboral.
Otros países como Alemania, Francia y Bélgica siguieron el modelo inglés. Estados
Unidos adoptó un enfoque de especialización regional. Japón experimentó la
industrialización impulsada por el poder Meiji. Rusia, Italia, España y Portugal
siguieron patrones específicos de desarrollo.
El capitalismo industrial surgió con la búsqueda de rentabilidad, empresas más grandes,
movilidad de capitales y trabajo asalariado. Adam Smith y David Ricardo sentaron las
bases teóricas. Max Weber vinculó el desarrollo del capitalismo a la ética protestante.
Nuevas formas de concentración empresarial y organización del trabajo, junto con crisis
periódicas, caracterizaron el moderno capitalismo.

Tema 5
La Revolución Francesa marcó el fin del Antiguo Régimen, desmantelando la
monarquía absoluta y los restos del sistema feudal. Tras el Imperio Napoleónico,
Europa experimentó ciclos revolucionarios entre 1819 y 1848. Los Congresos, como el
de Viena en 1814, reorganizaron el mapa europeo, restableciendo monarquías absolutas
y creando la Santa Alianza.
El periodo de 1819-1825 vio conflictividad social, desde las revueltas estudiantiles en
Alemania hasta la masacre de Peterloo en Inglaterra y el pronunciamiento liberal en
España. A nivel internacional, las colonias americanas buscaban independencia, Grecia
se levantó contra el Imperio Otomano, y Rusia enfrentó un levantamiento liberal.
La oleada revolucionaria de 1830 incluyó la Revolución de Julio en Francia,
independencia belga, movimientos en Polonia, España y Portugal, así como
levantamientos en Italia y Alemania. En Inglaterra, se llevaron a cabo reformas
electorales.
La “Primavera de los Pueblos” en 1848, influida por la crisis económica de 1847, se
extendió por Europa. Hubo revueltas en Francia, Italia, Alemania y otros lugares.
Francia estableció la II República, Italia y Alemania vieron movimientos hacia la
unificación, y en Austria se formó un Parlamento que abogó por una Pequeña Alemania.
España experimentó levantamientos progresistas contra el régimen isabelino.

Tema 6
En la primera mitad del siglo XIX, Europa experimentó un gradual desmantelamiento
de la monarquía absoluta. A pesar de los esfuerzos del Congreso de Viena y la Santa
Alianza por revivir el legitimismo monárquico, las revoluciones en toda Europa
indicaron una resistencia generalizada. Mientras Rusia, Austria y Prusia mantuvieron el
legitimismo, en Francia la monarquía absoluta fue temporalmente restaurada y luego
derrocada por la revolución de 1830.
El nacionalismo se volvió una fuerza cohesiva, impulsado especialmente por el
Romanticismo. Los Estados adoptaron nuevas formas de representación política, como
el parlamentarismo, y se produjo una expansión gradual del sufragio. A pesar de la
retórica democrática, la democracia real fue limitada, con mecanismos como el sufragio
censitario y sistemas electorales restrictivos. A lo largo del siglo, los Estados liberales,
como Gran Bretaña y España, se convirtieron en modelos de parlamentarismo y
constitucionalismo, destacando por sus reformas políticas y la adopción de principios
liberales.

Tema 7
En la segunda mitad del siglo XIX, se consolidaron las reformas ensayadas en décadas
anteriores. Los Estados absolutistas experimentaron desmantelamientos, aunque algunos
neoabsolutistas introdujeron reformas formales. La burocratización y técnicas de
gobierno para controlar la población fueron comunes, al igual que la ampliación del
protagonismo parlamentario y el crecimiento del cuerpo electoral, en muchos casos
alcanzando el sufragio universal masculino.
Estados Liberales:
En Gran Bretaña, el bipartidismo de conservadores y liberales continuó con políticas
reformistas frente al empuje obrero.
Francia tuvo cambios bruscos, desde la II República al II Imperio y la III República, con
episodios como la Comuna de 1871 y el affaire Dreyfus en 1894.
En España, tras la Revolución Gloriosa de 1868, el Sexenio fue marcado por la
monarquía democrática, la Primera República y una dictadura, dando paso a la
Restauración en 1875 con Alfonso XII.
Portugal atravesó períodos convulsos, usando el turno (rotativismo) entre
regeneracionistas e históricos.
Estados Neoabsolutistas:
Austria, defensora del legitimismo, adoptó un modelo dual con Hungría en 1867,
enfrentándose a problemas en los Balcanes.
Rusia, un imperio autocrático, enfrentó oposición tras reformas limitadas, y en 1905 se
vio sacudida por una revolución.
El imperio Otomano experimentó reformas cosméticas desde 1839, pero el golpe de los
Jóvenes Turcos en 1908 llevó a una revolución republicana tras la Gran Guerra.
Viejas Naciones, Nuevos Estados:
El nacionalismo impulsó la creación de nuevos Estados, como la unificación de
Valaquia y Moldavia en Rumanía, y la unificación de Italia liderada por Cavour.
Alemania logró su unificación bajo Bismarck, excluyendo a Austria, y estableció un
régimen autoritario.
Estados Unidos consolidó su régimen republicano y federal, enfrentando la Guerra de
Secesión y expandiéndose hacia el Oeste.
Japón, tras siglos de aislamiento, se modernizó rápidamente con la Restauración Meiji
en 1868, aboliendo el feudalismo y adoptando políticas reformistas.

Tema 8
En el siglo XIX, la ciudad se analiza desde diversas disciplinas como la Sociología,
Historia y Geografía. El fuerte crecimiento urbano se vincula a la industrialización, pero
también se destaca el papel de la construcción del Estado y la terciarización. Las
ciudades experimentan un crecimiento excepcional, como Manchester, Estocolmo,
Düsseldorf, y Hamburgo. En Estados Unidos, Chicago y Filadelfia evidencian un
espectacular aumento de población. La urbanización implica una multiplicación de
centros urbanos, y los movimientos migratorios, pasando de migraciones temporales a
definitivas, impulsan el crecimiento urbano.
Tamaño y Número de Ciudades:
Manchester creció de 75,000 a 720,000 habitantes (1800-1910).
En Estados Unidos, Chicago pasó de 4,000 a 1.8 millones (1836-1900).
Tokio aumentó de 0.5 a 2 millones, siendo una de las 12 mayores ciudades del mundo
en 1900.
Movimientos Migratorios:
La inmigración fue clave para el crecimiento urbano, trasladándose de migraciones
temporales a definitivas.
Ciudades como Manchester y Lancashire enfrentaron problemas de hacinamiento y
condiciones insalubres.
La mortalidad era alta, pero la natalidad se sobrepuso gracias a la expansión de
hospitales y la higiene urbana.
Espacios de la Ciudad:
La lógica espacial de ciudades decimonónicas se transformó, segregándose según
criterios de higienismo, clase y moral.
La burguesía apropió los mejores barrios, relegando a clases populares a barrios
degradados y suburbios.
El urbanismo respondió a criterios utilitarios y políticos, como la reforma
haussmanniana en París.
Cambios Sociales:
Las ciudades se convirtieron en espacios de cambios sociales, propiciando una
mentalidad nueva caracterizada por el individualismo y anonimato.
Movimientos migratorios, publicidad y turismo difundieron nuevos comportamientos,
como mujeres empoderadas y familias informales.
Las ciudades fueron focos rebeldes, escenarios de revoluciones y revueltas, y núcleos de
sindicatos y asociaciones.
Gobierno de la Ciudad:
La construcción del estado y del mercado afectó a los gobiernos locales, superponiendo
una legitimidad central a la consuetudinaria.
Los gobiernos locales asumieron funciones por delegación del poder central,
revitalizando viejos núcleos convertidos en capitales provinciales o comarcales.

Tema 9
Transformaciones en el Trabajo y las Relaciones Laborales (Siglo XIX):
Industrialización, capitalismo y expansión del sector servicios transformaron la
organización del trabajo y las relaciones laborales.
El valor del oficio y la cualificación cedieron ante una cultura laboral donde el trabajo
se mercantilizó.
La expansión del trabajo asalariado y la desaparición de antiguas formas de
organización (talleres, servidumbre, esclavitud) no mejoraron las condiciones laborales.
Trabajo Agrario y Cambios en el Campo:
El trabajo agrario persistió en algunas zonas hasta la Segunda Guerra Mundial.
Cambios en el sistema de producción y propiedad de la tierra llevaron a la
concentración de la propiedad y la mecanización.
La urbanización se aceleró debido al éxodo desde el campo a las ciudades.
Impacto de la Industria en los Oficios Manuales:
La irrupción de la industria generó una crisis en los oficios manuales y talleres
familiares.
La desregulación e industrialización llevaron al ocaso de talleres y gremios, reflejando
una nueva concepción de relaciones sociales más individualistas.
El taylorismo buscó una organización racional y científica del trabajo en las fábricas.
Nuevos Trabajos en la Industria:
El desarrollo industrial resultó en nuevos trabajos, especialmente en comunicaciones y
minería.
La construcción de canales, ferrocarriles y carreteras generó migración intermitente,
mientras que las condiciones en las minas fueron duras, especialmente para los niños.
Trabajo Femenino y Patriarcado:
Las mujeres, inicialmente en fábricas, se vieron relegadas a roles como servicio
doméstico, enseñanza, sanidad y algunos comercios.
El trabajo femenino se especializó en cuidados no remunerados en el ámbito familiar.
La Primera Guerra Mundial marcó la expansión del trabajo femenino en otros sectores,
como la telefonía.
Críticos del Sistema Capitalista:
Socialistas utópicos como Babeuf, Saint-Simon, Fourier, Owen y Cabet propusieron
mejoras en la sociedad burguesa.
Marx y Engels, con el Manifiesto del Partido Comunista, abogaron por una sociedad sin
clases mediante la conciencia obrera y la revolución.
Anarquismo y Críticas Radicales:
El anarquismo, más radical, propuso la abolición no solo de la propiedad privada sino
también del Estado.
Bakunin, Godwin, Proudhon y Kropotkin desarrollaron diversas corrientes anarquistas,
desde el mutualismo hasta el anarcocomunismo.
Nacimiento del Movimiento Obrero y Socialista:
Los movimientos colectivos obreros comenzaron en contextos de prohibición del
asociacionismo y surgieron acciones antimaquinistas.
Desde 1875, surgieron partidos socialistas y sindicatos en distintos países, impulsados
por la socialdemocracia y el socialismo marxista.
Feminismo y Movimiento Sufragista:
El movimiento obrero socialista mostró inicialmente poca sensibilidad hacia las
mujeres.
Algunas mujeres organizaron sindicatos y movilizaciones, mientras otras lideraron el
movimiento sufragista por el reconocimiento del derecho de voto.
Internacionalización del Socialismo:
La Internacional Socialista (AIT) en 1864 y la II Internacional en 1889 contribuyeron a
difundir el socialismo a nivel internacional.
El 1º de mayo se instituyó en 1889, recordando a los obreros abatidos en la revuelta de
Haymarket.

Tema 10
La Nueva Oposición al Zarismo y la Revolución en Rusia:
Rusia era un imperio feudal y autocrático a principios del siglo XX, con el zarismo, la
Iglesia ortodoxa y la okhrana (policía política) en control.
La oposición socialista y anarquista, como los narodniki, se organizó en el Partido
Obrero Socialdemócrata de Rusia y el Partido Social-revolucionario.
Lenin lideró el POSDR y, en el II Congreso, se dividieron en bolcheviques
(revolucionarios) y mencheviques (reformistas). Los eserristas mantenían raíces
narodniki.
Revolución de 1905 y Fracaso de las Reformas:
La guerra ruso-japonesa y el “domingo sangriento” en 1905 desencadenaron huelgas y
protestas.
El zar decretó reformas con el Manifiesto de Octubre, dando lugar a la Duma. Sin
embargo, las reformas fracasaron por intervenciones zaristas, represión y el fracaso de
la reforma agraria de Stolypin.
Revoluciones de 1917 (Febrero y Octubre):
Desde enero de 1917, huelgas se intensificaron. En febrero, la huelga en Petrogrado
llevó al zar a abdicar y se formó un gobierno provisional.
Lenin regresó y, en julio, el fracaso de una ofensiva militar precipitó el colapso del
gobierno provisional. Lenin defendió “paz, pan y tierra”.
En octubre, los bolcheviques tomaron el poder en una insurrección y se formó el
Consejo de Comisarios del Pueblo, liderado por Lenin.
Nacimiento de la URSS y Guerra Civil:
Lenin estableció un régimen comunista con la nacionalización de la producción y la Paz
de Brest-Litovsk en 1918.
La guerra civil entre el Ejército Rojo bolchevique y los blancos zaristas respaldados por
potencias extranjeras consolidó la revolución. El comunismo de guerra llevó a la NEP.
Formación de la URSS y Liderazgo de Stalin:
En 1922, se formó la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), con Rusia
como su núcleo.
Lenin cayó enfermo y la lucha por la sucesión enfrentó a Stalin y Trotsky. Stalin asumió
el poder y llevó a cabo la dictadura con culto a la personalidad, purgas y eliminación de
disidentes.
La Constitución de 1936 consolidó el poder de Stalin y la nomenklatura. Stalin
estatalizó la economía y utilizó el terror para controlar a la población.
Dictadura de Stalin y Economía Planificada:
Stalin gobernó con autoritarismo y eliminó disidentes a través de purgas y campos de
trabajo (gulags).
La economía estatalizada incluyó la colectivización de tierras y planes quinquenales
para desarrollar la industria, poniendo fin a la NEP.
La dictadura de partido único y el control total del Estado persistieron hasta la muerte
de Stalin en 1953.

Tema 11
Transformaciones Sociales Posteriores a la Primera Guerra Mundial:
La posguerra vio una profunda transformación social, con el proceso de urbanización
acelerado, expansión de la industrialización y creciente participación de las mujeres en
sectores antes masculinizados.
Nuevos sectores industriales, como química, automovilístico y electricidad,
reemplazaron a las artesanías urbanas.
Empoderamiento de las Mujeres y Cambios en la Sociedad:
Las mujeres ganaron independencia económica y adoptaron nuevas prácticas recreativas
y sexuales, convirtiéndose en un tipo social en expansión.
Ciudades experimentaron nuevas formas de ocio, como cines, campos de fútbol, bares,
dancings y cabarets, desbordando las fronteras sociales impuestas previamente por la
burguesía.
Revolución del Consumo y Nuevas Pautas de Compra:
El crecimiento económico posterior a la guerra impulsó nuevas pautas de consumo.
La revolución del consumo incluyó productos como radios, automóviles y grandes
almacenes, estimulados por técnicas publicitarias novedosas.
Economía en el Período de Entreguerras:
La Primera Guerra Mundial desequilibró economías con orientación bélica y prácticas
como el endeudamiento generalizado.
La recesión de 1920-1921 resultó de la reconversión industrial y aumento del
endeudamiento e inflación.
Plan Dawes y Estabilización Económica en Alemania:
El Plan Dawes (1924) alivió condiciones impuestas a Alemania y reorganizó intereses
de deudas entre los aliados.
La banca estadounidense prestó a Alemania, estabilizando su economía y marcando el
inicio de la recuperación en 1924. Sin embargo, problemas persistieron con sectores
estancados y desempleo.
La Gran Depresión y Respuestas Internacionales:
El crac de 1929 sumió a Estados Unidos en la Gran Depresión, afectando gravemente la
inversión, la demanda y generando desempleo masivo.
La crisis se extendió globalmente, afectando a países como Alemania y Austria. Las
respuestas incluyeron nacionalismo económico y regulaciones para reactivar las
economías.
Replanteamiento del Capitalismo y New Deal en Estados Unidos:
La crisis llevó a reconsiderar el sistema capitalista. John M. Keynes propuso
intervención pública para aumentar la demanda y regulación bancaria.
En Estados Unidos, Franklin D. Roosevelt implementó el New Deal (1932) con
medidas de “asistencia, recuperación, reforma”, incluyendo regulaciones bancarias,
programas de empleo y legislación laboral.
Respuestas Internacionales y Desarrollo del Estado de Bienestar:
Mayoría de países adoptaron medidas nacionalistas económicas, desde proteccionismo
hasta autarquía.
En Escandinavia, socialdemócratas mantuvieron el capitalismo pero desarrollaron
legislación social precursora del Estado de Bienestar desplegado a partir de 1945.
Medidas en Estados Unidos para Superar la Depresión:
En Estados Unidos, el presidente Hoover adoptó medidas desreguladoras, mientras que
Roosevelt impulsó el New Deal con acciones para estabilizar la economía, incluyendo
regulación bancaria y programas de empleo.

Tema 12
Tras la Primera Guerra Mundial, el mundo experimentó una transformación social,
política y económica. La urbanización, la industrialización y la incorporación masiva de
mujeres a la fuerza laboral llevaron a una sociedad de clases más compleja. Las
ciudades vieron surgir nuevas formas de ocio, como cines y campos de fútbol, mientras
las mujeres ganaban independencia económica y nuevas prácticas sociales y sexuales.
La economía de entreguerras sufrió desequilibrios tras la Primera Guerra Mundial,
alimentando un boom económico seguido de recesión en 1920-1921. La crisis se agravó
con la inflación y la suspensión del pago de reparaciones por parte de Alemania. El Plan
Dawes (1924) alivió las condiciones impuestas a Alemania, estabilizando la economía
hasta el crac de 1929.
La Gran Depresión sumió a EE. UU. En una crisis, llevando a una reevaluación del
sistema capitalista. El New Deal de Roosevelt (1932) introdujo intervención estatal y
regulación para contrarrestar la contracción económica.
En el ámbito político, la expansión de la democracia tras la guerra se vio amenazada por
tensiones sociales, crisis económicas y el ascenso de movimientos ultranacionalistas en
Alemania e Italia. En el Reino Unido, tensiones entre conservadores y laboristas se
acentuaron, mientras en Francia, la polarización política llevó al Frente Popular y,
eventualmente, a la Guerra Civil Española.
Estados Unidos vivió cambios en su sistema bipartidista con el New Deal de Roosevelt.
En Alemania e Italia, la crisis de la democracia permitió el ascenso del nazismo y el
fascismo, estableciendo dictaduras totalitarias con líderes carismáticos como Mussolini
y Hitler. Estos regímenes promovieron políticas expansionistas, la supresión de
libertades individuales y persecuciones, marcando una etapa de profundas
transformaciones y conflictos en Europa.

Tema 13
La Paz de París, tras la Primera Guerra Mundial, sentó las bases de un sistema
internacional frágil. Alemania y las potencias derrotadas se sintieron humilladas, y
algunas victoriosas, como Italia, consideraron que la paz resultante era insatisfactoria.
La Sociedad de Naciones (SDN) surgió con la intención de mantener la seguridad
colectiva, pero su legitimidad se vio comprometida al no contar con la participación de
Estados Unidos, la URSS y Alemania.
Los Acuerdos de Locarno en 1925 y el Pacto Briand-Kellogg en 1928 buscaron
fomentar la distensión. Locarno implicó el reconocimiento de fronteras por parte de
Alemania y su desmilitarización, lo que la llevó a unirse a la SDN. Sin embargo, el
espíritu de Locarno se desvaneció rápidamente.
La década de 1930 presenció un resurgimiento de tensiones debido al expansionismo de
las potencias fascistas. Japón ocupó Manchuria en 1931, seguido por la invasión de
China en 1937. El III Reich alemán liderado por Hitler inició una política de rearme y
expansión territorial, remilitarizando Renania en 1936 y anexando Austria en 1938.
A pesar de los signos de agresión, las potencias occidentales inicialmente adoptaron una
política de apaciguamiento. La Conferencia de Stresa (1935) confirmó los acuerdos de
Locarno, y Gran Bretaña firmó un pacto naval con Alemania en 1935. Sin embargo,
estas medidas resultaron insuficientes para frenar el avance del expansionismo nazi y
fascista.
El acercamiento entre las potencias fascistas culminó en un pacto de no agresión entre
Italia y Alemania, llamado “Eje Roma-Berlín”. Simultáneamente, Alemania firmó el
Pacto Antikomintern con Japón en 1936, al que se unieron otros regímenes autoritarios.
En septiembre de 1940, Alemania, Italia y Japón formalizaron un pacto militar tripartito.
La Segunda Guerra Mundial estalló en septiembre de 1939 cuando Alemania invadió
Polonia, provocando la respuesta de Reino Unido y Francia. El conflicto se desarrolló
en varias fases, con el Eje inicialmente dominando, pero luego los Aliados,
especialmente después de eventos como la Batalla de Stalingrado y el Desembarco de
Normandía (1944), lograron revertir la situación.
La guerra fue devastadora, causando la muerte de 60 millones de personas. La ONU fue
creada en 1945 para garantizar la paz y evitar conflictos similares. Las conferencias de
Casablanca, Yalta y Potsdam delinearon el escenario postbélico, y la ONU, establecida
en San Francisco, buscó superar las limitaciones de la SDN. Sin embargo, la
dominación del Consejo de Seguridad con miembros permanentes con derecho de veto
afectó el anhelo de multilateralismo y paz.

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