Está en la página 1de 6

1.

1 Teorías relacionadas al tema

1.4.1. Teoría de la comprensión bio-psico-social del dolor


La comprensión biopsicosocial del dolor proporciona un marco conceptual para entender y
abordar el dolor en pacientes con traumatismo encéfalo craneal desde una perspectiva
holística. Reconoce que el dolor no es simplemente una respuesta fisiológica, sino que
también está influenciado por una interacción compleja de factores biológicos, psicológicos
y sociales (1).
Desde lo biológico, el dolor en pacientes con traumatismo encéfalo craneal puede estar
relacionado con la lesión física en el cerebro y los tejidos circundantes. Las lesiones en el
tejido cerebral, como hematomas, contusiones o edema, pueden activar las vías del dolor
y desencadenar la respuesta dolorosa. Además, los cambios en la función del sistema
nervioso central, como la sensibilización de las vías del dolor, pueden contribuir a la
persistencia o la cronicidad del dolor en estos pacientes (2).
Sin embargo, la experiencia del dolor va más allá de los aspectos puramente biológicos.
Los factores psicológicos desempeñan un papel crucial en la percepción y la experiencia
del dolor en pacientes con traumatismo encéfalo craneal. La respuesta emocional al trauma,
como el miedo, la ansiedad y la depresión, puede influir en la intensidad y la interpretación
del dolor. Además, los factores cognitivos, como las creencias y las expectativas sobre el
dolor, pueden modular la forma en que los pacientes perciben y responden a la experiencia
dolorosa (3).
Además de los factores biológicos y psicológicos, los aspectos sociales también tienen un
impacto significativo a nivel del dolor en pacientes con traumatismo encéfalo craneal. El
entorno social y las interacciones sociales pueden afectar la experiencia del dolor y la forma
en que los pacientes lo expresan. El apoyo familiar, la calidad de las relaciones sociales y
el contexto cultural influyen en la percepción y la gestión del dolor en esta población.
Asimismo, los factores socioeconómicos y tener acceso a la atención médicapueden influir
en la capacidad de los pacientes para recibir un tratamiento adecuado y gestionar su dolor
de manera eficaz (4).
En consecuencia, la teoría de la comprensión biopsicosocial del dolor subraya la
importancia de considerar y abordar los aspectos biológicos, psicológicos y sociales en la
valoración y el manejo del dolor en pacientes con traumatismo encéfalo craneal. Esto
implica adoptar un enfoque integral y multidisciplinario que involucre a profesionales de la
salud de diferentes disciplinas, como médicos, enfermeras, fisioterapeutas, psicólogos y
trabajadores sociales. El objetivo es proporcionar una atención integral que no solo se
centre en el alivio del dolor, sino también en la mejora de la calidad de vida y el bienestar
general de los pacientes.

1.4.2. Teoría de la sensibilización central


La teoría de la sensibilización central proporciona una explicación para el desarrollo y la
persistencia del dolor crónico en pacientes con traumatismo encéfalo craneal. Según esta
teoría, se postula que los cambios neuroplásticos en el sistema nervioso central
desempeñan un papel muy importante en la amplificación de la respuesta al estímulo
doloroso (3).
Cuando se produce un traumatismo encéfalo craneal, se desencadena una respuesta
inflamatoria en el cerebro y los tejidos circundantes. Esta respuesta inflamatoria puede
tener consecuencias a nivel de las vías del dolor en el sistema nervioso central. Se ha
observado que la lesión inicial provoca una liberación de mediadores inflamatorios y
neurotransmisores excitatorios, lo que conduce a una excitabilidad aumentada de las
neuronas en el cerebro y la médula espinal (4).
A medida que estas neuronas se vuelven más sensibles, pueden amplificar la señal del
dolor, lo que resulta en una respuesta exagerada ante estímulos dolorosos o incluso podría
aparecer dolor ante una ausencia de estímulos nocivos. Este fenómeno se conoce como
sensibilización central (6).
La sensibilización central implica cambios en las sinapsis y la plasticidad neuronal en el
sistema nervioso central. Se ha demostrado que los receptores y canales de ion en las
neuronas del cerebro y la médula espinal se modifican en respuesta a la lesión, lo que
aumenta la excitabilidad de estas neuronas. Además, se ha observado un aumento en la
liberación de neurotransmisores excitatorios y una disminución en la actividad de los
mecanismos inhibitorios del dolor (7).
Estos cambios neuroplásticos en el sistema nervioso central contribuyen a la persistencia
y cronicidad del dolor en pacientes con traumatismo encéfalo craneal. A medida que las
vías del dolor se vuelven hiperactivas y sensibles, incluso estímulos no dolorosos pueden
desencadenar una respuesta dolorosa intensa (3).
La teoría de la sensibilización central su importancia es abordar tanto los aspectos
periféricos como los mecanismos centrales involucrados en el dolor crónico en pacientes
con traumatismo encéfalo craneal. No basta con tratar únicamente la lesión inicial o los
síntomas periféricos. Es necesario dirigirse a los cambios neuroplásticos en el sistema
nervioso central para lograr un alivio efectivo del dolor (3).
Enfoques terapéuticos que se basan en esta teoría incluyen el uso de medicamentos que
actúan sobre los receptores y canales de ion involucrados en la sensibilización central,
como los fármacos que modulan la actividad de los neurotransmisores excitatorios.
Además, se ha encontrado que las terapias no farmacológicas, como la estimulación
cerebral profunda y la terapia cognitivo-conductual, pueden influir en los mecanismos
centrales del dolor y reducir la sensibilización central en pacientes con traumatismo
encéfalo craneal (1,2).

1.4.3. Teoría de la atención y el enfoque multidisciplinario


La teoría de la atención y el enfoque multidisciplinario destaca la importancia de adoptar un
enfoque integral y colaborativo en la valoración y manejo del dolor en pacientes con
traumatismo encéfalo craneal. Aca se reconoce que el dolor en esta población puede ser
complejo y multifactorial, y requiere la participación de diversos profesionales de la salud
que trabajen en conjunto (6).
El enfoque multidisciplinario involucra a diferentes especialidades y disciplinas, como
médicos, enfermeras, fisioterapeutas, psicólogos, trabajadores sociales y otros
profesionales de la salud, que puedan colaborar para una atención completa y
personalizada a cada paciente. Cada profesional aporta su experiencia y conocimientos
específicos para abordar los diferentes aspectos del dolor, considerando tanto los aspectos
biológicos como los psicológicos y sociales (3).
En primer lugar, los médicos desempeñan un papel fundamental en la valoración y el
diagnóstico del dolor en pacientes con traumatismo encéfalo craneal. Utilizando
herramientas clínicas y evaluaciones especializadas, los médicos pueden identificar la
causa subyacente del dolor y determinar el enfoque terapéutico más adecuado (1).
Las enfermeras desempeñan un papel crucial en el manejo del dolor, brindando cuidados
integrales y aplicando técnicas de alivio del dolor, como la administración de medicamentos
analgésicos y el uso de técnicas de enfermería especializadas. Además, proporcionan
apoyo emocional y educación al paciente y a sus familias sobre el manejo del dolor y la
promoción de la salud (2).
Los fisioterapeutas trabajan en estrecha colaboración con los pacientes para mejorar la
función física y reducir el dolor a través de ejercicios terapéuticos, técnicas de movilización
y terapia manual. Estas intervenciones ayudan a restaurar la movilidad, fortalecer los
músculos debilitados y mejorar la calidad de vida del paciente (3).
Los psicólogos desempeñan un papel importante en la evaluación y el manejo en el ámbito
psicológico del dolor en pacientes con traumatismo encéfalo craneal. Utilizando técnicas de
evaluación y terapias psicológicas, como la terapia cognitivo-conductual, en los cuales se
puede ayudar al paciente a desarrollar métodos para afrontar de manera efectiva, manejar
el estrés y la ansiedad relacionados con el dolor, y mejorar la calidad de vida (1).
Los trabajadores sociales brindan apoyo social y emocional a los pacientes y sus familias,
ayudándoles a acceder a los recursos y servicios comunitarios necesarios para el manejo
del dolor y la rehabilitación. También pueden ofrecer orientación y asesoramiento sobre
cuestiones legales y financieras relacionadas con el cuidado de la salud (3).
Además de estos profesionales, otros especialistas, como terapeutas ocupacionales,
logopedas y nutricionistas, pueden formar parte del equipo multidisciplinario, según las
necesidades individuales de cada paciente (2).
El enfoque multidisciplinario permite abordar de manera integral los diferentes aspectos del
dolor en pacientes con traumatismo encéfalo craneal. Al trabajar en conjunto, los
profesionales de la salud pueden compartir información, coordinar los tratamientos y
adaptar las intervenciones a las necesidades individuales de cada paciente. Esto asegura
una atención personalizada y efectiva, mejorando la calidad de vida de los pacientes y
optimizando los resultados del manejo del dolor (3).

1.4.4. Teoría de la importancia de la comunicación y la participación activa del


paciente
La teoría de la importancia de la comunicación y la participación activa del paciente subraya
la relevancia de establecer una comunicación eficaz y bidireccional entre el paciente y el
equipo médico en el trayecto de valoración del dolor. Esta teoría reconoce que el dolor es
una experiencia subjetiva y que su percepción y expresión pueden variar significativamente
de un paciente a otro. En consecuencia, se hace hincapié en la necesidad de involucrar
activamente al paciente en la evaluación de su propio dolor, utilizando herramientas
validadas y adaptadas a su condición específica (2).
Para llevar a cabo una valoración efectiva del dolor, es esencial fomentar la participación
activa del paciente. Esto implica brindarle un ambiente propicio para que exprese sus
experiencias, preocupaciones y necesidades relacionadas con el dolor. El paciente debe
sentirse escuchado y comprendido por el equipo médico, lo que ayuda a establecer una
relación terapéutica sólida y de confianza (6).
En este sentido, se promueve el uso de herramientas validadas y estandarizadas para la
valoración del dolor, adaptadas a la condición particular del paciente con traumatismo
encéfalo craneal. Estas herramientas incluyen escalas de valoración del dolor que permiten
al paciente describir la intensidad del dolor en una escala numérica o verbal, así como
evaluar otros aspectos relacionados, como la localización y la calidad del dolor. Además,
se considera importante evaluar el impacto del dolor en la funcionalidad y la calidad de vida
del paciente (2).
La comunicación clara y comprensible es otro aspecto fundamental de esta teoría. El equipo
médico debe proporcionar información precisa y accesible al paciente sobre su dolor,
explicando todas las causas posibles, así mismo los tratamientos disponibles y las
expectativas de manejo del dolor. Se deben utilizar términos y lenguaje comprensibles para
el paciente, evitando tecnicismos excesivos y asegurándose de que se comprenda la
información brindada (2).
Al fomentar la comunicación abierta y la participación activa del paciente en la valoración
de su dolor, se logra una comprensión más completa y precisa de su experiencia dolorosa.
Esto permite adaptar el enfoque terapéutico de manera individualizada, considerando sus
necesidades y preferencias de cada paciente. Asimismo, se fortalece la relación médico-
paciente y se promueve una mayor adherencia al tratamiento y mejores resultados en el
manejo del dolor (6).

1.4.5. Teoría del enfoque holístico en el manejo del dolor


La teoría del enfoque holístico en el manejo del dolor defiende la idea de que el cuidado de
los pacientes con traumatismo encéfalo craneal no debe limitarse únicamente al alivio del
dolor, sino que debe abordar de manera integral el bienestar general del paciente. Esta
teoría reconoce que el dolor es solo una parte de la experiencia global del individuo y que
su manejo efectivo implica considerar otros aspectos fundamentales, como la funcionalidad,
la calidad de vida y la integración social (4).
En el contexto del traumatismo encéfalo craneal, se entiende que el proceso de
recuperación y rehabilitación no se limita solo a la reducción del dolor, sino que también
implica la restauración de la funcionalidad física y cognitiva del paciente. Por lo tanto, se
promueve un enfoque integral que abarca diferentes aspectos del cuidado, como la
rehabilitación física y cognitiva, con el objetivo de mejorar la calidad de vida y promover la
independencia del paciente (6).
Además del aspecto físico, la teoría del enfoque holístico reconoce al apoyo emocional y
psicológico en el manejo del dolor. Se entiende que el dolor crónico puede tener un impacto
significativo en el estado emocional y psicológico de los pacientes, y que abordar estas
dimensiones es importante para poder lograr una gestión efectiva del dolor. Por lo tanto, se
promueve la inclusión de intervenciones psicológicas, como terapia cognitivo-conductual,
metodos de relajación y manejo del estrés, que pueden ayudar a reducir la ansiedad, la
depresión y mejorar la calidad de vida emocional del paciente (4).
Además, se considera fundamental promover la participación activa del paciente en el
manejo de su dolor. Esto implica empoderar al paciente para que tome decisiones
informadas sobre su cuidado, fomentando la educación y la comprensión de su condición.
Se alienta a los pacientes a participar en la planificación de su tratamiento, estableciendo
metas realistas y adaptadas a sus necesidades individuales. También se enfatiza la
importancia de promover la participación en actividades significativas y el mantenimiento
de relaciones sociales, ya que esto puede contribuir a una mayor satisfacción y bienestar
en general (3).
El enfoque holístico en el manejo del dolor busca trascender los límites de la simple
reducción del dolor y se enfoca en la mejora integral de la calidad de vida de los pacientes
con traumatismo encéfalo craneal. Al considerar aspectos como la funcionalidad, la calidad
de vida, el apoyo emocional y la participación activa del paciente, se logra un cuidado más
completo y efectivo. Este enfoque multidimensional requiere la colaboración de un equipo
de profesionales de la salud, incluyendo médicos, terapeutas físicos, terapeutas
ocupacionales, psicólogos y trabajadores sociales, entre otros, quienes trabajan de manera
conjunta para brindar una atención integral y personalizada a cada paciente (5).

También podría gustarte