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EL CONCEPTO DE PERSONA
EL CONCEPTO DE PERSONA

ÍNDICE

MOTIVACIÓN ............................................................................................. 3
PROPÓSITOS ............................................................................................. 4
PREPARACIÓN PARA LA UNIDAD ............................................................. 5
1. EL CONCEPTO DE PERSONA ................................................................. 7
1.1. CLASES DE PERSONAS .................................................................................. 8
2. PERSONAS FÍSICAS: NACIMIENTO Y EXTINCIÓN ................................. 9
2.1. EL INICIO DE LA PERSONALIDAD: EL NACIMIENTO .................................... 9
2.2. LA EXTINCIÓN DE LA PERSONALIDAD ....................................................... 11
2.3. PROTECCIÓN JURÍDICA DEL NASCITURS .................................................. 12
3. LA PERSONA JURÍDICA: CONCEPTO ................................................... 14
3.1. REQUISITOS ................................................................................................... 15
3.2. CLASES DE PERSONAS JURÍDICAS............................................................. 15
3.3. EL DOMICILIO Y LA NACIONALIDAD ........................................................... 16
3.4. LA EXTINCIÓN DE LAS PERSONAS JURÍDICAS.......................................... 17
4. LA CAPACIDAD DE LAS PERSONAS .................................................... 18
4.1. LA CAPACIDAD DE LAS PERSONAS FÍSICAS ............................................. 18
4.1.1. LA CAPACIDAD JURÍDICA .......................................................................... 19
4.1.2. LA CAPACIDAD DE OBRAR......................................................................... 19
4.2. DIFERENCIAS Y SIMILITUDES ENTRE LA CAPACIDAD JURÍDICA Y
LA CAPACIDAD DE OBRAR ........................................................................... 21
4.3. LA CAPACIDAD DE LAS PERSONAS JURÍDICAS ........................................ 22
5. REPRESENTACIÓN .............................................................................. 24
5.1. REPRESENTACIÓN DIRECTA ....................................................................... 25
5.2. REPRESENTACIÓN LEGAL Y VOLUNTARIA ................................................ 26
5.2.1. REPRESENTACIÓN VOLUNTARIA................................................................ 26
5.2.2. LA REPRESENTACIÓN LEGAL..................................................................... 28

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EL CONCEPTO DE PERSONA

6. ADQUISICIÓN Y PÉRDIDA DE LA NACIONALIDAD ESPAÑOLA ............. 31


6.1. ADQUISICIÓN DE LA NACIONALIDAD ......................................................... 31
6.1.1. ADQUISICIÓN ORIGINARIA......................................................................... 32
6.1.1.1. Por filiación ................................................................................................32
6.1.1.2. Por nacimiento en España ........................................................................32
6.1.1.3. Por adopción .............................................................................................33
6.1.2. ADQUISICIÓN DERIVATIVA ........................................................................ 34
6.1.2.1. Por opción..................................................................................................34
6.1.2.2. Por carta de naturaleza .............................................................................35
6.1.2.3. Adquisición por residencia .......................................................................36
6.1.2.4. Requisitos comunes a la adquisición por opción, carta de naturaleza o
residencia ..................................................................................................38
6.1.2.5. Adquisición por posesión de estado........................................................38
6.2. PÉRDIDA DE LA NACIONALIDAD ................................................................. 39
6.2.1. CAUSAS GENERALES APLICABLES A TODOS LOS ESPAÑOLES ....................... 39
6.2.2. CAUSAS ÚNICAMENTE APLICABLES A LOS ESPAÑOLES QUE NO LO SEAN
DE ORIGEN .............................................................................................. 40
6.3. RECUPERACIÓN DE LA NACIONALIDAD..................................................... 41
6.4. LA VECINDAD CIVIL ...................................................................................... 43
6.5. EL EXTRANJERO ........................................................................................... 45
CONCLUSIONES ....................................................................................... 47
RECAPITULACIÓN .................................................................................... 48
AUTOCOMPROBACIÓN ............................................................................ 49
SOLUCIONARIO ........................................................................................ 53
PROPUESTAS DE AMPLIACIÓN ............................................................... 54
BIBLIOGRAFÍA .......................................................................................... 55

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EL CONCEPTO DE PERSONA

MOTIVACIÓN

Por el simple hecho de nacer, con las exigencias legalmente previstas, somos
titulares de derechos y obligaciones, pero ¿cuándo alcanzamos la capacidad de
obrar, la capacidad de ejercer esos derechos y la exigencia del cumplimiento de
nuestras obligaciones?

Hay una cuestión fundamental inherente a cada persona y que determinará su


vida: su nacionalidad. En estos momentos y en los últimos años mucho se ha
hablado de este tema y de la adquisición de la nacionalidad española por los
inmigrantes, pero ¿conoces las formas en que dichas personas pueden adquirir
dicha nacionalidad? Y ¿sabes que tú mismo y cualquiera de nosotros que emi-
gráramos a un país extranjero y viviéramos habitualmente en él podríamos lle-
gar a perder la nacionalidad española?

Tranquilo, siempre es posible su recuperación y a continuación lo comprobarás.

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EL CONCEPTO DE PERSONA

PROPÓSITOS

Al finalizar esta unidad didáctica serás capaz de:

◼ Conocer cómo se adquiere y cómo se extingue la personalidad jurídica.

◼ Analiza los conceptos de capacidad jurídica y capacidad de obrar, fun-


damentales en la idea de la persona física.

◼ Diferenciar las formas de adquisición de la nacionalidad española.

◼ Distinguir las causas de pérdida y formas de recuperación de la nacio-


nalidad española.

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EL CONCEPTO DE PERSONA

PREPARACIÓN PARA LA UNIDAD

El hombre es un "animal social", es decir, que vive en comunidad; por todo ello
se le debe reconocer una personalidad jurídica y una determinada capacidad
para realizar sus actividades habituales en el contexto social que lo envuelve.

La evolución social ha hecho imprescindible que las personas se unieran para la


consecución de determinados fines y objetivos que individualmente no alcanza-
rían. Para ello nacen las llamadas personas jurídicas.

La personalidad jurídica como tal se inició en el Derecho público a partir de la


necesidad de conceder derechos y obligaciones a entes no físicos.

En primer lugar se otorgó al Estado en la Roma antigua. Posteriormente se am-


plió a otras corporaciones de Derecho público y gremios.

En la Edad Media se consideraba que su objetivo era no lucrativo (asociaciones


actualmente), siendo las sociedades civiles y mercantiles la misma persona que
los socios, es decir, se consideraba a los socios personalmente.

Tras la Revolución francesa estas últimas sociedades citadas lograron la perso-


nalidad jurídica de pleno derecho.

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EL CONCEPTO DE PERSONA

1. EL CONCEPTO DE PERSONA
El hombre y la vida social son la razón del Derecho; si no hubiese hombres y
estos no viviesen en comunidad, no tendría sentido ni justificación el ordena-
miento jurídico.

Las relaciones jurídicas son siempre entre personas; estas son titulares de de-
rechos y deberes, son los sujetos del Derecho. La Declaración Universal de los
Derechos Humanos en su artículo 6.º afirma que todo ser humano tiene dere-
cho, en todas partes al reconocimiento de su personalidad jurídica.

La idea de persona es fundamental para el estudio del Derecho; tal es su impor-


tancia que el Código Civil le dedica su primer libro titulado "De las personas".

Así, una definición simple de persona podrá ser todo aquel ser capaz de dere-
chos y obligaciones.

Ahora bien, no hay que confundir persona y personalidad ya que esta última es
la aptitud necesaria para ser sujeto, activo o pasivo, de relaciones jurídicas.

Toda la doctrina moderna mantiene la idea de que el


ser humano, la persona, es un Prius respecto del De-
recho o sea, que la persona existe con independen-
cia del Derecho y que tiene esta consideración desde
el momento que nace con vida, (MARQUEZ RUIZ, JO-
SE MANUEL. Artículo doctrinal “Comienzo y fin de la
personalidad”. Noticias Jurídicas, 2004).

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EL CONCEPTO DE PERSONA

1.1. CLASES DE PERSONAS

Como ya se ha indicado, persona es todo sujeto capaz de ser titular de dere-


chos y obligaciones. Ahora bien, no solo las personas, considerando como tales
a hombres y mujeres, son capaces de mantener relaciones jurídicas, sino que
hay también entidades que pueden hacerlo.

Así, surge una clasificación del tipo de personas que existen:

1. Personas naturales, también denominadas físicas o individuales, en la


que está el ser humano.

2. Personas jurídicas, que son las constituidas por todas las entidades
que se forman para la realización de unos fines colectivos y permanen-
tes de los hombres.

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EL CONCEPTO DE PERSONA

2. PERSONAS FÍSICAS:
NACIMIENTO Y EXTINCIÓN

A continuación vamos a ver en esta pregunta las personas físicas.

2.1. EL INICIO DE LA PERSONALIDAD: EL NACIMIENTO

El comienzo de la personalidad viene determinado por el nacimiento, aunque


cuando hablamos de comienzo de la personalidad se refiere a la capacidad jurí-
dica de la persona; así lo reconoce el Código Civil (en adelante, CC) en su artículo
29, que dispone que “el nacimiento determina la personalidad”; además, mani-
fiesta que al concebido se le tendrá por nacido para todos los efectos que le
sean favorables.

La capacidad jurídica nos la otorga el nacimiento pe-


ro conforme a lo dispuesto en el artículo 30 CC: La
personalidad se adquiere en el momento del naci-
miento con vida, una vez producido el entero des-
prendimiento del seno materno.

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EL CONCEPTO DE PERSONA

En la regulación actual, por tanto, para tener capaci-


dad jurídica, es decir, ser titular de derechos y obliga-
ciones, solo es necesario la separación completa del
claustro materno pero no tener forma humana y no
cómo antes que se exigía para los efectos civiles sólo
se reputará nacido el feto que tuviere figura humana
y viviere 24 horas enteramente separado del seno
materno.

Los requisitos necesarios para tener capacidad jurídica y en consecuencia, ser


titular de derechos y obligaciones son:

◼ Nacer con vida.

◼ Separación completa del claustro materno. Conlleva necesariamente la


rotura del cordón umbilical y mientras esto no ocurra no podrá ser
considerado como un ser con vida independiente.

En todo caso, el nacido es persona civil desde que nace y la eficacia civil
del nacimiento se produce si se cumple la condición de vivir completa-
mente separado del claustro materno.

La prueba del nacimiento se realiza mediante la inscripción en el Registro Civil,


que da fe del mismo, anotando la fecha, la hora y el lugar donde ocurre, además
del sexo del nacido y su filiación.

La inscripción en el Registro Civil debe instarse desde


las 24 horas hasta los 8 días del alumbramiento, con-
forme a lo dispuesto al art 42 de la Ley de 8 de junio
de 1957 sobre el Registro Civil.

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EL CONCEPTO DE PERSONA

2.2. LA EXTINCIÓN DE LA PERSONALIDAD

La personalidad jurídica se extingue con la muerte, artículo 32 CC.

Desde el momento del fallecimiento desaparecen las cualidades inherentes a la


persona, los derechos y las obligaciones que tenía atribuidas.

De igual modo que el nacimiento, la defunción también se debe inscribir en el


Registro Civil, siendo necesario para ello hacerlo acompañando de un certifica-
do médico en el que se manifieste la muerte de la persona.

Vid [artículos 81 y ss Ley del Registro Civil (LRC)].

En este punto, debemos hacer mención a un supuesto


concreto: la premoriencia y la conmoriencia.

¿Qué ocurriría cuando no sea posible determinar con exactitud el momento del
fallecimiento, por ejemplo cuando haya tenido lugar por un siniestro, si han fa-
llecido en el mismo siniestro o en cualquier otra circunstancia varias personas
llamadas a sucederse entre sí?

Evidentemente es necesario determinar quién ha fallecido primero por cuanto


del orden de los fallecimientos dependen las transmisiones hereditarias de los
fallecidos y las consiguientes transmisiones a los herederos de éstos.

Conforme a lo dispuesto en el artículo 33 del CC “si se duda, entre dos o más


personas llamadas a sucederse, quién de ellas ha muerto primero, el que sos-
tenga la muerte anterior de una o de otra debe probarla; a falta de prueba, se
presumen muertas al mismo tiempo y no tiene lugar la transmisión de derechos
de uno a otro”.

En definitiva, nuestro Código Civil se decanta por la presunción de conmoriencia


en el caso expuesto.

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EL CONCEPTO DE PERSONA

La presunción de conmoriencia es aplicable al su-


puesto de que dos o más personas hayan fallecido
en un mismo suceso, (por ejemplo accidente aéreo),
como en cualquier otra circunstancia (por ejemplo,
muerte simultánea en distintos lugares) (MARQUEZ
RUIZ, JOSE MANUEL. Artículo doctrinal “Comienzo y
fin de la personalidad”. Noticias Jurídicas, 2004).

2.3. PROTECCIÓN JURÍDICA DEL NASCITURS

Se denomina nasciturus al concebido y aún no nacido.

Su concreta protección viene legalmente prevista en el artículo 29 del CC: “...el


concebido se tiene por nacido para todos los efectos que le sean favorables,
siempre que nazca con las condiciones que expresa el artículo siguiente”. Di-
chas condiciones no son otras que las analizadas en el punto anterior y recogi-
das en el artículo 30 del mismo texto legal.

Entre los derechos que se le reconocen al nasciturus se encuentran:

◼ Se les permite recibir donaciones, conforme a lo dispuesto en el artícu-


lo 627 del CC: “Las donaciones hechas a los concebidos y no nacidos
podrán ser aceptadas por las personas que legítimamente los repre-
sentarían si se hubiera verificado su nacimiento”.

◼ Se les considera herederos forzosos al disponer, el artículo 814 del CC,


que su preterición reducirá o anulará la institución de heredero.

La preterición se produce por el hecho de no men-


cionar al legitimario en el testamento. Basta, para
que haya preterición, que el heredero forzoso exista
como nacido o como concebido al morir el causante,
aun cuando no existiera al tiempo de otorgar el tes-
tamento en el que no se le menciona (Rafael M. Car-
nicero Jiménez de Azcárate. “La preterición de here-
deros en el Derecho común y en el Derecho Arago-
nés”, Cuadernos “Lacruz Berdejo”, 2004).

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EL CONCEPTO DE PERSONA

◼ Se protegen sus derechos en la herencia del padre premuerto hasta


que se verifique el parto, conforme a lo dispuesto en los artículos 965 y
966 del CC.

◼ Además, conforme a lo previsto en el artículo 644.1 del CC, su naci-


miento es causa de la revocación de las donaciones que hubiera reali-
zado su progenitor.

◼ El artículo 964 del CC concede derecho de alimentos a la viuda que


quede en cinta habida consideración de la parte que en ellos pueda te-
ner el póstumo si naciere y fuera viable.

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EL CONCEPTO DE PERSONA

3. LA PERSONA JURÍDICA: CONCEPTO


Frente a la persona física individual, encontramos la persona jurídica, que nor-
malmente aparece integrada por un grupo de individuos con nombre y capacidad
propios y que tiene una personalidad distinta de los individuos que la forman.

De la realidad social podemos deducir supuestos en los que existen una plurali-
dad de personas que se agrupan para la consecución de un fin común a todas
ellas. Encontramos en el tráfico jurídico entidades que son resultado de la aso-
ciación de hombres, que surgen para alcanzar unos objetivos y finalidades que
el hombre solo no alcanzaría, dando lugar al nacimiento de la llamada persona
jurídica, por ejemplo, una organización no gubernamental (ONG).

En estos grupos supraindividuales diferenciaremos aquellos que no represen-


tan una unión voluntaria de individuos, y que son las denominadas “comunida-
des políticas” (es decir, el Estado y el municipio) y que nacen de las exigencias de
la sociedad civilizada. Hay otros que surgen de la voluntad de los individuos que
lo forman, y aquí existe una gran variedad. Así: asociaciones con fines benéficos,
recreativos, culturales, mercantiles y profesionales, entre otros. Por ejemplo, un
club deportivo.

Podemos concluir que las personas jurídicas son realidades sociales a las que
se les reconoce individualidad propia, diferente de la de los elementos que la
componen. Son sujetos de derecho y tiene capacidad de obrar propia por me-
dio de sus órganos de representación.

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EL CONCEPTO DE PERSONA

Su personalidad comienza desde el mismo momento


que, con arreglo al Derecho hubiesen quedado váli-
damente constituidas, (art. 35.1.º párrafo. 2.º del CC).

3.1. REQUISITOS

Las personas jurídicas reúnen los siguientes requisitos:

◼ Representan una entidad distinta a los individuos que la componen.


◼ Les son reconocidos unos derechos y obligaciones distintos de los
miembros que la componen.
◼ Poseen una organización interna que les permite una actuación inde-
pendiente.

3.2. CLASES DE PERSONAS JURÍDICAS

Según el Código Civil, en su artículo 35, son personas jurídicas:

◼ Las corporaciones, asociaciones y fundaciones de interés público reco-


nocidas por la ley.
◼ Las asociaciones de interés particular, sean civiles, mercantiles o indus-
triales, a las que la ley conceda personalidad propia e independiente de
la de cada uno de sus asociados.

De la lectura del Código Civil podemos diferenciar personas jurídicas de interés


público, corporaciones, asociaciones y fundaciones, teniendo todas estas una
finalidad no lucrativa, como puede ser la de esparcimiento o de bienestar de la
gente, y siempre sin proporcionar un beneficio mercantil.

Frente a estas se sitúan las de interés particular, en cuyos objetivos está la ob-
tención de ganancias.

Además, debemos distinguir entre personas jurídicas públicas y privadas. La


doctrina considera como persona de derecho público a aquellas comprendidas
en el derecho y en las administraciones institucionales y territoriales; Por ejem-
plo el Estado, los municipios y las comunidades autónomas.

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EL CONCEPTO DE PERSONA

Existen también algunas personas jurídicas de dere-


chos públicos que actúan en el ámbito privado y que
tienen un carácter mixto entre lo público y lo privado;
por ejemplo, sociedades estatales que actúan como
sociedades anónimas.

3.3. EL DOMICILIO Y LA NACIONALIDAD

Al igual que ocurre con la persona física, la vida social de la persona jurídica ne-
cesita un lugar o centro de establecimiento, del que dependerá la nacionalidad
y la pertenencia a una determinada vecindad civil.

Desde el momento en que nace, la persona jurídica está destinada u orientada


a producir consecuencias por el hecho de actuar en la sociedad y por tanto, es
necesario vincularla a un lugar donde nace, se establece o actúa, en función de
los casos como paso previo para aplicarle unas leyes.

El domicilio de las personas jurídicas será el que determine la ley que las ha
creado, cuando sean corporaciones, o el que marquen los estatutos, si son aso-
ciaciones, o el que fijen las reglas si se trata de una fundación.

Si resultase que el domicilio no se hubiera determinado de ninguna de las ante-


riores formas, se entenderá que lo tienen en el lugar en que se halle establecida
su representación legal. Si tampoco fuese posible su determinación según los
criterios anteriores, se considerará domicilio el lugar donde la persona jurídica
ejerza sus principales funciones.

Vid [artículo 41 del CC].

En cuanto que la persona jurídica está integrada en el ordenamiento jurídico,


tiene una nacionalidad, y a tenor del artículo 28 del Código Civil, las corporacio-
nes, fundaciones y asociaciones reconocidas por la ley y domiciliadas en España
gozarán de la nacionalidad española. Las asociaciones domiciliadas en el extran-
jero tendrán en España la consideración y los derechos que determinen los tra-
tados y leyes especiales.

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EL CONCEPTO DE PERSONA

Para que una persona jurídica tenga nacionalidad


española debe constituirse conforme a la ley españo-
la, sea en España o fuera de España y debe tener su
domicilio en territorio español.

3.4. LA EXTINCIÓN DE LAS PERSONAS JURÍDICAS

Son causas generales de extinción, según el artículo 39 del Código Civil:

◼ La expiración del plazo establecido para funcionar legalmente.

◼ Haber concluido el fin para el que se constituyó la persona jurídica.

◼ Ser imposible aplicar al fin antedicho la actividad y los medios de que se


disponían.

La extinción de la persona jurídica no lleva aparejada su inmediata desaparición


ya que es necesario un periodo de liquidación, en el que la persona jurídica to-
davía va a seguir existiendo, para concluir posibles operaciones que le queden
pendientes.

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EL CONCEPTO DE PERSONA

4. LA CAPACIDAD DE LAS PERSONAS


El ordenamiento jurídico reconoce capacidad a las personas.

La capacidad se define como la idoneidad o aptitud


reconocida por el ordenamiento jurídico para ser su-
jeto de la actividad jurídica, para ser el destinatario
de las normas jurídicas y titular de los intereses que
el legislador asume para su protección, (Lopez Lopez,
Montes Penadés, Capilla Roncero, Roca Trías,
Valpuesta Fernández. Derecho Civil, Parte General. 3ª
Edición).

Esta capacidad la podemos clasificar en dos tipos: la capacidad jurídica y la ca-


pacidad de obrar.

4.1. LA CAPACIDAD DE LAS PERSONAS FÍSICAS

Vamos a analizar tanto la capacidad jurídica como la capacidad de obrar de las


personas físicas.

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EL CONCEPTO DE PERSONA

4.1.1. LA CAPACIDAD JURÍDICA

La definiremos como la aptitud de la persona para ser titular de derechos y


obligaciones.

Así, cada persona, por el simple hecho de existir, tiene ya capacidad jurídica. La
persona cuando nace es titular de los derechos fundamentales.

Para su adquisición se exige solamente la cualidad de persona, no que además


esta tenga uso de razón o una inteligencia totalmente desarrollada.

La capacidad jurídica nos la otorga el nacimiento pero conforme a lo dispuesto


en el artículo 30 CC: La personalidad se adquiere en el momento del nacimiento
con vida, una vez producido el entero desprendimiento del seno materno.

4.1.2. LA CAPACIDAD DE OBRAR

Con carácter general, la capacidad de obrar se adquiere con la mayoría de edad,


momento en el que el ordenamiento jurídico considera que la persona tiene
inteligencia para comprender y voluntad para ejercer su propio derecho.

En ocasiones hablamos de incapacidad de la persona porque carecen de auto-


gobierno.

Dicha incapacidad afecta a la capacidad de obrar de


la persona pero no a su capacidad jurídica.

La incapacidad de la persona puede venir determinada por su edad o por en-


fermedad.

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EL CONCEPTO DE PERSONA

◼ Incapacidad por edad. Como hemos mencionado, en término genera-


les, el menor de 18 años carece de capacidad de obrar. En estos casos,
serán sus padres o tutores quienes ejerzan los derechos de aquellos
en su nombre y representación.

Pero durante la minoría de edad el ordenamiento jurídico va mitigando


dicha incapacidad.

Así a partir de los 12 años “el menor de edad tendrá que prestar su
consentimiento en todo lo que le atañe”. A partir de los 14 años el legis-
lador le permite hacer testamento. Y a partir de los 16 años, se permite
la emancipación del menor.

◼ Incapacidad por enfermedad. Se refiere a personas con graves y per-


sistentes deficiencias físicas o psíquicas y que no pueden gobernarse
por sí mismas.

Conforme a lo dispuesto en el artículo 200 del CC, “Las


funciones tutelares constituyen un deber, se ejercerán en
beneficio del tutelado y estarán bajo la salvaguarda de la
autoridad judicial.”

Incapacitados por edad


A estas personas se les nombrará un tutor, cuyas facultades dependerán del
grado de incapacitación de la persona.

◼ Si la incapacitación es total, el tutor decidirá todo.

◼ Si la incapacitación es parcial, en la sentencia en la que se decrete dicha


incapacidad y se nombre al tutor se manifestará qué actividades y deci-
siones podrá adoptar la persona por sí misma y en qué casos deberá
hacerlo el tutor.

Existe un supuesto concreto que afecta a la capacidad de obrar del menor de


edad: la emancipación.

Conlleva la independencia del menor, la extinción de la patria potestad y la tute-


la. Es como si el menor hubiera adquirido la mayoría de edad, aunque para de-
terminados actos de importancia económica deberán ser asistidos por sus pa-
dres o tutores, conforme a lo dispuesto en el artículo 247 del CC.

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EL CONCEPTO DE PERSONA

La emancipación es un estado civil de la persona y debe inscribirse en el Regis-


tro Civil (artículo 242 del CC).

4.2. DIFERENCIAS Y SIMILITUDES ENTRE LA CAPACIDAD


JURÍDICA Y LA CAPACIDAD DE OBRAR

Una y otra implican aptitud para la titularidad de derechos y obligaciones. Am-


bas son esenciales a la persona y, en consecuencia, se encuentran fuera de la
acción de éstas.

También gozan de la protección del orden jurídico.

Sin embargo, como diferencias, destacan las siguientes:

1. La capacidad jurídica es un concepto estático, frente al carácter diná-


mico de la capacidad de obrar.

2. La capacidad jurídica es necesaria en el hombre, mientras que la capa-


cidad de obrar es contingente.

3. La capacidad jurídica es única, no graduable; la capacidad de obrar es


esencialmente variable.

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EL CONCEPTO DE PERSONA

4.3. LA CAPACIDAD DE LAS PERSONAS JURÍDICAS

El Código Civil reconoce la capacidad jurídica y de obrar de las personas jurídicas.

A tenor del artículo 38 del mencionado código, pueden:

◼ Adquirir y poseer toda clase de bienes.

◼ Contraer obligaciones y ejercitar acciones civiles o criminales, conforme


a las leyes y reglas de su constitución.

Por ejemplo, las personas jurídicas tienen derecho al honor y, por tanto, pueden
ejercitar las acciones pertinentes, cuando entiendan que dicho honor la valora-
ción o estimación que se ha ganado en la sociedad ha sido atacado.

Para determinar la capacidad jurídica de las personas jurídicas hay que estar a
lo regulado para cada una de ellas. Así, las corporaciones se regularán por las
leyes que las hayan creado o reconocido; las asociaciones, por sus estatutos; las
fundaciones por las reglas de la institución, conforme a lo dispuesto en el artícu-
lo 37 del CC.

Hay que reseñar que la capacidad de la persona jurídica para ser titular de de-
rechos no alcanza a aquellos que van aparejados a la condición humana, como
pueden ser, por ejemplo, el ejercicio de una profesión, cursar estudios u osten-
tar determinados cargos.

Hemos visto que las personas jurídicas tienen capacidad de obrar, pero para
alcanzar los fines que les son propios necesitan unos órganos que emitan y eje-
cuten su voluntad. Estos órganos podríamos decir que son la personificación de
una asociación.

En este sentido, cualquier acto de la persona jurídica, por simple que sea, será
decidido y realizado siempre por una persona-administrador o representante
legal-u órgano colegiado-grupo de socios o representantes-integrantes de dicha
persona jurídica.

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EL CONCEPTO DE PERSONA

~2 DVD006251

Las relaciones jurídicas siempre se producen entre


personas, que son los titulares de derechos y debe-
res. Existen dos clases de personas, ¿sabes cuáles
son?, ¿conoces la diferencia entre capacidad jurídica
y de obrar? En el siguiente vídeo te explicamos todas
estas cuestiones.
(Tienes el vídeo en el Campus Virtual).

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EL CONCEPTO DE PERSONA

5. REPRESENTACIÓN
Las declaraciones de voluntad pueden hacerse por el mismo interesado en el
negocio jurídico o por medio de otro. En este segundo caso, caben las siguientes
hipótesis:

◼ Que se realice el acto mediante sustitución en la simple manifestación


de la voluntad, actuando el tercero como instrumento de transmisión
de la voluntad ajena (caso del nuncius o mensajero, a quien una perso-
na confía el encargo de comunicar a otra su propia declaración).

◼ Que se realice mediante sustitución en la determinación interna, emi-


tiendo el sustituto la declaración como propia, pero ocupando el lugar
del interesado en el negocio (caso de la representación).

Ahora bien, se puede ocupar el lugar de otro de dos modos, que dan lugar a dos
clases diversas de representación: una, la representación indirecta, en la que el
representante realiza el acto en nombre propio, aunque por cuenta de otro, de
tal modo que los derechos y obligaciones se producen en el representante, sien-
do preciso un nuevo acto (cesión, asunción de deuda, novación...) para derivar
esas consecuencias en el representado; otra, la representación directa, en la que
el representante realiza el acto a nombre del representado, de tal modo que los
efectos se producen de manera automática para este último.

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EL CONCEPTO DE PERSONA

Es representación directa aquella en que el represen-


tante actúa en nombre e interés ajeno y representa-
ción indirecta aquella en que se actúa en nombre
propio pero en interés ajeno.

Solo la representación directa es la verdadera y propia representación.

5.1. REPRESENTACIÓN DIRECTA

La representación directa es el medio por el cual una persona realiza un acto


jurídico a nombre de otro y para que los efectos se produzcan exclusiva e in-
mediatamente en la persona del representado. No hay, pues, representación,
en las siguientes situaciones:

a) La del nuncio, portavoz o mensajero, que actúa como mero instrumen-


to de transmisión de la voluntad ajena y emite la declaración ajena.
b) La de las personas que se limitan a aconsejar a las partes (como abo-
gados) o a mediar entre ellas (agentes mediadores), o a ayudarles en la
manifestación de la voluntad (intérpretes).
c) La de quienes obran en nombre propio, como el comisionista, el fidu-
ciario, el testaferro...
d) La de los contratos a favor de terceros, puesto que en estos el autor
del acto lo otorga por sí mismo, aunque para producir algún efecto en
otro o aprovechar a otro.

Una de las múltiples teorías para explicar el efecto propio de la representación


directa, es decir, el que de los efectos del negocio celebrado mediante ella afec-
ten al representado, es la denominada teoría de la representación. De ella se
derivan como consecuencias:

a) Que es el representado quien debe reunir la capacidad especial reque-


rida para el acto, ya que se trata de negocio jurídico suyo.
b) Que, en cambio, la capacidad general y los vicios de la voluntad que
puedan afectar al negocio han de ser referidos al representante y no al
representado, ya que es aquel quien contrata y declara una voluntad,
aunque a nombre y con efecto para otro.

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EL CONCEPTO DE PERSONA

Realiza el siguiente ejercicio.


La representación en nombre e interés ajeno se de-
nomina:
a) Mandato.
b) Directa.
c) Indirecta.
d) Voluntaria.

Solución:
Opción b.

5.2. REPRESENTACIÓN LEGAL Y VOLUNTARIA

Por el origen o título en que se funda la representación, se distingue la repre-


sentación voluntaria y la legal. La representación voluntaria se basa en un nego-
cio jurídico, mientras que la representación legal viene impuesta por el ordena-
miento jurídico.

5.2.1. REPRESENTACIÓN VOLUNTARIA

Representación voluntaria es la que se confiere por medio de un acto de volun-


tad del representado, que recibe el nombre de poder, apoderamiento o autori-
zación representativa, y puede ser definido como una declaración unilateral de
voluntad por la que una persona autoriza a otra para que concluya en su nom-
bre uno o varios negocios jurídicos, que han de producir sus efectos como si la
primera, por sí misma, hubiese operado. El declarante se designa con las de-
nominaciones de poderdante, representado, principal o dueño del negocio. El
facultado para actuar en nombre ajeno, apoderado, representante, procurador
o gestor. El negocio que el representante ha de concluir, a virtud del poder, se
llama acto o negocio representativo.

26
EL CONCEPTO DE PERSONA

Los requisitos que deben cumplirse para que exista representación voluntaria y
se produzcan sus efectos son los siguientes:

◼ La capacidad de ambas partes.


El representante ha de tener capacidad general para realizar actos jurí-
dicos, pero no es necesario que tenga capacidad especial para el acto
concreto de que se trate ya que los efectos del acto se producen para
el representado.

Si el acto es de enajenación de bienes inmuebles, la


facultad de libre disposición habrá de tenerla el re-
presentado y no el representante.

El representado ha de tener capacidad de obrar general y, además, la


especial necesaria para quedar obligado por el negocio o acto del re-
presentante.
◼ El otorgamiento por el representado al representante del poder en
forma legal, suficiente y subsistente:
 En cuanto a su forma legal, deben constar en escritura pública los
poderes para contraer matrimonio, el general para pleitos y los
poderes especiales que deban presentarse en juicio, el poder pa-
ra administrar bienes, y cualquier otro que tenga por objeto un
acto redactado o que deba redactarse en escritura pública o haya
de perjudicar a tercero.
 La suficiencia del poder exige que este sea bastante para otorgar
el acto de que se trate; el poder concebido en términos generales
no comprende más que los actos de administración; es por ello
que para transigir, enajenar, hipotecar o ejecutar cualquier acto
de riguroso dominio se requiere poder expreso para ello.
 La subsistencia del poder requiere que no se haya extinguido
cuando se realice el acto que deba surtir su eficacia directamente
a favor o en contra del representado.
◼ Que el representante obre en concepto de tal, es decir, a nombre del
representado. Este requisito supone que quien actúa lo haga externa-
mente como tal representante.

27
EL CONCEPTO DE PERSONA

Este requisito se denomina contemplatio domini o


manifestación del representante al tercero con quien
contrata del nombre y circunstancias del representa-
do. Este requisito de la contemplatio domini es
esencial para que los efectos de la actuación del re-
presentante se atribuyan directa e inmediatamente a
la persona del representado.

Es importante en este punto diferenciar entre representación voluntaria y man-


dato. La doctrina tradicional identifica el poder con el contrato de mandato; pe-
ro la doctrina civilística más reciente ha demostrado que se trata de dos institu-
ciones diferentes. Entre ellas pueden señalarse las siguientes diferencias:

a) El mandato origina una relación obligatoria personal e interna entre


mandante y mandatario, mientras que el apoderamiento suministra un
poder jurídico de obrar con eficacia a nombre del poderdante.

b) El apoderamiento tiene necesariamente como finalidad la representa-


ción, mientras que el mandato puede existir sin ella.

c) El mandato, como contrato que es, requiere la aceptación expresa o tá-


cita del mandatario, mientras que el poder es un acto jurídico unilate-
ral, que solo requiere la declaración de voluntad del poderdante, dirigi-
da a los terceros, sin que sea necesaria la aceptación, ni siquiera el co-
nocimiento del apoderado.

5.2.2. LA REPRESENTACIÓN LEGAL

La representación legal es aquella viene impuesta por la ley, como consecuencia


principalmente de las relaciones familiares.

Son características propias de la misma las siguientes:

◼ Tiene su origen en la Ley.

◼ Es esencial en ella la protección del representado.

◼ Su carácter protector y tutelar determina el sometimiento del repre-


sentado al representante, que es quien en realidad actúa y dispone.

28
EL CONCEPTO DE PERSONA

◼ Que el representante tenga la capacidad requerida, sin que sea preciso


(a diferencia de lo que sucede en la representación voluntaria) la capa-
cidad del representado.

◼ Que este sea suficiente para realizar el negocio de que se trate, ya por
concederla la ley con carácter general, ya por estar dicho negocio com-
prendido en la hipótesis general a que la ley se refiere. Para determinar
todo ello hay que estar a los preceptos que regulan la patria potestad,
la tutela, la ausencia y las demás instituciones que encarnan la repre-
sentación legal.

Realiza el siguiente ejercicio.


Indica cuál de las siguientes opciones es una caracte-
rística del apoderamiento o representación voluntaria:
a) Requiere aceptación expresa del representante.
b) Origina una relación personal y directa entre
representante y representado.
c) Suministra un poder jurídico de obrar con efi-
cacia en nombre del poderdante.
d) Es un acto jurídico bilateral.

Solución:
Opción c.

En el Derecho español son supuestos típicos de representación legal, entre


otros, los siguientes:

◼ Los padres que ostentan la patria potestad tiene la representación le-


gal de sus hijos menores no emancipados (con las excepciones que es-
tablece el Código Civil).

◼ El tutor es el representante del menor o incapacitado (salvo para aque-


llos actos que pueden realizar estos por sí solos ya por disposición ex-
presa de la ley o de la sentencia de incapacitación).

◼ La de los concebidos y no nacidos, que corresponde, para lo relativos a


la aceptación de donaciones, a las personas que legítimamente los re-
presentarían si ya hubieran nacido.

29
EL CONCEPTO DE PERSONA

◼ La de los ausentes, que corresponde:

 Al cónyuge presente mayor de edad no separado legalmente o de


hecho.

 Al hijo mayor de edad y siendo varios, con la preferencia de los


que convivían con el ausente y de mayor a menor.

 Al ascendiente más próximo de menos edad.

 A los hermanos mayores de edad por el mismo orden.

 En defecto de las personas expresadas, a la persona solvente que


el juez, oído el Ministerio Fiscal, designe a su prudente arbitrio.

30
EL CONCEPTO DE PERSONA

6. ADQUISICIÓN Y PÉRDIDA DE LA
NACIONALIDAD ESPAÑOLA

El artículo 11 de la Constitución Española establece que la nacionalidad españo-


la se adquiere, se conserva y se pierde de acuerdo con lo establecido en la ley.

Ningún español de origen podrá ser privado de su nacionalidad. El Estado podrá


concertar tratados de doble nacionalidad con los países iberoamericanos o con
aquellos que hayan tenido o tengan una particular vinculación con España. En
estos mismos países, aun cuando no reconozcan a sus ciudadanos un derecho
recíproco, podrán naturalizarse los españoles sin perder su nacionalidad de
origen.

6.1. ADQUISICIÓN DE LA NACIONALIDAD

La nacionalidad puede adquirirse originariamente (en el momento de nacer el


individuo) o derivativamente (con posterioridad al nacimiento).

La nacionalidad puede adquirirse originariamente,


bien por filiación (ius sanguinis) o por nacimiento (ius
soli), o derivativamente, en cuyo caso existen varias
posibilidades: por opción, por carta de naturaleza,
por residencia y por usucapión.

31
EL CONCEPTO DE PERSONA

6.1.1. ADQUISICIÓN ORIGINARIA

La adquisición de la nacionalidad por origen se produce de forma instantánea:


nada más nacer ya se tiene. Para dicha adquisición existen dos criterios: ius
sanguini e ius soli, que analizaremos a continuación.

6.1.1.1. Por filiación

También denominada adquisición de la nacionalidad por ius sanguinis referida a


aquellos casos en los que el nacido adquiere la nacionalidad que tuviere su pa-
dre o su madre, con independencia del lugar en que hubiere nacido.

Según el artículo 17 del Código Civil, son españoles de origen los nacidos de
padre o madre españoles.

6.1.1.2. Por nacimiento en España

También denominada adquisición de la nacionalidad española “iure soli”.

Según el artículo 17 del Código Civil, son españoles de origen:

a) Los nacidos en España de padres extranjeros si, al menos, uno de ellos


hubiera nacido también en España. Se exceptúan los hijos de funciona-
rio diplomático o consular acreditado en España.

b) Los nacidos en España de padres extranjeros, si ambos carecieren de


nacionalidad o si la legislación de ninguno de ellos atribuye al hijo una
nacionalidad.

La finalidad de esta norma es evitar las situaciones


de apatridia que se producirían en este caso si no se
otorgase la nacionalidad española al nacido en terri-
torio español.

32
EL CONCEPTO DE PERSONA

c) Los nacidos en España cuya filiación no resulte determinada. A estos


efectos, se presumen nacidos en territorio español los menores de
edad cuyo primer lugar conocido de estancia sea territorio español.

A los efectos analizados, debe entenderse por territo-


rio español el espacio sobre el que España tiene sobe-
ranía; también son territorio español las embajadas y
consulados. También, los buques y aeronaves milita-
res, cualquiera que sea el lugar donde se encuentre y
los mercantes que estén dentro de la jurisdicción es-
pañola o el espacio aéreo o aguas internacionales.

La filiación o el nacimiento en España, cuya determinación se produzca después de


los 18 años de edad, no son por sí solos causa de adquisición de la nacionalidad
española. El interesado tiene entonces derecho a optar por la nacionalidad españo-
la de origen en el plazo de dos años a contar desde aquella determinación.

6.1.1.3. Por adopción

Según el artículo 19 del Código Civil, el extranjero menor de 18 años adoptado


por un español adquiere, desde la adopción, la nacionalidad española de origen.

Esto conlleva la equiparación de los efectos de la adopción a la filiación por na-


turaleza, en aplicación de lo dispuesto en el artículo 14 de la CE y en el artículo
108.2 del CC.

Conforme a lo dispuesto en el artículo 176.1 del CC, la nacionalidad se adquiere


en el momento en que la adopción se perfecciona, cuando se emite la corres-
pondiente resolución judicial.

Si el adoptado es mayor de 18 años, podrá optar por la nacionalidad española


de origen en el plazo de 2 años a partir de la constitución de la adopción.

33
EL CONCEPTO DE PERSONA

6.1.2. ADQUISICIÓN DERIVATIVA

Esta adquisición puede tener lugar por opción y por naturalización. A su vez la
adquisición por naturalización puede ser por carta de naturaleza y por residen-
cia. También es posible la adquisición derivativa de la nacionalidad española por
usucapión o posesión de estado.

6.1.2.1. Por opción

Tienen derecho a optar por la nacionalidad española las personas que estén o
hayan estado sujetas a la patria potestad de un español, aquellas cuyo padre o
madre hubiera sido originariamente español y nacido en España.

Así mismo, tendrán dicho derecho de opción, conforme a lo dispuesto en el


último apartado de los artículos 17 y 19 del Código Civil, respectivamente:

◼ Aquella persona cuya filiación o nacimiento en España se haya produci-


do después de los 18 años de edad.

◼ El extranjero mayor de 18 años adoptado por un español.

La declaración de opción se formulará:

◼ Por el representante legal del optante, menor de 14 años o incapacitado.

◼ Por el propio interesado, asistido por su representante legal, cuando


aquel sea mayor de 14 años o cuando, aun estando incapacitado, así lo
permita la sentencia de incapacitación.

◼ Por el interesado por sí solo, si está emancipado o es mayor de 18


años. En este caso la opción caducará a los 20 años.

◼ Por el interesado, por sí solo, dentro de los dos años siguientes a la re-
cuperación de la plena capacidad.

No obstante lo dispuesto aquí, el ejercicio del derecho de opción por las perso-
nas cuyo padre o madre hubieran sido originariamente español y nacido en
España, no estará sujeto a límite alguno de edad.

34
EL CONCEPTO DE PERSONA

La Ley de Memoria Histórica permite la adquisición


por opción de la nacionalidad española de origen a
las personas cuyo padre o madre hubiera sido origi-
nariamente español y a los nietos de quienes perdie-
ron o tuvieron que renunciar a la nacionalidad espa-
ñola como consecuencia del exilio.

Este procedimiento para obtener la nacionalidad es-


pañola se ejercita ante el Registro Civil español del
lugar de residencia del extranjero, o en su caso, de su
representante legal.
Cuando el extranjero o su representante legal se en-
cuentren en el extranjero, el Registro Civil competen-
te será el del Consulado español competente por
demarcación.

6.1.2.2. Por carta de naturaleza

La nacionalidad española se adquiere por carta de naturaleza otorgada discre-


cionalmente mediante real decreto, cuando en el interesado que la solicite con-
curran circunstancias excepcionales, (artículo 21.1 Código Civil).

La adquisición de la nacionalidad por carta de naturaleza se inscribirá en el Re-


gistro. La denegación de la carta de naturaleza no puede ser objeto de recurso
ante los tribunales, aunque puede ser impugnada en los casos de nulidad o de
falsedad u ocultación de los datos que han provocado su concesión.

Las concesiones por carta de naturaleza caducan a los 180 días siguientes a su
notificación, si en este plazo no comparece el interesado ante funcionario com-
petente para cumplir los requisitos que establece el artículo 23 del Código Civil.

Tras ello procederá la inscripción en el Registro Civil.

35
EL CONCEPTO DE PERSONA

Lugar donde presentar la solicitud:

Ha de dirigir su solicitud a la Subdirección General de Nacionalidad y Estado


Civil, Dirección General de los Registros y del Notariado, Plaza de Jacinto Bena-
vente, número 3. Madrid 28071.Puede presentarla en:

◼ En la Oficina Central de Información y Atención al Público del Ministerio


de Justicia.

◼ En el Registro de cualquier órgano de la Administración General del Es-


tado (p.ej, Delegaciones del Gobierno, Subdelegaciones) o de una Co-
munidad Autónoma.

◼ En una oficina de correos.

◼ En el Registro Civil de su domicilio y el Registro la enviará a la Subdirec-


ción General de Nacionalidad y Estado Civil.

◼ Si no reside en España, puede presentarla en el Consulado de España


en el país en que resida y el Consulado la enviará a la Subdirección Ge-
neral de Nacionalidad y Estado Civil.

El acuerdo adoptado por el Consejo de Ministros de


12 de marzo de 2004 aprobó la concesión de la na-
cionalidad española a las víctimas y familiares direc-
tos del atentado ocurrido en Madrid el 11 de marzo
de 2004.

6.1.2.3. Adquisición por residencia

Conforme a lo dispuesto en el artículo 21.2 del Código Civil, también se adquie-


re la nacionalidad española por residencia legal, continuada e inmediatamente
anterior a la petición, durante los siguientes periodos de tiempo:

a) 10 años: regla general.

b) 5 años: para los que hayan solicitado y obtenido la condición de refu-


giados.

c) 2 años: cuando se trate de nacionales de origen de países iberoameri-


canos, Andorra, Filipinas, Guinea Ecuatorial, Portugal o de Sefardíes.

36
EL CONCEPTO DE PERSONA

d) Un año, para las siguientes personas:

 El que haya nacido en territorio español.

 El que no haya ejercitado oportunamente la facultad de optar.

 El que haya estado sujeto legalmente a la tutela, curatela con fa-


cultades de representación plena, guarda o acogimiento de un
ciudadano o institución españoles durante dos años consecuti-
vos, incluso si continuare en esta situación en el momento de la
solicitud.

 El que al tiempo de la solicitud llevare un año casado con español o


española y no estuviese separado legalmente o de hecho.

 El viudo o viuda de española o español, si a la muerte del cónyuge


no existiera separación legal o de hecho.

 El nacido fuera de España de padre o madre, abuelo o abuela,


que originariamente hubieran sido españoles.

Vid [artículo 22 del Código Civil].

En todos los casos de adquisición por residencia, el interesado deberá justificar


buena conducta cívica y suficiente grado de integración en la sociedad española.

El procedimiento ha de tramitarse por el Ministerio


de Justicia aunque en una primera fase corresponde
al juez encargado del Registro Civil del domicilio del
solicitante. Resuelve el Ministerio de Justicia, aunque
por delegación lo hace la Dirección general de los
Registros y del Notariado.

La concesión o denegación de la nacionalidad por residencia deja a salvo la vía


judicial contencioso-administrativa.

37
EL CONCEPTO DE PERSONA

6.1.2.4. Requisitos comunes a la adquisición por opción, carta de


naturaleza o residencia

Además de los exigidos para cada caso, además se exige para la validez de la
adquisición de la nacionalidad española por opción, carta de naturaleza y resi-
dencia:

◼ Que el mayor de 14 años y capaz para prestar una declaración por sí, ju-
re o prometa fidelidad al Rey y obediencia a la Constitución y a las leyes.

◼ Que la misma persona declare que renuncia a su nacionalidad anterior.


Que dan a salvo de este requisito los naturales de los países iberoame-
ricanos, Andorra, Filipinas, Guinea Ecuatorial y Portugal y los sefardíes
originarios de España.

◼ Que la adquisición se inscriba en el Registro Civil español.

6.1.2.5. Adquisición por posesión de estado

La posesión y utilización continuada de la nacionalidad española durante


10 años, con buena fe y basada en un título inscrito en el Registro Civil, es causa
de consolidación de la nacionalidad, aunque se anule el título que la originó,
(artículo 18 del Código Civil).

Con ello se pretende evitar cambios bruscos y automáticos de la nacionalidad,


impidiéndose que la eficacia retroactiva de la nulidad se lleve a sus últimas con-
secuencias en materia de nacionalidad.

~2 DIR_0002(01)

Te proponemos ver el vídeo de formas de adquirir la


nacionalidad
(Tienes el vídeo en el Campus Virtual).

38
EL CONCEPTO DE PERSONA

6.2. PÉRDIDA DE LA NACIONALIDAD

Conforme al mandato contenido en el artículo 11.1 de la CE, la adquisición, con-


servación y pérdida de la nacionalidad española se produce «de acuerdo con lo
establecido por la ley».

Por un lado el artículo 24 del Código Civil se refiere a la pérdida voluntaria de la


nacionalidad –única posibilidad en el caso de un español de origen–, mientras
que el artículo 25 del mismo texto legal lo hace a la pérdida como consecuencia
de una sanción.

6.2.1. CAUSAS GENERALES APLICABLES A TODOS LOS ESPAÑOLES

Conforme a lo dispuesto en el artículo 24 del Código Civil, pierden la nacionali-


dad española:

◼ Los emancipados que, residiendo habitualmente en el extranjero ad-


quieran voluntariamente otra nacionalidad o utilicen exclusivamente la
nacionalidad extranjera que tuvieran atribuida antes de la emancipa-
ción. La pérdida se producirá una vez transcurran tres años a contar,
respectivamente, desde la adquisición de la nacionalidad extranjera o
desde la emancipación.

No obstante, los interesados podrán evitar la pérdida si dentro del pla-


zo indicado declaran su voluntad de conservar la nacionalidad española
al encargado del Registro Civil.

En este supuesto, la voluntariedad en la adquisición


de la nacionalidad extranjera es esencial. Consecuen-
temente, la pérdida de la nacionalidad española no
se producirá en los casos de adquisición involuntaria
o automática, por ejemplo, por matrimonio de una
nacionalidad extranjera.

◼ Pierden la nacionalidad española los españoles emancipados que re-


nuncien expresamente a ella, si tienen otra nacionalidad y residen habi-
tualmente en el extranjero.

39
EL CONCEPTO DE PERSONA

Los que hubieran nacido y residiendo en el extranjero ostenten la nacionalidad


española por ser hijos de padre o madre españoles, también nacidos en el ex-
tranjero, cuando las leyes del país donde residan les atribuyan la nacionalidad
del mismo, perderán, en todo caso, la nacionalidad española si no declaran su
voluntad de conservarla ante el encargado del Registro Civil en el plazo de tres
años, a contar desde su mayoría de edad o emancipación.

La adquisición de la nacionalidad de países iberoamericanos, Andorra, Filipinas,


Guinea Ecuatorial o Portugal, no es bastante para producir, conforme a este
apartado, la pérdida de la nacionalidad española de origen.

No se pierde la nacionalidad española, virtud de lo dispuesto en este precepto,


si España se hallare en guerra.

6.2.2. CAUSAS ÚNICAMENTE APLICABLES A LOS ESPAÑOLES QUE NO


LO SEAN DE ORIGEN

Conforme a lo dispuesto en el artículo 25 del Código Civil, los españoles que no


lo sean de origen perderán la nacionalidad:

a) Cuando, durante un periodo de tres años, utilicen exclusivamente la


nacionalidad a la que hubieran declarado renunciar al adquirir la na-
cionalidad española.

b) Cuando entren voluntariamente al servicio de las armas o ejerzan cargo


político en un Estado extranjero contra la prohibición expresa del Go-
bierno.

c) Por sentencia firme que declare que el interesado ha incurrido en fal-


sedad, ocultación o fraude en la adquisición de la nacionalidad españo-
la, produce la nulidad de tal adquisición, si bien no se derivarán de ella
efectos perjudiciales para terceros de buena fe. La acción de nulidad
deberá ejercitarse por el Ministerio Fiscal de oficio o en virtud de de-
nuncia, dentro del plazo de 15 años.

40
EL CONCEPTO DE PERSONA

La aprobación del nuevo Código Penal, en 1995, dejó


sin efecto esta previsión, dado que en el mismo —y a
diferencia de lo que ocurría en el Código Penal ante-
rior— no se recoge la pena de privación de la naciona-
lidad española.

~2 DIR_0100(01)

En el Código Civil al igual que se regulan las formas


de adquirir la nacionalidad española también se es-
tablecen las formas de perder la nacionalidad.
¿Es posible que si tú eres español, por algún motivo
puedas perder esa nacionalidad?
Lo analizamos en este vídeo.
(Tienes el vídeo en el Campus Virtual).

6.3. RECUPERACIÓN DE LA NACIONALIDAD

Dicha posibilidad viene regulada expresamente en el artículo 26 del Código Civil.

Debemos distinguir dos supuestos: una regla general y una especial en la que
se requería la previa habilitación del gobierno, aunque dicha posibilidad ha
quedado en desuso por el propio carácter obsoleto de los supuestos a los que
venía referida y en los que dicha habilitación era necesaria.

La recuperación de la nacionalidad española por parte de aquel que siendo es-


pañol perdió tal condición viene sujeta, conforme a lo dispuesto en el artículo
26.1 del Código Civil, al cumplimiento de los siguientes requisitos:

◼ Ser residente legal en España. Este requisito no será de aplicación a los


emigrantes o hijos de emigrantes. En los demás casos, podrá ser dis-
pensado por el Ministro de Justicia cuando «concurran circunstancias
excepcionales» (art. 26.1.a del CC).

41
EL CONCEPTO DE PERSONA

La doctrina de la DGRN considera que no es necesa-


rio acreditar la condición de «emigrante» para la apli-
cación del precepto, dado que gozan de tal condición
todos aquellos que habiendo nacido en España viven
en otro país (RDGRN de 2 de septiembre de 1996).

◼ Declarar ante el encargado del Registro Civil tanto su voluntad de recu-


perar la nacionalidad española, como su renuncia a la nacionalidad an-
terior (art. 26.1.b del CC).

La declaración de voluntad de recuperación de la nacionalidad españo-


la aparece regulada en el artículo 226 y siguientes del RRC, siendo esta
común a todas las declaraciones relativas a la nacionalidad.

Artículo 226 del Reglamento del Registro Civil:


Las declaraciones de voluntad relativas a la naciona-
lidad o a la vecindad y la renuncia y el juramento o
promesa exigidos serán admitidas por el encargado
del registro aunque no se presente documento al-
guno, siempre que resulte de la declaración la concu-
rrencia de los requisitos exigidos, pero solo podrá
practicarse la inscripción si se justifican previamente
los requisitos para la adquisición, modificación o con-
servación.

Esta exigencia de renuncia queda exonerada en el caso de tratarse de


naturales de los países mencionados en el artículo 24.2.II del CC. Esto
es, países Iberoamericanos, Andorra, Filipinas, Guinea Ecuatorial o Por-
tugal.

◼ Inscribir la recuperación en el Registro civil español (art. 26.1.c del CC).

42
EL CONCEPTO DE PERSONA

En determinados supuestos para recuperar la nacionalidad española será nece-


saria la previa habilitación concedida discrecionalmente por el Gobierno:

◼ Los que por un periodo de tres años utilicen exclusivamente la nacio-


nalidad a la que hubieran declarado renunciar al adquirir la nacionali-
dad española.

◼ Los que entren voluntariamente al servicio de las armas o ejerzan


cargo político en un Estado extranjero contra la prohibición expresa
del Gobierno.

◼ Cuando la sentencia firme declare que el interesado ha incurrido en


falsedad, ocultación o fraude en la adquisición de la nacionalidad
española.

Para obtener esa habilitación especial será necesario dirigir un escrito al Minis-
tro de Justicia. En ese escrito habrán de incluirse, además de los datos persona-
les del solicitante, las circunstancias en las que se perdió la nacionalidad y la
justificación de la solicitud para obtener la habilitación.

6.4. LA VECINDAD CIVIL

Es la circunstancia personal de quien tiene la nacionalidad española y que viene


determinada por su pertenencia a una comunidad regional.

La vecindad civil es una circunstancia personal de los


españoles que determina la aplicación bien de la ley
foral especial o de la ley civil común.

Su adquisición puede darse por vínculos de familia, por opción o por residencia.
En caso de duda, prevalece la del que corresponda al lugar del nacimiento del
sujeto.

43
EL CONCEPTO DE PERSONA

En caso de que los padres tengan distinta vecindad


civil podrán elegir para sus hijos la vecindad civil de
cualquiera de ellos dentro de los seis meses siguien-
tes al nacimiento o adopción, (artículo 14.3.2º Código
Civil).

Por la vecindad civil se determina la sujeción al Derecho civil común o al especial


o foral.

Según el Código Civil, la vecindad civil se adquiere exactamente por:

◼ Por residencia continuada durante dos años, siempre que el interesado


manifieste ser esa su voluntad.

◼ Por residencia continuada de 10 años, sin declaración en contrario du-


rante este plazo.

Ambas declaraciones se harán constar en el Registro Civil y no necesitan ser


reiteradas.

En caso de duda, prevalecerá la vecindad civil que corresponda al lugar del na-
cimiento.

Vid [artículo 14 del Código Civil].

En caso de matrimonio, si los cónyuges tienen distinta


vecindad civil deberán determinar expresamente el
régimen matrimonial aplicable. Además, si se tiene la
vecindad civil aragonesa se aplicará el régimen eco-
nómico matrimonial de comunidad conyugal legal.

44
EL CONCEPTO DE PERSONA

6.5. EL EXTRANJERO

El extranjero gozará en España de las libertades públicas que garantiza la Cons-


titución para sus nacionales, según afirma la Constitución Española. Ahora bien,
a continuación hace referencia a una serie de restricciones referentes al extran-
jero: la incapacidad para participar en las decisiones del Estado de forma directa
mediante referéndum o de forma indirecta, mediante votación, salvo en algunos
casos especiales.

La creciente internacionalización ha ido ampliando de manera significativa los


derechos y garantías de los extranjeros, otorgándoles derechos civiles que an-
tes solo eran de los nacidos en España, aunque se siguen imponiendo restric-
ciones para determinados casos, sobre todo en relación a derechos con los que
es necesario el conocimiento del idioma.

En referencia a los derechos civiles ya mencionados, el Código Civil recoge en su


artículo 27 que los extranjeros gozarán en España de los mismos derechos civi-
les que los españoles, encontrándose este derecho absoluto limitado a lo dis-
puesto en las leyes especiales y en los tratados.

Como jurisprudencia actual en relación al tema de los derechos de los extranje-


ros en España, cabe reseñar la Ley Orgánica 4/2000, sobre derechos y liberta-
des de los extranjeros en España y su integración social.

45
EL CONCEPTO DE PERSONA

CONCLUSIONES

Como has podido comprobar el nacimiento nos confiere una capacidad, la jurí-
dica y la mayoría de edad o la emancipación, por regla general, otra, la capaci-
dad de obrar.

A estas alturas ya conoces las distintas posibilidades de adquirir la nacionalidad


española, así como las causas de su pérdida y las formas de su recuperación.

Y has podido constatar que la vecindad civil tiene mayor alcance del que cabría
presuponerle, máxime en aquellos territorios, como Aragón, con un derecho
foral propio.

47
EL CONCEPTO DE PERSONA

RECAPITULACIÓN

Existen dos clases de personas: las personas físicas y las personas jurídicas. En
ambos casos, adquieren su personalidad con el nacimiento, en sentido físico en
el primero de ellos y con los requisitos legalmente exigidos y en el sentido jurí-
dico y constitutivo en el segundo.

El Código Civil reconoce tanto a las personas físicas como a las jurídicas capaci-
dad de obrar y capacidad jurídica. Ahora bien, en el mismo sentido el citado
texto legal también reconoce que las declaraciones de voluntad de las personas
físicas y de las jurídicas pueden hacerse a través de tercero mediante su repre-
sentación. En el caso de las personas físicas dicha representación podrá ser
voluntaria o legal según las circunstancias concurrentes en el representado;
ahora bien en el caso de las personas jurídicas las mismas siempre actúan a
través de sus representantes.

Cuestión trascendental en la vida de unas y otras personas es: la nacionalidad.

En el caso de las personas físicas ya hemos visto que la nacionalidad española


puede adquirirse originariamente (ius sanguinis e ius soli) o de forma derivativa,
(por opción, por carta de naturaleza, por residencia y por posesión de estado).

En cuanto a la pérdida de dicha nacionalidad existen, como hemos analizado,


unas causas comunes a todos los españoles y unas causas únicamente aplica-
bles a los españoles que no sean de origen, es decir, que hayan adquirido la
nacionalidad de forma derivativa.

En todo caso, es evidente la posibilidad de recuperación de la nacionalidad


perdida.

48
EL CONCEPTO DE PERSONA

AUTOCOMPROBACIÓN

1. La capacidad jurídica es:

a) La aptitud de ser titular de derechos y obligaciones.

b) La aptitud para realizar actos jurídicos válidamente.

c) La aptitud para ejercer el derecho al voto.

d) La aptitud para ser sujeto pasivo de derechos.

2. La capacidad de obrar es:

a) La aptitud para poder ser juez o fiscal.

b) La aptitud para realizar actos jurídicos válidamente.

c) La aptitud de ser titular de derechos y obligaciones.

d) La aptitud de todos los hombres de ejercer sus derechos.

3. Para que una persona tenga capacidad de obrar es necesario:

a) Que haya nacido.

b) Que haya nacido con forma humana.

c) Que tenga aptitud mental y física para realizar actos jurídicos.

d) Que tenga aptitud física, aunque no pueda gobernarse sus propios actos.

49
EL CONCEPTO DE PERSONA

4. Por el solo hecho del nacimiento, una persona:

a) Tiene derecho a que lo bauticen.

b) Es un sujeto jurídico.

c) Puede tener capacidad de obrar.

d) Debe llevar el apellido paterno y materno.

5. La prueba del nacimiento se hace:

a) Por medio de una declaración del médico que asistió el parto.

b) A través de la expedición del correspondiente Documento Nacional de


Identidad.

c) Por medio de la inscripción en el Registro Civil.

d) Con un completo reportaje fotográfico del recién nacido.

6. La personalidad jurídica se extingue:

a) Con la muerte.
b) Cuando la persona pierde la capacidad para regir sus propios actos.
c) Con la llegada del sujeto a la tercera edad.
d) Cuando la persona está en estado de coma.

7. El menor de edad tiene:

a) Capacidad jurídica.
b) Capacidad de obrar plena.
c) Capacidad jurídica restringida.
d) Capacidad para ir a juicio sin representación.

8. ¿En qué artículo del Código Civil se indica quiénes se consideran per-
sonas jurídicas?

a) En el 34.
b) En el 35.
c) En el 39.
d) En el 41.

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EL CONCEPTO DE PERSONA

9. ¿Cuántos años son necesarios para la consolidación de la nacionalidad?

a) 2 años.

b) 5 años.

c) 10 años.

d) Nunca se puede consolidar la nacionalidad.

10. ¿Cuándo adquiere la nacionalidad española un extranjero menor de


18 años cuando este es adoptado por un español?

a) 2 años a partir de la constitución de la adopción.

b) 5 años a partir de la constitución de la adopción.

c) 10 años a partir de la constitución de la adopción.

d) Desde la adopción.

51
EL CONCEPTO DE PERSONA

SOLUCIONARIO

1. a 2. b 3. c 4. b 5. c

6. a 7. a 8. b 9. c 10. d

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EL CONCEPTO DE PERSONA

PROPUESTAS DE AMPLIACIÓN

◼ Bosch, J. M. Derecho civil.

◼ Reus. I. E. Derecho civil español, común y foral.

◼ Compendio de Derecho civil. Edersa.

◼ Código Civil.

◼ Principios de Derecho civil. Trivium.

◼ MÁRQUEZ RUIZ, J. M. Artículo doctrinal “Comiendo y fin de la personali-


dad”. Noticias Jurídicas, 2004.

◼ CARNICERO JIMÉNEZ De AZCÁRATE, R. M. “La preterición de herederos en


el Derecho común y en el Derecho Aragonés”, en Cuadernos “Lacruz Ber-
dejo”, 2004.

◼ LÓPEZ LÓPEZ, MONTES PENADÉS, CAPILLA RONCERO, ROCA TRÍAS,


VALPUESTA FERNÁNDEZ. Derecho Civil, Parte General. 3.ª edición.

54
EL CONCEPTO DE PERSONA

BIBLIOGRAFÍA

◼ Bosch, J. M. Derecho civil.

◼ Reus. I. E. Derecho civil español, común y foral.

◼ Compendio de Derecho civil. Edersa.

◼ Código Civil.

◼ Ley del Registro Civil.

◼ Ley Orgánica 4/2000, de 11 de enero, sobre derechos y libertades de


los extranjeros en España.

◼ Principios de Derecho Civil. Trivium.

◼ MÁRQUEZ RUIZ, J. M. Artículo doctrinal “Comiendo y fin de la personali-


dad”. Noticias Jurídicas, 2004.

◼ CARNICERO JIMÉNEZ De AZCÁRATE, R. M. “La preterición de herederos en


el Derecho común y en el Derecho Aragonés”, en Cuadernos “Lacruz Ber-
dejo”, 2004.

◼ LÓPEZ LÓPEZ, MONTES PENADÉS, CAPILLA RONCERO, ROCA TRÍAS,


VALPUESTA FERNÁNDEZ. Derecho Civil, Parte General. 3.ª edición.

◼ Acuerdo adoptado por el Consejo de Ministros de 12 de marzo de 2004.

◼ Resolución de la Dirección General de Registros y del Notariado de 2 de


septiembre de 1996.

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