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¡Bienvenido a la unidad V!
En esta unidad veremos todo lo relacionado a los sujetos del Derecho en Roma, personas físicas y morales,
personalidad, requisitos, formas de perderla, ciudadanía, esclavitud, extinción y terminación de la personalidad,
así como la familia.
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Objetivos
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5.1. Personas jurídicas o morales
El derecho estudia el estado civil, la nacionalidad, el domicilio, la edad etcétera, los que conforman ese ente
artificial que llamamos persona. A pesar de que las fuentes romanas señalan que todo el Derecho existe para el
hombre, no es el ser humano el protagonista en el actuar jurídico; la capacidad para tener propiedades, créditos,
derechos, deudas, es lo que se llama en derecho capacidad jurídica y quien goza de ella la persona.
Las personas jurídicas: Son entes diferentes a los hombres a los que el ordenamiento les concede capacidad de ser
titulares de derechos y obligaciones. Se dividían en:
asociaciones o
corporaciones y fundaciones.
Las personas morales surgen del Derecho Romano, ya que al lado de los seres humanos o personas físicas también
se reconocía como ficciones jurídicas o abstracciones a las morales. La personalidad moral pertenecía, tanto a las
Asociaciones o reuniones de personas que tenían intereses comunes, tales como el Estado, ciertas corporaciones,
las iglesias etc.
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5.1.1. Requisitos de existencia
En la antigua Roma, no todos los hombres eran sujetos de derecho, lo que llamamos capacidad de obrar o de
ejercicio, se requería de varios requisitos.
Requisitos de existencia:
Las personas deben de nacer viva, viable y con forma humana: Viva- se demostraba con el primer llanto.
El derecho romano, de acuerdo a Margadant (1992), sólo reconocía plena capacidad de goce a una
minoría de seres humanos los cuales debían reunir, para ser personas, los tres requisitos siguientes:
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5.1.2. Asociaciones o corporaciones
Llamamos corporación (corpus, universitas) a una asociación de personas organizadas para conseguir un fin e
intereses comunes, y a la que el ordenamiento jurídico contempla como una entidad autónoma e independiente de
los individuos físicos que la forman: un Municipio, por ejemplo. Ulpiano clarifica bastante tal extremo cuando
afirma "si algo se debiese a una corporación, no se debe a cada uno de los individuos que la integran, ni lo que
debe la corporación, lo que debe cada uno de ellos). En otras palabras, una cosa son los créditos y deudas de la
corporación como tal y otra los créditos y deudas de sus miembros.
Copio un curioso ejemplo de Ulpiano para comprender hasta qué punto, la corporación y sus individuos son
sujetos nítidamente distintos en cuando a su patrimonio se refiere. No es lícito, dice el jurista, torturar a un
esclavo para hacerle declarar contra su dueño, no obstante, añade, si pertenece a una corporación puede hacérsele
declarar mediante tortura contra sus miembros, porque no es considerado esclavo de muchos, sino de la
corporación. Entre las corporaciones se distinguen:
Populus romanus: se designa la colectividad políticamente organizada de todos los ciudadanos libres. Su
principal característica es la soberanía, por la que el populus Romanus, en cuanto persona con capacidad
propia y distinta de los miembros que la integran.
Municipia, coloniae, civitates: comunidades territoriales menores cuya estructura es análoga a la del populus
Romanus, con la diferencia que en sus relaciones con los particulares están sujetas al Derecho privado.
Collegia, societates, universitates:comunidades territoriales menores cuya estructura es análoga a la del populus
Romanus, con la diferencia que en sus relaciones con los particulares están sujetas al Derecho privado.
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5.1.3. Fundaciones
Fundaciones: Se entiende hoy por fundación aquel patrimonio o conjunto de bienes destinados por el fundador a
un fin lícito y determinado. La fundación, una vez creada tiene una existencia independiente de la persona que la
fundó, que no puede revocar el acto fundacional unilateralmente. El reconocimiento en Roma de la personalidad
jurídica de las fundaciones fue mucho más lento, entre otras cosas porque su proceso de abstracción a partir de la
persona física es bastante más complejo.
patrimonios consignados a una persona jurídica existente: aparecen en la época clásica no son verdaderas
fundaciones, sino patrimonios consignados a una persona jurídica ya existente con una determinada obligación.
Fundaciones de alimentos: establecimientos públicos creados por los emperadores (a partir de Nerva y
Trajano) para asistir a niños desvalidos, pueden considerarse fundaciones en el sentido técnico-jurídico del
término: lo que en realidad hicieron los emperadores fue confiar ciertos bienes a determinadas ciudades con la
obligación de aplicar los intereses a la alimentación de los necesitados, sin que el emperador dejase en ningún
momento de ser propietario de los mismos.
Reconocimiento como verdaderas fundaciones: a partir del siglo V, en la época de los emperadores cristianos,
aparecen las verdaderas fundaciones, conocidas como causas pias, reconociéndose personalidad jurídica a
aquellas instituciones que nacen al amparo de un patrimonio destinado a los pobres, enfermos, ancianos y
huérfanos, como asilos, hospitales, orfelinatos, o donado o legado con fines de culto, como iglesias y
conventos.
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5.2. Personas físicas
En el derecho romano, la persona física es el individuo de la especie humana que se encuentra vivo y que posee
capacidad jurídica.
Esta capacidad puede verse mejorada, disminuida o alterada conforme varios criterios, como su libertad, su
ciudadanía, sus relaciones familiares, su edad, su estatus social o su sexo. En el derecho romano persona era
sinónimo de capacidad jurídica.
Para el derecho romano, la personalidad civil no es sinónimo de la condición humana, sino de un grado de
protección y reconocimiento social y jurídico de las personas. Ésta doctrina se mantiene hasta el día de hoy, con la
diferencia de que actualmente se confirió dicho grado de protección a todos los individuos mediante mecanismos
como los derechos humanos.
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5.2.1. Requisitos de su existencia
Se consideraba que una persona habría comenzado a existir desde el momento en que mediara la separación total
entre el cuerpo de la madre y el hijo.
Luego de ese momento la ficción jurídica de la existencia de la persona física se convertiría en una realidad,
manteniendo la continuidad de los actos constituidos con el nasciturus.
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5.2.2. Teoría del Estatus
Nacido el hombre en las condiciones de estar vivo, viable y con forma humana, no le confiere derechos ni
obligaciones, adicional se requiere que el nacido sea libre, (status libertatis), ciudadano romano (status civitatis) y
que tenga cierta posición en la familia (status familiae).
En concepción jurídica romana estos tres status se consideraban como aspectos de la personalidad jurídica de un
individuo respecto del ordenamiento jurídico.
En el derecho romano se puede dar la extinción de la personalidad jurídica aun en vida, debido a la reducción a la
esclavitud de un hombre libre o la disminución de su personalidad.
El cambio de posición del individuo frente al ordenamiento jurídico se conoce con la expresión capitis
deminutionis de la cual se distinguen tres casos:
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5.2.2.1. Libertatis
Es la distinción jurídica entre esclavo y hombres libres, encuentra su base en el contexto social y económico del
mundo antiguo, que considera a la esclavitud institución del derecho de gentes, como necesaria a la organización
de toda comunidad.
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5.2.2.1.1. Formas de caer en la
esclavitud
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5.2.2.1.2. Condición jurídica de
los esclavitud
Tiene capacidad de obrar pero no de goce, todo lo que se adquiere a través de ellos pasa a hacer de su patrón.
El pretor creó las actiones adiecticiae qualitatis para responsabilizar al patrón de los actos realizados por su
esclavo.
El esclavo puede tener preculium, cierta cantidad de vienes o de dinero que el dominuis le confiere. El esclavo
tiene personalidad en el orden religioso, en el votum, en el sepulcro y en las honras funerarias
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5.2.2.1.3. Limitaciones de los
derechos del dueño
Anteriormente el dueño tenia el ius vitae necisque sobre el esclavo, pero no la ejercía, posteriormente cuando este
derecho es derogado el esclavo era victima de grandes castigos y se inicia una serie de disposiciones legales para
aliviar su situación las cuales son:
Lex Petronia: (19 a.C.) el dueño requiere autorización del magistrado para arrojar al esclavo a las fieras.
Mediante un edicto del emperador Clauido (41-54 d.C.) prohíbe que el dueño abandone esclavos viejos o
enfermos.
El emperador Domiciano (91-96 d.C.) castiga con pena pecuniaria la castración de un esclavo.
Los emperadores cristianos dan mayor importancia a las uniones conyugales entre esclavos.
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5.2.2.1.4. Formas de extinción
de la esclavitud
La esclavitud se puede extinguir por un acto voluntario del dueño, manumissio, por la ley, por la muerte o
resultado de un fenómeno sociológico que llevó a otra forma de sumisión el colonato, que se dio en el feudalismo
medieval.
Para el derecho romano la personalidad de una persona física se extinguía con la muerte, sin embargo continuaban
algunas rastros de su anterior personalidad teniendo efectos jurídicos en el mundo de los vivos, como por ejemplo
el testamento, las donaciones a su nombre con fines específicos, el culto privado, los lugares de sepulcro e incluso
su divinización como en el caso de muchos emperadores romanos.
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5.2.2.2. Civitatis
La palabra ciudadanía proviene del latín civitas, que fue la organización jurídico-política de los romanos. Se puede
afirmar, ante todo, que la ciudadanía indica la cualidad genérica de los ciudadanos; entendiéndose por ciudadano,
etimológicamente, la pertenencia de un individuo, hombre o mujer, al grupo social estructurado políticamente y,
diríamos hoy, dotado de soberanía.
La ciudadanía otorgaba tres privilegios de carácter privado (connubium, comercium y el acceso a las legis actiones)
y tres de índole pública (ius sufragii, ius honorum y el derecho de servir en las legiones).
El connubium era el derecho de casarse en iustae nuptiae, con todas las consecuencias del ius civile, entre las que
figura la extensa patria potestad sobre los descendientes. Este privilegio fue concedido frecuentemente a grupos no
romanos, pero no incluía la patria potestad romana, en tal caso.
El commercium era el derecho de realizar negocios jurídicos (inter vivos o mortis causa), con efectos previstos por
el ius civile. Sin este commercium, por tanto, no podía hacerse un testamento que tuviera las consecuencias
jurídicas de un testamento romano, o celebrarse válidamente una mancipatio.
Las fuentes de la ciudadanía romana eran por el nacimiento; por adquirir la ciudadanía, mediante una manumissio
solemne; además, la ciudadanía, individual o colectiva, podía obtenerse por concesión de los comicios; por último,
ciertos extranjeros, según tratados especiales, podían adquirir la ciudadanía por el simple hecho de establecerse en
Roma. La ciudadanía se perdía por caída en esclavitud, por emigración y adquisición de otra ciudadanía y como
consecuencia de ciertas penas.
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5.2.2.2.1. Derechos del orden
público que emanan de la ciudadanía
I. El derecho de votar en los comicios y en los concilia plebis, es decir el ius sugragii.
I. El ius provocationis ad populum, es decir, el derecho de apelar ante los comicios por la imposición de una
pena capital decretada por cualquier magistrado que no fuera dictador. iv. El derecho de servir en las
legiones, ius militiae
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5.2.2.2.2. Derechos del orden privado
que emanan de la ciudadanía
I. El derecho a casarse en iustae nuptiae; ius conubii o connubium y por consiguiente poder constituir una familia
con los poderes inherentes a la misma: patria potestad, tutela manus.
II. El derecho a realizar negocios jurídicos; ius commerci o comercium, tales como adquirir y transmitir la
propiedad civil.
III. El derecho de recurrir a los tribunales; tener el ius actiones pone en marcha la maquinaria procesal y hacer
efectivos los derechos subjetivos.
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5.2.2.3. Familiae
La familia romana no consistía en el lazo de sangre como en la actualidad, sino en la común dependencia de la
potestad del pater familia, es una familia agnaticia, es decir en la que solo cuentan los lazos paternos.
La posición que el ciudadano romano tiene respecto a su familia conforma su status familiae si el ciudadano no
esta sujeto a ninguna potestad, es sui iuris, si lo esta es alieni iuris, en el primer caso tendrá capacidad jurídica
plena, y en el segundo tendrá una capacidad jurídica limitada.
La familia era realmente la célula básica de la sociedad romana. El pater familias era el hombre romano que no
dependía de nadie (sui iuris) y de quien dependían los demás (alieni iuris). No importaba que estuviese soltero o
casado, ni su edad. Una mujer nunca podía ser cabeza de familia.
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5.2.2.3.1. Sui Iuris
Sui iuris, era toda persona cuyos derechos y su ejercicio dependendian de su propia condición jurídica. Es decir,
que los derechos que reclama le pertenecían.
Así, los sui iuris eran todos aquellos que podían poseer derechos por sí mismos, siendo plenamente libres para
disponer de ellos, contraer nuevos, u obligarse; a diferencia de los alieni iuris, cuyos derechos eran fruto de su
relación con algún sui iuris.
El sui iuris fuera jurídicamente independiente, es decir, que solo sus propias circunstancias determinaban sus
derechos. Si su padre o madre moría, no se alteraban sus derechos ─como con los alieni iuris─, si otro patricio
moría no alteraba sus derechos ─como en la clientela─.
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5.2.2.3.2. Alieni Iuris
Los ciudadanos O eran jefes (Pater) de familia O estaban bajo la potestad de un Pater. Sólo los jefes de familia
ERAN plenamente capaces, personas SUI IURIS. Aquellos que estaban bajo la potestad del Pater NO tenían
capacidad jurídica completa, eran personas ALIENI IURIS.
2. La autoridad del marido sobre su mujer (manus) (suegro, hijo es alieni iuris.
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5.3. Extinción de la personalidad
Antonio Ortega Carrillo de Albornoz: “Se pierde la personalidad: por muerte, por incurrir en esclavitud, por
pérdida de la calidad de ser sui iuris y por pérdida de la ciudadanía. Margadant, G. (1992).
Extinción en el plano físico de la personalidad en el Derecho romano: En el plano físico había diferentes criterios
que probaban la muerte en un caso de sucesión.
a) Conmoriencia en el Derecho clásico
En el Derecho clásico existía la conmoriencia, por la que si dos personas morían en batalla o no se podía
confirmar quién había muerto antes se declaraba que habían muerto a la vez.
A)Máxima: Era la pérdida del status libertatis. El ciudadano deja de ser libre y se convierte en esclavo.
B)Media: Al perder el status civitatis.
C)Mínima: Se daba al perde el status familiae
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5.3.1. Muerte
Felipe Serafini: “…Las leyes romanas han establecido respecto al particular las tres siguientes presunciones: si dos
personas perecen en el mismo infortunio (incendio, inundación, naufragio, batalla, ruina) y no puede probar cuál
de las mismas murió antes, se presume que murieron las dos a un tiempo; si en igual caso muriesen el padre y el
hijo impúber, se juzga que pereció éste antes que aquél, y si el padre murió en el mismo infortunio que su hijo
púber, se presume que éste le sobrevivió.
El derecho romano no admite otras presunciones. Pero apoyada en la autoridad del Salmo LXXXIX, v. 10, que
considera los sesenta años como término ordinario de la vida, se formó la siguiente máxima de derecho
consuetudinario: se presume muerto al ausente de quien se ignora que viva, y si el ausente hubiese sido
septuagenario cuando se ausentó, se le da por muerto a los cinco años de su partida, salvo, se entiende, prueba en
contrario.”
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5.3.2. Capitis diminuto
Felipe Serafini: “onsiste en la pérdida de la libertad, y lleva aneja la pérdida de la ciudadanía y de la familia, puesto
que un esclavo no puede ser ciudadano romano.
Tiene lugar, cuando el libre y ciudadano pierde la ciudadanía, conservando la libertad, y lleva aneja la pérdida de
los derechos de familia, pues en el derecho romano la patria potestad, base del derecho de familia, no puede
subsistir más que entre los ciudadanos. La ciudadanía romana se pierde por renuncia y por la interdictio aqua et
igni. La interdictio aqua et igni era un medio indirecto para obligar al ciudadano romano al destierro, que
directamente no se hubiera podido imponer. En la edad imperial esta pena fue aplicada en forma de deportación
(deportatio in insulam). Se perdía también la ciudadanía por la aceptación de un derecho de ciudadanía extranjera
y por pasar a una colonia latina.
Tiene lugar cuando el ciudadano romano rompe el vínculo de la familia agnaticia (familiae mutatio). Ocurre en el
derecho justinianeo en los siguientes casos: 1.º, cuando una persona independiente (sui iuris) se sujeta a la
potestad de otra, lo que tiene lugar en la arrogación y en la legitimación; 2.º, cuando una persona sujeta a la
potestad de otra (alieni iuris) entra en una nueva familia, lo cual se verifica en el caso de adopción plena y en el de
arrogación para los hijos del arrogado, y 3.º, cuando una persona también alieni iuris se hace sui iuris por
emancipación. Si la persona alieni iuris se hace independiente por muerte del padre de familia o por obtención de
cargos honoríficos, el vínculo agnaticio no se disuelve, y, por tanto, no se verifica la capitis deminutio.”
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Para saber más
Para saber más sobre los temas vistos en esta unidad revisa los siguientes materiales:
• López Guardería, Samantha Gabriela. (2017) Derecho Romano. (Archivo Video Youtobe). Recuperado de:
http://www.aliat.org.mx/BibliotecasDigitales/derech
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Cierre de la unidad
Como conclusión y de acuerdo a los temas revisados en la Unidad V, podemos decir que ahora conocemos a los sujetos
de Derecho en Roma, personas físicas y morales, requisitos, perdida de la ciudanía, esclavitud, familia, y formas de
terminar con la personalidad.
¡Felicidades!
Has concluido la unidad V, continúa esforzándote.
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Fuentes de consulta
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