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La seguridad de la salvación

Introduccion: Es increíble, pero existen en la actualidad creyentes sinceros que,


llevando una vida de resultados de que son salvos, dudan cuando se les pregunta
¿es usted salvo?, Respuestas como: creo que sí; Sólo Dios lo sabe, no estoy
seguro. ¿Pero se puede saber si se es salvo o no?, Absolutamente.
La seguridad de la salvación es primordial para experimentar los beneficios de
esta, ¿Pero quienes son salvos? Todos aquellos que en un acto de fe y
arrepentimiento se vuelven a Cristo buscando el perdón. ¿Qué es la seguridad de
la salvación? Es la convicción plena y absoluta de que nuestros pecados han sido
perdonados, y que, desde el momento mismo en que creemos de corazón al
evangelio de Cristo, Dios nos aseguró nuestra salvación eterna.
Hermanos, el sacrificio de Cristo es la garantía de nuestra salvación.
I. LA SALVACIÓN QUE NOS FUE DADA NO DEPENDE EN ABSOLUTO DE
NOSOTROS SINO DE DIOS.
Efesios 2:8-9. De este versículo podemos extraer tres términos que al ser
entendidos cabalmente facilitarán nuestra comprensión acerca de la salvación.
Fe: Podemos definirla diciendo: “Que es la incorporación personal y voluntaria a
la persona de Cristo
Gracia: el poder habilitador y la sanidad espiritual del pecado que sucede por
medio de la misericordia y el amor de Jesucristo, que es un regalo inmerecido.
Don: Regalo o concesión gratuita de algo. Desde la perspectiva de Dios es la
salvación que obtenemos de Él sin dar nada a cambio.
II. UN CREYENTE AUN CUANDO HAYA PECADO NO PIERDE SU SALVACIÓN
El apóstol Juan en su evangelio en el capítulo 10:27-30 Nos habla acerca del
irrevocable compromiso de salvación hecho por Dios en Cristo. Usando la
analogía de las ovejas que representan al creyente Cristo Dice: “Nadie las
arrebatará de mi mano”.
“Cualquier creyente puede caer en pecado, pero el cristiano no puede perder
ante Dios su posición legal de justo, ni tampoco perder su salvación, pues no se
halla en manos de su defectuosa voluntad, sino en las manos omnipotentes de
Dios”.
Quiero decir hermanos que la gracia de Cristo no nos condena cuando pecamos,
pero no retrae las consecuencias de estos pecados. Si consideramos lo que dice
Romanos 11:29 Irrevocables son los dones de Dios. Esto nos señala que:”
habiéndonos dado la salvación nos preservará en ella hasta el día de la redención
final cuando se manifieste en su gloria total”.
Romanos 8:1 dice: “Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están
en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu,
Calvino comentando este pasaje sostiene: “Aunque el pecado nos tenga sitiados
todavía estamos sin embargo fuera del poder de la muerte”.
Muchos tienden a confundirse debido a que viven con temor a perder la
salvación. Cualquier mal acto que entrañe pecado les puede despojar de ella.
Todas nuestras faltas hallan perdón en la dulce compasión de Cristo, aunque
no debemos de perder de vista que cualquier permanencia deliberada en el
pecado pone en peligro nuestra comunión con Dios,
CONCLUSIÓN
Hermanos amados, debemos vivir con la absoluta certeza de nuestra salvación,
esta nos fue dada por Dios en virtud de su gracia y por la fe en Cristo.
Debemos entonces tener seguridad de nuestra salvación porque:
1. No depende de nosotros sino enteramente de Dios.
2. la salvación no está condicionada pos es obrada por la gracia.
3. el creyente aun cuando haya pecado no pierde su salvación.

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