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LA EUCARISTÍA

Celebración de la memoria y la esperanza

Taller de Liturgia y Eucaristía


EL SENTIDO DE LA FIESTA
• "La fiesta es esperanza, [puesto que] es anticipación de ese mundo
renovado" (Taborda, 1987, 51).
• Junto al elemento previsible de la fiesta, en ella "el misterio de la vida surge
inesperadamente, gratuitamente" (Taborda, 1987, 51)
• "La fiesta descubre el sentido de lo cotidiano, le libra de la monotonía
alientante, provoca la construcción del futuro, revela las utopías que hacen
visibles y modificables de las realidades cotidianas" (Taborda, 1987, 56).
• Sin embargo (ídem),
• la fiesta puede ser manifestación del vacío;
• la fiesta puede ser afirmación de poder;
• la fiesta puede ser circo.
Las fiestas verdaderas, las fiestas legítimas, […], miran
de frente las tensiones, iluminan el presente a partir
del futuro, critican el presente opresor y alienante,
son un cuestionamiento frente a una realidad que se
aguanta, pero que ni se puede ni se debe aceptar.
(Taborda, 1987, 58).
EL SENTIDO DE LA LITURGIA

• "La liturgia es la acción de Cristo resucitado" (Sorrentino, 2001, 13).


• La liturgia es "el ejercicio del sacerdocio de Cristo. En ella los signos sensibles
significan y, cada uno a su manera, realizan la santificación del ser humano,
y así el Cuerpo Místico de Jesucristo, es decir, la Cabeza y sus miembros,
ejerce el culto público íntegro" (SC 7).
• La liturgia es, en definitiva, "concelebración de todo el cuerpo de Cristo en
los diversos componentes que lo estructuran orgánicamente" (Sorrentino,
2001, 15).
LA LITURGIA ES CELEBRACIÓN.
• Celebrar es "realizar una acción comunitaria […] para alabar y honrar en un clima
de fiesta (=solemnizar, festejar), un acontecimiento, una persona o un valor
considerados dignos de recordarse, porque se consideran fundamentales o
importantes para la vida de un grupo o de una comunidad" (Sorrentino, 2001, 18).
• Dimensiones de la celebración (cf. Sorrentino, 2001, 19):
• Histórica
• Comunitaria
• Simbólica
• Existencial
• Contenido de la celebración (cf. Sorrentino, 2001, 21):
• Los signos divinos
• El ser humano, signo de Dios
• Jesucristo, signo pleno de Dios
El Señor Jesús no se hace ya visible como
habitualmente antes de la cruz y episódicamente
después de la resurrección. Sin embargo, está muy vivo y
presente en su comunidad. Su presencia real y operante
se extiende más allá de los límites espacio-temporales de
la condición humana; pero es una presencia oculta, que
obra eficazmente de manera sacramental, es decir,
mediante signos, símbolos y ritos".
(Sorrentino, 2001, 22-23).
LA EUCARISTÍA
• [L]a Misa es al mismo tiempo sacrificio de alabanza, de acción de gracias,
propiciatorio y satisfactorio (IGMR, 2).
• La celebración de la Misa, como acción de Cristo y del pueblo de Dios, ordenado
jerárquicamente, es el centro de toda la vida cristiana para la Iglesia universal y
local, y para todos los fieles individualmente. Pues en ella se culmina la acción con
que Dios santifica al mundo en Cristo, y el culto que los hombres tributan al Padre,
adorándolo por medio de Cristo, Hijo de Dios, en el Espíritu Santo (IGMR, 16).
• La Misa consta en cierto sentido de dos partes: la Liturgia de la Palabra y la Liturgia
eucarística, tan estrechamente unidas entre sí, que constituyen un solo acto de
culto ya que en la Misa se dispone la mesa, tanto de la Palabra de Dios como del
Cuerpo de Cristo, en la que los fieles encuentran instrucción y alimento cristiano.
Otros ritos pertenecen a la apertura y conclusión de la celebración (IGMR, 28).

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