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• La utilidad de la imitación
• Visión general de su importancia
• Los distintos componentes de la imitación
• La imitación no es una acción aislada
• Los distintos tipos de imitación
¿Qué es la imitación?
La imitación constituye la forma más antigua de conducta
humana todavía en vigor
¡Hola!
Vamos a analizar la imitación, que es una de las
conductas que se entrenan en Pictogram Room. La
imitación se ha practicado desde el principio de los
tiempos. Darwin y los antropólogos modernos
consideran que marca el momento de transición hacia
el lenguaje en el Homo Erectus, hace unos 2 millones
de años.
El hecho de que siga existiendo desde entonces
demuestra su gran utilidad.
M-O.Nadel, 2021
La utilidad de la imitación
El concepto también puede medirse atendiendo a la
diversidad de sus funciones. Por ello, se ha
considerado, según indican algunos autores:
Un paso para el desarrollo cognitivo de la humanidad (Donald, 1991)
Generadora de relaciones sociales a través de la emoción (Wallon,
1935)
Primera forma de representación simbólica (Piaget, 1945; Wallon, 1942)
Aprendizaje por observación sin ensayo y error (Bandura, 1971)
Medio de aprendizaje social (Miller & Dollard, 1941)
Medio de transmisión de conocimientos culturales (Tomasello, 2004)
Medio de interacción no verbal temprana entre la madre y el bebé
(Kugiumutzakis, 1985; Pawlby, 1977; Trevarthen, 1993).
Acción con una doble función: cognitiva y social (Uzgiris, 1981)
Sistema de comunicación preverbal (Nadel, 1986; 2014)
Precursora de la teoría de la mente (Meltzoff y Gopnik, 1993)
Visión general de su importancia
Existen tres tipos principales de funciones atribuidas a la
imitación: social, de representación y de aprendizaje.
Imitación sincrónica
En este vídeo, mostraremos ¿Imitar CUÁNDO? Imitación retardada
que intervienen diferentes Imitación diferida
funciones de la imitación
cuando se formulan las Gestos/acciones simples
preguntas: ¿imitar qué, ¿Imitar QUÉ? Familiar Nuevo
cuándo y cómo?
Gestos/acciones complejas
Imitación completa
Imitación parcial
¿Imitar qué?
Aunque resultan más sencillos de imitar
que las acciones, los movimientos que
implican al cuerpo son relativamente
accesibles en mayor o menor medida, en
función de la edad. Por ejemplo,
observamos que las primeras imitaciones
del bebé comprenden los movimientos de
la boca, a continuación, los de la cara,
posteriormente los de la cabeza, las manos
y los brazos, y así sucesivamente. Por
tanto, algunas imitaciones son más
accesibles a una edad más temprana que
otras y, por consiguiente, la imitación
constituye un barómetro de las
capacidades motrices en desarrollo.
¿Imitar qué?
Como se describe en el vídeo 1,
ciertas deficiencias pueden
obstaculizar nuestra facultad de ¿Imitar qué?
imitación.
Por ejemplo, una baja capacidad
para la planificación dificulta la
Gestos/acciones simples
imitación de acciones complejas.
Un escaso repertorio de acciones Familiar Nuevo
entorpece la imitación de acciones Gestos/acciones complejas
nuevas. La imitación de acciones
nuevas complejas requiere tanto
una buena planificación como un
buen repertorio.
Las imitaciones más fáciles son las
de acciones familiares sencillas.
¿Imitar qué?
Como es evidente, sólo podremos reaccionar ante las
acciones si contamos en nuestro repertorio con los
recursos necesarios para efectuarlas. Por ello, los
recién nacidos sacan la lengua ante un movimiento
semejante, pero en cambio, no pueden imitar la acción
de coger un objeto, puesto que aún no disponen de
esta capacidad de prensión y, por consiguiente, no
disponen de un repertorio de acciones (definimos la
acción como un gesto que permite alcanzar un
objetivo mediante un objeto). Así pues, un repertorio
reducido de acciones limita la capacidad de imitación.
Además, debemos haber ejecutado ya una acción
relativamente similar para que nuestro cerebro
reaccione a dicha percepción. Los últimos estudios
sobre imágenes cerebrales en niños indican el mismo
proceso a nivel de desarrollo.
¿Imitar cuándo?
En función del momento en que se produzca
la imitación, si se hace inmediatamente, a
continuación, o mucho después, el efecto de
la imitación cambia. Con la imitación
sincrónica, poco importa si el imitador
aprende algo nuevo o no, ya que ese no es
el objetivo. Lo que se busca es dirigirse al
otro, hacerle saber que nos resulta
interesante. Y el otro suele percibir su
imitación como una muestra de interés. La
sincronía ocupa un lugar destacado y podría
decirse que es una parte esencial de la
función de comunicación que desempeña la
imitación. Cada vez son más los estudios
sobre la sincronía y su efecto en las
conductas prosociales (por ejemplo, caminar
en sincronía).
¿Imitar cuándo?
y algunos sonidos
¿Cuándo se desarrolla la imitación?
Sin embargo, entre los muchos intentos de
replicación, algunos fracasan. En un
metaanálisis de 23 estudios, se demostró el
efecto de la duración en la presentación del
modelo: todas las presentaciones de al
menos 60 segundos producen un
emparejamiento del modelo por parte del
recién nacido, mientras que sólo 5 de 16
cuando la presentación dura menos de 40
segundos. La distancia a la que se
encuentra el neonato y el ritmo de los
movimientos son factores que pueden influir
en el resultado. Por último, la capacidad del
recién nacido para hacer corresponder la
protrusión de la lengua está ampliamente
aceptada científicamente, pero su
interpretación en términos de imitación
Cortesía de G. Kugiumutzakis
sigue teniendo detractores en la actualidad.
¿Cuándo se desarrolla la imitación?
De manera recurrente, los teóricos del
aprendizaje consideran que la reproducción
por parte del recién nacido de los
movimientos faciales constituye un proceso
formativo basado en asociaciones
sensoriomotoras. Si se trata de un
aprendizaje, la imitación no puede ser
neonatal. Nada sirve de ayuda. Y ni
siquiera nuestro experimento totalmente
informatizado, en el que colocamos a
recién nacidos de entre 52 minutos y 3 días
de vida frente a una pantalla que reproduce
en 2D las protuberancias de la lengua que
los niños imitan en 3D (Soussignan et al.,
2010). Sigue habiendo una gran
controversia en torno a los artículos
científicos de este campo.
¿Cuándo se desarrolla la imitación?
Precisamente gracias a nuestra capacidad
de bloquear un movimiento, en definitiva
de inhibir, puede explicarse el rápido
progreso de los lactantes en su capacidad
de elegir sus modelos: si a los 3 meses
dejan de imitarnos con tanta frecuencia
cuando les sacamos la lengua, no es
porque ya no sepan imitar, sino porque
ahora tienen muchas otras cosas que
imitar, que les resultan más interesantes y
significativas. El bebé de 3 meses ya es
capaz de simular el recorrido hacia la cara,
una parte no visible para él, lo que
demuestra un conocimiento emergente del
cuerpo.
¿Cuándo se desarrolla la imitación?
En torno a los 6 meses se produce un acontecimiento de
importancia capital: los lactantes empiezan a ser capaces de coger
objetos. A continuación, comienzan a imitar acciones, como dar
golpecitos, frotar, tirar o empujar. De hecho, el desarrollo de la
imitación sigue inevitablemente las etapas del desarrollo
sensoriomotor, como ya señaló Piaget. A los 9 meses, el bebé es
capaz de imitar acciones familiares con un objeto desconocido
(transferencia de aprendizaje). A los 10 meses, se observa el inicio
en la imitación de la finalidad de una acción. A los 12 meses, los
niños pequeños son capaces de encadenar dos acciones sencillas
gracias a la coordinación bimanual. A los 14 meses, se adquiere la
comprensión de una intención motriz y a los 18 meses se organiza
la imitación de acciones más complejas. Posteriormente, el
progreso se centra en la capacidad de imitar nuevas acciones
complejas (desarrollando así el aprendizaje observacional) y en la
posibilidad de imitar acciones fingidas.
¿Para qué se desarrolla la imitación?
Otra forma de entender el desarrollo de la
imitación es considerar su efecto desde una
perspectiva funcional, planteando la
pregunta: ¿Para qué? Por ejemplo, al
tiempo que mejoran en la imitación, los niños
pequeños de unos 12 meses empiezan a
poner a prueba a su imitador para
asegurarse de que están reproduciendo de
forma intencionada. La imitación y el
reconocimiento de la imitación, cuando se
coordinan, lo convierten en un auténtico
sistema comunicativo que presenta los tres
parámetros fundamentales de la
comunicación: sincronía, alternancia y
reparto de temas.
¿Cuál es el papel de la imitación
en el desarrollo?
También debemos preguntarnos qué papel
desempeña la imitación en el desarrollo de otras
habilidades.
En concreto, ¿qué relación tiene la imitación con la
atención compartida, el conocimiento del cuerpo y
la interacción social?
El próximo vídeo abordará estas cuestiones
ARBIT PARTNERS
La importancia de la imitación
en el desarrollo
Grupo TSA
Réplicas
En nuestros experimentos
con objetos idénticos, los
niños con TEA, incluso los
no verbales, han
demostrado que son
capaces de imitar
espontáneamente lo que
les resulta interesante y
representativo.
¡Sí que pueden!
Incluso cuando no
hablan, reconocen y
aprecian que se les imite.
Demuestran respuestas
afectuosas (Nadel y cols.,
2000).
Algunos aspectos de la
imitación están intactos.
El aprendizaje a través de la
observación también puede
funcionar (¡Sí que pueden! Nadel
y cols., 2011).
¿Hay margen de duda?
• Imitación y TED
• Imitación libre e imitación espontánea
• IMET, entrenamiento en la alternancia de turnos
• Turnos guiados frente a turnos compartidos
Imitación y TED
(Terapia de Intercambio y
Desarrollo
Existe otro tipo de entrenamiento por imitación cuyo
objetivo es restablecer las funciones de sincronización
cerebral. Un buen ejemplo de este método es la Terapia
de Intercambio y Desarrollo (TED). Sobre la base del
neurodesarrollo, el objetivo de la terapia es funcional: se
trata de recalibrar la organización de las redes neuronales
que hasta el momento no eran funcionales, convirtiendo
en este sentido al terapeuta en un «tutor cerebral», en
palabras de los autores. El objetivo no es el desarrollo de
conductas, sino la restauración de funciones. Esta opción
contrasta con las perspectivas de ESDM y otros
programas de intervención que estimulan la aparición y el
mantenimiento de conductas. En este caso, el objetivo no
es el desarrollo de conductas imitativas, sino la explotación
de los medios que proporciona la imitación.
Imitación libre e imitación
espontánea
La TED busca la reciprocidad de los intercambios a través de la
«imitación libre». ¿Qué es este concepto? Se trata de un tipo de
imitación solicitada por el terapeuta de un modo muy indirecto, de
modo que el niño puede aceptarla o no. La diferencia con la imitación
espontánea es sutil pero efectiva. Muy próxima a la TED como terapia
funcional, el método IMIT/BE IMITATED (IMET) funciona sobre la base
de la imitación espontánea que permite el uso de numerosos objetos
por duplicado. Esto hace posible todas las combinaciones a voluntad:
coger el objeto idéntico y realizar la misma acción, coger el objeto
idéntico y hacer otra cosa, coger otro objeto, coger ambos objetos
quitándole al adulto el que tiene en las manos, no coger nada en
absoluto, no interesarse por nada. Detrás de estas diferentes
combinaciones se expresa la «libertad» de la persona como miembro
de la pareja.
IMET (Imitar-ser imitado)
Entrenamiento en la alternancia de turnos
El objeto por duplicado permite la alternancia
espontánea de papeles entre «imitar» y «ser
imitado» y distribuye las iniciativas entre los dos
interlocutores. Se tiene así en cuenta un segundo
aspecto de toda comunicación. En ambos métodos
se hace hincapié en la noción de libertad de
elección, pero sobre bases diferentes. La TED
constituye una terapia estructurada y guiada por el
adulto. Se centra en el niño, incluso cuando
pretende desarrollar una interacción sincronizada.
La opción IMET, en cambio, es diádica: es el
sistema social formado por el niño y el profesional
el que debe evolucionar.
Turnos guiados frente a
turnos compartidos
En la TED, la alternancia sigue siendo
prerrogativa del adulto, por el papel de tutor
cerebral que desempeña, mientras que en el
enfoque imitar/ser imitado, los compañeros
comparten el mismo estatus, son iguales
porque intercambian sincrónicamente sus
habilidades motrices. La IMET se basa en los
descubrimientos sobre el cerebro del equipo de
Nadel, que demuestran que los cerebros se
sincronizan durante la imitación sincrónica
(véase el vídeo 6).
Esto nos lleva al vídeo 11 que trata el tema de
cómo evalúan las escalas existentes la
imitación y su reconocimiento.
ARBIT PARTNERS