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Seudónimo: Ani G.
ocurren en mi mente trato de entender en que consiste realmente ser libre, al vivir
bajo una rutina es difícil pensar que en ella puedas encontrar la libertad y estoy
siendo muy honesta si digo que esto es tan tedioso el ver que he perdido la
realmente el día acaba conmigo. Pero, ¿qué caso tiene? Si al final del día me siento
triste y vacía. No encuentro razón alguna, solo estoy existiendo bajo la luz del
desequilibrio; no encuentro la manera de salir, de huir de aquí; quisiera dejarlo todo para
ir en busca de aquella duda, para buscarle un remedio a esta incógnita que se apodera
de mi día y noche. Decidida estaba cuando recordé que… hay cosas esperando por mí,
tengo cosas pendientes, alguien espera por mí, pero ¿cómo resuelvo esta duda? ¿cómo
hago para encontrar la paz? Esto comienza a dejarme sin cabeza, o me encierra en ella,
no logro distinguir.
destinados a morir?
Existen días en los que digo ¿Realmente esto está valiendo la pena? Todo lo que hago
Por ejemplo; hoy, me desperté; me encargue de alistar las cosas necesarias para ir a
trabajar, y todo esto a las 5:20 de la mañana, para después conducir a un trabajo el cual
no me gusta ni me disgusta, simplemente me brinda lo necesario para existir una semana
más, la gente de este lugar realmente no me genera nada, ni gusto ni disgusto, y aunque
los veo vestidos en sus ropas coloridas y bien combinada para venir a la oficina, los
aprecia en ellos una cara de sufrimiento y a la vez resignación a que es lo único que
queda por hacer, y aunque sus vestiduras sean coloridas en sus rostros no se aprecian
y es una pesadilla pero lo que más me aterra es que hoy fui a la baño de la oficina y al
cuenta que ya era demasiado tarde, así que tomé un baño con agua tibia y preparé algo
de cenar para mí y mi gato, fui a la cama y me quedé dormida; al día siguiente la rutina
fue la misma, para no quedarme más tiempo en la oficina decidí terminar el trabajo en
casa para evitar estar en la calle a altas horas de la noche, al volver extrañé un poco a
mi gato, pero decidí no darle mucha importancia ya que ese gato blanco siempre va y
viene a las pocas horas. Y como era de esperarse al terminar mis cuentas pendientes el
gato entraba por la ventana, se talló en mis piernas y se fue a recostar sobre mi cama;
era hora de terminar con mi tan “maravillosa” rutina, me duché y fui a la cama.
El resto de los días del mes no cambiaron mucho, a diferencia de los domingos, mis días
de descanso los cuales utilizaba para dormir un poco más de lo usual, y realizar mis
labores domésticas acompañada de aquel gato blanco. Llegando las 5:30 pm, recuerdo
escuchar ruido y gritos provenientes de la calle, lo cual era inusual ya que mi calle siempre
había sido muy tranquila. Al pasar los minutos escuché que llamaron a la puerta mientras
al otro lado de mi puerta diciendo amablemente “Disculpe, podría pasarnos el balón que
cayó en su patio”. Al sentirme un poco aturdida por el suceso, ascendí con la cabeza y
me dirigí lentamente al patio, al tomar el balón y girar mientras veía a ese reducido grupo
poner el balón sobre las manos de aquel niño, y escuchar la emoción del resto del grupo
y ver sus rostros llenos de emoción para lo que parecía tan innecesario para ellos lo era
todo, y justo antes de cerrar la puerta alcance a escuchar una baja voz un tanto aguda la
Esto detono en mí algo, algo que tenía tiempo sin sentir. Será que mis nuevos pequeños
vecinos me hicieron sentir esa felicidad tan extraña que no podía comprender.
Al paso de un poco tiempo, salí del shock y me crucé con mi realidad de nuevo, se estaba
haciendo tarde y aún tenía cosas que preparar para el día siguiente; me apresuré y fui a
la cama donde aquel gato blanco que se encargaba de llenar mis sabanas de pelos me
pensaba en aquel comentario que resultaba tan nuevo para mí, aunque conocía la
Al día siguiente desperté y volví a mi rutina, la cual continuo así toda la semana, hasta
llegar al domingo nuevamente, donde esto ocurrió de nuevo, ese extraño sentimiento
observar a los niños del domingo pasado, saludándome. Mientras alcancé a escuchar a
aquella voz aguda de la vez pasada decir, “Mira, mamá, es la vecina amable del otro día”
comida para el gato blanco, al volver a la casa y conducir de nuevo por mi calle, alcancé
Entré en mi casa y alimenté al gato, dejé todo listo para iniciar una semana nueva.
Por la mañana siguiente al llegar mi hora de almuerzo tuve el impulso de querer salir de
mi oficina y al ver como tantas cosas en mi rutina habían cambiado, me decidí a ir por un
café a un lugar a unas pocas manzanas de mi oficina, justo antes de entrar logré ver a la
niña de la voz aguda en la escuela primaria de la zona, siendo molestada por unos niños
que se apreciaban más grandes que ella, al notar esto me acerque con la intención de
ahuyentarlos, y mi cometido tuvo éxito, al notar que la pequeña ahora estaba a salvo me
sentimiento de tranquilidad por haber intervenido, pero aún sabía que esto no tendría un
efecto duradero, ya que no estaría siempre cerca de ella, y no está de más decir que ni
siquiera sabía su nombre. Después de meditar en esto mire el reloj sobre mi muñeca y
disociando.
Al volver a casa me di cuenta de que no tenía mucho trabajo pendiente por lo cual no
sabía que más hacer, así que puse alimento sobre el plato de aquel gato blanco, tomé
una ducha y leí un libro, el cual me hizo recordar mi adolescencia, puesto que ese libro
solía ser mi favorito; el leer un par de páginas me trajo muchos recuerdos y nostalgia a
la vez. Al terminar de leer pensé en mi familia y el tiempo que llegamos a compartir, pero
no fue suficiente para querer hablar con ellos, así que simplemente fui a dormir.
Al día siguiente me desperté como siempre a la misma hora, me aliste para salir a la
oficina y justo antes de irme estaba por llenar el plato del gato, pero esté seguía lleno, no
pero antes de eso saltó a mi vista que el plato de aquel gato continuaba lleno, pero
simplemente pasé de largo, diciendo a mí misma –Tal vez no tiene hambre. Seguido de
Al día siguiente todo siguió igual, el gato continuaba sin aparecer, pero no me preocupe
mucho. Si no fue hasta llegar al sábado cuando al volver de hacer las compras, me senté
a la mesa continuar con algunas cuentas pendientes; y fue hasta ese momento en que
en mi algo comenzó a suceder, extrañaba a ese gato y que fuera a pegarse en mis piernas
mientras yo hacía home office, este sentimiento continuo cuando al ir a la cama está
estaba fría, pues el gato blanco no estaba en ella para calentarla. Este fue un detonante
para mi mente y sin saber qué hacer, inundada por la desesperación salí en medio de la
oscuridad de la noche en busca de Snow, mi gatito; el que con tanto amor mi madre me
regaló cuando comencé a vivir sola, para que el me acompañara y no extrañara tanto mi
casa.
otro motivante para hacerlo. Sin ganas de nada, me dirigí a mi auto, aún con mi pijama
puesta, para ir por un café y unas galletas que serían mi almuerzo del día, al estar en la
tienda justo antes de pagar el joven cajero me dijo cuando era la suma de mis compras
y me pregunto si ese día no compraría alimento para mi gato, pues era la costumbre de
cada domingo, con un nudo en la garganta me negué, pagué y subí a mi auto de regreso
a mi casa. Justo al llegar noté como la niña de la voz aguda, me saludaba con la mano
alzada mientras con la otra sostenía a quien parecía ser Snow, al momento en que lo
miré me detuve un tanto brusco, frente a su banqueta, sus padres al notar esto salieron
muy atentos explicaron que la pequeña Susan lo encontró con la calle justo después de
casi ser atropellado. La pequeña de la voz aguda, es decir Susan, puso al pequeño Snow
sobre mis manos mientras su aguda voz decía –Lo salvé, igual que tú me salvaste a mí”.
Esto retumbó en cada parte de mi cerebro y corazón. Mientras sus padres agradecían
aquel acto de mi hacia la pequeña Susan me invitaron a convivir con ellos por la tarde,
justo cuando estaba por negarme ya que tenía trabajo al día siguiente, miré la sonrisa de
oreja a oreja que tenía la pequeña Susan sobre su rostro por lo que me sentí obligada a
ir. Al llegar la tarde, al terminar de alistarme justo cuando estaba por ir rumbo a casa de
los vecinos, mire a Snow y sus grandes ojos azules me convencieron de llamar a mi
madre, a la cual tenía tiempo sin hablarle por la infinidad de excusas que pudieras
escuchar, llena de miedo, pero decidida a hacerlo, la llamé y después de varios timbres
y pensar que no obtendría respuesta escuche su linda voz decir –Hola hija, ¿cómo estás?
No pude evitar caer en llanto y decir con una voz quebrada que lo sentía, que sentía
haberla dejado sola tanto tiempo; mientras su dulce voz decía, -No llores hija, te perdonó
y entiendo cómo te sientes, pero también entiendo tu situación. Después de una pequeña
charla limpié mis lágrimas, tomé a Snow sobre mis manos y juntos nos dirigimos a casa
de Santiago y Vivian, los padres de la pequeña Susan y sus hermanos, después de una
linda y amena tarde me dirigí a mi casa. Pero ahora con una sonrisa en mi rostro, lo cual
era extraño.
Al día siguiente, volví al trabajo, y la semana fue igual a las anteriores. Pero al llegar el
sábado, mi madre llamó, y al contestar ella simplemente me hizo una invitación a comer
a su casa, lo cual me pareció un buen gesto y lo agradecí y fui a su casa. Al volver a casa
estaba tan feliz que me sentía con unas inmensas ganas de regresar lo más pronto
posible.
Al día siguiente, noté lo triste que mi patio se veía, y me decidí a arreglar lo más posible;
limpié, barrí y fui a comprar unas lindas flores que más tarde mi padre me explicaría por
llamada como plantarlas y como mantenerlas vivas, fue algo muy lindo.
Al siguiente fin de semana después de mucho trabajo y compras mi patio parecía uno
nuevo. Me sentí tan orgullosa de mi esfuerzo que quería compartirlo, así que invité a la
todo lo que estaba pasando. Realmente me sentía bien después de mucho tiempo.
Al paso de los días me di cuenta de lo interesantes que son mis compañeros de trabajo,
había olvidado que ellos también tenían vidas y decidí preguntarles a los más cercanos
a mi sobre ellos, claro de una manera respetuosa, y aunque a ellos esto los sacó de
quicio, ya que no era algo usual en nuestro ambiente laboral, al parecer resulto muy
empezaban a cambiar para bien, todo pintaba diferente, tanto que sus vestiduras y rostros
demostraban los verdaderos colores de los que antes no lograba darme cuenta. Las
Al paso del tiempo con mis nuevos amigos y las nuevas experiencias que estaba
experimentando, meditaba en mi vida y en lo que quería que fuera mi futuro. Sin duda mi
y sucesos que han alterado mi rumbo, me he dado cuenta de lo complejo y difícil que se
torna el intentar salir de sentimientos agobiantes como este, pero me aplaudo el poder
haber decidido deja esto de lado; me he dado cuenta que mi mente tiene demasiado
negativa, algo que me ayudo (aparte de mis relaciones interpersonales) es aprender que
yo soy quien elijo como ver el mundo, en mis manos están mis emociones y
pensamientos, no hay nadie que tenga control sobre mí y mis sentimientos, he aprendido
ser imperturbable, que pienso que esto me ha ayudado a mantener la calma ante
cualquier situación, y me siento lista, lista para comenzar a ver la vida llena de color y
emociones aunque estas sean placenteras o no, ya que he notado que son solo cosas
pasajeras y en mí está el poder de vivir la vida de manera en que a mí me guste y en que
Agradezco la serie de eventos que me ayudaron a ver todo, a ver lo que se considera
bueno y malo, y no agobiarme o al menos no tanto. Este nuevo comienzo se siente bien;
espero que mi historia te ayude y puedas recuperar la paz dentro de la agonía, puedas
volver a ver colores como yo, he recuperado mi luz y a su vez el mundo también; y espero
que dentro de tu rutina encuentres la luz de nuevo, que la tranquilidad vuelva a ti y aunque
sé que es frustrante es importante que aprende a ver lo lindo de día a día, el poder que
Destinado al Éxito, Dante Gebel: Este libro trata acerca de cómo alcanzar el éxito ante
Este libro es uno de mis favoritos, lo leo cuando quiero desestresarme y divagar por mi
En lo personal Julio Verne es de los escritores que más disfruto leer, por ejemplo; en este
libro él relata una búsqueda expedida por el fondo de el océano en busca de criaturas
asombrosas y me gusta ya que me hace imaginar y visualizar cada escenario que planta
Admiro mucho este libro, puesto que trata temas sobre las relaciones emocionales que
mantenemos las personas, y esto es muy útil ya que nos hace ampliar nuestro
Este libro me parece impresionante, con él puedo ver y sentir empatía hacia las
situaciones que la protagonista vivió, es muy difícil pensar todo lo que sufrió.