¿A quien le pertenece el dominio web?

una
mirada desde el derecho a la propiedad.

Who owns the web domain? A look at the property law.

ALEJANDRO TOBAR.

Resumen: Los servidores de dominio proporcionan la dirección de páginas web,

mediante las cuales tanto personas naturales como jurídicas pueden tener la propiedad de
su información, promocionar sus bienes o servicios y diferenciarse de la competencia
dentro del ciberespacio, pero, ¿Quién controla la propiedad del dominio web? ¿Puedo
perder mi dominio web?, son preguntas que abordaremos en el presente texto.

Palabras clave: propiedad; ciberespacio, dominio web.

Abstract: Domain servers provide the address of web pages, through which both natural
and legal persons can have ownership of their information, promote their goods or
services and differentiate themselves from the competition within cyberspace, ¿but
who controls the property of the web domain? ¿Can I lose my web domain? These are
questions that we will address in this text.

Keywords: property; cyberspace, web domain.

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Introducción

Los servidores y páginas de internet funcionan a través de direcciones numéricas mejor

conocidas como IP (protocolo de internet), mientras que el DNS (Servidor de nombres de
dominios) suplanta esos números por nombres (dominios) que son los que proporcionan
la dirección. Cada registro de dominio es único, lo que ha permitido que varias compañías
y comercios puedan identificarse con sus usuarios, brindando de manera óptima e
inmediata sus servicios en la red. Trasladándolo al campo de la propiedad digital podemos
observar que las empresas registradoras de dominios, son las encargadas de colocar los
web-domines con los usuarios (personas naturales o jurídicas), los cuales tendrán la
propiedad de este durante un periodo de tiempo limitado, es decir, puedo ser poseedor de
la dirección de una página en la que ofreceré mis productos o servicios para con ello
lograr diferenciarme y posicionarme, pero si no existe una continuación en el uso e
intención de renovación perderé la propiedad y consecuentemente el dominio de mi
dirección web.

Desarrollo

Si bien se puede acceder a la propiedad del dominio web mediante ocupación, en caso de
no pagar continuamente, otro usuario puede acceder a este mediante la figura jurídica de
prescripción de dominio. Edward Burke nos dice que, “la prescripción es un título de
derecho privado, en virtud del cual se pierde una propiedad por un desuso continuado,
esto se aplica al derecho público con el objeto de explicar los cambios constitucionales”.

Internet logra su código abierto al público en general a partir de los años noventa, donde
surgieron diferentes debates en ese entonces y otros se mantienen en la actualidad, sobre
“alcanzar un nuevo mundo en el que las limitaciones y reglas del «mundo físico» no
existan, por lo tanto, no adolezcan del poder político, así el Internet como cúspide de las
interacciones digitales favorecería un ecosistema totalmente descentralizado, libre de
toda frontera geográfica, social o política por medio de la autorregulación de sus usuarios.

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Si bien la red permite la difusión libre de información en cuanto a su infraestructura y ha
sido desarrollada por ingenieros privados, el gobierno estadounidense ha intervenido con
inversiones cuantiosas por Agencias estatales, incluido el Departamento de Defensa de
los EE. UU, para mantener un control hegemónico en la tecnología de datos, algo
conocido en la actualidad como “capitalismo de vigilancia”.

En 1993 Algore, vicepresidente de Clinton mencionaba que “de igual forma que
la red de carreteras federales marco un giro histórico, las autopistas de la
información de hoy en día son capaces de transportar ideas, datos e imágenes a
través del país y del mundo, por lo que son esenciales para la competitividad y el
poder económico”. (Laje, 2022)

La Corporación de Internet para la Asignación de Nombres y Números (ICANN) entidad

privada no gubernamental, es la encargada de asignar las direcciones del protocolo IP,
funciones de gestión del sistema de dominio y administración del sistema de servidores
raíz. No es sino hasta el año 2016 cuando el ICANN realizo un convenio histórico con el
Departamento de Comercio de los Estados Unidos, en el que fue liberado del control
estamental y su supervisión.

Para Kant los individuos tienen la libertad para adquirir propiedades y el Estado debe
limitarse a dar garantías de que esta praxis se realice conforme a derecho. (Schwember,
2015).

Resulta evidente que la propiedad privada se encuentra en este caso limitada a ciertas
acciones y políticas propias del ICANN, dado que el usuario puede gozar de la propiedad
de su dominio siempre que cumpla con parámetros de uso.

Locke a favor de la propiedad privada explica por qué el permitir que las personas tengan
propiedad privada proporciona incentivos para conservar o cultivar los recursos de
manera que terminan mejorando la situación de casi todos. Cuando comercializamos en
base a una denominación web distintiva nuestros productos, generamos en primer lugar

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valor ante la competencia y potenciales clientes, obligándonos a un perfeccionamiento
casi constante en aras de obtener mayor eficiencia y rentabilidad.

Huelga decir que la visión de Marx y Rousseau de la propiedad privada como un

instrumento para que los poderosos dominen a los débiles contrasta marcadamente con
las opiniones de Hume y Locke. (Anomaly, 2016)

Juzgando las ideas generalizadas de Marx y Rousseau al creer como falacia de

generalización apresurada que toda propiedad privada es un instrumento de dominación,
podría decirse que por consecuencia el sólo hecho de tener la propiedad de un dominio
web, sería causa suficiente para dominar a mis plebeyos (clientes), un absurdo en todo
sentido.

Pero, ¿qué pasaría si mediante el pensamiento de Hume, todos los bienes y la propiedad
quedarán sujetos a una concreción de la racionalidad? El utilitarismo busca
incansablemente dar placer y bienestar a la mayor cantidad de personas, algo que
consecuentemente puede caer en el subjetivismo. Partimos del hecho de que cada persona
busca el mayor bienestar del otro mediante la creación de su propia página web (sin tomar
en consideración el propio), dado el supuesto que roban nuestro dominio, hacen uso de
este, y envían gratis los productos de nuestro catálogo web a varios clientes, se puede
deducir en base al “sentido común” que me ha ocasionado una perdida a mi patrimonio,
pero una gran felicidad y bienestar a los consumidores beneficiados. En conclusión,
habría una justificación a la sustracción de mi propiedad para justificar el placer común,
otro absurdo ya que los deberes morales no están por debajo de los placeres carnales.

Para Kant los individuos tienen la libertad para adquirir propiedades y el Estado debe
limitarse a dar garantías de que esta praxis se realice conforme a derecho. Si todos los
días nutrimos de información a las grandes empresas multinacionales como Amazon,
Facebook y Google, ¿a quién le pertenecen estos datos?

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Shosana Zuboff determina que el capitalismo de vigilancia ha usurpado derechos
esenciales en cuanto a la privacidad de los usuarios de Internet, por lo que los derechos
epistémicos deben ser llevados a la contienda jurídica. En el caso de Facebook, este
controla nuestra esfera pública, porque toda información esta inversamente
correlacionada con sus ganancias. (Zuboff, 2018)

Los algoritmos de Facebook están diseñados para que la interacción genere mayor
extracción de datos, lo que genera mayor pronóstico de nuestros comportamientos y por
ende más utilidades para las empresas. Nuestra esfera pública se encuentra controlada al
influir directamente en nuestro comportamiento colectivo.

En la actualidad la idea libertaria – anarco capitalista resulta utópica a la vez que

inoficiosa ya que en palabras de Castells, es cierto que Internet no es el producto del
designio centralizado y previsor del Estado norteamericano, pero es un error grave negar
el influjo que los Estados han tenido en esa evolución y su normativa, la situación de
Internet ante el derecho no es distinta de la que se produce en otras realidades
transnacionales que plantean retos a las regulaciones estatales, tales como la investigación
científica o los riesgos medioambientales. (Puerto, 2015)

Francisco Laporta explica que el imperio de la ley protegido por el Estado es crucial para
la economía de mercado; sólo es posible disfrutar de los beneficios de esa economía
globalizada mediante un ordenamiento jurídico bien articulado gracias al Estado.

Conclusiones

Podemos observar que el ICANN como organización privada posee y regula la propiedad
en cuanto a direcciones de protocolo (IP) y a su vez descentraliza sus funciones en varios
niveles tanto con empresas registradoras de dominios que pueden ser privadas o públicas,
encargadas de distribuir a los usuarios las direcciones de dominio. En España a nivel
superior geográfico las denominaciones “.es” se encuentran a cargo de la empresa pública
Red.es, mientras que en Ecuador la compañía anónima Domain S.A. está facultada por el

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ICANN para otorgar denominaciones geográficas con las siglas “.ec”. Por lo que,
podríamos concluir que la propiedad web tiene regulaciones y limitaciones propias de la
organización tanto a nivel privado, como público. De tal forma que como menciona Laje,
Internet hoy en día no solo se ha configurado cómo un hiperespacio para lo estético y
expresivo, sino también para lo económico y financiero. A lo que podríamos incluir
decisoriamente “lo político”.

Bibliografía
Anomaly, J. (2016). Philosophy, Politics, and Economics: An Anthology. New York:
Oxford University Press.
Laje, A. (2022). La batalla cultural. Ciudad de México: Harper Collins.
Puerto, M. R. (2015). Internet: ¿hacia un nuevo concepto de lo público? Persona y
derecho, 136-148.
SCHWEMBER AUGIER, F. (2015). Derecho, libertad y propiedad. Anuario Filosófico 48,
402-405.
Schwember, F. (2015). Derecho, libertad y propiedad. Anuario filosófico 48, 402-405.
Zuboff, S. (2018). La era del capitalismo de la vigilancia. New York: Paidos.