Comparación de la familia histórica con la familia actual en relación con
el lugar que ocupaban los/as adultas mayores
Diversos autores contemporáneos analizan las características y cambios de la
familia, reconociendo el papel que esta institución cumple en el desarrollo humano, la reproducción social y la integración ciudadana. La familia es el lugar del amor y la violencia (Jelin, 1994), Así mismo consideran que es un agente de control social que regula la conducta de sus integrantes y satisface sus necesidades materiales y afectivas. La familia no es una institución estática e inamovible, sino que experimenta cambios trascendentales que se acompasan, y que a la vez producen cambios en la realidad social y cultural.
Al analizar los cambios de la familia, es posible identificar los factores que
influyen en su dinámica, las problemáticas que enfrenta y las potencialidades que ofrece. También es posible reconocer la diversidad y la complejidad de las formas familiares. Sin embargo estas transformaciones no son lineales ni homogéneas. Diversos enfoques han legado un pluralismo teórico y metodológico para la comprensión de las transformaciones de esta institución y su papel en la sociedad (Jelin, 1994).
Para comparar estos cambios se pueden considerar las categorías de familia
histórica y familia actual. En el caso particular del lugar que ocupan los adultos mayores en la familia histórica, se tiene que en la estructura patriarcal, jerárquica y autoritaria, que correspondía a una sociedad igualmente jerarquizada y monolítica (familia histórica), el adulto mayor era el jefe de la familia y tenía el poder sobre los demás miembros, sobre todo en el caso de los hombres. La vejez en general representaba sabiduría, y el lugar de los ancianos o personas mayores, proporcionalmente menores al conjunto de la sociedad, representaba un lugar de reconocimiento social.
En contraste, la familia actual se caracteriza por una estructura más igualitaria,
democrática y negociada. En esta forma de familia el adulto mayor tiene un rol más participativo y consultivo, mayor autonomía y participación en la vida familiar y social, y mayor satisfacción y bienestar personal. Sin embargo diversos fenómenos sociales tales como: el cambio en la organización domestico/familiar, las modificaciones en el mercado de trabajo, el aumento de la proporción demográfica de los adultos mayores de 60 años, entre otros, suponen también consecuencias negativas para esta población, que se ve sometida a mayor vulnerabilidad y riesgo de exclusión social, conflictos y tensiones con otros miembros de la familia, mayores cargas y responsabilidades en el cuidado de otros familiares (nietos, enfermos, hijos e hijas) e incertidumbre en cuanto a su sostenimiento.
Esta caracterización sin embargo resulta muy general en la medida en que la
familia es una realidad compleja y diversa, que varía según el contexto histórico, cultural y geográfico. Este es el caso por ejemplo de América Latina, donde la desigualdad y la pobreza establecen condiciones muy precarias para esta población. De allí que se requieren se requieran nuevas miradas sobre la familia, el reconocimiento de su pluralidad y complejidad, así como políticas públicas que se adecuen a los cambios sociales y familiares.
Bibliografía
- Cicchelli-Pugeault, C. y Cicchelli, V. (1999) “Las teorías sociológicas de
la familia”. Ediciones Nueva Visión. Bs. As. Argentina.Archivo - Jelin Elizabeth las Familias en América Latina 1994 - Elizabeth Jelin. Familia: Un modelo para desarmar - Vasallo, Brigitte (2019). Pensamiento monógamo. Terror poliamoroso. Madrid: La oveja roja - Video https://www.youtube.com/watch?v=QqxLZKNy958