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LA FAMILIA Y LA ESCUELA EN UN MUNDO EN CONSTANTE CAMBIO

Autora: Análida Pérez Cardona (2019)

CONCEPTOS DE FAMILIA Y SUS FUNCIONES (EN OCCIDENTE)

La palabra familia procede del latín famīlia, conjunto de los siervos y esclavos de una persona, que
se deriva, a su vez, de famŭlus, sirviente, esclavo. Después se amplió el término para incluir a la
esposa e hijos del pater familias. Tradicionalmente se ha vinculado la palabra famŭlus, a la raíz
fames (hambre), que se refiere, al conjunto de personas que se alimentan juntas en la misma casa
y a los que un un pater familias tiene la obligación de alimentar (Diccionario etimológico, 2017).

Según la Declaración Universal de los Derechos Humanos (1948, citado en la Organización de las
Naciones Unidas, s.f., párr. 5), “La familia es el elemento natural y fundamental de la sociedad, y
tiene derecho a la protección de la sociedad y del Estado”. Los lazos principales que la definen son
de dos clases: vínculos de afinidad derivados del establecimiento de una relación reconocida
socialmente, como el matrimonio, y vínculos de consanguinidad, como la filiación entre padres e
hijos o los lazos que se establecen entre los hermanos que descienden de un mismo padre.

No hay consenso sobre lo que significa la familia, puesto que jurídicamente está determinada en
función de lo que la ley de cada país establece como matrimonio. Por ejemplo, en Colombia se la
define así:

La familia es el núcleo fundamental de la sociedad. Se constituye por vínculos naturales o jurídicos,


por la decisión libre de un hombre y una mujer de contraer matrimonio o por la voluntad
responsable de conformarla. El Estado y la sociedad garantizan la protección integral de la familia.
La ley podrá determinar el patrimonio familiar inalienable e inembargable. La honra, la dignidad
y la intimidad de la familia son inviolables. Las relaciones familiares se basan en la igualdad de
derechos y deberes de la pareja y en el respeto recíproco entre todos sus integrantes. Cualquier
forma de violencia en la familia se considera destructiva de su armonía y unidad, y será sancionada
conforme a la ley. Los hijos habidos en el matrimonio o fuera de él, adoptados o procreados
naturalmente o con asistencia científica, tienen iguales derechos y deberes. La ley reglamentará la
progenitura responsable. La pareja tiene derecho a decidir libre y responsablemente el número de
sus hijos, y deberá sostenerlos y educarlos mientras sean menores o impedidos. (Constitución
Política de Colombia, 1991, título 2, capítulo 2, artículo 42, párr.1).

De manera más específica, Sánchez (2007a) expresa que la familia es el “nombre con que se ha
designado a una organización social tan antigua como la propia humanidad y que ha experimentado
transformaciones que le han permitido adaptarse a las exigencias de cada sociedad y de cada época”
(p.9).

Knallisky (2010) la considera como una comunidad humana vital para la sociedad, debido a que es
el lugar principal de las relaciones de afecto entre niños y adultos, de transmisión de valores y
herencia humana, de educación, socialización, y construcción de la identidad. Esta autora, además,
señala que la familia es una institución que no vive aislada, sino que es un sistema abierto que
influye y es influida por la sociedad en la que se inserta.

Por su parte, Montoro (2004, citado en Sánchez, 2007a), expresa que las familias, por sus formas
variadas, constituyen un gran valor social por ser la única institución social que hace funcionar
simultáneamente seis aspectos de la vida en sociedad:

• Regular la conducta sexual.


• Ordenar la reproducción.
• Ordenar los comportamientos económicos básicos y más elementales.
• Educar a los niños.
• Regular y canalizar los afectos y los sentimientos.
• Ordenar las relaciones entre generaciones.

De igual forma, Marshall (2013), plantea desde un punto de vista sociológico, que la familia tiene
varias funciones, algunas de las cuales guardan correspondencia con las propuestas por Montoro:

• La reproducción
• La protección
• La socialización
• La regulación del comportamiento sexual
• El afecto y la compañía
• La provisión de estatus social.

TIPOS DE FAMILIA QUE HAN SURGIDO A TRAVÉS DEL TIEMPO

Los cambios económicos, culturales y sociales, la creciente urbanización, la escolarización de las


mujeres, el descubrimiento de la anticoncepción, la mayor libertad sexual, las políticas neoliberales
que han generado la necesidad de producir más recursos, así como la incorporación de la mujer al
trabajo, han generado nuevos desafíos para la familia. En consecuencia, los tradicionales roles de
mantener, cuidar, alimentar y educar a los más pequeños han tenido profundos cambios (UNESCO,
2004).

Al respecto, Kallinsky (2010) detalla que la familia a lo largo de la historia, pero principalmente
en los últimos 30 años, ha tenido que enfrentar cambios de diversa índole como por ejemplo:

- Los valores que la caracterizaban (estabilidad, fidelidad, exclusividad y procreación), ya no tienen


la misma significación.
- La religión tiene menos influencia sobre el modo de vida de sus miembros y aparecen nuevas
creencias.
- Los medios de comunicación, sobre todo la televisión, influyen enormemente sobre los
comportamientos parentales y familiares, al promocionar hábitos ligados al consumo, a la
promoción individual y a la gratificación inmediata.

Por su parte, la CEPAL (2002, citada por la UNESCO, 2004, p.12) especifica que algunos de los
cambios cruciales que caracterizan a la familia en Latinoamérica son:

• Los cambios demográficos. El tamaño de la familia se ha reducido fuertemente debido al menor


número de hijos lo cual ha sido causado, en parte, por el uso de métodos de anticoncepción. Los
hogares multigeneracionales han disminuido y han aumentado los unipersonales. Las migraciones
por diversas causas (económicas, conflictos armados y otras), también han tenido efecto sobre las
familias: padres que se van o mueren, hogares a cargo de madres o de hijos mayores, y abuelos que
se hacen cargo de los niños mientras los padres emigran a otros países para obtener los recursos
que requieren para la manutención de las familias.

• Cambio de roles en la familia, especialmente el rol de la mujer. La incorporación de las mujeres


al mercado laboral es un fenómeno masivo y ascendente en América Latina: Las mujeres con
mayor escolaridad son las que con mayor frecuencia trabajan y reciben un salario por ello, sin
olvidar que aunque se incorporen al mercado laboral muchas de ellas están en pleno período
reproductivo y, por ende, con hijos e hijas pequeños.

Diversos estudios muestran, por un lado, que ha sido el trabajo femenino el que ha permitido
mejorar la calidad de vida para las familias y mantenerlas en menores niveles de pobreza. Por otro
lado, muestran que la incorporación de la mujer al trabajo fuera del hogar ha generado un cambio
cultural respecto de la percepción que la sociedad tiene acerca del rol de la mujer y, también, de la
percepción que ella tiene de sí misma. Ello explica, en parte, el fenómeno de la postergación de la
maternidad, el mayor tiempo entre el nacimiento de uno y otro hijo, y la disminución de hijos e
hijas en los hogares. Esta situación hace comprensible la necesidad de combinar los trabajos
domésticos con aquellos que se realizan en la esfera pública, y la necesidad de traspasar a otra
institución, la crianza y educación de los hijos menores durante el período de desempeño laboral
de la madre o de ambos padres.

Todos los cambios citados anteriormente y muchos otros han traído como consecuencia, según la
UNESCO (2004), que la constitución de la familia también varíe: se pasa de la familia que
encargaba la crianza de los hijos e hijas a otros, a la familia actual que se hace cargo
económicamente de ellos, que les enseña y da afecto, aunque muchas veces debe descargar parte
de estos roles, durante algunas horas, en otras instituciones.

Por su parte, Sánchez (2007a) expone que en el siglo XIX, en la sociedad tradicional y preindustrial
occidental, el tipo de familia predominante fue la familia extensa o patriarcal (varios hermanos
casados que vivían juntos, con sus respectivas esposas e hijos, y con sus padres), integrada por
varias familias nucleares, o la familia poligámica. A inicios y mediados del siglo XX, el desarrollo
económico-industrial y la urbanización desorganizaron estos tipos de familia, y favorecieron el
predominio de la familia nuclear (padre, madre e hijos). En las últimas décadas del siglo XX, en la
sociedad de la información (era postindustrial), se da el declive de la familia nuclear; entonces, la
familia deja de ser una unidad productiva y pasa a ser una unidad de consumo.

Por último, en el siglo XXI, se habla de una familia postfamiliar, que se describe como una relación
electiva, una asociación de personas individuales, cada una de las cuales aporta sus propios
intereses, experiencias y planes, y está sometida a diferentes controles, riesgos y condicionamientos
(Beck y Beck, 2003, citados en Sánchez, 2007a, p.18).

Es por esto que, al igual que la infancia, la familia no es homogénea y en la actualidad se debe
hablar de diversos tipos de familia: familias con ambos padres (nuclear); extendidas, que incluyen
tíos y abuelos; de madres o padres solos, de parejas sin hijos, mono-nucleares o monoparentales
con jefatura femenina, con padres ausentes, con padres del mismo sexo, reconstituidas, entre otras
(UNESCO, 2004).

CONCEPTO Y FUNCIONES DE LA ESCUELA

Escuela» proviene del griego σχολή (skholḗ) que originariamente significaba descanso, vacación,
tiempo libre y ocio. Esta palabra luego se derivó del latín schola (lección, estudio, escuela). La
escuela era el lugar donde, libre de preocupaciones o de las urgencias de la vida, las personas (de
la aristocracia) tenían tiempo para formarse y cultivarse, dedicándose a lo que las gustaba y esto
las humanizaba. Hablar de estudiar algo sin gusto, como una pesada condena, era algo
contradictorio, imposible, hasta tal punto que en latín para expresar que había que hacer algo a la
fuerza, por obligación, se decía non studio, sed offcio, es decir no por afición, sino por deber. En
el periodo helenístico pasó a designar a las escuelas filosóficas, y de ahí, por extensión, tomó el
significado actual de centro de estudios (Diccionario etimológico, 2017).

Paulo Freire (2002) define la escuela como:


El lugar donde se hacen amigos, no se trata sólo de edificios, aulas, salas, pizarras, programas,
horarios, conceptos… Escuela es sobre todo, gente, gente que trabaja, que estudia, que se alegra,
se conoce, se estima. El director es gente, el coordinador es gente, el profesor es gente, el alumno
es gente, cada funcionario es gente. Y la escuela será cada vez mejor, en la medida en que cada
uno se comporte como compañero, amigo, hermano. Nada de isla donde la gente esté rodeada de
cercados por todos los lados. Nada de convivir las personas y que después descubras que no existe
amistad con nadie. Nada de ser como el bloque que forman las paredes, indiferente, frío, solo.
Importante en la escuela no es sólo estudiar, no es sólo trabajar, es también crear lazos de amistad,
es crear un ambiente de camaradería, es convivir, es unirse. Ahora bien, es lógico… que en una
escuela así sea fácil estudiar, trabajar, crecer, hacer amigos, educarse, ser feliz (p.75).

González (2003) concibe la escuela o los centros escolares como una organización compleja,
debido a que está conformada por múltiples dimensiones que se relacionan entre ellas, tales como:

• Una dimensión estructural que se manifiesta en las estructuras organizativa y pedagógica. La


primera define roles, funciones formales, establece unidades organizativas, equipos, departamentos
y la forma en que esas unidades se relacionan, reglas, normas, tipo de comunicación, reuniones,
etc. distribución y uso de tiempos y espacios. La segunda se refiere a los aspectos pedagógicos
propiamente dichos planes, programas, actividades, etc.

• Una dimensión relacional que hace alusión a relaciones no codificadas, no escritas: estas definen
el clima social del centro e inciden en la forma de resolver conflictos, en el grado de satisfacción,
en los niveles de participación, etc.

• Una dimensión axiológica que muestra las concepciones que las personas consideradas como
individuos o como grupos dentro de la organización poseen respecto a la escuela, la enseñanza, el
modo en que se ven como miembros de un grupo, la forma en que cooperan, etc. Son valores
explícitos que pueden tener su expresión en el plan de centro y su preocupación por su posterior
desarrollo, pero también pueden ser valores implícitos, no declarados, que pueden actuar, incluso,
como factor fuertemente condicionante de los primeros.
• Una dimensión contextual que se refiere a las relaciones que mantiene la escuela con el entorno
en un doble sentido: unas con carácter general que incluirían las relaciones sociales, políticas,
económicas que cada época define y que legitima las estructuras y las condiciones organizativas;
otras de carácter más específico que incluyen a los individuos o grupos con los que la escuela
mantiene relaciones: padres, grupos de apoyo y administración local.

• Una dimensión procesual que alude a la forma en que las escuelas desarrollan sus actuaciones.
Se habla de procesos en la elaboración de planes, en su desarrollo, en la toma de decisiones, en la
dirección, en la evaluación aunque no siempre se desarrollan de acuerdo con las directrices o
prescripciones formales.

• Una dimensión cultural que está constituida por el conjunto de creencias, normas, sentimientos
acerca de la educación, las personas, las formas de trabajar, de resolver conflictos, etc.

García - Hoz (1970) considera la escuela como una comunidad educativa en la que el trabajo
personal de los alumnos constituye el centro de las preocupaciones y en la que la actividad de toda
la escuela resulta de la convergencia tanto del trabajo de alumnos y profesores, como de las
preocupaciones, estímulos y posibilidades de las familias y del ambiente social. En esta comunidad
coexisten tres grupos de personas: maestros, padres y alumnos. La escuela agrupa a maestros y
alumnos, la familia a padres e hijos y las asociaciones a padres y maestros. La finalidad de estas
asociaciones es crear en los padres una mentalidad convergente con la escuela, para facilitar los
contactos entre padres y profesores para mejorar la formación de los educandos y canalizar la
participación de los padres en las actividades de extensión cultural y social.

Crespillo (2010) se refieren a la escuela como una “institución social destinada, dentro del área
específica de la educación, a administrar la educación sistemática la cual condiciona la formación
y organización de grupos representados por educadores y educandos” (p.257). Para él, esta
institución debe cumplir diferentes funciones:

• La función condensadora o concentradora: La escuela se encarga de reunir o aglutinar las


influencias que va a transmitir al alumno.
• La función seleccionadora: La escuela va a seleccionar previamente esas influencias que va a
transmitir en función de la sociedad y de la época en la que se encuentre inmersa.

• La función amplificadora: La escuela tendrá que coordinar las diversas influencias que cada
individuo aporta de los diferentes ambientes a los que pertenece (familia, comunidad religiosa,
clase social, etc.), para sacar al individuo de los ambientes exclusivistas y extender y ampliar sus
posibilidades sociales y culturales.

Por su parte, la Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnado


(CEAPA, 2003) plantea que la escuela debe desarrollar las siguientes funciones:

• Función de custodia: Esta función, hace poco tiempo, no era necesaria ya que estaba reservada a
la familia en exclusiva. Los niños permanecían en casa, al cuidado de la madre, de los abuelos e
incluso de hermanos mayores; pero desde el momento que la mujer se incorpora al mundo laboral,
y la familia se ha reducido, los niños al no poder permanecer en casa al cuidado de alguien,
necesitan la guardería, la escuela infantil, es decir, un lugar donde poder estar mientras sus padres
trabajan.

• Función de socialización primaria: Esta función que no existía en la escuela tradicional ha


empezado a hacerse necesaria desde el momento en que desaparece la familia extensa y aparece la
familia monoparental, ya que la madre o el padre tiene que estar la mayor parte del día fuera del
hogar y llevar a los hijos desde los primeros años a la institución escolar. La escuela cuyo trabajo
primordial era la enseñanza como complemento a la labor educativa de la familia ha tenido que
suplir, entonces, la carencia de la socialización primaria que antes desarrollaba la familia.

• Función de crear conocimiento: Hace unas décadas, la escuela y en especial en una sociedad
básicamente rural, era el lugar donde aparte de aprender las técnicas básicas e instrumentales de
lectura, escritura y cálculo, se adquirían unos conocimientos básicos que difícilmente se podían
adquirir en otros sitios. Pero el déficit del niño actual en especial, de las clases favorecidas, no
reside ni en la cantidad de información que recibe, ni en la asimilación de los conocimientos
académicos; sino en no saber relacionar y organizar la información fragmentaria que él recibe de
una forma constante.

En consecuencia, la función de la escuela no puede seguir siendo la trasmisión de información,


sino abordar nuevas tareas que les permitan a los niños desarrollar la capacidad de comprensión y
organizar la información para reconstruirla y darle sentido. En otras palabras, el centro escolar debe
darles herramientas a los estudiantes para que usen la información, la analicen, la entiendan y, a
partir de allí, puedan crear conocimiento que no es otra cosa que comprender el significado de las
cosas.

Ampliando lo relativo a la última función, la CEAPA (2003) afirma que la escuela actual, en la que
subsiste un modelo educativo del siglo XIX, no está dando respuesta a las necesidades que hoy le
reclama la sociedad. Para ello es necesario que la institución escolar evolucione a la par que lo hace
la sociedad, lo que reclama los planteamientos de nuevas funciones para una escuela que, no puede
en modo alguno limitarse a la transmisión de conocimientos académicos. Esto implicará, entonces,
que las instituciones educativas trabajen con un currículo basado en problemas y organizado en
proyectos de trabajo.

También clarifica que adaptar las funciones de la escuela a las exigencias de la sociedad, no implica
que la totalidad de dichas funciones tenga que desempeñarlas el profesorado que actualmente
trabaja en el centro docente, ni que se tenga que desarrollar con el mismo horario que hoy tiene la
escuela, ni que ésta permanezca abierta el mismo tiempo. Lo que implica es que en la medida que
el centro escolar asuma otras funciones, necesita cambiar su estructura, sus espacios, sus tiempos,
el personal que trabaja en ella, etc.

CAMBIOS QUE HA SUFRIDO LA ESCUELA A LO LARGO DE LA HISTORIA

Ciscar y Uría (1986) expresan que el origen y la evolución de la escuela se han dado paralelamente
al desarrollo de las distintas sociedades en distintos momentos históricos, y depende, por tanto, de
la interrelación de diversos factores políticos, religiosos, económicos y culturales. Estas autoras,
muestran los diferentes tipos de escuela que han surgido a lo largo del tiempo, teniendo en cuenta
su fundación y propósito.

En Atenas, surge la escuela como institución familiar, como un complemento de la acción familiar,
para los hijos de familias de clase social alta. Fue creada para instruir, no para educar. Su ideal era
el cultivo del espíritu.

En Roma, la escuela sigue, aunque con variaciones, la línea iniciada por Atenas. Se centró en el
dominio de instrumentos específicos que el individuo necesitaba para tener un puesto en la sociedad
y la transmisión de conocimientos sin influir en la personalidad. El ideal era confirmar la posición
social del niño y dotarle con las destrezas y el conocimiento necesarios para ejercer su papel en la
política e integrarlo como parte de la subcultura de su grupo.

En la antigüedad, en India, Egipto y la comunidad hebrea, las escuelas se conciben como


instituciones religiosas en las que es difícil separar la cultura general de cada época y la cultura
religiosa que transmiten. En Persia y Esparta (s. IV antes de Cristo), la escuela es una institución
militar para formar en el arte de la guerra.

En el mundo moderno, a partir de la revolución francesa, la escuela surge como institución estatal,
de manera paralela a la formación del Estado, cuyo fin es salvaguardar el bien común. La enseñanza
se convierte en un asunto de Estado derivado de la idea de que el hombre tiene derecho a la
educación. A partir de este momento, principios tales como los de instrucción universal, obligatoria
y gratuita, o el de libertad de enseñanza se han ido desarrollando, dependiendo del momento
histórico, en cada país. A finales del S.XVIII y principios del XIX empieza a hacerse realidad un
sistema educativo propio de cada país.

Por último, la escuela como institución social se conforma a partir de la preocupación de la sociedad
por dar respuesta a sus necesidades. Es el caso de las escuelas estatales, con la presencia por primera
vez de maestros seglares o laicos. En el siglo XX se desarrolla el principio de democratización de
la enseñanza a partir de los principios de universalidad, obligatoriedad y gratuidad.
RESUMEN

Retomando las ideas de Sánchez (2007a), la familia ha evolucionado a lo largo de la historia y ha


sabido adaptar su organización a los acontecimientos socioculturales, económicos y políticos. Este
cambio ha sido inevitable y, por lo tanto, ya no hay un solo modelo de familia, sino múltiples
formas de esta; debido a que la familia monoparental y el emparejamiento estable han dejado de
ser el modelo básico.

Lo anterior no quiere decir que nos enfrentamos al fin de la familia, la cual sigue siendo vital para
la sociedad y para el ser humano, sino al fin del concepto tradicional de familia como el hogar
constituido por una, madre un padre y por lo menos un hijo.

Hay factores que han influido en esas transformaciones como, por ejemplo: la desestructuración
del cuadro de ideas, valores y códigos de la vida cotidiana; la inestabilidad e inseguridad en la
pautas de socialización, las transformaciones demográficas, el aumento de los hogares con jefatura
femenina y la creciente participación de las mujeres en el mercado laboral.

Así como la familia ha evolucionado, la escuela también lo ha hecho. Al respecto, Crespillo (2010)
anota que dependiendo del tipo y época en la que ubique la sociedad así será la educación en la
escuela, es decir, que esta se debe adaptar al ambiente que la rodea. Es así como la educación en
las sociedades primitivas era una educación espontánea, sin ningún tipo de organización e
impulsada desde la propia familia y la comunidad en la que se desarrollaba el individuo; sin
embargo, con el paso del tiempo empezaron a surgir diversas manifestaciones que evolucionarían
hasta la educación sistemática. En este transcurrir histórico, se destaca la llegada de la Revolución
Francesa con la cual se impone la escuela primaria, que después se consolida durante los siglos
XIX y XX. A partir del siglo XXI, la escuela es considerada como “la forma de vida de la
comunidad, es decir, la escuela transmite aquellos aprendizajes y valores que se consideran
necesarios en la comunidad y que llevan a los alumnos a utilizar y mejorar sus capacidades en
beneficio tanto de la sociedad como en el suyo propio” (p.257).
Asimismo, este autor indica que las funciones que la sociedad le pide a la escuela no han sido
siempre las mismas y, en consecuencia, esta escuela debe adecuar sus tareas a las necesidades de
los ciudadanos. Por ejemplo, las funciones que se le exigen a la institución docente, no pueden ser
las mismas en una sociedad rural y agrícola, a las que una sociedad postindustrial necesita. Por lo
tanto, podríamos, decir que las funciones de la escuela deberán fijarse teniendo en cuenta su
estructura de institución social, es decir, teniendo en cuenta que forma parte de una determinada
comunidad.

Lo anterior, nos lleva a cuestionarnos, como plantea la CEAPA (2003), que la escuela para
responder con eficacia a los nuevos retos que demanda la sociedad y, a su vez, disminuir la brecha
educativa de los países entre el pasado y el presente; necesita repensar y reestructurar la
organización escolar, los tiempos escolares y los espacios escolares.
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