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LA MORFOLOGIA por IGNACIO Bosque 2 3. Le sogmentacién 4. Clases de mortemas & La flexién © Le derivaci6n 7. Métodos 1. DEFINICION La Lingiistica no es la Gnica ciencia que cuenta con una discipli atienda al nombre de Morfologta. De hecho, el, término morfologia designa comiinmente el estudio de la forma o formas que presentan los objetos. a1 ‘estudia cualquier ciencia y las variantes que estas formas pueden presentar. Sin embargo, si ef profano se asoma a nuestra disciplina con este critetio, probablemente se equivocard af tratar de deslindar el objeto de la Morfologia del lenguaje. El término morfologéa no designa, como se podria deducir de su. etimologia, el estudio de las formas lingtisticas, porque también Ia Sintaxis aborda (y casi exclusivamente), elementos y relaciones formales. El término morfologia designa énicamente’ un subcoxjunts' de estas relaciones: aquellas que se.dan dentro de la palabra entre las unidades menores que ella. En la Lingiistica general, la Morfologia sucle recubrir dos grandes zonas, ‘etico, es ef resultado de una particular vision del tenguaje come stoten ambas de considerable amplitud La ylmera de clas es el estudio des tetrelacones, Los <-masr ‘Goncmas, morfema) presentan sales (aldfono, ‘unidades a las que antes nos referfamos. Es tarea de la Morfologia, pues, tratar ‘Glomorfo), esto es, variantes formales con iéntica funcién, Por el momento, 10 de comprender lo que ocurre dentso de la palabs idad que, @ diferencia Gue nos interesa es que tales unidades reflejen una de fo que sucede cn el plano sinldctico, deja de ser minima. La Morfl i Bue tae ignos, Los términcs estructurales no son. pus, penetra, por tanto, en un terreno de andlisis que no afecta —-salvo los ‘cree del Lene res para viejos concepios, como se podria llegar & penEar. Eftos de‘solapamiento, a 10s que Tnego aludiremos— a las funciones sini vos nontbret Fes definiciones del termino morfema. Unas voces son sim- cas. Existe una auténtica gramética de este microuniverso Kxico. Los moarfe- ples variantes de un mismo concept. Otras, en ‘cambio, aluden a concepciones ‘mas, unidades minimas en este plano, presentan un amplio nimero de varian- mos abarcadoras pero, en cualquier caso, diferentes. La defricien tes formales y una lnfiniad de sigificndos. Como podria decit un bidlogo en mds 0. mei ef la Ge cnkdad morfooglea no descomponible © indivisible 6 ‘su especialidad, no siempre es facil aislarios, averiguar Jas distintas formas en tnidades menoress. La definicién es, sin embargo. poco comprometida porque ‘que sparecen, eslablecer claramente su significado y estudiar el papel que nidades mpma a partir de Morfologia, 10 que no deja de presentar ciere desempefan cn cl funcionamiento de «organismos» mayores que ellos. diate de civculridad, En la Linglistica sorteamericans, ‘La segunda gran parte en que se divide la Morfologia es la teorfa de las grado sof fea de «minima unidad pertinente desde el punto de vist ccalegorins lexicas. La caracterizacién de unidedes como sustantivo, adjetivo, sare mncepto, que engloba a unidades como drbol -§. verbo o preposicién en la Lingiistica general es una tarea bastante mas com- {iva to que Martinet y otros funcionalisias designan ‘ pleja de fo que a primera vista nos puede parecer repasando mecanicamente las tiva, to a primera articulaciéa). Para Vendryes, el vérmino morfema Aces “partes de la oracién» de nuestra lengua. De hecho, en et panorama brevisimo minima de tare ies. relations que esprit établit entre Jes, sémantbones y'necesariamente superficial que vamos a presentar, slo abordaremos la aba nica raniemar tas unigades portadoras de sentido. Esta dstnciOn, f= primera de las dos grandes zonas en que dividimos Ia Morfologia, ya que Ia Vendryes entre morfemas, como unidades que reflejan, relaci Segunda de ellas requeriria un tratamiento no menos extenso que el que yZomantemas, como unidades que recubren signiicados, Ya offecemos on estas paginas. . 1 general en la Lingistica moderna, fondamentaimente a parti oe ‘Vamos a centrar algo més nuestro objeto de estudio. La parte de la 10 tere ee Ta opesiciin de Vendryes ceflja en realidad la vieia disincie Morfologia que hemos dejado fuera del presente capitulo es precisamente secre palabras Henas» y «palabras vaclas». Es evidente que a preposicién de aguella que mas acerca la Morfologia a la Sintaxis. Representa, por tanto, el ca eae aridena 0 es exponente de un verdadero significado, sino is primero de fos solapamicntos a los que antes aludiamos. Existen, sin embargo, bien de una funcién o una relacién |. Mas claro ain en este sentido biros aspectos lingiisticos que afectan de una forma u otra a la palabra, sin ser bien de eis in preposicin a en Mataron a Juan. Sin embargo. la preposicon por ello objeio de Ia Morfologia. Es importante tener presente, pues, que no Fo Pape pan Juan no es el simple exponente de una relacin since, Se todo aguello que repercute directa o indirectamente en el léxico forma parte do {que contiene un verdadero signi ico. Z¥ qué diiamos de waidades la Morfologia. 1as unidades léxicas Uenen, como sabemos, un significado, y ae coe peeudo- 0 tan? A pesar de que Ia distincion entre signi cxiste Une discipina que lo estudia: la Lexicologa, También tienen woa fin- | exiea J signiiado gramatical et més que, prover ", ‘sigue siendo de ion dentro de Ia oracion (sujeto, objeto, predicado), cuyo estudio corresponde valida para la Lingllstica, y casi todos los autores la recogen con No, térmi- 2 la Sintaxis. Es indudable que lx Lexicologia, ta Sintaxis y la Morfologia wali pala efuca'a Vendryes no ext tanto en hacer uso ioireeto e £fey ‘mantienen importantes conexiones entre s{, como existen entre pricticamente aos u olfor Tarra los morfemas elementos relacionantes y no verdaderar todos los. dominios lingitsticos, pero, al menos en principio, es in scan sepatar sus respectivos cometidos. principe ed a com. -morfema, texema, monema, semantema o gramema st ae aemerclan con frecuencia en la Lingistin exruciral, hast =| cone an ee iicir no demande apianz om e he EL coneepie smorkemas toe eee simglifiear en algén aspecio Tos hechos, el cuadro de la pégina ‘Aoi dn por acarar Ta referencia de cada uno, . vignte ogre anos Ge unidad winima de alisis gramatial estamos, > ant? sdaving ramatical ens sentido. mas esiicto (a Fongows manda elem eribo mas amplo una pate 0 la ramatia) es deci, con ¢ Se ene a ia primera ariculaeiéne. Como puede obs Una de las aportaciones fundamentales det estructuralismo a la teorta de fa descripeiin linglistica ¢s el concepto de morfema, Ello no quiere mucho menos, que el estudio de Ia Morfologia empiece con la gram estzuetural. Ea la gramética tradicional, las palabras adquirian significado de « i i i tradicién grecolatina— diferentes formas. Las conjugaciones y ones vase ‘en el cuadro, el témmino morfema designa, para Hnos, dichas yunidades ‘tésminos mucho més restringidos que el de paradigma) constituian el conjunto Hpntlcativas mlnimas, pero para otros recubre tan s6lo las. idades con valor de tales posibilidades. Existian races, preflios y suftfos, conceptos que nos ° ‘Peinatical Ast, pbes, ea el primer sentido, serfan moremas Ctr ‘ol, y, re 0 siguen siendo dtiles, pero antes de la Lingifstica estructural no se postulé una Brana an el segundo s6lo lo serian ls tres Okimas de estas cinco aidades. tnidad ‘de andlisis sificlentemeate abarcadora ya ls vez compre sz gener Gretos, Gnviene olvidar que lessen de tol nied nose deb sal mar Te A, Main, ean Lise es a te ae rene ‘sateérico» en el que se desenvuelve dicha gramética, El establecimiento de referencias DBsOpENCAS sr AE ene eiay Gramanice generatiea. e ceri opts ee aba 9 ash > es de unkades minima en os distitoe planos del andisis Cale am SSE] sence | mene coum | viomam fn oe wae] | | same | omen | sorten |pnemnin | |“er wo viene ttt cn on it St in| seanena| tome | nem | Me | rome ie lie om we a | oo aes reaeoe | sees at tin cn a] BEBO | stem | seme | canme | ti Seo an 5 | Som Hemos aludido ya a la distincién entre significado gramatical y significado \éxico y nos hemos referido a algunos de los problemas que planteaba para caracterizar adecuadamente el concepto «morfemar. Imaginemos que alguien nos presen el siguiente razonamiento: «Loe morfemas el, -, 0 I represen- tan los signifieados «determinado» «plural» y «femenino», y tales significados se definen en los términos de la propia Gramética, al igual que los conceptos stransitividad» 0 areflexividad». Sin embargo, no dirfamos que los conceptos «potencialidad» 0 scapacidad> (ble), «causacign» Cificar), «falsedad» @seudo-) 0 «recipiente» Cero) son conceptos gramaticales. Tienen por el contrario un significado léxico y ao gramatical». Dicho razonamiento, que no esté enteramenté exento de verdad, no tiene fen cuenta, sin embargo, que cada lengua posee procedimientos diferentes para sramaticalizar significados Iéxicos. Una vez gramaticalizadas, esas unidades asan a formar parte de un paradigma, més amplio en unas’ lenguas y mis Feducido en otras, pero, en cualquier caso, limitado 0 finito, a diferencia de lo que ocurre con las unidades léxicas. En castellano no existe una unidad gramatical para e] concepto (si, en cambio, en cheroqui). Por el contrario, contamos con unidades gramati- cales que expresan (martillazo), srepeticion» (re-elegir), «érbol» (melocoton-ero) y xestablecimiento» ech-eria), Estas unidades son morfemas (de hecho, morfemas derivativos) y poseen un valor gramatical, aunque las entidades que designan, que aparecen también en ia lengua como unidades léxicas, no se comespondan con los conceptos que establecen relaciones puramente gramaticales (tiempo, género, némero), que Namamos morfemas flexivos. Volveremos mas adelante sobre la distinciéa entre flexidn y derivacién. De momento, Gnicamente nos interesa dejar claro que una unidad puede remitir 8 un significado lexico estando gramaticalizada. Es, por tanto, morfema y no lexema 0 semantema. Las correlaciones que establecemos entre tos términos del cuadro anterior no dejan de ser aproximativas. Martinet, por ejemplo, hace mucho hincapié en ue el concepto «monema> no tiene sentido si no implica cleccién. Aquellas unidades formales que aparecen en el discurso exigidas por otras (pensemos, por ejemplo, en la concordaneia), no serian monemus. En cualquier caso, es siempre peligroso establecer analogias terminol6gicas intentando saltar les nad: desdefiables barreras que existen entre, por ejemplo, la Glosemitica y Linguistica distribucional. El cuadro puede servir, de cualquier forma, como una orientacién terminolégica més que como exponente de correlacionés teéricas mas trascendentes. ‘A pesar de que las anteriores observaciones nos han ayudado a centrar el concepto morfema, no se acaban ahi las dificultades que se plantean a dicho término como unidad minima de descripcién gramatical. Evidentemente, palabra clave en este enunciado es el adjetivo minima, Unidad ménima quiet ‘decir, en efecto, sindescomponible formalmente, no «indescomponible semén- ticamente>. Es’ posible que un morfema pueda designar una entidad seménti- camente compleja («Arbol», por ejemplo) y, por tanto, susceptible de descom- Posicién sémica («planta perenne de tronco elevado...») pero el morfema ero {melocoton-ero) no es susceptible de ser segmentado. Esta distincién entre Segmentos_y componentes e3 especialmente importante en la Lingiistica es- tructural. El fonema, por ejemplo, no es segmentable pero si descomponible en rasgos distintivos. Las Hamadas (por Pottier) lexias, serfan segmentables en morfemas y descomponibles en semas. Sin embargo, el problema para la Morfologia no esté tanto en la distincién entre descomposicién léxica y seg- mentacién como en el significado real de este dltimo concepto. La identifica- cién de Jos morfemas como unidades no segmentables formalmente plantea dos cuestiones que aluden a dos conceptos fundamentales en la Morfologia: la Tecurrencia y |a motivacién. No son pocos los lingiistas que se han dado cuenta de que la caracteriza- si6n del morfema como unidad significativa es probiemética, porque son mu- , unidad que poseeria dos realizaciones particulares. También nos sirve para ilustrar el concepto de morfofonema el ejemplo de la negacién afijal que comentabamos en I. En ‘efecto, las formas /im~/ /in/ ¢ fi son las tres variantes que presenta dicho ‘morfema negativo. Ahora bien, cual es en realidad dicho morferna si /in-/ no es més que una de las variantes que presenta? Podemos decir que existe un morfofonema «Ne en {iN-}. Ello nos permitirfa postular una unidad abstracta con tres realizaciones diferentes. ‘Un problema moy similar es el que plantea la existencia de apofonia vocdlica en el sistema fiexive del espafol (las formas /sent, /sjent y isin ‘on las tres variantes en distribucién complementaria en que aparece la raiz de sentir) ola llamada Umiaut en alemén (el plural de Buch es Butcher, no Bucher) ofa flexion iter del inglés (Men es ‘el plural de man y sank el pretérito de sink). ‘Si llevamos los anteriores andlisis a sus sltimas consecuencias, comproba- remos, como hace Hockett, que en nuestra lengua «todo morfema terminado en vocal étona que no sea [i] tiene un alomorfo sin ella cuando le sigue, en Ia mnisma palabra, un morfema que comienza con vocal». Es decir, la forma vela Giemplo suyo} constituye un solo morfema, puesto que no tendria sentido segmentarla en vel-a. Sin embargo, la forma vela aparece como vel- en velero. ‘Tenemos, pues, dos alomorfos de un solo lexema, minimamente diferenciados. ‘Lo interesante, seitala Harris, de procesos como la apofonia o la Umlau! ‘es que son procesos fonoldgicos desde el punto de vista historico que se ‘convierten en morfoldgicos desde el sincrénico. Los términos morfonologéa, morfofonologia 0 morfofonemdtica designan cominmente la parte de la Gra- mmatica que estuda el valor mofoldgico que poseen los medios fonoldgicos de luna lengua determinada. El término morfonologéa, paralelo al de morfosintaxis, fue introducido por Trubetzkoy con dicho sentido en la Lingiifstica modema, aunque tal discipkna parece haber dado mas frutos en la Lingiifstica estructural norteamericana que en la europea. A. Martinel, en concreto, no encuentra _ Tazones para postular su existencia, Para él, ef objeto de la Morfonologia no ‘consiituiia sino un apéndice en el estudio de Ia Morfologia. Paraddjicamente, muchos de los esivdios de Fonologia generativa tratan de aspectos morfonold- gicos que para Martinet serian simplemente morfolégicos. En sus palabras: El Ustaut alemén es pura Morfologia, ya que cubre variaciones formales de las unidades significatives. Esto 0 significa que no deba recibir un trato ‘dentro de la Morfologia, ya que constituye un conjunto de alternancias que ffectan a gran nomero de monemas de todo tipo 1° ‘Tanto si se incluyen en la Morfologia como si constituyen una disciptina aparte, el estadio de Jas variantes de los morfemas y sus efectos en la estruc- tura de la palabra es una tarea fundamental, una vez que hemos definido los conceptos de morfema y alomorfo. Reconocemos los morfemas con facilidad, pero no siempre somos conscientes de fas variantes, con frecuencia extraiias, Tin *Morfologia y Simaxise, Estudios de Sintaxis funcional, Madd, Gredos, 1978, p. 197 én que aparecen las bases (adopcién en I Wet tren eget Efe edrtecin,aeanian er ate no ya de la Morfologia, sino de una Morfologia siren, desde el sino va unido a agin procedimiento ‘identit ue to aparados anteriores hemos separado median’ Buiones los morfem: Eines, Podtian distinguir en algunas pafabras. Le simple separacién mediante sulones ee gos embargo suficiente, porque tal andlisis no tiene en cuents inten. aignetty fundamentals de i palsra a existensia de una estate tstablecer algtn tipo de jerarqufa, d¢ orden, entre elas eS DePesario Feconocemos, efectivamente, una base léxic ri (ali sable, pero estos ajo tain, sms vege ee ao: Suffjo -ble no se aplica al sustantivo navidn, sit {ufo ear se aplca al adjetivo nacional. La Ling Canente ano oad de los constituyentes ‘inmediatos para represent al camente, tanto en la Morfologia como en fa Sintatis, que existen toa sete 8 las encadenadas cuya articulacion desempefia un pepe me det tno ai del tipo des-Cesper-)ranzayy en el que (es esper-N)vanca)y en el que ol sfjocansa me sete a 2 de una palabra. Consideremos el adjetivo inmovilizable (ejemplo de B. Tra- tel‘). Dicho adjetivo tiene dos significados: «que puede ser inmovilizado» 0 “que no puede ser movilizador. Lo mismo dirfamos de insensibilizable («que tno puede ser sensibilizado» o «que puede ser insensibilizado»). El orden en ‘que efectuemos la segmentacién basta para dar cuenta de esta ambigiedad. En el primer caso analizarfamos inmovilizable como {in-(mdvil-)xos-iza)%)-ble aa, ¥ enel segundo, como (im(((mdvil-) uv iza-),-ble)) amy, Es fundamental, pues. tener presente que no es la idemtificacién de las unidades que entran en juego en los procesos. mor s la tarea més importante, sino. por el contrario, el establecimiento de Ia estructura interna de las palabras que tales unidades configuran. "Veamos un caso ligeramente diferente de los anteriores, aunque pertenece al mismo tipo de dificultades que estamos discutiendo. Si queremos distinguir los morfemas que aparecen en ¢l infinitivo entronizar, probablemente relizare- ‘mos la segmentacién en Ia forma en-tron-icar. El lexema es trono, sustantivo que ha perdido la dltima vocal, con lo que nos quedarfan dos afijos: un prefijo en- y un sufjo-icar. Ahora bien, jes realmente correcto este anslisis? Hemos de reconocer que presenta al menos dos dificultades: 1, La segmentacién, como indicébamos antes, no cumple ninguna funciGn si no establecemos una jerarquia entre las unidades que aislamos. En el ejemplo anterior no hemos establecido, sin embargo. esa jeranqufa. ZEs el prefijo en- el que se aplica al resto de la unidad léxica? (recordemos que no existe el verbo *tronizar). (Es, ppor el contrario, el sufjo-izar el que cumple dicha funcién? 2. E) suffo -izar tiene un valor causativo que reconocemos en verbos adjetivales (estertlizar, inutiizar) 0 denominales (Ionizer, caracterizar) {Cual es entonces el valor semdntico del prefija en-?.{Diriamos que es un morfema vacto, es decir, un morfema sin significado? ‘Ambas dificultades se solucionarfan si consideraramos un morfema discon- tinuo del tipo

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