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MEMORIAS

DE LA ESCUELA
PÚBLICA

ALBERTO MARTÍNEZ BOOM

Colección Bicentenario
Bucaramanga, 2011
MEMORIAS
DE LA ESCUELA
PÚBLICA

Doscientos años de escuela en


Colombia y Venezuela :
Planes y expedientes, 1774-1821

Selección, estudio introductorio y notas de


Alberto Martínez Boom

Colaboradores
Andrés Mauricio Escobar Herrera
Jhon Henry Orozco Tabares

Colección Bicentenario
Bucaramanga, 2011
© Universidad Industrial de Santander

Alberto Martínez Boom


Colección Bicentenario
N° 11: “Memorias de la escuela pública. Doscientos años de escuela en Colombia
y Venezuela: planes y expedientes,1774-1821”.
Dirección Cultural
Universidad Industrial de Santander

Rector UIS: Jaime Alberto Camacho Pico


Vicerrector Académico: Álvaro Gómez Torrado
Vicerrector Administrativo: Sergio Isnardo Muñoz
Vicerrector de Investigaciones: Óscar Gualdrón
Director de Publicaciones: Óscar Roberto Gómez Molina
Dirección Cultural: Luis Álvaro Mejía Argüello

Impresión:
División de Publicaciones UIS

Comité Editorial: Armando Martínez Garnica


Luis Álvaro Mejía Argüello


Primera Edición: marzo de 2011

ISBN: 978-958-8504-62-9

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Bucaramanga, Colombia

Impreso en Colombia
Este trabajo forma parte del proyecto de investigación
Escuela pública y saber pedagógico en Colombia. Finales
del siglo XVIII y principios del XIX (código DCE –
004 – 07), el cual fue financiado por el Centro de
Investigaciones –CIUP de la Universidad Pedagógica
Nacional, y se inscribe en las elaboraciones del
Programa General de Investigaciones del Grupo
Historia de las Prácticas Pedagógicas en Colombia.
Abreviaturas
- Archivo General de la Nación: AGN.

- Archivo Eclesiástico de Popayán: AEP.

- Archivo Histórico de Antioquia: AHA.

- Archivo General de Indias: AGI.

- Archivo del Convento de la Enseñanza: ACE.

- Archivo Eclesiástico de Mérida: AEM.

- Archivo del Concejo Municipal de Caracas: ACMC.

- Archivo del Ayuntamiento de Caracas: AAC.

- Biblioteca Nacional de Colombia: BNC.


Contenido
Página

- Agradecimientos. 13

- Presentación. 15

- Estudio Introductorio. El plan y su papel en


la individualización de la forma escuela. 17

- Expedientes y planes de Escuela en Colombia


y Venezuela, 1774-1821. 61

1. Ya no estás en la casa. 61
- Expediente de la escuela de Cristo de
Popayán (1781).
- Educación de menores en Popayán
(1793).

2. Modos de proceder. 77
- Plan de la escuela de Lenguazaque
(1785).
- Expediente sobre la escuela para la
enseñanza de los pardos en Caracas
(1805).

Colección Bicentenario 9
3. Trazos de método uniforme para la escuela
de cartilla. 91
- Método provisional e interino de los
estudios de los colegios de Santa Fe
(1774).
- Plan de Universidad y Estudios Generales
en la ciudad de Santa Fe. (1787).
- Plan para las escuelas de Maracaibo
(1798).

4. La función del enseñante. 119


- Plan de la escuela de Ubaté (1792).
- Expediente sobre la provisión de la
escuela de Cartago (1804).
- Expediente sobre creación de escuelas en
los barrios de Santa Fe (1805).
- Expediente sobre el nombramiento de
maestros en la escuela de Rionegro
(1806).
- Expediente de Miguel Sierra solicitando
el título de maestro para poder instruir a
la juventud de San Fe (1808).

5. Fondos de propios, estipendios y


subsistencias. 201
- Expediente sobre la escuela de primeras
letras en Sogamoso (1782).
- Autos sobre el establecimiento de una
escuela en San Gil (1785).
- Expedientes de la fundación de una
escuela y colegio en Mompox (1800).
- Expediente sobre la solicitud de creación
de escuela de primeras letras en Soatá.
(1806).

6. Labores de mano y virtud. 301


- Expediente sobre la fundación del Colegio
de la Enseñanza de Bogotá (1789).

10 Colección Bicentenario
- Ordenanzas de la escuela fundada por
Pedro de Ugarte en Santa Fe (1801).

7. Hacia una sola voz. 333


- Expediente de la escuela de primeras
letras de Lloró (1807).
- Plan de la escuela de Quibdó (1807).
- Expediente sobre el establecimiento de
escuela en Nóvita (1809).

8. Un orden reglamentario. 357


- Expediente sobre la formación de una casa
de estudios y escuela en Coro (1816).
- Reglamento para las escuelas de la
Provincia de Antioquia (1819).
- Decreto sobre establecimiento de escuelas
públicas en la Gran Colombia (1820).
- Reglamento de las escuelas de educación
cristiana y civil de Caracas. (1821).

9. Un modelo de gobierno de la escuela. 415


- Plan de la escuela de primeras letras de
Girón (1789).
- Estado actual de la escuela y nuevo
establecimiento de ella. (1794).
- Plan de una Escuela Patriótica. (1808).
- Ordenanzas de la escuela de las Nieves en
Santa Fe (1809).
- Plan de enseñanza para la escuela del
Seminario de San Francisco de Asís de
Popayán. (1818).

Colección Bicentenario 11
Agradecimientos
Hace más de 15 años que me fue propuesta la
publicación de estos planes, su circunstancia nunca
se realizó. Fue necesario el paso del tiempo, la
conservación de la pasión y el impulso producido por la
solidaridad intelectual para que aquella idea encontrase
una forma de materialización. Por ello agradezco
muy especialmente a Armando Martínez su generosa
amplitud, su inteligencia para comprender el valor
de estos documentos, su capacidad para derrumbar
los obstáculos de la burocracia y su actitud vital que
vinculó este trabajo histórico con la celebración del
Bicentenario. Mi gratitud a la Universidad Industrial de
Santander, quienes asumieron el trabajo de la presente
edición. Agradezco a Andrés Mauricio Escobar Herrera
todos los cuidados documentales, la lectura paciente, la
pasión por la minucia que hizo posible esta edición final,
a Jhon Henry Orozco el diálogo permanente y su apoyo,
a Juan Manuel Martínez Restrepo y Lucía Salomone
Suárez sus afectos evidentes en la experticia del diseño
de la carátula y la búsqueda y trabajo gráfico. Quisiera
recordar también a las personas que participaron en
las primeras búsquedas documentales, Jorge O. Castro,
Carlos E. Noguera, y el apoyo decidido del Centro de
Investigaciones de la Universidad Pedagógica (CIUP).

Colección Bicentenario 13
Confieso desde luego que este trabajo tiene la huella de
Olga Lucía Zuluaga Garcés, quien asistió a la alborada
del Archivo Pedagógico de la Colonia, su empeño tenaz,
su constitución, su lectura profunda.

Alberto Martínez Boom


Bogotá, julio de 2010

14 Colección Bicentenario
Presentación
Don José María Lozano de Peralta, heredero
del mayorazgo de El Novillero que se convertiría en el
segundo marqués de San Jorge del valle de Bogotá, se
formó en España como militar hasta alcanzar el grado de
teniente coronel y ser admitido en la Orden de Alcántara.
De regreso en Santa Fe, representó en el año de 1800 al
rey Carlos IV que, aunque el Nuevo Reino de Granada
era el más precioso de la América, la mayor parte de su
población era gente diseminada por los montes, díscola e
indisciplinada, exceptuando a los vecindarios de Santa Fe
y Cartagena. Para remediar la condición de esa población
tan rústica y montaraz era preciso congregarla en
poblados, ponerla bajo la administración de párrocos para
su instrucción religiosa y educarla, para que así pudiera
humanizarse y aumentar los ingresos del real erario.
Efectivamente el rey prestó oído a esta demanda y expidió
en su corte de Aranjuez una real cédula, el 24 de abril
de 1801, que ordenaba a todas las justicias averiguar en
sus jurisdicciones el estado real en que se encontraban sus
vasallos neogranadinos.

Fueron muchas las respuestas dadas para cumplir


esta orden en distintas provincias, y casi todas procuraron
desmentir lo dicho por el caballero Lozano de Peralta. Los

Colección Bicentenario 15
curas dijeron que sus feligreses tenían costumbres piadosas
y manifestaban un fiel vasallaje a su rey, mientras que los
alcaldes mencionaron su dedicación a la agricultura, a la
minería y a las artesanías. Pero pocos pudieron probar
la existencia de escuelas de primeras letras, índice de la
humanización pedida por el futuro marqués de San Jorge.
Quizás esta inquietud fue la que animó a su hermano, don
Jorge Tadeo Lozano de Peralta, a publicar este año con
la colaboración de un primo las 46 entregas del Correo
curioso, erudito, económico y mercantil de la ciudad de
Santafé de Bogotá. Desde el prospecto de este periódico
patriótico se deslizó una idea cara a sus editores: el
engrandecimiento del estado dependía de la ilustración
de sus hombres. Y esta ilustración, además contar con
sociedades económicas de amigos del país y periódicos,
requería de escuelas públicas.

Esta aspiración de los ilustrados neogranadinos


y venezolanos, cuando comenzaba el siglo XIX y aún
desde la segunda mitad del anterior, queda demostrada
en esta compilación de planes de establecimiento de
escuelas de primeras letras que pacientemente reunió
por muchos años el doctor Alberto Martínez Boom. Es
entonces motivo de gran satisfacción para esta casa de
estudios haber podido contribuir a dar fin a la misión
que este avezado investigador se trazó cuando, hace ya
dos décadas, fundó el proyecto del Archivo Pedagógico
de la Colonia en la Universidad Pedagógica Nacional.
Estoy seguro de que los lectores de esta compilación de
documentos dispersos en muchos archivos apreciarán
tanto el ingente esfuerzo empeñado como la bondad de la
cooperación universitaria.

Jaime Alberto Camacho Pico


Rector, Universidad Industrial de Santander

16 Colección Bicentenario
Imágen 1

Estudio introductorio

Colección Bicentenario 17
El plan y la individualización
de la forma escuela
Alberto Martínez Boom1

Los trazos efímeros, lejanos en el tiempo,


inquietantes y borrosos en sus formas iniciales, al ser
fijados por la escritura testimonian las huellas del pasado
y las heridas de todo aquello que nos constituye. Los
modos de producción de lo escrito y las maneras de
apropiación que cada época recrea, generan la posibilidad
de actualizar los textos que no debían desaparecer /2. Si
bien no todos los archivos merecen este esfuerzo, el
silencio de aquellos planes que muestran las líneas
iniciales de aparición de la escuela pública prefigura
un murmullo específico de una institución que se gestó
como práctica y cuya genealogía no se remite al confín
de los tiempos, antes por el contrario nos habla de su
reciente aparición.

En este caso más que la búsqueda de una


nueva temática historiográfica nos convoca una suerte
1 Profesor Investigador, Universidad Pedagógica Nacional. Doctor en
Filosofía y Ciencias de la Educación, Universidad Nacional de Educación a Dis-
tancia –UNED (España). www.albertomartinezboom.net
2 CHARTIER, Roger. Inscribir y borrar. Cultura escrita y literatura
(Siglos XI-XVIII). Buenos Aires: Katz Editores, 2006. p. 9.

Colección Bicentenario 19
de asombro estético frente a la finura de los detalles,
la minucia de las descripciones, la sencillez de las
afirmaciones que dotan de valor a los planes editados
en esta obra compilatoria: los objetos que trabaja la
investigación no son idénticos a sí mismos, devienen
como materialidad y sus formas son accidentales.
Semejante ruptura epistemológica anuda otras miradas
sobre lo que creemos saber de la escuela, del maestro,
del niño y de las propias disciplinas.

En muchos de los trabajos sobre educación


en América Latina, los procesos que muestran el
surgimiento de la escuela aparecen diluidos en la
narración de los hechos económicos y políticos,
desdibujados en la ilusión de una unidad y una
plétora incontrovertibles. Los rótulos que tratan de
hacer concordar los procesos educativos con las eras
históricas, como la llamada “educación en la Colonia” o
la “educación en la República”, han producido nociones
vagas que suelen velar los complejos entramados que
permitirían aventurar una somera caracterización de
esas categorías.

Al tomar distancia de esas etiquetas totalizantes,


consideramos que la historia de las prácticas pedagógicas
tiene su propia especificidad y unos periodos que
no necesariamente se compaginan con las secciones
canónicas y generales de hacer historia. Lo económico
y lo político se insertan en un dilatado y complejo
proceso en el que se establecen como condiciones de
posibilidad y no como determinantes de las relaciones;
es decir, más allá de la orientación de los gobernantes,
las legislaturas o las transferencias de mando. Como
muestra de este aserto, en esta ocasión recopilamos
algunos de los planes y expedientes escolares
conformados en los territorios que correspondían al
Nuevo Reino de Granada y la Capitanía de Venezuela,
durante el período comprendido entre finales del siglo
XVIII y los primeros veinte años del siglo XIX, aunque

20 Colección Bicentenario
haciendo una advertencia ineludible: la escuela pública
no surgió con la República; de hecho, el advenimiento de
los regímenes republicanos en muchas circunstancias y
lugares ni siquiera reformuló los rasgos primarios de
esta institución. Los elementos de esta nueva forma,
por entonces todavía en formación, sobrevivieron sin
muchos sobresaltos la mudanza de un sistema al otro,
transito que dicho sea de paso, se originó en principio
no por la denodada reivindicación de los valores
republicanos, sino en gran parte por la búsqueda de un
nuevo estatuto jurídico que permitiera a los americanos
una mayor participación en la administración estatal,
y una reforma administrativa que desembarazara sus
empresas económicas y comerciales /3.

Sin restar importancia a la efeméride que hoy


convoca a muchos investigadores y estudiosos, queremos
señalar que entre escuela e Independencia no existe en
principio una relación evidente. La escuela corresponde
a un fenómeno anterior a la emancipación de las colonias
españolas y, por tanto, no fue fundada por dicho hecho
político; tampoco sufrió un choque o transformación
significativa tras estos acontecimientos. Entendemos
que las fuerzas que entran en juego en la historia no
obedecen ni a una destinación ni a una mecánica sino
a la contingencia del azar, su manifestación no procede
de una intención primordial, tampoco tiene el aspecto
de un resultado /4, no hay determinismo en las hechos,
en la significación, ni siquiera en las causas.
3 Al respecto, Armando Martínez e Inés Quintero señalan en el estu-
dio que sirvió de introducción a la recopilación de las actas y declaraciones de
independencia –publicadas en esta misma colección- que las intervenciones de
los diputados americanos en Bayona a mediados de 1808, estuvieron signadas
por el interés de consagrar la igualdad entre las provincias peninsulares y las
americanas, abandonado la denominación de colonia. Ver MARTÍNEZ GARNI-
CA, Armando y QUINTERO MONTIEL, Inés. Actas de formación de juntas y
declaraciones de Independencia (1809-1822). Reales Audiencias de Quito, Ca-
racas y Santa Fe. Bucaramanga: Universidad Industrial de Santander, 2008. p.
11-12.
4 CHARTIER, Roger. Escribir las prácticas. Foucault, De Certeau,
Marin. Buenos Aires: Manantial, 2006. p. 21.

Colección Bicentenario 21
Establecer distancias entre escuela e
Independencia significa que podemos interrogar
los nexos que parecen conectar de manera directa
acciones con pensamientos, si bien podemos encontrar
documentos que hablan de la escuela de la patria o del
catecismo político de varias escuelas, su articulación no
constituye ni una prueba ni una deducción, se trata por
el contrario de articulaciones diferentes, de prácticas no
homologables, pues sus regímenes no tienen continuidad,
mucho menos están dotados de necesidad. La escuela
se empezó a configurar en virtud del entrecruzamiento
de otros acontecimientos históricos que actuaron
como líneas de fuerza. Podemos destacar la razón de
Estado que convirtió a objetos determinados en objetos
públicos (por ejemplo la educación), susceptibles de
un papel estratégico a través de la noción de utilidad
pública, la reconceptualización de la pobreza a la luz
de esa lógica, el desarrollo de prácticas de policía
como estrategia para gobernar a la población pobre, y
la delimitación de la figura del niño y de su análisis
genérico como infancia. Posibilitado el cruce de todas
estas fuerzas por el accidente de la expatriación de la
Compañía de Jesús, se fue despejando un agenciamiento
en donde claramente se reconoce al Estado (el Príncipe)
reclamando para sí la educación como objeto público.

Tal como lo muestran los planes, esos acentos,


las referencias a la importancia de la educación para
el orden social, la escolarización como relación de
poder entre el Estado y esa nueva regularidad llamada
población, siguieron vigentes en las escuelas tras las
guerras independentistas. Así mismo, contrario a lo
afirmado por distintas tendencias de la historia y de
la sociología de la educación, los planes de escuela
muestran que la instrucción en la escuela si era una
preocupación del gobierno y no un privilegio exclusivo
de las élites. De hecho, en el marco de nuestros estudios
hoy nos es posible conocer y describir parte de la
complejidad de ese proceso, poniendo en evidencia, por

22 Colección Bicentenario
ejemplo, que la escuela surgió para los pobres, y además
como una estrategia del gobierno de la población que
pretendía no dejarle ni oscuridad ni respiro a la práctica
de la enseñanza.

La caracterización de ese proceso ha sido posible


gracias entre otras cosas a esos registros llamados planes
de escuela y a los expedientes que los incluyen. En ellos
reconocemos claramente que las prácticas, las nociones
y las instituciones (la enseñanza, el niño, la crianza, el
hospicio, los planes, el maestro, etc.) son heterogéneas
y están dispersas. Sin embargo, en su heterogeneidad,
en su dispersión y hasta en su marginalidad, refieren
una práctica de saber que existe como una positividad
/5 que eventualmente se convierte en condición para
la especificación de un saber más formalizado. En
efecto, “…en una sociedad, los conocimientos, las
ideas filosóficas, las opiniones cotidianas, así como las
instituciones, las prácticas comerciales y policíacas, las
costumbres, [hacen referencia] a un saber implícito
propio de esa sociedad. Ese saber es profundamente
distinto de lo que se puede encontrar en los libros
científicos, las teorías filosóficas, las justificaciones
religiosas. Pero es el que hace posible, en un momento
dado, la aparición de una teoría, de una opinión, de
una práctica” /6. Para el caso que nos atañe, podemos
decir que la configuración de ese campo de saber sobre
la escuela, el establecimiento de la relación maestro-
alumno en un lugar y tiempo determinados y bajo un
5 La positividad juega el rol de lo que se podría llamar un a priori
histórico; es decir, del espacio común de comunicación entre diversos tipos de
enunciados que permite que desde diversos campos de saber unos sujetos puedan
hablar de la misma cosa aunque sin decir lo mismo. “Determinar la positividad
de un saber no consiste en referir los discursos a la totalidad de la significación
ni a la interioridad de un sujeto, sino a la dispersión y la exterioridad. Tampoco
consiste en determinar su origen o una finalidad, sino las formas específicas
de acumulación discursiva”. CASTRO, Edgardo. El vocabulario de Michel
Foucault. Un recorrido alfabético por sus temas, conceptos y autores. Buenos
Aires: Universidad Nacional de Quilmas, 2004. p. 272.
6 BELLOURD, Raymond. El libro de los otros. Barcelona: Editorial
Anagrama, 1973. p. 16.

Colección Bicentenario 23
régimen de prácticas disciplinarias, aunque ocurrieron
al margen del saber pedagógico, crearon las condiciones
de posibilidad para que la enseñanza se despojara de
unas características generales y etéreas, y adquiriera
las precisiones que llevaron a la institucionalización
de la práctica de la enseñanza y, eventualmente, a la
configuración del saber pedagógico.

En el momento histórico del que nos hemos


ocupado, precisamente no nos encontramos con la
irrupción de la escuela como una institucionalidad
tajante, ni con el maestro como un sujeto de contornos
definidos, y mucho menos con la pedagogía como una
disciplina. Lo que encontramos son balbuceos, esbozos
un tanto erráticos y precarios, cruces contingentes
entre discursos y prácticas /7 que sin embargo empiezan
a apuntalar los rasgos que permitirán diferenciar a
esta escuela, a su enseñante y a sus métodos, de otras
prácticas relacionadas con la enseñanza; en otras
palabras, fenómenos que en su dispersión lo que nos
muestran es la aparición de una regularidad de la que
en adelante casi ninguna sociedad ha dejado de hablar:
nos referimos a la escolarización o a la educación
institucionalizada que genéricamente ha adoptado el
nombre de escolarización.

Valga aclarar, sin embargo, que esta escuela no


constituye un grado más perfeccionado de una formación
anterior, sino la disposición –en un nuevo orden– tanto
de factores preexistentes como de objetos inéditos. En
otras palabras, el discurso sobre la educación sí existía,
pero la singularidad que le dio la escuela reordenó
ese murmullo. Como ya indicamos, una mirada a esa
“puesta en discurso” de la educación permite constatar
que ella fue más para la población pobre y no para
la élite, aunque como lo prueban los propios planes,
ocasionalmente los haya reunido a ambos. A través
7 Como ocurrió, por ejemplo, entre el discurso educativo de la Ilustra-
ción y las prácticas de recogimiento de niños.

24 Colección Bicentenario
de diversos tratados y memorias se fue asentando la
imagen de que la ignorancia y la pereza eran las causas
del atraso, nominándose a la enseñanza como uno de
los mecanismos para revertir aquel estancamiento.
Contrario a lo afirmado en muchos estudios, la educación
empezó a formar parte de los intereses del Estado, a
señalarse como un asunto del que pendía en gran parte
la utilidad pública, principalmente porque permitía la
gobernabilidad de aquella regularidad (migraciones,
epidemias, hambrunas, etc.) que conocemos hoy como
población. La educación dejó de ser un secreto, pues
gradualmente se comenzó a hablar de ella por todos los
lados; en otros términos, salió de los claustros privados.
Bástenos reconocer los estatutos de los hablantes que
conformaban, proponían y sancionaban al plan de
escuela, para evidenciar que este dejó de ser un asunto
de los particulares y se fue perfilando como uno de
los ramos del gobierno de la población. Compuestos
por diversos dignatarios eclesiásticos y civiles /8, los
planes debían ser acreditados por un Autos y Vistos del
Fiscal de la Audiencia en Santa Fe, y remitidos para su
aprobación a los respectivos cabildos, incluso, algunos
planes fueron despachados al Consejo Superior de
Indias en España.

La educación se perfiló, entonces, como “…


la primera fuente de la prosperidad y la madre de los
progresos morales de la sociedad”, razón por la cual
era necesario que el Estado la considerara como el “…
primer objeto de su solicitud” /9. La erradicación de la
ignorancia –causa de todos los males– debía ser una
máxima del gobierno, pues ella conspiraba contra “…
8 Entre otros podemos mencionar los planes de Girón y Lenguazaque,
escritos respectivamente por los curas Felipe Salgar y Domingo Duquesne de
la Madrid, o los del Fiscal Moreno y Escandón y el Arzobispo Virrey Antonio
Caballero y Góngora.
9 JOVELLANOS. Memoria sobre educación pública, o sea Trata-
do teórico-práctico de enseñanza. (1802). En: Pensamiento pedagógico de los
grandes educadores de los países del Convenio Andrés Bello. Bogotá: Convenio
Andrés Bello, 1995. T. 1. p. 748.

Colección Bicentenario 25
todas las felicidades de una República y de los hombres”
/10. Así, se empezó a aceptar y a gestionar el principio
que expresaba que para gobernar era necesario someter
a escuela a la población, lo cual pone en entre dicho
la máxima –a nuestro modo de ver propia de una
izquierda torpe– según la cual siempre se gobierna en
la ignorancia.

Esas primeras consideraciones sobre la educación


introdujeron nociones, espacios y mecanismos en el
lenguaje, tanto del Estado como de los particulares, que
fueron haciendo figurar a la educación y la escuela en
particular como una cuestión esencial para el conjunto
de la sociedad. La inquietud por cuál era el lugar
dónde se debía impartir la enseñanza, permitió que la
escuela se fuera afinando como noción, que apareciera
paulatinamente como una institución social diferenciada
y dotada de un carácter específico como lugar, como
tiempo y como forma organizativa. En otras palabras,
conforme se le atribuyó un valor a la educación en las
primeras letras, surgió también la necesidad estratégica
de dotar a la escuela de un espacio u escenario con
condiciones concretas.

El principal correlato de la definición de esa


finalidad de la educación, fue la conformación de los
planes de escuela y los manuales para maestros. En
esta nueva tipología documental gradualmente quedó
recogida parte de esa proliferación discursiva a la que
hemos hecho referencia, constituyéndose unos primeros
rudimentos que permitieron la individualización de
un saber sobre la escuela, sin que necesariamente la
enseñanza apareciera delimitada. “Por el contrario,
los primeros objetos del saber en la naciente escuela
constituyeron una rudimentaria y endeble amalgama
10 AGUIRRE Y LANDÁZURI, Manuel de. “Discurso sobre la educa-
ción”, Correo de Madrid, 112 (17-XI-1787). Citado en Citado en DELGADO
CRIADO, Buenaventura (coord.). Historia de la educación en España e Ibe-
roamérica. La educación en la España moderna (siglos XVI-XVIII). Madrid:
Ediciones Morata, 1993. p. 650.

26 Colección Bicentenario
de máximas morales y formas de vida en civilidad,
enseñanzas de oficios útiles y prácticas de policía. Un
saber en el que primaba un acento político y moral que
nos permite desmentir, o por lo menos cuestionar, una de
esas naturalidades que tradicionalmente han imperado
en los estudios históricos sobre la educación: que la
escuela fue siempre un lugar para enseñar” /11. En este
sentido, la pregunta que nos asalta es cómo apareció
la transformación de esta escuela como especificidad
apropósito de una práctica. En otras palabras, cómo se
relacionaron, perfilaron y transformaron los objetos que
la componen. A la luz del estudio de la documentación,
hemos podido comprobar que el espacio o superficie
de emergencia en donde por primera vez se anudaron
unas precisiones fundamentales sobre la escuela y la
enseñanza fue el plan. En él se recortó, individualizó,
reguló y delimitó una práctica: la práctica pedagógica.

Así, el papel de los planes en ese proceso de


individualización fue la especificación de unos modos
de enunciación y por otro lado de delimitación de
unos sujetos. Surgió así el maestro y la escuela en su
precariedad, definiéndose y afinándose un estatuto
específico, aunque todavía borroso. Empero, aun con
esos endebles cimientos notoriamente se señala un
momento de diferenciación de otros individuos y
espacios destinados a la enseñanza, como los preceptores
y las escuelas para la instrucción de la lengua o de la
religión. Así mismo, los planes son el testimonio de la
proliferación de la escuela /12, de aquella significativa
11 MARTÍNEZ BOOM, Alberto. “Alteraciones y diluciones en la edu-
cación de hoy”. En: FRIGEIRO, Graciela y DIKER, Gabriela (Comps.). Educar:
saberes alterados. Buenos Aires: Del Estante Editorial. Consejo Latinoamerica-
no de Ciencias Sociales –CLACSO, 2010. p. 120.
12 La propagación de la escuela fue por demás significativa. Para el
caso del territorio neogranadino, en el periodo de estudio se pasó de poco más de
10 escuelas a cerca de 60. En la primera mitad del siglo XIX, esa proliferación
iría en aumento: tan sólo en 1826 se fundaron 52 escuelas lancasterianas. Para
1843 las escuelas públicas de instrucción primaria ascendían a 491 y las privadas
a 712. GARCÍA NIÑO, Guillermo. Sociología de la educación en Colombia.
Bogotá: Instituto Caro y Cuervo, 1973. p. 11.

Colección Bicentenario 27
multiplicación de esta institución que desde entonces
no ha dejado de crecer /13.

El plan, que por lo general era el discurso que


más estaba cercano a la práctica, era fundamentalmente
un texto prescriptivo, que indica cómo proceder en la
conformación y la dirección de la escuela. De todas
maneras, estos registran por primera vez el precario
saber sobre esta institución y la práctica del maestro en
un espacio definido para el oficio de enseñar. En otros
términos, el plan no creó la escuela pero si empezó
a delimitar algunas características en términos de
tiempo, espacio y procedimientos, que eventualmente
posibilitaron la individualización de un saber sobre ella.
Por esta razón, los planes “…representan la primera
y más importante figura distintiva que registra la
aparición de la escuela como una realidad tangible y
concreta en el Nuevo Reino de Granada” /14.

En el último tercio del siglo XVIII, esa forma


llamada escuela pasó por diversas instancias de
delimitación que paulatinamente la fueron dotando
de contornos más o menos claros. Las autoridades
civiles y religiosas, los discursos sobre la educación
y la legislación luego de la expulsión de los jesuitas
en 1767, delimitaron y recortaron lo específico de la
escuela por medio de los planes. A través de diversas
13 MARTÍNEZ BOOM, Alberto. De la escuela expansiva a la escuela
competitiva. Dos modos de modernización en América Latina. Barcelona: Edi-
torial Anthropos, 2004. p. 48-49. La “escolarización de masas” va a significar
fundamentalmente la introducción de una nueva manera de asumir la educación,
a través de la forma escuela (…) La expansión de la escuela se inició con el pro-
yecto de universalización y democratización social que buscaba homogeneizar
bajo ciertos criterios mínimos a la mayor cantidad posible de población, y trata-
ba de unificar –como de hecho lo hizo– contenidos, recorridos y metas. En este
sentido la escolarización masiva fue un proyecto político que comprometió a las
clases dirigentes y al Estado, entendiendo la manera como este no sólo se ocupa
de la gestión como tal, sino que también asume un papel crucial en la formación
de la sociedad civil, visibilizando la importancia de “la regulación social”.
14 MARTÍNEZ BOOM, Alberto. Escuela, maestro y método en Co-
lombia, 1750-1820. Bogotá: Universidad Pedagógica Nacional-CIUP, 1986. p.
40.

28 Colección Bicentenario
rejillas de especificidad como los horarios, los espacios
y las prevenciones metódicas, los planes limitaron un
lugar y un tiempo determinados para la enseñanza de
las primeras letras. Probablemente los contenidos se
mantenían y se trataba de la misma educación moral,
religiosa y política impartida en otros contextos. En
ese momento se objetivó la escuela pública, pues ya
no se trataba de cualquier espacio. El plan cumplió así
la función de naturalizar, de hacer visible esta nueva
institución, en algunos casos, como se recomendaba
en el “Plan de una escuela patriótica” publicado en
el Semanario del Nuevo Reino de Granada en 1808,
recurriendo si era preciso a estandartes vistosos que
indicaran al público en donde estaba emplazada /15.
Nació, pues, la escuela como un espacio diferenciado de
otras esferas sociales (el hogar, el hospital, el taller, la
iglesia, etc.), lugar en el que la sentencia ¡Ya no estás
en la casa! /16 demarcó un nuevo régimen de tiempos,
lugares y comportamientos.

En resumen, el plan representa la primera


evidencia del surgimiento de la escuela pública de
primeras letras como una realidad concreta, delimitada
por un espacio específico en el cual sólo era permitido
realizar determinadas actividades. Su paso por las
manos de las autoridades nos revela una nueva o por
lo menos diferente institucionalidad. En él se registra
15 En alguno de los artículos del plan se lee: “Sobre la puerta principal
de la calle se colocará, en una tarjeta con hermosas letras de oro: ESCUELA
DE LA PATRIA, para que sea conocida y respetada del público”. El amigo de
los niños. “Discurso sobre la educación: reflexiones sobre la educación pública
[acompañada de un Plan de una escuela patriótica]”. En: Semanario del Nuevo
Reino de Granada. Santafé de Bogotá. Nº 9-15 (28, feb., - 10, abr., 1808). p.
90.
16 Al respecto, Deleuze rememora cómo Foucault, al estudiar las so-
ciedades disciplinarias y la organización de los grandes espacios de encierro,
registró el eterno peregrinar del individuo de un espacio cerrado a otro, sometido
a las leyes particulares de cada uno: “primero la familia, después la escuela (“acá
ya no estás en tu casa”), después el cuartel (“acá ya no estás en la escuela”), des-
pués la fábrica, de tanto en tanto el hospital, y eventualmente la prisión, el lugar
de encierro por excelencia”. DELEUZE, Gilles. “Posdata sobre las sociedades
de control”. En: Conversaciones. Valencia: Pretextos, 1995. p. 247.

Colección Bicentenario 29
con precisión un personaje que debía dirigir, vigilar y
controlar el desarrollo de las actividades: el maestro
de escuela, un conductor de ese espacio-tiempo escolar
a quien desde el plan se le fijaron y delimitaron las
características de su oficio, diferenciándolo de otros
individuos dedicados a la enseñanza. Así mismo, emerge
un sujeto que ingresa a la escuela pero con carácter
de alumno, perfil que con distintas denominaciones
(discípulo, escolar, aprendiz, empollón, cadete, etc.),
contribuyó a la diferenciación de la figura del niño y a
la configuración de formas específicas de subjetividad y
nuevas maneras de comportamiento.

Archivo Vivo
Este libro es un segmento delimitado del
Archivo Pedagógico de la Colonia, cuya búsqueda
se inició en 1978 y que implicó un recorrido por los
Archivos de Colombia, en Bogotá (Biblioteca Nacional
- Sala de libros Raros y Curiosos, Archivo General de la
Nación, Biblioteca de la Academia de Historia, Archivo
del Colegio de la Enseñanza, Archivo Colegio Mayor
del Rosario); Popayán (Archivo Central del Cauca y
Archivo Eclesiástico); Medellín (Archivo Histórico
de Antioquia); Tunja (Archivo Histórico); Mompox
(Archivo Notarial). Archivos de España, en Sevilla
(Archivo General de Indias); Madrid (Biblioteca del
Palacio Real, Archivo Histórico Nacional de España,
Real Academia de la Historia, Biblioteca del Monasterio
del Escorial, Biblioteca Nacional de España, Archivo
Histórico de Madrid, Biblioteca del Museo Pedagógico
José de Calazans); Simancas (Archivo de Simancas) y
Archivos de Venezuela en Caracas (Archivo General).
Algunos planes incluidos en esta edición fueron
publicados hace más de 30 años por Guillermo
Hernández de Alba en esa empresa monumental que
constituyó los “Documentos para la historia de la

30 Colección Bicentenario
educación en Colombia”, sin embargo, la mayoría de los
que aquí aparecen son de urdimbre inédita.

La puesta en circulación de estas piezas no


pretende solamente exhibir algunas joyas de archivo
o rarezas documentales, sino que su publicación
aspira dejar a los maestros un testimonio de la génesis
de algunas marcas que aún perviven en ellos; a los
investigadores de la educación una fuente que les permita
profundizar en aquello que -a veces obcecadamente-
asumen como común (la relación escuela-educación);
y a unos y otros el contacto íntimo con una masa
documental que ciertamente refiere un acontecimiento
importante, pero que sobre todo muestra un momento
en la configuración de esas formas que si bien ahora
se asumen como naturales, surgieron en circunstancias
históricas particulares y en respuesta a desafíos o
problemas específicos.

Un archivo de esta naturaleza no se encuentra


dado, su construcción artificiosa demanda tiempo,
rigurosidad, olfato investigativo para tener en cuenta
los deshechos, es decir, lo que no es evidente aunque no
esté escondido y que constituye un régimen de prácticas,
la espera sin horizonte de los acontecimientos. Lejos de
las ideologías y de las intencionalidades presento aquí
un fragmento de memoria viva cuyo acceso inscribe
cuerpos, negaciones, inmanencias y contingencias
del maestro y de la escuela pública en su emergencia
accidental.

El archivo se produce por fragmentos, su


descripción muestra las posibilidades de lo que se
puede y no se puede decir y de lo que se sale de nuestras
prácticas discursivas. La arqueología interroga la
descripción de lo que ya existe. Para el caso de este
trabajo describe los discursos sólo como prácticas,
es decir, aquello que se materializó a través de un
discurso (pedagógico, político, moral). Los planes en su

Colección Bicentenario 31
fragmentariedad implican, pues, una región privilegiada,
sus prescripciones despliegan posibilidades partiendo
de discursos que justamente acaban de dejar de ser los
nuestros.

Pretendemos, finalmente, conformar una


memoria de la escuela pública a través de estos
invaluables testimonios, los cuales nos muestran la
historicidad y el pasado de muchas de las técnicas y las
palabras que aún persisten en las aulas y en las formas
de enseñar, no inmutables, ciertamente, pero si quizá
portando parte de los significados y los usos estratégicos
con los que fueron configurados en su emergencia /17.

Una clasificación de los expedientes y planes


de escuela 18
Ya hemos indicado que los planes son la primera
figura distintiva de la escuela como realidad tangible.
Y aunque no constituyen el único testimonio de las
prácticas y los saberes que caracterizaron a las escuelas
de este momento histórico, se consideran la figura
17 Véase al respecto el interesante recorrido por la historia del aula y
varias de las formas de enseñanza hecho por Inés Dussel y Marcelo Caruso en su
obra La invención del Aula. Una genealogía de las formas de enseñar. Buenos
Aires: Ediciones Santillana, 1999.
18 Los planes y expedientes compilados en esta obra forman parte del
archivo pedagógico de la colonia, una colección documental sobre educación,
pobreza, policía, gobierno, escuela, maestro, métodos de enseñar, niños y peda-
gogía; documentos que se cruzan para hacer aparecer lo visible y lo decible de
un periodo histórico que comprende los siglos XVIII, XVIII y el primer tercio
del XIX. Si bien el archivo pedagógico contiene diversos tipos de documentos
históricos (expedientes, cartas, representaciones, informes, testimonios, autos y
vistos, minutas, bandos, edictos, reales cédulas, superiores decretos, libros, etc.),
hemos definido un conjunto de campos documentales con el propósito de agru-
par y clasificar la masa documental con base en criterios histórico-pedagógicos.
En este sentido, el campo documental se define como un conjunto de varios
tipos de documentos, pero referidos a una misma temática. La sistematización
de esta colección documental ha permitido el diseño de la Base de Datos ARPE
1, como fuente organizada de consulta que permite poner en contacto al maestro
colombiano con la cultura documental y genera nuevas fuentes de información
para el uso de investigadores, facultades de educación y centros especializados.

32 Colección Bicentenario
más importante a pesar de la relativa precariedad de
sus principios. Entre 1774 y 1821 se presentaron 30
planes, contando entre ellos algunos expedientes que
por sus características merecen –a nuestro juicio–
esta denominación. Ese número es significativamente
importante si tomamos en cuenta que recién se estaba
registrando la aparición de un hecho inédito.

Escritos casi siempre por curas párrocos, los


planes de escuela –generalmente contenidos en un
expediente /19– evidencian la compleja relación entre
los poderes civiles y eclesiásticos en el establecimiento
y la administración de la enseñanza de las primeras
letras.

A la luz de nuestro trabajo de investigación /20,


podemos decir en forma esquemática que en los planes
de escuela quedó atrapada, como en una red, una serie de
nociones que fueron conformando aquellos objetos que
convocaban la reflexión acerca de la enseñanza, y por lo
tanto, aquellos primeros objetos del saber pedagógico.
Como rasgo distintivo del plan escolar, el cual atraviesa
todos las piezas comprendidas en las ordenaciones
propuestas, destacamos la precisión –en algunos casos
minuciosa– de categorías espaciotemporales para
el ejercicio de la enseñanza. Casi invariablemente,
las tareas escolares están distribuidas en el tiempo y
19 El expediente colonial constituye el tipo documental no sólo más
frecuente sino distintivo de la época, en el que se anuda la dispersión de las prác-
ticas pedagógicas que recorren no sólo las escuelas, los colegios, los maestros y
la enseñanza, sino también otros espacios, sujetos y discursos no estrictamente
educativos. En un expediente se pueden reconocer diversos tipos de organismos
productores, ámbitos territoriales y variadas funciones y materias. El análisis de
los expedientes contribuyó para la descripción bibliográfica de los documentos
utilizados en este trabajo, en la cual se combinó de manera diferenciada Historia,
Bibliotecología, Archivística y Diplomática.
20 Este trabajo forma parte de un esfuerzo de poco más de treinta años.
Dentro de sus últimas elaboraciones se encuentra el proyecto Escuela pública y
saber pedagógico en Colombia. Finales del siglo XVIII y principios del XIX, el
cual fue financiado por el Centro de Investigaciones –CIUP de la Universidad
Pedagógica Nacional. A dicha iniciativa se deben en gran parte las reelaboracio-
nes y pesquisas que permitieron la realización de este libro.

Colección Bicentenario 33
para cada actividad se tiene establecido un horario: un
momento para iniciar labores, para rezar, para recreos,
para realizar ejercicios espirituales, y así sucesivamente,
hasta bosquejar los segmentos de lo que ya podríamos
denominar como jornada escolar, incluso, señalándose
en algunos casos los periodos de estudio y asueto a lo
largo del año, estableciéndose los primeros calendarios
escolares. Con la delimitación de ese nuevo espacio-
tiempo y la distribución en él de las actividades a
realizar, se comienza a reglar, a normalizar esa nueva
institución y las prácticas que en ella se llevan a cabo, y
de esta manera aparecen los reglamentos. En algunos
casos la mirada se dirige hacia el sujeto encargado de
la instrucción o a definir los procedimientos que debían
orientar esa práctica de enseñanza. Paulatinamente se
irá elaborando y estructurando un conjunto de pautas
para el disciplinamiento y la formación moral de los
individuos, un conjunto de elementos que permiten
avizorar una primera estructuración de la noción de
método.

En este proceso podemos identificar varios niveles


alrededor de los cuales hemos agrupado para su análisis
los planes de escuela. No hemos optado por un criterio
meramente cronológico al efectuar esta clasificación,
más bien partimos de un análisis de las características
de cada plan con el propósito de encontrar sus
especificidades prácticas. Admitimos desde luego la
precariedad y la arbitrariedad de toda clasificación,
el carácter vacilante y empírico de la instauración de
un orden de las cosas /21. Relacionando y aislando
contenidos concretos, evitamos dejarnos llevar por la
proliferación de cualidades y de formas. Como resultado
hemos identificado nueve grupos o “categorías
narrativas” dentro de ese proceso de constitución de un
saber pedagógico /22.
21 FOUCAULT, Michel. Las palabras y las cosas. Una arqueología de
las ciencias humanas. Buenos Aires, Siglo XXI Editores, 1968. p. 5.
22 Saber entendido como los primeros intentos de normatizar la prácti-
ca de la enseñanza y de configurar el estatuto del maestro.

34 Colección Bicentenario
1. Ya no estás en la casa
Podemos llamar la atención aquí sobre la
aparición de un tiempo y un espacio específico, cuya
configuración es una novedad. Mientras el artesano
convivía con el aprendiz, y la enseñanza operaba como
imitación, la escuela actuó de modo diferente, separó
la vida del trabajo y de la propia enseñanza desde un
dispositivo propio: la escolarización. La escuela empezó
así a modular su propio tiempo, convirtiéndose en un
sitio de saber y poder diferenciado de otros lugares
sociales: el hogar, el trabajo, la iglesia, la calle, etc. En
ella se dice ya no estás en la casa, o como sentenció el
Arzobispo-Virrey Caballero y Góngora, se consideraba
“…a los niños separados del seno y de la disciplina
de sus Padres, y colocados en el Seminario”23. Esta
parcelación de tiempos y espacios muestra ese rostro
que la constituyó como una de las instituciones
fundantes de la sociedad disciplinaria. Así, los primeros
intentos de normalización de la enseñanza dieron
lugar a la definición de ciertas estrategias para que la
escuela cumpliera con su cometido. La “adecuación”
del cuerpo y del espíritu de los niños para el trabajo
y la vida en sociedad, se fue apoyando en ejercicios
mecánicos, repeticiones y parcelaciones que entrenaban
a los menores en la administración de los tiempos y los
espacios, dotando, además, a la institución escolar de un
una singularidad que la diferenció de otros escenarios
de la enseñanza y, principalmente, de la vida privada.

La escuela como escenario exclusivo o particular


de la enseñanza fue apareciendo esporádicamente en
los discursos, principalmente en todos aquellos que
recomendaban la instrucción de los menores pobres
como el paliativo de las miserias y las necesidades del
Estado. En este proceso de edificación del espacio-
tiempo escolar, los planes contribuyeron enormemente
gracias a todo aquel conjunto de precisiones y
23 AGN: Colonia, Instrucción pública, t. 2, f. 206v.

Colección Bicentenario 35
recomendaciones por las que se fue objetivando este
nuevo lugar. Así, la escuela fue saliendo de aquella
bruma espesa de las menciones erráticas y difusas,
para emerger –lentamente por cierto– como una figura
tangible y real.

2. Modos de proceder
Diferenciado el espacio y el tiempo de la escuela,
los primeros rudimentos de formalización, regulación
y especificación práctica de aquel lugar dieron inicio
a un largo y azaroso proceso de constitución de un
orden disciplinar. Algunas de las primeras nociones de
ese periplo las podemos encontrar en los planes de
Lenguazaque y de la Escuela de pardos en Caracas,
y su nominación, quizá todavía difusa, expresa con
rusticidad y poca pretensión simples formas de
proceder en el establecimiento, el gobierno y la estadía
en esta nueva institución, las cuales sin embargo
empiezan a apuntalar unas primeras prácticas que
en lo sucesivo se considerarán propias o particulares
de la escuela de primeras letras. Se trata de un orden
meramente enunciativo y no conceptual ni sistemático,
corto todavía en cartografía racional, pero rico en
acotaciones y denominaciones fundantes del lenguaje
sobre la escuela.

3. Trazos de método uniforme para la escuela


de cartilla
Si bien el planteamiento de la necesidad de
universidad pública en el Nuevo Reino de Granada fue
un asunto que tuvo ciertos antecedentes, impulsados
sobre todo por las universidades fundadas en Lima
y México, muchos fueron los tropiezos que dieron al
traste con dicha iniciativa. Destacan especialmente los
obstáculos puestos por las órdenes religiosas, las cuales

36 Colección Bicentenario
reclamaban el privilegio –sustentado en las prebendas
papales– para expedir los títulos y regentar los estudios
generales. Este monopolio empezó a quebrarse con
motivo de la expulsión de la Compañía de Jesús.
Tal como aparece en una de las Reales Órdenes que
legalizaron dicha expatriación, por el desorden de los
estudios a los jesuitas se les imputó el mantener “en
si como estancada la instrucción”. Combatiendo el
privilegio que en todos los ordenes del cuerpo social
habían disfrutado los regulares de la Compañía, el
Fiscal de la Real Audiencia, Francisco Antonio Moreno
y Escandón, presentó en 1774 el “Método provisional
e interino de los estudios” para los colegios de Santa
Fe. El plan de Moreno y Escandón –como se vino a
conocer dicha propuesta– fue el centro de las disputas
por los estudios generales de finales del siglo XVIII y
comienzos del XIX, y constituye uno de los primeros
momentos de entronque entre ese tipo de instrucción
y la enseñanza de los primeros rudimentos en lectura
y escritura.

Sin duda, uno de los atributos más importantes


de este plan está en la comprensión de las implicacio-
nes sociales de la existencia de un método de estudio
unificado que pasara por las primeras letras, no sólo en
la idea de la educación como un objeto de extrema utili-
dad para el Estado, sino también en la formación de un
hombre virtuoso útil al Rey y a Dios. El nuevo método
de enseñanza es colocado como un elemento clave de la
política estatal para impulsar la prosperidad en las em-
pobrecidas colonias. Tal como se expresa en el mismo
plan, la organización de los estudios debía convertirse
en “…feliz principio de la ilustración del Reyno, con
que [hiciera] glorioso su gobierno, un inestimable ser-
vicio al Soberano y un beneficio a esta Republica” /24.
24 MORENO Y ESCANDÓN, Francisco Antonio. Método provisional
e interino de los estudios que han de observar los colegios de Santa Fe, por
ahora, y hasta tanto que se erige Universidad publica o su Majestad dispone otra
cosa. Santafé, Septiembre 12 de 1774. AGN: Anexo Instrucción Pública. Fols.
219-ss.

Colección Bicentenario 37
Con características similares, varios años
después, y por inspiración en el sabio Mutis, fue
formulado por el Arzobispo Virrey Caballero y Góngora
un nuevo plan para fundar universidad pública. En dicha
propuesta abundan los preceptos para la enseñanza,
dando continuación y extensión a aquello que en el plan
de Moreno era sólo la forma de un ideal, sugiriendo la
presencia más o menos definida de un saber pedagógico.
Este plan no sólo asumió la cátedra de primeras letras
como un elemento constitutivo del cuerpo de estudios,
sino que claramente intenta constituirse como patrón
de la enseñanza /25

4. La función del enseñante


Una de las principales particularidades de
la escuela que se configuró a finales del siglo XVIII,
fue la disposición del estatuto del maestro público. La
delimitación de sus características, de sus habilidades y
de sus funciones, así como el andamiaje jurídico-político
creado para su designación, claramente reflejan la
función de la escuela como una “máquina” generadora
de hombres útiles, su carácter esencialmente publico y
la nueva sensibilidad frente a los niños.

El proceso de secularización de la educación


que se inició a partir de la expulsión de los Jesuitas
de los dominios de España, fue gradualmente dando
origen a todo un andamiaje jurídico-administrativo
que regló el “magisterio de Primeras letras”. Dentro
de esa nueva normativa se hizo recurrente la figura del
maestro, la cual en muchos casos antecedía e incluso
sustituía a la de la escuela. La elección, el examen y el
nombramiento del maestro público –escenarios en los
que el Príncipe empezó a ostentar su potestad sobre
25 Ver MARTÍNEZ BOOM, Alberto y SILVA, Renán. Dos estudios so-
bre educación en la Colonia. Bogotá: Universidad Pedagógica Nacional, 1984.
p. 239 y ss.

38 Colección Bicentenario
la instrucción de la población– se convirtieron en las
principales manifestaciones de la nueva connotación de
la educación como un bien público, y condición esencial
para la erección de escuela.

En algunos planes y expedientes escolares


abundan detalles sobre el oficio del enseñante. El
maestro no sólo aparece como el interlocutor o
destinatario lógico de corpus metódico, como en el caso
del plan de Ubaté, sino que algunas veces obra como
autor y protagonista de muchas de estas memorias.
Como opositor o aspirante a la plaza de enseñante, tal
como se muestra en el expediente de la escuela de Río
Negro, solicitando la legalización de su título o el pago
de su salario, como se aprecia en los expedientes de la
escuela de Miguel Sierra en Santa Fe y en el de la escuela
de Cartago respectivamente, el maestro deja entrever
los bemoles de su oficio, la precariedad de su cargo y el
clamor por sus “urgencias” materiales y económicas.

5. Fondo de propios, estipendios y


subsistencias
La proliferación de la escuela por muchas
partes de la geografía del virreinato neogranadino y la
capitanía de Venezuela, el desorden en su instalación
y la carencia de los recursos para su funcionamiento,
fueron constantes en la historia de su emergencia. El
carácter de objeto público no lo definió su financiación
estatal sino su dirección y gobierno desde las
autoridades virreinales. En otros palabras, en este caso
lo público no se refiere a gratuidad sino a la injerencia
e intervención de distintas instancias estatales en los
controles sobre la creación o el funcionamiento de la
escuela, por ejemplo, a través de la producción de actos
legislativos, la expedición de títulos para los maestros o
incluso la sanción de lo que podía o no enseñarse, con lo

Colección Bicentenario 39
cual el Estado cumplió una función múltiple: coactiva y
reactiva.

Al no tener definido el modo de subsistencia


de la escuela, abundan diversidad de iniciativas de
particulares que van desde el pago del estipendio del
maestro por parte de los padres hasta la asignación
de algunos fondos locales como ayudas marginales. A
pesar de la intervención estatal en los asuntos de la
escuela, nada impedía la posibilidad de que el vecindario
contribuyera –en algunos casos– con la mayoría de los
recursos para su creación y sostenimiento. Sin embargo,
estaba por resolverse la manera regular como debería
en el futuro garantizarse su permanencia.

Luego del decreto del 30 de abril de 1790, por


el cual el virrey Ezpeleta impartió la orden de procurar
la erección de escuelas públicas en todos los cabildos,
se inició una cierta regularidad en la consecución de
los recursos para el sostenimiento de los lugares de
enseñanza. En efecto, el Virrey dictaminó que para ello
se destinase una parte del producto anual de Propios,
aquellas rentas producidas por los bienes y propiedades
(casas, potreros, solares, haciendas, etc.) de los pueblos
y ciudades, las cuales eran entregadas en alquiler. Esto
no significó que la falta de recursos para las escuelas
se hubiese resuelto como problema. El reclamo de los
fondos para los gastos que ella demandaba, evidente
principalmente en el pago del estipendio o salario de
los maestros, evidencia una complejidad de prácticas
en la que muchas veces las carencias y limitaciones se
imponían.

Tras la expulsión de los jesuitas de las


colonias españolas, las escuelas creadas como legados
testamentarios pasaron a ser sustentadas por la Junta de
Temporalidades. La escuela del Colegio de los jesuitas
en Popayán, creada “según la final disposición de Don
Manuel de Vivar, de la cantidad de seis mil pesos”,

40 Colección Bicentenario
siguió funcionando tras la expulsión, aunque con la
expresa disposición de dotarla de un maestro secular
al que se le debían “pagar por el trabajo doscientos
patacones, que en cada año [había] de percibir de las
temporalidades de [esa] ciudad” /26. Después de 1770,
con la restructuración del aparato burocrático tras la
sanción de las Ordenanzas de Intendentes, la fundación
de escuelas de primeras letras, y particularmente el pago
de los maestros, quedó en teoría regulado por las leyes
municipales, la cuales, emulando las experiencias del
virreinato de Nueva España /27 estipulaban que al menos
“en los lugares cabeza de provincia se establecieran
escuelas públicas, asignando para dotaciones [las
rentas] de propios y arbitrios de los pueblos” /28.

Las fuentes de financiación podían ser


insospechadas. Entre muchos ejemplos, podemos
referenciar que el sostenimiento económico del maestro
podía depender, como en el caso de la escuela de Ubaté,
del “arrendamiento de un potrero” /29 o, como en
26 ORTEGA, José Ignacio. [Nombramiento de Bartolo de los Arcos
como maestro para la enseñanza de los niños en la escuela del Colegio de los
regulares jesuitas en Popayán]. Popayán, 31 de octubre de 1769. Archivo Ecle-
siástico de Popayán, Libro D 4, Documento 5. 2 folios.
27 En el caso del territorio novohispano, Dorothy Tanck señala que la
disposición legal que empezó a regular el establecimiento de escuelas, y que
dio pie a la proliferación de establecimientos educativos, fue la Ordenanza de
Intendentes, en cuyo articulado se dispuso el pago de maestros con fondos de las
cajas comunales. Particularmente, el artículo 34 rezaba: “…que se establezcan
en todos los pueblos de indios de competente vecindario escuelas de primeras
letras en que se les instruya de los misterios de nuestra fe y enseñe a leer, escribir
y contar sin estipendio alguno a los indios”. Reglamento de Tala, 1 de julio de
1796. Colección de acuerdos, 1868, vol 2, pp. 307-308, 314-315. En: TANCK
DE ESTRADA, Dorothy. Pueblos de indios y educación en el México colonial.
México: El Colegio de México, 1999. p. 206.
28 SALGAR, Felipe. [Plan de una escuela de primeras letras para la
ciudad de San Juan de Girón, presentada por el Doctor Felipe Salgar, cura de esa
ciudad]. Girón, mayo 16 de 1789. En: [Expediente sobre aprobación de Plan de
Escuela y nombramiento de maestros en la ciudad de San Juan de Girón]. AGN:
Colonia, Colegios, T. 2, Fols. 959-960.
29 AMAYA, Luis. [Luis Amaya, maestro de escuela de Ubaté, deman-
da el pago de sus sueldos]. Ubaté, abril 30 de 1799. AGN: Colonia, Colegios, T.
5, Fol. 17.

Colección Bicentenario 41
Mompox, del cultivo de un “requio de hortaliza” en el
patio de la escuela y aún con la ayuda de los alumnos
mismos /30. Cuando en los pueblos, villas o lugares
carecían por completo de expensas de propios o algún
otro fondo, el maestro de escuela debía subvencionarse
“por cualesquier precosto según la comodidad” de sus
alumnos. Al igual que los preceptores y pensionistas,
podía fijar tarifarios en dinero o en especie para alcanzar
a reunir un “corto pre” /31 que le permitiera sobrevivir.
Ese era el caso del maestro Joseph Bosi, “chapetón
español” encargado de la escuela del pueblo de Monguí,
quien por la extrema pobreza del vecindario padecía “…
muchas escaseces [e] incomodidades, por no alcanzarle
lo que [sufragaba] para poder alimentarse aún en la
forzosa y precisa manutención” /32. En algunos casos
el salario del maestro se constituía de una renta que
podríamos denominar mixta, al asignársele un pago
anual con dineros públicos y permitírsele al mismo
tiempo fijar cuotas periódicas a los padres de algunos
de los menores. El maestro de Ubaté, quien recibía
estipendio de 150 pesos al año por educar a los niños
“naturales”, podía cobrar a “…los vecinos blancos
que estaban en la escuela juntamente con los yndios,
en cada semana un quartillo, o unos dos huevos como
única contribución para [su] sustento” /33. En iguales
circunstancias encontramos al maestro José Miguel
Álvarez del Pino de la escuela de Rionegro, quien ofreció
rebajar su salario por año a “ciento cinquenta patacones
30 s. a. [Expediente formado sobre una representación anónima que
se firma en Santa Cruz de Mompox, haciendo evidente que el maestro Agus-
tín Vidales es inútil e incapaz para la enseñanza, y de muy malas costumbres].
Mompox, Enero 23 de 1793. AGN: Sección Colonia. Fondo Milicias y Marina.
T. 128, Fol. 63v.
31 Pre: socorro diario que se da a los soldados. Panléxico, Dioccionario
Universal de la lengua Castellana. Por don Juan de Peñalver. Tomo II Madrid:
Imprenta de Don Ignacio Boix , 1843. p. 605.
32 NIETO, Santiago. Sobre el cumplimento del maestro de Monguí.
Monguí, 19 de abril de 1791. AGN: anexo Instrucción Pública, T. 3. fol. 195.
33 [Expediente promovido por Don Josef Boni, maestro de escuela del
pueblo de Ubaté, sobre que el padre cura de dicho pueblo le niega la iglesia para
que recen la doctrina los niños]. Ubaté, Septiembre 8 de 1792. AGN: Colonia,
Colegios, T. 5, Fol. 59.

42 Colección Bicentenario
de las rentas de propios”, comprometiéndose “…a no
llevar a ningún padre de los niños, aunque [fuera]
conocidamente rico, mas que seis reales por mes por
cada uno; a los de regular caudal a quatro reales, a los
pudientes a dos reales y a los no pudientes de balde” /34.
Explicitó toda esta cartografía para llamar la atención
sobre aquellos planes y expedientes que enfatizan su
contenido en la narrativa del estipendio y las rentas.

6. Labores de mano y virtud


Aunque las escuelas destinadas para la
instrucción de las niñas fueron más la excepción que la
norma, estos planteles tenían su propia organización y
distribuían autónomamente el tiempo, las actividades,
34 ÁLVAREZ DEL PINO, José Miguel. [Presentación de José Miguel
Álvarez del Pino como aspirante a maestro de primeras letras]. En: Expediente
Arma de Rionegro: oposición de maestros a la escuela de primeras letras. Rione-
gro-Santa Fe, 16 de diciembre de 1806-22 de junio de 1808. Biblioteca Nacional
de Colombia, Sala de Libros Raros y Curiosos. Protocolo, Instrucción Pública.
Fol. 433. Una licencia similar a esta es librada a favor de Don Miguel Sierra y
Quintano, maestro de la Parroquia de las Nieves en la Capital. En el expediente
de erección de esta escuela se aclara que aunque su “objeto principal [es] educar
a los niños pobres bajo la condición de gratuitos”, el maestro podía “recibir
algunos pensionistas” aunque sin hacer “ninguna distinción o preferencia [entre
ellos], pues con igual esmero ha de enseñar a los unos que a los otros. [Expedien-
te formado sobre la creación de una escuela de primeras letras en el barrio de Las
Nieves, aprobación de las ordenanzas que la han de regir y su conveniencia para
uniformar la enseñanza impartida en la escuela pensionista del maestro Sierra
Quintano]. Santafé, enero-octubre de 1809. AGN: Anexo Instrucción Pública, T.
4, Fols. 382-382v. Otro caso que podemos mencionar para mostrar ese tipo de
sustentación del maestro con fondos públicos y contribuciones particulares, es
el de la escuela de San Juan Girón, en cuyo expediente de aprobación se expresa
que aquella ciudad contaba con “proporción para establecer una escuela formal;
pues por ciento y cincuenta pesos que se le [señalaran] de propios, y lo que [con-
tribuyeran] los niños (en esta forma: dos reales mensuales los ricos y uno los de
mediano pasar) sin pensionar a los pobres en cosa alguna, [podía] componerse
una dotación suficiente a remunerar competentemente un Maestro de primeras
letras examinado y aprobado”. ANDINO, Estanislao. [Concepto de señor Fis-
cal, recomendando un límite mensual en lo que deben pagar los niños y que el
cabildo fije edicto llamando opositores]. Santa Fe, noviembre 30 de 1789. En:
[Expediente sobre aprobación de Plan de Escuela y nombramiento de maestros
en la ciudad de San Juan de Girón]. AGN: Colonia, Colegios, T. 2, Fol. 996v.

Colección Bicentenario 43
los contenidos y las formas de enseñanza. Si la escuela
de primeras letras es un fenómeno tardío, mas aún lo
es la educación femenina, que no sólo brillaba por su
ausencia en la instrucción de las primeras letras sino
incluso en la práctica evangelizadora, donde la mujer
estaba totalmente excluida, con excepción quizá de las
niñas españolas pobres –en algunos casos mestizas– a
las que se permitía el ingreso a monasterios (llamados
colegios) en los que les enseñaban las labores y los
oficios propios de su condición femenina. En los
planes contenidos en esta categoría (el expediente del
Colegio de la Enseñanza y el plan de la escuela creada
por Don Pedro de Ugarte) se evidencia una formación
encaminada a fomentar los preceptos morales propios de
la mujer cristiana y virtuosa (tales como la virginidad,
la honestidad y el respeto a los mayores), así como
en el rechazo de la vanidad y la ociosidad, al tiempo
que se les instruía en los principios básicos de la vida
civil y doméstica, “las labores de mano del gobierno
de una casa” como coser, cocinar, chocolate, lavadero
y limpieza.

7. Hacia una sola voz


Esta categoría comprende las escuelas de cas-
tellano cuya fundación tenía como propósito exclusivo
erradicar las lenguas aborígenes en algunas regiones.
Para las autoridades metropolitanas, una de las formas
de “remediar las torpes culpas que [cometían] los in-
dios con su ociosidad y embriaguez” /35, era estable-
ciendo escuelas del idioma castellano en los Pueblos de
Indios de sus distritos. En cédula del 22 de noviembre
de 1779, el Rey conminó a todos los gobernadores de
las Indias a prohibir el uso de las lenguas nativas y es-
tablecer las escuelas de lengua castellana “…para que
35 Instrucción de lo que Don Ramón García León y Pizarro ha de obser-
var y guardar en el uso y exercicio del Gobierno de Guayaquil en el distrito de la
Audiencia de Quito que se la concedido. Noviembre 22 de 1779. AGN: Reales
Cédulas y Ordenes, T. 24, Fols. 557-660v.

44 Colección Bicentenario
en ellas [aprendieran] á leerle, escribirle, y hablarle”,
designando para ello “Maestros en quienes [concurrie-
ran] la christiandad, suficiencia, y buena conducta que
se requiere para tan útil, y delicado ministerio” /36. Los
burgomaestres tenían que reservar el salario para es-
tos preceptores, indicando el origen o la naturaleza de
los fondos, o proponiendo los medios o arbitrios para
conseguirlos, y disponer “que en los Conventos, en los
Monasterios, y en todos los negocios judiciales, extra-
judiciales, y domésticos” no se hablara lengua diferente
al castellano, comprometiendo en ello a “las Justicias,
Prelados, Amos, ó Patrones de las casas” /37.

Para dotar las escuelas, la monarquía sugirió


que los pueblos que no tuviesen “bienes ni arbitrios con
que costear los indispensables gastos de ellas”, tomaran
los salarios de los maestros y demás asignaciones
de “los caudales de la Caja General de Censos”. Las
poblaciones que carecían de este beneficio, podían
separar “un pedazo competente de tierra” para que fuera
sembrado y cultivado por la Comunidad. Igualmente,
donde hubiese “abundancia de ganados”, los indios
podían contribuir con una o más cabezas, “según sus
facultades, para que cuidando de ellos, se [hiciera]
un competente fondo, con cuyo producto, y el de las
siembras y cosechas, se [satisficieran] los costos de las
Escuelas” /38. Los jerarcas católicos, por intermedio
de los curas, quedaron obligados a persuadir “a los
padres de familias por los medios más suaves y sin
usar de coacción”, para enviar a sus hijos a las escuelas,
ilustrándolos sobre “la conveniencia y utilidad de que
los niños [aprendieran] el Castellano para su mexor
36 Real cédula para que Don Ramón García León y Pizarro, Goberna-
dor de la Provincia de Guayaquil, cuide en la forma que se expanda el estableci-
miento de Escuelas y uso del idioma castellano. Noviembre 22 de 1779. AGN:
Reales Cédulas y Órdenes, T. 24, Fol. 556-556v.
37 Ibidem.
38 Real Cédula para los presidentes de Audiencias, Arzobispos y Obis-
pos de Indias sobre advitrios y rentas dedicados a la enseñanza del idioma cas-
tellano en los pueblos de Indios. San Lorenzo, 5 de noviembre de 1782. AGN:
Sección Colonia, Fondo Colegios, folios. 653-654v.

Colección Bicentenario 45
instrucción en la Doctrina Christiana, y trato civil con
todas las gentes” /39.

En el Nuevo Reino de Granada, a comienzos del


siglo XIX las autoridades de algunos de los pueblos de
la Provincia del Citará y Nóvita, con el apoyo de los
“mandones”, presentaron a consideración del gobierno
central en Santa Fe sus modelos organizativos en
constancia con la política estatal sobre la enseñanza de
la lengua española y la religión, bajo la modalidad de
“escuelas de lengua castellana”.

8. Un orden reglamentario
La casi totalidad de los planes que hacen parte
de este apartado fueron formulados después de los
acontecimientos de la Independencia. Sin embargo, casi
ninguno de ellos establece una relación fundamental
con dicho acontecimiento político, por tanto no hay
causalidades directas y reductoras con ese tipo de
practicas ni una línea sucesiva y uniforme que las
ligue tan directamente, como algunas comprensiones
historiográficas han pretendido, buscando dar
explicaciones tranquilizadoras. De todas maneras,
tampoco se puede afirmar categóricamente que entre
el hecho independista y aquellos reglamentos haya una
separación total y soberana del discurso sobre la escuela,
en particular en el decreto sobre establecimiento de
escuelas públicas en la Nueva Granada de 1821 existen
algunas lejanas alusiones al carácter republicano de las
escuelas aunque los contenidos de la enseñanza no varían
en lo sustancial. Sus vínculos, aunque tenues, se pueden
observar en la referencia a la república y el rechazo a
toda forma de gobierno que suponga un rey o soberano,
o en la indicación que se hace de ciertos catecismos
políticos en los que se clama por la soberanía, incluso
en las Ordenanzas municipales de Caracas de 1821 se
39 Ibidem.

46 Colección Bicentenario
sigue nombrando al monarca español como patrono de
las escuelas. Los acercamientos sin embargo no tienen
como fin revelar grandes continuidades.

En estos planes y expedientes es más claro el interés


por normatizar las actividades escolares en general
y del maestro en particular. Con ellos se ordena la
práctica docente, la práctica pedagógica y se bosqueja
el estatuto del sujeto de la enseñanza. La pródiga
disposición de prevenciones y regulaciones en este
tipo de documentos, los acercan más en su forma a los
reglamentos. Consideramos también aquellos planes
sancionados por ordenanza o acto legislativo como de
obligatoria observancia.

9. Un modelo de gobierno de la escuela


Los objetos escritos que se agrupan en esta
categoría hablan de una escuela en la que además de
limitar y precisar sus contornos, se ahonda y establece,
con gran detalle, los modos de proceder del sujeto
enseñante, el establecimiento de nuevas disposiciones
de los cuerpos escolares y una pléyade de indicaciones
puntuales sobre las cosas a enseñar y practicar. El
primero de los rasgos característicos de estos objetos
es la disposición de unos procesos en los que se gana
en precisión y por los que pasamos de unos tiempos
y espacios generales de la escuela a unas formas más
específicas y delineadas. Entre otras cosas, se especifica
la forma y ubicación del aula, su uso, su función, las
divisiones que incluye lo mismo que se separan los
tiempos para aprender de los tiempos para el recreo lo
que nos hace pensar que la escuela es ya un referente
específico. Aparecen también en estos planes detalles
minuciosos acerca de los modos de proceder del
maestro que remiten a aspectos morales, físicos, o de
comportamiento casi prescriptivos de su quehacer:
manuales de enseñanza que señalan los pasos a seguir,

Colección Bicentenario 47
las formas de hacer las planas, en fin, la cotidianidad de
las prácticas en la escuela. Estas disposiciones muestran
en su practicidad una lógica del gobierno de las escuelas,
que en documentos como el de San Juan de Girón
modelan una normativa para la dirección y beneficio de
la escuela pública. La simple orden virreinal de erigir
estos planes en modelos de otras escuelas de primeras
letras pone en evidencia una positividad gubernativa
que gana en especificidad y cuya expresión numeral y
articulada, en el escrito propuesto por Felipe de Salgar,
resulta de lo materializado en aquellos espacios y no al
contrario.

Encontramos aquí expuestos los criterios de


cierta uniformidad, a la manera del modelo que reafirma
el principio de autoridad del Rey y el carácter público de
la instrucción. Es más, se establece un marco normativo
para la adopción de un modelo general que unifique las
escuelas: el maestro debe “…sujetarse a un plan que se
forme al efecto (…) [el cual] deberá ser sencillo y común
a todas las escuelas, habrá de reducirse a prescindir la
enseñanza de los principios de la religión, instruyendo
a los discípulos primeramente en lo que se debe creer y
después en los motivos de esta creencia” /40.

40 AGN: Instrucción Pública. Tomo IV, f. 378v.

48 Colección Bicentenario
Bibliografía
Fuentes primarias

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José Miguel Álvarez del Pino como aspirante a maestro
de primeras letras]. En: Expediente Arma de Rionegro:
oposición de maestros a la escuela de primeras letras.
Rionegro-Santa Fe, 16 de diciembre de 1806-22 de junio
de 1808. Biblioteca Nacional de Colombia, Sala de Libros
Raros y Curiosos. Protocolo, Instrucción Pública.

AMAYA, Luis. [Luis Amaya, maestro de escuela de


Ubaté, demanda el pago de sus sueldos]. Ubaté, abril 30
de 1799. AGN: Colonia, Colegios, T. 5.

ANDINO, Estanislao. [Concepto de señor Fiscal,


recomendando un límite mensual en lo que deben pagar
los niños y que el cabildo fije edicto llamando opositores].
Santa Fe, noviembre 30 de 1789. En: [Expediente sobre
aprobación de Plan de Escuela y nombramiento de
maestros en la ciudad de San Juan de Girón]. AGN:
Colonia, Colegios, T. 2.

“Discurso sobre la educación: reflexiones sobre la


educación pública [acompañada de un Plan de una escuela
patriótica]”. En: Semanario del Nuevo Reino de Granada.
Santafé de Bogotá. Nº 9-15 (28, feb., - 10, abr., 1808).

[Expediente promovido por Don Josef Boni, maestro de


escuela del pueblo de Ubaté, sobre que el padre cura de
dicho pueblo le niega la iglesia para que recen la doctrina
los niños]. Ubaté, Septiembre 8 de 1792. AGN: Colonia,
Colegios, T. 5.

[Expediente formado sobre la creación de una escuela de


primeras letras en el barrio de Las Nieves, aprobación

Colección Bicentenario 49
de las ordenanzas que la han de regir y su conveniencia
para uniformar la enseñanza impartida en la escuela
pensionista del maestro Sierra Quintano]. Santafé, enero-
octubre de 1809. AGN: Anexo Instrucción Pública, T. 4.

Instrucción de lo que Don Ramón García León y Pizarro


ha de observar y guardar en el uso y exercicio del
Gobierno de Guayaquil en el distrito de la Audiencia de
Quito que se la concedido. Noviembre 22 de 1779. AGN:
Reales Cédulas y Ordenes, T. 24, Fols. 557-660v.

MORENO Y ESCANDÓN, Francisco Antonio. Método


provisional e interino de los estudios que han de observar
los colegios de Santa Fe, por ahora, y hasta tanto que
se erige Universidad publica o su Majestad dispone
otra cosa. Santafé, Septiembre 12 de 1774. AGN: Anexo
Instrucción Pública.

NIETO, Santiago. Sobre el cumplimento del maestro


de Monguí. Monguí, 19 de abril de 1791. AGN: anexo
Instrucción Pública, T. 3.

ORTEGA, José Ignacio. [Nombramiento de Bartolo


de los Arcos como maestro para la enseñanza de los
niños en la escuela del Colegio de los regulares jesuitas
en Popayán]. Popayán, 31 de octubre de 1769. Archivo
Eclesiástico de Popayán, Libro D 4, Documento 5.

Real cédula para que Don Ramón García León y Pizarro,


Gobernador de la Provincia de Guayaquil, cuide en la
forma que se expanda el establecimiento de Escuelas y
uso del idioma castellano. Noviembre 22 de 1779. En:
AGN: Reales Cédulas y Órdenes, T. 24.

Real Cédula para los presidentes de Audiencias,


Arzobispos y Obispos de Indias sobre advitrios y rentas
dedicados a la enseñanza del idioma castellano en los
pueblos de Indios. San Lorenzo, 5 de noviembre de 1782.
En; AGN: Sección Colonia, Fondo Colegios.

50 Colección Bicentenario
s. a. [Expediente formado sobre una representación
anónima que se firma en Santa Cruz de Mompox,
haciendo evidente que el maestro Agustín Vidales es
inútil e incapaz para la enseñanza, y de muy malas
costumbres]. Mompox, Enero 23 de 1793. AGN: Sección
Colonia. Fondo Milicias y Marina. T. 128.

SALGAR, Felipe. [Plan de una escuela de primeras letras


para la ciudad de San Juan de Girón, presentada por el
Doctor Felipe Salgar, cura de esa ciudad]. Girón, mayo
16 de 1789. En: [Expediente sobre aprobación de Plan de
Escuela y nombramiento de maestros en la ciudad de San
Juan de Girón]. AGN: Colonia, Colegios, T. 2.

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Colección Bicentenario 53
Imágen 2

Expedientes y planes de escuela


en Colombia y Venezuela
1774-1821
1. Ya no estás en la casa…
Colección Bicentenario 55
Imágen 3

56 Colección Bicentenario
Fundación y establecimiento
de la escuela de Christo
que fue de la Compañía 41
Popayán, 13 de febrero de 1781.

Ilustrísimo Señor:

El Doctor Don Juan Mariano Grijalba cura


rector de esta santa iglesia catedral como más haya
lugar en derecho =paresco ante vuestra señoría
Ilustrísima y digo: Que en cumplimento de lo resuelto
por el Rey Nuestro Señor (que Dios guarde) a consulta
de su consejo en el extraordinario y consiguiente
al orden comunicado por el Ilustrísimo Señor Don
Manuel Ventura de Figueroa Gobernador de dicho
Consejo sobre que la iglesia catedral =quedando a su
beneficio varios principales dedicados al culto divino en
dicha iglesia a su destino asignándoles los principales
correspondientes para el cumplimiento de sus cargas
a acuerdo de 22 de octubre del año pasado de 1778 y
como entre dichos principales /42 está comprendido
41 AEP: Seminarios y Colegios. 1780-1789. Carpeta s. f.
42 Principales: En las obligaciones y contratos el capital impuesto a
censo o a réditos. Panléxico, Dioccionario Universal de la lengua Castellana.
Por don Juan de Peñalver. Tomo II Madrid: Imprenta de Don Ignacio Boix ,

Colección Bicentenario 57
uno de ochocientos y doce pesos para misiones o
sermones morales que se deberían hacer en esta ciudad
y comarca y otro de 1.000 pesos perteneciente a la
escuela de christo que tenían los expresados regulares.
Hallándose extinguida dicha escuela o congregación
conforme a lo dispuesto en la colección de reales
providencias y no siendo posible costearse con el corto
rédito de los ochocientos pesos las misiones populares
lo hago presente a vuestra señoría ilustrísima a fin de
que se sirva de conmutar el destino de estos principales
conforme a lo prevenido en las mismas reales
providencias teniendo consideración a la misma iglesia
en las cuales sin embargo de las escaceses de sus fondos
el grande el concurso del vecindario a las frecuencias
de sacramentos y pasto espiritual como es notorio y
comúnmente a vuestra señoría ilustrísima. Y sin otra
intención que las de indicar a vuestra señoría ilustrísima
lo que en cuenta del ministerio parroquial me parece
más necesario pongo presente que del establecimiento
de una escuela de christo conforme a la institución
del Señor Phelipe Neri /43 en las iglesias parroquiales
de este reyno (a excepción de esta ciudad) y en el del
Perú cuyos exercicios cotidianos sustancialmente están
reducidos a la orientación elemental, doctrina y lección
espiritual que se experimentan los mejores frutos de
reforma en las costumbres. Y como esta útil escuela
libre de las circunstancias que lleva las congregaciones
de dichos regulares, nata tengo que no sea conforme
a las reales providencias que disponen la extinción
de aquellas congregaciones y que purgadas de todo
1843. p. 612.
43 Felipe Neri (1515-1595), también conocido como el Apostol de
Roma, fue un catequista y sacerdote italiano, quien ingresó al santoral católico
tras ser canonizado por el papa Gregorio XV en 1622. San Felipe fue fundador
de varias hermandades y asociaciones dedicadas exclusivamente a la oración,
entre ellas la Congregación del Oratorio en 1575, la cual no sólo buscaba la
salvación de las almas sino también la instrucción de la juventud. De ese modelo
replicaron y adaptaron las llamadas Escuelas de Cristo, instituciones dedicadas
a ejercicios para el aprovechamiento espiritual y el cumplimiento de la voluntad
de Dios. En España las primeras Constituciones de la Escuela de Cristo fueron
aprobadas en 1653.

58 Colección Bicentenario
vicio se establezcan las necesarias al bien espiritual
con observancia de las reglas del derecho, podría ser
un establecimiento de muy grande utilidad en esta
ciudad en donde no hay ningún establecimiento de
muy grande utilidad en esta ciudad en donde no hay
ningún equivalente al diario exercicio espiritual de
dicha escuela, sin embargo de que en el censo de los
mil ochocientos pesos indicados no es suficiente para
los precisos gastos de dicha escuela sin pensionar en
nada insistir para que no se retraigan de la asistencia.
Y aunque a favor de la escuela de christo que tenían
los regulares se halla también otro principal de 1.000
pesos en el concurso de acreedores a los bienes de Don
Juan Álvarez difunto, siendo esta una causa dilatada
por tantos años en que concurren muchos acreedores
con derecho de preferencia parece que no tendrá efecto
las soluciones de dicho principal y sus réditos el cual
debe igualmente comprenderse en la conmutación
necesaria en el caso de que se recauden. Y para que
en vista del acuerdo de la Real Junta resuelva vuestra
señoría ilustrísima lo que tuviere por conveniente
manifiesto del adjunto testimonio para que quedando
copia del dicho acuerdo en este expediente se sirva
vuestra señoría ilustrísima de mandar se me devuelva
para otros efectos. En esta atención a Vuestra señoría
Ilustrísima pido y suplico se me sirva de conmutar el
destino de los censos expresados o determinar lo que
pareciere más de justicia y etc.

Juan Mariano de Grijalba.


Popayán y agosto seis de 1780.
Por presentada con los documentos que se
refieren. Vista al procurador fiscal Excelentísimo (hay
una rúbrica.

ante mí

Manuel Antonio González Velasco.

Colección Bicentenario 59
Ilustrísimo Señor:

El promotor fiscal eclesiástico a esta vista


dice: que ha reconocido este expediente en que el
Doctor Don Juan Mariano Grijalba, cura rector de esta
santa iglesia catedral, para el mejor desempeño de su
parroquial ministerio y como a quien se la ha asignado
la iglesia que era de los regulares extinguidos, desea
dar con abundancia el pasto espiritual a sus fieles, para
cuyo efecto pretende el que Vuestra Señoría Ilustrísima
usando de las altas facultades que para el efecto de
conmutaciones de principales piadosos, que estaban a
cargo de dichos regulares concede S. M. a los señores
obispos en la real colección de órdenes conmute el
principal de ochocientos doce pesos que tenían los
regulares con el destino de hacer misiones populares
o sermones morales, al piadoso y utilísimo destino
de establecer una escuela de christo en dicha iglesia
con otros mil pesos que con este fin tenían dichos
religiosos.

No tiene el fiscal necesidad de encarecer


la utilidad de este establecimiento porque ya la
experiencia de la práctica de este exercicio en los
lugares en que está establecida esta escuela ha dado
a conocer el copioso fruto que se logra y por esto le
parece al fiscal que puede Vuestra Señoría Ilustrísima
hacer las conmutaciones que se pide en los términos
que propone dicho cura rector mayormente cuando es
tan escaso el producto de los ochocientos doce pesos
que ningún eclesiástico podrá dedicarse al ministerio
de las missiones y quedará sin efecto esta imposición
que tendrá ya muchos y gloriosos con la aplicación
que se solicita, sobre todo Vuestra Señoría Ilustrísima
proveerá lo que sea su justa proposición.

Agosto 8 de 1790.

60 Colección Bicentenario
Doctor Rubianes

Rubricado

Popayán, octubre 10 de 1787

Vista la representación del cura rector y lo


expuesto por el procurador fiscal eclesiástico: en
atención a la necesidad notoria que hay en esta ciudad
de un exercicio cuotidiano espiritual y la contestable
utilidad que se experimenta por la reforma de
costumbres en los pueblos donde se hayan establecidas
semejantes escuelas de oración que los capitales de que
hace mención están especialmente destinados a este fin
y que el de ochocientos pesos fundado para missiones
populares no es suficiente de ningún modo para que
con sus réditos se verifiquen dichas funciones por cuya
razón verisímilmente los regulares de la compañía
extinguida no executaron desde el año pasado de 1775
cuyo fin sustancialmente se logra con el establecimiento
de la escuela propuesta y que las constituciones
formadas por el Vuestro siervo de Dios don Juan de
Palacio nada tiene que no sea conforme a las reglas
de una moral sana y a la justicia de las leyes. Usando
de las facultades que en estos casos nos competen
concedemos al expresado cura rector la licencia que
desea para establecer la escuela de christo diaria en la
iglesia parroquial que fue de la compañía extinguida
bajo el título y protección de la Inmaculada Concepción
de la Virgen María de Nuestra Señora del glorioso
apóstol San Juan Evangelista y San Felipe Neri con las
constituciones citadas de Vuestro siervo de Dios don
Juan de Palacios. Y en cuanto toca a nuestra jurisdicción
ordinaria eclesiástica conmutamos y aplicamos los
capítulos de que se hace mención con los ochocientos
pesos de missiones circulares a la escuela dicha de
christo, todo con la calidad de por ahora y entretanto
que se apruebe por el supremo consejo de las Indias

Colección Bicentenario 61
a donde se remitirá testimonio agregándose el de las
constituciones citadas con el informe correspondiente.
Y para mayor consuelo espiritual concedemos licencia
para que un día de cada semana se tenga la oración con
el santísimo sacramento descubierto y concedemos
también cuarenta días de indulgencia a todos los que
concurran a dicha escuela en cada día.

El Obispo de la Diócesis

ante mi
Manuel Álvarez de Velasco.

Distribución que se observará en esta


Escuela de Primeras Letras
Por la mañana
Antes de las seis se recogerán todos los niños
en la escuela para ir en comunidad a oír la misa de seis
a la iglesia del colegio.

Después de misa hasta las ocho se irán a


desayunar.

Desde las ocho hasta las diez y media leerán,


escribirán, darán lecciones y planas.

De las diez y media a las once se enseñará la


tabla recitándolo un niño en voz alta para que los demás
la sigan.

A las once se irán a sus casas y cuidará el


maestro que salgan con silencio y compostura.

Por la tarde
A las dos entrarán a la escuela a leer, escribir,
dar cuentas y lecciones hasta las cuatro y media.

62 Colección Bicentenario
De las cuatro y media a las tres cuartos rezarán
el catecismo que el señor cura rector ha distribuido en
esta ciudad.

De los tres cuartos a las cinco rezarán un


tercio de rosario y se irán a sus casas observando la
advertencia hecha arriba.

Los sábados por la tarde rezarán el texto de la


doctrina con su explicación del padre Astete, desde las
dos hasta las tres y cuarto, tomando el maestro quenta
a cada uno de la parte de doctrina que para cada sábado
se señalase. Se enseñará también el a udar [sic] a misa
y les instruirá reglas de política y buena crianza.

A las tres y media se rezará un tercio de rosario


y se irán a sus casas.

Distribución Extraordinaria

Los primeros domingos del mes confesarán y


comulgarán todos los que estuvieses [sic] capaces de
ello, lo que se encarga mucho al maestro que cele pues
de cuidarse la juventud con este arreglo fundado el
temor de Dios pende después el buen concierto de la
República.

Cuando entre semana hubiere día de fiesta se


reemplazará con la mañana del jueves que de no haber
fiesta entre semana será vacante.

Popayán. 13 de febrero de 1781

Colección Bicentenario 63
El Doctor Francisco José de Caldas, Padre
General de Menores del Cabildo de Popayán,
propone al Gobernador y Comandante General
de la Provincia, se promueva el estudio de
artes y oficios, bajo la dirección de maestros
artesanos idóneos, para salvar de la ociosidad y
de la perdición a los jóvenes nobles y plebeyos
de la ciudad 44
Popayán, 17 de septiembre de 1793.

[Educación de Menores]

Señor Gobernador y Comandante General.

No pudiendo el Padre General de Menores,


sin gran dolor y sentimiento de su corazón, ver tantos
jóvenes de ambos sexos entregados a una vergonzosa
ociosidad, madre verdadera y origen fecundo de todos
los vicios, ya sea por la indolencia y descuido de sus
padres, o ya en fin por no tener una mano robusta que los
dirija en sus primeros años, por muy útil a la Religión,
al Estado y al cumplimiento de su oficio, hacer presente
a la paternal benignidad de Vuestra Señoría un medio
seguro para ocurrir a estos inconvenientes y daños que
experimentamos con dolor. Vuestra Señoría, con ese
piadoso corazón y tino político con que le ha dotado la
naturaleza, puede juzgar si es o no útil a la sociedad lo
que voy a exponer.

Muchas veces, Señor Gobernador, he entrado


conmigo mismo en serias reflexiones sobre el modo de
dar ocupación útil y honesta a esta parte del pueblo, que
es en gran número, en especial las mujeres. Yo he puesto
los ojos sobre los monasterios, sobre aquellas casas
44 Este documento ha sido publicado en varias oportunidades desde
su hallazgo en 1910. En esta ocasión retomamos la transcripción de Eduardo
Posada de 1912 (a quien de sebe el título Educación de menores), de la cual hizo
eco Guillermo Hernández de Alba en su trabajo Documentos para la historia de
la educación en Colombia (Bogotá: Editorial Nelly, 1983). Ver t. V, p. 333-344.

64 Colección Bicentenario
que ha erigido la piedad para silo seguro de la virtud;
pero estos son solamente dos: el uno, por constitución
particular, ha cerrado sus puertas a toda joven que no
entre a profesar la vida religiosa; el otro, aunque no
tan severo en este particular, no puede recoger entre
su recinto el crecido número de niñas que se hallan sin
oficio y destino. He buscado casas de recogidas, y no las
he hallado. He preguntado por el hospicio, y aunque no
le he encontrado erigido, a lo menos ya veo vestigios de
él, y he concebido dulces esperanzas de que la Divina
Providencia, tomando por instrumento tan buen Jefe, en
breve nos presentará construida esta casa que el vicio
mira con horror y que la virtud espera con impaciencia.
El corazón y el ánimo menos patriótico se llenan de
sentimiento y de dolor al ver los gremios desiertos y las
calles, trucos, garitas, etc., pobladas de jóvenes lozanos,
cuyos brazos ociosos podían ser de mucha utilidad a la
República. De aquí tomé la idea de proponer a Vuestra
Señoría un medio para impedir los tristes progresos
que hace cada día la pereza. Este es entregar a aquellos
jóvenes que todavía se hallan en su minoridad (pues a
Vuestra Señoría y demás justicia pertenece proveer a
cerca de los demás), entregarlos, digo, a los maestros y
artesanos honrados, escriturados de tal modo que estos
se constituyan por verdaderos padres de sus discípulos
y aprendices teniendo el cuidado de su educación, de su
vestido y alimentos.

Confieso que aún este medio tiene algunos


obstáculos que vencer. Los maestros no quieren tener
la pensión de velar sobre su conducta, que es el objeto
principal, y no quieren hacerse cargo de sus alimentos
y vestidos. Muchos de ellos, aunque por una parte
los asisten la honradez y hombría de bien, tienen que
mantener sus propios hijos y parientes huérfanos;
unos temen las malas inclinaciones de los discípulos
y no quieren exponer sus propios y ajenos intereses a
la perversidad de algunos jóvenes ya viciados. Otros
se resisten ha recogerlos por no exponerse a las

Colección Bicentenario 65
importunidades y muchas veces a las insolencias de las
madres, que no quieren se corrijan y castiguen, por una
compasión mal entendida, los desvíos de los hijos, y
procuran insolentarlos y sacarlos del poder del maestro,
anteponiendo los verdaderos intereses de la educación
al corto que sacan de las ocupaciones domésticas que
ordinariamente les dan, y éstas en vez de conducirlos al
bien, les corrompen los bellos naturales que recibieron
de manos de la naturaleza, o más propiamente del
Creador. Aquí, aquí, Señor Gobernador, está el cáncer;
y aquí, aquí suplico se apliquen los remedios. Las
madres son la verdadera causa de la ociosidad y de la
perdición de los hijos, pues si estas se mostraran severas
y castigaran con rigor la falta del hijo al oficio, estos se
aplicarían y no se abandonarían a la pereza. Llega a tanto
la pasión de estas madres, que si se han animado por un
efecto extraordinario (no hablo de todas) a entregarlos
a algún artesano o menestral para su enseñanza, y por
algún accidente se escapan de sus manos, las madres
los ocultan y los roban de la vista del maestro cuando
éste los busca para volverlos al oficio y sujeción. La
casa de la madre se puede juzgar como un asilo de la
iniquidad del hijo, y a las madres, como protectoras de
su perdición y maquinadoras de su ruina. Ellas saben
muy bien pintar bajo el colorido de virtud de sus fines
depravados y peligrosos. Lagrimas, lamentos, miseria,
vejez, enfermedades, crueldad, hambre, desnudez,
etc., todo viene a su socorro, y todo lo disponen de tal
modo, para sacar al joven aprendiz de la autoridad del
maestro, que es capaz de ablandar al severo corazón de
Catón. Últimamente, señor Gobernador, se obstinan
lo maestros en no recibirlos, porque la experiencia les
ha enseñado que así que el joven ha medianamente
aprendido el oficio, sacude el yugo y va a dar a otra
parte el fruto que cogió bajo la dirección y a expensas
de los sudores de este. No dudo que la caridad cristiana
y el amor que Vuestra Señoría Profesa a este lugar
disiparán estos que parecen inconvenientes graves, y
que en la realidad son muy débiles para impedir los

66 Colección Bicentenario
progresos de la educación, cuando caen en las manos
de un juez que empuña la espada de la justicia, y que sin
distinguir colores hiere a la iniquidad donde quiera que
la encuentra.

No quisiera hablar a Vuestra Señoría de los


medios que son practicables para desvanecer estos
obstáculos. Se que su penetración los tiene ya previstos,
y que es superfluos explicarlos; pero a lo menos me
permitirá Vuestra Señoría hacer una sucinta relación
de lo que yo tengo practicado en este particular, y de lo
que desean los maestros para llevar al fin el asunto de la
enseñanza. He pasado personalmente a las oficinas de
todos los medios a proponer a los maestros que reciban
a los menores que se hallen sin oficio y destino. Unos
han accedido gustosos a mi pretensión. Admitiéndome
uno o más, como lo puede Vuestra Señoría ver por la
lista que presento con el nombre del maestro y número
de niños que recibe; otros se han denegado, y otros, en
fin, han cedido después de reiteradas insinuaciones. En
vista de esta lista verá Vuestra Señoría que tenemos
ocupados sesenta y seis jóvenes, y espero que en lo
sucesivo se ocuparán muchos más, pues viendo que los
discípulos aprovechan y son de utilidad al maestro, se
aplicarán a enseñar, y las madres darán gracias al Señor
por semejante beneficio.

Para que pueda subsistir la educación del joven


contra los esfuerzos de las madres y pasiones de los
hijos, he tenido a bien pedir a Vuestra Señoría se den
bajo las condiciones siguientes:

1ª. Que se entreguen formalmente por pedido de


escritura pública;
2ª Que en ésta se niegue toda protección, separándolos
del todo de las madres, parientes y deudos para
impedir de este modo los disgustos que se podrán
ocasionar a los maestros;
3ª. Que a estos se les de dominio sobre ellos, y acción

Colección Bicentenario 67
para traerlos y quitarlos de otro poder si alguna
vez hacen fuga y se arriman a otro, aunque sea del
mismo oficio;
4ª. Que se entreguen por un espacio de tiempo
competente para que puedan aprender con perfección
el oficio;
5ª. Que después que hayan aprendido el oficio se
mantengan en casa del mismo maestro por uno o dos
años, trabajando en utilidad de dicho maestro, para
que de este modo se recompensen las fatigas y gastos
de su enseñanza y alimentos; y que los artesanos,
viendo que cogen el fruto de su trabajo, se apliquen
a la educación de los jóvenes. Vuestra Señoría verá
si conviene modificar esta condición mandando se
les de la mitad o cuarta parte de lo que ganen, para
socorrer a sus madres o hermanos, o para sí;
6ª. Que los maestros deban dar cuenta a este
Gobierno, si alguna vez hace fuga el joven, para que
se les auxilie a fin de volverlo al trabajo y sujeción;
7ª. Que si las madres van con insolencias a donde los
maestros por algún castigo hecho justamente a sus
hijos, se les castigue con la pena que vuestra Señoría
tenga por conveniente señalar;
8ª. Que sólo en caso de sevicia se les oiga a las madres
y se saquen los jóvenes del poder de los maestros
crueles, para entregarlos a otro;
9ª. Que siempre que se pruebe esta sevicia de parte
del maestro, se castigue a éste con las penas que
establezca Vuestra Señoría;
10ª. Que si el joven aprendiz es orgulloso y altivo,
y no quiere sujetarse, se le remache un grillete o se
sujete del modo más apto.

Estas me han parecido las condiciones o


capítulos más necesarios para que pueda permanecer la
enseñanza; a estos podrá añadir o quitar la prudencia de
Vuestra Señoría, según halle por conveniente, y mandar
se celebres las escrituras bajo las más acomodadas para
el asunto presente.

68 Colección Bicentenario
Pienso que el número de niños que hay existentes
sin oficio, exceden el número que reciben los maestros;
y como quedan sin destino, he juzgado por conveniente
entregarlos a los sujetos, hombres de bien, que necesitan
de pajes, para que cuidando de su educación, oficio y
alimentos, les sirvan a la mano. No me parece difícil
este medio para acomodar los sobrantes, porque ya ha
habido quien me los pida, y los he puesto al fin de la
lista de los maestros para satisfacer a Vuestra Señoría.

Para entresacar del pueblo a los menores


sin oficio, y poner en práctica lo dicho, suplico
encarecidamente a Vuestra Señoría se sirva pasar cuanto
antes orden secreta a los señores Alcaldes de barrio
para que con el mayor cuidado y vigilancia formen
cada uno de su cuartel una lista de todos los jóvenes
menores de ambos sexos que se hallen sin ocupación ni
oficio, desde la edad de siete años hasta la de veinticinco,
sin distinción de clases ni condición, sean nobles, sean
plebeyos. Después de este conocimiento se ha de dignar
Vuestra Señoría dar las órdenes necesarias para que
arreglándose a dicha lista, se cojan y saquen del lado de
la madre o parientes, y se haga la entrega a los maestros
o sujetos ya dichos.

Bien se que muchos se admirarán al oír decir


que el Padre General de Menores pide que los jóvenes
nobles se recojan para aplicarlos a los oficios. Admírese
norabuena todos aquellos soberbios que poseídos de
los dictados y títulos pomposos de caballería, se juzgan
hombres de otra especie, y que no se ocupan sino en
estudiar sus genealogías, en llevar su ascendencia hasta
el fundador del género humano y en esculpir en bronce
o piedra los escudos y armas de su casa. Admírense
aquellos vanos que, figurándose divinidades, reputan
por nada a los demás hombres, y no juzgan que existen
sino para servir a su orgullo y vanidad. Estoy seguro
que no se admirarán aquellos que tiene una idea justa
de lo que es verdadera nobleza. A nosotros mismo

Colección Bicentenario 69
debemos imputarnos los daños ocasionados por la
ociosidad de los jóvenes distinguidos, provenidos
únicamente de la idea fantástica que se han formado
algunos de su nacimiento. Juzgan que es incompatible
la hidalguía con los oficios, y apartando de sí con una
mano las artes, con la otra abrazan la pereza e inacción;
y se puede asegurar sin temeridad (no hablo de todos,
pues bien sé que muchos se ocupan de mantener sus
obligaciones) que han venido a ser sinónimos el noble y
el ocioso. Yo quisiera destruir esta idea falsa del ánimo
de mis compatriotas y en su lugar substituir otras
verdades, poniéndolas delante de sus ojos los hombres
grandes de todos los siglos y de todas las naciones que
han honrado las artes profesándolas; pero esto sería
demasiado largo. Me contentaré con nombrar, pasando
en silencio infinitos verdaderamente grandes, algunos
de la augusta casa de Borbón, que dignamente ocupan
muchos tronos de la Europa. Solo el nombre de Luis
XIV, tercero abuelo de nuestro augusto Soberano
Carlos IV, basta para llenar de gloria á los labradores,
al ver á su frente empuñando la azada aquellas manos
acostumbradas á llevar el cetro de la Francia. El piadoso
Carlos III en todo el tiempo de su reinado tuvo cuidado
de dar á sus ilustres hijos y nietos. Enseñándolos no
sólo en la religión y en la moral, sino también en las
ciencias y en las artes proporcionadas a su clase. Buen
ejemplo de esto tenemos en el Serenísimo señor Infante
don Gabriel. No contento con el paternal amor de
Carlos, con dar ejemplo en su real familia del aprecio
que hacía de las artes, quisiera darnos las lecciones
en su real cédula de 18 de marzo de 1783, cédula que
llenará de gloria el reinado de este Soberano y que hará
época en los fastos de nuestra legislación. Su majestad
declara que no sólo (estas son sus palabras) “el oficio
de curtidor, sino también las demás artes y oficios de
herrero, sastre, zapatero y otras de este modo, son
honestas y honradas; que el uso de ellos no envilece
la familia ni las personas de los que los ejercen, ni la
inhabilitan para obtener los empleos municipales de

70 Colección Bicentenario
la República en que estén avecindados los artesanos ó
menestrales que los ejerciten, y que tampoco han de
perjudicar las artes para el goce y prerrogativas de la
hidalguía á los que la tuvieron legítimamente, conforme
á lo declarado en las Ordenanzas de reemplazos
del Ejército de 7 de Noviembre de 1770, aunque los
ejerciten por sus mismas personas; siendo exceptuados
de esta regla los artistas ó menestrales y sus hijos
que abandonaren su oficio o e de sus padres, y no se
dedicasen a otro o a cualquiera arte o profesión, con
aplicación y aprovechamiento, aunque el abandono sea
por causa de riqueza y abundancia, pues en tal caso,
viviendo ociosos y sin destino, quieren ser obste los
oficios y estatutos como de presente, en inteligencia de
que el Consejo, cuando hallare que entre generaciones
de padre, hijo y nieto ha ejercitado y sigue ejercitando
el comercio o las fábricas con adelantamiento notable y
de utilidad al Estado, propondrá, (según está prevenido
por Su Majestad) la distinción que podrá concederse
al que le supiere y justificare ser director o cabeza de
la tal familia, y conserve su aplicación sin exceptuar
la concesión y privilegio de nobleza, si le considerase
acreedor por la calidad a los adelantamientos del
comercio o fábricas”. Esta es la formal declaración
de Su Majestad a favor de los oficios. A vista de esto,
¿podrán niños nobles ver con desdén una profesión
que las leyes aprueban y que abrazan las primeras
personas de la Monarquía? Aun cuando no tuviéramos
estos motivos de autoridad, la razón solo basta para
hacer amar las artes y ocupación. Pues que porque son
nobles ¿han de ser viciosos, jugadores, holgazanes?
¿Han de más bien pedir limosna que trabajar? o lo
que es más regular, ¿han se sostenerse con decencia y
esplendor a costa del mercader o pulpero que fía, ya
sea el vestido, ya el alimento? ¡Ah! esta conducta injuria
la razón y escandaliza el mundo. Bien se podía repetir
continuamente esta especie noble lo que ha dicho de
ellos uno de los más grandes poetas de nuestros días:

Colección Bicentenario 71
De todas estas gentes la razón admirada,
Detesta nuestros nobles, que no sirven de
nada.
Entretanto, nosotros, son soberbia fiereza,
El ocio consagramos a la antigua nobleza.
Sus celebrados padres, que tan útiles fueron,
Derecho de no serlo por herencia les dieron.
Inútiles estorbos entre los ciudadanos,
Nacieron sólo para adorarse así vanos:
Porque no desagrade tan sublime excelencia,
Renuencia a las ARTES, renuncian a la
ciencia,
Ya los plebeyos dejan enteramente ociosos,
El bajo y vil empleo de sernos provechosos.

Trigueros – Poet. Filos. Can 1)

En vista de todas estas cosas, señor Gobernador, suplico


a Vuestra Señoría humildemente mande recoger a los
nobles menores que se hallaren sin oficio, y que se
entreguen a los maestros lo mismo que hemos dicho de
los plebeyos, supuesto no se les priva de su hidalguía
y estimación, y pueden al mismo tiempo manejar sus
manos el bastón y el buril, estar ya en el Tribunal, ya
en el taller. Este será quizá el medio de destruir en lo
sucesivo la ociosidad en los jóvenes nobles, y que ya no
veamos la flor de la juventud ocupada en menear naipes,
en sostener tertulias indecorosas, en vegetar sin fruto
en…; pero mejor es dejarlo a la penetración de Vuestra
Señoría. Quizá, repito, será un medio seguro para que
desvaneciéndose del capricho de muchos la idea falsa de
bajeza que tiene de las artes, y viendo no han perdido
nada de su hidalguía y nobleza, los padres mismos los
apliquen al trabajo y ocupación y acaben de entender
que sólo aquel es hombre de bien que cumple con las
obligaciones que le impone nuestra sagrada religión y
el Estado, estando útil y honestamente entretenidos.

72 Colección Bicentenario
Las jóvenes, que no son poco número, piden
quizá con más justicia recogimiento y ocupación.
El ánimo se horroriza al contemplar las funestas
consecuencias que viene a esta mitad del género
humano cuando s ele deja sin freno y sujeción. De la
ociosidad viene la miseria, de aquí la prostitución, y
¿de ésta? ¡Ah! separemos de nuestros ánimos objetos
tan tristes, ocasionados únicamente del poco caso
que se hizo de su educación en los primeros años. Las
pasiones se avivan con satisfacerlas, y poco a poco van
adormeciendo y pediendo los sentimientos de religión y
honestidad, y cuando menos lo pensamos nos hallamos
con unas viciosas y escandalosas, que pasan sus días
alimentadas de delitos, y vienen a reducirse al infeliz
estado de granear el sustento a costa de la virtud y
honestidad. ¡Tan grandes son los daños que ocasiona
la mala educación! No es posible que el ánimo paternal
de Vuestra Señoría deje sin remedio a esta parte del
pueblo. Ya oigo que me dice que es cierto todo lo dicho,
y que me manda me exponga el remedio de evitar
estos daños. No hay gremios; no hay, ya lo he dicho,
suficientes monasterios; no hay casa de recogidas; no
hay hospicio. Confieso que no hay todo esto. ¿Será este
bastante motivo para que abandonemos al desorden al
sexo que con más justicia es acreedor por su delicadeza
a nuestro cuidado y vigilancia? Nada menos. No puedo
sobrellevar, señor Gobernador, con ánimo sereno, el
ver a los jóvenes remediados, y a las jóvenes quedarse
en medio de la ociosidad, para pasar, cunado oprima la
miseria, a alistarse entre las del séquito de Venus. Para
evitar esto he pensado hacer presente a Vuestra Señoría
un medio que puede servir de provisional mientras
tenemos hospicio, eso es, que Vuestra Señoría mande
que los señores Alcaldes de barrio, al mismo tiempo
que forman la lista de los niños, formen otra de las
mujeres menores sin destino. Conocido el número que
haya de estas, y de qué calidad, edad y condición, he
pensado pasar, con venia y orden de Vuestra Señoría,
en compañía del señor Procurador General, don Mateo

Colección Bicentenario 73
Fernández Moure, con quien lo hemos acordado y a
quien le toca este asunto, quizá con más título que a mí,
a casa de las señoras de distinción, a ver que número
de jóvenes necesitan para ocuparlas en su servicio, con
sólo la obligación de cuidar de su conducta, de su oficio
y alimentación. Me parece que ya veo desaprobar en el
ánimo e Vuestra Señoría mi proyecto, porque juzgará
que quizá no halla señora que admita a éstas jóvenes en
su recamaras. Convengo que en la mayor parte no las
admitirán, si sólo se hace una simple entrega de la niña,
sin las formalidades necesaria, porque todas las señoras
temen trabajar en su educación alimentarlas y vestirlas,
y que cuando esperaban coger fruto de ellas, se vaya
la joven, sin arbitrios para devolverla a la educación y
sujeción. Entréguese como he dicho de los jóvenes por
el tiempo necesario para su educación, y que no puedan
salir del lado de la señora sin tomar antes el estado de
casada, de modo que sólo ésta y la sevicia sean las puertas
de salir de la sujeción; últimamente, que en caso de fuga
se observe lo mismo que en los jóvenes. De este modo,
señor Gobernador, no dudo hallaremos quien ampare
a estas pobres jóvenes que a cada momento piden con
más ansia su remedio. El Padre General desea se hiciera
lo mismo con aquellas viudas desarregladas que han
perdido al mismo tiempo la honestidad y al marido.

Esto es lo que el Padre General ha tenido a bien


representar a Vuestra Señoría, pidiendo humildemente
se digne reflexionar sobre el asunto, y apruebe lo que
halle por conveniente, olvidando todo aquello que juzgue
no convenga al público, y en que como principalmente
me haya desviado en carrera tan espinosa.


...Francisco José de Caldas

Popayán, y Febrero 5 de 1793.

_____

74 Colección Bicentenario
Señor Teniente de Gobernación.

Desde que este Ilustre Cabildo confió en mis


manos la defensa y cuidado de los menores, he deseado
con ansia apartar de ellos la ociosidad y pereza. Para
conseguir esto no hallé otro remedio más conveniente y
adaptable a la constitución del país que habitamos, que
el aplicar a la juventud ociosa a los oficios, entregándola
a los maestros de sus respectivas clases. Destituido el
Padre General de autoridad y jurisdicción para poner
en práctica este medio verdaderamente útil, le será
de indispensable necesidad valerse de la autoridad del
Jefe de Provincia. En efecto, hice una representación al
Gobierno, después de haber practicado personalmente
la diligencia de ver a los maestros de lo oficios, para
que me admitiesen los jóvenes ociosos y se ocupasen
en sus oficios. Las piadosas intenciones del Gobierno
aprobaron mi modo de pensar, y se ordenó a los
Señores Alcaldes de barrio formasen el padrón de sus
respectivos cuarteles dentro del término de quince días,
ajustándose en todo a mi presentación. Ignoro si se ha
concluido los referidos padrones; pero sí se que no se ha
dado el cumplimiento debido al Decreto del Gobierno
y a mi representación. He tenido por conveniente
poner en manos de Vuestra Señoría este papel, para
que considerando la importancia del asunto, ordene
se cumpla con un Decreto tan justo y tan útil al bien
público.

...Francisco José de Caldas

Popayán y Septiembre 17 de 1793.

____

Colección Bicentenario 75
Popayán y Septiembre 17 de 1793

Como lo pide, y hágase saber a los Alcaldes


de barrio, para que el preciso término de ocho días
cumplan con lo mandado, sin que más se dilate asunto
tan interesante; en el concepto que pasado dicho
término sin haberlo practicado, se nombrará persona
que lo haga a su costa.

Chiquero
Ante mí, Cervera

En dicho día hice sabe el Decreto dicho al Padre


General de Menores don Francisco José de Caldas.

Doy fe. …Cervera

En dicho día hice sabe el Decreto citado al señor


Alcalde de Barrio don Feliciano de las Bárcenas.

Doy fe. …Cervera

En diez y nueve de dicho mes hice saber el


citado Decreto al señor Alcalde de Barrio don Antonio
Bueno.

Doy fe. …Cervera

Y en veintitrés dicho hice presente el mencionado


Decreto al señor Alcalde de barrio don Felipe Durán.

Doy fe. …Cervera

Doy fe que el señor Alcalde de Barrio del Ejido,


don José Solís, se halla ausente de la Provincia y sin
nombrar otro en su lugar.

Doy fe. …Cervera


____

76 Colección Bicentenario
Imágen 5

2. Modos de proceder

Colección Bicentenario 77
Imágen 4

78 Colección Bicentenario
Método que deben seguir
los maestros del pueblo de
Lenguasaque
formado por su cura el
Doctor Don Domingo
Duquesne de la Madrid 45
Lenguazaque, 25 de mayo de 1785.

/f. 45/

1. Siendo el fin del establecimiento de las Escuelas


principales el más importante, como que se
dirige a formar a los jóvenes en la religión y en
las costumbres, e instruirlos en las obligaciones
de la vida civil y política, en esta edad la más
susceptible de buenas y malas impresiones en
el tiempo más crítico para el hombre qual es
el de la infancia en que comienzan a brotar las
pasiones, deberá el maestro arreglar su vida por
una conducta seria y juiciosa que pueda servir
de regla a sus discípulos y baste por sí misma
a contener los ímpetus de la primera edad. Y
para inspirarles la devoción que debe ser la
45 AGN: Instrucción Pública. Miscelánea. t. 118. fol. 45 a 49. Doc. 12.

Colección Bicentenario 79
leche de todos los christianos, procurará /f.
45v/ confesar y comulgar a lo menos cada dos
meses.

2. Será la primera obligación de todos los


escueleros que tenga ya para ello la edad y el
testimonio de su párroco, confesar y comulgar
cada dos meses, en lo que no debe haber el menor
descuydo [sic] por ser este el primero uso que
han procurado introducir en las escuelas los
mejores políticos y los más celosos prelados. Y
para que lo executen con mayor comodidad, se
distribuirán por turnos.

3. Con este motivo las vísperas de comunión leerá


el maestro un libro espiritual que haga a este
propósito y procura repetirles y hacer que
entiendan las cosas necesarias para recibir con
fruto los sacramentos.

4. Los sábados se hará lo mismo y en este día se


cantará por la mañana la letanía Lauretana ante
la imagen de Nuestra Señora como titular de
la escuela y especial protectora de los niños,
a quienes procurará inspirar la más cordial
devoción; y por la tarde en que no debe haber
otras lecciones, /f. 46/ rezarán las oraciones y
repetirán todos el cathecismo del padre Astete.

5. Se juntarán en la escuela por la mañana desde


las siete hasta las doce y por la tarde desde las
dos hasta las cinco y rezarán una salve al salir y
una letanía al entrar.

6. En oyendo cada día la señal a misa, asistirán y


procurará el maestro con el mayor cuydado [sic]
instruirlos en la devoción y compostura con
que deben asistir en el templo y principalmente

80 Colección Bicentenario
al tiempo de la celebración de los divinos
misterios.

7. Debe mirar el maestro como su primera


obligación, enseñar a sus discípulos la doctrina
cristiana y seguirá este methodo: antes de que
todo enseñará cada día una cosa sola como
el persignarse, o el Padre Nuestro hasta que
lo sepan y repetirán todos una sóla parte del
cathecismo, y como unos aprovechan más que
otros en pasando adelante se valdrá de estos
para que repasen a los insipientes; esta lección,
se ha de practicar una vez cada día; pero de modo
que no quite el lugar a los demás exercicios, y
los Lunes, Miércoles y Viernes repetirán todos
cantando la Tabla Pitagórica.

8. A más de esto, debe el maestro enseñar a leer


y escribir, la orthografía, /f. 46v/ las quatro
reglas de contar, ayudar a misa y a leer el latín
cuya diligencia es utilísima en el campo para
que ayuden a cantar los oficios eclesiásticos.

9. Y para lograrlo, se valdrá el maestro del


methodo que se confirmare más a su genio
por que sería imposible bajar a la menuda
práctica y mecanismo de todas las lecciones.
Podrá distribuir el día de modo que haya hora
para todo. Y deberá tener presente que no ha
de recargar la memoria de sus discípulos con
muchos preceptos; ni largas lecciones que
engendran fastidio, y desabrimiento, sino
procurando, que aunque sea poco, quede bien
aprendido.

10. Para su mayor comodidad escogerá algunos


de los más aprovechados y las recomendará a
cada uno seis muchachos para que las repasen y

Colección Bicentenario 81
tomen sus lecciones, aunque no por esto dejará
de velar sobre todo en el mismo cuydado y
aplicación.

11. Velará con la mayor atención en que los libros


que se traigan a la escuela sean útiles y no
permitirá /f. 47/ por ningún caso que lean
novelas, comedias, ni poesías profanas y otros
semejantes, que corrompen el juicio, despiertan
las pasiones y son la semilla de todos los vicios
que brotan después de la mocedad.

12. Lo mismo se observará con las cartas, sería


deseable que estas fueran de bello estilo, y
estuviesen escritas con hermoso carácter, pero
a más de que no es posible lograrlo en el todo, la
letra mala, puede traer otras utilidades, porque a
vista de su fealdad desearán aplicarse a escribir
bien, a prenderán a leer sin tropiezos lo que está
mal escrito, y el maestro con los exemplos de lo
bien y mal escrito les hará notar la necesidad de
la orthografía y puntuación que es el alma de
la escritura y como una voz escondida que nos
habla de lo que está en el papel.

13. Tendrá cuidado el maestro de no darles en la


cabeza o cara procurando reprimir los ímpetus
de una cólera ciega de desayre [sic] e inutiliza la
corrección. Y en el uso de los castigos reglados
por la prudencia, que puedan ser convenientes
/f. 47v/ se portará con la mayor moderación.
Y serña muy acertado introducir algún género
de emulación que les sirva de estímulo para el
aprovechamiento, pues naturalmente han de
desear adelantarse en la estimación y logro de
la preferencia y de algunos pequeños premios,
que interesan en esta edad, como los mayores
en otra.

82 Colección Bicentenario
14. Se hará los sábados una revista a los muchachos
y se reconocerá su aseo o desaseo en las uñas,
limpieza y todo lo conveniente a este punto,
sobre lo cual se selará [sic] con particular
cuydado porque los indios y campesinos se crían
en un abandono total de sus personas, parte de
su pobreza y parte por falta de cultura.

15. Tendrá el maestro una lista escrita en una


tabla con sus cordones o registros de todos los
discípulos donde estarán escritos sus nombres
y apellidos y se leerá mañana y tarde para tener
noticia de los que faltan.

16. Los que haya de recibir en la escuela se


presentarán primeramente /f. 48/ al cura
para que con su noticia y si hubiere alguno
escandaloso, de malas costumbres e incorregible,
dará al maestro parte al cura y será espelido
[sic] de la escuela.

17. En orden, a los indios, en haciendo la señal de


la doctrina del Altosano los enviará el maestro
puntualmente porque sin embargo de la
instrucción, que puedan adquirir en la escuela
es importantísima esta asistencia para que
perseveren en aquel género de sujeción que es
indispensablemente necesario para mantener el
buen orden entre ellos, y arreglar los pueblos a
las constituciones de su establecimiento y que
no pueda decaer la disciplina prescrita por las
leyes, por los concilios de le arzobispado y por
las ordenanzas del superior gobierno.

18. Así como estos vayan aprovechando se dará


quenta para aplicarlos al canto, música y demás
oficios del templo y pueblo.

Colección Bicentenario 83
19. Habrá en la escuela un lugar determinado
donde poner los libros, papeles y tinteros y se
señalará por semanas o por mes /f. 48v/ uno
que cuide de recogerlos para colgarlos en su
lugar y distribuirlos a los otros porque de este
modo se evita la confusión y se acostumbran a
la limpieza y aseo que se desea.

20. Los domingos y días de fiesta (aunque se pueda


trabajar) estará serrada [sic] la escuela, como
también desde el domingo de Ramos hasta el
tercer día de Pascua de Resurrección y desde
el día de San Casiano /46 que es el trece de
Agosto, hasta el primero de septiembre. Esta
breve interpolación es muy conveniente para
que haya algún desahogo y la esperiencia [sic]
46 Casiano de Imola fue un maestro de escuela martirizado por ser
cristiano en el siglo III. Es venerado como santo y se considera el patrono de
los maestros de primeras letras. Con su advocación se creó la hermandad que
durante siglo y medio reguló el gremio de los maestros en España. La Congrega-
ción de San Casiano (1642-1787), una corporación de seglares semejante a los
gremios medievales, cumplía la función de examinar y autorizar a los nuevos
maestros de las bellas artes de leer y escribir. Sobre el santo existen varias re-
presentaciones icónicas (ver imagen 9) inspiradas en la narración de su martirio
a manos de sus propios alumnos: “Unos le arrojan las frágiles tablillas y las
rompen en su cabeza; la madera salta, dejándole herida la frente. Le golpean las
sangrientas mejillas con las enceradas tabletas, y la pequeña página se humedece
en sangre con el golpe. Otros blanden sus punzones. Por unas partes es taladrado
el mártir de Jesucristo, por otras es desgarrado; unos hincan hasta lo recóndito
de las entrañas, otros se entretienen en desgarrar la piel. Todos los miembros,
incluso las manos, recibieron mil pinchazos, y mil gotas de sangre fluyen al
momento de cada miembro. Más cruel era el verduguito que se entretenía en
surcar a flor de carne que el que hincaba hasta el fondo de las entrañas. ¿Por qué
lloras? —le pregunta uno—; tú mismo, maestro, nos diste estos hierros y nos ar-
maste las manos. Mira, no hemos hecho más que devolver los miles de letras que
recibimos de pie y llorando en tu escuela. No tienes razón para airarte porque
escribamos en tu cuerpo; tú mismo lo mandabas: que nunca esté inactivo el es-
tilete en la mano. Ya no te pedimos, maestro tacaño, las vacaciones que siempre
nos negabas. Ahora nos gusta puntear con el estilo y trazar paralelos unos surcos
a otros, y trenzar en cadenita las rayas truncadas. Ya puedes enmendar los versos
asoplados en larga tiramira, si en algo erró la mano infiel. Ejerce tu autoridad;
tienes derecho a castigar la culpa si alguno de tus alumnos ha sido remiso en
trazar sus rasgos”. Aurelio Prudencio. Peristephanon IX. Libro de las coronas de
los Mártires. himno14.

84 Colección Bicentenario
muestra, que después de este descanso se vuelve
a la tarea con más espíritu y aplicación.

Se tendrá en la escuela un exemplar de


estos reglamentos si merecieren la superior
aprovación [sic].

Lenguasaque y Mayo veinte y cinco de mil


setecientos ochenta y cinco. /f. 49/

Doctor Don Josef Duquesne.

Colección Bicentenario 85
Expediente sobre la aprobación de una
escuela de primeras letras
para la enseñanza de los pardos en la ciudad
de Caracas47
Caracas, 11 de marzo de 1805.

Nómina de los que están comprometidos para


los gastos que ocurran en el establecimiento de la
escuela pública.

Nº 1

Rafael Torres, José María Gallegos, Juan


Domingo Monasterios, Juan José Landaeta, Felipe
Piña, Francisco Viollalobos, José Francisco Gallegos,
Blas Gallegos, Vicente Marcando, Vicente Carrillo,
José Isidro Cordero, José Félix Peralta y Vega, Juan
Esteban Siso, José Ramos, Jerónimo Arechederra, Brino
Bejarano. Caracas, 11 de marzo de 1805.

José María Gallegos

Juan José Landaeta


Juan Domingo Monasterios

Felipe Piña

Reglas que siendo del agrado del Muy Ilustre


Ayuntamiento como Patrono a quien desde luego eligen
los diez y seis fundadores de la escuela de pardos deberán
observarse en ella inviolablemente para su conservación y
perpetuidad.

47 ACMC: Expediente sobre Escuelas. s. f.

86 Colección Bicentenario
Nº 2

1. Que el supuesto de ser como es don Carlos


Alva el maestro que se tiene previsto y electo por los
fundadores para dar principio a su proyecto de las
buenas costumbres, genio dulce, pacífico y acomodado
a la eficacia que exige la enseñanza de niños, a quienes
no corresponde aterrar con azotes y asperezas que sólo
sirven para exasperar los ánimos y conducirlos a que
se posean del horror: será del cargo de aquel y de los
demás sus sucesores instruirlos desde la cartilla en el
arte de leer, e igualmente en el de escribir y contar, y
por conclusión al de dibujar por las reglas y preceptos
a este fin establecidos por los Autores, asistiendo a la
escuela tres horas y media en la mañana, y otras tres
y media en la tarde de cada día, con exclusión de los
feriados.

2. Que al mismo tiempo sea de su cargo


imponerlos con la mayor propiedad en las oraciones, y
doctrina cristiana, haciendo la repitan a mañana y tarde;
y en las reglas de atención y política que en lo público y
en lo privado deben observar, con sus Mayores y con sus
iguales, haciéndoles comprender lo que les interesa a su
propia felicidad el ser corteses, atentos y humildes.

3. Que a todos y a cada uno de los de su


enseñanza los obligarán a que en común, o en particular
oigan misa antes de conducirse a la escuela, y a que
confiesen una ocasión al mes, comulgando en el mismo
los que sean hábiles para lo religioso de este acto, con
previa aprobación de su respectivo Párroco, eligiendo
el Maestro para el cumplimiento de esto, las medidas
que le dicte su celo.

4. Que dará reglas a la moderación y compostura


con que los discípulos deben conducirse de sus casas a
la escuela, y de éste a aquella, y cada y cuando salgan
a la calle, corrigiendo con prudencia y tesón lo que los

Colección Bicentenario 87
haga entrar en no causar incomodidades a los vecinos
con juegos y arrojamiento de piedras en la calle, con
perjuicio de las fábricas, o edificios.

5. Que se tenga en la escuela libro donde por el


orden de años, meses y días se hagan los asientos de los
discípulos de ella, con expresión del de su entrada, del
nombre de sus padres, o vice parientes, de la parroquia
a que corresponden, anotándose a su margen la fecha
de salida, y si con información, o sin ella, con lo demás
que deje una idea cierta que sirva de gobierno en lo
futuro.

6. Que para impedir el abuso de la mala enseñanza


en esta juventud, de que se origina ser unos artesanos
que no avanzan en su profesión, después de muchos años
de ejercicio, a más que a lo que vieron y observaron de
sus Maestros, como también embarazar la precipitación
o falta de prudencia con que los padres aplican a oficio
los hijos, sin saber leer, escribir, ni contar, a solo el
fin de tener dentro de breves días un miserable jornal
que los auxilie: se prometen y esperan los fundadores
de la escuela que el Muy Ilustre Ayuntamiento como
inmediato Patrono de ella, obtenga del Sr. Presidente y
de la Real Audiencia las providencias que basten:

Lo uno, a que el joven matriculado en la escuela


no salga de ella a prender oficio, ni Maestro alguno
de tienda lo reciba bajo las penas de contravención a
las órdenes de la pública autoridad y de la multa de
veinticinco pesos, la que se les reagravará en caso de
reincidencia, a beneficio del fondo de la misma escuela,
sin que se haya dado por el Maestro de esta certificación
con el visto bueno del Sr. diputado del M. I. A. en que
conste la instrucción con que sale a aplicarse a oficio:

Y lo otro: a que no se consienta que en las


tiendas de barberos, sastres, peluqueros, etc., ni en
casas particulares de los mismos pardos, se enseñen

88 Colección Bicentenario
niños de su clase a leer escribir, y contar, tasándose al
contraventor la multa que le tenga a bien; todo lo que se
haga notorio al público por carteles que se fijen en los
lugares acostumbrados y de mayor concurrencia, los que
se repitan todos los años por el mes de enero, autorizados
por el Escribano del Ilustre Ayuntamiento.

7. Que para el sostenimiento y perpetuidad


de esta empresa a beneficio público contribuyan los
asistente, a la escuela, los de cartilla tres reales al mes;
los de catón cinco reales; los de libro y escribir, ocho,
los de este ejercicio que al mismo tiempo guarisman
doce; y los de dibujo, diez y seis.

8. Que estas propinas se recojan por el maestro


encargado de la escuela, para su entrega mensualmente
a los cuatro que aquí firmaron, o a los que en nuestro
lugar se subrogan anualmente de los mismo diez y seis
de la lista Nº 1 (o sus sustituidos en caso de muerte)
quienes lo copiaron con cuenta y razón en un área de
tres llaves, de las que ha de tener precisamente una el
Sr. diputado, se pagará por hora al maestro asignado
la suma de ciento cincuenta pesos cada año en que
se ha convenido, con reserva del aumento según las
circunstancias lo pidan e igualen el alquiler de la casa
que ha de hacer de escuela; y en lo futuro los demás
maestros que sea necesario según el incremento que la
cosa tome, agregar y establecer para mejor desempeño
del proyecto a complacencia de los superiores y del
público.

9. Que lo que quiera anualmente sobre el


expresado acopio (respecto a que el gasto primero de
mesas asientos y demás necesario a la escuela, se obligan
y es del cargo de los diez y seis fundadores el costearlos
de su bolsa) quede en el arca en la conformidad expuesta,
tanto para los demás consumos que sea preciso hacer
a la perfección de la misma; cuanto para cuando se
consiga haberse juntado lo suficiente, comprar o poner

Colección Bicentenario 89
a solo este fin, perteneciente al gremio de pardos, y
proporcionar a la misma lo que sea del agrado de la
pública autoridad a beneficio público.

10. Que los maestros que han de encargarse de


la enseñanza según y como se multipliquen, han de ser
aprobados por el Ilustre Ayuntamiento de las ternas
que respectivamente se le consiguen a este efecto por
los cuatro pardos representantes de los diez y seis
fundadores en los términos expuestos. Caracas, 11 de
marzo de 1805.

Licenciado Juan José Mora.


José María Gallegos.

Juan José Landaeta.


Juan Domingo Monasterios.

Felipe Piña.

90 Colección Bicentenario
Imágen 6

3. Trazos de método
uniforme
para la escuela de cartilla
Colección Bicentenario 91
Imágen 7

92 Colección Bicentenario
Método provisional e
interino de los estudios que
han de observar los colegios
de Santa Fe, por ahora, y
hasta tanto que se erige
universidad publica o su
Majestad dispone otra cosa 48
Santafé, 12 de septiembre de 1774.

Exmo Señor:

Sólo la fuerza del superior precepto de V. E.


pudiera con violencia suave reducirme a emprender una
obra ardua por su naturaleza, difícil por su extensión
pero por las circunstancias de personas, lugar y tiempo,
casi impracticables, si animado de su celo no aplica V. E.
todas sus facultades, y se dedica con tesón a perfeccionar
lo que ahora únicamente podrá ser feliz principio de la
ilustración del Reino, con que hará glorioso su gobierno,
un estimable servicio al Soberano, y un beneficio a
48 7 AGN: Anexo Instrucción Pública. Fols. 219-ss.

Colección Bicentenario 93
esta República, que sea anuncio y fundamento de su
prosperidad.

Si es tan difícil prescribir un acertado método


de enseñar, como lo manifiestan los sudores que
gloriosamente han emprendido los sabios de España,
en esta capital llega casi al extremo de imposible,
ya porque faltando Universidad Pública y cátedras
comunes, es necesario edificar sin sólido cimiento, ya
porque así el escolasticismo como el apego a escuelas es
tan tenaz y autorizado, que puede inducir desconfianza
de la victoria.

Si las Universidades de España, teniendo a la


mano la copia de libros escritos en la nación de todas
las facultades, y también los que han dado a la luz las
naciones extranjeras, todavía no han encontrado obras
adecuadas y proporcionadas a satisfacer sus deseos para
darlas por pauta de la enseñanza, cómo podría verificarse
en este Reino, donde es conocida la escasez de libros,
particularmente de esta especie y apenas ha llegado la
noticia de los autores más oportunos al intento? Donde
el buen gusto de la Philosofia moderna, no ha llegado
al paladar de los jóvenes, y aún se les aparenta como
fantasía vana, inútil vanidad, opuesta a la autoridad
de los mayores que nos precedieron. En España, y
en los Reinos de Lima y México, existe, suficiente y
abundante número de cátedras, con dotación bastante,
para que los catedráticos, sin divertirse a otro objeto,
acudan a llenar las obligaciones de su ministerio; y en
esta ciudad las cátedras son pocas, la renta muy tenue,
y a veces ninguna, siendo preciso que el amor a la
sabiduría y el laudable celo de los literatos, mirando por
el adelantamiento de los colegios donde han cursado, se
empeñen a llevar el peso de la enseñanza, cuyo mérito
tendrá ahora en el concepto de V. E. aquel preminente
lugar, que sabrá darle su perspicaz conocimiento, para
proporcionarle el apremio.

94 Colección Bicentenario
En esta capital tiene la sagrada Religión de
Predicadores en su convento de Santo Domingo,
facultad de conferir grados hasta el de Doctor a cuyo
permiso se le da el nombre de Universidad, y para
ello la misma Religión nombra por Rector uno de
sus individuos; y los Religiosos Lectores del mismo
convento, con los que se forma este cuerpo, gobernado
sin la menor intervención de los Doctores, y graduados
por sola voluntad del convento, y sus individuos que
califican los Documentos de los pretendientes para
comprobación de Cursos; perciben el precio de los
grados, y propinas de argumentos que distribuyen
entre sí, a excepción de los grados de jurisprudencia
en que arguyen los Catedráticos del Colegio del
Rosario, y votan la aprobación del graduando. No hay
cátedras públicas, sino las que cada convento mantiene
privadamente, para instrucción de los suyos, a donde tal
vez contra lo dispuesto por S. M. acuden a oír algunos
seculares.

Las enseñanzas francas al común, consisten


en las cátedras de los dos colegios, que adornan esta
capital, pues aunque su objeto se dirige primariamente
a la Educación de sus alumnos, admiten indistintamente
estudiantes, aunque no vistan beca; de suerte que so los
que con menos impropiedad pueden decirse públicas,
y en quienes debe tener cumplida observancia, el plan
y método de estudios, que ahora se prescribe, pues los
regulares dentro de sus claustros y conventos, siempre
continuarán sus estilos y el modo en que han sido
criados; bien que se necesita vigilancia continua, para
que no se infesten los colegios, con los perniciosos
espíritus de partido, y de peripato, o escolasticismo,
que se intenta desterrar como pestilente origen del
atraso y desorden literarios, porque siempre que
hubiese aligación a escuela o determinado autor, ha de
haber parcialidades, y empeños en sostener cada uno
su partido, preocupándose los entendimientos no en

Colección Bicentenario 95
descubrir la verdad para conocerla y abrazarla, sino
aún sostener contra la razón su capricho.

De este principio resulta, por precisa


consecuencia, que no deben ser admitidos a estudios,
los que no vinieren libres de estos dos perniciosos
espíritus, y que el Gobierno, y los dos directores y
maestros deben velar sobre que no se introduzcan en
las nuevas enseñanzas, ni que se toleren sátiras en
los asertos o argumentos, concurriendo recíproca, y
armoniosamente los dos colegios, a solemnizar los
actos literarios, públicos de conclusiones, convidando
a los sujetos doctos que parezcan convenientes, sin la
obligación de aligarse a que los conventos de Regulares
concurran por medio de sus lectores, a los argumentos,
aunque podrían convidarse, según se estimare por útil,
pero siempre de modo que no se convierta el acto, en
tumulto de voces, y empeño de parcialidades con encono
de las voluntades y detrimento de la Caridad Cristiana
y de la quietud pública.

Uno y otro colegio mantienen un Maestro de


Latinidad, uno de artes; o Philosofia, cuyo curso dura
tres años, y hasta su conclusión, no principia otro. Dos
de Teología especulativa de prima, y víspera, uno de
Teología Moral y en el Seminario otro de Escritura
Sagrada. En jurisprudencia, tiene éste dos Cátedras
de Prima, y en Vísperas de Decretales, y una de
Instituta /49 dotadas a doscientos pesos las dos últimas
y la primera en doscientos y cincuenta. Las mismas
mantiene el Colegio del Rosario, con otra más del
sexto de Decretales, sin dotación alguna, a excepción
de cien pesos anuales al Catedrático de Artes, y
doscientos, y cincuenta al de Moral de difícil cobranza.
Separadamente, hay una cátedra pública de latinidad
dotada de renta de Temporalidades en cuatrocientos
49 Con esta denominación se conocía a la cátedra de introducción al
derecho romano, la cual se basada en el estudio de los manuales de los juristas
Triboniano, Teófilo y Doroteo, compuestos por encargo del emperador Justinia-
no en 1534.

96 Colección Bicentenario
pesos, que se proveyó por oposición /50 y concurso o
asierto.

Escuela de Niños
Para los primeros rudimentos de aprender
a leer y escribir, se mantiene una escuela con un
maestro dotado con trescientos pesos anuales, en que
se necesita, que el gobierno por medio del director
que se nombrase vele sobre que llene debidamente sus
obligaciones, porque esta ocupación, que suele mirarse
con indiferencia, es una de las más importantes para
la felicidad de las repúblicas, ya por lo que se interesa
en la perfección de esta enseñanza, ya porque en ella
se imprimen a los niños aquellas primeras especies
que sirven de fundamento a su educación cristiana y
política, por cuya causa tanto los magistrados como
los Prelados Eclesiásticos por si, y en sus concilios,
han prescrito sabias, oportunas reglas para el
establecimiento de escuelas y que su magisterio recaiga
en sujetos de probidad, virtud, y prendas capaces de
desempeñar el encargo. Causa lástima el desorden que
en esta parte padece esta capital en la cual ninguna de
las dos jurisdicciones, cuida de esta delicada enseñanza
y con dolor se experimenta que cualquiera hombre,
que no tiene para comer toma el arbitrio de abrir en su
casa, o en una tienda una escuela donde recoge algunos
muchachos, a quienes por sola su autoridad, enseña
lo poco que sabe, o tal vez aparenta enseñarles para
sacar alguna gratificación, con que alimentarse, sin que
preceda licencia, examen, ni noticia de los superiores,
entregándose la primera educación, a quienes tal vez
ignoran la doctrina cristiana, con cuyo errado cimiento,
no es de admirar salga defectuoso todo el edificio, pues
aún en los conventos de Regulares, se confía para esto
un lego, de cuya idoneidad, sólo podrán dar testimonio
sus Prelados. Verdad es que no teniendo la ciudad el
50 Oposición: Concurso de los pretendientes a alguna cátedra o preben-
da. Panléxico, t. II. p. 540.

Colección Bicentenario 97
número proporcionado de Maestros obliga la necesidad
a que los padres de familia anhelando a la instrucción de
sus hijos, la confíen de semejantes sujetos. Pero el buen
orden pide, que a lo menos se procure minorar el daño,
ya que no pueda radicalmente cortarse; y que se expida
orden estrecha para que los maestros de esta clase, sean
examinados debidamente, y se les prescriba límite, a
lo que pueden recibir por el trabajo de su ocupación,
dándoles regla de lo que deben observar, para que los
muchachos logren con la instrucción, la enseñanza en
doctrina cristiana, y educación política, de que podrá
encargarse el mismo Director, con prohibición de que
pueda alguno ser admitido al estudio de la Gramática
sin que conste estar examinado, y aprobado de que sabe
leer y escribir, pues avergüenza oír a no pocos que no
pronuncian sino mascan las palabras por defecto de este
principio; y es notoria la falta de buenas plumas, para el
servicio de las oficinas públicas/51.

Francisco Antonio Moreno y Escandón.

51 Sólo incluimos en esta obra la parte inicial del documento, pues


es allí únicamente dnde se hace referencia a la escuela de primeras letras. Los
demás apartes corresponden a las normas correspondientes a las cátedras de La-
tinidad, Filosofía, Teología y Jurisprudencia.

98 Colección Bicentenario
Plan de Universidad y Estudios Generales
que se propone al Rey
Nuestro Señor, para establecerse, si es de su
Soberano Real agrado,
en la ciudad de Santa Fe, capital del Nuevo
Reyno de Granada 52
Turbaco, 13 de julio de 1787.

/f. 198/

Un código completo de constituciones, reglas y


arbitrios, que hiciesen florecer sólidamente las ciencias
y artes útiles, y removiesen las grandes dificultades que
tienen estancados sus progresos, sería una empresa de
la mayor importancia y gravedad; pero necesitaría una
infinidad de especulaciones, que no pueden formarse
sino progresivamente.

Adaptando pues nuestra nueva Universidad por


ahora en todo su vigor las leyes que han gobernado la
antigua, quedarán unicamente [sic] abolidas las que se
contaríen [sic] a los estatutos presentes.

Los congresos de la Universidad en los años


futuros tendrán la satisfacción de reformar nuestras
reflexiones y de añadir las que parezcan más adaptables,
según las circunstancias. A la Universidad se le dará
el nombre de Real Mayor de San Carlos, en obsequio
del sabio y Augusto monarca su fundador. Se divide
este plan en dos partes, el uno trata del Cuerpo de
Universidad y el otro de Estudios…/53

52 AGN: Instrucción Pública. T. 2. Fols 198-218v.


53 Omitimos en esta edición el aparte entre los folios 198v y 205v. En él se
define todo lo concerniente a la conformación de la Universidad, con expresión de los
cargos y empleados con sus respectivas atribuciones.

Colección Bicentenario 99
/f. 206/

Cuerpo de Estudios
Se divide este artículo en los tratados de
enseñanza general y en particular.

Enseñanza General
El estudio de ciencias inútiles no ha causado
mal tan grave como el método que se observa en la
educación de la juventud. Se ha adaptado ésta a las
fatuas máximas de aquellas, y en lugar de la educación
civil que tanto influye sobre la felicidad del hombre y
de las naciones, de aquella que prepara a los jóvenes
a llenar con sucesos las diferentes Profesiones de la
Iglesia y del Estado, se practica la que sólo es propia
a formar vasallos ociosos, inútiles a sí mismos y acaso
gravosos a la humanidad.

Sería pues necesario /f. 206v/ disipar aquellas


ideas gravosas con que se crían los niños, y reengendrar
por decirlo así una educación juiciosa sobre los sólidos
fundamentos de la Religión y de la vida civil. Pero
consideramos a los niños separados ya del seno y de la
disciplina de sus Padres, y colocados en el Seminario.

La primera máxima de los Rectores y Catedráticos


será imprimir de tal modo en sus tiernos espíritus el
amor a la virtud, a las ciencias y conocimientos útiles
que le sean deliciosas las fatigas de la Institución y del
estudio.

Esta que se tiene por paradoja es la esterilidad


y dureza de la educación presente no es sino muy fácil
si se practican algunos medios.

Fácilmente aprenderán a leer, escribir, hablar


en público. Dibujar, pintar y sucesivamente las otras

100 Colección Bicentenario


ciencias y artes, si estas se les enseñan más como un
entretenimiento propio de su respectiva edad, que como
un yugo que se les impone, y que por consecuencia
los oprime. La dulzura, las prudentes y oportunas
condescendencias del Maestro, su avilidad [sic] en
presentar las lecciones como /f. 207/ objetos fáciles
y agradables, en picar su curiosidad e inclinación, en
seguir su genio y sus talentos, excitarán infaliblemente
su aplicación y gusto al estudios de las Ciencias.

Deben pues desterrarse para siempre de los


Colegios aquellas correcciones duras y amargas que
parecen directamente inventadas para abatir los ánimos
de aquellos niños cuyos espíritus se intenta elevar:
aquel gesto de los Maestros que parece no respira sino
iras y amenazas; y no sirve sino para confundirlos y
atemorizarlos: aquellas humillaciones vergonzosas
cuyo efecto ordinario es hacerles aborrecer el estudio
para siempre.

Esto no prohíbe castigarlos según su edad e


incorregivilidad [sic], con tal que sea oportunamente
y con moderación.

De la misma suerte se abstendrán los Rectores


y Maestros de todo aquello que puede causar a los
jóvenes indolencia y fastidio.

Tal es por exemplo la extación [sic] sedentaria.


Los hombres más robustos y constantes no sufrirían
/f. 207v/ sin tormento que se les obligase dos veces
todos los días a estar sentados tres o mas oras [sic]
continuas.

Eslo [sic] también la monotonía en la


enseñanza. Los hombres más sabios barían [sic] en
cada ora los objetos de sus meditaciones, porque un
estudio le divierte y hace insencibles [sic] las fatigas
del otro.

Colección Bicentenario 101


No lo es menos la superfluidad y proligidad
[sic] de las lecciones que se les hace aprender de
memoria. La de los niños es muy delicada y débil para
que no se abrume por exemplo con el peso de todo el
arte de Nebrija.

Las ciencias no son difíciles ni más largas que


nuestra hedad [sic] sino porque es muy caro el libro que
no está recargado de inutilidades. Las más cosas y acaso
las más inútiles se prenden más bien que por la memoria
por el esperiencia [sic] y por la frecuente conversación
con personas áviles [sic] y sensatas. Basta llenarles la
imaginación de hechos e ideas escogidas, aquellas de
que pueden sacarse consecuencias más interesantes las
que tengan más relación de la virtud, a las costumbres,
a nuestras leyes y polisía [sic], y entre estas preferir las
que tuviesen más utilidades reunidas. /f. 208/

Lo que importa es hacerles familiares los


principios, sus espíritus se abrirán insensiblemente y
producirán a su tiempo el fruto de sus tareas.

Es en fin demasiadamente fastidiosa, pesada e


inútil la costumbre de hacer escrivir [sic] a los jóvenes
sus lecciones en las aulas. Además del tiempo que
pierden en esta importuna tarea se experimenta que
muy lejos de ejercitarse en la buena escritura, pierden
la forma de letra que adquieren, escriben mil errores
en la sustancia como en la ortografía, y familiarizados
con estos defectos les es preciso un prolijo estudio para
desprenderlos. Por tan justas consideraciones procurará
la Universidad que se tengan, o en caso necesario que
se compongan e impriman instituciones completas pero
muy claras y sucintas. Aquí viene bien añadir que los
Maestros pongan una gran parte de su celo en impedir
que los niños desde su más tierna hedad tengan en sus
casas o en los Colegios libros que no sean clásicos y
elementales.

102 Colección Bicentenario


Si es muy justo que la sagrada Theología
y Escritura se traten en el idioma latino que se ha
santificado /f. 208v/ con su estudio, no lo es menos
que las facultades relativas a la humanidad y sociedad
política se aprendan y expliquen en nuestra lengua
nativa escogiendo los autores que la traten con más
pureza, propiedad y energía.

En consecuencia de esta constitución y para que


los jóvenes aprovechen el tiempo en conocimientos que
les sean más provechosos, no serán obligados a cursar
las Aulas de la latinidad los mayores de quince años
que a su alvitrio [sic] se dediquen al estudio de artes y
ciencias profanas.

Reformados todos estos grandes inconvenientes


que pueden producirles aflicción y disgusto, resta
proponer los medios de que deberá usarse para
animarlos y persuadirlos.

Esta que se sorprende y encanta en oir una


novela, un cuento, una aventura favulosa [sic] (lecciones
que deben prohivirseles [sic] absolutamente) es la más
propia para que éstas y otras istorietas [sic] apócrifas
se les refieran como materia de críticas, de burla y
menosprecio. Un solo rato que los Maestros /f. 209/
entretengan de ese modo a los niños ensancharán sus
espíritus y les borrarán diez mil especies groseras que
habrán aprendido en sus casas y compañías.

Por lo mismo es la más aparente para la istoria


[sic]. Aunque será constitución indispensable que en
cada clase mayor o menor se enseñe la respectiva de
su facultad, no habiendo la de istoria general, se puede
enseñar en todas por Rollin y la de España por el mejor
autor sin sugetarse [sic] a compendios.

En estos intervalos que permitimos para


ensanchamiento de los Niños hágales leer o referir las

Colección Bicentenario 103


vidas de los hombres ilustres, represénteseles pinturas
y descripciones vivas o en la palabra o en el lienzo de
los ejemplos más memorables de la virtud o del vicio y
de los grandes sucesos acaecidos desde el principio del
mundo por la serie de sus acontecimientos.

Se les hará referir este u otro pasage [sic]


tomado de aquel o el otro autor para enseñarles a hablar
en público a juzgar con crítica y discernimiento.

Estas conversaciones familiares contribuyen


infinito a formar a un tiempo el corazón y el espíritu /f.
209v/ de los Niños. En la relación de los hechos de un
héroe, que lecciones no pueden dárseles de veneficencia
[sic], de generosidad, de amor a la Patria? Los elogios
de un hombre justo comparados al orror [sic] y
execración que dejó por herencia un perverso, qué ideas
de onor [sic] qué estímulos de virtud y de abominación
al vicio no imprimirán en sus dóciles espíritus? Estos
sentimientos son mui vivos y mui [sic] eficaces en una
hedad despejada de las pasiones, de los prejuicios y del
interés.

La Geografía, esa ciencia encantadora que nos


presenta el mundo y todas sus riquezas en cuatro líneas,
sería la más fácil como es la más lisongera [sic] de los
niños si se les comunicara como una diversión de sus
ojos y de su memoria. Fíjense mapas en los claustros
del Seminario. Háganseles pasear o por mejor decirlo
así viajar por las cuatro partes del mundo y los reinos
que en ellas son comprendidos. Nótenseles sus capitales,
sus reyes, los varones y mugeres [sic] célebres que
han producido en todo género, en todas condiciones y
profesiones, las revoluciones del Imperio, su prosperidad
o decadencia comparada con la del vecino, las batallas
ganadas o perdidas, sus producciones naturales, su
comercio, todo lo más notable y curioso en sus usos
costumbres y leyes /f. 210/.

104 Colección Bicentenario


El Jardín Botánico, el Museo de istoria Natural,
el laboratorio Químico Farmacéutico, las máquinas y
operaciones así de las Mathemáticas como de las Artes
industriales, presentan otros objetos agradables que
excitarán la curiosidad, la aplicación y emulación de los
jóvenes. No se trata de hacer discurrir ni de descubrir las
relaciones y causas a los que no cursan estas facultades,
pero conviene familiarizarlos con todos estos objetos,
ver mucho, reever [sic] continuamente aunque vean
sin inteligencia y sin designio.

En la enseñanza pública de las Aulas harán


observar los Cathedráticos la regularidad, el silencio y
la buena crianza.

En las facultades mayores se darán vacaciones


y asuetos los días jueves de cada semana y desde el día
20 de junio hasta el primero de agosto, y desde el 16 de
diziembre [sic] hasta el 8 de enero sin interrumpirles
los estudios en otro tiempo, pues el venigno [sic] clima
del País no exige tan de justicia los dilatados descansos
que han introducido en él la imitación de su necesidad
en Europa por los sumos calores de aquellos meses.

Pero si por condescendencia del Maestro con


algunos /f. 210v/ discípulos o por puero efecto de una
loable emulación queden convencidos en no cesar de sus
tareas en tales casos obtenido el beneplácito del Rector
deberán franquearles las Aulas.

En los tiempos destinados por la costumbre


para los actos públicos de conclusiones se elegirán tres
discípulos de los más sobresalientes para dar testimonio
al público, que es el objeto de la institución de estos actos
del aprovechamiento de los discípulos y del desempeño
del Maestro en gloria y lucimiento del Colegio.

Por medio de los exámenes anuales no de


pura costumbre y cumplimiento en perjuicio de la

Colección Bicentenario 105


carrera literaria sino proporcionadamente riguroso,
se mantienen el vigor de la enseñanza en todo el año,
pues obligado por los discípulos de dar pruevas [sic]
de su aplicación en unas ciencias de que cercenamos las
palabras y sofisterías, es imposible sufrir su inapliacación
por los momentáneos esfuerzos de la temporada que
precede a estos exercicios de provocación.

La equidad y la justicia piden que no se engañe


al público y a los interesados manteniendo /f. 211/
en el gremio de ciencias los ignorantes que serían
útiles al Estado en otra profesión o carrera. Mas como
el Maestro puede discernir por el continuo trato con
sus discípulos la inaplicación de la rudeza se hallará al
fin del año en estado de desengañar a los que deben
perseverar en la escuela.

Hay casos en que el inaplicable escarmiente y


el no mui rudo y totalmente negado para las ciencias
admite pulimiento, en tales circunstancias dicta la
prudencia de tentar todos los medios posibles para sacar
discípulos de esta especie de jóvenes, cuya inaplicación
o rudeza pueda sobrellevarlas el Maestro por la ayuda
de unos o dos pasantes elegidos a su advitrio [sic].

Al fin de cada curso se tendrán por separados


tres actos mayores en forma de certámenes a que sólo
podrán aspirar los discípulos de aplicación y genio
extraordinario.

Enseñanza Particular
Cathedrá 1ª. Primeras Letras
Siendo esta la Escuela General que se abre a
todos los niños como preliminar de cualquiera carrera
o profesión a que se les destine y en donde recogen las
primeras /f. 211v/ y más fecundas semillas de la virtud
y de la ilustración, debe ponerse un sumo escrúpulo y

106 Colección Bicentenario


discernimiento en la elección de Maestros y preferirse al
que rehuna [sic] en sí perfectamente ambas qualidades
[sic].

Enseñar a leer y escrivir [sic] no sólo con


ortografía sino también con aquel estilo de letra que se
ha hecho propio en la Nación propuesto por Don Pedro
Morante y reproducido por Don Francisco Xavier de
Santiago Palomares.

A proporción que se hayan adelantado los niños


les dará lecciones sencillas y claras de polugrafía [sic]
o conocimiento o conocimiento de las letras antiguas.
Les exercitará [sic] en las quatro reglas universales
de aritmética sin entrar en discusiones profundas ni en
demostraciones.

Sobre todo los instruirá un rrato [sic] por las


tardes en lo que comprende una buena educación así
por parte de la Religión como de las costumbres.

Para la más perfecta ilustración en esta


importante materia y a fin de aprovechar el tiempo
que suele perderse inútilmente los días anterior a las
Pascuas se vacará [sic] desde el Domingo de Ramos
de todo otro ejercicio que el de la doctrina Christiana
y preparación de la confesión y comunión pascual /f.
212/.

Persuadirá el Maestro a sus discípulos que


frecuenten una y otra, y en particular los primeros
domingos de cada mes y las fiestas más solemnes entre
año.

Para que los niños descansen de las fatigas de


la aplicación y de que tomen recreos onestos [sic] al
arbitrio y elección de sus padres se les concederá de
vacación desde el día 1º hasta el 18 de octubre y desde
el 14 de diciembre hasta el 8 de enero. Con ningún

Colección Bicentenario 107


pretexto se interrumpirá la enseñanza en otros días, a
excepción de los festivos.

Las lecciones diarias deben tenerse desde las


siete y media de la mañana (en que ya lo niños habrán
oído misa y desayunándose) hasta las once, y desde
las dos y media hasta las cinco: dándoles un rrato de
diversión según lo propuesto en el Estudio general…
/54

Antonio Caballero y Góngora

54 El resto del documento (fol. 212v a 218v) corresponde a la defini-


ción de los horarios, contenidos, secciones y procedimientos de las demás cáte-
dras del cuerpo de estudios (Gramática Latina, Humanidades, Filosofía, Mate-
máticas, Botánica, Química, Medicina, Derecho, Lógica, Historia Eclesiástica,
Teología y Escritura Sagrada).

108 Colección Bicentenario


Instrucción práctica para el gobierno
económico de las escuelas de de Maracaibo,
con arreglo a las circunstancias del lugar
y demás que debe tenerse presente para
el mejor método y orden que debe de
observarse a fin de hacer más fácil la
enseñanza 55

Maracaibo, 10 de septiembre de 1798.

/f. 701v/

Arreglo de la casa en que debe darse la enseñanza


pública.

1. Habrá una casa en que según lo determinado


por la Junta de veinte y nueve de marzo
último habiten el maestro de primeras letras, y
Preceptor de Latinidad.
2. En esta se destinarán dos piezas capaces, una
para escuela de primeras letras, y otra para
clase de Latinidad, las quales [sic] deben estar
enteramente separadas, para que el ejercicio
[sic] de enseñanza de la Escuela, ni impida,
ni interrumpa el de la clase de Latinidad, ni se
confundan los niños con las voces de unos, y
otros y sea suficiente causa de distracción.

Principales y generales

3. Obligaciones de los Maestros de las Escuelas


públicas. Debiendo ser la instrucción madre
de las buenas costumbres, y de que /f. 702/
resulta el mayor bien al Estado, siendo
55 En: Testimonios de los autos sobre el restablecimiento de las clases de la-
tinidad y primeras letras en Maracaibo a costa de las Temporalidades de los Jesuitas
expatriados. Maracaibo, octubre 13 de 1795-noviembre 28 de 1798. AGI: Audiencia de
Caracas. Leg. 148. Fols. 653-714v.

Colección Bicentenario 109


principio de su felicidad, basa de la tranquilidad
pública, y fundamento de una estable y perfecta
sociedad, y consistiendo el principio de aquella
en el conocimiento de la Religión, y buenas
operaciones procurarán los maestros en primer
lugar fijar toda atención en que los niños que
tengan a su cargo sepan perfectamente la
doctrina Christiana, para lo qual el de primeras
letras hará diariamente ejercicio de ella, y el de
Latinidad los sábados por la tarde esforzándose
con sagacidad en imprimirles los principios de
humanidad, y caridad cristiana infundiéndoles
odio al horrendo vicio de la soberbia, y al
mismo tiempo amor a la esclarecida virtud de
la humildad.
4. Procurarán que los niños se inclinen a la virtud,
lo que se conseguirá con ocuparlos en exercicios
de votos, haciéndoles oír misa todos los días;
que oigan los sermones que hubieren; que se
confiesen todos los meses principalmente las
festividades de Nuestro Redentor JesuChristo,
y su santísima madre y que asistan todos los
Domingos por la tarde a la explicación de la
doctrina Cristiana que se da en la parroquial.
5. Celarán con el mayor cuidado entre los niños
todo principio de corrupción de costumbres
castigándoles severamente qualquier vicio que
se les note, aunque sea contra el Dictamen
de algunos padres, que olbidados [sic] de
sus obligaciones, en lugar de corregir a sus
hijos, aplauden sus defectos, cuyos detestables
principios producen las más lastimosas
consequencias, no solo contra el honor de
sus familias, y en daño del Estado, y sociedad
civil, sino también lo que es más doloroso, en
perjuicio de sus propias Almas, y dispendio de
su salud eterna, /f. 702v/ por cuyas poderosas
razones tendrán mui presente los maestros
de la Escuela pública, que siempre que hayga

110 Colección Bicentenario


[sic] algún padre que se manifieste agraviado
por la justa corrección de su hijo, de cuenta
inmediatamente al Govierno [sic] para que se
le imponga el debido escarmiento haciéndole
entender sus obligaciones.
6. Siempre que Alguno de los niños de muestras
de mala inclinación, y al mismo tiempo se
manifieste incorregible darán también cuenta
al Govierno para que éste tomando una de las
providencias prudentes, que acostumbra, le
utilise [sic] al público dándole destino en la
milicia, o en otro que sea correspondiente a su
edad, y circunstancias para de este modo evitar
el que un miembro corrompido infeste a los
demás.
7. Distinguirán los maestros en el trato, confianza
y cariño de los demás niños, a aquellos que
fuesen muy aplicados a la instrucción, bien
inclinados y amantes a la virtud; por no haver
[sic] circunstancias que más prontamente
hagan recomendable y acreedor al premio al
hombre, pues sirviéndole del más lucido adorno,
le hacen feliz, caracterizan de hombre de bien, y
por si solas le distinguen de los demás.
8. Procurarán ser blandos e indulgentes en la
enseñanza de los niños, evitando quanto puedan,
y esté de su parte el castigo de azote; porque
este tan solamente será irremisible en aquello en
que distinguieron, tocante a la educación moral,
y con arreglos a la qualidad y circunstancias
del delito; lo que principalmente observará
el Maestro de primeras letras, sustituyendo
en lugar de azotes doble tarea en los niños,
como vg. quando forman mal una plana se les
impondrá la pena de que hagan otra con /f.
703/ apercibimiento de que seguirán haciendo
planas hasta que rectifiquen una buena: a más de
ser este el mayor castigo, que puede imponerse
a un niño, que no apetece otra cosa, que la hora

Colección Bicentenario 111


de holgarse con sus diversiones pueriles, se
consigue el que se adiestre en la pluma y críe
fixeza en el pulso.

Govierno Económico de la Escuela de primeras


letras

9. El maestro dará escuela desde las ocho de la


mañana hasta las once, y desde las tres de la
tarde hasta las cinco.
10. Concederá vacante a los niños tan solamente
en los días del Señor, y demás festividades de
ambos preceptos, y desde la víspera de Pasqua
de Navidad hasta el día próximo después de
Reyes; desde el Viernes del Concilio hasta la
semana después de Pasqua de Resurrección;
víspera y día de la Purísima Concepción de
María Santísima.

Govierno Económico en la enseñanza de la


Latinidad

11. Teniendo presente para el mejor método en la


enseñanza de la Grammatica [sic] la división
de partes, que de ella hacemos en mínimos
menores, y cuarto; trataremos de cada una en
partículas y el modo de practicarlas.
12. Para mínimos cuidaran los maestros, que los
niños aprendan con perfección la declinación del
nombre, y siendo conducente al conocimiento
de este los Griegos harán que los aprehendan
después de los nominativos, constituido esto,
continuaran dando conjugación y raíces.
13. Pasarán después a menores en donde se
enseñará todo lo concerniente a géneros y
pretéritos, y toda especie de oraciones por el
Olante [sic], comenzarán también a construir
por las selectas divinas a seis u ocho renglones
por mañana y otros tantos por la tarde, y a

112 Colección Bicentenario


falta de estas otro latín fácil, que constituirá /f.
703v/ el Catedrático y dará una u dos pasadas
a los estudiantes.
14. Para pasar esto a quatro serán examinados en
todo lo referido menos en construir; estando
ya en quatro comenzaran a acomodar por si
solos las construcciones en selectas profanas,
y a falta de estas en algún Autor no muy
elegante y quando el preceptor conozca alguna
facilidad en construir, les dará para el efecto
Autores elegantes, como Selectas y Epístolas de
Cicerón; y últimamente para perfeccionarlos les
hará construir por la mañana Quinto Curcio, y
por la tarde Virgilio, Ovidio u Horacio. Luego
que sepan el quarto de memoria lo explicará
el Catedrático a la voz de la clase haciendo
fácil su inteligencia con algunos exemplares,
e impuestos en este libro continuarán con el
quinto.
15. De los estudiantes más aprovechados se
escogerán tres o quatro, estos según el numero
que hubiere de cursantes para decuriones, a
cada uno de los cuales se señalarán, ocho o diez
estudiantes para el efecto de tomarles lección
construcción a aquellos que la dieren, y hacerles
exercicio para lo cual concurrirán todos los
estudiantes a la casa de estudio a las siete de
la mañana, desde cuya ora hasta las ocho se
ejercitarán los Decuriones en esta obligación.
16. El Catedrático entrará a dar clase a las ocho de
la mañana, y permanecerá en ella hasta las diez,
haciendo exercicio a los más aprobechados,
[sic] respecto de que los decuriones le alivian
en mucho para con los Principiantes.
17. Por la tarde concurrirán los Estudiantes a las
dos y hasta las tres cumplirán los Decuriones
con lo mismo que se les impone por la mañana.
18. Entrará el Catedrático por la tarde a clase a las
tres, y durará en su obligación hasta las cinco.

Colección Bicentenario 113


19. /f. 704/ A las cinco rezarán los estudiantes
el rosario de Maria Santísima, que dirigirá
el Catedrático, y concluido este se les dará
soltura.
20. Procurará el Catedrático influir a los
Estudiantes la dulce devoción de Maria
Santísima principalmente en su santísima y
tierna vocación de los Dolores, y que la tengan
y veneren por Patrona de la clase
21. Concurrirán los Estudiantes todos los sábados
por la tarde a la salva, que se canta en la
Parroquial.

Vacaciones

22. Se les concederá de Asueto todos los Jueves


de la semana, a menos que hayga algún día
de fiesta entre ella; se les dará vacante desde
el día primero de Agosto hasta el último de
dicho mes; y desde la víspera de la Pasqua de
navidad, hasta la de reyes; desde el Viernes del
Concilio hasta la semana después de Pasqua de
Resurrección; Víspera y día de la Concepción
purísima de Maria Santísima.

Provisiones de Cátedras

23. Luego que vaque alguna clase se fijará en


las puertas de la Casa de Estudios Edicto
Convocatorio autorizado por el señor
Governador como Presidente de la Junta
municipal de Temporalidades y el Escribano de
dicha Junta con término perentorio de treinta
días.
24. Se presentarán los que quieran oponerse
haciendo su pretensión por medio de un
memorial a la Junta municipal acompañando a
aquel los servicios, que haya hecho el público
fee [sic] de Estudios en que se haya exercitado

114 Colección Bicentenario


y otros Documentos, que prueben arreglada
vida y buenas costumbres.
25. En vista de dichos Documentos admitirá
la Junta municipal la oposición, señalando
día para concurran los opositores a tomar
puntos; y llegado, que sea el día, y verificada
la concurrencia, tomará puntos el más
benemérito por su grado, estado, edad y demás
circunstancias en presencia de todos en la forma
/f. 704v/ siguiente. Un niño inocente picará
con una cuchillas por tres partes el Virgilio y el
opositor escogerá el lugar que más le acomode
de los tres y al día siguiente a las nueve de la
mañana en que hayan ya transcurrido veinte y
quatro horas se presentará en la clase pública
y hará una lección de memoria de media hora,
o recitando los versos que basten a ocupar el
tiempo o exponiendo en latín la historia de la
Eneida, o lo que contiene; y luego de los otros
opositores le arguyen un quarto de hora cada
uno sobre los seis primeros versos del lugar
en que hubiese orado; y así lo practicarán los
demás por su turno.
26. Para formalizar este acto mandará el señor
Governador citar por papeletas que repartirá el
Escribano de la Junta, a los sujetos graduados
en Universidades que se hallaren en la Ciudad,
y a falta de estos otros que sean instruidos
en Latinidad para que presencien los actos
de oposición, en los que presidirá el señor
Governador, y puedan aquellos fundar el juicio
que hayan formado de la idoneidad de los
opositores
27. Antes de entrar al acto jurarán los citados ante
el señor Governador de fidelidad, y concluidos
los actos votarán estos en el más idóneo con
cuya consideración, y la de los Documentos
presentados de meritos proveerá el señor
Governador la Cátedra en el mas idóneo y

Colección Bicentenario 115


meritorio, para que de este modo no se agravia
la Justicia, ni perjudique a los interesados.
28. Para entrar a servir la Cátedra el que fuere
nombrado jurará ante el mismo señor
Governador de bien proceder en su encargo
arreglado a estas instrucciones ofreciendo
guardarlas en todo, a cuyo efecto serán obligados
así los Catedráticos de /f. 705/ latinidad como
el maestro de primeras letras. Maracaybo [sic]
y Septiembre diez de mil setecientos noventa y
ocho. D.D. Andrés María Manzanos.

Señores de la Junta de temporalidades.

El D.D. Andrés María de Manzanos Abogado


de la Real Audiencia del Distrito presenta a Vss. la
instrucción practica para el Govierno económico de
las Escuelas públicas de esta Ciudad, que ha formado
en cumplimiento del encargo que se le hizo en la junta
particular celebrada el veinte y nueve de marzo ultimo,
y celebrará obtengan la aprobación de Vss. Maracaybo
once de Septiembre de mil setecientos noventa y ocho.
D.D. Andrés María de Manzanos.

Maracaybo Octubre trece de mil setecientos


noventa y ocho. Vista al defensor de temporalidades =
Santa Cruz = Cordero = Menacho.=.Ramírez = Ante
mi Juan Durán Escribano público = Señor Governador
y Señores de la Junta = El Defensor de Temporalidades
en vista de la Instrucción práctica que ha formado el D.D.
Andrés María de Manzanos para el govierno económico
de las Escuelas y Estudios que se han reestablecido en
esta Ciudad con arreglo a la circunstancia al lugar, y
demás que ha tenido presente para el mejor método
ante Vs. y mercedes dice: Que registrados sus artículos
reconoce se hayan conformes con las prevenciones, que
hace S. M. en la Real Provisión del año de setenta y
uno para las Escuelas y Estudios generales que cita

116 Colección Bicentenario


y trae el señor D. Manual Martínez en su librería de
Jueces por lo que Vs. y mercedes se servirán de darle
su debida aprobación y que se saquen copias para la
inteligencias y govierno de los Maestros. /f. 705v/ Por
ser así justicia =

Colección Bicentenario 117


Imágen 8

4. La función del
enseñante

Colección Bicentenario 119


Plan y método que se ha de observar
en la escuela, que según establecido
por las leyes, ordenado novissimamente
por nuestros catholicos, monarcas y
mandado observar por la Real Audiencia,
y superior Gobierno de este Reyno; se
establece en este pueblo de San Diego
de Ubate por el m.r.p. Fray Antonio de
Miranda 56

San Diego de Ubaté, 1 de enero de 1792.

/f. 821/

1.- Todos los vecinos que tengan algún hijo, que


manifieste alguna habilidad desde dicho día lo
mandarán a la Escuela, desde las siete de la mañana
hasta las onze del día y por la tarde desde las dos
hasta las cinco, trayéndolo personalmente a entregar
al Maestro don José Boni, quien apuntándolo en
cuaderno, que para ello tiene, dará parte a dicho
R.P.

2.- Aplicará todo su zelo y cuidado dicho Maestro


en quye sus Discípulos después del Santo Temor
56 AGN: Fondo Colegios. t. III. fol. 821-827r.

Colección Bicentenario 121


de Dios, y obligaciones de Cristianos, en que
precisamente se incluien los actos de Fé, Esperanza
y Caridad, que deberán aprender de memoria, y
hacer todos los días, oygan misa, rezen la corona
de Ntra Sra: sean instruídos por el Catecismo, que
el Illmo. Señor Obispo de Córdoba Dn. Francisco
Reynoso mandó imprimir y aprehendan a ayudar a
Misa y la tabla aritmética para que puedan aprender
las quatro primeras de ella.

3.- Que dicho maestro aplique la mayor diligencia


a fin de que sus discípulos guarden la mayor
Religiosidad, respecto y veneración a los Sagrados
Templos, personas Sagradas, y superiores, tanto
eclesiásticos como seculares y que con particular
estudio se imprima en sus corazones la debida
lealtad y amor a Ntro catholico Monarca, haciéndole
ver continuamente la obligación, que de ello tienen y
pedir diariamente a Dios Ntro Sr. Las prosperidades
de la Monarchía, a las que contribuye no usurparle
sus Reales Derechos, y cuan grave pecado es el
ejecutarlo, o dar aucilio para ello y la obligación que
tienen de restituir /F. 821v/.

4.- Que una vez puesto en la escuela algún niño no


han de poder quitarlo ni transpasarlo a otro lugar,
sus padres sin justísimas cauzas reconocidas, y
aprobadas por el Juez Secular y dicho R.P. cura bajo
la pena que la justificación y santo zelo del Excmo
Sr. Virrey se dignara aplicarles, y en el interin la que
se juzgare más conveniente para contener la falta de
obediencia, que regularmente se experimenta en la
genete campestre y con especialidad en este pueblo
por hábito que tienen de no obedecer, ni haber quien
a ello los obligue.

5.- Que una vez, que el establecimiento de esta


Escuela, que no tiene otro objetivo que el bien
público, no tendrá ningún Padre ni Madre de Familia

122 Colección Bicentenario


obligación de dar otra cosa al Maestro por semana
que el que tuviere posibles, medio real, y el que no,
uno o dos huevos o si alguno voluntariamente por el
beneficio que reporta su familia, quisiera darle algo
más se deja a su arbitrio y generosidad, aunque el
que pueda deberá comprar cartilla, y Catón; pues
para los que fueron enteramente pobres, y para los
indios proveerá dicho R.P. Cura, que tiene obligación
de hacer limosna; y esta lo es espiritual.

6.- Que todos los Sábados por la noche y la víspera


y fiestas de Ntra Sra: ocurran al rosario cantando,
salve y letanía, todos los niños de la Escuela: velando
el Maestro: como debe velar, en que a lo menos
cada dos meses, los que fueren capaces confiesen,
comulguen.

7.- Que con ningún color, pretexto, ni motivo se


permita que alguno ande por las Estancias, o en el
Pueblo protextando enseñar a leer, a escribir a niños
para solapar su bagabundería y tener que comer con
título de Maestro; pues por lo regular ninguno de
ellos sabe leer, ni escribir y así no lo puede enseñar.

8.- Que si de alguno de los pueblos inmediatos


quisieran poner en dicha Escuela algún niño; este
sea admitido, y sus padres obligados a componer
con el Maestro lo que hayan de pagar, por semana, o
por mes, y no por más tiempo.

9.- Que cada tres meses, el día que se señalaré por


el R.P. Cura ha de presentar dicho Maestro todos
sus Discípulos para que /f. 822/ sean examinados,
y de ellos, los seis más aventajados dará dicho R.P.
Cura algún premio según alcansen facultades sin
descuidarse de corresponder al zelo que manifestare
el Maestro.

Colección Bicentenario 123


10.- Que entre el Corregidor o su teniente, el
Cura, los Gobernadores y que quatro o seis de los
principales vecinos tomen algún arbitrio para que
haiga algun ramo fixo para los reparos que siempre
se hace precisos en la Escuela, como composición
de cerraduras, bancos, asientos, etc. Y aun para dar
papel a los pobres, pues aunque el presente Cura lo
hará asta donde alcance, aunque sea cercenándolo
de su plato; otro ó no podrá ó no querrá. Y que lo
que esta Junta resolviere, teniendo presente, no ser
gravamen de consideración al público y vecindario,
quede aprobado, confirmado y obligatorio, y lo que
de ello se gastare sea por mano del Cura, quien en
alguno de los Libros de la Cofradía, o en un cuaderno,
que dará el presente, tomará annualmente razón de
lo que se recibiere y gastare.

Todo lo qual deberá observar, y observará puntual y


efectivamente como aquí se expresa. Y para que de
ninguna manera se vuelvan ilusorios estos puntos,
ninguno pueda alegar ignorancia, y se hagan llevar
a puro y debido efecto, se remitirá una copia de este
Plan al Excmo. Sr. Virrey de este Reyno, suplicándole
con el mayor rendimiento a su Santo zelo y piadosa
inclinación al bien público, se digne de conformarlo;
y mandar su observancia con la mayor estrechez, y
al Cura que es, o fuere, que informe aquel Superior
Gobierno aun la más leve que se experimente y desde
el día de este establecimiento habiéndose primero
públicado por tres veces a tiempo de la Misa Mayor
en esta Santa Iglesia se fixe a sus puertas una copia
de él, otra en una de las esquinas de la Plaza, y otra
a la puerta de la Escuela. Y para que así conste lo
firmo en la. De Enero de 1.792.

R.P. Antonio de Miranda

124 Colección Bicentenario


/f. 823/

Presenta el Plan para Establecimiento de


Escuela de Primeras Letras en el pueblo de Ubaté es
parte del Señor Fiscal de lo Civil y el del Crimen para
los Indios en calidad de protector.

Excelentísimo Señor

Fr. Pedro Manuel de la Puente Procurador


general de la Provincia de Nuestro Santo Padre San
Francisco con el debido respeto, y como mejor de derecho
proceda paresco y digo. Que el M.R.P. Predicador
general Exdefinidor exprovincial más antiguo Cura y
el Vicario del Pueblo de Ubaté Fr. Antonio de Miranda
ha procedido en cumplimiento de lo dispuesto por su
Majestad y mandado por esta Real Audiencia a formar
el Plan para el establecimiento de Escuela de primeras
letras en dicho Pueblo que con solemnidad y juramento
necesario presento, suplicando a Vuestra Excelencia
se sirva aprobarle si fuesse de su Superior agrado y
que para su perpetuo establecimiento se libre con la
inserción del Despacho correspondiente.
A.V.E. suplico provehea como solissito juro lo
necesario etc.

Doctor Don Manuel Campuzano


Fr. Pedro Manuel de la Puente

Clemente Robayo

/f. 823v/ Santa fé y Febrero de 1.792.

Colección Bicentenario 125


Al Señor Fiscal:

Caycedo

Excmo Señor:

/f. 824/

El fiscal de S. M. dise: que el Padre Cura del


Pueblo de Ubaté Sr. Antonio Miranda incluie a V. E. el
Plan que ha formado para la escuela de primeras letras
y educación de los muchachos de aquel vecindario
solicitando la aprobación de él. La educación de los
primeros años es la piedra angular sobre que carga
todo el peso de las obligaciones del Hombre assí es que
debe precisamente dividirse en la doctrina que mira la
Religión y en poner aptos a los jóvenes para seguir el
camino de la vida civil siendo útiles al Rey, a la Patria,
y a los / Conciudadanos. Lo primero se consigue con
que el Maestro actúe en los rudimentos del Catecismo
siguiendo el que les paresiere de los impresos, y aprobado
hasta tanto que la Diócesis forme el que deba seguir en
todo el Arzobispado; y lo segundo necesita de que en el
Maestro se conosca bastante habilidad para instruir a
sus discípulos sin mesclarles ciertos prejuicios que son
más frecuentes en el campo que en las ciudades.

El Maestro de Niños supuesto que tenga buena


letra debe hazer que sus discípulos le imiten, pero
siendo regular el que no todos consigan el tenerla
en los términos que está mandado por S.M. para la
educación de la Península es preciso acopie muestras de
las que vienen impresas para darlas a imitar: que a los
niños que hubiesen de decorar no se les permitan otros
libros que los Devotos y de Religión, pero jamás los
profanos: que no solo se les haga /f. 824v/aprender la
tabla pitagórica, sino que se les enseñe a sumar, restar
y multiplicar como también la orthorafía de la Lengua

126 Colección Bicentenario


Española usando del ejemplar que ha dado a luz la
Academia.

Con estas precausiones no encuentra el Fiscal


reparo en que se apruebe el Plan presentado por el
Padre Cura de Ubaté, si V.E. lo tubiere por conveniente
librándose el despacho que para ello fuese necesario.

Santafé, Marzo 5 de 1.792.

Barrio

Santafé 1 de Marzo de 1.792

Autos

Caycedo

Santafé

/f. 825/ Y Marzo 9 de 1.792

Vistos: Apruebase el Plan presentado por el


Padre Cura de Ubaté en los Términos que propone el
Señor Fiscal en la antecedente visita y para que en todo
se proceda con harreglo a ella, librese el correspondiente
Despacho.
Con fecha de 20 de Marzo de 92, se libro el
Despacho prevenido
Foxa 8

/f. 826/

Excelentísimo Señor:
El fiscal de su Majestad dice; que la
representación de Josef Boni Maestro de primeras letras
de el Pueblo de Ubaté, está desnuda de comprobantes
que la apoyen de verdad y antes bien su relato de que

Colección Bicentenario 127


el Padre Cura le niega la Iglesia para que los niños
resen en ella, como lo acostumbraban parece increíble,
no habiendo justa causa para ello, en esta atención y
para proceder con los debidos conocimientos, puede
V. Excelencia siendo servidor mandar, se remita esta
representación al teniente Corregidor de aquel partido
para que en vista de lo que expone el insinuado Boni
averigue exactamente la verdad y informe de todo con
la brevedad posible, que con lo que pidiere y expusiere,
pedirá el Fiscal lo que estime de justicia. Santafé
Octubre ocho de mil setecientos y noventa y dos =
Berrio = Santafé y Octubre nueve de mil setecientos
noventa y dos = como parece el Señor Fiscal = hauy
dos señales de rubrica = Caycedo.

Es fiel copia de sus originales a que me remito,


y se hallan en el ex/pediente instruído sobre que se
apruebe el Plan formado para perpetuo establecimiento
de la Escuela de Primeras Letras de el Pueblo de Ubaté.
Y para que conste en dicho expediente, por remitirse al
teniente Corregidor de dicho pueblo la representación
echa por el Maestro de primeras letras de él, contra
el actual cura de allí, por decir le impide a la Iglesia
para que los niños resen en ella y providencia incerta
proveyda en su continuación hice compulzar la presenta
en Santa Fe a seis de Noviembre de mil setecientos y
noventa y dos.

Domingo Caycedo

Con Fecha 6 de Noviembre de 92, se remitió


original la providencia que se comprende en la
antecedente copia, proveyda a consecuencia de lo
informado por Don Josef Boni Maestro de primeras
letras de el pueblo de Ubaté , contra el cura de aquel
lugar.

128 Colección Bicentenario


/f. 827v/ Excelentisimo Señor:

Acaba de proveerse en esta Parroquia la plaza


de Maestro de primeras letras; y como haya llegado a
mi noticia, que el humano e infatigable zelo de vuestra
Excelencia ha dispuesto un Plan para el buen arreglo
de dichas Escuelas y como mis deseos sean de cooperar
en cuando estubiere de mi parte a los sabios y benéficas
intenciones de Vuestra Excelencia proporcionando
a estos vecinos quantas ventajas me sean posibles; y
finalmente convencido yo de que el mayor beneficio
que se puede hacer a la patria es la de perfeccionar
semejantes establecimientos, como que en ellos se
forma el Corazón de la juventud; me animo asuplicar a
vuestra Excelencia se digne favorecerme con una copia
del mencionado Plan: fineza que sera constante en mi
reconocimiento.

Ruego al Altíssimo prospere y perpetue la


importante vida de Vuestra Excelencia para honor de
la Nación y felicidad de sus súbditos.
Zipaquirá 11 de Marzo de 1.793

Excelentísimo Señor.
Jose Boni

Excelentísimo Señor Virrey

Colección Bicentenario 129


El bachiller don Joseph Gregorio Vásquez
de Piedrahita
sobre la provisión de la escuela de Cartago 57

Cartago, diciembre de 1804.

/f. 357/ Se presenta por vía de queja


o por el recurso que más haya
lugar, con protesta de exhibir el
Muy Poderoso Señor poder dentro del término de las
ordenanzas y pide Real Provisión
compulsoria.
Cándido Nicolás Girón Procurador de los del
número de esta Real Audiencia a nombre y bajo la
protesta de presentar dentro del término de la ordenanza
el poder bastante del Bachiller Don Joseph Gregorio
de Piedrahita, presbítero Sacristán Mayor de la Santa
Iglesia de la Ciudad de Cartago, ante Vuestra Alteza
con mi mayor respeto parezco y como mejor de derecho
proceda, digo: que considerándose este eclesiástico
con todo el lleno de capacidad que es necesario para
la enseñanza pública de la juventud en la escuela de
primeras letras y siendo por razón de su ministerio más
a propósito que otro ninguno para el desempeño de
dicha ocupación, solicitó en tiempo oportuno y debida
forma ante Vuestro Cabildo de aquella ciudad, que
proveídos los requisitos convenientes se le nombrase
para servir aquel destino que se hallaba vacante, mas el
Cabildo despreciando las circunstancias y el mérito que
lo constituyen más digno para el efecto, lo proveyó en
Joseph Ignacio de Soto; de distinto vecindario.

El presbítero por quien hablo, viéndose así


injustamente desairado se presentó ante el mismo
Cabildo reclamando aquella provisión y apelando de ella
para ante la Superioridad de Vuestra Alteza, pero no
57 AGN: Colonia, Colegios, t. I. f. 656-839.

130 Colección Bicentenario


fue menor el agravio que volvió a recibir, /f.357v/ pues
aquel cuerpo denegándose a la justicia, se desentendió
de dicha reclamación y nada proveyó sobre el particular.
En estas circunstancias el interesado ha escogido el
mejor medio para remediar el agravio padecido, cual
les ponerlo en noticia de la superior justificación de
Vuestra Alteza, por vía de queja, o por el recurso que
más haya lugar, suplicando como lo hago yo en su
nombre bajo la protesta insinuada, se sirva mandar
librar Real Provisión compulsoria para que el Cabildo
remita testimonio de los autos; y venido se me franquee
a efecto de deducir lo conveniente en uso de su derecho
como parece de justicia ella mediante.

A Vuestra Alteza pido y suplico se sirva proveer


como solicito que juro y protesto lo necesario, etc.

Nicolás Ballén de Guzmán = Cándido Nicolás


Girón

/f. 659v/

Don Carlos, por gracia de Dios, Rey de Castilla,


de León de Aragón, de las dos Sicilias, de Jerusalén,
de Navarra, de Granada, de Toledo, de Valencia, de
Galicia, de Mallorca, de Sevilla, de Cerdeña, de Córdoba,
de Córcega, de Murcia, de Jaén, de los Algarres, de
Algecira, de Gibraltar, de las Islas Canarias, de las
Indias Orientales y Occidentales; Islas y tierra firme
del Mar Océano; Archiduque de Austria; Duque de
Borgonia, de Brabante y Milán; Conde de Abspurg de
Tirol y Barcelona, Señor de Viscaya y de Molina, etc.

Por cuanto ante mi Virrey, Presidente, Regente


y Oidores de mi Audiencia y Chancillería Real de este
Nuevo Reino de Granada se ocurrió por parte que se
expresara, haciendo la representación siguiente: (…)/58
58 Se repiten en este aparte los párrafos que dan inicio al expediente,
los cuales omitimos.

Colección Bicentenario 131


/f. 661/ y hecha relación se proveyó por mis ministros
en once del corriente el auto siguiente – Vistos: Líbrese
Real Provisión compulsoria para que el Cabildo de
Cartago remita testimonio de los autos que se expresan.
[Al margen izquierdo: Auto Señores Alba e Inclán].

Por tanto fue acordado por los referidos mis


ministros el que se debía librar esta mi Real Carta, lo
que he tenido a bien y para ello os ordeno y mando a
vos el Cabildo de la Ciudad de Cartago que luego que la
recibáis veáis su contenido y en su cumplimiento haréis
lo que tenga mi auto incerto sin hacer ni permitir se
haga cosa en contraria, pena de doscientos pesos que
irremisiblemente se os exigirán para mi cámara y /f.
661v/ Fisco. Dada en Santa Fé a trece de julio de mil
ochocientos cuatro.

Yo el Doctor Don Francisco Joseph de Aguilar y


Contreras Abogado y Secretario de Cámara y Acuerdo
de la Audiencia y Chancillería Real de este Nuevo Reino
la hice escribir por lo mandado y con acuerdo de su
Virrey Presidente Regente y Otodores.

(hay un sello de cera)

Registrada por el Canciller

Don Juan Antonio Guzmán (rubricada)

Presentada con petición ante los señores del /f.


662/ Ilustre Cabildo de Justicia y Regimiento hoy 7 de
Agosto de 1804.

/f. 663/
Muy Ilustre Cabildo Justicia y Regimiento

El Bachiller Don José Gregorio Vásquez de


Piedrahita, Presbítero Sacristán Mayor de la Santa
Iglesia Matris de esta Ciudad, en la apelación de la nula

132 Colección Bicentenario


y violenta posesión que del magisterio de primeras
letras se le ha dado a José Ignacio de Soto vecino de
la Ciudad de Buga, digo que el doce del pasado mayo
interpuse para ante Su Alteza el recurso que convenía,
pero viendo que con pasado mes y medio Vuestra
Señoría no proveía mi tan justa solicitud, ocurrí el
veinte de junio a la Superioridad de su Alteza dando
la queja que por la morosidad correspondía, y al efecto
al punto se libró el rescripto que con la solemnidad
y juramento necesario presento y suplico mande se
agregue al testimonio que tengo pedido, sin olvidar a
él se acumule la razón en la acta Capitular expuesta por
el Señor Síndico Procurador General de esta Señoría
suplico provea como solicito consta pretexto y en lo
necesario juro, etc.

Bachiller José Gregorio Vásquez de Piedrahita

(rubricado).

Sala Capitular de Cartago 17 de Agosto de


1804

Por presentado con la real provisión que expresa.


Librada por los señores de la Audiencia Pretorial de
este Reino, en Santa Fé a 13 de junio del presente
año, que se obedece con el mayor respeto en la forma
acostumbrada y para que tenga su debido y puntual
cumplimiento se compulsará íntegro testimonio del
cuaderno de autos que refiere, con inserción de las
cláusulas de fundación de la escuela pía de esta ciudad,
remitiéndose por este /f. 663v/ congreso aquella
superioridad, según se manda para lo cual ésta parte
exhibirá el papel y derechos necesarios y para que
también se cumpla lo mandado en 28 de junio de este
mismo año, a continuación del indecoroso escrito
presentado por esta parte; se legalizará igual testimonio
de dichos autos para resguardo de este congreso y
se remitirán los originales, como está mandado a las

Colección Bicentenario 133


misma superioridad, por las muestras, método y más
circunstancias que incluye, mediante la dificultad que
resulta para su imitación en el testimonio y que por
dichos originales conozca la sabia comprensión de su
alteza, se ha cumplido por este Cabildo en todas sus
partes con su real provisión de 2 de mayo de 1799 como
así mismo se refiere en el informe que se dirigió en 5 de
julio de este mismo año al Ilustrísimo Señor Obispo que
también se insertará en dichos originales y testimonio
para la más clara inteligencia; sin embargo, del que con
ella se debe acompañar y por este que proveen, así lo
dicen, obedecen y firman los señores de este Ilustre
Ayuntamiento en el día de su fecha y por ante mí el
presente escribano público y de cargo, que de ello doy
fe.

Juan José Ruiz Salamandra Juan Pereira


(Rubricado) (Rubricado)

Felix de Castro Juan Nicolás Machado


(Rubricado) (Rubricado)

Ante mí

Pedro Suarez de Conto (rubricado)

En veinte y dos del mismo, hice notificación


de la anterior provisión al señor Presentante. Quedó
inteligenciado y de ello doy fe.

/f. 664/ Expediente y diligencias acerca de la escuela.

/f. 665/ El Cabildo Justicia y Regimiento de esta


ciudad de Cartago, sus testimonios y jurisdicción por el
Rey que Dios guarde, etc.

Hacemos notorio al público, hallarse vacante la


escuela de primeras letras que mandó fundar en esta
precitada ciudad Don Lázaro de Gardea y ha obtenido

134 Colección Bicentenario


Don Isidro Herrera hasta el quince de julio próximo
pasado y para proveerla con arreglo a las órdenes
superiores y disposición del fundador, acordamos
y mandamos en nuestra Sala de Ayuntamiento, se
fijaren edictos convocatorios en la forma ordinaria por
término de sesenta días, último y perentorio para que
dentro de él se presente, haciendo oposición cualquiera
individuo que apetezca regentarla, sea de ésta o de
extraña jurisdicción, que será admitido y posesionado,
aquel en quien resultan las circunstancias prescritas y
aprobación del respectivo examen dentro del término
asignado y no después, según lo llevamos mandado
por Decreto de ocho de Agosto. Y para que llegue a
noticia de todos mandamos fijar el presente. Firmado
de nuestro infrascrito escribano que de ello da fe.

Cartago y agosto 16 de 1803

Por mandato de los señores del Muy Ilustre


Cabildo

Pedro Fernández de Conto


Escribano Público y de Cargo
(rubricado)

/f. 669v/ Hoy diez y ocho de octubre de mil ochocientos


tres se desfijó el edicto de la vuelta. Doy fe
(rúbrica)

/f. 670/ Muy Ilustre Cabildo Justicia y Regimiento

Don Francisco Álvarez del Pino vecino de esta


ciudad ante Vuestra Señoría con mi mayor veneración y
respeto parezco y digo (que por la ausencia que hizo de
esta Don Isidro Herrera y Volaños, maestro que era de
la obra pía que mandó fundar Don Lázaro de Gardea,
para la enseñanza de niños de primeras letras y más
educación concerniente a dicho ministerio) se halla
en lo presente vacante dicha escuela y por lo mismo

Colección Bicentenario 135


fixados edictos para que se consideren aptos para la
buena educación de los niños, pues de ella resulta la
felicidad de las repúblicas en esta virtud se ha de servir
Vuestra Señoría haberme por presentado y opuesto a
la expresada escuela que protesto cumplir exactamente
este expreso encargo, según y como por Vuestra Señoría
se me preceptuare, pues todo me parece conforme por
tanto a Vuestra Señoría reverentemente suplico se sirva
proveer según y como pido habiéndome por opuesto a la
ante dicha escuela. Fecho ut supra = Francisco Álvarez
del Pino (rubricado).

Sala Capitular de Cartago y octubre 8 de 1803

Por presentado en cuanto ha lugar en derecho


téngase presente para su tiempo y hace por opuesto.

(5 rúbricas)

Ante mí

Pedro Suárez Conto

Sala Capitular de Cartago y Noviembre 28 de


1803

Conste lo proveído con esta fecha en expediente


de igual naturaleza.

(4 rúbricas)
Ante mí
/f. 683/

Los discípulos han de ver al maestro tomar la


pluma y como la maneja, para que aprenda la verdadera
colocación de los brazos sobre la mesa, el buen aire y
gesto con que se debe escribir. La cabeza ha de estar
medianamente inclinada, el pecho apartado de la mesa,
la mano izquierda ha de sujetar el papel y volverle lo

136 Colección Bicentenario


preciso, la esquina izquierda del papel que cae debajo de
la mano que la sujeta ha de mirar a la mitad del pecho y
la derecha ha de cuatro dedos más alta que la otra. El que
le pone de otro modo va fuera del camino del verdadero
arte. Son grandes las mercedes que hace Dios a los
pecadores pero cuanto mayores, cuanto más especiales
y frecuentes son los beneficios que reciben los justos de
su infinita bondad y paternal amor hacia ellos. A vista
de la constancia con que la fortuna lo muda y trastorna
todo, con que desbarata sus propias hechuras y de la
extravagancia con que derrama sus favores. ¿Es posible
que perseveren todavía los mortales en sacrificar sus
esperanzas, sus deseos, a un ídolo tan caprichoso y tan
___ [ilegible]?

Es tan necesaria la Ortografía para el manejo


de la pluma, que sin ella no será fácil conseguirle con
acierto por cuya razón es absolutamente precisa para
los empleados en secretarías y oficinas y para todos
los que se ejercitan en el manejo de papeles. Es tan
indispensable como lo puede ser un intérprete para
quien no tiene el idioma en que le hablan. Por más
latinos y retóricos que seamos de nada nos servirá
nuestro trabajo si no le procuramos avivar y distinguir
en nuestros escritos con /f. 683v/ este arte, porque
la Ortografía voz compuesta de los griegos Orthos y
Graphos significa escribir bien o rectamente. Fúndase
este arte y se sostiene sobre la combinación de las letras
de que constan los alfabetos que hay en uso; de cuya
combinación resultando las voces con sus significados
y pronunciaciones; se declara por su medio el sentido
genuino y la mente del que escribe, de suerte que así
también la voz formada nos distingue de los brutos; así
también la escritura arreglada nos separa de los necios
e ignorantes. (En los folios 684 r – 684 v repite las
mismas frases y sentencias).

/f. 684v/ Por la combinación de las letras silabamos


y leemos con el continuo ejercicio de alfabetos y

Colección Bicentenario 137


multiplicación de letras trabadas escribiremos.

Por Don Joaquín Macario Nazario de Piedrahita


y Sierra.

Gamboa octubre 12 1803

El Bachiller Don Joseph Gregorio Vásquez de


Piedrahita sobre la provisión de la escuela de Cartago.

/f.828/

Con presentación de documentos expresando agravios


dice su derecho.

M.R.S.

Cándido Nicolás Girón procurador apoderado


del Bachiller Don Joseph Gregorio Vásquez de
Piedrahita, Presbítero Domiciliario del Obispado de
Popayán y Sacristán Mayor de esta Iglesia de la Ciudad
de Cartago, ante V. A. deduciendo en vista de los
autos obrados por el Cabildo de dicha ciudad sobre la
provisión de la escuela de primeras letras con mi más
profundo respeto y como mejor de derecho proceda
digo: que el citado Cabildo, atentas las circunstancias
que concurrieron y resultan del expediente o excluir en
una parte en el nombramiento que hizo de maestro en
la referida escuela se manejó con parcialidad, interés y
particular inclinación para acomodar a Joseph Ignacio
de Soto, a quien desde luego confirió aquel destino
dejando en prejuicio de la República frustradas las
buenas esperanzas que aquellos ciudadanos se prometían
de las luces, caridad y demás cualidades recomendables
que tiene mi constituyente para el más útil desempeño
en la Cristiana enseñanza de la juventud. Este agravio
originado de una elección absurda y de una votación
nula se ha de servir la superior justificación de V. A.
remediarlo, como rendidamente lo suplico, declarando

138 Colección Bicentenario


para el efecto la irregularidad con que procedió el
Cabildo y en consecuencia que mi parte es a quien
corresponde, por hallarse en él los requisitos necesarios
al magisterio de dicha escuela, que como a tal se le
despache el /f. 828v/ título correspondiente, para que
lo ejerza y perciba las cantidades de su dotación que
le pertenecen, pues para ello presta bastante mérito lo
que resulta de los autos y las reflexiones siguientes.

Por desistimiento que hizo Don Isidro Herrera


en 27 de mayo del año pasado de 1803 de la ocupación
de la escuela, el Cabildo declaró la vacante por Auto de
8 de agosto, y de su orden en 16 del mismo mes y año
se fijó edicto convocatorio con término de sesenta días
para que ocurriesen los sujetos que la pretendiesen, a
hacer la correspondiente oposición. Con efecto mi parte
se presentó en tiempo hábil y habiendo hecho igual
solicitud Don Francisco Álvarez del Pino concluyendo
el término el Ayuntamiento dio visto al Síndico
Procurador General quien fue de dictamen de que se
despachasen deprecatorios a los jueces de las ciudades
circunvecinas para que hiciesen fijar edictos con el
objeto de que respecto de que el fundador de la obra pía
de la escuela no llamaba precisamente a los patricios de
Cartago, hubiese mayor número de sujetos que optasen
y motivo para escoger el más hábil y a propósito para
el efecto, aunque siempre en igualdad de circunstancias
debía ser preferido el que fuere de la patria. El Cabildo
sin proveer nada sobre la solicitud del personero,
admitió después de pasado mucho tiempo de otros tres
opositores, de los cuales es uno Josef Ignacio de Soto. A
consecuencia de las presentaciones de éstos se le volvió
a dar vista al Síndico Procurador General, que expuso,
parecerle no ser ya conveniente el que despachasen los
deprecatorios para que en las ciudades inmediatas se
pusiesen edictos, porque de otra suerte se retardaría
la provisión de negocio en materia tan importante y
además no contemplaba necesario este requisito pues la

Colección Bicentenario 139


superior resolución de V. A. que el cita y corre /f. 829/
a fojas 28 no lo previene.

Entonces se comisionó el Cabildo sujeto para


que examinase de escritura, lectura, etc. a los opositores
a quienes por lo respectivo a la instrucción de la doctrina
cristiana previno que ocurriesen a donde el Vicario
Eclesiástico a sufrir el examen competente. Con efecto
así se rectificó y de la diligencia corriente al reverendo
de fojas 42 resulta ser mi parte uno de los más aptos
para el ministerio de la enseñanza de la juventud con
la cortísima nota de no haber recordado por entonces
la cuarta preliminar y común operación de la reglas
de aritmética. El Vicario Eclesiástico por su parte
expone haber en los opositores la suficiente instrucción
de doctrina Cristiana, con la particularidad de ser mi
constituyente por razón de su estado sacerdotal el más
a propósito para aquel desempeño.

El ayuntamiento que antes había interesado


y oído la voz de su personero Síndico Procurador
General, para nada lo tuvo después presente y procedió
a la votación. Dos sufragios resultaron a favor de mi
parte y dos a favor de Josef Ignacio de Soto, y en
estas circunstancias de Alcalde Ordinario de primer
voto haciendo de regulante eligió al segundo para
el magisterio de la referida escuela. Pero tanto en la
votación como en la regulación del voto de calidad
respecto del elegido concurrieron principalmente tres
vicios y graves defectos en agravio de mi parte.

Lo primero, que a Ignacio de Soto se le tuvo


por opuesto y admitió su participación después de
pasado mucho tiempo concluido el término de la
convocatoria. Lo segundo que debiendo haber hecho
información como lo previene la ley, de tres tiempos
con citación del Síndico Personero ante la justicia de
la ciudad de Buga, como lugar de su domicilio, de su
vida, costumbres y limpieza de sangre, informando a

140 Colección Bicentenario


su continuación la misma justicia sobre /f. 829v/ la
certeza de estas calidades se omitió este indispensable
requisito, y el Ayuntamiento quedó satisfecho solo
con las certificaciones que exhibió, acreditativos de
su conducta, y no extensiones a ninguna otra cosa.
Lo tercero, que el mismo Alcalde ordinario al tiempo
de la Regulación expuso, ser tío consanguíneo de mi
constituyente, y que por este motivo no daba sufragio
en su favor.

En cuanto al primero de estos defectos es muy


obvia la manifestación de su gravedad, porque aquel
Ayuntamiento abusó de la facultad que le es concedida
por la provisión de la escuela, pues alargando ya
discreta y considerablemente los plazos y términos
de la convocatoria, perjudicó así no solamente a la
república, privando a los padres de familia con tales
dilaciones de la enseñanza de sus hijos, sino también a
los opositores oportunamente presentados. El segundo
defecto es diametralmente opuesto, o más bien es
una criminal transgresión de lo que la ley dispone,
haciéndose por lo tanto aquel Cabildo digno de la más
severa demostración en castigo del exceso en que por
ello incurrió. El tercero es un pretexto del Alcalde
regulante especioso y digno de todo desprecio, pues el
ser mi parte un consanguíneo era fundamento bastante
para que él se abstuviese de entrar en votación y no
para perjudicarlo en ello.

Con estos vicios y faltas sustanciales procedió


el Cabildo a la elección de Josef Ignacio de Soto,
despreciando y desatendiendo en mi parte todas las
circunstancias que lo constituyen en /f. 830/ concurso
de los otros opositores para el magisterio y de la Escuela.
Sus ventajas las constan el Cabildo por notoriedad y
son públicas a todo Cartago. A los de ser natural de
aquella ciudad, de nacimiento distinguido, de luces y
capacidad conocida y acreditada con documentos añade
la de su sagrado ministerio en cuyas funciones no

Colección Bicentenario 141


solo se maneja con el más exacto cumplimiento sino
con la mayor beneficencia y caridad hacia los pobres, y
utilidad de todo el público, de cuyas cualidades aunque
notorias a dicho Ayuntamiento, tengo la satisfacción de
acreditarlas ante la Superioridad de V.A. no solo con los
documentos que mi parte exhibió y corren en los autos,
sino con los que ahora solemnemente prescribo.

Por el pleno conocimiento que ello tienen los


vecinos de Cartago, lo contemplaron más a propósito,
y como particularmente interesados, manifestaron
algunos sus deseos al Cabildo por medio del escrito
de fojas 3, suplicando que en nombramiento para el
magisterio de Escuela de Primeras Letras se le tuviese
presente, por constarles ser de buenas costumbres, de
ejemplar vida, liberal y piadoso con los indigentes,
hábil patricio de la misma Cartago y además, acreedor
a la ocupación de aquel destino por razón de su pobreza
y tener a su cargo el cuidado de alimentar y mantener
a su madre y sus hermanas. Esta demostración que
debía influir mucho para el concepto del Ayuntamiento
en beneficio de la República, la tuvo a extrañeza a
pretexto de que el Procurador General representaba al
público y desempeñando sus funciones era a quien le
corres- /f. 830v/ -pondía hablar, pero ya que despreció
de esta manera la solicitud de aquellos vecinos, debió a
lo menos haber dado visto de ello y de las diligencias
de examen al Síndico Personero para que hecho el
cargo del interés de los ciudadanos, expusiese sobre el
mérito de los opositores al que lo tuviese mejor para el
magisterio.

Bien claro está que un sacerdote es más


a propósito para el efecto, y siendo de una virtud
experimentada, como mi parte se encuentra en la
piedad, la política cristiana y la rectitud de corazón,
que son los principales con que en la educación de los
hijos descansan los padres de familia y ninguno otro es
más apto que un ministro del santuario para inspirar

142 Colección Bicentenario


a la juventud en los más tiernos años de su infancia
los mejores sentimientos que la separen de todo vicio y
corrupción y que la señalen y dirijan por las sendas del
Cristianismo y enseñen la obediencia, subordinación y
respeto a las potestades superiores, erigiendo en ella
sobre estos sólidos fundamentos, firmes y brillantes
alumnos para bien de la patria y de la posteridad. Al
Cabildo no se le podían ocultar estas ideas de que
debe estar íntimamente persuadido; pero el Alcalde
Ordinario de primer voto tuvo ciertos fines particulares
para proponerlos al bien público a beneficio de la
recomendación privada de un tercero que tenía interés
en el acomodo de Soto: y los otros dos que votaron por
este sujeto procedieron con mucha madurez y reflexión
y contra lo que la ley prescribe, pues no exigieron los
requisitos necesarios ni pesaron las circunstancias,
si lo hubieran hecho ya hubieran descubierto que
Soto aun no concurriendo con mi constituyente tiene
impedimento por la ilegitimidad de su nacimiento para
poder ser empleado en aquel destino, y constándoles no
ser natural de /f. 831/ Cartago, hubieran considerado
que a todas luces era digno de no tenérsele presente en
el nombramiento.

Al Alcalde regulante también pretextó para no


confirmar a mi constituyente, que no tenía licencia de su
prelado eclesiástico y que con conferirle el magisterio
iba a sujetarse al fuero secular. Razón fútil, especiosa
y de ninguna fuerza. No solamente una ocupación de
esta naturaleza no se opone a los ejercicios sagrados
del ministerio sacerdotal, sino que es muy análoga a sus
obligaciones, como que los eclesiásticos en cualquier
jerarquía tienen por instituto el ser el modelo, la regla
y la guía del resto de los demás cristianos y son los
maestros de la edificación pública. Mi parte pues ni por
razón del sacerdocio, ni por la del beneficio eclesiástico
que obtiene en Cartago, se halla con impedimento
ninguno. No por lo primero y porque antes por ello es
más idóneo que otro ninguno. Tampoco por lo segundo,

Colección Bicentenario 143


porque el beneficio de Sacristán Mayor que sirve, no
tiene las atenciones, que por ejemplo tendría, si fuera
cura de alumnos, y es cosa sabida, que es permitido que
las sacristías se sirvan por substitutos.

Si hubiera de necesitarse la licencia del Prelado


eclesiástico, cuando llegó la noticia de la solicitud de
mi parte a Vuestro R. Obispo de Popayán con motivo
de la queja establecida por el Cabildo contra el mismo
mi constituyente, figurándose haberse excedido y
faltándole a los miramientos debidos, había aquel
prelado sin entrar en la calificación de la queja, como lo
hizo dejando el conocimiento a la Superior justificación
de V. A., habría, digo, advertido a mi parte que mientras
no precediese su licencia, no podía establecer, ni
adelantarles pretensión del magisterio de la dicha
escuela. Pero no lo hizo, porque Vuestro R. Obispo
persuadido de las razones que llevo expuestas, conoce
que no hay semejante requisito. /f. 831v/

La cortísima nota que se pasó a mi parte en


el examen de haber olvidado la cuarta regla de las
operaciones de aritmética, tampoco es fundamento
para que el Alcalde Regulante y los Capitulares que
le negaron sus sufragios, lo hubiesen ejecutado así,
porque ese corto defecto provino de un accidente a
que todo hombre está expuesto y a mi parte le es muy
fácil recordar en breve tiempo una cosa tan trivial y
sencilla.

Además nadie ignora, que el maestro mismo


se puede perfeccionar cuando enseña, y que él tiene en
su mano al llegar tesoros propios de su elección, o el
servirse de lo que haya trabajado ya por otros, ya por
ocuparse con utilidad en el discernimiento de las partes
que elige como más aptas para formar a los jóvenes, lo
cual si se entiende hablando generalmente sobre todos
los puntos de educación, con mayor motivo debe hacerse
volar esta máxima respecto de la frivolidad que se le

144 Colección Bicentenario


nota a mi parte. El pues, que vio que los individuos del
Cabildo tenían en menos todas estas consideraciones,
y por otro lado infringían expresamente la disposición
de la ley y aún las intenciones del fundador, que exige
las circunstancias, que cabalmente se encuentran en
mi parte mejor y más abundantes que en ningún otro
de los opositores, se halló precisado en su uso de su
derecho a hacer la reclamación que el Ayuntamiento
reputó por insulto, y con la que estableció la queja
ante V. R. Obispo de Popayán. Este prelado sujeta el
conocimiento de ello a la Superior justificación de
V. A. Aunque está satisfecho y tiene confianza de las
circunstancias y buenas cualidades de mi parte, de /f.
832/ que ha dado testimonio al mismo V. R. Obispo,
y lo acredita el documento, que presento con la
solemnidad necesaria por tanto espero, que el tribunal,
dando al desprecio esta queja temeraria, pues en ella
tuvo el Cabildo el cuidado de omitir maliciosamente la
particular recomendación con que el vicario eclesiástico
manifiesta en su certificado foja 43, su mayor idoneidad
por razón de su segundo ministerio, y tal vez originado
por contestar los agravios que en este negocio ha
erogado a mi parte se sirva proveer como al exordio,
con declaración de que mi constituyente debe percibir
los salarios que indebidamente ha dejado de devengar
por la malicia de los capitulares que frustraron en la
provisión de la Escuela, y son los que deben ser ellos
responsables y con expresa condenación de costos,
como parece de justicia ella mediante.

A V. A. suplico, que habiendo por presentado


los documentos, se digne proveer como solicito, que
protesto de necesario, etc.

L. Nicolás Ballén de Guzmán Cándido Nicolás Girón

Traslado

Colección Bicentenario 145


Proveído por los Señores Virrey Presidente y
Oidores de la Real Audiencia y Chancillería Real del
Reino.

En a quince de marzo de 1805

Aguilar. En /f. 832v/ Santafé a 18 de los mismos


yo el Receptor le hice saber a Don Joaquín Pontón para
Doctor Josef Ignacio de Soto doy fe.

Pontón. Herrera.

/f. 833/

Señor Vicario y Juez Eclesiástico.

José Ignacio de Soto, Maestro de Primeras Letras


de la Escuela Pública de esta ciudad, ante V. Merced
con el mayor respeto parezco y digo: que para efectos
convenientes a mi derecho y al ministerio que ejerzo de
dicha escuela, se ha de servir Vuestra Merced por su
judicial decreto, mandar darme certificación en manera
que haga fe, según que reverentemente lo suplico, de
cuanto le conste, o noticia tenga acerca de los puntos
siguientes:

1. Si le consta me hallo de tal maestro regentan-


do la Escuela pública de primeras letras de esta
ciudad, mandada fundar por disposición testa-
mental de D. Lázaro Gardea, difunto, con toda
la calificación ordinaria, en virtud del nombra-
miento y título en forma que me despachó el
Ilustre Cabildo precedidos los exámenes co-
rrespondientes.

2. Si desde que se me posesionó en dicho magiste-


rio, he concurrido diariamente, con todos los ni-
ños ordenados en forma de comunidad a oír en
la Santa Iglesia el Santo Sacrificio de la misa.

146 Colección Bicentenario


3. Si en iguales términos y devoción, he concurri-
do todos los domingos primeros de cada mes
y festividades de Nuestra Sagrada a confesar
y comulgar con los niños más aptos, o capaces
para recibir la segunda comunión.

4. Si luego que me posesioné en dicha escuela y


creció con abundancia el número de niños, que
existe a mi cargo para su educación, establecí
concurrir con todos estos a la Capilla de Nues-
tro P. Jesús de Nazareno, a rezar el Santo /f.
833v/ Rosario haciendo yo coro; y si aun este
exemplo y devoción a más de los niños de mi
cargo se congregan en ella otras muchas perso-
nas de ambos sexos.

5. Si igualmente he cumplido exactamente en la


asistencia con toda la Escuela ordenada al qui-
nario y festividad de Nuestro Padre San Fran-
cisco en la impresión de sus milagrosas llagas
según lo dispuesto por el piadoso fundador, y
también he asistido con los mismos niños a las
demás funciones clásicas de Iglesia que ha ocu-
rrido, según el convite que me ha hecho el que
devoto ha contribuido al Divino Culto.

6. Si a las solemnes administraciones de sacra-


mento que han ocurrido, he asistido con varios
de dichos niños que entonaron (como los ten-
go instruidos) con una venerable Comunidad
Franciscana, y yo, los cánticos sacramentales; y
si hasta lo presente se han visto en los niños de
esta ciudad este ejemplo e instrucción.

7. Si desde que se estableció la escuela algunos


de mis antecesores han practicado algunas de
estas devociones, ni dándoles igual ejemplo e
instrucción a toda la juventud en general; y úl-
timamente suplico a Vuestra Merced se digne

Colección Bicentenario 147


certificar cuanto le conste de público y notorio
acerca de mi parte y suficiencia, con el desem-
peño de mi Ministerio en todas sus partes, con
el crecido número de niños, cual ninguno de
mis antecesores llegó a tener con lo más que
le conste, o tenga noticia sobre el particular, y
fecho se me devuelva original en que recibiré
merced y justicia que pido, y protesto no proce-
der de malicia etc.

8. Si igualmente destino los correspondientes to-


dos los días para ayudar a misa, especialmente
a la mayor parte conventual, salvando con esto
la necesidad que hasta ahora se ha experimen-
tado, muchas veces de servirla un sacerdote por
escasez de niños instruidos.

Josef Ignacio de Soto /f. 834/

Cartago y diciembre de 1804

Désele a esta parte el certificado que solicita,


devolviéndosele original como lo pide. Así lo proveo,
mando y firmo, yo el Cura Vicario y Juez Eclesiástico
de esta ciudad actuando con testigos por no haber
notario.

Antonio Marlez y Velazco.

Testigo Mariano Mironza Testigo Anselmo Ibañez.

Incontinentei, yo el Vicario notifique el decreto


que antecede a la parte presentante de que certifico.

Marlez.

148 Colección Bicentenario


Don Antonio Marlez y Velazco, Cura Rector
Vicario y Juez Eclesiástico, Conciliario del
Santo Oficio de la Inquisición, y de la Santa
Cruzada de esta ciudad de San Jorge de
Cartago y su jurisdicción etc.

Certifico a los señores y demás personas


que la presente vieren, y a donde convenga, que me
consta ser cierto y verdadero todo el contenido de
los puntos insertos que el escrito presentado, y que
a la verdad desde que me posesioné de este beneficio
ninguno de los individuos que han regentado la
escuela de primeras letras de esta ciudad observado
el método que el suplicante, el cual desde luego se ha
dedicado enteramente a cumplir con exactitud todas
las funciones de su ministerio /f. 834v/ de suerte que
no quede nada. En continuando en iguales términos se
logrará la perfecta instrucción de la juventud; pues a
la verdad hasta el día no se ha notado defecto alguno
en el suplicante siendo público y notorio, pública voz y
todo lo expuesto. En certificación de la cual y en virtud
de lo pedido y mandado doy la presente que firmo en
esta referida ciudad de Cartago a cinco días del mes
de diciembre de 1804, por ante el testigo por no haber
notario.

Antonio Marlez y Velazco

Testigo Mariano Miranza


Testigo Anselmo Ibañez

Devuelvo estas diligencias a la parte como se mandó en


dos fojas útiles lo que anoto.
Marlez.

Colección Bicentenario 149


/f. 836/

Cartago octubre 12 de 1804

Mediante a que no haber sido jamás morador


de este convento, donde hace pocos días que llegué,
solo me consta la asistencia diaria del presentante en
los términos que expresa, así por la mañana a oír el
Santo Sacrificio de la misa, como por la noche a rezar el
rosario de María Santísima, pase este expediente a los
padres discretos, para que certifiquen sobre los demás
puntos contenidos en el interrogatorio procedente,
como se pide. Así lo provee, manda y firma, el R.P. Fray
Antonio de Echanove, Doctor en Segunda Teología,
Ex-Lector en ella y guardián de este convento de San
Antonio de Cartago, por ante mí, de que doy fe.

Fray Antonio de Echanove.

Ante mí José Joaquín Meléndez

Notario del Convento

Los discretos de este convento de San Antonio


de Cartago, en virtud de lo mandado por el Reverendo
Padre guardián de él en el decreto que antecede,
certificamos en debida forma para ante los señores y
demás que la presente vieren: Que Don José Ignacio de
Soto, se halla destinado por el Ilustre cabildo de esta
ciudad a la enseñanza de niños en Primeras Letras,
conforme a lo dispuesto por Don Lázaro Gardea
difunto fundador de esta obra pía, con la aprobación
correspondiente al previo examen que desempeñó,
según consta del título en forma, con que se haya
autorizado. Que es cierto, que desde que tomo posesión
de dicho ministerio, ha concurrido diariamente con
todos los niños que tiene a su cargo muy bien ordenados
en forma de comunidad, cantando por las Calles el

150 Colección Bicentenario


Himno Ave Maris Stella etc, a oír el Santo sacrificio
de la misa en esta misma Iglesia donde también le
vemos venir todos los domingos primeros de cada mes
y festividades de Nuestra Señora a confesar y comulgar
con aquellos niños que hay más capaces para recibir
los santos sacramentos siendo igualmente constante el
fervor y devoción, con que desde el tiempo que expresa
en la cuarta pregunta, ha concurrido todas las noches a
rezar el rosario de María Santísima en la capilla pública
/f. 836v/ de Jesús Nazareno, sitio en este convento
habiendo obtenido para ello licencia del prelado; y que
con aquel cristiano ejemplo, concurren otras muchas
personas de ambos sexos a dar culto a Dios Nuestro
Señor. Así mismo nos consta, que en cumplimiento de
lo dispuesto por el piadoso fundador, ha concurrido con
todos sus discípulos al quinario y fiesta que se celebra en
esta dicha Iglesia en honor de la maravillosa impresión
de las llagas de Jesucristo en el cuerpo de N.S.P. San
Francisco ejecutando lo mismo en otras funciones
para que se le ha convidado a la propia Iglesia. En la
misma conformidad le vimos asistir con algunos de
los niños a la solemne administración de sacramentos
que se hizo el señor cura de la Parroquia de Santa Ana,
Don Mariano José de Ayora, en que unidos el clero y
esta comunidad, cantaban alternadamente los Himnos
dedicados a nuestro Dios Sacramentado. Últimamente,
que como visible a todas luces, a nadie puede ocultarse
la exactitud y esmero con que desempeña puntualmente
en las actividades de su ministerio, que ninguno de
sus antecesores había llenado en iguales términos, sin
embargo del crecido número de niños, y hasta ahora no
se había visto en la escuela. Siendo también constante el
arreglo de su conducta, cualidad esencial para instruir
a la juventud e imprimirle las máximas de religión no
solo con la palabra, sino también, y principalmente
con el ejemplo, como la práctica. En certificación de lo
cual, damos la presente que firmamos en el sobre dicho
convento, en trece días del mes de octubre de 1804.

Colección Bicentenario 151


Fr. Nicolás Bapto Miguel Dueñas

Fr. Nicolás Polenco Doy fe

Fr. José Joaquín Meléndez

Discreto y Notario del Convento.

Incontinenti devolví esta diligencia en dos fojas


útiles a la parte que promovió, doy fe

Sin derechos.

Meléndez

/f. 837/

M.P.S.

Contesta el escrito de expresión de agravios.

Joaquín Pontón, Procurador del Número, y


apoderado de Don Joseph Ignacio de Soto, Maestro de
Primeras Letras de la ciudad de Cartago en autos que
sigue con el presbítero Vásquez de aquel vecindario y
penden en este tribunal en grado de apelación, ante V.
A. usando el traslado que se me ha conferido conforme a
derecho, y con el debido respeto digo: Que no contento
el citado presbítero con injuriar a mi constituyente,
quiere también removerlo del Magisterio, que
debidamente le confirió al Ilustre Ayuntamiento de la
misma ciudad que se ha dado ya a mi poder dante por
elección, confirmación y posesión.

Yo omito analizar las circunstancias del hecho


en que funda él su querella, agravios y solicitud: la
fijación de edictos convocatorios, sabida y declarada
la vacante: el corto número de opositores que optaron
derecho a la escuela de primeras letras dentro del

152 Colección Bicentenario


término perentorio: la vista del Síndico Procurador
General, los deprecatorios que pidió se librasen
para atraer pretendientes con nueva situación. La
comparecencia de tres, pasados los sesenta días de la
primera: lo que expuso el personero de la ciudad a fojas
27 de los autos: la exhibición de documentos, muestras
y justificaciones: los exámenes que se practicaron a
presencia del escribano por un comisionado del Cabildo:
el informe en que se manifiestan las aprobaciones y la
certificación del cura Vicario foxado de Cartago de fojas
13 con la representación de fojas 31. Pero no pasaré en
silencio el acto mismo de la elección que se pretende
anular. Léase lo que consta fojas 15 y 16 y se verá que
solo cuatro electores hubo en ella; y que repartidos sus
votos entre Soto y el presbítero Vásquez fueron vistos y
examinados por el presidente que confirmó al primero
fundado en las prudentes razones expresadas en la foja
16. Considerando atentamente las facultades, los méritos
de mi constituyente, y la /f. 837v/ desigualdad entre
él y su coopositor, desprecio los [ilegible] e influencias
particulares: no le hizo fuerza la importuna petición
de fojas 31 el vínculo de la sangre se tuvo en menos
aprendida la idoneidad de Soto, y no prevaleció sino la
justicia y rectitud. Así fue que autorizando para decidir
el empate y para nombrar en este caso si cualquiera de
los dos se inclinó al que demostró mayor suficiencia, al
que daba esperanzas de un exacto desempeño, y al que
tenía acreditada su honradez y probidad.

Un procedimiento tan legal como el referido es


reputado nulo, insubsistente e injusto: se ha reclamado
para que se declare sin fuerza; y valido el contrario en
la denegación del sufragio del Procurador General,
que no debe tener sino voz, como sucede con el de esta
capital fundado en el parentesco del mismo querellante
con uno de los vocales; y apoyado últimamente en la
preferencia a mi parte intenta expresar agravios en
donde no los hay. Si tan débiles alegatos, quiere despejar
a éste del Magisterio y colocarse él con unos pretextos,

Colección Bicentenario 153


títulos y méritos, que no son acreedores a tenerse
presentes. Tales son los expuestos. De esta naturaleza
es el [ilegible] porque es bien sabido que hay muchas
diferencias entre voz y voto; que aquella es concedida al
Personero de la ciudad sin que le corresponda éste. Del
mismo carácter es el segundo que no merece refutarse;
y el tercero se reduce a negar la facultad al presidente
de decidir el empate, siendo constante que está
autorizado para ello ¿Qué motivo habrá pues para que
condescienda con su solicitud? ¿Serán acaso poderosos
los otros fundamentos en que escriba? Nada menos que
eso como lo voy a persuadir.

Él ocurre al término de los edictos; prueba que


pasado fue admitido Soto; y no se hace cargo de que
éste es un punto que se ha ventilado repetidas veces,
y siempre ha sido despreciado por los superiores
que a pesar de que se han interesado los primeros
pretendientes de cátedras, canongios [sic] y otros
puestos, nunca han podido excluir los que representan
después de la convocatoria; que se han considerado
aquellos sin derecho, estando íntegro el /f. 838/
negocio, y que los últimos han conseguido en iguales
casos preferencia.

No es menos rara la decantada cualidad de


la patria, ésta no da derecho sino en igualdad de
circunstancias; no fue prevista ni considerada preferente
en el edicto que llama a los de ajena jurisdicción, ni
puede perjudicar a mi parte. Él suple con su actitud este
pretendido requisito, al paso que el presbítero Vásquez
ha dado muestra de su ignorancia en los elementos de
la aritmética, que debe enseñar el maestro de primeras
letras a sus discípulos: carece de la suficiencia que exige
la Real Provisión de la materia y en el examen que dio
ante el comisionado acreditó su defecto. Soto ha sido
respetuoso y sumiso a las justicias y su competidor
los ha injuriado repetidas veces; aquel es a propósito
para inspirar buenos sentimientos a los jóvenes, y éste

154 Colección Bicentenario


no puede infundir en sus tiernos cerebros otros que la
insubordinación. Aquel puede enseñarles con amor y
hacer que imiten la letra y la ortografía de su director, y
este apenas les hace formar unos caracteres malos, y los
gobernará como déspota. Aquel en fin desempeñará el
ministerio con la exactitud que ahora lo hace, y consta
de los documentos que exhibo, y éste por sus peculiares
obligaciones y otros oficios abandonará la enseñanza.
Expuesto a servir cualquier beneficio a que se le destine
por su prelado se vería en la indispensable precisión
de rendir fuera de Cartago. Sucedería lo mismo que
ahora con el cura interino de la Parroquia de Santa
Valle distante de la ciudad, donde debe existir para
administrar los sacramentos a sus feligreses.

Sin embargo de esta incompatibilidad, aspira


él aún al Magisterio de la disputa. Objeta para su
consecución varias notas a mi constituyente, y lo abate
para ensalzarse. Lo trata de ilegítimo: duda de su opinión;
y lo califica de inepto. Sin constar de los autos ninguno
de estos defectos, vierte contra él semejantes injurias.
No pararen en esto sus insultos sino que también los
extiende a Vuestro Ilustre Ayuntamiento de Cartago
en su escrito de fojas 49 hasta 51 (que suplico lea).
Allí es tal /f. 838v/ su desahogo, tal su atrevimiento
y avilantes que no pueden mirarse con indiferencia, y
por eso el mismo Cuerpo justamente resentido, dirigió
la representación de fojas 52 hasta 54 al Reverendo
Obispo de Popayán, quien ha dejado a la Superior
rectitud de V. A. la calificación de excesos tan enormes.
Este solo documento que [ilegible] sus operaciones
pudiera bastarme para manifestar la preferencia que
debe tener mi constituyente en el Magisterio, pero hay
más en su favor.

Aunque fuese ilegítimo sería todavía digno


de anteponerse al presbítero Vásquez su nobleza de
bondad, sería mejor que la de linaje manchada con los
irrespetos enunciados. En caso de ser necesaria para

Colección Bicentenario 155


obtener Magisterio se supliría en beneficio público, y
como sucede en otros oficios con alguna pensión; y un
defecto tan involuntario como el del nacimiento será
inmediatamente dispensado atendidos los méritos.

¿Y qué diremos de la falta de información última


fundamento del contrario? ¿Será ésta bastante para
anular la provisión? ¿No está reemplazada con las cinco
certificaciones que exhibió mi constituyente y corren a
fojas 32 hasta la 39? Yo estoy persuadido a que no se
necesita tan estrictamente aquella, que no precediendo
servicio por esto solo la elección en que intervinieron
los demás requisitos legales.
En esta atención.

A V. A. suplico que habiendo por presentado los


documentos que exhibo y atendiendo al exacto
desempeño de mi constituyente que se acredita por ello,
digne ampararlo en la posesión del referido Magisterio
mandar que se borren y tilden las expresiones que corren
en el expediente contra su honor y conducta: Declarar y
calificar como injustos, temerarios, y desarreglados los
procedimientos del Presbítero Don Gregorio /f. 839/
Vásquez, y condenarlo expresamente en los costos, que
protesto lo necesario.

Estimó el honorario Dr. Joaquín Rentaría en 16 pesos



Joaquín Eduardo Pontón.

Al señor Fiscal de lo Civil.

Proveído por los señores V. P. R. y Oydores de la


Audiencia y Chancillería Real del Reino.

En Santafé a 29 de marzo de 1805.

Dr. Aquilar.
M. R. S.

156 Colección Bicentenario


El Fiscal de lo Civil: Que el fin del Presbítero
Don José Gregorio Vásquez, es el que se declare nula
la elección del maestro de primeras letras, que hizo
el cabildo de Cartago, en Don Josef Ignacio de Soto,
por los Res principios que le opone y los considera
por obstáculos el que subsista. Para ello concurrieron
los sujetos que quisieran sujetándose a su examen,
de que resultó que los cuatro vocales que votaron, se
dividieron, por cada uno de los que ahora compiten,
decidiendo la discordia el Alcalde más antiguo por
su testo de foxa [sic] /f. 839v/ en cuia virtud está
posesionado. El fiscal prescinde de las cualidades
personales y circunstancias que no desmereciendo
ninguno de ellos; tampoco pueden influir, para esta
pretensión; el regulante fundó su concepto y parece de
mucha consideración, en que sea el nombrado secular,
para que con mayor oportunidad pueden las justicias
corregir cualesquiera falta que pueda perjudicar la
educación y enseñanza pública. Por lo que y estando
electo, confirmado y posesionado podrá V.A. despreciar
este recurso y aprobar el procedimiento del Cabildo
con las declaraciones que V.A. estime convenientes a la
estimación de cada uno de los pretendientes. Santafé
abril de 1805.

Frías.

Colección Bicentenario 157


El doctor don Nicolás Cuervo, sobre
creación de escuelas
en los barrios de esta capital 59

Santa Fe, octubre de 1805.

/f. 386/

Escribano Doctor Don Francisco Aguilar


Relator Doctor Don Joaquín Rivera

Pide informe para V.C.R.P.


SOBRE LO QUE EXPRESA

M.P.S.

/f. 388/ El Doctor Don Nicolás Cuervo, cura párroco


de la parroquia de Santa Bárbara, una de las de esta
ciudad ante Vuestra Alteza con el respeto debido dice:
“que siempre he mirado como la base, y el principal
fundamento de una buena educación cristiana, y política
las escuelas públicas, donde con aplicación y buen
ejemplo se enseñe a los niños la doctrina cristiana, a
leer, escribir, y contar. Desgraciados por cierto aquellos
pueblos que se crían sin este auxilio; porque la mayor
parte de sus individuos, no se pondrán jamás en estado
de adquirir por sí los conocimientos más sublimes de
nuestra religión, ni de quitar de las delicias que ofrecen
sus misterios carecerán siempre de toda ilustración, y
en todas materias, aún de aquellos más necesarios, y que
no se heredan, para manejarse con utilidad y economía
en la industria, artes y oficios que a cada uno le toquen
ejercer. En esto pierde mucho cada individuo, también
pierde el Rey, y el Estado y tal vez por su ignorancia
comete un grave daño trascendental a todos. Así en
59 BNC: Fondo Antiguo, Instrucción Pública. Libro 352. Folios 388r –
393r.

158 Colección Bicentenario


todas partes son necesarias y muy importantes las
escuelas públicas; pero principalmente en las ciudades y
lugares populosos y pobres como esta donde ocupados
la mayor parte de sus vecinos, como jornaleros,
oficiales o maestros dejan diariamente abandonados a
sus menores hijos en las calles y en las plazas pidiendo
limosna con necesidad y sollozos, y con la molestia de
cuantos encuentran en ellos. Siguese de aquí que se
crían en la ociosidad [sic], madre de todos los vicios,
se acostumbran a ella, y el mal ejemplo de los vagos
y delincuentes de quienes aprenden todo lo malo; /f.
388v/ porque éstos se aprovechan de toda la inocencia
de los niños para cometer sus maldades. Cuando adultos
ya se saborean con ella y ni los padres ni los magistrados,
ni los párrocos, pueden reducirlos a una vida racional
y laboriosa. Ya en esta edad gustan con deleite de
la bebida y del juego. Se entregan sin vergüenza, y
escandalosamente a las mujeres más libertinas que por
igual falta de educación y recogimiento han prostituido
a otros; y para mantener sus vicios y sus pasiones, se
arreglan libre y desenfrenadamente a la ratería, al
robo, y cuantos géneros de delitos les sugiere su tosca
y grosera crianza. ¿Acaso habrá alguno en que V. V.
ministros no se les haya enternecido su corazón muchas
veces, por los frecuentes sollozos y requerimiento de los
niños desamparados en las calles, que les piden limosna?
Acaso se pasará alguno, sin que oigan y sentencien una
multitud considerable de demandas contra jóvenes
que andan fugitivos de sus casas y no obedecen a sus
padres; que han seducido o inquietado la hija de familia
o la mujer casada, y robado lo que han podido haber a
las manos en la ciudad o en el campo?... Las cárceles de
hombres y mujeres de esta ciudad, y su presidio urbano,
son un testimonio irrefragable de semejantes excesos:
y si se busca escrupulosamente el origen de los delitos
y crímenes de los más de ellos, se hallará en su grosera
y tosca crianza; y ésta en la falta de escuelas públicas
en donde hasta la edad de poder trabajar y aprender
oficio, se mantuviesen en ellas con recogimiento,

Colección Bicentenario 159


buen ejemplo y temor a Dios, a sus padres, y a los
magistrados. Estoy convencido de esta necesidad, y
de que con una escuela gratuita en cada parroquia de
las de esta ciudad donde se diese una cristiana y civil
educación a los huérfanos e hijos desamparados de los
vecinos de ellos; /f. 389/ que además de la instrucción
que adquirían para aspirar según sus clases, y vocación
a sus mayores adelantamientos, con una conocida
ventaja, de la religión, del Rey y del Estado se cortarían
de raiz la mayor parte de los vicios que contraen por el
abandono con que se cría esta gran porción del Estado
y también los excesos que por la misma razón cometen,
y que conducen a muchos a un presidio, y no pocos a
un suplicio.

Por estas consideraciones y por otras muchas


que son notorias a Vuestra Alteza se necesitan en esta
capital el pronto establecimiento de escuelas públicas
pues por desgracia no hay en toda ella, más que una
que se debe a la buena memoria y caridad de Antonio
González Casariego, que la dotó con cuatrocientos
pesos anuales, si se exceptúa la gratuita y voluntaria
que mantiene la Religión de Nuestro Padre Santo
Domingo. Ambas están colocadas en el Centro de la
Ciudad, porque así conviene; solo las disfrutan los de la
Parroquia de la Catedral donde viven los más pudientes
de todas las clases y estados, y muy raro de las otras
parroquias, por la gran distancia que hay en ellos al sitio
donde están las escuelas. Inclúyanse en esta desgracia
muchos hijos de familias nobles, cuyos padres después
de haber consumido su larga vida en el servicio del Rey,
y de esta República, no les dejaron otro patrimonio,
que el de una cristiana y religiosa educación y para
conservarla y vivir con economía conforme a su escasez
y necesidades y con pureza de costumbres, se han visto
en la precisión de retirarse a vecindarse en los Barrios.
Así es que la mayor parte de los Vecinos de éstas, son
de los desgraciados e infelices que con harto dolor he
pintado más arriba; y no se encuentran en ellos más

160 Colección Bicentenario


que gentes miserables, sin oficio, sin ejercicio alguno,
y sin educación cristiana, ni política, si exceptuamos
un corto número. Por lo que toca al mío yo no puedo
desentenderme de la miseria y de la desgracia de mis
feligreses, estoy doblemente obligado por mi ministerio,
y por otras razones y motivos a procurar su remedio,
y por el ejemplo que no es lo menos para mí que el
cristiano, caritativo y paternal celo de nuestros amados
Monarcas, /f. 389v/ al Señor Don Carlos III que santa
gloria halla, y su hijo el Señor Don Carlos IV que
felizmente reina, me han dado con los varias, prudentes,
eficaces y repetidísimas providencias que en ambos
reinados han publicado en todos sus dominios para el
establecimiento de escuelas públicas. Repetidísimos,
digo, porque se podría formar un precioso y abultado
código con todas ellas, lo que manifiesta la importancia
de este establecimiento, ellas me excitan a desearlo y
pretenderlo para mis parroquias, y ellas me aseguran
que lo he de conseguir.

La que últimamente se expidió con fecha de


5 de noviembre de 1782, contiene la más cristiana y
eficaz recomendación a los Cabildos seculares, para que
las promuevan y doten competentemente de las rentas
de sus propios; pero siendo público y notorio que los de
esta ciudad, no alcanzan para llenar sus precisas cargas,
pues ni aún para reedificar la casa del ayuntamiento
tiene, según consta en el expediente que a este fin se
formó, y que para reedificar el puente de Serrezuela en
que se está actualmente ha sido necesario que preste
la Real Hacienda todo su costo, como sucede siempre
que el Ilustre Cabildo necesita emprender alguna obra,
de que le resulta cada día, mayor empeño: me dirijo
a V. A. suplicándole que con audiencia del Ministerio
Fiscal se sirva V. A. informar a S. M. lo que conviene
sobre tan justa solicitud; pues V. A. por la experiencia y
claros conocimientos que tiene de mi parroquia podrá
esforzar tan piadosa como interesante pretensión, con
otras razones más eficaces y más expresivas que las

Colección Bicentenario 161


que contienen mis preces /f. 390/ confío que ellas
moverán el ánimo de S. M. a tan justo, y tan debido
establecimiento, dotándolo de los cuantos fondos que
con destino a obras pías tiene S. M. en sus Arcas Reales;
pues según aparece de los informes de los Ministros de
la Real Hacienda, se hallan en ellas varias cantidades
de pesos pertenecientes a los expolios de los difuntos
Arzobispos de la Metrópoli: de Vacantes mayores y
menores; y también trece mil pesos que Vuestro muy
Reverendo Arzobispo que fue de esta Santa Iglesia dejo
para que se invirtiesen en beneficio de este público,
y quince mil del mismo modo pertenecientes a este
prelado, que devengo por sus rentas después de sus
traslación a la Mitra ciudad Rodrigo y que non reclamó
jamás.

Por todo lo expuesto a V. A. con el mayor


encarecimiento. Suplico a V. A. se digne informar a su
Majestad lo que hallare justo y conveniente en este tan
caritativo como urgente negocio en que le interesa el
servicio de ambas Majestades y el del público de esta
capital; que tantos beneficios debe a V. A.

Otro sí. Atendiendo V. A. por una parte a


la importancia del Asunto, y por otra a la dificultad,
que la presente guerra ofrece, de que este expediente
llegue a las manos del Soberano con la brevedad que
exige tan urgente necesidad: se ha de dignar V. A.
como rendidamente se lo suplico de mandar que se me
entregue en original y testimonio por triplicado para
aprovechar yo las más oportunas ocasiones de dirigirlo
y promoverlo en beneficio de mis feligreses.

Nicolás Cuervo

José María Camacho

162 Colección Bicentenario


/390v/

Dese cuenta
Hay una rúbrica

Proveyose por los señores V.P.R. y oidor de la


Audiencia y Chancillería Real del Reino, en Santafé a
21 de octubre de 1805.

Por mi compuesto

Valenzuela

Hoy 26 de octubre de 1805 por los señores Alba


y Cortázar y Portocarreño. Vistos al señor fiscal de lo
civil.

Preveido por los señores V.P.R. y oidor de la


Audiencia y Chancillería Real del Reino en Santafé a 26
de octubre de mil ochocientos cinco. Por mi compuesto

Colección Bicentenario 163


Expediente Arma de Rionegro: oposición de
maestros
a la escuela de primeras letras 60

Santiago de Arma de Rionegro, 1806-1807.

D. Manuel Bravo

Pide aprobación del nombramiento que se le ha


hecho de maestro /f. 421/ de primeras letras de la ciudad
de Armas de Rionegro y el título correspondiente.

Sépase por esta pública escritura de poder


especial, como yo Don Manuel Bravo, vecino de esta
ciudad del Señor Santiago de Arma de Rionegro
Provincia de Antioquia, otorgo que doy todo mi poder
cumplido, lleno y (sic), como en derecho se requiere y
para valer es necesario a uno de los procuradores de
los del número de la ciudad de Sta. Fe, especialmente
para que a mi nombre, parezca y se presente ante la
superioridad del Excelentísimo Señor Virrey del Reino
solicitud de que por su excelencia, se me conceda siendo
de su superior agrado la confirmación de Maestro de
Primeras Letras de esta ciudad, por renuncia que en mi
ha hecho el que estaba en ese ejercicio y administración
del Ilustre Cabildo de esa dicha ciudad para lo cual
presente escritos, instrumentos, testigos y demás que
sea necesario a la consecución y título, como así mismo a
que por la superioridad de su Excelencia se me manden
dar de los caudales de propios en cada año los doscientos
patacones asignados por orden Superior, pues para
todo ello, sus incidencias anexo, con eso, y dependiente,
cada cosa, y parte le doy y otorgo el presente poder, tan
cumplido, que por falta de cláusula y otro requisito que
inserto no vaya y necesite de experiencia e individual
mención, no por ello haya de dejar de obrar cosa
60 BNC: Fondo Antiguo. Protocolo. Instrucción Pública. Vol. 421r a 445v.

164 Colección Bicentenario


alguna, en todo lo que se ofreciere y lo mismo que yo
haría, y (sic) podría presente siendo, con libre franca
y general administración, y con facultad de enjuiciar,
juran sustituir, revocar substitutos, y nombrar otros de
nuevo, y a la firmeza de lo que en virtud del presente
obrare obsequio mis bienes habidos y por haber, y doy
poder a las Justicias de su Majestad para que a lo dicho
me competen por todo rigor de derecho y vía exclusiva,
sobre que renuncio todas las leyes, y derechos de mi
favor con la que prohíbe general remuneración.

Así lo otorgo y firmo con esta dicha ciudad


a 24 /f. 422/ de diciembre de mil ochocientos seis
años por ante el señor Don Jerónimo Palacios Alcalde
Ordinario del Segundo Voto, por ausencia del único
Escribano siendo testigos Don Miguel Álvarez, y Don
Juan Antonio Franco Vecinos. E yo otro Juez por S.M.
certifico conozco al otorgante, quien como va dicho
lo otorga y firma ante mí y otros testigos = Jerónimo
Palacio = Manuel Bravo = testigo Miguel Álvarez del
Pino = testigo = Juan Antonio Franco.
Concuerda este testimonio con su original de donde lo
hice sacar y por el que lo corregí, y concerté está cierto
y verdadero. En cuya virtud así lo certifico, y firmo en
esta dicha ciudad, yo el referido Juez con testigos por
ausencia del único, en veinte y cuatro de diciembre de
mil ochocientos seis /f. 423/ días.

Firmas.

Señores del Muy Ilustre Cabildo Justicia y


Requerimiento.

Don Manuel Bravo Preceptor interino en la


Escuela de Primeras Letras de esta ciudad ante V.S. con
arreglo a derecho parezco y digo: que hago presentación
en debida forma de un oficio, y doy certificación que
instruyen la imposibilidad, que representa el Señor

Colección Bicentenario 165


Alcalde de Primera nominación, Don José Ignacio
Callejas, para continuar en el goce de la gracia que le
concedió el Excelentísimo Señor Virrey del Reino; y la
aptitud, eficacia y celo con que prestó dos años sucesivos
me he aplicado a la mejor instrucción de la Juventud.
En consecuencia de todo lo cual, Suplico a V.S. se digne
nombrarme de maestro propietario de dicha escuela;
atendiendo al mérito por mí ya contraído, y a que soy
según lo he a acreditado, apto para llenar los deberes de
este encargo /f. 423v/.

S.V.S. suplico se digne concederme la gracia que


solicito y en lo necesario Juro.

Manuel Bravo (firma)


Santiago de Arma de Rionegro. Diciembre 22
de 1806.

Con respecto a la dimisión hecha por el


propietario, las certificaciones adjuntas, y ser público,
y notorio la idoneidad del presentante para el
ministerio se admite por este cuerpo en que esto ha
lugar debiendo ocurrir el solicitante a la Superioridad
del Excelentísimo Señor Virrey del Reino para que su
Excelencia determine como sea de su Superior Agrado;
y contando dicha, Superior Aprobación se le asignaría
por su trabajo lo que está señalado por Superior Orden
para lo que se deberían cuentas de la presente Firman:
Callejas, Palacio Morales, Echeverri,

Testigos: Miguel Álvarez del Pino /f. 424/


Diego Gómez de Salazar

Siéndome impracticable dar asistencia a la


Escuela de primeras letras de esta ciudad, a que fui
destinado por nombramiento del Excelentísimo Señor
Virrey y constándome al mismo tiempo la idoneidad,
celo, eficacia y método con que D. Manuel Bravo lo ha
servido desde el 22 de abril del año pasado de 1805 hasta

166 Colección Bicentenario


el presente; he resuelto como buen patriota, renunciar
en él y no en otro, la gracia a mi concedida, suplicando
a V.S. que del modo propuesto se sirva acceder a esta
dimisión de la que se seguirá, según mi concepto,
ventajas a la importante instrucción de la juventud, en
lo político y moral.

Dios Nuestro Señor guíe la importante vida de


V.S. Majestad.

Rionegro Diciembre 16 de 1806.

José Ignacio Callejas.

S.s. del burgomaestre Cabildo Justicia y


Regimiento /f. 425-426/

Yo don Marco Cardona cura interino de esta


ciudad de Rionegro certifico en la manera que puedo
y debo: que Don Manuel Bravo, maestro de Escuela
en ella de primeras letras tiene a su cargo bastante
número de niños a los que sirve, instruye y enseña
con la aplicación y cuidado, que exige su ministerio,
inspirándoles al mismo tiempo los sentimientos que
nos diera nuestra Santa Religión, como es haciéndoles
frecuentar los sacramentos y la penitencia y comunión;
y asistiendo diariamente al santo sacrificio de la misa
en su compañía; de lo que se infiere cumple con el cargo
de su obligación y se da buen ejemplo y para que conste
y obre los efectos que haya lugar, doy la presente a
pedimento verbal del dicho Don Manuel Bravo a diez y
siete de diciembre de 1806.

Marco Cardona /f. 427/

Con la presentación de documentos pide la


aprobación que expresa.

Colección Bicentenario 167


Excelentísimo Señor:

Narciso Santander, Procurador de los del mismo


de esta Real hacienda personero de Don Manuel Bravo
vecino de la ciudad de Arma, Provincia de Antioquia
como consta del poder que con las solemnidades
necesarias presentó, aceptó y anexó, ante Vuestra
Excelencia con el mayor respeto digo que el C. de la
misma ciudad acaba de nombrar a mí parte maestro
de primeras letras como aparece de los documentos
que acompaña. En ellos mismos consta su actitud, y
la actividad con que ha llenado el empleo en dos años
que lo ha servido por impedimento de su antecesor.
Ahora me instruye me presente a este Superior
Gobierno solicitando la aprobación, y que se le expide
el correspondiente título. En esta virtud.

Don Ignacio de (sic) José Narciso Santander

A Vuestra Excelencia rendidamente suplico se


sirva presentarla y que se me entregue el título. En lo
necesario.

Presentado con los documentos al señor fiscal


(firma)

Bustamante
(firma) /f. 427v/

Excelentísimo señor:
El fiscal de lo civil dice que en este expediente
reciba nombramiento hecho por esta Superior para
Maestro de primeras Letras a Don José Ignacio Callejas,
en la ciudad de Arma del Río Negro. El cual debe
tenerse presente; y para ello se ha de servir V.E. mandar
se solicita y agregue para pedir con conocimiento.

168 Colección Bicentenario


Santafé enero 30 de 1807

Como lo pide el señor fiscal

(firma)

Bustamante

[Al margen izquierdo: Por el cercano correo, 7 de abril


próximo se libró orden al Cabildo de Rionegro con
inclusión de Las Superiores Provincias dictadas por
punto general para que a ningún empleado, o Asentista
se le ponga en posesión de su destino sin tener el título
o reconocimiento: y que remite el importe del título de
maestro de Primeras Letras que expresa].

Santafé febrero 14 de 1807. /61

Vistos. Como lo pide el Señor Fiscal y mientras


se provee en propiedad el Magisterio de Primeras Letras
de que se trata, se precede a que le sirva con toda su
dotación Don Manuel Bravo en calidad de interinidad.

(firma)

Bustamante.

En diez y siete de los mismos, yo el Excelentísimo


Vicepresidente pase noticia de lo antecedente Superior
Auto Al Señor Don Diego Frías fiscal de lo civil su
Señoría. Rúbrica, y doy fe.

Ramírez (firma)

En diez y ocho de los mismos lo hice saber a


José Narciso Santander apoderado de Don Manuel
Bravo firmado
61 Faltan en el original los folios 428 y 428v.

Colección Bicentenario 169


Santander

Ramírez.
/f. 430/
1807 junio 22.

MUY ILUSTRE CABILDO JUSTICIA Y


REGIMIENTO

Don Manuel Bravo vecino de esta ciudad ante


Vuestra soberanía con el debido respeto parezco y digo:
que para impetrar la conformación de su Excelencia
para el ministerio de Maestro de Primeras Letras a que
Vuestra Soberanía me ha destinado por decreto de 15 del
presente se hace indispensable que Vuestra Soberanía se
digne mandar que a continuación de este y su proveído,
por ver en el papel que corresponde se me dé íntegro
testimonio de todo el expediente excluyendo solo el
de las diligencias constantes de impedimento mío, un
decreto de Vuestra Soberanía su fecha 22 de diciembre
de 1806, la dimisión de mi antecesor Don José Ignacio
Callejas con fecha 16 de diciembre de dicho año, y dos
certificaciones dadas, la una por el único escribano Don
Francisco Álvarez y Tamayo con fecha 18 de diciembre
del propio año; y la otra por el presbítero Don Marco
Cardona con fecha 17 de diciembre del mismo año,
por ser estos unos documentos que originales existen
ante la superioridad de dicho Señor Excelentísimo (y
por cuya devolución reitero mi pedimento a Vuestra
Soberanía) y para todo estoy pronto a dar el recaudo
corres- /f. 430v/ -pondiente.

A Vuestra Soberanía pido y suplico provea como


solicito y juro lo necesario en dicho.

Manuel Bravo.

Arma de Rionegro. Junio 22 de 1807.

170 Colección Bicentenario


Por presentado: Como lo pide. Así lo proveímos
mandamos y firmamos nosotros los miembros de este
Cuerpo que concurrimos, con los testigos de la anterior
por la superior del único.

Juan Antonio Campuzano

JuanNepomuceno Escobar y Villa

Ignacio Ruiz Zapata

Benedicto Uribe

Manuel Silva Sanín y Lasprilla

Escrito: Señor Alcalde Ordinario de primer voto


= Don Manuel Bravo vecino de esta ciudad, ante Vuestra
Majestad, como más haya lugar en derecho parezco y
digo: que mi justificación se ha de servir mandar que a
continuación de éste y su prevenido (mediante hacer en
el papel que corresponde) se me dé testimonio íntegro
de los adjuntos documentos que solemnemente presento
y pido que sea, se me devuelvan, que es justamente que
pido y suplico, y juro lo necesario.

(firma)

/f. 431/ En derecho = Manuel Bravo Arma


de Río Negro Enero 2 de 1807 dese por el Excmo el
testimonio que se pide =

Decreto. Francisco Antonio Campusano


= Ante mi Don Francisco Álvarez del Pino y Tamayo,
Excmo Notario Público = En virtud de lo mandado, yo
el Excmo hago sacar el testimonio de los documentos
presentados que su tenor es como sigue = hasta, aquí el
(Sic) y sigue el testimonio excluido según la exclusión
que le hizo la parte =

Colección Bicentenario 171


Escrito. Muy Ilustre Cabildo Justicia y
Regimiento = Don Manuel Bravo vecino de esta ciudad
y maestro interino de Primeras Letras, ante Vuestra
Soberanía con mi acostumbrado respeto parezco y
digo: Que mediante a haberse fijado los edictos para
la propiedad de Maestro de Primeras Letras en virtud
de mi pedimento en el que exprese se me tuviese por
opuesto a ella, como en aquel no hubiese manifiesto a
Vuestra Soberanía de los méritos que tengo contraídos,
lo hago ahora y en primer lugar exhibo un testimonio
que contiene los documentos siguientes: dos escritos,
dos decretos, dos certificaciones y un oficio todo fojas
útiles los que pido se me devuelvan si hubiere lugar;
en ellos consta ser público y notorio la idoneidad,
celo, método y eficacia con que me he dedicado a la
instrucción de los niños que asisto con ellos al Santo
Sacrificio de la Misa, que les proporciono, aunque
hay pocos operarios la frecuencia de sacramentos de
penitencia y comunión que las instruyó en Doctrina
Cristiana, en las máximos de Religión en leer y escribir
reglas de política, de ortografía, de aritmética, y
finalmente /f. 431v/ infundiéndoles en todo amor y
respeto a Dios Nuestro Señor al Rey y a la Patria, hago
igualmente presente a Vuestra Soberanía que estuve
empleado en la Administración Principal de los correos
en la ciudad de Santa Fe de donde se me destinó para
la Interventoría de los de Medellín del cual empleo me
separé por haber venido Don Joaquín de Cuevas de
Interventor propietario, nombrado por su Majestad y
no pudiendo regresarme a mi antiguo destino de donde
se me llamo por la escasez de medios o pobreza suma
de mediqué a solicitar mi subsistencia en esta provincia:
Todo lo dicho es público y constante y en caso necesario
estoy pronto a probarlo como también la versación
y desempeño de las obligaciones consiguientes a los
empleos que octube [sic]: finalmente manifiesto a
Vuestra Soberanía que estoy casado con una señora
de las principales familias de esta ciudad, y que tengo
cuatro hijos, que el mayor no llega a siete años que me

172 Colección Bicentenario


he sujetado a la penosa faena de lidiar con los niños en la
escuela para con la corta contribución de ellos subvenir
escasamente a los alimentos de mi infeliz familia siendo
constante no tengo otro advitrio [sic]que éste por todo
lo cual suplico a Vuestra Soberanía tenga presentes
dichos méritos para que en caso de aprobación se me
dé la perfecta que haya lugar en justicia que Vuestra
Soberanía. Pido y suplico, rendidamente, y en lo
necesario juro en derecho = Manuel Bravo. Otro sí digo
que ha llegado a mí noticia por público y notorio que
un niño opositor a la escuela ofrece rebajar cincuenta
patacones de la asignación de los doscientos hecha por
el excelentísimo Señor Virrey del Reino y considerando
no ser la mente de su Excelencia se dé este empleo, a
la que más rebajare dicha cantidad sino al más idóneo
y aparente para este ministerio por tan- /f. 431v/
-to suplico a Vuestra Soberanía no gradúe por mérito
otra rebaja que aún debe propulsarse como apuesta a
la Superior deliberación del Señor Excelentísimo, pido
justicia Vuestra Supra = Manuel Bravo =

Solo capitular de Arma de Rionegro Mayo 18 de


1807. Se suspende para otro cabildo la determinación
respecto a no haber prontos testigos y estar impedidos
el Regidos fiel ejecutor y él para la actuación y sirva este
derecho al de Don José Miguel Álvarez = Campusano
= Vallejo = Montoya = Isaza = Ruiz = Uribe = Ruiz =
Dr. Álvarez del Pino y Tamayo Escribano = Muy Ilustre
Cabildo Justicia y Regimiento D. Manuel Bravo, Maestro
Provisional de Primeras Letras por nombramiento
de este Ilustre Cuerpo, ante Vuestra Soberanía según
decreto parezco y digo: que para solicitar la propiedad
de este destino ante la Superioridad de su Excelencia
debe anteceder el requisito imprescindible de fijación
de edicto para que en concurso de otros solicitantes
sí resultasen se elige al de mayor idoneidad, y en este
concepto suplico reverentemente a Vuestra Soberanía
se digne mandar se fijen edictos por el término, legal
haviendome [sic] por o puesto en virtud de esta

Colección Bicentenario 173


presentación para en el caso del debido examen y
demás formalidades acostumbradas y prevenidas por la
Superioridad = pido justicia y jurando lo necesario en
derecho = Manuel Bravo.

Decreto. Rionegro, Abril 6 de 1807 =


como se pide = Isaza = Vallejo = Montoya = Ruiz =
Uribe = Ruiz = doctor Álvarez del Pino y Tamayo
Escribano Notario Público.

/f. 432v/ Edicto. Don Francisco Antonio


Campusano Alcalde ordinario de esta ciudad de Arma
de Rionegro sus testigos y jurídicos por el Rey Nuestro
Señor que Dios guarde = por el presente se cita llamar y
emplaza a todos y a cualquiera persona particular citante
o habitante en esta de cualquiera jurisdicción que sean
para el que quisiere hacer oposición al oficio de maestro
de primeras letras de los niños de esta jurisdicción o
verifique de otro de este juzgado dentro del preciso
y perentorio término de treinta días siguientes que
haciéndolo será oído y admitido al examen prevenido
por el superior decreto de su Excelencia con calidad
de que se tienen asignados doscientos patacones al que
fuere colocado en dicho oficio atentas las circunstancias
del que fuese más digno para este ministerio y no
haciendo dicha oposición en dicho término, esperará
el perjuicio que haya lugar que es hecho y librado en
esta ciudad a seis de abril de 1807 = Francisco Antonio
Campusano de su Merced Dr. Francisco Álvarez del
Pino y Tamayo Escribano Público.

Escrito. Muy ilustre Cabildo Justicia y


Regimiento = don José Miguel Álvarez vecino de esta
ciudad ante Vuestra Soberanía con el debido respeto
parezco y digo que habiéndose fijado edicto convocatorio
de los que quisieren hacer oposición a servir el ejercicio
de Maestro / f. 433/ de primeras letras en esta ciudad
la hago en debida forma obligándome a desempeñar el
ministerio enseñando a los niños a leer, escribir y contar

174 Colección Bicentenario


las cinco reglas: a que se hagan capaces por medio de
la Doctrina Cristiana y explicaciones de comprender la
ley Santa de Dios Nuestro Señor y finalmente reglas de
policía y buena crianza, con que se consiguen miembros
útiles al Estado, al Rey y a la Patria: todo bajo la protesta
de no llevar a los pobres, huérfanos y desvalidos interés
alguno, en premio de las tareas, con que me desvelaré
por enseñarles con igualdad a los pudientes en virtud
de los cómodos ajustes de sus padres y mayores de
cuatro tomines para abajo y ofreciendo poner casa en
el marco de la plaza para comodidad de los niños en
los ratos de sus ocupaciones. Y en estos términos a
Vuestra Soberanía suplico se sirva haberse por opuesto
y proveer como sea de justicia que solicito y juro = José
Miguel Álvarez del Pino = otro si digo que a beneficio
del público y de los propios en sus ventas hago la dicha
oposición obligándome a enseñar como llevo dicho por
ciento y cincuenta patacones que se me den de dichas
rentas de propios y a no llevar a ningún padre de los
niños aunque sea conocidamente rico, más que seis
reales por mes por cada uno: a los de un regular caudal
a cuatro reales a los pudientes a dos reales y a los no
pudientes /f. 433v/ como llevo dicho de balde, en estos
términos pido se me tenga por opuesto y provea lo que
sea de justicia, que ut supra = Rionegro mayo cuatro de
mil ochocientos siete = Álvarez del Pino.

Decreto. Arma de Rionegro mayo once


de mil ochocientos siete = Decretado en este día en
pedimento de Don Manuel Bravo, que se difiere para
otro cabildo la de terminación = Don Álvarez del Pino
Escribano =

Muy Ilustre Cabildo Justicia y Regimiento =


Don Manuel Bravo vecino de esta ciudad y Maestro
Interino de primeras letras ante Vuestra Soberanía
con mi acostumbrado respeto parezco y digo: Que
habiéndome presentado ante Vuestra Soberanía,
haciendo oposición a la Escuela de Primeras Letras

Colección Bicentenario 175


de esta ciudad y presentado documentos fehacientes
de mi mérito e idoneidad para dicho empleo, suplico
reverentemente a Vuestra Soberanía que en cualesquiera
duda que ocurra y haya de asesorarse se acompañe el
todo mis presentaciones y documentos por convenir
así a mi derecho y ser arreglado a justicia la cual pido
jurando lo necesario = Manuel Bravo =

Decreto. Arma de Rionegro Junio 1º de


1807 son presentados; Agréguese al expediente de la
materia, y hágasele saber. Así lo proveímos, mandamos y
firmamos, nos los miembros que componen este cuerpo
en este día, actuando con testigos por separación del de
Excelentísimo único según el pedimento = Francisco
Antonio Campusano = Francisco Félix Vallejo = José
Antonio Ruiz = Juan Nepomuceno de Escobar y Villa =
Testigo Ruiz Zapata /f. 434/ = Testigo Manuel Silva
Sanín y Lasprilla = testigo Ignacio Molina.

Notificación. En el mismo día, mes y año yo


el testigo hice, saver [sic] el decreto anterior a Don
Manuel Bravo quedó enterado y firma conmigo =
Bravo = Sanín =.

Escrito Muy Ilustre Cabildo Justicia y


Regimiento = nos los abajo firmados vecinos de esta
ciudad y su jurisdicción ante Vuestra Señoría según
derecho perecemos y decimos que habiendo visto fixado
en la parte baja de la casa Capitular un edicto por el que
se franquea que se hagan oposiciones al exercicio de
Maestro de Primeras Letras y hallándonos ansiosos de
proporcionar a nuestros hijos un sujeto que posee las
calidades bastantes para enseñarlos y desempeñar este
ministerio sin oponernos a las que otro tenga hemos
puesto la mirada a Don José Miguel Álvarez a este fin
pues le hemos persuadido la oposición que ha hecho y
pedimos a Vuestra Señoría que como Padre de la Patria
la abrace con atención a que el opositor nada desmerece
y por consiguiente es capaz de llenar las funciones

176 Colección Bicentenario


precisas como es público y notorio estamos en la
inteligencia que nuestro cliente lo hace la ventajosa
propuesta de dentrar haciendo rebaja a los caudales
comunes de la cuota señalada, llevando a los pudientes
muy poco interés y a los desvalidos ninguno. Cuyas
propuestas como resultivas en beneficio del público,
nos comprometemos se tengan en consideración y
tratadas /f. 434v/ en la Junta Municipal se resuelvan lo
conveniente con respecto a la suma escasez de propios
de esta ciudad como a Vuestra Señoría es constante y al
mismo tiempo lo mucho que hay que pagar de ellos para
lo que no alcanzan: objeto que quizá se tendría presente
para suprimirle al ventajoso maestro que haría Don
José Ignacio Callejas el señalamiento que se le tenía
hecho ya que por la Superioridad del Excelentísimo
Señor Virrey del Reino no se ha resuelto sobre que no
se admita rebaja del señalamiento hecho y caso que
esta fuera la superiormente como que es de solicitar
la declaratoria en aquel Superior Tribunal pues puede
llegar el caso de que se opongan dos en igualdad, el uno
por el interés de los doscientos patacones y el otro por
la mitad o de valde y entonces se verán pensionados
los Propios pagando maestro cuando hay quien enseñe
de valde o por menos y no es dudoso que la superior
resolución de que se pongan edictos sea dirigida a dar
este empleo, caso de igualdad en los pretendientes al
que menos pensione, las rentas de común y sus vecinos
en iguales términos hacemos presente que al que hay en
el día, de ningún modo lo ponemos nuestros hijos por
lo que suplicamos que caso de tener alguna preferencia
al de nuestra satisfacción (que no se conoce en qué)
se sirva vuestra Señoría declarar que somos /f. 435/
árbitros en encargar la educación de nuestra posteridad
al individuo o individuos que sean de nuestro agrado
para que no llegue el caso de verle careciendo de un
socorro tan preciso, a fin de no ponerla en una escuela
a que nuestra inclinación no nos lo dicta y que como
está a la vista por el corto número de niños que
soporta juzgamos con razón, que infinitud de vecinos,

Colección Bicentenario 177


son de nuestro sobre todo Vuestra Señoría proveerá
como estime por justo y arreglado. Pedimos justicia
y juramos lo necesario en derecho = Juan Francisco
Echeverri = Antonio Ángel = Francisco Ángel =
Antonio Hernández = Ignacio González = José Miguel
Moya = José Ignacio Ibarra = José Joaquín Castrillón
= Francisco Julián Suárez = Joaquín Cuartas = José
Bartolomé Tobón = José María Betancur = José María
Ortiz = Jerónimo Muñoz = Eloy García = Pedro Mejía
= José Ignacio Velásquez = Arma de Rionegro.

Por presentados extrañándose en un tan


copioso vecindario que hay en esta ciudad de idoneidad
y circunstancia solamente o haya firmado un número
tan corto de estos individuos a la que se hace reparable
en un asunto tan digno de toda atención caso de ser
necesario: por lo que respecta /f. 435v/ de la rebaja que
aparentan hacerse esta no se demuestra sea legítima por
ser diversas a la mente del Despacho Superior, y sobre lo
que toca a los derechos de Propios, y las circunstancias
de que tratan, este asunto es peculiar al Procurador
General y no a otro y caso de que fuese necesario lo
ejercerá según su ministerio: examinados que sean los
pretendientes y luego que se declare según su aprobación
cual se deba colocar en la escuela se determinará con
todo acuerdo y para la buena educación de los niños el
que todos estos se ponga al nombrado maestro y no a
otro alguno. Hágaseles saber a los presentantes y que
en el acto exhiban los derechos del decreto. Así los
mandamos proveemos y firmamos nos los miembros de
este cuerpo actuando con testigos por la separación del
Excelentísimo único. Según el pedimento = Francisco
Antonio Campusano = Francisco Félix Vallejo = José
Antonio Ruiz = Juan Nepomuceno Escolar y Villa =
Ignacio Ruiz Zapata, testigo = Manuel Silva Sanín y
Lasprilla = testigo. Ignacio Molina = En el mismo día,
mes y año yo el testigo hice saber el decreto anterior a
los presentados quedaron enterados y firman conmigo
y por parte de Don Juan Francisco Echeverri dijo que

178 Colección Bicentenario


se aparta de su presentación y Don Francisco Suárez
/f. 436/ expresó lo mismo = Echeverri = Hernández
= Suárez = Muñoz = Tobón = José Ignacio de Ibarra
= Castrillón = Ortiz = Montoya = Ángel Joaquín
Cuartas = Mejía = Betancur = González = Velásquez
= Sanín = Habiéndose tenido por este cuerpo en acta de
este día nombrar a Vuestra Merced por examinadores
de los dos opuestos a la escuela de primeras letras de
esta ciudad Don Manuel Bravo y Don José Miguel
Álvarez con la brevedad más posible que esperamos
las evacúen; para lo cual debiendo prestar cada uno su
juramento de cumplir fielmente pasarán a hacerlo ante
el Señor Alcalde de Ordinario Don Francisco Antonio
Campusano y con lo que resulte daren cuenta a este
Ayuntamiento = Dios guarde a Vuestra Mercedes
muchos años. Rionegro Junio 10 1807 = Fco Antonio
Campusano = Francisco Félix Vallejo = José Antonio
Ruiz = Juan Nepomuceno Escobar y Villa = Ignacio
Ruiz Zapata = Señores Don Diego de Salazar. Don
Manuel Salvador Arias y Don Pedro Saenz.

Examen. En cumplimiento de la orden


superior del Muy Ilustre Cabildo para que procedamos
el examen de los presentados a la obtención de la escuela
de primeras letras, ha comparecido ante nos Don José
Miguel Álvarez, o quien examinamos por el tenor
siguiente fijando nuestras preguntas y sus respuestas =
Primeramente /f. 436v/ se le preguntó que cosa es
Escuela? y respondió: Que es escuela el primer principio
de la religión = P = Quales son las principales
obligaciones del maestro? = R = Estar asistente en la
escuela, llevar los niños a misa, propender a que estén
aseados, enseñarles a leer, escribir y las cinco reglas y
algunas partes de la ley antigua, luz de gracia y
evangelio que confiesen y comulguen cada mes, doctrina
cristiana, respeto y subordinación a sus padres al
maestro y a mayores = P = Porque catecismo instruirá
Vuestra Merced en doctrina y Santa Máximas de
Religión a los jóvenes? = R = Por el compendio histórico

Colección Bicentenario 179


de la religión = P = En qué dogma instruirá Vuestra
Merced a sus discípulos? = R = En las que tengo
expuestas arriba = P = Cómo instruirá Vuestra Merced
a un niño para que se confiese como cristiano? = R =
Que sabiendo la Doctrina acto de contrición y confesión
general, las naturalezas de un solo Dios, las cinco cosas
necesarias para hacer la confesión, explicándoles el
modo de examen = P = Qué disposiciones les pondrá
Vuestra Merced para que comulguen como deben? = R
= Con la confesión bien hecha la preparación por el
Ramillete, acto de contrición, limpieza de conciencia, y
aseamiento del cuerpo = P = Qué deberá advertirles y
amonestarles que hagan diariamente antes de ejercitarse
en la escuela? = R = Que saliendo /f. 437/ de su casa
santiguándose, entrando a la escuela, alabando a Dios,
el maestro tomando sus asientos, vayan repasando sus
tareas interin es hora de ir a misa. = P = Qué méthodo
deberá usted observar el tiempo que estén en escuela?
= R = Que el método, que tendré yo personal, ocuparme
en la religión cristiana dándoles el mismo tiempo la
asistencia correspondiente teniendo los niños separado
en dos bandos Roma y Cartago y en siendo hora
llamarlos a lección corrección de planes y revisación de
cuentas; para los sábados remates de doctrina. = P =
Después que salgan de la escuela que les preceptuará
usted que hagan? = R = Que inmediatamente sigan a su
casa a alabarle a Dios a sus padres y que el tiempo que
tengan de vagar no lo pierdan aprendiendo la doctrina
y máximas para la confesión. = P = Qué método les
prescribirá usted a los niños para que asistan a la misa?
= R = Que llendo [sic] todos la mañana con el maestro,
al salir de la escuela santiguándose, llendo formado de
dos en dos bandos como llevo dicho con separación los
nobles de la plebe; al entrar a la Iglesia santiguándose,
al tomar el agua bendita haciendo lo mismo, se hincarán
persignarán, rezarán, el acto de contrición, se prepararán
por si no hubiera salido la misa e insinuándoles que no
se arrecuesten en los escaños ni estén volteados a ver a
un lado ni a otro ni para abajo, ni conversando, que han

180 Colección Bicentenario


de estar con los brazos cruzados y la /f. 437v/ cabeza
adorando y oyendo al Santo Sacrificio de la misa. = P =
Qué cosa es el santo Sacrificio de la misa? = R = Es una
minoría y representación de la sagrada vida, pasión y
muerte de nuestro Señor Jesucristo. = P = Qué es leer?
= R = Imponerse de las letras, puntuaciones, parágrafos,
admirantes y interrogantes. = P = Cómo enseña usted
a leer? = R = Con distinción en lo que es la ortografía,
puntuación y lo demás como llevo dicho. = P = Qué es
syabar? = R = Con distinción de oración y puntuación.
= P = Qué es dicción? = R = Dicción va por separado
de la sílaba, aunque no lleva coma. = P = Qué cosa es
voz? = R = Que es un leo gutural. = P = De quantas
clases de letras se compone nuestro A.B.C? = R =
Primeramente las cinco vocales y las trece principales
series vocales. = P = Quales son las vocales? = R = a, e,
i, o, u. = P = Quales las semivocales? = R = B, C, D, F,
G, LL y la K, la LL, M, N, Ñ, O, P, Q y las demás que
nos explica el alfabeto además de las trece principales.
= P = Quales son las letras consonantes? = R = Todas
aquellas que van haciendo con son en las dicciones. = P
= Dos vv consonantes ligadas cómo se pronuncian y
cómo se llaman? = R = v de corazón y minúscula, que
habla nuestro vulgar, y otras cosas semejantes. = P =
Qué es diptongo? = R = Es un parágrafo al revés. = P
= Qué cosa es triptongo? = R = Es una llamada. = P =
Todas las letras al pronunciarlas tienen un sonido? = R
= Que no /f. 438/ porque unas hablan gutural y otras
suave un principal la g habla gutural con la e y la i y con
las demás suave = Deletree v. m. y lea de corrido: leyó
en la cartilla y libro. = P = Qué es escribir? = R = Las
cosas necesarias para escribir el saber coger la pluma y
la buena ortografía. = P = De qué partes consta el arte
de escribir? = R = De la ortografía. = P = Qué es
ortografía? = R = Que no respondo porque no es latino.
= P = Qué es caligrafía? = R = Lo mismo. = P = Por
qué reglas enseñará usted a escribir? = R = Por la
buena ortografía. = P = Cómo enseñará usted a atarsar
[sic] la pluma? = R = Un dedo largo de targe, [sic] los

Colección Bicentenario 181


puntos iguales para la letra redonda = Corte Vuestra
Merced la pluma y lo hizo. = P = Quales son las
principales reglas que dará Vuestra Merced a sus
discípulos para que escriban bien? = R = Buen havio
[sic], aseo en las manos, y coger la pluma a lo natural
como la cojo yo y la cogió y siguió diciendo: poner bien
la mano encima del papel, la cabeza no encima sino con
proporción. = P = Para que una letra sea hermosa qué
se requiere? = R = Los perfiles donde le competan y los
gruesos lo mismo. = P = Qué es ortografía? = R = Es
un modelo de escribir, arte para saber las dicciones
sílabas, puntuaciones, en donde se debe letra mayúscula
o minúscula, punto y coma, o coma sola, interrogante,
paréntesis, admiración, parágrafo. = P = De cuántos
signos se usa para la puntuación? = R = De los que
llevo expuestos, vírgulas, tildes, acentos y demás. /f.
438v/ = P = En dónde se debe poner la coma? = R =
Antes de y, g, p, o mudanza de oración. = P = En donde
el, colon imperfecto? /62 = R = Conforme de lo que se
va hablando y el sentido de la oración para demudar a
otro. = P = Y el colon perfecto o donde corresponde? =
R = Si es casi una misma cosa o sentido de la oración de
lo que llevo expuesto, con distinción de llevar letra
mayúscula al empezar la oración que sigue. = P = En
dónde el punto final? = R = En donde remata del
sentido de lo que lleva de lo que veo escribiendo y sigue
otra cosa diversa. = P = Qué es paréntesis? = R = Es
cosa que queda confusa y explicada con mayor prolijidad
se supera. = P = Qué es admiración? = R = Para hacer
detención de que se va relacionando no en tanta espera,
como el interrogante. = P = Qué es interrogación? = R
= Una pregunta como asustado o admirado. = P = Qué
es guión? = R = Es una llamada. = P = Para qué sirven
los acentos? = R = Para llevar distinción en lo que se va
hablando. = P = Para qué sirve la nota de la diéresis? =
R = Para una citación abajo o tal capítulo. = P = Para
62 Colon: Miembro principal del periodo o cláusula completa de la fra-
se. Llámese perfecto cuando por si hace sentido e imperfecto cuando el sentido
pende de otro miembro del periodo. También se da este nombre a la puntuación
con que se distinguen estos miembros. Panléxico t. I. p. 194.

182 Colección Bicentenario


qué son los puntos suspensivos? = R = Para hacer una
suspensión más prolija que en la del punto final, y otros
comprender que tiene diferente sentido. = P = De qué
otros signos usamos en nuestros escritos? = R = Que
usamos de la (sic) y lo que llevo dicho = Se le manda
enunciar los signos dichos con su mano, coma , /f. 439/
punto y coma ; dos puntos : punto final . Paréntesis ( )
Admiración ! interrogación ? un guión = . = P = Qué
figura es y para qué sirve el asterisco? = R = Para un
llamado. = P = Qual y para qué sirve el signo párrafo?
= R = Que se mienta en los libros y para saber por cita
mentado y por aquello mismo de que se va hablando. =
P = Quales son los calderones y, para qué sirven? /63 =
R = Que mediante a no ser latino y no habérseme
notificado el decreto de mi escrito de examen tan prolijo
no habiéndome tenido lugar para repasar algunos libros
ignoro de la pregunta, mediante a ser la memoria frágil.
= P = Para qué sirve la manecilla? /64 = R = Qué es una
señal de lo que se va escribiendo. = P = Para qué sirven
las dos comas o raitas? = R = Para que cuando va
hablando de alguna ley se lleve más presente de algún
caso o capítulo señalado. = P = Qué sonido tiene la r al
pronunciarla? = R = Que gutural. = P = Cuándo se
debe doblar la r? = R = Que en principio de dicción. =
P = Qué sonido tiene la X? = R = Gutural. = P = La g
al pronunciarla qué sonido tiene? = R = Que con la i y
la e gutural y con las demás suave. = P = Qué valor y
sonido le damos? = R = Gutural. = P = La V consonante
cómo s distingue de la B? = R = Llamando un poco más
la lengua para adentro. = P = Las letras mayúsculas
cuándo se deben usar? = R = Después de punto, y me
remito a lo que tengo dicho antes /f. 439v/ de
aritmética. = P = Qué cosa es aritmética? = R = Que
63 Calderon: Antiguo signo ortográfico. Entre impresores esta figura ¶
con que se distinguen los párrafos, o señalan los pliegos que van fuera de la obra
principal. Ibid. p. 143.
64 Manecilla: Signo, en forma de mano con el índice extendido, que
suele ponerse en los impresos y manuscritos para llamar y dirigir la atención.
Señal en figura de mano que se suele poner con tinta en los libros para señalar
alguna cosa notable. Ibid., t. II. p. 481.

Colección Bicentenario 183


mediante a que no tengo relacionado de enseñar las
cinco reglas expongo lo que antes tengo dicho de no ser
latino, más si saber las cinco reglas propuestas. = P =
Qué autores leyera usted para instruir en cuentas a los
niños? = R = Que después de enseñada la tabla al
derecho y al revés y fuera de los nueves y enseñándoles
las cinco reglas les enseñaré por el que a mí me parezca
más conveniente para que aprenda con facilidad. = P =
Qué es número? = R = Es una cosa que habla sola. = P
= Y la unidad es número? = R = Que habla por número
y por letra. = P = Qué es unidad? = R = Que es un
número uno con sus ceros conforme va la unidad, va
con distinción de rayas el uno en los ceros 00 antes o
después. = P = De qué partes se compone el número? =
R = Que el dos y el tres son veinte y tres que sumados
abajo componen fuera de los nueves cinco. = P = Sólo
una clase de números hay? = R = Hay de dos a saber el
tres redondo y el esquiniado. = P = Cuál es el número
simple cuál compuesto, cuál homogéneo, cuál
heterogéneo, cuál par y cuál impar? = R = Que el simple
sigue hasta nueve, de diez en adelante el compuesto, y
que ignora este significado mediante a lo que tengo
dicho y del heterogéneo lo mismo y de los que siguen.
= P = Cómo enunciara usted: 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12
13 14? = R = Que 123 mil trescientos 456 mil billones,
8911 millones, /f. 440/ 121 mil 324 unidades. = P =
Qué es sumar? = R = Es adjuntar los números a la
cantidad que salga abajo, y de cada diez llevar uno. = P
= En qué partes se divide la suma? = R = Que uno sabe.
= P = Sirve Vuestra Merced estos ejemplos?

1696 7p 6grs y 4 de gramo


2962 6 7 5
3967 5 8 52 de gramo
8906 4 6 52
3970 5 10 53
Suma 21503 6” 03 1/5
19807 6” 69 1

184 Colección Bicentenario


Prueba 01696 7” 6” ¼

= R = Así los sumo. = P = Qué es sustracción o restar?


= R = Es rebajar de la partida mayor a que quede aque-
llo que se resta mediante a lo que se haya dado. = Reste
Vuestra Merced estas cantidades =

16879 4” 7. 2/5
12989 6” 9 9/5
Suma 03889 7” 8” ¾
Prueba 16879 4” 7” 1/5

= R = Ya la resto. = P = En qué partes se divide la


substracción o restar? = R = Que sabe un modo de res-
tar. = P = Cuál es la prueba del restar? = R = Sumar la
menor cantidad con la suma. = P = Cuál es la prueba
del sumar? = R = Que al sumar le sabe dar dos prue-
bas una sumando el derecho y después al revés salien-
do abajo cercado de ceros: y la otra sumar la cantidad
principal y después quitar la partida de arriba con una
raya y restar. = P = Qué es multiplicar? = R = Poner
una cantidad de varas o otra cosa semejante y por el
multiplicador sea el número que fuere, si llega medios
se hallará su prueba por la cruz en el centro de la mul-
tiplicación en la suma. = P = En qué se divide la multi-
plicación? = R = Se divide en dos partes, en la cantidad
y en el multiplicador. Multiplique Vuestra Merced esta
cantidad:

183” ¾ - 1/6
5” 5” 3
915 .
61” ¼ 12 3
6+6
5
2” ”4 2/4 .
979” 1” 0 0

Colección Bicentenario 185


Y La multiplico como aparece. = P = Qué es partir? =
R = Es compartir una cantidad entre compañeros. = P
= En qué partes se divide la partición? = R = En la can-
tidad principal de los partidores. = P = Cómo partirá
Vuestra Merced esta cantidad 75” 6p” 10 9ho. Entre 6
compañeros. ¾ y 1/8 = 0 |3 .

Total 1 5
Por- 7
ción 6

12.p 4 p5 g
1/24
______________________________________
__
6
Prueba 3---|---3
3

= P = Cuál es la prueba de la división? = R = Que tiene


dos modos de darle prueba: por la cruz y por multi-
plicar. = P = Qué es quebrado? = R = Es una mitad,
tercera o cuarta parte. = P = Cómo se reducen a una
común denominación los quebrados? = R = Que me-
diante de que los moralistas tienen en algunas cosas
que dudar con tener mayor y letras, que en el actual
ignoro mediante a mi poca edad, ya que con los libros
tomará algunas instrucciones. = P = Para qué sirve
esta reducción, substracción, multiplicación /f. 441/ y
partición de quebrados? = R = Que ignoro el contenido
de esa y que mediante al contenido de mi pedimento de
las cinco reglas en los quebrados correspondientes, a
estas daré razón mediante a como aprendí del ventajo-
so maestro Don José Ignacio Callejas. = P = Qué es la
regla de tres? = R = Que en mi pedimento no he pro-
metido enseñar más de las cinco reglas. = P = Por qué
autor instruirá Vuestra Merced en máximas políticas
y morales a los jóvenes? = R = Por el de Fray Luis de

186 Colección Bicentenario


Granada. = P = Cuáles son las principales máximas?
= R = El temor de Dios, la obediencia de los padres y
mayores, al maestro y además con aquella cortesía que
acostumbró = Diego Gómez de Salazar = Pedro Sáenz
López = D. Manuel Salvador Arias = José Miguel Ál-
varez del Pino = Demostración de la letra a saber. Los
hombres no tienen comprensión para todo lo que tie-
nen que aprender; todo lo hace el estudio y la práctica,
pues de ello prometo hacerlo presente at supra = José
Miguel Álvarez del Pino =

En seguida ocurrió ante nos D. Manuel Bravo a quien


por el mismo interrogatorio examinamos, y sus res-
puestas se asientan en el modo y formas siguientes =
primeramente se le preguntó qué es escuela? = R = Es
la junta y congregación de los niños que estén bajo la
dirección de un maestro. = P = Cuáles son las principa-
les obligaciones de un maestro? = R = El enseñarles la
Doctrina /f. 441v/ Cristiana, ideas generales de reli-
gión a leer, escribir, las reglas principales de aritmética,
la de ortografía, y las de política, las obligaciones indis-
pensables de adorar, amar, y servir a Dios Nuestro Se-
ñor, guardar sus divinos preceptos, las de respetar las
personas en nuestros Católicos Reyes, las de sus magis-
trados, siendo puntuales observadores de sus leyes y las
de procurar ser útiles a la Patria. = P = Por qué catecis-
mo instruirá Vuestra Merced a los niños en Doctrina y
Santas Máximas de Religión? = R = Compendiosamen-
te por el Astete, en ideas generales me valdré de los
catecismos de Belarmino del Bossuet, del Povazet de
los principios fundamentales de la Religión por Mr Al-
ber, o el Hervar, los cuales tengo en mi poder con este
fin. = P = En qué dogmas instruirá Vuestra Merced a
sus discípulos? = R = Principalmente en aquellos que
deba saber el cristiano con necesidad del medio cuales
son que hay un Dios que es un ser Supremo que subsis-
te en tres personas, que son Padre, Hijo y Espíritu San-
to, tres personas distintas y un solo Dios verdadero,
que este misterio se llama de la Santísima Trinidad; que

Colección Bicentenario 187


la segunda persona, que es el hijo encarnó, y se hizo
hombre en dignísimas entrañas de María siempre Vir-
gen, no por obra varón, sino por obra y gracia del Es-
píritu Santo; que nació quedando en Madre Virgen an-
tes del parto; en el parto y después del parto; Que vivió
con los hombres y por treinta y tres años, que la víspera
de su pasión instituyó los sacramentos y se quedó sa-
cramentado /f. 442/ bajo las especies de pan y vino
hasta el fin de los siglos: Que padeció bajo el poder de
Poncio Pilato, que fue crucificado, muerto y sepultado,
descendió a los infiernos, esto es el seno de Abraham
donde estaban los justos, que al tercero día resucitó
glorioso para nunca morir: Que subió a los cielos, y está
sentado a la diestra de su padre, esto es que está igual
en gloria con él en cuanto Dios, y mayor que otro nin-
guno en cuanto hombre. Que ha de venir a juzgar al fin
del mundo a los vivos y a los muertos, en el que hemos
de resucitar y recibir el premio o castigo según nues-
tras obras. Que hay una mutua comunicación de bienes
entre los miembros que componen la iglesia, sin que
haya interrupción por las distinciones de los lugares:
como son los habitadores de la Iglesia, triunfante, pur-
gante y militante: Que la iglesia es una Santa Católica,
Apostólica y Romana; Que Dios, esto es, Jesucristo es la
cabeza invisible de ella y el papa la visible. En cuyo es-
tado tuvimos a bien mandarlo suspender. = P = Cómo
instruirá Vuestra Merced a un niño para que se confiese
como cristiano? = R = Primeramente le explicaré que
la confesión no es otra que una acusación y declaración
que hace el penitente al confesor del estado de su con-
ciencia que se debe examinar por los preceptos del de-
cálogo los de la Santa Madre Iglesia. Obras de miseri-
cordia, pecados capitales, y particulares, obligaciones.
Que debe aborrecer el pecado, formar propósito de no
cometerlos: amar la virtud: que ha de tener un dolor /f.
442v/ sobrenatural, y que este se tiene por la contri-
ción o por la atrición: Que la contrición es un dolor per-
fecto, de haber ofendido a Dios por ser quien es y por
todos sus atributos, que este solo es suficiente, para per-

188 Colección Bicentenario


donar los pecados. Que la atrición es un dolor imperfec-
to porque lo mueve la esperanza del premio o el temor
del castigo; pero que solo no perdona sin la acusación
de ellos; que la confesión ha de ser clara y con sinceri-
dad explicando las circunstancias agravantes: que no se
ha de excusar el penitente ni acusar a otros; que final-
mente ha de oír con docilidad y respeto, los consejos
saludables del confesor, prometer a Dios satisfacerle
con las penitencias que le imponga el confesor y recibir
de este la absolución y con ellos el perdón de los peca-
dos. Que precedidos estos requisitos se debe allegar a
los pies del confesor con grande respeto, persignándo-
se, decir Padre mío bendecidme que he pecado, decir la
confesión hasta por mi culpa, y después hacerle relación
del estado de su conciencia. = P = Qué disposición le
pondrá usted para que comulgue como deben? = R =
Primeramente les impondré que la eucaristía no es otra
cosa que el mismo cuerpo, sangre y alma y divinidad de
Nuestro Señor Jesucristo que está bajo las especies de
pan y vino: que para recibirlo se requiere no ser reo de
pecado mortal, estar en ayuno natural desde la /f. 443/
media noche y presentarse con el posible aseo y decen-
cia; prepararse con facultatorias y afectos fervorosos
dirigidos al mismo Dios que va a recibir. = P = Qué
deberá usted amonestarle a los niños que hagan diaria-
mente antes de ejercitarse en la escuela? = R = Que
luego que despierten su primer pensamiento sea en
Dios y en los beneficios que se ha dignado dispensarles:
Que le den gracias por ellos: Que se vistan con el posi-
ble aseo arrodillados se persignen, recen el padre Nues-
tro Ave María, Credo y Salve: que saluden a sus Padres
con el mayor respeto, le pidan su bendición y salgan
para la escuela, en cuyo tránsito si pasan por delante de
alguna cruz adoren a Jesucristo que nos redimió en ella:
Si por delante de algún templo usen de la debida corte-
sía quitándose el sombrero como que es casa de Dios
que no griten por la calle, tirando piedras, y finalmente
que se hagan respetables por su propio mérito. = P =
Qué método guardará usted el tiempo que esté en la

Colección Bicentenario 189


escuela? = R = Hacerles cumplir con las obligaciones
que se les impongan corregirles sus yerros con manse-
dumbre, tomarles lecciones, reglarles papel, tersarles
plumas, estar asistente al modo con que las deben coger
a que el cuerpo esté como corresponde y últimamente
enseñarles e instruirles en los dogmas que he dicho:
Que digan diariamente /f. 443v/ tabla, actos de fe, y
parte de doctrina. = P = Después que salgan de la es-
cuela que habrán de hacer? = R = Lo mismo que he
dicho en la séptima respuesta, y como les queda tiempo
de recreación, siendo aquellas más honestas, y acomo-
dadas a su edad, sin perjuicio de la salud y economía. =
P = Qué método les prescribirá para que asistan a misa?
= R = Que estén humildes, atentos y devotos conside-
rando que en el sacrificio de la misa se renuevan los
misterios de nuestra redención y uniendo con la inten-
ción al ministro celebrante, y aplicándola por los moti-
vos y fines agradables a su majestad. = P = Qué cosa es
el Santo sacrificio de la misa? = R = Es el sacrificio que
hace sobre nuestros altares en que es ofrecido Jesucris-
to bajo las especies de pan y vino para continuar y pre-
sentar el de la cruz. = P = Qué cosa es leer? = R = Es
hacerme manifiesto si nuestro entendimiento por el va-
lor de las letras y demás caracteres de nuestro abeceda-
rio, el sentido de lo escrito. = P = Cómo enseñará Vues-
tra Merced a leer? = R = Primeramente les enseñaré a
conocer las letras de nuestro A.B.C.D. con distinción de
vocales, semivocales, y consonantes: a silabar que es
dicción: y que voz. = P = Qué cosa es sílaba? = R = Es
la unión de dos o más letras proferidas bajo un mismo
acento. = P = Qué es dicción? = R = Es la palabra que
significa alguna cosa. = P = Qué cosa es voz? = R = Es
el ruido que se forma en la garganta y boca del animal.
= P = De cuántas clases de letras se compone en nues-
tro abecedario? = R = De vocales, semivocales y conso-
nantes. = P = Cuáles son las vocales? = R = a, e, i, o, u.
= P = Cuáles son las semivocales? = R = Son j, h, l, ll,
m, ñ, r, s, x. = P = Cuáles son las consonantes? = R =
b, c, d, g, t, k, p, q, v, z. = P = Dos v consonantes ligadas

190 Colección Bicentenario


cómo se pronuncian y cómo se llaman? = R = Se llama
v valona y se pronuncia en nuestro idioma como v con-
sonante sola, y en los nombres de nuestros Reyes godos
tiene el valor de dos como vvitira. = P = Qué es dipton-
go? = R = Es la unión de dos vocales de las cuales la
primera pierde su valor. = P = Qué es triptongo? = R
= Es la unión de tres vocales de las cuales, las dos pri-
meras pierden en sonido como veíais. = P = Todas las
letras al pronunciarlas tienen un mismo sonido? = R =
No porque en unas es fuerte, y en otras suave = Dele-
tree Vuestra Merced y les de corrido: Deletreó y leyó =
Qué es escribir? = R = Es poner de manifiesto por el
valor de las letras y demás signos que usamos en nues-
tros escritos no solo lo que vemos sino lo que pensa-
mos. = P = De qué partes consta el arte de escribir? =
R = De ortología, caligrafía y ortografía. = P = Por qué
reglas enseñará Vuestra Merced a escribir? = R = Por
las que prescribe Pedro Díaz Morante y Don José An-
duaga. = P = Cómo enseñará Vuestra Merced a tajar la
pluma? = R = Que luego que se haya remojado la plu-
ma se le quite la grasa que tiene con el lomo de la nava-
ja, que se le saque un bocado en figura de semicírculo, y
al frente, de la mitad del semicírculo se le haga la aber-
tura: que se adelgacen las dos piernas /f. 444v/ y que
puesta sobre la uña del dedo índice se corten las dos
puntas transversalmente sutecediendo [sic], el fijarla
en la pulpa del dedo mayor y la corte. = P = Cuáles son
las principales reglas que dará usted a sus discípulos
para que escriban bien? = R = Supuesto ya tener prepa-
rados los concernientes a este fin los preceptos serán
que la cabeza esté levantada del cuerpo derecho separa-
do en tanto de la mesa, que el brazo izquierdo sujete
suavemente el papel, y lo mueva cuando sea necesario
que la esquina izquierda inferior del papel mire recta-
mente al pecho, que la pluma, y el codo del brazo dere-
cho hagan la figura del compás para no ser tardo en
escribir y últimamente que imitan la muestra. = P =
Para que una letra sea hermosa qué se requiere? = R =
Que en una forma de letra no se mezclen otras: que

Colección Bicentenario 191


tengan el suficiente caído, hacia la mano derecha, que
las letras versales correspondan en grueso una a otras
que dichas tengan, el tamaño como dos minúsculas que
la b, d, h, f, l, ll, p, q, t, tengan cierta igualdad que los
palos de unas correspondan a otras, que sean de dos
cuerpos de una minúscula, que las barrigas de la o, e, c,
tengan unos mismos gruesos, y que la t tengan tres
cuerpos de una minúscula. = P = Qué es ortología? = R
= Es lo que enseña a conocer y a pronunciar las letras,
grandes y pequeñas de nuestro abecedario. = P = Qué
es la caligrafía? = R = La que enseña /f. 445/ a deli-
near, y dibujar las letras grandes y pequeñas de nuestro
abecedario. = P = Qué es la ortografía? = R = La que
enseña a escribir con propiedad, sitio, y puntuación las
letras que enseñó a conocer la ortología y dibujar la
caligrafía. = P = De cuántos signos se usa la puntua-
ción? = R = De coma, punto y coma; dos puntos, punto
final, interrogación, admiración, paréntesis, puntos sus-
pensivos, guión, nota de la diéresis y acentos. = P =
Cuándo se usará la coma? = R = Antes de particular
conyuntivas y disyuntivas. = P = Y el punto y coma? =
R = En palabras y sentencias contrarias y antes de ad-
verbios. = P = Y los dos puntos? = R = Cuando finaliza
la oración no cuanto al sentido, sino cuanto al régimen.
= P = En dónde el punto final? = R = Cuando finalice
la oración tanto en el régimen, como en el sentido. = P
= Qué es paréntesis? = R = Es una figura dentro de la
cual se pone alguna cosa que quitada no queda imper-
fecta la oración. = P = Qué es admiración? = R = Es
una figura de que usamos cuando nos maravillamos. =
P = Qué es interrogación? = R = Es un signo que se
pone cuando preguntamos. = P = Qué es guión? = R =
Es una figura de que usamos para dividir alguna dic-
ción y también se usa en los nombres compuestos. = P
= Para qué sirven los acentos? = R = Para dar la caden-
cia que corresponde, abreviando, o alargando las letras
vocales donde se ponen. = P = Para qué la nota de la
diéresis? = R = Para darle a una /f. 445v/ vocal el va-
lor de dos. = P = Para qué los puntos suspensivos? = R

192 Colección Bicentenario


= Para dejar incompleta la oración o porque ignoramos
alguna cosa o porque voluntariamente lo hacemos. = P
= De qué otros signos usamos en nuestros escritos? =
R = De las comillas, calderones, asteriscos, manecillas y
párrafo. = P = El asterisco qué figura es, y para qué
sirve? = R = Para denotar alguna cosa notable, su figu-
ra es una estrella. = P = Cuál y para qué sirve el párra-
fo? = R = Para abreviar esta palabra su figura es una S
doble por la mitad. = P = Cuáles los calderones y para
qué sirven? = R = En el día se hacen uso los impresores
y encuadernadores para la signatura, su figura es una g
borrado el ojo. = P = Para qué sirve la manecilla? = R
= Para fijar la atención en alguna cosa que se escribe. =
P = Para qué sirven las comillas? = R = Para demos-
trar lo que pertenece a ajena obra.

Colección Bicentenario 193


Miguel Jerónimo Sierra y Quintano solicita
se le libre título de maestro
para poder instruir a la juventud de esta
capital 65

Santa Fe, 5 de abril de 1808.

/f. 375/

Excelentísimo Señor Virrey Gobernador y


Capitán General:

Don Miguel Jerónimo de Sierra y Quintano,


vecino de esta ciudad ante V. E. con el mayor rendimiento,
y en la mejor forma que haya lugar parezco diciendo:
Que he el espacio de cuatro años que a instancias de
algunos sujetos distinguidos de esta ciudad y movido
del gusto de servir a la sociedad, me dediqué a instruir
a la juventud en los ramos siguientes: La Doctrina
Cristiana por el abate Fleuri, y lo literal de uno y otro
Testamento.

Leer y escribir; y los fundamentos de la


aritmética; y sobre esto sus principios de Gramática
Latina. Yo no confío haber hecho mayores progresos,
pero sí he observado estar satisfecho el público, en
virtud de los muchos niños que ocurren a mi casa,
solicitando mi Magisterio.

Yo me hallo muy complacido de poder servir


a la Divina Majestad en cosas tan de su agrado, tengo
también observado el buen zelo que anima a V. E. y le
hace excogitar medios para el auge espiritual y temporal
de su virreinato, y a todos nos ha dado pruebas de la
nobleza de sus pensamientos, y buenos sentimientos.
Fundado en estos principios y excusando súplicas ocurro

194 Colección Bicentenario


a V. E. para que se digne tomarme a mí y a la juventud
noble que manejo bajo su protección, y librarme el
Título para proseguir instruyéndola en dichos ramos
con mayor ánimo y fervor. Cuya providencia cederá
en incremento de la honra y gloria de Dios Nuestro
Señor, /f. 375v/ de las familias de esta ciudad, y mío,
pues busco honestamente los medios de sostener a tres
hermanas mías, doncellas, y a mis ancianos padres que
rayan ya en la edad octogenaria. Por lo cual y mediante
su cristiana piedad.

A. V. E. Rendidamente suplico: Se digne acceder


a mi súplica y otorgar mi petición, que en lo necesario,
etc.

Humilde súbdito de V. E.

Miguel Jerónimo Sierra y Quintano.

Santa Fé Abril 5 de 1808.

Al Síndico Procurador General:

Bustamante.

Excelentísimo Señor:

El Síndico Procurador general dice: Que Don


Miguel Jerónimo Sierra, representa, que hace quatro
años que a instancia de algunos sujetos de la capital,
se ha dedicado a instruir a la /f. 377/ juventud en la
Doctrina cristiana por el Abate Fleuri, lo literal de uno y
otro testamento, leer y escribir y los fundamentos de la
Aritmética con algunos principios de Gramática Latina
y suplica a V. E. que para continuar con este ejercicio, se
digne mandarle despachar el correspondiente título.

Colección Bicentenario 195


El Procurador General está convencido, por el
concepto general y por el conocimiento que he tenido
desde tiempo muy atrás del pretendiente que en este
concurren las principales calidades necesarias para
maestro de primeras letras pero sin embargo cree que
debe prohibirse como un abuso la libertad con que se
abren en la capital escuelas sin contar con la autoridad
indispensable de esta superioridad, y sin la anuencia
necesaria del Muy Ilustre Cabildo.

Autorizada esta libertad sucedería que algunos


hombres perdidos, sin instrucción ni probidad tomarían
este arbitrio para asegurar su subsistencia, y a nadie
se esconde quantos males y quan funesta consecuencia
produciría semejante libertad. El alma de los niños,
dice un autor, está en manos de sus maestros los quales
la forman según las ideas que les inspiran; y qué ideas
puede inspirar a esa porción escogida un hombre que
no tiene otro fin /f. 377v/ al eregirse Maestro de
escuela que asegurar su subsistencia, y que tal vez se ve
reducido a la misma por sus vicios. Ojalá no se hubiera
experimentado un mal tan funesto: entonces no se
temerían las consecuencias indicadas.

Para precaverlas es indispensable adoptar en


lo posible las reglas establecidas en las últimas reales
disposiciones para las escuelas gratuitas que se han
erigido en la Corte después de haberse destruido la
Congregación de San Cassiano. En esta capital se
necesitan algunas escuelas y convendría que fuesen
gratuitas; pero ya que no hay fondos para su dotación
y que tampoco es justo que las haya absolutamente
arbitrarias e independientes, es necesario tolerar
algunas de las que existen pensionarias, en los términos
que se propondría.

Los maestros de primeras letras son los


primeros padres con los que el Gobierno sustituye a los
naturales para que suplan por éstos y den a sus hijos la

196 Colección Bicentenario


educación civil moral y científica que la Religión y la
Sociedad exigen de todos sus individuos o miembros: y
la misma confianza que se deposita en los Maestros, y
su destino dictan las qualidades y buenas circunstancias
de probidad, prudencia, habilidad y sólida instrucción
de que deben estar adornados. Por eso, para que se
acrediten, debe todo el que pretende obtener el Título
de Maestro /f. 378/ solicitar antes de todo que se actúe
una información plena con testigos fidedignos, citación
y audiencia del Síndico personero sobre estas mismas
calidades; y para dar una prueba de la instrucción
necesaria debe después sufrir un riguroso examen en la
Sala de Ayuntamiento ante el cuerpo municipal, el que
deberán hacer los individuos de él, a los sujetos que el
gobierno tenga a bien deputar.

Hasta que hayan precedido estas calificaciones


no debe expedirse título de maestro; y después de
expedido deberá sujetarse el que lo obtenga a un plan
que se forme al efecto por quien sea de la confianza de V.
E. Este plan que deberá ser sencillo y común a todas las
escuelas habrá de reducirse a prescribir la enseñanza de
los principios de la religión instruyendo a los discípulos
primeramente en lo que se debe creer y después en los
motivos de esta creencia; a enseñar a leer con propiedad
y sin tonillo, a cuyo efecto conviene desterrar el deletreo
y enseñar la Gramática Castellana; y últimamente
a escribir bien haciéndoles observar las principales
partes de Ortología, Caligrafía y Ortografía para que
se instruyan en el conocimiento y pronunciación de las
/f. 378v/ letras, la formación de ellas y la puntuación
del escrito.

Al paso que el plan deberá comprender tres


referidos objetos que son las partes, deberá extenderse
también a la instrucción o reglas de la educación civil
que comprende los buenos modales con los superiores,
con los iguales y con los inferiores, los primeros
conocimientos que debe estar instruido todo el que haya

Colección Bicentenario 197


de vivir en sociedad y los principios de la Aritmética,
con exclusión absoluta de la Gramática Latina que debe
aprenderse en otras clases y enseñada por los Maestros
de escuela complicaría sus atenciones y le distraería de
sus primeros deberes.

Después de esto debe providenciarse que los


Maestros pensionarios que se admitan bajo las reglas
indicadas no exijan un tanto moderado de cada discípulo
pudiente el que debe determinarse por el Gobierno para
desterrar toda arbitrariedad y abuso, y que al mismo
tiempo sean obligados a enseñar de balde dos pobres
por cada diez contribuyentes.

Bajo estos principios y para que la dispensa


en cualquiera de los puntos indicados no produzca un
ejemplar perjudicial, conviene el Procurador General
en que se expida el título que solicita Don Miguel
de Sierra después de haber producido la información
indicada y sufrido el correspondiente examen. /f. 379/
Con este motivo tiene a cargo el protector general de
pedir a V. E. se digne mandar y de notificar a los demás
maestros de Escuela pensionarios ocurran dentro de
un cierto término a solicitar el correspondiente título,
con apercibimiento a que se les hará cerrar las escuelas;
pues menos malo el que no las haya que el contrario
estén bajo un pie tan arbitrario como perjudicial y que
igualmente visite el Regidor Diputado de escuelas la
única que hay gratuita, y dé cuenta de su estado a esta
Superioridad, pues todo es así de justicia que pide el
Protector general.

Santa Fe, Mayo 10 de 1808.

Joseph María
Castillo

Santa Fe, Mayo 17 de 1808.

198 Colección Bicentenario


Al Señor Fiscal.
Bustamante
Excelentísimo Señor.

El Fiscal de la Corte dice: Que no tiene embarazo


que V. E. se sirva conceder a esta parte el per- /f. 379v/
-miso que solicita y se le libre título. Y sin perjuicio de
ello y para que luego tenga efecto lo que propone el
Síndico Procurador general se ha de servir V. E. mandar
informe el Ilustre Cabildo, proponiendo plan exacto, de
las materias que deban enseñar; los A. A. a que deban
arreglarse y lo más que sea conveniente y estime digno
de proponer en justicia.

Santa Fe, Mayo 20 de 1808.

Frías.
/f. 392/

Excelentísimo Señor:

[Al margen izquierdo: Nº 82. Santa Fe, Mayo 31 de


1808. Hágase como expresa el Sr. Asesor general en
este dictamen con que me conformo. Bustamante. En
dos de junio del mismo año pasé noticias del Superior
Auto que antecede al Sr. Don Diego Frías Fiscal de
lo Civil; Su Señoría rubrica, doy fe. Cortés. El 8 de
junio del mismo año pasé y lo hice saber al Dr. Don
José María Castillo, Abogado de esta Real Audiencia
y Síndico Procurador General. Firma, doy fe. Castillo.
Cortés.]

Estando acreditada por experiencia, la idoneidad


y suficiencia de Don Miguel Jerónimo de Sierra, para
el Magisterio de Escuela y el aprovechamiento que es
notorio de los niños que ha tenido y tiene a su cargo;
puede concederle permiso para que continúe librándosele
el documento necesario. Y por lo que toca al arreglo

Colección Bicentenario 199


general de estos Magisterios, que propone el Síndico
Procurador General, convendrá que informe el Muy
Ilustre Ayuntamiento, qué es lo que de conformidad
con lo expuesto por el Sr. Fiscal, me parece que es de
proveerse; pero V. E. lo hará como fuere servido, que
será lo más acertado.

Santa Fe, Mayo 28 de 1808.


Bierna (rubricado).

[Al margen]
En 8 de junio del mismo año lo hice saber a Don
Jerónimo de Sierra y Quintana, firma. Doy fe,
Sierra, Cortés.

El 22 de Junio se libró título.

200 Colección Bicentenario


Imágen 10

5. Fondos de propios,
estipendios
y subsistencias
Colección Bicentenario 201
Imágen 11

202 Colección Bicentenario


El Corregidor y Teniente del Partido de
Sogamoso sobre la necesidad
de que en la parroquia cabeza de él se
establezca escuela de primeras letras,
como la hay en otras más civilizadas, y
asigne suficiente dotación 66

Sogamoso, 1782-1798

/f. 296/

El corregidor y teniente del Partido de Sogamoso


No. 4 sobre la necesidad de que en la Parroquia cabeza
de él se establezca Escuela de Primeras Letras, como la
hay en otras más civilizadas, y asigne suficiente dotación
(hay una rúbrica). Superior Gobierno (rubricado)

/f. 297/

Muy poderoso Señor:

El oidor Fiscal ha visto el expediente que a


instancia de Don José María Campusano Corregidor
de Tunja, se ha promovido acerca de la Supresión del
66 AGN: Colegios – Tomo 4 – Folios 296r a 353v –
Años 1782 a 1798.

Colección Bicentenario 203


Corregimiento de Sogamoso y Duitama que entonces
obtenía Don Tomás de Layseca y Fajardo y actualmente
está al cuidado de Don Miguel Salazar /67.

/f. 301/

Señor Corregidor y Justicia Mayor

Los vecinos infrascritos abajo por Nos y a


nombre de los demás Cuerpos del vecindario de este
Valle de Sogamoso, ante V. S. con nuestro mayor
rendimiento decimos: que habiendo reconocido por la
predica de los M.R.P. Misioneros lo mucho que nos
conviene para descargo de nuestras conciencias, y
bienestar de nuestras familias, el poner en Escuela a
nuestros hijos, y haber experimentado, en el espacio
de tres años, en Don Juan de la Cruz Gastelbondo la
eficacia, selo [sic], exactitud, y cuidado, que ha tenido,
y tiene en instruir a los niños, no solamente en el santo
temor de Dios, sino también enseñando a unos a leer,
escribir, y también la política, y procurando que otros
aprendan los rudimentos gramaticales, y siéndonos
uno y otro tan conveniente como dicho llevamos,
suplicamos a Vuestra Señoría se sirva confirmar al dicho
Gastelbondo por maestro, según el nombramiento que
de tal, por Nos le hacemos, por convenir así al descargo
de nuestras conciencias y bienestar de nuestros /f.
301v/ familiares, que es justicia la que mediante a
Nuestra Señoría pedimos y suplicamos provea y mande
como pedimos, y en lo necesario juramos no proceder
de malicia etc.

José Ignacio Ramírez

Manuel de Nosa y Hernández – Roque Jacinto


Leal – Luis Fernando de Rueda – Juan Benítez
Romero – José Antonio Molina – Manuel
67 Se omite el aparte comprendido hasta el folio 300v, por carecer de
interés para el tema de la escuela.

204 Colección Bicentenario


Serrano – Bernabé Ruiz – Pablo de Nosa y
Hernández – Joaquín Ignacio Méndez – Pedro
Barraquer – Manuel Antonio de Guevara – Juan
Joseph Antonio Díaz Granados. (rubricados)

Sogamoso, y abril 12 de 1782 años.

Por presentado, cuanto ha lugar en derecho. Y en


atención a lo representado, por los vecinos contenidos
en ésta, líbrese a continuación el correspondiente
título. Provéelo yo Don Miguel de Salazar y Caicedo,
Corregidor y Justicia Mayor de los Partidos de
Sogamoso y Duitama, por su Majestad con testigos
por ausencia de escribano: Miguel de Salazar y Caicedo
(rubricado).

Testigo Francisco Antonio Bautista (rubricado)

Testigo, Juan Joseph Aguilar y Ojeda (rubricado)

/f. 302/

Don Miguel de Salazar y Caicedo, Corregidor


y Justicia Mayor por su Majestad, de los partidos de
Sogamoso y Duitama, Juez Conservador de la Real
Fábrica de Nitros y Subdelegado de las Rentas Reales
etc.

Por cuanto atendiendo a la representación


hecha por varios de los vecinos de este Pueblo, sobre
que teniendo experiencia de la buena conducta de
Don Juan de la Cruz Gastelbondo, así mismo vecino
de este dicho Pueblo, que ejerce oficio de Maestro de
Escuela, enseñando algunos niños a leer, escribir, con
todo esmero, y eficacia, como también los rudimentos
gramaticales, que así mismo practica, de que resulta
gran beneficio al público, especialmente cuando de
parte de los muy Reverendos Padres Capuchinos, en la
Santa Misión que han ejercitado en este Pueblo, se ha

Colección Bicentenario 205


encargado gravemente a los padres de familia dediquen
sus hijos para su buena educación y crianza a dicha
Escuela, en inteligencia que a los que puramente fueren
pobres, los enseñará de balde, y las demás conforme
su posibilidad, de forma que en general, tenga algún
fondo para su mantención y decencia; en cuya atención
y atendiendo a las circunstancias referidas, he venido
en conocimiento que para que se establezca y perpetúe
en ella, para su mayor seguridad, con los requisitos
necesarios, se le libre el correspondiente título, para
cuyo efecto confiando de la habilidad, buena conducta,
esmero, y eficacia, que para dicho oficio concurre en el
citado Dn. Juan de la Cruz Gastelbondo, y que bien y
fielmente hará lo que se le tiene encargado, y mandado,
le hago merced de proveerlo, nombrarlo, y elegirlo,
del oficio de tal Maestro de Escuela Pública de este
referido Pueblo y su Partido, y le doy poder y facultad,
para que por el tiempo que fuere de mi voluntad, pueda
usar y ejercer el dicho oficio, y hacer todas las cosas
a él tocantes y pertenecientes en cualesquiera manera,
según y como lo hay hecho usado y ejercido y debido
usar, y ejercer sus antecesores, en el mismo dicho
oficio y demás rudimentos y estilos políticos, para una
república; y mando a los vecinos y moradores de este
supra dicho Pueblo, y su Partido, le hayan y tengan
por tal Maestro de Escuela al referido, y en su virtud,
sea admitido al uso y ejercicio de él, /f. 302v/ y se le
guarden todas las gracias, franquezas y libertades que
por razón de dicho oficio se le deben ser guardados y le
pertenecen, en cualesquier manera; y en su consecuencia
se le darán y acudirán con todos los derechos y salarios
que estipularé con los sujetos que pusieren sus hijos
en dicha Escuela, con los demás aprovechamientos
tocantes y pertenecientes a dicho oficio, según y como
se ha acudido y debido acudir a sus antecesores, en
cuyo testimonio doy y firmo el presente en el Pueblo de
Sogamoso a primero de abril de mil setecientos ochenta
y dos años, con testigos por ausencia del Escribano.

206 Colección Bicentenario


Miguel de Salazar y Caicedo (rubricado)
Testigo, Francisco Antonio Baptista (rubricado).

Derechos gratis

Testigo, Juan Josphed Aguilar y Ojeda


(rubricado)
Sacose testimonio de este expediente a
pedimento de las partes hoy once de abril de mil
setecientos ochenta y dos años; y se devuelve,
doy fe. – Guevara escribano (rubricado).

/f. 303/ Señor Corregidor Justicia Mayor.

Juan de la Cruz Gastelbondo vecino de este


lugar ante Vuestra Señoría como mejor en derecho
proceda, y con el debido respeto parezco y digo: Que
hago solemne presentación del título de Maestro de
Escuela, a mi librado por su antecesor Don Miguel
de Salazar a pedimento de este vecindario por el que
verá Vuestra Señoría los justos y legales motivos que
para mi nombramiento expusieron y la satisfacción que
tuvieron en esta virtud, y mediante a que he ejercido este
Ministerio el espacio de nueve años, cumpliendo con toda
exactitud y [subrayado: logrando el aprovechamiento
y utilidad que es notoria] en los niños que he tenido;
ocurro a la justificación de V. Señoría suplicándole
rendidamente se sirva a aprobar y confirmar a dicho
título en todas sus partes, para que se me tenga por
tal Maestro: Igualmente suplico a Vuestra Señoría que
concediéndome esta gracia se sirva prohibir toda otra
Escuela, y que no haya sino la del Maestro Melchor
Serón y la mía; pues para ello hago presentes a Vuestra
Señoría los fundamentos y razones siguientes: La
primera, el esmero y vigilancia con que me he /f. 303v/
dedicado a enseñar cómo es constante y también al amor
y afecto con que lo he ejecutado: Lo segundo, porque de
mi Escuela sacan los niños no solo el aprovechamiento
de leer y escribir; sino también el de saber hablar, y

Colección Bicentenario 207


ser políticos. Lo tercero y principal, porque como es
notorio, he tomado esto por oficio, como tan útil y santo:
y aunque es cierto pretendo en algún modo por este
medio subvenir a las notorias escaseces mías y de mi
familia: también es notorio, que a más de que el salario
que de uno u otro niño recibo es muy [subrayado:
escaso, enseño de balde a la mayor parte de ellos].
Lo cuarto, porque habiendo otras Escuelas, a más de
privárseme este corto alivio que me adquiere mi mérito,
se mira también el riesgo de la poca utilidad de niños;
pues disciplinados por Maestros que regularmente son
dedicados a la embriaguez y otras malas costumbres, es
evidente, que sobre no aprovecharse los niños saquen
solo la lección de los vicios: Por todo lo cual, y por
ceder esto en servicio de Dios y de la república, suplico
a Vuestra Señoría como tan celoso Ministro y Padre
de ella se sirva hacer como llevo pedido: Como que así
mismo su superior orden se ejecute acerca de que no
haya otro Maestro por cualquiera otro Juez en caso de
ausencia de Vuestra Señoría que en todo recibiré gracia
y merced con Justicia ella mediante.

A vuestra señora pido y suplico se sirva proveer


y mandar como solicito y en lo necesario juro en debida
forma, etc.

Juan de la Cruz Gastelbondo (rubricado)


Sogamoso octubre 20 de 1788

Por presentado, como lo pide: confirmase el


título presentado en todas sus partes: en su vir- /f.
304/ -tud mediante a ser pedido por el común de este
vecindario, se prohíbe a otro ninguno pueda enseñar,
pena diez pesos por la primera vez, y por la segunda
desterrado, publicando este en día festivo a la puerta de
la Iglesia, a efecto de que todos le hayan y reconozcan
por único Maestro, encargando a las Justicias el
cumplimiento de este auto, para lo que se le devolverá
original a esta parte. Así lo proveí, mandé y firmé con

208 Colección Bicentenario


testigos por defecto de escribano. Yo Don Ildefonso
Jiménez Corregidor, Justicia Mayor de estos partidos
de Sogamoso, y Duitama.

Ildefonso Jiménez (rubricado)

Testigo
Joaquín Murillo Camacho (rubricado)

Testigo
Vicente de Herrera (rubricado)

/f. 305r/
No. 1º.

Excelentísimo Señor

El Teniente Corregidor del partido de Sogamoso


hace presente a V. Exa. estar declarados los propios de
toda la Provincia a beneficio de sus lugares, desde el año
de 82, hasta la presente no se han puesto en arreglo, ni
menos se ha cobrado su producto; y pide en atención
hacer otra obra púbica la creación de una Escuela, con
la dotación de 200 pesos, y propone sujeto quien pueda
desempeñar este encargo; para lo que acompaña los
documentos que le han parecido necesarios…

Santafé 20 de agosto de 1790.

Al Sr. Alguacil Mayor de esta Real Audiencia.

(rubricado) Caro (rubricado).

Excelentísimo Señor

Habiéndose seguido causa por el Corregidor de


Tunja y el de este Partido sobre el cobro de Derechos de
Propios, y su aplicación; con vista del Señor Oidor; que

Colección Bicentenario 209


hacía de Fiscal, se declaró por ese Superior Gobierno
en 2 de marzo del año pasado de 82, que el producto
de dichos Propios se aplicasen para el aliño de caminos,
puentes, fábrica o reparo de cárcel o prisiones con lo
más que resultase a beneficio del público. Y librado que
fue el Superior Despacho Ejecutorio en 4 de diciembre
de 85, cometido al Corregidor de este Partido para el
arreglo de los referidos Propios, no ha tenido efecto, ni
hasta lo presente ninguno de los Jueces que ha habido,
ha mirado este asunto con la exactitud que requería,
y por consiguiente el Público ha estado careciendo de
este beneficio y muchas obras que se pudieran haber
emprendido no se han verificado por falta de fondos
con qué poder subvenir a los precisos gastos que se
pudieran erogar y todo consta por el adjunto testimonio
que acompaño.

/F.305v/ Santafé agosto 20 de 1790.

Vista al Sr. Fiscal Malo


(rubricado)

Caicedo (rubricado)

Excelentísimo Señor

El Fiscal del crimen encargado de lo civil dice:


Que el teniente corregidor del partido de Sogamoso
representa a V.E. la urgente necesidad que hay en aquel
partido de un Maestro de Escuela, proponiendo como
persona idónea a Juan de la Cruz Gastelbondo, y el
arbitrio que se recurra a su dotación hasta en la cantidad
de 200 pesos anuales del producto de los Propios, que
por Auto de 2 de marzo de 1782 se aplicaron para el aliño
de caminos, puentes, fábricas reparación de cárcel.

El mismo teniente de corregidor informa que se


expidió providencia el arreglo de los propios, y no ha
tenido efecto porque ninguno de los Jueces pasados

210 Colección Bicentenario


lo había mirado con atención, quedando el público
privado de los beneficios, que podía haber logrado. Él
ofrece dedicar toda su atención al mejor arreglo de este
Ramo,de modo que cobrándose con exactitud no solo
puede sufragar para la útil subsistencia de los Maestros
de Escuela, sino para otras obras de que se carece en la
jurisdicción.

Las contribuciones que constituyen el fondo de los


Propios y Rentas del Sogamoso; parece que están
reducidas, según se declaró en el citado auto de 2 de
marzo de 88, a lo que producen las Mesas de Truco, de
Bolas, y demás derechos territoriales que se hallan en
aquel Distrito.

Ninguna obra de cuantos se pudiesen proyectar,


sería tan útil, como la creación de una Escuela en donde
los niños pudiesen con facilidad teniendo un Maestro
exacto el perfeccionarse en los primeros rudimentos
hasta lograr el aprender los principios de latinidad.

A cuyo fin ninguno más apto que Don Juan de


la Cruz Gastelbondo, sujeto decretada buena conducta,
y hombre bastante instruido, pues logra ser un perfecto
Latino, quien por su pobreza ha mantenido siempre
una Escuela Pública con poca utilidad, por ser una cosa
muy corta con la que le contribuyen los padres de los
niños, que enseña: y no alcanzando con esto para poder
mantener sus obligaciones, me ha insinuado se quiere
separar de esta fatiga, y solicitar otro acomodo, en que
pueda sacar el premio de su trabajo; y porque el público
no carezca de este beneficio, le he prevenido continúe,
hasta tanto que por mi parte daba cuenta a Vuestra
Excelencia proponiéndole que siempre que fuera de su
Superior agrado, no faltaría algún fondo de donde se
pudiese señalarle un corto salario para su manutención:
A cuya proposición se conformó gustoso, suplicándome
pusiera en ejecución mi pensamiento, y que para instruir
mejor mi informe entregaría el título que le libró el

Colección Bicentenario 211


Corregidor de estos partidos en 1°. de abril del año de
82, el que a pedimento de todo el vecindario se solicitó; y
por el de 88 se confirmó de nuevo como lo verá Vuestra
Excelencia por los originales que acompaño.

Ni de la cobranza, ni inversión de éstos, ni a


cuánto ascienden se da razón en el expediente ni el
teniente de corregidor lo dice; por lo que si vuestra
Excelencia es servido podrá aprobar el nombramiento
de Maestro de /f. 306r./ Escuela, echo en Don Juan
de la Cruz Gastelbondo con la asignación de 200 pesos
anuales del ramo de Propios, como que en ninguna otra
cosa puede invertirse este ramo con más ventajas y
utilidad pública, encargando su recaudación y arreglo
al mismo teniente de corregidor bajo la calidad de
llevar cuenta formal de cargo, y data con los debidos
comprobantes, así de la entrada, como de la salida,
previniéndole informe con puntualidad, qué cantidad y
por qué personas, se ha cobrado desde el año de 82, y
en qué se ha invertido. Sobre todo Vuestra Excelencia
proveerá lo más conforme a Justicia.
Santafé septiembre 4 de 1790.
Berrio (rubricado).

Santafé y septiembre 6 de 1790.

Autos y Vistos. Accedese a /f. 307/ la creación


de una escuela de primeras letras en el corregimiento
de Sogamoso bajo las reglas y formalidades que por
este Superior Gobierno se han mandado observar en
los Autos promovidos por el cura de don Juan Girón
asignándole al maestro ciento y cincuenta pesos de los
propios que por auto de 2 de marzo de 82 se mandaron
cobrar por aquel Corregidor y aplicar al aliño de caminos
y puentes, fábrica o reparos de cárcel, y prisioneros,
y a lo más que resultan en beneficio público, en cuya
virtud continuará con esta enseñanza Don Juan de la
Cruz Gastelbondo por ahora, y entre tanto se consigne
el que recaigan los Magisterios en sujetos del todo

212 Colección Bicentenario


capaces para el exacto desempeño de este ministerio
y en cuanto a la recaudación y arreglo del ramo de
propios se encarga al Corregidor y su Teniente bajo
la calidad de llevar cuenta formal de cargo y data, la
que remitirán todos los años a este Superior Gobierno
con los debidos comprobantes, y por lo que respecta
al tiempo que ha corrido desde el año de 82 hasta el
presente, informe inmediatamente el citado Corregidor
como pide el Sr. Fiscal. – Malo (rubricado) – Caicedo
(rubricado).

Ningún fondo, me parece, debía contribuir a


este Maestro, que el de Propios, si se arreglara con
la exactitud que corresponde y verificado se le podía
señalar anualmente la cantidad de doscientos pesos, por
tal que se lograra el que todos los Padres de familia
pusiesen en Escuela a sus hijos, y aunque no se sacara
más fruto, que el que los niños aprendieran a leer y
escribir y la Doctrina Cristiana, sin que aprendiesen
gramática, se seguiría con el tiempo grandísima
utilidad al lugar, pues habría sujetos en quienes los
superiores pusiesen los ojos para el desempeño de los
empleos de República, de lo que en el día se carece, pues
hay muchos que después que los eligen de Alcaldes
los enseñan a firmar, y en el día nada menos se está
experimentando en la Parroquia de Santa Rosa con el
Alcalde Don Pedro de Torres, quien pone una firma que
apenas se entiende, o es necesario adivinarla, y otros
muchos daños que se asignan al público por semejante
descuido en los padres por el ningún esmero que tienen
en la educación y enseñanza de sus hijos.

No dudo que V. Exa. como padre que es de toda


esta República acceda a mi solicitud que yo ofrezco
a V. Exa., siempre que sea de su Superior agrado el
comisionarme, poner en un arreglo formal el cobro de
los propios; y verificado habrá con qué contribuirle a
este Maestro y se podrán hacer con lo restante otras
muchas obras de que se carece en toda la Jurisdicción

Colección Bicentenario 213


por el poco esmero y mucha lentitud con que han
procedido mis antepasados.

En el correo de 21 de los mismos se comunicaron


las órdenes prevenidas al Corregidor y Tte. de
Sogamoso.

Dios guarde a V.Exa. muchos años.

Sogamoso julio 25 de 1790.

Excelentísimo Señor

Juan Nepomuceno Franqui


(rubricado)

Antecedente visita y Superior


Decreto

Excelentísimo Señor Don Josef Espeleta.

/f. 308/ Excelentísimo Señor.

Señor

Habiendo visto el expediente, sobre la


representación hecha por mi Teniente Dn. Juan
Nepomuceno Franqui, en que propone por maestro
de Escuela a Juan de la Cruz Gastelbondo, con lo más
pedido por el Señor Fiscal, en virtud del Superior
Decreto de V. Exa. Debo hacer presente a la superioridad
y grandeza de V. Exa. Que dicho Gastelbondo, hace
ocho o nueve años, que sirve el empleo con aprobación
Superior, llevando de cada Discípulo un real semanal,
un pan, y una vela, cada sábado, los que por lo regular
no bajan de treinta; en virtud de la Real Cédula sobre el
establecimiento de Maestros para enseñar la juventud,

214 Colección Bicentenario


me dediqué en el tiempo de mi visita a establecer en
todos los lugares, pueblos y parroquias, del basto
corregimiento de Duitama, maestros de escuela, en la
misma conformidad que sirve dicho Gastelbondo que
no concluí, por habérseme cortado la carrera de ella; y
teniendo declarada el maestro de este Sogamoso renta,
es regular todos quieran el ramo de Propios, y más
aquellos que son de lugares más populosos; es cierto
estar declarados los Propios a beneficio de las obras
públicas, cuyo expediente no ha llegado a mis manos,
por tenerlo retenido dicho mi Teniente en su poder; y
aunque en mi citada visita fue uno de los objetos, el
arreglo de propios, por carecer de dicho expediente no
puede hacer cargo formal a los inquilinos de los dos
lugares que visité; sobre cuya cobranza he llevado libro
de cuenta, con el ánimo de que concluida dicha mi visita,
dar cuenta a V.Exa.

/f. 308v/ Nuestro Señor Guarde la importante vida


de V.Exa. dilatados años, que este Reino necesita.
Sogamoso y octubre 1°. de 1790.

Exmo. Señor
Antonio Felipe Camacho y Gardón (rubricado)
Exmo Señor Dn. Josef de Espeleta.

Exmo. Señor:

El Fiscal dice: que con atención a las dificultades


que le han ocurrido al Corregidor de Sogamoso para dar
una noticia individual de los propios de aquel Partido,
y de su inversión según lo que representa en su último
informe; se puede por ahora aprobar el que Juan de la
Cruz Gastelbondo siga enseñando las primeras letras
con la pensión que le ofrece cada Padre de familia por
sus hijos. Y que el Corregidor se esmere en remitir
con la posible brevedad las diligencias que se le tienen
pedidas en fuerza de lo expuesto por este Ministerio,
Santafé enero 5 de 1791.

Colección Bicentenario 215


Berrio (rubricado).

Santafé, y enero 8 de 1791.

Como parece al Sr. Fiscal =


Malo (rubricado)

En 21 de febrero de dicho año se libró orden al


Corregidor a Sogamoso (rubricado)
Malo (rubricado)

Caicedo (rubricado)

/f. 310/

Señor Alcalde Don Francisco Díaz

Hago saber a vuestra merced que a este mi


Juzgado de Justicia Mayor, ha ocurrido Don Juan de
la Cruz Gastelbondo, haciendo presente el antiguado
tiempo que hace que se mantiene en este lugar de
Maestro de Escuela, enseñando a los jóvenes de este
dicho lugar la Doctrina Cristiana, como así mismo a leer
y escribir cuasi las más sino interesar cosa alguna, de
que se ha experimentado el buen éxito de su enseñanza,
quietud y sosiego de la República y que en el día se
está experimentando los muchos Maestros que se han
introducido en este citado lugar y los más de ellos sus
mismos Discípulos a quien él ha enseñado, de que así
mismo está experimentando varias /f. 310v/ escaseces,
a causa de no haber quién ponga en su Escuela sus hijos
a leer, por el motivo referido. Por todo lo cual prevengo
a vuestra merced que luego que con este requerido por
parte del dicho Gastelbondo, proceda a destruir y quitar
todas las Escuelas que se hallasen dentro de este pueblo,
dejando tan solamente la del mencionado Gastelbondo
y la del Melchor Herón como públicas y de mejor
utilidad, previniéndoles a los maestros que las obtengan,
no prosigan en ellas, por ningún modo; y en caso de que

216 Colección Bicentenario


se experimente reincidencia les arrestará a prisión y les
exigirá la multa de diez pesos, los que se aplicarán para
reparos de esta Real Cárcel, por convenir así al bien
público y a la buena administración de Justicia. Todo
lo que así lo cumplirá, guardará y ejecutará precisa y
puntualmente, sin ir, ni contravenir en manera /f. 311/
alguna contra su temor y forma, antes si lo hará llevar
a puro y debido efecto, haciendo se cumpla en un todo
lo aquí prevenido; todo bien y cumplidamente bajo la
pena de cincuenta pesos aplicados a la Real Cámara de
su Majestad.

Dios guarde a V. Merced muchos años.


Sogamoso. Enero 13 de 1793.

Antonio Felipe Camacho, y Gardón


(rubricado).

/f. 312/ Sogamoso, enero 4 de 95.1

Mi Señor mío, y querido Dueño. La notoriedad


de su caridad como de su atención me complacen a
escribir esta, haciéndole presente, de Don Juan de la
Cruz Gastelbondo, sujeto de mi estimación tanto por
su virtud como por su habilidad para la enseñanza de
la juventud agregándose ser buen gramático, y hombre
cabal por todas puntas. Este sujeto se dedicó a la
enseñanza en este lugar con el corto precio de medio
real de cada niño, [subrayado: que no le alcanza ni aún
para zapatos] y me complace el corazón de un hombre
de precio, y útil a la [subrayado: República se halle
sumergido en /f. 312v/ la miseria] sería remedio por
efectos de igualdad, espero de su caridad le coloque en
el empleo de Maestro de Escuela de este pueblo que
después de conocido el sujeto antes me dará V. Md. las
gracias.

Yo espero del favor de V. Md. el que si para esto


y el seguro de la renta hay algún recurso que hacer al

Colección Bicentenario 217


Señor Virrey se lo comunique a Don Felipe Antadilla
sobrino del expresado Gastelbondo que se halla en la
capital de Santafé para que tenga cuidado de ocurrir a V.
Md. a que le dé la razón. Ahora debo decir a V. Md. que
por empeños que hice con el Corregidor Don Carlos
de Burgos siendo yo Teniente en Zipaquirá conseguí
poner a mi condiscípulo Maestro /f. 313/ Castro Alias
el Melero.

Esto mismo espero yo, consiga V. Md. con el


actual Corregidor, que a más de ser una obra tal piadosa
y Caritativa, quedaré yo sumamente agradecido. Deseo
que la salud de V. Md. sea la más robusta, y que la mía
buena imponga órdenes de su agrado.
Nuestro Señor guarde a V. Md. Muchos años.

B.L.M. de V. Md. su Seguro Servidor

Antonio Felipe Camacho y Gardón


(rubricado)

Sr. Dr. Dn. Nicolás Cuerbo [sic].

/f. 314/ Exmo Señor:

Temería ciertamente hacerme reo en el Tribunal


Divino por culpa de omisión; callando lo que a la
verdad recuerde mi conciencia al contemplarme Pastor
de esta Grey preciosa de Jesucristo; y como tal muy
acreedora de los más sensibles piadosos sentimientos:
si conociendo (como conoce todo este Virreinato) en la
siempre grande, y siempre generosa atención de V. E. el
más heroico, y noble Distintivo de Padre de la Patria no
pusiese en su justificado acuerdo aquello que necesita
del más oportuno remedio en orden al bien público de
su recomendado, y amoroso rebaño.

En el caso: (Señor Exmo.) que este pueblo


cabeza de partido, y corregimiento demanda como de

218 Colección Bicentenario


justicia su mejor cultura, gobierno y adorno, no solo
en lo material de sus edificios públicos, sino en lo que
es más digno de aprecio; a saber el acertado arreglo,
instrucción y cultivo de la juventud del pueblo y
vecindario numeroso, que en su bella planta, y gracioso
aspecto recomienda las más copiosas esperanzas, y
adelantamientos para en lo futuro. Siendo para esto
indispensablemente necesario el establecimiento de una
Escuela y Maestro que trabaje en la enseñanza y doctrina
de los jóvenes: lo que ya se previno sabiamente por V. E.
en acto de seis de septiembre de 1790 relativo a la vista
Fiscal de cuatro del mismo mes y año: nombrando por
primer maestro de Escuela de este lugar a Dn. Juan de
la Cruz Gastelbondo con 150 pesos anuales de Salario
fincados en el ramo de Propios, que produce cada
año este Corregimiento: Dimanando dicha equitativa
Superior Providencia del informe que hizo el Teniente
de Corregidor de este Partido Dn. Juan Nepomuceno
/f. 314v/ Franqui. Y a la verdad (señor) quien pensará,
que una Providencia tan justa, tan arreglada, tan del
servicio de ambas Majestades, loable por todas partes y
a todas luces grande; no lograse y surgiese los buenos
efectos que se esperaban de su gloriosa institución?
Verdaderamente que el demonio Perturbador de todo lo
bueno, y enemigo común del Cristianismo, mirando con
envidia Luciferina los buenos y Santos progresos de este
precioso establecimiento, no ha dejado piedra por mover
en solicitud de ser ruina y exterminio verdaderamente
lastimoso; pues aunque el dicho maestro nombrado por
V. E. ha estado pronto y con ánimo fiel de servir con
vigilancia este Ministerio; no lo ha conseguido hasta
ahora como tal preceptor público; sino tan solamente
enseñando a algunos niños en corto número, que con
un temísimo salario le tienen entregados sus padres, y
por cuyo motivo este buen hombre no puede dedicarse
enteramente al ejercicio de su empleo; siéndole preciso
buscar quizá otros arbitrios para su subsistencia, y de su
pobre familia: lo que no sucederá, si se hubiese llevado a

Colección Bicentenario 219


puro y debido efecto el mandamiento tan justificado de
V. E. por los sujetos destinados a tan noble asunto.

Yo no sé a fondo, o a punto fijo (Exmo. Señor)


la causa, o motivo que entorpeciese los gloriosos fines
de un proyecto tan justo y arreglado como este: ni es mi
ánimo acusar de indolente, y poco activa la conducta de
mis antecesores; como tampoco la de los señores Jueces
del lugar; cuyas nobles ideas y grandes pensamientos
en un negocio de tanto momento; siempre, siempre
las contemplo como objeto primario de sus rectas
obligaciones; sin embargo no puedo menos para el
cumplimiento de mi Pastoral, cuidado, que hacerlo
presente a la solidísima justificación de V. E. para que
se digne mandar lo que sea más conforme a su generoso
agrado, y de justicia en este asunto.

El Señor Fiscal Real en la precitada vista,


explicando la grande utilidad de tan feliz y bello
establecimiento, dice estas notables, cuanto buenas
sentidas expresiones a saber: que en ninguna otra /f.
315/ cosa puede invertirse este Ramo (el de Propios)
con más ventajas, y utilidad pública… se entiende en la
creación de esta nueva Escuela, y primer nombramiento
del referido Gastelbondo en calidad de Maestro:
mandándose efectuar así por la sabia y justificada
rectitud de V. E. con prevención de darse cuenta puntual
todos años por el Corregidor y su Teniente General del
Partido al Superior Gobierno del total ascenso anual
de este Ramo, sus gastos e inversión: lo que aún no
se ha verificado hasta ahora no sé con qué motivo o
fundamento, siendo así que son notorios los provechosos
efectos de esta utilísima y saludable fundación.

No sé pues cómo se componen bien: utilidad del


público: habilidad del preceptor: Ceremonia en el lugar
de Sogamoso; por no poderse mantener el Maestro;
sino con tal cual cuartillo, o medio Real que le sufraga
su enseñanza y trabajo, que no le alcanza ni aún para

220 Colección Bicentenario


zapatos (como se explica el Señor Juez Corregidor
en una de las dos cartas, que solemnemente agrego a
este informe) y compadece su corazón: que un hombre
de aprecio y útil a la República se halle sumergido en
la miseria; vuelvo a decir, (Señor Exmo.) que no sé
cómo dicho Señor Juez componga bien estas medidas,
con querer privar a este miserable lugar de tal cual
alivio y consuelo del Maestro que con buena luz ha
servido sobre cerca de 18 años con la muy corta Renta
accidental que le han contribuido algunos pocos vecinos
por la enseñanza de sus hijos. La propagación de esta
Escuela y sus argumentos parece deben ser un asunto
de la más apreciable importancia y que debe ocupar con
toda preferencia la atención de los señores Párrocos y
Jueces de los Lugares, que se les han recomendado por
alta providencia del Altísimo, y por el siempre católico,
Monarca Nuestro Padre, Nuestro Rey y Señor Natural
que Dios prospere para /f. 315v/ el bien común de sus
fieles amados, y amadores Vasallos.

Por complemento de mis buenos deseos (Exmo.


Y mi Venerado Señor Virrey) debo poner presente
en su nobilísimo y generoso acuerdo la urgentísima
necesidad que tiene este lugar de una Escuela Pública
de primeros rudimentos de la juventud, conforme a las
reales intenciones de Nuestro Soberano; y según que
se ha establecido en la ciudad de Girón, Zipaquirá,
Chocontá, en Nemocón y en otras partes; para formar
en ellas un lúcido plantel de Juventud florida, cuyo
futuro y buen olor respire fragancias para su Dios,
para su Rey, y para el bien común de la sociedad. La
piedad con que V. E. mira los asuntos importantes del
bien común y público de este Nuevo Reino, (a pesar del
Demonio y sus comisionados para entorpecer las cosas
del servicio Divino), me asegura la feliz consecución y
buen despacho de mi humilde súplica.

Nuestro óptimo Máximo y Sobera Dios y Señor


Supremo guarde, prospere y felicite la preciosa vida y

Colección Bicentenario 221


salud de V.E. muchos años para bien común para este
Reino. Sogamoso a 15 de febrero de 1795.

Exmo. Señor
B.L.N.M. de V.Exa su siempre obsecuente
venerador Capellán,
Juan Laureano de Rojas y Torres.
(rubricado)

/f. 316/ Santafé 7 de marzo de 1795.

A su expediente y désele curso. (rubricado)

Leyva (rubricado)

Santafé y marzo 9 de 1795

Al Sr. Fiscal

(Caicedo)
Rubricado
Exmo. Señor

El Fiscal de S. M. dice que /f. 316v/ por superior


Decreto de 6 de septiembre de 90 de sirvió V. E. mandar
que el Corregidor de Sogamoso y su Teniente cobrasen
allí los propios con calidad de dar cuenta comprobada
de su producto a este Superior Gobierno, y que respecto
a que hasta ahora no lo han cumplido sin embargo de lo
que ofreció el Corregidor con fecha de lo de octubre de
90, por el inmediato correo se libre orden para que lo
ejecuten dentro del preciso término de un mes, sin dar
lugar a otra Providencia bajo apercibimiento a lo que
haya lugar por derecho a fin de que con conocimiento
de lo que se haya recaudado, pueda disponerse el que se
le satisfaga al Maestro de Escuela la cantidad que se le
tiene asignada en /f. 317/ el citado Superior Decreto,
o aquello que se pudiese para que estimulado de esta
recompensa enseñe a la juventud con la aplicación y

222 Colección Bicentenario


esmero debido; y para que así mismo informen tomando
las debidas noticias sobre lo que se haya cobrado en el
tiempo anterior, y la aplicación que se le haya dado y
que se comunique la providencia a Don Juan Laureano
de Rojas, para que noticioso de ella, promueva por su
parte su cumplimiento en beneficio del vecindario.
Santafé marzo 11 de 1795.

Berrío (rubricado)
/f. 317v/ Santafé y marzo 12 de 1795

Autos, y suspéndase por ahora la entrega


solicitada por el Corregidor de Sogamoso.

Caicedo (rubricado)

Señor Corregidor y Justicia Mayor. /f. 319/


Consecuente a la Providencia Superior del Excelentísimo
Señor Virrey con fecha 3 de marzo pasado de 95 relativa
al beneficio público de la Escuela de este lugar, con la
asignación del sueldo, para el Maestro destinado por el
mismo Señor Virrey, y en atención a lo que V. Md. se le
previene sobre este importantísimo asunto: debo hacer
presente a su buen conducta que el mismo Exmo. Señor
por igual decreto se designa mandar se comunique (son
palabras formales del Superior Decreto) la providencia a
Don Juan Laureano de Rojas para que noticioso de ella,
promueva por su parte su cumplimiento en beneficio del
vecindario. Santafé, marzo 11 de 1795: previniéndose
igualmente el término prefijo de un mes para la
cuenta que V. Md. debe dar sobre el monto de propios
correspondientes al Corregimiento en aquel Superior
Gobierno desde el año que se previno; su ascenso total
gastó en inversión de este Ramo Real destinado, parte
de él, para el maestro de la referida Escuela, el cual se
halla ya (con noticia de esta providencia publicada por
mí en la Iglesia) cumpliendo con la exactitud posible su
Ministerio, pero sin recibir aún todavía, salario alguno
para su precisa y necesaria subsistencia, cuyo subsidio

Colección Bicentenario 223


suplico a V. Md. se digne dispensar a este pobre hombre
a quien tiene recomendado en cartas expresivas de su
habilidad, buen parte, y miserias de su estado. Yo de mi
parte (Señor Corregidor) con esto tenga efectuada la
recomendación de mi encargo; y haré todas las que me
sean posibles al efecto; dignándose V. md. contestarme
a este oficio político oportunamente para satisfacer con
la exactitud que demandan la importancia del asunto
y los Superiores deseos del Exmo. Señor Virrey. Dios
guarde a V.md. muchos años en su Santo Servicio.

Sogamoso veinte y cuatro de abril de mil


setecientos noventa y cinco = Dr. Juan Laureano de
Rojas y Torres.

Es fiel copia. Así lo certifico

Dr. Juan Laureano


de Rojas y Torres (rubricado)

/f. 320/

Acabo de recibir el que con esta misma fecha


me dirijo en orden a manifestarme la promoción hecha
por V. md. ante el Exmo. Sr. Virrey al efecto de que
el Maestro de Escuela Juan de la Cruz Gastelbondo se
le asigne sueldo; y la providencia que consecuente a
dicha solicitud se libró en 13 de marzo próximo pasado
sobre que me hace ver haberlo publicado en la Iglesia,
y concluye, que el citado Maestro se halla sin recibir
aún todavía salario alguno para su subsistencia cuyo
subsidio suplica me digne dispensarle.

Del contexto de semejante narrativa se viene


en conocimiento de la errada inteligencia, que V. md.
ha dado a la misma Superior Providencia que cita, la
cual no asignando, como no asigna el tal sueldo solo se
dirige a examinar /f. 320v/ la cobranza como origen
de donde pende el sí o no de la solicitud de V. Md.; por

224 Colección Bicentenario


tanto no me parece acertada la publicación de V. Md.
en la Iglesia, porque lejos de beneficiar al Maestro,
ha causádole perjuicio porque teniendo por cierta la
asignación de sueldo, los contribuyentes padres de los
niños no han resuelto suspender la contribución, a lo
menos lo han intentado, ni tampoco me parece legal
el que yo aún en el caso de asistir algunos fondos, le
dispensase cosa alguna a dicho Maestro, tanto por
no tener para ello orden de mi superior cuando por
haber otras urgencias necesarias de mayor privilegio
y utilidad a que concurrir, por lo que y siendo peculiar
a las obligaciones de mi empleo, el cumplimiento de
los preceptos de mis superiores, estoy con el cuidado
de cumplir con el que sobre este particular se me ha
comunicado. Dios guarde a V.Md /f. 321/ muchos
años, Sogamoso abril 25 de 1795.
Antonio Felipe Camacho y Gardón (rubricado)

Señor Vicario de este Pueblo de Sogamoso

/f. 322v/ Excelentísimo Señor

Con acuerdo a lo que la justificación de V. E.


se dignó comunicarme por Decreto de 13 del pasado
marzo, para que promueva por mi parte en orden
al cumplimiento en beneficio del vecindario de este
Pueblo: Según lo que el Señor Fiscal pidió en vista
de mi informe acerca del establecimiento de Escuela,
determinado por V. E. desde el año de 90, con vista del
mismo Señor Fiscal; he procurado por mi parte efectuar
las diligencias relativas al asunto, como son el justificar
su justificado Decreto en mi Iglesia, representando a
los vecinos el amoroso acuerdo, que deben tener muy
presente, atenta la generosa y siempre grande equidad
de V. E. al bien público de este lugar y sus individuos:
como también dirigiendo el oficio que acompaño,
copiado de su original al Corregidor del Partido, con
la atención y comedimiento que de él mismo se conoce;
y la contestación con las voces inurbanas represivas

Colección Bicentenario 225


y nada propias al estado de mi sacerdocio, Ministerio
Pastoral y canas de mi edad, y buena reputación de más
de 31 años de cura; y más cuan = Yo no le hago, ni
irrogo injuria alguna en pedir a vuestra Excelencia lo
que su generosidad tiene prevenido muy de antemano
a mi suplicación.

Ello es cierto. Exmo. Señor, que los superiores


y nobles deseos de V. E. en orden a esta pobre e
inculta Grey, no conseguirán su perfecto y cumplido
estado, mientras este Juez quisiese entor- /f. 322v/
-pecer por su indigente constitución, adhesión con el
escribano, parientes y dependientes de este; y tengo
por cierto, que si V. E. no nombra un Juez imparcial
para la averiguación de los Propios, su anual producto y
legítimos gastos desde el año que se le preceptuó como
lo sería Don Salvador de la Barrera, Administrador
de Rentas Reales de este Partido, cuya notoria y aún
escrupulosa pursidad [sic] en sus cuentas y manejo le
hacen acreedor legítimo a cualquiera confianza; u de
otro que sea de la Superior satisfacción de V. E. no se
conseguirá sacar en limpio la verdad que se solicita, y
así suplico a la nobilísima y equitativa rectud [sic] de
V. E. se digne providenciarlo: debiendo insinuar que
en este corregimiento y su comprensión hay muchos
lugares que tienen en sus respectivos términos varios
trucos, patios de bolas, molinos, trapiches, cabuyas de
ríos /68, tiendas públicas, matanzas de ganados, etc. de
68 Las cabuyas de río o taravitas, permitían el paso de pasajeros y cargas
a través de un sistema de cuerdas suspendidas en los cañones de los ríos más cau-
dalosos. Su instalación, sostenimiento y manejo corría de cuenta de particulares,
quienes desde luego cobraban por el servicio, debiendo abonar un porcentaje de
lo recaudado a los fondos de propios de las localidades respectivas. Gracias a las
vívidas descripciones de algunos cronistas y viajeros, no resulta difícil imaginar
aquella experiencia. El padre Gumilla, por ejemplo, refiere con asombro los “in-
ventos y artificios” empleados para sortear los “ríos que negaban el vado en los
viajes por tierra”, ya fuera por el volumen del caudal o por la falta de puentes y
embarcaciones. Al respecto dice: “El más común, y al parecer más seguro, es el
que llaman taravita, y vulgarmente cabuya; del que nadie se puede librar, si sube
a la Capital del Nuevo Reino, por el camino de Mérida y Pamplona. Esta da el
paso por el ayre en los ríos de Chama y de Chicamocha: la maniobra consiste en
sola una maroma, que atraviesa de barranca a barranca, bien elevada en el aire, y

226 Colección Bicentenario


que anualmente se pagan los derechos acostumbrados
de Propios, siendo necesario comisionar para su
percepción, como comisionó el actual Corregidor a Don
Antonio Guevara, para este efecto. Y para no molestar
la bien ocupada y noble atención de V. E. en asuntos
de mayor importancia, solo debo hacer presente que
de un vecino de Firavitoba a saber Don Roque Lazos
percibió ahora en este mismo mes sesenta pesos de dos
molinos que tiene en su hacienda de cinco años cabidos;
de donde se puede inferior con claridad cuanto había
percibido este Juez en tantos lugares donde hay abrojos
de estos y semejante naturaleza. Yo, Señor Exmo., no
me muero ni por mi carne, ni por mi sangre en este
punto, sino solo por el servicio de mi Dios, de mi Rey,
y del público que se me ha recomendado, sobre que la
sabia justificación de V. E. se dignará determinar lo
que fuese de su mayor obsequio y de agrado de ambas
Magestades.

La divina prospere y facilite la importante vida


de V.E. los muchos años que necesita este Nuevo /f.
323/ Reino.

Sogamoso y abril 26 de 1795.

Exmo. Señor

B.L.N.M. de V. Exa.
afianzadas sus extremidades en maderos fixos y sólidos, de la maroma está pren-
dido un garabato de madera fuerte, con dos sogas fixas en las dos partes ínfimas;
la una tiene las veces y oficio de asiento, y con la otra afianzan al pobre pasagero,
pues allí no hay valor que valga y el hombre más valeroso se pone mortal (hablo
por experiencia), luego que ligado, se ve volando por el ayre; y llega a la otra
banda del río, sin color en el rostro, y sin habla a veces, y no falta quien llega
desmayado. Del mismo modo pasan las cargas de una en una. Si el pasagero es
persona de distinción, pasa metido en un canasto firme, afianzado en dicho gara-
bato; pero no creo que esto disminuya el susto y miedo”. Historia natural, civil
y geográfica de las naciones situadas en las riveras del río Orinoco. Su autor el
padre Joseph Gumilla, Misionero que fue de las Misiones del Orinoco, Meta y
Casanare. Tomo II. Barcelona: Imprenta de Carlos Gubert y Tutó, 1791. p. 115.

Colección Bicentenario 227


Su más obsecuente Venerador Capellán,

Juan Laureano de Rojas y Torres


(rubricado)

Santafé y mayo 7 de 1795

Al Sr. Fiscal.
Caicedo (rubricado)

Exmo. Señor

El Fiscal de S. M. dice: que no habiendo sido


bastantes las providencias repetidas que se han tomado
por esta superioridad para que el Corregidor de
Sogamoso y su Teniente /f. 323v/ hagan averiguación
de lo que allí se ha cobrado por razón de Propios desde
el año de 82 en adelante, y el destino que se le ha dado
a fin de que pueda tener efecto lo resuelto en orden al
establecimiento de Escuela de Primeras Letras, y que
siendo muy perjudicial al público el que se demore por
más tiempo la exención de tan importante diligencia y
el que continúe el desorden en que ha estado la cobranza
de dicha Renta, podrá V.E. desde luego comisionar al
Administrador de Rentas Reales Don Salvador Barrera
como se solicita por la anterior representación para que
haciendo las diligencias que sean conducentes a dicha
averiguación, forme a los sujetos que hayan cobrado los
cargos correspondientes y les exija los alcances que en
su consecuencia le resultasen dando cuenta de todo a
su tiempo /f. 324/ a esta superioridad, e informando
los arbitrios con que podrán aumentarse los propios,
siempre que en la actualidad no produzcan lo suficiente
para pagarse la asignación que se le ha hecho al Maestro
de la Escuela y demás que sea absolutamente necesario
a la comodidad pública. Santafé, junio 30 de 1795.

Berrio (rubricado)

228 Colección Bicentenario


Santafé y junio 4 de 1795

Autos: Caicedo (rubricado)

/f. 324v/ Santafé: 2 de julio de 1795

Vistos: Estese a lo proveído en Audiencia del día


de hoy en el expediente agregado. (hay dos rúbricas)

Caicedo (rubricado)

En 6 de los mismos se libró la orden con


inserción del antecedente informe, vista y Decreto al
Administrador de Rentas de Sogamoso, en 2 hojas con
oficio.

Caicedo (rubricado)

/f. 325/ Para resguardo de la Escribanía, y los


originales en 52 hojas al Administrador de Rentas de
Sogamoso.

/f. 326/ El comisionado Dn. Antonio Ladrón de


Guevara pide certificación del cumplimiento de su
comisión /69.

/f. 344/

Nos Don Joaquín de Gaona Corregidor Interino


de Juan Crisóstomo Nabia Alcalde de Blancos de este
pueblo de Sogamoso por S. M. etc. a.

Certificamos en la mejor vía y forma que más


haya lugar en derecho para ante los SS. que la presente
vieren y decimos, que nos consta que el Maestro Don
69 Por una economía de páginas, preferimos no incluir la sección entre
los folios 326 y 343, en la cual se encuentra la citada certificación del comisio-
nado Ladrón de Guevara así como el cobro de su comisión.

Colección Bicentenario 229


Juan de la Cruz Gastelbondo de tiempo pretérito al
presente ha cumplido y está cumpliendo hasta la fecha
con la obligación de enseñanza de niños de primeras
letras sin faltar incesante al ejercicio diario. Así mismo
nos consta tener dicho Maestro a su cuidado copioso
número de niños y que éstos no le sufragan (desde que se
declaró la Escuela por Nuestro Rey) absolutamente con
nada trabajando el citado Maestro sin llevarles el más
leve interés. Igualmente es verdadero que el nominado
Maestro no se le da renta ninguna, pues aunque está
declarado y nombrado de ciento cincuenta pesos por
año, no se ha verificado. Así mismo, es el dicho Maestro
pobre de toda solemnidad y que lo más anda Hostiaten
/70; por cuya causa se le da ésta en éste papel de oficio
y a pedimento verbal del citado Maestro en siete de
septiembre /f. 344v/ de este año de mil setecientos
noventa y seis = Joaquín de Gaona (rubricado)

Manuel de Nosa y Hernández (rubricado)

/f. 345/

Exmo. Señor Virrey, Gobernador y Capitán


General.
Señor.

El Maestro de Escuela de este Pueblo de


Sogamoso Don Juan de la Cruz Gastelbondo, postrado
humildemente a los pies de V. Exa. y con mi mayor
respeto digo: que desde el tiempo de seis de septiembre
del año de noventa, se sirvió la Superioridad de V. Exa.
70 Dicha expresión hace referencia a la limosna que se allegaba de
puerta en puerta, la cual se entregaba por lo general en especie, principalmente
granos y pan. Por ejemplo, en las constituciones de algunas cofradías y herman-
dades se estipulaba expresamente que las limosnas sólo se reunirían “ostiatin”
entre los vecinos. El término probablemente provenga de la expresión latina
Ostiaim, que significa de casa en casa. Diccionario Universal Latino Español,
dispuesto por Don Manuel de Valbuena, Regente de Estudios y Segundo Direc-
tor del Real Seminario de Nobles, y del Número de la Academia Española. Para
el uso de los estudios de latinidad. Segunda Edición. Madrid: Imprenta Real,
1808. p. 515.

230 Colección Bicentenario


librar Despacho estableciendo y confirmando Escuela
pública en este dicho Pueblo para la enseñanza de
jóvenes a las primeras letras: como así mismo se mandó
por V. Exa. con parecer de su Fiscal, se me pagará ciento
cincuenta pesos por cada un año, de los Propios de esta
Jurisdicción, lo que hasta la fecha no se ha verificado,
solo la cantidad de ciento cincuenta pesos que se me
dieron hace un año; y esto a fuerza del celo y eficacia
del comisionado, ordenado por V. Exa. en el último
Despacho a Don Juan Salvador Ortiz de la Barrera, y
si me han quedado debiendo cinco años, inclusive el de
presente, en que no se ha pagado la más /f. 345v/ leve
cosa.

No podré menos Exmo. Señor que justamente


lamentarme y ocurrir a la fuente de su justicia exclamando
por medio de esta representación, haciendo presente a V.
Exa, las diarias necesidades que padezco, por las cuales
ha llegado el vergonzoso caso de pedir limosna algunas
veces, para mantenerme; como el ya forzoso de molestar
el piadoso ánimo de V. Exa. significando como en los
seis años, que hace que celebro el primer Despacho de
V. Exa. no he faltado al cumplimiento de esta obligación
de tan pesado trabajo, con copioso número de jóvenes,
sin la más leve renta, manteniendo sólo con la esperanza
de que cuando no hoy, mañana, se me contribuyese con
el correspondiente pago de los cinco años vencidos,
y he visto muy de contrario, haciéndose doloroso tan
Justo pago constándome a ver suficiente dinero para
la Contribución y socorro que apetezco; y como no se
verifica muchas veces, he pensado el abandono de dicha
Escuela; pero me alienta el que V. Exa. atenderá a mis
gemidos y justicia que solicito como se testifica por el
Documento que humildemente pongo a los pies de V.
Exa. en prueba de mi relato.

El motivo de no haber ocurrido al Tribunal


de V. Exa. ha sido el de hallarme inhábil e incapaz de
montar a bestia, y por consiguiente /f. 346/ el de mi

Colección Bicentenario 231


suma pobreza. Por la cual impidió (como hasta la fecha)
poner apoderado, como corresponde en esa Capital,
por cuyas circunstancias no dudo en que la piedad de
V. Exa. tenga a bien se practique de oficio lo que hallaré
por conveniente y de justicia por ser esta enseñanza,
obra pía y tan agradable a Nuestro Dios, aumento y
beneficio de nuestra Cristiana Religión.

En esta atención suplico reverentemente a V.


Exa, se sirva de librar la más seria providencia que
corresponda cometida a quien hallare V. Exa. por
conveniente, para que sin la menor excusa se me paguen
los cinco años que llevo referido, como el que en lo
sucesivo no haya amorosidad [sic] en la contribución,
siempre que por mí sea pedida. Todo lo cual así me parece
de justicia haciendo el pedimento más conforme.

A V. Exa. con toda veneración suplico provea y


mande como fuere de su Superior agrado que recibiré
bien y merced.

Juan de la Cruz Gastelbondo


(rubricado)

/f. 346v/ Santafé 26 de septiembre de 1796

A su expediente y al Señor Asesor


Leiva (rubricado)

y septiembre 27 de 1796.

Al Sr. Fiscal
Caicedo (rubricado)

Exmo Señor.

El Fiscal de su Majestad dice: Que en consecuencia

232 Colección Bicentenario


de la que aquí representa a V. Exa. el Maestro /f. 347/
de primeras letras del Pueblo de Sogamoso Juan de la
Cruz Gastelbondo, podrá mandarse libre orden a Dn.
Salvador Ortiz de la Barrera, para que de cualquier
dinero que hubiese perteneciente a la renta de propios, le
satisfaga lo que se le esté adeudando legítimamente por
razón del tiempo, que se ha empleado en la enseñanza
pública; y que así mismo se le prevenga al Cabildo de la
ciudad de Tunja que en lo sucesivo, le haga contribuir
con la debida preferencia lo correspondiente a dichos
propios, a fin de que pueda dedicarse al desempeño
de tan importante Ministerio, con el debido esmero.
Santafé septiembre 30 de 1796.

Berrio (rubricado)

/f. 347v/ Santafé y octubre 4 de 1796

Autos: Caicedo (rubricado)

Santafé octubre 5 de 1796

Vistos: Líbrese Orden a Don Salvador Ortiz


de la Barrera, para que haga que inmediatamente se le
satisfagan del ramo de Propios al Maestro de Primeras
Letras de Sogamoso Juan de la Cruz Gastelbondo las
cantidades que acredite estársele debiendo por razón
de la enseñanza pública, a que se ha dedicado. Y por
separado líbrese igualmente orden al Cabildo de Tunja,
para que haga que en lo sucesivo se le satisfaga el
sueldo que tiene asignado, con la debida preferencia, y
sin experimentar las demoras que hasta aquí.
(rubricado)
Caicedo (rubricado)

En 24 de los mismos se libraron las órdenes


prevenidas con los oficios de estilo.

Colección Bicentenario 233


/f. 348/
[Al margen izquierdo] El Juez de Propios de Sogamoso.
Hace presente a V.Exa. el estado de los Autos y pide
declaratoria de los puntos relativos a la cobranza.

Exmo. Señor.

Habiéndoseme dirigido en el presente correo, por


la escribanía de ese Superior Gobierno la Providencia
dada con fecha 5 del corriente octubre, a pedimento
del Maestro de Primeras Letras de este Pueblo de
Sogamoso, Juan de la Cruz Gastelbondo, para que a
este se le satisfagan inmediatamente las cantidades que
acredite estársele debiendo: en cumplimiento de tan
superior precepto, se me hace indispensable el informar
a la justificación de V. Exa. el estado en que se hallan
los autos respectivos a la Comisión que obtengo para
el cobro de propios de donde se ha de satisfacer al
suplicante el sueldo de sus trabajo.

/f. 352/ 71
Exmo. Señor.
Don Juan de la Cruz Gastelbondo, Maestro de
primeras letras de este Valle de Sogamoso postrado a los
pies de V. Exa. con el más profundo acatamiento hago
presente por medio de esta humilde representación (a
causa de que mi extremada pobreza no me lo permite en
otros términos) como habiéndose representado a V.Exa.
por el cura de este lugar la necesidad que en él había de
una Escuela de primeras letras para la educación de la
juventud, por la numerosa población de sus habitantes,
y al mismo tiempo la suficiente pericia que en mí residía
para tal Maestro, como que ya me había dedicado
y manifestado mi idoneidad; se dignó V. Exa. con
acuerdo del Señor Fiscal nombrarme por tal Maestro
con asignación de ciento y cincuenta pesos anuales
71 No incluimos los folios 348v a 351v del expediente. Dicha sección
corresponde al relato del Corregidor de Sogamoso, justificando el retraso en la
entrega de la relación de los fondos de propios.

234 Colección Bicentenario


que se habían de sacar del Ramo de propios a cuyo fin
por superiores posteriores Providencias, comisionó V.
E. al Administrador de Rentas de este Partido, quien
en efecto recaudó alguna cosa de lo que al dicho Ramo
se adeudaba y me contribuyó una corta cantidad en
parte de lo que tenía devengado, pero como sobre esta
comisión se le originase algunas inquietudes, parece que
se eximió de dicha Comisión con cuyo motivo, y el de no
haberse / f. 352v/ subrogado persona que continuase
la cobranza de lo adeudado, vine a quedar descubierto
de lo que se me restaba de mi trabajo; mas no es esto
lo peor Sr. Exmo., porque cuando yo no consiguiese
aquella satisfacción, que es justa, me contentaría con que
el sueldo asignado en lo presente se hallase corriente
como se halla mi Escuela; pero esta no sucede, pues con
motivo de la agregación de esta jurisdicción a la de Tunja
se encargó a su Cabildo la cobranza y mi satisfacción;
y aunque es verdad que aquel ilustre ayuntamiento ha
propendido con satisfacción y dictado las providencias
relativas al intento, no se ha podido verificar el que mi
corto pree se establezca corrientemente, porque no se
ha llegado el caso de que siquiera un año se me pague
completamente y más en las presentes circunstancias
en que por haberse sin necesidad solicitado Escuelas en
otros menores lugares, el dicho Cabildo ha informado a
V. Exa. y consiguientemente suspendido mi pagamento
no solo el actual el rezagado, con cuya causa me hallo en
la más miserable situación, que el compasivo pecho de
V. Exa. puede considerar; expuesto cuasi a la mendigua
[sic], para la mantención de mi familia, por manera
que muchos días deja de calentar el sol cuando aún
no se ha recibido el desayuno, pero no obstante tanta
desdicha he perseverado constante en mi enseñanza
con total /f. 353/ residencia, así en lo formal como en
lo material por ver si esto mismo promueve mi socorro
pero considerando que no tendrá efecto en tanto que la
Superioridad de V. Exa. no concurra con su autoridad,
he tenido por de acuerdo dirigir estas humildes letras a

Colección Bicentenario 235


las soberanas y piadosas manos de V. Exa. de las cuales
espero mi remedio.

Dios guarde la importante vida de V.E. los


muchos años que pueda y este Reino necesita Sogamoso
y septiembre 25 de 1798.

Exmo. Señor
Juan de la Cruz Gastelbondo (rubricado)

/f. 353v/ Santafé 17 de octubre de 1798.

El Cabildo de Tunja, o el que corresponda,


dará las disposiciones convenientes para que a este
interesado se le pague el salario de su Ministerio,
o se le dé conocimiento de la causa que hubiese para
no verificarlo, para en ella el derecho que estime
corresponderle. (hay 2 rúbricas) =

Con fecha 21 de los mismos se libró la orden al


Cabildo de Tunja.
Caicedo (rubricado)

236 Colección Bicentenario


Autos sobre el establecimiento de escuela de
primeras letras en la villa
de Santa Cruz y San Gil y fundación de
cátedra de gramática 72

San Gil, 1785.

/f. 302/

Acta Capitular. En la Villa de Santa Cruz, y San


Gil de la nueva Baeza, en el nuevo Reyno de Granada
y Provincia de Tunja, en primero de abril de mil
setecientos ochenta y cinco años. Los Señores del Muy
Ilustre Cabildo Justicia, y Regimiento, con asistencia del
Señor Sindico General de la República, estando juntos
y congregados, en su Sala Capitular de Ayuntamiento,
sobre conferir las cosas que tocan, y pertenecen al
servicio de ambas Majestades [sic], honor y bien de
esta dicha Villa; y su jurisdicción: mandaron traer a la
vista el Auto final de la visita general, que practicó en
esta villa el Señor Corregidor y Justicia Mayor de la
Provincia Doctor Don Eustaquio Galavis, y Hurtado,
Abogado de la Real Audiencia, y Theniente Coronel del
Regimiento de Infantería de Milicias Disciplinadas, que
está en la capital de Santa Fe; entre cuyas providencias
que se sirvió expedir con fecha de veinte y dos de
octubre de setecientos ochenta y cuatro, se halla en
el décimo capítulo, una del tenor siguiente: = Que
mediante a “que los Propios de esta villa, en la que, y su
Jurisdicción hay crecido número de vecinos de honor y
distinguido nacimiento no son de corta consideración, y
suficientes muy bien, para facilitarle a su población los
más oportunos arbitrios de lucir, de hacerse respetable
72 AGN: Instrucción Pública – Archivo Anexo – t. II, f. 302 - 374 – año
1785. Este expediente involucra dos procesos jurídicos: de una parte, la solicitud
y aprobación de una cátedra de gramática o aula de latinidad y el nombramiento
de preceptores o catedráticos para servirla; de otra, la solicitud de aumento de
salario para el maestro de la escuela de primeras letras.

Colección Bicentenario 237


y feliz, no era justo se omitiesen a aquellos, sin los cuales
lejos de conseguir sus aumentos, vendría acaso al estado
más deplorable por su incuria, y falta de instrucción;
en este seguro supuesto dispondría el cabildo, que se
forme, con arreglo a lo que demándenlas circunstancias
locales, una instrucción formal que contenga todas las
calidades, y condiciones con que se haya de establecer
clase pública /f.302v/ de Gramática, en donde se
instruya la juventud que después ha de gobernar con el
uso de los oficios renunciables, asignándole al maestro
el salario, que estime competente, que se cree, no sea
menos, que el de doscientos pesos, para que recaiga el
magisterio en sujeto de habilidad literatura y virtud,
dando inmediatamente cuenta el mismo Cabildo con
la expresada instrucción al Superior Gobierno; de
cuya justificación se espera su superior aprobación,
sin la cual, no se parará a su establecimiento”. = En
cuyo cumplimiento, deseando el muy Ilustre Cabildo, el
adelantamiento, aumento y lustre de toda su república,
con el qual se concurre a todo el reino: acordó formar
la instrucción, que se le dexa prevenida y resume por
ahora en los Artículos, o constituciones, que pasa ha
establecer, para si fueren de la aprobación del Superior
Gobierno ponerlas en práctica, con la misma brevedad
que demanda el deseo de toda esta jurisdicción y a que
contribuye el amor, y buen desempeño de los Señores
Padres de República, que sumisos impetran la superior
aceptación, para el logro de las mayores utilidades de
esta villa y vecindarios.

1ª Por primera constitución, pide la República el


que el Aula, o clase de Gramática deba estar solo sujeta
al Patronazgo Real, titularse, con el nombre de tal, y
mantener perpetuamente la asignación de doscientos
patacones, que deberán anualmente contribuir los
propios de este lugar al maestro, o catedrático que la
regenta.

238 Colección Bicentenario


2ª Segunda: Que el dicho cathedrático ha de ser
propuesto en concurso de otros dos, si los hubiere, al
Señor Patrono Real; o a quien tenga su comisión, para
que por esta regia superioridad, venga presentado, y
nombrado el sujeto, a quien se confiere dicha cátedra.

3ª Tercera: Que los catedráticos, que se


nombraren deban pasar a la ciudad de Tunja, ahora,
y siempre, con carta de creencia de este muy Ilustre
Cabildo y dirigida al Señor Corregidor de la Provincia,
o su inme- /f. 303/ -diato lugar theniente, para que en
la clase de aquella ciudad, o como mejor le parezca, le
mande examinar y estando de aprobación, con igual carta
de creencia, o certificación de catedráticos, se presente
en esta Sala: y presentado el juramento necesario se le
ponga en posesión; debiendo llevar el ayuntamiento
libro separado, en que se extiendan, agreguen, y anoten
todas guantas diligencias sean relativas, a este asunto.

4ª Quarta: Que recibido el catedrático, abra


el Aula pública, y la ponga en caso que sea de cuenta
suya, manteniendo en ella, asientos, mesas, y demás
necesario para el servicio, ocupación y deshago de los
escolásticos; bien entendido, que deberá llevar, un libro
encuadernado, y forrado de papel blanco, para que en él
ponga razón de haber recibido de orden de este Ilustre
Cabildo el niño, que con su licencia pasare a presentarse
en solicitud de los estudios: cuya licencia, se conferirá
en esta forma: presentado el padre, tutor, curador, o
pariente del sujeto, que quiere aprender la Gramática, y
que el Ilustre Cabildo haya resuelto deber ser admitido,
se le dará por el Escribano del Ayuntamiento; y sin
derechos una certificación en papel del sello cuarto y
en que se exprese, con toda claridad ser voluntad del
cuerpo de república, el que se admita el tal sujeto, en
aquella clase, cuyos certificados, encuadernados por su
orden conservará el catedrático, para que en cada un
año, en que se ha de reconocer el aula los manifieste

Colección Bicentenario 239


a los señores diputados, que se nombrará y sindico
procurador de esta República; sin que por esto debe de
asentar en su libro, y todo en letra, la partida que en
substancia explique haber recibido tal niño, con licencia
de este Ilustre Magistrado.

5ª Quinta: Que en caso de faltar sujetos secu- /f.


303v/ -lares, a quienes encomendar la dicha cátedra,
la puedan servir las personas que gozaren del fuero
eclesiástico jurando ante el cura del lugar, y a presencia
de los señores del Ayuntamiento, con quienes también
se autorizará el dicho recibimiento por escrito; bien
entendido, que las licencias que fueren concedidas, han
de quedar asentadas en el libro capitular de aquesta
[sic] clase, y firmadas, por los señores que las otorgaren
y su procurador general.

6ª Sexta: Que el maestro cathedrático haga


ocupar los niños en el servicio de la iglesia, procurando
que concurran a ella a instruirse desde jóvenes,
en cuanto sea necesario a beneficio de la salud de la
República, solicitando actuarlos en la mejor habilidad;
y nunca ocupándolos, en las mecánicas interiores de su
casa, y de su conveniencia.

7ª Séptima: Que deberá el maestro desde las


ocho del día, concurrir al aula, hasta las once y desde las
dos de la tarde hasta las cinco, sin confiar su ocupación
de otra persona alguna; pues, siempre que así se le note,
se le apuntará el tiempo, para rebajarle de la renta.

8ª Octavo: Que sea libre este ilustre cabildo


para solicitar en cada un año sujetos inteligentes
que examinen los niños, para poder venir en pleno
conocimiento del aprovechamiento de ellos, o aplicación
que se exercita el cathedrático en su cargo; y no siendo
aparente o por otra cualesquiera justificada razón,
pueda el Ayuntamiento formar nueva terna, o proponer

240 Colección Bicentenario


sujeto, para que lo pre- /f. 304/ -sente al Patronazgo
Real, y se remueva aquel que se conozca que no sirve.

9ª Novena: Que los sujetos que anualmente


nombrase este Ilustre Cabildo deban reconocer el aula
y examinar el modo de enseñar y asistencia personal
del catedrático, para que al fin del año con certificación
de ellos se le mande contribuir la renta asignada en caso
de que expresen haber cumplido con su obligación; y de
lo contrario, no se le deba satisfacer por ningún modo.

10ª Décima: Que la constitución o ratio


estudiorum, que se observa en las Aulas, o clase de
Gramática pública la solicite el catedrático en la ciudad
de Tunja, para que aprobada esta creación, y con
testimonio de estos artículos la mantenga fijada en
una tabla en la principal sala del aula, para que así las
observe inviolablemente.

Según las circunstancias locales, dice el muy


Ilustre Cabildo, que no le ocurre por ahora asunto
alguno, que demande nueva constitución; bajo la
dirección del señor visitador general y justicia mayor
de la provincia: Quedando también copias de las dichas
consultas a continuación de la misma acta: Y por cuanto,
en esta villa y su jurisdicción, no se hallan otros sujetos
inteligentes, para que les pueda pedir el nombramiento
de catedrático, y formar terna de ellos por ahora: Se
propone a don Isidro Joseph Hidalgo y Ribero, sujeto, en
quien concurren las requisitas circunstancias que pide
el ministerio; para que siendo de la superior aprobación
resuelva su alteza cuanto por conveniente tenga. Así
lo acordaron, proveyeron, mandaron y firmaron, los
muy ilustres señores don Ignacio Fernández y don
Pedro José de Rueda y Luque, alcaldes ordinarios, don
Ignacio José de /f. 304v/ Uribe, y Mantilla, regidor,
y Alguacil mayor, y don Juan Francisco Hidalgo
Rodríguez, regidor depositario general, y don Juan

Colección Bicentenario 241


Agustín Meléndez, procurador general; por ante mí el
escribano público del número, e interino de este ilustre
cabildo, que de ello doy fe. Ignacio Fernández Saavedra:
Pedro Joseph de Rueda: Ignacio Joseph de Uribe: Juan
Francisco Hidalgo Rodríguez: Juan Agustín Meléndez
de Valdés.

Ante mí: Joseph Isidro Carlier, Escribano público


del número: Así consta y parece de su original, que corre
en el libre corriente de este año, desde la vuelta del folio
tercero, hasta la primera llana del séptimo. Va cierto
y verdadero, corregido y concordado, la presencia de
los señores del muy ilustre cabildo y escrito en tres de
papel del sello cuarto, y para que conste, en observancia
de lo que se me ha mandado, así lo certifico, signo y
firmo, en el oficio de este ayuntamiento de la villa de
San Gil, en dos de abril de mil setecientos ochenta y
cinco años.

En testimonio de Verdad
Joseph Isidro Carlier (rubricado)
Escribano público del N°.
De oficio
Corregido
(rubricado)
(rubricado)

/f. 346/ 73

En la villa de San Gil a veinte y seis de junio de


mil setecientos ochenta y siete años. Los señores del
muy Ilustre Cabildo, Justicia y Regimiento, mandaron,
que de el capítulo segundo de visita que proveyó
en esta villa el señor corregidor Dr. D. Eustaquio
Galaviz, se compulse copia legalizada y se remita
con el correspondiente informe al superior Gobierno
73 Se ha omitido en esta edición la sección del expediente comprendida
entre los folios 305 y 345v. En ella se registra todo el proceso de aprobación de
los estatutos de la cátedra de gramática (incluida una copia de todo el expediente
allegado hasta ese momento), así como de la designación del catedrático.

242 Colección Bicentenario


de este Reyno, haciendo presente que por ser corto
el salrio de treinta pesos que se le dan al Maestro de
Escuela, no se halla sugeto abil [sic] que en esta villa
la sirva, expresando en el quanto parezca conveniente
a la hutilidad [sic] de esta república, como el que
solo se deban aumentar veinte pesos a los treinta que
antes están señalados, y que el citado aumento sólo se
entienda para la escuela de esta villa como cabeza de la
Jurisdicción y de más honor es regular que se distinga de
los demás lugares sugetos a ella, como por ser de mayor
número de vecinos a quienes dedican y sirven más a
menudo a la República, por cuya razón se solicitará
del Superior Gobierno la gracia de que sólo de los
arvitrios de mesas de truco, Patios de Bolas, chicherías,
etc., que se va /f. 346v/ a establecer por formal ramo
de propios sea con lo que se contribuya a los Maestros
de Escuela de las demás parroquias, y que no se pueda
solicitar otra contribución para aquellas, sino es hasta
la cantidad de veinte pesos, pues auxiliándose estos con
dos reales que deba contribuir cada Padre de familias
que tenga posibles mensualmente por cada un niño
que pone en la escuela, queda correspondientemente
asalariado. Y para que así conste lo firma su Señoría
por ante mi, de que doy fe = Y sáquese copia de esta
acta a continuación de la que se refiere = Josef Xavier
de Amaya = Miguel Gregorio de Silva = Antonio Josef
de Silva = Ignacio Apolinar Buena ora = Pedro Josef
de la Cadena = Felix Josef Durán = Fui presente Josef
Isidro Carlier, escivano [sic] público del Número = .

En la villa de Santa Cruz y San Gil, a veinte


y nueve de marzo de mil setecientos ochenta y siete
años los señores del muy Ilustre Cabildo Justicia y
Regimiento, a saber Don Ignacio Javier Carrisoza y
Pradilla y Don José Javier de Amaya y Castillo, Alcaldes
ordinarios, Don Miguel Gregorio de Silva, Regidor
Alcalde Provincial, Don Antonio José de Silva, Regidor
fiel executor, Don Ignacio Apolinar Buena Ora, Regidor
Depositario, Don Pedro Josef de la Cadena, Regidor

Colección Bicentenario 243


decano, /f. 347/ y don Phelix Joseph Durán Regidor
sencillo, y con asistencia del Señor Procurador General
Don Jorge Nieto de Paz, estando juntos y congregados,
tratando y confiriendo cosas tocantes al beneficio de
la República, y siendo de las que más atención pide el
poner los reparos convenientes y necesarios, a fin de
que la toma de agua que entra a esta villa se asegure su
estabilidad, y se haga una pila en la plaza, para que con
este auxilio consiga el público tener en ella el agua para
proveer sus cosas con el aseo necesario y que por este
medio se puedan evitar los desórdenes que resultan
de las juntas de hombres y mujeres que en todos los
días, y a toda hora se verifica en el río que provee de
aguas este lugar y no habiendo ramo desocupado con
qué poder atender a este reparo por estar el de propios
gastándose en las obras de fuente y cárcel, han tenido a
bien el mandar que se imponga una moderada pensión
(mediante a no tenerla) en las mesas de truco, patios
de bolas ruedas y boliches, y chicherías, siendo la de
cada mesa de truco, cuatro pesos anuales, cada patio
de bolas dos pesos el boliche, y rueda un real por cada
día, mediante a que de éstos solo usan y juegan en los
tiempos de fiestas /f. 347v/ y las chicherías pagarán
real y medio cada mes, para cuyo cobro se destina a
Bernardo Escamilla, señalándole por su trabajo el seis
por ciento de lo que cobrare, y éste entregará, y dará
cuenta a nuestros regidores don Miguel Gregorio de
Silva, y don Pedro Josef de la Cadena a quienes hemos
diputado para que corran con la dirección, y gasto
de la expresada obra, y éstos concluida que sea ésta
y después hacer una media agua, y cercar de tapias
el solar que sirve de carnicería, darán sus cuentas a
este ayuntamiento el que con testimonio de esta acta
dará cuenta al Excelentísimo Señor Virrey, para que
si la superioridad de su Excelencia, fuere servido se
confirme esta referida pensión, y agregue por ramo
de propios de esta villa, y como en las parroquias de
nuestra jurisdicción se puede verificar el mismo ramo
para el mismo fin por haber igual necesidad en ellos;

244 Colección Bicentenario


para este efecto ponemos la misma pensión, quedando
después ésta a beneficio de la renta de propios; y para
que en dichas parroquias tenga cabal cumplimiento el
beneficio público que es el objeto que mira /f. 348/
este ayuntamiento. Nuestro alcalde ordinario don
Ignacio Carrisoza pasará a la de Barichara y nombrará
el sujeto, o sujetos que tuviere por necesarios al referido
fin, y para las otras lo ejecutará nuestro Regidor fiel
executor, o el mismo señor Alcalde. Inmediatamente a
que por nuestros alcaldes ordinarios se ha convocado
varias ocasiones a nuestro Regidor Alguacil mayor
Don Ignacio Josef de Uribe, para que concurra en la
sala a despachar en cuerpo capitular los negocios que
ocurren, y se ha excusado con varios pretextos: El
presente escribano, expondrá certificación de lo que
le constare sobre el asunto. Así lo probeímos [sic],
mandamos y firmamos por ante el infrascrito escribano
público del número que daré fe: Ignacio Javier Carrizosa
y Pradilla: Josef Javier de Amaya: Miguel Gregorio de
Silva: Antonio Josef de Silva: Ignacio Apolinar Buena
Ora: Pedro Josef de la cadena. Felix Josef Durán:
Jorge Nieto de Paz: Fui presente, Josef Isidro Carlier,
escribano público del número: Que el mismo cabildo
cuide con el honor que corresponde /f. 348v/ al
decoro de sus personas, y a la utilidad de su patria, que
la escuela que se mandó establecer por el citado autor
tenga los aumentos y felices progresos que se meditaron
para su establecimiento, y no se han conseguido, por la
impericia del maestro, solicitando sujeto de virtud, y
habilidad que sirva de tal examinándolo antes para que
de esta suerte no se frustre el piadoso fin a que se dirige
aumentándolo proporcionalmente el salario, pues según
se cree es corto el de treinta pesos que es el señalado para
quien con aptitud, e idoneidad se pueda dedicar a este
saludable ejercicio, dando cuenta al superior gobierno
del que señalase para su aprobación, y cuidando de que
los padres de familias remitan a sus hijos a la referida
escuela para que así logren educación y se desvíen de la
ociosidad y holgazanería tan perjudicial a la juventud,

Colección Bicentenario 245


cuya instrucción en los primeros rudimentos de política,
y letras es tan provechosa. Así consta y parece de sus
originales, de donde en virtud de lo mandado por los
señores del muy ilustre cabildo, justicia /f. 349/ y
regimiento la saqué y corregí, la cierta y verdadera,
a que en caso necesario me remito a los citados sus
originales, y para que conste la certifico, y firmo en la
villa de San Gil a tres de julio de mil setecientos ochenta
y siete años.

Joseph Isidro Carlier (rubricado)


Escribano público del N°.
De oficio rubricado
Corregida

/f. 350/

[Al margen izquierdo: El cabildo de la villa de San


Gil, en virtud del capítulo de la visita Real de ella que
remite, solicita que su Alteza aprueve [sic] que al
maestro de Escuela de esta villa se le den veinte pesos
mes, que se funden por ramo de propios la pensión que
se ha puesto a las chicherías, trucos, etc, con cuyo ramo
se mantengan escuelas parroquiales.]

Muy poderoso señor:


Con la mayor veneración, remite el cabildo de
esta villa, testimonio de uno de los capítulos de visita
que hizo en esta villa vuestro corregidor de la Provincia
Doctor Don Eustaquio Galavis, el cual contiene la
Acta que así mismo proveyó este ayuntamiento, con la
consideración de que en esta villa, y demás lugares de su
jurisdicción haya escuelas de primeras letras, donde sea
instruida la juventud, para cuyo efecto tomó este cabildo
este arbitrio, de que se funde por ramo de propios cierta
contribución, que se ha de exigir de los trucos, patios de
bolas, chicherías etc., cuya pensión había determinado
este cabildo se destinara para conducir agua dentro

246 Colección Bicentenario


de cada /f. 350v/ parroquia, y después aplicarla para
otros fines beneficiosos a la República, y como ninguno
otro sea más útil, y necesario que el de la escuela: ha
reflexionado este cabildo, por más acertado, que aquellas
pensiones, quedando establecidas por ramo formal de
propios, no se invierta en los destinos de conducir agua
a los lugares, sino en el establecimiento de escuelas
públicas, pues le parece al cabildo, que la prohibición
de agua, es pensión que debe reportar los vecinos a sus
expensas, y así se ha de servir de declararlo Vuestra
Alteza si es de su superior agrado; y solo pedimos,
que en cuanto a la escuela de esta villa deba contribuir
su salario la caja de propios; y que el destino de los
intereses o arbitrios de chicherías se entienda, para
sola la conducción de la toma de agua a esta villa, y
parroquia de Barichara, en donde ya está establecida
escuela pública con asignación de treinta pesos, al
maestro de ella, y que en la expresada parroquia, por
haber demasiada escasez de agua, y que en el verano
/f. 351/ falta del todo, se aplique el mismo arbitrio, o
pensión que se va a establecer, hasta que quede de modo
que permanezca sin resumirse el agua, y que después de
verificada esta disposición, dentre por ramo de propios
a esta caja, para darles el destino, que parezca más
necesario, o darles la aplicación que se ha dicho para las
otras parroquias.

Nuestro señor guarde a Vuestra Alteza muchos


años para amparo de este Reino. Sala capitular de la
villa de San Gil, junio 27 de 1787.
Muy poderoso señor.

Puestos a los pies de Vuestra Alteza sus más


humildes súbditos.
Joseph Javier de Amaya Miguel Gregorio de Silva
(rubricado) (rubricado)

Antonio Joseph de Silva Ignacio Apolina Buena Ora


(rubricado) (rubricado)

Colección Bicentenario 247


Pedro Josef de la Cadena (rubricado)

Felix Joseph Durán (rubricado)

/f. 368/ 74

[Al margen izquierdo: El maestro de la escuela pide


señalamiento de 20 pesos más o hace dejación de ella.
Con los antecedentes vista al Señor Fiscal (rubricado)
Proveyese por los Señores Virrey, Presidente, Regente
y Oidores de la Audiencia de este Reino a cuyo cargo
se halla el superior Gobierno y lo rubricó el Señor Don
Josef Mesía y Caicedo, Oidor y Alcalde de Corte].

Señores muy Ilustre Cabildo, Justicia y


Regimiento.

Josef Ignacio Hortegat vecino de esta villa de


San Gil, con el respeto debido ante Vuestra Señoría
parezco y digo: que para el día último del presente
mes y año hará diez y ocho meses que estoy sirviendo
la escuela de primeras letras con el sueldo de treinta
pesos cada un año; y como Vuestra Señoría se sirvió
mandarme a llamar con el portero el día treinta de
junio del año próximo pasado de ochenta y siete, y me
propusiesen que si quería servir la escuela de primeras
letras? Respondí que la serviría, pero que me habían de
dar cinquenta pesos. A lo que me respondieron varios
Ministros Regidores Alcalde mayor Provincial, Fiel
executor y Decano; que la sirviese a razón de treinta
pesos inter informava [sic] Vuestra Señoría al superior
gobierno para ver si concedía el que se sacaren veinte
pesos más cada un año para darme el sueldo de los
cincuenta; y como me he quedado esperando la razón,
o mandamiento de Vuestra Señoría hasta hoy cuatro de
74 Omitimos la sección del expediente entre los folios 351v. y 367v.
pues allí nuevamente se transcribe el expediente sobre el establecimiento de pen-
siones a las mesas de truco y otros entretenimientos. También en dicho aparte
el Fiscal de la Audiencia de Santa Fe emite concepto sobre el nombramiento de
catedrático para el aula de gramática.

248 Colección Bicentenario


diciembre de setecientos ochenta y ocho: recuerdo a la
memoria de V. S. que hace el dicho tiempo que sirvo la
escuela por tan solamente treinta pesos, y que los seis
meses del año pasado y otros seis meses primeros de
este año tuve que pagar arrendamiento de seis pesos
por el año y esto haciéndome gracia el dueño de la casa;
por lo que tan solamente me quedan veinte y cuatro
pesos que ni aún a cuatro reales me sale por semana. Y
ahora que tengo mi casa, aunque es muy reducida, en
ella he acomodado los niños, y yo me he desacomodado,
porque con /f. 368v/ lo que desterronan las paredes:
solo se remedia con mandarlo componer, y esto me
cuesta plata.

La mayor parte de vuestros Ministros me han


dicho varias ocasiones que yo no tengo asistencia en la
escuela, porque estoy escribiendo en varias partes. Esto
es mucha verdad y lo confieso, que no asisto por ratos
del día la escuela, y muchas veces no la vea en un día
entero, porque estoy asistiendo en las casas de nuestros
alcaldes ordinarios, y una o dos ocasiones al mes a
donde vuestro regidor alguacil mayor, y en otras casas
particulares: es porque si así no lo hago, me moriré de
hambre, porque la renta no me alcanza ni aún para vestir
mis precisas obligaciones. Y como a la presente no hay
escribano quien pueda con prolijidad desempeñar esta
obligación de la pluma sino soy yo único de los pobres
necesitados: por ese motivo me sujeto a pegarme a la
pluma para ganar el sustento; pues vuestra señoría es
buen testigo de la pobreza en que me hallo, y también
de que varias ocasiones me ha ocupado en la sala de su
ayuntamiento, y por fuera, en negocios que pertenecen
a sí mismo.

En cuya virtud V.S. se servirá o de darme por


año cincuenta pesos y casa con asientos y mesas para la
escuela, o provea de maestro que la sirva del día dos de
enero para adelante, que todo me parece ser de justicia,
mediante la cual Suplico a V.S. se sirva proveer, y

Colección Bicentenario 249


mandar como hallare por conveniente que juro en toda
forma de derecho no proceder de malicia etc.

José Ignacio Hortegat de la Rocha (rubricado)

Sala /f. 369/ capitular de la villa de San Gil


diciembre 30 de 1788 mediante a haberse informado
en el particular que se recuerda al superior gobierno
se remitirá allí este expediente para que se resuelva lo
que sea más concentaneo [sic] por la alta superioridad:
así se proveyó mandó y firmó por el cabildo justicia
y regimiento por ante nos por no haber escribano de
cabildo.

Juan Raphael (rubricado)


Jorge Nieto de Paz (rubricado)
Miguel Gregorio de Silva (rubricado)
Antonio Josef de Silva (rubricado)
Ignacio Apolinar Buena Ora (rubricado)
Pedro Josef Cadena (rubricado)
M.P.S.

El fiscal dice: Que por el contexto del antecedente


escrito, y decreto a su continuación proveído por el
cabildo de la villa de San Gil, se viene en conocimiento
no haber recibido este el testimonio del decreto del 26
del último abril que consta comunicado por el correo de
6 de mayo, en guía virtud se ha de servir V.A. mandar
se repita por el inmediato correo. Santa Fe y enero 12
de 1789.
Andino: (rubricado).
Complétese al maestro de escuela el salario
de cincuenta pesos de la renta de propios /f. 369v/ y
comuníquese a costa de ésta parte: al cabildo de San Gil
para su cumplimiento (hay cuatro rúbricas).
Proveyose por los S.S. Virrey, presidente,
regente y oidores de la audiencia y Cancillería real de
este Reino a cuyo cargo se halla el superior gobierno,

250 Colección Bicentenario


y lo rubrico el S. D. Joaquín Joseph Inclan y Arango
oidor y alcalde de corte como juez semanero en Santa
Fe a diez y nueve de enero de mil setecientos ochenta
y nueve años.

Rojas (rubricado).

Colección Bicentenario 251


Expedientes de la fundación de un hospicio
y hospital,
escuela y colegio en las villas de Mompox,
por Don Pedro Martínez de Pinillos y su
mujer 75

Mompox, diciembre de 1800.

/f. 1/


Nº 1

En el nombre de Dios todo poderoso Padre, Hijo


y Espíritu Santo, tres Personas distintas, y un solo Dios
verdadero, del Santísimo Sacramento del Altar, y de la
inmaculada Concepción de la Virgen Maria, Nuestra
Señora, concebida sin pecado original, desde el primer
instante de su animación. Amén. Sea notorio como nos
Don Pedro Martínez de Pinillos natural de la Villa de
Torrecilla de Carneros Obispado de Calahorra, y la
Calzada de los Reynos de España, en el de Castilla la
Vieja, vecino y residente en esta Villa de Santa Cruz de
Mompox Provincia de Cartagena de Indias del nuevo
Reyno de Granada, Regidor Alcalde mayor Provincial
juvilado de este Ilustre cabildo por su Majestad, y con
su Real aprobación: Mayordomo perpetuo de la Archi-
Cofradía del Santísimo Sacramento establecida en esta
Parroquial, y Doña Manuela Tomasa de Najera natural
de esta misma Villa, legítimos consortes y Primos
hermanos decimos: que por quanto la omnipotencia
y misericordia del Altísimo, nos /f. 1v/ a colmado
de bienes temporales, conociendo quan grato es a sus
Divinos ojos el establecimiento y fundación de aquellas
obras piadosas que al mismo tiempo que ceden en su
mayor honra y gloria resultan también en beneficio e
instrucción de los fieles, socorro de las miserias, alivio
75 AGI: Audiencia de Santafe, leg. 1020.

252 Colección Bicentenario


de los necesitados, y especial consuelo de los que son
oprimidos de las enfermedades y demás calamidades:
deseando por nuestra parte manifestar de algún
modo nuestra gratitud a tantos favores como el Todo
Poderoso se ha dignado hacernos sin merito alguno,
que de este nuestro justo reconocimiento participen los
Vecinos de esta Villa, en cuyo lugar hemos adquirido
el aumento de nuestros bienes, deliberamos de nuestra
espontánea voluntad mediante a carecer de Hijos y de
otros herederos forzosos, hacer en vida la fundación
que habíamos pretendido para después de nuestros días,
y en lugar de las que tenemos dispuesto por nuestro
ultimo testamento cerrado; y desde luego para que
tenga efecto en la mejor vía, y forma que haya lugar por
Derecho e instruidos del que nos compete, otorgamos
por ante el presente Escribano Real único existente en
esta misma Villa, que con objeto a los fines referidos
y aplicaciones que sucesivamente se dirán, exigimos,
fundamos e instituimos las imposiciones siguientes:

Seis mil pesos principal para dos Escuelas de


primeras letras que se han de establecer en los barrios
/f. 2/ de Santa Bárbara y San Francisco, cuyos Maestros
tendrán de dotación ciento y cincuenta pesos anuales
cada uno; reservándonos por ahora individualizar
las condiciones a que precisamente deban sugetarse,
dirigidas a poner en buen pie de establecimiento las
referidas Escuelas de los Niños.

Como la educación de la juventud sea uno, y aun


el mas principal ramo de la Policía y buen gobierno de los
Estados, pues de dar la mejor instrucción a la Infancia
podrá experimentar la causa pública las mejores ventajas,
proporcionándose los hombres de aquella edad dócil en
que todo se imprime, no solo para hacer progresos en
las ciencias, y Artes, sino para mejorar las costumbres,
cuidando los sujetos a cuyo cargo esta la enseñanza o
ministerio de infundirles el respeto que corresponde a
la Potestad Real, y a sus Padres y mayores formando en

Colección Bicentenario 253


ellos el Espíritu de buenos Ciudadanos; y a propósito
para la sociedad, con unas miras tan interesantes a
beneficio de este publico hemos deliberado igualmente
hacernos cargo de solicitar Casa proporcionada para la
fundación de un Colegio, bajo el patrocinio y nombre de
San Pedro; y para que se efectúe fundar los siguientes
principales:

Tres mil pesos para Maestro de Gramática.


Quatro mil para Preceptor de Filosofía.
Cinco mil para Catedrático de Theologia; que
al mismo tiempo ha de ser Regente de los
Estudios.
Ocho mil cuatrocientos, dotación de a sesenta
pesos /f. 2v/ para la subsistencia de seis
colegiales quedando a cargo de sus padres el
vestirlos.

Se considera como una de las principales


obligaciones de su instituto en estos seis individuos
la precisa asistencia de dos de ellos que alternarán
por turno en todos los días de precepto de Misa a la
Mayor que se celebre en esta Santa Iglesia Parroquial.
Del mismo modo en los ocho días de la festividad del
Santísimo Corpus Christi, y en los tres del Carnaval,
en que presente el Señor Sacramentado se celebra
también aniversario, asistiendo también todos los seis
colegiales juntos y en forma de comunidad en el jueves
de la festividad del Santísimo Corpus Christi, y a los
Domingos de Minerva que en el tercero de cada mes
se celebra en esta Santa Iglesia, para que éste concurso
contribuya al más solemne culto de la Majestad
Sacramentada.

Con el producto de estos principales y con el


del tres por ciento del seminario de todas las Rentas
Eclesiásticas comprendidas en la jurisdicción de esta
villa, cuya concesión y gracia solicitamos, a nuestras
expensas de la Real Piedad de muestro católico Monarca,

254 Colección Bicentenario


quando pidamos su Real Licencia y aprobación para el
Colegio y sus Estudios poniéndolo bajo de su augusta
protección, y conforme en todo al de San Carlos de
Carta- /f. 3/ -gena de Indias se logrará con ambos
arbitrios la fundación de esta Casa de Enseñanza, cuyos
estudios deberán tener principio luego que se obtenga
la superior licencia, previa la qual se precederá al
nombramiento de los respectivos Maestros, siendo en
estos empleos atendidos desde luego los naturales de
esta villa en concurrencia de otros sujetos igualmente
idóneos y de conocida suficiencia para el puntual
desempeño de estos ministerios. Y en cuanto al método
de proveer las cátedras, constituciones y Estatutos por
donde deba gobernarse el Colegio, nos reservamos
hacer las solicitudes correspondientes a su majestad,
siendo nuestra declarada voluntad el que en ningún
tiempo, no con pretexto, causa o motivo alguno puedan
ser agregadas estas cátedras a otro colegio, porque
precisamente han de disfrutar de este beneficio los
hijos del país, sin necesidad que se separen del seno
de sus familias. Para el goce de estas seis Becas serán
preferidos en primer lugar los hijos y descendientes
de nuestro sobrino Don Cayo Martínez de Pinillos, y
Doña María Josefa Codezo y Naxera: en segundo los
hijos de Don Bernardo de la Torre: en tercero los de
Doña Ignacia: en quarto los de Don Martín Ribón y
en quinto y sexto lugar los de Doña Petronila /f. 3v/
y Don Pantaleón Ribón, con expresa advertencia de
que en defecto de todos estos según el orden de sus
llamamientos se admitirán a los demás niños blancos
hijos de vecinos y residentes en esta Villa debiendo ser
privilegiados aquellos que por lograr sus padres menos
facultades son acreedores a esta distinción.

Quatro mil pesos fundamos igualmente a


efecto de que con quatro reales diarios se haga el
costo de una comida para los pobres de la cárcel a
más de la que disfrutan por otras disposiciones y el
sobrante hasta la cantidad de doscientos pesos que es el

Colección Bicentenario 255


producto del principal referido se repartirá por el Señor
Procurador general dando medio real a cada preso en
los días Domingo, debiendo tener principio esta nuestra
disposición después de nuestro fallecimiento, pues
hasta entonces continuaremos nosotros practicando
personalmente esta obra de caridad.

Del mismo modo fundamos siete mil trescientos


pesos, para que en el domingo infraoctava del Santísimo
Corpus se repartan ocho limosnas de a veinte y cinco
pesos cada una; y en el Domingo siguiente a la Novena
del Señor Sacramentado, en que se le dedica la fiesta de
desagravios se repartirán igualmente quince limosnas
de a diez pesos cada una.

El objeto de esta fundación es beneficiar en la


primeras ocho limosnas a las mujeres blancas, o que se
tengan por /f. 4/ tales, nativas o vecinas de esta Villa
de estado honesto, viudas y pobres de acreditada virtud
y buena vida; y en las quince limosnas a las mujeres
pardas en quienes concurran iguales circunstancias y
requisitos de los prevenidos antes en las blancas.

Unas y otras podrán manifestar sus necesidades


por medios de los Señores Regidores o Comisarios de
Barrio. Los señores Vicario, Cura y Sacristán Mayor,
deberán citarse para el sorteo que se ha de hacer en la
Sala Capitular de Ayuntamiento, echando las papeletas
en un cántaro, en los mismos términos y forma que
se acostumbra con los que se reparten en la octava de
la Purísima Concepción de nuestra Señora la Virgen
María, de tal modo que la suerte sola sea quien decida
la de las personas agraciadas en dichas limosnas.

Por las diligencias que se han de actuar con este


motivo y que autorizará el Escribano de Cabildo, se le
contribuirá por vía de gratificación con diez pesos por
todo su trabajo en dichos días asignados. Y al niño que
sacare la suerte, que se escogerá también de los más

256 Colección Bicentenario


pobres, veinte reales cada día, para que sean distintos
los que concurran a este acto.

Diez mil pesos como yo el Don Pedro estoy hecho


cargo de reedificar la obra material del Hospicio que
bajo del Patrocinio y nombre de Jesús pensamos fundar
en esta Villa de cuenta y costo de la /f. 4v/ Compañía
de Comercio que sigo con mi sobrino carnal Don Cayo
Martínez de Pinillos ofreciendo al intento diez mil
pesos ante los señores de este Ilustre Ayuntamiento,
imponemos desde luego la expresada cantidad para que
con el respectivo rédito de quinientos pesos se provea
la subsistencia, mantención y demás que necesite el
referido Hospicio.

Treinta mil pesos fundamos igualmente para


esta misma obra piadosa con el objeto de que en las
Salas o Enfermerías de hombres y mujeres se admitan
para su curación y asistencia a todas las personas de
ambos sexos obligadas con enfermedades eventuales, de
manera que este Hospicio no sólo se atienda a recoger
las personas miserables y verdaderos mendigos, según
su primer establecimiento, sino que al mismo tiempo sea
también Hospital para la curación de los Enfermos de
Hombres y Mujeres, siendo nuestra principal voluntad,
que por ninguna razón o motivo administre esta
fundación alguna persona que no sea del estado lego
para que sujeto así inmediatamente a la Jurisdicción
Real Ordinaria rinda oportunamente las cuentas de su
manejo a quien por derecho corresponda.

Tres mil pesos: Necesitando estas personas


ya recogidas en el Hospicio y Hospital de sugeto que
les distribuya el Pasto Espiritual, fun- /f. 5/ -damos
igualmente tres mil pesos, destinado su rédito anual
de ciento y cincuenta pesos para costear un capelán
servidor que cumpla con este ministerio celebrando en
su capilla el santo sacrificio de la misa, precisamente
en todos los días de precepto, quedando a su arbitrio

Colección Bicentenario 257


aplicarla a quien le convenga. Por consiguiente a título de
esta dotación ninguno deberá ordenarse, ni aplicársele
a Eclesiástico que no desempeñe a satisfacción este
cargo, cuyo nombramiento hará el inmediato Patrono
del Hospicio en Sacerdote habilitado por el Ordinario
con las licencias respectivas.

Seiscientos pesos fundamos igualmente para


que en el quarto Domingo de Octubre se celebre en el
Convento de nuestro Padre San Agustín de esta Villa
una fiesta de Misa y Sermón, con la posible solemnidad,
pero sin fuegos, en obsequio y culto de la Madre de Dios,
bajo de la advocación de nuestra Señora de Altagracia.

Todos los principales que reducidos a suma


ascienden a la cantidad de ochenta y un mil trescientos
pesos, y sus réditos a quatro mil sesenta y cinco pesos
los reconocemos ambos consortes sobre nuestros
bienes y notorio caudal, con la precisa obligación de
contribuir el respectivo rédito a razón de un cinco
por ciento, luego que dichas fundaciones se veri- /f.
5v/ -fiquen cumpliéndose nuestra voluntad, y en el
exercicio prevenido, quedándonos la facultad de redimir
el principal en parte o en todo: Con expresa advertencia
que la contribución de los réditos empezará luego que
formalizado el Hospicio, se recojan en él los enfermos
y personas miserables que deban havitarlo [sic] pues
hasta entonces no deberá corrernos rédito alguno de
los principales destinados para este fin.

Habiéndonos acreditado la experiencia con


pruebas demasiado sensibles el considerable deterioro
y total ruina que han padecido varios ramos de
Capellanías y obras pías, cuyos principales se han
reconocido en Haciendas de todas clases, y posesiones
de Casas, deseando por nuestra parte evitar en estas
fundaciones semejantes quebrantos, y establecerlos
bajo de un buen pie de seguridad y permanencia: hemos
resuelto que redimidos que sean por nosotros en el todo

258 Colección Bicentenario


o parte estos principales pasen al Cuerpo de Comercio
de esta Villa, en el que se ha de eregir precisamente
para custodiar los fondos de estas obras pías una Caxa
con tres llaves, de las cuales ha de tener una en su poder
el Señor Juez Real de Comercio, y las dos restantes los
dos Diputados, o Apoderados de él.

Estos tres sujetos unidos en Junta formal con los


seis Conciliarios /f. 6/ aprobados por el Excelentísimo
Señor Virrey del Reyno, serán los que han de resolver
quando se trate de franquear estos fondos a premio
de medio por ciento al mes a los individuos de este
mismo Comercio, y en su defecto a los de Cartagena
y Santa Marta, bajo las reglas e instrucciones que al
intento se formarán por separado, dirigidas a la mayor
seguridad de los principales y premios, y la distribución
que de éstos deba hacerse en el caso de aumento o
desmembro para que se reintegren en este último, y en
el primero tenga su respectiva aplicación, pues todas
las referidas fundaciones se han de entender sugetas a
las disposiciones y cláusulas que se contengan en dicha
Instrucción.

Y de todos estos principales nombramos como


inmediato Patrono al Ilustre Cabildo de esta Villa pues
siendo un Cuerpo tan respetable, como interesado por su
instituto en el cumplimiento de los piadosos fines a que
se dirigen estas fundaciones, mirará y cuidará con zelo
verdaderamente Patriótico, tanto por sí, como por medio
de su Procurador General de la subsistencia y estabilidad
de estas nuestras disposiciones, advirtiéndose que este
patronato será bajo del Real amparo de su Magestad
Católica, a cuya Soberanía deberá ocurrir /f. 6v/ el
mismo Cabildo para la aprobación de estos fundos en
los términos que fuere de su mayor agrado suplicando
por nuestra parte desde ahora, y esperando de su Real
magnificencia que por un efecto de su innata piedad y
conocido amor a sus vasallos, y en consideración a la
urgentísima necesidad, que este numeroso vecindario

Colección Bicentenario 259


tiene de estos establecimientos, y ha sido uno de los
motivos que nos han impulsado ha emplear en ellos parte
de nuestro caudal, se dignará a probarlos poniéndolos
bajo de su Augusta protección…/76.

/f. 42/

Excelentísimo Señor.
Don José de Acevedo vecino y del Comercio
de esta Capital a nombre de Don Pedro Martínez
de Pinillos de la vecindad de Mompox, en virtud del
encargo expresamente contenido en la carta que
original presento, y en uso también del poder general
que en ella se cita, ante Vuestra Excelencia preciso lo
necesario por derecho y con el debido respeto parezco
y digo: que el referido Pinillos y su legítima Esposa
Doña Manuela de Naxera hallándose con un conside-
/f. 42v/ -rable caudal y sin hijos de su matrimonio,
deliberaron de común acuerdo emplear una buena parte
de su fortuna en beneficio general y perpetuo de aquel
público proporcionando a la Juventud una decente e
ilustrada educación; a los mendigos alivio y sustento; y
a los pobres enfermos la curación y asistencia. Objetos
todos muy recomendables y dignos de la generosa
piedad de tan benéficos Patriotas.

Animados estos de un zelo poco común por el


bien de la humanidad otorgaron en veinte y ocho de
Mayo del año pasado de mil ochocientos uno la Escritura
que corre de foxas primera octava del testimonio que
presento y poniendo sobre sus bienes la cuantiosa
suma de ochenta y un mil trescientos pesos cuyos
réditos destinaron al establecimiento de dos Escuelas
de primeras letras en los Barrios de Santa Bárbara
y San Francisco de aquella Villa, a la erección de un
pequeño Colegio que reducido a seis colegiaturas debía
76 No incluimos la parte del expediente que va del folio 7 al 41, pues
se trata del reglamento estipulado por los donantes para recaudar y ejecutar los
réditos según las distintas fundaciones descritas.

260 Colección Bicentenario


proporcionarles la enseñanza de Latinidad, Filosofía y
Teología; a la dotación de una comida diaria para los
pobres encarcelados; a la de ocho limosnas de veinte
y cinco pesos /f. 43/ anuales cada una y quince de a
diez a favor de viudas pobres blancas y de la clase de
pardas; a la fábrica de un Hospicio que al mismo tiempo
servirá de Hospital para enfermos de ambos sexos, y
finalmente al culto anual de María Santísima bajo la
advocación de Nuestra Señora de Altagracia…/77.

/f. 44v/ Se reconoce que Pinillos y su mujer


conformándose con las intenciones del Rey explicadas
en una Cédula muy antigua dirigida a la Religión
Franciscana en América, ha querido invertir su caudal
en provecho y utilidad del lugar en donde /f. 45/ han
hecho su fortuna por medio de las negociaciones lícitas
que les ha ofrecido su giro y comercio: que prefiriendo
una Caridad bien entendida a todo otro respeto han
procurado a aquel público las mayores ventajas que
debe prometerse de las expresadas fundaciones; y que
no han perdido de vista los importantes obgetos del
mejor servicio de Dios y del Rey, quando parece que
solo han tenido presente la causa pública.

Yo se bien quan distantes están los Fundadores


del deseo de gloria, ni de procurarse elogios por sus
buenas obras; pero tratándose de elevarlos a la Real
noticia, que es el obgeto de esta representación, conviene
decir que en una Villa de la Población, comercio y
demás circunstancias que lo es Mompox, se echaban
de menos los recursos necesarios para la instrucción
pública, no menos que para el alivio de la humanidad en
sus dolencias y socorro de sus verdaderas necesidades.

El establecimiento de Escuelas de primeras


letras proporcionará a los niños de todas clases con
la enseñanza de los primeros rudimentos, que son la
77 Se omiten los folios 43v y 44 pues repiten la relación de fundaciones
y montos impuestos por los benefactores.

Colección Bicentenario 261


basa de todos los demás, la instrucción conveniente
de las obligaciones y deberes del hombre con respecto
a Dios, al Soberano y a sus Ministros, a los Padres,
y a los demás hombres, /f. 45v/ y esta instrucción
formará individuos Religiosos, honrados amantes del
trabajo y capaces de contribuir a su vez al buen orden
y felicidad del Pueblo, a su fomento, y en una palabra
sea qual fuere el destino u ocupación a que les conduzca
su fortuna o su genio, llevarán a ella, y conservarán
en su respectivo exercicio, unos documentos, unas
máximas no solo saludables, sino también precisas en
la sociedad, e inspirándolas a sus familias perpetuarán
el amor a la Religión, la fidelidad al Rey, la obediencia
a los Superiores, el respeto a los Padres, la hombría de
bien y la buena fe que tanto se desean, y tan en vano
se procuran quando faltan los sólidos cimientos de una
cuidadosa educación…/78.

/f. 47v/ Santafé, Noviembre tres de mil ochocientos


dos.

José de Acevedo y Gómez.


Al Señor Asesor. Hay una rúbrica.


Nº 2 79

En el nombre de Dios nuestro Señor Amén.


Notorio sea como nosotros Don Pedro Martínez de
Pinillos y Nagera natural de la Villa de Torrecilla
de Carneros Obispado de Calahorra y la Calzada, en
Castilla la Vieja, Reyno de España Regidor Alcalde
Mayor Provincial Jubilado por S.M. de éste Ilustre
Cavildo y Doña Manuela Tomasa de Nagera natural
y vecinos de esta Villa de Santa Cruz de Mompox
provincia de Cartagena de Indias legítimos consortes,
78 No se incluyen los folios 46 a 47v. En dicho segmento se siguen
ponderando los beneficios de las fundaciones hechas, principalmente el Colegio
(y cada una de sus cátedras) y el Hospicio – Hospital.
79 Esta sección del expediente original carece de foliación.

262 Colección Bicentenario


con licencia y expreso consentimiento que yo la segunda
de mando y pido al primero por ante el presente
Escribano de que dan fe como de que me la concede
para éste otorgamiento decimos: que sin embargo de
que en veinte y ocho de Septiembre del pasado año de
mil setecientos noventa y dos tenemos formalizado con
las seguridades necesarias nuestro último testamento
cerrado en el qual hemos dispuesto ciertas fundaciones
de obras pías cuya obligación y cumplimiento esperaba
nuestro fallecimiento, guardando el orden de la
testamental disposición; con todo haviendo sido nuestra
intención la de anticipar los útiles efectos de nuestra
piedad que por primer objeto han tenido siempre el
verdadero amor y servicio de Dios Nuestro Señor y que
disfrutando de ellos la humanidad tuviéremos al mismo
tiempo la satisfacción de ver remediada la miseria en
nuestros días, procedimos a otorgar dos Escrituras
de fundación en el registro de contratos públicos del
presente Escribano, la primera con fecha veinte y ocho
de Mayo del próximo pasado año y la segunda en veinte
y seis de Julio del corriente, en aquella entre otros
establecimientos, fundamos siete mil trescientos pesos,
para que en el Domingo intra-octavo del Santísimo
Corpus Christi se repartiesen ocho limosnas de a veinte
y cinco pesos cada una; y en el Domingo siguiente a la
Novena del Señor Sacramentado, en el que se le dedica
la fiesta de desagravios, se repartiesen igualmente
quince de a diez pesos cada una; allí, constan los objetos
de una y otra fundación con las formalidades que se
debe observar en su repartimiento y distribución.

Pero inquieta todavía nuestra compasión hasta


verificar en esta parte el entero cumplimiento de
nuestra última voluntad, procedemos a la extensión
de esta escritura en que desde luego otorgamos
mancomunadamente que aumentamos el referido
fundo de siete mil trescientos pesos hasta la de ocho
mil trescientos… Así mismo después de haber hecho
las más reflexivas y detenidas consideraciones sobre los

Colección Bicentenario 263


interesantes objetos, ventajas y utilidades que se sigue
a la causa pública, de la fundación y establecimiento de
un colegio de igual enseñanza y para el que tenemos
fundados por las dos ante-expuestas Escrituras la
cantidad de cincuenta mil seiscientos pesos deseando
mejorar esta fundación y elevarla todavía a un estado
más floreciente, otorgamos igualmente: que fundamos
sobre nuestro notorio caudal que tenemos el giro de
comercio, la cantidad de diez y siete mil pesos más para
que unidos a aquella suma de que va hecha referencia
componga la total de sesenta y siete mil seiscientos
pesos, cuyo redito anual a razón de un cinco por ciento
haciende a la de tres mil trescientos y ochenta pesos,
que destinamos a beneficio del mismo Colegio para las
precisas siguientes distribuciones de las cátedras de su
dotación a saber:

Para su Rector y Regente de Estudios Doscientos


cincuenta pessos ………………………….....................250
Para Vice-Rector cien pesos…………………………100
Para dos Maestros de primeras letras, cuya escuela tendrán
en los dos Barrios extremos de la Villa quatroscientos
pessos destinados a doscientos cada uno…………… 400
Para Maestro de Latinidad Trescientos pesos………300
Para Cathedratico de Filosofía Trescientos pesos.......300
Para el de Teologia Moral y dogmática Trescientos
pesos………………………………....................……..300
Para dos Cathedraticos de Leyes y Canones a Trescientos
pesos cada uno…………………................................…600
Para la de Medicina Físico-Médica quatrocientos pesos…
………………………………...............................…….400
Para Maestro de dibujo ciento cinquenta pesos..........150
Para premios que estimulen los Jóvenes a su mayor
aplicación cien pessos…………….......................……100
Para seis Becas de fundación de que han de disfrutar igual
número de colegiales a razón de ochenta pessos anuales
cada uno……………………………………………480

3.380

264 Colección Bicentenario


Este plan y lucida dotación de Cathedra
manifiesta un estado de estudios generales, con que al
paso que se ilustra la Juventud se dejan ver la utilidad,
y progresos que resulta al Estado. Esto es bien savido
que en la verdadera educación y enseñanza consiste
no solo su felicidad, sino que de ella resulta también
el mejor servicio a ambas Magestades. Este seguro y
siempre recomendable principio ha sido y es el principal
estímulo que nos ha conducido al presente otorgamiento,
y queriéndolo extender hasta aquel término de
beneficencia, compatible con nuestras facultades,
sin más miras que las de franquear a los Jóvenes un
recurso inmediato, seguro y sin inconveniente, hasta
facilitarles la más completa instrucción literaria, con
que puedan hacer una carrera de honor y de fortuna
para hacer útiles así, a sus familias, a la Patria y al
Estado en general hemos mejorado la fundación en el
modo y términos que quedan referidos, y con el fin que
siendo de esta condición se esperase ha de franquear
al Colegio el permiso y autoridad de poder conferir
a los estudiantes todos los grados, a que aspiren de
las ciencias y facultades que en dicho Colegio hallan
cursado, erigiéndose en él una verdadera y Real
Universidad, en que gocen de las mismas libertades
prerrogativas y franquicias de que han disfrutado
y gozan las que ha constituido en estos Reynos de
América la bondad del REY nuestro señor ante cuya
Real Clemencia ocurrimos suplicándole se sirva no solo
aprobar y amparar con su inmediata protección todas
estas fundaciones, sino también conceder al Colegio
esta gracia en atención a las poderosas razones y
fundamentos que se le representarán documentalmente,
siendo entre ellos, no de la menor consideración la
inmensa distancia que separa a esta Villa de la Capital
de Santa Fe, a cuya Universidad, como única en este
reyno tendrían que ocurrir los Jóvenes para lograr
las conferencias de sus grados; los evidentes riesgos
y penalidades que ocasionan la peligrosa navegación
del Río de la Magdalena; las enfermedades que causan

Colección Bicentenario 265


la insalubridad de los aires, diversidad de Aguas, y
sobretodo los considerables gastos que se han de
erogar en esta navegación y tránsito, a que agregados
los que se han de impender en las costosas ropas para
resistir el destemplado frío de Santa Fe, y presentarse
con la decencia devida, que son capaces de retraer a
cualesquiera Padre de familia hasta de que emprendan
sus hijos la Ilustre y útil carrera de las letras; y de aquí
un inconveniente que puede exponer a la noble Juventud,
y de un rango superior a que quando no quedase del
todo perdida, por lo menos ignorados los talentos de
muchos que podrían ser útiles al Estado, y así mismos.
Por el contrario establecido el colegio con la facultad
del poder conferir grados a sus estudiantes, a cuyo fin
si se necesita de alguna otra formalidad, preservamos
cumplirla y costearla; de más de preservar y cautelar
absolutamente tan terribles perjuicios e inconvenientes,
liberta a los Padres de familia de pasar por el dolor de
apartar a sus hijos de su seno, y lado, y al mismo tiempo
en que estos se expongan a viciarse en un País en que
hayan más objetos de distracción y entretenimiento.

Esta gracia al paso que a ninguno daña, es al


mismo tiempo útil y provechosa no sólo a los jóvenes
de esta villasino a los del recinto de todas las Provincias
que comprendiendo otras Ciudades, Villas y Lugares
todavía más distantes de la capital de Santa Fe, ya se
dexa comprender que sus peligros, riesgos y gastos
deben ser a proporción mucho más enormes, y sobre
todo contribuirá esta concesión a estimular y esforzar
la aplicación hasta el mejor grado de perfección, con
la satisfacción que haciendo sus estudios en su propia
patria tengan la de coger en ella misma el fruto de sus
tareas, que no se dispensará sino a los que hayan pasado
por un rigoroso [sic] examen de sus actos literario,
con que acrediten la completa instrucción de su curso,
y la de haber coronado el fin de nuestra estimable
empresa y laudables designios. Y aunque los nuestros
han merecido ya aprobación del Superior Gobierno

266 Colección Bicentenario


a nombre de Su Majestad baxo su inmediata Real
Proteció, reserva términos y limitaciones que indica
el Decreto del último Noviembre en que se expidió,
haviendo precedido el concepto del Señor Fiscal de lo
Civil, siendo sus miras la de propagar los rasgos de
su piedad y multiplicar los efectos de su beneficencia,
hasta donde podamos sacrificar nuestras facultades, no
sólo en provecho y utilidad de este público, sino en el de
todos los que quieran participar de ella, pues estas son
las altas miras de nuestra Caridad, que recomendamos
en esta escritura con particularidad, y manifestamos
en ella, que nuestra voluntad es la de que gocen los
efectos de dichas fundaciones todos los Individuos y
resto de gentes que comprende el continente de estas
Provincias.

En testimonio de lo cual así lo otorgamos en esta Villa


de Mompox a trece de Diciembre de Mil Ochocientos
dos años. Y los otorgamos a quienes yo el Escribano de
Su Majestad doy fe.

Pedro Martínez de Pinillos

José Joaquín de Naxera


Cayo Martínez de Pinillos

Remigio Antonio Valiente

Colección Bicentenario 267


Expediente sobre la solicitud de creación
de escuela de primeras letras en Soatá 80

Soatá, 1806–1807

/f. 308/

[Solicitud de Creación de Escuela en Soatá]

Certifico yo, Don Ignacio Vega, Alcalde


partidario de esta parroquia de Suatá que en el registro
de instrumentos públicos que por ante mí y testigos a
falta de escribanos pasan y se otorgan en este presente
año se halla un poder otorgado por los vecinos de esta
dicha parroquia el que a la letra es como se sigue: En
la parroquia de Suatá en veinte y tres días del mes de
octubre de mil ochocientos siete años ante mí Don
Ignacio Vega alcalde partidario de dicha parroquia y a
jurisdicción por S. M. y por ante testigos con quienes
actuó por no haber escribano parecieron presentes los
vecinos de esta parroquia abajo firmados a quienes
certifico conozco y juntos de mancomún y cada uno
de por sí dijeron que dan y confieren todo su poder
cumplido amplio y bastante y cuanto por derecho se
requiere y sea necesario para valer en juicio y fuera
del especial a Don Luis de Ovalle Procurador del
Número de la Real Audiencia y por su defecto a otro
de los procuradores de ella, para que a nombre de los
otorgantes representando sus propias personas, dejen
/f. 308v/ recibos y acciones pueda presentarse ante
el tribunal o tribunales que corresponda pedir escuela
pública en esta parroquia, Maestro en ella y asignación
de los propios de esta parroquia a favor de este y lo
más que convenga pedir sobre el particular, que para
todo le dan y confieren este su poder con libre, amplia,
franca y general administración y sin limitación alguna
80 AGN: Sección Colonia. Fondo Instrucción Pública. Archivo Anexo.
t. IV. fol. 308 – 359.

268 Colección Bicentenario


con tal que por falta de cláusula requisito o individual
mención no deje de valer pues cualquiera que falte
la dan por incerta [sic] y declarada en forma y con
relevación de costos, y que a lo que en virtud de este
poder se hiciere y efectuare obligan sus personas y
bienes habidos y por haber y se someten a todas las
justicias y jueces de S. M. para que a su cumplimiento
les compelan y obliguen por todo rigor de derecho y
vía ejecutiva y con expresa renunciación de las leves de
su favor y la ley sitcunvenerit de jurisdicione, Omnium,
judicum y última pragmática de sumisiones y la general
del derecho que a todas prohíbe. En cuyo testimonio
así lo dijeron, otorgaron y firmaron por ante mi dicho
Alcalde, y testigo por la falta dicha.

Ignacio Vega, testigo, Juan Francisco Angarita,


testigo, Ramón Arenas a ruego de Ignacio
Monroy, testigo. Telésforo Chinchilla, testigo.
Máximo Quintero, Marcelino Quintero,
Fernando Villarreal, Ignacio Liévano, Juan
Antonio Torres, Francisco María de Angarita
/f. 309/.

Concuerda con su original de donde se sacó,


corrigió y concertó esta fiel y legalmente sacado,
corregido y concertado a que en caso necesario me
remito y firmo el presente requerimiento de dichos
vecinos con testigos por no haber escribano en esta
dicha parroquia de Suatá en veinte y tres días de octubre
de mil ocho cientos siete años.

Ignacio Bega, testigo Pedro Antonio Garzón

Testigo Filiberto Lizarazo Testigo Miguel Fernández

/f.310/

Con presentación de poder solicita el establecimiento de


escuela de primeras en la parroquia de Suatá términos

Colección Bicentenario 269


que propone y que en el entretanto que se provea la
cátedra por oposición, se faculte a los alcaldes del
partido para nombrar uno de los tres que proponen.

Excelentísimo Señor:

Luis de Ovalle Procurador del número a nombre del


vecindario de la parroquia de Suatá y en virtud de su
poder que solemnemente presento y juro ante V.E.
como mejor proceda en derecho y con el debido respeto
digo: que en dicha parroquia se ven continuamente un
crecido número de jóvenes que necesitan de educación
y de que se les instruya en los rudimentos de Nuestra
Santa Religión, en leer, escribir, y contar, para que así
no vivan sepultados en una absoluta ignorancia de la
que todos deben saber.

Los padres de Familia que hay pudientes aunque


en corto número, no pueden proporcionar a sus hijos
la enseñanza en todos estos ramos importantes y los
pobres de que en la mayor parte se compone el lugar,
heredando la necesidad de sus mayores y mal instruidos
aún en los principios y dogmas de la fe que profesa,
mal pueden educar a sus descendientes con la mayor
posible perfección ni soportar por su miseria el costo
de remitirlos a la ciudad de Tunja; y mantenerlos fuera
de la casa paterna para que en la escuela pública que allí
hay establecida les enseñen y doctrinen /f. 310v/.

El vecindario no puede menos que comparecerse


de esta desgracia y de anhelar que se ponga en remedio
correspondiente. Los pueblos sufren la pensión del
ramo de propios y arbitrios no para hacer únicamente
la prosperidad de la cabeza de la jurisdicción en que
residen los cabildos, sino para fomentar la suya propia.

El objeto principal en que deben invertirse estas


rentas es el de la enseñanza de la juventud en todos los
lugares que las contribuyen. La distancia que hay de

270 Colección Bicentenario


Suatá a Tunja, impide y dificulta el que los niños de
esa parroquia puedan oír las lecciones del maestro de
primeras letras por ser casi imposible que allí puedan
sus padres alimentarlos con la comodidad que lo hacen
dentro de sus casas y por el grande inconveniente que
resulta de separarlos de sí en una edad tierna expuesta
a recibir fácilmente la impresión de los vicios de que
solo puede precaverlos el respeto y vigilancia paternal.

Estas justas y prudentes consideraciones


obligaron a mis partes a comprar una casa de valor
de mil pesos para establecer la enseñanza de primeras
letras. A sus súplicas se ha conseguido que Don Simón
Torrijos, Don Vicente Torrijos y Don José María Riaño
estén prontos dispuestos a servir la escuela para que
se les nombre de preceptores asignándoles la renta
correspondiente. Todos tres son idóneos para obtener
esta delicada confianza y cada uno reúne la instrucción
y demás prendas que debe tener un maestro de primeras
letras.

El establecimiento de la escuela es de primera


necesidad y de los propios debe salir su dotación.
Aspiran pues, mis partes a que V. E. se digne /f. 311/
mandarlo hacer bajo el mismo plan por donde se erigió
la de Tunja, destinando el producto a que en cada un
año ascienden los propios que se pagan en Suatá, por
razón de molinos, trucos, patios de bolas y cabuyas,
que es lo que se considera suficiente para asegurar la
subsistencia del maestro; y que últimamente los alcaldes
del partido elijan para que este encargo a cualquiera de
los tres sujetos que se han expresado en él entretanto
que se provee la cátedra en propiedad, por oposición
y precediendo los edictos correspondientes según lo
prevenido en la Real Cédula que trata de la materia. Por
tanto a V. E. suplico se digne así proveerlo en beneficio
de aquella juventud por ser conforme a justicia que pido
protestando /f. 311v/ lo necesario.

Colección Bicentenario 271


Licenciado Don Francisco Ardila Luis de Ovalle

Santa Fé Noviembre 28 de 1807.

Por presentado con el poder. Informe el Cabildo


respectivo.
Bustamante.

/f. 312/
Pide sobrecarta del superior
despacho anteriormente librado

/f. 321/ 81

El Dr. Josef Elseario Calvo Cura y Vicario de la


Parroquia de Suatá.

Sobre que en dicha Parroquia se establezca una


Escuela para educación de aquellos jóvenes; y que para
su subsistencia se le señale del Ramo de Propios algún
sueldo al que haya de servir de Maestro.

/f. 322/
Superior Gobierno

En la Parroquia de Suatá en veinte y seis días


del mes de septiembre de mil setecientos noventa y
siete años ante mí D. Joseph Matías de Lizaraso Alcalde
de dicha Parroquia y testigos por no haber escribano,
el Sr. Dr. Joseph Elseario Calvo Cura y Vicario de esta
Parroquia, presente siendo dijo: que otorga y da todo
su poder cumplido bastante cual derecho se requiere
a uno de los Procuradores del Número de la Real
Audiencia especialmente para que se presente ante
el Excelentísimo Sr. Virrey de este Reino demande y
suplique se adjudiquen los Propios de Molinos, y Trucos
81 Entre los folios 313 y 320 está inserto documento que no correspon-
de al proceso de la escuela, y que por tanto no trascribimos para esta obra.

272 Colección Bicentenario


y paro Real de Cabuya en esta Feligrecia de la Parroquia
de Suatá que ascenderá anualmente a la cantidad de
cincuenta pesos más o menos que los señores del Ilustre
Cabildo de la ciudad de Tunja tienen cedidos al pueblo
de Sogamoso para el salario de Maestro de escuela, y
que siendo esta una Parroquia de Españoles de un mil de
vecinos más o menos con superioridad de razón se debe
adjudicar a ella y en atención a que el dicho Sr. Cura con
ayuda de los vecinos tiene edificada una casa de tapia y
teja, con una sala de doce varas de longitud y seis de lo
ancho, con su puerta, y ventana que está sirviendo de
escuela, y Lorenzo Ávila de Maestro para quien sigue
la casa con su cocina y despensa correspondiente para
su habitación – para que en ello haga todos los autos y
diligencias judiciales y extrajudiciales que convengan y
sean necesarias y que el dicho Sr. otorgante hacer podría
siendo presente con poder de enjuiciar, jurar y subsistir
con obligación y revelación en forma de derecho. Y así
lo otorgo y firmó conmigo dicho juez y los testigos y de
pedimento de la parte por no haber papel sellado para
su testimonio se le devuelve el poder original.

Joseph Elseario Calvo (Rubricado)

Josef Matías Ortiz de Lizaraso (rubricado) Testigo,

Juan Francisco Aguilar Angarita (rubricado)

/f. 322v/ En Blanco

/f. 323/ Nos (otros) los Alcaldes de esta Parroquia


de Suatá Don Joseph Matías de Lizaraso y Don
Casimiro Gómez en la manera que podemos y debemos
certificamos que en esta Parroquia a una cuadra distante
de la Plaza que hace esquina a la calle a costa del Sr. Dr.
José Elseario Calvo cura y vicario de esta parroquia en
dos solares que ha comprado se ha edificado una casa
de tapia y teja con sus puertas y ventanas de madera,
y cerradura, una sala para escuela, y vivienda para el

Colección Bicentenario 273


maestro de sala y aposento y cocina y despensa todo
muy capaz para la habitación del maestro de escuela para
educación de la juventud y beneficio público en la cual
escuela de presente se halla Lorenzo Ávila, y el dicho
señor Cura les da a los niños cartillas, catones, papel
y plumas, sin otra renta ni salario que la gratificación
que los padres de los niños dieren al maestro, y el
señor cura por haberse dedicado a esta buena obra en
beneficio de sus feligreses como en todo lo demás que
tiene acreditado su buen celo, todo lo que es público y
notorio publica vos a fama y por ser de verdad así lo
certificamos y firmamos en la parroquia de Suatá en 26
días del mes de septiembre de 1797.

Joseph Matías Ortiz de Lizaraso


Juan Casimiro Gómez

/f. 324/
Con presentación de poder y documentos,
establece la solicitud que refiere,

Excmo Señor:

Luis de Ovalle Procurador de los del número a


nombre del Dr. Dn. José Elseario Calvo cura y vicario
de la parroquia de Suatá, jurisdicción de la ciudad de
Tunja en uso de su poder, bastante que acepto presento
y juro en la vía y forma que más haya lugar en derecho
ante V. E. parezco y con el debido respeto digo: Que el
citado mi parte deseoso de cumplir exactamente con
las obligaciones de su Ministerio Pastoral ha edificado
de su propio peculio una hermosa casa en la que su
curato con el fin de establecer una escuela de primeras
letras para cuya subsistencia, no solo contribuye con
el edificio sino que también franquea a los jóvenes
aplicados, cartillas, catones, el correspondiente papel
y plumas según se acredita con la certificación que
solemnemente acompaño.

274 Colección Bicentenario


En estos términos procurará el cura Dn. Calvo
la felicidad de un lugar que como por preferencia es
acreedor a todos sus desvelos éstos lo han impedido
acudir al Superior Tribunal de V. E. (como lo hago a
su nombre) solicitando el que para poder conseguir
la subsistencia de un buen maestro que se dedique a
la enseñanza de aquella juventud mirándola como su
único objeto, se digne V. E. de aplicarle al Preceptor
de renta o sueldo fijo, además del escaso socorro con
que le contribuyen los discípulos, al ramo de propios,
de aquel partido cuya cantidad asciende cuanto más a
cincuenta pesos y la que el Cabildo de Tunja ha cedido
a Sogamoso con agravio de los vecinos de Suatá que
tienen un derecho preferente a gozar del beneficio de
aquella renta de propios aumentada con sus propias
manos.

El objeto de su aplicación es de la mayor utilidad


y acaso uno de los preceptos más recomendables de
nuestras Leyes Patrias.

En esta virtud, con el pedimento más reverente


a V.E. suplico el que habiéndome por presentado con
el poder y documentos provea como solicito, pues para
ello protesto y juro, etc.

Dr. Ignacio Vargas Luis de Ovalle

Santa Fé 20 de septiembre de 1797

Informa al Cabildo de Tunja


Caicedo

En 25 de los mismos se libró el


correspondiente despacho al Cabildo de
Tunja para el informe que se presenta.
Fojas 3

Colección Bicentenario 275


/f. 326/

Don Pedro Mendinueta, y Muquis Caballero


de la Orden de Santiago, Gran Cruz de la Real y
Distinguida de Carlos Tercero; Teniente General de los
Reales Ejércitos: Virrey Gobernador y Capitán General
del Nuevo Reino de Granada, Provincias Adyacentes:
Presidente de la Audiencia y Cancillería Real, que reside
en esta capital en Santa Fé de Bogotá: Juez Protector
de la Real Renta de correos: Superintendente General
de la Real Hacienda y Reales Rentas estancadas en el
distrito de este Virreinato, etc.

Al Cabildo de la ciudad de Tunja hago saber que


ante este Superior Gobierno se ha ocurrido por uno de
los Procuradores del Número de /f. 326v/ esta dicha
Real Audiencia a nombre y como Apoderado de la parte
que adelante se expresará haciendo con presentación
de poder y un documento la solicitud, cuyo tenor con el
del Decreto que en su vista me ha dignado proveer con
dictamen del Licenciado Dr. Anselmo de Bierna Mazo,
Abogado de los Reales Consejos y los del Muy Ilustre
Colegio de Madrid y Asesor General del Virreinato.

Escrito: Uno en pos de otro es el siguiente:


Excmo Señor: Luís de Ovalle Procurador de los del
Número…/82.

Decreto: Santa Fé veinte de octubre de mil


setecientos noventa y siete = Informe al Cabildo de
Tunja = Hay 2 rúbricas = Caicedo = Por tanto acordé
librar y libro el presente y por él ordeno y mando al
enunciado Cabildo de Tunja, que luego que lo reciba o
como de cualquier manera les sea entregado por parte
del referido Dr. Calvo cura de la parroquia de Suatá,
proceda a evacuar el informe prevenido en mi Superior
Decreto inserto para lo que se arreglará a cuanto el
82 Aquí se repite exacta la comunicación que corresponde al folio 324.

276 Colección Bicentenario


interesado solicita en su pedimento y conforme a
derecho, y verificado que sea lo remitirá luego a ésta mi
Superioridad con la posible brevedad.

/f. 328v/ Todo lo cual cumplirá, guardará y ejecutará


precisa y puntualmente el referido cabildo sin hacer, ni
permitir se haga cosa en contrario que para todo lo doy
firmado de mi mano, rubricado de mi Asesor General
y refrendado del infraescrito Escribano Mayor de la
Gobernación del Reino en Santa Fé veinte y cinco de
octubre de mil setecientos noventa y siete años.

Pedro Mendinueta

Por mandato de su Excelencia


Domingo Caicedo (rubricado)

Para que el Cabildo de la ciudad de Tunja


informe cuanto le ocurriere en orden a la solicitud del
Dr. Dn. Josef Elseario Calvo cura de la Parroquia de
Suatá de aquella jurisdicción sobre el establecimiento
de una escuela de primeras letras en ella.

Tunja, y noviembre 11 de 1797.

Por recibido el Superior Despacho que se


obedece en la forma ordinaria y para darle su debido
cumplimiento evacuado el informe con la formalidad
que corresponde, vista al señor Procurador General.

Pabón Bárzenas Sánchez

Reyes Pinzón

Fui presente

Juan de Dios
Román de Acevedo.

Colección Bicentenario 277


Muy Ilustre Cabildo Justicia y Regimiento

El Procurador General dice:

Que no este Ilustre Cabildo (como siniestramente


se ha representado a la Superioridad del Gobierno
por parte del Cura de Suatá) sino el mismo Excmo Sr.
Virrey en quien residen sobradas facultades le asignó
el sueldo de ciento cincuenta pesos anuales al Maestro
de primeras letras de la escuela erigida en el pueblo de
Sogamoso destinando para ello los ramos de propios
de aquellos partidos según consta de la Superior
Providencia despachada el año pasado de noventa.
Igualmente se dignó S. E. de aplicar para la dotación de
la escuela establecida en la parroquia de Santa Rosa los
ramos de propios de aquel distrito que también consta
de Superior Providencia despachada el año pasado de
noventa y seis. /f. 329v/

En este concepto que lo que S. E. apetece


es saber: si después de satisfechos sus sueldos a los
referidos Maestros restará sobrante alguna cantidad de
lo producido por razón de propios en la comprensión de
aquella gobernación y así mismo si dicho sobrante tiene
alguna aplicación más interesante que la pretendida
escuela. Sobre lo cual podrá informar el Mayordomo
Tesorero recaudador de la renta a propios, a quien el
Procurador General supone perfecto y radicalmente
instruido en la materia como que lo es de su única y
total obligación. Es cuanto se ofrece al Síndico General
decidir sobre el asunto. Tunja noviembre 29 de 1797.
Dr. Juan Nepomuceno Niño.

Tunja, diciembre 20 de 1797.

Como pide el Señor Procurador General:

278 Colección Bicentenario


Fui presente
Pabón Sánchez Pinzón Acevedo

Muy Ilustre Cabildo Justicia y Regimiento.

El Mayordomo dice: que como tal viene las


más importunas y casi insoportables incumbencias
de la República. Y como tesorero la recaudación, la
que en este finante año no ha sido de su cargo hasta
el 4 del corriente no obstante nada ha recaudado de la
jurisdicción de Sogamoso por estar los Ramos asignados
para Escuelas, y aún por la pretensión de la que este
expediente tiene el Alcalde de aquella Parroquia en parte
suspensas las pagas por instrumentos de su respectivo
cura, como dicho Alcalde responde a mi instancia y
solicitud. Siendo de advertir las indigencias muchas de
este público, pues para subvenir a los indispensables
costos de él, a que no me he excusado, alcanzo a la renta
en bastante cantidad como protesto de mis prevenidas
cuentas; y es lo que por ahora puedo informar. Tunja y
diciembre 27 de 1797.

Don Francisco de Medina.

/f. 330/ Tunja, marzo 1° de 1798

Evacúese el informe al excmo señor virrey como está


mandado.

Villate Dr. Niño Sánchez Reyes

Pinzón Fui presente Acevedo

/f. 330v/ En blanco

/f. 331/ Excmo Señor:

El Cabildo de esta ciudad, en observancia de


Superior Decreto de veinte de octubre próximo pasado

Colección Bicentenario 279


relativo a solicitud del cura de Suatá, sobre la erección
de una escuela de primeras letras en aquel lugar con
dotación de los propios demarcación, informa a V.E. que:
aunque sea útil la escuela de Suatá para la instrucción
de su juventud; pero no le es resultando perjuicio a la
cabeza de provincia, como es indispensable siempre que
se le prive del Ramo más necesario, y por decirlo de una
vez, el único, de que depende la administración del bien
público.

No nos detendremos en demostrar a V.E. que


la masa de propios, es la que utiliza los caminos, la
que sostiene los puentes, la que mantiene los edificios
públicos, la que en tiempo en que vienen tropas del
Rey contribuye con una buena ayuda de costa, en
cuarteles, velas etc: Las que contribuye con las expensas
necesarias para la conducción de los reos, y otros gastos
indispensables a la administración de Justicia, la que
sufre en esta ciudad, los crecidos gastos que anualmente
se impenden en conservar un dilatadísimo acueducto.
De aquí se deberían sacar los salarios y pensiones para
un preceptor de latinidad, para un médico facultativo
que sirviesen a la República, de aquí las expensas para
la defensa de huérfanos, viudas y personas miserables,
por el ministerio del síndico público. En una palabra
Excmo. Sr. Sin la renta de propios no puede subsistir el
Consejo y preminencias de ciudad porque como no se
esconde a V. E. sin el recurso de aquel fondo, no se pueden
sostener sus prerrogativas, ni remediar las necesidades
del público. En el pie en que se halla esta renta, aún no es
bastante, para subvenir a los relacionados y otros gastos
de primera necesidad; pero se imposibilitará el remedio
de aquellos que en la presente constitución se acude,
si se accede al proyecto del cura de Suatá, concediendo
para la erección de su escuela, el producto de propios
de aquella Demarcación; siguiendo este ejemplo en los
demás pueblos, cada uno de sus curas intentará otro
tanto sin que se le pueda cerrar la puerta, y conseguido
en todos los lugares, aldeas de la jurisdicción de este

280 Colección Bicentenario


Cabildo, quedará extinguido el único apoyo sobre el
que se fundan los privilegios de ciudad y los brazos con
que se les sustentan.

Reservamos para en caso necesario el demostrar


a V. E. con justificantes superabundantísimos que
no son proporcionadas, las rentas de propios, que en
la actualidad entran en este Cabildo, a los inmensos
gastos de su inversión, en objetos de primera necesidad
y solo ponemos presente a la superior comprensión /f.
322/ de V. E. que la Católica Real Piedad del Soberano,
cuando se dignó devolver a este Cabildo la Gobernación
de Sogamoso, fue con las mismas gracias, y regalías
que la tuvo en tiempo anterior a su segregación. Y
como entonces disfrutaba del Ramo de Propios con
la franqueza misma, que le permite la legislación,
parece que no se puede privar de esta prerrogativa,
especialmente cuando hay muchos objetos, a que ocurrir
en la cabeza de provincia, de mayor necesidad que la
escuela de cada lugar.

No favorece la intención del cura de Suatá


el ejemplar de Girón; porque allá como cabeza de
provincia bien es que se le acuda de los propios para
el pago de maestro de escuela; pues habiéndola aquí
para la instrucción de los niños, no solo de la ciudad
sino también del Distrito de su jurisdicción, queda en
parangón el argumento, y en pie los inconvenientes
anteriormente expresados, esto es la extinsión de la
renta de propios, caso de poner la escuela a costa de
ellos, no solo en la cabeza de provincia sino en los
lugares de su jurisdicción, menos favorecen el proyecto
del cura, las consecuciones hechas sobre el mismo
particular en Santa Rosa y Sogamoso. Cuando se
hicieron por sus respectivos curas los recursos a este
Superior Gobierno, para exigir las escuelas, fue en
tiempo de la Segregación, en que como consta en su
respectivo expediente, no tenían aquellas rentas otra
inversión que el arbitrio del corregidor de aquellos

Colección Bicentenario 281


partidos que como hasta ahora lo ejecutan por el des-
/f. 332/ -cubierto. No era mucho pues, que los curas
de Sogamoso y Santa Rosa hubiese mirado con delicada
intención aquellas rentas a que siendo acreedoras de
algún modo sus pueblos, era bien visto, precautelar su
dilapidación invirtiéndola en la utilidad pública. Pero no
militando estas razones en las actuales circunstancias y
variada enteramente la constitución de las cosas, ni aún
parte, parecen ser los curas, para instaurar acción a un
Ramo en que por repetidas reales concesiones, tienen
la facultad de su expendio los Cabildos con prevención
de dar cuentas a esa superioridad, y en que en el día
intervienen los ministros de Real Audiencia.

En el supuesto pues, que variadas aquellas


circunstancias tienen el Ramo de Propios en el día otro
objeto más necesario para la inversión; y que así se accede
a la solicitud del cura de Suatá se abre campo para igual
empresa, a todas las parroquias y aldeas del Distrito de
este Cabildo, contra la costumbre y estilo vigente, en
todas las villas y ciudades del Reino aún en esa misma
capital, donde no se pagan las escuelas de Zipaquirá y
otras que hay en los lugares de su jurisdicción, de las
rentas de propios de su demarcación, en cuyo caso se
extinguirían necesariamente /f. 333/ las rentas sobre
que se apoyan las prerrogativas de tales: Súplica a V.
E. este Cabildo, se digne no solo de denegar, la gracia
que impetra el cura de Suatá sino también declarar
que las escuelas de Santa Rosa y de Sogamoso, como
erigidas en tiempo que se hallaban agregados aquellos
partidos de la jurisdicción de este cabildo, no se paguen
en lo sucesivo de las rentas de él; pues no hay dificultad
para que se establezcan como en muchos lugares del
Reino, en la pensión que cada vecino contribuye, para el
peculiar beneficio de la educación de sus hijos. Que es
cuanto puede este Cabildo informar a la Superioridad
de V. E.

282 Colección Bicentenario


Tunja Marzo 15 de 1798.

Manuel Villate Dr. Dn Juan Nepomuceno Niño

Dionisio Cárdenas José Antonio de los Reyes

Manuel José Sánchez Lucas Pinzón, Juan Fernando


Saavedra

/f. 333v/

Santa Fé 19 de abril de 1798

Traslado a la parte del Dr. Dn. José Elseario


Calvo

Caicedo

En 19 de abril de noventa y ocho le hice saber


a Luis de Ovalle apoderado de Dr. Dn. José
Elseario Calvo, impuesto firma doy fe.

(Luis de) Ovalle


Martínez.

/f. 334/ Contesta el parte del Sr. Fiscal.

Excmo Señor:

Luis de Ovalle procurador apoderado del Dr.


Dn. José Elseario Calvo cura y vicario de la parroquia
de Suatá usando el traslado que se me ha anunciado de
lo informado por el Cabildo de la ciudad de Tunja en
el expediente sobre que los propios de la Demarcación
del partido de a citada parroquia de Suatá se apliquen
para pagar el sueldo de un preceptor de primeras

Colección Bicentenario 283


Letras como más haya lugar en derecho y con el debido
respeto digo: Que la rectitud de V.E. se ha de servir
darle lugar a la solicitud que establecí en mi anterior
escrito sin embargo de la contradicción que hace el
Cabildo de Tunja en el informe a que contesto: Sería
cosa ociosa manifestar aquí la necesidad de una escuela
de primeras letras en la parroquia de Suatá cuyo lugar
es de una población regular. Todo el mundo conoce su
utilidad y no hay publicista que no coloque entre los
objetos que merecen la atención del gobierno /f. 334v/
la educación de la juventud; imprimis desiderátum est,
(dice uno de ellos) ut qui Populos regunt aut in his
Principes sunt curarent, ut Plebes quoque homines
legere mal–tem et scribese scrirent. Cix enim dici
potest quanto operemores, et artes perficerentur.

En ninguna cosa se debe poner más cuidado. Las


primeras impresiones son de una extrema consecuencia
para toda la vida en los tiernos años de la infancia, y la
juventud, el espíritu, y el corazón del hombre, reciben
fácilmente las primeras semillas del bien, o del mal. Por
eso es que en ninguno otro objeto deben emplearse más
bien que en la creación de escuelas las Rentas públicas
de una ciudad. Los caminos, puentes, acueductos y
edificios no pueden ser los más preferentes como lo
han creído los Capitulares de Tunja poco instruidos en
estas materias.

Esto supuesto examínese ahora las demás


razones en que se funda aquel Cabildo para contradecir
la solicitud del cura Dr. Calvo, en la inteligencia que las
primeras necesidades del público a que tanto acoge no
pueden ser de atención preferente a la que merece la
educación de la juventud.

Es verdad que la Renta de propios siempre es


el más firme apoyo sobre que se sostienen las ciudades
¿pero acaso se despoja a la ciudad de Tunja de esta
renta aplicando a la parroquia de Suatá la de cincuenta

284 Colección Bicentenario


/f. 335/ pesos que corresponde a la Demarcación de
su partido? Muchos años hace que se le quitaron a
Tunja estos propios destinándose a Sogamoso según
lo confiesa el Procurador General de aquel Cabildo
(fox 8) sin que por eso la ciudad se haya aniquilado,
ni sus aminos, puentes, acueductos. Edificos se hayan
perdido. Yo no pretendo quitar a Tunja nada de lo que
ha tenido y tiene; lo que quiero es que los propios del
partido de Suatá aplicados antes a Sogamoso se asignen
al mismo Suatá como que los habitadores de este lugar
tienen un indisputable derecho a que se les ponga
allí la Escuela con una renta que ellos contribuyen y
adelantan con sus propias combinaciones y trabajos. No
hay ciertamente una razón para que haya en Sogamoso
escuela pagándose al Maestro con los propios de Suatá,
y que no se ponga en esta parroquia.

El que esta renta de propios destinada a


Sogamoso se aplique a Suatá, no resulta perjuicio
alguno a la cabeza de provincia puesto que nunca ha
disfrutado de ella. Si se despojara de alguna parte de la
que posee, entonces podría repugnar la solicitud del Dr.
Calvo, y levantar de punto las reflexiones que hace en
su informe bien que aún en ese caso se le convencería
tal vez son los mismos ejemplares que alega, y los que
desde luego persuaden que a la renta de propios ha sido
otras ocasiones aplicada para la creación de escuelas
/f. 335v/ como acontece en el pueblo de Sogamoso,
Parroquia de Santa Rosa, y otras varias que hay en
el Reino a las que se les aplica la Renta de propios de
su respectiva demarcación. Tampoco es argumento
que apoya la contradicción del Cabildo el que hace
asegurando el que en la misma ciudad hay una escuela
donde pueden concurrir todos los jóvenes del Distrito,
y la razón es evidente. Yo no sé qué pueda haber
derecho para compeler a los niños que residen en Suatá
al lado de sus padres a que vayan a Tunja a aprender
a leer, y escribir cuando hay 6 días de distancia, y se
puede tan fácilmente erigir escuela en aquel lugar con

Colección Bicentenario 285


solo destinarle sueldo el preceptor la corta Renta de
propios del partido. Hay ya fabricada una hermosa casa
a expensas del celoso cura Dr. Calvo quien además
ofrece dar todas las cartillas, catones, papel, y plumas
que sean necesarias.

Por esta virtud y haciendo por último /f. 336/


presente que cuando se trata de promover la educación de
la juventud no se debe despreciar en un buen Gobierno
medio alguno de cuantos se consideren convenientes a
ello, con el pedimento más útil, y reverente.

A V. E. suplico se sirva proveer como solicito,


pues ello pretexto, y juro lo necesario, etc.

Ignacio Vargas. Luis de Ovalle


No. 761

Santa Fé 2 de mayo de 1798

Al Sr. Fiscal (Hay dos rúbricas)


Caicedo

Excmo Señor:

El fiscal de S.M. dice: Que para pedir lo


conveniente sobre la solicitud del Dr. Dn. José Elseario
Calvo, no basta lo que ha informado el Cabildo /f.
336v/ de la ciudad de Tunja, pues lo que importa
saberse es el estado actual de sus Propios y sus cargas
a que forzosamente debe atender, para que así se tenga
en conocimiento de si podrán sufrir la pensión, que
reclama el citado Dr. Calvo para la dotación del Maestro
de primeras letras en su Curato de Suatá. Se ha de
dignar pues V.E. mandar, que el citado Cabildo evacúe
documentalmente su informe sobre los insinuados
particulares.

286 Colección Bicentenario


Santa Fé, mayo 5 de 1798

Blaya

[Al margen izquierdo: Venida el 7 del mismo].

Santa Fé 7 de Mayo de 1798

Como pide el Sr. Fiscal



Caicedo

En nueve de los mismos pasé noticia del anterior


Superior auto al Señor Dr. Dn Manuel Mariano Blaya
fiscal del crimen por S. M. M. Frías, rúbrica, doy fé

Vargas

/f. 337/ Doce de los mismos lo notifiqué a Luis Ovalle


apoderado del Dr. Dn. José Elseario Calvo. Firma doy
fe.

Ovalle.
Vargas

/f. 338/ Don Francisco Amar y Borbón, Caballero


profeso de la Orden de Santiago, Teniente General de los
Reales Ejércitos Virrey gobernador y Capitán General,
Presidente de esta Real Audiencia – y Chancillería de
Santafé de Bogotá, Superintendente General de la Real
Hacienda y Reales Rentas estancadas y subdelegado de
la de Correos en el Distrito de este Virreinato.

A esta superioridad se ocurrió con presentación


de poder bastante por uno de los Procuradores del
Número, a nombre de la parte que en adelante se nominará
haciendo /f. 338v/ la solicitud que comprende el escrito
cuyo tenor con el del decreto que a su continuación tuve
a bien proveer con acuerdo del Señor Don Anselmo de

Colección Bicentenario 287


Bierna Mazo del Consejo de S. M. su oidor Ordinario
de la Real Audiencia de Charcas Auditor General de
guerra del ejército de este reino asesor por S. M. de
su Superior Gobierno y Superintendencia General uno
en pos de otro es el siguiente = Excelentísimo Señor
Luis de Ovalle Procurador del Número a nombre del
vecindario de la parroquia de Suatá y en virtud de
su poder que solemnemente presento y juro, ante Su
Excelencia como mejor proceda en derecho parezco y
con el debido respeto digo: que en dicha parroquia se
ve continuamente un crecido número de jóvenes que
necesitan de educación y de que se les instruya en los
rudimentos de nuestra santa religión en leer, escribir, y
contar para que así /f. 339/ no vivan sepultados en una
absoluta ignorancia de la que todos deben saber. Los
padres de familia que hay pudientes, aunque en corto
número no pueden proporcionar a sus hijos la enseñanza
en todos estos ramos importantes, y los pobres de que
de que es la mayor parte que se compone el lugar,
heredando la rusticidad de sus mayores, y mal instruidos
aun en los principios y dogmas de la fe que profesan,
mal pueden educar a sus descendientes con la mayor
posible perfección, ni soportar por su miseria el costo
de remitirles a la ciudad de Tunja, y mantenerlos fuera
de la casa paterna para que en la escuela pública que allí
hay establecida les enseñen y doctrinen. El vecindario
no puede menos que compadecerse de esta desgracia,
y de anhelar que se ponga el remedio correspondiente.
Los pueblos sufren la pensión del Ramo de Propios y
arbitrarios no para hacer únicamente la prosperidad de
la cabeza de la jurisdicción en que reciben los cabildos
sino, para fomentar la suya propia. El objeto principal
en que debe invertirse esa renta es el de la enseñanza de
la juventud en todos los lugares que las contribuyen. La
distancia que hay de Suatá a Tunja, impide y dificulta
el que los niños de esta parroquia puedan oír las
lecciones del Maestro de primeras letras por ser casi
imposible que allí puedan sus padres alimentarlos con
la comodidad que lo hacen dentro de sus casas, y por

288 Colección Bicentenario


el grande inconveniente que resulta de separarlos de
sí en una edad tierna expuesta a recibir fácilmente la
impresión de los vicios de que solo puede precaverlos el
respeto y la vigilancia paternal. Estas justas y prudentes
consideraciones obligaron a mis partes a comprar una
casa de valor de mil pesos para establecer la enseñanza
de primeras letras. A sus súplicas se han conseguido que
Don /f. 340/ Simón Torrijos, Don Vicente Torrijos y
Don José María Riaño estén prontos y dispuestos a servir
la escuela siempre que se les nombre de preceptores
asignándoles la renta correspondiente. Todos tres son
idóneos para obtener esta delicada confianza y cada uno
reúne la instrucción y demás prendas que debe tener
un maestro de primeras letras. El establecimiento de
la escuela es de primera necesidad y de los propios
debe salir su dotación. Aspiran pues, mis partes a que
Su Excelencia se digne mandarlo hacer bajo el mismo
plan por donde se erigió la de Tunja, destinando el
producto a que en cada un año ascienden los propios
que se pagan en Suatá, por razón de molinos, trucos,
patios de bolas y cabuyas, que es lo que se considera
suficiente para asegurar la subsistencia del maestro; y
que últimamente los Alcaldes del Partido elijan para
este encargo a cualquiera /f. 340v/ de los tres sujetos
que se han expresado en el entretanto de que se provea
la cátedras en propiedad, por oposición y precediendo
los edictos correspondientes según lo prevenido en la
Real Cédula que trata de la Materia. Por tanto a su
Excelencia suplico se digne así proveerlo en beneficio
de aquella juventud por ser conforme a justicia que pido
protestando lo necesario. Licenciado Juan Francisco
Ardila, Luis de Ovalle. Santafé Noviembre 28 de
1807. Por presentado con el poder: Informe al Cabildo
respectivo. Hay dos rúbricas. Bustamante. Mediante
lo cual acordé librar como en efecto libro el presente
y por él ordeno y mando a el Cabildo de Tunja que
siendo requerido, o como le sea entregado por la parte
del vecindario de Suatá, en vista de lo representado
por éste, procederá a evacuar el informe según y como

Colección Bicentenario 289


se previene en el Superior Auto que va incerto; lo que
así cumplirá precisa y puntualmente. A cuyo /f. 341/
efecto le expido firmado de mi mano, y rubricado por el
expresado Señor Asesor en Santa Fé a dos de Diciembre
de mil ochocientos siete.

Antonio Amar y Borbón

Por mandato de S. E.

Ramón Bustamante.

Para que el Cabildo de la ciudad de Tunja evacúe


[sic] el informe acerca de lo que representa la
parte del vecindario de Suatá según y como se
previene en el Superior Auto que va incerto
[sic].

/f. 342/ Señores Muy Ilustre Cabildo Justicia y


Regimiento.

Eusebio Martínez Malo, Procurador de los del


Número y a nombre del Dr. Dn. Eusebio Camacho cura
de Suatá y de aquel vecindario por quien presto vos con
protesta de presentar su poder si necesario fuere, ante V.
S. según derecho digo: Que a fin de establecer en dicha
parroquia escuela de primeras letras se ha librado por
la Superioridad del Excmo Sr. Virrey el despacho que
debidamente presento y suplico a vuestra señoría que
habiéndole por presentado se sirva exponer el informe
que en él se manda dándole en todo su puntual y debido
cumplimiento, y que hecho todo se me devuelva para
lo más que corresponda pedir en justicia y por ella
a V. Señoría suplico así le provea y mande que en lo
necesario.

Eusebio Martínez Malo

290 Colección Bicentenario


Enero 14 de 1808

Por presentado con el Superior Despacho que


acompaña y le obedece en la forma ordenada y
para que se le dé su cumplimiento evacúese el
informe que se pide.

Andrade, Niño, Sánchez, Valdés, Zubieta

Ante mí Acevedo.

Excmo Señor:

/f. 342v/ Cumpliendo con lo prevenido por V. E.


en el Superior Decreto de 28 de Noviembre del año
próximo pasado a consecuencia de lo representado por
el vecindario de la parroquia de Suatá sobre la creación
que intentan de una escuela de primeras letras en ella
y que se dote con lo que producen los propios de aquel
lugar y, su distrito informa este cuerpo: Que la solicitud
de este vecindario es inasequible por no haber fondos
suficientes para su establecimiento, pues todo lo que se
recauda de Propios en la Providencia (de cuyo Ramo
solicitan la dotación de dicha escuela) apenas alcanza
según las cuentas rendidas por los mayordomos a poco
más de mil doscientos /f. 343/ pesos y de los gastos
precisos que se hacen en el año en esta ciudad (como de
ella misma resulta) y se advierte de la adjunta planilla
exceden a dicha cantidad siendo uno de ellos, y que
se dé en beneficio de los vecinos de Suatá la refacción
de cárceles a donde se remiten muy a menudo los
delincuentes de dicha parroquia en que se consume
considerable cantidad de pesos ya en papel sellado
para el seguimiento de sus causas, portes de correo y
últimamente en la remisión de ellos a sus destinos; y así
es que o se ha de suprimir uno de los /f. 343v/ gastos
necesarios para subsistencia de la ciudad, o no ha de
tener efecto la escuela que se intenta.

Colección Bicentenario 291


En esta ciudad Excmo Sr. Como igualmente
en el Valle de Sogamoso inmediato a la Parroquia de
Suatá se hallan dotadas dos escuelas públicas para
educación de los jóvenes cuyos maestros se pagan con
los productos de la expresada renta de propios, y a
ellas concurren muchos niños de distintos lugares de
la jurisdicción siendo demasiado fácil a los padres de
familia de Suatá mandar a una de ellas sus hijos, de
donde se colige que /f. 344/ la creación que se solicita
no es de absoluta necesidad como se supone. En este
seguro concepto suplica este cuerpo a V. E. se sirva de
denegar dicha solicitud.

Tunja, mayo 28 de 1808

Excmo Señor:
José María de Andrade. José Pastor Gavilán
Pedro Nieto Antonio Rojas
José Sánchez José María Valdés

/f. 354/ 83

Excmo Señor:

Luís de Ovalle procurador del número y


personero de los vecinos de la Parroquia de Suatá, en
el expediente sobre el establecimiento de una Escuela
de Primeras Letras, ante V. E. evacuando el traslado
conferido, a consecuencia del informe que dirigió el
Cabildo de Tunja, como mejor proceda en derecho
digo: que esos capitulares por la manía de impugnar y
contradecir todo cuanto se encamine secundariamente
a disminuir el ingreso de propios o justa y forzosa
inversión, se empeñe ahora en frustrar la solicitud de mis
partes, pero valiéndome de frívolos motivos graduando
malamente la importancia y mayor necesidad que tienen
unos objetos respecto de los otros, y pretendiendo que
83 Los folios 344v a 353v repiten las mismas comunicaciones de los
folios 338 a 345.

292 Colección Bicentenario


los de mera comodidad y aún los más innecesarios
deben preferir a los que son de la primera atención en
todo Gobierno.

De esta última clase es y ha sido en todos


tiempos la enseñanza de la juventud. Ella es el más
principal ramo de la policía, el objeto más interesante
de las sociedades políticas, y el que ha merecido toda la
atención de los legisladores. Sin educación no pueden
felicitarse los pueblos, el vicio cundiría por todas
partes, las leyes, la religión, la pública seguridad y la
privada: serían violadas si no se /f. 354v/ procurase
desde el principio inspirar a la juventud las sanas ideas
y obligaciones propias del cristiano y del vasallo. Las
primeras impresiones son de una extrema consecuencia
para toda la vida, y si no se trata de que la infancia reciba
las mejores por medio de una cuidadosa educación,
al fin vendrán los jóvenes a componer un pueblo de
facinerosos sin ley y sin religión, sin estímulos de honor
y de su propia felicidad.

Estas verdades tan obvias desconocidas al


Cabildo de Tunja pues que ha tenido la sandez de
reputar por más interesantes al bien público el aliño
y composición de caminos y puentes, la reparación de
la casa capitular y cárcel pública, la permanencia de un
acueducto, la dotación de la cátedra de latinidad y de la
plaza de un médico asalariado, que la enseñanza de la
juventud. Esas obras de mera comodidad debe preferir
en el concepto de los capitulares a la más urgente y
necesaria cual es la instrucción de los jóvenes de Suatá
en los ramos de leer, escribir, contar, y en los rudimentos
de nuestra católica profesión. Con tal que la ciudad de
Tunja, tenga caminos y puentes reparados, magníficos
edificios públicos, preceptor de latinidad, médico
asalariado y relox y que sé yo que más, poco importa
que la juventud de Suatá permanezca sepultada en una
profunda ignorancia de lo que todos deben saber.

Colección Bicentenario 293


No raciocina así un gobierno ilustrado y celoso
de la pública felicidad. El Ayuntamiento de Tunja no se
cree obligado a propender por la de los lugares de su
distrito, sin embargo de que cuida de recoger y cobrar
de ellos las contribuciones que hacen el fondo de sus
propios arbitrios. Porque en Suatá no estaban destinados
estos ramos a la dotación de escuelas cuando se agregó
ese Partido al citado Cabildo /f. 355/ infiere este que
jamás deben tener semejante inversión, esas rentas ni
grabarlas de modo alguno si en buena lógica es legítimo
ese argumento también lo deberá ser el que se encamine
a probar que esos propios, no deben invertirse en
composición de caminos, acueductos, puentes, dotación
de médico y de la cátedra de latinidad, porque antes
de agregarse Suatá a Tunja no se aplicaban para estos
gastos y fines.

Tan desatinadas consecuencias proceden de los


errados principios de que está imbuido el Cabildo de
Tunja. Él no habría desbarrado en estos términos, si no
ignorara que las rentas de Propios por su naturaleza
no son unos fondos destinados para permanecer en
el Arca como un tesoro inútil y de mera ostentación
no para socorrer a los capitulares en sus urgencias y
atrasos, sino para el beneficio público para la policía y
buen gobierno de los mismos pueblos contribuyentes.
Debiera saber que esas contribuciones traían desde
su origen la pensión y carga real de subvenir a las
principales necesidades de la sociedad política y que
ninguna era mayor y más interesante en el concepto de
todos los publicistas y en el de todos los que escuchan
la voz íntima de la naturaleza, que la educación de la
juventud, origen de la prosperidad y del buen orden de
todos los Pueblos.

¿Qué beneficio se hace a Suatá, ni que les


interesa a sus moradores que la ciudad de Tunja tenga
médico asalariado, rejox corriente, asesor con renta
en el Cabildo y Mayordomo también arrendado, si

294 Colección Bicentenario


por parte de aquel Vecindario carece de la enseñanza
pública de sus jóvenes, y no disfruta de modo alguno
de las gruesas contribuciones que hace a los propios
con el objeto de que se invierta en su propia utilidad?
La planilla de gastos remitida por el Cabildo y que
obre en el cuaderno corriente a hojas 13, manifiesta
que 255 pesos se consumen en la dotación de médico,
mayordomo y asesor y en mantener corriente el relox
de la ciudad. Aquel debe ser asalariado no de la renta
de propios, sino a costa de los vecinos de Tunja que se
aprovechan de sus auxilios. La mayordomía es una carga
concejil que debe desempeñarse gratuitamente por el
que la obtiene, y el Ayuntamiento no necesita de Asesor
letrado, o por lo menos la permanencia de este en el
empleo no es de absoluta necesidad como la enseñanza
de la juventud en las primeras letras. Suprímase pues
esos gastos innecesarios, y los 255 pesos a que asciende
en cada aun año, podrán aplicarse al Preceptor que debe
haber en la Parroquia de Suatá.

¿Qué importa que en Tunja y en Sogamoso haya


escuelas establecidas, si a ellas no pueden concurrir los
jóvenes de esta Parroquia? Ella dista de Tunja seis días
de camino y tres por lo menos de Sogamoso. Mis partes
como gentes pobres no pueden alimentar a sus hijos a
tanta distancia, ni exponerles a vivir fuera de la casa
paterna. Al abrigo y al lado de sus padres podrán éstos
velar sobre su conducta y recogimiento. Su separación
en una edad tierna en que fácilmente se reciben las
impresiones del vicio, causaría daños y perjuicios
irremediables.

Todo queda evitado, estableciendo una escuela


de primeras letras en Suatá. Entonces los niños
subordinados a sus propios padres no están expuestos
/f. 356/ al contagio de los malos hábitos y costumbres.
Entonces podrán ser alimentados y asistidos con mayor
esmero y el tiempo del descanso podrán destinarlo a
ayudar a sus padres en sus tareas para proporcionarse

Colección Bicentenario 295


el sustento adquiriendo poco a poco la inclinación al
trabajo y el tedio a la ociosidad. Entonces, finalmente
producirá aquella Parroquia ciudadanos útiles al
estado, y su prosperidad será el fruto preciado del
establecimiento a que se aspira.

No todas las poblaciones del distrito de Tunja,


encuentran las dificultades que hay respecto de Suatá,
para proporcionar a la juventud su enseñanza en una de
las escuelas ya erigidas. La mayor cercanía a Sogamoso
o a la misma ciudad les facilita embiar [sic] a los hijos
a recibir allí la educación visitándolos frecuentemente
y suministrándoles cada día el alimento y las demás
cosas necesarias para su subsistencia y aseo. El tema de
que las demás parroquias pretendan establecer también
escuela a costa de los propios, incitadas por el ejemplo
que va a darles Suatá, no es un temor justo y fundado.
Ninguna producirá a los propios el ingreso que esta y
ninguna comprende como ella un numeroso vecindario
que exige de justicia tan útil establecimiento. Si las
rentas del Cabildo no alcanzan para dotar escuelas en
todos los lugares por más que éstas clamen y soliciten
su fundación el Cabildo nada debe temer pues no es
obligado a lo imposible. Ahora que tiene de dónde
sufragar el salario de un nuevo Preceptor para Suatá
debe cooperar y propender a que se erija allí la que el
Vecindario /f. 356v/ proyecta. Él tiene ya comprada
para el efecto una casa capaz. Sujetos hay a propósito
que desean consagrarse a la enseñanza de la juventud.
Las circunstancias no pueden ser más favorables ni la
solicitud más justa y que merezca más la atención del
Gobierno. Por tanto concluyo:

A. V. E. suplicando se digne al establecimiento


de la escuela en los términos que propuse en mi primer
escrito, sin embargo, de cuanto informa el Cabildo de
Tunja, pues así es de justicia que pido, etc.

296 Colección Bicentenario


Licenciado Juan Francisco Ardila Luis de Ovalle

Santafé, octubre 19 de 1808

Al Señor Fiscal.

Bustamante

Excmo Señor:

El Fiscal de lo civil dice: Que la solicitud de


los vecinos de Suatá, de que se establezca escuela de
primeras letras, es útil para la juventud y necesaria para
su educación: Pero también en los destinos que tienen
los Propios de la ciudad de Tunja, son de necesidad y
que deben cumplirse /f. 357/ mayormente pagando
dos maestros de primeras letras en la Provincia y
uno de Gramática: Y que si los Propios hubieran de
contribuir en todos los demás lugares iguales pensiones;
no podrían sostener las que relaciona el Cabildo en la
Planilla que acompaña. Por esto y que la petición del
vecindario podrá tener efecto, contribuyendo los padres
de los niños concurrentes, lo que se considere bastante
para la subsistencia del Maestro, podrá V. E. mandarlo
así comisionándole a el Corregidor para que lo ponga
en ejecución, o tomar los medios que la prudente
meditación de V. E. estime por más efectiva, en justicia,
Santafé octubre 18 de 1808.

Frías.

/f. 357v/ Santafé octubre 20 de 1808

Autos con el ejemplar que debe haber en


la Parroquia de Barichara según se hace
memoria.

Bustamente

Colección Bicentenario 297


Nota: Se acompañan por siguiente a lo mandado
el ejemplar de Barichara, que se haya para
despacharse en Junta de Superior de Hacienda,
hoy 3 de febrero de 1809.

Santafé, febrero 3 de 1809.

Vistos: No ha lugar a la solicitud del vecindario


de la Parroquia de Suatá, quien estimado necesario
el establecimiento de Maestro de Primeras Letras, le
verificará por el medio que expresase el Sr. Fiscal, o
propondrá arbitrio para su dotación que no disminuyan
la renta de Propios del Cabildo de Tunja.

Bustamante
/f. 358/
Pide providencia para
que se suspenda la
recaudación de propios
en este partido, hasta
que se determine sobre
la erección de escuela.

Excmo Señor:

Luis de Ovalle, Procurador del Número, y


personero del Vecindario de la Parroquia de Suatá en
los autos sobre el establecimiento de una Escuela de
Primeras Letras, independiente de la ya erigida en
la ciudad de Tunja, ante V. E. con el debido respeto
digo: Que el Cabildo en el informe que remitió, ha
dado a conocer que sus miras no son las de consultar
al bien y felicidad de las poblaciones del Distrito pues
que se ha empeñado en impugnar el más importante
establecimiento cual es el de la enseñanza de la juventud
de Suatá que no puede oír las lecciones del Preceptor
que hay en Tunja por la grande distancia que media

298 Colección Bicentenario


de uno a otro poblado, por la falta de facilidades en los
educandos para costear su residencia en aquella ciudad
y por peligro a que se exponen de separárseles de la
casa paterna. No obstante que consta el Ayuntamiento
la pendencia de este expediente en esta superioridad, y
que el vecindario mi parte tiene pedido expresamente
que la dotación de la escuela debe hacerse con el
producido /f. 358v/ de los propios que contribuye ese
Partido trata hoy de frustrar esta solicitud percibiendo
los causados en el año y al intento ha expedido orden
comisionando a un sujeto para que los recaude. Este
procedimiento parece como hecho antes que solo
se encamina a dificultar la erección de la escuela. Y
por tanto A V. E. suplico se digne librar providencia
para que el Cabildo por ahora y mientras se decide el
expediente se abstenga de recaudar los propios que se
hayan causado en el Partido de Suatá, pues así parece de
justicia que es la que pido jurando lo necesario, etc.

Licenciado Juan Francisco Ardila Luis de Ovalle

Santafé Noviembre 29 de 1808

NO HA LUGAR

Bustamante

En dos de Diciembre de dicho año: lo hice saber


a Luis de Ovalle, apoderado del vecindario de la
Parroquia de Suatá quedó impuesto.

Ovalle Martínez
/f. 359/
En seis de los mismos pase noticia del Superior
Decreto que antecede al Sr. D. Diego Frías
Fiscal de lo civil su señoría rúbrica doy fe.

Mateos.

Colección Bicentenario 299


En el mismo día lo notifiqué a Luis de Ovalle
por el vecindario de la Parroquia de Suatá, Doy fe.
Ovalle

300 Colección Bicentenario


Imágen 12

6. Labores de mano y
virtud

Colección Bicentenario 301


Imágen 13

302 Colección Bicentenario


Expediente sobre la fundación del
Convento
y Colegio de la Enseñanza de Bogotá 84

Santa Fe, 1789

Memorial presentado al Excmo. Señor Virrey de


este Reino.

Excelentísimo señor:

Doña María Clemencia Caicedo y Vélez Ladrón


de Guevara, vecina de esta ciudad y mujer legítima de
Don Joaquín de Aróstegui y Escoto, Oidor Decano
de la Real Audiencia, expresa a la piadosa y cristiana
inclina de V. E., los deseos que la asisten para fundar
en esta ciudad un Convento de Religiosas de María
Santísima, que vulgarmente se llama de La Enseñanza,
bajo la advocación de Nuestra Señora del Pilar, para la
educación cristiana, política enseñanza y labores propias
de doncellas encomendadas o colegialas que se han de
mantener en él, el tiempo que fuere de la voluntad de
sus padres, de las demás niñas que diariamente han de
salir y entrar mañana y tarde en dicho Convento a las
84 ACE: Libros 1 y 2. s. f.

Colección Bicentenario 303


horas regulares, atendiendo a la mayor honra y gloria
de Dios, provecho de las almas y beneficio universal
de las familias de esta ciudad, en la que totalmente
se carece de esta tan útil y piadoso ejercicio; y para la
manutención de las Religiosas destina y consigna una
mina de oro que tiene y posee en el patio de Chaparral
llamada Icuzco, y con más de treinta y cuatro esclavos,
sus herramientas y demás necesario para su labor, y una
hacienda de ganado vacuno, y cacagual con inmediación
a dicha mina, distante de esta ciudad como seis días de
camino, suficiente fondo para los alimentos de diez
Religiosas por lo presente, sin que este número impida
a otro mayor, si la posibilidad de la exponente fuese para
más número. Y así mismo ofrece su casa clausurada,
grande, que posee en la collación [sic] de la Catedral
de esta ciudad para el Convento, y sitio anexo a ella
capaz para la edificación de la Iglesia y demás oficinas
del Convento; o en otro sitio de igual proporción, que
está pronta a costearlo todo de su propio caudal, sin que
para ejecutarlo así tenga impedimento alguno, pues se
halla sin heredero forzoso, ascendiente ni descendiente,
y con especial judicial licencia del expresado su marido
para usar de sus bienes en la dicha fundación y siendo tan
precisa y necesaria la licencia de Su Majestad (que Dios
guarde) para la Fundación del expresado Convento,
ocurre la protección de V. E. para que se sirva informar
a S. M. sobre el contenido de esta representación,
con lo demás que tenga V. E. por conveniente a fin de
conseguir de la real piedad de S. M. la licencia referida:
en cuyos términos a V. E. reverentemente suplica se
digne hacer como solicita.

María Clemencia Caicedo.

304 Colección Bicentenario


Carta del señor Virrey a su Majestad Carlos III
Siendo notoriamente cierto en esta capital,
el celo con que Doña María Clemencia de Caicedo,
mujer legítima de vuestro Oidor Decano de esta
Audiencia, Don Joaquín de Aróstegui y Escoto, se
dedica a promover toda clase de ejercicios de virtud y
religión, especialmente entre las personas de su sexo, a
quienes procura atraer y persuadir con su ejemplo a la
frecuencia de los actos de piedad y devoción, y habiendo
ahora, como se comprende de la representación que me
ha producido para que lo informe a V. M. movida de los
mismos ardientes deseos, resuelto destinar su caudal y
patrimonio, que es cuantioso y sin heredero ascendiente
ni descendiente que por fuerza de derecho debe poseerle
a la Fundación de un Convento de Religiosas de María
Santísima, llamada vulgarmente de la Enseñanza, bajo
la tutelar advocación de Nuestra Señora del Pilar, donde
manteniéndose en sus principios, hasta mayores fondos
o posibilidades de la fundadora, para la extensión de
este número de diez Religiosas; se facilite a las niñas
doncellas, encomendadas o colegiadas, que se hayan
de mantener también en él, por el mismo tiempo que
gustaren sus padres, la educación cristiana, enseñanza
política y demás cosas propias de su calidad y estado
femenil; a más de aquellas a quienes por tarde y
mañana, que han de entrar y salir se las de igual escuela
arreglada a una vida católica y civil; resultando de este
piadoso y justificado pensamiento, no sólo la común
utilidad de las familias decentes de este vuestro reino
y provincias sino el esplendor de esta capital, a quien
se aumenta una obra por todos los títulos apreciable;
respecto a no deber dudarse, por notoriamente
constante, además de creer que la suplicante presentará
a V. M. los documentos circunstanciados que lo apoyen,
de la existencia de la mina de oro operada de esclavos y
herramientas, nombrada Icuzco, en el sitio del Chaparral,
y hacienda de cacagual y ganado vacuno inmediata a
él; que propone como fondos para la subsistencia de

Colección Bicentenario 305


las referidas diez religiosas; pues ofrece por separado
para convento e Iglesia, la casa que habita, que es una
de las más hermosas y grandes de la ciudad, con la
construcción en ella de las oficinas necesarias a los fines
propuestos. Y faltando solamente para la ejecución de
una fundación tan provechosa e importante, vuestro
real permiso, lo hago presente a V. M. a fin de que se
digne dispensarlo en los términos dignos de vuestro
real agrado, ciertamente persuadido de que redunda
en conocido común beneficio de vuestros vasallos de
este distrito la dispensación de la licencia que solicita
a el intento la expresada Doña María Clemencia de
Caicedo.

Nuestro Señor guarde la C. R. P de V. M. Los


muchos años que estos reinos y la cristiandad han
menester.

Santafé, 26 de
agosto de 1766.

El Baylío Frei Don Pedro Messía de la Cerda.

Representación del Cabildo Eclesiástico

Señor.

Es notoriamente constante en esta ciudad


que Doña María Clemencia Caicedo, mujer legítima
de vuestro Oidor Decano de esta Audiencia, Don
Joaquín de Aróstegui y Escoto, ha muchos años está
dedicada a toda clase de ejercicios de virtud y religión,
particularmente en los que profusa y expende al gasto
de mantener en un todo de su propio caudal, ochenta
y más mujeres que dos semanas en cada un año se
recogen por ocho días a tener los dichos ejercicios,
asistiéndoles con su personal cuidado, ha más de
catorce años, con grande fruto de las almas: costeando

306 Colección Bicentenario


así mismo un día de retiro en cada mes, en el cual se
expone Nuestro Señor Sacramentado la mayor parte de
él, para que los fieles lo empleen en oración mental. Y
continuando la ejecución de sus fervorosos deseos, estos
le han infundido a la expresada Doña María Clemencia
Caicedo la constante resolución de dedicar su propio
caudal a la fundación de un Convento de Religiosas
de María Santísima, que vulgarmente se llaman de la
Enseñanza, bajo la advocación de nuestra Señora del
Pilar, para la educación cristiana, política enseñanza y
labores propias de doncellas encomendadas o colegialas,
que en el expresado convento se han de mantener el
tiempo que fuere de la voluntad de sus padres, y de las
demás niñas que han de entrar y salir en él, mañana
y tarde a las horas regulares, atendiendo sólo a la
mayor honra y gloria de Dios, provecho de las almas
y beneficio universal de las familias de esta ciudad,
en la que totalmente se carece de este útil y piadoso
ejercicio; sin que para esta fundación tenga la referida
Doña Clemencia, impedimento alguno pues se halla
sin heredero forzoso, ascendiente ni descendiente, y
con especial y judicial licencia del referido su marido
para la enunciada fundación. Y parece a este Cabildo
Eclesiástico, que sobre estos sólidos fundamentos debe
juzgarse el designio de la presente fundación como obra
dirigida de la Divina Providencia. En este concepto y
en el de la común utilidad, tiene por justo informarle
así a V. M. para que si fuese de su real agrado, se sirva
conceder la real licencia que la referida Doña Clemencia
Caicedo solicita para esta fundación.
Nuestro Señor guarde la C. R. P. de V. M. los
muchos años que la cristiandad necesita.

Santafé, veinte de septiembre de mil setecientos


sesenta y seis.

D. D. Antonio Osorio. =D. D. Agustín Cogollo.


=D. D. Joseph Gregorio Díaz Quijano. =D.
D. Bartolomé Ramírez Maldonado. =Señor,

Colección Bicentenario 307


Francisco Javier de Moya. =Dr. Joseph Cruz y
Santiago. =D. D. Antonio Joseph de Guzmán
y Monasterio. =D. D Joseph de Santamaría.
=D. D. Diego Terán. =D. D Miguel Joseph de
Mazústegui. =D. D Juan Joseph de los Reyes.
=D. D Vicente de la Rocha y Lavarces.

Decreto del Fiscal sobre Real Cédula

Excmo. Señor:

El Fiscal Protector, en calidad de Fiscal dice:


Que V. E. se ha de servir, prestando el obedecimiento
a esta Real Cédula mandar se guarde cumpla y ejecute,
y que a efecto de que pueda ponerse en práctica, a
beneficio público la fundación del convento de monjas
destinadas para la enseñanza de niñas, bajo la advocación
de Nuestra Señora del Pilar, se vuelva el original a la
señora Fundadora Doña María Clemencia Caicedo,
quedando testimonio con las precisas calidades que S.
M. previene, de que sin su real permiso no ha de poder
aumentarse el número de diez religiosas, ni adquirir
más rentas que les dé su primera erección, cuya cuota
deberá expresarse en el instrumento de fundación,
como es justicia.

Santafé y julio veinte y siete de mil setecientos


setenta.

Oficio del Arzobispo Virrey a su Provisor y


Vicario General sobre la fundación del Convento
y Colegio de la Enseñanza

En carta del treinta de junio pasado (a que en


el particular del envío de mi voto para procederse a la
votación de la Penitenciaría, tengo ya contestado en
once del anterior), me dice V. S. haberle el ilustrísimo

308 Colección Bicentenario


señor Marfil mi Auxiliar, pasado todos los papeles y
documentos pertenecientes a la fundación del Convento
de la Enseñanza, con el destino de que les diera V.
S. las Profesiones a las novicias, y practicara todo lo
concerniente a este fin; ya que se ha impuesto en ellos
lo que ha podido, y aunque ofrecen algunas dificultades,
parece estarán ya vencidas: y que no obstante espera
que yo le ordene y mande en este particular cuanto me
perteneciere y preciso para la ejecución. Lo que se me
ofrece, pues, prevenir a V.S. para quitar dudas es, que
proceda desde luego en el día que a bien tenga señalar:
admitir a que se hagan en sus manos la Profesión
Religiosa, primero la Superiora que continuará de
Prelada, y después las demás novicias que tengan la
edad requisita y cumplidos los dos años de Noviciado
conforme a lo prevenido por el Santo Concilio de
Trento, y el ceremonial de la Orden: y precediendo
los requerimientos y exploro de voluntad de cada una
separadamente: pues para ello y demás concerniente
que ha de actuar V.S. a más de la comisión dicha del
Ilmo. Señor Auxiliar, le doy también la mía, con
muchas gracias por lo que se sirve todavía llevar el
peso de Provisor y gobernador del Arzobispado, y las
expresiones con que me insinúa el acreditado deseo de
servirme.

Turbaco once de agosto de mil setecientos


ochenta y cinto. Antonio Arzobispo-Virrey de
Santafé. Santafé, tres de septiembre de mil setecientos
ochenta y cinco. Por recibida; agréguese a los autos
que corresponde, y tráiganse a la vista para dar las
providencias que convengan. Lo decretó y rubricó
el señor Dignidad Maestro- Escuela D. D. Miguel
Mazústegui, etc. Doy fe. Aráoz. Notario Mayor”.

Colección Bicentenario 309


Auto de Visita
En la ciudad de Santafé, a catorce de septiembre
de mil setecientos ochenta y cinco; el señor D. D. Miguel
Mazústegui Dignidad Maestre-Escuela de esta Santa
Iglesia Metropolitana, comisionado en estos autos, a
consecuencia de su providencia antecedente, siendo las
ocho horas de la mañana, pasó a practicar la visita de la
iglesia del Monasterio de Monjas de la Enseñanza, de
Nuestra Señora del Pilar, en cuya puerta con repiques
de campana fue recibido por el capellán D. D. Fernando
Caicedo, vestido este con sobrepelliz, capa pluvial y
bonete, acompañado de otros sacerdotes seculares,
vestidos con sobrepelliz, tomó el hisopo y aspergió
agua bendita, se hincó de rodillas sobre cojín puesto
en una alfombra, y adoró, besó e incensó la cruz que
le presentó el capellán, lo acompañaron al altar mayor
en el cual celebró solemnemente al santo sacrificio
de la misa expuesto Nuestro Amo Sacramentado, en
cuyo intermedio se cantó el PANGE LINGUA, por los
cantores con solemne música, y concluida la misa visitó
la hostia sacramentada y la custodia en que estaba
colocada: se cantó el TANTUM ERGO y se cubrió al
santísimo.

Después se descubrió la imagen de Ntra. Sra. del


Pilar, que se venera y está colocada en su camarín del
Altar Mayor: visitó todos los altares, sus efigies, aras y
demás, con que se hallaban adornados, los confesionarios
y reja del comulgatorio que se halla inmediata a un lado
del coro bajo, y lo halló todo bien ornamentado con
la decencia necesaria, y en la buena disposición que se
requiere, sin cosa qué notar ni digna de reforma o de
remedio. Después, siendo poco más de las tres de la tarde
del mismo día pasó a practicar la visita de lo interior
del convento acompañado del señor D. D. Manuel de
Alarcón, Racionero de dicha santa Iglesia Catedral: del
D. D. Fernando Caicedo capellán: y del D. D. Joseph
Rodríguez Bravo, clérigo presbítero: y habiendo entrado

310 Colección Bicentenario


en el convento fue recibido en la portería principal por
la comunidad de monjas, acompañado de todos pasó y
visitó todo lo interior del convento: la pieza de sacristía
en que estaban de manifiesto los ornamentos, vasos
sagrados y alhajas necesarias de la iglesia: los coros,
tribunas, confesionarios, locutorios, pieza de la portería:
y todo esto lo halló con aseo, buena disposición, régimen
y gobierno, y que actualmente se están fabricando
con mejor disposición y la mayor comodidad que se
requiere las piezas de cocina, amasadero, refectorios, y
demás necesarias y accesorias a éstas: las celdas para la
habitación de las religiosas, cada una por separado con
su correspondiente división: para cuya edificación se
informó su Señoría, de que el capellán D. D. Fernando
Caicedo está muy encargado, propenso y vigilante, y que
espera continuará con el mismo anhelo hasta la perfecta
conclusión de todo: y le previno, que verificándose
ésta, al punto diese cuenta a su Señoría para pasar a
su visita y reconocimiento. Pasó después y visitó la
casa separada de niñas pupilas, colegialas educandas de
fijo, interior establecimiento, a las cuales halló vestidas
con toda modestia y honestidad uniformemente, sin el
menor espíritu de vanidad ni emulación: todas las piezas
y escuela, y ejercicios particulares de la enseñanza,
educación y crianza de cada una de ellas, con su maestra
que las ejercita en esto. La escuela separada destinada
en el mismo convento de educación y enseñanza
pública: entrantes y salientes que se educan y ejercitan
de igual modo por su respectiva maestra separada, sin
interés, ni intervención alguna de las otras jóvenes
de fijo interior establecimiento. Visitó el archivo y los
libros de ejercicios espirituales que en él hay destinados
para la instrucción espiritual de la monjas reservando
para después ver, examinar y visitar las cuentas de los
caudales o intereses y cantidades de cargo y data del
convento, y proveer en su visita, según ella resulte,
lo que convenga. Con lo que concluyó esta visita,
dando su Señoría las debidas gracias a la Reverenda
Madre Priora, María Magdalena Caicedo y Flórez y

Colección Bicentenario 311


al capellán D. D. Fernando Caicedo y Flórez, por la
actividad y esmero con que el buen régimen y gobierno
de todo lo dicho que ha reconocido, se han portado,
y por el anhelo que manifiestan con la continuación
de sus oficios a la perfecta conclusión de lo demás,
confiando de su propensión y buena dirección que así lo
verificarán con que lográndose un arreglado principio
en el establecimiento de tan importantes y provechosas
particulares, se conseguirá igualmente su fin, sin cosa
alguna qué notar: y por éste su auto así lo dijo, decretó
y firmó por ante mí a infrascrito Notario Mayor, a todo
lo cual fui presente de que doy fe. =Miguel Joseph de
Mazústegui. =Rafael Aráoz Notario Mayor”.

Ceremonia de profesión de 10 monjas novicias

En la ciudad de Santafé, en veinte y nueve de


septiembre de mil setecientos ochenta y cinco: el señor
D. D. Miguel Joseph Mazústegui, dignidad de Maestre-
Escuela de esta Santa Iglesia Catedral, comisionado en
estos autos, pasó al convento de monjas de la Enseñanza,
de Ntra. Sra. del Pilar de esta ciudad, a fin de explorar
segunda vez las voluntades de todas y cada una de las
monjas novicias que en él hayan de hacer su profesión
religiosa en este días y tomándosela su Señoría
precediendo todas las circunstancias y solemnidades
necesarias y prescritas por sus constituciones, y
conforme a lo prevenido por el Santo Concilio de
Trento, verificándose por el ceremonial de la Orden,
separadamente a cada una de ellas: y habiendo entrado
en el coro bajo de la Iglesia, estando en él a presencia de
mí el Notario Mayor, mandó comparecer, y compareció
primero ante su Señoría, la Madre Priora Prelada María
Magdalena Caicedo y Flórez, natural de la Villa de la
Purificación, hija legítima de don Fernando Caicedo
y Vélez y de doña Teresa Flórez Olarte de edad de
treinta y un años. En segundo lugar a María Petronila
Cuellar, natural de la Villa de Timaná, hija legítima de

312 Colección Bicentenario


don Francisco Cuellar y de doña Josefa Cuellar, edad
de veinte y seis años. En tercero a Bárbara García,
natural de esta ciudad, hija legítima de don Antonio
García y de doña Sebastiana Zuleta, de edad de treinta
y dos años. En cuarto a Rosa Fernández, natural de
esta ciudad, hija legítima de don Cristóbal Fernández
y de doña Francisca Parra, de edad de cuarenta y seis
años. En quinto, a Rafaela Granja, natural del pueblo
de Nimaima, hija legítima de don Pedro de la Granja y
de doña Catarina Ramírez. En sexto a Isabel Cuellar,
natural de la ciudad de Tunja hija legítima de don
Francisco Camacho y de doña Rosa Lagos, de edad de
veinte y seis años. En octavo Caterina Arteaga, natural
de esta ciudad, hija legítima de don Miguel Arteaga y
de doña Ana de Incinillas, de edad de diez y siete años.
Todas ellas monjas novicias, para velo negro: y para
compañeras de velo blanco, Gertrudis Molano natural
de la Parroquia de Zipaquirá, hija legítima de don
Luciano Molano y de doña Manuela Acero, de edad de
cuarenta y dos años. Y Ana María Bernal, natural del
pueblo de Cogua, hija legítima de Manuel Bernal y de
Gertrudis García, de edad de veinte y seis años. Y a cada
una de ellas las nominadas monjas novicias en particular
separadamente, y en lugar que fueron compareciendo,
recibí su juramento a Dios Nuestro Señor y por una
señal de cruz en toda forma de derecho, en cuyo cargo
prometió decir verdad de lo que le fuese preguntando.
Y preguntada al tenor del mismo interrogatorio por el
cual fue examinada cada una, y explorada su voluntad
en el día veinte y siete del corriente, en todo aquello
respondió cada una de dichas monjas novicias, lo
mismo en la misma conformidad que lo tiene verificado
en su respectiva declaración, pidiendo con anhelo y por
amor a Dios la necesaria licencia para su profesión, y
que se le asignase o impusiese Santo de sobrenombre,
en cuya conformidad su Señoría dijo: que refrendaba y
refrendó, y en caso necesario concedía y concedió de
nuevo su licencia que para el efecto les tiene concebida
en su providencia dada en el citado día veinte y siete a

Colección Bicentenario 313


continuación de las procedentes diligencias de exploro
de sus voluntades y declaraciones. Y en virtud de su
petición les impuso de sobrenombre el Santo que cada
una, según su devoción, dictó. A saber: a la Madre
Priora Prelada Madre Magdalena Caicedo y Flórez, de
la Santísima Trinidad. A María Petronila de Cuellar,
del Dulce nombre de Jesús. A bárbara García, de San
Francisco de Paula. A Rosa Fernández, de San Francisco
Javier. A Rafaela Granja, del Espíritu Santo. A Isabel
Cuellar, del Corazón de Jesús. A Juana María Camacho,
del Santísimo Sacramento. A Catarina Arteaga, de
Nuestra Señora de los Dolores. A Gertrudis Molano,
de San José, A Ana María Bernal, de San Miguel. Y
hecho esto, pasó su Señoría a celebrar, y celebró la misa
solemne Cantada, con sermón del primero evangelio:
bendijo las capas o mantos, velos, anillos y coronas: y
cada una de dichas monjas novicias, en voz alta, clara,
devota y con pausa, delante del Santísimo Sacramento
que en la mano tenía el señor celebrante, quien
preguntando a cada una en este mismo acto, si querían
perseverar en los votos que habían hecho, y en vivir y
morir en la Compañía de Nuestra Señora, respondió a
ello cada una: Que tal era su voluntad, con la asistencia
de la divina gracia.

Dio a todas la comunión, y tomó de cada una el


papel de sus votos: les impuso las manos, velos, anillos
y coronas, de manera que todas las dichas profesiones y
cada una de ellas se han hecho con todas las formalidades
necesarias, en la forma que extensa y individualmente
se contiene en el ceremonial de dicha orden. Y fenecido
éste, postradas de rodillas con el señor celebrante y sus
asistentes, que lo fueron el D. D. Felipe Salgar, diácono:
el D. D. Joseph Manuel Castillo, subdiácono: y el D.
D. Fernando de Caicedo, capellán de este convento,
entonaron el TE DEUM LAUDAMUS, con lo que se
concluyó este acto: y lo firman su Señoría, las monjas
profesas y los nominados asistentes por ante mí el

314 Colección Bicentenario


infrascrito Notario, que a todo lo referido fui presente,
y doy fe.

Miguel Joseph de Mazústegui. = (Siguen las


firmas de los demás.) =Rafael Aráoz, Notario Mayor”.

Autorización para la fundación

En la ciudad de Santafé, a veinte y ocho días


del mes de marzo del año de mil setecientos ochenta y
tres. El Ilmo. y Excmo. Señor don Antonio Caballero
y Góngora, Gran Cruz en la Real distinguida Orden
de Carlos III, de su Consejo: Dignísimo Arzobispo,
Virrey Gobernador y Capitán General de este Nuevo
Reino de Granada y Presidente de su Real Audiencia
y Cancillería, etc. Habiendo visto estos autos con las
diligencias últimamente practicadas en ellos de su
orden y comisión dijo: que en atención a hallarse
estableció el asunto principal para el fin a que termina
esta Fundación, por lo que en los efectos de ella se
interesa la causa pública, debía mandar, y mandó, se
abran las escuelas que corresponden y se dé principio
en ellas a la enseñanza de niñas: y que para proceder
con concepto a la voluntad de la señora fundadora, se
hará saber superiora de la casa que en el día lo es doña
María Magdalena Caicedo y Flórez, adulta con título de
pupilas colegialas las jóvenes decentes que pretendieron
por medio de sus padres o superiores ser instruidas,
obligándose éstos a satisfacer cien pesos anuales, que
se considera necesaria y suficiente asignación para cada
una, entregándoles por sus respectivos tercios de cuatro
en cuatro meses, y tomando el competente recibo de
dicha superiora, a cuyas pupilas habrá de tener privada
escuela con superación, a cargo de la maestra o maestras,
que las ejercitan diariamente desde las ocho hasta las
once de la mañana, y desde las tres hasta las cinco de
la tarde todos los días, a excepción de los de fiesta, con

Colección Bicentenario 315


aplicación a las labores correspondientes; y que deben
aprender según su sexo, además de leer y escribir
común a ambos: previniendo así mismo aquellas horas
competentes en que deberán dedicarse a comprender
y que se las explique la doctrina cristiana, rezo y
máximas, de nuestra sagrada religión, como principal
fundamento de los felices progresos que se deben esperar.
Entendidos también los respectivos padres o superiores
de ellas, que dicha asignación de los cien pesos al año es
solamente por los alimentos, asistencia y cuidados de la
enseñanza y educación, aseo y lavado de ropa: quedando
de su cuenta y cargo el vestido que todas y cada una
deberá usar con modestia y honestidad uniformemente,
para evitar todo espíritu de vanidad y emulación:
esto por lo respectivo a niñas pupilas colegialas de
fijo interior establecimiento. Así mismo debe haber y
disponer dicha superiora el ejercicio de la enseñanza
pública de todo género de niñas, sin interés alguno,
que entren y salgan a las horas señaladas; y a este fin,
en escuela separada nombrará maestra que las eduque
y ejercite de igual modo gratuitamente, y siempre sin
intervención alguna de las otras jóvenes: a que se dará
principio en el día veinte y tres del próximo abril de que
se dará aviso al público por medio de carteles de orden
del superior gobierno: y hecho este establecimiento,
luego que se verifique practicada su planta, dará cuenta
dicha superiora por medio del presente Notario mayor,
representándonos e informándonos lo que por razón
de su inmediato conocimiento y manejo en lo interior
de la casa estime oportuno para que resolvamos lo
conveniente al mejor régimen y gobierno de tan serio
como importante asunto. Y por este su auto así lo
decretó, mandó y firmó su Excelencia, de que doy fe.
=El arzobispo Virrey. =Joseph Ruiz Bravo. Escribano
de su Majestad, y Notario Mayor”.

316 Colección Bicentenario


Aviso al público
Que en el día veinte y tres de abril del presente
año de mil setecientos ochenta y tres, se abren las
escuelas en la Casa Fundación de la Enseñanza y da
principio en ellas a las de las niñas jóvenes; así de fijo
establecimiento como entrantes y salientes: para que las
personas que pretendieren su efecto, ocurran a tratar el
asunto con la Superiora de dicha Casa.

Horario

Por la mañana a las seis, se toca a despertar. De


las seis a las seis y media, vestirse. De las media a las
siete, ofrecer el día y rezar el Rosario. De las siete a las
ocho, peinarse y desayunarse. De las ocho a la media,
oír misa. De las ocho y media hasta las diez ir a clases.
De las diez a la media, almuerzo y recreo. De diez y
media a doce clase. De doce a media, el Rosario, de doce
y media a dos comer y recrearse. Por la tarde: de las
dos a las cuatro y tres cuartos, clase. De tres cuartos a
las seis, refrescar y recrearse. De seis a media, Rosario
y Trisagio /85. De media a tres cuartos, leer puntos de
oración. De siete y cuarto a la media, examen cuotidiano
[sic]. =De siete y media a ocho y media, recreo. De
ocho y media a nueve, cenar. A las nueve y media se
toca a recogerse. A los tres cuartos deben estar ya
recogidas, y apagadas las luces. Los domingos, fiestas y
demás días del año, en que hay obligación de oír misa,
con más todos los jueves del año (cuando no hay fiesta
entre semana) se toca a despertar a las seis y media de
la mañana. De media a las ocho desayuno. De ocho a
media oír misa. De media a diez, recreo hasta las doce.
De las doce a la media, Rosario, a la media van a comer,
y después recreo hasta las dos. De las dos a las tres,
asistir a vísperas y lección espiritual con la comunidad.
85 Trisagio Himno en honor de la Santísma Trinidad, en el que la voz
Santo se repite tres veces. Panléxico t: II p. 755.

Colección Bicentenario 317


El resto de la tarde recreo, sirviéndoseles el refresco a
las cinco. La distribución de la noche, la misma de los
días de trabajo.
Santafé veinte de abril de mil setecientos
ochenta y seis.

Carta del Arzobispo Martínez compañón a doña


María M. Caycedo Priora del Monasterio

Muy reverenda Madre Priora.

Mi muy amada hija en el Señor: Estimulado


de la obligación de mi pastoral ministerio y oficio,
deseo dotar algunas plazas de pensionistas en el
Seminario o Colegio de educandos del cargo de este
Monasterio, que sean oriundas o domiciliarias de esta
capital y arzobispado: y fomentar y promover en lo
que necesitasen y alcanzasen mis fuerzas las escuelas
públicas de las niñas de la calle de esta ciudad: y para
proceder con el discernimiento prudencia y tino que
pide la materia, previamente necesito y pido a V. R. que
con acuerdo de las reverendas madres consultoras y
discretas de esa casa, y aún con el de toda su venerable
congregación si estimase necesario y conveniente
consultarla, se sirva informarme a continuación sobre
los puntos siguientes: PRIMERO: Cuál sea el actual
número de religiosas de esa venerable comunidad, con
distinción de clases: cuántas se ocupan de las escuelas
del Seminario y en su dirección y gobierno y cuántas en
las de las niñas de la calle. SEGUNDO: Cuántas sean las
pensionistas actuales del colegio, y de qué lugares: edad
en que hubiesen sido admitidas, y diligencias previas a
su admisión; tiempo señalado para su permanencia, si
lo hubiese, o el que convenga que se señale igualmente
que para su recibimiento y entrada. TERCERO: Con
cuánto contribuyen actualmente por sus alimentos, y la
ropa que usen dentro del seminario, su costo anual, el de
su lavado, y el de la ropa de cama. CUARTO: Qué artes

318 Colección Bicentenario


o habilidades se les enseñan, libros de doctrina y demás
por donde se haga la enseñanza: o que privadamente se
les permita tener y leer en sus cuartos, y en sus ejercicios
y ocupaciones diarias. QUINTO: Si alguna vez se les
permite salir a la calle, y con qué causas, precauciones
y formalidades. SEXTO: Si dicho Seminario sufre
en las habitaciones y piezas que al presente tenga,
algunas pensionistas más de las que hay, y cuántas:
o si aumentando el número será también necesario
aumentar las habitaciones en todo o en parte y si haya
terreno y caudal destinado a este ramo para hacerlo.
SÉPTIMO: Cuántas sean las niñas de la calle que
concurren a las escuelas de dicho Monasterio: qué se les
enseña en ellas: y clases en que se hallen divididas para
su mayor aprovechamiento; si todas están en una sola
pieza o en más; la extensión, luces y comodidad que cada
una tenga y si se contemple necesario el aumentarlas o
mejorarlas, y el modo de practicarlo. ÚLTIMAMENTE:
Si aumentado el número de pensiones y el de escolares
de la calle, puedan las religiosas que en la actualidad
hubiese, cubrir cumplidamente uno y otro objeto: o si
serían necesarias algunas más, para debidamente y sin
especial incomodidad ni fatiga desempeñarlas y cuántas
se juzguen convenientes. Sobre todos los cuales dichos
artículos pido a V. R. se sirva informarme en la forma, o
previa la consulta que dejo dicho, y la del Síndico de ese
Monasterio por lo respectivo a si halla o no algún ramo
aplicado a dicho colegio para su fábrica y a cualquiera
otro punto, sobre que V. R. se le ofreciese sobre cada
uno, y lo concerniente a él, por el mismo orden con que
van propuestos, para su mayor claridad, para en vista
de lo que V. R. informase, proveer en la materia lo que
más convenga para proporcionar a mi arzobispado al
común beneficio y auxilio que en esta parte le deseo
con mis mayores veras. Nuestro Señor guarde a V. R.
muchos años, Santafé y septiembre 6 de 1797. M. R.
M. Priora.

Colección Bicentenario 319


Es de V. R. su muy amante Padre en el Señor,
Baltasar Jaime. Arzobispo de Santafé. M. R. M.
Magdalena Caycedo, Priora del Monasterio de la
Virgen María de la Enseñanza, de esta capital.

Extracto de la carta de respuesta de doña María


M. Caycedo al Arzobispo

A lo PRIMERO decimos que el actual número


de religiosas de que se compone esta Comunidad, es
el de diez y siete, en esta forma: diez y seis que dejó
dotadas la Señora Fundadora: de las cuales las diez
son de coro, nueve profesas y una novicia; y seis legas
profesas más una novicia que se admitió para lega. De
éstas se ocupan en la actualidad: una en la Escuela del
Seminario, y otra en la de niñas de la calle. Las demás
se ocupan en los quehaceres domésticos, como son:
cocina, lavadero, refectorio, y demás que ocurren sin
que haya excepción ni privilegio alguno que las exima
de asistir al oficio (sea el que fuere), alternando por
semanas. A lo SEGUNDO: Las colegialas que en la
actualidad hay, son quince. De estas la cuarta, quinta,
octava y décima tercia, gozan de colegiaturas fundadas,
y las once restantes son pensionistas. La edad en que
han sido admitidas ha sido desde la de siete años hasta
doce: y ojala no hubiera alcanzado el permiso hasta los
doce, sino solamente hasta los diez. El tiempo señalado
para recibirlas ya está dicho que es de los siete a los
doce años, según el auto de visita de 20 de abril de
1786, que corre a hojas 162 del expediente original que
está en esa Curia metropolitana. En cuanto a la salida,
no hay tiempo determinado, si no es el de la voluntad
de sus padres. A lo TERCERO: Pagan anualmente las
pensionistas cien pesos por sus alimentos. Es también
de cargo nuestro el lavado de ropas. Como el costo de
ésta y el calzado no lo sufre el convento, sino que se
les debe traer de sus casas, no podemos hacer cuenta
formal de su importe. A lo CUARTO: decimos: que las

320 Colección Bicentenario


artes y habilidades que se les enseñan, son las siguientes,
hacer toda clase de labores de color, con sedas e hilos de
oro, leer, escribir y algo de contar e igualmente hacer
medias, encajes, botones espigados de toda clase: coser
camisas y todo género de ropa blanca y la de color,
remendar, hilar pedacear medias y cogerles los puntos.
La doctrina cristiana, se les enseñó al principio por el
catecismo histórico del Abad Claudio Fléuri, pero por
falta de medios para podernos proveer de suficientes
ejemplares de esta obra, echamos mano del que compuso
el Padre Gaspar Astete, que por su corto volumen es
menos costoso y es el que se les ha enseñado hasta ahora.
Algunos días en la semana se les añade la explicación de
la doctrina, que está en su impreso que remitió nuestra
Madre Petronila Apérregui, Priora del Convento de la
enseñanza de la Real Isla de León: y es la misma que allí
usan, y que igualmente presentamos a V. S. I. para su
visita y aprobación, si fuera de su superior agrado. Los
libros por donde aprenden, y se les permite leer, son los
que traen de sus casas que por lo regular son vidas de
santos y algunos de diversión con tal que no sean de
aquellos que pueden corromper las costumbres o que
de algún modo se opongan a las máximas de una buena
educación. Como el aprovechamiento de una educanda
depende principalmente de su talento, aplicación y de que
se les acuda de sus casas con los materiales necesarios
para ejercitarse en las artes dichas, no podemos hacer
cómputo cierto del tiempo que gastarán en adquirir una
regular instrucción en ellas: no obstante, nos parece
que una niña de mediano talento, y a quien se lo dé con
puntualidad lo necesario, no necesita más de seis años
de residencia en este colegio para salir suficientemente
instruida. Los ejercicios diarios en que se ocupan son
los que constan en la distribución que se tomó desde
el principio de nuestro establecimiento y pareció más
acomodada al país, al sexo y a la edad de las educandas.
A lo QUINTO: decimos: Que por ningún motivo se les
permite salir a la calle: y que si alguna vez lo hacen, no
vuelven a ser admitidas, ni aunque salgan con pretexto

Colección Bicentenario 321


de enfermedad, pues cuando alguna ha enfermado, la
hemos cuidado con el mayor esmero, siendo sólo de cargo
de sus padres, el costo de las medicinas y el médico. A lo
SEXTO, decimos: Que las habitaciones del Seminario
y de que disfrutan las colegialas, son una pieza alta de
dormitorio de veinte y cinco varas de largo y seis de
ancho; una pieza que es el aula o general de doce varas
de largo y seis de ancho, y así mismo alta y un refertorio
[sic] bajo, de trece varas de largo y seis de ancho: los
corredores correspondientes, patio y alberca de agua,
para su diversión y aseo. A lo SÉPTIMO: Las niñas
de la calle que diariamente concurren a la enseñanza
pública, son cuando menos, de sesenta a setenta. Se les
enseña lo mismo que a las seminaristas, no con aquel
aprovechamiento, y fruto que deseamos, así por falta
de religiosas, como por la incomodidad de que la única
pieza que hay para este efecto menos mala, sólo tiene
trece varas de largo, con luces escasas y poco ancho sin
poderse aumentar ni proporcionársele mejores luces.
ÚLTIMAMENTE: Si con el número de religiosas que
hay no hemos podido desempeñar cumplidamente y con
aquel esmero, cuidado y atención, que corresponde al
crecido número de niñas, según nuestros deseos y a que
nos obliga nuestro instituto, confesamos con verdad
que los progresos de la enseñanza no han sido mayores
por haber sido la mies mucha y los operarios pocos.

Este es, Ilmo, señor, el estado actual de este


convento de enseñanza, el que hemos procurado
establecer con la mayor formalidad posible, guiadas
por el libro de nuestro instituto y por las frecuentes
instrucciones que hemos pedido y recibido de las
Reverendas Madres Prioras de los conventos de España
particularmente de la Madre Micaela Veraíz, Priora del
de Tutela de Navarra, y de la Madre Petronila Apérregui,
del de la Real Isla de León, quienes con el mayor
celo, amor y eficacia (particularmente la última) han
procurado instruirnos, y a quienes reconocemos como
a nuestras verdaderas fundadoras. En suma: el colegio

322 Colección Bicentenario


interior de educandas necesita de mayor extensión y
comodidad, aún cuando no se aumentase el número de
las que hay actualmente. Las escuelas para las niñas
de la calle piden mayor desahogo del que hoy tienen, y
de algunos fondos para proveer a las verdaderamente
pobres, de los materiales necesarios para sus ejercicios
y labores. Y aumentando el número de unas y otras
educanda, es de absoluta necesidad el de aumentar el
de las religiosas para su enseñanza. Por cuyas razones
nos hemos tomado la satisfacción de exponer a V. S. I.
lo que le pareciere más conveniente sobre el seguro de
que esta Comunidad obedecerá ahora y siempre muy
gustosa en este y en cualquier otro asunto sus menores
insinuaciones.

Puesta a los pies de V. S. I. su más humilde hija


en el Señor.

María Magdalena Caycedo de la Santísima


Trinidad. Priora.

Colección Bicentenario 323


Ordenanzas para la dirección y gobierno
de la escuela que instituyó y fundó en esta
ciudad de Santa Fe Don Pedro de Ugarte
y doña Josefa Franqui su legítima mujer,
formados por sus sobrinos y patrones Don
Antonio y Don Nicolás de Ugarte 86

Santa Fe, 2 de diciembre de 1801.

/f. 347/

Primera: Se destina para habitación y morada


de las niñas y maestra y para la enseñanza privada y
pública de las de la calle, la casa que los Fundadores
cedieron para ello, lo qual está situada en la calle de San
Cayetano, que hace esquina bajando a mano derecha,
y continua por la aparte de arriba con casa de Don
Nicolás de Ugarte, uno de los patronos.

Segunda: Se le contribuirá anualmente a la


maestra con la cantidad de cincuenta pesos, además de
la comida, que deverá [sic] dársele juntamente con las
niñas, comiendo en comunidad, y el vestuario decente
y necesario, según pide la honestidad y lo hallasen
conveniente los patronos.

Tercera: Igualmente se contribuirá a las niñas


con la comida y vestido, que los patronos les pareciese,
todo el tiempo que permanezcan en la casa, bajo la
disciplina y gobierno de la maestra.

Cuarta: Se nombrará la maestra por el Patrono


Patronos que por tiempo fuesen a su voluntad,
procurando que sea una mujer instruida en la Doctrina
Cristiana, libre de vicios, especialmente del de la
86 BNC: Sala de Libros Raros y Curiosos. Protocolos. Instrucción Pú-
blica. Fol. 347-352v.

324 Colección Bicentenario


embriaguez, y que sea persona de buenas costumbres,
prudente, mansa y afable, porque nadie da lo que no
tiene, y en los muchachos, aún más que la lección y la
viva voz, se le suele pegar el ejemplo de sus maestros,
mayormente /f. 347v/ en estos lugares donde las
muchachas sobre ser generalmente advertidas por
naturaleza, son dóciles y fácilmente susceptibles de
cualquier impresión: y que sepa leer, escribir y, coser y
las demás labores de mano que debe saber toda madre
de familia para governar [sic] una casa, haciéndolas
capaces, y hábiles para que puedan dirigir y enseñar a
otros.

Quinta: La maestra a quien todas las niñas


estarán sujetas y obedientes hará que cumplan con
sus encargos para que no descaresca [sic] el loable
Régimen, que más adelante se dirá: procurando el que
todas estén bien asistidas y cuidadas, según la necesidad
de cada una.

Sexta: La misma tendrá particular cuidado en


que todas sirvan y trabajen igualmente, variando los
oficios, para que todas se instruyan en los ministerios
de la casa no permitiendo de ninguna de las maneras
división, ni separación entre ellas.

Séptima: Recibirá la maestra, a las niñas que se


destinaren por el patrono o patronos; y les representará
verbalmente cuando se quieran salir para que estos
puedan hacer que se entregaren a sus deudos.

Octava: Dará aviso la maestra a los patronos


de las faltas y necesidades que hubiese en la casa, así
en punto a mantenimiento, como a vestuario, para que
tomen la providencia que mejor les pareciese, llevando
razón y cuenta de los gastos diarios y extraordinarios,
los que deberán los patronos aprobar según viesen que
convenga en servicio de la obra pía.

Colección Bicentenario 325


Nona: El número de las niñas que deberán /f.
348/ vivir en la casa bajo la dirección de la maestra,
será de doce, según la fundación y el estado actual de las
rentas, pero si estas se disminuiesen [sic], entrarán los
patronos las que contemplasen que se pueden mantener,
dejando a su arbitrio y discresión [sic].

Décima: No podrán entrar en dicha casa,


sino aquellas que fuesen huérfanas de padre o madre;
o de ambos, mediante que el fin de esta fundación,
es principalmente para aquellas huérfanas que son
abandonadas, y que no conocen ni tienen persona que
las cuide, ni les tenga obligación.

Undécima: Procurará la maestra que las niñas


sean rara vez visitadas de sus parientes, o de su padre o
madres si os tubiesen [sic] y siempre que lo practiquen,
será delante de la dicha maestra, y en días de fiesta por la
inquietud y alteración que esto pueda causar a las niñas,
y aún a la misma casa, en la que no podrá recibir dicha
maestra persona alguna, y especialmente hombres, aun
que sean religiosos y mucho menos tener convites ni
refrescos, por cortos que sean, teniendo siempre a la
vista que será muy responsable a Dios y a los Patronos,
si lo contrario hiciese.

Duodécima: No podrán los patronos entrar en


la casa para la educación y enseñanza a las niñas que
no tubiesen seis años cumplidos, e igualmente a las que
pasasen de doce o trece, porque los malos hábitos que
puedan traer contraídos, no perjudique a la inocencia
de las demás niñas, pero las que se hubiesen criado
desde pequeñas en la casa /f. 348v/ permanecerán
en ella, aun que tengan más edad hasta su acomodo y
conveniencia.

Trece: Se permitirá una criada de trabajo,


y especialmente para la cocina, que ayude en todo
aquello, que las niñas no puedan ejecutar, y que sirve

326 Colección Bicentenario


para el común servicio de la casa, satisfaciéndole ésta
en la comida y vestuario, según le pareciese al Patrono
o Patronos, sin cuyo consentimiento no la podrá recibir
la maestra.

Catorce: Se procurará ejercitar a las niñas, no


sólo en las labores y habilidades de manos, sino también
en los trabajos de cocina, chocolate, lavadero y limpieza
de la casa, repartiendo a algunas por semana a estos
ministerios conforme le pareciera a la maestra, para
que se habitúen y habiliten en todo lo concerniente, al
servicio de una casa y familia.

Quince: Asistirá continuamente la maestra


a la sala de labor todos los días, que más adelante se
mencionarán, a enseñar y repartir la labor que pueda
corresponder a cada una y les arreglará sus obras y
palabras y la quietud y aplicación que deben observar
en las horas destinadas para el trabajo de manos, lectura
y planas, dándoles siempre que lo necesiten saludables
correcciones, y no bastando estas, un moderado castigo
para su enmienda.

Diez y seis: En las horas señaladas se enseñará


y explicará la doctrina cristiana, haciéndolas observar
los tiempos de silencio, lección y devociones y las
instruirán en el modo de leer y escribir, asistiendo con
ellas a todos los actos de comunidad, /f. 349/ como es
cuando tengan que salir de la casa, al tiempo desayuno,
comida y cena, para que aprendan las reglas de la buena
crianza.

Diez y ocho: Se observarán puntualmente


el repartimiento de horas y distribución de tiempo,
acomodando a la calidad y edad de las niñas de modo
que no tengan ociosidad y que siempre estén ocupadas
sin fatigas ni molestias, y tengan tiempo para las
devociones; labores y alguna diversión honesta.

Colección Bicentenario 327


Distribución de horas:

De seis a ocho levantarse, dar gracias, lavarse,


oir misa, peinarse y desayunarse. De ocho a once y
media el exercicio o escuela de costura, lección doctrina
y escribir. De once y media o doce diversión. De doce a
la media comer. De la media a la una limpiar y componer
las cosas de la mesa y cocina. De una a dos diversión.
De las dos a las cinco lo mismo que se exercitó de ocho
a once y media, de cinco a seis diversión. De las seis a la
media lección espiritual. De seis y media a siete rosario y
examen de conciencia. De siete a la media cenar. De seis
y media a las ocho /f. 349v/ conversación espiritual, de
ocho a la media acostarse.

Además de los capítulos y distribución que van


insertos, deverá [sic] la maestra obligar a todas las
niñas que confiesen y comulguen todos los domingos
primeros del mes, sin que en estos pueda dispensarlas no
habiendo justas causas que lo impidan, como son la falta
de edad para ello, o alguna enfermedad o indisposición
que se lo prive.

Todos los años en el mes diciembre el Patrono o


Patronos, con asistencia de alguna persona eclesiástica
que en la casa de le escuela sean examinadas todas las
niñas no solo en punto a costura, sino también en cuento
a la doctrina cristiana, leer y escribir, para que de este
modo se impongan los Patronos de los adelantamientos
y progresos que se deben esperar, sin que esto obste
el que los Patronos entre año estén a la mira de sus
operaciones, y de así se observan estas ordenanzas para
poner el remedio conveniente.

Mediante a que por la fundación se manda que


la Maestra no solo instruya y enseñe a las doce niñas
dotadas, sino también a las que quisieran asistir de la
calle, deberá dicha maestra admitir y enseñar a las que

328 Colección Bicentenario


voluntariamente concurriesen, sin más dotación, que la
que queda señalada bajos las advertencias siguientes:

Primera: Que siendo como es una sola Maestra


deberá precisamente poner a las niñas de la calle para
la enseñanza juntamente con las que viven en la misma
casa.

Segunda: Que habrá escuela todos los días del


año /f. 350/ menos los domingos y demás días festivos
de precepto de misa y las tardes de los jueves, y durará
el ejercicio por la mañana de ocho a once y media y por
la tarde de dos a cinco.

Tercera: Que nunca permita en su escuela


libros, ni papeles que no sean edificativos y de buena
doctrina.

Cuarta: Que todos los jueves y los sábados por


la tarde precisamente, sea la enseñanza y lección que se
de y haga del catecismo y para que esta sea con el fruto
que corresponde deberá dicha Maestra de tiempo en
tiempo dividir en las clases, que considere convenientes,
según su edad y adelantamiento, a todas las niñas y
señalar a cada una la parte del catecismo que debe llevar
estudiado de memoria para que la reciten y respondan
preguntándoles ella, o ellas mismas entre sí, las unas a
las otras, según lo tuviese por conveniente, sin permitir
que ninguna deje de dar razón de la parte que le hubiese
señalado, y haciendo que las que no estubiesen [sic] en
estado de aprender nada de memoria por su corta edad,
oigan y atiendan a lo que se preguntase y respondiese.

Quinta: Que dicha Maestra imponga a todas las


niñas la ley de que volviendo de la escuela a sus casas,
lo primero que hagan a mañana y tarde sea besar las
manos a sus padres y madres, en señal de reverencia
y /f. 350v/ respeto, y cele con todo cuidado sobre su
observancia.

Colección Bicentenario 329


Sexta: Que dicha Maestra nunca disimule
en la escuela la mentira, y que en aquel estilo que
pide la primera edad, sin fatigar a las niñas, les hable
de la vanidad y sensualidad, de la hosiosidad [sic] y
borrachera y demás vicios y consecuencias en esta y en
otra vida, y los que consigo trae la falta de veneración
y respeto a los mayores, apoyando lo que sobre estos
puntos que les dijese con algún exemplo breve y claro.

Séptima: Que cuando alguna niña faltase de la


escuela sea de su cargo saber de sus padres la razón que
para ellos hubiese havido [sic].

Octava: Que la primera atención de la Maestra


deberá ser el conocer el carácter, inclinación y genio
de sus discípulos y sus virtudes y vicios, porque con
estos conocimientos podrá dar muchos documentos y
lecciones y hacer muchas advertencias.

Nona: Que por mañana y tarde dará principio


a los exercicios de su escuela haciendo indicadas las
señal de la cruz y los actos de fé, esperanza y caridad,
y recitando una salve a María Santísima y un padre
nuestro a San José, sin que jamás se de por dispensada
de esta ley.

Décima: Que al tiempo de salir las niñas de


la escuela recen tres padres nuestros y tres Aves
Marías de rodillas. El primero por los hociosos [sic],
borrachos, malos casados, envidiosos y sensuales para
que el señor abra sus ojos, y los convierta /f. 351/
a su corazón y no permita que la muerte los coja en
pecado. El segundo por los padres y madres de familias
para que Dios les comunique abundantes luces y gracia
para criar sensatamente a sus hijos. Y el tercero por los
fundadores y bienhechores de esta escuela.

Undécima: Que ordene a sus discípulas no se


presenten en la escuela sino lavadas y peinadas.

330 Colección Bicentenario


Duodécima: Que nunca podrá ocupar a ninguna
niña de ninguna calidad, ni condición que sea en la
labor de manos, ni en otros ejercicios, ni ocupaciones
que digan relación al servicio de su persona.

Trece: Que uno de sus primeros cuidados


será siempre hacerse amable de los Padres y amable y
terrible de sus discípulas; porque lo primero conseguirá
su conducta, y los modelos propios de su Ministerio;
y lo segundo podrá corregir y castigar a las díscolas
y delincuentes, cuando diesen justo motivo para ello,
teniendo siempre a la vista que son niñas con las que
trata, y que es necesario llevarlas con suavidad y dulzura
para hacer más fructuosa y útil la enseñanza.

Catorce: Que deberá con el mayor cuidado


guardarse de hacer aceptación de personas en castigos
ni en premios, por ser este el medio más oportuno para
hacerse respetable entre ellas, y, mantener la disciplina
y buen orden de su /f. 351v/ escuela, y para que sus
discípulas desde su primera edad se habitúen a respetar
esta parte de la justicia que tanto contribuye a la
felicidad del género humano, y la sepan cuando adultos
observar en la parte que les pudiese tocar.

Quince: Que cuando las reprehensiones que


hiciese fuesen de palabra, procure que siempre que
sean graves y serias, según lo pidiesen las cosas y sus
circunstancias; pero sin propagarse con ningún motivo
en ellas, ni excederse en los términos de la razón, ni
la crianza, ni permita que jamás se le escape una sola
respiración que pueda ser injuriosa o afrentosa para
aquella a quien corrigiese; lo que fácilmente conseguirá
si se abstuviese de corregir a nadie por urgente y
ejecutiva que sea la causa, que para ello, inconvenga
[sic], cuando estuviese enojada o airada.

Diez y seis: Que al ingreso de dicha Maestra al


oficio y una vez cada mes, y especialmente el día que

Colección Bicentenario 331


se nominase para el examen de las doce niñas dotadas,
se lean en dicha casa, juntas y congregadas las niñas
y Maestra estas ordenanzas, para lo que se entregará
a dicha Maestra una copia de ellas, guardándose el
original en poder del Patrono.

Estas son las reglas y capítulos bajo de que


juzgamos que pueda ser bien regida la Escuela, que
instituyó y dotó nuestro tío Don Pedro de Ugarte
/f. 352/ y su legítima mujer Doña Josefa Franqui,
no dudando que por medio de ellas, siempre que
debidamente se obserben [sic], se logre de lleno
el objeto de este establecimiento y que las niñas se
instruyan en los primeros elementos de la vida civil y
cristiana. Santafé y Diciembre dos de mil ochocientos
y uno.

JOSÉ ANTONIO DE UGARTE

332 Colección Bicentenario


Imágen 15

7. Hacia una sola voz

Colección Bicentenario 333


Imágen 14

334 Colección Bicentenario


Expediente formado para el
establecimiento de una escuela de
primeras letras en el pueblo de
Lloró y el de Quibdó 87

Lloró, 17 de agosto de 1807

/f. 289/

Pedimento del Protector

Señor Gobernador Político y Militar: El


Protector de la Comunidad de Indios del Pueblo de
Nuestra Señora de la Concepción de Lloró dice:

Que aquellos naturales deseosos de que su


posteridad salga del estado de barbarie en que la mayor
parte han estado sumergidos ellos, y sus antecesores
han convenido en el establecimiento de una Escuela
de Primeras Letras como uno de los medios o quizá
el único que en el día puede adaptarse al intento. Con
este objeto, están prontos a pagar en cada tercio un
peso de plata, cada uno de los Tributarios, y Mandones
para la dotación del Maestro que gradúa el Protector
podrá señalársele de doscientos cincuenta o trescientos
87 AGN: Anexo. Instrucción Pública. T. VI. Fol. 298-307v.

Colección Bicentenario 335


patacones al año, y como de la exhibición de los Naturales
debe sepultar la cantidad de cuatrocientos poco más o
menos con respecto a los que actualmente se alistan,
se hallará un sobrante de ciento o ciento y cincuenta
pesos de plata que podrán aplicarse a la dotación de una
Muger [sic] de conducta e instruida en la Religión, y en
las obli- /f. 289v/ gaciones de su sexo, y que se dedique
a instruir en la Doctrina Christiana , a leer, a coser, etc,
a las Indias pequeñas. Del mismo modo en la recepción
del Maestro de Primeras Letras, parece al Protector
que se deberá tener presente que sea un hombre de
conducta y de alguna instrucción, no sólo en las tres
artes de leer, escribir y contar sino principalmente en la
Doctrina Christiana y en los puntos de buena crianza,
política y educación, cuyas facultades deberá enseñarlas
con el amor y paciencia que exigen unos jóvenes que
como sus progenitores no han tenido hasta el día de
este género de educación, ni de ninguna otra. Con
esta consideración se hace preciso que el Maestro al
enseñarles la Doctrina Christiana y demás puntos de
su cargo, como igualmente al instruirlos en la lectura,
escritura y aritmética, proceda más bien con maña, que
con rigor en la atención a la debilidad de los Discípulos
y de sus Padres, que al notar en sus hijos algún disgusto
no tendrían embarazo en retirarlos ocultamente de la
Escuela quizás para no volver ni uno ni otro ni a la
Escuela ni al Pueblo. La dotación del Maestro parece al
Protector que no podrá ser absolutamente fixa en caso
de que no se establezca la Maestra para la educación de
las Indias Jóvenes, porque entre un tercio y otro suele
haber alguna diferencia en el número de Indios, causada
por enfermedades, muertes o ausencias.

Para ocurrir a este inconveniente se puede


establecer que cuando falte alguna cantidad para llenar
la dotación de ambos Preceptores /f. 290/ se les
reparta a prorata [sic] a los que consten en la lista del
tercio en que suceda, y cuando resulte algún sobrante,
se vaya depositando en poder del Cura, o Corregidor

336 Colección Bicentenario


para invertirlo con el tiempo en alguna obra útil a la
comunidad. El modo de recaudar el importe de las
dotaciones parece más fácil y seguro que sea el de
que el Corregidor les cargue en cuenta de cada tercio
los ocho reales asignados para este establecimiento y
que los Preceptores se entiendan con él para percibir
la respectiva dotación. Como los utensilios necesarios
para la educación de los Jóvenes de ambos sexos esto
es las cartillas, catones libros, y papel blanco han de
constituir un ramo costoso en el País, sobre el que nada
se ha providenciado hasta ahora, parece al protector que
el Gobierno se sirva comisionar al Cura y Corregidor
de aquel Pueblo para que arbitren lo mejor y menos
perjudicial a la comunidad y a los Maestros, pensando
en adquirir el importe de estos efectos con algún
género de trabajo en que se pueda invertir a los mismos
jóvenes adaptable a sus fuerzas y a la buena inversión
del tiempo, o bien en algún otro proyecto que como
que tienen conocimiento de la población se les pueda
presentar. = Baxo estos principios el Protector de la
Comunidad de Naturales del Pueblo de Lloró implora
la protección del Gobierno para el establecimiento de
las Escuelas para la Educación de los jóvenes de ambos
sexos de aquella comunidad, y pide, que el mismo
juzgado se sirva dictar las Providencias oportunas al
/f. 290v/ mejor fundamento de estas fundaciones que
han de resultar en servicio de ambas Magestades y
en beneficio del público. Quibdó Mayo ocho de 1807.
Manuel Scarpeta de Roo.=

Quibdó once de Mayo de 1807= En atención a lo


representado por el Protector de Naturales del Pueblo de
Lloró Dn. Manuel Sacarpeta de Roó, y a la importancia
del establecimiento de que trata para la educación y
enseñanza de la Juventud de aquella Comunidad con
el objeto de instruirla en la Doctrina Christiana y
Primeras Letras según lo propone remítase original
su representación al Corregidor de aquel Partido Dn.
Francisco Xavier de Conto para que convoque a todos

Colección Bicentenario 337


los Mandones y que estos ratifiquen judicialmente su
voluntad y conformidad con lo que tienen ofrecido por
medio del citado protector y evacuada esta diligencia
que devolverá el Corregidor se procederá por este
Gobierno a lo demás que corresponde conveniente a
dicho establecimiento. Así lo proveo, mando y firmo
yo Don. Carlos de Ciaurríz Capitán de Infantería,
Gobernador Político y Militar de estas Provincias del
Chocó actuando con testigos por no hallarse restituido
el Escribano.= Ciaurríz= testigo Bonifacio Salazar
testigo Vicente Olaechea Inmediatamente pase noticia
de lo resuelto en el anterior Decreto al Protector de
Naturales del /f. 291/ Pueblo de Nuestra Señora
de la Concepción de Lloró firma =Scarpeta-Salazar
Lloró diez y seis de Mayo de 1807= Hallándose en
la actualidad todos los Mandones con la comunidad
de ellos ausentes de este Pueblo, cosechando sus
granos para su subsistencia, e irrogárseles perjuicio el
convocarlos, por la considerable distancia que media;
se suspende la diligencia mandada practicar, hasta el
veinte y quatro del entrante mes que se hallarán todos
los congregados en este dicho pueblo.

Ratificación de los Indios Mandones.

Así lo proveí, mandé y firmé con testigos por


falta de Escribano Francisco Xavier de Conto=testigo
Francisco Robledo =testigo Luis José Etayo=Lloró
veinte y cinco de junio de 1807= Convocados el día de
ayer los Mandones de la Comunidad de los Naturales de
este Corregimiento, Gobernador Dn. Simón Quiruda,
Maestro Campo Dn. Jacinto Debasa, y a los Capitanes
Dn. José Bugamá Dn Luis Fequia, y Dn. Jacinto
Caybueda, les hice saber, y entender el pedimento de
su Protector Dn Manuel Scarpeta, y Decreto en su
consecuencia proveído por el Señor Gobernador de las
Provincias, e inteligenciados de uno y otro, dixeron,
Que aunque es cierto expresaron a su dicho Protector

338 Colección Bicentenario


en el término de la Visita la conformidad de ellos en la
contribución de los ocho reales de plata en cada tercio
con el objeto del establecimiento /f. 291v/ de la Escuela
que se refiere, después prudentemente de acuerdo con
su Comunidad han reflexionado, serles bastantemente
gravosa esta pensión, pareciéndoles proporcionada
la de quatro reales, en cada tercio por cada Indio
tributario que resulte por sus respectivas listas a lo que
voluntariamente se constituyen responsables; baxo de
cuyo concepto podrá el Señor Gobernador dictar las
providencias que considere oportunas, para que tenga
efecto el establecimiento de dicha Escuela. Y para que
conste por diligencia forma, firmo la presente, que se
devuelva original autorizándola con testigos por falta
de Escribano=Francisco Xavier de Conto=Francisco
Robledo=testigo Luis José Etayo Novita veinte y
seis de julio de 1807=Por recibido con la precedente
diligencia que ha practicado el Corregidor del pueblo
de Lloró en cumplimiento de lo que se le previno por
el Decreto de once de Mayo último; y visto lo que en
ella consta haber expuesto los indios Mandones de
la Comunidad de dicho Pueblo; se atiende por este
Gobierno admitiendo la promesa que hacen, y ratifican
para contribuir quatro reales en cada tercio del año
por cada uno de los Tributarios con el objeto de lograr
el establecimiento de la Escuela de que se /f. 292/
trata según representó el Protector a nombre de los
enunciados Mandones que entonces prometieron
hacer la contribución de ocho reales en los términos
expresados para que el protector que se encargase de la
educación de los niños tuviese la necesaria subsistencia
con el producto de la contribución de todos aquellos:
sobre que considerando su número que excede a poco
más de doscientos se estima por ahora suficiente la
dotación que resulta dexando reservados los arbitrios
posibles para aumentarla si con exactitud se solicita
por el Corregidor Dn. Francisco Xavier de Conto y
el Cura Doctrinero Dn. Manuel Alberto Guerrero, un
Matrimonio cuyas personas de buena vida y costumbres

Colección Bicentenario 339


sean capaces de exercer cumplidamente la respectiva
enseñanza de los niños, y niñas por separado los unos
de los otros a fin de efectuar lo que tiene propuesto el
Protector. Pero si no lo franqueare la dicha solicitud,
procederá el mismo Corregidor de acuerdo con el
citado Cura a formar por Capítulos la Instrucción que
debe regir la enseñanza con la distribución de horas
para la de primeras letras, y Doctrina Christiana, como
también para que asistan a oír Misa concurriendo
el Preceptor con los Discípulos, y/reglándose al
intento todo lo que pueda meditarse conveniente para
este importante cristiano establecimiento que debe
verificarse sin pérdida de tiempo proponiéndosele a
este Gobierno por el dicho Corregidor de acuerdo con
el Cura, la persona que estimaren idónea para que se
le confiera el nombramiento de Preceptor, a cuyo fin
devuélvase al primero este expediente para que le de
puntual cumplimento a lo proveído =Ciaurriz= Ante
mí Lozano= Cumpliendo con lo que el anterior Decreto
se previene procede del Corregidor del Pueblo de
Lloró, de acuerdo con el Cura del mismo a puntualizar
el Plan de Escuela para la Enseñanza de los Naturales
de ambos sexos del citado pueblo.

Instrucción baxo cuyos capítulos debe arreglarse


el Maestro de Primeras Letras.

Capítulo I. A las seis de la mañana se


presentarán todos en la Escuela vestidos y con aseo;
allí leerá el Maestro la tabla, llamando a cada uno por
su nombre, para ver si falta alguno; practicada esta
diligencia, los mandará poner en dos filas, y comenzará
a rezar la Doctrina Christiana en voz alta y despacio
para que todos vayan repitiendo lo mismo que se les
dice: concluida la Doctrina les pondrá lecciones, que
estarán repasando hasta la hora de Misa que será /f.
293/ a las ocho; luego que esta se toque tomará uno de
ellos la Cruz (que debe estar siem- pre en la Escuela) y

340 Colección Bicentenario


poniéndose en la puerta, irán todos los demás ordenados
en dos filas detrás de ella, y el Maestro que los presidirá
entonará, o hará que se entone una parte de la Doctrina
Christiana alternando con preguntas, y respuestas por
cada fila: de esta suerte irán por la calle hasta entrar
en la Iglesia, en cuya puerta dexarán de cantar, y
entrarán con el mismo orden hasta la nave principal,
donde se arrodillarán cuidando el Maestro, del respeto
y compostura con que deben estar en la Casa del Señor.
Concluida la Misa volverán con igual orden, cantando
hasta llegar a la Escuela donde dexando al Maestro se
retirarán a desayunarse.

Capítulo 2. A las nueve volverán a la Escuela,


estarán repasando sus lecciones hasta la diez en que las
recibirá el Maestro: de esta hora hasta las once se les
enseñará la tabla, y explicará un punto de Ortografía y
otro de Policía.

3. A las dos de la tarde, se empezará el ejercicio,


enseñándoles otra parte de la Doctrina, hasta las tres,
en que se les pondrá lecciones que repasarán hasta las
cuatro; a esta hora las tomará el Maestro, y concluirá
hasta las cinco, explicando un punto de Religión,
refiriendo siempre aquellos d e Mayor necesidad para
la salvación.

4. El Jueves y Sábado de todas las semanas,


se empleará esta última hora de /f. 293v/ la tarde
en disponerlos para que oigan misa con devoción
instruyéndoles lo que contiene cada una de las
ceremonias de este alto sacrificio y también enseñándoles
lo que deben practicar para recibir el Sacramento de la
Penitencia y el de la Eucaristía. Los sábados por la tarde
se rezará el Santo Rosario para concluir el exercicio.

5. Como el principal objeto de esta Escuela sea


la Instrucción de los Indios, y la ignorancia de estos ser
general, se ha procurado invertir el mayor tiempo de

Colección Bicentenario 341


su instrucción en los rudimentos de nuestra Santa Fé
como que son el fundamento de toda buena educación,
y por lo mismo parece inútil proponer un Plan que
abrace otros ramos de enseñanza; pues el más sencillo
será desde luego el más acomodado en el actual estado
de dichos Indios a quienes, cuando estén instruidos en
los dogmas de nuestra creencia, se les podrá dedicar a
las artes, en que seguramente harán progresos.

6. La Maestra de las Niñas observará el mismo


método con la diferencia de emplearlas en la costura, y
oficios domésticos, según que los hombres se ocupan
de leer y escribir; y por consiguiente, así ésta como el
Maestro celarán, de que unos con otros, no se traten en
su idioma, sino en nuestro castellano, para que de algún
modo pierdan su lenguaje.

7. Y considerando para el efecto con la


inteligencia, y capacidad necesaria a Antonio Vivas y su
mujer Trinidad de Llanos, que desde luego desempeñarán
la obligación a que /f. 294/ se constituyen: se disputan
a estos para que si el Señor Gobernador lo tuviese a
bien, se digne aprobarlo, dictando la providencia que
juzgue oportuna, para que los autorice, quedando al
cuidado del citado Señor Cura, el emplear su acreditado
Pastoral Ministerio en hacerles así a los Maestros, como
a los párbulos [sic] que compongan la Escuela a todas
aquellas exortaciones [sic] conducentes al mejor éxito
de tan importante objeto. Y firmando ambos la presente
diligencia, devuélvase al Juzgado de donde dimana
como se previene. Lloró 17 de agosto de 1807=

Francisco Javier de Conto= Manuel Alberto


Guerrero=

Quibdó diez de septiembre de Mil Ochocientos Siete.

Por recibido este expediente que devuelven el


Corregidor y el Cura Doctrinero del Pueblo de Lloró

342 Colección Bicentenario


con el plan de Instrucción formada por ambos para
el establecimiento de la Escuela de Primeras Letras
y enseñanza de los niños de ambos sexos de aquella
comunidad proponiendo para Maestros a Antonio
Vivas y su Muger Trinidad de Llanos como personas
aparentes para el desempeño de este importante
encargo. Apruébase todo por este Gobierno y en
su virtud el Corregidor cuidará de contribuir a los
electos la cantidad que resulte liquida de las listas de
los Tributarios según la oferta hecha por los Indios
Mandones en la Diligencia practicada con fecha de 25 de
junio último disponiendo de cuerdo con aquel Párroco
que se dé principio a la enseñanza desde le día primero de
Octubre próximo; y para que así se verifique remítaseles
copia autorizada del expediente para que se archive en
dicho pueblo, entregándoles a los Maestros testimonio
de la instrucción con inserción de este Decreto para
que se arreglen literalmente a lo proveído en ella. Y
con el objeto de que este útil y piadoso establecimiento
reciba toda la autoridad necesaria y siga en adelante
sin oposición alguna; se lo remitirá otra copia íntegra
del expediente al Excelentísimo Señor Virrey del Reino
para que si fuere de su superior aprobación se digne de
expedir la correspondiente providencia y hágasele saber
al Protector Don Manuel de Scarpeta. Así lo proveo,
mando y firmo yo el Gobernador Político y Militar de
estas provincias actuando con testigos por no hallarse
restituido el Escribano = Carlos de Ciaurríz = testigo
Bonifacio Salazar= testigo Vicente Olaechea= En once
del corriente hice saber lo proveído e el anterior Decreto
/f. 295/ al Protector de Naturales del Pueblo de Lloró
Dn Manuel Scarpeta quien impuesto firma= Manuel
Scarpeta de Roó= Salazar testado= Protector=

Colección Bicentenario 343


Expediente formado para el establecimiento
de una escuela de primeras letras
en el pueblo de Quibdó capital de la
provincia del Citará con el objeto
benéfico de conseguir la civilización de los
indios de su corregimiento 88

Quibdó, 24 de septiembre de 1807.

/f. 299/

Pedimento del Protector.


Señor Gobernador Político y Militar = El
Protector de naturales de esta Pueblo dice: Que siendo
si principal obligación y como el alma de su empleo
contribuir y proporcionar el bienestar político y civil
de estos vasallos tan amados por su soberano que
funda todas sus delicias en proporcionarles las mayores
ventajas, no puede menos que alabar la generosidad con
que Ud, ha procurado llenar los deberes de su Gobierno
promoviendo el útil establecimiento de una Escuela de
Primeras Letras.

En efecto éste parece ser él único medio que les


proporciones desenrollar las ideas que el Criador grabó
en sus corazones en el instante de su formación, y les
será también para que conozcan lo que deben a su Rey,
a sus Ministros, a su Patria, y a sí mismos. Todas estas
obligaciones indispensables en un racional civilizado,
han hecho seguramente que se cuide con esmero de
la educación de los Indios. Las leyes parecen dictadas
por ellos mismos, pues no atienden sino a su mayor
utilidad y ninguna cosa vemos tan recomendada en
ellos como su instruc- /f. 299v/ ción no sólo en los
primeros rudimentos, sino en todo ramo de literatura
concediéndoles en el Libro Primero título veinte y
dos Ley Primera y siguientes de las Municipales la
88 AGN: Anexo Instrucción Pública. T. 4. Fols 289-307.

344 Colección Bicentenario


fundación de Universidades y Estudios públicos, y
manifestándose en todas ellas el ardiente deseo de la
cultura de los habitantes de este nuevo globo como
la principal mira de su conquista = Estas infelices
Provincias han sido las únicas que no han disfrutado de
la beneficencia de su Católica Magestad [sic] en esta
parte, y por esto se puede afirmar que sus naturales son
los más salvajes de todos los subordinados a su mando,
siendo tanta su miseria e ignorancia que en todo este
Pueblo no se numeran seis individuos que sepan lo
necesario para salvarse.

¡Ah! ¡Que lagrimas de ternura no vertiría [sic]


nuestro Soberano si esta noticia llegase a sus oídos!,
y que Gloria para el Gobierno de Ud. Si se establece
como ha propuesto una Escuela en donde no sólo se
les enseñen las primeras letras sino también la Ciencia
de Dios! Este pensamiento me llena de entusiasmo, y
me hace considerar a Ud, como un nuevo Esdras que
sólo desea propagar la ley en su Pueblo que la había
olvidado. Es pues, Señor, ya que Dios ha sugerido a
Vuestra Merced un pensamiento /f. 300/ tan útil, y al
mismo tiempo necesario y único, ya que su Majestad le
ha colocado en un Empleo en donde pueda realizarlo,
ya que los indios todos lo desean y le piden solo resta
que se nombre el Sugeto [sic] que ha de enseñar y se
ocurra a la Superioridad para de este modo perpetuar el
establecimiento, que así parece al Protector.

Decreto del Gobierno

Quibdó Abril veinte y nueve de mil ochocientos


siete años = Francisco Antonio de Lloreda = Otro sí
digo: Que para la dotación del Maestro que se nombre
han ofrecido todos los Naturales tributarios, y Mandones
contribuir con ocho reales de plata por tercio cada uno
de ellos, que es lo mismo que dos pesos fuertes al año:
y así mismo la construcción de casa a sus expensas

Colección Bicentenario 345


donde deben asistir para su educación y enseñanza
la Juventud con su Maestro: ut supra = Lloreda =
Quibdó cinco de Mayo de mil ochocientos y siete =
En vista de lo que expone en lo principal y Otro sí: el
Protector de Naturales de este Pueblo de San Francisco
de Quibdó Capital de la Provincia del Citará sobre el
establecimiento de una Escuela de Primeras Letras y
Educación de los niños de su comunidad; procédase a
ratificar lo que prometen los mandones de ella a cuyo
fin se presentarán en este gobierno con asistencia de
su Protector el día ocho de l /f. 300v/ corriente a las
diez de la mañana como se les hará saber y evacuada
esta diligencia se providenciará todo lo concerniente a
la importancia de este asunto. Así lo proveo, mando y
firmo yo Don Carlos de Ciaurríz Capitán de Infantería
Gobernador Político y Militar de estas Provincias del
Chocó y Subdelegado general de la Real Hacienda
actuando con testigos por no hallarse restituido el
Escribano=Ciaurríz= testigo Vicente Olaechea =.

En ocho del corriente hice saber al presente el anterior


Decreto y firma=Lloreda=

Salazar= Y luego practiqué igual diligencia con los


yndios [sic] Mandones de esta Capital lo que anoto
yo el testigo actuario = Salazar = Quibdó ocho de
Mayo de Mil ochocientos siete = En consecuencia de
lo mandado en el Decreto precedente se presentaron
en este Gobierno las personas del Cacique Gobernador
y Mandones de los Naturales de este Pueblo quienes a
presencia de su Protector Don Francisco Antonio de
Lloreda inteligenciados /f. 301/ de lo que este tiene
propuesto a nombre de ellos para el establecimiento de
la Escuela de Primeras Letras ; se ratificaron unánimes
para que tenga efecto por medio de la contribución
que ha ofrecido y así mismo la construcción a su
costa de la casa que debe servir para la enseñanza y
morada del Preceptor. Y para que así conste lo firma
Su Merced el dicho Gobernador con el Protector de los

346 Colección Bicentenario


mencionados Mandones por ante los testigos actuarios
por no haberse restituido el único Escribano Ciaurríz=
Francisco Antonio de Lloreda= testigo Bonifacio
Salazar= testigo Vicente Olaechea= Quibdó once de
Mayo de Mil ochocientos y siete= Constando por la
antecedente ratificación la unánime conformidad del
Cacique Gobernador y Mandones de los Naturales de
este Pueblo para el Establecimiento de la Escuela de
Primeras Letras en los mismo términos que ha propuesto
su Protector como aparece en la representación que
tiene hecha; se aprueba por este Gobierno en todas sus
partes y en consecuencia de la piadosa intención de Su
Magestad como se lo encarga particularmente uno de
los Títulos de la Merced que se dignó hacerle del de estas
Provincias. Y para que subsista dicho establecimiento
con /f. 301v/ el arreglo, orden y distribución que deba
adaptarse; se formará una Junta autorizada por dicho
Gobierno con asistencia de su Lugar-teniente la del
Señor Cura de esta Santa Iglesia Parroquial y la del
Protector baxo de cuyo celo y protección permanezca
sin interrupción la enseñanza y aprovechamiento de los
niños, su educación christiana, y civilización de que hasta
ahora han carecido. Por tanto la misma Junta nombrará
por Preceptor una persona que tenga instrucción buena
forma de letra y asimismo acreditada su conducta y
costumbres quien precisamente se gobernará ceñido a
las reglas que se dictaren por la misma Junta a cuyos
individuos se les pasará noticia con el recado político de
estilo para su inteligencia y verificado todo se dará al
Excelentísimo Señor Virrey del Reyno con testimonio
legalizado del expediente para que con su superior
aprobación se logre la perpetuidad de tan importante y
útil establecimiento en servicio de ambas Magestades.
Así lo proveo, mando y firmo yo el Gobernador Político
y Militar de estas Provincias del Chocó actuando con
testigos por no hallarse restituido el Escribano=Carlos
de Ciaurríz=testigo Bonifacio Salazar= testigo Vicente
Olaechea= Intercontinenti hice saber el /f. 302/
anterior Decreto al Protector de Naturales y firma

Colección Bicentenario 347


=Lloreda=Salazar= En el propio día pasé noticia a los
demás individuos que componen la Junta, de lo resuelto
en dicho Decreto lo que anoto=Salazar= Y luego
impuse a los Indios Mandones de lo dispuesto en el
antecedente Decreto lo expongo para que así conste=
Salazar=.

Decreto: Quibdó diez y siete de septiembre


de mil ochocientos siete=Visto este expediente en que
no se ha continuado diligencia alguna por la ausencia
de este Gobierno a la Provincia de Novita: para su
conclusión cítese a Junta para el día diez y nueve del
corriente, y cúmplase todo lo demás que se previene
en el Auto de once de Mayo último. Así lo proveo,
mando y firmo yo el Gobernador Político y Militar de
estas Provincias del Chocó actuando con testigos por
no hallarse restituido el Escribano= Ciaurríz= testigo
Bonifacio Salazar= testigo Vicente Olaechea=.

Instrucción dada por la Junta para que el


Preceptor ceñirse reglas prescribe [sic]

En el pueblo de San Francisco de Quibdó Capital


de la Provincia del Citará de esta Gobernación del
Chocó a los diez y nueve días del mes de Septiembre de
Mil ochocientos siete: en cumplimiento de lo mandado
en el Decreto que precede: juntos y congregados en
/f. 302v/ la Sala de su Despacho su merced el Señor
Gobernador, su Lugar teniente Don José María Valencia,
el señor Cura Doctrinero Doctor Don Manuel Borrero,
y el Protector de estos indios Naturales Don Francisco
Antonio Lloreda; y precedida la conferencia necesaria
para tratar del arreglo método y distribución con que
debe manejarse el importante asunto de la Escuela de
Primeras Letras para la Educación y enseñanza de los
indios jóvenes de ambos sexos; acordaron unánimemente
el Plan y disposiciones siguientes:

348 Colección Bicentenario


1ª. A las seis de la mañana se presentarán todos
en la Escuela vestidos y con aseo, leerá el maestro la
tabla llamando a cada uno por su nombre para ver si
falta alguno; esta diligencia los mandará poner en dos
filas, y comenzará a rezar la Doctrina Christiana en
voz alta, y despacio para que todos vayan repitiendo lo
mismo que se les dice: concluida la Doctrina les pondrá
lecciones, que estarán repasando hasta la hora de Misa
que será a las 8, luego que esta se toque tomará uno de
ellos la Cruz (que debe estar siempre en la Escuela) y
poniéndose en la puerta, irán todos los demás ordenados
en dos filas detrás de ella, y el Maestro que los presidirá
entonará, o hará que se entone una parte de la Doctrina
Christiana alternando los coros con preguntas, y
respuestas de esta suerte irán por la calle hasta entrar
en la Iglesia, en cuya puerta dexarán de cantar, y
entrarán con el mismo orden hasta la nave principal,
donde se arrodillarán cuidando el Maestro, del respeto
y compostura con que deben estar en la Casa del Señor.
Concluida la Misa volverán con igual orden, cantando
hasta llegar a la Escuela donde dexanrán al Maestro se
retirarán a desayunarse.

2ª. A las nueve volverán a la Escuela, estarán


repasando sus lecciones hasta la diez en que las recibirá
el Maestro: de esta hora hasta las once se les enseñará
la tabla, y explicará un punto de Ortografía y otro de
Policía. A las dos de la tarde, /f. 303v/ se empezará el
ejercicio, enseñándoles otra parte de la Doctrina, hasta
las tres, en que se les pondrá lecciones que repasarán
hasta las cuatro; a esta hora las recibirá el Maestro,
y concluirá hasta las cinco, explicando un punto
de Religión, refiriendo siempre aquellos de Mayor
necesidad para la salvación.

3ª. El Jueves, y Sábado de todas las semanas, se


empleará esta última hora de la tarde en disponerlos
para que oigan misa con devoción, explicándoles
lo que contiene cada una de las ceremonias de este

Colección Bicentenario 349


alto sacrificio, y también enseñándoles lo que deben
practicar para recibir el Sacramento de la penitencia y
el de la Eucaristía. Los sábados por la tarde rezarán el
Santo Rosario para concluir el exercicio.

4ª. Como el principal objetivo de esta Escuela


sea la Instrucción de los Indios, y su ignorancia es
general, se ha procurado invertir el mayor tiempo de
su instrucción en los rudimentos, de nuestra Santa Fé
como que son el fundamento de toda buena educación:
y por lo mismo parece inútil proponer un Plan que
abrace otros ramos de enseñanza o que se enseñe de
otro modo; el más /f. 304/ sencillo será sin disputa el
más acomodado en el actual estado de los Indios. Con
el tiempo quando [sic] estén instruidos en los dogmas
de nuestra creencia, se les podrá dedicar a las Artes en
que seguramente harán progresos.

5ª. La Maestra de mugeres observará el mismo


método con la diferencia de emplearlas en la costura y
oficios domésticos, según que los hombres se ocupan en
leer y escribir.

6ª. El Cura cuidará de la exactitud de los


Maestros, y empleará su Ministerio pastoral en hacerles
sus exhortaciones en la escuela.

7ª. Y concurriendo en Don Luís José de Etayo


y su muger Doña Luisa Herrera las circunstancias que
se requieren para la enseñanza y educación de dichos
jóvenes desde ahora los nombra esta Junta quienes
empezarán sus tareas desde el día 1º de Octubre próximo
cuidando el Corregidor de Naturales de contribuirles la
cantidad que resulte liquida de las listas, y tiene ofrecida
los Indios Mandones a nombre de su comunidad en la
propuesta de este establecimiento y entrégueseles copia
autorizada de esta instrucción para que se arreglen a
ella en todas partes. Y /304v/ compulsándose dos
testimonios íntegros de este expediente se le entregará

350 Colección Bicentenario


el uno al anunciado Corregidor para su inteligencia y la
de sus sucesores, y el otro se le dirigirá al Excelentísimo
Señor Virrey del Reyno para su superior aprobación
Así lo proveyeron, mandaron y firmaron los Señores
que componen esta Junta actuando con testigos por
impedimento del único Escribano =Carlos de Ciaurríz=
José María Valencia=Doctor Manuel Borrero=
Francisco Antonio de Lloreda= testigo Bonifacio
Salazar= testigo Vicente Olaechea=testado=contrinbu-
no vale=enmendado Protector=Vale.

Es copia del expediente original formado para


el establecimiento de la Escuela de Primeras Letras de
este Pueblo a que me refiero. En cuyo testimonio lo
certifico y firmo yo el Gobernador Político y Militar de
estas Provincias del Chocó actuando con testigos por no
hallarse restituido el Escribano. Quibdó y Septiembre,
veinte y cuatro de mil ochocientos siete años.

Carlos de Ciaurríz.

Testigo Bonifacio Salazar. Vicente Olaechea


De Oficio Corregidor

Colección Bicentenario 351


El Teniente Gobernador de Nóvita y el Cura
Vicario sobre
establecimiento de escuela y arbitrio para el
sueldo del maestro 89

Novita, 1809

/f. 62/
El teniente governador [sic] de Novita y el cura
vicario superintendente de estas provincias representan
a la superioridad la necesidad que hay de establecer una
escuela pública y suplican se apruebe la propuesta que
hacen del fondo que debe sacarse del ramo de carnicería,
para el maestro que debe destinarse.

Santafé, Marzo 20 de 1.809

Al licenciado asesor
Rubrica
Leyva

Santafé, Marzo 21 de 1.809

Al Señor Fiscal

No habiendo nada más religioso y loable que


promover la educación pública de los pueblos, nos
ha parecido muy a propósito representar a Vuestra
Excelencia la suma necesidad que tiene este vecindario
de una Escuela de primeras letras en la que puedan
instruirse y educarse los niños de todas las clases del
Estado, en los principios religiosos y civiles que hagan
su futura felicidad y la del suelo en que nacieron. I
quanto más interesante será esta fundación si sirve al
mismo tiempo de enseñar a los hijos de los indios; de
89 AGN: Colonia. Colegios. t. 1. fol. 61 - 63v

352 Colección Bicentenario


unos indios que se hayan sepultados casi en la misma
barbarie e ignorancia que tubieron [sic] desde la
conquista?

I habrá medio más oportuno y fácil para libertar


sus futuras generaciones de la calamidad espiritual y
temporal que miserablemente padecen? Habrá objeto
más interesante ni más digno de compasión y acendrado
zelo patriótico de Vuestra Excelencia?

Bustamante

/f. 62v/

Excelentísimo Señor:

El fiscal de lo civil dice:


Que en esta representación se supone remitirse
plan de escuela para la superior aprobación de Vuestra
Excelencia el cual no le ha pasado. Por lo que o debe
agregarse; o esperar que se mande sino ha llegado; para
en su visita exponer su concepto.

Tampoco consta el importe de los propios de


Novita sobre cuia venta debe cargarse la renta del
maestro, que haya de servir en ella, para saberse lo que
quede sobrante; expresándolas precisas y de necesidad.
Y que Vuestra Excelencia fuere servido/f. 63/ podrá
mandar que el tesorero que informa lo execute así.

Santa Fe, marzo 25 de 1.809

Frías

Santa Fe, abril 7 de 1.809

Como lo dice el Señor Fiscal

Colección Bicentenario 353


2 rúbricas
Bustamante

Para este establecimiento este lugar tiene propios


fundados en la carnicería y expendio de serdos y con solo
deducir de este fondo público doscientos pesos de plata
anualmente, se puede establecer la indicada escuela, pues
falta sujeto de providad y de regular instrucción que se
ofrezca ser maestro de ella por tan corto sueldo, que a
no necesitarle para su precisa subsistencia y la de su
numerosa familia, estamos persuadidos enseñaría a los
niños gratuita y libremente según el zelo patriótico que
en todas ocasiones ha manifestado. Tal es su carácter
e índole de Narciso Hurtado a quien proponemos a
Vuestra Excelencia como digno de este encargo y de
la confianza pública manifestada tantas veces en el
esmero y fraternal amor con que ha más de seis meses
instruye a los niños, siempre alguno tanto en el esmero
y fraternal amor con que ha más de seis meses instruye
a los niños, siempre alguno tanto en la religión como en
la primeras letras, pero lo que hace más recomendable
a éste buen patriota en que aún en los ratos de recreo
exercita a los niños en los principios de la disciplina
militar, cuya práctica puede producir con el tiempo
grandes ventajas al Estado.

Así es que confiados en la innata bondad e


ilustrado zelo que caracteriza Vuestra Excelencia
para hacer la felicidad de las provincias que felizmente
govierna, esperamos aprobará y autorizará el plan de la
escuela y del maestro que tenemos el honor de proponer
a Vuestra Excelencia, como propio de nuestro deber y
de la paternal beneficencia del primer gefe del Reyno.

/f. 63v/
Nota:
En la Escrivanía no se ha recivido y tampoco en
la secretaría.

354 Colección Bicentenario


Rubricado

Nuestro Señor dilate la importante vida de


Vustra Excelencia muchos años.

Capital de Novita y febrev [sic] 24 de 1809.

Para el cumplimiento de lo mandado de libre


orden al Teniente de Novita.

2 rúbricas

En 25 de los mismos se sacó copia de las


antecedentes superiores providencias y vista fiscal que
le precede para comunicarse al Teniente de Novita y
por el seis de mayo entrante fojas 1 con incersión [sic]
de las notas de Escrivanía y Secretaría.

Colección Bicentenario 355


Imágen 16

8. Un orden reglamentario

Colección Bicentenario 357


Imágen 17

358 Colección Bicentenario


Expediente sobre la formación de una
casa de estudios
y escuela de primeras letras en la ciudad
de Coro 90

Coro, 1 de marzo de 1816.

En la Muy Noble y Leal Ciudad Mariana de Coro,


a diez y nueve de febrero de mil ochocientos diez y seis,
Su Señoría Ilustrísima el doctor Rafael Laso de la Vega,
Obispo electo de Mérida de Maracaibo y su Gobernador
del Consejo de Su Majestad, dijo: Que respecto a que de
la visita hecha en este día de la casa que a dirección del
Venerable Presbítero doctor Nicolás de Talavera se está
acabando de componer para estudios al mismo tiempo
según allí se le informó se ha de destinar una pieza para
escuela de primeras letras, siempre que el Muy Ilustre
Ayuntamiento dote competentemente al Maestro, y que
esto no se ha podido verificar hasta ahora; careciendo
por otra parte la Ciudad de un beneficio tan necesario;
debía mandar a mandaba se trajeren a la vista los
documentos que por parte de la jurisdicción eclesiástica
90 AEM. Esta pieza fue publicada en la compilación de Idelfonso Leal
titulada Documentos para la historia de la educación en Venezuela (Vol. 87. Bi-
blioteca de la Academia Nacional de Historia. Fuentes para la Historia Colonial
de Venezuela, 1968. p. 379-388.).

Colección Bicentenario 359


hubiere, y que puesto de ellos razón a continuación de
este expediente, se pidiere informe al expresado doctor
Talavera, hecho se devolviese al despacho. Y por este
que Su Señoría Ilustrísima proveyó así lo dijo, manda y
firma de que doy fe.

Rafael,
Obispo electo de Mérida de Maracaibo.

Ante mí,
José Dionisio Arriaga,Notario público y de
visita.

In continenti el Venerable Vicario don José


Perfecto de Lugo, exhibió a Su Señoría Ilustrísima los
documentos que se mandan, y sólo se encuentra en
ellos, una multa de diez pesos de una dispensa; otra de
trescientos pesos, y otra de cuarenta. Y de un legajo de
recibos que ha manifestado don Pablo Ignacio Arcaya,
como Albacea del difundo Vicario bachiller don Juan
Francisco Varela, consta al número ocho de dicho
legajo; que quedaba celebrada la compra de la casa
que fue del Padre cura don José Antonio Atienza, con
don Francisco Javier Morles, en setecientos cincuenta
pesos con su muebles; en cuya virtud el mismo Morles
les percibió doscientos pesos del Vicario bachiller don
Juan Francisco Varela, como consta de dicho recibo en
veinte y dos de diciembre de mil ochocientos ocho. Y
últimamente recibió el último resto del mismo Vicario,
como consta de recibo cuyo tenor es como sigue: Conste
que el señor Vicario bachiller don Juan Francisco Varela,
me ha satisfecho la cantidad de cuatrocientos ochenta y
cinco pesos, último resto de los setecientos cincuenta
pesos en que ha vendido mi cuñado el señor Cura y
Vicario bachiller don José Miguel de Betancourt, la casa
que fue del Presbítero don José Antonio de Atienza, y
cargaba a censo don José Antonio de Atienza. Coro,
once de septiembre de mil ochocientos once. Javier

360 Colección Bicentenario


Morles. Lo que pongo por diligencias para que conste,
doy fe,
Arriaga, Notario.

Ilustrísimo señor Obispo.

Cumpliendo con el auto de visita, debo expresar


que el Ilustrísimo señor obispo doctor don Santiago
Hernández Milanés, antecesor de Vuestra Señoría
Ilustrísima, compró por mi mano una casa contigua a
la de don José del Pino, en la calle del a contaduría,
frente de la de don Gertrudis de Talavera, con el
fin importante de que sirviera para la enseñanza de
latinidad y moral en jóvenes que sin salir de su país
se instruyeran y pudieran recibir órdenes mayores
para auxilio o provisión de los curatos. El catedrático
precisamente debía ser sacerdote, no sólo por la mejor
doctrina de los jóvenes, sino también porque en los
lances de urgencia de ésta parroquia, haya sacerdote
que sirva. Que la renta por ahora fueran doscientos
pesos, los cuales, provisionalmente contribuiría dicho
señor obispo anualmente cien pesos, yo cincuenta y mi
sobrino doctor don Mariano los otros cincuenta. Que
las capellanías que no tuvieran pretendiente llamado
se le declarasen al referido catedrático, y las misas
vacantes se le franquearan en remuneración de sus
fatigas por la limosna sinodal. Que siempre que el muy
noble, fiel e ilustre Ayuntamiento de ésta ciudad dotara
un Maestro de primeros rudimentos en doscientos
pesos anuales de los propios, asignara yo una pieza de
la casa que fuera capaz para los niños y el Maestro. Que
el dicho catedrático voluntariamente podía enseñar los
mencionados rudimentos entretanto como estimara
conveniente, sin perjuicio del estudio de latinidad. Que
se procurara que don Francisco Javier Morles, vendedor
de la casa, otorgara escritura pública con expresión de
libre de todo gravamen, lo cual no se ha conseguido
sin embargo de muchos requerimientos. Que procurara

Colección Bicentenario 361


cuidar la enunciada casa de modo que no fuera en
deterioro, haciéndose siempre responsable el nominado
señor obispo, que con efecto lo ha ejecutado aunque
falleció el expresado señor obispo con las miras de que
siendo para estudios eclesiásticos, colegio conciliar, o
para los padres de la Compañía de Jesús según el prelado
eclesiástico estimase más justo desde luego cuanto he
consumido y consumiere lo cedo a beneficio de tan
importante objeto, u otro semejante que con el tiempo
acuerde el señor obispo diocesano, con lo cual concluyo
dejando a la discreción de Vuestra señoría Ilustrísima,
el establecimiento de las escuelas conforme gradúe
que corresponde al más pronto aprovechamiento de la
juventud. Coro, marzo 2 de 1816.

Nicolás de Talavera.

ESCUELA PÚBLICA

Reglamento: por el Alcalde de 2ª nominación al Muy


Ilustre Ayuntamiento para combinar con el parecer de vuestra
Señoría Ilustrísima.

Artículo 1°

Dando por supuesta la prosecución de la Escuela


Pública para la enseñanza juvenil, facilitada ya por Su
Señoría Ilustrísima la casa que debe dedicarse al efecto,
sólo resta, que acordado el Muy Ilustre Cabildo el
sueldo con que deba dotarse el Maestro, sirva éste bajo
sus auspicios siéndole arbitrario quitarlo, sin que tenga
acción a pedir la causa de su relevo. Que éste sea mayor
de 25 años, de irreprehensible conducta, cristiandad,
y piadoso, cual requiere la educación pública que se le
confía.

362 Colección Bicentenario


Artículo 2°

Que de cuenta propia sea dicho Maestro buen


lector, escribiente, Aritmético;, y siendo posible que
tenga algunas nociones de Geometría, Trigonometría
plana y dibujo, pues regularmente quedan la mayor
parte de los niños sin otra instrucción, que la que
adquieren en la Escuela.

Artículo 3°

Que por circunstancia precisa debe sufrir un


examen de dos inteligentes de la satisfacción del Cabildo,
en lo tocante a primeras letras, y otro del señor Vicario,
o Cura, en aprobación de la doctrina.

Artículo 4°

Que la elección de libros sagrados que hayan de


usarse en la Escuela, sea privativa del Vicario, o cura
delegado para ello, y no a otro alguno.

Artículo 5°

Que en permitiéndolo las facultades del Cabildo,


sea provista la escuela de alguna colección de libros
instructivos de Aritmética, Geometría, Trigonometría
Plana, Geografía e Historia; papel, plumas, tinta,
pizarras, y demás recaudos, a fin de que los infelices no
arguyan imposibilidad a su instrucción.

Artículo 6°

Que los niños de Escuela vistan uniformados


de algún lienzo oscuro que contribuya al aseo y clase
actual. Que a las seis de la mañana estén en la escuela,
de donde a la hora asignada, saldrán a misa en dos filas
acompañados del Maestro. A las ocho de ella obtendrán
permiso para ir a almorzar por media hora. A las once

Colección Bicentenario 363


les tomará la lección, corregirá sus planas, y despedirá
hasta las tres de la tarde, que deberán estar reunidos,
y estudiar hasta las cinco y media que haga igual
operación.

Artículo 7°

Que los niños alaben al Santísimo Sacramento


siempre que entren o salgan de la Escuela, y besen la
mano a su Maestro. Que éste tenga cuidado lo verifiquen
siempre que entre en la Escuela cualquier sacerdote o
religioso; empero siendo particular, aunque de rango,
sola la alabanza dicha. Que a las horas que toque el reloj,
cante el Maestro en voz alta; Ave María; Discípulos: Sin
pecado concebido; Maestro: Bendita y alabada sea la hora
en que Jesucristo encarnó, y subió a los cielos; Discípulos:
Amén.

Artículo 8°

Que los viernes por la tarde se tome la lección a


las cuatro y media, dejando el tiempo limitado para ir a
la Iglesia mayor dicho Maestro y niños, donde andarán
en Viacrucis. Que los domingos y festividades por la
tarde, practique igual reunión a rezar el rosario, visita
los altares; y explicación de la doctrina cristiana, sin
permitir falte ningún alumno.

Artículo 9°

Siendo tan necesaria como útil la corrección en


los niños, puede el Maestro imponerles, y ejecutarlas, de
forma que sean más bien para ruborizarlos, y dirigirlos
por la senda de la virtud, que para maltratarlos, ni
ultrajarlos en manera alguna; y así no deberá usar
más instrumentos que la palmeta, y disciplina de diez
canelones cuando más, y que sea puramente de hilo, sin
mixtura, ni alambre. Que a los de mayor edad no se les

364 Colección Bicentenario


pueda pegar más de doce azotes por una vez, ni más de
dos palmadas en cada mano al aire.

Artículo 10°

Será una de las obligaciones más sagradas del


Maestro vigilar, e indagar que los niños no jueguen
barajas, dados, u otros prohibidos, que no blasfemen de
Dios ni de los Santos, que no digan palabras obscenas e
indecentes. Y en aquellos cuyos vicios sean inveterados,
precedida la corrección sin fruto, debe advertirlo a su
Padre y otros superiores hasta conseguir la enmienda;
sin que admitan tales casos parvidad de materia.

Artículo 11°

Por ningún pretexto consentirá el maestro que


los niños lleven a la Escuela dinero, ni muebles robados
de sus padres, ni hagan cambalaches, ni trueques. Y
guárdese mucho el Maestro de recibir de éstos finezas,
ni dádivas las más leves; a menos que sean directamente
de mano de sus padres, de quienes solamente podrá
obtenerlas que le franqueen.

Artículo 12°

Que en los casos de algún achaque momentáneo,


o cuasi momentáneo, u otra contingencia legítima,
deberá el Maestro poner un suplente a su costa que no
desdiga, ni altere el orden regular, ni se irrogue la más
leve falta; más en lo que sea de consideración, proveerá
de remedio el Cabildo como arbitrio, en todo lo que
estime conducente al mejor éxito. Es mi sentir, salvo
melioris. Coro, 10 de marzo de 1816.

Narciso de Cereceda.

Colección Bicentenario 365


Ilustrísimo señor Obispo.

Hemos recibido el oficio de V.S. Ilustrísima,


con fecha 6 del corriente, en que nos da a entender la
propensión que tiene a contribuir con toda su protección
para recordar la escuela de primeras letras que se halla
entorpecida; damos a Vuestra Señoría Ilustrísima las
gracias por su beneficencia, hemos acordado que el
Señor Alcalde 1° confiera con Vuestra Señoría el mejor
medio que haya para dicho establecimiento.

Dios guarde a Vuestra Señoría Ilustrísima


muchos años. Sala Capitular de la Muy Noble y Leal
Ciudad Mariana de Coro, y marzo 11 de 1816.

José de Arcaya Narciso de Cereceda.


Pablo Ignacio Arcaya. Luis José Miguel Bile.

Ilustrísimo Sr. Obispo Electo de Mérida de


Maracaibo.

En la Muy Noble y Leal Ciudad de Coro, a


doce de mayo de mil ochocientos diez y seis, después
de haber conferenciado Su Señoría Ilustrísima con el
señor Alcalde cuanto se tuvo por conveniente, y según
los justos deseos del Muy Ilustre Ayuntamiento,
acordaron, no se pierda tiempo en el establecimiento
de dicha escuela, y que a ser posible se dé principio el
próximo lunes por la tarde diez y ocho del corriente,
aunque solo sea para abrir la puerta de la pieza que por
ahora a ella haya de servir, y se forme lista de los niños
que hayan de concurrir a su enseñanza dejándoseles
emplazado que al siguiente día concurran a la Iglesia
y comience a observarse el reglamento formado por
el señor Alcalde de segunda nominación don Narciso
de Cereceda que aprobaron; y que corriendo por ahora
disposición del doctor don Nicolás de Talavera, quien
haga provisionalmente las veces de Maestro, corra
también a su cargo el cobro de los réditos caídos, y que

366 Colección Bicentenario


se causaren de los principales ya fundados, y que por lo
mismo se ejecute por los futuros censos entretanto por
parte del Muy Ilustre Ayuntamiento no se acabaren
de completar los trescientos pesos que ha tenido por
bien señalar como renta necesaria para la sustentación
decente del Maestro, pudiendo acordar con el presente
señor Alcalde qué cuota mensual hayan de contribuir
los niños, y quiénes eximirse de ella, según el alcance
de los fondos con que en la actualidad se cuenta, como
rentas, y de efectivo producto. Su Señoría Ilustrísima
rogó no se suspendiese por mucho tiempo la elección del
Maestro, pues siendo como debe ser movible ad mutum,
no h ay mucho riesgo en el acierto. Así lo dijeron y
acordaron, entregándose copia al señor Alcalde para
que lo haga presente al señor Gobernador y en Cabildo,
y queden satisfecho de habérselos complacido, y firman,
de que doy fe.

Rafael, José de Arcaya.

Obispo electo de Mérida de Maracaibo.

Ante mí,
José Dionisio de Arriaga,
Notario Público y de visita.

Colección Bicentenario 367


Reglamento para las escuelas de la provincia
de Antioquia formado por el orden
del Gobierno 91

Medellín, diciembre 6 de 1819.

Discurso Preliminar
El medio más cierto para hacer a un pueblo feliz,
es establecer un perfecto método de educación.
El Marqués de Becaria.

Nada hay más importante al bien de la sociedad


que el establecimiento de colegios y cuerpos literarios
bajo de planes arreglados, donde se instruya a la
juventud en el estudio de la ciencias, de las artes y de
las bellas letras. Son los jóvenes la parte más preciosa
del género humano, y como unas tiernas plantas en
que están encerradas las semillas del heroísmo y de la
virtud, que fomentadas con el riego de la enseñanza
debe fructificar algún día en beneficio de la religión y
de la patria. Todos los padres de familia que estiman
a sus hijos con un amor sólido y juicioso, están
persuadidos de que no pueden hacerles mayor beneficio
que procurarles el cultivo del espíritu con el estudio de
las ciencias, y entregan gustosos estas tiernas prendas
de su cariño en los colegios, con el mismo designio con
que el labrador encomienda el fértil grano a la tierra
en la esperanza de más abundantes frutos. La historia
no ha olvidado manifestarnos el cuidado y la aplicación
que todas las naciones políticas han tenido en instruir la
juventud. Ellas estaban persuadidas (y con razón) que
para tener ciudadanos amantes de la equidad y de la
justicia, magistrados que velasen por el bien de la patria,
y soldados que la defendiesen, era preciso formarlos en
91 B.N: Sala de Investigadores. Sala 2ª No. 12767 p. 155 – 179.

368 Colección Bicentenario


el estado de las letras. La sabiduría, en cuando es un
complejo de todos los conocimientos útiles al hombre,
es la base y el fundamento principal de la felicidad
pública. Si se trata de formar los pactos sociales de los
pueblos de reglar la conducta y religión, de fijar límites
a los Estados, de declarar la guerra o establecer la paz,
de adelantar el comercio, de cultivar la tierra, de decidir
sobre la vida, honor e intereses de los particulares, la
sabiduría es quien decide, y su dictamen el que dirige
todas las operaciones. En la cabaña humilde del pastor
no es menos respetable su autoridad, que en el Consejo
Supremo de la Nación. Hasta la gloria militar, que
parece no tener cosa alguna de común con las letras, está
dependiente de sus preceptos. Las grandes empresas no
sólo necesitan el valor del corazón y la fuerza del brazo,
sino también la eficacia del raciocinio y la penetración
del discurso: ni sería bastante para conseguirlas el saber
pelear, si no se supiera discurrir. La gloria militar sin las
letras sería a manera de un paralelo, o una exhalación
muy brillante, pero de corta duración.

“Sin la pluma de Homero (así habla el elocuente


autor del Espectáculo de la Naturaleza) no lograría
Aquiles más nombre que el de otros famosos héroes
que pelearon en la guerra de Troya. La gloria militar
de los romanos no habría excedido la duración de
su imperio, si hubieran poseído las armas y no las
letras. El mismo siglo que se gloria de haber tenido a
Augusto, no celebra menos a Virgilio. Las conquistas de
Alejandro no habrían pasado probablemente los límites
de la Grecia, si Aristóteles con sus observaciones no
facilitara el curso de sus empresas; ni aquel monarca
ambicioso habría destruido el florentísimo Imperio de
los persas, si éstos no hubieran sido más ignorantes
que los griegos. El mismo Alejandro (como refiere
Quinto Curcio) lloró al ver el sepulcro de Aquiles,
considerándose infeliz en no encontrar otro Homero
que celebrase sus acciones, Filipo padre de Alejandro,
se gloriaba más de haber dado a su hijo un maestro

Colección Bicentenario 369


sabio, que de haber conquistado la Grecia, y muchas
veces se vio obligado a confesar que había sido mayor
estorbo a sus victorias la elocuencia de Demóstenes,
que las armas de los atenienses. Scipión, Pompeyo y
Julio César protegieron las ciencias como necesarias a
sus empresas militares; Scipión empleó a Polibio por
mucho tiempo en recorrer las costas del Mediterráneo
para formar planes. Pompeyo mantenía comercio con el
célebre Posidonio, y César debió más a su pluma que a
su espada. Las repúblicas más poderosas del universo,
Grecia y Roma, no llegaron al mayor grado de esplendor
y gloria sino cuando cultivaron las ciencias.”

Tan cierto es que para lograr la protección de


Marte, es preciso haber obtenido primero el favor de
Minerva. En fin, sea que consultemos la historia de los
siglos pasados, o que volvamos la vista a los presentes,
quedaremos convencidos de la verdad de esta máxima
importante: La nación sabia está destinada a mandar, y
la ignorante a obedecer.

Capítulo primero
Prevenciones generales

Artículo 1°. El maestro debe tomar para con


sus discípulos el ánimo y las inclinaciones de padre,
haciéndose cargo que está subrogado por la ley en lugar
de tal. En consecuencia, debe tratar a sus discípulos
con afabilidad, dulzura y amistad, sin declinar a una
familiaridad indecente, mirando siempre como su
principal obligación el adelantamiento y progreso
de aquellos niños que sus padres y la Patria le han
confiado.

Artículo 2°. Procurará con sus discursos y


ejemplo comunicarles aquella especie de dignidad y
rectitud que debe durar el resto de su vida; inspirándoles
en todas ocasiones reconocimiento al Creador, respecto

370 Colección Bicentenario


a sus semejantes, amor a la virtud y aborrecimiento al
vicio.

Artículo 3°. Tendrá cuidado de acostumbrar


a los jóvenes a una aplicación seria, comunicándoles
estimación y amor a las ciencias, excitando en ellos el
deseo de la sabiduría y disponiéndolos de antemano a
llenar dignamente los empleos y funciones a que los
llame la patria.

Artículo 4°. Estudiará el genio y carácter de


los niños para ponerse en estado de gobernarlos bien,
sin pretender ponerlos todos a un nivel. Unos son
conducidos por la dulzura, otros por el temor: a éstos
animan las alabanzas, a aquellos los hacen cobardes y
abandonados. Es preciso discernimiento y tino en una
materia donde el bien está tan cerca del mal y es fácil
confundirlos.

Artículo 5°. Aprovechará todas las ocasiones


de hablarles de la religión y de la virtud, elogiándolas
como merecen, presentándolas bajo de ideas ventajosas
como el mayor de los bienes, más digno de una criatura
racional, y que lo honrará siempre delante de Dios y de
los hombres.

Artículo 6°. Debe inspirarles un respeto


religioso por la verdad, hablándoles de la mentira y
simulación como de una cosa vergonzosa, que degrada
y envilece al hombre.

Artículo 7°. Debe asimismo acostumbrarlos


insensiblemente a la urbanidad; no a aquella urbanidad
tediosa, que consiste en ceremonias y cumplimientos
ridículos, sino aquella cortesanía noble y señorial
que consiste en el buen trato y amabilidad con sus
semejantes; en evitar la terquedad y espíritu de
contradicción en las disputas y conversaciones; en
hacer amable la sociedad, complaciendo con los demás

Colección Bicentenario 371


hasta cierto punto en lo que no perjudique a la virtud o
justicia; y finalmente, en sacrificar algo de sus propios
derechos por la conservación de la paz.

Artículo 8°. Conservará en sus castigos y


alabanzas aquel aire de superioridad que imprime respeto
y se hace obedecer, aquel espíritu de tranquilidad y
moderación que se posee a sí mismo, que tiene por guía
la razón y jamás obra por pasión ni capricho, evitando,
en cuanto sea posible, el tono áspero y ofensivo, que
produce aversión al estudio. Su modo de enseñar sea
sencillo y paciente aún con los rudos, sirviéndole de
complacencia responder a las preguntas que le hagan, y
acostumbrándolos a una justa y respetuosa libertad.

Artículo 9°. Evitará igualmente la severidad


demasiada, y la excesiva indulgencia. No castigará al
niño con pasión, cólera, ni alteración en semblante y
palabras, de modo que entienda y quede convencido
que se castiga por necesidad y no por capricho, porque
éste siempre irrita y nunca corrige. Las reprensiones y
castigos no han de ser ni demasiado largos ni demasiado
frecuentes, de modo que quiten a los niños la esperanza
de poder enmendarse.

Artículo 10°. Evitará también el castigo


de azotes, que ofende la modestia y tiene mucho de
indecente y bajo; subrogando otros, como el de la
palmeta, privación de ciertas diversiones y asuetos;
encierro por algunas horas, reprensión a vista de sus
iguales, y otros semejantes que dicte la prudencia y el
deseo de su enmienda. Pero en las clases de primeras
letras y gramática, podrán castigarse con azotes que no
pasen de seis, el irrespeto a sus maestros, las pendencias
y palabras indecentes con sus compañeros, y algunas
otras faltas notables contra la decencia y moral cristiana,
a fin de que la singularidad del castigo inspire horror a
estos defectos.

372 Colección Bicentenario


Artículo 11°. Procurará elevar el espíritu de los
niños al amor de la sólida gloria y virtudes religiosas
sociales, apartándose de la avaricia, de la vanidad y
de la ambición, llenando primero su corazón de estas
virtudes para poder comunicarlas más eficazmente a
sus discípulos.

Artículo 12°. El lujo es pernicioso a la sociedad.


Procurarán, pues los maestros acostumbrar a los jóvenes
a la modestia en el vestido, con lo cual les quedará esta
costumbre para el resto de su vida, se ahorrarán gastos
inútiles a los padres, y la República ganará mucho en
este importante ramo de educación pública.

Artículo 13°. Los estudiantes de todas clases,


y en todo lo relativo al estudio, están a disposición de
los maestros y no de sus padres. Se evitarán, pues, las
condescendencias que algunos tienen con sus hijos,
dándoles franqueza de faltar a los estudios con cualquier
pretexto. Siempre que la falta sea por alguna ocupación
precisa, lo acordarán los padres con el maestro; pero si
resultare de enfermedad, bastará le pasen el recado.

Artículo 14°. Para velar por mayor en el


arreglo de los estudios públicos, habrá un Director,
cuyas facultades y obligaciones señalará el Gobierno.

Artículo 15°. En todas las clases debe haber un


pasante que ayude al maestro, y supla sus ausencias y
enfermedades.

Artículo 16°. El tiempo de la ocupación de


los maestros será de ocho y media hasta las once de
la mañana, y desde las tres de la tarde hasta las cinco.
Lo restante del tiempo y días de asueto servirá a los
estudiantes, parte para recreo, y parte para aprender las
lecciones que se les haya señalado.

Colección Bicentenario 373


Artículo 17°. Los asuntos serán todos los días
de fiesta entera, los de precepto por la tarde, y el sábado,
en que también habrá estudio, si hubiese habido en la
semana algún día festivo o de precepto.

Artículo 18°. Los niños que sean absolutamente


desaplicados, o del todo ineptos, serán despedidos de las
aulas en virtud del examen anual. Este es un punto de
mucho interés. Los padres desengañados destinarán sus
hijos a otra ocupación útil: la República literaria quedará
purgada de miembros inútiles, y el Estado eclesiástico
recobrará su esplendor por medio de sujetos que unan
la probidad a la sabiduría.

Capítulo segundo
Reglas generales para la elección de maestros y
erección de escuelas

Artículo 1°. Para que éstos llenen sus deberes y


tengan de cerca quien cele su cumplimiento, haciéndolos
llevar a efecto el presente Reglamento, y serán los
Cabildos vicepatrones de dichas escuelas, y patrono el
Gobierno, quienes velarán en la religiosa observancia
de esta grande obra, que debe ser el fundamento de la
prosperidad pública.

Artículo 2°. El edificio que deba servir a los


estudios de todas clases, lo proporcionarán los Cabildos
de los fondos de propios, y en su defecto el Gobierno, de
los ramos destinados a este objeto, poniéndole las mesas
y asientos necesarios; él deberá ser en el centro de cada
lugar, si fuere posible, o en la parte más inmediata a
éste. Ha de ser saludable, y ventilado, y debe contener
un patio y huerta de regular capacidad.

Artículo 3°. En el método para el nombramiento


de maestros se procederá de este modo: llegado al caso
de hacerse, convocará el Presidente del Cabildo por

374 Colección Bicentenario


carteles a los pretendientes que quieran oponerse no
sólo en su Departamento sino en todos los demás de
la República, dirigiendo oficios al efecto: se señalará
el término de treinta días dentro del cual se han de
presentar, explicándose en los carteles las circunstancias
que deben concurrir en los pretendientes, y materias de
que deben estar impuestos, a las cuales debe reducirse el
examen; últimamente se les advertirá de los documentos
con que deben legitimar sus personas y justificar su
conducta pública en los lugares donde ha residido.

Artículo 4°. El examen se hará por una


comisión del Cabildo, en esta forma; para maestros de
primeras letras, un Alcalde Ordinario, un Regidor, el
Cura del lugar y dos vecinos conocidos por su probidad
y talento a elección del Cabildo, con asistencia del
Síndico Procurador General, sin voto. Los demás no
tendrán y la pluralidad decidirá la elección.

Artículo 5°. Debe reducirse el examen a leer


y escribir, Doctrina Cristiana, Aritmética, Gramática
Castellana y Ortografía. Darán los examinadores, por
escrito, el juicio que hagan de la actitud de cada opositor,
y fundada sobre estos dictámenes formará la comisión
su propuesta el Cabildo guardando la imparcialidad que
pide la justicia, y la imparcialidad que pide La justicia y
la importancia del acierto.

Artículo 6°. El examen de los puntos sobre


Religión, sus dogmas, preceptos y prácticas, por
principios claros y bien entendidos, tocará al Cura,
quien ocupando el primer lugar, después del Regidor,
hará sus preguntas, ceñidas a lo moral de la Religión
sin entrar en cuestiones teológicas.

Artículo 7°. Recibida la propuesta, nombrará


el Cabildo el maestro, y pasará el nombramiento al
Gobierno para que le libre el correspondiente titulo
en calidad de gratuito: éste lo presentará el interesado

Colección Bicentenario 375


al Mismo Cabildo y a los ministros de la hacienda
pública para la satisfacción de sus salarios, si estuviesen
asignados sobre estos fondos.

Artículo 8°. Para las escuelas de Gramática y


Latinidad se observará el mismo método, comisionando
el cabildo dentro de su seno, o fuera de él, sino tuviese
sujetos inteligentes, cinco vecinos honrados para que
hagan el examen que se reducirá a las materias propias
de esta clase y de que se hablará abajo.

Artículo 9°. Si los maestros no llenaran


debidamente sus obligaciones, o dieran ejemplo a
sus discípulos con su conducta rebajada, el cabildo
deberá removerlos, y subrogar otros que se interesen
constantemente en su aprovechamiento, así en lo moral
como en lo político. Mas para esto deberá preceder
información de tres testigos, y oír al maestro en un
breve y sumario juicio, confirmándose la sentencia en
caso de apelación por el Gobierno.

Capítulo tercero
Maestros de primeras letras

Artículo 1°. El ministerio de primeras letras,


así como es de los más laboriosos, por tener que
manejar una juventud todavía no acostumbrada a la
obediencia, y sin amor al estudio, es también de los
más estimables él pone los primeros cimientos de la
ilustración: los maestros que lo ejercitan bien, deben
tener un lugar distinguido en la sociedad, merecer la
gratitud de los padres de familia, a quienes dispensan
de unas obligaciones que tal vez no podrían cumplir
y son acreedores a que el Gobierno recompense sus
penosas y útiles tareas.

Artículo 2°. Los maestros deben poner mucho


cuidado en que los niños aprendan a leer y escribir con

376 Colección Bicentenario


toda la perfección posible, cuidando en lo primero que
pronuncien bien las cláusulas sin unirlas ni separarlas
fuera de tiempo, trastornando el sentido; y en cuanto
a lo segundo, que eviten aquellas letras que llaman de
moda, llenas de enlaces y rasgos que las hacen oscuras,
y desfiguran su carácter natural. La limpieza, unión
y sobre todo la claridad, son el mérito principal de la
buena letra.

Artículo 3°. Después que hayan aprendido los


principios de Religión por el catecismo de Fleuri o de
Pouget, continuarán leyendo la Gramática y Ortografía
Castellana de la Academia Española, señalándoles el
maestro un pedazo moderado que lleven de memoria
todos los días. A fin de que se le fijen los preceptos, cosa
que sería difícil sin esta precaución. Después continuarán
leyendo en la Escuela de Señoritas (igualmente aplicable
a los niños) y en el Telémaco, obras dignas del aprecio
de todos los hombres religiosos y sabios y capaces
de hacerles amable la virtud, antes que el vicio haya
entrado en su corazón.

Artículo 4°. Al tiempo de leer y escribir los


irá advirtiendo el maestro los defectos de ortografía
para que los enmienden, recordándoles las respectivas
reglas.

Artículo 5°. La Aritmética en todas sus partes


principales es uno de los ramos más importantes en
la escuela de primeras letras. El maestro tendrá un
cuidado particular en que los niños la prendan, como
también los primeros elementos de la Geometría.

Artículo 6°. Cada año a fines de noviembre, o


a principios de diciembre, presentará al público todos
los escolares en examen a que asistirá el ilustre cabildo,
como vicepatrono, y examinarán los otros maestros
de Gramática, Filosofía, etc., con algunos vecinos
escogidos al efecto, convidándose al vecindario para

Colección Bicentenario 377


que la solemnidad del acto excite la emulación, y haga
relucir el mérito de los de mayor talento y aplicación.
Pero no pudiendo hallarse todos en igual grado de
adelantamiento, el maestro señalará la materia sobre
que cada uno deba ser examinado, en el convite que
pase a los examinadores, dividiendo las materias por
clases.

Artículo 7°. La primera disposición del maestro


en su escuela será la de formar un libro en que vaya
asentado los nombres de los niños, que se lo presenten.
La partida expresará la fecha, la edad, padres, y estado
de enseñanza que tienen. Después formará otras tantas
listas, como clases en que estarán divididos, que para el
debido orden y más fácil método han de ser cuatro: la de
leer, la de escribir, aritmética y Doctrina, y últimamente
la de Geometría. La división de estas clases será sensible
y discretamente dispuesta en asientos de gradas, y
numerados, para que cada niño sepa donde debe sentarse
siempre, como que la graduación de asientos es la única
que denotará la antigüedad y adelantamiento en cada
uno.

Artículo 8°. A cada clase se le señalará un censor


eligiendo el más aprovechado y de mayor integridad y
conducta, que cele sus acciones, los ayude a instruir, y
procure que no estén ociosos mientras que el maestro
se aleja de los unos para aplicar su atención a los otros.

Artículo 9°. Para leer principiarán por la


cartilla y continuarán en los libros ya indicados. En
la clase de escribir se comenzará por la formación de
letras grandes uniformes entre sí.

Artículo 10°. En este tiempo o desde antes,


como el Director tenga por conveniente, dará principio
a la instrucción de la Doctrina Cristiana, por los libros
de arriba dichos.

378 Colección Bicentenario


Capítulo cuarto
Gramática y latinidad

Artículo 1°. Luego que los jóvenes estén


regularmente instruidos en lo que corresponde al
estudio de primeras letras, pasarán a la escuela de
latinidad. Comenzarán por aprender las declinaciones,
conjugaciones y reglas ordinarias de la sintaxis.
Mientras el tiempo nos proporciona otros métodos
mejores, se hará la enseñanza por la Gramática de
Nebrija u Hornero. El maestro hará que aprendan de
memoria las reglas principales que al efecto les señale.

Artículo 2°. Al mismo tiempo que empiezan las


reglas de la Gramática, comenzarán a traducir algún
autor fácil y agradable, colocando con exactitud las
palabras en su orden natural; y aplicando las reglas que
hayan aprendido añadiéndoles después las otras nuevas
a medida que vayan adelantando.

Artículo 3°. Enseñarán cada cosa con todos


sus fundamentos, instruyéndolos en principios y
reglas, sin darse demasiada prisa en que pasen a
otras no estando perfectamente instruidos en las que
anteceden; prefiriendo el método pausado y sólido al
rápido y superficial, que suele lisonjear más la vanidad
de discípulos y maestros, porque los atrasa o impide el
progreso de los estudios.

Artículo 4°. Después recorrerá sucesivamente


lo más útil y florido de los autores antiguos y modernos,
tanto poetas como oradores e historiadores, tales como
Virgilio, Horacio, Ovidio, Cicerón, Quinto Curcio,
Tito Livio, etc. Pero como sería imposible recorrer
íntegramente todos estos autores, el maestro les irá
escogiendo los pasajes más selectos de ellos, y haciendo
que aprendan algunos a la letra, para que ejerciten la
memoria, y la llenen de expresiones y frases elocuentes,
que adornan su estilo, y perfeccionen la elocuencia

Colección Bicentenario 379


natural; advirtiendo que a Virgilio debe leérsele casi
todo; y de Cicerón no pueden omitirse las Oraciones
Selectas, el Tratado del Orador, y los Diálogos de la
Vejez, y de la amistad.

Artículo 5°. No omitirá darles lecciones de


algunos pasajes de la Historia Sagrada, que estén al
alcance de los niños; para lo cual, y también para la
historia profana son de mucha importancia las selectas
de Rollin, en que no debe omitirse la historia de Tobias
llena de máximas y documentos admirables para la
juventud cristiana, y que les serán de grande utilidad
en todo el resto de su vida.

Artículo 6°. El maestro no deberá fijar tanto la


consideración en la Gramática o estudio de las reglas,
como en la latinidad e inteligencia de los buenos autores.
Al interpretarlos hará conocer a los niños en qué
consiste la perfección y belleza del estilo, advirtiéndoles
la diferencia del humilde, mediano y sublime, bajo y
elevado, pedante y majestuoso.

Artículo 7°. Teniendo los niños algún


conocimiento del latín, entrarán en la formación de
tesis, o (como se suele decir) composiciones, que deben
ser cortas, y no con excesiva frecuencia. Ellas deben
contener algún pasaje de historia o alguna verdad de la
Religión. Este ejercicio les sirve para poner en práctica
las reglas que han explicado de palabra, y hacer por
sí mismos la aplicación, imprimiendo en su espíritu
máximas de conducta, que trascienden a las costumbres,
y les duran hasta la vejez. El maestro tendrá cuidado
de hacerles notar la construcción y armonía de las
diferentes partes del discurso, la propiedad de las
palabras, la elegancia del estilo, el uso de las partículas
y la rectitud y solidez de las máximas.

Artículo 8°. Para facilitar y hacer más familiar


la inteligencia de la lengua latina, el maestro obligará

380 Colección Bicentenario


a los niños a hablar un rato en latín sobre algún punto
de historia o de moral, tomado de algún pasaje de los
autores que haya explicado.

Artículo 9°. Procurará que aprendan a la


letra los pasajes más selectos de los poetas, oradores e
historiadores, para que conserven en el depósito de su
memoria lo más precioso del genio y del talento.

Artículo 10°. No olvidará la poesía latina,


enseñándoles las reglas de sus diferentes especies de
metros, la naturaleza, perfecciones y defectos del poema
épico y dramático, en éste, la diferencia y calidades de
la comedia y la tragedia; y en el otro la de los idilios,
sátiras, odas, epigramas, elegías, etc. Ovidio, Horacio,
Marcial, Juvenal, y principalmente Virgilio, nos ofrecen
excelentes modelos de uno y otro.

Artículo 11°. Cuando ya los jóvenes tengan


alguna facilidad para la traducción, y estén instruidos
en las reglas de la sintaxis, comenzará el estudio de
la retórica, y ejercicio de lo que se llama elocuencia.
Aprenderán primero con la posible exactitud la
naturaleza de las figuras por reglas sencillas que
encontrará el maestro en los libros de esta especie.

Artículo 12°. A fines de noviembre o principios


de diciembre habrá un examen público de todos los
estudiantes en los mismos términos que se dijo para las
escuelas de primeras letras, dividiéndolos el maestro
por clases según su estado y actitud, unos hablarán por
ejemplo de las declinaciones de nombres y conjugaciones
de verbos; otros de géneros, pretéritos y partes de la
oración; otros de la poesía, y otros finalmente de la
retórica y elocuencia.

Siendo la Provincia de Antioquia un Obispado


erigido por la silla Apostólica, y al que se le han nombrado
ya dos Obispos, que no se han llegado a posesionar, es

Colección Bicentenario 381


indispensable se establezca un Colegio Seminario, en
que se enseñen la Filosofía, Teología, Dogmática y
Moral; a cuyo efecto se añaden los siguientes preceptos,
que pueden tenerse presentes cuando llegue este caso.

Capítulo quinto
Filosofía

Artículo 1°. El estudio de primeras letras


y latinidad no tendrá otro término que el necesario
para la instrucción de los jóvenes. El de la Filosofía
estará reducido a tres años. El primero comenzará
por una lógica clara, al mismo tiempo que concisa,
que contenga los preceptos del raciocinio en todas sus
especies, que trabajará el maestro, entre tanto haya
autores acomodados, y aún después de tenerlos, deberá
añadir lo que falta, pues no todos son completos. A esto
agregará un tratado de crítica, escogiendo los preceptos
más esenciales, comprobándolos con ejemplos sacados
de la historia.

Artículo 2°. La enseñanza se hará en castellano;


pero cuidando de añadir en latín los pasajes escogidos
de los autores, a fin de que se perfeccione el estudio de
un idioma tan necesario.

Artículo 3°. Luego que estén impuestos en


las reglas del raciocinio, que será poco más o menos
a los dos meses, comenzarán a disputar, teniendo a
la vista las reglas que habrán fijado en la memoria,
y advirtiéndoseles por el maestro los defectos en su
aplicación. Evitará la sutileza, o jeringonza escolástica
tan enemiga de la claridad; y las disputas se harán
en estilo socrático, aunque observando las reglas del
raciocinio.

Artículo 4°. El resto del año se ocupará en los


elementos de Aritmética, Geometría, Trigonometría,

382 Colección Bicentenario


Álgebra y parte de secciones cónicas; poniendo
gran consideración en que aprenden bien, y lo más
completamente que se pueda estos tratados, ya que
no en toda su extensión, a lo menos en los preceptos
necesarios a la física. Si faltase tiempo para lo dicho, se
tomará parte del siguiente año.

Artículo 5°. El segundo se destinará a la


física, y debe comprender los tratados siguientes:
propiedades generales de los cuerpos; leyes del
movimiento; leyes de gravedad, que comprenden el
movimiento de los péndulos y de los proyectos, con
los principios de la balística o artillería; la estática
y mecánica; la hidrostática e hidráulica; la óptica,
dióptrica, y catóptrica; la geografía con los principios
de astronomía, y el sistema del mundo, la serometría
con la descripción, uso y experiencias de la máquina
neumática, termómetro, barómetro, etc., y el tratado de
los meteoros. A estos se añadirán aquellos puntos de
física, que tanto se han cultivado y adelantado en estos
últimos tiempos, como la electricidad, galvanismo y
aires facticios, no omitiendo dar a los niños las primeras
ideas de la botánica. Si faltare tiempo, como es natural,
se tomará parte del siguiente año.

Artículo 6°. Lo restante de éste se destinará


a la metafísica y filosofía moral, que requieren mayor
madurez de juicio. La primera comprenderá los tratados
del Ente y sus propiedades; el de las causas; el de Dios
en cuanto autor natural; el de la inmortalidad del alma
humana, y su comercio con el cuerpo. La moral debe
comprender en su primera parte los principios de la
ley natural y los deberes que de allí nacen hacia Dios,
hacia nosotros mismos y hacia nuestros semejantes.
En la segunda se hará una explicación metódica de
las virtudes y vicios, distribuyéndoselos en clases; con
aquellas cuestiones más importantes, que corresponden
a esta facultad, como sobre las acciones humanas, fin
último del hombre etc.

Colección Bicentenario 383


Artículo 7°. Se evitará en el estudio de la
Filosofía (generalmente en el de todas las demás
facultades) cuestiones inútiles como por ejemplo: si
la Lógica es ciencia especulativa o práctica, y otras de
aquella calase, prefiriendo siempre las útiles a las de
puro entretenimiento, y entre las útiles, las que tengan
más relación con las necesidades del hombre.

Artículo 8°. Al fin de noviembre, habrá


conclusiones públicas, presididas por el maestro, a que
se convidará al vecindario, y asistirá el Ilustre Cabildo;
señalándose para que las sostengan dos de los más
adelantados, teniéndose estos actos por mérito en la
carrera literaria.

Capítulo sexto
Teología *

Artículo 1°. Ya conoce el mundo literario la


inutilidad de la teología escolástica, que se enseñaba en
las escuelas del Reino, y sólo tenía el nombre de tal.
La teología no es otra cosa que la inteligencia de los
dogmas sagrados de la Religión por la Escritura Santa,
tradición y Padres. Todo lo demás es una jerga inútil
con que se ha mantenido la ignorancia y pervertido el
ingenio, causándose a veces disputas escandalosas que
ha turbado la paz de la Iglesia. Ella debe restituirse
a la pureza de los primeros siglos, y tratarse con la
dignidad que corresponde a su sagrado objeto. Los
teólogos según el método que se observaba, no sacaban
la menor tintura de los libros sagrados, que es la fuente
de la teología; se quedaban sin historia eclesiástica; y
después de haber obtenido grados eran enteramente
peregrinos en el país de la teología. El curso durará
cuatro años. [*Este artículo es sacado casi a la letra del
que formaron los celosos patriotas don José Celestino
Mutis y don Francisco Antonio Moreno por orden del
ilustrado Virrey don Manuel Antonio Flórez, y que no
fue aprobado por el Gobierno español.].

384 Colección Bicentenario


Artículo 2°. En el primero se leerá y explicará
el Melchor Cano de Locis Teologicis, omitiendo muchas
digresiones inútiles, y algunas opiniones inútiles, y
algunas opiniones fuertemente impugnadas por otros
teólogos. También se dará de memoria el Psalterio, que
consta de algo más de dos mil quinientos versos, de los
cuales dando diez o doce por día, quedarán aprendidos en
este primer año; teniendo presente para su inteligencia
la excelente traducción del Padre Lallemán, jesuita. Este
estudio será un tesoro para los teólogos, y de grande
utilidad en el púlpito; hallarán allí sumo grado en su
poesía rica y abundante en imágenes y pensamientos
majestuosos, que según los inteligentes en nada cede a
la de Homero. Se destinará media hora para la lectura
del Antiguo Testamento. Este consta de algo más de
novecientos capítulos, exceptuando el Psanterio, de
modo que leyendo tres capítulos por día quedará leída
la mayor parte en el primer año; teniéndose presente
para su inteligencia la Biblia del célebre benedictino
don Agustín Calmet, llamada ordinariamente de Venze
por las disertaciones de este abad, y que nada deja qué
desear en materia.

Artículo 3°. En el segundo año se estudiarán y


tomarán de memoria los Evangelios de San Mateo y de
San Marcos, que constan de algo más de dos mil versos,
que a ocho por día quedan aprendidos y explicados
en aquel año. También se leerá el aparato bíblico del
Padre Bernardo Lami del Oratorio, explicándolo los
catedráticos, para lo cual podrán dirigirse por Pedro
García y Martínez Canta la Piedra; con esto entenderán
la cronología de la Biblia y geografía santa; las leyes
y ritos del Pueblo de Dios; la autoridad de los libros
sagrados; los Tropos y figuras en que fueron escritos;
los puntos de la historia civil y natural, que se tocan por
la incidencia en muchos lugares.

Colección Bicentenario 385


Artículo 4°. En el tercero se tomarán de
memoria los Evangelios de San Lucas y de San Juan,
omitiendo algunos capítulos casi iguales de los otros
Evangelistas, y juntamente los primeros capítulos de
los Hechos de los Apóstoles, señalando a ocho por día
los dos mil y más versos que contienen; y sobra tiempo
para examinar algunas cuestiones importantes del
dogma y tradición eclesiástica, relativas a los mismos
asuntos, sin omitir por esto la lectura diaria de los tres
capítulos del Antiguo Testamento, como se previno
antes. El resto del año se empleará en el estudio de
los Concilios, de las verdades que se han declarado y
errores que se han condenado. La suma de los críticos
de Fray Bartolomé Carranza puede ser muy importante,
sin omitir un resumen o compendio de los Concilios de
América, con los más importantes que se ha resuelto
en ellos.

Artículo 5°. El cuarto se empleará en aprender


de memoria y explicar con igual método lo restante de
los Hechos apostólicos, y resto de la Sagrada Escritura,
hasta donde se alcance, sin olvidar las Cartas de San
Pablo, las de Santiago y San Judas, continuando en
la lectura diaria de los tres capítulos del Antiguo
Testamento.

Artículo 6°. Es de indispensable necesidad


el que en el Colegio Seminario que debe fundarse,
como obispado electo, según se ha dicho, se establezca
una cátedra de moral práctica, donde se instruyan
los individuos destinados al clero en las respectivas
obligaciones de su estado. Allí deben aprender a fondo
una buena suma de moral, como la de Concina, Grosin,
u otra que señale el Ordinario Diocesano; el Concilio
Tridentino, las Sinodales de Caracas y las conferencias
del Señor Masillon.

386 Colección Bicentenario


Apéndice

Cuando haya fondos, se podrá erigir en cada


uno de los cantones del Estado una escuela de niñas,
en que se enseñe catecismo, a leer, escribir y contar
medianamente, y también los oficios domésticos, que
tanto influyen en el arreglo de las casas y tranquilidad
de las familias. Pero si algún ciudadano benéfico quisiese
fundarlas de su caudal, hará una insigne obra de caridad
y un grande beneficio a su patria. Es de admirar que
habiendo sido nuestros mayores tan generosos, y aún
pródigos en fundar capellanías, no hayan pensado en
casas de enseñanza donde se aprendiese desde la niñez
la piedad sólida e ilustrada, que se difundiría después
a los hijos por medio de ejemplos domésticos, tanto
más útiles, cuanto están más distantes del aparato de la
enseñanza. El libro por donde deben aprender a leer las
niñas será el que tiene por título: Escuela de Señoritas,
o algún otro ascético, como El Cristiano instruido, de
Señeri etc.

Una escuela de medicina, química y anatomía


reunidas bajo un solo maestro, es de suma importancia;
el tiempo, los progresos del estado y la ilustración de
los ciudadanos que quieran dedicar sus caudales en
beneficio de la humanidad, irán proporcionando estas
ventajas que exigen gastos considerables, de que el
fondo público no es capaz en el estado presente. Los
inteligentes en estas facultades deberán, llegado el caso,
designar el método, e indicar los libros que deban servir
de modelo. Hasta ahora no tenemos maestros capaces
de ejecutar en toda su plenitud el plan propuesto. Los
que al presente están encargados de educar la juventud,
juzgo sean dignos de alabanza por lo que hacen, y que
no merezcan reprensión por lo que dejan de hacer.
Tres siglos han corrido desde el descubrimiento de las
Américas y no tenemos en la Nueva Granada, y quizá en
la América toda, una sola Universidad bien establecida;
aun las de Lima y México, según el testimonio de la

Colección Bicentenario 387


Enciclopedia metódica, no merecen este nombre. En
toda la Provincia de Antioquia, y en la mayor parte
de las vecinas, no hay una sola escuela fundada por
el gobierno español; pero es de esperarse que el celo
del actual, la influencia de los vecinos acomodados, y
la índole noble de sus habitantes produzcan dentro de
poco hombres capaces de cualquiera enseñanza; y en el
Nuevo Reino se conocen algunos, que se han formado
por sí mismos, a despecho de la política y de la falta
de libros. Sería de suma importancia que hubiese una
cátedra destinada particularmente a enseñar a fondo
las matemáticas. Su estudio debería durar dos años, y
en este caso el resto de Filosofía quedaría reducido a
uno. Las matemáticas son la parte más útil y necesaria
de las ciencias, y en ellas están depositados todos los
conocimientos humanos.

Medellín, diciembre 6 de 1819 = 9° - Dr. F.R.

Medellín

En la imprenta del Gobierno. Por el ciudadano


Manuel María Viller Calderón.

388 Colección Bicentenario


Decreto sobre establecimiento de escuelas
públicas en La Gran Colombia 92

Ríonegro, 24 de octubre de 1820.

Considerando:

Primero: que la instrucción pública es el medio más


fácil para que los ciudadanos de un Estado adquiera el
conocimiento de los derechos y deberes que tienen en
sociedad.

Segundo: que el Gobierno, está obligado a


proporcionar a los gobernadores esta instrucción,
como que contribuye bienestar de los individuos y a la
felicidad de todos.

Tercero: que por la constitución formada por el


Soberano Congreso de Venezuela están privados de
voto activo y pasivo en las elecciones desde el año de
mil ochocientos treinta en adelante los que no sepan
leer y escribir.

Cuarto: que tal privación sería vergonzosa a los que


la sufren: pues que el voto activo constituye el ejercicio
de Ciudadano en un Gobierno Representativo.

Quinto: que por estas consideraciones es de absoluta


necesidad el establecimiento de Escuelas Públicas en el
Departamento.

Por tanto, y deseando conciliar objeto tan importante


con el de la guerra que actualmente sostiene la República
y con las necesidades del Erario público que por ahora
no puede ocurrir a estos gastos, he venido a decretar y
decreto.
92 AHA. s. f.

Colección Bicentenario 389


Artículo 1°. Las ciudades, Villas y lugares que
tuvieren asignados algunos propios, sean cuales fueren
deberán establecer una Escuela Pública, pagando el
Maestro de los productos de aquel ramo, conforme
al artículo treinta y cuatro de la Ordenanza de
Intendentes de México. Los Gobernadores Políticos
obligarán a los Cabildos para que inmediatamente y
sin excusas procedan al establecimiento, y los mismos
Jefes asignarán los sueldos de los Maestros, luego que
tengan noticia de los propios de que goce cada Cabildo,
de sus proventos y del sobrante que tuvieren, pagado
que sean los gastos comunes.

2°. Cada Convento de Religiosos, excepto los de San


Juan de Dios, tendrá una Escuela Pública, y el Maestro
será aquel Religioso que fuere designado por el Prelado.
En esta materia están ya de acuerdo los Devotos
Provinciales con el Gobierno del Departamento, y en
virtud de la promesa que han hecho, los Gobernadores
Políticos requerirán a los Prelados locales, para que a la
mayor brevedad planten sus Escuelas. Si no lo verificaren
se avisará al Gobierno para tomar la providencia que
convenga.

3°. Las Parroquias y pueblos, llamados antes de


Blancos que tuvieren los treinta vecinos que prescribe
la Ley de Indias, y de ahí arriba, tendrán también
una Escuela pública costeada por los mismos vecinos.
Con este fin los reunirá el juez político o Comandante
Militar, y haciéndoles conocer la importancia del
establecimiento hará que cada uno se compromete a pagar
mensualmente una cantidad que fuere proporcionada
a sus facultades. La suma de estas contribuciones no
excederá de trescientos pesos ni bajará de doscientos,
y para que conste lo que cada vecino ha ofrecido, se
otorgará un instrumento público firmado por todos.
El Juez del lugar deberá hacer los cobros y pagar al
Maestro, quien se entenderá solamente con aquel. Los

390 Colección Bicentenario


propietarios aunque no vivan en sus heredades, deberán
contribuir para la Escuela.

4°. En los pueblos de Indígenas, que antes se


denominaban Indios, el establecimiento de la Escuela se
hará conforme al Reglamento de S .E. el Libertador y
Presidente de la República fecha 20 de Mayo de este año;
pero si residieren vecinos blancos en el pueblo, aquellos
contribuirán en los términos que prescribe el artículo
anterior, y lo que ofrecieren servirá para aumentar el
sueldo del Maestro quien desempeñará mejor cuanto
mayor fuere la asignación.

5°. En estos establecimientos el Gobierno del


Departamento =cuente igualmente con la generosidad
de los Párrocos, a quienes desde luego excita a que
contribuyen a su fomento, ya con sus rentas que en nada
podrán emplear con más utilidad, o ya con sus luces y
conocimientos.

6°. Las asignaciones que el Gobierno ha hecho a


los Maestros de Escuelas de algunos lugares, quedan
subsistentes.

7°. En los pueblos inmediatos a ciudades o Villas


que no tuvieren bastantes vecinos, para sufragar a los
costos de la Escuela, los padres podrán mandar a sus
hijos a la de la ciudad o villa más inmediata.

8°. Los Maestros deberán enseñar a los niños a leer,


escribir los principios de Aritmética, y los dogmas de
la Religión. Les instruirán en los derechos y deberes
del hombre en sociedad, y les enseñarán el ejercicio
militar todos los días de fiesta y los jueves en la tarde.
Con este último objeto, los niños tendrán fusiles de
palo, y se les arreglará por compañías, nombrándose
por el Maestro los sargentos y cabos entre aquellos que
tuviesen más edad y más disposición. El maestro será
el Comandante.

Colección Bicentenario 391


9°. Los jueces harán un padrón exacto de los niños
que hay en el lugar, que tengan de edad de cuatro hasta
doce años, y obligarán a los padres a que sin excusa
ni réplica alguna los pongan en la Escuela. El padre
que resistiere hacerlo, como que falta a uno de los
principales deberes de la paternidad, con el aviso del
juez respectivo, el Gobierno Político de la Provincia
tomará la providencia que convenga para compelerle el
cumplimiento de obligación tan sagrada. =No por esto
se les coarta la libertad a los padres para que pongan a
sus hijos en las Escuelas de la capital de la Provincia,
o en la que juzguen =aprovecharán más: pero deberán
acreditarlo a los jueces.

10°. Los Gobernadores Políticos darán las reglas


de economía que deben observarse en las Escuelas
prescribirán el castigo de férula, y prevendrán que no
se use del azote, sino muy raras veces, y cuando los
defectos de los niños denotaren depravación. Para otras
faltas designarán castigos más decorosos, teniéndose
presente la diversidad de condiciones que debe
haber entre los Escolares, y la diferencia de genios e
inclinaciones. Propondrán también premios a los que se
condujeren bien y aprovecharen más y para esto servirá
también de milicia escolar en sus ascensos y grados,
haciéndose oficiales a los más aventajados.

11°. Cada cuatro meses a presencia de los


Gobernadores políticos, o del comisionado que
nombrare, del Cura y de los Jueces del lugar los
Escolares tendrán un certamen sobre las materias que
se les haya enseñado, para juzgar de este modo de la
instrucción que han recibido, y del aprovechamiento
que han tenido.

12°. Los Gobernadores Políticos serán directores de


estos establecimientos.
Ellos allanarán cuantas dificultades se presenten
para plantarlos: de tiempo en tiempo los visitarán, y

392 Colección Bicentenario


se informarán de la conducta de los Maestros, que a
propuesta de los vecindarios y Cabildos se nombrarán
por los mismos Magistrados. El Gobierno y la República
harán responsables a los Gobernadores, de cualquiera
descuido o negligencia que se notare en ellos en asuntos
de tanta importancia.

13°. Se encargará muy particularmente a todos los


Gobernadores, a los Jueces políticos y a las Justicias y
párrocos de los pueblos la instrucción de los Indígenas,
antes llamados Indios, para que puedan salir del
embrutecimiento y condición servil a que por tantos
años han estado sujetos.

Comuníquese y circúlese para su publicación y


cumplimiento. Dado en el palacio de la Vicepresidencia
del Departamento de Cundinamarca, firmado por
mí, sellado con el sello provisional de Estado y
refrendado por el Secretario del Interior y Justicia,
en la capital de Bogotá a seis días del mes de octubre
de mil ochocientos veinte. -10- Francisco de Paula
Santander =Estanislao Vergara, secretario del
Interior.

Rionegro, Octubre veinte y cuatro de mil ochocientos


veinte.

Cúmplase en todas sus partes, dándose al efecto


las providencias oportunas, y que sean del resorte
de este Gobierno Político. =Restrepo. =Ospina,
Secretario.

Colección Bicentenario 393


Reglamento para la organización y economía
de las Escuelas de Primeras letras de esta
Provincia de Antioquia
Hallándose autorizados los Gobernadores
Políticos de las Provincias para organizar las Escuelas
de primeras letras, prescribiendo las reglas de economía
que deben observarse en ellas, decreto lo siguiente.

Artículo 1°. Los Maestros de Escuela deben tomar


para sus discípulos el ánimo y las inclinaciones de
padres, como subrogados por la ley en lugar de éstos.

2°. En consecuencia, han de procurar comunicarles


con sus discursos y ejemplo aquellos principios de
honradez y rectitud que deben durar toda la vida.
Les inspirarán en todas las ocasiones oportunas
reconocimiento y profundo respeto al Creador, y un
activo amor hacia los demás hombres, para hacerles
bien siempre que puedan. Igualmente aprovecharán
los Maestros cuantas ocasiones se presenten para
hablar a sus discípulos de la Religión pura y santa de
Jesucristo y de la virtud, las que deben amar como los
mayores bienes y más dignos de una criatura racional;
infundiéndoles al mismo tiempo el aborrecimiento y
detestación al vicio.

3°. Imbuirán los Maestros el espíritu de os niños


con el amor de la Patria y de todas las virtudes sociales,
apartándoles de la avaricia, de la mentira, de la vanidad,
de la ambición y del orgullo.

4°. Acostumbrarán a los niños a una noble cortesanía


que consiste en el buen trato y amabilidad con sus
semejantes, evitando el espíritu de contradicción y la
terquedad en las disputas. Al mismo tiempo los Maestros
les enseñarán las atenciones y ceremonias que deben
guardar en la sociedad conforme el uso establecido;
pero desterrando aquellos tratamientos vulgares de

394 Colección Bicentenario


sumerced y otros semejantes originados de la esclavitud,
y que son contrarios a la dignidad del hombre, Señor y
usted serán los que se les sustituyen, como adoptados
para toda clase de personas que por la ley tengan otro
tratamiento.

5°. Los escolares en todo lo relativo a su estudio,


están a disposición de los Maestros, y no de sus padres.
Se evitarán pues las condescendencias de que falten a la
Escuela, y cuando lo haga por alguna ocupación precisa,
los padres lo acordarán con los Maestros, y si fuere por
enfermedad, avisarán a estos.

6°. El tiempo de la ocupación de los Maestros será


de las ocho hasta las once de la mañana, y desde las
dos y media hasta las cuatro y media de la tarde. Los
asuetos serán todos los días de fiesta entera, los de
precepto por la mañana y el sábado, en que también
habrá estudio si en a semana hubiere habido un día
festivo o de precepto. Más todos los días, tanto por la
mañana como por la tarde, se concederá a los niños un
cuarto de hora de descanso.

7°. Se evitará el que los niños lean gritando, según se


ha acostumbrado esto para nada es útil, pues solo sirve
de fatigarles y de molestar a cuantos los escuchan.

8°. Para enseñar a leer en las Escuelas de la


Provincia, de ningún modo se deletreará, y los Maestros
seguirán estrechamente el método de silabar contenido
en la obrita que titula “Reglas para enseñar a leer y
escribir”. La misma obra servirá para enseñar a escribir,
ciñéndose los Maestros a los preceptos y advertencias
que en ellas se hacen, a fin de enseñar a sus discípulos
la bella forma de letra llamada de Morante, conforme
a los principios de Palomares. Al tiempo de leer y
escribir se irán haciendo advertir a los niños las reglas
de escritura y las de ortografía con los defectos que
cometan contra ellas. Para que se les fijen se les hará

Colección Bicentenario 395


estudiar de memoria lo más importante de la segunda y
tercera parte de la citada obra.

9°. Aprenderán también de memoria los dogmas


de la Religión cristiana por el catecismo de Astete
añadido; pero se explicarán los temas al menos un
día en la semana por el Catecismo de Fleuri de Pouget
libros que leerán todos aquellos a niños que puedan
conseguir un ejemplar. Para la Moral se les recomienda
la Escuela de Señoritas, y el Telémaco, encargándose
muy particularmente a los Maestros, no permitan a
los niños la lectura de libros que contengan milagros
no aprobados por la Iglesia, cuentos de apariciones y
otros semejantes, que los imbuyen en falsas máximas, y
llenan de errores supersticiosos.

10°. Para los principios de la Aritmética, seguirán


los Maestros algún tratado de tantos buenos como hay,
mientras que el Gobierno hace imprimir uno para el
uso de las Escuelas de esta Provincia. También hará
publicar un compendio de los derechos del hombre en
sociedad y de los deberes del ciudadano de Colombia,
con las bases de un buen Gobierno, para enseñarse en
las mismas Escuelas.

11°. Los propios de los Cabildos en las cabeceras de


Cantón y en los demás lugares a donde un alcancen los
propios, los vecinos tendrán obligación de proporcionar
una casa cómoda para la Escuela, un silabario de
grandes letras sobre tablitas o cartones, y en lienzo un
tablero dado al óleo para enseñar la Aritmética, con el
yeso necesario para hacer los números.

12°. Los Maestros formarán un libro en que vayan


asentando los nombres de los niños que entren a la
Escuela. La partida expresará la fecha, el nombre,
la edad, los padres y estado de la enseñanza; cuando
el niño salga se pondrá margen el día en que dejó la
Escuela y el estado de aprovechamiento.

396 Colección Bicentenario


13°. Los niños de la Escuela estarán separados en las
cuatro clases que exprese por menor el “Método para
enseñar a leer y escribir” publicado por el infrascrito
Gobernador. Los asientos se dividirán por orden según
las clases, y se numerarán si fuere posible, a fin de que
cada niño sepa a donde ha de sentarse todos los días,
como que la graduación de asientos será lo que denota
la antigüedad y adelantamiento de cada uno.

14°. A cada clase se le nombrará un Censor que


lo será el más aprovechado y de mayor integridad y
conducta: este ayudará a instruir los niños de aquella
clase, celará sus acciones y procurará que no estén
ociosos mientras que el Maestro se aleja de los unos
para atender a los otros.

15°. Conforme a o prevenido por el Excmo. Sr.


Vicepresidente del Departamento, no se usará en las
Escuelas el castigo de la férula o palmeta; y tampoco
el azote, sino es por faltas graves, que manifiesten
depravación, como la mentira, palabras indecentes,
inobediencia a los Maestros, y otras semejantes. Para
las faltas menores usarán del encierro con alguna
mortificación, de la privación de asuetos o descanso,
de las reprensiones, y de otros castigos que dicte la
prudencia, teniéndose en consideración la diversidad de
condiciones que habrá entre los Escolares, y la diferencia
de genios e inclinaciones, procurando corregirles sin
que pierdan la vergüenza; así, para con unos producirá
buen efecto, lo que a otros sería indiferente.

16°. Los Curas de las ciudades, Villas o Parroquias,


serán Comisionados natos del Gobierno para dirigir
la enseñanza conforme a las reglas prescritas, y para
supervigilar el que los Maestros cumplan con sus
deberes. Siempre que vean alguna falta en ellos por
omisión, ineptitud u otro motivo, requerirán al Juez o
corregidor para que les prevenga la enmienda; si no la
tuviere, el Cura y el Juez darán cuenta documentada al

Colección Bicentenario 397


Gobierno o Alcalde primero del Cantón, para proveer
del remedio conveniente.

17°. Los Curas presidirán también como Delegados


del Gobierno los certámenes que los Escolares deben
tener cada cuatro meses. Se verificarán en la primera
semana de los meses de Enero, Mayo y Septiembre. El
Maestro nombrará los niños de cada clase que deben
responder a las preguntas que les hagan los demás
de la misma clase, y las materias que cada uno ha de
sostener. El Cura, los Jueces y otros asistentes que se
convidarán al acto, podrán preguntar para que luzcan
los conocimientos de los niños.

18°. El Cura y los Jueces cuidarán de excitar a


los vecinos interesados en el aprovechamiento de sus
hijos, para que en cada certamen se colecten uno o
dos pequeños premios, que se adjudicarán por el Cura,
Juez y tres vecinos que aquellos nombrarán, al que se
condujere mejor y estuviere más aprovechado.
Esto se ejecutará mientras que el Gobierno tiene fondos
con qué asignar algunos premios.

19°. Los Cabildos, Alcaldes ordinarios y Tenientes


de Gobierno, supervigilarán también las Escuelas de su
Cantón, para que los Maestros y vecindarios cumplan
con sus respectivas obligaciones, sobre lo cual se
confieren las facultades restantes al Alcalde primero, y
a los Tenientes de Gobierno.

20°. Debiéndose nombrar los Maestros de Escuela


a propuesta de los vecindarios y Cabildos, estos
informarán siempre las propuestas de los primeros. Será
condición precisa que sean examinados el individuo o
individuos que ocupen la terna, lo que se verificará por
una comisión de tres personas aptas, nombradas por
el Cabildo o Teniente de Gobierno, y con asistencia
del Sindico Procurador General sin voto o alguno que
haga sus veces. Sin que se acompañe al Gobierno la

398 Colección Bicentenario


aprobación o juicio de los examinadores, no se dirigirá
propuesta alguna.

21°. Para que los Maestros nombrados por el


Gobierno adquieran la aptitud necesaria, tendrán
obligación el primer año de su ministerio de poner
de exámenes, uno cada seis meses, ante la comisión
de que habla el artículo anterior. Si al fin de ellos
no manifestaran haber adquirido los conocimientos
necesarios, podrán ser reemplazados por otros. El
Alcalde primero dirigirá al Gobierno los documentos
en que conste haberse hecho los exámenes prevenidos.
Ellos se reducirán a las materias mandadas enseñar por
los artículos 8°. 9°. y 10°.

22°. Cuando vacare alguna Escuela, y los vecindarios


o Cabildos no hallaren a quién proponer, el que
presida el ayuntamiento, o el Teniente =Gobernador
mandará fijar edictos por treinta días en la Cabecera
y en la Parroquia, citando a los que quiera oponerse,
advirtiendo el sueldo que gozará el Maestro, y lo que
debe enseñar. Los opuestos acreditarán la conducta que
hayan observado en los lugares de su residencia.

23°. El Cura y Juez de las parroquias foráneas


y en las Cabeceras los Cabildos, podrán poner
Maestros provisionales por vacante, enfermedad, u
otro impedimento del propietario. Mas siempre darán
cuenta al Gobierno Político para las providencias que
exijan las circunstancias.

24°. Quedan sujetos al examen de los artículos 20


y 21 los Maestros que propongan los Corregidores
y Curas de Naturales o Indios, a los que también
comprenden las demás disposiciones de este Decreto.

Imprímase a continuación del Reglamento decretado


por el Excmo Señor Vicepresidente de Cundinamarca,
su fecha seis de Octubre último, circulándose a quienes

Colección Bicentenario 399


corresponde para que se publique y observe en todas sus
partes. Dado en Rionegro a veinte y ocho de Febrero de
mil ochocientos veintiuno. =Undécimo. =José Manuel
Restrepo =El secretario Francisco Ospina.

Es copia.

OSPINA

400 Colección Bicentenario


Reglamento de las escuelas de educación
cristiana y civil de la ciudad de Caracas 93

Caracas, 11 de enero de 1821.

1º. Para honra y gloria de la nación, decoro y


provecho de los habitantes de la ciudad, se ordena y
manda; que haya en ella seis escuelas en que se enseñe a
los niños a leer, escribir y contar; la doctrina cristiana y
las obligaciones civiles y políticas según la Constitución
de la Monarquía y las calidades y facultades de dichos
niños.

2º. Para que todos participen de la enseñanza y


sea cómoda y fácil la ocurrencia se repartirán las seis
escuelas en toda la ciudad, situándose en el centro de
cada parroquia en casas secas colocadas de Oriente a
Poniente con las piezas necesarias para las clases en
que se han de distribuir, teniendo además las necesarias
para la habitación del maestro y usos indispensables.

3º. De las seis escuelas indicadas, tres serán


exclusivamente para la enseñanza de los niños blancos,
y las restantes para darla a los de color.

4º. Todos los niños de la ciudad desde la


edad de siete años o antes si es posible, deberán ser
doctrinados y educados en algunas de las seis escuelas
públicas, sin que por esto se entienda quedar privados
los padres o personas que tienen niños a su cargo de
educarlos y enseñarlos por sí, o entregarlos a personas
de su confianza, con licencia expresa del Muy Ilustre
Ayuntamiento, previa la aptitud y capacidad del maestro
particular en el examen que le haga este Cuerpo que
debe ser igual al de los maestros generales para que sea
93 AGN (Venezuela): Actas del Ayuntamiento de Caracas. Sesión cele-
brada el día 11 de enero de 1821. Folio 24.

Colección Bicentenario 401


uniforme la instrucción de la juventud y uno el método
de educarla.

5º. Con el fin de evitar perjuicios graves en


materia de tanta importancia se ordena y manda; que
nadie sea osado a tener escuela de niños pública ni
privada, ni a tomar a su cargo la enseñanza aunque
sea de uno solo, sin estar examinado y aprobado por
el Ayuntamiento y obtener su permiso por escrito, se
pena de ser desterrado perpetuamente de la ciudad y su
territorio, lo cual no comprenda por ahora las Escuelas
de Universidad y Colegio, o de comunidad de religiosas
que con especial privilegio las tengan; pero los maestros
y demás formalidades que se prescribirán para los de
las seis escuelas públicas, llevar un mismo método de
enseñanza y usar de los mismos libros.

6º. Los maestros que han de regentar las escuelas


públicas han de ser ciudadanos en el ejercicio de sus
derechos de probidad notoria y delicadas funciones. Han
de ser examinados y aprobados por los otros maestros
que hubiere en ejercicio en presencia del Ayuntamiento
de la ciudad, sobre los mejores métodos de aprender a
leer y escribir; sobre las principales reglas de contar,
sobre los elementos de la geografía; sobre la gramática
de la lengua española; sobre el catecismo y Doctrina
Cristiana y sobre cada parte de la Constitución política
de la Monarquía y de las ordenanzas de la ciudad.

7º. Por la primera vez elegirá el Muy Ilustre


Ayuntamiento los seis maestros que han de regentar las
escuelas convocando antes a los que quieran presentarse
pretendiéndolas, mas sin ceñirse a éstas, caso de no tener
las calidades expresadas, sin que lo habrá libremente en
las que por un convencimiento propio se halla seguro
que las posee; pero para lo sucesivo vacando alguna,
se fijarán edictos para proveerla y pasado el término
que se prescribiera para la presentación de opositores,
se procederá a los exámenes y a pluralidad de votos

402 Colección Bicentenario


recaerá la elección en el más digno; y proporcionado
precisamente por lo que importa al servicio de Dios,
al lustre de la nación y al bien común y particular que
la educación de los niños estén a cargo de personas
virtuosas y capaces, despachándosele por el Secretario
un certificado que le sirva de título para entrar a la
posesión de su escuela del que se tomará razón por el
Depositario de propios.

8º. Por ahora y mientras que el fondo de ellos


no sea capaz de dotar competentemente a los maestros
gozará cada uno de ellos la renta de seiscientos cincuenta
pasos anuales y podrán habitar la escuela o casa, siendo
de su cargo el papel, tinta y plumas que necesitaren los
niños que escribieren y tener aseada y limpia dicha casa
y con agua suficiente para beber.

9º. En cada una de las seis escuelas habrá un


ayudante del maestro con renta de ciento ochenta pesos
anuales por ahora, el Ayuntamiento elegirá para esta
ocupación personas honestas y de buenas costumbres.

10º. La renta de los maestros y ayudantes, el


alquiler de las cosas y los gastos necesarios de mesas
para escribir, bancos para sentarse, mapas de la
provincia y de las demás naciones, y libros, saldrán del
fondo de propios; pero los padres, tutores y curadores
y personas a cuyo cargo estuvieren los niños de la
escuela, contribuirán anual o mensualmente la cuota
que el Muy Ilustre Ayuntamiento señalare a cada uno,
según sus haciendas, comercios, rentas u oficios, a cuyo
fin el que tuviere algún niño, se presentará en dicho
Ayuntamiento; concedido el Administrador de propios
le asentará en el libro de blancos o pardos, como se
hubiere acordado con expresión de la cuota que se le
hubiere tasado, y los maestros no recibirán niño alguno
que no lleve boleta de dicho Administrador que acredite
haberse presentado en el Ayuntamiento, y todos los
días primeros de cada mes, presentarán a esta Ilustre

Colección Bicentenario 403


Corporación nómina de los niños de sus respectivas
escuelas con expresión de sus padres, tutores, curadores,
o personas y cuyo cargo estén.

11º. A las ocho de la mañana concurrirán a su


respectiva escuela los niños que aprendieren a leer,
escribir y contar, y se retirarán a sus casas a las once,
y a la tarde entrarán a la escuela a las dos y media,
y se retirarán a las cinco y media, desde veintiuno de
marzo hasta veintiuno de septiembre; ya las cinco,
desde veintiuno de septiembre hasta veintiuno de
marzo. Pero los que ya supieren leer, escribir y contar, y
estuvieren aprendiendo el idioma castellano y tomando
otras instrucciones, concurrirán desde las diez de la
mañana hasta las doce, a excepción de los sábados de
cada semana y días de fiestas que concurrirán juntos a
una hora como en adelante se dirá.

12º. Los ayudantes deberán velar sobre la


quietud, silencio y las siete y tres cuartos de la mañana,
y a las dos y cuarto de la tarde saldrán a la calle, siempre
por rumbo distinto, para cuidar de que los niños
viniendo, no se detengan, ni peligren en ella; y cuando
salgan de la escuela, los acompañarán, repartiéndolos
según la dirección de sus casas y procurando muy
atentamente que en la carrera vayan con decencia, que
las ceremonias de cortesía y urbanidad con las personas
decentes que encontraren al paso y que lleguen a sus
casas con serenidad, libres de peligros corporales y
espirituales.

13º. En el ínterin que las Cortes no comuniquen


los planes y método de enseñanza que indica la
Constitución, deberá seguirse en las escuelas de esta
ciudad el de las de San Isidro el Real de Madrid usando
de los mismos silabarios y de los propios libros que
en ellas usan los niños, desterrado y persiguiendo
todos aquellos que contenga cuentos fabulosos o
extravagantes o máximas contrarias al sistema político

404 Colección Bicentenario


que sigue la nación, no permitiendo se lea ningún otro
libro tampoco para que no haya precedido licencia del
Ilustre Ayuntamiento.

14º. No permitirán los maestros en sus escuelas


que los niños tomen leyendo un tono alto, afectado y
patético, ni otros sonsonetes o mañas fastidiosas, sino
que lean en un tono natural, sencillo y agradable, y
procurando que se porten con libertad, desembarazo
y decencia en sus palabras y acciones, sin afligirles
con preceptos ni advertencias repetidas, ni obligarlos
a que estén sentados mucho tiempo de segunda y sin
movimiento, y sobre todo que no se produzcan con
expresiones, frases ni voces groseras, bárbaras ni
exóticas.

15º. Se prohíbe a los maestros que por defecto de


aplicación o por puerilidades usen del azote ni palmetas
para corregir los niños, ni de otra demostración que
envilezca y abata su espíritu, o les infunda ideas de
barbaridad y fiereza, para cuya enmienda usarán de la
persuasión y del consejo, convenciéndoles con la razón
en el modo posible manifestándoles la necesidad de saber,
la obligación de ser dóciles a los preceptos y a las malas
consecuencias de su desaplicación y travesura; pero si el
niño fuere tenazmente incorregible, o ejecutare acción
fea, indecente y pecaminosa, y conocieren los maestros
que hay en ellos la malicia necesaria, podrán después
de convencerles el entendimiento con la razón, hacerle
aplicar hasta cuatro azotes por la primera vez, ocho por
la segunda y doce por la tercera.

16º. Por lo mucho que importa para leer bien


la buena pronunciación de las letras y conocimiento
de las sílabas, luego que algún niño en opinión de su
maestro, sepa deletrear no pasará a la clase de los que
leyeran juntando las sílabas sin que a presencia del
diputado de escuelas por el Ayuntamiento le examine

Colección Bicentenario 405


el mismo maestro, y quede suficientemente satisfecho
dicho diputado.

17º. Luego que el niño pase a leer juntando


las sílabas, se le comenzará a enseñar a escribir por el
método y buen gusto de los autores que siguieren las
escuelas de San Isidro el Real, y a conocer y a formar
los números para según permitiere su capacidad,
introducirle en sus combinaciones hasta saber sumar,
restar, multiplicar y partir enteros y quebrados.

18º. Al mismo tiempo que los niños blancos


sabiendo ya leer se hallen escribiendo y contando,
se les comenzará a enseñar la gramática de nuestra
lengua, dispuesta por nuestra lengua española en
su última edición haciéndoles tomar de memoria las
reglas necesarias, y explicándoselas metódicamente, y
luego que estén instruidos en la analogía y sintaxis les
harán aprender la ortografía compuesta por la misma
academia, y cuando se aplique la prosodia cuyas reglas
aún no ha podido fijarse, será uno de los libros en que
se aprenda a leer y que se tome de memoria.

19º. Para evitar que los niños aprendan a leer


manuscritos en procesos piezas de máximas falsas y de
estilo indecente, grosero y fastidioso con que contraer
varios vicios, se ordena y manda: que cuando los niños
que aprenden a escribir dejen las muestras, se les haga
copiar en cuadernos acomodados, capítulos de la filosofía
moral de Luis Antonio Muratori, traducida del toscano
al castellano por el Padre Antonio Moreno Morales;
para que en estos cuadernos y no en otros se aprenda
en las escuelas a leer letra de pluma, sacrificando a
la instrucción moral aquella mayor facilidad que se
adquiere leyendo en malas escrituras, pues esto puede
conseguirse de otra manera en la práctica.

20º. La ciudad deberá tener un repuesto


proporcionado de los libros que deben usarse en las

406 Colección Bicentenario


escuelas para darlos a los que los necesitan con un
sobre precio regular a favor de sus fondos; pero los que
fueren pobre, los llevarán al costo, y costas, o donados si
fueren absolutamente indigentes, con calidad de que no
podrá sacarse del repuesto o depósito libro alguno, sin
que preceda licencia de Ayuntamiento y que se usaren
en las escuelas, podrá llevárselos el niño cuando salga
de ellas examinado y aprobado.

21º. Para evitar la torpeza y falta de expresión


en el lenguaje y para que los niños se provean de ideas y
voces propias y adecuadas, y no se vean en la necesidad
de explicarse por semejanza o comparación, se ordena
y manda a los maestros hagan que los niños blancos
que ya saben leer, escribir y contar, están aprendiendo
la gramática española, lleven diariamente de memoria
o por escrito la definición de cualquier cosa, y la
descripción de sus partes, propiedades, accidentes, usos
y destinos, obligándolos a que busquen los términos
propios, y a que elijan los más cultos y armonioso para
explicarla y hacerla conocer esta definición aprobada
o corregida por el maestro, se leerá en la escuela para
que todos sus discípulos se enteren de ella; honrando y
premiando al que mejor definiere la cosa para evitar la
emulación entre ellos.

22º. Actualmente habrá dos exámenes: uno en


todo el mes de junio y otro en todo el mes de diciembre,
en los días que señalare el Muy Ilustre Ayuntamiento,
quien convidará para hacerlos en la casa de sus sesiones:
al Reverendo Arzobispo, señores Maestrescuela y
Rectores de la Universidad del Seminario y a las demás
personas de distinción y celo acreditado por la enseñanza
pública que tenga por conveniente. Los maestros de las
escuelas públicas concurrirán con todos sus discípulos
en los días y horas que se les señale y presentarán a
examen los que tuvieren instruidos y capaces. En
el acto y a presencia de todos los concurrentes, será
examinado cada niño sobre leer, escribir y contar; sobre

Colección Bicentenario 407


los principios de la religión y sobre su inteligencia en el
catecismo político arreglado a la Constitución que debe
enseñarse y aplicarse en las escuelas. Los maestros serán
los examinadores y se permitirá que los concurrentes
pregunten lo que quieran sobre los mismos puntos para
satisfacción suya y del público.

23º. Concluidos los exámenes se conferirá sobre


la capacidad de los examinados para su aprobación
o reprobación entre el Jefe Superior político como
presidente del Ilustre Ayuntamiento, los individuos
de éste, los Ministros, y los señores convidados. A los
aprobados se dará el correspondiente certificado por
los maestros con el visto bueno del señor Presidente
del Ayuntamiento, sin cuyos documentos no podrán ser
admitidos los niños blancos en las aulas de las ciencias,
ni al estudio de latinidad.

24º. Además de lo prevenido en el artículo


antecedente para la aprobación de los niños en general,
se ordena y manda: que los hijos de ciudadanos que por
su origen y facultades deban perfeccionarse más sean
examinados y aprobados para pasar a estudiar ciencias,
no sólo en los principios expuestos, sino también en
la gramática de la lengua castellana, en la ortografía,
en los conocimientos geográficos de esta provincia y
las demás de la Monarquía, en la inteligencia de los
mapas generales, manifestando las cortes y ciudades
principales, los ríos, montes, volcanes, promontorios,
estrechos y demás particularidades de que según su edad
y alcances sean capaces; sin que por esto se entienda
que los demás niños quedan privados de aprender lo
mismo en las escuelas, pues podrán hacerlo y será muy
laudable; pero se les exime del examen y aprobación en
estos puntos para pasar a estudiar las ciencias si no las
solicitan voluntariamente.

25º. Para excitar la emulación de los niños en


las escuelas usarán los maestros de todos los arbitrios

408 Colección Bicentenario


regulares que les dictare su prudencia, y además
ofrecerá el Muy Ilustre Ayuntamiento algún premio de
los fondos comunes al niño que según su juicio hiciere
mejor examen; y este premio y los que se esperan
ofrezcan las personas amantes de la instrucción pública
sobre objetos que más fuere de su agrado, se publicarán
en los papeles públicos y en las escuelas por el Diputado
del mismo Ayuntamiento al día dos de enero y el día
primero de cada año; con declaración que el acto de
dar o aplicar el premio o permiso toca al Muy Ilustre
Ayuntamiento que en vista de los exámenes acordará lo
que juzgare corresponder en justicia.

26º. Todos los días por la mañana y tarde al


entrar y salir los niños de la escuela imploran el auxilio
de Dios y saludarán a su Santísima madre y Señora
Nuestra, rezando devotamente, un padre nuestro y un
ave maría, pero los sábados de cada semana se ocuparán
los maestros en instruir a los niños de esta manera: De
las ocho a las once se dirán las oraciones de la Iglesia,
el credo, los mandamientos, los artículos y demás que
proviene el catecismo, y se explicará con orden, claridad
método todo lo que fuere posible sobre la doctrina
cristiana, sin mezclar exposición sobre los puntos del
dogma que no sea muy sencilla conforme al catecismo
sinodal, o no estuviere contenida en el del padre Puget.
De las once a las doce seguirá el maestro explicando
con suavidad, expresión y dulzura la obligación que
tiene el hombre de amar a Dios y de rendirle culto
interior y exterior; la de conservarse así mismo, la
de amar al prójimo, la de guardar religiosamente
la Constitución Política del Estado, la de reconocer
siempre en el pueblo la soberanía nacional, la de ser
fiel al Rey y la de servir y ser útil a la sociedad de que
es miembro; la de respetar a todos los Magistrados y
personas distinguidas por sus servicios a la patria y por
su edad y demás circunstancias. La cortesía y urbanidad
con todos y la afabilidad y decencia entre sí mismos.
Y de las dos y media a las cinco, o cinco y media de

Colección Bicentenario 409


la tarde de dicho día, repetirán los niños las oraciones
y doctrina indicadas como así mismo la explicación
del catecismo político; en seguida haciéndoles prestar
atención, propondrá el maestro como por diversión
algún meteoro o cuerpo elevado sobre la tierra y
explicará siguiendo al padre Teodoro Almeida u otro
filósofo de más exactos y modernos conocimientos, y
según el tiempo lo permita, la naturaleza del viento, de
las nubes y nieblas de la lluvia, del rocío, la nieve del
granizo, del trueno, relámpago, arco iris, exhalaciones,
terremotos, volcanes, flujo y reflujo del mar o algunos
otros fenómenos de la naturaleza y hará que los niños
pregunten lo que duden sobre aquel punto, y no sobre
otro para que a un tiempo se instruyan y recreen cuando
sea posible.

27º. Manifestando la experiencia que muchos


niños se disipan y pierden porque no conocen el
peligro, ni están prevenidos de las acechanzas de los
corazones corrompidos; procurarán los maestros
con el mayor cuidado conservar la inocencia de sus
niños, evitándoles las malas ocasiones para que no se
corrompan sus oídos, ni ensucien su entendimiento con
palabras indecentes y acciones deshonestas y groseras,
y al mismo tiempo usando de las voces más adecuadas,
les darán ideas verdaderas y propias de los riesgos y
escollos en que pueden peligrar y de la importancia de
conservar la inocencia en honra y gloria de Dios y en
honor y utilidad suya y de sus padres.

28º. Será permitida la entrada y asiento en las


escuelas a todos los ciudadanos o personas instruidas
extranjeras que quieran concurrir a ver el modo con que
se educan los niños, sin exigir cortesías, cumplimientos,
ni ceremonias impertinentes, ni embarazar con
conversaciones a los maestros.

29º. En los domingos y días festivos concurrirán


los niños a la escuela a las ocho de la mañana y el maestro

410 Colección Bicentenario


después de una breve advertencia sobre la obligación de
santificar las fiestas como lo manda Dios en su tercer
precepto y he dispuesto la iglesia en el primero de
los suyos, sobre la santificación de la misa y sobre la
devoción, reverencia y compostura con que los hombres
deben estar en la casa de su Dios todo poderoso. Saldrá
con ellos y su ayudante a oírla teniendo el mayor cuidado
de la modestia, atención y decencia de los niños en la
iglesia, y luego volverá con ellos a la escuela de donde
los despedirá para sus casas encargándoles mucho que
jamás olviden en todas sus acciones que hallen en la
presencia de Dios, observándose por los ayudantes lo
prevenido en el artículo.

30º. Por ser muy laudable que los cristianos


concurran a oír misa a las parroquias, y muy conforme a
los cánones y costumbres antiguas, y a lo que dispone la
sínodo de este arzobispado, y para evitar las dilaciones
que padecerían los niños yendo a oír misa sujetos a
las que sin horas señaladas se dicen por los sacerdotes
que concurren a las iglesias, se ordena y manda: que
los maestros asisten con sus respectivos niños a oír
la misa conventual de la parroquia más cercana a sus
escuelas que se dice a las nueve; pero si los maestros
o algunos de ellos fueren sacerdotes, oirán su misa sus
discípulos en la iglesia que la dijere, encargándose con
especialidad los ayudantes del cuidado de los niños,
mientras el maestro estuviere sacrificando.

31º. En las procesiones generales de miércoles,


jueves y viernes santos, Rogaciones, Corpus Cristi, y
otras públicas, concurrirán los maestros y ayudantes
con sus discípulos en orden, y procurarán vayan
con propiedad y decencia compuestos y reverentes,
manifestando sin exterioridades afectadas la inocencia
del alma, y su piedad hacia Dios, en cuyos actos y otros
de concurrencia de los niños, observarán los maestros
las instrucciones verbales que recibieren de quien pueda
y deba dárselas sobre lo que importare en tales casos.

Colección Bicentenario 411


32º. Las escuelas estarán abiertas todos los
días, y sólo se cerrarán los domingos y días de fiestas:
la víspera de Pascua de Navidad hasta el dos de enero
inclusive; desde el miércoles santo en la tarde hasta el
tercer día de pascua de resurrección, inclusive desde
las vísperas de pascua de Pentecostés hasta el tercer
día de ella, inclusive domingo, lunes y martes de
carnestolendas; el 24 de septiembre, aniversario de la
instalación del Congreso Nacional, días del Rey y de la
Reina. Y nadie puede dar asueto en otro ningún día del
año sino el Muy Ilustre Ayuntamiento.

33º. En atención a que vacando alguna escuela


pueden resultar muchos daños, si se suspende o cierra
mientras se provea de maestros, se ordena y manda:
que luego que vaque alguna provea el interin dicho
Ayuntamiento en persona suficiente y de confianza,
que llevará la renta o prorrata del tiempo que sirviera,
y nadie podrá excusarse de esta carga, ni entorpecer
el nombramiento con pretexto y articulaciones, pues
caso de tener algún impedimento legítimo, y necesario,
le alegará y probará dentro de veinticuatro horas ante
el mismo Ayuntamiento, y si la aprobare la excusa
procederá el nuevo nombramiento.

34º. La superintendencia, dirección y


economía inmediata de las escuelas es exclusivamente
del Ayuntamiento de la ciudad, por esencia de su
representación; pero no podrá mudar, variar ni alterar
la situación y método del establecimiento sin previa
consulta a la diputación provincial y aprobación del
gobierno.

35º. El Muy Ilustre Ayuntamiento bien


penetrado de la importancia, de su vigilancia y celo
sobre la mejora y progreso de las escuelas, y de lo mucho
que importa al exacto desempeño de los maestros y
ayudantes, nombrará anualmente un director y censor
dotado con trescientos pesos anuales por ahora: que sea

412 Colección Bicentenario


persona capaz de la instrucción e ilustración necesaria,
a cuyo cargo estará con especialidad la vigilancia y celo
sobre la conducta de los maestros en el desempeño de
sus obligaciones y la observancia de los métodos fijados
a las escuelas, con cuyo motivo visitará diariamente
alguna de ellas, observará lo que juzgue conducente,
corregirá los defectos que advirtiere, y dará parte en
cada sesión del Ayuntamiento de las novedades que
hubiere, informando lo que le parezca conveniente
sobre la materia, y asistirá por turno a dichas escuelas
los sábados a más por la mañana y a otras por la tarde
procediendo de modo que no sepan los maestros a cuál
de ellos asiste hasta que se presente.

36º. Desde el establecimiento de estas escuelas


quedarán suprimidas las de primeras letras y de
gramática latina, que tiene y paga actualmente la
ciudad; y a sus maestros o preceptores serán atendidos
con preferencia en la provisión de las establecidas, si
juzgándose capaces para desempeñarlas con arreglo a
estas ordenanzas se presentare en el concurso que debe
formarse.

37º. Luego que estén establecidas estas seis


escuelas para la educación de los niños se tratará sobre
el establecimiento de las correspondientes a las de niñas,
formándose una ordenanza particular adecuada a las
circunstancias que remueva a las muchas dificultades
que ocurren este paso para lograr el acierto.

Colección Bicentenario 413


Imágen 18

9. Un modelo de
gobierno de la escuela
Colección Bicentenario 415
Imágen 19

416 Colección Bicentenario


Plan de una escuela de primeras letras
para la ciudad de San Juan de Girón,
presentado por el Dr. Dn. Felipe Salgar 94

San Juan de Girón, 16 de mayo de 1789.

/f. 949/

In primis desiderandum, esset ut qui populos resunt,


aut in iis principes sunt, curarent, ut plebes quaque homines
legere salten, et escribere scireut : vix enim dia potest quanto
pere mores, et artes perficerentur. Genvens. Methaphisc.

Sería cosa ociosa manifestar aquí la necesidad


de una escuela pública de primeras letras, en los lugares
cabezas de provincia y de una población regular. Todo
el mundo conoce su utilidad y es uno de los preceptos
más recomendables de nuestras leyes patrias.

El que se dedica al estudio de las ciencias,


como el que ha de seguir el del comercio, igualmente
que el labrador y el artesano, todos tiene necesidad de
aprender a leer, escribir y contar. En el curso de la vida
civil a todo hombre de cualesquiera condición que sea,
94 AGN: Fondo Colegios, T. II, 1ª Parte. Fol. 948-1018.

Colección Bicentenario 417


no faltan negocios en que ejercitar, desde luego, los
primeros principios que aprendió en las escuelas.

Muchas veces vemos, por efecto del descuido de


las escuelas públicas, o por el mal gobierno de ellas en los
lugares en donde las hay, que las personas más elevadas
carecen de el /f. 949v/ conocimiento de los números
y se ven obligadas a mendigar el auxilio de otras para
sus negocios domésticos, confiando sus secretos a
quienes talvez carecen de la probidad necesaria para
guardarlos.

El deseo de evitar estos inconvenientes y el


celo por el bien de un lugar que amo por preferencia,
me hacen presentar el siguiente Plan de una Escuela
Pública de Primeras Letras, en que igualmente deben
ser admitidos los niños de todas clases; pues mi ánimo
es, y mis votos conspiran generalmente por la utilidad
de todos los que componen el lugar sin distinción de
rico, ni pobre, de noble o plebeyo; debiéndose encaminar
el celo de los Magistrados más en beneficio de estos
últimos, que por la escasez de sus facultades carecen
casi siempre de la precisa instrucción en el manejo de
sus negocios, sin dejar de constituir por eso la mejor
porción de la República.

Artículo 1º

Los niños como que tienen las facultades del


ánimo poco acostumbradas a reflexiones, se mueven
más bien por lo que se les presenta de bulto. Por esta
razón es una de las reglas más acertadas acostumbrarles
desde luego a contemplar materialmente ejemplos de
virtud y cristiandad. Los maestros son pues los que
deben presentarles semejantes lecciones en una vida
pura e irreprehencible.

Así debe elegirse para maestro, Regente de


la Escuela, un hombre de conocida probidad y buena

418 Colección Bicentenario


conducta. De otra suerte el mal ejemplo cundiría en los
discípulos y el maestro no acertaría a reprenderlos de
unos vicios que él mismo se hallaba contaminado.

Artículo 2º

El maestro debe saber leer con sentido, escribir


correctamente y contar con expedición. Frecuentemente
vemos sujetos que teniendo una bella forma de letra, la
hacen inútil en su mayor parte por la ninguna ortografía
que tienen, siendo más tolerable una mala letra escrita
con ortografía que una buena sin ella; cosa que no
sólo perturba el sentido de la redacción sino que hace
también fastidiosa la lectura.

Artículo 3º

Encargado una vez de la educación de los niños


no debe entretenerse en otra ocupación que le desvíe de
su único y principal instituto en cuya consecuencia debe
manifestar su exactitud y diligencia no faltando jamás
voluntariamente a la Escuela en aquellos días destinados
a ella, a menos que una enfermedad u otro asunto de la
mayor urgencia se lo impidan; avisando entonces para
que no por eso cesen las lecciones acostumbradas para
lo cual se tomarán otras precauciones que se dirán más
adelante.

Artículo 4º

Suponiendo que no se puede proporcionar un


edificio público y capaz en donde se tengan las lecciones
de la Escuela, como era de desear, se hará en la sala
más grande de la casa del maestro una división, que
consistirá en separar los bancos o escaños de la testera
superior de los de la inferior, dejando entre unos y
otros una o media vara de intermedio. Servirá esto
para denotar que los niños nobles ocupan las bancas
de arriba /f. 950v/ y los plebeyos y gentes de castas

Colección Bicentenario 419


las de abajo. División que se conceptúa suficiente para
que lo unos no se mezclen con los otros, y se guarden
recíprocamente los respetos que son debidos a cada
clase.

Artículo 5º

Cuidará el Regente con el mayor celo,


reprendiendo y castigando irremisiblemente a
cualesquiera que faltando al respeto y buena armonía
que debe reinar entre los individuos de la Escuela,
insultase a otro de palabra, o por vía de hecho; será uno
de los cuidados más preferentes hacer que los niños de
buena estirpe, no sean osados a injuriar con mofas ni
malas palabras a los de baja extracción, ni se mezclen
con ellos, sino para enseñarles aquello que ignorasen
o auxiliarles en lo que necesiten por efecto de la
generosidad que debe ser propia de la gente noble.

Artículo 6º

De este modo se irán acostumbrando los niños


blancos a mirar bajo la perspectiva que conviene a los
otros hombres de clase inferior, y se borrarán del todo
las perniciosas preocupaciones que reinan aún contra
los artesanos y menestrales indígenas de una nación
civilizada.

Artículo 7º

Como podrá suceder que por enfermedad u


otra ocupación urgente no pueda el maestro concurrir
a la escuela, para que no por esto se interrumpan las
ocupaciones de ella, se encargará de su dirección y
gobierno el discípulo más adelantado, si fuese de edad
suficiente para guardar el buen orden debido; pero
si su poca edad le hiciese /f. 951/ inhábil para este
ministerio será del cuidado del maestro elegir el que le
parezca más apropósito, pues ninguno debe tener mejor

420 Colección Bicentenario


conocimiento que él en esta materia ni, desear más el
adelantamiento que sus discípulos en que consiste su
propia reputación.

Artículo 8º

En la sala de la escuela obtendrán el primer


lugar (supuesta la división arriba mencionada), los
discípulos más adelantados, comenzando desde la
testera superior. Por de contado ocuparán ésta los
estén ya haciendo planas y se sentarán más alto los que
las hagan mejores descendiendo hasta los que hagan
palotes, así sucesivamente hasta rematar cada fila en los
niños que comiencen a conocer las letras del alfabeto.

Artículo 9º

Como sería un embarazo considerable para el


Regente si huviese [sic] por sí mismo de tomar todas
las lecciones a sus discípulos, se escogerá de cada diez
de ellos uno, contando de abajo para arriba, que se
encargará de tomar la lección a los nueve inferiores,
dando cuenta al maestro de la buena o mala aplicación
de cada uno para el debido castigo o premio que le
corresponda. Estos se llamarán Decuriones.

Artículo 10º

Podrán tomarse las lecciones antes de entrar


en la sala de la escuela, en la cual avisarán al maestro,
luego que entren en ella, el resultado de cada una.

Artículo 11º

Se entenderá esto con los niños que aprenden


a leer; pues los que ya están escribiendo, serán
examinados /f. 951v/ inmediatamente por el maestro,
quien registrará las planas respectivas: poniéndoles a
cada una sus defectos, si los tuvieren y si no haciéndoles

Colección Bicentenario 421


al fin un rasgo primoroso o poniendo algún verso o
inscripción en que se le dé a entender al discípulo la
complacencia que le causa su aplicación y habilidad. Es
indecible lo que alimenta esta especie de elogios a los
niños principiantes y esta alabanza mantiene en una
fermentación continua la emulación de todos, que es el
alma de la aplicación e industria.

Artículo 12º

Para excitar más y más en los niños el deseo de


la perfección así en la lectura como escritura, deberá
el maestro repartir algunas gracias entre aquellos
discípulos que en una y otra materia manifiesten más
habilidad y talentos. Algunos parcos dados en ocasión
oportuna y siempre con una economía grande, serán
premios bastante para aquellos que más se adelanten en
la letra y lean con mejor sentido.

Artículo 13º

Servirán estos parcos para cuando cometiesen


sus dueños alguna falta de que deban ser castigados
corporalmente. Entonces podrán evitar el castigo
presentando el parco al maestro, quien se quedará con
él, para desplazarlo inmediatamente.

Artículo 14º

Los decuriones serán responsables al maestro


del atraso de sus encargados; consiguientemente si
alguna vez (en las muchas que preguntará a este o
aquel sus respectivas lecciones) encontrase al decurión
falso o embustero /f. 952/ en su dicho, le castigará
irremisiblemente para que se eviten las colusiones
demasiado frecuentes entre muchachos que carecen de
pundonor y se dejan percudir de bagatelas.

422 Colección Bicentenario


Artículo 15º

Demás de los decuriones habrá en la escuela un


celador o fiscal, escogido ente los más formales para que
cuide de la decencia y buen orden que debe guardarse
mientras se está en ella.

Artículo 16º

Será de la inspección del celador cualesquiera


gesto indecente, cualesquiera palabra impura y
generalmente todo aquello que repugna a la educación
más escrupulosa, cuyas reglas debe saber el maestro
para mandarlas observar con toda la puntualidad
debida.

Artículo 17º

Siendo el aseo una de las cosas que más


recomiendan la persona, deberán los muchachos de la
escuela presentarse en ella todos los días con la cara y
manos lavadas perfectamente; de que cuidará el celador
como de los puntos más esenciales de la educación. Y
como entre la gente pobre de este lugar, muchos a los
más no usan medias ni zapatos, cuidará también de que
no entren a la escuela sin haberse compuesto primero el
cabello, juagado los pies, las piernas y cortado las uñas.
Sería de desear que ya que no alcancen estas gentes a
comprar el zapato, usasen por lo menos de alpargate,
con que evitarán la deformidad del pie y añadirán nueva
decencia a su persona /f. 952v/.

Artículo 18º

Para el gobierno de los hombres son precisos


el premio y la pena. Los muchachos necesitan de uno y
otro y así tendrá cuidado de que haya en la escuela una
palmeta con que castigar las faltas menores, y un azote
para las de mayor gravedad. Estas serán las únicas

Colección Bicentenario 423


penas que se aplicarán, siguiendo siempre la prudencia
del maestro a cuya consideración se deja el más o menos
de todas ellas.

Artículo 19º

El aseo se entiende no sólo a lo que es nuevo,


ni a los vestidos de gala. Cada uno en su clase puede
ser aseado sin estrenar vestidos todos los días, que sólo
es vanidad. Con una misma ropa, aunque esté vieja, se
podrá presentar cualesquiera por mucho tiempo, con
tal que no esté sucia, ni rota, el vestido viejo admite
remiendos que sabiéndolos aplicar con curiosidad no
son indecorosos a nadie.

Artículo 20º

Las primeras impresiones de la niñez son por


lo regular las más duraderas. Por eso deben dárseles
a los niños las mejores nociones posibles. Los buenos
ejemplos y también los libros en que deben aprender a
leer contribuyen más que a otra cosa a formar bien las
inclinaciones tiernas de la niñez. Quintiliano aconsejaba
la buena elección de autores, prefiriendo siempre
aquellos que guardan más decoro en sus expresiones y
traen más ejemplos de virtud.

Artículo 21

Por supuesto son indispensables la gramática


castellana, que ha publicado la Real Academia Española
/f. 953/ y la Ortografía de la misma. Libros que son de
muy poco valor en lo material, aunque de gran precio en
la sustancia. Sin ellos jamás se entenderá bien el idioma
castellano, ni se podrá escribir correctamente; y en
América más que en otra parte se nota con singularidad
este defecto.

424 Colección Bicentenario


Artículo 22

La historia del país donde se vive, debía


hacérseles conocer a todos los muchachos de la escuela;
pero la falta de imprentas que sufrimos en este Reino hace
costosísimos, y muy raros los ejemplares de Piedrahita,
Fray Pedro Simón y otros que hablan más largamente
de las cosas del Reino después de la conquista.

Artículo 23

El Compendio de la Historia de España escrito


en francés por Dúchense y traducido elegantemente al
castellano por el Padre Isla, es otra obrita excelente para
los niños. En ella se encuentran las virtudes pintadas
con la hermosura y valentía que les corresponde, y los
vicios con los colores más negros. Además el estilo es
encantador y la obra valdrá cuando más dos pesos.

Artículo 24

Las costumbres de los israelitas y de los primeros


cristianos son dos obras del Abate Fleury que hacen
todo su elogio. Estas son superiores a cualesquiera
otras para formar las costumbres e inclinaciones de los
niños. Debían leerlas todos los hombres que aman la
virtud /f. 953v/.

Artículo 25

Como después de las lecciones de la semana


se debe destinar el día sábado para la enseñanza de la
doctrina cristiana, sería muy de desear que a más de
las preguntas ordinarias que se suelen aprender por
el Padre Astete, o Reinoso, trajesen los niños algunas
lecciones de memoria sacadas del Catecismo Histórico
del mismo Abate Fleury. Este sería el modo de que
aprendiesen la religión por principios y supiesen dar

Colección Bicentenario 425


razón de su creencia conociendo las maravillas de la fe
en las diversas edades del mundo.

Artículo 26

Los libritos insinuados son baratos y no hay


con qué reemplazarlos. Con que si queremos que la
educación de nuestros hijos sea buena y que ellos con
el tiempo sean ciudadanos útiles debemos procurar
proporcionales estas obritas. Peor es lo que se observa
hoy (con harto dolor de los que conocen lo mucho que
valen las buenas ideas) que por la mala elección o más
bien por la ignorancia de los maestros, se entretienen
los niños en la lectura de los Doce Pares de Francia,
de los Romances de Henrique [sic] Esteban, o de
Comedias igualmente malas por su estilo como por su
composición. Qué ideas sacarán los niños de semejantes
autores?

Artículo 27

El hombre debe madrugar en cualesquiera


estación del año. En las tierras cálidas se hace más
precisa esta práctica, por la conservación de la salud,
y por aprovechar el mejor tiempo del día para todos
los negocios. A las siete de la mañana, o más antes si
quieren, han /f. 954/ han de estar los escolares en la
casa de la escuela para entrar en ella a sus respectivos
ejercicios, a las siete y media, permanecerán allí hasta
las diez del día para volver otra vez a las dos y media
de la tarde, desde cuya hora pasarán lección hasta las
cinco.

Artículo 28

Conviene acostumbrar a los niños al trabajo y a


la constancia en sus ocupaciones para que no se hagan
holgazanes cuando sean hombres. Por eso y porque

426 Colección Bicentenario


en sus primeros años no tiene otro ejercicio se les
conceptúan necesarias todas esas horas de ocupación.

Artículo 29

Se ignora de donde ha dimanado la práctica


bárbara de que los escolares aprendan sus lecciones
en voz alta y desentonada. La grita de todos los
confunde necesariamente y los que están escribiendo
son perturbados más que otro alguno con semejante
confusión.

Artículo 30

Se guardará pues, el silencio correspondiente


en la escuela; leyendo paso los que no escriban y éstos
no hablando entre sí, sino con la debida modestia
aquello que sea muy preciso. De este modo se evitará el
desorden que ha reinado por tanto tiempo.

Artículo 31

Cada individuo de la escuela que esté escribiendo,


llevará de su casa el papel correspondiente para sus
planas, las que guardará dentro de un cobertor que
habrá hecho al intento /f. 954v/.

Artículo 32

Acabado un pliego lo entregará al maestro


para su aprobación o censura. Si mereciese lo primero
con el elogio del maestro se lo llevará a su casa para
satisfacción propia y de sus padres o tutores; pero si no
mereciese este honor se quedará el maestro con él para
lo que le sea voluntario.

Colección Bicentenario 427


Artículo 33

Cada uno de los escribientes tendrá el cuidado de


formar para sí un cobertor, en el que pondrá sus planas
como las fuere acabando hasta que llene enteramente
las cuatro carillas del pliego.

Artículo 34

Como sería embarazoso que cada escolar


llevase la tinta que necesitase, lo que muchos tal vez no
podrían verificar, será de su cuidado solamente buscar
un tintero de materia dura, tal como la que se necesita
para resistir a la vivacidad de la niñez.

Artículo 35

Del mismo ramo de que se sacará el salario


para el Regente de la Escuela, se destinará una pequeña
cantidad, que se le entregará a este, para que con ella
provea al abasto de la tinta necesaria a los discípulos
escribientes. De las vainillas que produce la planta
que comúnmente llaman espino de cabra, se hace una
excelente tinta de escribir, con tal de que se mezcle
con ella al tiempo de su cocimiento algunos pedazos
de hierro viejo, teniendo cuidado de mantenerlos en
ella aun después de haberla pasado por un paño hecho
a propósito. Aunque el papel sea muy delgado /f.
955/ no se mancha con esta tinta, como que no tiene
preparación alguna vitriólica.

Artículo 36

Aquellos discípulos que estuviesen bastante


adelantados en la letra podrán entretenerse todos los
días media hora e ir haciendo números y conociendo
su valor, para que insensiblemente se acomoden con su
ejercicio.

428 Colección Bicentenario


Artículo 37

El contar con exactitud es de un provecho


inmenso en el curso de la vida. Así será la última
explicación de los discípulos después de saber leer y
escribir, la de aprender los principios de Aritmética,
práctica que deberá enseñarles el maestro con toda la
eficacia necesaria.

Artículo 38

Aunque muchos de los niños de escuela no


necesiten precisamente del perfecto conocimiento de
todas las operaciones de esta ciencia, siempre será muy
conveniente que prendan al menos las cuatro primeras
que son muy fáciles por sí y les bastarán para el despacho
de sus negocios.

Artículo 39

Aquellos cuyos padres o tutores quisieran que


aprendan más en esta ciencia, deberán ser enseñados
por el maestro en lo quebrados, reglas de tres y de
compañía; extendiéndose si fuera posible a la resolución
de las raices [sic] cúbicas y cuadradas.

Artículo 40

Varios han tratado de Aritmética con exactitud,


pero /f. 955v/ ninguno, a mi ver, lo ha hecho con más
comodidad para los discípulos de esta clase como el
íntimo amigo del célebre don Jorge Juan María Godín,
como este académico tuvo a su cargo la enseñanza
de los caballeros guardia marinas, publicó un tratado
elemental de Aritmética, que debía estar en manos de
todos.

Colección Bicentenario 429


Artículo 41

Por este autor se debe enseñar la Aritmética en


la escuela de que tratamos. Su método es excelente y
retocado enteramente a la moderna.

Artículo 42

Será obligación del maestro avisar a los padres


o tutores de los discípulos, que ya estén perfectamente
instruidos, de lo que se enseña en la escuela, para que lo
saquen y apliquen a los que les parezca más acomodado
a sus intereses. Y como el maestro podrá notar más
fácilmente el genio e inclinaciones de cada uno, deberá
advertirles esto mismo por si quisieran aprovechar la
noticia en beneficio de sus hijos o encargados. Sería
grande el aumento que recibirían las artes y ciencias,
si cada individuo fuese aplicado a lo que su misma
naturaleza le inclina.

Artículo 43

Por fin debe tenerse presente que el maestro


de la escuela está encargado de la educación de la más
preciosa porción de la República. Por consiguiente
se debe respetar en el grado que merece semejante
encargo; guardándole todos generalmente aquella
consideración a que se hace acreedor un hombre, a
quien tie- /f. 956/ ne cometida el público la dirección
y tutela de todos los niños y que debemos considerar
como padre universal de todos. Sin esto no hay que
pensar en escuela pública.

Se debe advertir esto porque hay padres muy


delicados, que insultan a los maestros porque han
castigado debidamente a sus hijos. Tales hombres son
dignos de las costumbres que con el tiempo sacarán sus
hijos con la demasiada contemplación; pero la República

430 Colección Bicentenario


pierde mucho en que los ciudadanos no sean lo que
deben ser, esto es, aplicados y virtuosos.

Artículo 44

Por su parte debe también el maestro manifestarse


seriamente interesado en el adelantamiento de sus
discípulos considerándolos como plantas tiernas que se
han fiado a sus desvelos y cuyos padres han descargado
en él todas sus veces.

Si él es, como debe suponerse, amante del


bien público y de la prosperidad de su patria, cuidará
forzosamente en manifestar su celo haciendo que
sus hijos se acostumbren desde su más tierna edad a
honrarla con sus talentos y virtudes. Tamaño encargo
es de suma importancia y no es menos digno de elogios
un maestro de escuela que sabe dirigir y formar las
costumbres de sus ciudadanos interiormente, que el
general que hace respetar la nación de sus enemigos.
Este debe a aquél toda su gloria.

San Juan de Girón, mayo 16 de 1789.

Doctor Phelipe de Salgar.

Colección Bicentenario 431


Estado actual de la escuela y nuevo
establecimiento de ella
Por Don Simón Narciso Rodríguez 95

Caracas, 19 de mayo de 1794.

Primera parte

Estado actual de la escuela demostrado en seis


reparos

Reparo primero
No tiene la estimación que merece

Basta observar la limitación a que está reducida


y la escasez con que se sostiene para conocerlo. Todos
generalmente la necesitan porque sin tomar en ellas
las primeras luces es el hombre ciego para los demás
conocimientos. Sus objetos son los más laudables, los
más interesantes: disponer el ánimo de los niños para
recibir las mejores impresiones, y hacerlos capaces de
todas las empresas. Para las ciencias, para las Artes,
para el Comercio, para todas las ocupaciones de la
vida es indispensable. Con todo ¡en qué olvido se ve
sepultada respecto de otras cosas que sucesivamente
se adelantan y mejoran: cuántos hombres jusgan más
decoroso que ella el empleo más privado y menos útil:
cuántos tienen ese ministerio por anexo a la vegez, y
a la baja suerte; y cuántos se desdeñan de aplicarse a
fomentarlo y elevarlo!

95 AAC: Expediente Nº 19. Tomado de Obras completas de Simón Ro-


dríguez. T. 1. Reedición facsímil. Caracas: Presidencia de la República (Vene-
zuela), 2001. p. 197-222.

432 Colección Bicentenario


Segundo
Pocos conocen su utilidad

Cuando una cosa buena se desprecia, es por uno


de dos motivos: o por temeridad, o por ignorancia. Por
lo primero, no puede ser contrayéndonos al presente
asunto; pues parece imposible que haya hombres de
este carácter. De lo segundo resulta, sin duda, esta fatal
consecuencia y lo entiendo así:

Como la necesidad ha obligado a tántos a suplir


la falta de Escuela formal con el auxilio de un particular
en estudio privado ha resultado con el tiempo otra
tanta diferencia en el gusto cuanta hubo en el capricho
de los que enseñaron. Cada uno refiere y sostiene las
reglas, los preceptos, las distinciones, que recibió en
sus principios: está satisfecho de que fué aquel el mejor
método: tiene por falta el no verlo observado: critica la
novedad: y raros son los que conocen su defecto.

De este crecido número de hombres, es menester


confesar, que respectivamente son muy pocos los que
han procurado después desimpresionarse, corrigiendo
con nuevo y cuidado estudio os abusos que seguían. Lo
primero porque son raros los que después de una edad
madura se hallan libres de alguna carga del estado para
dedicarse a él. Lo segundo porque se necesita gusto
natural para emprenderlo y este no lo sacan todos. El
que no lo tiene, ve con indiferencia el asunto; y como
encuentra a cada paso tantos ejemplares idénticos de
su mala letra y que se gobierna con ella: tantos que
ignoran la Aritmética y se valen de ajena dirección en sus
intereses: juzga desde luego que la Escuela de primeras
Letras, a quien pertenece la enseñanza perfecta de estas
cosas, es de poca utilidad, respecto a que sin haberla
cursado lo desempeña, a su parecer, bien.

Esta opinión ha llegado a ser casi general en


otro tiempo; y aún en el presente se tiene el estudio

Colección Bicentenario 433


de la Caligrafía y Aritmética por necesario a sólo los
dependientes.

Hay quien sea de parecer que los artesanos, los


labradores y la gente común, tienen bastante con saber
firmar; y que aunque esto ignore, no es defecto notable:
que los que han de emprender la carrera de las letras,
no necesitan de la Aritmética, y les es suficiente saber
formar los caracteres de cualquier modo para hacerse
entender, porque no han de buscar la vida por la pluma:
que todo lo que aprenden los niños en las escuelas, lo
olvidan luego: que pierden la buena forma de letra que
tomaron: que mejor aprenden estas cosas cuando tienen
más edad y juicio, etc., de modo que en su concepto, era
menester dar al desprecio todo lo que hay escrito sobre
el asunto, considerando a sus autores preocupados de
falsas estas; suprimir las Escuelas por inútiles y dejar
los niños en la ociosidad.

Los artesanos y labradores es una clase de


hombres que debe estar atendida como lo son sus
ocupaciones. El interés que tiene en el Estado es bien
conocido; y por lo mismo excusa de pruebas.

Todo está sujeto a reglas. Cada día se dan obras


a las prensa hombres hábiles sobre los descubrimientos
que sucesivamente hacen en la Agricultura y Artes, y
éstos circulan en todo el mundo para inteligencia de
los que la profesan. Si los que han de estudiar en esto
para mejorarlo ignoran los indispensables principios de
leer, escribir y contar, jamás harán uso de ellas: estarán
siempre en tinieblas en medio de las luces que debían
alumbrarlos: no adelantarán un solo paso; y se quejará
el Público de verse mal servido pero sin razón.

Las artes mecánicas están en esta ciudad y aun


en toda la Providencia, como vinculadas en los pardos y
morenos. Ellos no tienen quien los instruya; a la escuela
de los niños blancos no pueden concurrir: la pobreza

434 Colección Bicentenario


los hace aplicar desde sus tiernos años al trabajo y en
él adquieren práctica, pero no técnica: faltándoles ésta,
proceden en todo al tiento; unos se hacen maestros de
otros, y todos no han sido ni aun discípulos; exceptúo
de esto algunos que por suma aplicación ha logrado
instruirse a fuerza de una penosa tarea.

Qué progreso han de hacer estos hombres, qué


emulación han de tener para adelantarse, si advierten
el total olvido en que se tiene su instrucción? Yo no
creo que sean menos acreedores a ella que los niños
blancos. Lo primero porque no están privados de
la Sociedad. Y lo segundo porque no habiendo en la
Iglesia distinción de calidades para la observancia
de la Religión tampoco debe haberla en enseñarla. Si
aquellos han de contribuir al bien de la Patria ocupando
los empleos políticos y militares, desempeñando el
ministerio eclesiástico, etc., éstos han de servirla con sus
oficios no menos importantes; y por lo mismo deben ser
igualmente atendidos en la primera instrucción. Mejor
vistos estarían y menos quejas habría de su conducta
si se cuidase de educarlos a una con los blancos
separadamente.

El asegurar que todo el trabajo que hacen los


niños en la Escuela de primeras Letras es perdido
después con el curso de las clases mayores, y que los
que han de ser literatos deben escribir mal y no saber
contar, es igual error al antecedente.

Es del cargo del maestro de la primera Escuela


enseñar no sólo la formación de los caracteres sino
su valor y propiedad: el modo de usarlos y colocarlos
según las reglas de perfecta ortografía: el dar una
clara inteligencia de los principios de Aritmética; el
instruir en las reglas generales y particulares de trato
civil: sobre todo el fundamentar a sus discípulos en la
Religión.

Colección Bicentenario 435


Apuren enhorabuena los unos toscamente las
letras, y entiendan regularmente un libro para seguir
las ciencias; esperen los otros mejor edad para aplicarse,
y respóndanme los primeros si es cierto que en las
clases de latinidad gastan todo el tiempo que habían de
haber gastado en la de Primeras Letras, aprendiendo la
doctrina cristiana, a leer y escribir, en las de Filosofía
aprendiendo a formar el guarismo y a conocer los
números; y en todas a fuerza de repreenciones y
bochornos los preceptos de urbanidad; y si es para esto
necesario que los catedráticos quieran tomarse por
puro celo un trabajo que no les pertenece. Díganme
los segundos si es verdad que cuando en la juventud
vuelven sobre sí, y conocen su ineptitud separando al
mismo tiempo en los niños más tiernos la instrucción
que a ellos les faltara, procuran ocultar su defecto: si
se les hace insuperable el estorbo que la vergüenza les
opone: si ceden muchos a su fuerza, y permiten más
bien quedarse en la ignorancia que vencerla. Yo tengo
de esto muy buenas pruebas.

No es propiedad de lo que se aprende en la


Escuela el olvidarse: lo será de lo que se aprende mal;
así como se desploma y arruina luego el edificio mal
cimentado. Dígase que fue superficial la enseñanza y no
que fue inútil.

Tercero
Todos se consideran capaces de desempeñarla

El ignorar los principios elementales de una cosa,


cuando se trata de sus medios o fines, es vergonzoso; y
así no se podría sin agravio preguntar a un Teólogo, a
un Jurista si entendía el idioma latino, a un matemático
si sabía la Aritmética.

Esto mismo puntualmente sucede con casi todos


los hombres respecto de leer y escribir. Con dificultad
se encontrará uno que diga que no es capaz de enseñar

436 Colección Bicentenario


las primeras Letras; por el contrario pocos confesarán
abiertamente habilidad para el desempeño de una
cátedra de Elocuencia, Filosofía, etc. Prueba bien clara
de que el estudio de estas facultades pertenece a pocos,
y que el conocimiento completamente instruidos si no
satisfechos de que lo están por la grande facilidad que
encuentran en enseñar una cosa que juzgan de poco
momento.

Para que un niño aprenda a leer y escribir, se


le manda casa de cualquier vecino, sin más examen
que el saber que quiere enseñarlo porque la habilidad
se supone; y gozan de gran satisfacción las madres
cuando ven que viste hábitos el Maestro porque en un
concepto en este traje el símbolo de Sabiduría. Ah! De
qué modo tan distinto pensarían si examinaran cuál es
la obligación de un Maestro de Primeras Letras, y el
cuidado y delicadeza que deben observarse en dar al
hombre las primeras ideas de una cosa.

Cuarto
Le toca el peor tiempo y el más breve

Así como es propio carácter de la infancia y


puericia el ser inocente, lo es también el ser delicada,
y penosa, tanto por su debilidad, cuanto por el
desconcierto de sus acciones. Es verdad que para tolerar
éstas, es poderoso aliciente el de aquella; pero no podrá
negarse que sin una continua reflección [sic] sobre los
derechos que se la deben, con dificultad habría quien se
encargase de su dirección.

Es necesario estrechar en los límites de la


prudencia todos sus deseos al paso que se les permita
obrar con libertad. Para discurrir y proceder así es
menester no ser ignorante o no querer parecerlo
consintiendo sin estorbo alguno todos los gustos que
inventa la razón informe de los niños.

Colección Bicentenario 437


En esto se funda mi reparo. Le toca al Maestro
de Primeras Letras la peor parte de la vida del hombre;
no por su travesura, por su complexión, ni por su
distracción, sino por la demasiada contemplación e
indulgencia que goza en esta edad. Si ésta se dispensase
racionalmente por los padres como es debido, nada
habría que decir; pero sucede al contrario regularmente:
(hablo en esto y en todo con la excepción que debo). Es
preciso que el Maestro al tiempo que trata de rectificar
el ánimo y las acciones de un niño; y de ilustrarle el
entendimiento con conocimientos útiles, trate también
de consultarle el antojo sobre las diversiones, juegos y
paseos que apetece, si no quiere hacerse un tirano a los
ojos de sus padres.

De esta extraña doctrina resulta que cuando


debía terminar la enseñanza aún no ha comenzado:
que pierde el discípulo el tiempo más precioso en la
ociosidad: y que al cabo sale el Maestro con la culpa
que otro ha cometido.

Ojala fuera este solo el cargo que se le hiciera,


que con desentenderse estaba vencido; lo más penoso
está en satisfacer a los que se le forman en el discurso de
la enseñanza sobre el aprovechamiento. Se le reconviene
a cada paso con la edad del discípulo, con su grande
talento, aunque no lo tenga, con los designios que se
han propuesto en su carrera, con las proporciones
que malogra, etc., porque es cosa chocante al parecer
de muchos padres ver sus hijos en la Escuela de
Primeras Letras cuando cuentan ya once o doce años
de edad, aunque los hayan tenido en sus casas hasta los
diez, llevados de la idea común de gobernarse, por la
estatura, y no por la habilidad para pasarlos a las clases
de Latinidad como si fuesen a cargar la gramática en
peso.

Cansado el maestro de este modo usa de las


abreviaturas que puede para eximirse de una molestia

438 Colección Bicentenario


tan continuada. Sale el discípulo, entra en su deseada
clase; y aunque consuma en ella doble tiempo del
necesario no es reparable: pocas y muy ajustadas son
entonces las instancias y quedan plenamente satisfechos
con la más leve respuesta del preceptor No quiere decir
esto que a la Escuela de Primeras Letras le toca el peor
tiempo y el más brece?

Quinto
Cualquiera cosa es suficiente y a propósito para ella

La desgraciada suerte que ha corrido la escuela


en tantos años, la ha constituido en la dura necesidad de
conformarse con lo que han querido darla. Olvidado su
mérito ha sufrido el mayor abandono un notorio agravio;
y aun en el día siente, en mucha parte, lastimosos efectos
de su desgracia.

Basta para conocerlo fijar un poco la atención


en las peluquerías barberías que sirven de Escuela; y
sin detenerse en examinar su método, ni la habilidad
de sus maestros, pásese a averiguar con qué autoridad
se han establecido, quiénes son sus discípulos y que
procesos hacen.

Y se verá que ha sido costumbre antigua


retirarse los artesanos y sus oficios en la vejez con
onores de Maestros de Primeras Letras, y con el
respeto que infunden las canas y tal cual inteligencia
del Catecismo, han merecido la confianza de muchos
padres para la educación de sus hijos: que muchos aún
en actual ejercicio forman sus Escuelas públicas de leer
y peinar, o de escribir y afeitar con franca entrada a
cuantos llegan sin distinción de calidades, y nunca se ve
salir de ellas uno que las acredite.

Cualquiera libro, cualquier pluma, tintero o


papel que un niño lleve, está demasiado bueno para el
efecto: porque teniendo qué leer y con qué escribir es

Colección Bicentenario 439


accidente que salga de un domo o de otro, debiéndose
enmendar después con el ejercicio. Propia máxima de
estas fingidas escuelas. Nada perjudicaría si se quedase
en ellas; pero la lástima es que se trasciende a las
verdaderas, y hace dificultoso su curso.

Cuando un hombre que se gobernó por ella


tiene a la Escuela un hijo, y se le piden libros señalados,
papel o pluma de tal calidad: le coge tan de nuevo que se
ríe, y llama al maestro minucioso y material: por lo que
se ve éste obligado muchas veces a enseñar a unos por
el Flos Sanctorum y a otros por el Guía de Forasteros.

No se hacen cargo que son indispensables


principios para leer con propiedad el conocimiento de
los caracteres, la buena articulación y la inteligencia
de las notas, y que no puede un maestro enseñarlo, sin
tener en la mano ejemplares propios de cada cosa; que
para instruir en el método y reglas de formar las letras,
necesita igualmente de materiales acondicionados, que
al paso que faciliten al discípulo la ejecución, le hagan
conocer las circunstancias que constituyen su bondad
para que los distinga.

Se entiende regularmente que los libros de


meditaciones, o discursos espirituales, son los que
necesita un niño en la Escuela, y sin otro examen se
procede a ponerlos en sus manos. Santos fines sin duda
se proponen en esto: pero no es este solo el asunto
que se trata en el mundo. Es necesario saber leer en
todos sentidos y dar a cada expresión su propio valor.
Un niño que aprende a leer sólo en diálogo no sabrá
más que preguntar o referir si sólo usa de un sentido
historial. Lo mismo digo del escribir y de todo lo demás
que toca a la enseñanza. El vicio o limitación que toma
en su principio, con dificultad se enmienda y siempre es
conocido el reparo.

440 Colección Bicentenario


Sexto
Se burlan de su formalidad y de sus reglas, y su
preceptor es poco atendido

Como esto de hacer maestro de niños a


cualquiera ha sido libre facultad de cada padre de familia
respecto de sus hijos, no ha sido menos libre la acción
que se han reservado para disponer de la escuela a su
arbitrio como fundadores. Permítaseme una pintura de
este gobierno.

Admite un pobre artesano en su tienda los hijos


de una vecina para enseñarlos a leer: ponerlos a su lado
mientras trabaja a dar voces en una Cartilla, óyelos
todo el vecindario; alaban su paciencia; hacen juicio
de su buena conducta; ocurren a hablarle para otros:
los recibe: y a poco tiempo se ve cercado de cuarenta o
cincuenta discípulos.

Cada padre le intima las órdenes que quiere


para el gobierno de su hijo y éste ha de observarlas
puntualmente. A su entrada lleva un asiento del tamaño
que le parece: puesto en él y una tablilla sobre las piernas
forma su plana por un renglón de muestra; a la hora que
llega es bien recibido; y al fin, antes de retirarse cantan
todos el Ripalda en un tono y sentido violento mientras
el maestro entiende en sus queaseres.

El viernes es día ocupado. Este es el destinado


para despachar los vales a proporción de la contribución
que cada uno hace, según los haberes, que regularmente
se reduce a una vela, a un huevo, a un medio real o a un
cuartillo de los que corren en las pulperías.

Castigase un niño, y no le agradó a su madre,


o sobrevino algún otros disgusto de resultas de la
enseñanza, ya es suficiente motivo para llenar de
pesares al maestro, mandar por el asiento y ponerlo a
cargo de otro que hace el mismo papel en otra cuadra.

Colección Bicentenario 441


Sucede asimismo con éste, y con otros, y después de
haber andado el muchacho de tienda en tienda con su
tablilla terciada, adquiriendo resabios y perdiendo el
tiempo, entra a estudiar Latinidad porque ya tiene edad,
o toma otro destino.

Parece imposible que un método tan bárbaro,


un proceder tan regular de haya hecho regla para
gobernar en un asunto tan delicado; pero la costumbre
puede mucho. No será imposible oponerse a ella; mas
no se logrará el triunfo sin trabajo.

Quién cree ahora que la Escuela de Primeras


Letras debe regirse por táles constituciones, por táles
preceptos? Qué sus discípulos han de respetarlos y
cumplirlos exactamente, o ser expedidos? Qué su
maestro goza de los fueros de tal y debe ser atendido? Si
hemos de decir verdad, no será muy crecido el número
de los que así piensan y bastará para prueba considerar
lo vasto del vulgo y sus ideas.

Una escuela que no se diferencia de las demás,


sino en el asunto: un Preceptor que tiene el mismo
honor que los otros en servir al público, es el juguete
de los muchachos en el día: tanto importa que se les fije
una hora para asistir a ella, como que se les admita a la
que lleguen, tanto el que se les prescriba tal método tal
método como el que se use de ninguno, tanto el que se
les haga entender el orden de sus obligaciones, como el
que se les deje en libertad para portarse bien o mal: en
una palabra, el maestro que deba ser considerado de los
discípulos, es el que los considera porque el tiempo y la
costumbre así lo exigen. Dura necesidad, por cierto. No
se ve esto sino en la escuela de Primeras Letras a pesar
de la razón.

Los principales obligados a la educación e


instrucción de los hijos son los padres. No pueden echar
su carga a hombros ajenos sino suplicando, y deben ver

442 Colección Bicentenario


al que la recibe y les ayuda con mucha atención y llenos
de agradecimiento.

El establecimiento de las escuelas de primeras


Letras no ha tenido, ni tiene otro fin, que el de suplir
sus faltas en esta parte, ya sea por ignorancia, ya sea
porque no se lo permiten sus ocupaciones. Para esto
las ponen los Señores Jueces al cargo de sujetos que
pueden desempeñarlas con el acierto que corresponde.
El que no las necesita porque puede hacerlo si está
bien libre de que le apremien; pero el que las necesita
debe conformarse en todo con sus preceptos, con su
método, con sus constituciones. Lo primero porque
tienen aprobación, y lo segundo porque recibe en ello
beneficio.

Es indispensable la reforma

La lectura atenta de los seis artículos


precedentes, sin añadir otras reflexiones, bastaba para
deducir una consecuencia tan forzosa; pero yo quiero
aún llamar a otra consideración.

La Escuela de Primeras Letras en Madrid,


no puede haberse visto como en esta Ciudad por más
deplorable que haya sido su estado, pues basta atender
a que está la Corte para suponerla en su perfección.
Con todo vemos una total conversión en el método;
en los maestros y en los ramos de su enseñanza.
Una continua edición de varias obras dirigidas a la
reforma y a libertarla de los errores y abusos que la
oprimían. Hombres de muy distinguida clase y estado
promoviéndosete asunto, sin excusar para lograr su
intento diligencia ni providencia alguna conducente: ya
encargándose unos de formar un tratado de Aritmética:
ya dedicándose otros a facilitar por un nuevo arte
la formación de los caracteres: ya dirigiendo otros
personalmente a los niños en la ejecución: ya finalmente

Colección Bicentenario 443


contribuyendo con sus propios intereses para premiar
el mérito de los discípulos.

Qué arbitrio puede tomarse, pues, para no ceder


a la fuerza de un ejemplo tan poderoso? Si en la Corte
ha tenido la Escuela que enmendar, qué no tendrá aquí?
La nuestra es una copia de aquella; y por lo mismo
debe recibir sus alteraciones de su original si ha de
conformarse con ella.

Esta máxima ocupa en el día la atención


de muchos hombres en la mayor parte del Reino.
Dondequiera que volvamos los ojos, encontraremos no
una, ni dos ciudades, sino Provincias enteras, observando
el mejor método, y orden en sus escuelas a irritación de
las principales. Y será posible que ésta abundando en
tantas formalidades y teniendo la gloria de contar entre
sus hijos extraordinarios talentos, sobresalientes luces,
amor y sobre todo un deseo eficaz y fervoroso de su
exaltación, se vea careciendo de una cosa tan necesaria,
tan indispensable y obligada en esta parte a reconocer
ventaja en otras que no tienen sus privilegios? No es
regular: ella está al frente de muchas que la tienen por
modelo; y su honor consiste en hacerse mirar y respetar
como cabeza.

Segunda parte

Nuevo establecimiento

Capítulo I

Numero de escuelas

Es la ciudad extensa y populosa. No puede en


una sola casa, ni por un solo maestro, enseñarse el
número tan considerable de niños que contiene. Lo
primero porque la distancia no permite la asistencia.

444 Colección Bicentenario


Lo segundo porque aunque la permitiera no cabrían
en ella. Y lo tercero porque, aunque cupieran, no se
entenderían.

Es, pues, necesario distribuir en varias partes la


enseñanza para que sea fácil la concurrencia: para que
se acomoden con orden y sosiego; y para que se haga la
instrucción expedita y provechosamente.

1º Hallándose dividido el pueblo en cuatro


feligresías para la más pronta administración de los
sacramentos e instrucción de la Doctrina cristiana: no
es menos importante que haya en cada una, una escuela
que ayude en parte al párroco, y en todo a los feligreses
para la perfecta educación de los niños.

Capítulo II

2º Cuatro maestros de números y doce pasantes


a
formarán el cuerpo de profesores de primeras Letras
en esta Capital y llevarán todo el peso de las escuelas,
con absoluta prohibición a otras personas de mezclarse
en ellas; si no fueren con el título de aficionados a
promover los puntos de la enseñanza, incorporándose
antes b.
a. En todas las oficinas los hay con el fin de que ayuden
a los empleados, y ameritarse. Entretanto, observan los
jefes la conducta, aplicación, talento y la habilidad de
cada uno, y con este conocimiento hacen una acertada
elección para ocupar las vacantes cuando llega el caso.
No hallo menos razón para que se practique esto
mismo en las escuelas. Si para obtener aquellos empleos
se necesita instrucción, talento, aplicación, y conducta
en los sujetos; para servir éstas deben ser doblemente
instruidos, aplicados e irreprensibles, y haber acreditado
estas cualidades. Considérese la grave obligación de un
Maestro, y su responsabilidad.

Colección Bicentenario 445


b. De este modo se logrará la formalidad que debe haber
en las escuelas, y se impedirá el manejo que hacen con
ellas los artesanos, y mujeres.

3º El objeto que debe ocupar la atención de


sus individuos es el de llevar este asunto a su mayor
perfección por todos medios.

4º Ha de guardarse orden, uniformidad y


estabilidad en todo, y para esto es indispensable que
haya cierta dependencia y distinción de facultades
que al paso que contribuyan a la formalidad, hagan
respectivas las obligaciones.

5º Uno de los cuatros maestros propuestos será


el Director o regente de la Escuela c y servirá por su
propia persona la principal d.
c. Para dirigir un asunto, es menester entenderlo a
fondo. Las Escuelas de Primeras Letras constan de
muchos ramos y cada uno necesita de estudio separado
y continuo. El conocer los discípulos es circunstancia
esenciadísima sin la cual no se puede acertar en su
dirección; y para adquirir este conocimiento es necesario
estudiarlos bajándose a observar la más mínima de sus
acciones. Por esto ninguno será más a propósito para
disponer la economía de las Escuelas y ordenar sus
operaciones que el que por obligación entienda en ellas
diariamente desprendido de toda otra inteligencia.
d. Así se excitará una justa emulación en los subalternos
para imitar las acciones del Director y éste como que se
vé observado procurará rectificarlas.

6º Prefijará el método a todas: tendrá un


conocimiento individual de lo que se practique en ellas:
y las visitará sin tener para esto días señalados e.
e. No sabiendo los subalternos el día en que han de
ser visitados estarán siempre asistentes y tendrán sus
escuelas ordenadas.

446 Colección Bicentenario


7º Llevará un padrón general de todos los discípulos f:
los recibirá, destinará, aprobará a su tiempo, o expelerá
antes con causa legítima g.
f. Como la Escuela ha de ser una y sólo ha de estar
dividida en cuanto a la administración, el Director que
reúne en sí las funciones de todos los encargados, y
deben responder de ella, ha de tener noticia individual
de su estado.
g. Este acto infunde en los discípulos respeto a las leyes
de la Escuela: los hace empeñar en el estudio y proceder
con regla en todo.

8º Velará sobre la conducta de los Maestros


subalternos y procurará que desempeñen con fidelidad
sus encargos: les advertirá secretamente los defectos en
que incurran y les amonestará con suavidad la enmienda;
y si no la hubieren o perjudicaren de algún modo con
su mal ejemplo la inocencia de los niños, será el fiscal
quien los acuse ante el Juez para su separación.

9º Elegirá los pasantes, y los agregará a las escuelas;


juzgará verbalmente los delitos que cometan dentro de
ellas contra la constitución: y los despedirá si fueren
contumaces o escandalosos.

10º En esto procederá con mucha escrupulosidad.


No admitirá por pasantes hombres de cuyas costumbres
no tenga una exacta noticia; porque aunque pueda
separarlos después el prejuicio que causa el escándalo en
los niños es inseparable. Para despedirlos deberá tener
igual consideración examinando primero las causas
y poniendo todos los medios que dicte la prudencia a
fin de evitar el agravio notorio que se les haría si les
separase sólo por la acusación de alguno que los viese
mal. En este caso contará la discordia, haciendo entre
ellos permutas.

11º Los maestros subalternos servirán las escuelas


a que se les destine bajo las órdenes del Director.

Colección Bicentenario 447


12º Como la dependencia que tienen de él no se dirige
a otro fin que al de lograr en las escuelas una perfecta
uniformidad, privando las innovaciones arbitrarias, el
partido y la discordia: todo lo que no sea relativo a esto
ni a la buena conducta que debe llevar un maestro para
edificar a sus discípulos, no es del cargo del Director; y
así si él se arrogare facultades que no tiene o abusare de
las que tiene, tendrán éstos acción para que se les limite
en sus términos.

13º A cada escuela destinará el Director tres de los


pasantes numerarios: los maestros tendrán obligación
de instruirlos en todo lo concerniente al servicio y
hacerlos capaces de sus obligaciones para que las
desempeñen con arreglo a la constitución; de celar su
conducta y corregirles con prudencia los defectos en
que incurran sin poner en ellos las manos, ni injuriarlos
de palabra; pues si son graves sus delitos, deberán dar
parte al Director para que conociendo de ellos les forme
el cargo y los despida.

14º El día último de todos los meses deberán


los maestros pasantes y aficionados, presidiendo el
Director, juntarse en la escuela principal, a tratar sobre
lo que cada uno haya observado así en el método como
en la economía de las escuelas; y según lo que resulte
y se determine, quedarán de acuerdo para lo que deban
practicar en el mes siguiente h.
h. Será éste el medio más eficaz que puede ponerse para
que las escuelas vayan siempre en aumento.

15º A este efecto habrá un libro foliado y rubricado


por el Director; y en él se escribirán todas las consultas
y providencias que se dieren, autorizándose con las
firmas de todos.

16º El encabezamiento de este Libro debe ser


la nueva construcción, régimen y método de las Escuelas,
para tener un principio seguro en qué fundarse, y una

448 Colección Bicentenario


noticia ordenada de las materias que deban tratarse.
Escribiéndose a continuación todos los descubrimientos,
progresos y limitaciones que se vayan haciendo, vendrá
a ser ésta con el tiempo una obra de mucha utilidad
para las Escuelas; porque se tendrán a la vista desde
sus principios, y se formará una colección de buenos
discursos y noticias que ilustren a los que hayan de
seguir en su gobierno.

17º No podrá dispensarse alguno de los


individuos i la asistencia a la junta mensual si no fuere
por enfermedad o ausencia; y en ambos casos deberá el
pasante más antiguo (que será el que hará de Secretario)
comunicar la noticia en el mismo día a los enfermos, y
en el que leguen a los ausentes para su inteligencia.
i. Esto es, los Maestros y Pasantes, porque los aficionados
pueden concurrir cuando quieran.

18º La elección, examen y aprobación de


maestros, como también la acusación formal de sus
delitos debe hacerse por esta junta, y el nombramiento
y separación por el Muy Ilustre Ayuntamiento.

19º A la elección concurrirán todos los miembros


de la junta, precedido un informe, e investigación
secreta y prolija de su conducta; pero el examen se hará
primero privadamente y con toda la extensión posible
por el Director y por el párroco, éste en la Doctrina
christiana y aquél en el arte de escribir, leer y contar;
y después deberá presentarse el pretendiente a la junta
para que se le haga por todos, les conste su habilidad
y le den su competente aprobación con la cual pasará
al Muy Ilustre Ayuntamiento para que la autorice y le
mande despachar el nombramiento.

20º La visita mensual que debe hacer el director


a las escuelas, no se dirigirá solamente a reparar en
el método, economía y conducta que observan los
maestros, pasantes y discípulos; sino también a revisar

Colección Bicentenario 449


cuidadosamente los muebles que sirvan en ellas y las
cosas en que estén para hacer guardar en todo el mayor
aseo y compostura.

21º Las faltas y detrimentos que advierte los


repetirá contra los encargados de cada una, como no
provenga precisamente del uso que se haya hecho de
ellos.

22º Para esto tendrá un inventario con su


correspondiente distinción de todo lo que haya
entregado a los maestros particulares para el manejo
de sus escuelas j.
j. Y éstos deberán tener una copia para su govierno.

23º Todos los años podrán los señores diputados


del Muy Ilustre Ayuntamiento hacer visita general
comenzando por la escuela principal y acompañándose
con el Director en las demás para que les manifieste los
libros y les comunique las noticias que necesiten.

24º Los maestros y pasantes deberán cuidar de sus


respectivas escuelas especialmente para las noches para
precaverlas del robo. Para esto pueden alternar por
semanas o establecer su habitación en ellas ocupando
aquellas piezas que no estén destinadas a la enseñanza,
pero de ninguna manera con sus familias.

Modo de incorporar los discípulos en las


escuelas

25º Esta función toca privativamente al Director, y


por su impedimento al maestro más antiguo.

26º Antes de admitir los discípulos tratará de instruir


a sus padres en el régimen y gobierno de las escuelas; a
cuyo efecto hará sacar y tendrá a prevención un regular
número de copias que comprendan los capítulos de

450 Colección Bicentenario


observancia que obligan a los discípulos, y dando a cada
pretendiente una, se excusará de razonamientos.

27º Sólo los niños blancos podrán ser admitidos y


esto lo harán constar presentando certificación de su
Bautismo al acto de la matrícula.

28º Para hacerla, tendrá el Director un libro con


buen orden y aseo y en él expresará con claridad el
nombre de cada discípulo, su edad y complexión k y los
conocimientos que trae según resulte el examen que
harán de ellos.
k. Con arreglo a esto se les señalará la tarea.

29º Luego los destinará a las escuelas de sus


parroquias con papeleta al maestro para que los incorpore
y aliste desde aquel día, les prevenga sus obligaciones y
los coloque en el lugar que les corresponda.

Pensiones y su aplicación

30º Todos los niños cuyos padres tengan comodidad;


aunque mediana, deberán exhibir mensualmente cuatro
reales de plata y los pobres dos.

31º Estos deberá cobrarlos cada Maestro de sus


discípulos sin descuento alguno el día último de cada
mes y en el mismo entregarlos al Director que será el
Depositario.

32º Con este dinero ocurrirá: primero, a los gastos


comunes de papel, tinta, etc., segundo, a la construcción
de los muebles, de todas las escuelas: tercero a la
gratificación de pasantes.

Colección Bicentenario 451


Gastos comunes

33º Los padres deben dar a sus hijos cuanto


necesiten para aprender; y de esta obligación, no pueden
eximirse, sino hallando quien por favor se la tome. Esto
no puede hacer un Maestro; pero puede halibiarlos en
mucho a costa de poco trabajo.

Un niño que conduce diariamente de su casa a


la escuela los libros, tintero, pluma etc., y corre con la
compra de estos mismo cuando le falta, como sucede
regularmente, no puede menos que estar siempre
escaso de lo necesario, hacer muchos fraudes, perder
el tiempo, andar desaseado y causar doble gasto a sus
padres inútilmente.

Corriendo los maestros con esta economía nada


les faltará, tendrá todo a la mano, usarán con aseo, y
propiedad, se eximirán sus padres de este cuidado, y les
costará poco dinero. Para esto se señalan los dos reales
mensuales.

Con ello cuidará el Director de probeer las


Escuelas de todo lo necesario; a cuyo efecto invertirá
la cantidad que juzgue suficiente en aquellos renglones
de ordinario consumo, y teniéndolos en su casa a
prevención, los distribuirá a proporción entre los
maestros particulares.

Para los libros deberá manejarse de distinto


modo. Estos no se encuentran aquí a propósito, y
aunque se encontrasen, cuestan mucho. Para que llegue
a esta ciudad una obra es menester que se haya hecho
ya muy común; y con todo en la Corte usan las escuelas
de muchos libros de que nosotros no tenemos ni aun
noticias.

El medio pues de lograr para las nuestras un


surtimiento completo, haciendo venir los mejores

452 Colección Bicentenario


ejemplares, es el de tener el Director correspondencia
en Madrid con un sujeto inteligente que remitiéndole de
tiempo en tiempo el dinero suficiente cumpla las notas
que le acompañe, y le comunique igualmente noticia
de las nuevas ediciones que se hagan, y del aumento
de aquellas escuelas para su gobierno. El costo de
libros, sus fletes, y derechos, los pagará del fondo: y lo
demás que toca a la correspondencia, de su bolsillo, por
dirigirse este paso al mejor desempeño de su encargo.

Construcciones de muebles l
l. Estos deben ser en todo conformes al método y por
lo mismo no se expresa aquí su figura, número, ni
colocación.

34º El fondo que se hace con los dos reales que


exhiben los que pueden hacerlo a más de los de sus
gastos se invertirá en proveer las escuelas de todos
los muebles necesarios para la enseñanza. Con esta
economía se exime el fondo de propios de un gasto
considerable y se evitan unos inconvenientes tan
desconocidos como perjudiciales.

La enseñanza pende del buen método y éste en lo


material necesita de instrumentos proporcionados. Los
diversos ramos de que consta la escuela de primeras
letras, y la novedad que debe hacerse en su demostración
según los distintos semblantes que toma, ya por el
número, ya por la clase de sus discípulos; pide una
casi continua alteración en ellos m, fuera del oportuno
reparo que es preciso hacerles para su conservación.
En esto tiene un maestro que invertir al cabo del año
algún dinero; y si se examinan las partidas de que se
compone el gasto, no ha pasado tal vez de ocho reales
la mayor. Para cada una ha de hacer representación
al Muy Ilustre Ayuntamiento o la ha de pagar de
su bolsillo. Lo primero, es impertinente; porque no
puede haber hombre que considerando la seriedad de

Colección Bicentenario 453


un Ayuntamiento, no se avergüence de incomodar su
atención con veinte o treinta escritos al año, ya para
una pauta, ya para un asiento etc. Lo segundo no es
regular; porque si lo hace, se perjudica, y si no lo hace,
deja sentir a los niños la falta.
m. No en los principales.

Gratificación de pasantes

35º Como el gasto ha de cesar luego que esté


concluida la obra, y los cortos reparos que hayan de
hacérsele en adelante no pueden alcanzar a consumir
todo el fondo; queda al año casi entero, y sin aplicación.
No puede darse otra mejor que la de gratificar con él a
prorrata los doce pasantes; que a más de igual trabajo
que los maestros en la enseñanza tendrá el cargo de
conducir los niños a las escuelas. Entre tanto nada
tendrá que haber.

36º El Director como depositario deberá llevar


cuenta, liquidarla, comprobarla anualmente a los
señores diputados del Muy Ilustre Ayuntamiento. El
cargo se le formará por el padrón general.

Horas señaladas para el ejercicio de las


escuelas

37º Por las mañanas tres horas, contadas de las


ocho a las once. Por las tardes las mismas contadas de
las tres a las seis.

38º Para lograr la puntual asistencia será del cargo


de los pasantes convoca los niños a sus escuelas y de
estas a sus casas. A este efecto correrán a sus horas las
calles que sus maestros les hayan destinado guardando
proporción para evitar dilaciones y extravíos n. Con

454 Colección Bicentenario


esto se hacen a los niños tres beneficios, y se ocurre a
salvarlos de cinco peligros.
n. Los niños que vivan en parages extraviados no
gozarán de este beneficio.

Los beneficios consisten: primero en hacerles


una completa enseñanza, comenzando a sus horas las
escuelas. Segundo, en precisarles a llevar a las calles
un aire de modestia y sosiego y a que observen los
preceptos de cortesía con sus superiores, iguales e
inferiores. Tercero en que no dejen de asistir porque no
tengan sus padres quien los dirija si son tiernos.

Los peligros de que se salvan son: primero de que


se mezclen con quien puedan pervertirlos. Segundo de
que se profuguen. Tercero, de que se vicien en el juego.
Cuarto, de que riñan, o los insulten. Quinto de que
pierdan el tiempo inútilmente.

Lastima verdaderamente ver el espíritu de interés,


de trampa, y de codicia con que juegan los niños en
el día, y los robos que hacen para esto en sus casas y
en las agenas: las riñas que suscitan, y las maldiciones,
juramentos, e impurezas en que prorrumpen: la libertad
que se toman para insultar a los padres, y a los ancianos;
y a la malicia con que se ocultan de sus maestros, hasta
llegar a términos de dejar sus casas, y desaparecerse.

No hay padre de familia que no se queje


amargamente de la perdición que advierte en sus hijos
pero ninguno puede dejarlos de poner en el escollo
porque no puede privarles el tránsito de las calles para
conducirse las escuelas.

Actos públicos de religión

39º Todos los días de precepto en el año deberá


cada maestro asisitir con sus pasantes y discípulos

Colección Bicentenario 455


a la Misa del párroco; los domingos por la tarde
a la explicación de Doctrina que hace el mismo: y
para excitarlos a la devoción de la Santísima Virgen
convendrá que en los días de sus festividades se reúnan
las escuelas por la tarde llevando con veneración su
imagen salgan con sus maestros en un devoto Rosario.

40º Confesarán y comulgarán los que sean


capaces una vez al mes, y para esto elejirán el Domingo
que e sus parroquias esté delicado al Santísimo
Sacramento a cuya función asistirán todos.

Asuetos

41º Los días feriados: los de cumpleaños de


Nuestros Soberanos; quince días contados desde el 25
de Diciembre hasta el 8 de Enero, no más.

Recreos

42º Un día de cada mes en lugares proporcionados,


y presentes sus maestros.

Estos se les dispensarán atendiendo a que no


gozan de las vacantes acostumbradas en las demás
clases y a que su edad pide algún ensanche.

Exámenes

43º El día quince de todos los meses se harán


en la escuela principal; a cuyo efecto se presentarán los
discípulos que se consideren capaces.

Estados mensuales

44º Con arreglo a sus exámenes formará cada


maestro para fin del mes un estado que manifieste por
grados el lugar que ocupen aquellos en sus clases según
sus talentos y habilidades, y el Director teniéndolos

456 Colección Bicentenario


presentes hará uno que los abrace a todos, y lo
presentará a los Señores Diputados del Muy Ilustre
Ayuntamiento para que conozcan el progreso que hace
las escuelas, y puedan informar de su estado lo tengan
por conveniente.

Premios

45º Los maestros, y aficionados deberían darlos


de sus bolsillos.

46º Se señalarán y repartirán, por el director el


día de San Casiano en la Escuela Principal.

47º Los que se presenten a ellos, serán


examinados en la Junta mensual inmediata a este día; y
al acto de repartirla asistirán todas las escuelas.

Distinciones

48º Los discípulos que por sus méritos y


habilidad, tengan en las escuelas el cargo de celadores,
serán distinguidos por el director con un escudo en que
esté grabada la imagen de San Casiano, como patrón
general de ella, y la traerán en ojal del vestido.

Fiestas

49º Todos loa años se celebrarán dos, una en


honor de Nuestra Señora en su Purísima Concepción
(bajo cuyo título se le han de dedicar las escuelas) y otra
en obsequio de San Casiano.

50º Para ellas contribuirán cada discípulo con


dos reales al año, cada maestro con cinco pesos y el
director con diez, y correrá con el gasto.

51º Asistirán a su solemnidad todas las escuelas;


y en el primer año se establecerá una regla fija que

Colección Bicentenario 457


gobierne en el gasto que ha de hacerse en las demás y a
ellas deberán ceñirse los que sigan en este encargo.

52º Lo que sobrare se aplicará al gasto que se


haga en sacar los rosarios en las festividades de Nuestra
Señora.

Casos en que debe ser depuesto el director

53º Primero: si se le justifica connivencia en


materia grave.
Segundo: por dejar de visitar las escuelas en un mes no
estando impedido.
Tercero: por omisión en adelantar las Escuelas, y en
llevar los libros, y la cuenta que debe.
Cuarto: por faltar a dos juntas seguidas sin causa
legítima.
Quinto: por ausentarse de la ciudad sin licencia.
Sexto: por exceso notorio en el castigo de sus
discípulos.

Casos en que deben ser depuestos los


maestros subalternos

54º Primero: por no ceñirse a los órdenes del


director y hacer innovaciones arbitrarias.
Segundo: por ocultar defectos escandalosos de los
pasantes.
Tercero: por omisos en el cumplimiento de sus
obligaciones.
Cuarto: por faltar a dos juntas seguidas, sin causa
legítima.
Quinto: por ausentarse de la ciudad sin licencia.
Sexto: por exceso notorio en el castigo de sus
discípulos.

458 Colección Bicentenario


Casos en que deben ser despedidos los
pasantes

55º Primero: por no ceñirse a las órdenes de sus


maestros.
Segundo: por ocultar los defectos graves de los
discípulos.
Tercero: por injuriarlos o maltratarlos.
Cuarto: por faltar a dos juntas seguidas sin causa
legítima.
Quinto: por ausentarse de la ciudad sin licencia.

Causas en que deben ser expelidos los


discípulos de las escuelas

56º Primero: cuando los padres coartan a los


maestros la facultad de corregirles los defectos en que
incurran.
Segundo: cuando son obstinados en vicio escandaloso.
Tercero: cuando maliciosamente falten al respeto que
deben a los maestros.
Cuarto: cuando sean díscolos, chismosos o revoltosos.
Quinto: cuando deserten de las escuelas con
consentimiento de sus padres, sin causa legítima.

57º Los defectos que puedan ser corregidos sin


descargar la pena de separación, tanto en los discípulos
como en los pasantes, maestros y director; deberán
repreenderse con la severidad que corresponda por
quien tenga facultades. Los de los discípulos por sus
maestros, y pasantes: los de éstos por el director: y los
del director por el juez: imponiéndoles penas pecuniarias
en algunos casos a beneficio del fondo común.

58º No podrán salir de la Ciudad los Pasantes,


sin expresa licencia del Director: y éste no se las
consederá sin tomar antes informe de sus respectivos
Maestros.

Colección Bicentenario 459


59º Los maestros y director deberán impetrarla
del Muy Ilustre Ayuntamiento.

60º Las ausencias y enfermedades de los


maestros las suplirán los pasantes y las del director el
maestro más antiguo.

Capítulo III

Dotaciones

Cada maestro subalterno quinientos pesos


anuales.

El director ochocientos.

La recompensa es la que anima al trabajo. No


hay quien emprenda éste sin la esperanza de aquélla, y
tal es el esfuerzo que se hace por alcanzarla, cual es ella.
Tres principios tan ciertos como claros.

Las cosas más arduas y difíciles se emprenden


cuando se espera interés. No tome un hombre las
armas, los libros, ni el arado por mera satisfacción, sino
por la utilidad que se promete de su manejo. Bien lejos
estarían de arrastrar a las fatigas militares, a la faena
mental de tantos años de estudio, ni a las injurias del
tiempo; si solo tuvieran por mira el vivir olvidados y
sumergidos en la miseria.

Todos trabajan, es verdad, pero trabajan con


proporción. Apuran su entendimiento los unos, sus
fuerzas los otros; mas nunca pierden de vista el fin a
que se dirigen. Si es grande su mira, lo es también su
empeño, si corta poco se desvelan.

Este natural y conocido modo de proceder


los hombres se tiene tan presente en todos casos, que

460 Colección Bicentenario


primero se trata de asegurarles el premio que de hacerles
el encargo; y tanto más ventajoso, cuanto más gravoso,
y delicado es éste. Razonable máxima sin duda: porque
la misma pena que nos obliga a sacar nuestro sustento,
del trabajo, nos pone en la necesidad de atropellar los
mayores respetos cuando se nos precisa aplicarlo en
cosas que no nos han de rendir lo necesario.

Así es que ningún empleo que exije la atención


de un hombre, se dota con escasez. En las oficinas
Reales hay variedad de plazas y todos los que las sirven
gozan de una competente dotación: porque la mente del
Rey Nuestro Señor, en esto es no sólo atender al trabajo
que tienen los empleados, sino a que ocupan en él todo
el tiempo, y no les queda arbitrio para subsistir de otra
cosa.

Un maestro, a más de la penosa tarea que lleva,


invierte todas las horas del día en el desempeño de su
ministerio. Este no es menos importante que aquellas,
ni el que lo sirve merece menos atención.

Vasallo igualmente honrado que los otros es:


necesita de igual sustento, igual porte, igual habitación:
luego debe gozar igual beneficio.

Pensar que puede subsistir cómodamente


estando a expensas del público, es engaño. Yo vivo
mucho tiempo ha en esta miseria y pudiera hablar de
ella con mucha propiedad; pero mi propio interés hará
que calle lo que otro menos parcial dirá sin tanto riesgo
del crédito que merece tan delicada materia.

Considérese que los maestros llevan una tarea


extraordinaria, y que en ella hacen un particular servicio
a Dios, al Rey, a la Patria, y al Estado; y no es menester
más razón para que se les asegure una recompensa
proporcionada a su mérito. El director a más de llevar
la misma, reune en si las funciones más principales,

Colección Bicentenario 461


penosas y delicadas de todos; y en él consiste el bien de
las escuelas. Conque no es menos justo que se le mejore
en el premio cuando hace doble oficio.

Nota:

Si atendiendo a la necesidad que igualmente


hay de escuelas en que se instruyan los niños pardos,
y morenos se viene en proceder a su establecimiento:
desde luego será muy justo, que se rija, y gobierne por
el mismo director, en los mismos términos.

Igualmente convendrá que todas las que se


erigieren en la provincia tomen el modelo de las
principales y estén sus maestros sujetos en todo el
método que se les prefije por el director; y si se tratase
de nombrarlos en esta ciudad sean preferidos los
pasantes.

FIN

462 Colección Bicentenario


Plan de una Escuela Patriótica 96

Santa Fe de Bogotá, 1808.

Supuesto que he probado en mis reflexiones


sobre la educación, por el testimonio de la historia de las
dos naciones mas sabias e ilustradas de la antigüedad,
la griega y la romana, que la de los niños y jóvenes, sea
un reino, provincia o ciudad, no puede ser útil y perfecta
sino tiene las circunstancias de pública, gratuita, ser y
estar bajo de la inspección y vigilancia del gobierno:
discurriré ahora, hasta donde alcance, sobre el plan
que uniforme y constantemente debe observarse en las
escuelas que se establecieren en este reino, para que los
niños aprendan los elementos de las virtudes cristianas
y civiles que los conduzcan después a ser unos hombres
útiles a la patria, benéficos a sus semejantes, provechosos
para si mismos, y en fin, que honre con sus acciones la
santa religión que profesan.

Sobre estos principios, digo que el gobierno


es el primer agente que debe ordenar y poner en
movimiento esta máquina, formando una constitución
con toda la fuerza de una ley, a fin de que sea observada
religiosamente por los directores de escuela; de suerte
que los buenos, caritativos y celosos patriotas que
quieran manifestarlo por medio de la formación de los
establecimientos piadosos de que tanta necesidad hay en
esta capital y reino, solo deberán pensar en los medios
de verificarlos sin introducirse, ni a dar las reglas
para la enseñanza, ni al nombramiento de directores,
ni menos a adjudicarse el titulo de patronos, para sí ni
ninguno de sus parientes. El superior gobierno, como
un verdadero representante de padre de la patria, será
el patrono y el único que cuidara del cumplimiento de
96 Semanario del Nuevo Reino de Granada. Nºs 11-15 (mar-abr., 1808).
p. 87-146.

Colección Bicentenario 463


las intenciones de los establecedores y donatarios: a
estos les bastara la recompensa que hallarán en el seno
de Dios, por quien hace la obra, y el reconocimiento
público de sus conciudadanos, el cual permanecerá
indeleble en su memoria y corazones, por medio de las
demostraciones religiosas que anualmente harán las
escuelas en recuerdo feliz de sus benefactores, de las
que se tratarán en su lugar.

La real constitución, pues, que debe gobernar


en las escuelas de la patria, tendrá por preámbulo y su
frente aquel bellísimo rasgo que el inmortal Fenelón,
arzobispo de Cambrai, en su obra el Telémaco, pone
en boca de Mentor, dirigido al rey Idomeneo: “Por lo
que hace a los niños (le decía), ellos pertenecen menos a
sus padres que a la república: ellos son hijos del pueblo,
hacen sus esperanzas y su fuerza, y es muy tarde para
corregirlos cuando han llegado a corromperse. Poco
importa para el caso el excluirlos de los empleos que
ocupan después que se han hecho indignos de ellos;
porque valen mucho más prevenir el daño que verse
obligado a castigarlo. El rey, que es el padre de todo su
pueblo, lo es con particularidad de la juventud, que es
como la flor de la nación y cuyos frutos deben cuidarse
con el mayor esmero. Dígnese, pues, el rey velar sobre
la educación que se da a los niños; haga que se observe
religiosamente las leyes de Minos; fórmeseles un punto
de honor de huir las delicias y las riquezas, y que la
injusticia, la mentira, la ingratitud y toda la afeminación,
se miren entre ellos como vicios infames; enséñeseles a
los niños, desde la tierna infancia, a cantar de memoria
las alabanzas de los héroes que han hecho acciones
generosas por su patria y manifestando su valor en los
combates: que aprendan a ser tiernos con sus amigos,
fieles a sus aliados y equitativos con todos los hombres,
aun con sus mayores enemigos; que teman menos a la
muerte y a los tormentos que a la menor represión de
su conciencia. Si desde temprano se les enseña a los
niños estas grandes máximas, y se les imprimen en la

464 Colección Bicentenario


memoria por medio de la dulzura del canto, pocos habrá
que no se inflamen de amor a la gloria y la virtud”.

Yo no he hallado un rasgo mas tierno y expresivo


que éste para manifestar un soberano a su pueblo la
legitima autoridad con que pone bajo de su mando e
inspección la educación de todos los niños, el amor y
cuidado que le merece la nación que gobierna, y que
sirva al mismo tiempo de enseñanza a los directores
de escuelas para dirigir la que deben dar a sus niños.
Empecemos, pues, nuestro plan.

Material del Edificio

El edificio que haya de servir para hacer una


escuela debe estar, no precisamente en el centro de
la ciudad o barrio, sino en lo más retirado de él, lejos
del bullicio que puede llamar la atención de los niños
y distraerlos de sus obligaciones. Si puede ser alto se
preferirá al bajo, por más saludable, mejor ventilado, y
de más agradables vistas. Sobre la puerta principal de la
calle, se colocará, en una tarjeta con hermosas letras de
oro: ESCUELA DE LA PATRIA, para que sea conocida
y respetada del público.

La pieza para la enseñanza de los niños debe ser


grande y muy clara; y en ella tendrá también el director
su asiento, para que de una ojeada vea lo que cada
uno hace, y nada se le oculte, sin necesidad de valerse
del cuidado de otros. Correspondiente a esta pieza,
tendrá la casa aquellas que proporcione a los niños el
esparcimiento en los días que se señalarán, como patio
y jardín de regular capacidad. Si fuere baja y estuviese
sobre la calle la sala grande, se cuidará de que ni los
niños puedan asomarse fácilmente a las ventanas, ni
que los que pasan por la calle la registren.

Colección Bicentenario 465


Todo debe respirar allí el aseo y el buen orden
porque es una parte principal de la educación de los
niños el enseñarles la propiedad en todas las cosas, para
formarles el buen gusto y acostumbrarlos a la decencia.
Dios es orden: y el hombre en sociedad debe imitarle en
lo moral y en lo físico: y así el director de una escuela le
enseñará a sus niños, no solo aquellas máximas que se
dirigen a las buenas acciones sino también a aquellas que
tienen por objeto el aseo, la limpieza, la proporción y el
buen gusto. Por esto convendrá que en la pieza grande
de enseñanza haya adornos de pinturas escogidas, esto
es, historias que instruyan y enseñen, como los pasajes
más notables de la vida de Jesucristo en el tiempo de
su predicación; ya aquel en que, rodeado de gentes y
en actitud propia, decía: Sinite parvulos venire ad me (1)
[S. Marc. Cap. 10, v 14]: dejad que se acerquen a mi los
niños; o ya aquellos en que manifestaban los hombres
su amor, su ardiente caridad sobre sus males y trabajos,
y les explicaba el grande cuidado que tenía su padre
para proveerles del sustento y del vestido.

También se colocarán en tablas bien pintadas y


con hermosas letras algunas inscripciones sacadas del
Evangelio, para que se acostumbren a leerlas los niños,
como aquellas: Amaos los unos a los otros. Venid a mi
vosotros que estáis cansados que yo os aliviaré. Igualmente
convendrá inscribir algunas máximas morales, como:
la virtud consiste en preferir el bien público al nuestro.
Para ser virtuoso, es necesario resistir a sus inclinaciones,
a sus deseos, a sus gustos, y combatir sin cesar contra uno
propio. No convendrá menos representar a los niños
en pinturas algunos actos de la justicia divina, para
hacerles comprender que Dios, al mismo tiempo que
esta lleno de misericordia para los que le imploran,
también lo está de justicia para los que no dan frutos de
buenas obras; pero no se les pondrán a la vista aquellos
que causan terror y espanto, como el juicio, el infierno,
ni otros semejantes, sino como aquel cuando Jesucristo
maldijo la higuera que no llevaba fruto, o aquel en que,

466 Colección Bicentenario


armado con el azote, arrojaba del atrio del templo a
los tratantes que le profanaban; teniendo cuidado el
director de explicar a los niños el sentido genuino de
todas estas cosas.

Nombramiento de los Directores

Aunque pertenece a la autoridad suprema del


gobierno, el derecho de nombrar los directores de las
escuelas, y deberá verificarse a sí las muchas y graves
atenciones de que comúnmente esta rodeado piden
de justicia que haya un cuerpo intermedio por cuyo
conducto lleguen a su conocimiento todas aquellas
noticias que han de preceder al nombramiento para
que sea acertado y fundado en toda la justicia. Ningún
cuerpo más propósito para llenar tan delicadas funciones,
como el del ilustre cabildo civil de esta capital, tanto
para las escuelas que se funden en ella, como para las
de aquellos pueblos del reino que no dependan de las
cabezas de provincia donde hay cabildos completos.
Por sus constituciones estos cuerpos se componen de
vecinos ilustrados, y patriotas llenos del mayor celo por
el bien publico; exentos por las leyes de conexiones y
parentescos entre si, por consiguiente imparciales para
los exámenes y propuestas que deberán preceder al
nombramiento.

El método para desempeñar estas funciones


será los más sencillos y ordenados por las leyes en
otros semejantes establecimientos. Llegado el caso
de hacerse el de alguna escuela, o que haya vacante,
previo el permiso del superior gobierno, se fijarán
carteles en nombre del ilustro cabildo, convocando a
los pretendientes que quieran oponerse: se señalará
el termino dentro del cual se han de presentar; se
explicarán las circunstancias que han de concurrir en los
candidatos, y materias de que deben estar impuestos, a
las cuales debe reducirse el examen; últimamente se les

Colección Bicentenario 467


advertirá de los documentos con que han de legitimar
sus personas, y justificar su conducta pública en los
lugares donde han residido.

Como también seria embarazoso para los


cabildos el hacer por si mismos los exámenes sobre
las tres primeras materias de que deben estar bien
instruidos los pretendientes, podrá nombrar el cabildo
tres sujetos de la ciudad, conocidos por su probidad
y talentos, que concurrirán a presenciar y ejecutar
por si el examen de leer, y contar, y darán por escrito
el juicio que hagan de la aptitud de cada opositor.
Fundado sobre estos dictámenes, formará el cabildo
pleno su propuesta al superior gobierno, guardando la
imparcialidad, que pide la justicia y la importancia del
acierto. Pero, como, además del examen de aquellas tres
materias, debe hacerse de la cuarta y mas principal, cual
es la de la religión, sus dogmas, preceptos y prácticas,
por principios claros y bien entendidos, esta parte será
encargada y ejecutada a presencia del cabildo por uno
de los señores eclesiásticos a quien se cometerá, el cual
hará sus preguntas sobre los principales puntos de
nuestra santa religión, ceñidas a lo histórico, moral y
misterios de ella, sin comprometer al examinado con
cuestiones teológicas, metafísicas ni controvertibles, que
ni deba saberlas ni correspondan a la enseñanza de unos
niños. Este método se observará ínterin que no haya
tres directores de escuelas ya en ejercicio y aprobados,
porque habiéndolos, ellos serán examinadores natos,
y los únicos de los que se valdrá el cabildo para estas
funciones en todas las materias.

Concluidos los exámenes, hecha la propuesta al


gobierno, y nombrado el director que se considere más
benemérito, se le extenderá a éste su correspondiente
titulo en toda forma, bajo la calidad de gratuito, y lo
presentará el interesado al cabildo, para que, tomada
la razón, se le pague al director la renta que tenga
asignada la escuela. En aquel diploma se deberán

468 Colección Bicentenario


conferir a los directores todas las honras y distinciones
que corresponden al importante encargo que van a
desempeñar; y no debe parecer exagerado el que se
les confiera iguales que a la clase de los catedráticos
de universidad o colegio, pues no son menos honrosas
sus ocupaciones, ni menos importantes al Estado y al
servicio del soberano.

Este será un medio para que, honrando la


profesión, se presenten a obtenerla los sujetos de más
probidad, de mejores talentos y de una representación
tal en el público, que vengan a ser respetadas las
escuelas y no se desdeñen de enviar a ellas sus hijos
los padres de la más alta consideración. ¡Oh! quiera
la Providencia que vengan a hacer las de Santa Fé el
principio de aquellas reuniones en que engendra la
fraternidad cristiana, la tierna y perpetua (única que
puede consolar al hombre en sus adversidades), y que
la patria coja el fruto precioso de ver en su seno unos
ciudadanos y unos hijos dignos de los mejores siglos.

Obligaciones de los Directores y Métodos para la


Enseñanza

Esta es la parte que por su naturaleza pide en


este plan una explicación más prolija, clara y metódica;
así como en su práctica es la más importante y difícil de
desempeñar para los directores de la escuela. Yo quisiera,
por tanto para llenar la que me toca, estar penetrado,
de los sentimientos filosóficos más profundos, y de los
conocimientos más exactos del corazón humano para
no omitir ninguno de aquellos puntos más esenciales,
expresarlos con tal unción y energía, que se grabasen
en los corazones de los directores, y resultase el más
bien ordenado movimiento a toda la máquina. Mi buen
deseo y la indulgencia del público sensato suplicarán lo
que falte.

Colección Bicentenario 469


La primera disposición del director en su
escuela será la de formar un libro en que vaya sentando
los nombres de los niños que presenten sus padres,
parientes o tutores, que sean vecinos del barrio en que
está fundada la escuela como los únicos que tendrán
derecho a ser admitidos, si fuere esta la voluntad de
los fundadores, y como lo pide el buen orden, para que
no estén unas más recargadas que otras de niños: la
partida expresará el día, la edad, patria, padres, y estado
de enseñanza que tienen.

Después formará otras tantas listas como clases


en que estarán divididos; las que para el debido orden y
más fácil método, serán cuatro: la de leer, la de escribir,
la de elementos de cuentas, y últimamente la de contar y
doctrina por principios.

La división de estas clases será bien sensible, y


estas discretamente dispuestas en asiento de gradas
numerados, para que cada niño sepa donde debe sentarse
siempre, como que la graduación de asientos es la única
que denotará la antigüedad y adelantamiento de cada
uno.

Así como queda abolida toda distinción de


empleo, cargo, dignidad, o cualquiera otra que denote
superioridad de un niño sobre otro, así también se
prohíbe que la escuela se divida en bandas o bandos.
Allí todo debe respirar igualdad y fraternidad: no se
conocerá otra autoridad que la del director para mandar
y corregir; y lejos de dividir la escuela en contrarios
unos de otros, la estrechará más a la unidad nombrando
a cada niño un compañero de escuela y reuniéndolos en
público bajo de los signos de la amistad. La discreción
del director hará estas uniones, cuidando que sean de
distintas clases, edades, genios, aplicación y talento: al
pequeño con el grande, al inquieto con el juicioso, al
rudo con el hábil, al perezoso con el aplicado.

470 Colección Bicentenario


Los efectos de estos enlaces serán como los que
se ven en la guerra entre los que se llaman compañeros
de armas: se estiman, se sirven, se buscan, se defienden,
se enardecen en la batalla, se exponen a los peligros,
y si es necesario, da el uno la vida por salvar la de su
compañero. Así los compañeros de escuela se auxiliarán
mutuamente dentro de ella, en sus repasos y lecciones:
en la calle serán unos amigos que se acompañarán hasta
sus casas, se buscarán para el paseo, se aconsejarán: y
últimamente el niño pudiente, si le tocó un compañero
pobre le socorrerá, con un anuencia de sus padres, con
los libros, papel o alguna otra cosa que necesite ¡Qué
de amistades tiernas, sinceras y útiles no resultarán
de estos pequeños enlaces que dictó la casualidad y
confirmó después la naturaleza!

Uno de los cuidados del director será el de


recibir y despedir a sus niños con semblante risueño y
palabras tan cariñosas, que no solo les inspire confianza,
sino que llegue hasta persuadirlos que los ama a todos
tiernamente como si fueran sus propios hijos. ¡Qué
amable y gustosa no se les hará su concurrencia diaria a
sus escuelas, sabiendo que son recibidos allí con agrado,
y que no han de ver ni oír jamás llorar por castigos a
sus compañeros y amigos!

Yo no dudo que cuantos lean este punto si


cursaron las escuelas actuales, dejen de acordarse al
instante de su pequeña edad, y de lo que pasaba y sentían
en sus corazones cuando llegaban los momentos de ir o
salir de la escuela: ¡Qué contraste de tristeza y alegría!
Pues, no debe buscarse la causa de este encontrado
efecto, sino en el desagrado con que por lo común son
recibidos, el severo semblante que ven siempre en el
maestro y los frecuentes castigos que experimentan y
ven ejecutar en los otros por los faltas tan fáciles de
cometer como naturales a sus inclinaciones y cortos
alcances.

Colección Bicentenario 471


Como en la escuela de la patria, será uno de
los principales deberes de su director el de imprimir
en los niños, desde los principios, el espíritu de honor,
de vergüenza y de probidad, vendrá a ser más eficaz
para promover en ellos la aplicación al trabajo, aquella
corrección o castigo que señales entre los otros como
ignorante, incapaz e indigno de pasar de una clase a
otra, que no los azotes, la palmeta, ni algún otro que
cause dolor o infamia. Lo mismo que pasa en el corazón
del hombre ya formado, sucede por lo común en el de
los niños; el rigor más le exaspera que le corrige y así
como no se ha visto hasta ahora (o será muy raro) que
un hombre infamado por los azotes, vergüenza pública
o destierro a galeras, se haya convertido en un hombre
de bien y útil a la patria, tampoco se logrará que un
niño se aventaje o haga progreso en el estudio por el
mismo camino de rigor, y menos si su propio adelanto
proviene de una natural rudeza, como sucede en muchos.
En una palabra, lo que no consigue la persuasión, el
buen ejemplo y el agrado, no lo conseguirá el excesivo
castigo: esto es un axioma de la experiencia, del cual
ha salido aquel proloquio: Más moscas casará una gota de
miel que un barril de vinagre.

Consiguiente a lo dicho, no se oirán jamás


en la escuela de la patria, llantos, sollozos, ni voces
destempladas. La melodía del canto y la armonía, serán
lo que allí resuene; pues otro de los cuidados del director
será el de enseñar a cantar a sus niños, en la última
media hora de escuela, algunos himnos compuestos a
propósito en alabanza del ser supremo, de las virtudes,
de los héroes de la nación, y en reconocimiento al
fundador o benefactor de la escuela, si ya no existieren
o están ausentes siguiendo el consejo de la Escritura
Santa.

Deseoso de poner aquí algunos modelos de


estos cantos patrióticos, y no teniendo yo la gracia de
poseer el lenguaje de las Musas, me valí de un amigo

472 Colección Bicentenario


bien conocido en esta capital por su talento poético, y
este lo ha desempeñado del modo siguiente:

CANCIONES DE EDUCACIÓN

Al Ser Súpremo

Eterno Númen, fuente de la ciencia


Y de todos los vienes apreciables,
Védnos aquí, Señor, en tu presencia,
Confesando tus glorias inefables:
A ti debemos toda la existencia,
Y destacamos con actos agradables
Aprender a servirte generosos,
Pues sin ti no podemos ser dichosos.

A la Amistad

Santa Amistad graciosa,


Que con estrecho lazo
Sabes unir las almas
Y obrar dulces encantos,
Extiéndeme en hora buena
Tus amorosos brazos
Sobre nosotros todos,
Que unidos te invocamos:
Enciende nuestros pechos
Tu fuego sacrosanto,
Para que cada día
Más finos te sigamos.

A la Virtud

Desciende, Virtud bella,


Ven presto, baja del empíreo cielo
Do te acogiste, abandonando el suelo
De vicios anegado,

Colección Bicentenario 473


Ven, reluciente estrella,
Alumbra al engañado,
Siendo siempre su norte y clara guía;
Y al niño que te busca con agrado
Inspírale alegría:
Alma Virtud, desciende que ya anhela
Tus preceptos seguir toda la escuela.

A los Padres y Patria

Nuestros padres y patria en grande


aprecio
Tengamos cada día,
Pues se declara torpe, vil y necio
Quien una acción tan pía
No practica ferviente y obsequioso,
Fundando en ella su blasón glorioso.

¡Qué ideas no desenvolverá en los niños la


memoria de estas alabanzas, cuando a ellas se añada la
explicación, que cuidará de hacerles el director, de los
motivos en que se fundan y de los objetos a que se dirigen!
De este modo se irán ilustrando sus entendimientos con
especies útiles y verdaderas, en lugar de fútiles, frívolas
y aun nocivas con que se alimentan en la ociosidad y en
la ignorancia.

Para las correcciones por falta de aplicación,


poco adelanto en su clase, y otras que nazcan del fondo
de la misma enseñanza, bastarán las serias razones del
director y que los culpables observen que distingue
a aquellos que cumplen mejor con sus deberes, con
las expresiones que denoten cariño y agrado, ya
ocupándolos en funciones de alguna autoridad, como
tomar lecciones y corregir planas: bien que aquella no
pasará de lo material, ciñéndose a avisar al director de
lo bien o mal que los hayan hecho. También distinguirá
el director a los más aprovechados, esmerándose con

474 Colección Bicentenario


alguna particular atención sobre ellos, dándoles algunos
libros, y, si fueren pobres, alguna prenda de vestir, y
sobretodo proponiéndolos por ejemplo a los demás,
cuando no estén presentes.

Las pequeñas faltas de inquietud en la escuela,


con las que pueden causar distracción o ruido, las
corregirá el director componiendo el semblante
y alzando la voz; pero sin emplear jamás palabras
denigrativas, ni apodos, que muchas veces suelen ser
causa de los extraños nombres que se ponen unos a
otros; y si esto lo supiere el director lo corregirá también,
manifestando desagrado y haciendo ver que este es un
abuso indigno de la buena educación. En Santa Fé es
muy común esto, en escuelas, en colegios, y aún entre
familias particulares; y su origen no puede ser otro que
la malevolencia o el mal ejemplo ya introducido.

La distribución de horas y días para la enseñanza


será uniforme y constante en todas las escuelas: cuatro
horas por la mañana y dos y media por la tarde parecen
las suficientes; las cuales variarán en su principio y fin
según los temperamentos. En los fríos y templados, las
cuatro horas de la mañana serán desde las ocho hasta
las doce; y por la tarde, desde las dos y media hasta las
cinco. En los cálidos, por la mañana de las siete hasta
las doce; y por la tarde desde las tres hasta las cuatro
y media, por deberse aprovechar más tiempo de la
mañana, como menos cálida que la tarde.

Los jueves o cualquiera otro día que se señalen


en la semana, serán destinados a la parte recreativa, tan
necesaria la pequeña edad de los niños como conveniente
al estado en que se hayan sus potencias de apetecer con
vehemencia y no conocer otro recreo que el juego. En él
conducirá el director a toda su escuela a las nueve de la
mañana, a la iglesia más inmediata y capaz, para asistir
al inefable sacrificio de la misa; poniéndolos a todos
delante de sí, y disponiendo que, tanto en la calle como

Colección Bicentenario 475


en el Templo, vayan juntos los compañeros de escuela, y
guarden silencio y compostura, sin permitirse a ningún
director que bajo el pretexto de devoción o edificación,
introduzca prácticas singulares de hacer novenas en las
iglesias, ni de rezar por voces altas en la calle ni en el
Templo en el tiempo que se celebra el Sacrificio.

Allí todo será meditación, silencio, compostura;


y aún las oraciones vocales que les enseñará a los niños
análogas a los misterios que se presentan en él, las dirá
cada uno de modo que no interrumpa ni perturba al
que puede estar meditando. En esto no habrá el menor
disimulo ni tolerancia de parte de los que deban celar el
cumplimiento de la constitución.

Concluido el Sacrificio, el director llevará su


escuela al campo, si lo permite e tiempo, sino a la casa,
y allí dará libertad para que los niños corran, salten
y jueguen a lo que quieran, y como quieran, con tal
que no puedan lastimarse; y este recreo durará asta las
once, en cuya hora volverá la escuela, y la entretendrá
el director hasta las doce para que descansen los niños,
y los mantendrá en conversación familiar, como haría
un padre con sus hijos. Si el día señalado párale recreo
cayere en fiesta de precepto, observará el director por
la tarde el mismo género de paseo y juego que por la
mañana, estimulando los niños de familiar pudientes
a que lleven de sus casas algún género de merienda,
como pan, frutas u otras cosas, y cuidará que, reunidas
todas las porciones, concluya el paseo con una merienda
general, en la que todos participen por iguales partes,
sin guardar distinciones ni preferencia. De este modo
vendrán ase estas meriendas como los ágapes de la
primitiva Iglesia: pero cuidando el director de que no
se introduzca en esta el espíritu e vanidad distinciones,
como sucedió en aquel tiempo, por lo cual se vio el
apóstol San Pablo en la necesidad de reprender a los
fieles en la Carta primera de los Corintios.

476 Colección Bicentenario


Pero si el día de recreo fuera de trabajo, será
destinada la tarde par otro género de diversión dentro
de la casa de la escuela. Después de permitirles a los
niños media hora de ejercicios por medio del juego en
el patio o en la huerta, presente siempre el director,
los reunirá en el orden de sus clases y asientos, y por
otra media los entretendrá leyéndoles por sí mismo
alguna obra divertida, como la del Nuevo Robinson de
Triarte, El hombre Feliz del padre Almeida, o las fábulas
morales, examinando sobre algunos pasajes de ellas el
discurso de algunos de los niños más adelantados, para
ver cómo los entienden y explican. Por ese medio se
irán acostumbrando a formar en sus entendimientos los
raciocinios, las deducciones y el buen gusto a las cosas
serias. Otra media hora será destinada a la enseñanza de
la parte civil y política, en la que procurará el director
hacerles comprender lo mal visto que es el que los
niños jueguen y corran por las calles y plazas, ni armen
pendencias con otros; del respeto con que deben saludar
y ceder el lugar preferente en la calle, en las casas y en el
templo, a los mayores, principalmente a los sujetos que
reconozcan constituidos en la dignidad del sacerdocio
o del gobierno público. En estas ceremonias anteriores
se conocerán y distinguirán los niños que se educan
en las escuelas de la patria, y ellas servirán también
para justificar el cuidado y esmero de sus directores.
Últimamente, la otra media hora será destinada para
los cantos patrióticos.

Libros para Aprender a Leer, y Muestras


para Escribir

El termómetro para conocer si un director de


escuela está dotado de aquella sensibilidad por los niños
que se señaló como parte de sus buenas disposiciones
para este empleo, será la paciencia y dulzura que
empleará para enseñar a los niños los primeros pasos
de su educación: aquí es donde debe manifestar su

Colección Bicentenario 477


talento filosófico para saber modelarse por la edad
del niños y sus alcances la método que ha de adoptar
para irles enseñando, primero a conocer los caracteres,
después unirlos por palabras, al fin leer con sentido y
buena pronunciación: este principio es el que pide más
agrado, más dulzura, y del que debe estar más distante
la represión áspera y los modales severos, por más que
alguna vez parezca que la rudeza del niño es maliciosa e
intencional, cuando no es realidad otra que la debilidad
de su organización.

Primera Clase de Leer

Para las primeras lecciones de leer podrá


adoptarse el método económico de entrar decorando
desde luego que el niño conozca bien los caracteres,
pues la experiencia ha enseñado que ahorra el tiempo
que ahora se emplea en deletrear. Estas lecciones se
darán en el Catón cristiano extractado, esto es, quitada
aquella multitud de oraciones y preceptos morales de
que nada comprende todavía el tierno niño. Después de
estar diestro en aquellas decoraciones, se le pondrá a
leer e las fábulas de Iriarte y Samaniego, si pudiere ser
en la última edición con láminas, porque el niño llevado
de la curiosidad, de la armonía del verso y gustando
tanto en aquella edad de cuentos e historias, se aplicará
con más celo y voluntariedad a este género de lectura
amena, que al árido y seco del Catón; y por consiguiente
aprenderá con más brevedad, y leerá con el mejo sentido
que proporcione el verso, que es el principal objeto de
esta primera enseñanza. La cadencia de la rima servirá
también para que se fije mejor en la memoria al niño
lo que lee, y e director cuidará de que accione con la
mano y mude los tonos de la voz en los pasajes que pida
uno y otro: así empezará a saber el niño estos rimeros
elementos de la retórica.

478 Colección Bicentenario


En esta clase se le enseñará los niños la doctrina
cristiana de memoria conforme a uno de los Catecismos
que explica el dogma y demás puntos esenciales de la
religión, con la sencillez que pide la edad tierna del
niño; cuidándose de que en todas las escuelas sea no
mismo el Catecismo.

Como para la cabal enseñaza de estar partes,


bastarán seis meses de ejercicio, al fin de ellos se
destinará un día para el examen general de ellas; y este
se hará por el mismo director de la escuela, a presencia
de uno de los regidores diputados por el cabildo; y, según
el estado de adelanto en que se encuentre cada uno,
pasarán a la clase de escribir en el orden de asientos que
merezcan; y si alguno estuviere notablemente atrasado
por haber entrado en la escuela poco tiempo antes, o por
falta de aplicación, se le castigará a este dejando en la
misma clase, pero le dirá, para estimularlo, que pasará
a la otra antes de los otros seis meses, si da señales
de adelanto por una cantante aplicación. Este mismo
género de corrección se ejecutará en las demás clases.

Segunda Clase de Escribir

En la segunda clase, que será de escribir,


empezará el niño por la formación de letras grandes,
uniformes entre sí, y con pluma de corte grueso, según
la muestra que le pondrá el director, y de que estará
provista la escuela, ya propia de su mano si supiere, o ya
de las que se venden impresas. De este modo bien pede
enseñar con perfección un director, aunque o tenga
por si una hermosa letra. Bastará que sepa la buena
ortografía y puntuación castellana, y discernir entre
los niños los que aprovechan más y se acercan mejor a
la imitación de las muestras, para irlas mudando a otras
de deletrear más pequeñas y de diversos caracteres,
hasta que lleguen saber bien los 26 de que se compone
nuestro alfabeto. Entonces pasarán a otras muestras

Colección Bicentenario 479


en que estén ya formadas oraciones, procurando que
éstas expliquen por sentencias cortas las obligaciones
principales del hombre en sociedad; y el mismo objeto
deberán tener desde este tiempo todas las muestras que
copien los niños, hasta la conclusión de la enseñanza;
pues por la continua repetición de ellas, se les quedarán
en la memoria, y formarán al fin en ella una colección de
principios políticos y morales, que procurará el director
conservárselos por medio de hacérselos repetir, y éste
será una parte del examen que sufrirán en cada paso
de una a otra clase. En esta segunda estarán otros seis
meses que bastan para los rudimentos de la escritura, y
en ellos habrán continuado la misma lectura de libros y
doctrina que en la primera.

Tercera Clase de Escribir

Precedido el examen y aprobados los niños


que han adelantado lo suficiente, pasarán a la tercera
clase en el orden de asientos que corresponde a la
antigüedad y aprovechamiento. En ella empezarán
a escribir en otras formas de letras más pequeñas,
y a leer en otra clase de libros. Los más a propósito,
por la buena instrucción que producirán, serán los de
la historia de la nación, y entre las muchas que están
escritas se preferirá la del Padre Ducheane traducida
por el Padre Isla, con las notas critican y los extractos
de cada libro en versos: se les hará aprender éstos a los
niños de memoria, y los cantarán el sábado por la tarde,
reunidas las lecciones cortas que hayan aprendido en
toda la semana, y reunidas también las dos clases que
están en esta lectura, porque el canto a coro es más
armonioso y agradable.

También en ésta clase dará principio la


instrucción de la doctrina cristiana historiada bajo de un
método claro y sencillo, para que los niños, después que
ya saben lo que han de creer, y lo que han de obrar, sepan

480 Colección Bicentenario


también por qué creen y por qué obran. El catecismo de
Fleuri es uno de los más a propósito para los niños,
por la concisión con que enseña desde la creación del
mundo hasta el establecimiento de nuestra santa Iglesia
católica y los rápidos progresos que hizo el Evangelio
hasta el presente. En él leerán niños por la mañana, y
por la tarde estudiarán de memoria lo que puedan de las
mismas lecciones; pues uno de los cuidados del director
será el ejercitar la memoria de los niños sobre materias
útiles y agradables, para acostumbrarlos a pensar. Para
esto, dirán también el sábado, de memoria, todo lo que
hayan aprendido en la semana; y esto será antes del
canto, con el que debe terminar siempre la escuela.

También aprenderán en esta clase la tabla de


multiplicar; y como se aumenta ya el trabajo y varían
las materias, estarán en esta clase los niños un año a lo
menos.

Cuarta Clase y Ultima

Como que en esta clase quedará perfeccionada


la educación que pide la primera edad de los niños,
estarán en ella otro año. Continuará la escritura en
la forma y tamaño de la letra cursiva y regular de
cartas, sin regla, y teniendo a su vista la muestra, la
cual contendrá alguno de aquellos puntos políticos y
morales que suelen comunicarse los amigos por medio
de la conversación epistolar; por esto convendrá que en
el discurso del año varíen lo menos de tres o cuatro
muestras.

Como ya tiene sabida el niño la tabla de


multiplicar desde la anterior clase, empezará a aprender
en ésta las cuatro reglas de aritmética, sumar, restar,
multiplicar y partir. En ellas les explicará el director, no
sólo la parte material de cada operación, sino la razón
de su resultado, y las de las pruebas que hay para quedar

Colección Bicentenario 481


asegurado el niño de estar bien hecha la cuenta. En la
escuela de la patria no puede pasarse de los primeros
elementos de esta ciencia matemática: sus varios ramos
y perfección toca a las academias o colegios, y pide una
edad más adulta.

Continuará el niño en esta clase la lectura útil


y agradable así de la historia nacional como de algunos
poemas morales y críticos, como el Hombre feliz, del
Padre Almeida, la Conquista de Méjico, por Solís, u otros,
en los que el niño aprenderá, no sólo buenos preceptos
morales, sino a hablar con pureza nuestra lengua
española: a este fin contribuirán mucho las lecciones de
memoria de la ortografía de la real academia.

Del mismo modo continuará aprendiendo la


doctrina por principios, hasta concluir todo el tratado
histórico de Fleuri, y de retener en la memoria las
principales lecciones que pertenezcan al dogma y a
la historia santa. Parece que, por este medio, un niño,
al salir de la escuela de la patria, se hallará, no sólo
afirmado en la fe que profese y capaz de dar razón de
los fundamentos en que se apoya, sino también lleno
de respeto por los altos misterios que contiene nuestra
santa religión y por consiguiente iniciado ya en las
principales obligaciones del hombre en sociedad.

Funciones Religiosas de la Escuela

Después de señaladas las principales funciones


de un director, en todo lo que hace relación a la
enseñanza de sus niños, sólo resta que hablar de los
ejercicios sagrados que practicarán constantemente las
escuelas todos los años.

Dos serán las fiestas religiosas que celebrarán,


en unos mismos días y en un solo templo, todas las
escuelas reunidas. La primera, solemne, para rogar a Dios

482 Colección Bicentenario


por la salud, vida y acierto en el gobierno de nuestros
soberanos, y se señalará en el día de sus nombres o
nacimientos; la segunda, fúnebre, para suplicar a Dios
por el descanso de las almas de los fundadores de las
escuelas y de las de aquellos que con sus limosnas han
contribuido al sostenimiento y conservación de ellas; y
ésta se celebrará en el día de los difuntos, u otro que se
señale.

Estas son unos deberes sagrados que imponen


la religión y el reconocimiento: así las costearán los
padres o tutores de los niños pudientes, reuniéndose
en ellas todas las escuelas de la ciudad para que sean
unos mismos los votos, así como son unos mismos los
beneficios que reciben, y para que se conserven entre
ellas un mismo espíritu de fraternidad; cuidando mucho
el gobierno de que éste vínculo no se rompa por la
división que suele introducir el espíritu de partido, que
tan perjudicial ha sido siempre a nuestros colegios y
escuelas. A la conclusión del Sacrificio impetratorio, que
se celebrará con una solemnidad prudente y moderada,
se pronunciará una oración dirigida al objeto de la
fiesta, y una exhortación a los directores y niños que
los aliente en la carrera y les recuerde sus principales
obligaciones.

Fuera de estas dos festividades, se prohibirá


severamente a los directores que, dentro ni fuera de las
escuelas, promuevan devociones particulares bajo de
ningún pretexto: a cuyo fin ninguna adoptará el nombre
de algún santo por patrono, porque todas deben titularse
únicamente: Escuela de la Patria; y por consiguiente no
habrá en la pieza de la enseñanza ni altar ni imagen que
denote dedicación peculiar de la escuela.

En este punto y en todo lo relativo al


cumplimiento uniforme de la Constitución, debe ser
escrupuloso el cuidado que pondrá el ilustre cabildo bajo
de cuya inmediata vigilancia estarán todas las escuelas,

Colección Bicentenario 483


teniendo siempre presente que el menor disimulo en la
exactitud de su cumplimiento es una brecha por donde
se introducen los abusos, y viene a convertirse en puerta
por donde entran como por su casa los desórdenes
que arruinan al fin los mejores establecimientos, o los
inutilizan para los altos fines para que se formaron.

Por esto se hará una visita anual a cada


escuela, compuesta de una diputación del Cabildo, la
cual no tendrá otro que examinar si se han cumplido
puntualmente por los directores todos los estatutos
reales mandados a observar.

Se formará asiento de la visita en un libro, y


en él se expresará si hubo o no que advertirles: de éste
modo constará en adelante, o el cumplimiento exacto
y constante de cada uno, o si se repitieron las faltas y
advertencias.

Conclusión

Así como los buenos ejemplos de los directores


enseñarán más a los niños, que todos los preceptos de
los libros, del mismo modo los malos los corromperán
a pesar de los mejores preceptos. Por esta razón el
procurador general del cabildo estará autorizado
para fiscalizar y velar sobre la conducta pública de los
directores, y para hacer, como censor, las denunciaciones
que crea necesarias ante el cabildo, a fin de que éste, en
vista de ellas, pueda hacer las averiguaciones secretas
y sigilosas que descubran la verdad y justifiquen las
providencias que sea preciso tomar para cortar el
mal. Y si los directores están persuadidos de aquellas
verdades, teman mucho oír también aquella terribilísima
sentencia: ¡Ay de aquellos que escandalizaren a unos de
estos pequeñuelos! mejor les estuviera no haber nacido!
Anatema que no deberán olvidar, ya sea para arreglar
sus acciones y palabras delante de los niños a la razón
divina, y ya para no introducirse en este importante y

484 Colección Bicentenario


delicado empleo sino después de bien meditadas sus
obligaciones, la estrechísima responsabilidad en que
se constituyen para con Dios y para con la patria, que
los distingue y mantiene con el único fin de que le
den en sus niños buenos hijos, buenos padres, buenos
esposos, buenos amigos y buenos defensores contra sus
enemigos.

Hasta aquí ha alcanzado a discurrir la buena


voluntad del que quisiera ver realizados cuanto antes
estos establecimientos en esta capital y reino: y que
desea también el que otro mejor talento que el suyo
llene todo lo que falta en éste plan para su perfección.
Estos serán siempre los votos de…

El Amigo de los niños

Colección Bicentenario 485


Ordenanzas que han de regir la escuela, que
va a fundar en Las Nieves
su actual cura interino, Doctor Don
Santiago de Torres 97

Santa Fe, 19 de abril de 1809.

/f. 380/

Oposición, ejercicios y admisiones del


maestro

El Ayuntamiento convocará por edictos públicos,


fijados en la puerta de este Cabildo y demás lugares
que tenga por conveniente a oposición, asignando en
ellos el día, hora y lugar de la oposición y el tiempo que
ha de durar la convocatoria: previniendo en los mismos
edictos ocurran los opositores con tiempo donde el
Secretario de este Ilustre Cabildo a imponerse de las
obligaciones que han de llenar, así en el examen, como
en el desempeño de la enseñanza, que serán:

1°. = Se presentará el candidato a oposición ante el


Ilustre Cabildo, con información fehaciente, acreditando
su legitimidad, limpieza de sangre, y buena conducta,
así en el tiempo que haya vivido en esta ciudad, como
en los lugares que haya hecho mayor residencia con
Certificación de los Curas, Corregidores, Alcaldes, etc,
sin cuyo requisito no serán admitidos.

2°. = Al tiempo de entregar el opositor su


presentación al Secretario, pondrá este al pie de ella
nota del día y hora en que lo hayan /f. 380V/ hecho
firmada por el opositor y el mismo Secretario, quien la
hará presente en el primer Cabildo para su admisión.

97 AGN: Instrucción Pública. Anexo. t. IV. fol. 380. a 397v.

486 Colección Bicentenario


3°. = Luego que se hayan cumplido los edictos, el
mismo Secretario lo hará también presente para cerrar
el concurso y determinar el orden de los exámenes, y
día en que hayan de principiarse.

4°. = El Ayuntamiento nombrará dos de sus


Regidores, para que junto con el D.D. Santiago de Torres
fundador de la Escuela, examinen a los Opositores,
reservándose el Cabildo la facultad de nombrar otro en
lugar del expresado D. D. Santiago de Torres, cuando
este falte.

5°. = Concluidas las oposiciones, se juntarán


los mismos examinadores y conferenciando sobre el
mérito de los opositores y estando de acuerdo, o por
votación propondrán el que hallaren más apto, para la
confirmación en el Cabildo.

6° - Confirmado se le avisará al electo pase a


recibirse, y compareciendo en la Sala de Ayuntamiento
y ante este se le recibirá juramento en forma, bajo el
cual prometerá cumplir fiel y legalmente las funciones
de su ministerio y guardar las Ordenanzas del Ilustre
Cabildo que el intento se le entregarán, y mandará
expedir el título.

7°. = Con el título requerirá el Maestro al Señor


Regidor Diputado de Escuelas para que le ponga en la
posesión de la Escuela, y el Magisterio.

8°. = El dicho señor Diputado /f. 381/ asociado


del Secretario pasará a la Casa de Escuela, y en ella lo
pondrá en posesión formal del empleo, y cosas anexas a
la Escuela haciéndola constante.

9°. Si entre los opositores no se encontrase alguno


que llene las miras del Cabildo, los examinadores
propondrán el mejor en calidad de interino, y bajo ésta
se le nombrará y expedirá el título y posesionará.

Colección Bicentenario 487


10°. El interino servirá el Magisterio por un año
al cabo del cual se harán nuevas oposiciones, y en ellas
será preferido el interino en igualdad de circunstancias
si hubiere desempeñado bien sus obligaciones.

11°. = No estará en arbitrio del propietario, ni del


interino dejar la escuela cuando quiera, sino que ha de
presentarse al Ilustre Cabildo renunciando el empleo,
y en este caso se hará nueva convocatoria, y hasta que
haya tomado posesión el sucesor; El renunciante se
mantendrá enseñando con el mismo celo, y actividad
que hasta allí.

12°. = Si el Maestro en el desempeño de sus


obligaciones incurriese en faltas graves, y no bastasen
las amonestaciones que le hiciese el Señor Regidor
Diputado, éste dará cuenta al cuerpo, quien hará llamar
al Maestro y le hará cargo de sus faltas apercibiéndolo
a disponerlo del empleo si reincidiere.

13°. = En caso de reincidencia y obstinación se


hará nueva convocatoria y bajo las reglas prescriptas
nombrará nuevo Maestro.

14°. = Como sería una falta muy nociva para la


enseñanza pública, que la /f. 381v/ Escuela se quedase
sin Maestro, si este voluntariamente se profugase, o
fuese separado por algún delito que cometiese: el Señor
Regidor Diputado proveerá interinamente de Maestro
la Escuela, y dará cuenta inmediatamente al Ilustre
Cabildo para que este tome la providencia del caso.

EXAMEN

1°. = Serán examinados sobre los cuatro puntos


principales Religión, Moral, Civilidad, Instrucciones en
leer, escribir, Aritmética y Ortografía.

488 Colección Bicentenario


2°. = De Religión lo serán por el Catecismo de
Fleuri, o el de Pouget, por el Compendio de la Religión
de Pintón.

3°. = De Moral por la Escuela de Costumbres, o


reflexiones morales e históricas, sobre las máximas de
la sabiduría.

4°. = Civilidad: Dará razón de las reglas que


prescribe la decencia y uso de gentes bien criadas.

5°. = Leer: dará razón de los diferentes métodos de


enseñar y de los que últimamente se han adoptado en las
Escuelas de España, y de los defectos de los antiguos:
y reglas de la verdadera pronunciación castellana,
conocimiento o distinción de los diferentes caracteres
o letras, silabarios, decorado, tonos y pausas, según la
acentuación y puntuación.

6°. = Escribir: Dará razón del modo de cortar la


pluma, tiempos o efectos de ellas, buen modo de tomarla,
modo de sentar el brazo y manos sobre la mesa. De los
vicios contrarios al recto modo de escribir, cómo se han
de ejercitar los Niños: caídos y proporción de la letra.
/f. 382/

7°. = Ortografía: Dará razón de las reglas de la


Ortografía castellana, según los preceptos de la Real
Academia Española.

8°. = Aritmética: Dará razón científica de ella,


de la numeración, cuatro operaciones principales,
reglas de proporción, interés simple y compuesto con
sus aplicaciones. Nota: Sería muy recomendable que
el Maestro de Escuela supiese a lo menos Geometría
elemental por las grandes utilidades que produciría
su enseñanza a los discípulos y a la República, pero
atendiendo a la gran dificultad de encontrar sujetos
instruidos en ella no se pueda poner por condición

Colección Bicentenario 489


indispensable este conocimiento, pero el que lo posea y
acredite será mirado con preferencia, y con igual será
mirado el que supiere Gramática y Latinidad.

9°. = El examen será de hora y media, examinando


cada uno de los nombrados media hora.

Reglas que deben observarse en la admisión de


niños para su enseñanza en la escuela

1°. = Siendo la fundación de la Escuela con el objeto


principal de educar a los Niños pobres de la Parroquia
de las Nieves, el Maestro admitirá de esta clase cuantos
ocurran bajo las reglas siguientes:

2°. = El Padre, Tutor Recomendado, etc. que


quisiera poner en la Escuela algún niño,, ocurrirá por
ahora, primero donde el actual Cura interino D.D.
Santiago de Torres, fundador de la Escuela, para que
dé /f. 382v/ termino si es admisible en ella bajo la
condición de gratuito, y determinado se admitirá,
reservándose el Cabildo nombrar sujeto para ésta
función cuando falte el dicho Dr. Torres.

3°. = El Maestro tendrá un Libro donde irá sentado


con claridad los nombres, edad, día y año en que reciben
al niño, y el nombre del sujeto que lo haya puesto en la
Escuela.

4°. = No se admitirá ninguno que pase de doce


años de edad.

5°. = Al tiempo de recibir al nuevo discípulo, hará


al sujeto que lo lleve las advertencias siguientes: las
horas a que ha de estar precisamente en la Escuela
el niño: que ha de venir a ella todos los días sin falta
alguna, pues en caso de que por enfermedad o algún
otro acontecimiento imprevisto no pueda venir, el

490 Colección Bicentenario


mismo padre, o alguna otra persona de la satisfacción
del Maestro, le han de avisar a éste expresándole el
motivo o causa por qué no viene: que no siendo la causa
grave no se admitirá la excusa: que no cumpliendo con
estas condiciones, se lanzará de la Escuela al Niño y no
se le volverá a recibir.

6°. = Si el Maestro contempla que sin faltar a la


enseñanza de los niños gratuitos puede recibir algunos
pensionistas, no se le prohíbe.

7°. = El número de niños de una y otras clases


que han de mantenerse en la escuela no se asigna por
ahora, pues /f. 383/ se reserva el Ilustre Cabildo esta
determinación para cuándo vea los efectos que produce
el número metido.

8°. = La pensión que ha de llevar el Maestro por


ahora a los pensionistas será la que se costumbra en las
demás escuelas, hasta sobre qué este punto, y otros se
haga un reglamento general que corrija muchos abusos
introducidos con arbitrariedad.

9°. = Se prohíbe absolutamente al Maestro


pedir a los niños pensionistas alguna cosa más que la
estipulada y a los gratuitos nada absolutamente, pues
ciertas contribuciones, que los suelen poner en otras
escuelas arbitrariamente, es una verdadera estafa muy
perjudicial y origen de delitos, etc.

10°. = Se prohíbe igualmente al Maestro el que


emplea algunos de sus discípulos en cosa de su servicio,
pues ha de tener entendido que solo para ser enseñados
ocurren a la Escuela.

11°. = No hará ninguna distinción ni preferencia


entre los niños gratuitos y pensionistas, pues con igual
cuidado y esmero ha de enseñar a los unos que a los
otros.

Colección Bicentenario 491


12°. = Siendo imposible de las instrucciones
humanas la perfección, y anhelando este Ilustre
Cabildo dar a este establecimiento la mayor posible,
admitirá así del Maestro como de cualquier otro
sujeto, las representaciones que quieran hacerlo para la
ampliación, disminución y reforma de éste.

/f. 383v/

Reglas que deberá observar el público con el


maestro y este con el público, y lo que el señor
regidor diputado de escuelas:

1°. = El Maestro deberá ser mirado por el Público


con la veneración y respeto que merece una ocupación
tan respetable, como que de ella pende la felicidad
pública.

2°. = Por tanto ningún sujeto, sea de la clase o


condición que sea, tendrá facultad para reprehender,
amenazar e insultar al Maestro, pues en el caso que
éste falta deberán ocurrir al Señor Diputado de Escuela
para que informado de la falta tome la providencia del
caso.

3°. = Si el Maestro contra lo prevenido


anteriormente fuese insultado o amenazado, dará parte
inmediatamente al Señor Regidor Diputado para que
éste dé cuenta en el Cabildo, donde se tomarán las
providencias y recursos convenientes para contener un
desorden tan perjudicial.

4°. = El mismo Señor Regidor en cumplimiento


de su Diputación visitará las Escuelas y examinará si
el Maestro cumple con sus obligaciones y ordenanzas
y en los casos que la falta sea leve llamará al Maestro
aparte y se le advertirá con moderación, pero si fuese

492 Colección Bicentenario


grave o de malas consecuencias, informará de ella el
Ilustre Cabildo para su remedio.

Distribución y ejercicios de la escuela:

1°. = Todos los días habrá Escuela excepto solo los


de precepto de ocho a once y /media por la mañana y de
dos a cuatro y /f. 384/ media por la tarde.

2°. = Principiarán siempre las funciones de la


Escuela por algunas cortas pero devotas oraciones
que harán los niños de rodillas ante la Santísima Cruz,
alguna imagen de María Santísima y Santo tutelar de
la Escuela.

3°. = Después con el mayor orden distribuirá a sus


discípulos por clases y asientos que les habrá designado
antes, para que sin pérdida de tiempo den principio a
su tarea.

4°. = Como en estas ordenanzas se determinan los


puntos sobre que ha de recaer la enseñanza, no repiten
aquí, y sólo se advierte al Maestro que los distribuya
del mejor modo posible dando más tiempo a los más
principales, y luego que haya hecho la distribución y le
haya enseñado la experiencia ser la mejor dará cuenta
de ella al Señor Regidor Diputado para que la haga
presente al cuerpo.

Máximas o principios fundamentales que debe


tener presente el maestro en la enseñanza:

1°. = El fin principal que se ha de proponer al


Maestro ha de ser infundir en sus discípulos el Santo
temor de Dios.

Colección Bicentenario 493


2°. = Por tanto además de explicarles diariamente
a mañana y tarde la Doctrina Cristiana de Jesucristo,
no dejará pasar la ocasión en que non inculpe alguna
máxima perteneciente a las costumbres.

3°. = Como todos los discípulos se crían para ser


ciudadanos o miembros de una /f. 384v/ sociedad o
cuerpo útiles, y así con un método breve y claro les
explicará los oficios de la sociedad humana, el respeto
que se debe a Dios, a la religión y a sus ministros, la
obediencia y sumisión a los Príncipes, a los Magistrados
etc; finalmente la obligación de los hijos con los Padres,
de unos con otros ciudadanos; la fidelidad en los
contratos; los daños que resultan de la ociosidad y de
no aplicarse a ganar el sustento por medios lícitos y
honestos.

4°. = Procurará por cuantos medios le sea posibles


y le dicte la prudencia, inspirar a sus discípulos una
gran confianza para que les abran el corazón y pueda
oportunamente corregir e instruir.

5°. = No castigará ni reprehenderá en el momento


que se conozca enfadado, sino cuando esté en serenidad
para que de este modo perciba el discípulo que el
verdadero interés es el que gobierna el Maestro.

6°. = Delante de sus discípulos debe sujetar hasta


sus más mínimas flaquezas, pues ha de tener entendido
que va a ser modelo de la futura sociedad.

7°. = Medite bien lo que haya de mandar si podrán


o no cumplirlo haciendo algunos ensayos antes de
comprometer su precepto a la revocación, mostrándose
débil e injusto.

8°. = Procure hacerles amar su deber y hacerlo


agradable sin emplear jamás para conseguirlo los resortes
de la vanidad, envidia, pusilanimidad, glotonería, ni de

494 Colección Bicentenario


ninguna otra pasión funesta, desterrando de su Escuela
el resorte de espantar con coros, espectros.

9°. = Tenga presente que no hay ningún mejor


resorte para apartar del mal que haciendo conocer su
fealdad y que habrá conseguido una perfecta educación
cuando haya hecho aborrecer el pecado más que a la
muerte y haga separar a sus discípulos de cualquiera
acción mala, cuando le baste decir, esto es malo. /f.
385/

10°. = Tenga presente que no hay ningún medio


mejor para apartar del mal teniendo siempre una severa
humanidad siendo indulgente sobre lo que provenga
de la edad, no castigando sino la mala voluntad y
obstinación.

11°. = Contenga siempre el mal en su origen y


de este modo impedirá los progresos. Una culpa leve
corregida en los principios impide el progreso y tener
después que castigar con demasiado rigor.

12°. = La mentira la ha de considerar como una


culpa capital, pues un vicio que inspira los demás
porque la misma bajeza de alma que conduce a este la
hace fácilmente capaz de los más grandes.

13°. = En las faltas graves y cuando todos los demás


castigos han sido inútiles para impedir la reincidencia
usará del azote pero con tal circunspección y moderación
que impida el que el niño pierda la vergüenza y no lo
tema.

14°. = Un Maestro debe tener muy presente ésta


máxima; que la mejor educación es la que se inspira
por medio de la razón y del honor, y así procure
cultivar el entendimiento y corazón de sus discípulos
persuadiéndoles que no hay en la tierra otra felicidad,
sino vivir según las leyes de la razón y de la justicia.

Colección Bicentenario 495


Doctrina cristiana:

1°. = Enseñará por el catecismo de Astete el


que deberán aprender de menoría sus discípulos, y el
Maestro les hará las explicaciones correspondientes y
proporcionadas a su capacidad, arreglándose en ellas al
Catecismo de Pouget, procurando la mayor uniformidad
en sus explicaciones.

2°. = Por la mañana enseñará por media hora y lo


mismo por la tarde la Doctrina Cristiana.

3°. = Aunque en todas las distribuciones y


ocupaciones de la Escuela han de estar en silencio los
niños y con moderación en esta con mayor razón se ha
de procurar un sumo respeto y religiosa compostura.

4°. = Los sábados por la tarde luego que se hayan


juntado todos los niños, los dispondrá para ir a la Iglesia
advirtiéndoseles la compostura, orden y devoción con
que han de ir por la calle, con el sumo respeto con que
han de entrar y estar en un Santo templo y Casa de
Dios.

5°. = Luego que estén dispuestos saldrán de la


Escuela procesionalmente dirigiéndose a la Iglesia
Parroquial cantando /f. 385v/ el Todo Fiel Cristiano y
el Maestro en medio de las dos filas con una cruz.

6°. = Llegados que sean a la Iglesia se distribuirán


con orden y seguirán rezando la Doctrina principiando
de rodillas y siguiendo un pie con voz clara y sonora
para ser entendido de todos.

7°. = Si el Señor Cura saliere y quisiere hacer


preguntas a los discípulos, estos responderán con la
mayor moderación y compostura y lo mismo oirán la
exhortación o explicación que les haga como provendrá
el Maestro antes de salir de la Escuela.

496 Colección Bicentenario


8°. = Concluido este religioso e importante acto
poniéndose otra vez de rodillas y haciendo una profunda
reverencia a Nuestro Señor Sacramentado, volverán
con el mismo orden y compostura a la Escuela.

9°. = A la vuelta y dentro de la Escuela advertirá,


reprenderá, o castigará el Maestro los defectos que
hayan cometido los niños en este acto religioso. Cuando
los niños estén ya instruidos en el Astente, principiará
el Maestro a enseñarles algún punto por la mañana y
haciendo que lo repitan por la tarde.

Moral

1°. = Todos los días llevarán de memoria los


niños una de las máximas de la sabiduría y el Maestro
se la explicará apoyándola con ejemplos sacados de la
Historia Sagrada y Profana.

2°. = Procurará que se hagan muy familiares


estas máximas entre sus discípulos aplicándolas
oportunamente para la corrección de sus defectos o
estímulos de la virtud.

3°. = Los sábados por la mañana serán


examinados de estas máximas, premiados los que más
hayan adelantado y reprehendidos los perezosos e
inaplicados.

Política o civilidad:

1°. = Persuadirá a sus discípulos a la limpieza


aseo del cuerpo, y lo que a él pertenece disuayéndolo al
mismo tiempo de la novedad, capricho y afectación en
el vestirse.

Colección Bicentenario 497


2°. = La templanza en el comer y beber dándoles
instrucciones sobre el modo y orden de sentarse a la
Misa, que comportarse en ella, así en el repartimiento
de lo que han de comer, como en el aseo.

3°. = Los enseñará el modo de saludar a sus Padres,


Maestros, Mayores, e iguales así al salir como al entrar
en sus casas, en la calle y lugares públicos.

4°. = Igualmente, el modo de estar en la Escuela,


advirtiéndoles /f. 386/ la compostura y moderación
con que han de portarse en ella, haciéndoles conocer
que el hablar cuando el Maestro habla, hablar a deshora
o en secreto, es una grosería incivil o insufrible.

5°. = Les enseñará la compostura, reverencia y


sumo respeto con que han de entrar en el templo y
asistir a los Santos sacrificios y actos de Religión.

6°. = Instruyéndolos de la decencia y honestidad


con que se han de vestir y desnudar para levantarse y
acostarse.

7°. = Les advertirá el modo de tratar con toda


clase de personas según sus diferentes dignidades,
estados, y autoridades. Que la moderación aún con
los inferiores es muy laudable y por el contrario muy
reprehensibles las alteraciones, voces desentonadas,
risotadas, gesticulaciones, etc, y que lo es mucho más
en la calle y lugares públicos.

8°. = Recomiéndoles mucho la fuga de las malas


compañías y de los lugares indecentes y ocasiones de
vicios.

9°. = Luego que los niños estén adelantados en el


escribir deberá el Maestro instruirlos en los diferentes
estilos de cartas.

498 Colección Bicentenario


Leer:

1°. = Habiendo de principiar por el conocimiento


de los caracteres o letras se formarán estas sobre un
cartel proporcionado de tal modo que colgándose en la
pared, puedan los niños desde sus asientos percibirlos
con toda claridad. Y estando así, el Maestro con una
caña o varita se los irá señalando y pronunciando al
mismo tiempo su sonido. De este modo entre otras
ventajas conseguirá la de dar lección a muchos de una
vez y que los demás adelantados puedan darla a los que
principian, mientras que el Maestro entiende en otras
lecciones.

2°. = Se prohíbe enteramente al que han llamado


deletreo torpe, inútil y perjudicial como lo tiene
acreditado la experiencia y en su lugar se practicará la
siguiente:

3°. = Conociendo ya los niños todas las letras


seles enseñarán tres órdenes de sílabas, que son las
que componen la lectura, porque la consonante hiere la
vocal, y este es el orden de Ba, be, etc, o vocal precede a la
consonante y tal es ab, eb, etc, finalmente la consonante
puede herir una líquida antes de la vocal, y tal es el bla,
ble, etc, bra, /f. 386v/ bre, etc. Para esto en otra pared
de la Escuela estarán a la vista otros tres carteles como
los anteriores de letra gruesa y bien formada del ba, be,
etc, bla, ble, etc, bra, bre, etc, y en ellos por el mismo
método que se ha prevenido para el conocimiento de
las letras, irán ejercitando a los niños. Pero ha de tener
cuidado el Maestro de no enseñarles como comúnmente
se ha hecho hasta aquí, haciéndoles repetir cada letra de
por sí y luego juntarlas para formar y pronunciar la
sílaba de este modo B, a, bá, sino industriándolos desde
luego y dirigiéndoles para que pronuncien de una vez
comenzando por las más fáciles y siguiendo a las que
no son tanto.

Colección Bicentenario 499


4°. = Pero por cuanto la experiencia ha enseñado
que aun vencidas estas dificultades encuentran no poca
los niños en la pronunciación de muchas palabras, que
están cargadas de consonantes, habrá otro cartel en que
arbitrariamente, y a discreción estén figuradas algunas
sílabas de más larga y difícil pronunciación tales son
las siguientes: Ban, Cen, Cin, Cen, Fed, Bid, Lar, Por,
Min, Ten, Cur, Vul, Cris, Cras, Mens, Cuns, Flan Chris,
Trans, Stirpe y otras.

5°. = Adiestrados bien los niños en estos carteles


de modo que con expedición y sin tropiezo nombraren
cualquiera sílabas para que se adiestren en leerlas como
de corrida por ejemplo: El principio de la sa-bi-du-ría
es el te-mor del Señor.

Decorado:

1°. = En esta clase para mayor facilidad en su


desempeño deberán llevar los niños un mismo libro
para que a un tiempo pueda el Maestro dar lección a
muchos.

2°. = Le podrá el Maestro en su asiendo y los niños


a distancia que puedan oírlo, y teniendo cada uno su libro
abierto por donde sea la lección empezará el Maestro
a leer despacio haciéndoles notar las suspensiones,
pausas, tono de la voz donde ya como punto y coma;
dos puntos, interrogación, admiración y paréntesis.

3°. = Observará el Maestro si están con atención


los niños mandándoles de repente que sigan la
lectura, y si no aciertan por falta de atención los /f.
387/ castigará mandándoles poner un sombrero que
habrá prevenido en el que con letras crecidas se lea
El Perezoso Descuidado y otro mote semejante al que
tendrá sobre su cabeza hasta tanto que encuentre otro
y otro igualmente descuidado.

500 Colección Bicentenario


4°. = Concluido que haya el Maestro mandará a
uno de los niños que repita la lección y cuando lo haya
hecho de parte de ella mandará que siga otro y otro y
de este modo conseguirá dar lecciones a muchos a un
tiempo, y que estén con atención.

Escribir:

1°. = Enseñará a escribir por el método Palomares


haciendo imitar sus muestras o las de Don Esteban
Jiménez, que son del mismo estilo bajo las reglas
siguientes:

2°. = Principiará por enseñar teóricamente el Arte


de escribir y no pondrá a hacer planas a sus discípulos
hasta que sepan dar puntualmente del corte de h pluma,
efectos de ésta, modo de tomarla y poner el brazo y
mano sobre la mesa, caídos de la letra y sus proporciones
según arte.

3°. = Luego que hayan comprendido bien todo


lo perteneciente al arte, los pondrá a practicarlos
haciéndolos que principien por el hacer planas con el
primer trozo de la pluma y siguiendo con el segundo
y tercero. Después a que imiten las muestras según el
orden que está en la que se le entregaran impresas.

4°. = De ningún modo se permita el Maestro que


eche renglón a los niños, sino que precisamente ha de
hacer imitar las muestras impresas, pues la uniformidad
en los modelos es muy útil y por el contrario muy
perjudicial la diversidad indispensable cuando se
escribe.

Ortografía:

Los enseñará la Ortografía Castellana por los


preceptos de la Academia Real Española, haciéndoles
llevar de memoria lo más necesario y advirtiéndoles

Colección Bicentenario 501


continuamente, así cuando lean como cuando escriban,
la práctica de estos mismos preceptos.

Aritmética:

1°. = Desde la escuela de leer se les enseñará a los


niños a conocer los caracteres numéricos por el mismo
método que se ha prevenido para las letras y en la de
escribir a formarlos. /f. 387v/

2°. = Luego que sepan formar los números, y la


tabla de memoria, pasarán a la clase de aritmética.

3°. = En esta clase se tendrá un bastidor con


hulo [sic] sobre el cual puedan con facilidad formar
números con lápices de yeso y sobre éste se los enseñará
a practicar las operaciones de Aritmética.

4°. = Principiará el Maestro por enseñarles a


leer cantidades de muchos guarismos explicándoles el
artificio de la numeración, para que después comprendan
con más facilidad las operaciones de sumas, restas,
multiplicar y partir, que les seguirá enseñando así en
números enteros, como en quebrados o fracciones con
sus demostraciones.

5°. = Cuando hayan adquirido facilidad en las dichas


operaciones de modo que las ejecuten sin tropiezo, les
explicará las razones y proporciones, reglas de tres y
sus diferentes propiedades y aplicaciones.

Santafé, Enero treinta de Mil ochocientos nueve,


José María Domínguez de Castillo, Jerónimo de
Mendoza y Galavis.

Concuerda con el cuaderno de Ordenanzas que


han de regir la Escuela que ha fundado en la Parroquia
de las Nieves de esta Capital a que remito. Y para que

502 Colección Bicentenario


conste doy el presente en Santafé, a doce de octubre de
mil ochocientos y nueve años.

De oficio. Eugenio Martín Melendro.


Corregido (Fdo.).

/f. 390/ Santafé, mayo ocho de mil ochocientos quince


= Por recibido:

Con inserción de la antecedente providencia


de su Excelencia el Ciudadano Gobernador, fecha
veinte de Abril último pásese oficio al honorable
ciudadano Don Santiago Torres, avisándoselo que
ya debe continuar la Escuela que fundó en el Barrio
de las Nieves Trasladándose a los Hospicios de esta
República que para el efecto indique si se hace novedad
respecto del Preceptos Ignacio Rodríguez encargado
provisionalmente de la enseñanza o si sigue interino se
prevee en propiedad conforme a la ordenanza que debe
observarse por ahora mientras otra cosa se resuelva,
con sola la variación de que en vez de excitarse a los
jóvenes educandos a la sumisión y obediencia a loos
Reyes y Príncipes, sea a las autoridades constituidas
legítimamente por el Pueblo, y que debe enseñarse y
aún hacerse aprender de memoria el catecismo Político
escrito por el ciudadano Juan Fernández Sotomayor
impreso en Cartagena de que ya se han dado algunos
ejemplares al Maestro.

Para que se verifique la traslación se espera que


el citado benefactor, Don Torres, dispondrá se pasen a
los Hospicios las mesas, asientos y demás utensilios de
la Escuela de la pieza que ya está destinada; y también
en el que para que se puedan conseguir ciudadanos
útiles a la Religión y a la sociedad, incite de cuantos
modos estén a su alcance a sus feligreses y que envíen
precisamente a sus hijos a la Escuela, persuadiéndolos
que las primeras impresiones que se adquieren en el

Colección Bicentenario 503


verdor de los primeros años, son duraderas y que en
una buena educación se vincule la virtud y la felicidad.

Pásese igualmente otro oficio al Ilustre Cuerpo


Cívico de esta capital, para que como tan interesado en
la prosperidad de este pueblo, esté en la inteligencia de
que ya se ha restablecido la indicada Escuela. Vargas.

Rojas P.

Es copia de su original a que me remito y para que


queda en resguardo de la (sic) hizo sacar la presente
que firmó en Santafé a diez de mil ochocientos quince.

Vicente Rico.

/f. 392/ Nota:

Recogido este expediente por el presente


Secretario, hoy 19 de abril de 1809 de poder del Síndico
Procurador General del año próximo pasado. Dr. Don
José María Castillo, que lo tenía en su poder para poner
el informe.
Melendro.

504 Colección Bicentenario


Plan de enseñanza para la escuela de
primeras letras de esta Capital sujeta a
la dirección del Rector del Real Colegio
Seminario de San Francisco de Asís 98

Popayán, 28 de junio de 1818.

Capítulo 1. = De los maestros y del modo de obtener


el magisterio

El empleo de maestro y la ocupación de educar a la


juventud, es uno de los más útiles y honrosos destinos
públicos y no deben obtenerlo jamás sino los hombres
buenos, pacientes y virtuosos que sean capaces de
formar el corazón y de ilustrar la inteligencia de los
niños.

2° - El maestro de la escuela de primeras letras debe


saber el plan y método de enseñanza, los principios de la
Religión, los de la gramática y ortografía castellana, los
de la aritmética, y leer y escribir bien correctamente.

3° - Para proveer el magisterio citaré previamente


el rector a los opositores por edicto. Nombrará de entre
los catedráticos tres examinadores para el examen
público cuyo acto se reducirá al ejercicio siguiente: el
opositor leerá en alta voz los lugares que le señalen en
el catecismo de Fleury y en las fábulas de Samaniego
dos de los examinadores. Luego escribirá lo que le dice
alguno de los mismos por el libro que le parezca, y de
este modo aparecerá la forma de letra y la exactitud
ortográfica. Últimamente los examinadores harán
preguntas sobre la doctrina cristiana conforme a
los catecismos de Astete y de Fleury, y acerca de
la gramática y ortografía castellana, según la de la
Academia Española, y de las reglas principales de la
98 AEP: Libro 67, s. f.

Colección Bicentenario 505


aritmética. Cada uno de los tres examinadores gastará
un cuarto en el examen.

4° - Concluido este ejercicio que será uniforme


respecto de todos los opositores que concurran, se
hará votación por los examinadores, a presencia y
con voto decisivo del rector, y resultando aprobado el
acto, calificarán el más idóneo para la enseñanza y lo
comunicarán al rector, al ilustrísimo señor obispo y al
señor vicepatrono real, y con su aprobación extenderá
el nombramiento al maestro.

Cap. 2° - De los libros y horas de enseñanza

Art. 5° - Todos los niños leerán por unos mismos


libros de buena imprenta y encuadernación: deben
reducirse a las cartillas o silabario; al catecismo añadido
del P. Astete; al pequeño catecismo del P. Pouget
y al del abad de Fleury; a las fábulas de Samaniego;
a un compendio de la gramática y de la ortografía
castellana; a otro de la geografía, y a los rudimentos de
la aritmética. Para que haya siempre un surtido de estos
libros, se debe cuidar de encargarlos anticipadamente
o de reimprimir los que se pueda en esta ciudad, para
dárselos a menos costo a los niños.

6° - A las 6 de la mañana se reunirán los niños en


la escuela e irán todos con el maestro a oír la santa misa
como se ha acostumbrado, en la capilla del seminario.
Después volverán todos a la escuela hasta las 7 ½, a
cuya hora irán a desayunarse a sus casas; a las 8 ½,
regresarán de nuevo a la escuela, hasta las 11; y de las
2 ½ de la tarde, hasta las 5.

7° - Todos los niños se distribuirán en cinco


clases. La primera la del conocimiento de las letras del
alfabeto; la segunda la del silabeo; la tercera la del a
lectura del segundo y de la formación de alfabetos con

506 Colección Bicentenario


el lápiz o la pluma; la cuarta la de la lectura perfecta y
de escritura de sentencia y oraciones, y la quinta la de
los que ejercitan la memoria.

8° - Todos los niños se sentarán en el orden de sus


clases a una y otra banda de la escuela presidiendo el más
aprovechado de cada una de ellas. Este primer asiento
se ganará todos los años por medio de un examen o
certamen general que se tendrá en la misma escuela el
día primero de enero. Los dos niños que se distingan
más en este examen, ocuparán los dos primeros asientos
después del maestro, con el nombre de Censor primero
y segundo, y cuidarán conforme a sus órdenes, del buen
orden de la escuela; le ayudarán a repasar y a tomar las
lecciones y a examinar las planas etc.

9° - El traje de los niños será uniforme en cuanto


sea posible, reduciéndose a un pantalón azul o blanco y
chaquetilla solapa grande y faldas cortas, también azul,
de paño de Mahón, o cosa equivalente. El sombrero
será redondo, negro, pequeño o de paja de los del país.
Los dos censores llevarán una medalla de metal o de
cartón en el ojal de la chaquetilla, con la inscripción
siguiente: Primer censor o Segundo censor en premio
del aprovechamiento.

Art. 10° - Divididos los niños en las cinco clases


referidas, en ninguna de ellas se oirá más que la voz
de uno solo; de modo que todos los que componen una
clase, se alternen en la misma lección. En la primera
clase del conocimiento de las letras, uno de los niños
que señale el maestro o censor respectivo aprenderá en
el abecedario de la cartilla o en el que está pintado en
lienzos en la pared, a conocer las letras, diciendo: a, b,
c, ch, d, &.

11° - Esto mismo se practicará en la segunda clase


del silabeo, leyendo uno solo con voz clara y pausada,
ba, be, bi, bo, bu, & y todos los demás atenderán en

Colección Bicentenario 507


silencio la lectura de sus silabarios cuyo método de leer
uno después de otro, se turnará entre los demás niños
de la clase.

12° - En las siguientes clases se practicará el


método referido, y para ello en la de la primera lectura
de segundo, tendrán los niños catecismos iguales de
Astete o Pouget, y en ellos leerá uno solo la lección
que haya dado primero el maestro, y después seguirán
los demás. En la cuarta clase de la lectura bien seguida,
se dará la lección, sucesivamente en el catecismo de
Fleury, en las fábulas de Samaniego y en el Compendio
de la gramática y ortografía castellana. En la quinta
clase aprenderán de memoria las mismas fábulas, por la
utilidad de su moral, y la gramática y ortografía. Leerán
además la geografía compendiada y los rudimentos de
la aritmética. Los niños de todas las clases aprenderán
de memoria el catecismo añadido del padre Astete.

13° - Los niños no deletrearán jamás, pues desde


que aprendan a silabar dirán seguidamente: ba, be, bi,
bo, bu; ca, ce, ci, co, cu, etc. El deletreo perjudica a la
natural y buena lectura, pues con él se les da a las sílabas
un sonido que no tienen, diciendo, para pronunciar
baba, por ejemplo b, a, ba; baba; c, a, s, a; casa; cuando
para leer de seguido baba, casa no deletreamos sino que
únicamente silabamos dos veces el ba o el ca y el sa.

14° - El maestro leerá primero en alta voz la lección


que han de repasar los niños en cada una de las cinco
clases; todos ellos atenderán la lección en sus libros
iguales, y después seguirán repitiéndola por turnos, en
la forma ya dicha, y sin que en la escuela se oiga a un
tiempo más que la voz de cinco niños. Al tiempo de tomar
lecciones se observará el mismo método insinuado; de
modo que si yerra en alguna sílaba o palabra el que da
la lección, le corrige otro de sus compañeros. Con esto
se consigue también que todos estén muy atentos a las
lecciones: que noten al que lea con buen tono y aire,

508 Colección Bicentenario


enmienden los defectos propios y que a pocas vueltas
aprendan también de memoria la leyenda.

15° - Bajo de las reglas insinuadas es fácil que


los niños de la quinta clase aprendan de memoria las
fábulas, la gramática castellana y los elementos de la
geografía. La lectura por turno y las respuestas a las
preguntas que haga el maestro, instruirán sin mucho
trabajo a los niños en esas materias. Pero es preciso
hacerles notar prácticamente en las lecciones y en las
planas diarias, las reglas que vayan aprendiendo en la
gramática y en la ortografía.

16° - La aritmética puede apreciarse con la misma


facilidad, repitiendo de memoria y por turno cada
niño de la quinta clase, las tablas de la adición, de la
sustracción, de la multiplicación y división, sin alborotar
la escuela con el ruido destemplado y desagradable que
causa la voz de todos a un mismo tiempo. Para aprender
a sumar, restar, multiplicar, etc, dicta el maestro una
suma por ejemplo y todos los niños de esta clase escribe
los guarismos y hacen la operación conforme con lo que
les vaya explicando. El examen que después haga el
maestro de la cuenta que haya practicado cada uno, fija
a todos los demás en lo que deben ejecutar.

17° - Las pinturas diferentes que están en las


paredes de la escuela sirven para hacer variar a los
niños de objeto y para enseñarles, según sus clases el
alfabeto; los números romanos y las diversas figuras de
geometría, útiles aún para los que después se dedican a
las artes y oficios, y en fin, otras figuras relativas a la
geografía, arquitectura, etc.

18° - En resumen, la buena lectura consiste y la


debe reducir el maestro a que los niños lean con voz
clara y natural, sin tonillo agudo; que para ello tomen
una pequeña respiración y pronta pausa en las comas;
doble pausa en dos puntos y en el punto y coma, y que

Colección Bicentenario 509


descansen la voz y la vista en el punto o conclusión
del periodo. Deben leer las cláusulas antecedentes
contenidas dentro de los paréntesis con voz más baja
que el resto del discurso. Deben expresar con el tono
y eco de la voz, los efectos de alegría, de tristeza o
de desprecio, desde donde comienza el signo de la
admiración. Con respecto al interrogante, deben leerlo
en forma de pregunta desde donde comienza el signo
inverso de la misma pregunta. Sobre los acentos, se les
enseñará a los niños que carguen la voz sobre la letra
que está acentuada, y en fin, que lean ni muy despacio,
ni muy de prisa, sino guardando la pausa y el tono
moderado que se acostumbre en la relación de algún
suceso o cuando se conversa familiarmente.

Cap. 4° - Método de escribir

Artículo 19° - El arte de trazar con caracteres


el pensamiento y hacerlo pasar a la posteridad más
remota por medio de las letras, es una parte del dibujo o
diseño, y por aquí debería comenzar por el aprendizaje
de la escritura. El dibujo es de absoluta necesidad
para la perfección de las artes, y sin él serían siempre
defectuosos nuestros muebles, nuestras casas, nuestros
templos y carecemos de artistas sobresalientes y de
buenos escultores y arquitectos.

20° - Los niños desde la cuarta clase emplearán


las tardes en el dibujo, valiéndose el maestro de las
cartillas grabadas en Madrid para uso de las escuelas,
y será muy útil que las tengan los alumnos que pueden
comprarlas. Para estas lecciones es casi indispensable
destinar un maestro diferente de dibujo.

21° - Los niños de la tercera escribirán alfabetos


de letra minúscula de tamaño proporcionado. Para ello
los formará el maestro de letra bien perfilada, haciendo
que el niño lleve por encima la pluma sin cinta para que

510 Colección Bicentenario


aprendan a formarlas cuidando que hagan las letras de
un solo rasgo de pluma, a excepción de la d, g, p, en que
es preciso levantar la pluma y hacerlas de dos golpes.
Luego que los niños estén bien ejercitados en hacer
alfabetos con la pluma sin tinta y en formar las raíces
de las letras que son la r, i, c, harán los mismos alfabetos
con lápiz o con la pluma entintada, o la pasarán sobre
alfabetos bien dibujados con lápiz. Cuando adquieran
facilidad para formarlos, escribirán sílabas o palabras
de la misma letra minúscula. Ésta debe ser limpia y
sin rasgo alguno, imitando la bastardilla española. Lo
mismo debe ser la mayúscula que aprenderán a formar
también por medio de alfabetos y después que sepan los
niños escribir palabras de letras minúscula. El maestro
tendrá presente el Arte de Escribir Jiménez, impreso
en Madrid, para formar los alfabetos y muestras, y para
enseñar el corte de la pluma, a fin de que salga la letra
con buenos perfiles.

22° - Los niños de la 4° y 5° clase escribirán por


muestras que contengan sentencias morales, máximas
de religión y principios importantes para la vida civil:
luego que escriban con perfección copiarán con mucho
aseo el compendio de la fe del catecismo pequeño
del padre Pouget; algunas fábulas de Samaniego; el
compendio de la gramática y ortografía castellana,
y también el de geografía. Al tiempo de corregir el
maestro las planas y copias, hará notar las reglas de la
caligrafía y ortografía a fin de que las practiquen los
niños con exactitud.

23° - En resumen, el arte de escribir se reduce a


que el niño esté sentado en una mesa proporcionada,
con la cabeza derecha y los pies fijos y apoyados. El
brazo izquierdo debe entrar en la mesa hasta muy
cerca del codo para que el cuerpo descanse sobre él y
quede el brazo derecho desembarazado en el acto de
escribir. El pecho estará algo separado de la mesa, sin
que jamás toque en ella, quedando el codo del brazo

Colección Bicentenario 511


derecho fuera del borde de la misma mesa. La mano
izquierda ha de sujetar suavemente el papel, el cual se
ladea un poco sobre la izquierda. Por lo que mira a la
letra debe inclinarse hasta veinticinco grados hacia el
lado derecho, por lo que se formarán los cisqueros o
pautas con esta inclinación o caída, del cual resulta el
aire y gallardía de la letra, según lo enseña el mismo
arte de escribir. La pluma se ha de tomar con los tres
dedos pulgar, índice y mayor, teniendo casi extendido
el índice y doblado el pulgar para abrazar el cañón. La
muñeca ha de estar levantada y la mano descansando
o apoyada en los dos dedos meñique y anular que se
mantendrán casi rectos y unidos al mayor. La pluma
que será gruesa, redonda, dura y de la ala derecha, se ha
de llevar un poco ladeada hacia la izquierda, enfilando o
enderezando el codo al extremo opuesto al corte, y sin
apartarla ni en los dedos ni en el papel. El corte de la
pluma debe ser largo y recto y después hacia los perfiles
tendrá un segundo recorte semejante a la parte superior
del piso de un gavilán. La tinta será algo suelta para
que corra con facilidad, cuidando siempre de mantener
tapado el tintero para que no le caiga polvo que daña
sobremanera la tinta. Por fin, debe advertirse que hay
ciertos rasgos o trazos fundamentales que sirven de raíz
para la formación de las demás letras. La I es la raíz o
rasgo monumental de casi todas las letras mayúsculas,
y sabiendo formar bien esta letra, se harán con poca
dificultad todas o casi todas las demás.

24° - Los niños aprenderán a escribir los números


arábigos 1-2-3-4-5-6-7-8-9-0. Ya que los hagan con
perfección, escribiendo uno o dos renglones de ellos en
sus planas, irán aumentando sucesivamente en unidad,
como 10-11-12-13- hasta 20; después 21-22, hasta 30, y
así progresivamente hasta 100 etc, de modo que puedan
escribir y enunciar decenas, centenas, miles, decenas de
miles, millones, etc.

512 Colección Bicentenario


Cap. 5° = Ejercicios de piedad

25°. Estando reunidos los niños en la escuela se


persignarán; todos ofrecerán por la mañana las obras
del día con la oración que está en el Astete añadido,
y en el resto del día rezarán solo un Padre Nuestro y
Avemaría. Además de la santa misa que oirán juntos
todos los días en la capilla del seminario, según se
practica, leerán con frecuencia el excelente compendio
de la fe que trae el catecismo pequeño y el ordinario
de la santa misa del P. Pouget. Los acostumbrará el
maestro que asistan a ella con el espíritu que quiere la
iglesia, ofreciéndole como un sacrificio que hace no solo
el sacerdote sino el pueblo asistente y con cuya mira
les recomendará el uso del citado libro del P. Pouget,
intitulado Ordinario de la Misa. Poco antes de salir de
la escuela dirán en coro todos los niños, pero en tono
moderado y agradable, el padre nuestro y las demás
oraciones hasta las bienaventuranzas. Por la tarde dirán
también en coro alguna parte corta del catecismo del
P. Astete. Los sábados por la tarde rezarán el santo
rosario aplicado por el fundador de la escuela don
Manuel Díaz de Vivar, y por todos los benefactores; y
cada mes se confesarán los que tengan edad suficiente
y comulgarán también en la capilla del seminario. Los
domingos asistirán a oír la explicación que haga el cura
párroco de la doctrina cristiana. El maestro concurrirá
con sus alumnos en buena orden y las hará en tender la
obligación que hay de ocuparse los domingos y demás
días de precepto en obras santas, y de frecuentar en
ellos la parroquia.

Cap. 6° = Educación física, moral y civil

26° - La educación física y moral de los niños


pertenece a los padres, es de su cargo, y jamás será
enseñada por los que no obra de los mismos padres y
suplir en todo lo posible el abandono vergonzoso de

Colección Bicentenario 513


aquellos que no tratan de hacer robustos a sus hijos
desde la misma cuna, y más que todo, de imbuirles
desde ella la buena moral que debe hacer siempre su
felicitad y bienestar y todo el estado.

27° - El maestro cuidará en conversaciones


familiares y el tiempo de dar las lecciones en el catecismo,
en las fábulas, de comunicar a sus alumnos, sin que
adviertan el intento, y sin serles molesto, máximas
puras de religión de moral y de política. El prólogo del
catecismo del abad Fleury le enseña lo que mira a la
religión, y en cuanto a las costumbres y política, es a
propósito la obra de Blanchard intitulada Escuela de
Costumbres.

28° - Todo el cuidado del maestro debe consistir en


que los niños sean cristianos verdaderos, sin hipocresía
ni superstición para que de este modo se formen unos
hombres de bien, llenos de probidad y honor. Deben
saber temprano que todos los deberes del hombre se
encaminan primero a Dios, segundo al común, esto es
a la nación y al soberano que la gobierna, tercero, a sí
mismos y cuarto, a cada uno de sus hermanos, pues no
hay asunto más digno de la educación de los niños, y
por lo mismo deberá inculcarles el que extiendan su
aprecio y su amor a todos los hombres, que es en lo
que consiste la humanidad; que adviertan bien que es
una preocupación perjudicial el dar una preferencia
exclusiva al lugar del propio nacimiento, desdeñando y
aún aborreciendo todo lo que pisan nuestros pies. Esta
ignorancia es prueba de poco talento y de ningún juicio
y se opone a las máximas de caridad y de amor fraternal
que enseña el evangelio y de que nos dio asombrosos
ejemplos el mismo Jesucristo. No permitirá, pues
el maestro que los niños miren con desprecio a los
naturales de otro pueblo, providencia o reino, y que el de
la capital no desdeñe al provinciano, ni éste al aldeano.
Que aprendan también a sacrificarlo todo por el bien
común y a no aspirar a empleo ni destino alguno que no

514 Colección Bicentenario


haya aprendido primero a desempeñar cumplidamente,
para no hacer traición a su conciencia y a su patria.
Que detestan el engaño y la mala fe en todo trato; la
altivez y el desprecio de sus iguales. Que cuiden no
solamente de no dañar a sus conciudadanos en cosa
alguna, pero ni aún a los animales y a las aves útiles
que hermosean la naturaleza. Que miren con horror los
juegos prohibidos de naipes y dados, pero sobre todo
la ociosidad que es el origen de todos los vicios y de la
corrupción de los pueblos. El maestro hará amar de los
niños el trabajo, la sobriedad, el desinterés, las ciencias,
las artes, los oficios y los artesanos y menestrales,
haciéndoles conocer que la ocupación es honrosa para
los hombres, que no hay alguna que sea baja ni vil, y
que solamente lo es la holgazanería y el vivir sin oficio
y de sanguijuelas en la sociedad contraviniendo a la ley
expresa del Creador que desde el principio quien que
todo hombre buscase el pan con el sudor de su rostro.
Los niños deben aprender a respetar sobremaneramente
a sus padres, a los superiores, a los jueces y magistrados
y principalmente al soberano que hoy lo es nuestro
católico rey el Sr. Fernando VII, y en fin a mirar con
ternura y compasión a todos los pobres y menesterosos
para socorrerlos en sus necesidades.

29° -Tales son las máximas morales de que


el maestro debe imbuir a los niños, pero cuidará al
mismo tiempo que sean muy urbanos, muy corteses y
muy cultos; que hablan con propiedad y exactitud su
idioma y que no usen expresiones bajas ni vulgares
para que sus ideas sean siempre elevadas y llenas de
pundonor. La cultura en el idioma hace grata a una
persona y es necesaria para explicarse bien por escrito
y de palabra, cuando se habla en público o se ejercita la
predicación evangélica en que debe relucir la delicadeza
que forma un buen orador conforme las reglas de la
oratoria. Por lo mismo no permitirá el maestro que los
niños adulteren la lengua castellana, ni el acento ni
reflexión de las voces. Que no digan, por ejemplo, ciuda,

Colección Bicentenario 515


endebiduo, otorgrafía, buasca, pichanga, cucho, etc, en
lugar de ciudad, individuo, ortografía cuerda o soga,
escoba, rincón. Que tampoco digan igualdá, tomá, mirá,
vení, hacé, quedate, en lugar de igualdad, toma, mira,
ven, haz, quédate, retírate; ni tampoco irés, verés, lerés,
cuando se habla en 2ª persona con tú, y en lugar de irás,
verás, leerás; y tantos otros soleciamos y barbaríamos
que se notan en el trato común.

30° - Los niños deben criarse robustos, sin


melindres y capaces de sufrir los reveces a que la
providencia expone a cada paso. Importa que los niños
no se abriguen mucho, que se acostumbren a sufrir el aire
frío y destemplado sin cubrirse la cabeza y que hagan
ejercicio proporcionado a su edad para robustecerla,
pero sin permitirles ningún exceso perjudicial a la
sobriedad que debe ser la regla de todas las acciones
físicas y morales. El ejercicio más conveniente es el de
la pelota, el del trompo, el de los bolos, el de la carrera,
el de las damas etc… pero cuando los niños estén
acalorados, no se les dejará exponer al aire húmedo, ni
tirarse sobre la yerba fría porque esto es muy expuesto
a la salud.
Los jueves y días festivos por la tarde podrán destinarse
para estos divertimentos. Se ejecutarán estos y
otros juegos en el campo o en algún huerto o patio
proporcionado a presencia y dirección del maestro quien
dirigirá las diversiones, de modo que siempre reine en
ellos el buen humor, la urbanidad y la inocente alegría,
no permitiéndose jamás acción alguna indecorosa.

Cap. 7°. = Vacaciones, certámenes y premios

31° - Los domingos, fiestas enteras y medias


fiestas, serán de asueto para los escolares; también el
día del cumpleaños del maestro y de los que sean de
vacaciones para los seminaristas, si el rector no dispone
otra cosa. Desde el día primero de agosto hasta el 9 de

516 Colección Bicentenario


septiembre de cada año será tiempo de vacaciones. En
fin, el maestro en los días de escuela, cuando ya estén
cansados los niños, les dará algún desahogo haciendo
que se entretengan en el examen de los números,
figuras, etc, que están pintados en las paredes.

32° - El 22 de julio y los siguientes si fuere necesario,


se destinarán a los exámenes públicos, en la capilla
del seminario. Estos actos se reducirán a un examen
de los niños de cada clase que presente el maestro
acerca de las materias que hayan aprendido en el año.
Será una función solemne con asistencia de los vecinos
que se convidarán al intento, y para lo cual señalaré
el rector de antemano tres examinadores de entre los
catedráticos del real colegio seminario. Estos harán
preguntas sencillas y proporcionadas al alcance de los
niños; les harán escribir alfabetos, palabras o sentencias,
les propondrán sumas, restas etc, con lo demás que cada
clase proponga como materia del certamen.

33° - Con el objeto de que sirva de un gran estímulo


para el adelantamiento de los niños, se prepararán
algunos premios reducidos a libros de buena edición, o
cortaplumas, tijeras, muestras para escribir, cisqueros
o pautas, compases, reglas, estuchitos matemáticos,
cartillas de dibujo o cosas semejantes. Estos premios
se distribuirán entre los más adelantados a juicio del
rector, maestro y examinadores. Además se dispondrán
tres lazos de cinta o tres medallas con el busto
del soberano o del obispo, de mayor a menor, y se
distribuirán entre los tres niños que más sobresalgan
en los certámenes, quienes llevarán esta distinción en el
ojal de la chaquetilla hasta los del año siguiente.

34° - En los primeros días de cada mes habrán


en la escuela certamen privado, preguntándose
recíprocamente los de una a los de otra clase, acerca
de lo aprendido en el mes. Se harán con orden éstos
exámenes comenzando por los de la clase inferior

Colección Bicentenario 517


hasta los de la última. El maestro premiará a los que
se distingan, con plumas para escribir, papel, lápices,
muestras, etc. el rector señalará o de las rentas del
colegio, o por medio de alguna suscripción voluntaria
la cantidad que debe invertirse en estos y los anteriores
premios, que serán de poca monta, pero siempre de
grande estímulo para los escolares.

Cap. 8°. = Penas y correcciones

35° - El amor y la emulación racional deben ser


el aguijón de que se valga el maestro con preferencia a
cualquier castigo. Este abate y humilla, y es preciso que
los niños se eduquen sin abstimiento ni degradación.
Deben disimularse las travesuras leves; la falta de
asistencia de un niño a la escuela se castigará haciéndolo
trabajar a la hora de descanso o asueto. Si hace una mala
letra se le corrige haciéndole escribir dos renglones
o más de sola esa letra, a tiempo que los demás se
diviertan; otro tanto se practica respecto de las malas
lecciones. Si los defectos del niño fuesen por rudeza, se
le alienta con cariño; si son de malicia y mal genio, se le
reprende con rigor. El arrebatamiento y el desprecio de
los condiscípulos se reprime con alguna humillación. Si
los excesos del niño fuesen notables y principalmente
de obstinación que no deben tolerarse en caso alguno,
entonces el maestro reducirá a encierro al niño por
algunas horas. Ponerlos en el último lugar de su clase,
o en el que esté destinado para los incorregibles, que
podrá ser un banquillo sin respaldo, a lo último de
la clase, es también un arbitrio conveniente para los
castigos.
Jamás dará el maestro empellones a los niños ni les dirá
palabras de ultraje o de desprecio; tampoco usará de
férula o palmeta, ni de castigo alguno vilipendioso. Si
fuese un niño tan incorregible que no dé esperanza de
enmienda, lo avisará al rector del seminario para que de
acuerdo con los padres aplique el remedio conveniente,

518 Colección Bicentenario


hasta el de entregarlo a los jueces para que le apliquen
algún oficio.

Cap. 9° = Visita y matrícula de los niños

36° - El rector, fuera de las visitas frecuentes a


la escuela, hará una muy formal cada tres meses. El
día del trimestre o al siguiente, si aquel fuere feriado,
tomará una razón exacta del estado de la enseñanza
y del progreso de los niños; corregirá los defectos
que note de parte del maestro y si no aprovechan sus
advertencias y el caso lo exigiere, separará al maestro
de la enseñanza poniéndose de acuerdo con los señores
obispos y vicepatrono real.

Cap 10° = Prevenciones generales

37° - El maestro tendrá un libro en blanco


rubricado por el rector en que asiente el nombre de
cada niño, expresando el de sus padres y el mes, día,
y año que entrare en la escuela. En seguida de cada
nombre dejará un campo blanco suficiente para anotar
los premios que gane el niño y el día en que salga de
la escuela, expresando el destino que va a tomar y
de que debe previamente instruir al rector. Para que
un niño pase al seminario a estudiar gramática latina
debe preceder certificación del maestro de hallarse en
estado de salir de la escuela. Con este documento y la
aprobaci´n en seguida del rector, después del examinar
al niño, podrá pasar a las aulas del colegio. Sin este
requisito no podrán los niños salir de la escuela ni ser
admitidos en las aulas de gramática latina. El rector
cuidará que el secretario guarde en su archivo estos
documentos bien ordenados y legajados.

38° - Los maestros deben procurar la mejora de sus


conocimientos y hacerse unos profesores dignos de

Colección Bicentenario 519


la confianza de los padres de familia y del público,
instruyéndose para ello en todos los ramos de la
educación. Con esta mira podrán formar su pequeña
librería reducida a los libros siguientes:
El Arte de Escribir por reglón y sin muestras, p.
de. José de Anduaga, 1 tomo. El Discurso sobre
la necesidad de la buena educación, por el mismo
autor.
El Catecismo grande del Padre Francisco Pouget,
en castellano, 4 tomos.
La Escuela de las Costumbres p. Monsieur Blanchard,
en castellano, 4 tomos.
Las Máximas Morales del Conde de Carli. 1 tomo.
El espíritu de la Biblia o moral universal sacada del
Ant. y del Nuevo Testamento, por el abate Martini,
traducida al castellano por el clérigo regular de
San Cayetano. 1 tomo. Es el libro más útil que se
puede dar a la juventud para su aprovechamiento y
edificación.
La Filosofía Moral de Luis Ant. Muratori, traducida
al castellano, 2 tomos.
La educación de los Niños por Locke, en castellano,
2 tomos.
El tratado de Higiene o método de conservar la
salud, p. Presavin, 1 tomo.
Las lecciones instructivas de geografía e historia por
Tomás de Hiriarte, 3 tomos. En este libro podrán
también leer los niños de 5ª. Clase las lecciones de
Historia y Geografía.
El Atlas de don Tomás López para uso de los niños,
en un cuaderno en 4° mayor, u otro más moderno
que comprende los nuevos descubrimientos.
El Compendio de los cinco órdenes de Arquitectura
por Vignola, en castellano. 1 tomito.
Si el maestro ocupa útilmente el tiempo aplicándose
a la lectura de buenos catecismos, de la gramática
castellana, del arte de escribir, de los elementos de
historia, de la geografía, de la geometría etc, podrá
formar discípulos sobresalientes, tales que algún día

520 Colección Bicentenario


honren la memoria de su instructor y sean la gloria
del seminario.

39° - La carestía de papel podrá hacerla suplir por


los niños pobres con pergaminos que se lavan y sirven de
nuevo: o con hojas de lata de un tamaño proporcionado
para las planas y en que se escribe cómodamente.

40° - Los niños ricos dejarán en la escuela los libros


que las hayan servido, en beneficio de los pobres. El
maestro formará inventario de los que reciba, firmándolo
con el rector; colocará estos libros en un armario con
llave, a fin de que haya siempre en la escuela un número
suficiente de ejemplares para proveer con ellos a los que
no puedan comprarlos por su pobreza. Cuidará mucho
el maestro de que todos los niños manejen los libros
con grande aseo para que se conserven útiles.

41° - Los curas párrocos, los eclesiásticos y los


hombres ilustrados y los ayuntamientos podrán hacer
conocer a los pueblos que no hay establecimientos más
útiles ni más ventajosos a la sociedad que las escuelas de
primeras letras, a fin de que los legados y fundaciones
testamentarias que se hagan para otros, fines piadosos,
se dirijan también al de la educación de la juventud en
la capital y en todos los pueblos, pues que ello depende
la mejora de las costumbres, la prosperidad pública y el
bien y la gloria de la iglesia y el estado.

Popayán 28 de junio de 1818 = Doctor Andrés


Marcelino Pérez de Valencia. =Manuel Maireno
Urrutis.

Colección Bicentenario 521


522 Colección Bicentenario
Ilustraciones
1, 6 y 17.
Arte nueva de escribir inventada por el insigne maestro Pedro
Díaz Morante: Ilustrada con muestras originales y varios
discursos conducentes al verdadero magisterio de primeras
letras por Don Francisco Xavier de Santiago Palomares,
individuo de la Real Sociedad Bascongada de los Amigos
del País. Madrid: Imprenta de Don Antonio de Sancha,
1776. Imagen 1: Lámina 35. Figura 1. Buen modo de
tomar la pluma. Figura 2. Mal modo de tomar la pluma.
Imagen 6: p. 137. Frontis de las muestras gravadas
por don Francisco Assencio y Mejorada. Imagen 17.
Lámina 15.

2.
Catecismo de los padres Ripalda y Astete, adornado con
154 láminas finas, e ilustrado con otras tantas esplicaciones
parafrásticas para la mejor inteligencia de los dogmas y
misterios de nuestra religión. Tomo III. Madrid: En la
Imprenta de la Administración del Real Arbitrio de
Beneficencia, 1800. 287 p. Lamina 69. Preámbulo de los
sacramento de la Iglesia.

3.
Escuela del gran maestro del Espíritu, San Felipe Neri, en
la qual con los dichos: y hechos del mismo Santo y de algunos

Colección Bicentenario 523


discípulos suyos se enseña la práctica de la vida espiritual
a todo estado de personas. Compuesta en idioma toscazo
por el Ilustrísimo Señor Don Josef Crispino Obispo de
Bisceglia. Traducida en español por el padre Doctor
Pedro Calatayud, presbytero de la Congregación
del Oratorio de Valencia. Dedicada al mismo Santo
Patriarca. Parte primera. Madrid: Por Bernardo Peralta,
1732. 590 p.

4.
Plan de la Escuela de primeras letras que en la ciudad de San
Juan de la Frontera de Chachapoyas, capital de la Provincia
de este nombre en la Diócesis de Truxillo del Perú, instituió
y dotó su actual Obispo en la visita que de dicha ciudad hizo
a fines del año pasado de 1782, y de la casa de havitación
del Maestro que fuese de ella, uno y otro delineado por dicho
Obispo. Ubicación: Biblioteca del Palacio Real, Madrid.

5 y 7.
Arte de escribir por reglas y con muestras según la doctrina
de los mejores autores antiguos y modernos, extrangeros y
nacionales: acompañado de unos principios de aritmética,
gramática y ortografía castellana, urbanidad y varios sistemas
para la formación y enseñanza de los principales caracteres
que se usan en Europa. Compuesto por Don Torquato Torio
de la Riva y Herrero, Socio de número de la Real Sociedad
Económica Matritense: Oficial del Archivo del Excelentísimo
Señor Marques de Astorga, Conde de Altamira; Escritor de
Privilegios y Revisor de Letras Antiguas por su Majestad.
Madrid: En la Imprenta de la Viuda de Don Joaquín
Ibarra, 1798. Imagen 5: Lámina 35, p. 247. Al margen
inferior: Torio lo delineo, Castro lo grabó. Imagen
7: Frontis de la obra. Al margen inferior: L: Paret lo
inventó y delineó, T. Torio lo escribió, B. Ametller lo
grabó.

8.
Real Provisión de los Señores del Consejo en el Extraordinario,
a consulta con Su Majestad, para reintegrar a los maestros

524 Colección Bicentenario


y preceptores seculares en la enseñanza de las Primeras
Letras, Gramática y Retórica proveyéndose estos magisterios
y cátedras a oposición, y estableciendo viviendas y casas de
pupilaje, para los maestros y discípulos, en los Colegios donde
sea conveniente, informando pormenor al Consejo. Madrid:
Imprenta Real de la Gazeta, 1767.

9.
La muerte de San Casiano.

10.
Carlos III de España. Grabado de Eugenio Lemus y
Olmos. 1898. Fuente: Libros de antaño nuevamente dados
a luz por varios aficionados. Madrid: 1890. Imagen
utilizada en la carátula del volumen 14.

11.
Real Ordenanza para el establecimiento e instrucción de
Intendentes de Exército y Provincia en el Reino de la Nueva
España. De orden de Su Magestad. Madrid. Ano de
1786.

12.
Discurso sobre la educación física y moral de las mugeres:
Por Doña Josefa Amar y Borbón, Socia de Mérito de
la Real Sociedad Aragonesa, y de la Junta de Damas
unida a la Real Sociedad de Madrid. Madrid: Imprenta
de Don Benito Cano, 1790.

13
Instrucción de la muger Christiana. Obra compuesta en
latín por el célebre Juan Luís Vives, que traduxo a la
lengua castellana Juan Justiniano. Madrid: Imprenta de
Don Benito Cano, 1793.

14.
Gobierno del Chocó. Copia del expediente formado para
el establecimiento de una Escuela de primeras letras en el
Pueblo de Quibdó Capital de la Provincia del Citará con el

Colección Bicentenario 525


objeto benéfico de conseguir la civilización de los Indios de su
Corregimiento. AGN: Anexo Instrucción Pública. T. 4.
Fols 289-307. Encabezado del expediente manuscrito.

15.
Política Indiana, Compuesta por el Doctor Don Juan de
Solórzano Pereyra, Cavallero del Orden de Santiago,
de Consejo del Rey Nuestro Señor en los supremos de
Castilla y de la Indias. Dividida en seis libros. En los cuales
con gran distinción y estudio se trata y resuelve todo
lo tocante al Descubrimiento, Descripción, Adquisición
y Retención de las mesmas Indias y su Gobierno
particular, así cerca de las personas de los Indios y sus
Servicios, Tributos, Diezmos y Encomiendas, como
de lo Espiritual y Eclesiástico cerca de su Doctrina:
Patronazgo Real, Iglesias, Prelados, Prebendados,
Curas seculares y Regulares, Inquisidores, Comisarios
de Cruzada y de las Religiones. Y en lo temporal cerca de
todos los Magistrados Seculares, Virreyes, Presidentes,
Audiencias, Consejo Supremo y Junta de Guerra de
ellas con inserción y declaración de las muchas Cédulas
Reales que para esto se han despachado. Obra de sumo
trabajo y de igual importancia y utilidad, no sólo para
los de las Provincias de las Indias, sino d elas de España
y otras naciones (de qualquier profesión que sean) por
la gran variedad de cosas que comprehende, adornada
de todas las letras y escrita con el método, calidad y
lenguaje que por ella parecerá. Con dos índices muy
distintos y copiosos, uno de los libros y capítulos en que
se divide: y otro de las cosas notables que contiene. Sale
en esta tercera impresión ilustrada por el Licenciado Don
Francisco Ramiro de Valenzuela, Relator del Supremo
Consejo y Cámara de Indias y electo Oidor Honorario
de la Real Audiencia y Casa de la Contratación de Cádiz
y en dos tomos. Con Licencia. En Madrid: por Mateo
Sacristán. Año de 1736.

526 Colección Bicentenario


16.
Discurso sobre la necesidad de la buena educación y medios
de mejorar la enseñanza en las escuelas de primeras letras.
Leído en la tarde del día 16 de septiembre del año 1789
al empezar los exámenes de los niños de la Real Escuela
de San Isidro de esta Corte. Por Don Josef de Anduaga
y Garimberti. Madrid: En la Imprenta Real, 1790.

18.
Caton Christiano y Catecismo de la Doctrina Christiana,
para la educación y buena crianza de los niños, y muy
provechoso para personas de todos los estados. Compuesto
por el padre Jerónimo Rosales de la Compañía de Jesús.
Añadido con exemplos. Barcelona: Por Eulalia Piferrer,
Viuda Impresora del Rey Nuestro Señor. Plaza del
Ángel, ano de 1782.

19.
Simón Rodríguez.

Colección Bicentenario 527

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