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EL DELITO DE OMISIÓN por Alexia Rodríguez

El Código Penal peruano establece en su artículo 11 que ’’son delitos y faltas


las acciones u omisiones dolosas o culposas penadas por ley’’. De esta
manera, nuestra normativa señala taxativamente cuales son las conductas que
serán sancionadas penalmente. En primer lugar, tiene en cuenta a los
comportamientos comisivos o acciones, los cuales abundan en la Parte
Especial del Código y se caracterizan por la realización de una conducta que
implica un acto lesivo de relevancia penal. Mientras que los comportamientos
omisivos u omisiones se caracterizan por la ausencia de acción de un sujeto
que tiene el deber de realizar por su condición o la situación específica. La
omisión se encuentra legitimada una vez que el legislador deja de restringir la
relación de causalidad para la producción de un delito.
Ahora bien, la doctrina y reiterada jurisprudencia precisa las clases de
omisiones, las cuales pueden ser propias e impropias.

La omisión propia o pura es aquella en donde el sujeto no realiza una conducta


exigida por la norma penal, cabe señalar que la tipicidad no exige la producción
de un resultado lo que significa que el delito queda consumado con la mera
actividad. Según Mir Puig, el delito de omisión propia se configura a partir de la
concurrencia de los siguientes presupuestos: 1) existencia de una situación
reconocida por un tipo penal de la parte especial, 2) ausencia de una acción de
salvaguarda determinada; y 3) capacidad de realizar la acción de salvaguarda.
De esta manera, se deja sentado que las personas pueden responder
penalmente cuando teniendo un deber jurídico específico de evitar un resultado
ya sea por su condición o por la situación, no lo evita. Se debe tener en cuenta
además que los delitos de omisión propia se encuentran tipificados
expresamente, pueden ser cometidos por cualquier persona y la omisión puede
ser fundamentada cuando no se actúa por cautela y salvaguarda propia.

EJEMPLO: Delito de omisión del deber de socorro

1) El sujeto se encuentra ante una situación de peligro.


2) Este sujeto debe tener la posibilidad de actuar.
3) Debe prestarse el socorro ‘’sin detrimento propio’’ → Si no sé nadar, no
puedo ayudar.
4) ELEMENTO CARACTERÍSTICO: ‘’La no actuación’’

La omisión impropia o comisión por omisión se encuentra regulada en el


artículo 13° de nuestro Código Penal y prescribe lo siguiente:

Artículo 13.- Omisión impropia


El que omite impedir la realización del hecho punible será sancionado:
1. Si tiene el deber jurídico de impedirlo o si crea un peligro inminente que
fuera propio para producirlo.
2. Si la omisión corresponde a la realización del tipo penal mediante un
hacer.
La pena del omiso podrá ser atenuada.

De este artículo se desprende que la comisión por omisión no se fundamenta


en obligaciones de solidaridad contempladas en la esfera de cada ciudadano.
En contraposición, en esta clase de omisión, a determinados sujetos quienes
serán denominados ‘’garantes’’ se les adjudica la protección de determinados
bienes jurídicos por lo que se les otorga la potestad sobre el estado de
vulnerabilidad del bien jurídico protegido en específico. Asimismo, en contraste
también con los delitos de omisión propia, los delitos de omisión impropia se
fundamentan en la conducta omisiva, es decir, requieren la existencia de un
resultado para que el delito quede perfeccionado.

La piedra angular de los delitos de comisión por omisión o comúnmente


conocidos como delitos de omisión impropia es la posición de garante debido a
que de estas determinadas personas nace la obligación legal y/o constitucional
de impedir un resultado estando en posibilidad de hacerlo cuando está bajo su
cargo la protección de un bien jurídico o la vigilancia de una fuente de riesgo.
Particularmente, el garante es quien responde penalmente por la omisión de
una acción dentro del contexto de una situación fundamentadora del deber
jurídico de actuar y, por ende, solo podrá ser el único autor del delito de
comisión por omisión lo que denota el especial deber jurídico que posee y a su
vez lo circunscribe en un delito de carácter especial y propio puesto que el
autor no puede ser cualquiera sino solo aquel sujeto que omite una conducta a
pesar de estar obligado a lo contrario.

Armin Kauffman divide en 2 clases a la posición de garante:

1. SEGÚN LA FUNCIÓN ESPECIAL DE PROTECCIÓN RESPECTO AL


BIEN JURÍDICO :

Cuando un sujeto se adjudica la protección de un bien jurídico determinado


frente a la sociedad, le corresponde responder por la consecuencia lesiva que
se acontezca.

Estrecha vinculación familiar: Descendientes, ascendientes, cónyuges, padres,


hijos.

Comunidad de peligro: Cuando se encuentran realizando una conducta riesgosa a


todos se les exige un cuidado mutuo como el excursionismo o montañismo

Asunción voluntaria: Cuando un sujeto asume el cuidado de otro a título gratuito u


oneroso.
2. SEGÚN LA FUNCIÓN ESPECIAL DE CONTROL DE LA FUENTE DE
PELIGRO:

Cuando la conducta de una persona origina un peligro, en consecuencia,


nacerá a su vez la obligación de tener bajo control el riesgo potencial puesto
que de no controlarlo se originará una responsabilidad sobre la cual deberá
responder.

 Si un sujeto tiene un animal salvaje bajo su cuidado y al sacarlo a


pasear, éste hiere a alguien; entonces responderá penalmente.

 Si un enfermero en el psiquiátrico descuida a un paciente y éste escapa


para matar a su profesor de la primaria, quien responde por dicha
muerte será el enfermero.

BIBLIOGRAFÍA

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Derecho Penal Y Criminología, (6), 11–68. Recuperado a partir de
https://revistas.uned.es/index.php/RDPC/article/view/24760
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Diario La República: Perú Legal. Extraído de:
https://perulegal.larepublica.pe/peru/2022/07/25/la-omision-en-el-
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6. Silva Sanchez, J.M. (1989). Aspectos de la Comisión por omisión.
Fundamento y formas de intervención. Cuadernos de Política criminal.
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9. Silva Sánchez, J. M. (1). El delito de omisión. Revista De Derecho
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https://doi.org/10.22199/S07189753.1993.0001.00004

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