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UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE CHIHUAHUA

FACULTAD DE ENFERMERIA Y NUTRIOLOGIA

SALUD MENTAL
Tercer Reporte de Lectura del libro ‘Inteligencia Emocional’

Docente de apoyo: Gabriela

Alexandra Arévalo Montes

DOCENTE: Federico Rubén Lira

Ramos

E.L.E Michele Moreno Torres


Matricula: 360857
Grupo: 4LE4

24 de noviembre 2023
6. LA APTITUD MAGISTRAL
El sexto capítulo aborda un relato de terror con el narrador como protagonista,

demostrando de manera tangible el impacto devastador que la tensión

emocional puede tener en la claridad mental. Actualmente, considero ese

sufrimiento como prueba contundente del poder del cerebro emocional para

sofocar e incluso paralizar el pensamiento. El libro señala que los problemas

emocionales de los estudiantes afectan el funcionamiento mental,

especialmente en casos donde emociones intensas como la ira, ansiedad o

depresión dificultan el aprendizaje al monopolizar la atención y obstaculizar la

concentración en otras tareas.

La motivación es crucial para potenciar nuestras capacidades cognitivas,

planificación, ejecución de metas a largo plazo y resolución de problemas. Las

emociones juegan un papel fundamental al obstaculizar o potenciar estas

habilidades, definiendo los límites de nuestras capacidades mentales innatas y

la inteligencia emocional se revela como una habilidad maestra que influye

profundamente en nuestras capacidades.

La resistencia al impulso, esencial para el autocontrol emocional, se destaca

como base para la inteligencia emocional. La capacidad de contener

emociones e impulsos, como demostró la investigación de “Walter Mischel,

1995, pág.98, es crucial para la autorregulación emocional y el uso adecuado

de las capacidades mentales.

La preocupación, esencialmente una respuesta inicial útil pero desorientada,

puede convertirse en un desastre cognitivo cuando monopoliza la atención y

bloquea la flexibilidad mental. Los estados de ánimo positivos facilitan el

pensamiento flexible y complejo, mejorando la resolución de problemas. Las


emociones negativas inclinan hacia un sesgo negativo, afectando la toma de

decisiones. El control emocional dificulta el funcionamiento intelectual, pero

recuperar el control sobre las emociones desbordadas facilita otras formas de

inteligencia.

Las expectativas elevadas, caracterizadas por la automotivación, la sensación

de competencia, la adaptabilidad y la esperanza, influyen en la capacidad de

resolver problemas y alcanzar metas. Las personas con esperanza tienden a

experimentar menos depresión y ansiedad, mostrando niveles más bajos de

tensiones emocionales mientras persiguen sus objetivos.

Así mismo el optimismo implica tener una sólida expectativa de que, en

términos generales, las cosas mejorarán a pesar de los contratiempos y las

frustraciones. Desde la perspectiva de la inteligencia emocional, el optimismo

se considera una actitud que previene caer en la apatía, la desesperación o la

depresión frente a las adversidades. Similar a su pariente cercano, la

esperanza, siempre y cuando sea realista (ya que el optimismo ingenuo puede

tener consecuencias desastrosas), presenta beneficios. (“Seligman. 1995,

pag.105”) define al optimismo en función de la forma en que la gente se

explica a sí misma sus éxitos y sus fracasos. En contraste, los pesimistas

tienden a responsabilizarse por sus fracasos, atribuyéndose a características

estables que perciben como inmodificables. Estas explicaciones divergentes

tienen consecuencias significativas en la forma en que enfrentan la vida. Frente

a una situación como el despido, los optimistas suelen reaccionar de manera

activa y esperanzada, elaborando planes de acción o buscando ayuda y


consejo, ya que creen que los contratiempos no son irreparables y pueden ser

transformados.
7.LAS RAÍCES DE LA EMPATÍA

La empatía es fundamental en la capacidad de tener conciencia de uno mismo,

ya que cuanto más receptivos estemos a nuestras propias emociones, mayor

será nuestra habilidad para comprender los sentimientos de los demás. La

habilidad de comprender los sentimientos de los demás, que abarca diversas

actividades como ventas, dirección de empresas, compasión, política,

relaciones amorosas y la crianza de hijos, tiene un impacto significativo. A

través de la investigación en la Universidad de Nueva York, se menciona la

importancia de la imitación motriz en el desarrollo de la empatía, así como la

influencia de la educación parental en la capacidad de los niños para

experimentar y expresar empatía. Los estudios demuestran que los niños son

más empáticos cuando se les enseña a ser conscientes del impacto de sus

acciones en los demás y cuando las personas a su alrededor reaccionan

adecuadamente al sufrimiento ajeno. (“Stern, 1995, pág.118)” sugiere que

esta sensación de compartir sentimientos se desarrolla alrededor de los ocho

meses y continúa modelando a lo largo de la vida, según las relaciones

cercanas. La falta de sintonización emocional entre padres e hijos puede tener

consecuencias significativas. Stern utiliza experimentos con madres

desintonizadas para ilustrar cómo los niños responden con consternación o

malestar. Esta falta de sintonía puede llevar a que el niño deje de expresar o

incluso de sentir ciertas emociones, afectando su repertorio emocional a lo

largo de la vida. Y también destaca la posibilidad de relaciones

"compensatorias" a lo largo de la vida que pueden remodelar patrones de

relaciones. Se discute el papel de las relaciones terapéuticas, que algunos


consideran un correctivo emocional, proporcionando una experiencia de

sintonización satisfactoria.

Sin embargo, en el campo de la neurología, los informes de casos poco

comunes han sido cruciales para comprender los fundamentos cerebrales de la

empatía. Estudios en pacientes con lesiones en el lóbulo frontal derecho han

revelado la incapacidad de interpretar las emociones en tonos de voz, mientras

comprenden el significado de las palabras. Otras investigaciones sugieren que

la amígdala y sus conexiones cerebrales desempeñan un papel central en la

empatía. Y tras estudios y experimentos revelaron la activación de neuronas

específicas en respuesta a expresiones faciales y gestos, destacando la

conexión entre el córtex visual y la amígdala en la percepción de emociones.

(“Hoffman,1995, pág.123”) sugiere que la empatía es la base de la moral, ya

que compartir el sufrimiento de otros impulsa a ayudar. La empatía se

desarrolla desde la infancia, evolucionando hacia la preocupación por grupos

más amplios en la adolescencia. En criminales como violadores o abusadores,

la falta de empatía es evidente. Tratamientos buscan instilar empatía

mostrando a los agresores la perspectiva de las víctimas. Y por lo tanto la

psicopatía, caracterizada por la falta de remordimiento y manipulación

emocional, podría deberse a defectos neurológicos en la amígdala y circuitos

relacionados. Así también como la incapacidad de experimentar miedo en

psicópatas contribuye a su falta de preocupación por las consecuencias de sus

acciones.
8. LAS ARTES SOCIALES

Este capítulo destaca la variabilidad en la expresión de empatía en niños,

ejemplificado por el comportamiento de Jay. Aunque algunos niños podrían

usar habilidades similares para hostigar, esto confirma una aptitud emocional

fundamental: pienso que la capacidad de entender y transformar los

sentimientos de los demás, esencial para manejar relaciones. Se enfatiza que

para dominar esta capacidad, los niños deben aprender el autocontrol,

gestionando sus emociones y desarrollando paciencia. La empatía,

manifestándose alrededor de los dos años, se presenta como la base para

controlar las emociones de los demás y dominar las relaciones. Se resalta la

importancia de las habilidades interpersonales, derivadas de autocontrol y

empatía, para la eficacia social, advirtiendo que la falta de estas habilidades

puede conducir a la ineptitud social o al fracaso interpersonal, incluso en

personas intelectualmente brillantes. Estas habilidades sociales capacitan para

relacionarse, movilizar, inspirar, persuadir e influir en los demás, profundizando

en el mundo de las relaciones. El texto enfatiza que el conocimiento y el uso

adecuado de estas reglas son cruciales para causar un impacto óptimo en los

demás, mientras que su ignorancia puede llevar a desastres emocionales.

Durante la Guerra del Vietnam, este evento extremo destaca el principio

fundamental de que las emociones son contagiosas en la vida social. Aunque

este caso es excepcional, el texto destaca que el contagio emocional

generalmente ocurre de manera sutil en los encuentros interpersonales. Cada


relación implica un intercambio de estados de ánimo, influenciando cómo

percibimos los encuentros como tóxicos o nutritivos. Este intercambio

emocional, a menudo imperceptible, se compara con un virus social que afecta

nuestra percepción de los sentimientos de los demás. En cada interacción, se

emiten señales emocionales que afectan a quienes nos rodean. Cuanto más

hábiles somos en el ámbito social, mejor control tenemos sobre estas señales.

Las normas de etiqueta social sirven para garantizar que nuestras emociones

no descontroladas interfieran en nuestras relaciones, aunque estas normas

pueden resultar asfixiantes en contextos íntimos. La inteligencia emocional

implica dominar este intercambio; describimos como "populares" o

"encantadoras" a las personas que nos generan sensaciones positivas debido a

sus habilidades emocionales. Aquellas capaces de brindar apoyo a los demás

son consideradas valiosas en el ámbito social, ya que todos, de alguna manera,

formamos parte de las herramientas de transformación emocional de los

demás.

“Roger,1995, pág.136” posee una de las cuatro habilidades clave de la

inteligencia emocional, identificadas por Hatch y Gardner. Estas habilidades

incluyen la organización de grupos, crucial para líderes que movilizan y

coordinan esfuerzos; la negociación de soluciones, destacada en mediadores

que previenen conflictos; y las conexiones personales, como la habilidad de

Roger, basada en la empatía y esencial para relaciones efectivas. Aquellos con

esta habilidad suelen ser buenos en trabajo en equipo, relaciones personales, y


son apreciados por su capacidad para comprender y respetar los sentimientos

de los demás. En el caso de los niños, Roger representa a aquellos que se

llevan bien con los demás, leen las emociones fácilmente y son queridos por

sus compañeros.
La inteligencia emocional y que conexión tiene con la carrera de

Licenciatura en enfermería.

La conexión entre la inteligencia emocional, las habilidades sociales y la

práctica de enfermería es significativa. Los profesionales de enfermería, al igual

que otros profesionales, se benefician de un alto nivel de inteligencia emocional

en su desempeño laboral y en la interacción con pacientes, colegas y equipos

de atención médica. Conexiones relevantes:

​ Empatía y Conexiones Personales: La empatía, destacada como una

habilidad clave en la inteligencia emocional, es esencial en la enfermería

porque comprende y razona con las emociones de los pacientes y puede

mejorar la calidad del cuidado y fortalecer la relación

enfermero-paciente.

​ Negociación de Soluciones: La capacidad de resolver conflictos y

negociar soluciones, otra habilidad mencionada, puede ser crucial en un

entorno de enfermería donde hay diversos intereses y prioridades en

juego.

​ Organización de Grupos: La organización de grupos es vital en entornos

de atención médica, especialmente en unidades hospitalarias o equipos

multidisciplinarios. Las enfermeras líderes necesitan movilizar y

coordinar esfuerzos para garantizar una atención eficiente y efectiva.

​ Relaciones Interpersonales: En el cuidado de la salud, construir

relaciones sólidas con los pacientes, sus familias y otros miembros del

equipo de atención médica es esencial. La capacidad de formar


conexiones personales contribuye significativamente a un entorno de

atención cálido y colaborativo.

​ Manejo de Emociones: La gestión de emociones, parte integral de la

inteligencia emocional, es crucial en situaciones de alta presión y estrés,

comunes en el campo de la enfermería. Poder mantener la calma y

gestionar las propias emociones puede mejorar la toma de decisiones y

la calidad del cuidado proporcionado.

En resumen, la inteligencia emocional tiene una relevancia directa en la

enfermería, contribuyendo al bienestar emocional de los pacientes, a la

eficiencia en el trabajo en equipo y al desarrollo de relaciones sólidas en

entornos de atención médica. Los profesionales de enfermería que poseen

habilidades emocionales sólidas tienden a brindar un cuidado más efectivo y a

construir relaciones más sólidas con los pacientes y sus equipos.

Goleman, D. P. (2022). La Inteligencia Emocional (E. Mateo, Trad.).

Javier Vergara. Recuperado el 23 de noviembre 2023

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