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ALMACÉN
De cuerpo pequeño, aplanado y alargado, con antenas delgadas,
con los dos últimos segmentos ligeramente engrosados.
El Tórax presenta tres protuberancias longitudinales y seis grandes
espinas en sus bordes laterales que los hacen fácilmente
reconocibles.
Los adultos miden 2,5 a 3,5 mm de longitud.
El color varia de café oscuro a casi negro.
No son capaces de volar, pero son extraordinariamente móviles.
Capaces de alimentarse de una gran variedad de granos y
productos, entre los cuales se incluye trigo, maíz, sorgo, cebada,
fruta seca, especias, etc.
Cuerpo de forma cilíndrica, alargado, con la parte caudal del
cuerpo redondeada y ligeramente truncada.
Cabeza retráctil dentro del protórax. Antenas cuyos tres últimos
segmentos son marcadamente más grandes que los demás.
Protórax más o menos circular, rugoso debido a la existencia de
pequeñas protuberancias.
Capaz de volar. Mide 2,5 a 3 mm de largo y color castaño a café
oscuro.
Tanto la larva como el adulto tienen preferencia por los cereales y
sus productos.
Infesta diversos granos, pero ataca principalmente al maíz y el
trigo.
Es un coleóptero de 3 – 4 mm, de aspecto giboso y rostro alargado,
color castaño – grisáceo. Las hembras colocan los huevos
entremezclados con los granos.
Las larvas son apodas (no tienen patas), de color blanco – cremoso
curvadas dorsalmente.
Se consideran plagas de los depósitos, aunque esta especie puede
realizar una infección primaria en el campo a partir de la formación
de vainas; el sistema convencional de cosecha favorece el ataque
pues el producto permanece en el campo durante muchos días
para el secado.
Daño: la larva de primer estadio perfora el grano sellándose la
herida producida y desarrolla todo su ciclo dentro de él
alimentándose de los cotiledones. Luego de empupar, El adulto
emerge, dejando expuesto un orificio de su tamaño.
Adulto de 0.25 cm de longitud. Las hembras son de color café
oscuro con cuatro manchas color crema en cada élitro, mientras
que los machos son de color gris a café y de menor tamaño.
Durante la oviposición los huevecillos se adhieren a la testa del
grano.
En el campo la hembra deposita sus huevos en las legumbres y
luego las larvas penetran al grano para alimentarse y continuar su
desarrollo.
Durante la cosecha, estos insectos son transportados al almacén,
donde sus progenies infestan granos sanos, ocasionando mayores
daños al no ser controlados.
El principal daño se debe a la disminución del peso de las semillas,
de la cantidad de nutrientes en el producto y de la calidad del
mismo.
Las hembras ponen de 50 a 250 huevos, abriendo una cavidad con su
pico en el grano, oviponiendo en su interior un huevo blanquecino y
tapando esta perforación con una sustancia gelatinosa que luego
endurece. De éste nace una larva blanco cremosa y ápoda.
Esta se va alimentando del interior del grano, transcurriendo entre 3 a 4
semanas antes de pasar a pupa en el interior del grano, sale al exterior
como adulto.
Con altas temperaturas el ciclo lo cumplen en un mes
El adulto y la larva dañan los granos, de esta forma éstos quedan
totalmente perforados y ya no son aptos para el consumo, perdiendo
peso y poder germinativo.
Los adultos atacan granos de cereales (trigo, arroz, avena, maíz, etc),
subproductos de la molienda y productos elaborados (fideos,
galletitas, pan blanco, bizcochos); mientras que las larvas se alimentan
de semillas de cereales.
Los adultos poseen habitos voladores. Por esta razón comienzan su
ataque en el campo, continuándolo luego en el almacenaje.
Polilla de cuerpo frágil. La cabeza es clara. Los palpos labiales son
curvos.
Las alas anteriores son amarillas, sedosas y brillantes, estrechas,
largas, terminadas en punta; el margen externo del ala anterior
está cubierto con escamas oscuras.
Las alas posteriores son sedosas y brillantes con ápex puntiagudo.
Con las alas extendidas el adulto mide de 11 a 15 mm. y el color es
amarillo pajizo.
Estos insectos pueden infestar los cultivos en el campo, pero es más
frecuente encontrarlos en almacén.
Atacan todo tipo de cereales, sobre todo maíz y trigo.
Las larvas perforan el grano y se alimentan en su interior. El daño
que causan en las mazorcas tiene una apariencia muy peculiar,
que se asemeja a pequeñas ventanas de edificios.