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Señor.

JUEZ LABORAL DEL CIRCUITO DE QUIBDÓ


E. S. D.

ACCIONANTE: COLUMNA DE LAS CASAS Y DE LAS TORRES


ACCIONDO: COLPENSIONES
REFE: ACCIÓN DE TUTELA
ASUNTO: REAJUSTE PENSIÓN DE VEJEZ

DEISY YOHANNA CAICEDO SAMBONY, estudiante adscrita al consultorio


jurídico de la Universidad Tecnológica del Chocó “Diego Luis Córdoba”, identificada
con la cédula de ciudadanía número 1004010379 expedida en Quibdó,
respetuosamente manifiesto que obrando como apoderada judicial de la Señora
COLUMNA DE LAS CASAS Y DE LAS TORRES, mayor de edad, quien se identifica
con cédula de ciudadanía número 8.603.848, según mandato adjunto, para que
mediante el presente escrito instaure Acción de Tutela en contra del fondo de
Pensiones COLPENSIONES, con base en los siguientes.
HECHOS
PRIMERO: mi poderdante la señora COLUMNA DE LAS CASAS Y DE LAS
TORRES, mayor de edad de 70 años viuda del señor JUAN ANTONIO MOSQUERA,
trabajó en la alcaldía de Quibdó, en la gobernación del Chocó, en la Caja de Previsión
Social del Magisterio del Chocó y luego en SEMACH; estas dos últimas dependencias
eran adscritas al departamento del Chocó, pero fueron liquidadas.
SEGUNDO: Que cumplidos con los requisitos de edad y número de semanas
cotizadas consagradas en el artículo 36 la ley 100 de 1993, la ADMINISTRADORA
COLOMBIANA DE PENSIONES – COLPENSIONES le reconoció a través de la
resolución SUB 154967 del 14 de agosto de 2018 su derecho a una pensión con base
en 1.211 semanas cotizadas, liquidando el valor de la primera mesada en
$2.040.451.
TERCERO: mi poderdante, como único medio de subsistencia tiene la pensión de
vejez, la cual fue liquidada sólo con el ingreso base, desconociendo factores
salariales que deben ser incluidos y contribuirían a mejorar el monto de la misma,
como la prima de servicios, la prima de vacaciones, la prima de navidad y una
bonificación que constituía salario.
CUARTO: Que, mediante derecho de petición, solicitó a COLPENSIONES la
reliquidación de la pensión de vejez, bajo los términos del Acuerdo 049 de 1990, y
con tiempo de servicio contado hasta el 31 de diciembre del 2017 por estar en
régimen de transición.
QUINTO: Que mediante resolución SUB No.240435 del 04 de febrero de 2018,
COLPENSIONES negó la reliquidación propuesta de la pensión de vejez, por lo que,
interpuso recurso de reposición en subsidio de apelación, al no incluir su historia
laboral en donde se reflejaba los aportes completos por los servicios prestados al
Estado
SEXTO: En respuesta al derecho de petición alegaron que la certificación sobre los
factores salariales que fueron desconocidos al asignar la mesada carecen de validez
por el tiempo de vigencia, debido a que fueron expedidas hace 5 años; sin embargo,
no tienen en cuenta, primero, que no tengo a donde ir para actualizarlas, porque las
dos últimas entidades citadas fueron liquidadas, y segundo, que la única parte donde
se puede conseguir esa información es en archivos del departamento, que ellos
manejan, pero no tienen claro dónde pueden estar.
SEPTIMO: ante la negativa del reconocimiento de la reliquidación de
COLPENSIONES, ante el hecho notorio de atentar contra el mínimo vital y derecho
de igualdad de la señora COLUMNA DE LAS CASAS Y DE LAS TORRES.

PRETENSIONES
PRIMERA: Se ordene a COLPENSIONES el reconocimiento y la diferencia de la
primera mesada pensional mensual en la reliquidación de su pensión de jubilación
SEGUNDA: Se le ordene a COLPENSIONES el pago del retroactivo pensional y las
diferencias entre los valores efectivamente recibidos y el valor de las mesadas
indexadas no reconocidas, desde el 31 de diciembre de 2018 fecha límite del
reconocimiento pensional ordenado a través de la resolución SUB 154967 del 14 de
agosto de 2018, hasta el efectivo cumplimiento de la sentencia que así lo ordene.

FUNDAMENTOS JURÍDICOS Y JURISPRUDENCIALES


Derecho vulnerado:
Conforme los hechos objeto de la acción de tutela se advierte que puede verse
afectado el derecho fundamental a la seguridad social, contemplado en el artículo
48 de la Constitución, respecto de lo cual la Corte Constitucional en providencias
como la T-144 de 2020, se indicó:
“El derecho fundamental a la seguridad social. El artículo 48 de la Constitución
consagra a la seguridad social como (i) un “derecho irrenunciable”, que se debe
garantizar a todos los habitantes del territorio nacional; y (ii) como “servicio público
de carácter obligatorio”, que se presta bajo la dirección, coordinación y control del
Estado, por entidades públicas o privadas, con sujeción a los principios de eficiencia,
universalidad y solidaridad, en los términos que establezca la ley. 31. De acuerdo
con los dispuesto en el artículo 48 de la CP, la jurisprudencia de esta Corte ha
determinado que el derecho fundamental a la seguridad social se puede definir como
aquel “conjunto de medidas institucionales tendientes a brindar progresivamente a
los individuos y sus familias, las garantías necesarias frente a los distintos riesgos
sociales que puedan afectar su capacidad y oportunidad, en orden a generar los
recursos suficientes para una subsistencia acorde con la dignidad del ser humano”.
Con el objeto de desarrollar esta disposición constitucional y materializar este
conjunto de medidas, el Congreso expidió la Ley 100 de 1993 "Por la cual se crea el
sistema de seguridad social integral y se dictan otras disposiciones". Este Sistema
tiene como finalidad procurar el bienestar y mejoramiento de la calidad de vida de
los ciudadanos, mediante la protección de las principales contingencias que los
afectan, a partir de cuatro componentes básicos: (i) el sistema general de pensiones,
(ii) el sistema general de salud, (iii) el sistema general de riesgos laborales y (iv) los
servicios sociales complementarios.
En lo que respecta al Sistema General de Pensiones, el artículo 10 de la Ley 100 de
1993 consagra que su principal objetivo es el de garantizar a la población el amparo
contra tres contingencias: (i) vejez; (ii) invalidez; y (iii) muerte. En efecto, la
legislación establece que una vez estas contingencias ocurran, y bajo el
cumplimiento de los requisitos legales, se procederá “al reconocimiento de las
pensiones de jubilación, invalidez y sobrevivientes de los afiliados, o de sus
beneficiarios o al otorgamiento de las prestaciones sociales que operan en su
reemplazo.

En relación con el derecho al mínimo vital, la jurisprudencia lo ha contemplado


como un presupuesto básico para el efectivo goce y ejercicio de la totalidad de los
derechos fundamentales, pero que se constituye en un concepto indeterminado que
depende de las circunstancias particulares de cada caso particular, al efecto indicó
en sentencia T-157 de 2014:
“el mínimo vital, considerado éste como aquellos recursos absolutamente
imprescindibles para solucionar y satisfacer no solamente las necesidades primarias
de alimentación y vestuario, sino aquellas relacionadas con la salud, educación,
vivienda, seguridad social y medio ambiente, factores insustituibles para la
preservación de calidad de vida”.” “Bajo esta regla, el mínimo vital es concebido en
la jurisprudencia constitucional como un concepto indeterminado cuya concreción
depende de las circunstancias particulares de cada caso. En este sentido, la
vulneración del derecho al mínimo vital puede establecerse atendiendo a las
consecuencias que para la persona tiene la privación de sus ingresos laborales en la
situación concreta en que se encuentra. Lo anterior conlleva, necesariamente, que
el juez constitucional para efectos de otorgar o negar el amparo solicitado, en primer
lugar, realice una valoración concreta de las necesidades básicas de la persona y su
entorno familiar y de los recursos necesarios para sufragarlas, y, en segundo lugar,
determine si el mínimo vital se encuentra amenazado o efectivamente lesionado.”

Sentencia T-426, 19 de octubre de 2018, Corte Constitucional, M.P.: José Fernando


Reyes Cuartas.
“La pensión es un salario diferido del trabajador, fruto del ahorro forzoso que realizo
durante su vida de trabajo, que debe ser devuelto cuando ya ha perdido o ve
disminuida su capacidad laboral. Así, el pago de una pensión no es una dadiva de la
Nación ni del empleador, sino el simple reintegro del ahorro constante de largos años
debido al trabajador
(…)
Concretamente, del derecho a la seguridad social a su vez se deriva el derecho a
obtener una pensión de vejez, el cual garantiza una remuneración al trabajador
desvinculado de la vida laboral en razón a su avanzada edad. Al respecto, en la
sentencia T-686 de 2012 se indicó: “el derecho a la pensión de vejez, desde muy
temprana jurisprudencia la Corte lo definió como ‘un salario diferido del trabajador,
fruto de su ahorro forzoso durante toda una vida de trabajo -20 años-, [es decir,
que] el pago de una pensión no es una dádiva súbita de la Nación, sino el simple
reintegro que del ahorro constante durante largos años, es debido al trabajador’. De
la misma manera, la Corte Constitucional ha indicado que se trata de un derecho
que busca garantizar una remuneración vital al trabajador que ha sido desvinculado
de la vida laboral porque ha alcanzado la edad o por razones diferentes (…)”.
De tal manera, la Corte ha reconocido que la pensión de vejez se encuentra ligada
con el mínimo vital, ya que garantiza al asalariado la prerrogativa de retirarse del
trabajo sin que ello implique una pérdida de los ingresos regulares destinados a suplir
sus necesidades básicas Derivado de lo anterior, el derecho al mínimo vital es aquel
de que “gozan todas las personas a vivir en unas condiciones que garanticen un
mínimo de subsistencia digna, a través de los ingresos que le permitan satisfacer sus
necesidades más urgentes” como son alimentación, vivienda, vestuario, acceso a los
servicios públicos domiciliarios, educación y atención en salud, entre otros.
Siendo así, el derecho a acceder a una pensión de vejez no se encuentra limitado a
su reconocimiento formal (expedición de la resolución), sino que requiere su
materialización efectiva a través de la inclusión en nómina de pensionados.

Uno de los derechos más característicos de un Estado Social de Derecho es el mínimo


vital. Según la Corte Constitucional, este derecho se deriva de los principios de
Estado Social de derecho, dignidad humana y solidaridad, en concordancia con los
derechos fundamentales a la vida, a la integridad personal y a la igualdad. Este
derecho adquiere relevancia en situaciones humanas límites, relativas a la extrema
pobreza y la indigencia, cuando frente a las necesidades más elementales y
humanas, el Estado y la sociedad no responden de manera congruente.
Es importante señalar que el mínimo vital fue consagrado en la Declaración de
Derechos Humanos, de la Organización de Naciones Unidas de 1948, la cual en su
artículo 25, establece:
Artículo 25: Subsistencia digna: (…) Toda persona tiene derecho a un nivel de vida
adecuado que le asegure, así como a su familia, la salud y el bienestar, y en especial
[-que no exclusivamente-], la alimentación, el vestido, la vivienda, la asistencia
médica y los servicios sociales necesarios (…)

El Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (PIDESC) de


la Organización de Naciones Unidas de 16 de diciembre de 1966 desarrolla en sus
artículos 7 y 11, el derecho al mínimo vital, enfatizando en los derechos de cualquier
individuo a tener un nivel de vida adecuad, en este mismo sentido el Protocolo
Adicional a la Convención Americana sobre Derechos Humanos en materia de
Derechos Económicos, Sociales y Culturales (Protocolo de San Salvador).
Es importante anotar que la suscripción de los tratados internacionales de Derechos
Humanos por los Estados supone la adquisición de una serie de obligaciones
generales, concretamente las de respetar, adoptar y garantizar a todas las personas
sometidas a su jurisdicción, todos los derechos humanos reconocidos en tales
tratados, así el mínimo vital es un derecho que implica adoptar las medidas que sean
necesarias, para garantizar su goce y ejercicio.
No existe un concepto univoco sobre el mínimo vital, algunos doctrinantes suelen
denominarlo también derecho de supervivencia o subsistencia. Por ejemplo, para
Ferrajoli (2011), una consecuencia del derecho a la vida es el derecho a la
supervivencia, que conlleva el ejercicio de varios derechos sociales y que implica
tomar las medidas necesarias mínimas para garantizar la supervivencia, a través de
la satisfacción de mínimos vitales. Así, la garantía de los derechos sociales,
entendidos como el componente del concepto de mínimo vital, estaría relacionada
con el ejercicio pleno de los derechos políticos y de la libertad, por una parte, y, por
otra, con la garantía del derecho a la vida (p.18 y ss.).
Cuando se habla de mínimo vital se hace referencia directa a un derecho
fundamental, a fin de determinar las posibilidades de protección a las que puede
acceder un ciudadano. Así, siguiendo la metodología de línea
jurisprudencial planteada por López (2006), y bajo el escenario del derecho al
mínimo vital como componente del catálogo de derechos políticos sociales y
económicos
PROCEDENCIA DE LA ACCIÓN DE TUTELA PARA LA RELIQUIDACIÓN
PENSIONAL:
Sentencia T-487/05

ACCION DE TUTELA-Procedencia excepcional para resolver conflictos relacionados con


reconocimiento o reliquidación de prestaciones sociales

La Corte ha señalado que, excepcionalmente, es posible el reconocimiento de esta


clase de derechos por la vía del amparo constitucional, no solo cuando se ejerce
como mecanismo transitorio, caso en el cual es necesario demostrar la existencia de
un perjuicio irremediable, sino también cuando el medio judicial preferente es
ineficaz o no es lo suficientemente expedito para brindar una protección inmediata,
circunstancias que deben ser valoradas por el juez constitucional en cada caso
particular. La acción de tutela es procedente para proteger los derechos
fundamentales, y en particular los derivados del reconocimiento y pago de las
prestaciones sociales, en los siguientes casos: i) Cuando no existe otro medio de
defensa judicial, o cuando existiendo, el mismo no resulta idóneo para resolver el
caso concreto, eventos en los que la tutela procede como mecanismo principal de
defensa ante la imposibilidad material de solicitar una protección real y cierta por
otra vía. ii) cuando ésta se promueve como mecanismo transitorio, debiendo
acreditar el demandante que el amparo constitucional es necesario para evitar la
ocurrencia de un perjuicio irremediable, en cuyo caso la orden de protección tendrá
efectos temporales, sólo hasta el momento en que la autoridad judicial competente
decida en forma definitiva el conflicto planteado.

Fundamentos de derecho: En materia de un derecho pensional la Corte


Constitucional en providencias como la T-043 de 2019 ha decantado que la acción
de tutela procede excepcionalmente, para garantizar el derecho a la seguridad social
por conexidad al mínimo vital:
“En lo referente a la posibilidad de instaurar acción de tutela para solicitar el
reconocimiento y pago de prestaciones sociales, esta Corporación ha dejado sentado
que si bien estos asuntos deben someterse a consideración de los jueces de la
Jurisdicción Ordinaria Laboral, tal regla puede replantearse a medida que surjan
circunstancias excepcionales que ameriten la necesidad de salvaguardar garantías
iusfundamentales cuya protección resulta impostergable. En este sentido, esta Corte
indicado que en aquellos eventos en los que se busca el reconocimiento de un
derecho pensional por vía tutela, el análisis de procedibilidad formal se flexibiliza
dependiendo de las circunstancias personales del accionante, es por ello que debe
analizarse, por ejemplo, si se trata de un sujeto de especial protección constitucional,
como es el caso de personas que por sus condiciones físicas o mentales se
encuentren en estado de debilidad manifiesta, y además se encuentren
imposibilitados para procurarse los medios necesarios que garanticen sus
necesidades básicas. Bajo este panorama, esta Corporación ha considerado que, la
acción de tutela resulta procedente para el reconocimiento de pretensiones
pensionales “ si su desconocimiento compromete de forma conexa derechos
fundamentales como el mínimo vital y la vida digna, y el juez constitucional, a la luz
de las particularidades fácticas del caso en revisión, arriba a la conclusión de que el
mecanismo judicial de que dispone el interesado es ineficaz, debido a que no
resuelve el conflicto de manera integral o no es lo suficientemente expedito frente a
la exigencia de protección inmediata de derechos fundamentales”.
Ahora bien, la Corte ha señalado que en el caso de aquellas personas que se
encuentran en condición de discapacidad “el rigor del principio de subsidiariedad
debe ser atemperado debido a que, según lo ha establecido el artículo 47 del texto
constitucional, el Estado debe ofrecer a las personas que padecen disminuciones de
orden físico, sensorial o síquico un tratamiento privilegiado, obligación en la cual se
encuentra comprendido el deber de ofrecer a los discapacitados la atención
especializada que requieran. En idéntico sentido, el artículo 13 superior consagra la
obligación en cabeza del Estado de promover las condiciones que procuren una
igualdad real y efectiva entre los ciudadanos, lo cual supone la adopción de ‘medidas
a favor de grupos discriminados o marginados. En consecuencia, la solución de este
tipo de controversias debe llevarse a cabo con esmerada cautela y prontitud, en la
medida en que se encuentran comprometidos los derechos de un sector de la
población que se haya en condiciones de acentuada indefensión.”

Verificación de requisitos generales para el caso concreto: En lo referente a


legitimación en la causa, se evidencia que el accionante eleva sus pretensiones
directamente contra la entidad accionada.
RELIQUIDACION DE PENSIONES-Condiciones exigidas para que proceda tutela

Excepcionalmente la acción de tutela procede para el reconocimiento o reliquidación


de pensiones, cuando los titulares de esos derechos son personas de la tercera edad
o que por su condición económica, física o mental se encuentran en condición de
debilidad manifiesta, lo que permite otorgarles un tratamiento especial y diferencial
más digno y proteccionista que el reconocido a los demás miembros de la
comunidad. La condición de persona de la tercera edad no constituye por sí misma
razón suficiente para definir la procedencia de la acción de tutela en estos casos. En
efecto, para que el mecanismo de amparo constitucional pueda desplazar la vía
judicial ordinaria o contenciosa, es también condición necesaria acreditar que el daño
impetrado al solicitante afecta materialmente sus derechos fundamentales o aquellos
que lo son por conexidad - como la dignidad, el mínimo vital, la salud y la subsistencia
digna -, e igualmente, que darle trámite al litigio por el otro mecanismo de defensa
hace temporalmente nugatorio el ejercicio y disfrute de tales derechos, haciendo
mucho más gravosa la situación particular del actor. La acción de tutela no procede
para ordenar el reconocimiento o la reliquidación de pensiones, a menos que el
conflicto planteado involucre personas de la tercera edad y se logre acreditar la
afectación de garantías fundamentales que no puedan ser protegidas oportunamente
a través de los medios de defensa previstos para el efecto, de manera tal que se
entienda que éstos han perdido toda su eficacia material y jurídica. En dichos
eventos, le corresponde al juez constitucional evaluar, valorar y ponderar la situación
fáctica puesta a su conocimiento y todos los factores relevantes del caso, para
efectos de establecer la necesidad de brindar una protección urgente e inmediata de
los derechos conculcados, e igualmente, de determinar con la mayor precisión el
grado o nivel de protección que se debe brindar.

Sentencia SU.975/03
REAJUSTE DE PENSIONES-Se requiere que se haya solicitado a la entidad
competente/REAJUSTE DE PENSIONES-No fue solicitado previamente ante Cajanal
Es necesario para que se configure una vulneración de los derechos fundamentales
por parte de la autoridad pública en materia de reajuste pensional, que el
mencionado reajuste haya sido efectivamente solicitado a la entidad competente
para poder obtener de ésta su reconocimiento. De lo contrario, no se daría a la
autoridad pública la oportunidad de hacer efectivo el derecho invocado por el
interesado. En los casos relacionados los accionantes no elevaron reclamación ante
CAJANAL para solicitar el reajuste de sus mesadas pensionales antes de interponer
la acción de tutela, no existió una acción u omisión que potencialmente o de hecho
vulnerara o amenazara los derechos fundamentales de los peticionarios.

Sentencia SU114/18 DEL ocho (8) de noviembre de dos mil dieciocho (2018).
El precedente constitucional sobre la aplicabilidad del IBL del régimen de
transición en materia pensional
La jurisprudencia de esta Corporación ha establecido de manera reiterada que
quienes son beneficiarios del régimen de transición previsto en el artículo 36 de la
Ley 100 de 1993, se les calculará el IBL con base en lo dispuesto por la Ley 100 de
1993, esto es, con el promedio de los factores salariales devengados durante los
últimos 10 años. Dicha regla fue fijada por este Tribunal en la sentencia C-258 de 2013
y fue extendida a todos los beneficiarios del régimen de transición en virtud de la Sentencia
SU-230 de 2015.

En la sentencia C-258 de 2013, la Corte señaló la regla de aplicación del IBL en el


siguiente sentido:
“En vista de que (i) no permitir la aplicación ultractiva de las reglas de IBL de los
regímenes pensionales vigentes antes de la Ley 100 fue el propósito original del
Legislador; (ii) por medio del artículo 21 y del inciso 3° del artículo 36 de la Ley 100,
el Legislador buscó unificar las reglas de IBL en el régimen de prima media; (iii) ese
propósito de unificación coincide con los objetivos perseguidos por el Acto Legislativo
01 de 2005, específicamente con los de crear reglas uniformes que eliminen
privilegios injustificados y permitan diseñar mecanismos que aseguren la
sostenibilidad del sistema -de ahí que la reforma mencione expresamente el artículo
36 de la Ley 100 - la Sala considera que en este caso el vacío que dejará la
declaración de inexequibilidad de la expresión “durante el último año” debe ser
llenado acudiendo a las reglas generales previstas en las dos disposiciones de la Ley
100 referidas. En consecuencia, en la parte resolutiva de esta providencia, además
de declarar inexequible la expresión “durante el último año” contenida en el artículo
17 de la Ley 4 de 1992, la exequibilidad del resto del precepto será condicionada a
que se entienda que las reglas sobre IBL aplicables a todos los beneficiarios de ese
régimen especial, son las contenidas en los artículos 21 y 36, inciso tercero, de la
Ley 100 de 1993, según el caso.”

Configuración del defecto por desconocimiento del precedente constitucional en el


expediente T-6.571.449 (Caso número 5)
En el asunto bajo examen, la Corte encuentra que el señor Eduardo Enrique Burbano
Burgos, solicitó a la Caja Nacional de Previsión Social –Cajanal E.I.C.E.– la liquidación
con el fin de obtener el reajuste de la pensión de jubilación de la que era acreedor,
con el fin de que se le incluyeran todos los factores salariales devengados durante
el último año de servicios, en especial, la bonificación por recreación y la prima de
servicios.
Mediante sentencia del 13 de septiembre de 2013, el Juzgado Primero Administrativo
de Descongestión de Pasto accedió a las súplicas de la demanda y ordenó reajustar
la pensión de jubilación del actor, sobre el 75% del promedio mensual de lo
devengado durante el último año de servicios, es decir, de todos los emolumentos
que percibió de manera permanente y habitual.
La UGPP apeló la anterior decisión y mediante sentencia del 26 de abril de 2017, el
Tribunal Administrativo de Nariño revocó parcialmente la anterior decisión, en el
sentido de negar el reajuste pensional con la inclusión de la bonificación por
recreación y la prima de riesgo. Lo anterior, al considerar que no se había
demostrado que el señor Burbano aportara de manera regular por concepto de esa
prima y debido a que la bonificación no era factor salarial.
El 18 de julio de 2017 el señor Eduardo Rodrigo Burbano Burgos presentó, mediante
apoderado judicial, acción de tutela por considerar vulnerados sus derechos
fundamentales por parte del Tribunal Administrativo de Nariño, con ocasión de la
sentencia del 26 de abril de 2017, que revocó parcialmente el fallo del 13 de
septiembre de 2013, dictado por el Juzgado 1º Administrativo de Descongestión de
Pasto. Consideró que era beneficiario del régimen de transición de la Ley 100 de
1993, razón por la que se le debía aplicar el Decreto 1933de 1989 que remite, a su
vez, al Decreto 1848 de 1969, que consagra la pensión vitalicia de jubilación en un
monto del 75% del promedio de los salarios y primas de toda especia que hubieren
percibido en el último año de servicios.
Mediante fallo de tutela del 17 de agosto de 2017, el Consejo de Estado, Sala de lo
Contencioso Administrativo, Sección Segunda, Subsección A, concedió el amparo
solicitado. Señaló que si bien la decisión censurada había seguido el precedente
fijado por la Sección Segunda de la misma Corporación y había reconocido el carácter
salarial de la prima de riesgo, no había tenido en cuenta las certificaciones que
demostraban que el actor había percibido otras prestaciones diferentes a las
reconocidas en la liquidación de la pensión del señor Burbano Burgos. Además
advirtió que, contrario a lo afirmado por tribunal demandado, la bonificación por
recreación no tenía carácter salarial debido a que así lo establece el artículo 15 del
Decreto 40 de 1998.
La sentencia de tutela de primera instancia fue apelada por el Subdirector jurídico
pensional de la UGPP el 17 de agosto de 2017. El funcionario señaló que la sentencia
del 26 de abril de 2017 se debía aplicar el precedente fijado en la sentencia C-258
de 2013, según la cual el régimen de transición solamente cobijaba lo relacionado
con la edad, el tiempo de servicios y el número de semanas cotizadas, no así lo
relacionado con el ingreso base de liquidación, que se rige por el artículo 36 de la
Ley 100 de 1993.
El 29 de noviembre de 2017, el Consejo de Estado, Sala de los Contencioso
Administrativo, Sección Cuarta, confirmó la decisión del a quo, por las mismas
razones del fallo impugnado.
En relación con el caso de la referencia, la Sala Plena encuentra que el actor
efectivamente se encuentra inmerso en el régimen de transición pensional. No
obstante, contrario a lo afirmado por los jueces constitucionales de instancia y con
base en los fundamentos de esta decisión, el cálculo de su pensión se debe realizar
con el promedio de los factores salariales cotizados durante los últimos 10 años de
servicio o todo el tiempo si este fuere superior o inferior, de conformidad con lo
dispuesto en la Ley 100 de 1993.
En vista de que se constató que los jueces de tutela no siguieron los parámetros
jurisprudenciales en materia de aplicabilidad del IBL en relación con el régimen de
transición pensional, se revocarán las decisiones que concedieron el amparo
deprecado por Eduardo Rodrigo Burbano Burgos, para, en su lugar, negar la
protección invocada.

CUMPLIMIENTO AL ARTÍCULO 37 DE DECRETO 2591/91: JURAMENTO


Manifiesto bajo la gravedad del juramento que no se ha presentado ninguna otra
acción de tutela por los mismos hechos y derechos.

PRUEBAS
• Fotocopia de mi Cédula de Ciudadanía
• Copia del Derecho de Petición y la respuesta
• Resolución de la pensión
• Fotocopia de la certificación de prestaciones sociales devengadas en el
último tiempo.
• Desprendible de pago de la pensión.
NOTIFICACIONES
❖ La señora COLUMNA DE LAS CASAS Y DE LAS TORRES en Cra. 11 N°30-
284 en la Ciudad de Quibdó.

❖ COLPENSIONES en Clle. 4ª N° 70-120 en la Ciudad de Quibdó. Correo


electrónico: colpensiones@hotmail.com

❖ La suscrita recibirá notificaciones personales en Cra. 48B N°14-05 en la


ciudad de Quibdó.
Correo elctrónico: dcsambony@gmail.com

Del Señor Juez;

Atentamente,

DEISY YOHANNA CAICEDO SAMBONY


CC. No. XXXXXXXXXX de Quibdó
Estudiante de consultorio jurídico

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