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Tema 1.

INTRODUCCIÓN A UNA HISTORIA DE LA LITERATURA


RENACENTISTA.
1. La construcción de la historia de la literatura renacentista:
criterios para la organización de la serie literaria.
La obra literaria es un acto de comunicación comprensible en su tiempo y que pervive
en el tiempo con otras circunstancias diferentes de su creación. De esta manera, puede
resultar complicado orientarse en la historia de la literatura y, por ello, debemos
comprender cómo y por qué se constituye el modelo actual de la historia literaria. Así,
la historia literaria actual, nace con el romanticismo (1830-1840) punto en el que la
personalidad del artista y la originalidad de la obra obtienen una importancia creciente.
Esta idea se une al nacionalismo, donde el individuo se proyecta como parte de un
colectivo con una identidad común manifestada en sus producciones artísticas. En el
siglo XIX, la historia literaria está al servicio de la construcción de identidades.
En nuestro país, está “identidad nacional” se da en el siglo XIX a partir de la “Ley Pidal”,
un discurso pedagógico que sirvió para la difusión de la imagen oficial de la nación. No
obstante, durante este período surgen opiniones que cuestionan estos métodos y que
toman fuerza con la celebración del Primer Congreso internacional de historia literaria
(1931) que apunta que la historia se había convertido en “una mezcla de biografía,
bibliografía, antología, información sobre temas y formas métricas, fuentes, ensayos de
caracterización y evaluación, intercalados en capítulos sobre el trasfondo de la historia
política y social” (Wellek, 1983:247). En este punto confluyen dos posiciones: la
académica y la naturaleza artística; que hoy en día siguen siendo objeto de discusión
entre los estudiosos que luchan entre una visión de la historia como un relato subjetivo
y aquellos que indican que esta subjetividad no impide la construcción de la historia. Sin
embargo, la historia es un relato que debe estar exclusivamente abierta a la
argumentación analítica. Así, el historiador tiene que categorizar, evaluar y seleccionar
para construir un relato críticamente coherente.
Es en este punto, donde surge el término canon como una lista de obras consideradas
valiosas y dignas por ello deben ser estudiadas y comentadas, es un referente colectivo
variable y cuyos elementos que operan en la construcción, en el caso de la literatura
española, son: la nacionalidad española, entendida como una unidad cultural ligada a la
pertenencia a un territorio político, a una homogeneidad idiomática y un sustrato
ideológico, y la literariedad de los textos, que selecciona una pequeña parte del conjunto
de textos escritos u orales producidos por una sociedad.

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Sin embargo, los criterios para la organización de la serie literaria son, en primer lugar,
la sucesión temporal, desde el punto de vista de que las obras literarias son productos
originados en un tiempo concreto y son situadas sucesivamente en un relato histórico
en el que se producen agrupaciones (generación o promoción) que han explicado el
desarrollo de la poesía petrarquista en el siglo XVI. En segundo lugar, los géneros, una
combinación de sincronías y diacronías, por las cuales, la obra de un autor adquiere su
significado global respecto a las demás obras de la serie literaria creando lo que se
conoce como género literario (horizonte de expectativas para el autor). En tercer lugar,
las relaciones sincrónicas entre texto y elementos que lo circundan, que se consideran
relevantes para la formación de mallas de contextualización. Finalmente, la inmanencia
y herramientas filológicas, que entienden la obra como un producto inmanente que solo
adquiere sentido en su lectura histórica y en el empleo de herramientas críticas como,
por ejemplo, la lectura cuidadosa y las anotaciones en las ediciones del texto.
2. Las escritoras españolas del siglo XVI. Metodología de
estudio.
La historia literaria como reflejo de una sociedad que se construye en base a un canon
masculino y una jerarquización de las creaciones, que practica una discriminación de
género implícita y no declarada. No obstante, encontramos en la historia del siglo XVI
una serie de escritoras españolas anteriores a Teresa de Jesús, como son: escritoras
religiosas carismáticas, Sor Juana de la Cruz (1481-1534) y Sor María de Santo Domingo
(1470-1524); Beatriz Bernal (1504-1584) como autora de libros de caballería; y poetas
en torno a 1550 como Catalina de Paz, Andrea de Mendoza, Catalina Zúñiga, Isabel de
Vega, Marfira, Francisca de Aragón e Isabel Mexía. Por otro lado, mencionar a Oliva
Sabuco como autora de obras de carácter médico/filosófico y a Isabel Villena y Luisa
Sigea. En la historia canónica resulta difícil establecer unos criterios específicos para
englobar su estudio como grupo, y es que esta condición viene dada por su falta de
autoridad, rasgo que se puede tomar como común a todas. La importancia que tiene
para la escritora viene como consecuencia de la sociedad en la que vive, por ello, busca
con sus relatos esa autoridad que le otorga el honor de ser leída por otros. Por ello,
teniendo en cuenta el destinatario, el discurso ha de ser seleccionado en base a unos
niveles sociales (anonimia), temáticos (solo algunos temas son aceptables para un autor-
mujer) y formales (el no estudio de la retórica o la poética. Para esa adquisición de la
autoridad, la originalidad entendida como un proceso de transformación o de cambios
que un autor introduce en la serie literaria es esencial para las escritoras.
3. El libro impreso en el siglo de Oro: tipos y características.
La imprenta no supone un cambio radical en el mundo del libro, tanto es así, que en su
inicio era un medio empleado para la reproducción de manuscritos dada su capacidad
de realizar muchas más copias en menos tiempo y más calidad textual. Durante el siglo
XV y principios del XVI los libros impresos cuentan con una portada independiente y con
un colofón. Es a mediados del siglo XVII (Reyes Católicos) cuando la monarquía tiene

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interés por proteger y fomentar el uso de la imprenta y para ello crean leyes y someten
los libros a una censura. Así, la normativa fundamental (1588) prohibía la importación
de libros desde el extranjero sin licencia real, incrementa el control de impresión sobre
los libros y establece un sistema de visitas a las librería y bibliotecas. Esta pragmática
cuenta también con los paratextos como parte indispensable de los textos, encargados
de dar un carácter legal y autorizado del impreso (aprobaciones, licencias, tasa y
privilegio). Estos escritos cuentan con otros de un carácter más social como son las
dedicatorias y los prólogos, no obstante, durante el siglos XVI tienen un carácter
relativamente sencillo que ponen de moda las composiciones laudatorias, escritas por
amigos del autor y que nos han servido para establecer los círculos de relaciones del
autor. Así pues, durante los Siglos de Oro el libro es un artefacto complejo que contiene
información diversa y, por ello, nunca se debe estudiar un libro de la época sin tener en
cuenta el aparato paratextual.
4. Mercado, economía y libro impreso en el siglo XVI.
El libro impreso se convierte no solo en un elemento artístico también será un producto
manufacturado, dado que la producción del mismo tiene un coste y el inverso pretende
obtener un beneficio. Este papel de inversor comenzó con el impresor, para dar paso al
editor e incluso los libreros. En el mercado, la imprenta se unía a aquellos centros que
proporcionaban encargos y clientela y los tomaban como núcleos de distribución. El
primer impreso español será un sinodal, resultado del sínodo celebrado en Aguilafuente.
Las imprentas comenzarán a situarse en las grandes ciudades como son, por ejemplo,
Sevilla y Salamanca, así, la vida de las ciudades y su crecimiento y declive será unos de
los factores de peso de la existencia de imprentas. Por otro lado, junto a la impresión de
grandes libros como La Celestina, se comienzan a producir pliegos sueltos, folletos,
estampas… que causan una rápida recuperación de la inversión, dando lugar a una
literatura adaptada a este formato. Este mercado es decisivo para explicar el desarrollo
de géneros como los libros de caballerías del siglo XVI y que generan una industria
económica en torno al libro. Estos ingresos generados beneficiarán también a los
autores, que competirán con la aristocracia de la época y algunos como Feliciano de Silva
o Antonio Guevara harán de las letras su profesión. Se da también en este siglo XVI el
fenómeno de las continuaciones, un relato que expende argumental y narrativamente
cierta obra de éxito empleando elementos que por su cercanía persuaden a los lectores
y ofrecen novedades suficientes para justificar su lectura y que se da con obras como La
Celestina, las novelas sentimentales o de caballerías. Desde el punto de vista comercial
sirven para explotar y rentabilizar el mercado creado por una obra de éxito y que,
además, ampliarán los límites del género creando nuevos caracteres, técnicas,
situaciones… y educando al público lector en el consumo.

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5. Alfabetización, lectura y censura en el Siglo de Oro.
Los libros existen porque hay personas que los compran y para ello se ha de tener una
formación que permita leerlos, es decir, la alfabetización como un factor esencial en la
divulgación literaria. Durante los siglos XVI y XVII la alfabetización en España es similar
a la del resto de Europa, es a finales de este último siglo y a lo largo del XVIII que se
produce el retraso español. En este proceso que aumenta entre el 1500-1600 hay
grandes diferencias por géneros, zonas geográficas, ámbitos y sociales. Así, el perfil de
persona alfabeta es un hombre de ámbito urbano y estrato social superior, frente al
hombre del campo o de clase baja y, por supuesto, las mujeres. Es con la llegada del
sistema de escolarización que se produce un crecimiento y cuyo libro básico de la
educación en primeras letras será la cartilla. Este aumento de capacidad lectora fue
determinante en el desarrollo de las letras en este periodo y que presiono los géneros
cultos, que sumado a la difusión de impresos adquiere en la sociedad moderna el
fenómeno alfabetizador. Además, hay que tener en cuenta que lo escrito pervive con la
oralidad que en la corriente popular sigue con el recitar de cuentillos, romances o
canciones, y que se relaciona con la lectura en voz alta en el hogar, la iglesia, las calles…,
donde la lectura no es un acto individual y silencioso, a excepción de las elites culturales.
Finalmente, la lectura está ligada a la censura, las autoridades civiles y religiosas crean
mecanismos para la correcta interpretación de textos en busca de un diciplinamiento
social, un control ideológico y católico. No obstante, durante el Siglo de Oro se adoptan
posturas resistentes y disidentes que se reflejan en obras como El Lazarillo, los diálogos
de El Crotalón y algunas obras de Erasmo y Teresa de Jesús.

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Tema 2. La poesía del Renacimiento
1.- Diferencias entre la poesía cancioneril y petrarquista
Antes de comenzar con la exposición de las principales diferencias de estos dos tipos de
poesía, cabe destacar que las características expuestas recogen las tendencias de la
época y no deben de ser tomadas como un término absoluto. Así, la poesía cancioneril
se caracterizó por emplear versos octosílabos cuyo sustento estético es el juego de
fonemas y su significado, tienen un ritmo ágil y muy marcado y sus estrofas son
mayormente breves, como la canción. Además, no existe el verso blanco y el
encabalgamiento es un defecto, el recurso más empleado es el verso agudo, se
caracteriza por el conceptismo expresivo externo, la concentración sobre el sentimiento
amoroso, el interés por la elaboración artificiosa de los conceptos con predominio de la
agudeza, el paisaje alegorizado tiene muy poca presencia, la amada es un ser abstracto
y el amor se concibe como una pasión, doloroso y conflictivo. Por su parte, la poesía
petrarquista se caracteriza por el verso endecasílabo, el apoyo en la armonía interna del
endecasílabo, el ritmo suave y pausado que se une a las estrofas extensas y la búsqueda
de la naturalidad expresiva. Asimismo, existe el verso blanco, al que se le unen el empleo
del encabalgamiento sueva, mientras que el verso agudo se considera un defecto. El uso
del conceptismo es moderado, se encuentra la presencia del mundo sensible y el paisaje
se idealiza como escenario para el sentimiento, la amada se describe y el interés por la
introspección en los sentimientos del poeta resulta del individualismo emergente.
Finalmente, la concepción del amor se hace desde el punto de vista neoplatónico como
fuerza ennoblecedora, positiva.
2.- Los orígenes de la poesía petrarquista española
La poesía petrarquista española se inicia con Boscán y Garcilado. Este inicio viene
provocado por los cambios sufrido en el reino en los últimos años, no solo de tipo
literario. Estos cambios fueron de tipo ideológico (neoplatónico amoroso e
individualismo), cultural (la imprenta), político (equiparar la lengua romance a las
clásicas) o sentimental (contención afectiva y expresiva de la llaneza). Con la nueva
poesía se consigue plasmar en la literatura todos esos cambios sufridos. Boscán describe
en una epístola que publica al inicio de sus libros el porqué del uso de ese nuevo metro,
explicando que lo hace instigado por un encuentro en Granada en 1526 con dos
personajes aristocráticos: el embajador de Venecia (Navagero) y la duquesa de Soma,
funcionando como legitimadores de ese nuevo metro. Argumenta también que se ha
dedicado a ello en su tiempo de ocio (signo elitista) y que su amigo Garcilaso viajó a
Bolonia con la corte de Carlos V para su coronación y allí conoce esa nueva métrica.

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3.- Cristóbal de Castillejo
Cristóbal de Castillejo (1490-1550), fue considerado un abanderado del antipetrarquismo, como
un escritor tradicionalista y ajeno a la nueva cultura. No obstante, su biografía permite cambiar
esta mirada general que se tiene del autor, y es que Castillejo es un autor cosmopolita, viaja por
Europa y vive en el extranjero por ser funcionario de la corte. Además, cuenta con formación
humanista, es traductor y se mantiene en contacto con importantes figuras de la cultura de la
época. Además, Castillejo critica los italianistas, pero también a los autores de coplas castellanas
y propugna la renovación poética del octosílabo. Así, su sátira más famosa será Represión contra
los poetas españoles que escriben en verso italiano, pero también Contra los encarecimientos de
las coplas españolas que tratan de amores (ambas obras burlescas. Por otro lado, en la carta
dedicatoria a su traducción de algunos tratados de Cicerón, muestra que le preocupa el
desprecio de los españoles hacia la tradición más prestigiosa (Marqués de Santillana), detrás de
las que subyace un nacionalismo lingüístico. La obra de Castillejo es extensa y se puede dividir
en: obras amatorias, cartas, villancicos, motes y letras; obras de conversación y pasatiempo;
obras morales (Diálogo de la vida de corte y Diálogo de adulación y verdad), y obras dramáticas
(solo conocemos Farsa de la Constanza). Encontramos en ellas rasgos propios del Renacimiento:
el recurso y traducción de los clásicos grecolatinos, conocimiento profundo de la literatura
italiana del momento y la veta satírica de estilo Aretino, referencias populares, la influencia de
Erasmo, el estilo llano y la defensa de la política de la lengua y tradición hispanas.

4.- Juan Boscán


Juan Boscán (1492-1542) es un gran poeta e innovador del siglo, cuya fama literaria viene
marcada por coincidir en el tiempo con Garcilaso de la Vega. Nacido en una familia noble
barcelonesa, recibe educación humanística y fue preceptor del futuro Duque de Alba.
Además, sirvió en la corte de Fernando el Católico y luego en la de Carlos V, hecho que
le permite relacionarse con otros poetas nobles como el ya mencionado Garcilaso y
Diego Hurtado de Mendoza, a la par que viajar por Europa. Su actividad en la corte, más
que militar, era diplomática y funcionarial. Por otro lado, aparece relacionado con otros
autores del entorno catalano-aragonés como Pedro Manuel de Urrea y de esta
trayectoria vital en la Corte se puede entender su interés por la traducción del manual
de la cortesanía europea El cortesano de Castiglione (1534). La poesía de Boscán debe
leerse desde la edición Las obras de Boscán y algunas de Garcilaso de la Vega, repartidas
en cuatro libros, que no contiene todas sus obras, ya que algunas se añaden en la edición
de Amberes (1544). Sus obras se clasifican en: coplas españolas, poemas al estilo de los
italianos y epístolas y capítulos (octavas); que se separan en dos bloques (al modo
castellano e italiano, lo que seguramente no responde a la realidad). Pedro Ruiz indica
que el libro 1 y algunos sonetos del 2 expresan el tema de la queja amorosa, en los
términos de la poesía cancioneril. Este cambio de posición del yo lírico se produce con
la poesía italianista, siguiendo las concepciones amorosas del neoplatonismo, que las
presenta como una fuerza positiva espiritualizada y que eleva al amante por la atracción
de la perfección de la amada. Boscán refleja esta percepción del amor en los poemas
dedicados a su esposa, Ana Girón de Rebolledo, que lo llevan a ser conocido como “el
poeta del amor”. Otra de sus obras conocidas será la epístola a Diego Hurtado de

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Mendoza, donde su vida se convierte en una representación personal de los tópicos
horacianos del beatus ille, aurea mediocritas o menosprecio de la corte.
5.- Diego Hurtado de Mendoza
Vive entre (1503 -1575). Perteneció a la alta aristocracia y a la familia más culta1, por lo
que tuvo una sólida formación humanística y vocación de coleccionista. Fue militar,
cortesano y diplomático. Estuvo seis años en Venecia donde se rodeó de humanistas
como Bembo y coleccionó manuscritos clásicos. Tuvo bastante éxito, hizo unas 200
composiciones de difícil atribución, ya que se difundió la mayoría de forma manuscrita,
con bastante circulación. Era asiduo de las formas castellanas, principalmente la
redondilla y se movía entre dos temas: amor y lo satírico-burlesco. Destacan sus
epístolas a hombres y como novedad, a mujeres. Tiene numerosas amadas, pero destaca
Marfira (doña Marina de Aragón) a la que transforma en pastora en sus poemas y él se
autodenomina Damón. Lo pastoril lo lleva a diferentes tipos de composiciones y no
muestra rasgos personales por lo que su poesía castellana e italianizante tiene
contenidos muy similares. Novedosas son sus epístolas de tercetos encadenados en las
que pasa de lo humorístico a lo serio. En ellas crea una imagen positiva de sí mismo
dentro del ideal de aurea mediocritas y la vida retirada. Realmente é sigue en activo,
pero hace suya esa tradición. Evita la temática épica religiosa. Destacan sus poemas
eróticos, sobre todo La fábula del Cangrejo. Fue celebrado como poeta tradicional y
satírico, siendo presente de Quevedo.
6.- Hernando de Acuña (1518-1580)
Hombre de armas y letras participó en campañas militares de Carlos V y acaba su vida
en Granada donde contactó con otros poetas como Hurtado Mendoza. Se centró en la
traducción y en la creación poética. Tradujo en quintillas El caballero determinado, en
una edición en grabados y en octavas Orlando innamorato. Se imprimieron después de
su muerte en una compilación Varias poesías compuestas por don Hernando de Acuña
(1519) a instancias de su viuda, la cual tiene un orden no cronológico ya que no puedo
prepararla él.
Trata el género amoroso petrarquista y el pastoril, el panegírico- heroico, siendo
relevante el soneto Al rey nuestro señor. También cultiva otros géneros en un tono cada
vez más desengañado y moralizante.
Formas: sonetos, fábula mitológica (destaca la de Narciso o el debate de Ulises y
Telemonio poniéndose en boca de Ulises, defendiendo la estrategia frente a la acción
individual), égloga, epístola y elegía. Destaca por ser uno de los primeros en usa el
madrigal2. Se observan en su obra rasgos biográficos como dejar a su amada por ir a las
campañas del emperador. Tiene también alguna obra jocosa.

1
La familia del Marqués de Santillana.
2
Poema breve, generalmente de tema amoroso, en que se combinan versos de siete y de once sílabas.

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7.- Gutierre de Cetina
Sevilla 1514/17, Puebla de los Ángeles, México (1577). Pertenece a una familia rica y de
las élites. Viaja por Italia, Europa y Norte de África en misiones diplomáticas y militares;
también viajó a Indias, donde murió. Sus poemas llegan por fuentes manuscritas, la más
importante de 253 poemas y que parece una copia de un original revisado y preparado,
que resulta importante en el devenir de la poesía del XVI por sus recursos estilísticos y
virtuosismo técnico de que hace gala, así como su asimilación progresiva de fuentes
italianas y españolas procedentes de Ausias March. Como sus contemporáneos
compone mediante la imitación sobre todo de la medida italiana (Rimas).
Su poesía se caracteriza por la escasa presencia de composiciones al estilo castellano, la
abundancia de epístolas, la ausencia de églogas, la introducción de la sextina3 y el
madrigal, las salidas ingeniosas o sorprendentes de los poemas, la hipérboles o las
repeticiones de recursos en el plano formal. Compone poemas satíricos y panegíricos4
en los que destaca el tema amorosos y su interés por la descripción del cuerpo
femenino, sobre todo, de los ojos (“Ojos claros, serenos”, versos famosos de su madrigal
de raíces petrarquistas). También tiene textos próximos en la tradición cancioneril, lo
que demuestra el hibridismo de tradiciones.
8.- Diferencias y similitudes entre Diego Hurtado de Mendoza, Acuña
y Cetina
Según Begoña López Bueno las diferencias y similitudes son:
- Todos están en Italia en los años 30, de modo que su poesía crece paralela y a la par
que la de Garcilaso, aunque se manifiesta en ellos la influencia del toledano.
- Ninguno de ellos llegó a imprimir sus poemas en vida y Cetina solo se trasmitieron en
manuscritos.
- Los tres practican aunque en diverso grado, la poesía cancioneril.
- Hurtado de Mendoza y Cetina practica la poesía burlesca, que no cultivó Garcilaso.
- Los tres realizaron versiones de un mismo poema de Luigi Tansillo, “Se que dolor, che
va innanzi al moriré”: Mendoza lo tituló Epístola a una partida (“Si el dolor del morir es
tan crecido”), Acuña lo llamó Elegía; y Cetina tradujo “Si aquel dolor que da a sentir la
muerte”. Dice al respecto Lopez Bueno que esta caso “es ejemplar […] para comprender
el alcance de la antes mencionada poética de la imitatio en cuanto garante de la
inserción en una tradición poética reconocible y prestigiada.
9.- Edición impresa y poesía en el siglo XVI

3
Combinación métrica de seis versos endecasílabos en la cual aconsonantan el primero con el tercero y el
segundo con el cuarto, y son pareados los dos últimos.
4
Discurso en el que se alaba a alguien, normalmente, a la figura de un santo.

8
La edición de los poemas de Boscán y Garcilaso en 1543 marcó un modelo para el futuro,
ya que el pasado se caracterizó por los cancioneros, especialmente el Cancionero
General desde 1511 que compilaba la obra de varios poetas. Con la edición de Boscán
se creaba una compilación de un solo autor, protegiendo su figura de la oralidad y el
manuscrito. El autor presenta el “yo” poético eligiendo el mismo la disposición de los
poemas. El hecho de hacerlo en libro impreso ayudaba a su difusión, tal y como se hacía
con la prosa, y no de un modo oral sino de un modo pausado e individual. Aunque
supuso el inicio, muchos autores no eligieron esta vía y fueron otros los que hicieron la
recopilación, en muchos caso s omitiendo el nombre del autor, de ahí que hoy día se
complicada a veces la atribución de determinados poemas.
10.- Cronología de la poesía petrarquista según la crítica
Los críticos establecen dos o tres etapas, sin ponerse del todo de acuerdo, el inicio es
cuando se produce el encuentro entre Navagero, Boscán en Granada. El fin de esta
primera etapa no es tan claro. Puede ser en 1543 cuando se publica la obra de Boscán y
Garcilaso; en 1554 con la publicación del Cancionero General de obras nuevas con poesía
petrarquista y cancioneril; en 1562 cuando se publica Floresta de Ramírez Pagán, donde
se han superado las tentativas iniciales.
Según Blecua, hay tres etapas más:
 Asimilación de la poesía petrarquista (1543-1550)
 Pase de madurez con Montemayor y Pagán (1550-1570)
 La plenitud con Fray Luis de León y Fernando de Herrera (1570-1582)
Según Álvaro Alonso hay dos etapas más. Él habla de segunda generación petrarquista
y la divide en dos grupos; post-garcilasista (1543-1562), poetas de medio siglo,
principalmente, Montemayor y Pagán; (1562-1589) con Fray Luis de León y Fernando
Herrara que considera ya asimilado el estilo petrarquista.
Fucilla solo entiende una etapa más (1554-1580).
Begoña López Bueno et. al. hablan de una etapa (1562-1582) y resalta la publicación de
la Floresta de Pagán en el 1562 y las obras de Herrar como hitos poéticos que marcan el
cambio.
En resumen, la década de los 50 supone un cambio de etapa, así como la de los 80
supone el fin de la lírica renacentista, aunque hay algunos autores en el Barroco del
grupo sevillano y aragonés que se sitúan en la frontera de los dos estilos.
11.- El medio siglo en la poesía petrarquista: poetas y tendencias
Las obras de Boscán y Garcilaso se reimprimieron varias veces en la mitad del siglo
propiciando una gran difusión y consiguiendo la asimilación del estilo italianizante y
demostrando la convivencia con el octosílabo castellano, que caracterizó al momento
del medio siglo. El las antologías e impresas de esos años y en el Cancionero General

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vemos la introducción de poemas endecasílabos, a la vez que los romanceros también
se imprimían con éxito. Entre los autores del momento destacan Hurtado de Mendoza,
Acuña o Cetina. Destaca también Alonso Núñez de Reinoso, Jorge de Montemayor o
Pagán con su Floresta. Antonio de Villegas publica el Inventario y las Obras de Gregorio
Silvestre vieron la luz después de su muerte. Muchos vieron publicadas sus obras
impresas en vida de modo que independiente o junto a libros en prosa. Todos
practicaron el endecasílabo y el octosílabo aunque no todos con la misma pericia.
12.- La poesía de Jorge Montemayor
Poeta portugués que desarrolló su obra en castellano. Realizó estudios musicales que lo
llevaron a estar al servicio de las infantas de castilla como cantor de capilla. Después
viajó por Europa. Creó la novel pastoril con La Diana en 1558. Preparó un cancionero de
dos partes, una profana y otra devota que luego fue ampliado y elaborado en dos
volúmenes:
 Segundo cancionero (profano)
 Segundo cancionero espiritual.
El espiritual fue prohibido por la Inquisición y olvidado. El profano se difundió como
cancionero. En La Diana también incluye poemas de diferentes estrofas por lo que se
entendió como cancionero también, además que los editores le añadían poemas a la
novela. Cultivó la poesía castellana e italianizante y tiene un estilo conceptuoso, con
sentimentalidad, inclinada a los extremos de la pasión amorosa revestida de suavidad y
melancolía pastoril. Es pionero en la elaboración de un libro poético impreso de poesías
varias no como cancionero petrarquista. En su poesía religiosa destacan las
composiciones de tono meditativo o inspiradas en los Salmos, aunque su prohibición
cortó el brote de poesía bíblica del momento.
13.- El medio siglo en la poesía: Diego Ramírez Pagán
Diego Ramírez Pagán estudió teología en la universidad de Alcalá, donde fue laureado
como poeta latino y se ordenó sacerdote en 1544, desde 1556 reside en Valencia como
capellán de los duques de Segorbe. Se dice que tuvo relación con Montemayor y se releja
en la Floresta ya que el segundo se incluye de Diego Ramírez Pagán un carteo poético
entre ambos en tono familiar y espíritu anticortesano.
La Floresta recoge una producción poética bastante variada desde el punto de vista
temático y genérico. Se abre con poemas de carácter elegiaco, dedicados a la muerte de
diversos personajes de la vida política o literaria, y también incluye composiciones de
tipo religioso. Entre los sonetos de tema amoroso los hay de asuntos circunstanciales y
otros que conforman un pequeño cancionero a Marfira, en este último se recoge el
poema más famoso del autor. No faltan tampoco los ensayos de géneros clásicos (oda,
égloga o epístola). Pionero en la asimilación de los poetas ilustres italianos.
14.- Trayectoria poética de Garcilaso de la Vega

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Garcilaso de la Vega es sin duda la representación del arquetipo del cortesano del
Renacimiento por su relación con la cultura y su actividad militar. Este autor nace en
Toledo sobre 1501 y recibió una esmerada educación intelectual que lo familiariza con
el francés, el toscano, el latín y el griego. Alternó el cultivo de las letras con la actividad
guerrera, participando en varias hazañas militares como la expedición española para la
defensa de la Isla de Rodas en 1522, junto con Boscán. Fue en una de estos encuentros
militares, la fallida conquista de Francia con el emperador Carlos V, en la que quedó
mortalmente herido y muere sin ver sus obras publicadas en 1536.
Cabe destacar que tanto la poética cancioneril, como la raíz hispánica que dejó huella
en las primeras obras del autor por el influjo de Ausias March y la influencia de autores
italianos, sobre todo Petrarca, se ven reflejadas en la obra del autor, siendo en el último
caso uno de los autores más reconocido en el empleo de la lírica italianista.
Su producción poética cuenta con cuarenta sonetos, tres églogas, cinco canciones, una
epístola y dos elegías que constituyen la producción poética italianista. A estas hay que
añadir las composiciones de corte tradicional influidas por la poesía cancioneril. La
primera edición de sus obras aparece en 1543, publicadas junto a las obras de Boscán.
La poesía de Garcilaso adquiere muy pronto la categoría de clásico como símbolo de las
nuevas formas italianas que se adentran en la poesía española del Renacimiento.
15.- Temas y motivos en la poesía de Garcilaso
El amor es el tema principal en su obra y es en las églogas donde alcanza su punto más
álgido. Ese amor es expresado de diferentes maneras en su obra, pero sobre todo
mediante símbolos como calor y sed para el amor no correspondido, si Petrarca se refería
a Laura en sus composiciones, Garcilaso tendrá como musa de sus poemas a Isabel
Freire; contraste entre la naturaleza alegre y su sufrimiento amoroso, hasta la expresión
de morir de amor típica cancioneril; vocabulario religioso solo al hablar de la amada,
símil de la Antigüedad Clásica del ruiseñor y enjugar el cabello de la amada; conflicto del
amor sensual y platónico. Él prefiere este último porque es menos sufrido. También usa
el motivo de las ninfas tejiendo en el río los amores frustrados, o la melancolía del poeta
a la muerte de la dama. En su obra el yo lírico tiende al narcisismo porque no entiende
que la amada no le corresponda referencia tomada de la literatura pastoril y bucólica.
Usa para ello la tradición provenzal de dame sans merci, de la amada desagradecida y
cruel y la expresión de Ubi sunt. Además, son frecuentes en su vocabulario, aquello que
gira en torno a la muerte y como el amor afecta a las leyes del universo. Usa bien los
verbos para diferenciar los momentos temporales de pasado, presente y futuro. En
definitiva, el tema del amor sin duda es el más representativo de la obra garcilasiana,
todo ello dentro de un marco natural y con referencias autobiográficas: el amor es
sinónimo de nostalgia y melancolía para el poeta tras la muerte de su dama.

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TEMA 3. LA POESÍA DEL RENACIMIENTO II. LA SEGUNDA MITAD
DEL SIGLO.
1.- Características de la lírica posgarcilasista.
Se inicia con la Floresta de Pagán en 1562 y dura hasta la publicación de poemas de
Fernando Herrera en 1682. Son hombres de letras que consiguen reconocimiento gracias
a su obra. Son poetas que se reparten por círculos sociales en todo el territorio, leen las
mismas obras manuscritas y tienen convivencia con los mismos géneros.
Según Begoña López Bueno, los rasgos de este período son:
- Garcilaso como punto de partida, cuya obra impresa se convierte en best-seller desde
la edición de 1543 y referentes clásicos.
- Toman de Garcilaso los sonetos y canciones, además de los epigramas mitológicos, la
oda, los ensayos epistolares y las églogas.
- Traducen e imitan a los clásicos para ampliar los cauces poéticos petrarquistas en
temas, formas y modos de expresión.
- Los clásicos influyen en la poesía castellana en las formas poéticas neolatinas.
- Los géneros más destacados son la oda y la epístola. La primera en el modelo clasicista
de fray Luis y en Herrera y pasa a ser el ejemplo más característico. Ambas de temas
morales y filosóficos.
- Entre los temas surge la poesía religiosa basada en la biblia culta, de modo que
biblismo y clasicismo son equiparables en su erudición poética.
- Surge la poesía de celebración de victorias militares, para la cual se emplea la oda,
además se relaciona con la tendencia a la eclosión de la poesía épica narrativa en octava.
- Se desarrolla el antipetrarquismo, desmontando en canon de belleza femenina y el
sistema de codificación mitológica.
- Los poetas cultos se distancias mucho más de la poesía cancioneril, que desdeña a favor
de lo clásico, así que el octosílabo se sitúa más abajo en la escala poética y se vincula a
los géneros menores y burlescos.
- Surgen las reflexiones teóricas sobre la poesía, que se manifiesta en los comentarios
de Garcilaso. Francisco Sánchez de las Brozas, hizo el primer comentario en Obras del
excelente poeta Garcilaso de la Vega. Con anotaciones y enmiendas(1574) y Fernando
Herrera el segundo (Obras de Garcilaso de la Vega con anotaciones, 1580).
2.- Similitudes y diferencias entre el clasicismo salmantino y el foco
cultural sevillano.

12
Clasicismo salmantino:
- Los poetas surgen en el entorno universitario, muchos de ellos serán incluso profesores
en la universidad. Algunos de ellos conocedores tanto del castellano como del latín,
compondrán sus obras conforme a las pautas latinas y la imitación de los clásicos será
una forma de excelencia.
- En los temas éticos y filosóficos la reflexión se da desde el propio yo con expresión de
las vivencias reales, con alto grado de sinceridad. De huye de la afectación y la expresión
es sobrie con estrofas ceñidas y breves continuaciones de la lira de Garcilaso. Se intenta,
además, buscar la perfección en la poesía clásica, aunque para muchos sea un estilo
desaliñado.
- Aurores: Fray Luis de León, Francisco de Aldana o Francisco de la Torre.
- Se toma como modelo a Horacio y Virgilio.
- Importancia de la traducción de temas religiosos y morales y también amorosos.
- No aparece nunca el ejercicio del madrigal, como rechazo a la poesía cortesana.
- La reflexión moral prolongada en la epístola cultivada por Francisco de Aldana.
- La naturaleza como lugar de retiro para el poeta y testigo de su melancolía.
Foco sevillano:
- Principal diferencia radica en su decidida dimensión civil.
- Se desarrolla al margen de la institución docente y se congregan en cenáculos privados
y tertulias más o menos regulares de los ámbitos nobiliarios del duque de Alcalá o el
conde de Gelves.
- La práctica poética se da en los ambientes populares de la ciudad, tal y como se refleja
en Cancionero sevillano (1580-1590), que recoge los gustos imperantes en la cultura
popular urbana.
- Se reúnen en este círculo también diferentes representantes de las artes liberales que
se conocen gracias a obras como Libro de retratos de Pacheco.
- Junto a la inevitable veta amorosa de signo petrarquista se desarrolla una corriente
paródica que cuestiona los tópicos amorosos y los mitológicos.
- Variedad de registros poéticos. Tema amoroso, heroico y patriótico. Se cultiva la poesía
sonora y enfática en la que predomina la forma sobre el contenido.
- Autores: Fernando de Herrara, Barahona de Soto, Baltasar del Alcázar, Juan de la Cueva
y Gutierre Cetina.
Rasgos comunes:
- Seguimiento de la tradición octosilábica que se combina de forma armónica con los
modelos italianos.

13
- El punto de partida serán los sonetos de Garcilaso, canciones, epigramas mitológicos,
odas, ensayos epistolares y églogas.
- Traducción e imitación de los clásicos e influencia de poesía neolatina, poemas en latín
que imitan formas clásicas.
- La oda y la epístola se unas para temas morales y filosóficos. Además, la primera se
emplea para celebrar también las victorias militares con el empleo de las octavas en
poesía heroica de género narrativo.
- La Biblia será considerada como un libro clásico y la poesía religiosa la toma como
referencia.
- Los autores se distancian de la poesía cancioneril, no obstante, hay autores que no
consideran los versos octosílabos como un género menor (Baltasar de Alcázar).
- El antipetrarquismo centrado en la burla de la belleza femenina y el sistema de
codificación femenina mediante la sátira.
- Se dan las reflexiones teóricas y surgen los primeros comentarios en la obra de
Garcilaso, entendido en este momento como un clásico. De las cuales se destaca Obras
de Garcilaso de la Vega con anotaciones de Fernando de Herrera.
3.- Fray Luis de León, obra poética y fuentes
Fray Luis de León es un autor que cuenta con una extensa obra en prosa a la par que
lírica. Su obra en prosa está escrita tanto en latín como en Romance y destacamos Cantar
de los cantares (1561), La perfecta casada (1583), Exposición al libro de Job y De los
nombres de Cristo, compuesta durante su etapa en la cárcel (1583).
Sin embargo, cabe destacar su obra en verso que se difundió en múltiples manuscritos,
que a pesar de estar preparada por el propio autor, no parece probable que quisiera
publicarla, así la primera edición de su obra aparece 40 años más tarde de la muerte del
autor en (1631), preparada por Quevedo con la intención de defender la estética
clasicista. Además, cuenta con poemas originales, traducciones de los clásicos u
versiones sacras. En sus obras el autor pretende que tengan prevalencia las traducciones
de los clásicos entre los que traduce a Píndaro, Tibulo, Horario y Virgilio. También realiza
traducciones bíblicas como el Libro de Job en tercetos y Salmos en liras o estrofas
aliradas.
En cuanto a las fuentes del autor, reelabora y armoniza la herencia clásica y cristiana. La
más importante de todas sus fuentes es la de Horacio, al que debe su forma poética y
muchas ideas y expresiones concretas, además de tomar su moralización de la
Naturaleza. No obstante, también tomará como referencia a Tibulo o Séneca. Asimismo,
la herencia de la poesía neolatina y la tradición bíblica y la influencia italiana, que
también estará presente en el uso del lenguaje y el repertorio de motivos y metáforas
del petrarquismo, son referencias para Fray Luis de León.

14
4.- Fray Luis de León: los poemas originales.
Nacido en Belmonte (Cuenca) y de origen judío, Fray Luis de León pasa los años más
importantes de su vida en Salamanca, donde ingresa en la orden de los agustinos y más
adelante se dedicará al estudio de la filología y la teología. Además, una vez terminados
sus estudios se convierte en catedrático de conocimiento (1526) y logra la fama a la par
que enemistades.
Fray Luis de León será procesado por la Inquisición que lo encarcelará durante cinco años
en Valladolid por ser acusado de estar a favor de la Biblia en Hebreo y traducir El Cantar
de los cantares al castellano.
Los dos principios fundamentales de la obra original de Fray Luis de León son el
platonismo y el neoestoicismo. El primero, ofrece una concepción unitaria del universo
para alcanzar la verdad, por su parte, el neoestoicismo es un modelo de conducta
basado en la virtud. Virtud que le permite al hombre alcanzar la armonía platónica, por
lo que el equilibrio interior y la serenidad son un trasunto de la armonía cósmica a la que
aspiran. El problema estriba en la realidad cotidiana que altera de la que el hombre debe
librarse para alcanzar la plenitud. Así las bases de su poesía son: el debate con lo exterior,
la defensa del mundo, retiro al ser interior onde la razón, el conocimiento de uno mismo
se debe imponer a los sentidos para logar esa aspiración. Aspectos que se reflejan en
oda a la Vida retirada, donde las pasiones y engaños del mundo se reflejan en la avaricia,
la lujuria o la ambición plasmada en la guerra. Además, la soledad del campo será el
refugio del poeta, lugar ideal para la vida contemplativa, máximo anhelo del sabio
estoico. Todas las máximas de aspiración que propone el poeta llevan a la elevación del
ser y su unión con la divinidad.
5.- Francisco de la Torre
En 1631 se publicaron las obras de Francisco de la Torre del cual solo se comentan
algunas de sus obras. Se considera una auténtica novedad entre los autores garcilasistas
que se estudian y su ubicación espacial y cronológica es difícil de concretar, sin embargo,
la crítica lo sitúa en la segunda mitad del siglo XVI.
En cuanto a su obra, la mayoría se trata de traducciones de modelos previos. En lo
referente a la poesía amorosa, se inspira en antologías italianas, pero no cultivará el
madrigal como prueba de rechazo a la poesía eminentemente cortesana. De su poesía
podemos destacar la singularidad que lo convierte en un rara avis5 al ser precursor de
lo nocturno como género configurado por la luna, las estrellas y el silencio escenario
confidente de sus quejas melancólicas. Además, en estas composiciones lamenta la

5
Expresión latina que significa “ave desconocida” y se aplica a una persona o cosa que se consideran poco
comunes o por tener alguna característica que las diferencia de las demás de su misma especie. Según la
RAE dicho de una persona o cosa conceptuada como singular excepción de una regla cualquiera.

15
ausencia de la amada de la cual no existen apenas rasgos físicos de la belleza, el autor
encuentra a la noche, los astros, el sol, el rio y los montes, sus interlocutores.
En la naturaleza encuentra también entidades que corresponden con su mal como el
robre abandonado por la yedra y otra de sus facetas será la incorporación de églogas en
la línea garcilasiana (diez endechas en hexasílabos sueltos) e incorpora el arte menor en
la poesía culta. En la producción de las odas encontramos de nuevo una experimentación
formal, aparece el principio neoestoico de la dorada medianía, pero se enmarca en un
contexto mitológico o un encuadre bucólico6, en lo incierto del destino amoroso.
6.- Francisco de Aldana
La reflexión moral está directamente relacionada con el entorno salmantino y entre ellos
con Francisco de Aldana (1537-1578) que tiene como soporte fundamental el discurso
prolongado de la epístola, un género sin cultivo en los otros dos autores. Como muchos
autores de este periodo su obra se extiende desde lo burlesco a la exaltación religiosa.
El tema amoroso ocupa para el autor menor espacio en proporción con lo reflexivo que
va desde la perspectiva filosófica, la atención a lo religioso y lo heroico en octavas reales
estrofa del canto épico.
La poesía de Aldana fue publicada póstumamente en 1598 y 1591, por su hermano
Cosme y su temática tiene que ver con lo amoroso y lo militar. En cuanto a la poesía
amorosa el poeta cuenta con una voz singular, lo que sin duda llama la atención son sus
sonetos de un amor correspondido, ajeno al código petrarquista de la ausencia amorosa,
lo que le lleva a ser considerado por Fosalba como el “poeta de la presencia amorosa”,
que se resuelve en un sentimiento físico de encuentros sensuales absolutamente
extraños a la idealización neoplatónica. Sonetos XV, XVIII y XX. Así, la corporeidad del
tratamiento del amor se plasma en la intensa objetivación del sentimiento erótico, rasgo
poco frecuente en la tradición anterior. Epístola a Galanía (convención pastoril), Octavas
al desposorio de un hermano suyo (rusticidad cercano al bucolismo de Encina).
La segunda vía temática del autor se corresponde con lo que rodea su vida militar, no
obstante, a diferencia de Garcilaso, el autor reniega de la vida bélica que lo conduce a
un constante ir y venir sin posibilidad de quietud y sosiego espiritual. Ese desencanto
vital se opone a las ansias de plenitud con las que sueña el poeta, el escenario natural
para el retiro resultará novedoso para el autor que se plasmará en un ámbito marítimo,
símbolo de los vicios de la ambición. Aldana escogerá también la epístola para referir a
los amigos y familiares sus preocupaciones y también sus aspiraciones tal y como se ve
en Respuesta a Cosme de Aldana. Carta a señor don Bernardino de Mendoza.
7.- Fernando de Herrera, obra poética y comentarios

6
Que evoca de modo idealizado el campo o la vida en el campo. También puede ser un género de la poesía
(género bucólico) dialogada que trara de modo idealizado la vida pastoril.

16
Fernando de Herrera (1534- 1597) fue un erudito puro y consagrado de las letras y así lo
recogen sus coetáneos. Así, en la obra del autor se pueden percibir la influencia de
Horacio, Virgilio, pero también el conocimiento del poeta de los clásicos italianos y
españoles y la importancia de la Biblia, sobre todo, para sus composiciones patrióticas.
La teoría poética de Herrero se recoge principalmente en Anotaciones de Garcilaso,
aunque también caben resaltar el gran número de anotaciones en las que el tema es el
propio poeta. El sevillano entiende que debe haber un abismo entre la lengua poética y
el habla común, por lo que se entiende el énfasis que pone en la erudición, sin la cual,
afirma, nadie llegó nunca a merecer el título de poeta. La crítica señala que son varios
los textos sobre lo que el poeta escribe y reflexiona sobre lo que nunca ha escrito o
escribirá.
Gran parte de la obra de Herrera se ha perdió como es el caso de: Gigantomaquia,
Historia general del mundo, una traducción de Claudiano y algunos más. En vida, el poeta
dio a la imprenta cuatro libros, tres en prosa (Relación de la guerra de Chipre, la
hagiografía7 de Tomás Moro y las Anotaciones a la obra de Garcilaso. Además, como
muchos poetas de la época Herrara también siente inseguridades respecto a su obra, el
único libro que publica es Algunas obras de Fernando de Herrera (1582), en la que
incluye 80 composiciones.
8.- La poesía de Fernando de Herrera
La poesía de Herrera tiene dos grandes grupos: los temas de amor y el canto heroico,
así, el tema religioso será escaso aunque existan poemas de corte estoico.
La poesía amorosa va dirigida a una única mujer que se oculta en los poemas bajo la
identidad de Luz, Lumbre, Estrella, Aglaia o Heliodora, aunque se cree que detrás de
estos nombres puede encontrarse la figura de Leonor de Milán. Esta poesía tiene un
carácter convencional de esos planteamientos y leer cómo la luz es una aspiración
simbólica a un imposible perfecto. No cabe duda que tiene un trasfondo en la
concepción amorosa del Canzoniere de Petrarcar: el amor como sufrimiento. Los tópicos
empleados por el autor también son de origen petrarquista y aparecen frecuentes
imágenes náuticas, el paisaje rocoso que chocan con la concepción del amor
neoplatónico de algunas composiciones del sevillano.
Por otro lado, la poesía del autor mantiene una tensión constante entre el espíritu y los
sentidos, que forma parte de la tradición bucólica que practica la sensualidad de varios
pasajes, en los que se alude a las caricias, los abrazos y los besos de los enamorados. Sin
embargo, la característica más destacable es la nota de osadía, que la aproxima a la
poesía heroica, en la que la peripecia amorosa se entreteje de forma natural con los
acontecimientos históricos. Pero sobre todo las imágenes y los mitos son los que mejor
trasmiten esa dimensión épica de la poesía de amor (imágenes de esfuerzo e imágenes

7
Historia de la vida de los santos o una biografía excesivamente elogiosa.

17
relacionadas con la ascensión). En la poesía heroica, Herrara se convierte en el cantor de
las victorias españoles y de sus artífices: Carlos V, Felipe II, don Juan de Austria; a lo que
se une la visión cristiana.
9.- Baltasar de Alcázar
Baltasar de Alcázar (1530- 1606) adquiere gran importancia en el grupo de autores
sevillanos por ocuparse de todas las variedades poéticas del momento, a la par que
ofrece una labor creadora de un rico muestrario de obras seguidas en la segunda mitad
del XVI, tomando nuevos caminos que hasta el momento no habían sido empleados.
Así, aporta numerosas divergencias que lo conforman como la voz más distanciada de la
gravedad herreriana. Una contrapartida de su concepción poética, disparidad que se
muestra ya desde la distinta forma de entender la transmisión de los textos, sin embargo,
Álcazar nunca llegó a publicar su obra y manifiesta una despreocupación por su
transmisión.
En la poesía amorosa, proyecta una historia que va desde el enamoramiento al
desengaño y desemboca, en una secuencia de poemas religiosos, un ciclo penitencial de
introspección ascética, que constituye una de las voces más personales del autor yu
escasa en los poetas petrarquistas. No cultivó la égloga.
La poesía festiva es una recreación de los “anti-valores” burlescos, que se desarrollan
en el octosilábico o endecasílabos, tiene estrategia humorística la aplicación de una
pauta paródica con la que desmitifica géneros, personajes, tópicos literarios y héroes
grecolatinos, muchos de los cuales él mismo poetiza en serio. Por lo que respecta a los
géneros poéticos se queja de le presión de las consonantes y se mofa de la tensión
estructural del soneto y la sextina. Se destaca su dimensión de poeta ludens, para quien
la poesía se convierte en un divertimento.
En cuanto a los temas y motivos se burla de la belleza petrarquista, contraponiendo un
monstruo de la fealdad y desproporción o haciendo elogio de la mujer morena. Además,
será pionero en adapta la letras españolas al epigrama de Marcial, el retrato de mujer
que desarrolla es el de auténtica antidonna y en sus poemas penitenciales destacamos
Rimas sacras o Hurguillas. En definitiva, tradición y renovación, originalidad y
continuidad y burlas y veras son las características que definen la poética de Baltasar.
10.- La épica culta del Renacimiento: características
Según las poéticas del Renacimiento la épica es el género más elevado y prestigioso de
los géneros debido a que canta los hechos de los héroes, este prestigio explica que sean
los poetas del Siglo de Oro lo que prueban este género que eclosiona en España en la
segunda mitad del siglo XVI y que se inicia con una vertiente religiosa basada en Christo
Pathía de Juan de Quirós (1552).
A pesar de su gran variedad, podemos mencionar algunas características comunes para
el género:

18
- Los protagonistas de los poemas son héroes, normalmente militares, preferentemente
de la misma nación y del pasado lejano, aunque también se da el relato de héroes del
pasado reciente que dotan de veracidad histórica, aspecto que suscita comentarios en
los prólogos.
- Son poemas de autores cultos que crean sus obras por voluntad de estilo a partir de los
modelos clásicos e italianos y cuentan con elementos mitológicos y un elevado artificio
literario.
- La estructura externa se caracteriza por el empleo de la octava real que se convierte en
el esquema métrico especializado para los contenidos elevados y nobles. Internamente
el poema se divide en cantos que segmenta la secuencia narrativa.
- Son poemas destinados a la lectura privada por la nueva configuración social y política
que tiene que ver con un público que demanda aventuras.
- Los autores son poetas que elaboran su obra buscando la imitación de los grandes
dentro de la mimesis general renacentista.
- Para la consolidación del género será fundamental la traducción de modelos clásicos e
italianos como Farsalia de Lasso de Oropesa, Eneida de Hernández de Velasco, Orlando
furioso de Ariosto y Gerusalemme liberata Torcuato Tasso.
11.- La épica culta del Renacimiento: temas
La épica culta del Renacimiento recrea temas o personajes procedentes de la épica
tradicional o el romancero, generalmente, de la reconquista u otros eventos anteriores
de la historia de España, consideradas como manifestaciones precedentes de las patrias
contemporáneas. Algunas de ellos centran sus esfuerzos épicos en la exaltación
nacionalista de la reconquista, bajo la impronta del modelo de Tasso, conformado por el
por lo que se conoce como poema de liberación seguido en el siglo XVIII en consonancia
con la materia de la reconquista.
La épica culta pone sus mirar en temas históricos contemporáneos como la celebración
del Emperador Carlos, la glorificación de las empresas americanas, las hazañas de Juan
de Austria como sucede en La Austriada de Juan Rufo (1584). El tema americano se
desarrolla sobre todo en XVII, probablemente más conseguido de todos los poemas
épicos españoles y sobre las Indias habrán de venir, la Araucana de Ercilla, un auténtico
best-seller tres partes (1569, 1578, 1589) y con dieciocho ediciones. En la segunda mitad
del siglo XVI acepta como uno de sus temas los asuntos religiosos, en las que centra su
atención en Cristo, la devoción por los santos o la exaltación de la Virgen tomando una
vez más como referencia a Tasso determinante para el poema religioso de El Monserrate
(1587) de Cristóbal Virués. Sin embargo, si hay un tema del que va a careces la épica
culta es la épica burlesca que se reserva para el siglo XVII con Gatomaquia de Lope de
Vega.
12.- Estética petrarquista y poesía religiosa

19
La poesía religiosa es el género más estudiado del periodo, no obstante, ocupa un lugar
bastante marginal por la falta de interés de nuestra propia época en esos temas. Fuera
de San Juan de la Cruz los poemas sacros de algunos grandes autores apenas tienen
espacio es los manuales. Así, debemos mencionar que durante este periodo la temática
religiosa estuvo controlada por la Iglesia, por eso mismo, se debe tener en cuenta la
difusión por imprenta o la difusión por manuscrito y la fusión de la temática religiosa y
el molde italianizante: por la traducción de los libros bíblicos de cantares o por la
conversión de los clásicos españoles (Garcilaso y Boscán) a lo divino.
Así, la resistencia a abandonar los modelos cancioneriles hace que a mediados del siglo
XVI los versos italianos se incorporen a los temas religiosos como se observa en Salmos
(odas religiosas) o en Cantar de los cantares (una égloga sacra) es decir, poemas que se
parecían a los de Horacio o Virgilio, pero con contenido bíblico de ahí que la traducción
de estos textos donde se funden temas religiosos y moldes italianistas donde
destacamos a fray Luis de León o Benito Arias Montano. Uno de los primeros autores
que realiza esta fusión es Jorge de Montemayor en su Cancionero en Aberes. La otra vía
para la fusión de petrarquismo con la religión tiene su origen en Garcilaso como
representante por excelencia poética en términos estéticos a la par que inmoral por el
contenido amoroso de sus poemas, así pues, ese contenido amoroso tiene que ser
sustituido por otro religioso o moral en los moldes poéticos garcilasianos, que será su
medio para elevarlos y que se conoce como poesía de lo divino. Esta aparece en 1575
con el libro Las obras de Boscán y Garcilaso trasladadas en materias cristianas de
Sebastián de Córdoba, aunque serán dos antologías las que tomen mayor importancia
Cancionero general de la doctrina cristiana y Vergel de flores divinas de Juan López de
Úbeda y que serán los primeros cancioneros poéticos colectivos de tipo espiritual
tradicional e italianizante.
13.- Poesía bíblica y poesía a lo divino8
La poesía que traduce los cantares bíblicos se transmite principalmente de forma
manuscrita, tiene carácter minoritario, reducida a círculos selectos y es de tono íntimo,
mientras que la poesía a lo divino, se transmite sobre todo de manera impresa y conoció
una difusión que se podría considerar incluso masiva y es de tono variado (narrativo,
didáctico, lírico, descriptivo o íntimo.
14.- San Juan de la Cruz: cronología y fuentes de su poesía
Juan de Yepes y Álvarez nace en Fontiveros (Ávila, 1542) dentro de un entorno familiar
sumido en una angustiosa pobreza, motivo por el que se trasladan a Medina del Campo,
lugar que marca un antes y un después en la formación humanística del autor, donde
estudia en los Jesuitas instruido por Bonifacio y conecta con Boscán y Garcilaso, después
continuará sus estudios en Salamanca. Más adelante ingresa en la orden carmelita

8
Cuando estudies esta pregunta tienes que complementar con la anterior.

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donde conoce a Santa Teresa de Jesús. Su relación lleva al autor a ayudar en las reformas
de la orden religiosa, razón que dará lugar a su ingreso en prisión durante nueve meses.
El desarrollo más líricos y personal proviene de la fusión entre petrarquismo y canciones
bíblicas que se inicia con las traducciones o versiones en forma de égloga del Cantar de
los cantares. Como poeta escribe trece poemas, algunos de escasa extensión, aunque es
sus obras mayores redacta comentarios en prosa. No obstante, la escasez de obras no es
problema para que sea considerado como uno de los mejores poetas de la literatura
española y universal. Por otro lado, se considera que la actividad poética del autor se
inicia en la cárcel de Toledo (1578), aunque otros poemas como Noche oscura y Llama
de amor viva en clave de símbolo místico situada en Granada y Entréme donde no supe
en Segovia. Sus obras eran canciones de patrimonio espiritual de las carmelitas. Dos
tradiciones literarias:
- La tradición profana a lo divino: que llega por una vía culta y popular. Que conoce
el autor a través de las canciones cotidianas de la época que se transmitían por
vía oral, por ejemplo, el Cántico (pastorelas, serranillas, cancionero popular).
- La tradición culta: traducciones de Salmos y Cantar de los Cantares, que
participan en las tendencias salmantinas de la época y que se reflejan en el
Cántico espiritual, que sigue las convenciones de la égloga.
15.- El Cántico espiritual de San Juan de la Cruz
Existen tres manuscritos diferentes de esta obra que parte como referencia del Cantar
de los cantares, modelo más importante que brinda la mayor parte del vocabularios,
imágenes e incluso la estructura. En esta obra no existe ninguna referencia
explícitamente espiritual, sino que se trata de un añadido para poder aceptar su
literalidad repleta de escarceos eróticos9, así pues solo una visión divinizada permitía
sancionar su inclusión en los libros sagrados. Los humanistas cristianos lo interpretan
como la más alta expresión del amor de Dios a los hombres, al igual que los místicos
consideran la formulación más cabal del ansia de unión con Dios. Se considera que el
único lenguaje para trasmitir dichas ideas en el ámbito del amor humano, simple y
llanamente, profano en su literalidad, que proviene del Cantar. Se difundió en muchos
casos de modo exento, aislado, no pertrechado del aparato alegórico y el poema consiste
en un canto de amor y al amor, equiparable a otras composiciones precedentes y del
momento.
Desde el punto de vista espiritual ese problema es menos comprendido sin las glosas,
por su contenido erótico y su ascendencia bíblica. Además, no se puede pasar por alto
el papel relevante de la voz femenina, a la perspectiva de la mujer como enunciadora
del poema., tradición de la égloga renacentista y sobre todo de Montemayor, asimismo
de la tradición elegiaca de Heroidas. Por lo común, corresponde a la égloga el ritmo
pausado, un lempo lento, sin embargo la amada se caracteriza por su arrebatada

9
Comienzo de una relación erótica

21
búsqueda, su estatus poético se define por la más pura acción, por el movimiento y el
pathos. Finalmente, san Juan se adscribe a la compleja tarea de recrear el Cantar de los
cantares y elige un lenguaje propio de la literatura pastoril.
16.- La poesía femenina en el Carmelo descalzo
La búsqueda de una actividad diferente llevo a Santa Teresa de Jesús a fundar la orden
del Carmelo descalzo en el convento de San José de Ávila (1562). Así, dentro de las
pautas de la vida comunitaria y la división del día que estableció la regla, se fijan unos
momentos de “recreación” para relajarse de las exigencias del silencio, el rezo y el
trabajo, con actividades honestas, pero lúdicas, entre las que encontramos el canto y la
poesías. Esta autora no solo escribirías versos, sino que también caminos.
La práctica de la poesía en los conventos viene de la orden franciscana, que adopta en la
rama femenina carmelitana y de renovada importancia. Así, los cancioneros poéticos
contienen poemas de muy diverso origen, muchos de las mojas de los conventos y de
otros autores bien conocidos, en general, sin identidad de autos y de patrimonio
colectivo por lo que la autoría carecía de importancia. Como escritoras o poetas
participaron en todas las corrientes de la segunda mitad del siglo XVI, entre las que
destacamos la estética del conceptismo sacro y el romance espiritual, de esta manera
las corrientes de poesía clausural no hacen más que reflejar la realidad poética que
deriva de la sociedad de su tiempo y trata, en general, poemas devotos de tipo popular
(festividades de santos, del ciclo litúrgico o celebraciones propias de la vida monástica).
Además, la intención utilitaria la colocan al margen de las censuras y prohibiciones, y
trata temas de educación familiar.
Destacamos a María de San José (1548-1603), que participa en las corrientes
humanísticas que inician la incorporación de los temas religiosos a moldes estróficos
italianos; María de San Alberto (1568-1640) y, finalmente, Cecilia del Nacimiento, que
vive casi toda su vida en el Carmelo de Valladolid, siguiendo de cerca la estética de san
Juan de la Cruz, con poemas en liras y comentarios que en alguna ocasión fueron
atribuidos al santo, signo de su calidad estética y sentimiento religioso.
17.- La escuela franciscana
En el siglo XVI surgen las escuelas místicas. Las diferentes órdenes religiosas realizan
reformas de pensamiento, unas de corte intelectual y otras más afectivo.
La orden franciscana, fundada por san Francisco de Asís, pertenece a este último grupo.
Se basa en la devoción a la humanidad de Cristo y la contemplación afectiva de Dios en
la naturaleza. Se considera la primera escuela, pero carece de figura relevante. Uno de
los más conocidos es Francisco de Osuna, autor del Tercer abecedario espiritual (1527);
Bernardino de Laredo con su Subida al Monte Sion por la vía contemplativa, de corte
quitista (El alma llega a la perfección en total inacción. La actividad es nociva) fue de gran
influencia para Santa Teresa. Juan de los Ángeles es de corte renacentista y Diego de
Stella recoge en su obra la tradición medieval De compteptus mundo.

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18.- La escuela agustiniana
En el siglo XVI surgen las escuelas místicas. Las diferentes órdenes religiosas realizan
reformas de pensamiento, unas de corte más intelectual y otras más afectivo. La
agustiniana sigue este pensamiento, lo que la hace muy semejante a la franciscana, de
la que se diferencia por la poca influencia que tuvo en autores posteriores. Fundada por
San Agustín, se decanta por el voluntarismo (primacía del amor sobre el entendimiento)
y la defensa de la lengua vulgar en sus escritos. Alonso de Orozco fue uno de los primeros
místicos. Estuvo en contacto con la nobleza pero en sus escritos no olvidaba al pueblo
llano en sus textos pastoriles. Fue muy prolífico: Vergel de oración, Cantar de los
Cantares, Monte de contemplación, Memorial de amor santo… Pedro Malón de Chaide
defiende la lengua castellana en los textos sagrados y en los comentarios sobre ellos, en
su Libro de la conversión de la Magdalena.
19.- La escuela dominicana
En el siglo XVI surgen las escuelas místicas. Las diferentes órdenes religiosas realizan
reformas de pensamiento, unas de corte más intelectual y otras más afectivo. Escuela
racionalista, fruto de la cristianización de Aristóteles por santo Tomás. Está más alejada
del misticismo que el resto y abanderada por Francisco de Vitoria o Melchor Cano. Son
afines a la Inquisición de Valdés, no partidaria de la traducción de textos sagrados a
lengua vulgar. También rechazan la vida contemplativa, frente a la lectura.
Hay algunos autores no tan radicales, afines a ciertas ideas dominicanas. Juan de Ávila,
“apóstol de Andalucía”, afín al pueblo por su estrecho contacto, sigue la doctrina paulina
sobre el cuerpo místico, difundida por Erasmo. Estuvo cercano a la orden jesuita, pero
más propenso al ascetismo. Defiende el didactismo para lograr la vida contemplativa. Su
obra más mística fue el Audi, filia por la que tuvo que ir a la cárcel. Fray Luis de Granada
tiene ideas híbridas. Tuvo formación tomista, de tradición aristotélica y racional, pero el
contacto con el pueblo le hace sentirse más cercano a los agustinianos. Escribió un libro
en latín (Retórica Eclesiástica), traducida al español el s. XVIII que informa sobre el arte
de predicar de la época. Guía de pecadores es una obra espiritual de intención
moralizadora y la Introducción al Símbolo de la Fe refleja su concepto místico, similar al
franciscano ya que entiende la naturaleza como imagen de la belleza de Dios y
contemplándola llegaremos a él.
20.- La escuela jesuítica
En el siglo XVI surgen las escuelas místicas. Las diferentes órdenes religiosas realizan
reformas de pensamiento, unas de corte más intelectual y otras más afectivo. La jesuita
fue fundada por San Ignacio de Loyola, y su base es la espiritualidad. Su obra más
importante y la más tardía conocida es Diario espiritual. Ejercicios espirituales es otra de
sus obras más influyentes. Al ser una orden defensora del Papa, se muestra contraria a
la corriente erasmista. El Padre Alonso Rodríguez, compuesto Ejercicio de perfección y
virtudes cristianas, lectura obligada en multitud de estudiantes hasta la mitad del s. XX.

23
TEMA 4. LA PROSA I
1.- La prosa humanística: rasgos generales
El siglo XVI es un período cumbre de la prosa de pensamiento en la historia de nuestra
literatura que viene dado por una renovación y un conjunto de obras maestras
significativas influenciadas por la eclosión del Humanismo, la influencia del pensamiento
y la obra de Erasmo de Rotterdam (1465-1536).
Así, el humanismo no se basaba solo en la Antigüedad clásica, sino en un sistema de
referencias y un estilo de vida asociado a esos conocimientos, que sirven para distinguir
la élite. Y es que en el Renacimiento el hombre dependía de su formación y su saber para
distinguirse socialmente, la cultura no es solo un modo de vida, sino que define también
el estatus social. En la burguesía urbana tendrá origen el mercado lector y entre ellos se
encuentran los destinatarios de todas esas formas de la prosa que parten del saber
erudito del latín para divulgar conocimientos entre letrados y reformas costumbres
mejorando a los hombres, obras que están pensadas para la formación individual y para
hacer propuestas de mejora colectiva.
Una de las figuras claves de esta cuestión será Erasmo de Rotterdam, cuyas obras pasan
a ser referentes ideológicos y estéticos. Poco a poco se abre paso el erasmismo que
abarcará muchos matices y diferencias en varios aspectos como la ideología religiosa,
los moldes genéricos y los temas literarios. Si nos centramos en el tema religiosos, se
puede considerar equidistante al movimiento luterano10 y del católico. Además en
España será autocensurado y sospechoso desde los años cuarenta, aproximadamente,
por ese rechazo a una religiosidad exterior, la religión será para el parte del espíritu y,
por ello, criticará al clero por la corrupción y sus costumbres y genera la necesidad de
entender la religión como una práctica profunda. El aspecto estético se recoge en sus
obras: Adaiga, Familiarum colloquiarum, Elogio de la locura.
Esta figura será un catalizador en España que se une a los humanistas en el rechazo de
la literatura de evasión y la ficción meramente lúdica. La obra literaria debe tener un
propósito y la literatura (proto)ensayística se caracterizará por: el tratamiento personal
del tema de presencia explícita; propósito divulgativo; desplazamiento del latín al
romance; gran variedad temática que abarca contenidos sociales, morales, éticos…;
intención de formar al lector; búsqueda del interés de los lectores por medio de la
amenidad, no solo en los contenidos sino en el tipo de géneros; uso de un lenguaje

10
El luteranismo rechaza la primacía y autoridad universal del papado como institución divina. Niega la
doctrina católica de la existencia del purgatorio y la oración a María y los santos. El movimiento de reforma
iniciado por Lutero afirma el valor único de las Escrituras y la supremacía de la fe de Jesucristo.

24
estilísticamente natural y, reivindicación del refrán, el cuentecillo, la anécdota o los
apotegmas11. Se plasmará en las epístolas, el diálogo y las misceláneas12.
2.- Los orígenes de la epístola familiar en el Renacimiento
Según Jamile Trueba Lawand la epístola en el Renacimiento no tiene un solo fin misivo,
sino que también tiene otro literario. Así el género epistolar es el medio de expresión
elegido por los humanistas, que lo cultivan para exponer tanto su erudición como sus
sentimiento y vivencias. La primera se conoce como epístola erudita, es más bien una
especia de tratado, y la segunda como epístola familiar, es una expresión íntima y
personal de temas de actualidad. La epístola humanista (erudita) sigue más de cerca las
reglas formales y el estilo de las cartas oficiales del ars dictaminis, el segundo caso, es la
línea que siguen las cartas de Cicerón y Plinio, escritos en sermo y los cambios sociales y
políticos en el siglo XVI. Cumplir cargos oficiales se traduce en el gran número de
estudiantes que realizan estudios profesionales de tipo legal en la universidad (studia
humanitatis), necesario para obtener puestos en el gobierno y la Iglesia y se convirtió en
una imagen de estatus social.
De entre las cartas escritas de los humanistas se distingue entre las oficiales (siguen
aquello formalizado por los dictatores medievales) y las de intercambio personal entre
amigos ausentes. Ya Cicerón distingue entre ambos géneros y definía la carta personal
como el medio para desaparecer esa distancia entre los amigos, siendo la amistad la
motivación para escribir, en el Renacimiento se cultiva la amistad mediante la
correspondencia. Este tipo de carta personal florece en el Renacimiento con los
humanistas, el primero en darse cuenta es Petrarca tras descubrir la Epistolae ad Atticum
de Cicerón y que lo inspira para escribir Familiariunr rerum libri, Senilium rerum libri y
Epistolae Variae.
Imitando a Petrarca muchos humanistas italianos del siglo XV recopilaron y difundieron
como una obra sus cartas y también lo hicieron escritores como Diego de Valera,
Fernando de la Torrem Fernando del Pulgar o Juan Álvarez, aunque son varios críticos
los que consideran que el desarrollo de las epístolas en Castilla es independiente a las
influencias italianas, se desarrollan de forma muy parecidas tal y como se puede ver en
Letras de Fernando del Pulgar o el epistolario de Fernando de la Torre, no obstante, el
desarrollo de este géneros tendrá su máximo exponente en Antonio de Guevara.
3.- Características de la epístola familiar
Las características de la epístola familiar parte de los modelos clásicos de Cicerón
(Epistolas Familiares), Séneca (Epistola a Lucilio) y del medieval Petrarca. La nueva
epístola familiar encontró su formulación teórica en manuales y evolucionaran hacia la
modalidad del libro de cartas, que ofrecen situaciones diversas y que muchas de ellas

11
Dicho breve, sentencioso y feliz, especialmente el que tiene celebridad por haberlo proferido o escrito
alguna personalidad o por cualquier otro concepto.
12
Obra o escrito en que se tratan muchas materias inconexas y mezcladas.

25
proceden del siglo XV y muestran la existencia de tópicos y el proceso de constitución
del género. La estructura de la carta dividida en cinco partes venía establecida de antiguo
por las artes dictaminis: salutatio, captatio benevolentiae, narratio, petitio y condusio,
en palabras de Antonio de Torquemada, en su Manual de escribientes (1574): el
principio, la narración, la división, la confirmación y la contradicción, y la conclusión.
En cuanto a las características de la epístola familiar:
 Se dirige a un personaje concreto, cuta personalidad modula incorporando
reflexiones y soliloquios.
 Abre la puerta a comunicarse con todo tipo de personas.
 Siguiendo el modelo de Cicerón, traslada una imagen doméstica o íntima de
quien escribe, pero lo hace desde una transmisión privada, no implica una
petulancia o promoción del yo-autor. Para ello incorpora lo cotidiano, a través del
estado anímico del yo, sus anécdotas, confesión de problemas.
 Séneca en sus cartas proyecta un cuadro de costumbres que sirven al didactismo,
ofreciendo consejos y transformando la carta en textos provechosos. Así la carta,
al tratar circunstancias particulares, puede conformar modelos de conducta.
 En el plano expresivo generalmente emplea un estilo medio.
4.- Funciones literarias de la epístola
La carta familiar fue durante la Edad Moderna (siglos XVI a XVII) un texto de circulación
particular, pero raramente íntimo. Las cartas transmitían información valiosa y escasa,
ya fuera por razones personales, prácticas o políticas. El paso de la carta particular al
ámbito público se produjo entre los estudiosos y escritores por medio de la colección de
sus epístolas que denotan voluntad de estilo. Estas colecciones no tienen que ser
siempre reales. Los humanistas eligieron la epístola como el vehículo de comunicación
privilegiado y las relaciones culturales e intelectuales se implantaron en Europa
mediante las correspondencias en latín. Hay que distinguir entre las cartas literarias, que
tienen voluntad de estilo y están compuestas bajo una voluntad de estilo y han sido
pensadas para la difusión públicas, y las cartas domésticas que son personales y que por
circunstancias externas a los propios textos se han convertido documento de interés y
se trasladan al dominio público como las de Hernán Cortés o santa Teresa.
Además de presentar una visión del mundo privado de quien las escribe, se convirtieron
en un medio versátil para el discurso didáctico, como por ejemplo las epístolas de san
Jerónimo, de Catalina de Siena o del franciscano Francisco Ortiz, o Epistolario espiritual
(1579) de Juan de Ávila. También eran frecuentes las cartas de consejos de padres a hijos
como la que escribe Carlos V a Felipe II, que aunque en un inicio eran de carácter privado,
su difusión es amplia. Se volvió también un recurso literario como es el caso del Lazarillo
y en teatro sustituyen a los monólogos para dar a conocer al espectador aquello que la
acción omite. Finalmente, la epístola con finalidad y recursos propios del ensayo desde

26
sus objetivos divulgativos y o didácticos hasta la posible presentación irónica. Encajan
como modalidad del generó ensayístico.
5.- Antonio de Guevara: obras didácticas
Antonio de Guevara (1481-1545) es una de las personalidad de un cortesano y la de un
fraile: el cortesano escribe desde la experiencia de la vida mundana y se dirige a un
público cuyas necesidades, debilidades e intereses conocer muy bien, con la finalidad de
adoctrinar, educar o llevar por el buen camino a otros objetivos y utilizar su formación
en oratoria eclesiástica. Su primera obra 1528, publica un total de ocho libros en prosa.
Su primera obra fue Libro áureo de Marco Aurelio escrito entre 1518 y 1524 y fue
impreso clandestinamente, Guevara le había prestado la obra a Carlos V para su
entretenimiento y pasó de mano en mano. Entre sus obras didácticas podemos
destacar:
 Libro áureo de Marco Aurelio (1518-1524): Marco Aurelio es visto como modelo
de príncipe, al ser de origen español y estoico. Aunque simula que es una
traducción, realmente es de creación propia en la que usa diferentes fuentes y
tiene varias partes inventadas. Tiene dos partes: La biografía de Marcos Aurelio
y una recopilación de cartas.
 Relox de prícipes: formado por tres libros (cómo ser buen cristiano, buen padre y
marido y cómo gobernar) Sus fuentes son Plutarco, Valerio, san Isidoro o
Boccaccio. Tuvo mucho éxito. Obra de buena técnica, innovadora que combina
muy bien la erudición con la moral.
 Las obras del ilustre señor don Antonio de Guevara obispo de Mondoñedo.
Formado por cuatro obras: Década de Césares (biografía de personajes célebres
que renueva el género de las semblanzas), Despertador de cortesano (manual de
comportamiento en la corte desde su propia experiencia), Menosprecio de la
corte y alabanza de la aldea (defensa de la vuelta a la naturaleza) y el Libro de los
inventores del marear (situaciones posibles en un barco, de modo irónico, con
capítulos sobre personajes célebres que despreciaron el mar y piratas famosos),
Su fin último era adoctrinar y enseñar conductas éticas y morales con apariencia
humanística. Hereda el estilo erudito de la retórica del sermón, sobre todo
mediante la amplificación acumulativa.
6.- Antonio de Guevara: las epístolas
Antonio de Guevara (1481-1545) es una de las personalidad de un cortesano y la de un
fraile: el cortesano escribe desde la experiencia de la vida mundana y se dirige a un
público cuyas necesidades, debilidades e intereses conocer muy bien, con la finalidad de
adoctrinar, educar o llevar por el buen camino a otros objetivos y utilizar su formación
en oratoria eclesiástica. Su primera obra 1528, publica un total de ocho libros en prosa.
Su primera obra fue Libro áureo de Marco Aurelio escrito entre 1518 y 1524 y fue

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impreso clandestinamente, Guevara le había prestado la obra a Carlos V para su
entretenimiento y pasó de mano en mano. Entre sus epístolas destacamos:
 Epístolas familiares: su primera aportación al género aparece en la segunda parte
del libro dedicado a Marco Aurelio. Más tarde, en 1939 decide publicar las cartas
que el propio autor envió realmente, porque están apareciendo publicadas por
otros, según dice el autor en el prólogo, y que luego revisó cambiando a veces el
tono, haciéndolo más atrevido; modifica las fechas; o usa receptores muertos.
Sus fuentes son Séneca, Cicerón, Plinio o Hernando del Pulgar, aunque amplia los
temas usados para atraer la atención de un público menos erudito. Siempre
emplea los mismos recursos, encarnándose en un personaje real que escribe en
circunstancias concretas determinando el tipo de textos (erudito, moral, político
o familiar). El eje de la carta suele ser las noticias, anécdotas o historias. Su fin
último era adoctrinar y enseñar conductas éticas y morales con apariencia
humanística. Hereda el estilo erudito de la retórica del sermón, sobre todo con
la amplificación acumulativa.
7.- El diálogo renacentista: características
El diálogo es un género que florece en occidente en la edad moderna, en el siglo XV con
la recuperación de nuevos modelos clásicos se presenta el diálogo en términos naturales
y creíbles, con el objetivo de persuadir al lector que será un participante activo. Así uno
de los objetivos del diálogo hispano es el entretenimiento y la enseñanza y para ello
emplea las siguientes características:
 El diálogo consta de dos grandes partes: la presentación y la controversia. La
presentación cuenta los personajes, el lugar, el momento y el motivo de inicio,
además de contener, en ocasiones, un resumen de lo que va a pasar. La segunda
abre la posibilidad de enfrentar los argumentos, desde diversos puntos de vista
y que exista el diálogo.
 En los diálogos del siglo XVI predominan las enunciaciones dramáticas en las que
los interlocutores entran directamente en conversación creando un efecto de
verosimilitud y objetividad.
 El número de interlocutores es variado, pero para evitar la cacofonía se suelen
escindir en grupos menores siguiendo las normas de Horacio (Ars poética).
 En el Renacimiento los interlocutores se individualizan y se desarrollan los
aspectos ideológicos y afectivos de cada uno, su contexto, motivos de discusión
y reflexión.
 Predomina el tono afable y cooperativo.
 El punto de vista del autor se suele proyectar en la voz magisterial.
 Las coordenadas espaciotemporales no son obligatorias en un diálogo y cuando
se mencionan tienen una función conceptual y argumentativa, es decir, no
siempre son pertinentes para el desarrollo de los razonamientos.

28
 En el estilo se experimenta con la lengua vulgar y se adapta a las nociones y
polémicas generales al género específico, renunciando a la lengua de prestigio.
 La mezcla de la enseñanza y el deleite.
8.- Desarrollo del diálogo en España
La primeras realizaciones sigue los patrones humanísticos europeos que se escriben
durante la época del emperador, Carlos I, es decir, en el medio cortesano y en las
universidades. En el primer caso, destacamos a Francisco López de Villalobos y los
hermanos Valdés. En el medio universitario, destacamos a Fernán Pérez de Oliva que fue
rector de la Universidad de Salamanca o Cristóbal de Villalón. A mediados del siglo el
género ya se ha asentado y se escriben obras como Viaje a Turquía, así como muchas
otras de orientación didáctica, dado que la forma dialogística se ha impuesto
definitivamente al tratado bajomedieval. Su empuje y consolidación vienen
acompañados de una merma en su viveza y funcionalidad literaria y social. En los años
sesenta va perdiendo la orientación por su contacto con Luciano y se irán desterrando
temas candentes y problemáticos que resaltan más su constitución ciceroniana y su uso
en cauces exclusivamente expositivos y pedagógicos, entre las que se distinguen por su
notable altura intelectual y estética, De los nombres de Cristo de Luis de León.
Finalmente, cabe destacar en el género la figura de Alfonso de Valdés y la obra anónima
Viaje de Turquía.
9.- Los diálogos de Alfonso de Valdés
Alfonso de Valdés (1490-1532) fue cabeza de la facción erasmista en la corte y secretario
del Emperador Carlos I, redacto numerosas colecciones de escritos oficiales y cartas,
algunos de ellos de amplio calada político institucional. Su principal obra Diálogo de las
cosas ocurridas en Roma también fue conocida como Diálogo de Lactancio y arcediano,
además escribió Diálogo de Mercurio y Carón. Se cree que después de circular
manuscritos ambos fueron publicados juntos en Italia en 1529, ambos diálogos se
mueven en el plano de la ficción de la acción política de su autor, ya que atañen a temas
de actualidad en los que se debate sobre la acción de Carlos V, defendiendo la posición
del emperador, en ambos emplea información de la cancillería a la que tenía acceso por
su cargo.
 El Diálogo de las cosas ocurridas en Roma se debió escribir sobre 1527/28 y trata
sobre las tropas españolas y alemanas que saquearon Italia en tres días de
manera violenta la ciudad. Hecho que tuvo gran repercusión en Europa y que
generó en todo el continente un buen conjunto de textos de debate, entre los
que hay que situar el de Valdés.
 El Diálogo de Mercurio y Carón, nace tras las declaraciones de guerra de los reyes
de Inglaterra y Francia aliados hicieron contra Carlos I en enero de 1528 y la
redacción se extendió hasta principios del año siguiente.

29
Valdés indica sus fuentes en el prólogo (Luciano, Pontano y Erasmo), al que se le unen
las influencias de Danzas de la muerte.
10.- El Viaje de Turquía
Viaje de Turquía es una obra sobre la que hay muchas incertidumbres que se atribuye al
siglo XIX porque no figura como tal en los manuscritos y que ha sido atribuido a varios
autores como André Laguna. Cristóbal de Villalón y Juan de Ulloa Pereira. El diálogo está
protagonizado por tres personajes que tienen nombres folclóricos Pedro de Urdemalas,
Juan de Voto a Dios y Matalascallando y representan tres arquetipos del pícaro
vagabundo que sobrevive en los límites de la ley, engañando y urdiendo. La movilidad es
otra de las características de los personajes que se encuentran en la calle he inician una
larga conversación que se desarrolla en dos partes: Pedro cautivo en Constantinopla y
su fuga, y las descripciones de la vida de la sociedad turca. Se dice que hay una tercera
parte de la obra que contiene la historia del imperio otomano en forma de tratado
(Turcarum origo), aunque no se considera parte de la obra como tal porque daría una
idea equivocada de la misma. No obstante, se trata de una obra crítica que es reflejo de
los pensamientos de la sociedad del momento en forma de autobiografía dialogada que
permite al lector situarlo inmediatamente entre los géneros de la construcción literaria.
En ella se pueden apreciar las influencias de obras geográficas y enciclopédicas, italianas
y latinas, libros de sentencias y anécdotas, las obras de Antonio de Guevara o Pedro
Mexía (Silva de varia lección) y dos viajes a Alemania, así como Diálogo de la lengua de
Juan de Valdés.
11.- Las misceláneas, características del género
El género de las misceláneas fue creado por Pedro Mexía un sevillano de las élites
ciudadanas, dedicado a las letras y con una amplia cultura y escritor de Silva de varia
lección. La base fundamental del género era trasladar el romance a la lengua vulgar con
el propósito de entretener e instruir, según Castro, la miscelánea vino a colmar una de
las grandes aspiraciones del humanismo, lograr una literatura amena sin necesidad de
inventar mundos y personajes fantásticos que adulterasen la verdad histórica. Para ello,
emplean un estilo sencillo, natural, asequible y claro para poder llagar a todo el público.
Además, son composiciones breves que tratan temas, que no significa que no haya
ninguna relación entre temas contiguos y que los organizan con frecuencia por medio
de las concatenaciones o referencias cruzadas. Se redactan en tercera persona y, aunque
el actor se mantiene en segundo plan, escoge los temas, las fuentes, quien articula y
combina la información y además quien introduce comentarios y opiniones. Finalmente,
se considera que las misceláneas prepararon el camino al ensayismo francés de la
segunda mitad del siglo XVI.
12.- Las misceláneas, la Silva de varia lección de Pero Mexía
El género de las misceláneas fue creado por Pedro Mexía un sevillano de las élites
ciudadanas, dedicado a las letras y con una amplia cultura y escritor de Silva de varia

30
lección. La base fundamental del género era trasladar el romance a la lengua vulgar con
el propósito de entretener e instruir, según Castro, la miscelánea vino a colmar una de
las grandes aspiraciones del humanismo, lograr una literatura amena sin necesidad de
inventar mundos y personajes fantásticos que adulterasen la verdad histórica. Aspecto
que recoge el propio autor en el prólogo.
Así pues, estamos ante una obra compuesta por retales de textos clásicos o eruditos
autorizados y reconocidos en su prestigio, combinados por su variedad y traducidos al
castellano para hacer llegar la información a un público que no podría acceder de otra
forma a ese conocimiento. Es un género que solo es posible desde una clara conciencia
del potencial y valor de la difusión impresa y creado desde su concepción para las
prensas, a cuyos lectores se va adaptando, creciendo y ampliándose y que dio origen a
un género que su primera obra alcanzó un éxito fulminante de la que se hicieron 32
ediciones en castellano y 75 en lenguas extranjeras.
13.- Características generales de la prosa espiritual
La literatura espiritual, ascética y mística se conoció en España a partir del siglo XVI con el
desarrollo de la imprenta. Son numerosas las obras publicadas que se definen por sus temas y
subtemas, líneas de espiritualidad, finalidades, destinatarios o modos de uso hasta configurar
un panorama de alta especialización lectora. Así hay temas cristocéntricos o marianos con sus
propios subtemas, líneas de espiritualidad específicas de cada orden, con la finalidad de meditar,
aprender o conducir a la oración, otras destinadas específicamente a religiosos o laicos.
Menéndez Pelayo emplea el término “escuelas místicas” para clasificar a los autores según la
orden religiosa a la que pertenecía el autor (franciscanos, agustinos, dominicos…) y las que nacen
en el siglo XVI como carmelitas descalzos y jesuitas. Otros estudiosos como Pedro Sainz
Rodríguez y Melquíades de Andrés, prefieren seguir una división por etapas, ambos coinciden
en hacer de 1560 una fecha bisagra clave porque hasta entonces se crean las bases del género y
en adelante se manifiesta en toda su riqueza y originalidad. Por su parte, Jorge García López
divide esas dos fases en las obras de Francisco de Osuna y Teresa de Jesús. El clima que se vive
en la península durante el s. XV participa de las corrientes europeas de renovación y acusa
influencia de la devotio moderna, que se manifestará de forma acusada entre las órdenes
religiosas, que se inclinan por una vivencia más pura de las reglas que pretendían recuperar las
vivencias originales del cristianismo. Estas tensiones se plasmarán en las traducciones de libros
de carácter místico y en la proliferación de obras que expandir narrativamente la vida de Cristo
como: Contemptus mundi; Vita Christi de Ludolfo de Sajonia de fray Ambrosio de Montesinos;
Vita Christi de Francesc de Eiximenis. Además, este movimiento se caracteriza por una presencia
histórica de escritoras femeninas como Isabel de Villena, Ángela de Fulgino o Catalina de Siena,
santa Matilde o María de Santo Domingo autora del Libro de oración, sin dejar de lado a Teresa
de Jesús. Tras la fase de traducciones y adaptaciones de finales del siglo XV y principios del XVI,
el principal manual será Abecedario de Francisco de Osuna.
Durante el periodo de Inquisición se considera que hay un momento de protestantismo contra
los grupos espirituales, en la sombra se encuentran Lutero y Erasmo, y se comienzan a poner la
etiqueta de luteranos y alumbrados a esos grupos que parecen animar a las desviaciones

31
ortodoxas. En dicho periodo se publican los best-seller de Juan de Ávila o fray Luis de
Granada.
En 1560 los escritores se adaptan a luna ortodoxia cada vez más exigente, con métodos de
censura y control ideológico, la literatura piadosa emula cualitativamente el gran nivel de la
literatura profana, pero dentro de su propio horizonte, reelabora todo un mundo de imágenes y
doctrina que se acarrea en Tercer abecedario de Osuna, como resultado de una extraordinaria
riqueza estética. En este período escribe Teresa de Jesús sus libros, hacia 1578 san Juan de la
Cruz comienza su Cantico espiritual y en 1580 ven la luz obras clave como: De los nombres de
Cristo de fray Luis de León, de las Obras de la madre Teresa de Jesús; Introducción al símbolo de
la fe de Luis de Granada, y La conversación de la Magdalenta de Pedro Malón de Chaide.

14.- Teresa de Jesús: cronología de sus obras y autobiografismo


Teresa de Jesús desarrolla su literatura en un mundo donde las diferencias de género, nacer
mujer en el siglo XVI significaba no tener en principio acceso a la educación formal o superior y
apenas a la elemental. Así, Teresa se convierte en escritora a pesar de que no recibió una
educación superior y su obra será sospechosa de contener herejías o inutilidades, precisamente,
la autora consiguió construir una obra de gran originalidad, única dentro de la espiritualidad o la
literatura de la época a pesar de las dificultadas. El contenido de sus obras y la capacidad
intelectual o sensibilidad excepcionales, a pesar de que los discursos sociales carecían de valor
y eran arrinconadas hasta el olvido por tener autor tan desacreditado.
Teresa de Jesús fue una autora febril, rápida y que tomaba la pluma con constancia, bien para
mantener una extensa red de corresponsales o bien para atender a la formación de sus monjes
o para dejar constancia de la funcionalidad de sus obras. Escribe y reescribe, sus manuscritos
pasan entre su círculo más cercano, copiados por sus monjas que, además, los hacen circular,
con mediación de Ana de Jesús y el apoyo de la monarquía se encomienda a fray Luis de León
que prepare una edición con parte de sus textos y este hecho la consagra como autora. Así,
escribe en prosa a partir de 1562-64 Camino de perfección, Moradas del castillo interior (1577-
89) y Fundaciones (1573-82). En este tiempo compone también poemas y coplas sencillas que
se cantan en el período de recreación de la jornada conventual. La obra teresiana es imposible
separarla de la exposición de la vivencia espiritual de la doctrina y podemos separarla en obra
autobiográfica y aquellas que se centran en la enseñanza. Las obras doctrinales son Libro de la
vida (que plasma su doctrina en el desarrollo de una alegoría en torno al riego del huerto),
Camino de perfección (doctrina que se afina en la aproximación a la divinidad mediante tres
etapas: meditación, oración de recogimiento y unión) y Moradas del castillo interior (simboliza
el camino hacia la unión con dios haciendo referencia a las tres vías: purgativa, iluminativa y
unitiva). Las obras de carácter autobiográfico son Vida y Fundaciones. La primera tiene una
estructura confesional hiperdesarrollada, a través del hilo conductor de yo soy pecadora; la
segunda, responde a la voluntad de conservar la orden de las carmelitas.

15.- Cronología y estilo de las obras de Teresa de Jesús


Teresa de Jesús fue una autora febril, rápida y que tomaba la pluma con constancia, bien para
mantener una extensa red de corresponsales o bien para atender a la formación de sus monjes
o para dejar constancia de la funcionalidad de sus obras. Escribe y reescribe, sus manuscritos
pasan entre su círculo más cercano, copiados por sus monjas que, además, los hacen circular,

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con mediación de Ana de Jesús y el apoyo de la monarquía se encomienda a fray Luis de León
que prepare una edición con parte de sus textos y este hecho la consagra como autora. Así,
escribe en prosa a partir de 1562-64 Camino de perfección, Moradas del castillo interior (1577-
89) y Fundaciones (1573-82). En este tiempo compone también poemas y coplas sencillas que
se cantan en el período de recreación de la jornada conventual. La obra teresiana es imposible
separarla de la exposición de la vivencia espiritual de la doctrina y podemos separarla en obra
autobiográfica y aquellas que se centran en la enseñanza. Las obras doctrinales son Libro de la
vida (que plasma su doctrina en el desarrollo de una alegoría en torno al riego del huerto),
Camino de perfección (doctrina que se afina en la aproximación a la divinidad mediante tres
etapas: meditación, oración de recogimiento y unión) y Moradas del castillo interior (simboliza
el camino hacia la unión con dios haciendo referencia a las tres vías: purgativa, iluminativa y
unitiva). Las obras de carácter autobiográfico son Vida y Fundaciones. La primera tiene una
estructura confesional hiperdesarrollada, a través del hilo conductor de yo soy pecadora; la
segunda, responde a la voluntad de conservar la orden de las carmelitas.
El estilo está marcado por su condición de mujer, solo por el hecho de no haber recibido una
formación equiparable a los hombres y por la necesidad de adoptar contantemente un tono
cauteloso de duda y obediencia que recuerda en todo momento que sus escritos en ningún caso
pretenden desafiar al patriarcado, por ello aparecen afirmaciones como: “como soy necia” o
“poco entendida”; que se han atribuido a su sometimiento a Dios y a los hombres. Además, este
hecho hace que se mencione constantemente a sus hermanas monjas como destinatarias, de
esta manera asume la función de madre con sus hijas. En cuanto a las fuentes, a falta de una
educación formal bien planificada y rigurosa, sus modelos proceden en gran cantidad de lecturas
romances, de la Biblia o de Jerónimo, san Gregorio y san Agustín, aparte del recogimiento de
Juan de Ávila, Luis de Granada, san Pedro de Alcántara y Francisco de Osuna, además de haber
escuchado innumerables sermones de los que ha asimilado técnicas de expresividad afectiva y
el uso de un lenguaje coloquial. Son rasgos también el empleo de imágenes extraídas de su vida
cotidiana para explicar lo desconocido, las comparaciones originales, el recurso a la exclamación
que le permite compartir afectos y sentimientos, el uso de diminutivos que revelan afectividad
y cercanía, las construcciones sintácticas con incorrecciones propias del lenguaje oral
(anacolutos, elipsis, hipérbatos o faltas de concordancia, expresión de un pensamiento que
parece ir más rápido que la pluma).

33
TEMA 5. LA PROSA II
1.- La ficción como problema moral
El amplio panorama de la prosa de ficción del siglo XVI se viene explicando en la historiografía
española desde las marcas que establecen los géneros. Este sistema determina que las obras se
agrupan por géneros que comparten unos rasgos formales y temáticos. Dentro de cada conjunto
se considera que hay una o más que conforman el patrón genérico y que otras lo continúan,
modificándolo y transformándolo, hasta que llega a la desaparición por razones diversas, ya sea
por disolución, agotamiento de las posibilidades combinatorias o pérdida de conexión. Según la
teoría aristotélica de los géneros son la épica y con la tragedia las modalidades de la narración,
ambas representan hombres esforzados y se desarrollan a través de la fábula. Algunos teóricos
del Renacimiento distinguen entre la historia, la narratio probabilis y la fabulae licentiosae, esta
clasificación atiende a la finalidad de cada una de ellas y supone una gradación de mayor a peor,
en la que la última se considera la peor por tener la finalidad única de entretener. Luis Vives
considera que esta jerarquización puede considerarse común a los humanistas y teóricos del
Renacimiento para rechazar la ficción pura como mentirosa, a la par que para defender la historia
e intentar diferenciar una de otra. La crítica de ficción del siglo XVI puso en el foco los libros de
caballerías, debido a su popularidad y a que se trataban de obras que contaminaban, así
observaban que no había elementos que permitieran distinguir entre las crónicas y los libros de
caballerías, puesto que todos ellos eran en prosa, empleaban técnicas narrativas similares y
contaban con protagonistas heroicos. Ese es el arranque del Quijote: una mala interpretación de
la lectura puesto que entiende la historia fingida como si fuera verdadera. Además, los libros de
caballería se esforzaban en presentarse como historias verdaderas, traducidas de lengua exóticas
o adaptadas de antiguas originales. Por otro lado, la etopeya, la épica culta usando el verso, la
invención poética y una retórica ornamental compone hazañas verdaderas como las del Carlo
famoso de Luis Zapata, que exalta las hazañas de Carlos V.
Aunque no se escribió ninguna teoría de la ficción narrativa, los autores de uno y otro signo
defendieron sus propios intereses en prólogos y tratados varios. Los autores de libros de
caballerías y los de otras obras de ficción defendían la utilidad de sus propuestas, sus enseñanzas
y cómo debían entenderlos los lectores. A pesar de las críticas, no se impidieron los desarrollos
de la ficción, por más que se intentó censurar y vetar las obras, sátira que sobra la que habla
Cervantes, así, los moralistas procuran desviar a los lectores de su consumo y crearon conciencia
de la necesidad de acompañar los relatos de contenidos útiles o de defender sus obras con
paratextos, mostrando a los lectores cuáles eran los modos adecuados de interpretación de lo
narrado. Solo la novela bizantina gozó de prestigio y desde su comienzo fue considerada como
género de valor didáctico.

2.- Las continuaciones literarias en la ficción del siglo XVI


La prosa de ficción dependió estrechamente de la imprenta para su difusión, a la hora de
imprimir un texto se deben de tener en cuenta las implicaciones legales y económicas que
influyen en su existencia y determinan su circulación, contenidos y configuración literaria. En

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este marco de creación surge en España la secuela o la continuación, uno de los grandes
mecanismos de creación de obras literarias durante el siglo XVI y XVII. Así, Cárcel de amor,
Celestina, Lazarillo de Tormes, Diana, Guzmán de Alfarache y el Quijote serán algunas de las
novelas que contarán con secuelas y se conocerán entre sí, dado que aluden los unos a los otros
y comentan las obras de sus rivales y precursores en sus paratextos y escritos en los que se
observan reflexiones explícitas y alegóricas sobre los procedimientos y motivos de lectores y
escritores para las continuaciones literarias en dichas secuelas. Amadís de Gaula será la obra que
contará con más secuelas y que configuraron el panorama fundamental de la narrativa del siglo
XVI. De esta manera, definimos secuela como una obra cuyo autor decide crear a partir de otra,
prolongándola cuando el escritor del original la había dado por terminada. Esta obra debe de
presentarse siempre conectada a lo anterior y se produce por lo que se denomina expansión
estableciendo con el texto original una relación de reinterpretación y corrección a partir de
algunos de sus elementos o bien explicando los elementos que anteceden la obra o continuando
el relato. Consolación Baranda, considera que la secuela implica una interpretación del texto
original, aunque sea un texto independiente y comprensible sin necesidad de modelo, el
conocimiento de la obra original añade siempre una dimensión significativa diferente, la
enriquece. Así pues, llegamos a lo que se conoce como literatura cíclica, una forma de creación
que favorece especialmente las dobles lecturas, los sobreentendidos, el juego de complicidades
entre autor y receptor, su estructura y estilo, además, aparecen en la misma personales con los
mismo caracteres y relaciones respetadas más o menos de modo parcial.

3.- Las continuaciones celestinescas


La Celestina dado a sus propuestas literarias y atractivo no fueron ni mucho menos inmunes a
las continuaciones a lo largo de todo el siglo XVI o texto que querían volver la vista atrás a la
Celestina para reacciones a su mundo, ya sea reconvirtiéndolo moralmente, reactualizándolo
narrativamente o ampliándolo en sus dimensiones varias. Francisco Herrera denomina materia
celestinesca “material literario capaz de ser utilizado como tal en obras de diferente intención y
tendencia formal, que se congrega alrededor del personaje de la alcahueta y su mundo”. Se trata
de un elevado número de obras que establecen relaciones muy diferentes con la originaria. En
la relación al contenido: algunas siguen la línea cíclica directa, otras el mundo celestinesco de
alcahuetería o la prostitución como materia para su desarrollo. Algunas se sitúan en el eje de la
narrativa y otras en el potencial dramática, por otro lado, si tenemos en cuenta el tema resulta
difícil definir con cierto rigor los límites de lo celestinesco. Francisco Herrera clasifica en línea
cíclica: Auto de Traso (anónima), Segunda celestina de Feliciano de Silvia, Tercera Celestina
Gómez de Toledo, Tragicomedia de Lisandro y Roselia de Sancho de Muñón y Tragedia Policiana
de Sebastián Fernández; línea temprana (valenciano-romana): Comedia Thebaida (anónima),
Comedia Florinea de Juan Rodríguez Florián, La Doleria del sueño del mundo de Pedro Hurtado
de la Vera y La lena de Alonso Velázquez de Veleasco; la línea indirecta lejana: La hija de Celestina
de Alonso de Salas Barbadillo y La Doretea de Lope de Vega. En cuanto a las líneas teatrales
encontramos línea teatral mayor en la que encontramos Comedia Tesorina de Jaime de Huete,
Comedia Tidea de Francisco de las Natas, Auto de Clarindo de Antonio Díez y Comedia Pródiga
de Luis Miranda Placentino y la línea teatral menor Comedia salvage de Joaquín Romero de
Cepeda, Primer entremés de Selestina (Anónimo) y Famoso entremés de Celestina de Juan
Navarro de Espinosa. La literatura o materia celestinesca se define por su vinculación y
dependencia de una obra originaria lo que podría inducir a confusión haciendo creer que existe

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mucha similitud entre sus descendientes. La ampliación mundo de la Celestina se produce
principalmente en el grupo que Francisco Herrera denominada línea cíclica y se abre con Auto
de Traso que se desarrolla en torno al personaje de Centurio.

4.- La Segunda Celestina de Feliciano de Silva


La ampliación mundo de la Celestina se produce principalmente en el grupo que Francisco
Herrera denominada línea cíclica y se abre con Auto de Traso que se desarrolla en torno al
personaje de Centurio, en el auto es finalmente el asesino de Calisto. No obstante, la más
importante de las continuaciones directas fue la Segunda Celestina de Feliciano de Silva
publicada en Medina del Campo en 1534, no respeta en absoluto el original y que permite
rectificar los acontecimientos al afirmar que Celestina no había muerto, solo lo había fingido,
con lo que se desvirtúa todo el desenlace de la obra primitiva. La obra aprovecha el marco
argumental y formal proporcionado por la Tragicomedia de Rojas con una finalidad muy
diferente: exponen las distintas variedades del amor mediante la presentación de diversos casos,
hace un repaso a los estamentos o clases sociales desde la perspectiva de su correspondiente
concepción del amor. No es simplemente una imitación torpe e inconexa, su interés por abarcar
un gran número de situaciones, personajes, recursos lingüísticos, la relaciona con buena parte
de la literatura de ficción de la segunda mitad del siglo XVI. Una de las formas de dar coherencia
a la variedad de casos es mediante el paralelismo, así el objeto se duplica y se triplica gracias a
sus proyecciones y oposiciones. El juego de parejas, con sus simetrías y contrastes, responde a
este tipo de organización. Es la misma estructura que adoptarán los libros de pastores, en los
que la importancia de la pareja protagonista aparece difuminada. Reflejo del gusto renacentista
por lo múltiple, el auto lo hace desde una perspectiva optimista y desenfadada. Prueba de ello
es el desenlace feliz y la multitud de escenas cuyo propósito es provocar la risa de los receptores.
Tiene mayor interés el papel del humor como rasgo importante en la caracterización de los
personajes, aparecen las parodias litúrgicas que se transponen textos relacionado con la religión
en términos referentes a la bebida y a la sexualidad. Prosa rebuscada y difícil, gran variedad de
niveles de lengua, distintos registros lingüísticos, e incluso en portugués y palabras en italiano.

5.- La Lozana andaluza


Retrato de la Lozana andaluza de Francisco Delicado aparece a mediados del siglo XIX en un
impreso único que ha sido motivo de descalificaciones y controversias. Según Marcelino
Menéndez Pelayo, la condenaron por su inmoralidad y por ello apenas entraron en su análisis.
Hoy ha sido abordada y editada en numerosas ocasiones, aunque sigue siendo tema de debate,
por un lado, hay críticos que la relacionan con la Celestina, otros consideran que debe
entenderse fuera de su descendencia y relacionarse con la novela picaresca y por ende con el
Lazarillo. Otros lo han relacionado con la sátira menipea por su combinación con el diálogo y
narración, su hibridismo genérico que remite al tratado, el diálogo, la autobiografía o la epístola.
Por otro lado, debido al tema su vinculación con la literatura pornográfica o prostibular como la
Carajicomedia en España, ha sido otra de las valoraciones de los estudiosos. Así, la obra es una
biografía de la Lozana, una joven natural de Córdoba que por varios avatares llega a Roma a
ejercer la prostitución, explotando su belleza, su inteligencia y habilidades con la comida, los
afeites… para vivir libremente, sin depender de los hombres y para ello, el autor habla sobre sus
amantes y otros personajes hasta que se retira joven con su criado a la isla de Lípari. Así pues,
podemos dividir el relato en tres partes cada una de las partes compuestas por capítulos que el

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autor denomina mamotretos. Sin embargo, aunque predomine este procedimiento de diálogo,
no sistemático, en numerosas ocasiones aparece la voz narrativa impersonal. Con todo el
procedimiento lo que más sorprende es que el autor introduce dentro de la obra e interviene de
diversos modos: como personaje, otras veces se da a sí mismo la palabra para actuar como
narrador o el autor empírico (prologus), en el que el narrador y el autor personaje terminan
identificándose en el propio texto lo que provoca incongruencias compositivas entre los tiempos
y funciones y la fidelidad del retrato de Lozana. En cuanto al sentido de la obra resulta difícil
vincular la obra a un género, ya que, si el tema nos acerca a algunas obras, la forma y la estructura
nos alejan de ellas. Lo que sí se puede asegurar es que la obra nos presenta una crítica general.

6.- La novela bizantina en España


La novela bizantina es un género que se remonta a la antigüedad clásica y que tiene continuidad
a lo largo de la Edad Media. Son obras que narran la historia de una pareja de enamorados que
huyen de casa y se enfrentan a un mundo hostil, en buena medida separados, superando todo
tipo de adversidades hasta verse felizmente unidos. El Renacimiento acoge el género con una
genialidad prestigiosa y por ofrecer un modelo de narración que es a la vez atractiva para un
público amplio e idónea desde el punto de vista moral ya que une moralidad y place,
verosimilitud y ficción que hace de la novela bizantina un género que gozará de estatus social.
Por otro lado, se vincula con las fuentes grecolatinas por medio de traducciones de las obras
fundamentales de Heliodoro y Aquiles Tacio. España participó de este interés cultural, aunque
las versiones hoy conservadas son escasas. La edición de Aquiles Tacio Leucipe y Clifonte, tuvo
poco éxito y aunque se tradujo y adaptó, solo fue en dos ocasiones, su descendencia es la
adaptación parcial de la obra italiana de Lodovico Dolce de Núñez de Reinoso, Historia de los
amores de Clareo y Florisea y de los trabajos de Isea. El género renacentista establece lazos
directos con las fuentes clásicas de tradición medieval como Libro de Apolonio y textos de
tradición italiana que incorporan elementos estructurales y motivos de la narrativa bizantina
como la peregrinación amorosa, familiarizaron a los lectores con elementos fundamentales del
género y sirvieron a su aclimatación. Otra de las obras más representativas de la novela bizantina
en España es Selva de aventuras.

7.- Clareo y Florisea y los orígenes de la novela bizantina en España


Clareo y Florisea de Núñez de Reinoso fue la primera novela bizantina española y tuvo poca
repercusión o influencia en términos literarios. González Rovira considera que es uno de los
mejores exponentes de lo que los narradores humanistas consideraban la doctrina de la
imitación, ya que a partir de elementos de procedencia clásicos y modernos construye su novela
como una renovadora alternativa a los géneros de entretenimiento con un valor didáctico
indudable. La obra es una adaptación del libro de Aquile Tacio, pero el autor cambia el punto de
vista narrativo y confía la voz del narrador a Isea, que se caracteriza por la presencia reiterada
del ‘yo’ y la expresión patética. Este desplazamiento modifica el equilibrio entre personajes
“desde el íncipit, la sensibilidad de Isea invade la narración para infundir en el lector tanto la
simpatía como un clima de espera: sus desventuras y las sitúa en un camino de desesperanza.

8.- La Selva de Aventuras: versiones y sentido


La novela bizantina más importante del siglo XVI fue Selva de aventuras de Jerónimo de
Contreras publicada en Zaragoza en 1565 y reeditada cerca de 20 veces en medio siglo. La

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primera edición de la obra consta de siete libros, pero en 1582 la edición de Barcelona añade
dos libros nuevos, de modo que en adelante unas ediciones reproducirán Selva I y otras Selva II,
algunos críticos sugieren que este hecho fue promovido por la censura inquisitorial, mientras
que otros hablan de razones literarias. Así, para González Rovira se cambia la obra para potenciar
aspectos propios de la tradición bizantina como: una doble acción, el disfraz femenino, la defensa
de la castidad, la intervención de fuerzas sobrenaturales, los suelos premonitorios, la anagnóris
y el desenlace feliz. Estos elementos se fusionan con el estilo estético de Selva I, de modo que
se intensifican los valores morales y el viaje configura una experiencia formativa. Rasgos que
serán importantes para la creación del héroe barroco de la novela bizantina. En su primera
versión narra los viajes de Luzman, un joven sevillano desdeñado por su amada Arbolea inicia
una peregrinación por Italia hasta su regreso a Sevilla, esta obra tiene como objeto básico el
olvido lo que la relaciona con los héroes de la lírica amorosa (línea ovidiana-petrarquesca) y
personajes de la novela pastoril. Sin embargo, esta novela por hacer de Luzmán testigo, la
inclusión de poemas y representaciones que se atribuyen a la vocación didáctico-moral, ha
hecho que se excluya por la crítica de la novela bizantina. En la Selva II, Arbolea, que apena tiene
intervención al principio y otra al final de la primera versión, adopta un papel activo y sale a
buscar a Luzmán disfrazada de peregrino. Esta edición se sitúa en la época de Alfonso el Sabio
que termina con una anagnórisis de Luzmán y Arbolea que obtienen de su trabajo un matrimonio
cristiano.

9.- Los libros de pastores, características y obras


Los libros de pastores son aquellas obras de ficción que tienen como protagonistas a pastores
que pasan su día lamentando sus penas de amor, al son de un instrumento musical y olvidándose
del cuidado del ganado. Estos pastores son además filósofos, poetas y músicos por naturaleza y
cuyo sentido de la existencia es el amor neoplatónico (aman aunque no sean amados), es decir,
su objetivo es simplemente amar a la dama aunque esto implique sufrir, tal y como se explica en
Diana de Jorge de Montemayor. Otro de los aspectos esenciales de la novela pastoril es la
presencia y protagonismo de la naturaleza como un personaje más testigo de los lamentos de
los protagonistas y esencializada al más mínimo detalle de manera positiva. Así, el pastor
aparece refugiado bajo la sombra de un árbol a la orilla del río, un lugar ameno para desempeñar
el oficio de confesor. En cuanto a la estructura de este tipo de libros, son varios los argumentos
amorosos que se plantean y que se entrelazan para mantener el interés del lector, sí se puede
caracterizar el inicio in media res, tomado de las novelas bizantinas. Además, tampoco se
encuentran protagonistas únicos. Así pues, se considera un género de éxito con más de 20 títulos
entre los que encontramos: La Diana, La Galatea, La constante Amarilis o El pastor de Iberia.

10.- La Diana de Jorge Montemayor


A mediados del siglo XVI apareció en la prensa española un texto que ofrecía un nuevo
planteamiento al lector acosntumbrado a la lectura de los libros de caballerías que llevaba por
título Los siete libros de la Diana del portugués Jorge Montemayor y de gran éxito que llego a
contar con más de 30 ediciones, cuya original es de 1559. Así, la trama argumental de este libro
se organiza en siete libros de final abierto y que jamás fue terminado por el autor, y que viene a
contar la historia de un pastor infeliz (Sireno) que tras el regreso de un viaje obligado se entera
de que su amada se ha casado con Delio. Así, la historia del pastor se entrecruza con la de otros
pastores componiendo variopintas escenas de amor, todos ellos con la esperanza de hallar

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solución a sus problemas. Dicho argumento se agrupará en tres bloques (planteamiento de los
distintos problemas amorosos (libro I-III), visita al palacio de sabia Felicia (libro IV) y solución a
algunos de los problemas (libros V-VIII). Un libro que cuenta con más de cuarenta personajes y
que tendrá como temas el amor, el palacio de la sabia Felicia y la naturaleza y que. Además,
contará con numerosas continuaciones como los Ocho libros de la parte segunda de la Diana de
Alonso Pérez, Primera parte de la Diana enamorada. Cinco libros que prosiguen los siete de la
Diana de Jorge de Montemayor (Valencia, 1564) y La Diana de Montemayor nuevamente
compuesta por Jerónimo de Tejeda (Paris, 1627).

11.- El amor en La Diana de Jorge Montemayor


El amor es el tema principal de la obra por ser el sentimiento que mueve a los pastores en la
obra y que se describe de acuerdo a la teoría filosófica neoplatónica. Así, el amor es el
desencadenante de las diferentes tramas argumentales de la obra, motor de las acciones y de
los comportamientos de los protagonistas que los lleva a la muerte, a la ausencia u olvido, de los
personajes que habitan en los campos regados por el río Esla. Todos los pastores toman una
postura frente a este sentimiento, aunque sea para oponerse a él por ser víctimas de su poder y
testigos de sus efectos, ya que la obra dice que el amante está abocado al amor y no puede hacer
frente al sufrimiento que conlleva, se somete a sus designios con placer tal por ser el sufrimiento
ennoblecedor del amante, fuente que toma de Diálogo de amor. Finalmente, el amor idealizado
lleva consigo la guarda de la fidelidad y la castidad, valores que se exigen a los pastores en la
obra para poder acceder al palacio de Felicia, templo de la casta Diana, tal y como recoge su
inscripción en la entrada.

12.- Las continuaciones de La Diana


La obra de Jorge de Montemayor tuvo tal éxito que fueron varios los imitadores y continuadores
que quisieron dar un final atractivo a las parejas distantes, desenamoradas o imposibles. Así
pues, podemos hablar de tres continuaciones directas de la obra:

 Ocho libros de la parte segunda de la Diana de Alonso Pérez (Valencia, 1564), que se
considera un compendio de historias dispares alejadas a veces de lo pastoril y donde no
se encuentra el amor neoplatónico.
 Primera parte de la Diana enamorada. Cinco libros que prosiguen los siete dela Diana de
de Jorge Montemayor (Valencia, 1564). La obra más influyente fue la edición de Gil Polo,
que incluye numerosos casos de amor, para lo que se toma algunos personajes del
antecedente como Diana, con la intención que recoge en sus paratextos de hablar del
amor y prevenir de sus peligros. Lo que lleva que los conflictos no se resuelvan en el
palacio de Felicia por la magia, sino por la palabra y los desenlaces que se preparan para
ser naturales. Así, Gil Polo sostiene que la pasión debe estar sometida a la razón, que
lleva a abrir el género a la casualidad y verosimilitud.
 La Diana de Montemayor nuevamente compuesta por Jerónimo de Tejada (Paris, 1627)

13.- La novela morisca: origen y características


Resulta complicado de establecer las novelas moriscas dentro de un género por resultar tan
dispares y escasas. No obstante, podemos hablar del Abencerraje (1561) y Ozmín y Daraja (1599)
como obras con contenido y aspectos formales similares. Otras dos de Ginés Pérez de Hita.

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Coinciden en el tema del moro idealizado, aunque su tratamiento estructural y formal es distinto
Primera parte de las guerras civiles de Granada (1595) y Segunda parte (1619).
Como aspectos comunes a estas obras podemos hablar de la presencia de personajes
musulmanes que viven en la Península en contacto con los cristianos. Además, no hay diferencia
entre los conceptos caballerescos o amorosos de la antología poética de Pedro Espinosa de la
misma época y el romancero morisco, pero si la hay en el atuendo, ya que en estás están
preciosistamente embellecidas por la idealización de los personajes y su cultura denominada
maurofilia literaria que tiene su fundamento en la convivencia que se produjo durante la época
de Reconquista. En medio de un clima de hostilidad por la expulsión de Granada de los moriscos
(1569), surge el Abencerraje, primera novela morisca que marcará las siguientes características:
 Obras generalmente breves, que por esta razón se publican exentas, a excepción de
Guerras de Granada.
 Pretenden reflejar realidades históricas que dan lugar a un extenso marco de personajes
y que relacionan las aventuras con conflictos reales.
 Retroceden al pasado cercano, anterior a 1492, haciendo realista el escenario geográfico
que dota a los espacios locales de una belleza exótica idealizada.
 Los elementos realistas se combinan con otros que proceden de realidades literarias
predominantes como: los referentes a la antigüedad clásica, los valores morales de la
sociedad cristiana renacentista.
 Protagonistas idealizados de la más alta nobleza granadina que comparten los valores
caballerescos del siglo XVI, que hace que el relato se desarrolle en el eje de amor-
aventuras.
 Finalidad ejemplarizante.

14.- Abindarráez y la hermosa Jarifa: versiones y fuentes


Fue la primera novela morisca de extensión breve que se difundió como un relato inserto dentro
de obras más extensas, lo que marcó su formalización y de la cual se conocen tres versiones
impresas muy próximas entre sí que responden a tres idearios literarios diferentes. Así, son obras
que parten de un mismo argumento que sufren reelaboraciones conforme al usus scribendi,
tanto en la estructura interna como en el tratamiento de los motivos, disposición sintáctica de
los párrafos y el léxico.
La primera de las versiones, la cronística, Parte de la corónica del ínclito infante don Fernando
que ganó a Antequera, de cuya obra se ofrecen pistas sobre el autor dirigiéndolo hacia Jerónimo
Jiménez Dembún, un noble aragonés que tenía una corte señorial en el valle del Jalón durante
los conflictos de 1559-61. El relato presenta una obra, como una verdadera crónica y cuya versión
primitiva fue ensamblada por con elementos de la narrativa caballeresca y pastoril, que trata
además del amor y aventuras y atiende a las concepciones éticas de honor y un acercamiento
liberal a las relaciones de musulmanes-cristianos (valores cívicos de tolerancia, ejemplaridad y
lealtad).
La segunda versión se inserta en la Diana de Jorge de Montemayor que se insertó a partir de la
edición de Valladolid (1562), que nos lleva a pensar que el autor en momentos anteriores a su
muerte preparó una nueva versión del Abencerraje, que constituía una sabrosa novedad

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editorial que sirvió para incrementar dos o tres años más de exitosa circulación impresa de la
Diana, al contener esta nueva Crónica.
La última de las versiones fue incluida en el Inventario de Antonio de Antonio de Villegas,
impreso en Medina del Campo en 1565, después de las dos versiones anteriores. La obra del
Inventario es un compendio de poemas del autor escritos durante un período de tiempo y que
se reconfiguran para actualizarlos y se le añaden dos obras en prosa: Ausencia y soledad de amor
y Abencerraje; esta última surge de la modificación de los dos textos anteriores y que hoy resulta
la preferida por la crítica y que sirve de fuente directa para autores como Lope de Vega.

15.- Génesis, autor y fecha de composición de El Lazarillo de Tormes


En 1554 aparece en tres ciudades diferentes las tres primeras ediciones impresas del Lazarillo
que para la crítica son independientes entre sí, teniendo en mayor consideración la edición
nacida en Burgos que guardaría relación directa con y estrecha con una hipotética edición. Otros
autores como Francisco Rico y Alberto Blecua sostienen que la edición prínceps ha de situarse
en torno a 1552. Mientras que Caso González señaló el carácter tradicional que hubo de tener
la obra en la primera fase de evolución, antes de aparecer impresa así se explica las variantes e
interpolaciones propias de toda literatura tradicional. Así pues, la obra de 1554 fue precedida de
ediciones hoy perdidas y de una fase previa manuscrita.
En lo que se refiere al problema de la autoría corrió parejo al tema de la génesis. Las
características de la obra exigen un autor humanista, vinculado al erasmismo o movimientos
afines. Así, la nómina de autores que recogen estas características colocan en el panorama de la
autoría a; Juan de Ortega, Hurtado de Mendoza, Sebastián Horozco, los hermanos Valdés o Lope
de Rueda. A pesar de los muchos argumentos que avalan a cada una de las hipótesis, podemos
considerarla como una novela anónima.

16.- Significación literaria de El Lazarillo de Tormes


La forma autobiográfica será una de las principales características de la literatura picaresca y por
ende del Lazarillo, para ello, toma como modelo la carta de coloquio, frecuente en el siglo XVI,
que advierte un estilo desenfadado y con una retórica conocida como artes dictaminis.
En cuanto a la estructura externa de la obra es irregular, la extensión de los tratados es desigual
y la brevedad de algunos ha hecho pensar a la crítica que se trata de una obra inacabada y
pendiente de desarrollar, otros, sin embargo, lo ven como una actitud expurgatoria de la
Inquisición. No obstante, una parte de la crítica considera la variabilidad de los tratados como
algo positivo y hay que verlo desde la perspectiva del hoy del Tratado VII, de ahí que unos estén
más desarrollados que otros en función de la explicación del caso, punto de partida del todo el
relato que hace que el autor solo se detenga en aquellos pasajes que tienen un propósito. Otra
explicación puede tener que ver con la consideración de la obra en su fase original o que durante
el periodo de circulación como manuscrito haya adoptado una estructura abierta que permitía
las aportaciones de otros.
La estructura interna de la obra, varía atendiendo a la perspectiva que tome el autor, así
podemos hablar de un “ahora” y un “antes”, así pues, Lázaro dirige su relato hacia “Vuestra
Merced” a quién cuenta el caso que conforma el núcleo de la organización narrativo “las dudosas
relaciones de la mujer de Lázaro con el Arcipreste de Sant Salvador. Así, Lázaro cuenta su “caso”
para justificar su situación honrosa, tratando de justificar una conducta moral muy particular que

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Lázaro aprendió de su madre “arrimarse a los “buenos””, que adquiere una versión pragmática,
“buenos” son aquellos que le ayudan a subsistir.
En cuanto al autor, toma una estructura ternaria, que se manifiesta en varios niveles de
significación, haciendo del protagonista, autor, narrador y personaje, que hace de sus sucesos
vitales un proceso educativo. Así, la obra abarca dos planos narrativos del autor y el de
protagonista, dos planos que se manifiestan en la ironía que hace que Lázaro cuente su vida
como un triunfo, aunque el autor piense todo lo contrario. Para ello, se emplea un estilo “stylus
humilis”, y es que el autor pide disculpa por su grosero estilo que lleva al autor a escoger las
normas de la poética del estilo bajo. Intentando que la lengua sea un reflejo del fondo social
(vulgarismos y estilo coloquial, empleo de la hipérbole y la ironía)

17.- Significación ideológica de El Lazarillo de Tormes


La crítica se mueve entre la crisis del erasmismo como soporte ideológico de la obra o la sátira
anticlerical procedente de la tradición medieval. Esta última aportación de Bataillon, acepta que
el erasmismo contribuye a crear la atmósfera en la que surge en Lazarillo. Más adelante, la crítica
considera la existencia de una fase tradicional en la génesis de la obra, una etapa en la que el
Lázaro primitivo sí pudiera esta infeccionado de erasmismo, un aspecto que el autor definitivo
respetó al incluir un tratado de claras referencias al erasmismo, como era el tema de las bulas y
otras formas de religiosidad externa. Ya sea en la primera etapa o más adelante, está clara la
influencia erasmista o corrientes afines como los alumbrados, posición más generalizada entre
la crítica más actual. Junto al tema religioso, el tema de la honra es otro de los núcleos
ideológicos de la obra, el concepto de la honra está relacionada con lo económico, así, la honra
es para Lázaro algo de provecho, que en su proceso educativo lo orienta hacia un tipo de honra
que le mueve a justificar su caso por el que comparte a su esposa con el clérigo, renunciando a
la honra de la opinión pública.

18.- Las fuentes de El Lazarillo de Tormes


El problema de las fuentes del Lazarillo viene desde la antigüedad y se relaciona con los relatos
de la tradición popular. Hay autores como Carreter y Rico, que han considerado relacionarla con
diferentes aspectos de la tradición popular, así, el tratado del ciego se ha relacionado con “Le
garçon et l’aveugle”, la gran calabazada de Lázaro con el todo de piedras es un elemento
folclórico. Su relación con el Asno de oro, también es popular e incluso con la Celestina en el
“Tratado de Centurio”. El propio Lázaro como mozo del ciego pertenece a la tradición popular
propiamente dicha e incluso hay pasajes que se relacionan con La lozana andaluza.
Con todo, las coincidencias del Lazarillo con estas tradiciones no condicionaron el relato de la
novela, su tratamiento es diferente, estos materiales tradicionales, lleguen de donde lleguen, de
la literatura o de la realidad, y otra coincidan con las imágenes habituales en la época, ora las
contradigan, todos mudan profundamente de sentido. De piezas sueltas de un mundo
desordenado, pasan a ser partes orgánicas de un universo: de un personaje y del horizonte que
avista.

19.- El Lazarillo de Tormes y el realismo social


Una parte de la crítica relaciona el relato con lo que más adelante serán cuadros costumbristas,
donde el protagonista se sirve de una sucesión de personajes representativos de la sociedad
española del s. XVI. Así, son muchos los trabajos que ha incidido en presentar toda la novela

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picaresca como un reflejo de la sociedad española de los siglos XVI y XVII: el problema de la
mendicidad, la barraganía clerical, el resurgimiento de determinados privilegios nobiliarios o el
pluralismo de empleos por donde va pasando pícaro que son reflejo de la naturaleza social.
Bataillon sostiene el realismo de la obra, pero no fotográfico, sino a la manera del siglo XIX, es
decir, desde la perspectiva de un libro que pretende divertir, similitud que comparte con Libro
de Buen Amor, lo que dota a la obra de verosimilitud narrativa. Francisco de Rico plantea distintos
niveles el genérico y retratar a un hombre. No faltan críticos que se acercan a las claves
simbólicas de determinados vocablos como pan, vino y carne, una significación connotativa de
naturaleza erótico-simbólica.

TEMA 6. LA PROSA III. LOS LIBROS DE CABALLERÍAS. EL QUIJOTE


1.- Orígenes de la literatura caballeresca
La literatura caballeresca tiene su origen en la literatura artúrica de la Edad Media (siglo XII),
textos cronísticos latinos inicialmente y con obras en lenguas romance escritas en Francia. Estas
obras tuvieron gran éxito y se difundieron por toda Europa, dando lugar a traducciones,
versiones y continuaciones en cada país. A España llegaron en el XIII y antes de 1350, tomando
modelo la historia de Lanzarote y Amadis de Gaula. El Amadis primitivo han llegado más que
unos pocos folios de principios del siglo XIV por lo que para conocerlos tenemos que recurrir a
las citas de otros autores y a la refundición del Amadis primitivo hecha por Garci Rodríguez de
Montalvo a finales del siglo XV. Su desarrollo ha dado lugar a que Amadis de Gaula de buena
idea de cuál es la trama básica de los libros de caballerías, aquellos que giran en torno a un
caballero principal que es un estereotipo que reúne los rasgos positivos de la belleza, fuerza física
y las virtudes y en cuya correspondencia está su dama, la más hermosa, noble y fiel de las
mujeres.

2.- Técnicas de estructuración del relato en los libros de caballerías


Su desarrollo ha dado lugar a que Amadis de Gaula de buena idea de cuál es la trama básica de
los libros de caballerías, aquellos que giran en torno a un caballero principal que es un
estereotipo que reúne los rasgos positivos de la belleza, fuerza física y las virtudes y en cuya
correspondencia está su dama, la más hermosa, noble y fiel de las mujeres. Así, los protagonistas
ocupan la cúspide en una jerarquía en la que se sitúan el resto de caballeros y damas que toman
parte en la trama. El caballero está acompañado por un fiel escudero que comparte sus
aventuras y le ayuda. Por otro lado, todos los personajes se sitúan en el mundo dividido entre
buenos y malos, cristianos y paganos o musulmanes, y las aventuras tienen muchas veces tintes
mágicos e incluso a veces alcanzan los tintes religiosos. En definitiva, representan siempre la
eterna lucha entre el bien y el mal.

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Estructuralmente, para manejar dicha trama compleja es característica la técnica del
entrelazamiento, aunque también se puede usar la estructura sarta (una aventura sigue a otra)
cuando hay un solo caballero o en bloques compactos dedicados cada uno a un caballero cuando
son varios. Otro de los rasgos característicos del género es la existencia de un trasladador o
traductor inscrito en el texto con el que se identifica el autor, de modo que las obras nunca se
presentan como originales o invenciones, sino como traslados de crónicas antiguas, adoptando
de este modo una apariencia convencional de crónica o historia verdadera, ya que sus fuentes
son remotas, pero retratan una realidad anterior. Por ejemplo, Cristalián de España de Beatriz
Bernal dice haber encontrado el libro en una tumba antigua y haberlo copiado; Paéz de Ribera,
autor de Florisando dice que traduce del toscano una obra que a su vez había sido traducida al
griego. Este artificio puede llegar a integrar al autor como personaje de una aventura y será el
que parodie Cervantes a través de Cide Hamete Benengeli.

3.- Éxito y evolución de los libros de caballerías durante el siglo


XVI
El éxito de Amadis de Gaula reformado por Montalvo e impreso dio lugar a toda la gran eclosión
del género de los libros de caballería, que sería denunciada siglos después por El Quijote. Uno
de los éxitos de la obra será la alternancia cumbre-abismo, que se desarrolla introduciendo el
desenlace feliz de un conflicto resuelto. Esta técnica puede crear historias sin fin y así lo hizo,
hecho del que se aprovechó Las Sergas de Esplandián con las aventuras de los hijos de Amadís
escrita por Rodríguez de Montalvo. Los palmerines serán obras caballerescas igual de
importantes con Palmerín de Olivia, Primaleón, Platir…
Aunque la continuación de las obras a través de los descendientes fue una de las técnicas más
empleadas, también aparecerán obras independientes abiertas a la continuación, hecho que no
significa que sigan los patrones de la literatura caballeresca, lo que nos lleva a tres líneas de
desarrollo: la primera Amadis de Gaula, la segunda, propuesta por las sergas de Esplandián
continuada en Florisando. Se caracteriza por tener aventuras verosímiles, una fantasía atenuada,
caballeros menos idealizados y sobre todo por buscar una intención didáctica aumentando el
contenido moralizante. La tercera tiene su máxima representación en Feliciano de Silva, con el
cual el género atrae historias de otras formas de ficción, principalmente sentimental y de la
pastoril, mezclando las posibles aventuras y los amores para crear una ficción pura en busca de
un público lo más amplio posible,
Los libros de caballerías eran para humanistas y moralistas el máximo ejemplo de lo que no debía
ser literatura, así cuando se condena la lectura de evasión raro es que aparezcan mencionadas
estas obras, un indicio más de su éxito, superior con mucho a cualquier otra forma de ficción.
Aunque inicialmente la crítica consideraba que eran las clases altas los lectores preferentes de
este género a causa de la extensión de las obras y su precio, esta visión hoy se ha modificado
mucho, porque los libros no solo se comparaban para leerlos de forma personal, sino que se
alquilaban, se leían en voz alta, se recitaban y ya viejos tenían precios mucho más asequibles.

4.- Fuentes e influencias del Quijote (primera parte)


Al ser una obra que parodia los libros de caballerías es inevitable pensar que fueron su gran
influencia; Amadis de Gaula, Tirante el Blaco, Amadís de Grecia. Muchos son mencionados en la
obra, tanto en la destrucción de las obras después de la primera salida, como por el protagonista

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que ve en cada situación del camino una semejanza con algún pasaje ya leído. Aunque se ha
buscado información sobre alguien enfermo del mismo delirio del Quijote que Cervantes hubiera
usado para su obra, no se ha hallado nada relevante. Menéndez Pidal encontró influencias
italianas como el Orlando Furioso, o una novela de Franco Sachetti, en la que el personaje imita
el modelo caballeresco y sale en busca de aventuras, y acaba teniendo el mismo destino que
Don Quijote. También se percibe en la obra crítica al romancero nuevo y a Lope de Vega. Se
percibe también influencia de Erasmo para la relación del personaje con la realidad y poemas de
Teófilo que son el precedente de la parodia. La descripción de la locura puede estar inspirada en
la obra Examen de ingenios de Juan de Huarte de San Juan.

5.- Génesis del Quijote (segunda parte)


Surge diez años después de la primera parte, en 1615. En el prólogo de Novelas ejemplares
(1613) menciona que va a publicar la continuación del Quijote. En el verano de 1614 se publica
una segunda parte no autorizada por parte de Alonso Fernández de Avellaneda que critica a
Cervantes y elogia a Lope. Esto enfada Cervantes que acaba publicando la segunda parte en
1615. Cervantes menciona esa obra en la segunda parte, haciendo encontrar al protagonista con
un personaje de la obra de Avellaneda, y le dice que el otro Quijote no se parece en nada a ella.
Se sospecha que Cervantes conocía la otra obra, e incluso insertó capítulos en ella. La obra tuvo
buena acogida y también fue traducida a otros idiomas.

6.- El Quijote: construcción narrativa


Se narra en tercera persona, que el lector identifica con el autor, que conoce muchos detalles,
pero ignora otros muy importantes como el nombre del protagonista. Aparentemente, el autor
se basa en documentos encontrados sin acabar o en textos escritos por el autor árabe Cide
Hamate Benengeli, que él traduce e inserta opiniones propias. Esto no es más que una parodia
de esa búsqueda de credibilidad típicas de los libros de caballerías en los que el autor simulaba
el hallazgo de un manuscrito. El autor elabora un texto de apariencia descuidada, de una
aparente redacción precipitada creando un relato ambiguo y poco fiable, como se puede
apreciar en los diferentes nombres que Cervantes da a la mujer de Sancho: Juana, Mari o Teresa.
Una técnica usada por Cervantes es la del suspense y ocultamiento. Así lo hace en un capítulo
nocturno, de ruidos extraños, que se desvela su causa al llegar la mañana. Técnica que también
se ve en otros episodios de la segunda parte.

7.- La caracterización de don Quijote


Cervantes hace una descripción ágil y temprana del personaje en el primer capítulo y lo describe
como un hidalgo manchego, sin obligaciones, entregado a la lectura, pacífico y razonable, que
se siente subyugado por las lecturas de los libros de caballerías. La locura le permite salir de su
vida anodina, y es descrito de tal manera que sus lectores pueden reírse de él al sentirlo inferior
por las torpezas que comete. Ballester ve en esta locura, una necesidad de juego y ocio, una
necesidad que para un niño se vería como un juego en un adulto en un episodio de locura. Desde
el principio de la obra se ve el choque entre lo que cree ver el personaje y la realidad, creando
situaciones cómicas, de las que don Quijote no sale bien parado. En la segunda parte, muchos
personajes conocen el problema del hidalgo, y usan su locura para su beneficio o diversión.
Cuando comienza a ver la realidad tal y como es, el mismo personaje busca una explicación
maravillosa, como el motivo de la fealdad de Dulcinea. Hay incluso un momento que lo llevan a

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un palacio haciéndole creer de verdad en toda la obra que es un caballero andante. A medida
que avanza la obra el personaje va recobrando la cordura, haciéndose más complejo y verosímil.
Todo esto, sin perder la bondad, que es también admirada por Sancho, que le hace seguirlo en
todas sus locuras.

8.- La caracterización de Sancho


El propio Cervantes considera muy importante la presencia del escudero. Su incorporación
mejora la obra. Es el contrapunto de don Quijote en cuanto al físico, actitud, cultura,
responsabilidades… Además, no deforma la realidad y es un personaje realista, pero, a su vez,
tiene un componente de locura, al abandonar todo por seguir a un vecino loco, y todo hace ver
que lo hace por romper al igual que el protagonista, con su propia rutina. Durante el viaje, Sancho
parece participar de la locura de don Quijote, aun sin confundir la realidad (ve molinos y ovejas,
por ejemplo), y se rebela contra la caballería cuando la situación es desafortunada. Esto supone
una contradicción continua en la lectura de la obra ya que, a pesar de todo continúa con él.
Muchas veces es obligado por las circunstancias a aceptar la realidad, y otras, sigue al hidalgo.
Al final, no deja de ser la historia de una amistad entre dos personajes muy diferentes y que se
complementan.

9.- Personajes secundarios del Quijote


Los personajes secundarios de la obra están en segundo plano, ya que don Quijote y Sancho
ocupan el primer plano. Aunque los caracterizan muy bien, los personajes de las historias
paralelas son más planos, perfectos, repletos de valores, similares a las novelas pastoriles o
italianas. Cuando más cercanos sean los personajes secundarios a los protagonistas, más
realistas y mejor caracterizados están, con personalidades más complejas, cercanas a las
personas reales. Incluso, se percibe un lenguaje más coloquial en los personajes que se
encuentra, que los que aparecen en las historietas que se narran en medio. Así la mujer de
Sancho y los más cercanos a don Quijote tienen un retrato más realista que Marcela o Galatea.
Con tantos personajes que contactan una y otra vez con caballero y escudero, se convierte en
una obra coral creándose un muy buen retrato de la España del momento con ironía y humor.

10.- La manipulación del tiempo en el Quijote


Las tres salidas de don Quijote se realizan en verano, posiblemente, en contrapunto de los libros
de caballerías donde siempre pasaba todo en primavera. Lo curioso, es que vemos avanzar el
tiempo, pero nunca deja de ser verano. Comienza en Julio, pasan semanas e incluso se describe
un mes de espera entre el final de la primera parte y la salida de la segunda y vuelve a ser verano.
En otro fragmento, avanzando el verano, se vuelve a la noche de San Juan. No solo hay lapsus en
los meses, también en los años. Cervantes publica la obra en 1605, y aparentemente la historia
sucede antes, pero se llega a mencionar el 1614, saltándose Cervantes casi 10 años. Algunos
creen que estos errores de Cervantes eran intencionados, otros que el autor no daba excesiva
importancia a las fechas y no se creía que sus lectores tuvieran la suficiente memoria para
recordarlas. Si fuera así, demostraría que Cervantes nunca llegó a sospechar el alcance que
tendría su novela, la cual ha sido analizada en multitud de ocasiones por expertos, pudiendo
descubrir estos posibles olvidos literarios.

11.- Comicidad y humor en el Quijote

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Es una novela paródica que busca el ridículo de los libros de caballerías y posee una comicidad
que va cambiando a lo largo de la obra, ya que desde el principio los personajes principales se
muestran ridículos; nos sentimos superiores ante la lectura, pero estos personajes van
evolucionando, siendo muy similares al ser humano. El modo en el que intentan hacer que la
realidad que ven se asemeje a lo que ellos quieren ver hace que caigan en situaciones cómicas,
pero también les hace evolucionar y los hace semejantes al ser humano, lo que acaba
provocando en el lector comprensión y ternura. Algo más cercano al humor que a la comicidad.

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