Está en la página 1de 13

Cuadernos de Historia de Honduras Cuadernos de Historia de Honduras Vol.1, núm.

1 Enero-diciembre, 2021

Volúmen 1, año 1, 2021


INDICE
Autoridades Universitarias
Rector
Francisco Herrera
Presentación I
Vice-rectora académica
Belinda Flores de Mendoza
Sinvergüenza y Bandido: honor masculino en la sociedad hondureña de
Vicerrector de orientación y
asuntos estudiantiles
finales del siglo XIX por Emilson José Blanco Morazán 1
Ayax Irías
Directora de UNAH-TEC Danlí Antecedentes a la profesionalización de la partería en Honduras,
Carla Lizzeth Garcés 1882-1920 por Daniela Lisbeeth Núñez 12
Jefe del Departamento de Ciencias
Sociales de UNAH-TEC Danlí
Carlos Fernando Merlo El arquitecto Fernando Pineda Ugarte y sus obras en Tegucigalpa
por Jorge Alberto Amaya Banegas 19
Equipo editorial de la revista
“Cuadernos de Historia de Honduras” Crónicas del intento unionista federal de Centroamérica (1921)
Director por Ariel Bardales Ponce y Marvin Lemus Rivas 26
Julio José Sevilla Galeano
Editor en jefe El primer Partido Comunista de Honduras (1927-35): organización, La
José Manuel Cardona Amaya Comintern, antiimperialismo y actores de la época por Josue Sevilla 38
Consejo Editorial
Pavel Henríquez (UNAH-VS) Infiltración de la célula comunista hondureña en México por la policía
Marvin Nahum Lemus Rivas (UNAH-CU) secreta de Tiburcio Carías Andino (1940) por José Manuel Cardona 51
Moises Enoc Mayorquín García (SGAG-UNAH)
Joel Barahona (CAC-UNAH)
La publicación de revistas culturales de mujeres en Honduras
Coordinador
Marcio David Matute (1932-1948) por Gabriela Eunice Ardón Jímenez 58
Diagramación y diseño Marta Raudales Alvarado de Midence: su pensamiento político
José Manuel Cardona Amaya (1950-1955) por Harrison Joel Guzmán Almendares 70
¿Construcción de un proyecto cultural intibucano en la década de 1960? Una
Cuadernos de Historia de Honduras es una
aproximación a los quincenarios Antorcha Intibucana y El Agro Intibucano
revista anual, adscrita al centro universita-
rio UNAH-TEC Danlí, que publica artículos por Robin Cruz del Cid 77
de investigación histórica exclusivamente
sobre Honduras. Su convocatoria es abierta Las Escuelas Radiofónicas Suyapa, una alternativa para la alfabetización de
durante todos los meses del año. Los artícu- los campesinos del Sur de Honduras 1962 – 1975 por Josue Flores Osorto 85
los son sometidos a una revisión por pares
con base en una rúbrica de evaluación y dic-
taminados por el Consejo Editorial. Se pú-
blica en el mes de octubre.
Cuadernos de Historia de Honduras Vol.1, núm.1 Enero-diciembre, 2021

INDICE
Presentación I
Sinvergüenza y Bandido: honor masculino en la sociedad hondureña de
finales del siglo XIX por Emilson José Blanco Morazán 1
Antecedentes a la profesionalización de la partería en Honduras,
1882-1920 por Daniela Lisbeeth Núñez 12

El arquitecto Fernando Pineda Ugarte y sus obras en Tegucigalpa


por Jorge Alberto Amaya Banegas 19
Crónicas del intento unionista federal de Centroamérica (1921)
por Ariel Bardales Ponce y Marvin Lemus Rivas 26
El primer Partido Comunista de Honduras (1927-35): organización, La
Comintern, antiimperialismo y actores de la época por Josue Sevilla 38
Infiltración de la célula comunista hondureña en México por la policía
secreta de Tiburcio Carías Andino (1940) por José Manuel Cardona 51
La publicación de revistas culturales de mujeres en Honduras
(1932-1948) por Gabriela Eunice Ardón Jímenez 58
Marta Raudales Alvarado de Midence: su pensamiento político
(1950-1955) por Harrison Joel Guzmán Almendares 70
¿Construcción de un proyecto cultural intibucano en la década de 1960? Una
aproximación a los quincenarios Antorcha Intibucana y El Agro Intibucano
por Robin Cruz del Cid 77
Las Escuelas Radiofónicas Suyapa, una alternativa para la alfabetización de
los campesinos del Sur de Honduras 1962 – 1975 por Josue Flores Osorto 85
Cuadernos de Historia de Honduras Vol.1, núm.1 Enero-diciembre, 2021

Presentación
El departamento de Ciencias Sociales de la Univer-
sidad Nacional Autónoma de Honduras Tecnológi-
co Danlí (UNAH-TEC-DANLÍ) tiene el agrado de
presentar el primer número de la revista Cuader-
nos de Historia de Honduras. Esta revista tiene una
publicación anual y surge como una iniciativa de
conformar un espacio de divulgación sobre inves-
tigaciones referentes a la historia de Honduras.

En este primer número, contamos con trabajos que


desde las perspectivas de la historia cultural y de
género se encargan de abordar la conformación de
las masculinidades en Honduras, la profesionaliza-
ción de la partería y la publicación de revistas de
difusión literaria por mujeres durante el siglo XX.
Emilson José Blanco nos ofrece una mirada al ho-
nor masculino en la sociedad hondureña de finales
del siglo XIX a partir de la construcción discursiva
del honor y las masculinidades como un bien patri-
monial de género.

Por su parte Daniela Nuñez presenta los antece-


dentes a la profesionalización de la partería (1882-
1920) como un estudio que busca explorar la in-
cidencia de la institucionalización de la medicina
moderna dentro de la Universidad Central y su
impacto a la práctica de la partería. La publica-
ción de revistas culturales por mujeres en Hondu-
ras (1932-1948) es el trabajo de Gabriela Eunice
Ardón, quien nos describe la importancia que tuvo
la educación y la cultura impresa de finales del
siglo XX en la difusión de revistas dirigidas por
mujeres. Harrison Almendares Guzmán realiza un
homenaje a Marta Raudales Alvarado de Midence
y su pensamiento político entre los años de 1950-
1955 tomando como fuente los discursos en los
Comité Liberales Femeninos y los estatutos de la
Asociación de Mujeres Universitarias Hondureñas.

En este primer número también se abordan temas


relacionados con el imaginario nacional, las identi-
dades locales, la historia de la prensa y la difusión
cultural. Jorge Amaya hace un homenaje al arqui-
tecto don Fernando Pineda Ugarte (1894-1993) a
partir de un recorrido a su trayectoria profesional y
a las corrientes modernistas y estilos arquitectóni-
cos vanguardistas que introdujo en varios edificios
y espacios públicos de Tegucigalpa desde la prime-
ra mitad del siglo XX.

4
Cuadernos de Historia de Honduras Vol.1, núm.1 Enero-diciembre, 2021

Conmemorando el Bicentenario de la Indepen-


dencia centroamericana, los historiadores Ariel
Bardales Ponce y Marvin Rivas se encargan de
analizar el intento unionista federal de Centroa-
mérica durante el año de 1921 a partir de fuen-
tes hemerográficas, principalmente discursos
presentes en el periódico Excélsior. Los autores
contextualizan los intentos de unificación centro-
americana desde el siglo XIX y describen las par-
ticularidades del proyecto político de 1921 como
una oportunidad de obtener reconocimiento in-
ternacional y ampliar la participación ciudadana.

Robin Cruz del Cid estudia el caso de los perió-


dicos Antorcha Intibucana y El Agro Intibucano
que se publicaron en el departamento de Intibucá
durante la década de 1960 como una iniciativa de
las élites en su búsqueda de expresar sus intereses
y publicitar los elementos socioculturales de In-
tibucá. El artículo de Josué Omar Flores describe
el papel que desempeñaron las Escuelas Radio-
fónicas Suyapa durante los años de 1962-1975
como una estrategia pedagógica de la Iglesia Ca-
tólica para alfabetizar a la población campesina
del sur de Honduras.

Dentro de la historia del comunismo en Hondu-


ras se presentan dos trabajos. Por un lado, Josue
Joel Sevilla presenta el trabajo titulado: “El pri-
mer Partido comunista de Honduras (1927-35):
organización, La Comintern, antimperialismo
y actores de la época” en el que analiza la or-
ganización del partido comunista de Honduras
(PCH) y discute sobre fuentes documentales y
algunas propuestas teóricas para la investigación
de esta temática. Por su parte, José Manuel Car-
dona ofrece una mirada a las redes intelectuales y
políticas para rastrear la existencia de una célula
comunista dentro de los opositores al régimen de
Tiburcio Carías Andino que se encontraban exi-
liados en México durante las décadas de 1930 y
1940.

Finalmente, no queda más que agradecer al Con-


sejo Editorial de Cuadernos de Historia de Hon-
duras y a los investigadores e investigadoras por
sus valiosos aportes sin los cuales no hubiese
sido posible esta publicación.

Julio José Sevilla Galeano


Director de Cuadernos de Historia de Honduras

5
Cuadernos de Historia de Honduras Vol.1, núm.1 Enero-diciembre, 2021

¿Construcción de un proyecto
cultural intibucano en la década de
1960? Una aproximación a los
quincenarios Antorcha Intibucana y
El Agro Intibucano
Resumen
Este trabajo hace una aproximación al estudio de las publicaciones de Antorcha
Intibucana y El Agro Intibucano dos quincenarios producidos en el departa-
mento de Intibucá Honduras, en la década de 1960. Estos quincenarios exponen
cómo las publicaciones contribuyen a la construcción de proyectos culturales
provenientes, en su mayoría de élites intelectuales y económicas. Las principa-
les fuentes que componen la investigación se encuentran en el archivo privado
de la familia Bueso Peñalva en la ciudad de la Esperanza, Intibucá y en la colec-
ción Manuel J. Fajardo en la biblioteca de la Universidad Nacional Autónoma
de Honduras. La investigación, también, compone entrevistas realizadas en la
Esperanza, Intibucá y Tegucigalpa.

Palabras claves: Intelectual orgánico, élite, discurso y proyecto cultural

Construction of an Intibucan
Autor:
cultural project in the 1960s? An
Robin Cruz del Cid
approach to the fortnightly periods
Licenciado en Historia por
Antorcha Intibucana and El Agro
parte de la Universidad
Nacional Autónoma de
Intibucano
Honduras Abstract

binrocruz3@gmail.com This paper makes an approach to the study of the publications of Antorcha In-
tibucana and El Agro Intibucano two fortnightly produced in the department of
Intibucá Honduras, in the 1960s. These fortnightly shows how the publications
contribute to the construction of cultural projects originating, in their majority
of intellectual and economic elites. The main sources that make up the investi-
gation are found in the private archive of the Bueso Peñalva family in the city
of Esperanza, Intibucá and in the Manuel J. Fajardo collection in the library of
the National Autonomous University of Honduras. The research also includes
interviews conducted in La Esperanza, Intibucá and Tegucigalpa.

Keywords: Organic intellectual, elite, discourse and cultural project.

77
Cuadernos de Historia de Honduras Vol.1, núm.1 Enero-diciembre, 2021

Introducción se incluyen los aportes de Antonio Gramsci para


entender la formación de los intelectuales. Los an-
El departamento de Intibucá se ubica en la zona oc- teriores autores exponen la conexión estrecha entre
cidental de Honduras. La Esperanza e Intibucá son los proyectos culturales y la actividad intelectual,
sus principales ciudades, consideradas como ciuda- en este caso en el ámbito local. En ese sentido, en
des gemelas. La región es reconocida en la menta- el aspecto local los proyectos culturales se generan
lidad de los hondureños por poseer tierras fértiles intencionalmente por intelectuales que utilizan me-
y climas agradables. La gran mayoría de campesi- dios de divulgación como las revistas y publicación
nos de tradición lenca se concentran en los diversos periódicas; según lo expone la autora:
municipios del departamento de Intibucá. Esta zona
formó parte importante de la historia prehispánica y Se estudian las revistas y la publicación perió-
colonial de Honduras. dicas como textos múltiples, en los que conflu-
yen voces diversas, como proyectos culturales
Este tema de investigación nació a raíz de estudiar la (científicos y literarios), como espacios de vida
obra de Soledad Martínez Zuccardi “En busca de un (propicios para el encuentro entre intelectuales y
campo cultural propio. Literatura, vida intelectual escritores). En tal sentido, el análisis se interesa
y revistas culturales en Tucumán” la autora expone tanto por el cuerpo de cada publicación y por el
una manera creativa para estudiar las publicaciones contenido de sus páginas, como por las figuras
periódicas vinculadas a la construcción de proyec- encargadas de su realización (Martínez Zuccar-
tos culturales. El quincenario Antorcha Intibucana di, 2012, p.19).
y El Agro Intibucano nacieron en la década de 1960
en el departamento de Intibucá, en el municipio de Entre otros aspectos el estudio de estas publicacio-
La Esperanza. Estas medios de difusión proponen nes permitió vislumbrar una vida intelectual local,
aspectos fundamentales en la construcción de pro- fuertemente ligada tanto a la élite política y social
yectos culturales provenientes en su mayoría de las como a las instituciones culturales, y en la que se
élites intelectuales y económicas de la zona. advertía, por otra parte, un cruce de distintos cam-
pos disciplinarios: la literatura, la historia y la so-
La problemática se centra en identificar ¿cuáles ciología, el derecho, e incluso las ciencias naturales.
fueron los mecanismos usados por élite intelectual La fundación de la publicación es considerada pri-
y económica de Intibucá para establecer una con- mordial, pero también el contenido mismo, de esta
ciencia sobre los orígenes culturales por medio de la forma, se da prioridad a la forma literaria y científi-
educación y el conocimiento del país en la zona inti- ca de lo que se publica y cómo está relacionada con
bucana en 1960? Atendiendo a la pregunta central se el ambiente local; por ejemplo, Antorcha Intibucana
plantean las siguientes específicas ¿quiénes eran los desarrolló en su contenido géneros literarios, espe-
intelectuales fundadores de Antorcha Intibucana y cialmente de tipo narrativo, sobre la actualidad y lo
El Agro Intibucano? ¿cómo se entendía el concepto tradicional. Por su lado, El Agro Intibucano como
“intibucano” desde Antorcha Intibucana y El Agro órgano divulgador de la Asociación de Ganaderos y
Intibucano? ¿en qué consistía el contenido intelec- Agricultores de Intibucá dedicó el contenido de su
tual, literario y cultural de Antorcha Intibucana y El publicación en temas agropecuarios de interés para
Agro Intibucano? los grupos económicamente fuertes.

La hipótesis desprendida al explorar las fuentes in- Las revistas y publicaciones periódicas son ve-
dica que Antorcha Intibucana y El Agro Intibucano hículos de la actividad intelectual, característi-
contribuyeron a la creación de un espacio cultural, cos de la sociedad moderna. Estos muy útiles
que pretendió elaborar una definición de lo “intibu- no solo para representar la actividad intelectual,
cano” como medio para difundir una visión cultural sino también para transmitir la hegemonía de las
hacia los intibucanos. Estas publicaciones se convir- élites, quienes por medio de proyectos cultura-
tieron en el medio ideal para difundir el pensamien- les demuestran su superioridad y diferenciación
to intelectual a los sectores letrados pertenecientes social, económica y política en el ámbito local y
a familias económicamente acomodadas de la zona. regional (Martínez Zuccardi, 2012, p.16).

La teoría y metodología en la investigación descan- Desde la óptica de Zuccardi son importantes: 1) el


sa en la perspectiva de Martínez Zuccardi. También, perfil y los modos de intervención intelectual culti-

78
Cuadernos de Historia de Honduras Vol.1, núm.1 Enero-diciembre, 2021

vados por las figuras realizadoras, así como las for- Estado del arte
mas de organización y autoorganización adoptadas;
2) la presencia o ausencia de especialización disci- Honduras es un país con riqueza cultural desde pers-
plinaria tanto en la propuesta de las publicaciones pectivas antropológicas y sociales. La historiografía
como en el perfil de las figuras ligadas a ella; y 3) nacional contribuye con estudios interesantes que
las relaciones externas de cada publicación y de sus reflejan nuestra riqueza cultural. Los estudios en su
realizadores: relaciones con instituciones culturales, mayoría provenientes de la historia son claves. En
con el poder político y los sectores de la élite, rela- el caso hondureño existen obras que exponen pro-
ciones que vinculan a las publicaciones entre sí. yectos culturales que provienen de intelectuales y
que son divulgados por medio de periódicos, revis-
Considerando los planteamientos de Antonio tas o semanarios. Por tanto, este apartado expone
Gramsci quien explica que todos los hombres son brevemente una revisión de la historiografía nacio-
intelectuales, pero, que no todos tienen en la socie- nal, hasta el momento, algunas obras giran en torno
dad función de intelectuales (Antonio, 1967, p.26). a cómo las revistas y las publicaciones periódicas
Desde esta perspectiva se analiza cómo las clases son medios donde mujeres y hombres intelectuales
imponían su dominio social, si bien es cierto, lo logran consolidar su hegemonía sobre un territorio
hacían por medio de la fuerza, aún así, se necesitó determinado.
constituir una hegemonía ética y cultural con el fin
de formar un consenso a nivel popular e implantar Marvin Barahona en sus escritos expone como los
ideologías y valores. La tarea de esta hegemonía proyectos culturales fueron desarrollados a inicios
estaba a cargo del intelectual orgánico, quien se del siglo XX y desarrollados por medios como las
representa bajo tres formas: el clero en las socie- revistas y las publicaciones periódicas. En el final
dades feudales medievales, el intelectual liberal en del siglo XIX, el gobierno reformista de 1876 se en-
el mundo burgués y el partido revolucionario del cargó de trascender los símbolos de la nación y la
movimiento obrero. Consideramos que estos aspec- nacionalidad hondureña como proyecto político y
tos pesimistas se manifestaron en los análisis que económico en el periodo postcolonial, para ello, se
se hacen a estas publicaciones. Por otro lado, la pa- utilizó mecanismos como el sistema educativo, me-
labra orgánico es un vocablo que está presente en dios de comunicación masiva y una marcada esti-
distintas capas de intelectuales, y su mayor o menor mulación de la prensa (Barahona, 2002, p.243-247).
conexión existe hasta en un grupo social básico. De Finalmente, este proyecto político de la reforma de
momento, se pueden establecer dos grandes “capas” 1876 buscó la centralidad del poder como respuesta
supraestructurales: a la inestabilidad inexistente, buscando, un Estado
centralizado como acción inmediata a resolver:
La llamada, por así decir, “sociedad civil”, la
cual abarca al conjunto de organismos vulgar- La educación, la cultura y la prensa fueron ins-
mente denominados “privados” y la “sociedad trumentos útiles para fortalecer la integración
política o Estado”, que corresponde a la función nacional, la creación de instituciones culturales
“hegemónica” que el grupo dominante ejerce como la Biblioteca y el Archivo nacional y la
sobre toda la sociedad y el poder de mando di- fundación de algunos periódicos. El primero fue
recto”, el cual se manifiesta en el Estado y en el La Paz, periódico general, 1877-1881; poste-
gobierno “jurídico” (Antonio , 1967, p.30). riormente aparecieron La República, periódico
ministerial, 1884-1886; y, Honduras Industrial
En términos generales, tanto Zuccardi como Gramsci (Barahona, 2005, págs. 28-29).
concuerdan que los patrones culturales emanados
por los intelectuales convergen en la construcción Durante la dictadura de Tiburcio Carías Andino
de proyectos culturales, esperanzados o no, sean (1933-1949), la transmisión de ideas fue una necesi-
aceptados por la sociedad en la que se desarrollan. dad primordial para fomentar la ideología del nuevo
En el siguiente apartado se traza un breve estado del gobierno, la creación de nuevos periódicos permitió
arte que expone cómo las grandes transformaciones esta difusión:
en la sociedad estuvieron ligadas a grandes proyec-
tos culturales, lideradas, particularmente, por inte- La Época surge para difundir la ideología del
lectuales hombres y mujeres de la vida intelectual a nuevo gobierno, el diario El Pueblo, porta voz
mediados del siglo XX. del Partido Liberal, suprimido más tarde por la

79
Cuadernos de Historia de Honduras Vol.1, núm.1 Enero-diciembre, 2021

dictadura. Al lado de estas grandes publicacio- Solo se estudian, autores con obras publicadas,
nes surge El Cronista. Además, existía la prensa que cumplan la condición de que sus datos bio-
local o regional por ejemplo las ciudades de San gráficos sean conocidos, para esta ocasión úni-
Pedro Sula y La Ceiba, tuvieron un regular nú- camente solo se incluyen escritores de literatura
mero de periódicos locales como EL Norte, El o de asuntos relacionados con ésta, es decir, poe-
Atlántico, Correo del Norte y otros de edición y tas, antólogos, narradores y ensayistas (Gonzá-
vida más limitada (Barahona, 2005, p.128). les , 2004, p.19).

Como es sabido, desde 1920 y en la época de Ti- José Gonzales también ha dedicado su atención a
burcio Carías Andino la inserción de las compañías los autores “cultivadores o aficionados” a la inves-
transnacionales trajo consigo el uso de medios para tigación histórica, donde solo se han incluido escri-
difundir su hegemonía local y nacional, así mismo, tores con obras publicadas, ya sea en formato libro
alimentar la cultura norteamericana en el norte de o folleto (Gonzáles , 2004, p.13). El diccionario de
Honduras que, posteriormente, se trasladó al resto escritores hondureños enlista una serie de autores
del país. En este contexto la United Fruit Company académicas que al parecer sólo han sido seleccio-
fomentó su poder económico y político mediante el nados por el reconocimiento que han tenido en el
Diario Comercial, encargado de difundir la hege- carácter científico e intelectual en las ciencias so-
monía de Estados Unidos en Honduras (Barahona, ciales, específicamente la historia (Argueta, 1998).
1989, p.108).
Finalmente, se debe reconocer la abundancia de
Por otro lado, los nuevos actores sociales, estudian- trabajos de investigación que exploran las obras de
tes, obreros entre otros; surgidos en el siglo XX pre- intelectuales a nivel nacional, entre las que desta-
cisan de medios para divulgar sus ideas y representar can la historia intelectual, biografías y proyectos
los intereses de su grupo. Para ello, sobresalen las culturales promovidos por intelectuales en diversos
publicaciones de “Voz Obrera, Alerta, Vanguardia periodos de nuestra historia nacional. El balance an-
Revolucionaria, El Chilillo, Juventud Revoluciona- terior, es apenas una exploración de investigaciones
ria, Revolución, El Machete, El Tornillo sin fin y La ya existentes, por tanto, el fin no fue realizar un pro-
Trompada, entre otros” (Barahona, 2005, p.173); fundo análisis. La intención principal fue ubicar en
donde convergió el pensamiento de la juventud uni- el contexto la importancia de los medios de difusión
versitaria, los intelectuales y los movimientos popu- para implementar proyectos culturales.
lares principales de ese momento.
Intelectuales fundadores de Antorcha
Intibucana y El Agro Intibucano
La sociedad del período de 1933 a 1940 las muje-
res fueron un actor fundamental. En ese sentido, las El inicio de 1960 Antorcha Intibucana popularizó el
mujeres buscaron reivindicar su participación en los conocimiento intelectual de los que escribían, así,
procesos políticos y la vida intelectual en Honduras, rápidamente se generó un campo de esparcimiento
para hacer circular sus ideas aparecieron a media- entre la población letrada del departamento de In-
dos de 1944 “La Voz de Atlántida y Atenea en La tibucá. Este quincenario de orientación intibucana
Ceiba y El Progreso, a cargo de la escritora Paca inició sus publicaciones en 1960 y terminó en1963.
Navas y Cristina Hernández; Pan-América y Mujer Por su lado, El Agro Intibucano surgió en 1966
Americana se publicaron en Tegucigalpa” (Baraho- como un órgano divulgador de la Asociación de
na, 2005, p.131). Dichas publicaciones abarcaron Ganaderos y Agricultores de Intibucá (A.G.A.D.I).
geográficamente la costa norte y Tegucigalpa. Hasta La distribución de esta publicación fue gratuita
el momento los estudios hechos, con respecto, a las y el objetivo de este fue establecer comunicación
publicaciones periódicas apuntan a que fueron pro- vanguardista sobre innovaciones agrícolas del mo-
ducto de la actividad intelectual, en espacios especí- mento. Por ejemplo, en la cría de ganado donde se
ficos o regionales. publicaban diferentes métodos para el buen manejo,
también, cómo atacar las diferentes enfermedades
A criterio nuestro, el rescate de lo biográfico forma que surgían.
parte de esta selección, pues los intelectuales buscan
mostrar su producción desde sus propios medios. La Antorcha Intibucana estuvo dirigido por Romual-
Por tanto, se analizan obras relacionadas con espe- do Bueso Peñalva, director del periódico y patroci-
cial énfasis a los diccionarios biográficos: nador único. Bueso Peñalva fue acompañado por el

80
Cuadernos de Historia de Honduras Vol.1, núm.1 Enero-diciembre, 2021

Ingeniero Dagoberto N. Sorto como subdirector y visto desde la óptica del intelectual y de la comuni-
jefe de redacción; también, por la profesora Victoria dad lectora, lo que significa un grupo muy reducido,
Palacios y el profesor Rafael Palacios Tosta, quie- se debe recordar que la mayoría de la población se
nes fungieron como redactores (Indicador, 1961, localiza en las zonas rurales, con difícil acceso a la
p.3). Hasta el momento se desconoce el recurrido educación (Ramos, 2018), los índices de analfabe-
académico de los anteriores, por su lado, El Ingenie- tismo son elevados. En ese sentido, carecemos de
ro Dagoberto Sorto, después de una entrevista reali- una comprobación donde la población menos letra-
zada a su hija en la ciudad de la Esperanza, Intibucá da tenga noción de su percepción como intibucano,
comentó que el ingeniero Sorto destacó en el perió- por ejemplo:
dico por su afinidad a la literatura, esta habilidad
fue desarrollada en su oficio como docente en Santa Intibucá, fiel a su tradición libertaria, profunda-
Rosa de Lima en El Salvador. En 1953 recibió el mente convencida que su lugar estará reservado
título de ingeniero civil por parte de la Universidad en la lucha por la integridad territorial de la Pa-
Nacional Autónoma de Honduras (Sorto, 2019). Fi- tria, reclamará en el momento dado, con la vos
nalmente, durante la década de 1960 se dedicó a la fuerte y viril que callan los siglos, con la since-
enseñanza en centros educativos en la región, tam- ridad y el coraje congénito de la raza indígena
bién, como columnista en la Antorcha Intibucana. (Bueso, 1961).

Para estudiar la figura de Romualdo Bueso Peñal- El fragmento anterior remite a preguntarnos si todos
va es fundamental el surgimiento del El Agro Inti- los intibucanos de los sectores rurales comparten o
bucano, puesto que este nació bajo el amparo de la comprenden el término “tradición libertaria”, o si
Directiva de la Asociación de Ganaderos y Agricul- tenían noción del termino de “integridad territorial”
tores de Intibucá (A.G.A.D.I). En este espacio Ro- cuando la región hondureña apenas comenzaba a co-
mualdo Bueso Peñalva integró el consejo editorial y municarse a mediados del siglo XX. Por otro lado,
jefe de redacción. La A.G.A.D.I fue un grupo donde El Agro Intibucano ubica el concepto de intibucano
convergió principalmente las relaciones de tipo eco- de quienes participaban en los estamentos económi-
nómicas, también, convergían intereses homogé- cos, cuyos principales temas están compuestos por
neos sobre aspectos de tenencia de la tierra, manejo la posesión de tierras, la visión de ganadero, agri-
de ganado y, otros aspectos de interés agrícola; a cultor a grandes escalas; lo anterior nos lleva a re-
nuestro parecer esto los convirtió en un grupo dife- flexionar ¿toda la población de Intibucá tenía esas
renciado del resto de la sociedad. características? ¿qué ocurría con el pequeño pro-
ductor?; ¿el campesino de tradición lenca se sentía
Romualdo Bueso Peñalva fue gobernador político perteneciente a lo intibucano?
durante el gobierno de Ramón Villeda Morales. Los
estudios universitarios los realizó en el extranjero en Interesados estamos en mejorar el standard de
la Universidad de San Carlos en Guatemala. Formar vida de los intibucanos, pensamos que, haciendo
parte de una familia económicamente acomodada le un análisis de nuestros recursos físicos, pode-
permitió participar en el espacio político de la re- mos interesar a los hombres de empresa, a los
gión, además de consolidar un grupo social perte- inversionistas extranjeros, a los capitalistas inti-
necientes a élite intelectual y económica de Intibucá bucanos, a que tiendan sus ojos a esta región de
(Melghem, 2018). Finalmente, destacamos la figura Honduras, combinemos la suerte de un departa-
de Romualdo Bueso Peñalva, como un intelectual mento que lucha actualmente para encontrar su
proveniente de capas económicas fuertes y pertene- propia ruta (Bueso, Nota editorial, 1968).
ciente a la vida política local y nacional, además de
ser el impulsador principal del surgimiento de An- Retomando la cita anterior, debemos reconocer que
torcha Intibucana en primer momento y segundo El en la actualidad el departamento de Intibucá es de
Agro Intibucano. interés para la producción extranjera. En la década
de lo 60´s se percibió el discurso desarrollista pro-
El concepto intibucano desde Antorcha
movido por el presidente Ramón Villeda Morales,
Intibucana y El Agro Intibucano
discurso que tomó fuerza en esta región, pues Ro-
Para estudiar el concepto intibucano se toma como mualdo Bueso levantó el baluarte del partido liberal
punto de partida las notas editoriales de cada publi- en la zona. En ese sentido, los capitalistas intibu-
cación. En Antorcha Intibucana, dicho concepto es canos referidos en la nota anterior son los que per-

81
Cuadernos de Historia de Honduras Vol.1, núm.1 Enero-diciembre, 2021

tenecen a grupos económicos acomodados del mo- del Cisne. En ese sentido, fortaleció un discurso de
mento. Ciertamente no se refiere a los campesinos llamamiento a defender la soberanía nacional desde
de tradición lenca, por tanto, el concepto intibuca- una visión regional.
no basado en el mejoramiento del standard de vida
acuerpa a la élite regional. Finalmente, Antorcha Intibucana realizó sus publi-
caciones hasta 1963, exactamente, después del gol-
En el contenido intelectual, literario y cultural en el pe de Estado a Ramón Villeda Morales. El cambio
caso de Antorcha Intibucana tuvo un carácter forma- trascendental de la política nacional perjudicó el
dor del intibucano, en diferentes áreas: matemáticas, lanzamiento continuo de Antorcha Intibucana, pues
poesía, cuentos, relatos, leyendas entre otros… La el partido liberal recibió un gran golpe, cuyo dueño
Antorcha Intibucana fomentó la importancia de la de esta publicación fue perteneciente hasta su muer-
educación de los intibucanos, puesto que fue redac- te. El contexto nacional no permitió que Romualdo
tada en su mayoría por profesores. Bueso Peñalva reanudara inmediatamente Antorcha
Intibucana. Durante tres años el proyecto estuvo de-
El niño en la escuela lógicamente refleja la edu- tenido.
cación que recibió en la casa, ya sea buena o
mala; si es buena el maestro no tiene mayores El Agro Intibucana surge en 1966 donde Romual-
tropiezos en el proceso educativo; si fue mala, do Bueso siguió siendo el director. Esta publicación
por circunstancias especiales que en muchos ca- se convirtió en el órgano divulgador de la Asocia-
sos rodean el hogar, el maestro se ve en aprietos ción de Ganaderos de Intibucá. Esta publicación se
para extirpar hábitos, costumbres, tendencias mantuvo hasta 1994 donde aportó en materia agrí-
que solo podría superar de esa mutua compren- cola y ganadera y su distribución fue gratuita. En la
sión entre escuela y hogar. (Editorial, 1961, p.1) mayoría las notas editoriales se refleja la necesidad
de implantar un discurso tecnocrático que asoció
El contenido de Antorcha Intibucana reunió biogra- la ciencia con la agricultura, también se expresa la
fías de personajes sobresalientes de Intibucá, quie- búsqueda del desarrollo capitalista del departamen-
nes, en su mayoría, fueron personas destacadas y to de Intibucá.
de conocimiento en la zona. La poesía y las fábulas
también sobresalen en ese intento por reivindicar lo El aspecto cultural se manifestó mediante la colum-
étnico y lo mestizo. En ese sentido, lo cultural se na “Momento Social Intibucano”, en ella se eviden-
centra en una serie de columnas que se dedican a la ció la intención de poner en dialogo el acontecer
sección del “Pueblo Dice” donde se narra la cotidia- nacional, obviamente, anteponiendo los temas de
nidad y la mezcla entre lo citadino y lo rural: incumbencia para la élite económica de la región.
De esta manera, la figura del agricultor de tradición
Indudablemente que este si es el siglo de las lu- lenca aparece oculta. El contenido literario, en oca-
ces mientras los Maestros Rurales se aglomeran siones, pareciera estar orientado en ubicar en una
suscribiéndose a nuestra Antorcha Intibucana, vitrina de museo a los lencas existentes de ese mo-
porque comprenden la misión de la prensa y su mento.
responsabilidad como educadores en los me-
dios rurales; los Maestros Urbanos, le hechan Según Antonio Gramsci la hegemonía se manifiesta
un zipper a los bolsillos y no conformes con eso en la dominación y mantenimiento de poder que se
buscan cadenas de protección, para no comprar ejerce en una persona o un grupo para imponer sus
nuestro humilde vocero, porque diz, que creen, propios valores, creencias e ideologías, configuran-
que no les conviene. Doce maestros urbanos, do así su poder en las relaciones políticas, sociales
son nuestros suscriptores asiduos, mientras que y económicas, para lograr una homogeneidad en el
ciento y pico de maestros rurales nos honran con pensamiento y en la acción, así como una restric-
sus suscripciones (Anónimo, 1961, p.2). ción de la temática y el enfoque de las producciones
y las publicaciones culturales.
Antorcha Intibucana dedicada a desarrollar una vi-
sión del contexto internacional y nacional, también, Debido a que Antorcha Intibucana tuvo un espacio
direccionó una fuerte critica a los políticos del mo- de vida limitado (1960-1963), la hegemonía que in-
mento. Es decir, en su momento integró en sus co- tentaba implantar durante ese período por medio de
lumnas discusiones relevantes sobre la territoriali- la escritura cultural se manifestó en una diferencia-
dad. En este contexto estuvo en discusión las Islas ción social, por ejemplo, en uno de los artículos que

82
Cuadernos de Historia de Honduras Vol.1, núm.1 Enero-diciembre, 2021

habla sobre la formación de Intibucá se expresa que: logró consolidar un sector de la población que sintió
“Los intibucanos y esperanzanos son nobles hondu- pertenencia a este proyecto. Las entrevistas realiza-
reños que a través de los vocablos lencas de verú das muestran como profesores, ingenieros agróno-
<<amigo>> y caseru <<dueño>> han mantenido mos entre otras profesiones identifican el proyecto
el respeto en sus respectivas jurisdicciones, dentro como necesario para establecer una identidad pro-
de las más sinceras y envidiable convivencia nacio- pia, en este caso en el ámbito local.
nal” (Manzanares, 1960, p.4).
El concepto intibucano se aprecia desde la óptica
El Agro Intibucano centró su hegemonía en lo so- de la élite intelectual y de la comunidad letrada, por
cioeconómico pues se distribuyó de forma gratuita, el contenido intelectual, literario y cultural. Antor-
además, se distribuía a nivel local. En tal sentido, cha Intibucana proyectó un discurso formador de la
estas publicaciones eran la vía idónea para crear en sociedad intibucana, dicho discurso se alojó en un
la población una idea del posicionamiento de los sector reducido y con acceso a la educación. Las pu-
intelectuales y personajes sobresalientes de Intibu- blicaciones también funcionaron como un espacio
cá, lo cual permitió que fuesen conocidos por los de diferenciación social, centrándose, en el origen
sectores populares, al tiempo que se fomentaba un familiar, filiaciones políticas, vida intelectual, ocio
sentido de admiración debido a que se le da mucha cotidiano, vida social, la pertenencia a instituciones
relevancia a su carácter biográfico, asimismo se pro- y la relación con el poder político.
curó fomentar la importancia de la A.G.A.D.I como
asociación: Las publicaciones de Antorcha Intibucana y poste-
riormente El Agro Intibucano lograron crear en la
Felicitaciones por tan valiosa Asociación, ya población un sentido de pertenencia. Es decir, en
que para nosotros es algo de gran interés para cada publicación se mostró una preocupación cons-
el desarrollo y progreso de un pueblo y conside- tante por parte de los dirigentes, para consolidar
rado que esa Asociación es muy interesante, me una ideología de desarrollo capitalista de la región.
gustaría merced de Uds. la copia de los Estatutos Obviamente, este fue un llamamiento a los grupos
para conocerlos más afondo y ver si podemos económicos que se ocupaban de la ganadería y agri-
algo similar en este pueblo (Buzón de El Agro cultura. En ese sentido, el dialogo se direccionó en
Intibucano, 1967, p.2). crear desarrollo agrario con base industrial, que en
su momento estuvo acompañada por un discurso de
En términos generales, El Agro Intibucano permitió promoción tecnocrático de desarrollo.
la elaboración de un discurso que colocó en una po-
sición privilegiada a la élite económica del momen- En términos generales, lamentamos que en cada pu-
to. En ese contexto se elaboró un posicionamiento blicación el espacio dedicado al campesino de tra-
integrado a la sociedad económicamente acomoda- dición lenca no se destacó. Sin duda, es un reto que
da. Por otra parte, consideramos que el objetivo de se debe investigar en futuras interpretaciones pues
estas publicaciones logró consolidar en la mentali- lo intibucano en la década de los 60`s no estuvo
dad colectiva la noción y el conocimiento de los que compuesto sólo por la élite, si no por el resto de la
aquí publicaban. Hasta el momento, se conservan población. Recordemos que la cotidianidad tanto en
recuerdos de este grupo de personas. En la actuali- lo rural como lo urbano hace la vida cultural de las
dad, la AGADI sigue tiene sus funciones, no obstan- sociedades.
te, con matices y diversificaciones de negociosos.
Finalmente, agradezco a la familia Bueso Peñalva
Conclusiones por permitirme entrar en los archivos de su padre,
abuelo, tío Romualdo Bueso Peñalva. En esa bús-
La Antorcha Intibucana y El Agro Intibucano fue- queda documental me enteré la existencia de la Re-
ron un espacio cultural que aportó a la definición de vista Social y Literaria Lenca distribuida en la déca-
lo intibucano. También, funcionó como un espacio da de 1970. Consideramos que este es un proyecto
para posicionar ocultar la “diferencia” cultural y ét- nacional, con una mayor distribución y que concen-
nica respecto al resto de la población. Los campesi- tró una variedad de intelectuales del momento. La
nos de tradición lenca hasta el momento desconocen familia Bueso por medio de don Romualdo estuvo
los proyectos de nación homogénea que se intentan vinculada a esta producción interés, que en su mo-
implementar en las diferentes etapas de la historia mento analizaremos con mayor detalle.
de nuestro país, finalmente, en la década de 1960 se
83
Cuadernos de Historia de Honduras Vol.1, núm.1 Enero-diciembre, 2021

Bibliografía Ramos, V. M. (15 de abril de 2018). Quincenarios


Antorcha Intibucana y El Agro Intibucano. (R. Cruz
Anónimo. (28 de febrero de 1961). El Pueblo Dice. del Cid, Entrevistador)
Antorcha Intibucana, p.2.
Sorto, A. (13 de Julio de 2019). Antorcha Intibuca-
Antonio , G. (1967). La Formación de los Intelec- na y mi padre Dagoberto Sorto. (R. Cruz del Cid,
tuales. México D.F.: Grijalbo, S.A. Entrevistador)

Argueta, M. (1998). Diccionario de Escritores hon-


dureños. Tegucigalpa, Honduras: Editorial Univer-
sitaria, UNAH.

Barahona, M. (1989). La hegemonía de los Estados


Unidos en Honduras (1907-1932). Tegucigalpa,
Honduras: Lithopress Industrial S.A.

Barahona, M. (2002). Evolución histórica de la


identidad nacional. Tegucigalpa, Honduras: Guay-
muras.

Barahona, M. (2005). Honduras en el siglo XX: Una


síntesis histórica. Tegucigalpa, Honduras: Guaymu-
ras.

Bueso P., R. (31 de enero de 1961). Intibucá dice


presente. Antorcha Intibucana, p.1.

Bueso P., R. (2 de febrero de 1968). Nota editorial.


El Agro intibucano, p.1.

Buzón de El Agro Intibucano. (1 de diciembre de


1967). El Agro Intibucano, p.2.

Editorial. (28 de febrero de 1961). La Familia y la


Escuela. Antorcha Intibucana(12), p.1.

Intibucana, A. (28 de febrero de 1961). Indicador.


Antorcha Intibucana.

Gonzáles , J. (2004). Diccionario de literatos hon-


dureños. Tegucigalpa, Honduras: Guaymuras.

Manzanares, R. (15 de noviembre de 1960). Cómo


se formó Intibucá. Antorcha Intibucana, p.4.

Martínez Zuccardi, S. (2012). En busca de un cam-


po cultural propio. Literatura, vida intelectual y re-
vistas culturales en Tucumán (1904 - 1944). Buenos
Aires, Argentina: Ediciones Corregidor (Colección
la vida en las pampas).

Melghem, R. (14 de abril de 2018). Antorcha Intibu-


cana. (R. Cruz del Cid, Entrevistador)

84

También podría gustarte