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Heterofonía 102-103, México, enero-diciembre de 1990
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Autor, "Título del artículo", Heterofonía 102-103, México, enero-diciembre de 1990, pp. #-#
HeterofonÍa

102-103 Enero - diciembre 1990

CONSEJO NACIONAL PARA LA CULTURA


y LAS ARTES
~
Fundadora y Directora: Esperanza Pulido
Vrctor Flores Olea Subdirector: Juan José Escorza
Presidente Consejo Editorial: JuanJosé Arreola
Consuelo Carredano
INSTITUTO NACIONAL DE BELLAS ARTES Eduardo Contreras Soto
Rafael Tovar y de Teresa Luis Herrera de la Fuente
Director General AnaLara
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Preservaci6n del Patrimonio Artístico
Nacional

Manuel Márquez Fuentes


Subdirector General de Educaci6n e
Investigaci6n Artísticas

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Directora de Investigaci6n y
Documentaci6n de las Artes

Luis Jaime Cortez


Director del Centro Nacional de Investigaci6n,
Documentaci6n e Inforrnaci6n Musical
" Carlos Chávez" CENIDIM

Revista musical semestral/ORGANO DEL CENTRO NACIONAL DE INVESTIGACION,


DOCUMENTACION E INFORMACION MUSICALITERCERA EPOCANOLUMEN XXI NUMEROS
102 y 103/enero-diciembre 1990
Precios en México : Precios en el Extranjero:
Ejemplar: 13 ,500 pesos Ejemplar: 13.50 d61ares
Ejemplar atrasado: 15,000 pesos Ejemplar atrasado: 15.00 d61ares
Suscripci6n anual: 35,000 pesos Suscripci6n anual : 35.00 d61ares
(Gastos de envío incluidos)

Instituto Nacional de Bellas Artes, Subdirecci6n de Educaci6n e Investigaci6n Artísticas.


Direcci6n de Investigaci6n y Documentaci6n de las Artes, Centro Nacional de Investigaci6n,
Documentaci6n e Informaci6n Musical, "Carlos Chávez ".
Liverpool No. 16, ColoniaJuárez, C.P. 06600, 'Teléfonos: 546-61-40, 592-59-53.

ISSN 0018-1137 .
~ .... NlD·IM
DI FUSJON

Sumario

Presentación Rosa Virginia Sánchez

En tln'7l0 a la música popular


La evolución del bolero urbano en Agustín Lara Adela Pineda 4
El aspecto sagrado de la música indígena Rosa Virginia Sánchez 24-
La música zapo teca de J uchitán Elisa Osorio Bolio de Saldívar 31
Música mestiza de Tehuantepec Andrés Henestrosa 35
Raúl HeUmer: "In memoriam" Juan Vicente Melo 41
Entrevista a José Raúl HeUmer (1968) Margarita García Flores 43

Música
Bomba-Canción de cosecha-Una negrita Música tradicional de Puebla 53

Documnaros
La música mexicana indígena de hoy José Raúl HeUmer 62
La música mestiza José Raúl HeUmer 65
Informe de la región de Huauchinango, Puebla J osé Raúl Hellmer 68

Notas} reseñas

Libros
Rostros del nacionalismo ro la música mexicana de
Yolanda Moreno Rivas Eduardo Contreras Soto 82
Notas sin música deJuan Vicente Melo LuisJaime Conez 84

Revistas
JI Machiavellico Ana Lara 86
Revista Música Consuelo Carredano 90

Música Impresa
Sones para violín, ed. por Federico Hernández
Rincón Rosa Virginia Sánchez 92
Elegía de Heben Vázquez Ricardo Risco 93

Grabaciones
Gut} Cárdenas y la inspiración de Agustín Lara Rosa Virginia Sánchez 98
Chávez conducls Chávez Gloria Carmona 99

Noticias 104

Ilustración de la portada : Miguel Covarrubias.

CENIDIM
DI FUSION
Presentación

Este número de HeterofonÍa está dedicado a la música popular mexicana. En su


sentido lato, música popular es la que toca y canta el pueblo. Si bien en el pasado
los estudios etnomusicológicos comprendían únicamente la llamada música
folklórica -indígena o mestiza-, hoy el panorama se ha ampliado tanto por la
inclusión de numerosos géneros musicales -muchos de ellos provenientes de las
grandes ciudades-, como por la profundidad de los análisis. Más allá del trabajo
de recolección y descripción, ahora se pretende analizar y comprender la música
popular con ayuda, incluso en algunas ocasiones, de métodos y técnicas de otras
disciplinas como la Antropología, la Sociología y la Etnología. En virtud de esta
diversidad, HeterofonÍa hizo una selección de materiales que, si bien no puede ser
exhaustiva, muestra estudios re(llizados en un amplio periodo de tiempo y con
diverso enfoque.
Adela Pineda abre este número con un estudio que nos permite conocer no sólo
características musicales y literarias del bolero sino la evolución sufrida por éste en
la persona de Agustín Lara. A partir de análisis comparativos, descubrimos en qué
medida los boleros compuestos por Lara en su madurez se alejaron paulatinamente
de sus fuentes originales -el bolero cubano y el peninsular-, creando un estilo
personal que significó el nacimiento del bolero propiamente mexicano. "El aspecto
sagrado de la música indígena" es un breve ensayo donde se expone la necesidad de
estudiar todos aquellos acontecimientos que los indígenas realizan en tomo a su
música y danza -ciclo de vida de los instrumentos, forma de señalamiento de los
intérpretes, sus enfermedades y formas de curación, etc. - , para poder comprender
su función ritual en las comunidades indígenas contemporáneas. La música del
Istmo de Tehuantepec aparece en dos escritos de los años 30-40. Una breve
descripción de la música de un conjunto zapoteca, realizada por Elisa Osorio de
Saldívar, revela una de las preocupaciones constantes en aquella época: la
persistencia de elementos prehispánicos en la música indígenfl actual. Por su parte,
Andrés Henestrosa nos habla del origen español de las canciones tradicionales en
esta región; las cuales, al ser asimiladas por el sentimiento indígena, adquieren un
temperamento propio.
José Raúl Hellmer es, sin lugar a dudas, una figura importante dentro del
estudio de la música popular en México. Por esta razón se han incluido diferentes
textos de y sobre él en este número. Con motivo de sufallecirniento, ocurrido en
1971, Juan Vicente Melo escribió una emotiva nota que nos descubre algo de la
personalidad de aquel incansable hombre, siempre enamorado de nuestra música
Presentación 3

popular. Pero qué mejor que las propias palabras de Hellmer para conocer algo
más de su vida, su trabajo y su pensamiento. Esto es posible a través de la
entrevista que Margarita García Flores le hiciera en 1968, de la cual presentamos
aquí una parte.
Poco después de su arribo a México, José Raúl Hellmer vivió y trabajó durante
cinco años en los estados de Morelos y Puebla. Producto de ello es el registro que
efectuó con su inseparable grabadora de innumerables ejemplos musicales. A su
regreso a la ciudad de México, Hellmer conoció al hombre con quien haría
mancuerna a lo largo de muchos años. Federico Hernández Rincón, quien dedica
gran parte de su vida a la transcripción de la música popular mexicana,
proporcionó a Heterofonía tres ejemplos de su trabajo realizados sobre grabaciones
que su compañero efectuó en Cuautla, Morelos, en esa primera época.
Documentos, en cambio, presenta tres textos escritos por el mismo José Raúl
H ellmer. Los dos primeros surgen de la reflexión que el autor hace en relación a la
música indígena y mestiza de nuestro país. El tercero, de carácter descriptivo por
tratarse de un informe del trabajo de campo que realizó en el estado de Puebla, nos
permite ver la variedad de acontecimientos cotidianos a los que suele enfrentarse el
investigador de campo.
Las reseñas de diversos libros, revistas, partituras y discos cierran el número
En torno a la música popular que merecidamente dedicamos a José Raúl
Hellmer con gran satisfacción.

Rosa Virginia Sánchez


Adela Pineda

La evolución del bolero urbano en


Agustín Lara *

La década de las veintes. Por otra parte, el teatro de tanda y revista


sustituía a las manidas opereta y zarzuela.
El bolero provinciano llegaba del sureste a la Desde el siglo XIX habían existido dos tipos
capital de México en los efervescentes años de teatros : uno era el teatro para espectáculos
veinte, época en que el México posrevolucio- de primera clase, como lo eran el Nacional,
nario requería de un proyecto de aflITllación el Principal y el Iturbide, en los que se exhi-
de los valores nacionales. Dentro de la varie- bían zarzuelas, operetas o cierto tipo de co-
dad regional se buscaba crear una unidad medias o dramas con elencos de corte euro-
nacional a través de la cual · el pueblo se peo. Para la mayoría del público, el teatro era
identificara nuevamente como mexicano. un lugar de reunión social de las clases adi-
Con el temario popular, a partir de Manuel neradas del país. Por otra parte, existían otro
M. Pon ce y López Velarde entre otros, sur- tipo de diversiones: los teatrillos y las carpas,
gían las primeras manifestaciones de un arte que generalmente se localizaban en los ba-
nacionalista. Por eso los héroes de la historia rrios fuera de la ciudad. Teatrillos como el
patria se estudiaban como figuras épicas y el
romanticismo decimonónico volvía a tener
cabida en una versión más popular.

Por otro lado, el crecimiento de la pobla-


ción y la concentración de los núcleos ur-
banos, principalmente el de la ciudad de
México, que en 1925 contaba con aproxima-
damente un millón de habitantes, alteraban
los viejos hábitos provincianos. En los prime-
ros veinticinco años del siglo XX el número
de burdeles, cabaretes y centros nocturnos se
había quintuplicado. La prostitución clan-
destina proliferaba, a pesar de los decretos
de "abolición de la prostitución" del nuevo
gobierno. También empezaban a aparecer
los salones de baile, en los que el pueblo
acogía los nuevos ritmos llegados principal-
mente del Caribe, dando rienda suelta a sus
impulsos danzarios. En 1920 se inauguraba
el legendario Salón México, que respondería
a toda una época .

• CapÍlulo cuano de la tesis de licenciatura ElI j

bolero cubano y su transculturaci6n a México en el caso


de Agustín Lara " . Cholula, Puebla, Universidad de las
Américas, 1989. Agusl{n Lara .
La evolución del bolero urbano 5

Nuevo México, el Oriente, el Hidalgo repre- costumbres como Tacho, quien fuera precur-
sentaban la versión popular del teatro de sor de Cantinflas.
primera clase. Eran espectáculos con elencos
de artistas mexicanos, quienes muchas veces El teatro de revista englobó diversas te-
fungían como empresarios y directores. La máticas. Con la revolución apareció la revis-
característica de estos teatros era la existen- ta política, tradición que duró hasta la época
cia de un contacto más directo entre el pú- de los cuarentas. El avilacamachismo acaba-
blico y los artistas, quienes basaban sus es- ría con este tipo de revista clausurando tea-
pectáculos en la improvisación. tros y reprimiendo a sus cultivadores. No
obstante, desde sus comienzos, los artistas
A su vez, las carpas fueron una diversión del género chico fueron llevados a la cárcel o
igualmente de corte popular. En ellas se de- censurados no pocas veces cuando se trataba
sarrolló el espectáculo de títeres y marionetas de una crítica social o política. Chin-chun-
entre los años 1850 a 1860. José Soledad chan, comedia cómica de errores y malenten-
Arcadio se convirtió en el titiritero más res- didos en un hotel, estrenada en 1904, fue el
petable de la época. Dicho personaje era prototipo de revista de las posteriores. El
además actor y payaso, así como director y género chico sería reflejo de la moda y las
empresario del teatro Relox. Poco a poco, costumbres imperantes. En los años veintes
según Susan E. Brian (1986, p. 13), el espec- se presentaban: La reina delfonógrafo, Lafaldn
corta, Ay que chulo es el divorcio en teatros como
táculo de los teatrillos y carpas empezó a ser
el Lírico y el Conesa. Es en esta década
asimilado por los teatros de primera. De esta
cuando el teatro de revista se convierte en
manera empezaría a surgir el llamado géne-
escaparate de las canciones de moda. El fox-
ro chico, en el que se presentaban piezas
Irol, el charleslon y el blues se mexicanizaban
cómicas, sainetes, tandas y revistas. Según
en canciones como Las pelonas y Mi querido
Yolanda Moreno Rivas (1979, capítulo I1, p.
capitán, éxito de la revista Eljardín de Obregón.
3), el primer centro de producción de zar-
Era la época de las tiples al estilo de la famosa
zuelas netamente mexicanas fue el teatro
Celia Montalván. El teatro de revista impul-
María Guerrero, cuyos productores organi- saría a la canción popular en todas sus varie-
zaron un concurso de producción de zarzue- dades, a través de nuevos intérpretes que
las mexicanas, con lo cual empezaron a rom- imprimirían un nuevo sello muy personal a
per con el monopolio del espectáculo la canción. De los teatros de revista surgie-
español. No obstante que la popularidad del ron: el trío Garnica-Ascencio, Lucha Reyes,
género chico crecía entre las clases media y Juan Arvizu; posteriormente Pedro Vargas,
baja, los intelectuales de la época lo critica- Toña La Negra, Guty Cárdenas y el mismo
ban y la censura evitaba que las repre- Agustín Lara.
sentaciones del género chico dejaran de ser
espectáculos familiares. En este nuevo contexto, llegaban a Méxi-
co los ritmos caribeños: claves, boleros y
Paralelamente, durante los primeros bambucos con la trova yucateca; sones, rum-
veinte años de este siglo, la carpa seguía bas y guarachas, introducidas por grupos
adquiriendo popularidad. En las palabras de como los Cuates Castilla. Los danzones y
Jesús Flores y Escalante, la carpa se convirtió danzonetes de Veracruz y el sureste, eran los
en "el foro más espontáneo y original para ritmos más solicitados en los salones de baile.
los artistas del pueblo; para gente de 'medio La música, diría Castañeda, se utilizaba co-
pelo', burócratas de quinta, placeras, verdu- mo " una inevitable y convincente Celestina:
leras, carretoneros, cargadores, artesanos, su fuerza de expresión y de convencimiento
obreros y campesinos segregados por la élite es el gancho capaz de entregarnos el desliz
porfiriana" (Jesús Flores y Escalante, disco de unos brazos, el ánfora de un talle y el fruto
Las Carpas en México , AMEF-22). En estos de unos labios; y de entregárnoslo a todos,
teatros y carpas surgieron los cómicos de cualquiera que sea el nivel social en que
6 Helerofonía

estemos colocados" (Daniel Castañeda, dió romper con sus hábitos de "aristócrata";
1940, p. 184). se rebeló contra las pretensiones de su señor
padre, quien deseaba que realizara estudios
musicales académicos o ingresara al Colegio
El surgimiento de Agustín Lara. Militar, y decidió ganarse la vida en aquellos
lugares tan poco prestigiados. En esa etapa
Durante los primeros años de la década de su vida desarrolló la facultad de improvi-
de los veintes, Agustín Lara era un músico sación. Carente de conocimientos musicales
marginado. Desde 1913, siendo un adoles- académicos pero con una intuición musical
cente, Lara se había convertido en pianista muy desarrollada, Agustín Lara imitaba los
acompañante de burdeles y cabaretes de ma- ritmos de moda en esos días, principalmente
la categoría, como eran aquellos que se co- los aires tropicales, como el danzón : " ... y
nocían con el nombre de sus propietarias : el me especialicé en poner partes cantables den-
de "La Lola" , el de "La Francis" o el tro de los danzones cuyo estribillo tenía que
llamado' 'Circo Negro" , que era muy famo- improvisar" (citado por: Esperanza Bo-
so por aquellos días. lland, 1980, p. 182). En aquellos sitios, mar-
ginados por la moral colectiva, nacieron las
Agustín Lara pertenecía a una familia primeras canciones de Lara; algunas de ellas
acomodada, que como muchas otras se había fueron las "consagradas", muchas otras se
refugiado en Coyoacán en aquellos días de perdieron. Fue precisamente en esos años
incertidumbre revolucionaria. Agustín deci- cuando se gestó la leyenda que después sería

Agus/in LaTa .
La evolución del bolero urbano 7

un instrumento muy importante en la ins- primera intérprete de Lara en "El Retiro".


titucionalización de la figura de Agustín La- Para ella, Lara compuso muchos tangos, que
ra. Alrededor de 1927, una mujer galante, después perdieron popularidad al desarro-
despechada, hirió a Lara dejándole una in- llar un estilo de bolero muy personal que
deleble cicatriz, símbolo de un pasado oscuro daría nacimiento al llamado bolero urbano.
y nacimiento de una auténtica leyenda. Por aquellos días Lara había compuesto ya
muchas canciones, pero aún no había edita-
Fue en 1928 cuando Agustín dejó los pros- do ni grabado nada. El problema de este
tíbulos para trabajar como pianista acompa- músico era el de la transcripción de su mú-
ñante en un café-restaurant de clientela fa- sica. Así lo comentaba él mismo a doña
miliar llamado Salambó. El estilo peculiar de Angelina Bruschetta, cuando ella le pregun-
Lara y la novedad de unas canciones raras y taba el motivo de no editar sus melodías;
diferentes a lo acostumbrado atrajeron, se- especialmente Imposible, que ya sonaba mu-
gún la señora Bruschetta, socia-dueña del cho por aquellos días:
restaurant y posterior esposa de Agustín La-
ra, una numerosa clientela al Salambó. " . .. y lejuro que resultó verdaderamente
"Aunque en determinados momentos se le imposible o cuando menos no era el imposi-
notara cierto aire de timidez, como quien se ble que yo compuse. Imagínese: a una mú-
mueve en un mundo distinto, no podía pasar sica cálida y rítmica como es el danzón, la
desapercibida su personalidad, envuelta en persona que me la escribió le ponía anotacio-
su pulcro vestir, atildadas maneras, porte nes tales como 'tempo di danza'. ¡Hágame
aristocrático y un no sé qué de sombra mis- usted favor! ... yo qué tengo que ver con el
teriosa que lo rodeaba" (Angelina Bruschet- dichoso tempo di danza, que por lo demás ni
ta, 1979, p. 9) . siquiera lo conozco." (Angelina Bruschetta,
1979, p. 13).
Este nuevo medio fue el comienzo de la
.carrera de Agustín Lara, quien en escasos
La popularidad de Lara a finales de 1928
años se convertirí~ en un ídolo popular. Por
empieza a crecer rápidamente. El trío Gar-
aquellos días Lara frecuer. taba peñas y cafés,
nica-Ascencio había grabado en Nueva York
lugares de reunión de músicos, poetas, pe-
su canción Imposible, que se convertía en un
riodistas y bohemios. "El Silencio", "El
éxito. Para estas alturas, Lara comenzaba a
Retiro" y otras peñas fueron los primeros
tocar en cines, cafés y en el teatro de Revista.
lugares de contacto que Agustín tuvo con
Juan Arvizu lo hizo su pianista acompañante
otros músicos e intérpretes populares. Cono-
ció la trova yucateca, relaéionándose princi- y lo introdujo en el medio artístico de aquella
palmente con Guty Cárdenas, quien fuera época, principalmente el cine y el teatro. Los
uno de sus primeros intérpretes discográficos cines, mudos aun, tenían un espectáculo sin-
y de quien recibiría una influencia muy mar- gular en el intermedio. Acompañados por
cada del estilo yucateco, principalmente del una orquesta, cómicos, artistas o cantantes
bolero. Francisco Rivera (en: Esperanza Bo- presentaban un espectáculo. La popularidad
lland, 1980, p. 215) dice que por la década del músico-poeta en aquellos años no se re-
de los veintes, Agustín cantaba entre otras lacionaba directamente con los medios de
muchas canciones las de Sindo Garay y otros grabación técnica o la radio, sino con un
cubanos. Alternaba con la trova yucateca y contacto directo a través de cines, cafés, tea-
según Rivera, si Agustín hubiera tenido bue- tros de revistas y giras al interior de la re -
na voz, hubiera dejado el piano por la guita- pública. En 1928 , Agustín fue invitado a
rra pues quería ser trovador. participar en un programa de la XEB, patro-
cinado por una marca de cigarros, pero la
No obstante, Lara empezaba a darse a misma Angelina Bruschetta comentaba :
conocer como pianista y compositor. Maruca "eran tan pocas las personas que en esa
Pérez, cantante de tangos argentinos, fue la época tenían un radio receptor, que mucho
8 Heterofonía

dudaba yo del éxito de esas transmisiones" en Cuba con la misma efusividad que en
(Angelina Bruschetta, 1979, p. 55). México. Sin embargo, para estos años Agus-
tín ya era un músico de alta popularidad; fue
Agustín Lara realizó sus primeras giras al en ese mismo año cuando firmó un contrato
interior de la República en 1928 y en los con una empresa perfumista para actuar en
teatros de provincia dio a conocer muchas de la XEW tres horas por semana, en un progra-
sus canciones. Su popularidad iba siempre ma que se llamaría" La hora íntima de Agus-
en aumento. En ese mismo año la Victor lo tín Lara", con el fabuloso sueldo de tres mil
contrató hasta 1940 por el mismo precio para pesos mensuales.
grabar sus canciones, contrato del que des-
pués trataría de liberarse. La primera revista A partir de entonces, Lara se incrusta en
que Lara musicalizó fue Cachitos de México, el engranaje de la nueva música popular:
patrocinada por Roberto Soto en el teatro giras a provincia; temporadas en el Politea-
Lírico, exponente máximo del género chico ma, nuevo teatro de revista, inaugurado en
e~ aquellos días. Cachitos de México alcanzó 1928, en el que Lara fungía ya como socio y
las cien representaciones y la prensa empezó empresario; contratos por doquier acabarían
a ocuparse del polémico Agustín Lara. La por consolidar la popularidad de Agustín
situación del compositor empezó a cambiar: Lara. Para 1933, Lara ya contaba con un
ya alternaba con empresarios, periodistas y' estudio propio en la XEW y con intérpretes
artistas del medio. En 1930 participó en el exclusivos como Toña la Negra y Pedro Var-
programa inaugural de la XEW, la más po- gas. Toña la Negra y "el Son Marabú", en
'tente radiodifusora de América Latina. Lara
que los Peregrino, parientes de Toña, toca-
era el único músico lírico participante; los
ban, conformaron un espectáculo de mucha
demás eran compositores cultos provenien-
atracción popular en el Politeama. Para To-
tes de prestigiadas instituciones. No obstan-
ña, Agustín compuso Noche Cn'olla, Oracwn
te, Lara no obtuvo un contrato exclusivo con
Caribe, Veracruz, La Cumbancha y muchas más.
la radiodifusora, sino que era invitado espo-
Pedro Vargas, por otra parte, cantaba las
rádicamente a cubrir programas. Su estabi-
canciones españolas de Lara, que causaban
lidad económica no era del todo satisfactoria
impacto en las revistas del Politeama.
todavía a pesar de que su ingreso a los teatros
de revista le aseguraba un éxito casi diario.
En 1934, Agustín hacía un nuevo contrato
Por aquella época, según la señora Bruschet-
ta, Lara poseía una increíble fecundidad; para la XEW, ahora con la empresa Bayer. Su
rúbrica sería La clave azul, canción que miles
hasta en los días más difíciles y en condicio-
nes precarias, como cuando se quedó sin de oyentes escucharían a lo largo de muchos
piano por no poder pagar el alquiler, Lara años al comenzar el muy romántico progra-
componía de memoria, con el tamborileo rít- ma del músico-poeta. En 1937 va a Ho- .
mico de sus dedos. llywood para participar en la musicalización
de la película El embruJo del trópico. Para 1938,
Para 1931, Lara ya tenía un representante cuando Lara había compuesto la mayor par- .
exclusivo bajo contrato, el señor Campos, te de las canciones que lo hicieron famoso, se
quien valiéndose de la naciente fama de Lara va a París con el fin de introducir su música,
promovió un homenaje para él en el teatro cosa que no logra por la irrupción de la
Iris . En ese mismo año, Agustín compuso el segunda guerra mundial . Sería hasta 1947
tema musical de la primera película sonora cuando la música de Lara llenaría el ambien-
de México, Santa , basada en la novela de te parisino, la cual, sin embargo, era identi-
Federico Gamboa. Para 1932 , bajo otro re- ficadacomo música española. De París, Lara
presentante exclusivo, Lara realizó una gira va a Londres a grabar para una compañía
al sureste de México y después a La Habana. discográfica y posteriormente es contratado
No obstante haber partido de ritmos cubanos para trabajar en Venezuela en un lujoso cen-
y caribeños, la música de Lara no fu e acogida tro nocturno.
La evolución del bolero urbano 9

Durante los primeros años de la década actúa en centros nocturnos exclusivos como
d e los cuarentas, la música de Agustín se el Capri y se presentaría en el nuevo medio
había internacionalizado. José Pagés Llergo masivo, la televisión, impulsando a sus últi-
(en Esperanza Bolland, 1979, p. 258) señala mos intérpretes como Alejandro Algara. En
que en 1941 la música de Agustín era oída 1968 decide alejarse del espectáculo y des-
en Tokio, Pekín, Hong Kong, Berlín y Roma, pués de dos años de reclusión muere de un
sirviendo de trasfondo a los años de la segun- paro cardiaco. Su entierro fue tan espectacu-
da guerra mundial. Eran los años del beguine lar como su vida. Por orden presidencial
y de las grandes orquestas. Fue precisamente -Gustavo Díaz Ordaz-, Agustín Lara fue
en esa época, en 1942, cuando Lara formó enterrado en la rotonda de los hombres ilus-
su orquesta de solistas que amenizaría bailes tres y a su sepelio asistieron grandes perso-
y centros nocturnos de prestigio. Es en la nalidades y miles de personas.
década de los cuarentas cuando el mito de
Lara se hace consistente a través del cine.
Los boleros de Agustín LaTa.

Se ha escrito mucho y probablemente


también se haya especulado sobre la figura
de Agustín Lara como un ingrediente nacio-
nal de una parte de la historia de México.
Sin embargo, existen muy pocos trabajos
que profundicen en la estructura musical y
literaria de sus canciones. En 1940, Daniel
Castañeda publicó Balance de Agustín Lara ;
probablemente, éste sea el único intento
serio de analizar las características musica-
les y literarias del " músico-poeta". En su
libro, Castañeda estudia la forma de la can-
ción típica de Lara : dos secciones que se
repiten, la melodía, generalmente descen-
dente, lo que le da un carácter sensual y
tropical, la armonía, sin grandes novedades
~.

.- ...
"',,",, 1'1 • ., 'hlll. ~. c. lit. más que el uso de ciertos acordes de novena
y séptima, y el ritmo, del que prácticamente
no dice nada.

Como el objeto de esta tesis radica en el


A fines de los cuarentas, la hegemonía de estudio del bolero, he intentado hacer un
la música lariana empieza a tambalearse con análisis de una muestra de boleros de Lara,
la aparición del mambo, la fiebre del dancing comparándolos con sus progenitores cuba-
con Tongolele y la figura de José Alfredo nos y con sus antecedentes inmediatos : los
Jiménez en la canción ranchera. No obstan- . boleros yucatecos y de la región del sureste
te, Agustín Lara ya era para entonces una de México; para después percibir una evolu-
institución en la música popular. Agustín era ción dentro de la producción del mismo com-
amigo de presidentes y grandes personajes positor, basándome primordialmente en su
de la cultura. Un sinnúmero de homenajes aspecto rítmico, en la presencia del cinquillo,
se le ofrecían; en España 10 recibían con célula rítmica que había caracterizado la
grandes aplausos, como si fuera héroe nacio- melodía de los primeros boleros y que poste-
nal, al grado de que, en 1964, el gobierno riormente había alternado con otras células
español le regaló una casa en premio a su rítmicas en el acompañamiento y en la me-
fecunda obra. A partir de los cincuentas Lara lodía. Sin embargo, es necesario señalar que
10 Helerojonía

Agustín Lara no compuso únicamente bole- 1932 Y en 1954 como Sólo una vez. Otras
ros; su fecundidad le permitía abordar todo muchas canciones fueron registradas por su
tipo de ritmos: tangos, durante su primera hermana María Teresa Lara, con el fm de
época;joxtrots, blues, pasodobles, valses; pos- evadir los contratos de compañías disqueras
teriormente beguines y hasta mambos, pasan- que lo explotaban; sin embargo, muchas ve-
do por corridos y canciones rancheras, las ces éstas eran vueltas a registrar por el mismo
cuales como era de esperarse no tuvieron Agustín Lara. Un problema más fue la im-
éxito; además de sus canciones de corte es- posibilidad de usar la música impresa en
pañol que le valieron un monumento en estos registros para el análisis de los boleros
España. Pero en proporción, Lara compuso y así contar con un número suficiente de
más boleros que ningún otro género. canciones que me ayudaran a marcar una
evolución dentro de la producción del propio
Es imposible dar una cifra exacta de su compositor. Al escuchar muchos boleros de
producción; algunos dicen que se acerca al Lara y compararlos con la partitura, me di
millar, otros que rebasa esta cifra; Roberto cuenta que en ning(m caso coincidían y que
Ayala recopiló cuatrocientas veintiuna había diferencias en una misma canción,
(1969, p. 318). A mí la Sociedad de Autores dependiendo del intérprete y de la época.
y Compositores de Música me proporcionó Esto no ocurre con la música clásica -con
el registro de doscientas noventa canciones, la excepción de las vanguardias de este siglo
de las cuales, alrededor de ciento diez son como es la música aleatoria-, en donde el
boleros. Fue difícil establecer mediante estos
intérprete, ya sea solista u orquesta, respeta
registros una cronología de su producción y
los ritmos, intervalos melódicos o armonías
una clasificación en géneros de la misma;
presentes en la partitura. En Balance de Agustín
empezando porque la definición de género
Lara, de Daniel Castañeda, el autor analizó
es ambiguay con más razón tratándose del
la música basándose en álbumes editados, y
bolero, que es además un género ambiguo.
probablemente muchas de sus apreciaciones
Muchas canciones que en los discos y graba-
no sean definitivas por este motivo. El caso
ciones aparecían como boleros en los regis-
de Lara debe ser analizado de oído, con más
tros estaban como canciones simplemente, o
al contrario, por lo que .tuve que separar de razón porque Agustín nunca supo escribir
entre las canciones de 2/4 y 4/4 aquéllas que música, al menos eso afirmaron siempre él y
por su ritmo parecieran boleros. Pienso que sus contemporáneos.
la confusión de los términos radica en que
éstos, para el estudio de la música popular, En un principio, Lara perdió muchas de
no han sido definidos satisfactoriamente sus canciones, se las plagiaron o simplemente
aún. Por eso, existen muchas canciones co- las olvidó por no poder escribirlas y sus sin-
nocidas como boleros, que ni por su compás copados ritmos y confusas fluctuaciones me-
ni por su ritmo deberían serlo. lódicas no eran captadas a su gusto por aque-
llos que le ayudaban a la transcripción. Por
Otro problema fue que muchas canciones ello, el disco fue una ventaja para este com-
no tenían fecha de registro y en otras el positor. No obstante, aún en la década de los
registro no coincidía con la fecha de su crea- cuarentas, Lara seguía teniendo dificultad
ción. Imposible ya estaba de moda en 1927 y en este sentido. Carlos Aguila, uno de sus
el registro es de 1962 ; lo mismo ocurrió con músicos y el transcriptor de sus melodías,
Mujercita de 1929, de Q}lién te quiere más de decía : "Hago ¡¡i aclaración de que cuando
1937, registradas en 1963, ydeBonita, regis- toca una nueva melodía nunca lo hace de
trada en 1964, siendo tambi én de la década igual manera al repetirla, así es de que yo le
de los treintas. Además, algunas canciones agregaba, le quitaba y, por qué no decirlo
fueron registradas bajo un nombre y poste- también le componía, y cuando yo la tocaba,
riormente vueltas a registrar bajo otro nom- siempre quedaba satisfecho" (en: Esperanza
bre; tal es el caso de ~tra vez, registrada en Bolland, 1979, p. 291).
La evolución del bolero urbano 11

SANTA MUlEP. ...


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Por estas razones me atuve a las pocas sufrido, No te perdonaré, Silencio y Nueva Flor
grabaciones originales de la época de sus entre otros. En Sólo tú es posible advertir los
inicios, que pude conseguir gracias a la Aso- acentos percutivos del cinquillo melódico en
ciación Mexicana de Estudios Fonográficos los compases iniciales de los versos de la
a través del señor Jesús Flores y Escalante; y segunda estrofa. Esta característica también
también a los discos que bondadosamente se halla en la primera estrofa de los boleros
me facilitó la familia de la señora Ange\ina del sureste que se popularizaron en la capital
Bruschetta. También utilicé grabaciones como Presentimiento y Para olvidarte a ti . En Sólo
posteriores, de fmales de los cuarentas y cin- tú, la voz no se sale de un ritmo melódico que
cuentas, mucho más fáciles de adquirir en el se impone todavía al texto literario. La pro-
mercado. Con estos recursos logré realizar sodia literaria aún llega a alterarse en ciertos
este trabajo, por lo que puedo decir que estas casos como " aun-qué " y " que-dá" . Las
conclusiones no son definitivas, pero sí un palabras se oyen segmentadas y fluyen al
primer inte nto de análisis en la evolución del compás de una rítmica acentuación musical
bolero de Agustín Lara. que se reviste aún más por las figuraciones
rítmicas, a veces cinquillos, del acompaña-
Los primeros boleros de Lara que se gra- miento guitarrístico.
baron no eran los que después identificaron
su muy peculiar estilo. Uno de los primeros Tanto he sufrido ti ene características seme-
intérpretes discográficos de Lara fue el ya jantes a la anterior. El cinquillo se deja sentir
para entonces muy popular Guty Cárdenas. por la orquesta en el acompañamiento cons-
En 1929 grabó Sólo tú y en 1930 Tanto he tantemente; sobre todo en los pasajes instru-
12 Heterofonía

mentales entre estrofa y estrofa, además de dice: "Sólo una vez ... ", ad libitum y en
aparecer en una breve parte de la línea me- "noche de romance, noche de mis besos
lódica. No te perdonaré y Nueva flor tienen un bañada de luna", adonde Guty ya deja ver
estilo romántico yucateco; se cantan a dúo el estilo que había de caracterizar a Agustín:
en sus segundas partes por Guty y Adolfo un "sprachgesang" (hablar cantado). En estos
Utrera, haciendo variaciones de la misma dos boleros todavía no hay una clara defini-
melodía a diferentes intervalos de tiempo ción de un estilo; los ritmos son variados y no
usando figuras rítmicas cortas y variadas, definidos; de vez en cuando se deja sentir un
persistiendo aún en ciertas partes el cinquillo cinquillo, pero ya no como una constante.
en la melodía y en el acompañamiento. Silen- Por ejemplo, en Cabellera negra, las dobles
cio, al igual que los anteriores, se articula aún corcheas de las trompetas en varios pasajes
en un compás de 2/4 y ciertas células rítmicas le dan un sello que no precisamente se iden-
melódicas aparecen constantemente a lo lar- tifica con el bolero cubano ni con el yucateco.
go de toda la canción, al igual que el cinquillo
en el acompañamiento. En todos estos bole- Sin embargo, quien había de defmir el
ros no existe aún un código que los unifique, estilo "lariano" habría de ser el propio Lara,
aunque sí algunas características comunes: con su manera de tocar el piano y su "sprach-
el uso del compás de 2/4 y el acento de los gesang". En 1931 Lara graba para la compa-
bajos del acompañamiento en el primer ñía de Baptista los boleros Morena y Nadie.
tiempo del compás, haciendo una figura rít- Posteriormente, en 1933 hace grabaciones
mica parecida a : : J. ~ I~ J • No obstante, entre las que estaban los boleros Sí y No. Un
esta constante se pierde muchas veces al año más tarde graba en El Paso, Texas Oración
oído, porque el acompañamiento hace diver- Caribe, además de otras canciones no muy
sos giros rítmicos, entre ellos el cinquillo . conocidas de su tradicional repertorio, y en
Además, la melodía es aún rítmica; sus acen- 1937 Por qui no he de quererte en Los Angeles,
tos son los de la música ágil del compás de cuando se disponía a participar en la parte
2/4 y no los del texto literario; aunque hay musical de la película El embrujo del trópico que
que aclarar que la mayoría de las veces ambas producía la Paramount Pictures en Ho-
acentuaciones coinciden: tiempos débiles y llywood. Todos estos boleros se habían vuelto
pesan tes con los respectivos acentos del texto. más cadenciosos y la melodía se había ater-
Por la necesidad de hacer persistir el ritmo ciopelado; aunque Morena, Sí, No y Nadie
melódico, muchas veces estas figuras rítmi- podían seguir midiéndose en compás de 2/4
cas de la melodía son reiterativas a lo largo pero en un tempo más lento. A pesar de que
de varias frases de la canción. la melodía es sincopada (las medidas son
confusas y difíciles de transcribir), el cinqui-
Podría pensarse que este hecho se debe al llo melódico ya no aparece. La primera parte
estilo yucateco de Guty Cárdenas, quien en generalmente era más rítmica que la segun-
realidad hacía recreaciones de las versiones da, la cual se adanzonaba y suavizaba en
de Lara. No obstante, dos años más tarde, frases como : "Nadie puedé inspirar lo que
en 1932, poco antes de ser asesinado, Guty tú inspiras", que contrastaban notablemen-
hizo sus últimas grabaciones para la compa- te con la premura de "Abriste los ojos con el
ñía del señor J. c. Baptista, que para ese año suave ritmo que hay en tus pestañas" .
ya se había convertido en la Peerless. Entre
estas grabaciones estuvieron dos boleros de Es de hacer notar que en estos boleros el
Lara, muy de moda por esos días: Cabellera piano de Lara es muy rico, ágil y variado. No
negra y Otra vez. En estos dos boleros, el cin- hay una uniformidad en los ritmos. Cada
quillo melódico ya ha desaparecido. A pesar uno de estos boleros tiene un acompaña-
de seguir siendo rítmicos y articulados en miento propio : Lara hacía, dentro del com-
compás de 2/4, la melodía empieza a ser pás de 2/4 y acentuando ciertos tiempos, una
cantada con menos fluidez rítmica en algu- serie de improvisaciones que producían di-
nas partes, como en la primera frase que versas sensaciones. En el caso de Morena , por
La evolución del bolero urbano 13

ejemplo, se siente un lejano aire de tango o embargo, como ya antes se hizo notar, el
habanera. El cinquillo tampoco es una cons- danzón evolucionó a partir de una forma de
tante rítmica del acompañamiento pianísti- danza, la contradanza, y en su evolución
co. No obstante, las melodías de estos boleros varió su forma original, adoptando la de un
siguen manteniendo una cierta agilidad rít- primitivo rondó, pero conservando siempre
mica, la cual se va perdiendo en las segundas su carácter danzario'y siendo, por lo general,
estrofas y que se pierde aún más en Por qué únicamente instrumental. En cambio, el bo-
no he de qunerle, bolero grabado en 1937. En lero adoptó desde sus inicios la forma de la
éste, el compás de 2/4 ya ha sido sustituido canción binaria, la cual hubo de mantener
por el de 4/4 y el piano dentro de sus varia- siempre, puesto que su carácter fue vocal,
ciones, empieza a acentuar con los bajos el aunque también llegó a bailarse. La primor-
primer, tercer y cuarto tiempos del compás, dial diferencia entre ambos géneros en sus
acentos típicos del acompañamiento de los inicios, era que mientras en el danzón el cin-
boleros posteriores. Los boleros se volvían quillo fluía en el acompañamiento, en el bo-
canciones adanzonadas, las cuales podían ser lero delineaba a la melodía principalmente.
bailadas románticamente por enamorados.
En el Imposible cantado por Pilar Arcos, el
Las transformaciones de los boleros de cinquillo aparece en varios compases de la
Lara se pueden apreciar mejor si se compara rítmica melodía que se articula en compás
un mismo bolero interpre-
tado en dos épocas distin-
tas: finales de los veintes y
principios de los treintas
contra los cuarentas y cin-
cuentas. Un ejemplo inte-
resante es el de Imposible,
primer bolero de Agustín
que se llevó al disco por las
Garnica-Ascencio en 1928 .
La versión que con-
seguí es un danzón inter-
pretado por los Castillians
con estribillo cantado por
Pilar Arcos de 1928. Tal
vez, estos primeros boleros
de Lara nacieron original-
mente como montunos im-
provisados a los danzones
que Lara tocaba en aque-
llos prostíbulos, adonde
se inició. Probablemente,
por esa estrecha relación
entre ambos géneros,Juan
S. Garrido en su Historia de
kl música popuklr mexicano.
haya escrito que "El dan-
ron es el padre del bolero' ,
(1976, p. 49) ; sus similitu-
des radican en el uso del
mismo compás y en la pre-
sencia del cinquillo. Sin
14 Htlerofonía

de 2/4. La primera frase: "Yo sé que es "spraehgesang" sólo se atenían al compás,


imposible ... " recuerda mucho a ese típico pero no estaban en relación directa con el
bolero: " Sin saber que existías ... ", puesto ritmo de la pieza. No obstante, los intervalos
que, a pesar de tener melodías diferentes, melódicos, cuando Lara interpretaba perso-
ambas usan el cinquillo. Sin embargo, la nalmente sus canciones, no variaban mucho
versión de Agustín Lara, grabada en los cin- como lo hacía el ritmo melódico; la falta de
cuentas, es diametralmente opuesta, empe- voz de Lara y su estilo recitativo, hacían que
zando por el compás: de 2/4 pasa a 4/4, muchas veces en toda una frase, Laracantase
doblándose el valor de las figuras. También la misma nota, a la misma altura, matizada
hay cambios notables en el ritmo del acom- únicamente por las intensidades de su "tem-
pañamiento, pero sobre todo, los que se su- blorosa voz" -esto, claro, no sucedía con
ceden en la melodía. Como es de notarse, el sus grandes intérpretes- . En la mayoría de
cinquillo es una síncopa contenida entre dos los casos, va a predominar una constante
valores de igual valor H)f}J; al doblar rítmica: DmJ), ejecutada por güiros o
el valor de las figuras por el compás de 4/4 , maracas u otro percutivo de este tipo. Con
el cinquillo se convertiría en: : )}J)J . Sin este constante "eháca, eháea, eháca, eháea", los
embargo, Lara ya no canta este cinquillo, bajos de la orquesta, contrabajos tal vez, o el
sino que desplaza los valores, reacomodán- piano, acentuarán el primero, tercero y cuar-
dolos: la síncopa pasa a los dos últimos tiem- to tiempos. Ésta será la característica de los
pos del compás, mientras que los valores boleros, no sólo los de Agustín Lara, sino
iguales ocuparán cada uno un tiempo de los también de otros compositores populares
dos primeros. contemporáneos como Alberto Domínguez,
Consuelo Velázquez y Gabriel Ruiz entre
Indudablemente, éste no fue un proceso otros. Los confusos y variados ritmos del
premeditado -probablemente Lara no sa- piano inicial de Lara daban paso a este nuevo
bía que los cinquillos se llamaban cinqui- arreglo rítmico, que estaba ajeno a las fluc-
llos-; más bien, el acrecentado romanticis- tuaciones de la melodía.
mo de su estilo lo llevó a hacer fluctuar la
melodía según la emotividad del texto litera- Otro ejemplo es el de Mujer, una de sus
rio, cantando en valores fijos y determinantes más famosas canciones. En la versión que
el "yo" (negra) "sé" (negra) y el "que es Guty Cárdenas interpreta en 1930, las fi-
impo-si-ble" en una síncopa que le diera un guraciones rítmicas de la voz son precisas
carácter más sensual y romántico. Es así -aunque claro, siempre sincopadas-o
co mo Agustín Lara empieza a desplazar las Ocho dobles corcheas aparecen en el primer
figuras rítmicas que sus anteriores intérpre- compás de casi todos los versos; dejando las
tes e incluso él mismo habían cantado en sus variaciones para los intervalos melódicos que
inicios. En estas versiones últimas las figura- Guty hacía al recorrer el texto de esta ya
ciones rítmicas de su melodía ya no son rei- tradicional canción mexicana con bastante
terativas en cada frase, como generalmente agilidad rítmica. En cambio, la segunda ver-
había ocurrido en el caso de los boleros cu- sión está ejecutada por una orquesta de los
banos, yucatecos y en algunos de los suyos. años cincuenta, cantada por Pedro Vargas.
Ahora, su voz cambiaba el ritmo de la melo- El compás ya no es de 2/4, sino de 4/4 y el
día constantemente. Si Pilar Arcos había can- ritmo melódico de la voz no tiene absoluta-
tado en dos cinquillos: " Yo sé que es impo... " mente nada que ver con las ocho dobles
y "Envenenan-do a ... "; Lara cantaría pos- corcheas de Guty. Don Pedro Vargas arrastra
teriormente, en el primer caso: ¡U f )) y la voz en largas cadencias, en suspiros y
en el egundo: )) J J f. o sólo haría va- murmuraciones que ascienden y descienden
riaciones entre verso y verso; sino también en intensidad. Ésta ya no es una melodía
al repetir la estrofa inicial -con el mismo rítmica en ningún sentido. El ritmo recae en
texto por segunda vez- sus ritmos melódi- las corcheas reiterativas del acompañamien-
cos cambiaban. Los nuevos acentos de su to. Este arreglo orquestal es el que nos hará
La evolución del bolero urbano 15

maracas y la voz de Guty


canta una melodía aún rít-
mica, en la que incluso al-
gunos acentos textuales no
coinciden con los musicales
como: pren-dá ~ , H' .
La versión posterior es
nuevamente diferente. Po-
see una introducción pia-
nística ad libitum, la cual
se convertiría en un esque-
ma de las canciones de
Lara, y después el ritmo
señalado apoyado por los
bajos del piano en compás
de 4/4.

Aventurera tiene, en su
versión de 1931, figuras
rítmicas derivadas del cin-
quillo en la línea melódi-
ca como: ; además,
el cinquillo también está
presente en el acompaña-
saber que Pedro Vargas está cantando un miento en este bolero como una constan-
bolero y que nos dan ganas de bailar, lenta y te. No así la segunda versión, en la que el
cadenciosamente. En esta versión de Mujer, "sprachgesang" deja de ser rítmico -aunque
Vargas sigue el estilo del músico-poeta, ha- no sincopado-, que es en lo que radica el
ciendo el texto lo más legible posible. carácter sensual y romántico de su música.
A veces, en este bolero y en algunos más se
Rosa, Pervertida, Aventurera, Gota de amor, oye un cinquillo en compás de 4/4. pero ya
Contraste y Nadie son otros ejemplos que con- no como algo determinante. En los pasajes
firman lo ya expuesto. En Rosa, el intérprete instrumentales, Lara deja oír sus variaciones
yucateco canta incluso cinquillos en el segun- pianísticas, que sin embargo ya no son tan
do y cuarto versos de la primera estrofa: ágiles y ricas como las de la época de sus
mn
J .fffj JJJTI J , "Tuvo el encanto de inicios.
tus perfumes y tu carmín" y "Perfumaste con
tus recuerdos mi corazón"; mientras que el Las misma diferencias se notan en Gota
acompañamiento pianístico es variado, acen- de amor y Contras/c . En ambo boleros, al ser
tuando ÚIÚcamente el primer tiempo constan- interpretado por Guty C á rdenas, existe una
temente. En cambio, la versión po teriol" intención más regional. Las guitarras reali-
cantada por Lara tiene las características ya zan en los pasacalles figuraciones rítmi cas en
antes descritas para Mujer. En esta versión ya lo agudos que compaginan con la también
no hay cinquillos melódicos. Además, p.-esen- aguda voz del intérprete y que además em-
ta arreglos como los que hacen los insepara- pieza a poner énfasis en esos intervalos as-
bles violines acompañantes del piano lariano: cendente dándoles una emotividad acerta-
ejecutan reminiscencias de la melodía entre da y no exagerada: " Pon en mi triste
frase y frase, y a veces, entre verso y verso. vida .. . ", o " ... u na gota del néctar . .. " . o
El caso de Pervertida es parecido, el acompa- así las versione po terioreJ de Agustín Lara,
ñamiento de la versión de 1931 deja sentir en que se vuelven a presentar las caracterís-
un cinquillo ejecutado regularmente por las ticas ya señaladas.
16 Heterofonía

Un ejemplo que comprueba que no sola- Probablemente, la evolución del cinquillo


mente eran las características del intérprete del acompañamiento ocurrió de la siguien-
yucateco las que le daban ese carácter a los te manera: primero, el valor de las figuras
boleros iniciales de Lara, es Nadie. La versión se dobló con la utilización del compás de
que Lara hace a principios de los treinta, 4/4 : J./IJ » J ; posteriormente, la síncopa
como dije antes, ya deja ver su característico se desplazó, apareciendo en los primeros
"sprachgesang" . Sin embargo, Lara aún can- dos tiempos: j J »J J Y posteriormente se
ta, sobre todo la primera estrofa, una melo- simplificó nuevamente al siguiente esque-
día rítmica. Su corta voz reitera en la pri- ma: nn nn . Esto no quiere decir que el
mera estrofa el siguiente esquema rítmico: cinquillo o la segunda versión hayan desapa-
!)TJ rn . Décadas después, Amparo Montes, recido totalmente. Hay muchos boleros en
cuya carta de presentación ante el público los que el acompañamiento es el de la segun-
sería precisamente el bolero Nadie, canta da versión o incluso en algunos se o.ye el
prácticamente otra canción. Si no fuera por cinquillo. Sin embargo, la predominante em-
el texto que nos indica que estamos hablando pezó a ser la tercera versión. No obstante,
de los mismos versos, parecería que estamos como se había dicho, la importancia del cin-
escuchando dos canciones de ritmo e incluso quillo de los primeros boleros radicaba en su
melodía diferente. Pero principalmente es el utilización dentro de la línea melódica; lo
ritmo el que ha cambiado. El melódico ha cual desapareció totalmente, puesto que la
dejado sus figuras de aparente reiteración, intención de la nueva melodía era darle ese
su carácter rítmico en el compás de 2/4, para carácter sensual y muy romántico, y también
hacer largas cadencias en el compás de 4/4, darle mayor legibilidad al texto. Recuérdese
así como retardandos y otras novedades, más que fueron los textos de Lara los que causa-
propias de una canción que buscaba acepta- ron principalmente grandes polémicas y no
ción en un mercado internacional : el de la sus novedosos estilos musicales.
posguerra. Eracompañamiento de la versión
de Amparo Montes es clarísimamente el del Por ello no es de extrañarse que la proso-
típico bolero: las corcheas constantes con los dia musical y literaria se acoplaran tan ma-
ravillosamente en Lara. Castañeda y poste-
acentos en el primer, tercer y cu\irto tiempos.
riormente José Antonio Alcaraz coincidían
Sin este acompañamiento de baile cadencio-
en que este equilibrio entre prosodias era lo
so, sería difícil saber que la grave y muy
más sobresaliente en Agustín, así como el
sensual voz de la intérprete está cantando un
manejo de los intervalos ligados a la emoti-
bolero. Es así como el acompañamiento tam-
vidad de la letra. Ya en 1940, Castañeda
bién contrasta en ambos boleros: mientras
ejemplificaba esta cuestión con la canción
que en la primera versión las improvisacio-
Rosa:
nes larianas no permiten que identifiquemos
su estilo plenamente como bolero, el esque-
ma de la segunda nos lo dice abiertamente. El sallo de cuarta ascendente y descendente
SI·MI·SI que corresponde al primer motivo: Mi
vida, es tan certero que dudo pueda encontrar-
De esta manera, los boleros de la segunda se otra combinación que exprese la verdadera
etapa, que no fueron precisamente una nue- emoción de esta parte del texto... Lo mismo
va producción -con la excepción de algunos sucede con el motivo siguiente: LA·SI-DQ·MI
famosos como Solamente una vez-, sino una (triste jardín) como ascenso hacia un clímax y
recreación de los de su primera y fecundísi- con FA·MI·RE sostenido-MI (y tu jazmín) como
descenso ondulante hacia el reposo ... Eso es
ma época, empiezan a disfrazar una inten- precisamente la intuición, el talento o el genio
ción tropical mediante un esquema rítmico del artista: su personal manera de valorizar los
del acompañamiento simplificado. La hege- intervalos al servicio de la expresión (1940, pp
monía del cinquillo había pasado a la histo- 129 Y 130).
ria; el elemento transculturado desaparecía,
ya que el ritmo exportado se había incrusta- De la poesía de Agustín Lara se han dicho
do en un nuevo contexto social e histórico. muchas cosas, entre otras que tiene "carác-
La evolución del bolero urbano 17

ter de epígono del modernismo" (Griselda Realmente los textos de Lara no fueron
Álvarez, Lo exquisito Fallido, en Esperanza modernistas, ya que el compositor sólo usó
Bolland, 1980, p. 87) por algunas similitudes ciertas metáforas aisladas en las que mane-
en la adjetivación como en la canción Hastío . jaba elementos como el cisne y el color azul,
O que "logra hacernos dar tres pasos arriba con los que se había etiquetado al modernis-
en la escala musical y poética desde 'hay en mo, pero cuya intención poética no tenía
tu cuerpo la suave cadencia del son tropical' nada que ver con la de los modernistas. Agus-
hasta 'tiene tu paso vaivenes de hamaca tín fue ante todo un auténtico poeta román-
que mece el amor"'. Pero que nunca pudo tico popular. Desde antes de su surgimiento
-aunque quiso y creyó que pudo, de ahí su ya otros músicos como los de la trova yuca-
cursilería- hablar el lenguaje de poetas co- teca habían llevado a la capital versos de
mo Baudelaire GuanJosé Arreola, LaTa ITTUJ- escritores románticos musicalizados: "Yo sé
ginario, en Esperanza Bolland, 1980, p. 58). que nunca besaré tu boca.. . ", "Sin saber
que existías te deseaba .. . ", y otros más se
Lo cierto es que la música y la poesía de popularizaban inmediatamente. No obstan-
Lara causaron un gran impacto en sus ini- te, la producción de Lara empezó a alejarse
cios. Los periódicos de principios de los trein- de este estilo. Dentro de sus primeras pro-
tas lo situaban a la altura de los poetas ro- ducciones existían versos como los de Silencio,
mánticos más destacados: "Cada uno de sus los que se acercaban a la poesía romántica de
madrigales lleva una nota nueva .. . y en corte sutil, no empalagosos, que los yucate-
cuanto a su poesía, Lugones no desdeñaría cos musicalizaban . Este estilo no sería el
finnar muchas de sus cosas" Gacobo Dale- característico de Lara. Dentro de la variedad
vuelta, Agustín Lara Músico y Poeta, 26 junio temática de sus inicios, empezó a predomi-
1931, en Angelina Bruschetta, 1979). nar la imagen de la mujer en una versión
mitificada. Esa mujer que tiene "Vibración
Aquella época se caracterizaba por un de sonatina pasional", que "Sabe de los
romanticismo en todos los ámbitos; los pe- fUtros que hay en el amor" y tiene "El
riódicos lo confirmaban: "En su obra descu- hechizo de la liviandad". La mujer de las
bro... no la influencia sensual de las mujeres canciones de Lara es sensual, "Hecha de
-erotismo múltiple- sino la obsesión lace- miel y rosas en botón", aquella "Señora
rada de una sola y única mujer -adoración tentación de frívolo mirar", pero que a la vez
exclusiva-, la que colma la existencia, la simboliza el amparo y la protección del des-
que abraza el corazón en llama inextingui- valido Werther. Lara hace honor a su clase
ble... " (Oliverio Toro, 1930). En este con- de poeta marginado en prostíbulos de mala
texto, Lara no se consideraba cursi, sino un muerte y empieza a cantarle a la prostituta;
poeta popular, pero cuya poesía podía com- lo que ya habían hecho los poetas románticos
pararse con la de los poetas románticos de- del siglo diecinueve, pero que ningún músico
cimonónicos; de ahí que fuera tan bien re- popular había abordado con éxito.
cibido. A medida que su popularidad
aumentaba, también aparecían reacciones Los poetas románticos del XIX habían
en su contra. A mediados de los treinta, intentado desafiar las convenciones burgue-
Ponce se quejaba: "He estado en una hacien- sas al glorificar una de las figuras más mar-
da en el interior de México, muy lejos del ginadas socialmente, la prostituta. Lara re-
ferrocarril, pero donde sí hay radio, y los toma esta idea y empieza a masificar un
chicos cantan esas palmeras borrachas de sentimiento prostibulario a través de cancio-
sol... Han matado así la música vernácula" nes como Aventurera y Pervertida . Dichas can-
(citado por Yolanda Moreno Rivas, 1979 , ciones, así como la nueva audacia de su
capítulo 4, p. 16). En 1936 la Secretaría de popular lírica, harían de Lara un personaje
Educación Pública prohibió las canciones de polémico. Para Agustín, la Mujercita, Santa,
Lara en las escuelas por considerarlas im pro- Pecadora, Vencida, Pervertida o Aventurera , e nce-
pias para la niñez. rraba siempre la dualidad pecadora-divina.
18 HeteroJonía

La prostituta de las canciones de Agustín era Ésta es precisamente la historia del pro-
una mujer a la que el amor la redimía de su pio Agustín : un elegido que salió de la
pecado, pues había conservado la pureza del oscuridad. En los teatros de revista, cines y
corazón y de la que el poeta se hallaba ena- cafés bohemios, la música de Lara empeza-
morado hasta la ignominia. " ... Es para ti ba a justificar tod a una época: sus ritmos
mujer toda mi vida, te quiero aunque te sincopados, sus improvisaciones pianísti-
llamen pervertida", ó "Santa, sé mi guía en cas, ligadas a una melodía que empezaba a
el triste calvario del vivir ... alumbra con tu perder sus características rítmi cas de bolero
luz mi corazón". para hacerse lánguida y retardada, era de-
safiante y romántica a la vez. Para la década
En la mayoría de sus canciones, el perso- de los treintas, época de mayor fecundidad
naje masculino aparece como un ser desva- de Lara, con el impacto de la XEW, Lara
lido, cuya redención depende del amor de la había acabado con las canciones al estilo de
musa que lo inspira: "Pon en mi triste vida Tata Nacho o Miguel Lerdo de Tejada, así
una gota de amor ... pon en mi vida paria la como con los ritmos extranjeros: tango y fox
sombrade tus ojos ... ". Este amor, casisiem- -aunque él los hubiera cultivado también
pre nostálgico, presente sólo en el recuerdo, profusamente antes de desarrollar el nuevo
es el qu e provoca dentro del dolor, la inspi- estilo de sus boleros- o Curiosamente, la
ración del frágil músico-poeta, cuya perso- búsqueda de un nacionalismo musical po-
nalidad iba muy de acuerdo con su lírica. A pular urbano, se refugió en los ritmos ca-
principios de los treintas, México acogía ribeños, que también eran extranjeros, pe-
con grata benevolencia el romanticismo de ro que se acoplaban mejor con la época y
Agustín, puesto que ade-
más de su audacia musical
y literaria, L ara mismo
era la encarnación de su
poesía:

Por eso su lira está satura-


da de pasión : por eso la
suya es una in spiración
torturada en perpetua ho-
guera ... y si la vida son los
ríos que van al mar que es
el morir, la de Lara es un
río de torturado curso ...
La inspiración es una lira
que sólo entrega sus mejo-
res can tos a quien la pulsa
con el plectro candente de
todas las pasiones ... El ho-
locausto es peli groso. Los
más no vuelven a salir a
fl ote, se pierden para siem-
pre; pero los que por ex-
cepción el líquido ombligo
inmenso y bullente de-
vuelve, son los elegidos:
aunque ya para siemp re
sentirán que les quema los
lab ios la amargura que el
contacto de las aguas ma-
rinas dejara. (Oliverio To-
ro, 1930, p. 30).
La evolución del bolero urbano 19

sobre todo que adquirían un carácter me- fundían en una misma unidad. "Lara y José
xicano. Alfredo perduran enconadamente en la me-
moria popular por su vivificación de esque-
Ya para la década siguiente, los boleros se ma de conducta: bohemia, disipaciones,
definieron con el ritmo constante de acom- amor sin límites, pasión sin esperanza"
pañamiento ya descrito, perdiéndose mucho (Carlos Monsiváis en Ladrón de Guevara,
de sus iniciales improvisaciones pianísticas. 1983 , p. 63). Lara empieza a popularizarse
La melodía se hace aún más cadenciosa, vertiginosamente a pesar de su carácter po-
lenta y sugestiva. Pareciera que el cinquillo lémico : sus canciones eran audaces y su vida
rítmico de la melodía de los primeros boleros un irrebatible misterio.
cubanos nunca hubiera tenido nada que ver
con estos nuevos boleros, aptos para un mer- Sin embargo, a partir de la década de los
cado más internacional. Es la época de Sola- cuarentas, la figura de Lara es aceptada por
mente una vez y de otros boleros famosos aun- "unanimidad". Sus canciones ya no serían
que no fueran de Lara como: Bésame mucho, censuradas ni su estilo de vida reprochable.
Perfidia y Frenesí. México se convertía en una urbe cosmopolita
que crecía y se internacionalizaba en la época
de la segunda guerra mundial. Para esta épo-
Institucionalización del mito de ca, al decir de Carlós Monsiváis (1985, p. 76),
Agustín LaTa. la vida nocturna se consolidaba como un
invento comercial y dentro de este nuevo mito
Es en la década de los cuarentas cuando Lara escenificaba a "la marginalidad tolera-
Lara acaba de proyectar su imagen legenda- da" de una sociedad con vías al progreso.
ria a través del cine mexicano. Con el ante-
cedente de Santa (1931), se producen, gene- El desarrollo económico y la supuesta mo-
ralmente por Juan Orol, una serie de cintas dernidad iban a la par con una sociedad que
en las que la música de Agustín sirve de fondo tuviera vida nocturna. El cabaret sería una
y argumento a la vez. La vida del cabaret se moda para las clases medias y ya no un antro
presenta en una versión mítica y sentimen- de vicio y depravación. A través de las imá-
tal. Todas las películas tenían casi la misma genes estereotipadas del cine, la nueva socie-
temática: la vida del cabaret idealizada y dad asimilaba el mito de la vida nocturna y
aceptaba la simulación de una vida de per-
mitificada, en la que siempre lajoven víctima
sonajes como:
había caído a la mala vida, pero su alma pura
la salvaba del fango, o, en su excepción, se
suicidaba. Palabras de Mujer, Pervertida, Humo Mujeres buenas marcadas por la fatalidad ,
hombres débiles prendidos en el fuego de una
en los ojos, Carita de cielo, Mujer, Pecadora, Señora
devoradora, cuartos o cabarets sojuzgados por
Tentación, Hipólito el de Santa, Revancha, Salón el humo y fl aci dez moral, ojos inyectados de
México, El Angel Caído, El recado de Laura, alcohol y de pena, policías buenos, prostitutas
Coqueta, La hija del penal, Ángeles del arrabal, nobles y solidarias, niñas qu e crecen a la som-
Perdida, Aven turera, Víctimas del pecado y Mujeres bra de los burdeles, joyas, pieles y automóviles
de luj o que se acumulan al lado del suntuoso
en mi vida, son algunos ejemplos de las pelí- lecho de la malvada ... sensación de una culpa
culas que llevaban como tema central la mú- sólo aliviable por el balazo fatal de un gángster
sica y los textos de las canciones de Lara. en las encrucijadas del amanecer (Carlos
Incluso en varias de ellas, Agustín actuaba Monsiváis , 1985, p. 80) .
como él mismo o como algún personaje de
corte romántico: un ciego desvalido, pOI' Es de esta manera como el mito de Lara
ejemplo, en Hipólito el de Santa y en Coqueta. se consolida en los cuarentas y se prolonga
durante los cincuentas y sesentas. No por
El mito de Agustín Lara se había gestado casualidad, en estas décadas Agustín Lara
desde sus inicios, puesto que, como había vive más de su mito, de la encarnación en sí
dicho, la vida y la obra del músico-poeta se mismo de la poesía de sus canciones y no de
20 Ht/eTofonía

su producción. Ya para entonces las cancio- convertirse en la primera síntesis vocal de la


nes de Agustín habían caído en el estilo es- música romántica cubana, quedando defini-
quemático anteriormente explicado. Dicho do por sus peculiaridades rítmicas. La can-
estilo definiría el esquema rítmico del nuevo ción romántica de la nueva cultura cubana
bolero, producto que distaba mucho de su ya no era aquélla de compases ternarios y
antecesor cubano y yucateco. aire de romanza. La nueva modalidad, el
bolero, se caracterizaría por un compás de
Sin embargo, la leyenda de Agustín per- 2/4, un acompañamiento guitarrístico seg-
siste aún en nuestros días, pero con una mentado y constante y una melodía fluída,
versión diferente. Lara se ha convertido en igualmente rítmica que alteraba la prosodia
símbolo de la tradición mexicana. Si sus literaria del muchas veces ingenuo texto lite-
orígenes siguen siendo oscuros -nadie sabe rario romántico.
en donde nació y más de tres estados se
disputan la paternidad del compositor-, la Lo que había defmido al bolero cubano
figura de Agustín es ya un ingrediente nacio- era la constante presencia del cinquillo, cé-
nal. Aunque muchas de sus canciones sean lula rítmica proveniente de los tambores de
consideradas cursis por las nuevas generacio- la tumba francesa emigrada de Haití y de los
nes, otras de ellas, como Veracruz, Farolito y toques sagrados de los membranófonos yo-
Mujer, han persistido en el repertorio tradi- ruba. Este cinquillo, junto con otras figuras
cional de los grupos regionales o de los mú- igualmente sincopadas y breves, apareció en
sicos románticos de alguna peña bohemia. la propia línea melódica, dándole a este gé-
Incluso se siguen escuchando en boca de nero vocal un carácter rítmico aunque el
limosneros o cantores ciegos que abordan las texto fuera romántico. Posteriormente, el
.siempre repletas líneas del metro capitalino. cinquillo también empezó a aparecer en el
Tampoco falta nunca una canción de Lara acompañamiento guitarrístico, donde la fi-
en las reuniones bohemias de las familias gura predominante había sido el tresillo de
mexicanas. Estas canciones perdieron la ra- negras; sin embargo, su presencia en la línea
zón de ser que tuvieron durante los treintas, melódica persistiría, aunque llegara a variar
cuando constituían el género urbano, sen- constantemente. Estos cambios eran tan pe-
sual y romántico que había acabado con la queños que el oído común no los distinguía
lírica tradicional ternaria y de corte campi- y en la transcripción era casi imposible des-
rano; o durante los cuarentas y cincuentas, tacarlos. Por ello, la melodía de los primeros
cuando los boleros larianos se habían con- boleros cubanos tenía un carácter de aparen-
vertido en canciones más comerciales, con te reiteración.
un patrón estándar que las hacía rentables
en un mercado internacional. Los boleros Al pasar a México y llegar al sureste de la
más auténticos de Agustín Lara se arraiga- república, principalmente a Yucatán, el bo-
ron en la sociedad, rebasando su valor ini- lero empieza a perder sus características ori-
cial; producto de una circunstancia social ginales. Si aún conservaba el compás de 2/4,
temporal alcanzando, al transcurrir del tiem- el carácter rítmico de la melodía y el acom-
po, la aceptación general con un nuevo valor pañamiento guitarrístico segmentado y
cultural : el que da la tradición. constante, los acentos se habían suavizado,
el tempo se había hecho más lento y el texto
literario más depurado. El bolero yucateco
Conclusiones seguía conservando en los casos más repre-
sentativos el cinquillo melódico, pero los
Como resultado de esta investigación pu- acentos empezaban a dejar de ser tan mar·
de comprobar que el bolero se gestó como un cados. El romanticismo yucateco de la lírica
producto musical a partir de la transcultura- popular obtuvo un especial prestigio califi·
ción de elementos negros y blancos a fines cándose de fino y elaborado, puesto que fue-
d el siglo XIX y se consolidó en género al ron los versos de escritores románticos deci-
La evolución del bolero urbano 21

monomcos o de poetas locales, los que se mica melodía en la que el cinquillo tenía la
musicalizaban en manos de los trovadores. hegemonía. La novedad del nuevo romanti-
Este bolero sirvió de puente entre el cubano cismo urbano de Agustín empezaría a impo-
y el urbano mexicano que se desarrollaría nerse al ritmo musical. Si Agustín Lara can-
posteriormente. taba ala vida de ensueños, al amor nostálgico
ya la mujer divina, lo hacía de manera muy
El bolero yucateco, al llegar a la capital, diferente a los compositores tradicionales co-
vuelve a sufrir nuevas transformaciones pro- mo Tata Nacho, cuyo romanticismo musical
pias de otro proceso de transculturación. La y literario era más rígido y conservador.
nueva base social, cultural, económica y po-
lítica así lo exigía. En las manos de Agustín Lara toma los ritmos caribeños, se apro-
Lara, compositor representativo de este gé- pia del danzón y del bolero cubano que ha-
nero, el bolero pierde su acompañamiento bían pasado por Yucatán y Veracruz, y crea
guitarrístico y se adanzona con los acentos un romanticismo popular diferente. Si en la
pianísticos improvisatorios de aquel músico lírica yucateca, Palmerín musicalizaba y
legendario. cantaba a: "La peregrina de ojos claros y
divinos", Lara en sus nuevos boleros canta-
Con Agustín Lara, el bolero empieza a ba a "La señora tentación de frívolo mirar" .
perder su característica primordial: una rít- La nueva temática urbana del romanticismo
lariano y su estilo recitati-
vo de cantar transforma-
ban las propiedades rítmi-
cas del bolero original. En
sus inicios, el nuevo bolero
se articulaba aún en 2/4,
pero con una melodía que
perdía sus características
rítmicas y en la que el cin-
quillo había desaparecido.
Los boleros de Lara de fi-
nales de los 20 y principios
de los 30 tenían un acom-
pañamiento rico en figura-
ciones rítmicas y en impro-
visaciones, en el que aún
perduraba en algunos ca-
sos el cinquillo, aunque ya
no como una constante.
Estos boleros habían per-
dido su especialidad : el
cinquillo melódico, por lo
que eran confusos ya que
no tenían un factor tópico
¿ LETRA Y MUJ'tCA que los definiera como gé-

~f7A6USTIN L4RA neros.

IDU.DA ,oa Sin embargo, en las si-


La Southem Music P.ublishing eo. Ine. guientes décadas, los años
DI •• w YOI'
cuarenta y cincuenta, épo-
ca en que Agustín Lara era
ya toda una institución en
22 HeteroJon'a

la música popular m ex ica na, el bolero e m - con un carácter peculiar. Esto había vuelto a
pieza a caer en un esquema rítmico que era ocurrir con el bolero al llegar a México. La
un a rreglo impuesto a una melodía lenta y nueva cultura, factor dominante, y el bolero
cade nci osa, co n retardandos y otras noveda- original darían nacimiento a otro género de
d es que enfati zaban el estilo romántico y qu e co rte urbano y con nuevas características.
se articulaba en un compás mayor de 4/4 . Sin embargo, las circunstancias históricas y
Se había perdid o el carácter rítmico de la los motivos que originaron estos procesos de
melodía -aunque no necesariamente el sin- transculturació n so n totalmente diferentes.
co pado- y en estos nuevos boleros ya n o El cuándo, el cómo y el por qué el bolero deja
quedaba nada d el primitivo bolero cubano. de ser una expresión auténtica emergida de
El nuevo arreglo del acompañamiento, ocho las clases marginadas para convertirse en un
corcheas en las que se acentuaba el primero, producto cultural más institucional, es un
tercero y cuarto tiempos, disfrazaría el ca- estudio que podría elaborarse a partir de este
rácter tropical del b ole ro antecesor, mi en - primer trabajo en el que se examina n los
tras que la m elodía fluía más que nada en cam bios estructurales en el bolero.
función de la prosodia literaria que se hacía
m ás legible. A pesar de estas limitaciones, pienso que
mi temor inicial, fomentado a veces por com-
Pienso qu e este primer intento de análisis pañeros e incluso maestros, del poco valor
d e evolución del bolero bajo un enfoque et- sobre el estudio de la lírica popular, queda
nomusi cal tiene su s limitaciones. En primer totalmente fuera de lugar. Esta investigación
lu gar se requ eriría esclarecer las confusiones me ayudó a comprobar el maravilloso proce-
de los orígenes y variedades de los boleros, so de transculturación que da nacimiento a
así como de los términos estilo y género, que las manifestaciones colectivas y muy produc-
en el campo de la música popular son vagos tivas del pueblo que no se propone, como dijo
e imprecisos. En segu ndo lugar, sería nece- Chávez, hacer arte. Si su valor ha sido con-
sario estudiar con mayor precisión la crono- fundido es por falta de un estudio profundo
logía mu sical del bolero, desde sus orígenes al respecto; y si además estas expresiones han
hasta la última producción de Lara, buscan- sido absorbidas por los medios masivos y
do un mayor número de grabaciones que deformadas, éste también es un trabajo muy
pudiera n testificar estas conclusiones más interesante y necesario para la investigación .
rot undame nte. El acervo musical de todos aquellos núcleos
que han sido marginados es quizá la más
También sería necesario buscar las causas honesta manifestación artística de un país.
de los ca mbios del bolero a lo largo de su Puesto que no buscan simular arte sino ser
evolu ción, examinando el contexto histórico auténticos en su realidad .
y social más depuradamente. Aquí sería in-
dispensable retomar el con cepto de transcul-
tu ración y precisar aú n m ás su definición. A Bibliografla
lo largo de este primer trabajo de investiga-
ción m e di cue nta que el concepto, a pesar de ARELLANO MARFILES, David
las posibilidades que abre y de la fecundidad 1978: Las corifesiones de don Agustín Lara ,
en su uso, es un tanto am bi guo, ya que en el México, D. F., Florencia.
caso del bolero, las di versas eta pas de evolu-
ción no responden al mismo proceso de A YALA, Roberto
transculturació n . 1969 : Canciones y poemas de Agustín Lara ,
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Como gé nero folclórico, el bolero cubano
nació d e los a ntecedentes d omin antes, euro- BOLLAND , Esperanza (ed.)
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La evolución del bolero urbano 23

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Ilustración
de Migutl
COUD"ubias.
Rosa Virginia Sánchez

El aspecto sagrado
de la música indígena *

Pero cuando un día, al oír la música de


El estudio de la música indígena exige una una danza indígena, no experimentamos lo
forma de apreciación muy especial. Aprecia-
mismo, nos sentimos decepcionados. A veces
ción que, en principio, se aleja en gran me-
nos da por pensar que se trata de una música
dida de la idea que tenemos de la música en
sin imaginación, desafinada, monótona. A
general.
lo más, podemos pensar que es interesante.
Sin embargo, el que no acertemos a encon-
Cuántas veces cada uno de nosotros ha trar esa sensación en el interior del mundo
escogido un disco para escuchar, con verda- de los sonidos, no quiere decir que no deba
dero placer, una serie de timbres, giros me- buscarse allí. Pero antes es preciso realizar
lódicos, enlaces armónicos, que en ocasiones un viaje a través de los profundos caminos
llegan a producirnos una emoción indescrip- del pensamiento del hombre indígena, para
tible ... poder descubrir, poco a poco, la concepción
que él tiene de música y, al hacerlo, hallar
placer con el conocimiento de su placer, que
surge de la relación que él mismo establece
con su música.

Nos encontramos, así, con un universo de


significación inherente a la música; y es a
partir de este momento que no podemos ni
debemos tratar de verla por sí misma, aislada
del contexto que le da sentido.

Según Mircea Eliade, es típico de las so-


ciedades que él llama arcaicas la tendencia a
vivir lo .más posible en lo sagrado o en la
intimidad de los objetos consagrados. Lo
sagrado lleva consigo la idea de fortaleza, de
orden frente a un mundo instalado en el caos.
El mundo profano es un lugar inseguro, in-
definido, lleno de carencias, que provoca en
el hombre un estado de angustia, por lo que
se vuelve imprescindible buscar un alivio. De
allí la importancia de construir un lugar
sagrado, y de vivir en él: constituye una

·Versión con:egida de la ponencia presentada en el


coloquio " Huapango y Huasteca. Homenaje al MirO.
Lino Domingutl, tocador de jaranita ro /o. parroquia de Tan · Alvarado Pier" • en octubre de 1986. organizado porla
rannuilz, S. L. P. Fotografía de Daniel Hmuindtl . Sociedad Mexicana de Musicologla.
El aspecto sagrado 25

ruptura en el espacio y simboliza una" aber- y de los fenómenos que se manifiestan alre-
tura", gracias a la que se posibilita el tránsito dedor de los instrumentos, de la indumenta-
de una región cósmica a otra: del cielo a la ria y de los propios intérpretes; esto ayudará
tierra o viceversa. I a aproximarnos a la atmósfera ritual en que
se desenvuelve dicha danza.
Pero ¿qué es lo sagrado? ¿cómo recono-
cerlo? Es posible su conocimiento porque La danza del Rey Colorado se realiza en
tiene la característica de manifestarse. Lo muy diversas ocasiones,' pero aquí sólo men-
sagrado se muestra siempre en un mismo cionaré algu.n as de ellas.
acto misterioso: es la manifestac~ón de algo
completamente diferente, fuera de este mun- El 29 de septiembre, día de San Miguel
do, en objetos que forman parte del mundo Arcángel, patrono del municipio de Tancán-
natural. Cualquier objeto, al manifestar lo huitz, la danza del Rey Colorado, al igual
sagrado, se convierte en otra cosa sin dejar que otras, se lleva a cabo en el interior de la
de ser él mismo. 2 iglesia de Ciudad Santos. Para los músicos y
danzantes de Tamaletom es necesario estar
En las sociedades indígenas mexicanas de presentes en esta ocasión con el fin de agra-
nuestros días podemos observar, en diversos decer a quien consideran su máximo protec-
grados, la misma constante necesidad de tor de día y de noche. A pesar de que en esta
contacto con lo sagrado. Dentro de esta ne- comunidad no existen actualmente ceremo-
cesidad, la música cumple una función vital: nias específicamente relacionadas con la llu-
ser el medio a través del cual se garantiza tal via y con el trabajo agrícola en general, per-
comunicación. manece en la memoria de la gente el recuerdo
de una ceremonia en la que intervenían niños
La música y danza indígenas tienen, que traían mazorcas tiernas de la milpa, para
pues, carácter sagrado, por lo que podemos colocarlas, después de haberlas adornado,
hallarlas íntimamente relacionadas con la junto a la imagen del Niño de Atocha y para
existencia misma del hombre, alIado de cada ofrecerles a ambos una comida. Sin embar-
acto de su vida cotidiana. go, es significativo que el día de San Miguel
sea celebrado no sólo en este municipio, sino
En la comunidad huasteca de Tamaletom, en varios lugares de la Huasteca, y que coin-
ubicada en algún lugar de la Sierra Madre cida con una fecha importante del ciclo agrí-
Oriental, a unos cuantos kilómetros de Tan- cola: la segunda siembra, por lo que algunos
cánhuitz - " lugar de flores amarillas" - , y grupos, conscientes de esto, han llamado a la
con rumbo a Coxcatlán, donde hace muchos ceremonia de este día, la •• fiesta d e los elo-
años, al parecer, Hernán Cortés tuvo el pri- tes ".3
mer enfrentamiento con los huastecos, se
realiza con frecuencia, entre muchas otras, El hacer la danza representa siempre una
una danza que ayudará a ilustrar la idea que responsabilidad para los ejecutantes; no obs-
aquí expongo. Se trata de la danza del Rey tante, la fe, la intensidad con que se realiza,
Colorado. es diferen te según la ocasión . Por ejemplo, el
22 de noviembre, día de Santa Cecilia, la
Dejando por el momento a un lado toda danza del Rey Colorado, que en esta ocasión
descripción formal de la danza, nos concen- se conoce como la "cena de las danzas", es
traremos en hablar de las ocasiones en que considerada como la más sagrada. Se trata
se efectúa, del significado que los participan- de ofrendarla a Santa Cecilia, patrona de la
tes mismos le dan, de la función que cumple música, a los instrumentos y a los propios

I Eliade, Mircea, Lo sagrado y /o profano. 3 Por ejemplo en Silozúchitl, Veracruz, como men-
2 Para dcsignar toda manifcstación de lo sagrado, ciona Bonlil Ba talla en " Notas etnográficas ( ... J" , An.
E1iade utiliza el término him>fanía. tú Antrop., vol. VI.
26 H elerofonía

Mujeres bailando la Danza del Rey Colorado en Tamale/om, S. L. P. F%grafia de Daniel Hernández.

intérpretes. T iene lugar en Tam aletom pa ra res ultar sorpresivo la presencia de la danza
evitar la intervención de gente extraña qu e en este tipo de eventos. Con la s siguientes
pud iera tomar la ceremoni a como cosa de palabras de Eliade tal vez pod amos disipa r
j uego o bu rl a. esta impresión : el hombre de las sociedad es
" prem oder nas" aspira a vivir lo más cerca
Ahora bien , e n los dos casos m encionados, posible del cen tro d el mund o, es decir, del
se trata d e ce remoni as medi ante las cuales lugar más cerca no a l cielo; un punto de orien-
músicos y da nzantes agradecen o piden algo. tación a partir del cual se extiende el "ver-
Pero ¿qué pasa co n el resto de la comunidad ? dadero mundo", el habitado, el conocido.
¿De qué manera agradece n ellos a los que Sabe, efectivamente, que su pa ís se encuen-
también co nsidera n sus protectores? En té r- tra en medio de la Tierra, que su ciudad
min os generales, ta mbi én acostumbran ha- consti tu ye el ombli go d el unive rso, y, sobre
ce rlo por medio de la música; pero, en form a tod o, que el templo o el palacio son ve rdade-
pa rticular, solici t2l n la da nza lleva ndo caña y ros ceptros del mundo; pero quiere también
ciga rros a la casa del mús ico principal. Si el que su pro pia casa se sitúe en el centro.4 En
grupo de dan za acepta, el solicita nte deberá el caso d e Ta maletom , en es tas ocasiones en
paga rl es por medio de un a comida, qu e e n que adem ás de la usual bebida ritual, se lleva
realidad es una o frend a tanto pa ra los músi- a cabo un discu rso en hu asteco entre el capi-
cos como para las im ágenes del alta r d om és- tán de la da nza y los du eños de la casa,
tico. Co n es te fin , la danza pued e efectu a rse podemos observa r que la da nza, lo mismo
el día de la V irgen de G uadalupe, en época
que el poner im ágenes y sem b rar diferentes
elem entos en las cuatro esquinas de la casa,
de posadas, el 29 d e se ptiembre y en otras
representan la consagración del luga r.
fec has segú n las imáge nes propias de cad a
hoga r.
Tanto en las ocasiones en qu e la d anza es
un asunto específi cam ente importa nte pa ra
O tro motivo pa ra solicitar la da nza, aun -
que cad a vez menos frecuent e, es la inaugu-
ración de un a casa. Para nosotros puede 4 Eliadc. Mircca. op. cit. , p. 43 .
El aspecto sagrado 27

los músicos y danzantes, como en aquellas los instrumentos y a la utilería. Requieren,


en las que ellos participan a petición de un primeramente, de una ceremonia especial
grupo, una familia o un individuo en parti- para entrar en uso; y lo mismo sucede cuando
cular, podemos percibir de inmediato una dejan de servir, cuando se vuelven viejos. El
diferencia relativa a la participación. Por un día de Santa Cecilia los llevan a descansar a
lado están los que ejecutan la música y la un lugar que, por lo general, está en una
danza, y por otro aquéllos que solicitan los cueva oculta y de difícil acceso. En palabras
servicios de estos especialistas. Es evidente de ellos, los instrumentos han ido a muchos
que no todo mundo es o puede ser músico. lugares sagrados, han sido bendecidos y ade-
Esta diferenciación, como explicaré más más, como muchas otras cosas, tienen alma,
adelante, se debe a que ser músico no es una por lo que es necesario que descansen. Otro
decisión personal, sino que deriva de un hecho más señala su carácter sagrado: una
señalamiento extrahumano. vez "enterrados", se coloca un corazón de
pollo en la entrada de la cueva para prote-
En todos los casos, por otra parte, sean gerlos de cualquier intromisión, ya que si
particulares o no, se puede decir que la danza alguien llegara a tocarlos, el músico o dan-
del Rey Colorado, además de ser un modo zante a quien hubieran pertenecido podría
de agradecimiento, se ofrece a diferentes san- ser víctima de algún mal.
tos, a la Virgen y a Jesucristo, para pedirles
diversas cosas que van desde buenas cose- En cuanto a los ejecutantes, más arriba
chas, suerte en los caminos, más vida y tra- mencioné que la diferencia entre músicos y
bajo, hasta, en el caso de los músicos, que se danzantes con respecto al resto de los miem-
les permita seguir tocando y danzando. bros de la comunidad, reside en poder enta-
blar una comunicación con lo celeste por me-
Podemos decir entonces que la danza, dio de la danza, la cual no es otra cosa que un
como todo rito, tiene una eficacia que reside rito. Todo individuo que ejecuta ritos mágicos
en establecer el contacto entre los hombres se ve colocado, por el hecho mismo de ejecu-
de la comunidad y las diferentes entidades tarlos, en una situación particular. Jean Ca-
sagradas, para lograr todas aquellas cosas zeneuve agrupa bajo el término de "mago"
que le son necesarias y que no pueden con- a una serie de personas a quienes su propio
seguir apelando únicamente a los medios grupo las considera dotadas de esta condición
ordinarios. especial que les da el tener contdcto con lo
sobrenatural. Él se refiere a chamanes, bru-
Ahora bien, esa comunicaclOn que el jos, hechiceros, curanderos, etcétera, aunque
hombre establece con lo celeste, debe hacerse entre ellos existan diferencias importantes. 5
por medio de un lenguaje que no es propia-
Bajo este rubro, yo ó..,adiría, sin duda, a
mente humano, sino de los dioses. Y este
los músicos y danzantes y muy particular-
lenguaje es precisamente la música; en esto
mente al c<lpitán de la danza. No creo caer
reside su carácter sagrado. En efecto, en la
en ninguna exageración al decir esto, sobre
comunidad de Tamaletom, la música no es
todo tomando en cuenta que en diferentes
concebida como un producto humano. Para
comunidades indígenas de México es común
ellos, la dueña y creadora de la música es
encontrar que el capitán de la danza es asi-
Santa Cecilia. Ella la ofrece a los hombres
mismo un curandero, el cual es diferenciado
para que éstos la toquen y la bailen.
claramente del brujo. Mientras que éste es
generalmente rechazado y está situado de
Por este carácter especial de la música, los
alguna manera fuera de la ley, el curandero
elementos que la conforman -los instru-
es aceptado por el grupo y suele er digno del
mentos, la utilería, la coreografía y los pro-
mayor respeto. En el caso de la danza del Rey
pios músicos- deben ser también algo re-
lacionado con lo sagrado. Esto puede
apreciarse claramente en el trato que se da a ' C azcncu\'e, J ean , Soá%gia dtl rilo.
28 Heterojonía

Ce/asio PacMcO, capitán de la Danza del Rey Colorado, dirigiendo la donza en Tamaletom, S. L. P. Fotografía tÚ Daniel HernántÚz.

Colorado, e! capitán, a pesar de no recono- sólito, lo que está al margen de las normas,
cerse a sí mismo como curandero, tiene la son caracteres de la personalidad mágica.
facultad de curar a los músicos y danzantes Así, un individuo puede saber que es "ma-
cuando alguno de éstos enferma, ya sea por go", debido a anomalías congénitas, sean
envidias ajenas o por ejecutar la danza con físicas o psíquicas, como e! tener dedos adi-
poco respeto. Para ello, e! capitán elabora un cionales, e! nacer con dientes, e! ser asexua-
ungüento con cebo de venado, copal, pedazos dos, el tener un temperamento nervioso o
de! papel de las coronas y de la "vara", brea histérico o tener enfermedades como la epi-
y raspaduras de los instrumentos. Este un- lepsia. Pero también puede tratarse de carac-
güento lo aplica en todas las coyunturas de! terísticas adquiridas a través de una expe-
cuerpo después de haber hecho una limpia. riencia de tipo numinoso. 7

Por todo lo dicho, es posible encontrar en En e! caso de los participantes de la danza


los ejecutantes de la danza características de! Rey Colorado, e! violinista me dijo que
similares a las de los individuos estudiados lo era por haber nacido con' ' la tripa atrave-
por Cazeneuve. sada", y e! capitán, que fue "señalado" el
día que le cayó un rayo cuando era niño.
Este autor nos dice, por ejemplo, que lo
que hace que un individuo esté señalado para Por otro lado, en cuanto a este elemento
ser " mago" pertenece al mismo orden de natural que es el rayo, me parece que su
todo cuanto simboliza lo numinoso. 6 Lo in- significado es más complejo y que va mas allá
de ser tan sólo un signo "señalatorio ".
ti El término numinoJo fue creado por Rudolf Ouo, y
aparece explicado en su libro Das hei/ige, 1917 . Este Entre los huastecos, lo mismo que entre
término que incluye lodo cuanto se le presenta al hom- otros grupos étnicos de la región, el rayo o
bre como anormal, como sobrenatural, y que despiena trueno representa un signo de gran impor-
en él un sentimiento a la vez de tcmor y de fascinación ,
ha sido retomado por autores posteriores. entre ellos
Eliad,' y Cazcneuvc, en los libros citados. 7 Cazcncuvc.jcan, op. cit. pp. 151 - 154.
El aspecto sagrado 29

tancia. Entre los pames, los truenos son con- Colorado pueden subir al cielo por medio de
cebidos como dioses. El chilk -jefe de las los rayos, ya que -como me dijeron- la
ofrendas- nos dice: "yo, desde antes, desde danza se ofrece también a un músico o dan-
muy chiquito, tenía contactos con los true- zante cuando muere, y si ese día llueve con
nos. Ellos me hablaban en su idioma . .. , me truenos, es señal de que fue un buen ejecu-
dijeron que yo tenía que hacer las comidas, tante pues los rayos bajan del cielo sólo para
que a mí me tocaba ese cargo. .. El padre llevárselo.
paterno es el jefe de los truenos, es el dueño
del mundo. El tiene sus correos, sus manda- En este sentido, adquiere un mayor signi-
tarios, sus soldados, sus ayudantes, sus peo- ficado el hecho de que Gelasio Pacheco, ca-
nes" . 8 pitán de la danza del Rey Colorado, haya sido
señalado precisamente por medio de un rayo
La misma idea se encuentra entre los y no de otra forma. No existe otro camino
totonacos. "Existe unajerarquía de los True- más directo de comunicación con el cielo que
nos: los cuatro truenos principales están en- el propio eje cósmico. Se trata de un ascenso
cargados de los cuatro puntos cardinales, o y descenso simbólicos, por demás, necesa-
mejor: de cada uno de los cuadrantes del rios. Cazeneuve nos dice que el "mago" , al
cielo" . Pero aquí también está la idea de que abandonar su estado normal, sube al cielo,
los truenos son además los sostenes del cielo: donde recibe poderes, y regresa como un ser
el trueno rojo al este, el trueno amarillo al doble después de lo cual ya no pertenece a la
norte, el trueno azul al oeste y el trueno verde condición humana.
al sur.9
El hecho de que esta forma de comunica-
En algunas sociedades' ' premodernas" la ción con lo divino no sea algo común a todos
comunicación con el cielo se expresa indife- los habitantes de la comunidad, viene a re-
rentemente a través de cierto número de afirmar lo anteriormente dicho: la categoría
imágenes relativas en su totalidad al axis especial de que gozan los músicos y los dan-
mundi, como pueden ser el pilar, la montaña, zantes debido al mismo carácter de la música
el árbol, etcétera. Todas representan un poste y la danza : su carácter sagrado.
sagrado o eje cósmico alrededor del cual se
extiende el "mundo" . Su importancia radi- A partir de las ideas expresadas aquí, una
ca en la comunicación que se establece, a puerta más se abre en nuestro camino pa ra
través de él, con el cielo. Así, los elementos dar paso a una infinidad de elementos que
señalados sirven a la vez como medios de nos permiten y, de hecho, nos impulsan a
comunicación con lo celeste y como sostenes salir del mundo de los sonidos, para colocar-
del mismo. 10 nos más cerca del hombre y poder, así, apro-
ximarnos a la meta que alguna vez propuso
Sintetizando las ideas anteriores, me atre- Malinowski: " ... llegar a captar el punto de
vo a pensar que el rayo o trueno puede rep- vista cúl indígena, su posición a nte la vida;
resentar algo similar a lo que representan el comprender su visión de su mundo. Tenemos
árbol, la liana o la montaña: un eje cósmico, que estudiar al hombre y debemos estudiarlo
una especie de escalera que sube al cielo y en lo que más íntimamente le concierne, es
que pone al hombre en contacto con éste. Eso decir, en aquello que le une a la vida" . 11
es más claro cuando sabemos que tanto mú-
sicos como danzantes de la danza del Rey
Bibliografia
8 Chemin , Dominique, I I Rituales relacionados con
la ( ... )", An. de Antrop. , 11 Etnología y Lingüística, vol. BONFIL BATALLA , Guillermo, " Notas etno-
XVlI. gráficas de la región huasteca, M éxi co ",
g l ehon, Alain, La relig ión de los totonacas fÚ la sierra, p.
13 7.
10 Eliade, Mireea, op . cit., p. 38. 11 M alinoswki, Bro nislaw, L os argonautas ( ... ). p. 4 1.
30 H elerofonía

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UNAMIIlH, 1969, pp. 13 1-151. ed., Barcelona : Ed. Labor/Punto Ome-
ga, 1983, 185 p.
CAZENEUVE, Jean, Sociología del rito , Buenos
Aires: Amorrortu ed., 1971 , 279 p. ICHON , Alain, La religión de los totonacas de la
sierra, México : INI/SEP, no. 16, 1973 ,
CHEMIN, Dominique, " Rituales relaciona- 512 p.
dos con la venida de las lluvias, la cosecha
y las manifestaciones atmosféricas y telú- MALlNOWSKI, Bronislaw, Los argonautas del
ricas maléficas en la región pame de Santa Pacífico Occidental: Un estudio sobre comercio
María Acapulco, San Luis Potosí" , Anales y aventura entre los indígenas de los archipiélagos
de Antropología, 11 Etnología y Lingüística, de la Nueva Guinea melanésica, prol. Frazer,
vol. XVII, México: UNAM , 1980, pp. 67- 2a. ed., Barcelona : Ediciones Península,
98. 1975,505 p.
Elisa Osorio Bolio de Saldívar

La música zapoteca de Juchitán

N os encontramos ante un grupo de músicos escuchan- don Cenobio, después de probar


indios de ]uchitán, grupo completo que su flauta, se dispone a tocar, previo acuerdo
consta de tres personajes : Cenobio, el maes- con los compañeros, lanzando una seña ape-
tro flautista qt · n desea morir con la flauta nas advertible.
en las manos; Arcadio, el discípulo tambori-
lero próximo a sustituir a su maestro, se El joven del tambor, alto, flaco, escuáli-
embelesa con las melodías, y el pequeño do, ya casi ciego, es un verdadero responsa-
iniciado, Macario -a quien Cenobio ha no- ble de su labor y procura agradar a su
tado facultades para la música-, tiene a su maestro y guiar al pequeño a quien, des-
cargo la percusión de un carapacho de tortu- pués de sentarse en una silla que le han
ga. ofrecido, no le alcanzan· los pies para repo-
sarlos en el suelo y debe cruzarlos o ponerlos
El viejecito es ciego, acaso esto mismo le en el primer travesaño, con objeto de soste-
ha brindado la maravillosa oportunidad de ner cómodamente el instrumento sobre las
penetrar en la naturaleza para poder expre- piernas.
sar, por medio de sus flautas, sonidos delica-
dísimos captados por su oído prodigioso. En- El conjunto de instrumentos es indio pu-
corvado al peso de sus ochenta años, y con el ro: flauta, tambor y concha de tortuga. Sólo
sombrero cubriendo las cuencas vacías de sus en las culturas de México y Centro América
ojos -no le importa no mirar: él sabe que lo estos instrumentos se dieron la mano.

Músico dt /lslmo dt Tthuanltpte.


32 Htlerofonía

La flauta es de carrizo con embocadura así como otros ofrecen encender una vela,
de tubo de órgano, en ocasiones con tres y llevar un exvoto o pintar un retablo. Pero la
otras con siete agujeros: de siete, cuando el música se ha de detener en la puerta de la
flautista ciego está estacionado y puede usar iglesia.
libremente sus dos manos en el manejo del
instrumento; de tres, en las procesiones; pues Cenobio, en setenta años de músico -to-
cuando la mano derecha se apoya sobre el ca desde los diez-, nunca ha tocado dentro
hombro del lazarillo, la izquierda sólo puede de un templo. U na tradición oral conservada
accionar sobre la flauta de tres orificios -dos al parejo de la música nos explica que, cuan-
superiores y uno inferior- éste para el pul- do los misioneros católicos llegaron a cristia-
gar y aquéllos para el índice y medio. La nizar a los indios, no quisieron servirse de la
supervivencia de esta flauta de tres oradacio- música que estos les ofrecieron, diciendo que
nes se explica entre los yaquis, mayos, hui- la iglesia tenía música especial y propia para
choles y otros grupos indios del noroeste de ser tocada dentro del recinto sagrado, y que
México, porque un mismo músico toca con en cambio la de ellos no era religiosa, sino de
la mano derecha un tambor que pende del herejes, y como tal debía ser tocada fuera de
cuello y con la izquierda la flauta; de igual las iglesias; pero los indios, queriendo servir
forma toca el músico danzante de la danza a Dios con ella, se la llevaban hasta la entrada
de los Voladores, viva entre los totonacas, de su templo. La costumbre es general para
pero que se extendió desde la Huasteca hasta casi todas las regiones del país, aunque en
Centro América antes de la Conquista. Has- una ocasión hemos visto a un flautista otomí,
ta ahora no hemos tenido oportunidad de situado en el interior de una iglesia, tocar en
hacer un estudio de tales flautas. La de siete diversos oficios religiosos al mismo tiempo
agujeros, seis superiores y uno inferior, es que el órgano, pero absolutamente inde-
una modificación de la de tres, adaptada a la pendiente de él en las melodías.
escala temperada occidental con una afina-
ción muy correcta. Siguen al Kiri cuarenta, cincuenta, mu-
chas más piezas. Siempre, en todas las fies-
El tambor, hecho de dos tapas de piel de tas, las mismas y en el mismo orden. Así las
venado, es un poco más alto que las cajas de aprendió Cenobio de su maestro y así las
guerra de nuestro ejército recordando, por enseñará a su discípulo "cuando sea oportu-
sus dimensiones, al huéhuetl prehispano. no" . Sin embargo, Cenobio ha expresado la
idea de llevarse a su tumba la tradición mu-
De la concha de tortuga, percutida con los sical de su raza, porque no encuentra al
cuernos del venado, se encuentra memoria discípulo que sólo quiere servir a Dios, y
remota en las pictografías indias anteriores prefiere que con él, el último guardián de ese
a la Conquista y en los viejos cronicones de tesoro, ,se vayan y se acaben esos cantos antes
frailes y soldados. Ésta que tañe Macario de que se vean profanados por la flauta de
produce un intervalo de quinta justa. otro músico que los lleve a los bailes y salones
cortesanos.
y comienzan a tocar. Hay un aviso, una
llamada en la flauta. Al principio se escucha Son melodías dulces que tienen por moti-
siempre el Kiri. Hay algo de ritual y mucho vo la imitación del canto de algún ave como
de tradición en esa melodía tU la madrugada el canario, el zanate o el alcaraván. La flauta
que, como todas las demás, ofrecen al Todo- se ajusta al canto del pájaro poniendo en la
poderoso, tocadas con fervor, casi orando, sin melodía un fondo decorativo, complementa-
que para ello les haga falta, arrodillarse en el do con las percusiones que, con el ritmo,
templo. Son músicos que se pasan la vida describen el andar o volar del animal o cual-
tocando en los atrios de las iglesias, contra- quier otro movimiento peculiar del ambiente
tados para las fiestas d e los santos patronos en que vive. La composición se refiere a la
para " pagar mandas" o " pagar milagros" , descripción completa de una escena en la que
La música zapoteca 33

actúan varios personajes y en donde hay sello especial, un car~cter sui generis incon-
lucha, esfuerzo, aullidos,ladridos, que- fundible, una construcci6n distinta a la que
jas. Los personajes pueden representar ani- producen otros grupos de indios.
males, fen6menos de la naturaleza o perso-
nas -aunque éstas son verdaderamente Después tocan otros sones en que se reco-
raras-o La descripci6n musical es tan fiel, nocen elementos indígenas mezclados con
que fácilmente se podrían escenificar para los hispanos, o puramente hispanos -pero
que fueran más reales, como debieron ser en vistos por el espíritu del indio-: música
otros tiempos en que no existían prohibicio- mestiza y música criolla.
nes religiosas ni civiles.
El mestizaje se observa tanto en el ritmo
Creemos que estas melodías son las que como en la melodía: en el ritmo apuntamos
tienen una mayor cantidad de elementos in- por ahora el que primero salta a la percep-
dígenas, tomando en cuenta que son tradi- ci6n del investigador; el de La Sandunga, cuyo
cionales, que quienes las conservan son in- origen está en La Petenera. De paso apunta-
dios puros, que los temas están tomados del mos c6mo LaSanduga se conoci6 en la Ciudad
ambiente local, que los ritmos -aunque un de México: el tres de diciembre de mil ocho-
poco forzados- son primitivos, que el desa- cientos cincuenta se di6 en el Teatro Princi-
rrollo del tema es corto -cuatro, ochu o pal una funci6n a beneficio de la actriz María
dieciseis compases, siempre cuadrado-, Cañete. Con toda anticipaci6n publicaron
que la técnica del flautista es diversa a la los diarios metropolitanos el programa res-
occidental, logrando longitudes de tubo va- pectivo, en cuya última parte se lee: "Fina-
riables para obtener fracciones de tono apro- lizando el todo del espectáculo con el precioso
vechables únicamente en las imitaciones de JALEO ANDALUZ, nuevo, conocido con el
la naturaleza y, finalmente, que tienen un nombre de la SANDUNGA, ejecutado por la

Músicos ciegos de juchitán por Miguel CovaTTUbias.


34 Helerojonía

Señorita Moctezuma y el director del ramo


D. Ambrosio Martínez". Pasó la función y
en las crónicas teatrales no hubo un solo
..
comentario para La Sandunga . En nuestras
colecciones figura una partitura para banda,
de La Sandunga , que corresponde a la mitad
del siglo pasado, siendo muy semejante a la
que se disputan chiapanecos y oaxaqueños.
El tema es el mismo aunque hay variantes en
algunas frases. No creemos que ésta sea la
TEATRO' NACI.'ONAlh.... M·\!
lUAn•• 3 ". DICJUlD'1!. ~.
última palabra sobre el tan discutido origen
de esta pieza, pero remitimos a quienes se
P •• e;"" _or¡/;_¡. ~ ~~fleia ..', la' f'j~ -i~
interesen por el asunto, a El Monitor Republi- Mr~~~~;;';nE. , ~.
cano y a El Siglo XIX del 3 de diciembre de
l.-El
.. ,.-
~\aN!&Dt.o d........áUO.D , ••• 1lCI1O'> f' ~ .
.
1850 y ponemos a su disposición la partitura .oorilO upl_ID.D\~ para la beneñ,·it· d~ l·... .~ , •
citada. touiauo D. JgltGftlJ ,d."¡#ll4I, t1t")."'o: ~..... ~

LA RI14. DtL StlN.\DOR.


Así como sucede con grupos humanos en O LOS ' ODIOS POLl'l'ICQS•..)¡,"
algunas migraciones que encuentran lo que H.-La Sriu.. Tb;',ry, el ar. D_M1<
se ha llamado" zonas de refugio" , en donde ~!\ ll""D
UCI bermopo '
permanecen en toda su pureza, así acontece P~\SO A DO~.
con algunas migraciones de tipos musicales. c..up....to
· ~,..Jo
,...1", P....
D.
• la ......d.¡... ,
lllio-G_l~1 ~

La conquista transportó la música de las
. lit-J•• Sr!lL Mu, r.w~" d. ~je,J
diversas regiones de España, música que se "'" t.eo.Sci.da d. gilah, eu""" la
ha mestizado casi siempre y ha adquirido p*~ ... Do.. ¡oad",
caracteres~s; pero Juchitán ha sido
una de esas" zonas de refugio" para la mú- Q.. _le1H _ 1M tapla•. de1 'fEtD'If¡'tJ...~¡
sica andaluza : zapateados y peteneras con- IV 1 6l1i_-La Sril •. "'Ñ.q:tr¡¡p.¡,~lIit.
lIlor)i .... l.i1arU .1 J.:eo D_ _,
servan toda su pureza en la melodía y en el
ritmo.
Q... 6".1<•." _
En el conjunto de Cenobio, estas melodías lA kUEYA HAllLt¡IIiAIlI...... ··"1Hf.!
son definidamente europeas, absolutamente
temperadas, sin usar el cromatismo en frac- Cartel qUl! anuncia la prtSmlllción <ú la Zandunga en México
el 3 de diciembre de 1850 . (Nótese qUl! Úl PTtSmtación se efectuó
ciones menores que el semitono, y el uso de en el Teatro Nacional.)
éste, bien notable en el anuncio y en el final,
sirve (en esos pequeños fragmentos) como agudo canto, así la flauta se ha acomodado a
lazo de unión entre una música y la otra, son
las m¡;lodías hispan~s sin olvidar aquellas
los indicadores de que el indio se aferra a su que le fueron propias.
tradición : así como el alcaraván se ha aco-
modado a vivir con las demás aves de corral
México, Agosto de 1938.
sin prescindir por ello de su penetrante y
Andrés Henestrosa

Música mestiza de Tehuantepec*

Quien hable de música y de canciones del


Istmo de Tehuantepec dice una mentira, o
una verdad a medias. Porque música indíge-
na propiamente dicha yen general toda ma-
nifestación artística, no la hay. Esto no evita
que por ahí quede alguna melodía pura,
algún procedimiento de trabajo autóctono;
pero ellos son ya tan débiles que no puede
llamárseles, sin mentir, música indígena, ar-
te indígena: lo que de aborigen tienen algu-
nas artes de México es la emoción qu e hasta
las manos le llega al indio cuando trabaja, o
hasta los ojos cuando canta. Esto que parece
evidente para todas las regiones del país, es
más exacto cuando se refiere al Istmo. Pare-
ce, en efecto, que la raza zapo teca, por lo
menos así ocurre con la que habita esa re-
gión, no cantó. Y la música que llegó a ela-
borar, en vez de cantarla la danzaba, que
siempre fue su vida un péndulo entre un
danzar y un llorar. Alguna manifestación
parecida al canto debió existir entre ellos, sin
embargo: las lamentaciones de sus entierros, Mujaes istmmas bailando.
vivos hasta hoy: el libaana, una especie de
letanía con que imploran y despiden a sus
deudos. ¿Cómo, si alguna vez hubieran can- pudor, por una a manera de horror a lo
tado aquellas canciones no quedaron habi- sentimental y a las lágrimas, corrigen con
tándoles hasta el grado de hacer posible, en una letra intrasce ndente, la ternura, la emo-
las ocasiones propicias, su retorno, su reto- ción, que en la melodía los traicionara.
ño? Cuando un istmeño de ahora acomoda
letra a una música, le resulta de tal suerte L as canciones y la música que corren
humorística, tonta, brusca, pornográfica, como istmeñas no son otra cosa que el resul-
que no es para repetirla. Ape nas se dicen , tado de un feliz maridaje entre una melodía
que no se escriben, los textos de sus cantares, española, a la manera andaluza casi siempre,
surge una desproporción entre la m elodía y con otra melodía vernácula, cuando no' con
la letra : fina, delicada, la una; aliteraria, un a simple inflex ión de voz, que las mati za
rupestre, trivial, la otra. Tal parece que por de una melan colía india. La Sandunga, nom-
• Publicado originalmente en Música, Revista Mexi-
bre claramente andalu z, La Llorona, La Pe/ro-
cana . 1/5 , marzo 7 de 1942, pp. 107 a 109 y 117 , abril 7 na, por no citar sino algunas de las que de
de 1942, pp. 15 1 a 154 . modo m ás armónico se h a n instalado e n
36 Heterofonía

nuestro sentimiento, son a las claras llanto Eres el ángel que del cielo vino
español en pupilas nativas. El flamenco, he- a esta vido. de pesares
a endulzar mi amargajuventud.
rido de ayes, fue la principal influencia: nues-
tra Sandunga sangra en cada verso. Cuando S'i n ser de mala ley, esta letra ni remota-
estas dos emociones se encontraron, no se
mente se equipara a la calidad de la melodía.
rechazaron, ni corrieron parejas, sino subie- La queja, la ternura, la melancolía zapote-
ron juntas, resueltas en un grito, meta de
cas, que en algo tienen que ser distintas a otra
todo sentir zapoteca. Más aún : las letras con
queja, ternura y melancolía, no expresan así.
que estas canciones se cantan proceden de la
y es que hay una porción de alma ancestral
poesía española de los mejores días. La Llo-
para el músico y otra para el poeta. Y el
rona tiene un estribillo que, salvo leves varian-
dominio de una de ellas no entraña el domi-
tes, viene de las más bellas letrillas de Don
nio de la otra. Así, la mazurka de Pineda es
Luis de Góngora, si es que el poeta cordobés
mejor como música que como poesía.
no la recogió de la poesía popular castellana,
pues es más justo suponer que el conquista-
Con Pineda hay otros que han trabajado
dor que la trajo en su mochila la haya repe-
con parecido éxito: José Pineda, hennano
tido del folklore más que de la obra del poeta.
suyo, Desiderio Bias, Valente Pérez, en Ju-
Pero como siempre queda abierta la ventana
chitán; Nicéforo Toledo, en El Espinal; Ama-
para el hallazgo y la sorpresa de que toda
do Chiñas, en Tehuantepec, autor de uno de
alegría verdadera viene preñada, algún poe-
los más bellos valses que por allá se oyen.
ta nativo -yo uno de ellos-, de cuando en
Todos ellos con ser algunos músicos de oficio,
cuando suma una cuarteta digna, imitando
han procedido en fonna empírica, lo que nos
el viejo ritmo español.
hace pensar que la incultura musical, si no
se tiene genio para sortear las contamina-
He aquí el estribillo a que nos hemos
ciones, suele favorecer la originalidad y la
referido:
pureza: no conocer otro acervo musical que
el que tiene por base las antiguas melodías
Ay de mí, Llorona, indoespañolas, los pone en trance de com-
Llorona de ayer y hoy: poner canciones que se ajustan al tipo me-
ayer maravillafuí, ay Llorona,
lódico que ha venido a ser lo istmeño, de
y ahora ni mi sombra soy.
acuerdo con las reflexiones que apoyan estas
notas.
Todo esto no significa que no pueda ela-
borarse con los retazos de las viejas melodías, Algunos, más recientemente, han logrado
con el dejo regional, sin recurrir a elementos tramar canciones sobre motivos musicales de
extraños, música que pueda ser caracteriza- la región, con idéntico procedimiento. En
da como varios ejemplos. Daniel Pineda ellas letra y música están más próximas y
compuso un día, siendo estudiante en Oaxa- resumen de un modo más caballas caracte-
ca, una mazurka, La Ultima Palabra, de tal rísticas de las canciones istmeñas. Estos can-
manera nuestra, que con ella arrullan las tos se parecen ya a aquellos que el Istmo dará
abuelas a sus nietos y se entierra a los deudos. cuando produzca un músico con capacidad
Pineda era un profesor de estimable cultura, instrumental, con genio, que por el sólo he-
de refinada educación musical, pero conser- cho de tenerlo conservará su casticismo, que
vaba intacta la sensibilidad que hemos dado parece correlativo de estas condiciones. Ese
en llamar autóctona: de ahí la pureza de su artista sentirá que mientras más su cabeza
obra y su acomodación, sin violencias, en camine al occidente, más su corazón apun-
nuestra idiosincracia . Donde le invadieron tará al sur. y la música y las canciones que
influencias extrañas fue en la letra con que instrumente, traducirán todos aquellos com-
la cantó : una letra en que todo el tono pro- pases que la raza zapo teca extravió en su
vinciano de fin de siglo se instalara: rodar de siglos.
M"USlca mestiza de T h
e uantepec 37
38 Heterojonía

11 Istmo, el don aire de mis paisanas actuales.


La palabra sandunga es frecuente en las
Hasta hace unos años, las canciones y los letras españolas. Desde Bretón de los Herre-
sones del Istmo de Tehuantepec fueron, casi ros hasta Emilio Ballagas, la palabra ha sido
exclusivamente, entre otras, La Sandunga, La usada con la acepción de donaire, rumba,
Llorona y La Petenera, que más que el nombre fiesta, sandunga en fin .
de una canción parece ser el de un género de
melodía, algo así como la malagueña. y que Tu constelación tú curvas
no fuera equivocado suponer que en otro ya no alumbrarájamás el cielo de la "sandunga ",
tiem po se llamó paternera, aludiendo a Pater-
na de la Ribera, en Andalucía. Todas estas dice Ballagas en el poema de " María Belem
canciones son de origen español, andaluz por Chacón" .
mejo r decirlo: los ayes de que están sembra-
das parecen atestiguarlo. "Quien dice can- Sandunga, así, viene a ser una fiesta, un
ciones, dice Andalucía" , dijo Machado. género de música que acompaña a estas fes ·
Atribuirles este origen, proclamarlo, no tividades.
equivale a negar el don de canto y de danza
de los istmeños, sino resaltar en cambio su Cómo y cuándo llegó a tierras de Tehuan-
rotunda capacidad para asimilar lo extraño, tepec La Sandunga, es un problema no diluci-
tiñéndolo con su sangre. a la vez cobriza y dado, aunque de ninguna importancia. Pai-
sanos míos y chiapanecos atribuyen a sus
blanca. Estas canciones son, por fuera, in-
res pectivas patrias chicas el origen de esta
dias, por dentro, europeas, es decir, españo-
música y esta danza. Esteban Maqueo Cas-
las. Son como un fruto que tuviera las meji-
tellanos, que llamaba al Istmo su patria
llas europeas, pero la pulpa india. Llano
adoptiva, fraguó una leyenda a principios de
es pañol en pupilas nativas, hemos dicho que
este siglo, para probar que fue un estudiante
so n estas canciones que corren por autócto-
de Tehuantepec en Oaxaca, Máximo Ortiz,
nas del Istmo. Sino que el patriotismo y la
quien compuso la música y la letra de esta
ignorancia de los que sólo se han asomado a
canción. La letra, sí, pero la música no: La
la escuela, no han querido reconocerlo y me
Sandunga es anterior a la fecha que la leyenda
han presentado como un negador de mi tie-
le atribuye.
rra. La Sandunga, La Petenera, lo mismo que
ot ras melodías y sones, se oyen a todo lo largo
Si Dios me diera licencia,
de Oaxaca, más o menos distintas, pero idén- Sandunga mamá por Dios,
ticas en lo esencial. Ahora recuerdo que en tú abrir esta sepultura,
Yucatán se tocaba a mediados del siglo pasa- madre de mi corazón.
do una melodía que, salvo las leves variantes
Sac()r a mis tres hermanos,
que toda ~aza impone a sus manifestaciones
Sandunga mamá por Dios,
artísticas, es la misma que oímos, cantamos Máximo) Ramón, Ventura,
y bailamos en Tehuantepec. Cuando se dice cielo de mi corazón, ¡ay Sandunga!
ésto, sólo aparentemente se niega la oriundez
istmeña de estas canciones, como ya está La letra, co mo se ve, habla de un hombre
dicho. que ha perdido a sus hermanos, y no a la
madre cuya muerte, según Castellanos, ins-
Las canciones del Istmo, pues, lo mismo piró la letra y la canción.
q ue las canciones todas de América, son
,.1estizas: melodía española y melodía india, Los chiapanecos, a su vez, sostienen que
l uando no simplemente voz india. Sandunga, Lo: Sandunga es oriunda ¿e Chiapas. Y, como
íJor ejemplo, es hasta como voz española: nosotros,la bailan y la cantan, siempre incor-
,nndunga , alguna vez escrita con z, no es sino porándole los atributos propios de su pecu-
J,¡{dunga, pariente de salero, gracia, donaire: liar psicología . Lo razonable es pensar que
d don aire de las españolas que habitaron el todos la deben al acervo de la música que
Música mestiza de Tehuantepec 39

Pareja tehuana. F%grafta de


Gradela Ilurbide.

México heredó de los españoles y adaptó de es individual. Si se tocan con instrumento


otros pueblos. Pero todo esto es secundario. primitivo, si se canta con voz india, dolida y
Lo im portante es que La Sandunga, como sus torpe, se tiene una canción con todas las
otras compañeras, se aclimató en Tehuante- trazas indígenas.
pec, enriqueciéndose con registros, digresio-
nes y metáforas que en Chiapas, por ejemplo, Pero ¿es necesario que un pueblo invente
no tiene. Aún La Sandunga que se toca en una canción de alfa a omega para que la
Juchitán yTehuantepecson diversas: lángui- canción sea original y suya? No. Si com-
da, quejumbrosa, la de Tehuantepec; cálida, prende el canto ajeno, si de verdad lo nece-
enérgica, la de Juchitán. sita, pudo en un momento dado crearlo,
pues comprender y crear y ser original, es
Sólo porque las canciones sirven p",;a que metafísicamente lo mismo. La música del
los pueblos tristes, los pueblos esclavizados, Istmo es ésta, pues : la que nace de la asimi-
vuelquen el río interno, es por lo que pueden lación que ha hecho de la música española,
localizarse con sólo oírlas: ni canciones ma- tiñéndola con un acento propio, patente, no
yas, ni canciones michoacanas, ni canciones tanto en una melodía antigua, cuanto en
istmeñas, propiamente dichas, sino cantos una voz india, preñada de sufrimiento: en
con que las regiones del país se expresan, labios indios toda canción es triste, es la-
poniendo en ellos el dejo propio, lo único que ment o.
40 Heterofonía

El indio es triste y desventurado; pero


como necesita de dicha, la finge, la busca:
necesita olvidar su desventura, como diría
Bias Pascal. Dolor y alegría tienen en él un
mismo cauce: la canción. Pensando en ello,
he unido dos dichos, o apotegmas, haciendo
una cuarteta que es como una síntesis:

No creas que porque canto


tengo el corazón alegre:
Úlmbién de dolor se canÚl
cuando llorar no se puede.

Apartados de los sones del Istmo en que


mejor se cumplió el mestizaje, las frases y
metáforas musicales que mayor sabor indio.
tienen, algunos jóvenes de] uchitán han com-
puesto canciones en las que de un modo más
evidente puede verse la armoniosa unión de
que hemos venido hablando. Ninguna de las
canciones que nos van a servir de ejemplo se
canta con letra española, sino estrictamente
en el zapoteco nativo, porque las penas sólo
puede decirlas el hombre en su lengua origi- Tehuana por Miguel CouDrrubias.
nal, que es la sangre de su espíritu. Y ello no
siempre. Se adivina_en estos textos el doloro-
so trance de la expresión, la dolorosa búsque- pa-huini y Demetrio López, autor de PaTa ne
da de la palabra más exacta y escondida : la ti na, son algunos de los cancioneros de ]u-
letra con sangre sale. chitán que de un modo más cercano han
interpretado el sentimiento popular. Las
El pueblo las canta en bailes y serenatas, canciones que se inician con los compases de
acompañadas de guitarra, marimba, o mú- los sones más típicos, han visto venir e irse
sica de viento. Y la letra habla de amor y de muchos cantos, quedándose ellos en pie.
pobrezas. A diferencia de las otras estrofas
en lengua india, incluidas en la letra española Tales canciones pueden contender con las
de La Llorona, por ejemplo, las de estas can- mejores canciones regionales de México, te-
ciones no contienen palabras obscenas, gusto niendo sobre ellas el encanto de su letra
al que suelen ceder los cantores istmeños india,_ que no traducimos para mejor asegu-
cuando cantan letras que no son suyas. rar su estirpe. Cobrizas como son, oídas en
boca blanca nos recuerdan las canciones po-
David López, autor del Huipilito; Eusta- pulares de tierras lejanas, viejas, sabias, re-
quio ]iménez, autor del Sonhuini y Badudza- cónditas, algo así como las de Rusia.
Juan Vicente Melo

Raul Hellmer: "In memoriam"

durante los 25 años que estuvist~ entre noso-


En los diarios del domingo 15 del pasado tros.
agosto [de 1971] apareció la noticia de tu
muerte, ocurrida el día anterior en la ciudad No : No quiero hablar de ti en tiempo
de México. Estaba enterado de que sufrías y pasado, a ti, hombre esencialmente vital,
que era imposible devolver la salud a tu arraigado profundamente a esta tierra con la
cuerpo. Pero esa noticia, como nos sucedió a que celebraste compromiso y fidelidad el día
todos, me pareció increíble, y sacudido por de tu nacimiento. Eres de esas personas que
siempre estarán presentes, justamente por la
certidumbre del vivo amor que desde ese
primer día tuyo manifestaste a esta patria de
aquí abajo y que será tu perpetua residencia.
y aquí estás, puedo verte, podemos verte
todos nosotros que te conocemos desde antes,
desde siempre: Raúl Hellmerque nos cuenta
de este mundo del que está maravillosamente
enamorado y que vive con una pasión y una
alegría que no conocerán desfallecimientos
ni mucho menos traiciones; Raúl Hellmer
que un día elige buscar el Sur, México, para
fmcar más profundamente una tradición y
así descubrirse, revelarse en ella, enseñándo-
nos a descubrirnos, revelarnos en ella, otor-
gándole una validez siempre cotidiana. Pue-
do verte, todos podemos verte rodeado,
cargado de libros, de cámaras fotográficas y
cintas magnetofónicas que reviven rostros,
voces y cantos, que sin tu siempre renovado
José Raúl Hellmtr IDeando su jarana. Dibujo tk Guilltrmo asombro y amor acaso olvidaríamos, acaso
Con/mas Arias. ignoraríamos; Raúl Hellmer en la Universi-
dad Iberoamericana, instaurando cátedras,
el primer dolor la releí esperando ingenua conviviendo íntima y profundamente con
pero fervorosa y sinceramente que se tratara todos los jóvenes, transmitiendo con genero-
de un equívoco. Pero allí estaba en los diarios sidad esa sabiduría de la vida que ha ido
de ese domingo, hace apenas unas cuantas acumulando parejamente con el renovado
semanas, hace apenas unos cuantos días, amor por todas las cosas y todos los seres con
junto con algunos (muy pocos en verdad) los que comparte el deslumbramiento de es-
mensajes de profundo pesar y un resumen de tar siempre vivo. Y Raúl Hellmer en los
tu vida y tu obra tan justo como lleno de cursos de verano de la UNAM . en sus progra-
gratitud por las enseñanzas que en uno y otro mas de Radio Universidad o de televisión,
terrenos (aunque en tu caso vida y obra habitando en laboratorios como más íntima
fueron siempre inseparables) nos has dado y cierta morada, mostrando el rico y autén-
42 H elerofonía

tico folklore de México en memorables lec- tivo de la música. Yen ellas está Hellmer el
ciones de cátedra viva, platicada en todos los antropólogo, el musicólogo, el artista, el
sitios en que alguien se le acerca guiado por hombre de cie ncia, el maestro, el compañero,
esa fe en todo y en todos que es la constante el amigo, el hombre.
que rige su vida y su obra (que en su caso son
sinónimos). Te estamos viendo, Raúl H ell- Te estoy viendo, en este momento, en Ve-
mer, siem pre joven y hablando de, con y para racruz, en esa ciudad humana que prefieres
los jóvenes, repartiendo las escasas compen- ya la qu e rindes repetidas pero siempre nue-
saciones económicas que recibes por tu tra- vas declaraciones de amor. Te estoy viendo en
bajo, preocupándote hondamente por la sa- un café, en un bar, en una casa compartiendo
lud de los demás y procurando por todos los la danza y el canto, afinando la jarana, con-
medios a tu alcance devolverla co n una ge- tagiado en todo momento de una alegría que
nerosidad excepcional, cuando la tuya sufre eternizas, paciente y agradecidamente, para
quebrantos. Al alcance de tus manos están transmitírnosla y evitar así que cese, que se
los papeles en que anotas la vida de todas las olvide, que desaparezca. Los hombres, las
personas que buscaste para salvar su manera mujeres, los niños que cantan y bailan en
de vivir, de cantar, de bailar, para salvarlas Veracruz son tus amigos que te saludan, or-
de manos pecadoras y conservarlas en toda gullosos y emocionados, llamándote" herma-
su mágica y real dimensión. Raúl Hellmer no, gringo jarocho" y que colaboran, sinceros
siempre con instrumentos musicales apren- y agradecidos, en la tarea que te has propues-
didos a pulsar para acompañar a esta tu voz to : otorgarles memoria. Quiero detenerme,
que canta en falsete, contagiada de los más en esa imagen tuya : sonrisa abierta, mirada
profundos y sutiles acentos, de un vocabula- luminosa, una jarana en tus manos, tus her-
rio que celebra la infinita alegría de vivir y manos de Veracruz escuchándote tocar, can-
que has enriquecido en tus continuas, infa- tar tan bien o mejor q ue ellos, en todo caso
tigables caminatas por todos los pueblos de como ellos; improvisan contigo, provocan el
México, com partiendo la diaria existencia de duelo amistoso, de artistas fraternalmente
quienes se convierten de inmediato en tus unidos, te responden una copla que acaban
amigos, en tus hermanos. Te estamos viendo de inve ntar para ti. Están felices de que estés
todos llegar a México, Raúl Hellmer, hace con ellos. Y ellos siempre estarán contigo,
25 años, cuando tenías 33, guiados por la porque elegiste Veracruz como preferida en-
información que recibiste el día de tu naci- tre todas las que quieres y no ignoran que
miento y que te invita a conocer la existencia compartes todos los días d e su vida. Que
d e ciudades principiadas en razón y por mo- gracias a ti, a tu vida, no serán olvidados.
Margarita GarcÍa Flores

Entrevista aJosé Raúl Hellmer (1968)

Tres años antes de su muerte, José Raúl Hellmer El origen de mis actividades como folklo-
-ya para entonces plenamente conocitÚJ por el pú- rista realmente es bastante complejo y se
blico debitÚJ a sus programas de radio y televisión- arraiga más bien en sensibilidades, en rum-
concedió una extensa entrevista a Margarita Carda bos emocionales, en asociaciones incluso -
Flores y Rubén López Reséndiz. De ella darrws a digamos- de carácter imaginativo en la
conocer un avance; próximamente el GENIDIM la temprana juventud de uno. Por eso es muy
publicará en su totalidad. difícil analizar ahora cuáles de esas asocia-
ciones, dé esos impulsos, de esas sensibilida-
La cinta que contiene la conversación fue facili- des, o por qué, más bien, llegan a ser direc-
tada a este Centro por RotÚJlfo Sánchez Alvarado trices en la vida, ¿no?
con el ánirrw de Mcer del conocimiento público este
tÚJcumento. Pese al tiempo transcurrido, la infor- Desde más o menos los quince años de
mación aquí vertida, brindada directamente por edad (dieciséis pa ra ser exacto), por una serie
Hellmer, resulta sumamente útil para conocer la de aparentes coincidencias (yo no creo en las
figura y el pensamiento del egregio folklorista en sus coincidencias), empecé a profundizar bas-
últimos años. tante en sistemas filosóficos del Lejano
Oriente que me interesaron y me siguen
Rosa Virginia Sánchez interesando mucho. Entonces, por leer algo

J osé Raúl HellmeTtn


Guau/la, Morelos. Julio de
1948.
44 Heter%nía

sobre las formas de pensar en la India, en


China, en Jap6n, comencé desde muy tem-
prano y, creo que también por instintos míos,
a tener un punto de vista que no reconoce
fronteras, digamos geográficas, sobre el
hombre. Pensar en el hombre en un sentido
universal, con todas sus diferencias, pero con
denominadores comunes que son más im-
portantes que las diferencias.

Por otro lado, una vez tuve una experien-


cia que podríamos llamar mística, quizás la
única de cierta importancia que he tenido, y
que tal vez fue el origen de todo esto :

Durante unos tres o cuatro años, un pe-


queño grupo de j6venes (yo tendría unos 17
o 18 años) estuvimos estudiando una serie de
libros muy interesantes, an6nimos por cier-
to, sobre pensamientos filos6ficos del Lejano
Oriente, una cosa moderna, aunque basada
en lo antiguo, desde luego. Teníamos la cos- Buenavista, G/m",ro. Noviembre <k 1917.
Foto <kJ.R. Hellmer.
tumbre de reunirnos con una señora rusa que
era una especie de guía para nosotros, y leer
párrafos en turno. Era una cosa informal no me acuerdo bien de las otras contes-
completamente, sin nombre de asociación, taciones), después de pensar unos momen-
ni escapularios, ni rótulos. Y una Nochebue- tos, empezó a decir lo que quería hacer. Me
na, como a la~ 9, en un momento dado acuerdo, porque se me grab6 profundamen-
sentimos algo muy dificil de describir, algo te, que yo estaba totalmente confuso. Yo
eléctrico en el aire que nos paró en seco, nos había tenido siempre intereses tanto artísti-
hizo callar sin, cuando menos de mi parte, cos como científicos, y nunca pude reconci-
ver nada. Pero sentimos algo que podríamos liar ambos. Por eso trabajé en muchas cosas
llamar una presencia extraña en el cuarto (un antes de sintetizar más o menos mi camino.
cuarto que alquilábamos para estudio y don- Durante todo el tiempo en que las demás
de dábamos pequeñas obras teatrales y actos personas estaban hablando, yo no tenía la
culturales al público en general) . Entonces, menor idea de lo que iba a decir. Pensaba en
después de un momento de silencio, ella dijo todas esas cosas que me interesaban y no
-no en voz portentosa sino con mucha cal- podía Ílegar a nada. Yo pensé dentro de mí:
ma- : hay un personaje muy importante voy a hacer el ridículo absoluto, porque sen-
aquí. Y después de una pausa continu6: esta tía la responsabilidad d e decir algo cuerdo,
persona, a quien no identifico, quiere saber ¿no? Entonces, cuando llegó mi turno -cla-
de cada uno de ustedes qué es lo que quieren ro que de las palabras textuales no me acuer-
hacer en la vida. do, pero se me salieron, y no sé de donde-,
dije que quería ayudar a lograr la hermandad
Ahora, de sopet6n una cosa de esas, pues, entre los hombres a través de la música.
realmente deja a cualquiera completamente Hasta la fecha no sé d e dónde vino eso,
anonadado, sobre todo porque no había nin- porque realmente no estaba pensando eso.
gún antecedente en pláticas anteriores ni
nada. Entonces yo, tal vez afortunadamente Después de que habíamos terminado de
-no sé si hubiera habido diferencia- , fui hablar, hubo unos momentos de silencio.
uno d e los últimos en la rueda. Cada uno (ya Poco a poco sentimos que esa presencia de lo
Entrevista 45

que fuera, se iba desvaneciendo. Hubo rela- foco. Inmediatamente se ligó con aquella
tivamente pocos comentarios; claro, todos experiencia que había ocurrido varios años
estábamos muy impresionados. Incluso yo, antes.
durante muchos días, reflexioné y aunque no
pude entender gran cosa, sentía que aquello En ese tiempo estábamos en guerra, lo
tenía mucho sentido, que era una experien- cual me preocupó desde luego, como a cual-
cia -cuando menos para mí y para los de- quier gente sensible. Y a mí tal vez más
más- trascendental. porque yo era un pacifista bastante fuerte.
Se había hablado mucho en los periódicos y
Pero lo curioso es que en aquel entonces revistas acerca de la falta de conocimiento y
yo trabajaba en un laboratorio de química. Y entendimiento sobre asuntos de América La-
pensé: ¡mira lo que he dicho!; y ahora, ¿cómo tina por parte de la gente de Estados Unidos.
podría yo realizar esto? No tenía la menor Entonces yo, pensando como patriota dema-
idea. Yo había estudiado piano, era aficiona- siado inocente (porque claro, muchas cosas
do a la música de concierto desde hacía mu- que uno sabe ahora, pues, cam~ian hasta
chos años, pero en ese sentido: de una pro- cierto punto el sesgo de la acción y pensa-
yección personal. Yo no tenía madera para miento de uno), me dije: necesitamos aliados
pianista de concierto ni nada de esas cosas. contra toda la cosa del nazismo y, si logramos
crear un mayor entendimiento entre los pue-
y para no hacer el cuento largo, pasaron blos de Estados Unidos y América Latina, va
varios años. Trabajé como fotógrafo, como a ser muy útil para esta fmalidad a corto
trabajador social: una bola de cosas. La im- plazo, y para fines mucho más importantes
presión de aquella experiencia quedó, diga- a largo plazo. Así que me puse a estudiar todo
mos, como en segundo plano porque no le lo que pude sobre América Latina. En la
veía para nada ninguna relación conmigo. Universidad cambié mis clases, y por otro
Incluso había dejado la Universidad (entré lado, comencé a buscar los discos de aquella
demasiado joven a ella y por un problema colección (porque yo soy como la hormiga:
bastante grave tuve que salir; volví 12 años como coleccionista soy una lumbre, aunque
después), y yo no veía ninguna luz en esta en lo demás sea una papa, ... tal vez) . En unos
cosa. dos años, además de estudiar lo que se pudo
sobre ese material allá -que era realmente
y un día ví en el periódico el anuncio de poco porque la literatura en español dispo-
una venta de discos de ganga. Yo ganaba muy nible en Estados Unidos era sumamente po-
poco y me dije: voy a ver lo que hay. En la bre en ese tiempo, y yo apenas comenzaba a
tienda había, por ejemplo, discos de órgano estudiar el idioma; en inglés los libros que se
de Bach -que sigue siendo mi compositor hallaban estaban llenos de errores y omisio-
favorito después de unos cuantos años que nes-, logré acumular 1600 discos de Amé-
han pasado y que me gusta de todo, ¿no?-. rica Latina de 78 [RPM], buscando.lo más
Escogí un número regular de discos que eran posible el folklore. Claro, muchas cosas esti-
de 78 [RPM] en este tiempo (eso fue en el41 lizadas y algunas otras populares modernas
más o menos), le dije a la señorita que me los de aquella época que a propósito adquirí
envolviera y saqué el dinero. De pronto, me para ver las nuevas tendencias. Después de
percaté de unos discos corrientes de 10 pul- conocer un poco también llegué a dar confe-
gadas: cosas populares. Me llamó la atención rencias, pero siempre enfatizando el aspecto
un montón que tenía un sello rojo. Eran de humanista de esta música, además de su
un deck que no había visto antes. Agarré uno belleza, tratando de enseñar los valores que
de los discos y leí: el siquisirrui, truio los ruan- existían entre la gente de otros países (porque
cherous ... Yo no hablaba español, desde luego. después me extendí y logré juntar también
¿Qué carajos será esto? Entonces me me- un buen número de discos de otros países, de
to en la cabina y toco esa música: era un Asia, de Europa, de África, y cosas del fol-
arreglo del son jarocho. Pues ahí explotó el klore musical de Estados Unidos) . Así, des-
46 H elerojon ía

Fiesla de la Santa Cruz. Llevana.


ceras adomadas. Tepoztlán,
Morelos. Abn·l de 1949. Foto de
J. R . Hellmer.

pués de un tiempo de aprender lo que pude llamó y me dijo que había la posibilidad de
allá, de coleccionar los discos, de escucharlos una beca para México por dos meses ... y
a fondo muchas veces, y de sacar todo lo ¡vámonos!, ¿no? Era una beca muy peque-
posible de su significación, tanto en letra ña. Me arreglé con la Sociedad Filosófica
como en música -que no era mucho en Americana (American Philosophical So-
relación con lo que uno puede hacer a través _ ciety) y agarré mis chivas en un carro viejo
d e la investigación directa-, yo estaba muy que tenía; un chevrolito que estaba hasta el
insatisfecho y me dije: yo no puedo hacer
tope de cosas: una grabadora de discos de
nada más esto de escuchar discos y leer libros
este tamaño y discos vírgenes -no había
malos; necesito ver esto personalmente.
grabadoras de cinta comerciales en ese tiem-
pO-, y me vine.
Estábamos en guerra todavía y uno tenía
compromisos fuertes. Yo fui rechazado por
Tuve la fortuna, así como sucedió -quién
el ejército debido a la cuestión de mi vista de
sabe si para México, pero para mí sí- de
tuza y también a una pata mala que tengo
enfermarme gravemente poco tiempo des-
desde una operación que me hicieron cuando
era chico en la que me quitaron un quiste pués de llegar. Me dio una fiebre reumática
muy grande de la espina dorsal. Uno tenía atípica que únicamente atacó el corazón, no
entonces la alternativa de trabajar en una las coyunturas que es lo más común. Y tuve
fábrica de armas o en el gobierno. Y yo no una breve y simpática estancia en cama de 7
estaba dispuesto por ningún motivo a traba- meses. Llegué al punto de que me tenían que
jar en una fábrica de armas, así que trabajé dar mis alimentos y todas esas cosas. Tenía
en el gobierno. una barba que hubiera estado muy bien en
Cuba ahora, ¿no? Y hubo una serie de tras-
Pero antes de que terminara la guerra, un tornos muy grandes de carácter personal que
amigo mío que era mi maestro de Antropo- no vale la pena hablar de ellos ahora. Pero
logía en la Universidad -un hombre muy eso me dio la disculpa para quedarme en
lindo que tenía sangre indígena de Estados México después de un largo proceso de arre-
Unidos y que murió hace algunos años- me glos y componendas.
Entrevista 47

Cuando estaba yo en convalescencia, es- Después, como en el 52, cuando salió


cribí a la Universidad preguntando si les Chávez, hubo un recorte en los fondos desti-
interesaba alguien que hiciera mi trabajo. nados a la investigación. Del 47 al 52 yo
Ellos turnaron la carta a Bellas Artes. Me estuve de corrido en el campo y sólo venía a
contestaron unas semanas o meses después México 10 o 15 días al año para entregar
-no me acuerdo porque yo estaba todavía discos e informes. Claro, también mandaba
en cama- que sí estaban interesados. cosas por correo y hacía viajes muy breves,
de días. Pero cuando tuve que radicar en
En aquel tiempo estaba re<.:Íén fundada la México, pude percibir el panorama cultural
Sección de Investigaciones Musicales en Be- en general. En la provincia uno está en ayu-
llas Artes bajo la férula del señor Bal y Gay nas. Cada quien se encuentra metido en sus
y el maestro Samper. En el 47 , cuando ya propios trabajos sin percatarse de muchas
estaba mejor, fui a la ciudad de México, y ahí cosas que están pasando. Me di cuenta de la
se arregló mi nombramiento. Empecé con un pavorosa situación en la que se encontraba
magnífico sueldo de 480 pesos mensuales la cultura de la gente; la calidad de la radio-
-yo pagando mis gastos de coche, gasolina difusión que a diario bajaba más y más -to-
y toda la cosa-o Eso es cuando deveras se do esto antes de que empezara la televisión.
trabaja, en esas condiciones, y luego con Fueron muchas las cosas que me inquieta-
aquella grabadora de discos que pesaba co- ron, y fue entonces que me empecé a preo-
mo 40 kilos, y así llevarla a los pueblos. cupar por la difusión de la música. Sin em -
Además, con un miedo de los diablos de que bargo, cuando hablé con mis jefes de esto,
fuera a fallar otra vez el corazón. Son una ellos me contestaron: sí, vamos a hacer libros
serie de detalles que uno recuerda y a veces y discos, pero para especialistas ... y ahí em-
hasta se admira un poquito. pezaron las dificultades, tan profundas que
después se hicieron realmente insoportables.
Yo seguí trabajando un período bajo esos Al grado de que unos años más tarde, cuando
señores. En aquel tiempo la relación era entró Álvarez Acosta, yo logré separarme de
bastante amistosa, bastante buena, y yo: Investigaciones Musicales y entré al Depar-
aprendiendo. Porque yo empecé co mo nova- tamento de Coordinación.
to. No había hecho estudios profundos, y
aunque me había interesado y había grabado (No vale la pena, desde luego, sacar todo
-además de la colección de discos comer- esto a la lu z, pero sirve para que conozcas
ciales que llegué a adquirir- cosas originales realmente el trayecto. ¿no?)
con negros y otras gentes, no fue en plan de
conocer -digamos- , a fondo. Fue aquí, e trataba de una situación bien di para-
primero en Morelos, Puebla y Guerrero - tada ya que Coordinación en rea lidad no
sin moverme mucho porque todada no me tenía facultades para continu ar este trabajo.
sentía muy bien físicamentt>- , donde em - Yo le sugerí a .\h·arez :\ costa -ya que vo no
pecé a desarrollar las téc nicas de entrevistar podía perm anecer en el campo- que funda-
a la gente, a lograr información y a gana rmt' ra una sección de grabaciones -la que de
su confianza: cosas que no me costaron de- hecho fund é- , para grabar toda la música
m<lsiado trabajo. Me refiero a qut> la cuestión de Bellas Artes. Yo tenía conocimientos de
de la actitud no fue un problema para mí ml"tsica. de literat ura y sabía cómo grabar
porque, si bien se o-ataba de un medio com - esas cosas. Incluso llegué a adquirir conoci-
pletamente nuevo no sólo en cuanto a país mientos técnicos porque en varias ocasiones
sino también en cuanto a clase social, me en que mandé a componer a paratos oficiales
sentía cn todos sentidos mu cho mejor en ese o míos, casi los echaban a perder. Así qu e
medio que en el urbano. Hasta a la alimen- empecé a estudiar electrónica co n el fin de
tación me adapté, afortunadamente, con independizarme totalmente de aquellas per-
mucha facilidad. Con el tiempo amplié mi sonas -cosa que logré después de mucho
radio de acción a otros estados. trabajo y varios a ños de desvelo.
48 He/erojonía

En este otro departamento mi tarea era las sacara para escucharlas, para que él pu-
grabar. En la época de Álvarez Acosta gra- diera escoger de todo ese material que ni
bamos muchísimo, casi todas las noches; re- siquiera conocía. Se suscitó una situación
citales de poesía, conciertos de diferentes muy desagradable y yo mandé un oficio al
tipos, conferencias: toda la cosa sonora de señor Gorostiza en el que sencillamente pre-
Bellas Artes. Pero al mismo tiempo yo seguí sentaba mi renuncia, porque realmente no
en el folklore. El archivo de cintas con mate- era soportable que este señor que tenía ac-
rial folklórico que empezamos ahí lo hice, se titudes tan antisociales quisiera venir a se-
puede decir, por cuenta propia. A veces, leccionar la música para sacar discos de
incluso, pedía cintas por otros motivos y gra- Bellas Artes y presumir con bandera ajena.
baba folklore; pero las cintas ahí las dejé, en Por fortuna el viejito, aunque a veces le
Bellas Artes, porque yo pensaba: los regíme- faltaban pantalones ... (sin comentarios), al
nes tienen que cambiar y algún día podremos final reconoció la justicia e inmediatamente
hacer una gran labor a través no sólo de la giró la orden de parar ese proceso. El señor
investigación sino también de la difusión, BaI y Gay no volvió más a la oficina y yo
como debe de ser. escogí el material para los dos únicos discos
que salieron en todos mis dieciocho años en
Más adelante, después de como cinco Bellas Artes, durante el penúltimo año del
años de indiferencia, a Gorostiza se le ocu- régimen de Gorostiza. Los dos únicos discos
rrió que ya querían sacar discos para el después de doce años de estar pidiendo que
público en general, y cuando se lo comunicó se hicieran cosas.
al entonces Jefe del Departamento de Mú-
sica, que también era un gran enemigo mío, El primero, que es un panorama, tiene en
vino el señor Bal y Gaya buscarme a mi la portada una foto a colores de un huichol
sótano que tenía en Bellas Artes -porque tocando el violín; el segundo, que es una
en ese tiempo Investigaciones ya estaba en antología del son jarocho, tiene la foto de
Dolores, donde está ahora, no en el Pala- Andrés Alfonso de perfU con su arpa y su
cio- y, sin conocer las cincuenta y tantas papacito tocando la jarana a través de las
cintas que yo había grabado, me pidió que cuerdas -las fotos también las tomé yo-o

Danza de Alzcame en Ixcalepec,


More/os. Mayo de 1949.
Folo de]. R . Hellmer.
Entrevista 49

Todo este material fue producto del trabajo chos de ellos pasan por la mente de psicólogos
de campo, e&tilos auténticos, nada fue graba- y todas esas gentes con una importancia mu-
do aquí. cho menor de la que tienen realmente; las
relaciones negativas en los matrimonios, en-
Pero de todos modos, desde la época de tre hombres y mujeres, entre diferentes gene-
Gorostiza me hicieron la vida de cuadros de raciones, el maltrato a los animales domésti-
muy diferentes maneras y yo estaba suma- cos' todo el fenómeno llamado pandillerismo
mente incómodo. Todavía ahora, tengo un -los llamados rebeldes sin causa que desde
expediente gruesísimo de proyectos que pre- luego no lo son-, y todas esas cosas que yo
senté para trabajos de investigación y divul- he ligado con el estudio de sistemas políticos,
gación que nunca tomaron en cuenta. de diferentes sistemas sociales para tratar de
saber, cuando menos para satisfacción de
Por otro lado, además del interés por la uno, cuál es la mejor forma de estructurar
difusión de todas estas cosas como arma edu- una sociedad en el sentido cultural y social.
cativa para establecer raíces psicológicas- Claro, todo mundo está buscando lo mismo,
emotivas más sanas, más profundas en los esto no tiene nada de original, pero el que
adolescentes y en los adultos, yo estaba inte- realmente madura emocionalmerite tiene
resado en problemas sociales más generales, que llevar hasta este punto estas inquietudes,
porque el folklore no es sino el reflejo de la y enfocarlas con mucha intensidad. .
vida de un pueblo. Yo estaba buscando real-
mente otros horizontes, y en ese tiempo, en En la actualidad estoy involucrado en dos
el 65, el Dr. Mainero, que ahora es el subdi- mesas redondas de maestros relacionadas
rector extraescolar de audiovisual, me pro- con dos series de televisión, encabezadas por
puso hacer una visita a Gálvez. La entrevista el maestro Cano (no sé si te comenté, el del
que tuvimos fue bastante buena. Yo llevé un Consejo Nacional Tecnico de la Educación) ,
pequeño plan -un proyecto en una sola pero hay maestros de chile y de dulce, con
hoja-, de cosas útiles relacionadas más o diferentes puntos de vista en lo social y en lo
menos a mi especialidad y que yo considera- educativo, algunos muy tibios y otros con
ba se podrían hacer en audiovisual. "Parece ideas muy dinámicas y muy reales. Una de
que lo escribí yo" , me comentó Gálvez. Cla- las series trata de la educación para adultos,
ro, yo vi un panorama de acción muy bonito un tema que, desde luego, resulta muy inte-
porque las metas en el trabajo de audiovisual resante y tiene muchísimos ánguios; la otra
son muy hermosas. El resultado ha sido, sin -como creo que te dije el otro día-, está
embargo, muy pequeño en relación con lo basada en un folleto que hizo un grupo de
que uno espera, pero casi siempre es así, hay maestros del Consejo sobre el humanismo y
que tener paciencia. la educación, un folleto, por cierto, muy bien
escrito donde se habla de la necesidad de
Desde entonces mi carnina no ha cambia- infundir más aspectos humanísticos, en es-
do precisamente, sino que se ha ampliado en pecial en las carreras técnico-científicas para
tal forma que resulta un poco dificil de rela- que los jóvenes que las tomen adquieran
tar, en este sentido: desde hace tiempo mi actitudes constructivas y puedan aplicar to-
interés se ha dirigido intensamente hacia dos esos conocimientos para bien de los de-
problemas educativos y de lajuventud, siem- más y no sólo por satisfacción personal . Esto
pre considerando al folklore como un factor implica tantas cosas que no sería posible
muy importante, pero en un sentido mucho hablar de todas ellas brevemente. Pero quie-
más amplio. He tratado de observar, tanto ro decirte que en el grupo de Oarlos Lirer,
en el campo como en la ciudad -en especial del Centro Popular de la Cultura -donde
en esta última porque es donde los problemas también estoy metido-, es mi deseo hacer
se presentan más agudos en el sentido de este año una serie de sesiones sobre proble-
desajustes psicológicos-, toda esa serie de mas educativos en la adolescencia, en las que
actos negativos que hay, y que para mí mu- sea posible la discusión amplia por parte de
50 Htlerofonía

&tudio de grabación de Hellmer.

los alumnos tanto de la Universidad como regiones muy ricas, mientras que en el Norte,
del Politécnico y puedan ahí expresar con algunas partes del Centro y el Bajío son zonas
franqueza sus insatisfacciones relacionadas mucho más pobres en cuanto a variedad,
con la educación. Después de que termine- aunque tienen cosas muy bonitas. Pero es
mos con esta serie de mesas redondas de muy difícil calificar a una región cuando,
maestros, y lleguemos a "x" conclusiones, incluso, hay muchas cosas que no sabemos.
es necesario hacer una confrontación entre En Guerrero, por ejemplo, yo oso decir que
los alumnos y los maestros, como nunca antes posiblemente existan cerca de doscientas
se ha hecho -porque la idea de los maestros danzas diferentes y yo sé, por el tiempo que
es hacer modificaciones en todos los planes he vivido en ese estado, que hay muchas que
de estudio desde la primaria hasta la secun- desconozco todavía y de las cuales sólo tengo
daria-, y yo me pregunto : ¿cómo pueden vagas referencias. Otras tantas que ya no se
hacerlo sin tomar en cuenta el punto de vista practican podrían reconstruirse con la ayuda
de los estudiantes? No basta que un maestro de ancianos que en algún momento las co-
llegue a observar tal O cual cosa. Muy bien, nocieron -de hecho, algunas de ellas ya se
puede tener una parte de la verdad, pero han reconstruído y se han presentado gracias
nunca la tendrá toda. Ni yo, que me siento a diferentes concursos.
muy cerca de los muchachos porque he sabi-
do acercarme a ellos, pienso que esto pueda
ser posible. Ellos tienen que hablar y, aunque Bueno, mira, yo puedo decir lo siguiente
los maestros hayan llegado previamente a sus de los relativamente pocos folkloristas que he
conclusiones, debe haber una confrontación conocido. Yo pienso que un gran número de
limpia en la que escuchen con atención a los ellos no es que sean en sí tan reaccionarios,
alumnos. sino que por su misma tendencia al conser-
vadurismo -como tú dices-, viven en una
torre de marf¡} romántica, y sencillamente
¿Que cuál de todas las regiones de México no piensan en los aspectos políticos o sociales.
es la más rica en folklore? Esa es ~na pregun- Si son buenos, aman más o menos al campe-
ta de los 64,000 dólares. Yo podría decir que sino, al indígena, pero de esa manera, perci-
en las dos costas, en el Sur, Sureste y Suroes- biéndolos como algo aislado y no en la matriz
te, incluyendo la parte montañosa del centro de una sociedad desajustada. Entonces ellos,
de Guerrero, y el estado de Michoacán son consciente o inconscientemente, omiten la
Entrevista 51

reflexión y la acción respecto a las condicio- casco, con un parche de cuero en los dos
nes sociales, a sus problemas y sus soluciones. extremos; se trata de un tambor rústico como
Yo creo, sin embargo, que esta situación está los que hay en todos los continentes del mun-
cambiando tan rápidamente, que al cabo de do " ... Era la primera vez que lo había visto
otros diez años ya no va a haber un folkloris- y saca ese comentario. Y ahí quedó, en un
ta, digamos de nuestra edad para abajo, que libro para especialistas. En otra parte se lee:
piense así, porque los tiempos ya no permiten "hoy grabé una versión de una canción en
esas actitudes. lengua náhuatl que se llama Xochipitzá-
huatl, que creo que quiere decir algo relacio-
Ahora, refiriéndome a otra pregunta tuya nado con la flor, pero nadie pudo darme una
en relación a lo que he publicado, he sido traducción"; cuando toda la gente de la Sie-
muy dejado. Yo soy escorpión (te vas a reír rra de Puebla habla algo de español y habla
¿verdad?, yo también), entonces soy suma- mexicano. Hasta un niño de 1O años le pudo
mente disperso y me interesan demasiadas dar la traducción. Ahora, si no querían dár-
cosas. A veces, paso toda una noche ajustan- sela porque le veían cara de chilango o algo
do un radio de transistores cuando podría así, eso era otra cosa. Observaciones ridícu-
escribir 20 páginas de un libro, y así otras las que no caben en un libro ni para aficio-
cosas por el estilo. Son defectos que yo mismo nados, mucho menos para especialistas. Es-
reconozco y que me dan mucho coraje. Aho- tos libros, plagados de este tipo de cosas,
rita estoy metido en tantas cosas que no pudieron depurarse a tiempo pero Samper,
quiero ni mencionarlas porque sonarían a que en muchos sentidos era un gran estudio-
jactancia y además no tienen ningún chiste. so -murió hace tres años, ¿te acuerdas?- ,
Pero yo tengo un libro que escribí -cuando un hombre íntegro, muy honrado -que
estaba todavía en la sección de Investigacio- aunque en los últimos años por desgracia me
nes Musicales-, sobre mis primeras inves- odió por influencia de BaI y Gay, yo sí lo
tigaciones en Morelos, Puebla y Guerrero, y admiraba bastante-, era un hombre tan
que aún no se ha publicado. En parte, porque rigurosamente consciente, que él no quería
había manuscritos anteriores de otros inves- cambiar una sola palabra de estos manuscri-
tigadores que en este tiempo no se habían tos. Claro, la actitud es encomiable pero la
publicado y que había que darles prioridad. realidad no, ya que él podía haberles pedido
Los trabajos de Luis Sandi, de Raúl Guerre- que vinieran y conjuntamente, ellos que ha-
ro, de Pancho Domínguez y de otras perso- bían estado en el campo, quitar todas esas
nas que son obras muy voluminosas pero cosas que, frente a una experiencia más ma-
que, en mi opinión, se publicaron con gran- dura, no cabían en un libro.
des defectos. Muchos de esos manuscritos
representan sus primeros viajes, sus prime- Por otro lado, el otro día me encontré por
ros trabajos folklóricos, y se publicaron ínte- accidente a Garda Mora y le pregunté por
gros, aún en vida de los autores -algunos ya mi libro. Él no sabía nada; yo sé que no le
no viven ahora-, sin que, a la luz de un interesa mucho el folklore. Ahora se encuen-
mayor conocimiento, se hiciera una depura- tra ahí esta muchacha, Carmen Sordo (pre-
ción. Yeso que Bal y Gay pretendía que todas fiero no hacer comentarios, no vale la pena),
estas publicaciones fueran dirigidas a espe- pero debido en parte a la estela tan grande
cialistas, punto de vista que mantuvo siem- de prejuicios que dejaron BaI y Gay y Sam per
pre, hasta salir de México: un disparate total. -sobre todo en ella que trabajó con los dos
Por ejemplo los trabajos del maestro Roberto antes de que el primero regresara a España
Tellez Girón -que después fue subdirector y el segundo muriera-, seguramente este
del Conservatorio-, en su cuarto libro sobre libro está enterrado de por vida -cuando
la Sierra de Puebla, hay cosas como ésta: menos mientras ella siga ahí, ¿no? Una mu-
"hoy vi un tambor rústico verdaderamente jer, que en una ocasión vino por parte de una
grotesco. De un tronco ahuecado, con una institución en California, vio el manuscrito
forma delgada dejando nada más el puro y quiso publicarlo, pero esto nunca se llevó
52 Helerofonía

a cabo a pesar de que en ese tiempo Bal y persona muy ocupada, ya pasaron varios
Gay y Samper tenían la facultad para permi- meses y yo no he visto nada. Es decir que
tirlo. tengo material para varias cosas que consi-
dero muy útiles y que no he sacado, en gran
Tengo, además, notas de varios estudios parte, por distraído.
que podrían salir como libros o artículos
largos para publicaciones, digamos, como los Para un proyecto de audiovisual también
Anales del Instituto de Antropología, pero me pidieron que escribiera un librito para las
todavía no he hecho realmente nada para escuelas, y me gustó mucho la idea. Tengo
ponerlas en condiciones. Tengo un estudio notas de todos los grupos étnicos de México
sobre la jarana de Veracruz, bastante deta- aunque, desde luego, yo no conozco a mu-
llado en sus datos técnicos: afinaciones, for- chos de ellos; pero tengo bastante documen-
mas de tocar, grabaciones, transcripciones tación y, con la experiencia de campo, conoz-
de sones, fotografías, pero aún no he escrito co mucho de sus actitudes. Aparte de la
los comentarios. inmensa cantidad de fotografías que yo he
sacado, varias amistades me han ofrecido las
Recientemente pasé muchos fines de se- suyas. En pocas palabras, tengo suficiente
mana haciendo una investigación sobre ora~ material para escoger y quiero terminar este
ciones prehispánicas de petición de agua en libro que ya empecé. Desde que presenté el
el Estado de México, pero de un tipo que proyecto, lo dividí en tres partes: la primera
aparentemente no se conoce hasta la fecha, es una especie de prólogo más o menos lar-
con una inmensa riqueza de datos corolarios guito donde se describen muy brevemente
muy interesantes. Conseguí textos en ná- las principales culturas prehispánicas, pero
huatl de estas oraciones, traducciones, foto- en términos constructivos; el libro es para
grafías, objetos de barro que hacen en Me- niños y no vamos a seguir hablando de "sal-
tepec y que ningún estudioso siquiera conoce vajes" o de "bestias aztecas" que sacrifica-
por9ue no se producen para el público sino ban a los humanos. Tampoco se puede tapar
únicamente para los curanderos. Un amigo el ojo al macho, hay que poner las cosas en
mío que es excursionista encontró una serie su proporción justa, como hacen León-Por-
de estos mismos objetos y que a través de la tilla y otras gentes. El cuerpo principal del
prueba de radio carbón se supo que son del libro consistiría en una descripción de los
siglo XVII, indicando una continuidad de grupos étnicos actuales, enfatizando aspec-
tradición desde mil seiscientos y pico -se- tos de su pensamiento, su conocimiento de
guramente los mismos objetos, en otra for- la naturaleza, sus artes, su sensibilidad, su
ma, se ocupaban desde tiempos prehispáni- vida comunal -la que muchas veces nos
coso Todas estas oraciones se relacionan con enseña a nosotros cómo convivir con nues-
doctrinas esotéricas del Señor de Chalma, tros semejantes- . Por último, el epílogo, que
que desde luego en épocas prehispánicas era sería, una especie de mirada hacia el futuro,
otro personaje- no sé cuál porque no he una exhortación mía dirigida a reconocer, no
tenido tiempo de profundizar en esto. Todo sólo los valores de las culturas indígenas, sino
este material se lo enseñé a Demetrio Sodi, también lo mucho que ellas pueden aportar,
mayista y nahuatlato, quien tomó el lugar de aun a esta vida moderna, y explicar concre-
León-Portilla en el Instituto Interamericano tamente punto por punto su potencial dentro
Indigenista, y mostró mucho interés en él. del progreso de México, tanto en el sentido
Piensa que es un material desconocido total- intelectual, como en el material y espiritual.
mente y prometió ayudarme a publicar al-
gunas de estas cosas. Sin embargo, él es una Transcripción (Ú Rosa Virginia Sánchez.
Música tradicional de Puebla

Bomba/Canción de cosecha/Una negrita


54 H eterofonía

BOMBA

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po - ro verttt!Jnso -lo ro - - - to y con el
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Música Tradicional de Puebla 55

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vien - to m~n - dar - tt,u - - no rt- I
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56 Helerof onía

CANCION DE COSECHA

DD5 ro IR
Ya los a - ro - .- dos a - bren la

tie - rro y por el sur- ca vCU'1 sembra - dor_. y cuando

ven - 90 lo pri - mo - ve - ro ve - rós los com - pos lIe - nos de

D J) j) PI
Flor_. ~Cuánt~. le - c;¡rí - a por las ca - se - chas que hasta las
-..;

«~ 1 ~1 F
mil - pos quie - ren can - tar_ !. Sóloen laho
~ '-'
- ciendo no - cióu - no
~

vi - do Quu n s ~ -n o - cen - cia Iro - j o~elpe - sor.


Música Tradicional de Puebla 57

UNA NEGRITA

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Voz
v
U- no ne-

Gullorro
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JI

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quel~en - 90 ñó

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- gri - - lo por fin 110 ro por ques\!..(}

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58 H elerofon{a

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Música Tradicional de Puebla 59

3
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60 HeleroJon{a

Bomba

Cantó acompañándose con guitarra sexta Lino Tlapale, de Izúcar de


Matamoros , Puebla .

Grabó José Raúl Hellmer en Cuautla, Morelos, el 8 de octubre de


1947 .

Audiotranscribió Federico Hernández Rincón en México, Distrito


Federal el 31 de enero de 1955.

Canción de cosecha.

Cantó Alberto Ilagorre de Tlaxcuapan, Puebla.

Grabó José Raúl Hellmer en Cuautla, Morelos, el 1 de noviembre


de 1947 .

Audiotranscribió Federico Hernández Rincón en México, Distrito


Federal el 6 de enero de 1955 .

Una negrita.

Cantó acompañándose con guitarra sexta Lino Tlapale, de Izúcar de


Matamoros, Puebla.

Grabó José Raúl Hellmer en Cuautla, Morelos, el 8 de octubre de


1947.

Audiotranscribió Federico Hernández Rincón en México, Distrito


Federal el 6 de enero de 1955.
Documentos
José Raúl Hellmer

La música mexicana indígena de hoy*

P ara te ner una idea más justa y precisa antes de la llegada de los españoles, el uso de
sobre la música que realizan los actuales la armonía era desconocida en México. En
grupos étnicos de México, debe mos analizar segundo lugar, se decía que las melodías de
primero algunos de los falsos conceptos, am- las flautas estaban limitadas a simples estruc-
pliamente difundidos, en cuanto a la natura- turas pentáfonas. Y en tercero que los ins-
leza de esta música antes de la llegada de trumentos de cuerda no existían antes de la
Cortés a las costas de lo que es actualmente conquista en 1519 .
Veracruz. En primer lugar, se ha dicho que
Desafortunadamente, debido a que la
música indígena en México estaba íntima-
• Los prestnles artículos aparecieron respectivamente ti J o y
15dejuniode 1960 en la r",ista TolucaGazet/e, quesepublicaba
m e nte ligada a los ritos religiosos, los espa-
en el Estado de México; la editora era Virginia B . de Carda. ñoles hicieron todo lo posible para prohibir,
Estos artícuú>s fueron esen'tos originalmente en inglis bajo los so pena de muerte, sus formas originales y,
t{(ulos de: M cxican indian music today y The music of a pesar de que en las crónicas españolas se
the mestizo. Las palabras que en el onginal y a estaban en
presentan muchas descripciones de danzas y
español se han dejado en cursivas.
Agradecemos a la señora Virgina B. de Garda el que nos
música de la época de la conquista, son de-
haya enviado estos ensayos y nos permitiera traducirlos y publi- masiado vagas para reconstruir melodías o
car/os. la forma en que se tocaban los instrumentos.

Prtparanón del paste para la danza de los Voladores . Cuautla, Morelos. Septiembre de 1948. Foto de}. R . Htllmer.
La música mexicana indígena de hoy 63

Constancia Pa/TTUJ. AhUlJJePu,


MOTelos. Abril tk J 948. Foto tk
J.R . Hel/mer.

Aun cuando los sacerdotes españoles fueran que cuando se tapa el orificio posterior, se
capaces, en muchos casos, de escribir melo- produce una escala pentáfona exacta.
días, hasta donde sabemos, nunca lo hicie-
ron , tal vez porque no existía la posibilidad También hay una especie de corneta de
de que fueran revividas. Por lo tanto, no barro con embocadura tan perfecta como la
tenemos una idea precisa que nos guíe para de las cornetas modernas cuyas posibilidades
determinar la naturaleza de este tipo de mú- melódicas están únicamente limitadas por la
sica, excepto si lo hacemos de una manera maestría del ejecutante. A ciencia cierta no
muy periférica, a través del estudio de los se tiene una idea concreta del tipo de melo-
instrumentos. días interpretadas por los músicos prehispá-
nicos con estos magníficos instrl!mentos y,
Retomando nuestros tres puntos ... exis- por desgracia, probablemente nunca se ten-
ten flautas dobles, triples e incluso cuádru- drá, como ha sucedido con las actuales téc-
ples, que no solamente producen bellas ar- nicas de la flauta de bambú que se han mo-
monías (como lo hacen las flautas de pan, los dificado considerablemente debido a la
sicus o las zampoñas de Perú y Bolivia), sino influencia durante cuatro siglos y en mayor
que también, en manos expertas, pueden o menor grado, de patrones melódicos y de
producir dos o más líneas melódicas simul- técnicas instrumentales europeas.
táneamente, con su consecuente armonía.
Como puede apreciarse, poseían un concep- En el último de nuestros tres puntos, que
to musical extremadamente desarrollado. se refiere a la música mexicana prehispánica,
no podremos detenernos demasiado debido
Aparte de las flautas pentáfonas, caracte- a la insuficiencia de datos, pero algunas au-
rísticas en los últimos periodos aztecas, hay toridades del folklore musical están conven-
innumerables flautas de barro de culturas cidos de que instrumentos de cuerda rudi-
arcaicas y de la cultura totonaca, que prese n- mentarios existían antes de la llegada de los
tan escalas diatónicas, co n su intervalo de españoles, al menos en a lgunos grupos étni -
medio tono perfecto y registros de cuatro cos como los Seris y Coras en el noroeste de
notas e n adelante. Algunas de estas flautas M éxico, los Chinantecos y H uaves en Oaxa-
diatónicas están construidas d e tal manera ca y los Laca ndones en Chiapas.
64 He/erojonía
\

En general, nuestra herencia, con lo que cas en cuanto al ritmo, melodía, entonación,
respecta a este poco conocido esplendor mu- forma de bailar, etc.; pero que muestran
sical, se ha modificado tan profundamente importantes modificaciones, en diversos gra-
que la música que tocan los indios mexicanos dos, debido a la utilización de instrumentos
hoy en día se asemeja muy poco, en la mayoría europeos tales como el violín, la guitarra y el
de los casos, a sus prototipos prehispánicos. arpa en sus diferentes formas; así como en
los trajes (de las danzas), etc.
Cuando escuchamos ciertas danzas folkló-
ricas, muy populares, interpretadas por mú- Hay un tercer tipo de cantos y danzas,
sicos indios o mestizos, es muy dificil saber extremadamente europeos en sus caracterís-
qué tanto del contenido musical y de la ma- ticas musicales; pero que denotan rasgos
nera de tocar los instrumentos se apega a sus muy especiales debido a las particularidades
raíces autóctonas; especialmente cuando sa- raciales o personales que algunos grupos in-
bemos que, de hecho, algunos tipos de flautas dígenas le han impreso a la forma musical;
de bambú y algunas técnicas para tañer los tal es el caso de las canciones zapotecas, las
tambores fueron introducidos por España. danzas del Istmo de Tehuantepec y las pire-
kuas tarascas de la Sierra de Uruapan, en el
Otro factor que ha influido profundamen- estado de Michoacán. En todas estas expre-
te en la música que realizan actualmente siones del sentir musical y estético indígena,
muchos grupos étnicos de México, es el hecho su enorme habilidad creadora, su cercanía
de que los españoles, en un periodo temprano con la naturaleza (que nosotros hemos per-
de la Colonia, establecieron escuelas de mú- dido hasta un grado extremo), su refina-
sica para los naturales (los aztecas también miento innato y su alejamiento de la vulga-
tenían escuelas altamente organizadas de ridad son claramente perceptibles.
música y danza), en donde se enseñaba a
tocar instrumentos de cuerda con sus vastos Uno de los más bellos ejemplos de la mú-
recursos melódicos y armónicos; así como los sica indígena actual puede encontrarse en los
versos religiosos en español que debían sus- Sones de Semana Santa, que se ejecutan con
tituir a los textos, en lenguas indígenas, que la chirimía (una especie de clarinete primitivo
de caña, de forma parecida a la flauta azteca
hacían referencia a las religiones paganas.
pero que muchas autoridades aseguran fue
introducida por los españoles), una pequeña
Así es que lo que encontramos en la actua-
tarola y un huéhuetl grande (tambor azteca,
lidad son tres tipos generales de música ins-
vertical, con patas tall~das y piel en la parte
trumental y vocal hechas por los numerosos
superior), interpretados para solemnizar las
grupos étnicos que aún existen en México.
festividades religiosas previas a la cuaresma
en la parte suroeste del Estado de México (el
Aún hoy, por fortuna, existen algunas
pueblo, de San Pedro Nexapa) . El efecto de
canciones y danzas que han permanecido,
esta música es arrobador. La simplicidad, el
aparentemente sin mayores modificaciones
poder y la belleza de estas melodías y ritmos,
de sus prototipos prehispánicos, con excep-
nos transportan a otras épocas, cuando la
ción, tal vez, de algunos pequeños detalles;
religión del hombre no era una excusa para
los ejemplos más sobresalientes son : la danza
presumir un nuevo sombrero dominguero, y
del Venado de los yaquis, algunas de las
cuando la creencia del hombre en el poder
canciones de los indios tara humaras (tam-
divino de las fuerzas de la naturaleza parecía
bién en la parte norte del país); así como
mover a las lluvias, al sol y al viento en una
algunos cantos mágicos de los Coras, Seris y
especie de conjunción benevolente.
Huicholes en la costa oeste y de los Maya-
Lacandones en el extremo sur.
15 de junio de 1960

Además, hay un gran número de cancio-


nes con marcadas características prehispáni- Traducción de Ana LaTa
José Raúl Hellmer

La música mestiza

U na fusión del español y del indio : el mes- de esto, la fe fundamental de los indígenas en
tizo, ha dado una increíble gama de colores sus dioses naturales (algunos de los cuales
musicales, yendo desde las más dulces can- fueron transformados, en la cultura Náhuatl
ciones de amor y de cumpleaños, hasta los Azteca, en conceptos metafísicos de gran
más tristes corridos, los más apasionados complejidad alrededor de los personajes di-
sones; expresando las más variadas emocio- vinos), y su recelo en aceptar con todo el
nes, desde el amargo sarcasmo, a través de corazón una doctrina que era extraña a todo
divertidos comentarios sobre gente y aconte- el marco de su pensamiento, sentimiento y
cimientos en la comunidad, manifestados en expresión, los hicieron preservar parte del
frases mordaces de doble sentido, hasta las antiguo simbolismo reverente de sus danzas
más ardientes expresiones de amor. anteriores a la conquista, en las formas mo-
dificadas a las que evolucionaron como re-
Las canciones y danzas indígenas fueron sultado de la evangelización católica. Esto
transformándose gradualmente a través de fue hecho de tal manera que las autoridades
los procesos que mencionamos en el artículo religiosas no pudieran reconocer fácilmente
anterior, de tal manera que sus nuevas for- estos vestigios, pero al mismo tiempo satisfa-
mas satisfacieran las necesidades emociona- cía las necesidades indígenas de mantener los
les y la ideología de los ritos católicos. A pesar nexos con sus deidades originales. La danza

Familia Cuayahui ck.san


Miguel XOlla, PULbÚl
Febrao d, J948. Folo d,
J. R. Hellmer.
· 66 He/eroJon'-a

Lorenzo Stgura de
In danza Atzcamt.
Ixcaúptc, MoreÚJs.
Mayo dt J 919.
Folo dLJ.R .
Ht/lmtr.

de los Concheros es un importante ejemplo de conocibles, pero cuya rítmica, melódica y


este tipo de manifestaciones, cuyos versos sabor emotivos, representan una mutación
religiosos, que llegan acientos, cubren aspec- cultural y emocional muy fácil de distinguir
tos interesantes de la devoción que continua- de las de sus raíces ibéricas. El romance espa-
ban profesando los indios hacia sus dioses ñol se transformó primero en el corridJJ o
originales, lo cual puede descubrirse en los canción histórica que se convirtió, virtual-
sutiles movimientos coreográficos, aunque mente, en el periódico rural, hablando de
para ellos altamente significativos, que con- incendios, inundaciones, bandidos, las haza-
servan gestos muy bien definidos de reveren- ñas de héroes nacionales y locales, peleas y
cia hacia sus dioses ancestrales. amores frustados, para nombrar sólo algu-
nos de los temas que abarcaban; y después
En otras danzas posteriores a la conquis- húbo una mayor transformación en lo que se
ta, como la de Moros y Cristianos, Los Pastores, ha dado en llamar ranchera, que en los últimos
Los Santiagueros, etc., el fuerte elemento dra- años ha sido de la más vulgar degeneración
mático está limitado a una exposición literal, de su poética y de su, alguna vez, refinado
casi infantil, de los diferentes aspectos de la estilo literario. Los ritmos de estas canciones
iglesia y de la historia bíblica, coloreada, por son simples, usualmente en 2/3 o 3/4, algu-
supuesto, con la expresión artística indígena nas veces con una elaborada y muy bella
y mestiza en los trajes, pasos de danza, mú- introducción de guitarra, o requinteos, como
sica, etc. les llaman.

La raza mestiza que comenzó a surgir Los fandangos, jarabes, seguidillas, pete-
después de la conquista, muy pronto creó neras y otros ritmos de danza traídos desde
una nueva música, cuyas estructuras y for- España en diferentes épocas del México co-
mas literarias españolas son claramente re- lonial, se transformaron en los fabulosos so-
La música mestiza 67

nes jarochos y huapangos huastecos del su- guitarra convencional de seis cuerdas y una
reste y noreste de las regiones costeras, res- especie de contrabajo portátil llamado guita-
pectivamente, con sus complicados y fuertes rrón que se puntea en lugar de tocarse con
ritmos y pasos de danza; y en las partes arco.
centrales y oeste del país, en los jarabes y
sones jalisciences y michoacanos con su pe- Los sones michoacanos de la tierra caliente
culiar combinación instrumental y su carac- entre Apatzingán y la costa, se tocan con una
terística manera de bailar. arpa grande con tres orificios en la parte
superior de la caja de resonancia, dos violi-
Asimismo los instrumentos de cuerdas, nes, una vihuela y una guitarra grande, de
que fueron introducidos por España, sufrie- cinco cuerdas, llamada guitarra de golpe. Un
ron muchas transformaciones de acuerdo músico adicional toca de rodillas junto al
con las necesidades y expresiones estéticas y arpa y percute un ritmo sincopado fantásti-
emocionales de las diferentes regiones de camente complicado, con sus manos sobre la
México. En Veracruz dos nuevos tipos de caja de resonancia, lo que hace un contra-
guitarra se desarrollaron: el requinto, con cua- punto único con los ritmos de los bailarines.
tro cuerdas y una caja de resonancia muy El único instrumento de cuerdas que no ha
delgada, y lajarana, que se ve igual pero tiene sufrido importantes transformaciones (ex-
ocho o diez cuerdas. El requinto se toca con cepto entre las comunidades indias) es el
un plectro largo y flexible de cuerno de vaca violín.
y se usa para tocar la contra-melodía con-
trastando con los adornos melódicos más Escuchando estos sones (como son llama-
agudos del arpa, mientras que lajarana es el dos genéricamente todos los ritmos dancísti-
corazón del acompañamiento rítmico de los cos seculares) uno puede distinguir, sin difi-
pies ligeros de los bailarines. cultad, el carácter de la gente de cada una d e
estas regiones de México, la franqu eza mor-
El huapango huasteco se distingue por las daz de la costa, la más sentimental y nostál-
elaboradas melodías del violín, con un pa- gica pasión del huasteco , la extrovertida ale-
trón rítmico realizado por una jarana de gría del jaliscience y el hilarante allegro del
cinco cuerdas, que tiene una caja de resonan- michoacano .
cia mucho más profunda que su hermana de
Veracruz, y laguitarra quinta que tiene 8 cuer- En México la música de cada región es
das, tres de las cuales son dobles para tener una expresión del ser, y no una simple ex pre-
mayor sonoridad. El huapango huasteco es no- sión de placer. Es una llave para el carácter,
table por sus pasajes cantados en falsetti, lo y provee al visitante de una penetración ha-
que le da una intensidad peculiar a su versi- cia el medio ambiente emocional del área.
ficación ingeniosa. Cuando sea posible, deberá disfrutarse en su
lugar de origen -en las fiestas de pueblo, en
Los TTUlriachis que tocan los sones jalisciences donde los alrededores complementan la ex-
son los más conocidos de todos los músicos presión rítmica mientras las melodías llenan
folklóricos mexicanos : utilizan dos violines, el aire, la vida es música y la música, vida.
una guitarra pequeña con cinco cuerdas y
caparazón de tortuga llamada vihuela, una Traducción de Ana Lara.
José Raúl Hellmer

Informe de la región de Huauchinango,


Puebla

altura, todo menos los pinos que se pueden


Llegamos a este pintoresco pueblo, descen-
ver hasta zonas muy bajas, cerca de Vera-
diendo entre maravillosos bosques de pino y
cruz. En Huauchinango ya no se da la man-
otros árboles d e clima templado, adornados
zana, pero en cambio hay primorosas naran-
con el encaje de frondosos helechos de un
tamaño e norme y verdaderas nubes de flores jas -principalmente del tipo denominado
silvestres de todos los colores. Entre Tulan- Washington-, priscos, aguacates, nueces,
ci ngo y Acaxochitlán, en el estado de Hidal- calabazas, chilacayotes, varias clases de chi-
go, los paisajes, secos y monótonos -donde le, limones, limas, uvas y uno que otro arbo-
el maguey forma un eterno dibujo sobre la lito de plátano -para mencionar sólo las
oleada del terreno quebrado-, cambian re- frutas más comunes. Pero lo que más carac-
pentinamente con la aparición de pinos y teriza al pueblo y le da fama por toda la
vegetación menor que caracteriza casi toda región, son sus flores. Su situación geográfi-
la Sierra Norte de Puebla, con sus colindan- ca da origen a un clima muy especial. Ubi-
tes en Hidalgo y Verac ruz; y mientras el cado en la vertiente del Golfo, pero bastante
viajero comienza a bajar d esde Acaxochitlán alto para evitar el calor excesivo de la región
(con sus maravillosas manzanas que fácil- costera, los bosques de esta zona, que serían
mente compiten con las de Zacatlán, Pue- la envidia de la meseta central, ayudan a
bla) , la vegetación va cambiando según la producir una lluvia abundante desde mayo .

j ~ Hasta los indígenas dt los pueblilos vecinos que vienen a 'placear J, a menudo son comunicativos a un grado nunca visto en Morelos
y ti Sur de Putbla ". Folo dt J. R . Htllmtr.
Informe 69

" Las casas del pu¿blo en su mayorÚl


tstdn conslruidas de adobe -un
adobe único que se endurece más enlre
más se moja- y tienen un aspeclo
diferente a las del Sur por sus
íoleras extendidas que sirven de
J

abngo para la gente cuando lienen


qu¿ caminar duranle las lluvias
fruu¿rltes". Folo deJ.R. Hellmer.

hasta diciembre. Este hecho, más un suelo de ésta es muy buena siendo de la planta de
cuyas propiedades químicas son favorables, Necaxa. El dueño del cuarto, notable por su
han producido una abundancia y variedad espíritu generoso y comprensivo, el señor
increíble de flores, primero en los bosques y Aurelio Luna, me prestó tabloneS para im-
llanos, y actualmente cultivados con afán en provisar una mesa de trabajo -la mía no
los jardines particulares. Esta diversidad, cupo en el coche para traerla- , una mesa
que en otras partes se vería únicamente en para la cocina y una silla para complementar
losjardines de los acomodados, aquí se puede las que traje de mi casa.
apreciar en la selva: lirios, azucenas, flori-
pondios, plúmbagos, madreselvas y decenas Terminado el arreglo de mi vivienda salí
de otras variedades desconocidas para el que a conocer el pueblo. Huauchinango está si-
no sea conocedor. En parte tal vez, por la tuado sobre la espina dorsal de una pequeña
misma bondad de la tierra y del clima, la estribación de la Sierra, con profundos ba-
gente se muestra hospitalaria y tratable. rrancos en cada lado cuyas faldas están cu-
biertas de milpa y naranjales. Por la natura-
"Hasta los indígenas de los pueblitos veci-
nos que vienen a 'placear', a menudo son leza de su sitio, el pueblo está muy largo de
comunicativos a un grado nunca visto en Oriente a Poniente -el eje del alto en donde
Morelos y el Sur de Puebla" . se construyó- y muy angosto (3 a 5 cuadras)
de Norte a Sur en la mayoría de su longitud.
Los primeros días que pasé en este pueblo Está rodeado por cerros picudos y quebrados
los ocupé en arreglar el cuarto que ha bía en tres direcciones -solamente al oriente se
alquilado. Con los recursos de que dispone ve la bajada hacia la costa y un rincón del
un folklorista no es posible buscar una casa lago "artificial" de Necaxa. En todos lados
que tenga bastante espacio para una familia, hay vegetación, espesas arboledas y Ilacotes'
y tuve que conjurar una verdadera magia se extienden hasta las cimas de los cerros. Las
para encontrar el modo de acomodar a seis eternas nubes cúmulus, que tanto embenecen
personas en un sólo cuarto y disponer del al cielo lugareño de azul zafiro, tienen un
campo necesario para mis aparatos y mesa aspecto extraño debido a que suben desde
de escribir. El sonsonete de los juegos de tres niveles inferiores rumbo a Necaxa y Villa
niños sanos hace necesaria una hazaña pare- Juárez y dan la apariencia de gigantes plu-
cida a la concentración del yoga para poder mas de humo que están saliendo de algún
trabajar, más aún tomando en cuenta que el lago hirviendo abajo del horizonte.
patio de la casa que habitamos está tan tupi-
do de milpa y flores que casi no se puede Las casas del pueblo en su mayoría están
utilizar para que jueguen los niños. Hay construidas de adobe -1,ln adobe único que
suficiente luz en el cuarto, lo que va a facilitar
mucho mi trabajo en este pueblo, y la calidad I Milpas colocadas en terrenos con fuerte declive.
70 H elerofon{a

se endurece más entre más se moja- y tie- rando lejos hasta que se acabe" . Así es que
nen un aspecto diferente a las del sur por sus este músico no m e podía servir directamente
"goteras" extendidas que sirven de abrigo por no conocer la música regional. Su padre,
para la gente cuando ti enen que caminar don Jesús Ramírez, conocido floricultor y
durante las lluvias frecuentes . También se ejidatario, había sido " huapanguero" en su
nota el uso común de la madera para pisos y juventud -ahora tiene sesenta y cinco
azoteas por la presencia de tantos árboles en años-, pero dice que ya olvidó lo que sabía
las cercanías del pueblo. por no ejercer su arte en tanto tiempo. Sin
embargo, los dos -padre e hijo- me lleva-
El sábado, día de plaza, vienen campesi- ron de buena gana con una amistad, el señor
nos e indígenas d e muchos pueblos vecinos Teódulo Cabrera, en el lejano barrio de San
para vender y comprar productos agrícolas: Juan. El es violinista y habla el mexicano y,
loza de barro, implementos de cocina de hoja aunque tampoco ha practicado los sones por
de lata, madera y lámina esmaltada, huara- algún tiempo, sí se acuerda de ellos y en estos
ches y a rtículos de yute, henequén e ixtle. El días va a ver si todavía hay algún guitarrista
dfa de plaza aquí es muy lucido por la canti- que le pueda acompañar en forma adecuada
dad y variedad de mercancía que se trae de para hacer unas grabaciones. Al platicar con
los pueblos y por los trajes típicos de los otras personas del pueblo, algunas de ellas
indígenas : las mujeres lucen hermosas blusas músicos, todas están de acuerdo en que aun-
bordadas con figuras de animales y flores, y que 'hace poco había muchos " huapangue-
sus cinturones son tejidos con estambres de ros" , ya todo eso se perdió y hay que buscar
colores chillan tes; los hombres con calzón esos sones "más abajo ": de Villa Juárez
blanco y colón (camisas hechas en casa). Hay rumbo a Veracruz. Sin embargo, en los pue-
muchos pueblos indígenas en las cercanías blos indígenas que son tan numerosos en la
de Huauchinango que no figuran en el mapa comarca, hay sones peculiares a la cultura de
del Estado : Coacuila, Nopala, Huilacapix- los " naturalitos" que merecen estudio y con-
tia, Catalina, Puga, Cuxintla, Texcapa, Pa- servación, pero que son difíciles de sacar a la
toltecoya, para citar los que me han nombra- luz puesto que entre más tenga contacto el
do hasta ahora. indígena con la llamada civilización, más
vergüenza tiene de su idioma y sus canciones
El señor Luna ha tenido la gentileza de en presencia de los fuereños.
lleva rme -sin miras a la ventaja personal-
con varios amigos que son músicos o que Una mañana salí para tomar fotos del
conocen a algunos. El primer músico que pueblo y por una feliz coincidencia, al termi-
conocí fué el joven Espiridión Ramírez, que nar de tomar una foto, veo un joven indígena
vive a unos tres kilómetros del pueblo, en una mirándome con curiosidad y con una fran -
loma que domina un maravilloso paisaje de queza poco común. Al platicar con él me
Huauchinango y los cerros circundantes. informó que es de un pueblo que se llama
Aunque es violinista de afición, se esperaría Chachahuantla, Puebla, al poniente de
de él un co nocimiento de la música regional; Huauchinango, y que tiene mucha afición
sin embargo, m e ex plicó que desde hace diez por el violín, habiendo tocado como músico
a ños, a partir de la construcción d e la carre- de oficio en casamientos, bautizos y fiestas
tera México- Tuxpa n , que pasa por Huau- religiosas. Mostró muy buena voluntad para
chinango, y la introducción d e las "sinfono- grabar y lo cité en la noche, después de su
las", el gusto por los sones regionales se ha trabajo. No tenía violín y al explicar esto al
borrado casi por compl eto entre la gente y señor Luna, me llevó con su tío que vende
piden de él y de su compañero guitarrista instrumentos de cuerda de ocasión , y éste
pura música ranchera tocada por mariachis generosamente m e prestó un violín de esos
que se oye en las sinfonolas, y qu e, cuando regionales de cedro rojo. Durante el día hi ce
por casualidad se toca un son huasteco " la unas pruebas con la grabadora para " pes-
gen te queda con la cabeza para abajo o mi- car " cualquier defecto que pudiera haber
Informe 71

aparecidc debido al Viaje a este pueblo, y


arreglé una rotura en la conexión del micrófo-
no. En la noche vino mi informante de Cha-
chahuantla, Juan Agustín Díaz, joven indí~­
na de simpatía y comprensión. Con el violín
que había conseguido prestado -con tres
cuerdas nada más, por que dice que así se usa
el violín en "su tierra"-, me grabó seis "so-
nes para llevar flores a la iglesia" (para cual:
quier fiesta religiosa) y me dió una explicación
de la forma en que estos sones se tocan según
la ocasión. También grabó una muestra del
acompañamiento de guitarra que lleva un rit-
mo marcado pero sencillo, sin la sincopación o
golpes percusivos de las cuerdas que llevan el
huapango y el son huasteco. Quedó de acuerdo
en venir al otro día para seguir trabajando
conmigo a las seis de la tarde.

Al día siguiente, aprovechando la ida de


mi vecino y amigo, don Aurelio Luna, a Villa
Juárez, Puebla, para vender implementos
agrícolas2 que él construye en su herrería, fuí Músico ~jecutanll de guillJrra panzona. Fo/() de J. R . Hellmer.
con él para conocer el pueblo. Era día de
plaza -un jueves-, y había un verdadero
vechosos para mi trabajo de recolección. Fa-
arcoiris de trajes típicos de pueblos indíge-
bricajaranas de cinco cuerdas para los sones
nas: totonacas -mujeres en sus.vestidos de
regionales, guitarras quintas, sextas y bajos
encaje y los hombres vistos de blanco relu-
quintos, y violines de vez en cuando. Su
ciente con su calzón y cotón muy abultados;
padre era fabricante de instrumentos (se de-
indígenas de habla nahua de Tepezintla -los
dicaba exclusivamente a esto) y de él apren-
hombres con "gabanes" de franela azul-ne-
dió su arte y ciencia. Sus jaran?s son una
gro y calzón blanco sostenido por un amplio
maravilla de liviandad, sintiéndose en la ma-
ceñidor tejido en estambre a colores, y otros
no como una pluma. Los costados y el lomo
más con indumentaria como los indígenas de
son hechos de cedro rojo y la tapa de un cedro
los alrededores de Huauchinango. Las caras
blanco de la alta sierra que no se pica con la
bronceadas, con el orgullo callado del ser que
polilla. Las tapas están hechas a propósito
ha tenido que tallar su vida de la viva roca,
con una curva convexa -algo que no había
no han cambiado aunque las costumbres van
yo visto hasta ahora-, para dar más sono-
modernizándose a diario.
ridad según el informante. No pude escuchar
su sonido puesto que ninguna tenía cuerdas
Don Aurelio, antes de empezar a vender
en el momento en que le fui a visitar, pero
-eran las seis y media de la mañana-, me
pronto pienso adquirir una para seguir mis
llevó con un conocido, el señor Fidel Fonseca,
propios estudios del huapango en todas sus
fabricante de instrumentos regionales de
formas , y para poder prestarla a todos los
cuerda y obras de carpintería en general.
músicos que saben tocar bien pero que ya
Esta presentación parece que va a ser útil
vendieron sus instrumentos porque " los so-
para mí, porque el señor Fonseca es conoce-
nes ya pasaron de moda". Adquirí un violín
dor de todo el medio musical de la región: de cedro rojo en Huauchinango para prestar
músicos, sones, instrumentos y lugares pro- a los músicos que carecen de instrumento y
que vienen a grabar. Por muy buena fortuna ,
2 Koas, azadones, palas, ctc. el señor Fonseca es tocador de sones (garantía .
72 Heterofonía

de que sus instrumentos son buenos), y la (Las grabaciones referidas están contenidas
próxima semana va a invitar a su compañero en los discos exxx A eXXXIlI).
guitarrista, el señor Miguel Gómez, para
grabar algunos sones. Después de despedir- Pasé un día ordenando las impresiones
me del señor Fonseca, anduve un gran rato sobre mi llegada y primera semana en Huau-
en la plaza y por casualidad me topé con otro chinango, empezando así mi informe sobre
violinista del lugar, el señor Eustorjio Her- la región. U nos días antes donJ esús Ramírez
nández que toca sones con su hijo. A ellos los me recomendó ver a un señor llamado Er-
voy a escuchar la próxima semana. melindo Amaro, trovador de versos y déci-
mas, a quien acabo de buscar hace un rato
Regresando de Villa Juárez en la tarde en su peluquería. Alto él, imponente de as-
-pasando por la bellísima región del lago pecto, cejudo y de pelo quebrado, me recibió
artificial de Necaxa- recogí al informante con cortesía y escuchó con comprensión y
Juan Díaz en su casa y grabamos ocho sones entusiasmo la exposición de mi misión. Él
de casamiento de su pueblo, con violín. No me respondió que ya no cantaba huapangos
cantó porque dice que no se canta sino hasta como acostumbraba hacerlo años atrás, y sus
el baile, después de un casamiento o bautizo. versos, improvisados en el momento, nunca
los apuntó -a excepción de unos cuantos
Tuve que perder un día y medio por el que regaló a sus amigos cantadores-. Sin
hecho de que no habían pintado (como me embargo, mostró su deseo de ayudar en esta
habían prometido) la canastilla para equi pa- tarea de conservación de la música regional
je que me habían hecho en el taller mecánico y mandó llamar enseguida a un tocayo suyo,
de la SEP y se estaba oxidando con tanta prisa el señor Ermelindo J uárez3 , de Coyutla, Ve-
que necesitó que la limpiara con lija y la racruz, pero residente de Huauchinango, el
pintara co n un esmalte de buena calidad para cual sabe tocar el violín. Varios parroquianos
evitar que se echara a perder con las frecuen- me habían hablando de este músico (a quien
tes lluvias. apodan "el Coyutla") en el sentido de que
es muy "águila" para los sones. En la charla
Volví a grabar con Juan Díaz -esta vez que sostuve con él me comentó que tiene un
sones para el bautizo de un niño-, con unas compañero guitarrero de apellido Montes
estrofas cantadas en el baile que sigue al que se sabe acoplar muy bien con su estilo
bautizo. Toca la música con poca animación de "allá abajo". Don Ermelindo prometió
pero con bastante precisión para sus veintiún que en la primera oportunidad iría con su
años. El pobre muchasho se había lastimado compañero a la casa para que yo los grabe.
la mano izquierda de chico y por esto tuvi-
mos, desde el principio de sus grabaciones, Al otro día fui a buscar al señor Teódulo
que enco rdar el violín para que tocara con la Cabr,era en el barrio de San Juan y me
zurda e hiciera las pisadas con la d erecha. comunicó que el siguiente sábado iba ajun'
tarse con su guitarrero, Juan Ramírez, para
Al otro día llevó a toda su familia a la casa mostrarme lo que tienen de repertorio. Des-
de don Jesús Ramírez para comer elotes que pués de esto fui a Villa Juárez con la inten-
nosotros mismos cortamos en la milpa de ción de recordar ll1,lestra cita a los músicos
nuestro anfitrión. Él se acordó de algunos con quienes voy a grabar mañana. Don Au-
otros viejos músicos y trovadores de versos relio Luna gentilmente me acompañó y pa-
para huapangos en el pueblo y me prometió samos la noche en un cuartito de madera que
presentarme a algunos de ellos a la siguiente él alquilajuntocon un compañero para guar-
semana. Así terminó mi primera semana en dar la mercancía que cada jueves baja a
Huauchinango.
3 Su verdadero nombre lo supe después. Era Andrés
(Informe de la semana que va del 13 al 19 Ambrosio. pero por alguna dificultad en el pueblo tuvo
de agosto, 1951). que cambiarlo.
Informe 73

vender a VillaJuárez. Esa noche casualmen- vo su casa y la corriente eléctrica para hacer
te me encontré con los dos músicos citados las grabaciones. El versador era un tipo muy
en la casa de un amigo de ellos, el señor simpático, perfecto huasteco : corto de esta-
Martín Velázquez, carpintero excelente y tura, sumamente delgado, moreno, nervioso,
ciudadano distinguido del pueblo, a donde de facciones finas, nariz aguileña y sonrisa
habían ido para repasar los sones que iban a atrayente. El violinista era grande y robusto
tocar al otro día. El violinista, Miguel Gó- de cuerpo, rubio, de movimientos lentos al
mez, tenía todavía la ilusión de que sus gra- andar, sonreía poco y hablaba con cierta
baciones se iban a emplear para fmes comer- excitación. Tenía un modo curioso de agarrar
ciales, en competencia con los del "Viejo el arco del violín, casi por el centro. Me dijo
Elpidio" -del famoso gru po "Los Trovado- que era de Tenango de Doria, estado de
res Huastecos"-, aunque yo ya le había Hidalgo, pero que aprendió a tocar son en
explicado en varias ocasiones los fines de Chicontepec, Veracruz. Después de hacer
nuestro trabajo. Siendo muy aficionado al unas pruebas para lograr un balance aproxi-
pulque y al "refmo" , a veces parecía un poco mado entre los instrumentos, grabamos cua-
desentendido a lo que yo decía, aunque pron- tro sones: El Gusto, El Caimán, El Butaquito
to vi que su pulso en el violín estaba bien -que tiene la misma letra que El Cielito
firme. Con su violín y la guitarra quinta del Lindo-, y El Fandanguito. El señor Hernán-
señor Fidel Fonseca (yo agarré mi sexta que dez tocó la quinta ya que el señor Fonseca se
había traído), improvisamos un trío y toca- había lastimado un dedo en el ensayo de
mos varios sones, comenzando con El Gusto anoche. El señor Gómez no bajó el volúmen
"por mayor" (hay otro en tono menor) y nos lo suficiente cada vez que el cantante entra-
seguimos con dos versiones de El Caimán ba.
-una con "jalones" muy interesantes en el
violín-, La Rosa, La Cecilia, La Leva, etc. Después de la grabación, un amigo del
Cuando la cantidad de Ron Potrero que casero nos habló de dos cantantes que pue-
habían ingerido excedió la resistencia de los den cantar "cadenas" e improvisar versos
sentidos del señor Gómez, sugerí que nos en turno sobre temas de amor, hombría y
separáramos hasta el otro día para amanecer hazañas. El señor Hernández cantó bien
en condiciones de hacer la grabación, y lo pero a su voz le falta volumen -dizque por
llevé hasta su casa para asegurarme de que una vieja puñalada que trae en el pecho-.
'"!0 tomara más. Sin embargo domina muy bien la manera
forzada, delgada y apasionada de cantar el
A la mañana siguiente el señor Gómez me falsete huasteco, de carácter inconfundible,
comunicó que un amigo de él, el señor Eus- aunque ya no puede alcanzar las notas más
torjio Hernández sabía cantar los sones que agudas que alcanzaba antes de ser lastimado.
íbamos a grabar, además de saber tocar la En la noche don Aurelio y yo regresamos a
quinta (ni el señor Gómez ni el señor Fonseca Huauchinango. Al otro día don Jesús Ramí-
cantaban), y lo fuimos a buscar a su casa, en rez me llevó con un compadre que era un
un lejano barrio en donde su padre tiene un viejo huapanguero con el que había tocado
hermoso jardín con azaleas, camelias y otras desde antes de la Revolución, el señor Abun-
plantas finas que vende por toda la Repúbli- dio Vargas. Charlamos sobre las costumbres
ca. Lo encontramos en la plaza y, como por musicales de la región y me dijo que sería
casualidad yo había hablado con él la semana bueno localizar al violinista con quien antes
anterior, estaba preparado y con muy buena tocaba, el señor Ernesto Barrios, cuya direc-
voluntad dejó su asunto para venir con no- ción actual ignoraba por haberse ido a Cata-
sotros. lina a trabajar en la empresa de Petróleos
Mexicanos.
El señor Martín Velázquez, en cuya casa
habíamos repasado los sones el día anterior, El resto del día me la pasé componiendo
tuvo la gentileza de proporcionarme de nue- algunos desperfectos en el violín que estoy
74 Heterofoní,

comprando a plazos para el uso de los nume- nació y se crió en Cuacuila, y respondiendo
rosos músicos que encuentro y que saben a mi, preguntas me dijo que tiene un sobrino
tocar bien pero que ya no tienen instrumento músico en aquel pueblo y me prometió citar-
porque las sinfonolas y radios les han quitado lo para que yo lo entrevistara. En la noche
la "chamba" (el músico de oficio que no toca traje al informante Juan Díaz de vuelta, ésta
mambos, boleros, guarachas, etc. ya no es vez preguntándole qué danzas sabe con su
invitado a ninguna parte). El violín es de violín. Su cara, franca y simpática, se ilumi-
cedro rojo, de un acabado regular, pequeño nó con gusto y, agarrando mi violín, empezó
de tamaño. Su diapasón estaba muy desgas a tocar sones de la danza Los Tejoneras. des-
tado y vencido hasta estar en contacto en un conocidos para mÍ. Le hice repetir varias
punto de la tapa del violín. Hice otro diapa- partes para comprobar que sus extrañas me-
són , también de cedro, pintándolo con goma lodías no eran invenciones suyas, pero siem-
laca negra. pre repetía exactamente lo mismo, riéndose
mientras recordaba chistes que hacen los
Al día siguiente, día de plaza en Huau- danzantes, bailando un pájaro carpintero y
chinango, anduve buscando informantes en- un tejoncito simulados. Grabamos entonces
tre los indígenas de los numerosos pueblos seis sones de esta danza y apunté los datos de
que mandan sus productos a vender. Hablé indumentaria, argumento, etc. , en la forma
con gente de Huilacapixtla, Cuacuila y Xi- acostum brada.
locuautla sin poder sacar en e ~ta ocasión,
datos de mucho valor. Por casualidad, cuan- Al otro día, domingo, llegaron unos com-
do fui a una tienda cerca de mi vivienda para padres de don Aurelio Luna desde VillaJuá-
comprar cigarros, oí a la dueña del negocito rezo En la charla que tuvimos entre todos, se
hablar en mexicano a unos indígenas que desprendió un hecho de valor para nuestros
venían a comprar. Ella tenía facciones indí- planes. En Villa Juárez varios músicos me
genas también y cuando los demás habían habían hablado de un violinista notable de
salido le pregunté de dónde era. Me dijo que María Andrea, Otilio Fernández, que tiene

Hellma abrilndolt camin O in uno di


sus olajes
Informe 75

fama de ser el mejor huapanguero del distrito tocó el informante hábilmente con la guita -
de Huauchinang0 4 . Pero que todos me ha- rra, y algunas danzas que usan en su pueblo
bían dicho que " no sale de su pueblo ni por de crianza (Nopala) como la de los Segadores .
trescientos pesos" , lo que me hizo pensar que Pero cuando le invité a la casa a grabar
tal vez desearía una gratificación fuera de algunas cosas me dijo terminantemente que
nuestro alcance. Pero resulta que el compa- no podía "andar por el centro " , sin querer
dre de don Aurelio es amigo del músico y ha explicar más. Buscando el modo de hacer
ofrecido llevarme y presentarme personal- algo con este buen informante que parece
mente para garantizar la efectividad de un saber cosas que otras cabezas ya olvidaron,
viaje a aquel pueblo. Quedamos entonces de le pregunté si no había una casa cerca de
ir el domingo próximo, llevando la grabado-
ra en vista de que el pueblo está en la mera
carretera.

En la tarde fui a la casa del amigo de don


Jesús Ramírez, el señor Teódulo Cabrera, en
vista de que el aguacero de ayer en la tarde
imposibilitó el cumplimiento de la cita con-
certada. Llevé mi violín porque me había
dicho que él no tenía; también llevé mi sexta.
Al llegar me dijo que su guitarrero, Juan
Ramírez, no pudo venir y que además no
sabía la mayoría de los sones que él sabía
debido a que es más joven. Empezó a tocar
algunos sones, primero con poca firmeza en
el violín, pero al poco rato hizo lucir una
técnica bastante brillante en la medida que
iba recordando más y acostumbraba a sus
dedos de nuevo al uso del instrumento que
desde hace muchos años casi no ha ejercido.
Yo le quise acompañar para hacer más firme
el paso de su tocar -siempre con el " azote "
de la guitarra el violinista siente más apoyo
y confianza- , pero no pude hallar el modo
de acomodar mi rasgueo a su modo de tocar.
Él, viendo eso, m e pidió la guitarra y con una
sonoridad magistral m e enseñó cómo debe
ir el acompañamiento de los sones en el estilo
que él conoce. Don Jesús le ayudó mu cho,
recordando fragm entos de los cantos de mu-
chos sones para mí desconocidos que habían
Violinisla huasleco de María Andrea. Folo de}. R . Hellmer.
cantado y tocado juntos antes de la Revolu-
ción: La Arañita, El Borracho, El Zopilote, La
Guerra, La Arena, El Chilito, La Az ucena (una donde él vive en la qu e hubiera corriente
versión qu e no conozco) , El Palomo, un j ara- eléctrica (a su casa, qu e estaba en la orilla del
be mu y interesante que no había oído y que pueblo, no llegaban los postes) y me dijo qu e
iba a pedir permiso a un a amistad que tenía
lu z en su casa , a dos cuadras de la suya, pa ra
• Entre más " a bajo" -desde Villa Juárcz has ta la
frome ra con Veracru z- . los sones se tocan más debido graba r allí en la próxima sem ana. Al salir de
a que apenas se in Staló la lu z cléctrica con las co nsig uien- su casa, don J esús me explicó que la fa mili a
tes sinfonolas, radios, etc. C a brera (la del inform a nte) tenía, en a ños
76 Helerofonía

pasados, control de la policía de Huauchi- su nerviosismo empezó a cantar un arrullo


nango por medio de uno de ellos que era para niño, simpático por cierto, en mexica-
comandante, y que en ese tiempo, por moti- no, con una tonada bien definida aunque
vos no muy claros, empezó un fatídico pleito con poca seguridad por lo mismo de sus
entre esta familia y otra de prestigio en el nervios. Después de repasar varias veces la
lugar, habiendo varias bajas entre los dos letra, eché a andar la grabadora, pero la
bandos. Actualmente la familia en contra de cantante: silencio. Luego empezó a contar-
los Cabrera está al mando de la policía y la me de su hermana que sabe hablar el toto-
voz popular dice que hay órdenes de tirar a naco y el mexicano, pero del canto, nada.
la vista a cualquiera de los Cabrera que se Así fue el corte de la grabación, sin otra cosa
presente en el centro. Yo pensé dentro de mí: que la pequeña charla que reflejaba el miedo
ojalá y que no piensen esas gentes de la de la informante. Tuve que esperar más de
"autoridad" que yo soy uno de la familia una hora para que recobrara la confianza.
aludida o muy amigo de ellos. Mi trabajo no Por fín se logró imprimir, no sólo el arrullo
siempre es " pasar vacaciones en la provin- aludido, sino también unas estrofas canta-
cia", com(, algunas gentes me han dicho de das por las mujeres en las fiestas de casa-
burla. Cuando salimos, don Jesús y yo, de la miento, cuando "están ya bien tomadas".
casa del señor Cabrera, el aguacero torren- La informante, por no hablar bien el caste-
cial que había caído, hizo intransitables las
llano, no podía 'traducir adecuadamente va-
veredas de aquel barrio y tuve que conjurar
rias parte de sus textos, sin embargo, tomé
todos mis conocimientos del volante para
al dictado su traducción para pescar cual-
poder sacar el coche del fango resbaloso.
quier significación regional de las palabras
Después de tres cuartos de hora de esfuerzos
en mexicano que tal vez un erudito en la
logré avanzar diez cuadras y llegue a mi casa
materia no supiera.
totalmente rendido.
Ella era extraordinariamente chaparra,
(Informe de la semana que va del 20 al 26
de cara redonda (los ojos se perdían casi de
de agosto de 1951).
vista cada vez que reía), y vestía una blusa
(Las grabaciones referidas están contenidas
bordada típica de la región.
en los discos CXXXIV, CXXXV y CXXXVI).

Casi desde que llegué a H uauchinango Al otro día fui a ver a el señor Teódulo
entré en pláticas con una joven indígena de Cabrera en el barrio de San Juan y me dijo,
Copila, Puebla, María de los Angeles MaI- entre otras co~as, que iba a tratar de conse-
donado, criada del dueño de la vivienda que guir a unos cantantes del pueblo indígena
ocupo, con el fin de obtener su confianza y donde se crió, Nopala. A la vez me dijo que
averiguar si sabía canciones en mexicano. tenía un violín que sonaba muy bien pero
Siempre, en los pueblos indígenas, las muje- que estaba despegado de la tapa y el diapa-
res tienen cantos especiales que no quieren són, y que no tenía dinero para mandar a
descubrir ante extraños: arrullos de niño, arreglarlo. Yo, co n el interés de que me gra-
canciones para moler, estrofas de gusto que bara algunos sones a gusto, me comprometí
se cantan en las fiestas de casamiento, etc. En a arreglar su violín. Este atrevimiento me
todas las ocasiones que yo platiqué con ella costó más de dos días de trabajo. Anterior-
acerca de mi trabajo, no quiso admitir que mente, yo sólo había compuesto algunas gui-
sabía algunos cantos. Una noche, para mi tarras mías o de mis amigos, de cosas senci-
mayor sorpresa, vino después de lavar los llas como el diapasón o pequeñas roturas,
trastos de la merienda diciendo que me can- pero el trabajo de pegar la tapa de un violín
taría algo. a los costados del mismo, requiere de una
experiencia que .a mí me faltaba por comple-
Arreglé mi grabadora y saqué mi cuader- to. pero al fin lo logré, y el instrumento quedó
no y... , a esperar. Después de vencer un poco con su sonido original.
Infonne 77

Una noche vino el infonnanteJuan Díaz en las fiestas de casamiento. Al poco rato,
porque quería practicar con mi violín -el Juan dijo que tenía que irse por tener que
suyo lo había dejado en Chachahuantla, su levantarse temprano al otro día, y así terminó
pueblo natal-. Se lo presté y después de tocar una sesión muy agradable para todos.
un rato, vino María de los Angeles, ya con
más confianza que la vez pasada, y se puso a El sábado fui a la cita concertada con el
escuchar. Observé que ella cantaba soto voce señor Teódulo Cabrera. Habíamos quedado
mientras él tocaba unos sones de casamiento, en reunirnos él y los músicos indígenas de
y después dijo: casi así se hace en mi tierra, Nopala que iba a invitar, donJesús Ramírez,
tócame más. Y J uanito, reventándose de gus- que fielmente me acompaña en muchas de
to por tener una concurrencia femenina tan mis andanzas por el pueblo para animar a

"Mi 'tÚpartammlo tÚ lujo' en Matamoros, Puebla " . Folo tÚ j. R . Hellmn.

atenta, dijo que sabía "ya mero" el estilo que los músicos, y yo. Recogí a don Jesús y llega-
se toca en el pueblo de ella, Copila, por haber mos a la casa del señor Cabrera para no
asistido a fiestas de casamiento allá, y acto encontrar a nadie además de su esposa e
seguido empezó a tocar unos sones en un hijitas. Ella nos informó que su marido había
estilo diferente. Ahora sí, axan quema ... -de- ido a Nopala -pueblo ubicado a una distan-
cía María-, con voz más alta, olvidándose cia muy corta del barrio donde ellos viven-,
de mí y de todo menos los recuerdos de las a traer a los músicos en vista de que no
fiestas en su tierra. Yo puse a funcionar la llegaron a la hora prevista. Esperamos dos
grabadora para captar esa expresión tan es- horas hasta que, ya oscureciendo, llegó el
pontánea de gusto que pocas veces se logra señor Cabrera desconsolado por no haber
imprimir en disco. Lo que cantó ella -en una podido cumplir con el encargo de reunir a
voz muy aguda a la manera deJuana Méndez los músicos como había quedado. Así que
de Tetelcingo, Morelos-, eran las mismas acordamos que, a mi regreso de México, yo
estrofas que había cantado la otra noche, pero regresaría para intentarlo nuevamente.
con una tonada algo diferente, puesto que la
costumbre es cantar las mismas estrofas con Al otro día salí, según el plan previamente
la música de los diferentes sones que se tocan formulado, a las cuatro y media de la mañana
78 Heterojonta

con Aurelio Luna rumbo a María Andrea, la gente, ya acostumbrada al calor extremo,
población cercana a la linea divisoria entre parecía no molestarse en lo más mínimo y
Puebla y Veracruz. A las seis llegamos a Villa hacían sus compras en pleno sol aparente-
Juárez donde recogimos al compadre de mi mente muy a gusto. El color promedio de la
compañero, el señor Israel Amador, quien gente no era tan oscuro como se esperaría
bondadosamente había ofrecido presentar- con este sol; era más bien de un moreno claro
me al principal de los huapangueros de Ma- con cierta palidez amarillenta debida a la
ría Andrea, el cual era amigo suyo. El camino anemia crónica del paludismo endémico del
-a unos 165 (sic) metros sobre el nivel del lugar. Subí a la loma de uno de los cerros que
mar-, nos ofreció tinas vistas de increíble rodean el pueblo para tomar algunas foto-
hermosura a esas horas de la mañana. In- grafías. Todo el paisaje parecía temblar con
mensas nubes blancas surgieron de los pro- el calor. La mayoría de las casas están cons-
fundos barrancos, cuyos fondos estaban abri- truídas con tablas -acabadas con mache-
gados con un velo espeso de la misma te-, de cedro o caoba o secciones del carrizo
neblina. Cuando salíamos ya de las últimas de tarro, con techos de teja que se trae desde
estribaciones de la Sierra se alcanzaba a ver un lugar cercano a Tulancingo, o bien de
el plan extendido hacia el Oriente por más zacate. Alrededor del pueblo, salvo unas mil-
de cien kilómetros, dando toda la ilusión de pas y lugares "pelones" donde se han tum-
un mar de ensueño: plateado oleaje de vapor bado los árboles, se extiende un bosque cons-
que rodeaba unos cuantos cerros que lo per- tituido de arbustos, enredaderas y árboles de
foraron como pequeñas islas marítimas. Al infinitas variedades. Hay plantas que, según
pie de la Sierra pasamos por La Ceiba, un los nativos, tienen grandes virtudes medici-
pueblito ya de tierra caliente. Veinticinco nales, y después de haber visto algunas de-
kiló¡netros adelante, a las ocho de la mañana, mostraciones de st.:s propiedades, no estoy
encontramos María Andrea, pueblo sumer- dispuesto a despreciar esas afirmaciones.
gido en un mundo blanco y misterioso de
neblina que en esos momentos se desprendía Don Otilio me había dicho que para poder
de la tierra para esfumarse en el suave calor grabar pr..nero quería el apoyo a mi misión
de la mañana. del seño.r Valdemar Cabrera, quien patroci-
na la música del grupo en el pueblo y defien-
Tuvimos la suerte de encontrar a don de el valor y la belleza de la música de hua-
Otilio en su casa. Su aspecto es impresionan- pango en contra de los que, cegados por las
te: una mecha alborotada de cabellos blan- nuevas modas musicales de las sinfonolas
cos-plateados, la cara trigueña, larga y re- recién adquiridas en el pueblo, desprecian o
suelta, con las señas de haber encontrado y sencillamente ya no piden la música tradi-
vencido muchos obstáculos en la v;da; sus cional en las fiestas del pueblo.
ojos, negros y penetrantes, reflejan una bon-
dad constante. Nos recibió, mediante la pre- Encontré a este señor en su tienda: un
sentación de su compadre, el señor Amador, individuo de corta estatura, grueso, de faccio-
con amabilidad y algo de curiosidad, mien- nes firmes. Primero mostró cierta desconfian-
tras yo explicaba el motivo de nuestra visita. za, creyendo que veníamos con el fin oculto de
Después de escucharme afirmó que tendría grabar discos comerciales sin dar una recom-
voluntad para tocar algunos huapangos, pe- pensa adecuada a los músicos. Sin embargo,
ro que su guitarrero estaba en Poza Rica, y después de enseñarle nuestra credencial yex-
no sabía a que horas iba a regresar. Con el plicarle la forma en que hemos venido traba-
afán de trabajar con este grupo resolví espe- jando desde hace varios años, se convenció de
rar hasta las dos de la tarde al músico faltan te. la sinceridad de nuestra misión y nos ofreció
Después de almorzar, nos dedicamos a co no- la luz de su planta propia para poder grabar,
cer el pueblo. A las doce del día ya estaba además de su apoyo para que los músicos se
haciendo un calor fantástico, con una tem- animaran a tocar. Este fue el principio de una
peratura de 41 0 a la sombra. La mayoría de fructuosa amistad en la cual el señor Cabrera
Informe 79

demostró ser un verdadero defensor de los cierto-, los maravillosos encajes rítmicos de
valores culturales regionales y un ejemplo de lajarana y los vuelos diáfanos y penetrantes
la más recta conducta en la comunidad libre del falsete de Abacum. Tres generaciones de
de los vicios tan comunes entre muchos'hom- una familia tocando y cantando con el can-
bres influyentes en los pueblos. dor y dedicación que exige la buena inter-
pretación de esta música. Lo más interesante
Dieron las dos de la tarde y el guitarrero fue la ejecución de la jarana. Abacum tenía
del grupo, Efigenio Reyes, no llegó -y yo cuarenta y dos años, y era grande y fornido.
con las ganas que tenía de grabar algo de esta Tenía las manos toscas y callosas por las
música-o Con cierta pena don Otilio me trabajos rudos del campo. Sin embargo, to-
comentó que su nieto Ciro sabía tocar hu a- caba esa jarana tan pequeña con una preci-
pango con la guitarra y podía completar el sión y habilidad notables, haciendo con la
grupo a reserva de que en alguna ocasión mano izquierda unas posiciones muy difíci-
les para lograr dar ciertos acordes, y, a pesar
posterior avisáramos oportunamente a Efi-
de que después él me las enseño con mucha
genio, quien canta la segunda voz y toca la
paciencia y de que mis dedos son mucho más
guitarra con mucha más experiencia. Luego
delgados que los de él, no pude hacer algunas
surgió otro problema: había que localizar
de esas posiciones que él hacía con tanta
una quinta huapanguera. Después de buscar
soltura5 . También el "azote" -como se le
por todo el pueblo no se pudo encontrar ni
dice allá al rasgueo-, fue realizado por Aba-
una, así que una vez más recurrimos a la
cum con una destreza maravillosa, cambian-
guitarra sexta que yo llevaba. Ya reunido el
do el rasgueo fundamental en cada son -lo
grupo -Otilio Fernández con su violín, su
que nada tiene que ver con los muchos ador-
hijo Abacum con la jarana de cedro rojo, y
nos que se hacen dentro del marco de cada
el hijo de éste, Ciro, con mi guitarra sexta-,
rasgueo fundamental- , acoplando su ins-
empezaron a ensayar EIZacamandú . Yo, toda-
trumento a los cambios del violín y el canto.
vía verde en la cuestión del huapango, me
El sentido musical que don Otilio daba a su
quedé asombrado ante el acoplamiento y
ejecución del grupo. Los adornos del violín
~ Ver el esquema de acordes de La Ptttntra .
-algunos dignos de ser codas de algún con -
80 Heterofonía

violín era algo admirable, adornando a veces con mucho agradecimiento a este grupo, y
con el arco, y otras haciendo pizzicato con el con la convicción de volver nuevamente para
dedo, pero siempre compenetrado en el con- trabajar con ellos a fondo y conocer todo lo
tenido melódico y sentimental del huapango. posible de su música.
Se grabaron El Zacamandú, con su extraño y
apasionado falsete; La Huasanga, con su im- Volvimos a Huauchinango envueltos en
pulsiva dinámica rítmica; y la melancólica y el fresco del atardecer. Subimos con dificul-
bella Rosa. tad la serpentina carretera, dejando atrás los
platanares que parecían nidos de enormes
Fue una tarde memorable para mÍ. Por flores plateadas bajo la luz de la luna.
primera vez sentí todo el impacto emocional
y pude ver la grandeza de los recursos técni- (Parte del informe que va del 17 al 23 de
cos de la verdadera música huasteca, sin las septiembre, 1951).
diluciones y estilizaciones de los grupos que (Discos : CXL, CXLl, CXLII , CXLIlI , CXLlV,
actúan en la radio de M éxico. Me fui, pues, CXLV, CXLVI, CX LV Il ).

Patio inttrior de la sam.rtfa del


_plo de H uauchinango. Foto de
David Contmas.
Notas y reseñas
Libros

Moreno Rivas, Yolanda. Rostros del nacio- bienvenido tan sólo por el hecho de abordar
nalismo en la música mexicana; un ensayo de inter- su tema con herramientas conceptuales y
pretación. México: FCE, 1989. 257 p. metodológicas más adecuadas para nuestro
tiempo que las de aq·uellas generaciones que
Como la propia Yolanda Moreno Rivas le antecedieron; sin embargo, la mera exis-
lo señala al introducirnos en su libro sobre tencia de tal trabajo no debería permitir que
temas del nacionalismo en la música de Mé- se soslayaran los varios elementos de cuestio-
xico, existen pocos estudios que aborden un namiento que, en mi opinión, peIjudican
tema como éste -e incluso el tema más sensiblemente el conjunto global de este libro
general de la música mexicana- con el rigor y le impiden convertirse en una guía de
y la sistematización propios del estudio cien- opinión ejemplar y cabalmente culminada.
tífico o de tendencia científica. Por añadidu-
ra, los estudios que existen suelen ser de Y no me refiero a la discrepancia con las
autores de otros países, los cuales escriben opiniones de la autora, que las tengo pero no
para públicos más diversos que el de nuestro vienen al caso presente: me refiero a una
medio cultural local; Stevenson, Béhague, desatención general en el ensamblaje de los
Slominsky y Malrnstrom son ejemplos harto temas analizados, el cual resiente una falta
elocuentes. Mayer-Serra, Baqueiro Fóster o de congruencia entre pasajes de capítulos
Jesús C. Romero son más excepciones que distintos. El trabajo ha abordado su tema con
depositarios de alguna vasta tradición estu- dos criterios diferentes para la primera y
diosa nacional continua. En un panorama segunda partes: primero se enlista una des-
así de magro, el texto de Moreno Rivas es cripción de antecedentes sobre la presencia
de elementos nacionalistas en nuestra músi-
ca, desde la conquista hasta el siglo XIX; en
la segunda parte del libro se examina direc-
tamente la actitud creativa que' 'ante lo na-
cional" adoptan las más destacadas figuras
musicales del siglo XX en nuestro país: sen-
dos capítulos dedicados a Ponce, Chávez y
Revueltas, y una visión global sobre Bernal
Jiménez, Rolón, Huízar, Sandi yel "Grupo
de los cuatro". El examen de cada uno de los
capítulos, los de antecedentes y los de perso-
nalidades individuales, es tan detallado y
específico que pierde ligas con la totalidad de
la visión del estudio. Por ejemplo, existe una
constante preocupación de la autora por juz-
gar la sincronía histórica, la "puesta al día" ,
de las obras de nuestros músicos respecto de
las corrientes estilísticas en boga en los co-
rrespondientes momentos musicales de Eu-
ropa. Esa preocupación es usada como crite-
rio con el que se enjuicia severamente -e
injustamente, según mi parecer- a Ponce o
Libros 83

a Huízar; sin embargo, es un criterio que En un pasaje en que se habla de Ricardo


virtualmente no se maneja en las referencias Castro la autora menciona, como de paso,
a los compositores virreinales. perdidas las dos sinfonías del compositor du-
ranguense. Sin embargo, yaJesús C. Romero
Pero estas objeciones a lo poco homogé- había dado noticia de la existencia de la par-
neo del conjunto del libro se acentúan más titura de la primera sinfonía de Castro, y en
en el momento de encontrar -no sin sorpre- tiempos recientes la han ejecutado Jorge Ve-
sa- demasiadas inexactitudes e incoheren- lazco y Carlos Esteva. Por otro lado, hay una
cias para un texto de tal nivel. El que este afirmación de que existe una primera versión
libro sea presentado como "un ensayo de del Sensemayá de Revueltas, para voz y orques-
interpretación" puede eximir a la autora de ta. Hace tiempo que se ha vuelto opinión
someter sus afirmaciones a fundamentos sis- común y se repite mecánicamente este dato,
tematizados y estructurales; no la exime, en pero ni el microfilme Revueltas -cuyo origi-
cambio, de la revisión precisa de datos e nal posee la UNAM y del cual una copia se
informaciones que deben considerarse sus- halla en el CENIDIM- contiene alguna par-
tanciales en un trabajo de envergadura tan titura de esta" primera versión" , ni los estu-
profesional. dios más cercanos a la obra del de Papasquia-
ro mencionan fehacientemente la existencia
Las fechas, por ejemplo: en algunos capí- de tal partitura. Sería una excelente labor
tulos el nacimiento de Huízar se fecha en dilucidar de una vez por todas el punto, para
1888, pero más adelante se menciona 1883 esclarecer el debate en torno de la controver-
-ésta última es la correcta, según su hija tida y polémica -como califica Moreno Ri-
Micaela Huízar- ; para un trabajo cuya edi- vas con acierto- figura del gran compositor.
ción cerró en 1989, omitir las fechas de de-
Por último, la edición que preparó el Fon-
función de Daniel Ayala (1975) y de Salvador
do de Cultura Económica adolece de sor-
Contreras (1982) no es un descuido cualquie-
prendentes erratas, débil corrección de estilo
ra. Algunos nombres: ¿ El Manuel de Sumaya
y mezcla de distintos tamaños de tipografía
de un capítulo es distinto del Manuel Suma-
en el cuerpo del mismo texto; todo lo cual
ya de otro capítulo?
demerita la calidad a la que el Fondo nos
tiene acostumbrados con sus ediciones.
Se habla constantemente en el libro de la
ejemplar labor de Chávez durante los años
Más allá de las objeciones enunciadas, sin
que dirigió la Orquesta Sinfónica Nacional;
embargo, saludamos la aparición de este li-
pero la orquesta que Chávez dirigió de 1928'
bro, en el cual se continúa la tradición escasa
a 1946 se llamó el primer año de su vida
pero fiel de la crítica de nuestra propia mú-
Orquesta Sinfónica Mexicana y después Or-
sica en el nivel especializado. Ojalá que este
questa Sinfónica cú México -el nombre que es trabajo fomente la creación de nuevos y
de todos conocido en la historia-o Chávez abundantes escritos de alto nivel en torno a
nunca tuvo la titularidad de la Orquesta la creación musical mexicana, que le den
Sinfónica Nacional -llamada así desde su vigor a esta valiente pero solitaria empresa
institución oficial en 1948, heredera de la de nuestros críticos y musicólogos.
Sinfónica de México, hasta la fecha-, si bien
trabajó como invitado en un sinnúmero de Eduardo Contrcras Soto
conciertos al frente de ella, al cederle sus
batutas José Pablo Moncayo -director de
1948 a 1954 -y Luis Herrera de la Fuente
-en su primer periodo como director de la
agrupación, de 1954 a 1976-.

Sin ánimo de parecer excesivo, no puedo


dejar de mencionar dos datos más del libro.
84 Helerofonía

do.nza y no de actitud moral, acción y no pensamien-


to, exteriorización y no manifestación paradójica de
interiorización), mando.ndo, ordenando a las trom-
pas, conformando la sucesión de acordes, indicando
entradas a los s=fones (con las manos), y a los
clarinetes (con un pie, con otro pie, con los ojos, con
un curvarse del cuerpo, con un nunca estarse quieto,
y, sobre todo, con ese grito cuyo valor semántico túbe
ya ser definido, aullido tú animal, permanencia del
sexo, manifestación plena y feliz tú las posibilidades
conjuntas de la laringe, la tráqueay la primera región
túl intestino delgado). Después de este texto
viene una laboriosa y erudita revisión de la
música de Manuel Enríquez. Y así hasta
que, sin saber cómo, se acaban las 500 pági-
nas.

Es importante decir que no es una simple


compilación de reseñas. Es un libro de crítica
(vehemente, g¡;¡zosa y beligerante), pero es
también una crónica de lo más relevante del
acontecer musical, es un breviario de prefe-
rencias, una sutil autobiografía intelectual,
Mela, Juan Vicente. Notas sin música. Mé- un diario de viaje y una colección de ensayos
xico: FCE, 1990. 576 p. (Col. Popular 428) (por momentos, las palabras alcanzan la
temperatura cortante del poema). Es, pues,
Apareció, ¡por fin!, Notas sin música, el la verdadera caja de sastre de un escritor.
último libro de Juan Vicente Mela, editado
por el Fondo de Cultura Económica. Desde
hace por lo menos tres años sabía que éste Sorprende tanto la lucidez del autor como
libro estaba en preparación y lo esperaba con su erudición. Ambas son una lección de mo-
avidez. Reúne los escritos musicales que destia para los profesionales de la música. Co-
Juan Vicente Mela publicó en diversos dia- noce, por ejemplo, el trabajo de investigación
rios y revistas durante más de tres décadas. de Raúl Hellmer, así como la obra entera de
Viéndolo cronológicamente, el primer texto Stockhausen, Penderecki, Gershwin, Chá-
que se incluye está fechado en 1960 y trata vez, Lavista, Enríquez .. . Yeso no le impide,
de Luis Herrera de la Fuente; el último, de por supuesto, amar a Puccini, a Verdi a
1988, habla del Requiem de Verdi. Entre esas Chaikovski. U nos temas le sirven de anzuelo
dos fechas, con un exquisito vuelapluma punti- para otros y toda la historia de la música se
lloso, Mela aborda los temas más disímiles e mezcla en un divertido caleidoscopio. Por
inimaginables: un día escribe sobre un ma- ejemplo, al hablar de los disturbios glandulares
nuscrito perdido de Silvestre Revueltas, más a que hace eco la música de Chaikovski, lanza
tarde echa una irónica mirada en el piano una inteligente observación sobre la música
lleno de pájaros de Messiaen, luego esboza contemporánea (que condena a Chaikovs-
un breve tratado sobre las virtudes terapéu- ki): estamos en plena era del galópe azaroso, túl
ticas y los efectos patológicos de la música, y túlirio de velocido.d, del " objetivismo" como reme-
cuando la oportunidad se le presenta (es dio contra la acusación sentimental. En la época del
decir, en cualquier momento) deja que esta- temor a internarse en esas peligrosas regiones en las
lle su entusiasmo por el rey del mambo, por que el corazón se atreve a mostrarse desnudo . El
Dámaso Pérez Prado, el cara 'e foca, que apa- Danubio le sirve de pretexto para hablar de
rece en el escenario sudando un poco (signo de Debussy y el agua.
Libros 85

Sorprende también su visión atinada de ese sentido son las notas sobre el Conserva-
ciertos músicos. Juan Vicente Melo fue el torio Nacional de México, sobre "Los jóve-
primero en hablar (con gran entusiasmo) de nes músicos ante el camino más difícil",
Eduardo Mata, de Mario Lavista, de Leo- sobre" La música como fachada cultural " ,
nardo Velázquez, y el primero también en ' 0 bien los apuntes "Para un retrato del me-

dar un panorama general de la obra de Ma- lólmano mexicano" .


nuel Enríquez. Y para entender, por ejem-
plo, a CarlosJiménez Mabarak, no creo que El buen humor deJuan Vicente Melo es
haya mejores páginas que las suyas. Eso por muy serio (se me quedan en el tintero mu-
dar sólo algunas muestras. En muchos sen- chos ejemplos que te harían, lector, optimista
t·idos, pues, .ni los propios investigadores han por el resto del día). El doctor Melo es capaz
ido más allá de los textos de este libro (ni en de escribir críticas fulminantes con su ironía
información ni en concepto): tan fina que los afectados deben haberse
sentido profundamente halagados.
La compilación de los textos estuvo a cargo
de Alberto Paredes, y podemos decir sin reser- Escribe un cuento cruel, a la manera de
vas que el trabajo que hizo fue excelente (aun- Villiers, logrado con el sencillo procedimien-
que hay suficiente Juan Vicente Melo para to de transcribir los comentarios que se oyen
otro volumen). Sólo lamentamos que el índice al azar en un concierto.
sea defectuoso, pues no ayuda a la consulta.
Leemos, por ejemplo, Carlos Jiménez Mabaralc y para terminar no puedo dejar de citar
p. 63, y al recurrir a esa página encontramos uno de esos pasajes en los cuales la enigmá-
que no se trata de un solo texto, sino de tres, tica casualidad nos depara un magnífico poe-
y de una interesantísima entrevista con el ma en prosa: . .. Se llama Carmen, la gitana sin
compositor; y así en multitud de casos. Por tumba y sin sosiego . .. , poseedora tú un anillo que
otro lado, y es de lamentarse, el cuidado de la le fue otorgado como prueba de vocación pasional.
edición estuvo bastante descuidado. Carmen olorosa a mar con disfraz tú cigarrillos,
tumultuosa, irresistible, seductora, compañera a.me-
Cualquier espacio sería insuficiente para nazante, coqueta, ingenua (que no inocente, puesto
celebrar la aparición de este libro, así que no que es sabedora túl pecado), impertinente, ordina-
me queda otro recurso que el modesto epi- ria, misteriosa en cada momento, sentimental, fiel
grama: No hay aquí ideas que expliquen la a su manera, amorosa más allá tú Úl muerte... Su
música: hay solamente el descubrimiento nombre es Carmen que parece advertimos, abriendo
perpetuo. los dos ojos que nos observan fijamente: " Tengan
cuidado tú mí porque siempre estaré viva ' '.
Olvidaba decir: .Es también un libro de
introducción a la sociología de la música
mexicana. Particularmente memorables en Luis Jaime Cortez.
86 Helerofonia

Revistas

11 Machiavellico, Número especial, Música entre otras a la de La Scala: que baje la


y estética clásica : Por qué es necesario regresar al afmación uniformándose al normal fran-
diapasón científico de Giuseppe Verdi . Milán, cés. Si la Comisión Musical instituida por
Italia: Año VI, número 2, julio 1988 . 64 p. nuestro Gobierno cree conveniente, por
exigencias matemáticas, reducir las 435
En este número especial de la revista Jl vibraciones de la afinación francesa a 432 ,
machiavellico, se publican los actos celebrados
la diferencia es tan pequeña, casi imper-
en la Conferencia Internacional, organizada ceptible al oído, que yo me uno a ello de
por el Instituto Schiller, el cual realiza una buen grado.
labor internacional con el fin de revivir: "no
solamente la afmación, sino también los i Sería un grave, gravísimo error adop-
principios de belleza estética, libertad y n: tar, como Roma lo ha propuesto, un di a-
ralidad expresados en la gran música clásit.. ' són de 450!!! Yo, más bien, estoy de
y más en general, en la civilización agusti· ~ rdo con Usted en cuanto a que el
niana occidental" . En la presentación de este descenso de la afinación no le quita nada
número se señala la importancia histórica de a la sonoridad ni al brío de la ejecución,
este evento ya que es la primera vez que, en sino, al contrario, le da algo de más noble,
el siglo xx, se intenta re establecer el nexo de más pleno y " maestoso", que no po-
entre ciencia y música; entre moralidad y drían darle los chillidos de una afinación
arte" por el que lucharon, en los siglos XVIII demasiado aguda.
y XIX , los más grandes compositores clásicos,
de Bach a Mozart, de Beethoven a Verdi, y Por mi parte querría que fuese adop-
que culminó en 1884 con un decreto oficial tada una sola afinación en todo el mundo
del gobierno italiano en el que se unificaba
la afinación de todas las orquestas de Italia
con el 'diapasón científico' correspondiente
a un Do central de 256 ciclos por segundo y
a un La de 432 ciclos ". Cerca de medio tono
iI Machiavellico
más abajo de la afinación que se utilizaba MUSICA
antes de este decreto y de la que se usa ID 'ESJ'BTlCA CLUSlCA
actualmente. Transcribo a continuación la
carta que Verdi dirigió al Ministerio de Gue-
rra al ser consultado sobre la posibilidad de
adoptar el La 432 .

Génova, 10 de febrero de 1884

Señor:

A partir de que fue adoptado en Fran-


cia el diapasón normal, yo aconsejé que
también nosotros siguiéramos el ejemplo
y se lo he pedido formalmente a las or-
questas de diversas ciudades de Italia,
Revistas 87

musical. La lengua musical es universal : mente superior, el Do 1024. Así, e! intervalo


¿por qué entonces, la nota que tiene el de una octava corresponde a un ciclo com-
nombre La en París o en Milán, debe pleto de 360 0 de una acción en espiral sobre
convertirse en un Si bemol en Roma? la base de un cono.

Tengo el honor de decirtne y no solamente la octava, sino todos los


De Usted intervalos corresponden a ángulos bien pre-
devotísimo cisos de la espiral de un cono. El medio
geométrico entre una octava es el llamado
Giuseppe Verdi. "intervalo del diablo"; el Fa sostenido, que
es precisamente donde la voz humana debe
Haciendo referencia a la carta de Verdi, cambiar de posición (el llamado " paso" de
el Ministerio de Guerra justificó así su de- la voz), 10 cual implica que el pasaje de un
creto que establece un precedente histórico registro a otro, según la escuela de! bel canto,
y que durante esta convención en Milán se es un evento ffsico de fundamental importan-
intenta internacionalizar. cia y no simplemente una cuestión de técnica
de impostación de la voz. En términos ffsicos,
El Ministerio de Guerra ha prescrito e! paso de registro es una singularidad, un
que los instrumentos de la música y de las cambio de fase no linear parangonable con
fanfarrias del Ejército estén armados so- la transformación del hielo en agua o del
bre un Si bemol de 456 vibraciones com- agua en vapor. En e! sistema solar, este" paso
pletas, a partir de un La (índice 3) normal de registro" equivaldría a la faja de asteroi-
de 432 vibraciones. des que existe entre Marte y Júpiter.

Con e! rm de establecer las razones con- Después de una interesante y detallada


cluyentes para adoptare! diapasón científico, disertación, se llega a la conclusión de que la
se reunió en Milán a un grupo de estudio afmación Do 256 se encuentra en perfecta
internacional fortnado por ffsicos, biólogos, coherencia con la voz humana, el sistema
músicos y constructores de instrumentos, ba- solar, el sistema musical y la geometría sin-
jo la guía de Lyndon LaRouche, candidato tética de la acción en espiral sobre la base de
democrático a la Presidencia de los Estados un cono.
Unidos.
Pero, ¿qué sucede si se eleva arbitrariamen-
A través de la teoría de Kepler, que afirtna te el diapasón Do 256? Sucede que la división
que las notas musicales guardan la misma de la octava, es decir, del paso del registro, se
relación armónica que los planetas, tomando encontrará en el lugar equivocado (si toma-
en cuenta la velocidad y el tiempo que les mos La 449 por ejemplo, el paso estará entre
lleva girar alrededor de! sol en su órbita Mi y Fa, en lugar de entre Fa y Fa sostenido).
elíptica -la misma relación que seguramen- Con esto se destruye la geometría musical y se
te existe con el movimiento de las galaxias-, afecta la artnonía entre la música y las leyes
se concluye que e! Do 256 corresponde a un del Cosmos, tertninando por dañar grave-
valor detertninado en el contexto interno del mente a la misma voz humana.
movimiento planetario; en cambio, el La 440
es totalmente arbitrario. A partir de Gauss, En nuestros días, la afinación del La en
durante el siglo XIX, se introduce la idea de todas las orquestas es superior al La 432,
una acción cónica ascendente en espiral so- que corresponde al decreto italiano, y ha
bre la base de un cono. Cada sesión circular llegado a extremos tales como el La 450 .
del cono representa una nota musical produ- Esta afinación tan elevada produce varios
cida con la técnica del be! canto. La espiral efectos: por un lado, cambia el color de la
completa una rotación pasando del Do 256 tonalidad : los sonidos se abrillantan; y por
al Do 512 a la nota de la octava inmediata- el otro, los instrumentos de orquesta, así
88 Helerofonía

como la voz, se han tenido que someter a Renata Tebaldi y Piero Cappuccilli res-
una mayor presión instrumental, con resul- ponsabilizan al hecho de elevar continua-
tados desastrosos. mente la afmación, el que hayan desapareci-
do las grandes voces, especialmente las
Sobre este punto nos dice Renata_Tebal- graves, y esto resulta bastante lógico, ya que
di : únicamente las voces ligeras podrán alcanzar
las notas agudas, que no son las mismas
Tanto en el Conservatorio como des- a concebidas por Mozart o Verdi; por lo tanto,
pués de él, durante todo el trayecto de una las voces corpulentas, pesadas, irán desapa-
carrera lírica, se trabaja para llegar a tener reciendo y con ellas el magnífico repertorio
el " pasaje " de la voz en orden, lo que da lírico del bel canto. Actualmente la mayor
la posibilidad de ejecutar los agudos sin parte del repertorio dramático es cantado
ninguna dificultad. Se estudia por años y por voces ligeras, con lo que se pierde, indis-
años para tener la voz colocada correcta- cutiblemente, el sentido de la obra. Además,
mente y, de pronto, improvisadamente, se después de estar forzando las cuerdas vocales
eleva la afinación de la orquesta que, en de esta manera poco natural durante tres o
lugar de ser La 440 (medida oficial), es cuatro años, muchos cantantes empiezan a
cada vez más alta. No hay ninguna or- tener problemas. Son muchos los tenores que
questa, ni en los grandes teatros, ni en los cantan como barítonos porque con el diapa-
de provincia, en donde se comience la són actual no pueden ser tenores, pero no es
ejecución en 440 : se empieza siempre en lo mismo ... Por esto es importante regresar
442 , 443 , 444, para continuar subiendo a la altura de 440 definida por la ley realizada
cada año. Si es difícil para los instrumen- en Londres que, aunque es mayor que la de
tistas, imaginémoslo para la voz humana Verdi, da la posibilidad de que todas las
que debe hacer un gran esfuerzo para voces, pesadas o ligeras, grandes o pequeñas,
adaptarse inmediatamente a la tonalidad puedan mantenerse en sus repertorios y con-
en la que la orquesta está tocando. tinuar con la tradición musical de cada una

Dt izquierda a dmcha: Liliana Ctlani, Piero Cappuccilli, Renala Tebaldi y Giuseppe MalUucci tn la confertncia conuocada por ti
In slilulo Schiller de Milán .
Revistas 89

para la misma afinación basada en el Do


central (índice 3) de 256 vibraciones, que es
también la afinación adecuada para la voz" ,
dice Francisco Quarante.

Pensemos en el patrimonio mundial que


representan estos instrumentos y la impor-
tancia que tiene regresar al "diapasón cien-
tífico" .

Después de pasar por los ensayos de Re-


nata Tebaldi y Piero Cappuccilli, por las
entrevistas a Mirella Freni, Carlos Bergonzi,
Ruggero Raimondi, Fedora Barbieri,
Lyndon H. LaRouche; además de los resú-
menes de las dos mesas redondas llevadas a
cabo durante este encuentro : 1) la afinación
y los instrumentos y 2) la interpretación clá-
sica, este número incluye" Los mensajes del
mundo de la Lírica" (Montserrat Caballé,
Anneliese Rothenberg, Padre Egidio Circe-
lli, Edda Moser, Alfredo Kraus, Kurt Moll
y Plácido Domingo, entre otros), y la pro-
Cario Btrgonzi y Rma/a Tebaldi.
puesta de Ley del Instituto Schiller, que dice
lo siguiente:
de las tesituras. Regresando al diapasón a la
normalidad, se recupera el color mismo de Dado que
la voz.
el continuo elevamiento en la afinación de la
Si estos son los efectos que produce la orquesta provoca grandes daños a las voces de
elevación de la afinación en las voces, veamos los cantantes, constreñidos a adaptarse a los
continuos cambios, incluso de teatro a teatro,
cómo afecta a los demás instrumentos.
que cambian la tesitura original y la propia
tonalidad de las obras que interpretan,
En la mesa redonda sobre los instrumen-
tos, participó el profesor Bruno Parosi, del
Instituto Internacional de Laudería de Cre- Dado que
mona, autor, entre otras cosas, de un estudio
que demuestra cómo los antiguos violines
el di apasón alto es una de las causas princi-
cremoneses (Stradivari, Guarneri, Amati),
pales de la crisis en las voces y de la exi sten-
se dañan gravemente al afinarlos tan alto; el cia de voces híbridas inadaptadas al reperto-
maestro Arturo Sacchetti, organista y direc- rio que les es asignado ,
tor artístico de Radio Vaticano, el maestro
Stefano Ginebra, del Conservatorio de Mi-
lán y Gianni Masconi, afinador de órganos, Dado que
estuvieron de acuerdo en la necesidad de
bajar la afinación por el bien de los instru- en 1884 Giuseppe Verdi hizo que el gobi erno
mentos. italiano adopt a ra un decreto en el qu e se esta-
bl ecía al La 43 2 vibraciones (corres pondiente
a un Do central 256 vibraciones) como " dia-
" M uchos instrumentos, sobre todo los pasón científico", afirmando justam ente , en
violines cremoneses, aunque también nume- una cart a a la Comisión Musical del gobierno,
rosos órganos antiguos, fueron construidos cómo es ab urdo que " la nota que e ll ama
90 Helerofonía

La en París o en Milán , se convierte en Si he- publicación semestral que pretende ser un


mol en Roma", canal para el debate artístico (tan necesario
para la buena salud de nuestras artes), al
mismo tiempo que un estímulo para la inves-
Dado que
tigación musicológica. Es una revista" com-
pacta" y "allstera": cuarenta y cuatro pá-
también para muchos instrumentos, entre los ginas en las que no se incluyen ilustraciones
cuales están los violines cremoneses, los ór- ni material fotográfico, solamente algunos
ganos antiguos e incluso el piano forte , es da-
ñina cualquier otra afinación que no tenga en
cuenta las leyes fisicas ,

Dado que revista


MlJSICA
vol.1·n91-malo 1990
eminentes músicos se han pronunciado en fa-
vor de la interpretación de las obras en edi-
ciones originales, y que consecuentemente de-
ben ser ejecu tadas en la afinación en la que
fueron escritas,
_OlA""w-. - v...,..
"'~N Ale de 1200.2000
v......
fWIw;6ottTtr. ........ ~

tr.&AACOS IAIH)A LAClNJA


T.~,"""~" Atnc. 00idInW
...... AgbIc&a
Los firmantes piden que AECIS DtPIU.T.t.
MIWt. $acn""'t. m p.,tocfo Colonial
AIsP- .t.pec1M de _ E~ TonIII - m41T7'M

El Ministerio de Educación Pública, lWUIEJNl STOCIOWJSUI


Entr....,. • J..JobI de Yann
de los Bienes Culturales y de la Cultura y MARIO ~\nsTA
En~. JoM EcA..ldo~
el Espectáculo, acepten y adopten, para
todos los instrumentos musicales y todos
los teatros líricos, el diapasón normal de
432 vibraciones dobles, el cual se conver- Oqpartamqnto dq MúsIco
tirá en la afinación oficial italiana y, muy
pronto, en la afinación universal.

Firman el documento cientos de cantan-


tes, instrumentistas y directores de orques-
ta. ejemplos musicales. No obstante, su interés
radica en la calidad de los artículos y en la
Ana LaTa. solvencia de sus colaboradores. Con una po-
lítica editorial bien definida en el sentido de
incluir no sólo artículos, ensayos y estudios
RevistaMúsica , Sao Paulo, Brasil, vol. 1, No. escritos por brasileños sino abrir espacios a
1, mayo de 1990 . 44 p. musicólogos e investigadores extranjeros, se
propiciará, por una parte, el conocimiento
Para los colaboradores de Heterofonia es de la revista más allá de las fronteras de este
motivo de' satisfacción dar la bienvenida a país, y por otro lado, se suscitarán segura-
esta nueva revista musical, una de las pocas mente reflexiones y comparaciones funda-
publicaciones consagradas a la musicología mentales para la existencia de vasos comuni-
que existen hoy en día en el Brasil (yen cantes entre los países de América Latina.
América Latina). Hace algunos meses, el Los cinco artículos de este número inaugural
Departamento de Música de la Escuela de confirman lo anteriormente expuesto. En un
Comunicaciones y Artes de la Universidad extenso trabajo, el musicólogo alemán Gün-
de Sao Paulo, festejó sus veinte años de acti- ter Mayer analiza las dos revoluciones musi-
vidades con este primer número de Música, cales más fascinantes de la música de occi-
dente que convulsionaron las estructuras
Revistas 91

del pensamiento y la vivencia musical del J. J. de Morales y José Eduardo Martins


hombre. Aquella que se llevó a cabo entre nos regresan al siglo XX con sendas entrevis-
los siglos XI al XII, momento histórico en tas a dos compositores contemporáneos:
que se introdujo y consolidó la notación Karlheinz Stockhausen y Mario Lavista. El
musical como un nuevo tipo de fijación primero habla de temas tan dispares como el
artesanal y transmemorial. Y la no menos uso de ciertos elementos folklóricos brasile-
importante revolución del siglo XX que ve ños en algunas de sus obras (Telemusik y
narer el proceso de electrificación de la Stimmung, entre otras), y del desinterés que
música, y la introducción y consolidación muestran las orquestas sinfónicas y sus di-
de la grabación electroacústica (que cons- rectores (léase por ejemplo Leonard Berns-
tituye también un tipo de fijación transme- tein) por la música contemporánea. Para
morial) como medio para producir y repro- Stockhausen esto no es más que' 'un signo
ducir el sonido. de la decadencia artística de este siglo" . Por
su parte, Lavista -con mayor optiqlismo- ,
Marcos Branda Lacerda (coeditor de la habla de la crisis de las vanguardias, las
revista junto con José Eduardo Martins), paradojas del nacionalismo y las posibilida-
explora detenidamente las texturas instru- des de una nueva orquesta para el siglo XXI.
mentales de la música de Ewe, al Sur de SUS opiniones fueron recogidas por Martins
Ghana en el Africa Occidental. Igualmente (quien considera a este músico como uno de
interesante resultan los conceptos de cinco los más destacados compositores y pensado-
destacados musicólogos brasileños sobre al- res de América Latina) , durante su partici-
gunos aspectos de la evolución tonal de la pación en el Simposio Latinoamericano de
música sacra paulista del periodo colonial Música Contemporánea realizado en Cam-
comprendido entre 1774 Y 1794. Este traba- pos de Jordao en ocasión del vigésimo Festi-
jo, a decir de sus autores, mucho más que val de Invierno, en julio de 1989 . Desde estas
solucionar problemas pretende "provocar- páginas le deseamos una larga vida a Música
los", y con ello, contribuir a un mejor cono- y felicitamos a su equipo de redacción.
cimiento de la música brasileña del siglo
XVIII . Consuelo Carredano.

FE DE ERRATAS

En obsequio a las peticiones de Jorge Velazco y de Gérard Béha-


gue, hacemos del conocimiento público que por una situación
involuntaria, muy de lamentarse, Heterofonía publicó en su número
98-99 (enero-diciembre, 1988), pp. 12-15 el artículo " Las dos
versiones deJanitzio de Revueltas ", en traducción sin crédito , de
Esperanza Pulido , firmado por Jorge Velazco , el cual artículo había
sido publicado previamente en La/in American Music Review , VII/2
(Fall-Winter, 1986) , y sus derechos pe rtenecen a la Unive rsity of
Texas de Austin , Texas .
Música impresa

violines difiere mucho, lamentablemente,


Hernández Rincón, Federico. Sones para
del violín utilizado en las escuelas.
violín, Material didáctico para la enseñanza de la
primera posición . Arón Bitrán : asesor en téc-
El volúmen 1 que aquí comentamos, está
nica de violín; Hiram Dordelly : asesor en
constituído por la música de tres danzas,
audiotranscripción y análisis musical. Méxi-
dispuesta en orden progresivo de dificultad.
co : CENIDIM, 1986. (Cuadernos de música
Comienza con once sones de la Danza de los
tradicional mexicana, vol. 1).
cuchillos , proveniente del municipio de Te-
rrenate en el estado de Tlaxcala, en la que
Dentro de la serie Cuadernos de música tra- en alguna parte del baile se representa la
dicional mexicana, el CENIDIM edita en el año rebelión de unos peones en contra del ha-
de 1986 el trabajo titulado Sones para violín, cendado español para quien trabajan. La
material didáctico para Úl enseñanza de la primera instrumentación original es para violín y
posición . La finalidad que se p'!rsigue en esta guitarra. Continúa con nueve sones para
publicación es brindar al estudiante de violín violín solo de la Danza de los panaderos, la cual
un método de apoyo al estudio de la Primera se lleva a cabo en la ciudad de Guanajuato.
posición, cuyo repertorio es extraído de la Para terminar, se añaden los doce sones que
fuente inagotable que es la música tradicio- conforman la Danza de los paxtles, versión
nal mexicana. Para esto, el maestro Federico grabada en el estado de Puebla. En ella, los
Hernández Rincón echa mano del material danzantes cubren totalmente su cuerpo de
musical transcrito por él a lo largo de su heno, haciendo muy difícil la realización de
carrera y, de una manera casi intuitiva, hace los pasos.
una cuidadosa selección entre los sones para
violín que a su parecer son tocados en la
primera posición y tienen un grado de difi-
cultad accesible para alumnos que cursan los
( ml drtno, dt' M u,lnI .",..dklfl n. 1 \1 " ........ "11
primeros años de la carrera. Más adelante, \ !Jlurn," I

en colaboración con los maestros Hiram


Dordelly y Arón Bitrán, ambos especialistas,
uno en el análisis musical y otro en el campo ~NE~T
de la interpretación del instrumento, dicha para ':" ~OLll'{
selección se convierte en el resultado de un
trabajo de equipo serio. --
\._........ _._-
... ....-.._ .
~_

El contenido del método, pensado origi-


nalmente para ser inc1uído en dos volúme-
nes, consta de diferentes sones, sean mestizos
o indígenas, que en su interpretación origi-
nal llevan el violín tradicional , mejor cono-
cido en el medio occidental , dejando fuera la
música de innumerables sones que son toca-
dos en distintas comunidades indígenas con
_ _ __
~
----.JI ,,::.. IL..
, _ _ _ __
violines de otra índole -violín huichol, vio-
lín tarahumara, rabelito- , y esto es porque
la téc nica utilizada en el manejo de estos
Música impresa 93

Toda esta música fue hecha para acompa- balón en Hungría y de la balalaika en Rusia)
ñar danzas. Por lo mismo su estructura está cuya sonoridad puede remitirnos fácilmente
íntimamente relacionada con la coreografía a un área geográfica y a estilos musicales de
de las mismas, lo que le da un toque distintivo índole popular propios de esos lugares. I
ya que su riqueza rítmica y melódica está
inmersa dentro de una concepción musical Este "guitarrismo español" es uno de los
diferente a la europea, es decir, la indígena. problemas a los que se enfrenta el compositor
que desea avocarse a la tarea de realizar una
Esto proporciona al estudiante, por un obra para guitarra, pensando en ella como
lado, la necesidad de enfrentarse a problemas una fuente sonora, sin intención de que el
técnicos diferentes a los que se encuentran timbre o ciertas formas de ataque nos remi -
en los métodos utilizados comunmente, y por tan a asociaciones de tipo nacionalista.
otro lado, la posibilidad de relacionarse en
forma directa con la música tradicional de En el caso de Elegía para guitarra (1988)
nuestro país, la que irónicamente le resulta de Hebert Vázquez (1964), el compositor
mucho más extraña que la ajena. desarrolla una técnica de ejecución ideada
El valor del esfuerzo contenido en esta por él, con la que logra toda una gama de
publicación es indiscutible, más aún si consi- sonoridades nuevas del instrumento. La obra
deramos que la selección final es realmente debe tocarse casi en su totalidad "tremola-
efectiva para el estudio de la primera posición. damente", pero el trémolo que pide Váz-
quez es muy distinto al trémolo tradicional
Más adelante, siguiendo la misma linea, de la guitarra.
sería de gran provecho pensar en la realiza-
ción de métodos que ayuden al alumno en la Cuando se ejecuta un trémolo en guitarra,
práctica de la música de cámara, a partir de normalmente, se realiza con dos o tres dedos
repertorios para dos o más violines, violín y que se alternan rápidamente sobre una cuer-
guitarra, o incluso para violín con acompa- da (cuando se pulsan dos o más cuerdas, deja
ñamiento de piano, haciendo en este caso, de ser trémolo y se convierte en arpegio) . En
transcripciones especiales para este instru- cambio, el trémblo que debe utilizarse en
mento tan arraigado en este tipo de música. Elegía se realiza con un solo dedo que sube y
Este método obtendría así, un sentido de baja rápidamente; pueden tocarse rlesde una
continuidad dentro del plan de estudios mu- hasta las seis cuerdas de la guitarra, logrando
sicales, lo que le daría un valor mucho mayor así una sonoridad casi percusiva, parecida a
al que ahora tiene debido a que por el mo- la del cimbalón. (Ejemplo 1).
mento se encuentra aislado dentro de un
mundo conceptual enteramente distinto. Sin embargo, sobre este efecto de trémo-
lo que domina en casi toda la obra, el com-
Rosa Virginia Sánchez.
positor logra obtener dive rsidad en el tim-
bre al pedir que se realice sobre la tastiera,
sobre el puente o bien en posición no rm al,
y al establecer la diferencia entre trémolo
V ázquez, Hebert; Elegía, para guitarra; con uñ a y trémolo con la yema del dedo (con
Ediciones Mexicanas de Música, México el cua!" el efecto percusivo se suavi za nota-
1989. blemente) .

La guitarra, al obtener la enorme popu-


La obra se divide en dos grandes partes
laridad que desarrolló en España (donde fue (A y B) que se diferencian, principalmente,
introducida por los árabes) y convertirse en
elemento integral del folklore y la expresión
vernácula de aquel país, llegó a ser uno de I Este es el caso de la guitarra, con el flamenco, que
ade más posee una peculiar manera de tañer el instru·
esos instrumentos (como es el caso del cim-
mento, rasgu eando continuamente las cuerdas.
94 Htltrofonía

Ejemplo 1

J = eC>.. . n
CD
J,
7.
I b.. ba ~ . . ~ 1,.

1) poco
~c>,t. ..1>01'0 o.. pe
o~·r" . . . ~e poco ca. "'0 r. n • ... ro' O
) r,,·~e
l~

pro
Ejemplo 2

J. .. "

~
&

~ "
'o Q
' r1T' , ,r., r
;?
1••• 11
Música impresa 95

por los intervalos armónicos empleados y por parte de la obra. En el segundo compás, la
el carácter contrastante entre sus partes. A sexta cuerda desciende cromáticamente a un
su vez la parte A se divide en tres secciones Mi bemol, y en seguida aparece la cuarta
menores (a, by c). (Ejemplo 2). cuerda sobre la nota Re, volviendo a produ-
cir el intervalo de segunda menor. A partir
Elegía, a diferencia de otras obras anterio- de aquí, a través de un movimiento cromá-
res del autor, no está compuesta en base a un tico en crescendo, se llega a un unísono de las
planteamiento constructivista hecho "a tres cuerdas sobre la nota Re en el tercer
priori" . Según palabras del propio Váz- compás que, en lugar de producir una sen-
quez, en esta obra quiso dejar fluir su crea-
sación de reposo, crea una nueva tensión
tividad de una manera espontánea, lejos de
debido al cambio súbito de matiz y al cambio
herméticos parámetros preconcebidos, es-
de color producido por la ejecución del tré-
tructurados a través de un limitante ascetis-
molo con la yema del dedo. (Ejemplo 3).
mo intelectual.
Después de estos tres compases casi intro-
En lo único que se basó el autor al empe-
ductorios, la obra aparentemente vuelve a
zar a componer, fue en la sonoridad resul-
comenzar en el cuarto compás, sólo que aho -
tante del trémolo con un solo dedo, ya partir
ra sobre la nota Re. El intervalo armónico de
de ahí, permitió que la obra siguiera su pro-
segunda menor hace unas breves apariciones
pio curso, escuchando lo que su " oído inter-
no" le dictaba. en el quinto compás y, luego de un descenso
cromático de la sexta cuerda, interrumpen
De este modo, tanto las estructuras ar- abruptamente, en el compás 6, unos fuertes
mónicas y rítmicas, como la forma en sí de arpegios sobre la cuarta, quinta y sexta cuer-
la obra, no obedecen a un plan previo, das, produciendo dos segundas menores so-
aunque sí van siguiendo una lógica intuiti- brepuestas. Luego de alcanzar un matiz de
va, con lo que la obra adquiere unidad y jf, estas segundas menores comienzan a ce-
coherencia. rrarse, hasta que convergen en el compás 9
en un unísono de las tres cuerdas tremoladas
Elegía comienza con un trémolo en la sexta con la yema del dedo y en matiz pp. (Ejemplo
cuerda sobre la nota Mi, enpÜJnissiTTU!. Luego 4).
se le suma al unísono la quinta cuerda para
desprenderse, inmediatamente, en movi- La sección b principia en el compás 10, y
miento cromático 'a scendente, formando así en ella se introduce una rápida figuración
un intervalo de segunda menor, el cual ten- melismática en la sexta cuerda sobre una
drá una enorme relevancia en la primera nota pedal efectuada en la quinta cuerda.

Ejemplo 3

o
®.
J ~ v·
~'--
O

-.,
J .:.. :;::c::
lo "'ro t-- y .. ,...,o..--i

->. ;. ~

rr- n' '"rr'


.iV~aO -'('O
96 H elerofon ía

Ejemplo 4

tt t rt
~ ~ ~

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...---,.-: -.
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r. _-=======::'t, " ,~ 11.:::::::::::-.,_,-
.loI~ l l. ,uJII .. J...

Ejemplo 6

rr' ~fr'

En el siguiente compás, reaparecen los do melódica y armónicamente en el compás


fuertes gol pes arpegiados del com pás 6, cons- 15, hasta conducirnos en el compás 17 al
tituídos ahora por una segunda menor, un unísono tremolado con la yema del dedo, qu e
tri tono y una cuarta justa sobrepuestas. Al- ha fungido como enlace o transición entrr las
ternando estos golpes arpegiados con la figu- secciones de la parte A. (Ejemplo 6) .
ración melismática del compás ID , se Uega a
un acorde de gran tensión, formado por dos La sección c comienza en el compás 18,
cuartas justas sobrepuestas a distancia de con la segunda menor Fa-Sol bemol, la cual
tritono. (Ejemplo 5) . -a través de contrastes dinámicos y de color,
logrados por los cambios de ejecución sobre
Después de un calderón y una breve pau- la tastiera, sobre el puente y en posición
sa, el intervalo de segunda menor es retoma- normal- , se comienza a desplazar en cro-
Música impresa 97

Ejemplo 7
J: ... 1'
a> -, -
t. I
I ~

f..t. :+,....1. =.: ~r·- ~r· r·-

rr· -=:::::f. rr · '-=::::~~· "¡'• .L::~.


~.C:t.
¿~~ -~. ~ ..t.
iS)
'--' Lo ¡::::::¡- --.J ~

l3l
( '--' ~
t--' --.J . ~

(!)

t.--- ~
,. . ;L~
r
Ejemplo 8

, \ ~ ~~

---'

rm·.L:: rr · ~r · ~- .... ¡,.. rr·


rr· ....::::::::..,., .-=:::::::. f · -=:::: t-rr· ~r·
~~
®
.
mática descendente desde el compás 20 hasta tatar en los compases 31 y 32 (Ejemplo 8)-
formar en el compás 22, un acorde de segun- acordes por triadas (aunque sin ninguna re-
das menores sobrepuestas, con las tres pri- ferencia tonal).
meras cuerdas de la guitarra. A partir del
compás 23, este acorde aparece alternada- El movimiento de las voces y la armonía
mente en las tres últimas y las tres primeras resultante responden a la sensibilidad audi-
cuerdas (Ejemplo 7), y en el compás 25, tiva del autor, que busca disolver la gran
sobre un gran crescendo, aparece el acorde tensión acumulada en la primera parte de la
tremolado en las seis cuerdas para llegar obra. Así, poco a poco las voces, a través de
súbitamente, a un unísono con yema en pia- intervalos cada vez más consonantes, van
nissimo, con el que concluye la parte A. desapareciendo hasta que la obra termina
sobre una sola nota en constante diminuendo.
La sección B. que comienza en el compás
28, es de carácter contrastante, mucho más Vale la pena mencionar la peculiar nota-
expresiva y lírica; con matices que oscilan ción que empleó Vázquez al utilizar una
entre pp y p. A pesar de que el primer inter- pauta para cada una de las cuerdas que
valo armónico es el de segunda menor, éste ofrece una mayor claridad visual y facilita la
pierde fuerza cuando aparece un pedal de la lectura de la partitura.
primera cuerda al aire. Inmediatamente los
intervalos de segunda comienzan a abrirse Elegía está dedicada al guitarrista Gonzalo
de manera semejante a la resolución de los Salazar.
retardos en la armonía tradicional. Es por
esto que se forman -como lo podemos cons- Ricardo Risco.
Grabaciones

Agustín Lara: Guty Cárdenas y la insPirocwn jarocho se dio a conocer en su más a,mplia
de Agustín Lara. Guty Cárdenas, intérprete. variedad. Sin embargo, uno de ellos estuvo
México: AMEF. (Serie Documental, AMEF- ligado al "flaco de oro" en el preciso arran-
14). que de su carrera, y, curiosamente, en aquel
primer momento, no sólo como intérprete.
Contenido : Lado A l . Palabras por Agus-
tín Lara y Alvaro Gálvez y Fuentes; 2. Sólo Guty Cárdenas, músico originario de
tú; 3. Florecita; 4 . Tanto he sufrido; 5 . Rosa; Mérida, portador inolvidable de la tradicio-
6. No te perdonaré; 7. Silencio. Lado B 1. nal trova yucateca, gozaba ya de un seguro
Nueva flor; 2. Mujer; 3. Como dos puñales; reconocimiento a su labor como intérprete
4. Gota de amor; 5. Contraste; 6. Pervertida; y compositor, en el momento en que Agustín
7. Aventurera; 8 . Tardecita. Lara daba a conocer sus primeras cancio-
nes.
La obra de Agustín Lara se vió enrique-
cida desde el principio por un amplio mosai- En el año de 1927 , la canción que colocara
co interpretativo que respondía a la creciente a Guty en el camino del éxito, Nunca, se
demanda que el público de su época mani-
hallaba dentro de los primeros lugares. Agus-
festó por ella.
tín la escuchó y con agrado la interpretó en
repetidas ocasiones a petición del público
que acudía al cabaret donde él trabajaba.
Fue precisamente esta canción la que inspiró
611TY eAR19EN-RS ... el primer bolero con el que Lara abandonó
J lu ÍI"piraciofl de ICL'ST/¡\ L. IR 1.
defmitivamente el anonimato : Imposible.

"Guty, antes que yo, había dicho : yo sé


que nunca besaré tu boca ... , entonces yo
tenía que decir: yo sé que es imposible que
me quieras .. . " Estas palabras pronunciadas
por el mismo autor, dan inicio al disco titu-
lade Guty Cárdenas y la inspiración de Agustín
Lara: una afortunada selección de ejemplos
musicales correspondientes a la primeraépo-
ca lariana, y que en este fonograma se expre-
san a través de la voz y sentimiento de Guty
Cárdenas, otorgándoles su inconfundible es-
El trío Garnica-Ascencio, Juan Arvizu , tilo interpretativo.
Amparo Montes, las Hermanas Águila, las
Hermanas Landín, Toña la Negra y Pedro Todas las grabaciones que aquí se inclu-
Vargas fueron algunos de los intérpretes de yen fueron realizadas entre 1929 y 1931,
la canción de Lara. A través de los diferent1s período en el q~e Guty, contratado por una
estilos de interpretación que cada uno po- compañía americana, grabó las primeras
seía, el sentimiento musical del compositor canciones de Lara sin siquiera conocerlo.
Grabaciones 99

En aquella época la música del pianista calidad de las grabaciones originales, razón
no pudo quedar al margen de la influencia que hace más atractiva la audición del disco
que, desde varios años atrás, la música de que aquí se comenta.
Yucatán venía ejerciendo en el medio musi-
Rosa Virgina Sánchez
cal capitalino. Si bien el estilo propiamente
lariano quedó determinado desde el princi-
pio, especialmente por la sensibilidad urbana
contenida en la letra, sus primeras creaciones
delatan el conocimiento y la profunda incli- Carlos Chávez, Cháuez conduc/s CháuezlNew
nación que Agustín Lara tenía hacia los gé- York Stadium Symphony Orchestra. Dir:
neros musicales arraigados en la península a Carlos Chávez. Alemania: Philips, 422 305-
lo largo de varias generaciones. 2, 1989.

Uno de los atractivos empleados por los


Boleros, claves y habaneras forman parte
consorcios de discos para introduci"rnos a la
del repertorio que aparece en este disco, y es
era del disco compacto -cambio por lo de-
el canto de Guty el que proporciona a cada
más ineludible ante la noticia de que el ace-
una de estas canciones el aire yucateco que
tato no se imprimirá más-, es la reedición
se desprende de todas ellas -sobre todo en
de grabaciones agotadas hace muchos años,
las que también se deja oir su guitarra-, y
verdaderos incunables algunas, tal como las
que no alcanza a percibirse en la voz de otros
recordamos, curiosas y aleccionadoras otras,
cantantes. tan añoradas por igual para satisfacer nues-
tro voraz apetito de inveterados consumido-
¿Hasta dónde termina Agustín Lara y
res o coleccionistas de especies extintas.
comienza Guty Cárdenas? Ninguna res-
puesta será necesariamente acertada, y es ahí Y es que la serie intitulada Clásicos legen-
donde estriba el encanto de la música que darios editada en la República Federal Ale-
sigue un camino de ida y vuelta: el intérprete mana y lanzada recientemente por Philips,
evoca una tradición musical que el composi- pone al alcance no sólo interpretaciones con-
tor transforma con mesura; al cabo, ella mis- sagradas sino, lo que es más importante, la
ma regresa al primero quien le devuelve algo música representativa del siglo XX interpre-
que ya le era propio originalmente. tada por los propios compositores.

Todas las canciones comprendidas en este Lo que como amantes de la música y como
disco son, esencialmente, una muestra de dos mexicanos nos llena de orgullo es que haya
estilos que se encuentran y se confunden sin sido incluida en ella la música del compositor
dificultad, porque la distancia entre ellos fue
siempre pequeña.
PHILlPS J"r" 1M O,..

Por otro lado, debido quizá a su corta CHÁ VEZ CO,DUC"; CHÁVEZ
vida, Guty ha sido, el más desconocido entre SINFONIA pE AwlcoNA
SINfONli\ ROMANTICo\ . __ _
los intérpretes de Lara. De su voz y sus Nl\\ YORK STAOIUM SVMPtIOW ORCII[Sl RA
II \4M \<\AúN/llt FII..M Rh.QIUJINu
cuerdas surge un Lara sencillo, suave, dife-
rente,lo que hace de este dis'c o un documento
realmente valioso. :.:.:.. ::- :.:
:.::..- :;- :."
~":.." ::
Este fonograma integra la Serie Docu- :.:.:... :'''. :"
mental que la Asociación Mexicana de Es-
tudios Fonográficos ha venido produciendo ' : . _ .. # ::

con la intención de difundir la música mexi-


cana guardada en acetatos antiguos. Parte de
su estimable tarea consiste en mejorar la
100 He/trojo.{a

Carlos Chávez (1899-1978). Se trata del dis-


co Chávez conducts Chávez, que incluye las
sinfonías India, fÚ Antígona y Romántica con la
New York Stadium Symphony Orchestra,
que no es otra que la Filarmónica de Nueva
York, sólo que con ese nombre daba concier-
tos al aire libre en el Lewisohn Stadium de
esa ciudad durante los veranos. Únicamente
así se explica la carta que Carlos Chávez
escribiera a Aaron Copland (1900-1990) des-
de la Universidad de Harvard, en Cambrid-
ge, Mass., el 25 de marzo de 1959:

Hice algunas grabaciones para la Everest con


la Filarm6nica de Nueva York hace un par de
semanas y aquí, para e13 y 4 de abril [Charles)
Munch me dio la mitad de su programa [con
la Orquesta Sinf6nica de Boston) . De manera
que ha habido bastante trabajo extra además
de las conferencias. I

La fecha de la carta evidencia asimismo


que la grabación fue realizada en 1959 y no
el año anterior, como se registra en el folleto
del disco. Aaron Copltmd y Bias Golindo.

De las seis sinfonías, la de Antigona (1933)


Milo: 'No es elegante, ni soñadora, ni apa-
fue la única estrenada en México -el 15 de
sionada; es fuerte y serena. Compónese su
diciembre de 1933 por la Orquesta Sinfónica
belleza de noble sencillez y tranquila digni-
de México dirigida por el autor. La obra es
dad, como la del Partenón y sus escultu-
explicada así por Chávez en el programa:
ras" ' .3 El crítico más autorizado, Salomón
Kahan (1897-1965), fue menos literario:
Es una sinfonía, no un poema sinf6nico es
decir, la música no está sujeta a ningún plan "De sinfónico, en el sentido acostumbrado,
literario. Los más elementales materiales mu- hay poco [ ... lla obra evoca la atmósfera de
sicalÚi sirven a esta música, que no puede ser lo trágico. Es de una gran sencillez. Lástima
grandilocuente; escueta y elemental, esta mú- que por momentos se interrumpe la unidad
sica s6lo puede ser expresiva a fuerza de lac6-
de estilo. Es una obra sin grandes pretensio-
nica, como lo primitivo es refmado a fuerza de
ser primitivo. nes y sin grandes desfallecimientos" .4

La crítica recibió el estreno sin mucho La- mirada retrospectiva al momento de


entusiasmo. Tina Vasconcelos de Berges es- su estre~o en México se complementa con el
cribió: "No encontramos en la Antígona, de hecho de que entre las obras que el público
Chávez, a la hija de Edipo, rey de Tebas, y de la Sinfónica de México eligió para su
de Yocasta', . . .2, mientras que Ángel E. Salas inclusión en el programa extraordinario con-
opinó: " ... de la Antígona de Chávez podría- feccionado con sus preferencias -argucias
mos decir lo que Reinach de la Venus de de Chávez para interesar al público en la
música y en los conciertos de la Sinfónica de
México de la que era su creador y director-,
I La Cát.dra d. Poética "Charles Eliot Nonon " .n
la Univ.... idad d. Harvard que ocuparan artistas .mi-
la Sinfon¡'a de Antígona ocupó el noveno lugar
n.ntes, .ntr••lIos los músicos Igor Stravinsky, PauJ
Hind.mith y Aaron Copland. 3 Excllsior. 22 d. dici.mbr. d. 1933 .
2 Todo . 31 d. dici.mbr. d. 1933. 4 El U.ivnsal Gráfico . 29 d. dici.mbr. d. 1933 .
Grabaciones 101

con 99 votos, mientras que janitzio de Re- que se trataba de·"un auténtico talento y de
vueltas, obra estrenada en la misma tempo- un joven que usa con efectividad el idioma
rada, figuró a la cabeza de la votación con moderno para sus propios propósitos expre-
221 suscripciones. sivos"6, mientras que Alexander Williams
en el Boston Herald opinó que la ejecución de
y puestos en la línea de las preferencias, .la India había "iluminado en forma por de-
en 1967 Aaron Copland confesaba a Chávez más interesante la composición en este con-
que entre sus sinfonías había tenido siempre tinente" . 7 La recepción, los comentarios y el
una debilidad definitiva por la Antlgona, 5 y valor instrínseco de la música y la dirección
así lo demostró al dirigirla en 1972 cuando orquestal de Chávez, le valdrían a los 36 años
viniera a México a actuar con la Filarmónica un sorpresivo reconocimiento: la invitación
de la UNAM. para dirigir la Filarmónica de Nueva York en
su temporada 1936-1937.
Muchas de las cualidades musicales y no-
vedosos efectos sonoros de la SinfonÚJ. de Antí- En la entrevista que Jacobo Dalevuelta le
gona fueron desarrollados profusamente por hiciera a Copland en agosto de ese año, du-
Chávez en otras de sus obras. Vienen a la rante su estancia en México, Copland co-
mente con rapidez el rigor y concisión formal mentó a propósito del triunfo de Chávez en .
de las Sonatinas (1924), por ejemplo, el uso de los Estados Unidos:
armónicos en la Quinta sinfonÚJ. (1953), cuyos
metálicos y chirriantes sonidos se convierten La presentación de esta música atrajo el interés
en ocaso de culminante opalescencia, y en su sobre Chávez ... había sensible extensión hacia
el director, ya que se hallaron en él altas cua-
producción en general el desglose y prepon-
lidades, las que lo han llevado al peldaño más
derancia de los instrumentos de aliento - alto al que se puede aspirar en el mundo
maderas y metales-, no sólo como el recha- musical norteamericano: a la dirección de la
zo al romanticismo implícito en el abuso de Filarmónica de Nueva York. En México -
las cuerdas, sino estableciendo zonas inter- agrega- no parece que se hayan dado cuenta
exacta de este hecho, pues no he leído que haya
nas en interminable dualidad y contraste habido ruido con este motivo.
sonoros.

La SinfonÚJ. India (1935) constituyó un hito Y después con una desconcertante ingenuidad
me pregunta: -¿No han apreciado ustedes el
en la carrera musical de Chávez. Compuesta
triunfo de Chávez en toda su extensión, o
por encargo de la Columbia Broadcasting apreciándolo, tratan de ocultarlo por modes-
System de Nueva York para un concierto tia?- No contesté. 8
radial efectuado el 31 de enero de 1936, la
obra conoció un éxito inmediato y fue coin- Pero si bien público y críticos mexicanos
cidente con las primeras invitaciones im- se hicieron eco de los éxitos de Chávez como
portantes que recibiera Chávez para diri- director de orquesta, se mostraron reticentes
gir las orquestas de Filadelfia y Boston, en para acordarle un valor como compositor, no
cuyos programas no sólo incluiría la India, obstante que el estreno de la Sinfonía India
que representaba al aspecto, digamos, más -partitura inteligible desde un punto de
conciliador de su música, sino la Sinfonía de vista tradicional- pareció cuestionar su in-
Antlgona, portaestandarte de su "estridentis- credulidad. Como quiera que sea, los triun-
mo", para usar el vocablo con que despecti- fos de Chávez en los Estados Unidos, toma-
vamente se calificaba su música en México. dos o no en justo aprecio, le valieron una
Olin Downes en el New l0rk Times consideró
6 11 de abril de 1936.
S Calta de Aaron Copland a Carlos Chávez del 28 1 3 de mayo de 1936.
de julio de 1967, en Epistolario selecto de Carros CMvez. 8 •• Buscando al músico Aaron Copland en la arcaica

Selecci6n, introducci6n, notas y bibliografia de Gloria y evocadora ciudad de Tlaxcala" en El Universal. Agosto,
Carmona. México, Fondo de Cultura Econ6mica, 1989. 1936.
102 Helerofonía

cálida recepción en el concierto inaugural de y sin reposo de los elementos concertantes,


la temporada.de la Sinfónica: ¿no son resonancias ancestrales transfigura-
das profusamente en sus obras? Desde su
Pocas veces ha patentizado nuestro público su acabada expresión, la Sinfon{a India perdura-
entusiasmo hacia un artista mexicano como rá no sólo como la obra nacionalista por
cuando Carlos Chávez apareció en el prosce- excelencia, sino como la música pedernal de
nio al iniciarse este concierto, precisamente a la composición musical en México, vía de
la hora anunciada -escribía, ¡quién lo dijera!,
J osé Barros Sierra, posteriormente y hasta hoy acceso a la uni versalización desde la raíz más
día el crítico más infamante de Chávez. No profunda.
sólo este director ha logrado a fuerza de tena-
cidad y labor constante formar una orquesta El estreno de la ClUJna Sinfonía (1953)
de la que, con justicia, puede enorgullecerse la
llamada Romántica se realizó en los Estados
ci udad de México, sino que, a partir de su
reciente visita a los Estados Unidos, en donde Unidos el 11 de febrero de 1953 en el Co-
tuvo ocasión de dirigir las sinfónicas de Fila- lumbia Auditorium de Louisville con la Or-
delfia y Boston, Chávez ha dejado de ser, como questa Sinfónica de esa ciudad bajo la direc-
director, una figura de relieve simplemente ción del compositor. El New }Vrk Herald
nacional para entrar de lleno y bajo los mejores
auspicios, en el campo del concertismo inter- Tribune registró la premiere y consideró a la
nacional, vedado para artistas que no tengan sinfonía como "una obra nítida, concisa,
verdaderos merecimientos en sus respectivas con la economía de medios típica del com-
especialidades. 9 positor y enormemente expresiva" .10 Y es
que, en realidad, fuera del tercer movimien-
¿Qué puede decirse de la Sirifonía India que to, en el que los temas son retomados en una
no haya sido repetido mil veces, aparente- singular y gozosa precipitación de dibujos y
mente desgastada en la demagogia de nues- patrones rítmicos, el elemento melódico pre-
tra cultura oficial y como telón de fondo de valece en el primero y segundo movimien-
comerciales y fantasías mexicanistas de los tos. Al énfasis melódico se debe, probable-
medios masivos de comunicación? Pues pre- mente, que el compositor haya elegido para
cisamente que su valor radica en esa afortu- la sinfonía el subtítulo de Romántica, si bien
nada conjunción de melodías autóctonas y muy poco hay que esperar de cualquier aso-
elementos propios del estilo de Chávez, ele- ciación con la acepción tradicional del tér-
mentos que convienen a ellas no de manera mino.
fortuita, sino como la horma convendría al
modelo original. Y es que el estilo de Chávez, La obra, de notable unidad temática, se
tan personal y tan inconveniente para nues- yergue como una partitura surgida en plena
tros oídos europeos, ¿no es acaso herencia madurez del compositor, manifestada no
legítima de ese substrato que llevamos den- sólo en la ductibilidad de las líneas melódi-
tro? La preferencia por el diatonismo y sus cas, cortas y asimétricas, en su amplitud
variantes, la modalidad y el pentatonismo, sonora, sino en la fluidez de los contornos,
que confieren a las melodías una cierta mo- la transparencia de sus texturas, y, sobre
notonía, es cierto, pero también diafanidad todo, en el manejo y audacia del color or-
y pureza primitivas; la gozosa exposición, sin questal. El carácter elegíaco del segundo
sombras, de los temas, los inesperados quie- movimiento, su expresión de contención,
bres de las frases, las rugosas texturas, la intensa, constituye entre las obras de Chá-
preponderancia rítmica, la repetición tenaz vez una de las páginas de rara y obsesionan te
y propiciatoria, la horrísona intervención de belleza.
los metales, la avalancha guerrera de la per-
cusiones, la chillona y apremiante voz de los No hay duda que la versión que de estas
flautines , la visión, en fin , dual , contrastante sinfonías nos brinda la New York Stadium
Orchestra es impecable desde el punto de
11 "Concit.rtos y recitales. Entusiasta recepción a

Carlos Cháwz" l'n El Umvrrsal. 2 de agoslo de 1936. lO 12 de febrero de 1953 .


Grabaciones 103

vista de afinación y problemas técnicos ad- que es el aspecto de mayor énfasis-la inten-
mirablemente resueltos, lo que aunado a la sidad jubilosa o dramática que lograra el
perfección auditiva del disco compacto con- compositor con la Orquesta Sinfónica de
vierten en una virtual delicia escuchar, por México en la grabación que de las sinfonías
ejemplo, la Cuarta sinfonía, abundante en pa- completas realizara en 1966 para la Colum-
sajes difíciles y virtuosísticos en general. No bia Broadcasting System.
obstante, la Sinfonía India y la de Antígona
distan mucho de alcanzar -pese a su perfec- Gloria Carmona
ción, o probablemente a causa de ella, dado
Noticias

l. Festival musical paro conmemoror 11. IX Confluencia mundial


el 60 aniversario de laJSCM Uapanese de la guitarra
Society cif Contemporary Music)
20 Nov. al 9 Dic. 1990. Centre Martini-
Tentativamente 22 Nov. al 10 Dic. 1991, quais D' Action Culturelle Avenue Frantz-
12 días. Salas conocidas en Tokio (Suntory Fanon 97200 Fort de France F. W.I. Martini-
Hall, Tokio Bunka Kai Kan, etc). ca. Tel. (19)(596) 61-76-76 Fax(19)(596)61-
51-76. TelexOFIDUR 912678. Tema: "La
familia de la guitarra" .
Progroma

Día 1. Antología orquestal. IIJ. En la tmdición de Bernstein.


Interpretada por orquestas escolares de Festival de Música del Pacífico 1991.
todos los grados de secundaria y prepara- Dedicado a la educación
toria. de jóvenes músicos

Día 2. Nuevos trabajos para orquesta. Hablando en Sapporo durante la ceremo-


Nuevos trabajos de los miembros de la nia de inauguración del Festival de Música
JSCM como "mensajes" del siglo XXI del Pacífico, el desaparecido Leonard Berns-
interpretada por la Orquesta Filannónica tein dijo: "He decidido dedicar la mayor
de Tokio. parte del resto de la energía, y el tiempo que
Dios me dé, a la educación . .. compartiendo
Día 3. Orquesta de alientos. con los jóvenes todo lo que sé, no sólo sobre
Presentada por la Asociación Japonesa música sino sobre arte ... " Bajo la guía de los
de Bandas, Publicaciones Asahi y la directores artísticos : Michael Tilson Tho-
JSCM . mas, Director titul<.. " Orquesta Sinfónica de
Londres, y Christoph Eschenbach, Director,
Día 4. Competencia de música de cá- Orquesta Sinfónica de Houston, este año la
mara de laJSCM. Orquesta en Residencia del Festival de Mú-
Para promover a los jóvenes ejecutantes sica del Pacífico 1991 (PMF 1991) está dedi-
de Japón y del extranjero. cada a realizar el deseo de Bernstein de que
en los f~turos festivales se ofrezca una guía
Día 5. Música para niños. para los músicos del futuro de todo el mundo.
Concierto para niños interpretado por ni- El maestro Thomas se reunió con Bernstein
ños. como Director Artístico en el Festival de
Música del Pacífico el verano pasado y cola-
Día 6. Música coral. boró estrechamente con él en el Festival de
Antología de coros para niños y mnas; Música de Tanglewood y en el Festival de
voces mixtas y coro femenino y masculino Música Schleswig-Holstein.
de la Liga Coral Japonesa.
Este verano 136 jóvenes músicos, inclu-
Día 7. Exhibición de música computa- yendo 16 vocalistas, de diversas áreas del
rizada : presente y futuro. Pacífico, serán organizados dentro de la Or-
Intérpretes de música computarizada. questa del Festival de Música del Pacífico.
Noticias 105

Sus actuaciones serán evaluadas por los Concursos


maestros participantes de todo el mundo.
Paul Sperry, tenor y profesor de la Escuela 1. Concurso internacional de Mini-ópera
de MúsicaJulliard y Christa Ludwig, mezzo- para niños. Varsovia 1992 . Sociedad Pola-
soprano, estarán en la facultad de la Acade- ca de Música Contemporánea. Dirección :
mia del Festival para orientar a los cantantes. Mini-Opera for children . The Internatio-
Eiji Oue, Director Presidente y Director de nal Composers' Competition Polish Society
música de la Orquesta Filarmónica Erie, of Contemporary Music. Mazowiecka 11 ;
Peter Schmidd, clarinetista de la Orquesta 00-052 Warsaw, Poland. Tel (22) 276-981 ;
Filarmónica de Viena y Justus Frantz, pia- Fax : (22) 277 804; Telex 817 654 2 G PSJ
nista y Director Artístico del Festival de Mú- PL. Entregar trabajos antes del 10 Abril
sica de Sch1eswig-Holstein, encabezan la lis- 1991 .
ta de las facultades que guiarán a los
instrumentistas. 2. XVI Concurso Internacional de Músi-
ca Festival de Toulon, Francia. Disciplina:
Concierto a la Memoria de Bemstein Clarinete. Secretariat du concours Interna-
tional du Festival de Musique de Toulon .
Durante el Festival de Música del Pacífico Palais de la Bourse, Avenue Jean Moulin
habrá un concierto especial a la Memoria de F -83000 Toulon, Francia. Fecha límite de
Bernstein, la Sinfonía No . 2 de Mahler, "Re- inscripciones 1-Marzo 1991.
surrección" y una serie de conciertos para
conmemorar el CC Aniversario de la muerte 3. V Premio de composición "Ciutat
de Mozart. El contraste entre las obras de D' Alcoi" para música de cámara"- 1990.
Mahler y Mozart dará una dimensión espe-
cial al placer auditivo de los miles de espec- 4. Concurso Internacional de composi-
tadores que asistirán a los eventos en Sappo- ción musical opera & ballet. Ginebra, Suiza.
ro y en otras ciudades de Hokkaido, la isla Enviar antes del 30 de septiembre de 1991.
principal del norte de Japón.
Concours International de Musique
El Festival de Música del Pacífico de 1991 1990 , Maison de la Radio, case postale 233-
se llevará a cabo entre el 13 de julio y el 4 de 66, Boulevard Carl-Vogt Ch 1211, Geneve
agosto y la inauguración tendrá lugar en el 8 , Suiza.
Parque de Arte de Sapporo. También se in-
cluirán en la amplia variedad de eventos 5. Concurso internacional "Silk Roads"
musicales, conciertos con la Orquesta Sinfó- 0apón) de composición de obras para or-
nica de Houston, ejecutados por los princi- questa. Bureau du Concours International
pales músicos y solistas de la Orquesta Filar- Silk Roads pour la Composi!ion d ' une Piece
mónica de Viena y por los más talentosos pour Orchestre - tv Asahi Roppongi Center
jóvenes músicos del área del Pacífico. - 6-4-10. Roppongi - minato-ku,
Tokio 106 . Te!. 03-405-3322. Fecha límite:
Las Audiciones para la Orquesta del Fes- noviembre 30, 1990 .
tival de Música comenzarán a mediados de
marzo de 1991 en Los Angeles, Nueva York, 6. Concurso internacional de com posi-
Tokio, Sapporo, Seúl, Taipei, Sidney y Auck- ción "Goffredo Petrassi" , Parma, Italia.
land. Las solicitudes deben ser enviadas al "Concurso Internazionali di Composizione
Centro del Festival de Música del Pacífico "Goffredo Petrassi" C/O Orchesta Sinfoni-
antes del 15 de Febrero de 1991. ca D ell 'Em ilia-R om agna "Arturo Toscani-
ni " -vía G. Tartini , 13 , Parma , Itali a.
PMF CENTER 2nd. Fl. Kondo Orie n! Blgd.
8-11-11 Ginza , Chuo-Ku Tokyo 104, Japón 7. Concurso de composición musical in-
Te!. 03-289-8096 . ternacional Rein a Isabel de Belgi ca, Bruse-
106 Heterofonía

las 1991. Secretariat du Concours Musical 11. XIV Concurso Clara Haskil (pia-
International Reine Elisabeth de Belgique- no) . Association Clara Haskil. Vevey-Mon-
20, rue Aux laines- B 100 Bruxelles- Belgi- treux. 1991 Secretariat du Concours Clara
que. Fecha límite : enero 14, 1991. Haskil, 35 , rue du Village, CH-1802. Cor-
seauxNevey. 23 de agosto al 21 de septiem-
8. Concurso Geza Anda (piano) del 3 al bre de 1991.
14 de julio de 1991 . Secretaría del concurso
Geza Anda. Tonhalle-Gesellschaft, Zurich .
Gotthard Strasse 5 , CH -8002 Zurich, Suiza. Cursos de interpretad/m:
TEL. 01/201-15-57 ; FAX 01/201-23-64 .
1. Brigitte Fassbaender. Curso de inter-
9. III Concurso de composición premio pretación para voz y piano 21 al 27 de octu-
sinfónico coral 28 de febrero de 1991 . Premio bre de 1990. Berna, Suiza
ópera de cámara 28 de febrero de 1991
2. Centros de investigación (música elec-
Joven Orquesta de España 3er. Concurso troacústica) .
de composición Auditorio Nacional de Mú-
sica Príncipe de Vergara, 136 28002-Ma- Taller UPIC. Allée de Nantes - 91300
drid, España. Massy, Francia.

10 . Vienna Modern Masters. Primer pre- INAlGRM-Cycle. Acousmatique, 1990.


mio anual de grabación para obras de orques- Gran Auditorio de Radio France.
ta. Fecha límite: octubre 15, 1990. Clyde A.
Smith, PH. D. President, Vienna Modern Ges-Vierzon Rens. Ges-56, rue du Cava-
Masters. Margaretenstrasse 125/15 A-I050, lier-18100 Vierzon, Francia.
Vienna, Austria.

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LIBROS

• CALVA , josé Rafael,julián Carrillo


y el microtonalismo: la visión de Moisés.
1984. $8,000.-
• ALCARAZ, josé Antonio , ... Con el
ahínco de su voz pretérita. 1984. $9,000.-
• CORTEZ , Luisjaime , Tabiques ro-
tos: siete ensayos musicológicos. 1985 .
$8,000.-
• TELLO, Aurelio, Salvador Contreras:
vida y obra. 1986. $10,000.-
• ALCARAZ, josé Antonio, En una
música estelar. 1987. $9,000.-
• CORTEZ, Luisjaime, Lavista, tex-
tos en torno a la música. 1988. $15,000.-
• RUIZ ORTIZ , Xochiquetzal, Ro-
dolfo Halffter. 1990. $20,000.-
• MENDOZA, Vicente T , FolHoreen
Puebla. • IBARRA, Federico, Cantata Il: Noc-
turno sueño. Tenor, flauta, coro mascu-
DISCOS lino y piano. $4,000.-
• MEDELES, Víctor Manuel. Ensayo.
• Festival de muslca y danza autóctonas Guitarra. $4,000.-
Vol. I $15,000.-
• SOTO MILLÁN, Eduardo, Gnomos.
• ENRIQUEZ, Manuel, Los cuartetos Clarinete. $4,000.-
de cuerdas. Cuarteto de Cuerdas Latinoa-
• TELLO, Aurelio. Dansaq. Violín.
mericano. $15,000.- $4,000.-
• CONTRERAS, Salvador, Música de • HERNANDEZ RINCONIDOR-
Cámara. Cuarteto de Cuerdas Latinoa- DELL Y, Sones para violín. $4,000.-
mericano . $15,000.-
• HUIZAR, Candelario, Música de Cá- CASSETTES y COMPACT
mara. $15,000.-
DISC
• LAVISTA , Mario. Reflejos de la no-
che. $15,000.- Serie Folklore Mexicano
PARTITURAS • Vol. III, La música tradicional en Mi-
choacán.
• ELlAS, Manuel de, Concertante a fÚJce, • Vol. IV, Los conjuntos de arpa grande de
flauta, 2 clarinetes, clarinete bajo , fa- la región planeca.
got, corno francés, 2 trompetas, 2 trom- • Vol. V, Cory'unto de arpa grande de la re-
bones, 4 timbales. $4,000.- gión de Occidente.
J 08 Ht/erofon ía

• Vol. VI. Confites y Canelones. México


en la tradición popular.
Precio cassette $20,000.-
C.D . $30,000.-
Aura, ópera en un acto de Mario
LavistaC.D . $30,000.00

Asimismo publicamos las revistas:


Pauta . Cuadernos de teoría y crítica mu-
sical $10,000.-
H eterofonía $13,500.00
Nuevas Técnicas Instrumentales $15,000.00

DE CHÁVEZ
y MA YER-SERRA
A HulzAR

lIZAlDE .
MON1ERROSO,
HElGUERA:
Jost DURAND

pOEslA
DE

CARMEN -o~INAS,
"llLORO,
SOflA GONZÁtEZ DE lEÓN,

JUliO DE ' 990

J ' 0.000 Do
1890

Febrero 2.
Teatro Nacional. Guglielmo Tel!, de Rossini. Última función de la temporada
de la soprano Adelina Patti. La empresa obtuvo pingües utilidades por haber
registrado lleno completo en todas las funciones y lo elevado del valor de los
billetes de entrada: plateas y palcos, 100 pesos; luneta, 12 pesos; galería
general, 4 pesos. Precios jamás vistos antes en México.

Abril 6 .
Teatro Nacional. Presentación del gran violinista español Pablo Sarasate. 1.
Obertura por la Orquesta del Conservatorio dirigida por J osé Riv~s . 2. Sonata
opus 5 de Beethoven; piano Eugen D ' Albert. 3 . Sonata a Kreutzer (Andante
y Variaciones) de Beethoven; violín, Sarasate; piano, Bertha Marx. 4. Or-
questa. 5. Berceusede la opus 57 de Rubinstein; Vals de Tausig. 6 . Lafée d 'amour,
de RafT; Sarasate y la Marx. 7. Procesión noruega opus 19 número 2 de Grieg;
Tarantela de Liszt ; piano, D ' Albert. 8. Fantasía sobre' ' Fausto" de Gounod de
Sarasate; violín, el autor; piano, Otto Goldschmidt.

Abril 8.
El capitán Boyer, profesor francés de piano radicado en México, desafió a
Eugen d ' Albert a un torneo de piano; el desafiado, calificando justamente a
su retador de simple aficionado, le despreció el reto agradeciendo a los
profesores mexicanos la defensa que de él hicieron.

Junio 23 .
Teatro del Conservatorio. Concierto en honor del doctor Alfredo Bablot,
director del establecimiento, quien recientemente había regresado de París.
1. Obertura de Enrique VIII de Saint- Saens, orquesta. 2. Fantasía de Dinorah,
arpa Flora López, discípula del profesor Alfonso Scotti. 3. Flor de la noche, solo
de flauta por Ambrosio Vázquez, discípulo de Librado Suárez. 4. Variaciones
de " Puritani" clarinete, N abor Vázquez. Cantaron Leocadia Medina, María
del Carmen Obregón y Luisa Larraza. Concluyó el programa con las Esce-
nas-alsacianas, de Massenet, estrenadas entonces. Orquesta de la Sociedad de
Conciertos del Conservatorio. Director, José Rivas.

Noviembre 8.
Teatro Nacional. Estreno en México de Lohengrin , ópera en cuatro actos, letra
y música por Richard Wagner, por la Sexta compañía de Ópera de Napoleone
Sieni. La obra se estrenó en el Teatro de Weimar el8 de agosto de 1850 dirigida
por Liszt. En México dirigió Gino Golisciani.
Efemérides de Jesús C . Romero

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