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preguntan
"¿Quién soy?", es un interrogante que los boludos se
genealógico'
y hasta dibujan un plano de un hipotético árbol
de los recuerdos'
Le preguntan a la abuelita e indagan en el baúl
ser el tataranieto
Entenderán que un indígena no tiene modo de
de Lope de Vega...
en mi Pasado'
No existe la forma, de veras, ni me importa indagar
/t3o-\ ,/ít\
-G
\ Soy tan joven y fuerte que no tengo pasado.
De ella, sÍ sé todo' Naciste mi flor' en el Hospital de
Clínicas'
Soy tan bello que ninguna cosa mala me la tarde' Y caíste a mis brazos'
toca. el 22 de enero de 2010, a las dos de
¿ lncendios?¿ Genocidios? ¿Dictaduras?
Te abracé antes que tu madre, te
besé antes que el viento
No soy argentino. ¿eué tengo de argentino yo? joderte en los ojos'
y te miré antes de que el sol viniera a
Mi padre no sabía quién era su padre y mi madre, pieza' sangrante'
iue el dia más feliz de mi vida y en la
como contrapartida, no sabia quién era su madre.
tu madre me Puteaba'
si es español'
Esun tema el manejo del idioma' más
No sé ni lo que quiero y mi corazón es un más imperial Sé: Margarita
Sacate el Vega, et Gomer, mi flor'
desastre. nada
No soy argentino, ni artista, ni trabajador, ni
chanta. Poderosa,MargaritaAntuánNatanael;MargaritaRocallosaFosforescente.
Solo tengo una hija que se llama Margarita. a la vez'
Sé, Margarita, sé grotesca y tierna
¡Qué bello es tener una hija que se llame Margarital
,'ii\ ,/5t\
F
Somos de acá, como Flecha Bus: nos
a vendemos al melor postor
y salimos a cualquier hora.
Zurita
Maquieira
Teillier
Gonzalo Rojas
¡Hul-dobro!
cada día
Lhin, el inútil, Hernández Montesinos'
que la poesía debe pagar'
mas emputecido. Es el precio
-eltriciclo descuajeringado del niño Olson
Ahumada-'
comprado en las veredas del Paseo
Paseo Ahumada'
La poesía de Chile es como el
a ciertas horas, intransitable'
ni dinosaurios
No acepta piratas de best sellers'
de fainá, nr televisivos de la derecha'
Para transitar por el paseo célebre
de la Poesía Chilena
y parecer'
hay que estar capacitado, saber
justamente consagrado por las manos
Todo esta
de la Gabriela Mistral estatal'
ii
su cabeza
De todo este mundo irrespirable' asoma l
/'5¡\ ,/3i...
HATUCHAY
Washington Cucurto
El multifacético barrio del
Once merecía un homenaje
poético de estas
características. Este libro
habla de un Once
desconocido por muchos,
un Once que se inicia en
1910 y continúa en la
década del 90 y sigue, y
sigue por los andariveles
del tiempo hasta el
comienzo del nuevo Siglo. porw' cucurto, para los festejos
37 poemas de clásico corte atolondrado, redactados
También es un hornenaje a
de los diez años del Hatuchay Bailable.
todas las personas y
personajes que transitan
día a dia por sus calles.
Alguien toma la Palabra
/B\
No señor, me llamo Romina, tengo 18
años, soy vendedora del Once y me hago cargo
como puedo de esta fantasía real alucinada:
delante de la vidriera la dueña soy yo.
Yo vendo para mí.
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La fotocopiadora...
7 I )(' n()che,
El sol está qr-re arde y solirmente alcanza .l crrrtel electrónico cle Coto
a dar vueltas alrededor c{e la rlLrrnina toda la vereda ,v el empedrado.
75
74
Potquc no pcrclct.nos tlciar clc clccir
lo c¡-rc hcmos visto t¡ r-¡íclo.
,\ las ciiez
cle lu nllrtianr
recitantlo srrs ntejrlrc-s
fOcln,rs
esust,u-lcli) a caicras l vicjas
con su aulliclo
Iticerclo Zclrtriu'rin
cfa art'aslracl¡r clc los pclos
ir,lr Ios tLLarcliirs clc segr-rticlacl
p()r t'irar l:rs cspiuacas
al piso,
le lrrnrlcj,r tlc' los kiu'is
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Zelarayín
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ñrlgor v rlclcitc
la escalcta lrrecánica.
clt:l virrinal arlo.
I',1 rlonstr:uo ¡Todas lraccn propagrtnll¡ clcl :rno!
fr-rc clcsalolarlo ¡Todas hacen diitrsiórt clcl ano!
La csr:irlcra
clel su¡rclmcrcaclo
mccliniczr
por tencr rral¡rs hábitos
cn c:l calor clcl vcrLanr.l
Y se r inrt)f()cluctir-o
pccanrirxisa clla.
parr la Socicclacl
(loz:r v triruspira c()trrr) Lrlt ma)nstru().
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cle los l\lcnclcs.
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Telarayán
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Una heladera en la noche
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Fabián Casas nació en Buenos Aires en
1965. publicó
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77
Sw rmv¡,s YA oscuRAS DEspEnr¡nr¡
Era uno de esos días en que todo sale bien. I )r'spertarte a mitad de la noche
Había limpiado la casa y escrito y vcr en el otro lado de la cama
dos o tres poemas que me gustaban. .r r tr mujer llorando
No pedía más. ('\ una experiencia importante.
t lrriere decir, entre otras cosas,
Entonces salí al pasillo para tirar la basura ,¡rrc mientras paseabas por los cuartos
y detrás mío, por una correntada, de tu cerebro algo se estaba gestando cerca
'lrrminados
la puerta se cerró. l ilyo.
Quedé sin llaves y a oscuras I Jn error con el cual mantenés una particular relación de
sintiendo las voces de mis vecinos rntimidad.
a través de sus puertas. I i r rque aunque no firmemos nada,
Es transitorio, me dije; rr i corramos apurados bajo la lluvia de arroz
pero así también podría ser la muerte: l)('nsamos que es para toda la vida
un pasillo oscuro, r' .rsí seguimos.
una puerta cerrada con la llave adentro lirtes, eu€ durante la noche
la basura en la mano. ,¡rrcdan amarrados al muelle,
¡',,lpeándose entre sí,
',, 1',írn el viento.
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36
otra sociedad,
¡No puedo parar de leer Poesía!
otro mundo,
Vivo en un mundo de libros breves
iQué voy a hacer?
ese mundo de palabras de mujeres y hombres
¡Alguien sáqueme de ésta!
que nadie conoce
¡Ya!
que publican libros hace 30 años;
Estoy escribiendo como todos esos locos,
pienso en el fucking Cisneros,
y está re grosso,
gente que está ahí, descentrada;
re bueno Fito.
alejada de todo,
Cada perra noche, saco una estampita de mi billetera,
o son demasiados jóvenes Y viven
con la cara de Bolaño y Papasquiaro, y Cuauhtémoc Blanco,
un copado mundo Paralelo al mundo'
mis máximos ídolos.
Esa gente, oh!
Escribo sin parar en un cuaderno cartonero.
Esos lectores, oh!
¡Está re bueno todo esto que me pasa!
Esos escribas, oh!
¡Hechos son helechos,
Esos quijotes, oh!
hechos son helechos!
Esos tipos raros, escribi endo La pieza lscura,
La bandera de Chile, ¡Hechos son helechos!
Oh, sí,
El cansador intrabaj ab le.
f aaa, tarar á, p arap imPomPán,
Gente rara,
¡para arriba total!
pegando figuritas;
escribiendo poemas a máquina;
escribiendo guiones de cómics,
leyendo a los Hnos. Lamborghini,
a los grasas Scarabelli,
Buenos Aires - Lima - D.F.,
Eduardo Lizalde
escribiendo un Poema al tigre en su casa"'
de la poesía
¡Estoy infectado con el virus de palabra
la