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ReSueltas
Margarita Paz Araya Flores
Jéssica Delgado Ñanculeo
Mª Cecilia Aretio Aguirrebeña
Paola Carrasco Rojas
Jéssica Lillo Acuña
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Araya, M; Aretio, C; Carrasco, P; Delgado, J. y Lillo, J.
ReSueltas
Santiago de Chile 2020.
126 pp.
Reg. Prop. Int. N° 2020-A-1070
ISBN N° 978-956-401-613-9
Impreso en Chile
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A las que resisten,
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6
Prólogo
ReSueltas, dejan de estar sujetadas a lo que les exige la
cultura patriarcal de moral judeo cristiana. Las autoras
-
jeres grandes que cortan el cable que las jala hacia una
mujeres.
-
-
tamos todas.
alcance de todxs.
Kena Lorenzini
7
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I. De infancia y de nosotras
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Irreversible
Jéssica Lillo Acuña
se
van
volando
hacia
el
mar.
11
De miedo
Jéssica Delgado Ñanculeo
“niñi-
¡Qué horror!
su nombre.
-
-
cender un interruptor, siempre estaba la posibilidad de
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contaban un cuento, esos clásicos, con lobos comiéndose
a la abuela o rompiéndole la casa a los chanchitos, ma-
patada.
13
-
-
-
diferente!
hay niños que jamás han visto un pollo vivo. Las masco-
tas eran perros cualquiera, gatos llegados de alguna par-
-
paviento, según el nivel de apego.
-
pistas concesionadas de Santiago. En esa época no estaba
Nadie me visita.
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Esa niña
Margarita Araya Flores
Ojos observadores
conservadores labios
silencian lo prohibido
Toma aire
mira tus manos
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La sombrita del ciruelo
Paola Carrasco Rojas
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La izquierda
Jéssica Delgado Ñanculeo
-
do, o sea escribe y hace todo con la mano izquierda: todo,
todo, pero todo,… hasta insulta. Es raro decirlo, pero él es
bien diestro con la mano izquierda: toca la guitarra, corta
con la tijera, y hasta se banca el banco que está hecho con
la cubierta para el otro lado, ¡Ah! y chutea como los dio-
ses, ¡chutearán supongo!
19
La niña en la vidriera
Margarita Araya Flores
Siempre perfecta,
cautivaba miradas.
Observada, aprobada
anhelaba salir.
Paralizada, asustada,
sintió que se ahogaba.
Decidió intentarlo,
nada malo pasó
rió, soñó,
hizo locuras.
20
Mi hijo llega
Paola Carrasco Rojas
Mi hijo llega,
sus ojitos iluminan la casa entera,
la buganvilla se pone su vestido fucsia
las cortinas bailan al ritmo de sus palabras.
Me aprieta en un abrazo
y mi cuerpo delgado y pequeño
siente que la vida valió la pena.
21
Mi mamá no me mima
Jéssica Delgado Ñanculeo
-
ramos que fuera un poquito más mamá.
23
Recomenzar
Margarita Araya Flores
A Martín
Un liviano equipaje
lo necesario ya lo tienes
está en tu historia
en tu piel.
corre, salta,
vuela,
eres tú.
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Colores
Paola Carrasco Rojas
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Ojitos de calafate
Cecilia Aretio Aguirrebeña
Cuerpos pintados
blancas tierras
tan austral
pases mágicos
encendiendo hálito ancestral
Creciste breve
un puñado de años
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Niña de nácar y pieles
pelo negro
mirada de calafate y sal
un cuchillo
cortó el hilo
tus latidos
se apagaron
como la luna en el mar
Niñez arrebatada
genocidio
historia de oscuridades
estremece recordar.
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II. De violencias y desgarros
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30
Transparente
Cecilia Aretio Aguirrebeña
Transparente en tu familia
invisible a la sociedad.
Sin habla
rogando olvidar.
31
Mistreated
Jéssica Delgado Ñanculeo
(Deep Purple)
piso.
Primera escena
33
Segunda escena
Tercera escena
Cuarta escena
Quinta escena
Sexta escena
-
sos, evitar las huellas. Luego una cama. Se recuesta e in-
tenta descansar. Duele, duele todo; el alma está destroza-
da, la cabeza no puede con tanto pensamiento, la quijada
la obliga a adoptar ciertas posiciones. Piensa-siente-due-
le. Sabe que en algún momento debe ir a rescatar su auto.
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Prisionera
Cecilia Aretio Aguirrebeña
Pasos menudos
esquiva mirada
noche encierra soledad.
Inertes madres
pupilas dormidas
parece que están
pero no están.
Niña sonámbula
trance cruel
prohibido retroceder
imposible avanzar.
Confusión de lenguas
gestos traicioneros
amenazas de pérdida
culpas que atrapan la verdad.
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Surgen voces
se alzan gritos
el dolor también es nuestro.
38
Escapar
Jéssica Delgado Ñanculeo
de mi bendita soledad.
39
Estoy en el sitio más absurdo, estoy en medio de la nada;
inmóvil, cercada, lejana.
40
Afrodita ensangrentada
Cecilia Aretio Aguirrebeña
Tu cráneo roto
abierto el cuello
tu pecho herido derrama sangre
leche ya no.
Esa que diste a tus hijos
la misma que bebió él,
tú, Afrodita miel.
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¿Qué pensarás ahora?
¿Qué sentirás?
¿Quién estará contigo?
¿Hacia dónde irás?
Un coro de mujeres
susurra hasta gritar,
son doce las hermanas
que no retornarán.
42
Amor en tinta
Paola Carrasco Rojas
-
-
llaje en la farmacia, se relaciona con la gente, regresa y
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Agonía
Margarita Araya Flores
Acurrucada
cabeza desencajada
manos entrecruzadas
siento que me ahogo
Cemento congelado
lentamente entre mis huesos
casi no respiro
Nadie alrededor
merma mi llanto
caen los segundos
se vuelve aterrador
Se acaba el lamento
invade el silencio
mi verdugo
44
Corazón destrozado
Jéssica Lillo Acuña
30 años. 3 hijos.
Asesinada el 20 de agosto 2016
Destrozado corazón
con enlutada rabia
bordo
bordo
sigo bordando
como escarbando la tierra
intentos desesperados
de arrancarte del silencio.
45
Corazón destrozado
cosido te quedas
más allá
de la muerte.
46
Devota traición
Paola Carrasco Rojas
En segundos el júbilo de él
para ella fue una tragedia.
Devoción y amor
fertilizaron su doble traición.
47
Pupilas mariposas
Cecilia Aretio Aguirrebeña
Enloquecida bestia,
primitivo, sanguinario.
Libre y enceguecido
camina por el vecindario.
arrancaste su mirada,
quebraste su cuerpo frágil.
¡Nadie se atrevió a hacer nada!
Abusaste de la fuerza,
de tu posición de macho.
No actuaste solo, hay cómplices,
testigos congelados.
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Sus pupilas mariposas
nunca más despertarán
pero la luz no se extingue
con violencia patriarcal.
Velas multiplican
la llama de la indignación.
Crecen alas poderosas,
despiertan conciencias.
Vamos en bandada,
desenmascarando
cada intento
de atemorizar,
esclavizar,
matar.
En picada caeremos.
49
Fuga
Paola Carrasco Rojas
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Musa mancillada
Cecilia Aretio Aguirrebeña
Él,
un Nobel,
se atreve a publicar:
deseaba poseerla,
forzándola,
pisoteó su dignidad.
Narra la historia
en sus memorias,
cosmopolita,
de su carrera diplomática
una anécdota más.
Precisamos sacudir
51
52
III. Cuerpas
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54
Te lluevo
Cecilia Aretio Aguirrebeña
Te lluevo,
me precipito,
humedezco,
chorreo sin paraguas.
indiferencia,
Intenso otoño.
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Star trek
Jéssica Delgado Ñanculeo
-
tarle el falo. Ella se preocupaba, indagaba en la literatura,
ya que nadie hablaba mucho del tema en esos años.
57
No siempre le resulta fácil llegar a las estrellas; a veces
hay que luchar contra el cansancio, contra el estilo inade-
-
vos, la desconcentración y tantas cosas que se interponen
ante tan alto vuelo.
torpe, tan lento y tan torpe que ella puede esperar, con
esa mezcla rara de paciencia y ansiedad a que acierte en
el punto e intensidad exacta; otras, está tan dispuesto
que sabe perfectamente cómo llevarla donde quiere ir. Le
gusta tanto la mano de él que suele descubrirse mastur-
bándose con la mano izquierda.
58
Lunes de besos
Cecilia Aretio Aguirrebeña
Abrirte mi boca
entrar por tus labios
bebiéndonos
sorbiendo agua mágica
medicina que brota
en doble manantial.
Eres besos
besos soy.
El calor sorprendido
avasallado por el nuestro.
Un ventilador enmudece
la ciudad baja sus párpados.
59
Todo se detiene ante estos besos
todo se detiene.
Todo.
nuestros cuerpos.
60
Mar
Jéssica Lillo Acuña
Atrevida te enredas
en los pies desnudos
de las amantes,
Quieres para ti
Esforzada en atraparlas
tu lengua encrespada
no renuncia.
Intentos fallidos
entre espuma sedosas resbalan.
Foráneas amantes
danzan con trenzas de algas
llenan sus bocas de azul
estrellas de mar iluminan sus ojos
son caracolas de sal.
61
Sumergidas en la arena
su respirar jadeante
resuena en tus huertos rocosos,
Sexos ardientes
se funden en el ocaso.
Resentida de soledad
celosa de amor
las envuelves de profundidad
para desprender la miel
62
Brindis
Cecilia Aretio Aguirrebeña
Atraviesa la oscuridad
se mezcla con risas
décimas y parabienes
Embriaga palabras
alucina caricias
En orgasmos
da a luz la vida
Sin anestesia
ni artefactos
a solas con la tierra
Destilando sueños
que luego de macerar
brindan con nosotros
al amanecer.
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Una noche
Margarita Araya Flores
Imágenes
recuerdos
dos cuerpos
un paréntesis
Espacio
complicidad
sangre efervescente
Botella hurtada
copas llenas
de notas y risas
manos escurridizas
Piel erizada
incendio creciente
que baja despacito
entre vientos y sudores
Noche anacrónica
olores
sabores
secretos
y amores
Muertos al amanecer
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Mal llamado
Jéssica Lillo Acuña
Amordazado amor
raspas la piel
destiñes el cuerpo
estrujas la carne
secas la boca
fatigas la entrepierna.
Tragas el silencio
mutilas el eros
entorpeces los dedos
La sangre
se vuelve
espesa
amarga.
No tienes
olor
color
ni sabor.
65
El sexo
no late
no suena
ni suda.
Amordazado
mal llamado amor
de la respiración
exhausta
del sudor
excitante deseo.
66
Plagio a Benedetti
Cecilia Aretio Aguirrebeña
Imprescindible nunca
hasta necesario,
un hombre desnudo
Un hombre apasionado,
Hombre desnudo
que pueda rodearte con un solo brazo.
El imán de su torso atraiga el cuerpo tuyo.
De pecho generoso
y respiración de hoguera.
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Que fragüe estrategias y tácticas,
propagando gozosos los encuentros,
y el aburrimiento y dolores
multiplique por cero.
Fundamentalmente un Otro.
68
Canción fúnebre
Jéssica Lillo Acuña
A Rebeca, mi abuela
Sobre la cama
el cuerpo en abandono
sobre los huesos.
Hilos de marioneta
diáfanos los tendones.
Estrujados senos
senil sexo
asoman
entre arrugada piel.
Reducido
sin retorno desvanece.
Agónicos estertores
emanan de la abierta boca
tragándose los ojos ahuecados.
Deshabitado
mira sin mirar
con aliento mortal
el pecho dilatado
inhala sin oxigenar
el corazón revolcado
69
Despojado de calor
entre sábanas mortuorias
huye del rigor mortis
escurriedo por rendijas
goteando por los vidrios
de las viejas ventanas.
Existencia en un breve
calada confundiéndose
entre la gente
su gente
la casa de adobe
su casa
desabrigados de dolor.
70
IV. De amor y otras vueltas
71
72
Desahuciada
Paola Carrasco Rojas
el cerro, el humedal,
el recuerdo de tu voz,
el amor que nos entregamos,
73
No hay duraznos
Margarita Araya Flores
Capullos en la rama
cobijados del verano
El verde es opaco
el rojo oscuro arrugado
de cada esfera incipiente
se niega a explotar
Tiempo de muerte
de duelo y nostalgia
del fruto que no dio
Muere en la mata
sin regocijo para un alma
sin verde ni rojo
sin juegos ni deseos
Verano
sin
duraznos
74
Sin necesidad
Cecilia Aretio Aguirrebeña
lo quiero
lo deseo
le invito a estar conmigo
a quedarse
mi propuesta es al revés
usted desate esos nudos
que aún no he podido soltar
yo le abriré la camisa
desabrocharé esos bolsillos
quitaré un par de cerrojos
un poco
no se crea que me tiene de cabeza
quizás algo
75
Compañeros
Margarita Araya Flores
recuperando anhelos
Caminos cruzados
diálogos silenciosos
de caminantes irreverentes
coincidentes en tiempo y espacio
para crear sueños
derribar imposibles
76
Risas
miradas
deseos
con celeridad abortados
coincidencias sin nombre
de
forma
sutil
e inesperada
77
La casa de Santa Elisa
Paola Carrasco Rojas
detenida en el tiempo,
para no perder la esperanza de que en algún momento
regreses
y me regales como siempre,
tu risa de niño.
78
Intoxicada
Jéssica Delgado Ñanculeo
pasada la medianoche.
79
-
na, porque aunque le aburren un poco, igual son alimento
para su ego.
81
Destiempo
Margarita Araya Flores
Fugazmente te encuentro
entre tormentas y vientos
apareces intenso
en palabras y cuentos
Sueños a destiempo
82
Intrarecuerdo
Jéssica Lillo Acuña
el jazz,
Fulano,
Congreso,
libros en el suelo,
tu radio,
mis cassettes,
entre humo de cigarro.
¿Recuerdas?
Abrazos rodeando la soledad,
ausentes de pasión.
Ropas impregnadas
de miseria y humedad.
83
¿Sabes?
otras como yo
lamieron mi cuerpo
levantaron
y enseñaron a no vivir
en el fondo de un reloj sin tiempo.
No
no fue el tiempo
no fue el momento
no fue el lugar
no éramos un nosotros.
84
Aprendizaje
Margarita Araya Flores
Profundo aprendizaje
Intenso descubrimiento
Separación provocadora
apegos alocados
cariños inventados
Aprendizaje forzoso
tiempo equivocado
tantos son los sueños
al segundo arrebatados
85
86
V. Letras sueltas
87
88
Jéssica Delgado Ñanculeo
la pequeña muerte.
89
Creación
Margarita Araya Flores
Corazón agitado
locas ideas
plasmadas en papel
arte creado
Sublime placer
goce desatado
erizada piel
imagen recurrente
Pensamientos
respiración acelerada
testa arrebolada
cascada destellante
Sueños cruzados
de almas residentes
emana efervescencia
que me lleva al nirvana
90
El encuentro que nunca fue
Jéssica Delgado Ñanculeo
-
tepasados y los antepasados de sus antepasados. Por lo
menos hasta un cierto punto en lo que se ha dado por lla-
mar historia. No se aventura más allá pues en él subyace
la convicción de que
-
cinas y pasillos altamente circulados.
-
-
-
servador que un museo? - piensa. A él le gusta la gente.
e temor e
inseguridad, solo un poco, la normal ante lo descono-
91
rápidamente. Era mucho más fuerte su curiosidad y por-
soledad.
-
juiciados y menos discriminadores, siempre se dice eso
de los más jóvenes, pero o estaban muy aleccionados por
sus mayores o las cosas estaban cambiando con esto de
la modernidad. Probó con los grandes, apelando a la sabi-
-
llaciones eran evidentes. Iba arriba y luego abajo, como
imitando su propio sentir. Se transformó una y otra vez,
tratando de agradar, de igualarse o al menos parecerse.
-
cepto aritmético de resta, de sobra. Unas cuantas veces
93
mes cuadros mostraban la bondad y misericordia de “los
*El renacuajo, o guarisapo negro se encuentra en una pileta del Museo La Mer-
94
Trilogía
Margarita Araya Flores
A veces el anochecer
despierta impetuoso
un remolino creativo
sincronizadamente enlazadas
A veces el amanecer
con prisa adormece
el torbellino de invenciones
en el ruido citadino
sin pausas ni compasiones
Notas de galope
letras de versos
aguas alucinógenas
cruzadas
revolviendo la quietud del espacio
Torbellino de quimeras
destellantes luminosas
piel erizada
ánima entintada
de quien las sostiene
95
que enardece el alma
sintiendo en cada instante
notas y letras
revueltas
en
la
copa
96
Jugadora compulsiva
Cecilia Aretio Aguirrebeña
Si no te la juegas
¿de qué vida estamos hablando?,
pero la aspiro,
como si mi existencia
se corporalizara en poderosa fosa nasal,
en una garganta,
97
unos bronquios,
elásticos pulmones
que, esperanzados,
se llenan de ese aire maldito,
quema,
corroe,
más te permite seguir jugando.
Cautelosa me acerco
y cuando ya estoy frente a ella
entrego la bolsa,
¡la bolsa y la vida!
Inspiro y expiro
aunque no caiga ninguna
redonda, tintineante ni brillante moneda
apuesto a ganar vida
haciendo lo que sé hacer:
Jugar,
limpiamente,
a perdedora.
98
Alma mía
Margarita Araya Flores
hambrienta,
agitada,
corre detrás de los sueños.
sedienta,
alocada,
ardes en destellos.
Buscas incesante
calmar, adormecer
adverso escenario,
no encuentras descanso.
tu locura reprime.
detente, dirime.
Aquieta tu paso
siente el silencio.
Repliega tu marcha
que el dolor tiene precio.
99
100
VI. Resistencias
101
102
Paola Carrasco Rojas
103
Arranco y desgarro
Jéssica Lillo Acuña
Arranco y desgarro
de mi cuerpo
ropas sociales
sostenes culturales
calzones religiosos
castrantes
culposos.
Saco la blusa que abotona
ahogando mi pulsión.
Arranco y desgarro
las medias que hacen
sudar mi entrepierna
quito con fuerza mis pies
del claustro obscuro y húmedo.
104
Arranco y desgarro
elásticos, tirantes, cinturones,
fajas, moños
que lastiman, marcan, aprietan
moldean mi cuerpo
para otros.
Provoco, movilizo
mi cuerpo a sentir
erizar la piel
erectar los pezones
sin culpas, sin miedo.
Lavo mi cara
limpio mis ojos
me miro, en una mirada
inacabada,
incompleta de mi misma
reconstruyo
armo
invento
dibujo.
Finalmente
me reconozco
en esas otras, en tantas otras como yo
sueltas
callejeras
rebeldes
provocadoras
putas y santas.
105
Esas otras,
mujeres,
mujerotas,
mujerzuelas,
mujercitas.
me declaro abiertamente
habitante de mi propio cuerpo.
106
Transmutación
Cecilia Aretio Aguirrebeña
¡Calla!
amenazó la indiferencia.
Mas el susurro
agazapado
traspasó el cráneo.
Resistente
se quedó retumbando
en la cavidad terrestre,
107
Mirada
Jéssica Lillo Acuña
ni al género, ni al destino.
Esas otras
que nacer o hacerse
poco sentido tiene
cuando el tiempo
se fuga
entre las rendijas
de vidas agrietadas,
que entre juegos infantiles
aprendieron a criar en soledad.
Otras
con cicatrices sobre cicatrices
curtidas en la artesa
108
Mosaicos
Jéssica Lillo Acuña
Cigarros consumidos
caen al suelo
como gotas equilibristas
en la orilla de tus ojos.
Busco encajar
heridas compartidas
como los mosaicos
que nos sostienen
formados de trocitos
amorfos, desteñidos.
109
La cita
Margarita Araya Flores
y la recuperación
de los sueños en la crianza
Resguardaba creencias
convicción de devengar lo arrebatado
aunque desolada
El tiempo se acaba
te abrazo,
reconozco
recibo,
hago propia
tu voz,
tus brazos
tu alma
110
Anónimas en trilogía
Jéssica Lillo Acuña
Ausencia
A Margarita Donoso
En noches sin luna
evoco el recuerdo
de un abrazo
calado de pólvora
miedo
oscuridad.
En las paredes
de la memoria
pintada quedó
tu robusta sombra.
Volcán fecundo
fugitiva rebelde
de la muerte enamorada
esa…
que nunca olvido tu nombre.
111
Muchacha roja
A Elba Moreno
Hermosa muchacha
banderas enlutadas
te despiden
con la razón estremecida
los ojos inundados
apretado el pecho.
Tu clandestina silueta
construyendo futuro
sembrando juventud
en el centro del miedo.
de las revolucionarias
permaneces danzante
entre polvorientas calles.
Florida combatiente
con entretejida nostalgia
te quedas en cada acorde
en la fúnebre vela.
Vestida de amaranto
irás por siempre
primavera.
112
La noche
A Viyan Antar
soldados mercenarios
encontraron una sombra
aferrada a la tierra.
La orden, ¡borrarla!
En segundos
ensordecedoras metrallas
contra ella arremetieron.
En vano fue
tanta metralla.
Rabiosos desquiciados
intentaron impedir
que la luz la alimentara.
Dicen
que aquella sombra
olivos ojos
de andar libertario
era guerrillera.
Que desprendida
del fragmentado cuerpo
su silueta con el fusil al hombro
fue absorbida por la tierra
para acunarla en su seno.
113
Grito Primordial
Cecilia Aretio Aguirrebeña
descontentas
¡Gritonas!
se quejan
y acusan vociferantes
desde su comodidad
que no es decoroso
desvestidas
unidas en un coro de pechos
desbocadas
114
Puja intenso nuestro grito
desde lo primordial
Rompe tejidos
GRITAMOS
GRITAMOS
apostólicos
hebreos
y de padres de la patria
GRITAMOS
personales
colectivas.
115
fuimos cuatrocientos mil gritos
laringe colorida
garganta tensándose
ensanchándose hacia abajo
Un zumbido poderoso
de colmena perdida
volcada
arañada por garras que solo buscan miel
aniquilando a quienes la producen
obreras laboriosas
de su existencia
y de quienes vendrán
a las redes
116
por tanto tiempo de aislamiento y silencio
se conectan atentos
y como una gran antena
transmiten incesantes
prosiguen
la profunda Voz.
117
Clítoris en rebeldía
Jéssica Lillo Acuña
118
incrustado
encarnado al sexo
resistido a la mordaza
insurgente frente al anonimato
autoproclamado,
autónomo,
erótico,
exhibicionista,
orgásmicamente
vivo.
119
120
Índice
Prólogo. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7
I. De infancia y de nosotras . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9
Irreversible Jéssica Lillo Acuña . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11
De miedo Jéssica Delgado Ñanculeo . . . . . . . . . . . . . . . . . . 12
Allegada Paola Carrasco Rojas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 15
Esa niña Margarita Araya Flores . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 16
La sombrita del ciruelo Paola Carrasco Rojas . . . . . . . . 17
La izquierda Jéssica Delgado Ñanculeo . . . . . . . . . . . . . . . 18
La niña en la vidriera Margarita Araya Flores . . . . . . . . 20
Mi hijo llega Paola Carrasco Rojas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 21
Mi mamá no me mima Jéssica Delgado Ñanculeo . . . . . 22
Recomenzar Margarita Araya Flores . . . . . . . . . . . . . . . . . 24
Colores Paola Carrasco Rojas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 25
Ojitos de calafate Cecilia Aretio Aguirrebeña . . . . . . . . . 26
II. De violencias y desgarros . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 29
Transparente Cecilia Aretio Aguirrebeña. . . . . . . . . . . . . . 31
Mistreated Jéssica Delgado Ñanculeo . . . . . . . . . . . . . . . . . 32
Prisionera Cecilia Aretio Aguirrebeña. . . . . . . . . . . . . . . . . 37
Escapar Jéssica Delgado Ñanculeo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 39
Afrodita ensangrentada Cecilia Aretio Aguirrebeña . . . 41
Amor en tinta Paola Carrasco Rojas. . . . . . . . . . . . . . . . . . 43
Margarita Araya Flores. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 44
Corazón destrozado Jéssica Lillo Acuña . . . . . . . . . . . . . . 45
Devota traición Paola Carrasco Rojas . . . . . . . . . . . . . . . . 47
Pupilas mariposas Cecilia Aretio Aguirrebeña . . . . . . . . 48
Fuga Paola Carrasco Rojas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 50
Musa mancillada Cecilia Aretio Aguirrebeña . . . . . . . . . . 51
121
III. Cuerpas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 53
Te lluevo Cecilia Aretio Aguirrebeña. . . . . . . . . . . . . . . . . . 55
Jéssica Delgado Ñanculeo. . . . . . . . . . . . . . . . . . . 56
Lunes de besos Cecilia Aretio Aguirrebeña. . . . . . . . . . . . 59
Mar Jéssica Lillo Acuña. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 61
Brindis Cecilia Aretio Aguirrebeña . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 63
Una noche Margarita Araya Flores. . . . . . . . . . . . . . . . . . . 64
Mal llamado Jéssica Lillo Acuña . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 65
Plagio a Benedetti Cecilia Aretio Aguirrebeña. . . . . . . . . 67
Canción fúnebre Jéssica Lillo Acuña . . . . . . . . . . . . . . . . . 69
IV. De amor y otras vueltas. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 71
Desahuciada Paola Carrasco Rojas. . . . . . . . . . . . . . . . . . . 73
No hay duraznos Margarita Araya Flores. . . . . . . . . . . . . 74
Sin necesidad Cecilia Aretio Aguirrebeña . . . . . . . . . . . . . 75
Compañeros Margarita Araya Flores. . . . . . . . . . . . . . . . . 76
La casa de Santa Elisa Paola Carrasco Rojas . . . . . . . . . . 78
Intoxicada Jéssica Delgado Ñanculeo . . . . . . . . . . . . . . . . . 79
Destiempo Margarita Araya Flores. . . . . . . . . . . . . . . . . . . 82
Intrarecuerdo Jéssica Lillo Acuña . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 83
Aprendizaje Margarita Araya Flores . . . . . . . . . . . . . . . . . 85
V. Letras sueltas. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 87
Jéssica Delgado Ñanculeo . . . . . . . . . . . . . . . . . 89
Creación Margarita Araya Flores . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 90
El encuentro que nunca fue Jéssica Delgado Ñanculeo . . 91
Margarita Araya Flores . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 95
Jugadora compulsiva Cecilia Aretio Aguirrebeña . . . . . . 97
Margarita Araya Flores . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 99
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VI. Resistencias . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 101
Paola Carrasco Rojas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 103
Arranco y desgarro Jéssica Lillo Acuña . . . . . . . . . . . . . 104
Transmutación Cecilia Aretio Aguirrebeña . . . . . . . . . . 107
Mirada Jéssica Lillo Acuña . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 108
Mosaicos Jéssica Lillo Acuña . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 109
La cita Margarita Araya Flores . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 110
Jéssica Lillo Acuña . . . . . . . . . . . 111
Ausencia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 111
Muchacha roja . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 112
La noche . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 113
Grito Primordial Cecilia Aretio Aguirrebeña . . . . . . . . . 114
Jéssica Lillo Acuña . . . . . . . . . . . . . 118
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