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Facultad de teología
Salamanca 2022
1
INDICE
INTRODUCCIÓN.......................................................................................................................3
1.- ¿Qué es el yoga?.....................................................................................................................4
1.1.- Definición Etimológica y origen:.....................................................................................4
1.2.- doctrina y contenido del yoga:.........................................................................................5
2.- La oración cristiana y su diferencia con el yoga:....................................................................8
2.1.- similitudes o puntos de encuentro:...................................................................................8
2.2.- diferencias:.....................................................................................................................10
CONCLUSIONES:....................................................................................................................12
BIBLIOGRAFÍA:......................................................................................................................13
2
INTRODUCCIÓN
3
1.- ¿Qué es el yoga?
La práctica del yoga es de origen oriental, en la India para ser más específicos, y ha
tenido una rápida expansión por todo el occidente. En muchos de los casos mucha gente
lo practica por una paz o tranquilidad que transmite, es decir, como un ejercicio o como
medio medicinal para la salud mental; en otros casos, lo practican por un motivo
religioso, asociándose a movimientos o grupos religiosos surgidos por el Hinduismo en
búsqueda de una experiencia espiritual o contacto con la divinidad para poder buscar el
sentido de su propia vida y dar respuesta a las interrogantes existenciales que se les
presenta.
1
Ò. Pujol, y L. Villegas, Diccionario del Yoga: historia, práctica, filosofía y mantras, Madrid 2018, p. 23-
24.
2
Ò. Pujol, y L. Villegas, Diccionario del Yoga…, p.24.
3
Ò. Pujol, y L. Villegas, Diccionario del Yoga…, p. 23.
4
<<La palabra yoga, en su sentido más amplio, es un nombre genérico que abarca
un conjunto de tradiciones índicas (hinduistas, budistas y jainistas) orientadas a
la autotranscendencia, la liberación o la obtención de poderes sobrenaturales. En
este sentido, sería un sinónimo de «vía o camino espiritual», e integraría
distintos enfoques y disciplinas (más o menos metódicas) que buscan aquella
transformación del cuerpo, la mente y la consciencia que nos libere del
sufrimiento y de las servidumbres del ego>>4.
Entonces se puede decir que el yoga es una práctica que tiene que ver con la conducción
de nuestra vida en lo cotidiano, según lo que la naturaleza y estructura de las cosas nos
muestre a la luz de la estructura del universo. <<Así pues, puede decirse que el yoga es
el modo necesario de comportarse la personalidad o la individualidad de cualquiera que
cumpla las exigencias de la ley del universo>>.5
En este apartado es bueno precisar que el yoga, al ser un sistema, por así decirlo de
contacto con la divinidad y la esencia del universo, como un estilo de oración, no se
reduce todo a una solo doctrina, sino que es un sistema de doctrinas provenientes del
hinduismo. Debemos tener en cuenta que el Hinduismo no tiene un fundador como tal,
sino que reúne, por así decirlo, a todas las manifestaciones religiosas de la India antigua
cuyos textos sagrados están en los vedas. El yoga es parte de este universo, cuya
práctica también se da en el budismo.
Ahora es necesario ir precisando la doctrina o el contenido mismo del sistema del yoga
para ir entendiendo en qué consiste.
En primer lugar, cabe mencionar lo que respecta a las deidades hindú, o al menos la más
importantes. Son 10 deidades importantes, las cuales se reducen a una trinidad, como a
un principio tripartito, estos dioses son: Brahma, que sería el creador del universo;
Vishnú, el que protege y conserva el universo; y Shiva, el destructor o liberador.
Vishnu, para proteger la tierra, y al hacerse cercano al ser humano, tiene avatares y
reencarnaciones. Una de ellas, y el más popular e importante avatar es Krishna, quien es
venerado como dios. Se le hace mención en el Mahabarata, y en el bagavad gita aparece
enseñando el camino del yoga a Arjuna:
<<En el Bhagadad gita, Sri Krishna, la suprema personalidad de Dios, enseña a
Arjuna la perfección del yoga. Si de verdad queremos participar de la perfección
del sistema de yoga, en el bhagavad gita encontraremos las declaraciones
concluyentes de la persona suprema>>.6
El yoga tiene como objetivo principal librar a lo que ata al hombre en su conexión a la
divinidad y al universo, es decir, la ignorancia, el mundo de las apariencias. Se
convierte así en una vía de liberación, aunque en realidad el yoga no se reduce a un solo
método o senda, sino que hay variedades del yoga, como también gradaciones que
veremos más adelante.
4
Ò. Pujol, y L. Villegas, Diccionario del Yoga…, p. 23.
5
S. Krsnananda, El yoga como ciencia universal, Madrid 2014, p.27
6
A.C. Bhaktivedanta Swami Prabhupada, La perfección del yoga, p. 5.
5
Por ello es necesario entender que la práctica del yoga antes de ser un conjunto de
técnicas es un saber que nos lleva al conocimiento de las estructuras del universo, es
decir, la sabiduría que también nos lleva a la divinidad:
<<Lo primero y principal que se nos pide como estudiantes de yoga no es que de
repente nos pongamos a practicar ciertas técnicas, porque la practica sólo es una
consecuencia necesaria del conocimiento o intuición de la estructura de las
cosas. Si falta el conocimiento la practica puede salir mal Por eso, se insiste a
menudo en los círculos filosóficos en que la ética se basa en la metafísica>>.7
Lo que consideran las doctrinas que practican el yoga es que lo más importante del ser
humano es la consciencia, identificada también por el alma, pero, al caer en el samsara,
en el mundo material, el tiempo y del espacio olvida su propia esencia reencarnándose
una y otra vez en diversas formas de existencia: <<el alma olvida su propia esencia y
cae en el saṃsāra, el mundo de las apariencias, del tiempo y del cambio, donde se
reencarna una y otra vez en diversas formas de existencia>>.8
Aquí entra el concepto de karma, que son las acciones que el alma experimenta en cada
circunstancia de cada vida en que se ha reencarnado, acciones que han estado enraizadas
en la ignorancia: <<Las circunstancias que experimenta el alma en cada vida particular
son el resultado de las acciones (karma) realizadas en vidas pasadas; acciones, todas
ellas, enraizadas en esta misma ignorancia>>. 9 En esas circunstancias de enraizamiento
en la ignorancia, el alma busca satisfacción en los seres mundanos y placeres, sin tener
en cuenta que son transitorios, y al tener esta característica de ser finitos, deja en el alma
un vacío y como una falta de sentido. Este desconocimiento de la sabiduría es lo que
causa sufrimiento: <<la ignorancia metafísica (avidyā) es la raíz de todo sufrimiento
(duḥkha)>>.10
Por eso se hace necesario que el alma abandone todo lo que tenga que ver con el
Samsara o mundo material para que pueda centrarse en lo que verdaderamente es lo que
le da satisfacción o felicidad y que está en sí misma, la fuente de dicha eterna que hay
en su interior y de la que debe estar consciente. Si fuera consciente de ello sería libre.
Por ello, debe dejar de buscar su plenitud en este mundo y acercarse a lo que le
restablecerá su consciencia originaria:
<<el alma no puede percibir que la fuente de dicha eterna se halla en su interior.
Existe una única posibilidad de apaciguar el sufrimiento y escapar de la terrible
rueda del saṃsāra: que el alma deje de buscar la plenitud en el mundo,
desapegándose de él, reconociendo su verdadera naturaleza espiritual y
restableciendo su relación originaria con la consciencia>>.11
La liberación (nirvana) de este sufrimiento del samsara se alcanza mediante el
conocimiento de la sabiduría, para ello, el alma ignorante deber recurrir a una práctica
espiritual que le permita acceder a esa sabiduría, y, a la vez, purificar o limpiar su
mente.
7
S. Krsnananda, El yoga como …p, 28
8
Ò.Pujol y L. Villegas, Diccionario del Yoga: historia, práctica, filosofía y mantras, p.25
9
Ò.Pujol y L. Villegas, Diccionario del Yoga: …., p.25
10
Ò.Pujol y L. Villegas, Diccionario del Yoga: historia, práctica, filosofía y mantras, p.25
11
Ò.Pujol y L. Villegas, Diccionario del Yoga: …. p.25
6
El fundador del movimiento Hare Krishna, A.C. Bhaktivedanta Swami Prabhupada,
también señala, en este sentido, que el sistema del yoga nos permite conectar nuestra
conciencia en el superalma, tratando que la agitada mente se concentre en llegar a esta
plenitud: “La esencia del yoga es el control de la agitada mente. En el sistema del yoga
de la meditación, la mente se controla al concentrarla en la Superalma; este es el
propósito del yoga.”12
Encontramos, así como una especie de clasificación o tipos de yoga, o, dicho de mejor
modo, sendas del yoga o tradiciones:
a) El karma-yoga, o «yoga de la acción», considera que no es necesario ni
recomendable renunciar al mundo, sino que la cuestión radica en la actitud desde
la que actuamos: hay que cumplir con el propio deber o naturaleza (dharma)
pero sin apego, de forma desinteresada, es decir, renunciando a los frutos de
nuestras acciones y dedicándolos a Dios y al bien de todos los seres.
b) El rāja-yoga, o «yoga real», consiste en el control estricto de la mente y los
sentidos, a través de austeridades y ejercicios de concentración y meditación,
con el fin de alcanzar un estado de silencio mental absoluto y permanente
c) El jñāna-yoga, o «yoga del conocimiento», propone el estudio de los textos
tradicionales, la escucha atenta de las enseñanzas del propio maestro, la
reflexión, la meditación y la contemplación de la unidad que subyace a todo, con
el fin de alcanzar la unión contemplativa del alma o Sí mismo (ātman) con la
Realidad trascendental (brahman). Esto tiene que ver con el conocimiento de la
sabiduría, que sería el fundamento del yoga.
d) El bhakti-yoga, «yoga de la devoción», plantea que el amor a Dios es el medio
más poderoso y directo que tiene el alma para alcanzar la unión con él. Esto se
realiza a través de ritos, danzas, cantos. Un ejemplo es la recitación de mantras.
Estas sendas tienen peldaños o grados, por así decirlo. En el primer peldaño estaría el
jñana yoga, que seria el fundamento de todos los demás peldaños, ya que sin la
sabiduría o conocimiento no sería posible la perfección de la meditación o el servicio a
los demás o los cantos y técnicas del yoga. Sería como una meditación sin contenido.
En el segundo peldaño se encontraría el karma yoga que nos abre al servicio de la
divinidad y de los demás, son las acciones que nos liberan del ego; en el siguiente
peldaño estaría el raja yoga, que nos permite tener un control mental, y, por último,
como culmen de todo esto es el bhakti yoga, que es el fin de todas estas sendas, pues
una vez liberada el alma puede unirse a la divinidad.
Podemos también aquí hablar, dentro de lo que es el bhakti yoga y de la meditación, el
mantra yoga.
Los mantras son fórmulas sagradas dentro del ritual y de la meditación que por sus
vibraciones hace que el alma se una a su propia conciencia y a la divinidad. Estas
pueden ser de un solo sonido o de repetición de frases védicas.
Un mantra conocido es el siguiente: Hare Krishna Hare Krishna Krishna Krishna Hare
Hare Hare Rama Hare Rama Rama Rama Hare Hare, muy difundido por el movimiento
Hare Krishna. Es un mantra que se encuentra en los escritos védicos.
Es un mantra muy difundido, teniendo en cuenta que el fundador de este movimiento, al
hablar del yoga, pone énfasis en el bhakti yoga, centrando la técnica en tener la mente
12
A.C. Bhaktivedanta Swami Prabhupada, La perfección del yoga, p. 5.
7
fija en krishna: <<El sistema consiste en este proceso de conciencia de Krishna. La
mente debe estar siempre fija en krishna. En la medida en que la mente ser absorbe en
krishna, así se alcanza la perfección del yoga>>.13
Con respecto a la práctica del yoga encontramos las siguientes técnicas: las posturas o
ansana, las técnicas de respiración, los sellos, que consiste en retener energía en ciertas
partes del cuerpo; los cierres energéticos, que tiene que ver con contracciones del
cuerpo para contener la energía recibida por la meditación y las posturas, y las técnicas
de limpieza, asociado a la curación de enfermedades e impurezas.
La Práctica del yoga, como dije, no es ajena a nuestra realidad. Hay que entender que en
el documento eclesial presentado no se pronuncia alguna sentencia adversa a su
práctica, pero tampoco lo promueve.
Al ver que no prohíbe o condena la práctica, podemos ver similitudes con la oración o
meditación cristiana y puntos de encuentro.
El yoga responde a la naturaleza misma del ser humano, y me refiero a que el ser
humano es un ser religioso por naturaleza, y que a la luz de la razón natural puede
captar o darse cuenta de la existencia de Dios o de la divinidad. Por tanto, una similitud
o punto de encuentro podría ser lo que se identifica con el bakti yoga, es decir la unión
con Dios. Aunque los matices y las doctrinas pueden ser diversas o antagónicas, un
punto en común es ese contacto con la divinidad.
13
A.C. Bhaktivedanta Swami Prabhupada, La perfección del yoga, p. 5
14
CONGREGACIÓN PARA LA DOCTRINA DE LA FE. Carta a los obispos de la Iglesia católica sobre algunos
aspectos de la meditación cristiana. Roma 1989, N.1
8
El ritual o cantos, mantras, puede ser también puntos de encuentro o de diálogo. Esta
experiencia se ve, en el cristianismo, en la liturgia, o en las expresiones de oración vocal
y comunitaria. Dentro del yoga, los cantos y mantras tienen como objetivo la unión con
Dios, algo que también es característico en nuestra Iglesia. Los mantras tendrían una
similitud con las jaculatorias.
Otro punto en común sería con respecto a la acción o karma yoga, que en el yoga se
traduce como el servicio a Dios y al prójimo por medio de acciones que nos liberan. En
el caso de nosotros podemos ver este punto en común en el doble mandamiento del
amor, en el servicio al prójimo que nos pide el Señor, en las obras de misericordia
corporales y espirituales.
Podemos también vislumbrar que tanto en la práctica del yoga, como en la oración
cristiana también se tiene como fuente libros sagrados. En la practica del yoga están los
textos védicos, y en nuestro caso, Las sagradas escrituras o La Biblia.
La oración de meditación y contemplación tiene similitud en el sentido de la
concentración, y en las experiencias místicas que pueden encontrarse en ambos.
Son aspectos que pueden abrirnos al diálogo hacia el hinduismo y budismo, como con
otras religiones de origen oriental, que incluso, con un adecuado examen o análisis,
pueden favorecer o enriquecer la misma oración cristiana, siempre y cuando sean
purificadas de todo pensamiento o doctrina que no sea compatible con la verdad
revelada:
<<Como “la Iglesia católica nada rechaza de lo que, en estas religiones, hay de
verdadero y santo”, no se deberían despreciar sin previa consideración estas
indicaciones, por el mero hecho de no ser cristianas. Se podrá, al contrario,
tomar de ellas lo que tienen de útil, a condición de mantener la concepción
cristiana de la oración, su lógica y sus exigencias, porque sólo dentro de esta
totalidad esos fragmentos podrán ser reformados y asumidos. No debemos
olvidar tener en cuenta que el diálogo interreligioso tiene como característica la
evangelización, por lo que, de manera progresiva, y sin imposición, se trataría de
encaminarlos para que formen parte de la Iglesia y conozcan a Cristo>>.15
2.2.- diferencias:
El que haya puntos de encuentro o diálogo no significa que todo lo que se propone en el
yoga tiene que ser aceptado o equiparable a nuestra doctrina y práctica de oración.
Una diferencia es el origen de cada una, el yoga, como práctica o via espiritual o
experiencia de oración, tiene su origen las diversas tradiciones religiosas hinduistas, que
15
CONGREGACIÓN PARA LA DOCTRINA DE LA FE. Carta a los obispos de la Iglesia católica sobre algunos
aspectos de la meditación cristiana, 16.
9
luego se ha llevado al budismo. En cambio, sabemos que la oración cristiana tiene un
origen distinto: <<la oración cristiana está siempre determinada por la estructura de la fe
cristiana, en la que resplandece la verdad misma de Dios y de la criatura>>.
Otra diferencia es con respecto a la divinidad. El yoga proviene de una tradición
politeísta resumida en una trilogía. En cambio, nosotros, por revelación, sabemos que
Dios es uno y trino. No hay otro Dios ni tres dioses.
La oración cristiana es un diálogo personal e íntimo entre Dios y el hombre; en el yoga,
en cambio no vemos este encuentro personal con el Dios trascendente. Además, se ve en
el cristianismo la iniciativa misma de Dios de querer llevar al ser humano a la comunión
con él. Si bien se ve en los textos védicos un intento de Vishnú de acercarse al ser
humano, no lo hace con el fin de una comunión plena con Dios. Es bueno tener en
cuenta que dentro del cristianismo la persona no pierde su condición de creatura. En el
yoga no se remarca esta diferencia, sino que somos parte del universo y sus leyes. De
algún modo, todo sería Dios acercándose a una visión más panteísta.
En el yoga no existe el concepto de pecado y de redención tal como a nosotros se nos ha
revelado. El yoga utiliza mucho el concepto de liberación del sufrimiento. La liberación
se alcanza a través del autoconocimiento del alma, prescindiendo así del mundo
material o transitorio. No hay una valoración acerca del cuerpo ni de la materia.
Tampoco hay una restauración o salvación de la naturaleza humana. En nuestra fe,
sabemos que Dios, por medio de su Hijo, nos ha redimido del pecado, y nuestra
salvación personal se da en el encuentro personal con él, quien por medio de los
sacramentos va restaurando nuestra naturaleza a nivel personal. Por tanto, nuestro
cuerpo es redimido, ya que alma-espíritu y cuerpo es una unidad sustancial de la que no
se puede prescindir. Si se habla de purificación no es por las acciones o karma de las
reencarnaciones donde el alma queda “esclava” del mundo transitorio, sino que se habla
de una purificación que implica rechazar el pecado y dejar los propios errores llegando a
una auténtica conversión.
El yoga también se muestra más como un sentimiento subjetivo, más personal, donde la
iniciativa la tiene el mismo hombre. En la oración cristiana entendemos que es Dios
quien ha tomado la iniciativa del encuentro, y que no solo es un movimiento subjetivo
del ser humano, ni intimista que redunda en uno mismo. Además, en la Iglesia tenemos
claro la acción de la gracia de Dios para llegar a la comunión plena con él. No es
producto únicamente de la voluntad del mismo hombre:
<<La oración cristiana es siempre auténticamente personal individual y al
mismo tiempo comunitaria; rehúye técnicas impersonales o centradas en el yo,
capaces de producir automatismos en los cuales, quien la realiza, queda
prisionero de un espiritualismo intimista, incapaz de una apertura libre al Dios
trascendente>>.16
Quisiera terminar este apartado citando también las palabras de Marianne Schlosser:
“La oración Cristiana(…) no es una expresión de un sentimiento subjetivo, ni
tampoco se vasa en una experiencia individual, sino en la verdad de la fe: no se
16
CONGREGACIÓN PARA LA DOCTRINA DE LA FE. Carta a los obispos de la Iglesia católica sobre algunos
aspectos de la meditación cristiana, 3.
10
dirige a un Dios desconocido o a un ser trascendente solo intuido, sino al dios
que se ha revelado como padre, Hijo y Espíritu Santo y llama al ser humano a
entablar relación con él”.17
CONCLUSIONES:
1.- El yoga seguirá siendo una prueba de la naturaleza religiosa del hombre. Si fue
inventado el yoga fue para que el ser humano diera respuesta sobre el sentido de su
propia existencia y sobre la referencia a un ser trascendente.
2.- Si bien, es una doctrina o conjunto de doctrinas originadas en la India, ha tenido
acogida en occidente. Lo que también podría ser muestra de la búsqueda de un camino
más espiritual que lleve a la verdad y a la divinidad en medio de un mundo consumista
y materialista.
17
M., Schlosser, Teología de la oración, Salamanca 2018, p.15
11
3.- Tanto el yoga como la oración cristiana tienen elementos comunes que pueden
suscitar un diálogo interreligioso que derive, poco a poco, en la evangelización de
aquellos que aún no conocen a Cristo.
4.- Hay elementos en las técnicas de yoga, que, si son purificadas y bien analizadas,
pueden ser instrumento para la meditación cristiana, siempre y cuando se les libre de
ideas o doctrinas opuestas a la de la Iglesia. Se debe evitar el sincretismo.
5.- En sintonía con lo anterior, no se debe equiparar ambas prácticas como si fueran de
igual doctrina.
6.- De preferencia, los cristianos debemos usar los métodos y formas de oración propias.
Considero que tenemos elementos suficientes para poder procurar nuestra unión con
Dios. Lo que hace falta es un interés, en occidente, de formación espiritual, y de
cristianos que sean ejemplo de oración. Pienso que así sería atractiva nuestras prácticas
de oración y la liturgia.
BIBLIOGRAFÍA:
12
Ò. Pujol, y L. Villegas, Diccionario del Yoga: historia, práctica, filosofía y mantras,
Madrid 2018.
13