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Pregunta de investigación
Posicionamiento teórico
De cierta forma no todo es negativo porque esa antipatía protege nuestra libertad
individual, mientras que en la edad media se restringía la independencia y la
diferenciación individual (Simmel, 2005, p. 6) ahora no es así. Al mismo tiempo
perdemos la protección del grupo, la unidad y la identidad que nos da esa
interrelación.
De alguna forma para poder adquirir un sentido de valor personal en esta vida
moderna se nos llama a conocernos, determinar lo que queremos, alcanzar
nuestras metas, reconocer nuestra individualidad. Irónicamente la vida moderna
no nos da oportunidad para eso porque todo lo encapsula en formas de trabajo y
de economías restrictivas, por tanto, el individualismo y la libertad se convierten en
una mera ilusión.
Jorge Costadoat (2004) por su parte menciona que la reforma luterana con el
énfasis en el libre examen se ha convertido en una de las características de la
sociedad individualista actual que ya no solo abarca a una iglesia sino a casi todo
el mundo. El valor de la conciencia y la razón personal se han exaltado hasta
niveles no muy agradables donde ya no importa mucho la sola Escritura y se cae
en subjetivismo enfermizo.
Otro reto señalado por Batista es el utilitarismo. Nuestra sociedad se enfoca más
en lo práctico y lo útil, así que menospreciarán discursos demasiado complejos y
teológicos, por tanto, demandarán que la iglesia les ayude y desarrolle ministerios
específicos. Dentro de esta cultura individualista la gente también tiende a preferir
un estilo más democrático y preferir la excelencia en todo lo que se hace. La vida
en la ciudad también nos llama a tener una perspectiva más abierta a la sociedad
y a otras expresiones de fe.
Ahora bien, respecto a la labor eclesiástica, esta es imposible concebirla desde el
ámbito individual únicamente. Tal como lo desarrolla Gil Arbiol (s.f.) la ekklesía es
concebida por el apóstol Pablo más que como un ámbito doméstico o individual a
uno comunitario y aún con tintes políticos (p. 286). Siguiendo la doctrina paulina la
iglesia es concebida como un cuerpo (1 Co. 12:27) donde cada uno es miembro
de los otros, también como una casa (Oikos) y el templo. Pablo usa el término
ekklesía en sentido teológico como el horizonte e identidad de los creyentes y la
familia como el ámbito social/ familiar donde las personas se desarrollan (p. 288).
Siguiendo el esquema de Gil Arbiol la iglesia como cuerpo llevaba a cabo comidas
comunitarias donde se ponía de manifiesto una asociación voluntaria pero
necesariamente revelada. También la regulación del matrimonio, la resolución de
conflictos sociales y acceso al grupo, e incluso la expulsión de los pecadores
graves donde lo público prevalece sobre lo privado son demostración de la vida
comunitaria de la iglesia en las casas /familia, dispersadas en la ciudad y en los
pueblos.
Hemos de señalar que a diferencia del catolicismo donde las personas desde que
nacen ya son incluidas en la vida comunitaria mediante el bautismo los
evangélicos tendemos a valorar la decisión personal de la persona, y esto es algo
positivo ya que en la Biblia vemos que hay llamados personales a la conversión,
pero muchas veces pasamos por alto los llamados a una conversión comunitaria
(cartas paulinas, las 7 iglesias, etc.).
Tomando como base las 5 áreas de trabajo como son el servicio, la adoración, el
evangelismo, el discipulado y la comunión que la iglesia debe llevar a cabo por
basarse en mandamientos neotestamentarios y modelados por la iglesia primitiva
(Hch. 2), podemos ver que hay un equilibrio entre lo comunitario y lo individual.
Veamos algunos ejemplos:
- Poco involucramiento en los cultos entre semana por una ocupación grande
en el trabajo, estudios u otras actividades. Incluso hay una asistencia muy
irregular.
- Dificultad para hallar líderes y gente que quisiera servir. La razón o excusa
es que no hay tiempo o que no quieren compromiso.
- Cierto menosprecio y desinterés hacia la figura del pastor y su función en
relación con la visitación a sus hogares o la consejería
- Desapego general hacia otros miembros. Usualmente el grupo pequeño
que sirve y asiste más a la iglesia es el más antiguo y el que muestra más
comunión. El resto no suele mostrar más que una relación ocasional hacia
los demás.
- Poca disposición al sacrificio, queja para dar tiempo o dinero, pocos
participan de disciplinas espirituales.
- Hay varias personas que han estado en otras iglesias y están probando a
ver que tal está la situación en el lugar.
- Hay muchas personas que irán por un tiempo y luego no volverán.
- Varios dirán que ellos buscan a Dios en sus casas
- Si se les quiere amonestar o disciplinar dejan de asistir o se cambian a otra
iglesia.
- Los hermanos desearán que se les ayude, se ore por ellos en su
necesidad, pero no hay un compromiso al crecimiento.
Tampoco podría decir que la situación en las comunidades rurales que he estado
es perfecta y tiene muchos parecidos, pero a diferencia de las ciudades puedo
observar:
- Más asistencia a las actividades realizadas
- Más apoyo y respeto al pastor
- Más unidad y participación en proyectos conjuntos como consecuencia más
interrelación entre los hermanos
- Más conocimiento mutuo
- La posibilidad de atender más a la disciplina
Creo que al respecto hace falta orar y comenzar desde el púlpito impartiendo una
nueva visión que impacte la vida de los hermanos. Podemos aseverar que hay
pecados como el egoísmo, la falta de amor genuino, la desobediencia a los
pastores, la tibieza, la desunión, la falta de compromiso que necesitan ser
confrontados de muchas maneras. Ahí entraría lo que dice Pablo a no
conformarnos a este siglo, sino transformarnos mediante la renovación de nuestro
entendimiento (Ro. 12:2).
También tenemos que entender las fuerzas que atan a nuestros miembros y cual
faraón no quieren dejar ir al pueblo a adorar al desierto. No solo al pecado y a
Satanás sino a las estructuras sociales, capitalistas, económicas y laborales que
son ajenas al individuo, pero en la que todos estamos insertos, ¿cómo lidiamos
con trabajos pesados que dejan poco tiempo, con el bajo salario y la pobreza?
Por otra parte, también hay que poner atención a la advertencia de quienes han
mostrado que muchas iglesias se han desviado tras un evangelio a la carta,
satisfaciendo necesidades personales, pero no llevándolos a la salvación, ni a un
compromiso concienzudo con la verdad y el amor. Recordemos que, “La religión
pura y sin mácula delante de Dios el Padre es esta: Visitar a los huérfanos y a las
viudas en sus tribulaciones, y guardarse sin mancha del mundo.” (Stg. 1:27). Por
Latinoamérica han surgido iglesias pare de sufrir pero también las de evangelio de
prosperidad y éxito bajo el lema “solo decláralo” que gana muchos adeptos pero
no forma discípulos reales y firmes.
Nuestra meta debe ser formar gentes en las ciudades cuyo reino no sea el de este
mundo con sus valores y deseos sino de hombres y mujeres que cada día se
parezcan más al maestro y Señor, en palabra, conducta, espíritu, fe y pureza.
Bibliografía
Boff, L. (S.f.). Teología desde el lugar del pobre. Cap 2 y 3, 45- 77.
Fee, G. D. (2007). Pablo, el Espíritu y el pueblo de Dios. Miami, Florida: Editorial Vida