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MAPA RÍOS DE ESPAÑA

Introducción

En este mapa aparecen representadas tanto las cuencas como las vertientes
hidrográficas, en la península se observa una gran disimetría entre las vertientes
atlántica y cantábrica y la vertiente mediterránea. La causa es la inclinación de la
meseta hacia el oeste a partir del Sistema Ibérico. Además del régimen fluvial
representado, este depende de la distribución de las precipitaciones y de la
importancia de la precipitación nival. En función de ambas se pueden distinguir ríos
con régimen nival, pluvial o mixto.
El relieve y la topografía influye en la organización de las cuencas y vertientes
hidrográficas, que se separan por unidades del relieve. Además el clima hace que
las precipitaciones determinen el caudal de los ríos y sus variaciones a lo largo del
año,es el factor más importante en la configuración del régimen fluvial, resaltando
las característica de cada cuenca y vertiente.

Desarrollo

En primer lugar se puede distinguir la vertiente Cantábrica, sus ríos son cortos, ya
que nacen en montañas cercanas a la costa. Tienen gran fuerza erosiva, dado que
salvan un gran desnivel entre su nacimiento y su desembocadura. Los ríos
cantábricos son caudalosos y de régimen bastante regular, gracias a la abundancia
y constancia de las precipitaciones propias del clima atlántico.
La cuenca Norte comparte tanto la vertiente cantábrica como parte de la atlántica.
Por lo tanto consideramos que los ríos característicos de esta vertiente cantábrica
son de este a oeste:el Bidasoa, el Nervión, el Nalón, el Pas, el Deva, y destacar la
cuenca del Nalón-Narcea, como la más importante. Para finalizar destaca el Eo
como río más al oeste de la vertiente cantábrica.

En segundo lugar, la vertiente Atlántica, sus ríos son largos al nacer cerca del
Mediterráneo y desembocar en el Atlántico. Su fuerza erosiva es escasa ya que
discurren por llanuras. Su caudal es abundante, porque tienen numerosos afluentes,
pero su régimen es irregular.
Entre sus cuencas podemos distinguir las siguientes de norte a sur: la Cuenca del
Miño, englobada en la cuenca Norte. Este río nace en el Macizo Galaico,
recorriendo las provincias de Lugo, Ourense y Pontevedra hasta llegar a La
Guardia, donde desemboca siendo la frontera entre España y Portugal. Su principal
afluente es el Sil.
Por otro lado la Cuenca del Duero, es la más extensa de toda la península con un
total de 78900 kilómetros cuadrados. El Duero nace en los Picos de Rubión en el
Sistema Ibérico, atraviesa las provincias de Soria, Burgos, Valladolid, Zamora y
desemboca en Oporto (Portugal). Recibe entre otros afluentes, el Pisuerga y el
Esla desde el Norte, que aportan mucha agua, y por el sur, el Adaja y el Tormes,
que nacen en el Sistema Central y le aportan menos agua que los anteriores.
Predomina el régimen pluvial con máximos en el invierno y mínimos en verano. En
esta cuenca se sitúa las lagunas de Villafáfila .
Además, la Cuenca del Tajo, el río Tajo es el de mayor longitud de la península,
aunque su cuenca es pequeña. Nace en la Sierra de Albarracín, en el Sistema
Ibérico y atraviesa las provincias de Guadalajara, Madrid,Toledo,
Cáceres,desembocando en Lisboa. Del norte recibe la mayor parte de sus aportes
de agua: Jarama, Alberche, Tiétar y Alagón. Posee un régimen pluvionival, con
máximo en primavera en su curso alto y medio, mientras que pluvial oceaníco, en su
curso bajo.
Por consiguiente, la Cuenca del Guadiana atraviesa las provincias de Ciudad Real y
Badajoz y desemboca en Ayamonte, después de hacer frontera entre España y
Portugal algunos kilómetros. En el territorio de gestión de la Confederación
Hidrográfica del Guadiana se incluyen los ríos Tinto y Odiel, que desembocan
directamente al mar, y que algunos geógrafos consideran una cuenca
independiente. En esta cuenca aparecen numerosas zonas endorreicas como
Lagunas de Ruidera o Tablas de Daimiel.
Por último la Cuenca del Guadalquivir, el Guadalquivir nace en la Sierra de Cazorla
y atraviesa las provincias de Jaén, Córdoba, Sevilla y Cádiz, desembocando en San
Lúcar de Barrameda. Cuenta con la aportación de los afluentes de Sierra Morena
(Guadalimar, Jándula y Guadiato), y de la Cordillera Subbética como el Genil. Su
caudal máximo se concentra en invierno, y el mínimo en verano.

En tercer lugar encontramos la vertiente Mediterránea, sus ríos, a excepción del


Ebro, son cortos ya que nacen en montañas próximas al mar. Su caudal es escaso,
debido a la escasez de precipitaciones, y su régimen es muy irregular, presentando
un estiaje en verano, y pueden sufrir crecidas en otoño originadas por las lluvias
torrenciales (gota fría).
Pasamos a continuación a describir las diferentes cuencas que se localizan en esta
vertiente en dirección Sur-Norte.
Encontramos la Cuenca Sur, es una cuenca intercomunitaria compuesta por
pequeños ríos que nacen en los Sistemas Béticos y desembocan en el
Mediterráneo.
Por otra parte, la Cuenca del Segura, incluye principalmente las zonas de Murcia,
Andalucía, Castilla La Mancha y Valencia. Es un río de régimen irregular con fuertes
estiajes en verano,
Además la Cuenca del Júcar, en la misma cuenca se desarrolla también el río Turia
y otros pequeños ríos que desembocan en el Mediterráneo entre las cuencas del
Segura y la del Ebro. Son ríos cortos e irregulares, que padecen estiajes en verano
y crecidas principalmente en otoño.
Después también encontramos la Cuenca del Ebro, el Ebro nace en Fontibre
(Santander) y recorre las provincias de Burgos, Álava, La Rioja, Zaragona y
Tarragona, desembocando en forma de un extenso delta. Los afluentes del norte
poseen un régimen pluvionival fundamentalmente y los afluentes provenientes del
sur, como el Jalón, poseen un régimen irregular, y nacen en el Sistema Ibérico.
Para finalizar, la Cuenca del Pirineo Oriental, se trata de pequeños ríos pirenaicos o
nacidos en la Cordillera Costero-Catalana, que desembocan en el mar con las
características propias de los ríos de la vertiente mediterránea. Los más importantes
son el LLobregat y el Ter.

Conclusión

El aprovechamiento de las aguas de los ríos se destina para usos agrarios,


abastecimientos urbanos e industriales, uso energético, uso ambiental y recreativo.
Además, a lo largo de nuestro territorio se desarrollan construcciones para
aprovechar o mejorar dichos recursos, como las centrales hidroeléctricas de la
vertiente cantábrica o el Trasvase Tajo-Segura en la mediterránea. Además la
construcción de numerosos embalses, sobre todo en la zonas del sur y del este,
permiten resolver el déficit hídrico de estas regiones, junto con la explotación de
numerosos acuíferos para el aprovechamiento del agua, ya sea para usos agrícolas
o abastecimiento de ciudades.

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